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13. ENFERMEDADES
El Shih Tzu es un perro pequeño y robusto y se trata, generalmente, de una raza bastante sana. Algunos pocos sufren problemas de tipo veterinario y, posiblemente, de problemas hereditarios, pero ésta no es una raza que tenga muchos problemas hereditarios graves. Aun así, tiene propensión a sufrir determinados trastornos y enfermedades:
• Alergias. Los Shih Tzu pueden sufrir alergias alimenticias, de contacto (por reacción a alguna sustancia tópica) o por inhalación de alérgenos como el polen, el polvo o el moho.
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• Displasia de cadera. Formación anormal de la cavidad de la cadera, que puede causar dolor y cojera (y que puedes aliviar con piensos para perros con displasia)
• Luxación rotuliana. La articulación de la rodilla, generalmente de una pata trasera, se desliza fuera de su lugar, causando dolor y pudiendo llegar a ser paralizante.
• Displasia renal juvenil (DJR). Defecto genético de los riñones, observado en perros jóvenes. El perro tiene mucha sed y orina con frecuencia. Pierde peso, vomita y se muestra falto de energía.
• Cálculos e infecciones en la vejiga. La mayoría son cristales de estruvita (fosfato de amonio y magnesio). Suelen originarse después de una infección de vejiga, de origen bacteriano o viral. Pueden estar causados por muchos factores, como exceso de proteínas, magnesio o fósforo en su dieta, o por pasar mucho tiempo entre las micciones.
• Problemas oculares. Los perros con ojos salientes, como el Shih Tzu, sufren muchos problemas oculares, como queratitis (inflamación de la córnea con pérdida de transparencia), proptosis (desplazamiento del globo ocular), distiquiasis (doble hilera de pestañas, que se dirigen hacia dentro, rozando la superficie del ojo), ojo seco o queratoconjuntivitis seca (producción insuficiente de lágrimas, con la consiguiente sequedad de la córnea) o atrofia progresiva de la retina (enfermedad hereditaria que provoca el deterioro de la retina, produciendo ceguera nocturna que va progresando hasta llegar a la ceguera completa).
• Problemas dentales. Normalmente, los dientes de leche se reabsorben cuando son reemplazados por los definitivos, pero en el caso de las razas enanas, como el Shih Tzu, pueden quedar retenidos, presentando una doble hilera de dientes que puede provocar mala oclusión. Si esto sucede, deben ser retirados por el veterinario. El Shih Tzu puede tener también dientes mal alineados o falta de alguna pieza, debido a la escasa longitud de su mandíbula. Este problema es frecuente en perros de cara chata.
• Infecciones de oído. La forma de sus orejas crea un canal auditivo oscuro y cálido, ideal para las infecciones. Para prevenirlas, deberás mantener sus orejas limpias y secas.
• Hernias umbilicales. Una hernia es una protusión de grasa o intestino a través de una abertura en la pared del abdomen que normalmente se cerraría durante el desarrollo. Se dan en cachorros de unas dos semanas de vida. Suelen desaparecer antes de los seis meses de edad. Si son demasiado grandes, pueden requerir cirugía.
• Derivación hepática portosistémica. Se trata de una conexión anormal en el sistema vascular, que hace que la sangre procedente de los órganos abdominales no drene hacia el hígado, con lo cual las toxinas no son eliminadas.
• Estenosis nasal. Al ser un perro braquicéfalo (de hocico corto), sus cartílagos nasales son blandos, las fosas nasales se unen y obstruyen las aperturas de la nariz. Esto provoca diversos grados de obstrucción respiratoria. El perro puede resoplar, roncar fuerte o presentar sibilancias. Incluso podría sufrir drenaje nasal.
• Estornudos inversos. Es un fenómeno frecuente en perros braquicéfalos. Se trata de un espasmo muscular provocado por una irritación palatal o traqueal que hace que el perro aspire el aire con fuerza, en lugar de exhalarlo hacia fuera.