Entre la ILUSIÓN, la VOCACIÓN y la PRESIÓN familiar
Durante la etapa de bachillerato, es cuando empiezan a rondar por la cabeza de los jóvenes las oportunidades y elecciones que deberán valorar para su futuro inmediato sobre qué hacer: ¿estudiar una carrera universitaria? ¿trabajar? o ¿conocer mundo? son preguntas que todos alguna vez nos hemos hecho y que no tiene fácil respuesta. Es por ello que muchas personas en edad adolescente tienen problemas para decidir qué harán con su vida a partir de ese momento.
Elegir bien los estudios universitarios es un dilema de muchos. La mayoría de jóvenes se encuentran ante su primer gran decisión, lo que puede causar cierta ansiedad o sensación de angustia dada la importancia de la elección y su corta experiencia. Por otro lado, muchos afrontan este momento con una gran dosis de motivación. Cada caso es un mundo, resulta interesante individualizar cada uno personalmente, ya que detrás de esto se encuentran circunstancias que afectarán a la misma: la familia, el contexto socioeconómico, la personalidad, entre otros factores. Cada persona que ha elegido estudiar ha vivido una serie de pensamientos que han determinado la elección por una u otra carrera. Suelen experimentar cierta presión familiar para elegir carreras en lugar de otras, pues algunas están mejor valoradas para “ser alguien en la vida”. La carrera elegida determinará el campo de estudio en que la persona se especializara en sus próximos años, pero el construir una identidad o una reputación se conseguirá por otras vías que integran muchas facetas de la persona. Sin embargo, la presión familiar y social generan en los jóvenes la ilusión de un futuro de reconocimiento y prestigio social al que se llega mediante el esfuerzo y la dedicación de cursar unos estudios.
29