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tiaRa Joya: el modelo más propio de la realeza y uno de los más usado por muchas celebridades. Son los más exclusivos y están hechas en oro, plata, platino o bronce, e incrustadas con piedras preciosas como zafiros, esmeraldas, diamantes y otras gemas.

Normalmente, son herencias que pasan de generación en generación, y a las que muy pocas afortunadas tienen acceso. Son, además, la mejor opción de “llevar algo viejo” en las bodas. Una de las más famosas fue la que usó la reina letizia en su boda, en la que acompañó su vestido de Pertegaz con la tiara Prusiana, una de las más emblemáticas de la casa real de España. Es una obra inspirada en el arte helénico, de estilo imperio, elaborada con diamantes y platino.

tiaRaS natuRalES: una de las opciones más sustentables y económicas de todas. Son hechas con flores naturales o preservadas, en ratán, mimbre o rafia y le dan un toque más relajado al look. carolina de mónaco, en su boda con Philip Junot, llevó un modelo de flores blancas del que caía un velo de tul minimalista.

tiaRaS dE oRfEBRERía: el arte de la filigrana es uno de los más usados por novias e invitadas alrededor del mundo. Se trata de una opción que podría denominarse vintage y que está repleta de detalles. Es habitual que sean elaboradas por encargo previo, ya que su creación es totalmente manual. Un ejemplo (aunque solo como referencia) es el de la usada por la princesa magdalena de Suecia. Aunque su tiara, llamada Rey Gustavo, fue un regalo de su padre a su madre, en su décimo aniversario de bodas, este modelo ha sido la referencia en decenas de opciones de orfebrería para novias de todo el mundo. El de Magdalena de Suecia cuenta con flores de mirto blanco, tradicional en las novias de la familia real de Suecia.

la REina máxima

No solo reina los Países Bajos, sino también es conocida como la máxima exponente de los tocados llamativos. La monarca, de origen argentino, siempre sabe qué accesorio elegir para cada ocasión y jamás pasa desapercibida; y es que, entre su marca registrada de estilismo, siempre destacan los accesorios llamativos. Es amante de llevar complementos del mismo tono del resto de su vestuario y no teme incluir modelos con plumas, pedrería, tejidos y todo tipo de técnicas artesanales. En lo que respecta a sus marcas de cabecera, lleva la delantera Fabienne delvigne, quien colaboró con Chanel en los años 90, y con otras firmas de renombre, como Armani y Saint Lauren.

Entre sus favoritos está la pamela en tono camel que ha llevado en, por lo menos, cuatro ocasiones: en Maastricht, para la conmemoración de los 200 años del reino; para almorzar con la fundación Cordaid, en el jubileo de los 100 años de ésta; en 2013, en uno de sus viajes a Brunei; y en la boda del príncipe Alberto de Mónaco y su esposa, Charlene.

KatE middlEton

La futura reina del Reino Unido también tiene la costumbre de estilizar sus prendas con tocados originales. Si bien es un sello muy propio de la monarquía británica, la esposa del príncipe guillermo ha hecho de este accesorio su sello de estilo.

Entre sus elecciones siempre reinan tres marcas de su entera confianza, entre ellas, Philip treacy. El diseñador fue descubierto por la editora isabella Blow y, desde entonces, su fama ha ido en ascenso. Blow le pidió que creara un tocado especial para ir a una boda (e incluso le prestó su sótano para que montara su taller).

A través de esta relación de amistad, el artista pudo conocer a otros grandes creadores, como Karl lagerfeld, y colaborar con firmas como chanel, alexander mcQueen y Valentino. Otro de sus grandes momentos fue cuando creó el fabuloso tocado que Sarah Jessica Parker usó en la Gala MET del 2015.

Pero la duquesa de Cambridge también tiene otros grandes nombres, a los que acude para eventos importantes. Por ejemplo, Jane taylor, una diseñadora que comenzó su carrera desde su propio taller dentro de su casa, y que en la actualidad es de las más buscadas cuando de tocados se trata. Taylor no solo diseña para la duquesa, sino también para otros miembros de la casa real, como zara tindall, la princesa Eugenia y la condesa de Wessex.

Según la propia modista, ella crea sus tocados “como un símbolo de empoderamiento femenino, que hace a la mujer sentirse más confiada y elevar su apariencia”. Bajo este mantra, se encargó de crear los modelos que Middleton usó para los bautizos de sus tres hijos, así como en la gira que hizo por las Islas Salomón y para algunas Trooping of the Colour.

Finalmente, su aliado más recurrente es —nada más y nada menos— que la marca de tocados más antigua del mundo: Look & Company. Nacida en 1976 como un negocio familiar y artesanal, esta empresa logró conquistar a personajes tan importantes como oscar Wilde y Winston c hurchill. Se consideran entre los mejores del mundo, porque usan materiales de lujo, telas de alta calidad y ofrecen un servicio único.

más es más Negro y con flores, así fue la opción de la marca Cherubina, que la reina escogió para asistir a la investidura de Felipe vi como caballero de la Jarretera, la máxima distinción concedida por la monarquía británica.

DiaDema negra

Usada para la conmemoración del 75 aniversario de la liberación de Auschwitz, a la que asistieron miembros de diferentes monarquías. En esa ocasión, la reina de España optó por un modelo negro XL, elaborado en terciopelo, de la marca sevillana Nana Golmar, que combinó bailarina, muy pulido.

DiaDema en coral

Cuando asistió al recibimiento que le dieron los reyes Carlos gustavo xvi y Silvia de Suecia, doña Letizia siguió el protocolo y vistió un vestido corto y tocado a juego. Su diadema era bastante llamativa: un diseño de Cherubina, que la marca bautizó como Giulia. Estaba confeccionado en seda y tenía adornos de plumas. Su valor era de 140 euros y la reina ya había elegido a esta firma (originaria de Sevilla) para otras ocasiones. elo rosaDo

En noviembre de 2019, durante su visita a la entronización del emperador Naruhito, la experiodista optó por combinar un vestido floral de la diseñadora española Matilde Cano, con una diadema elaborada en piezas de rafia y terciopelo de color rosa empolvado.

Las tiaras y pamelas no son los accesorios favoritos de la reina Letizia de España; sin embargo, cuando el protocolo lo amerita, la monarca no duda en hacer gala de los diseños más espectaculares. Su colección es pequeña, pero está llena de mucha artesanía y sabor español.