Boletín "Esfuerzo" marzo 2022 by Seminario Mayor de Hermosillo

AÑO 84/MARZO 2022/#912

Directorio

Año 84, Marzo 2022, Edición #912 Fundado el 25 de Diciembre de 1938

LA ALEGRÍA DE LA VOCACIÓN BOLETÍN MENSUAL “ESFUERZO” DE LA OBRA PONTIFICIA DE LAS VOCACIONES

EDITADO EN EL SEMINARIO MAYOR DE HERMOSILLO BLVD. LUIS DONALDO COLOSIO SIN NÚMERO, COL. SEMINARIO C.P. 83000 HERMOSILLO, SON, MÉXICO. TELÉFONO: 2.16.42.42 IMPRESO EN LOS TALLERES DE CINCO MINUTOS DE ORACIÓN, MAGDALENA, SONORA. ¿Desea hacer su aportación bancaria a la Obra por las Vocaciones Sacerdotales? BANCO BANCOMER CUENTA: Arquidiócesis de Hermosillo A. R.

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Rector del Seminario: Pbro. Lic. Daniel Millán Lanz

Coordinador:

Pbro. Fidel Alejandro Munguía Ruiz

Promoción:

Sem. Jesús Valenzuela Ojeda Sem. Bryan Sanez Villa Sem. Alán Gabriel De la Re Valenzuela

Diseño:

Lic. Daniela J. Gutiérrez Iglesias

Índice 4

Carta Editorial

Pbro. Fidel Alejandro Munguía Ruiz/ Director de la Obra.

El Seminario

Estos días en el Seminario

Sem. Bryan Sanez Villa, II de Filosofía

Vocacional

Inquietud Vocacional

Sem. Horacio Balderrama A., Curso Introductorio

Desde Rectoría

Desde el Intro

Tema Central

Sacerdote, siervo y pastor.

Pbro. Daniel Millán Lanz

Sem. Jesús O. Martínez y Gabriel Ceceña, Curso Introductorio

Experiencia Vocacional

Pbro. Jesús Emmanuel Hoyos García

Formación Cristiana

La voz del Papa

Vida y Espiritualidad

Cumpleaños

Muro de oración

Mons. Mauricio Urrea Carrillo

Sem. Alán G. De la Re Valenzuela II de Filosofía

Espiritualidad

Meditación Evangelio Sem. César García Muñoz, II de Filosofía

Pbro. Fidel A. Munguia Ruiz

La Obra

A ti Soci@

Sem. Jesús Valenzuela Ojeda, I de Teología

Editorial Queridas y queridos socios de la Obra de las Vocaciones Sacerdotales les saludo agradecido y pidiendo al Dios de la vida y de la misericordia, que haga palpables en cada uno de ustedes sus abundantes bendiciones y su paz. Marzo para nuestra nuestra Iglesia Diocesana de Hermosillo es un mes muy especial, ya que celebramos como es tradición, EL DON DE LA Pbro. Fidel A. VOCACIÓN SACERDOTAL, a través Fiestas del Munguía Ruiz Director de la Obra Seminario, evento sin lugar a dudas que es ocasión propicia para acercarnos de manera abierta a nuestra Casa de Formación y ser partícipes de la alegría que encierra el don de la vocación sacerdotal que Dios nos ha confiado y les confía a los jóvenes que la disciernen. El Seminario es la casa de la fraternidad, lugar del encuentro sincero, el Seminario somos familia que da cálido recibimiento a quien guste visitarnos, de eso ustedes amables lectores y queridas y queridos socios de la Obra de las Vocaciones son testigos inmediatos. Por ello a través de estas páginas queremos agradecerte tu labor hacia el Seminario, queremos ofrecerte este espacio que juntos hemos logrado y del que formas parte importante. En varias ocasiones hemos escuchado que el Seminario es el corazón de una diócesis, de ahí radica su importancia en la tarea que como Pastor desempeña nuestro Arzobispo Don Ruy Rendón, quien en reiteradas ocasiones nos ha visitado y con su presencia cercana anima nuestra delicada tarea de formar buenos, santos y sabios sacerdotes así como Jesús, el Buen Pastor. Quiero invitarte finalmente querida y querido integrante de la Obra de las Vocaciones a que sigas muy comprometido en la labor tan sutil y fértil que haces: pedirle al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Contigo y tu oración confiada empieza el milagro de las vocaciones que Dios a manos llenas ha sembrado en nuestros campos. Con afecto cercano Pbro. Fidel Alejandro Munguia Ruiz Director de la Obra de las Vocaciones Sacerdotales. 4

e n

EL SEMINARIO

ESTOS DÍAS e l

SEMINARIO Sem. Bryan Sanez Villa, II de Filosofía

Qué gusto volver a estar en contacto con ustedes queridas socias de la Obra de las Vocaciones, es de mucha alegría para mi poder platicarles de nuestro diario vivir en nuestra casa del seminario. En estos días tuvimos nuestros exámenes de fin de semestre, dos semanas de mucho estudio, pero a la vez de mucho aprendizaje al volver a estudiar lo que vimos a lo largo del semestre con nuestros maestros, sin duda una semana muy bendecida por Dios. Durante los días pasados tuvimos la gran experiencia de vivir nuestros Ejercicios Espirituales, en la casa de San Ignacio en Magdalena, los seminaristas el Curso Introductorio vivieron por primera vez esta experiencia, de la que sin duda llegaron fortalecidos y llenos del Espíritu Santo para su discernimiento vocacional. Los ejercicios fueron impartidos por el Pbro. Rubén Barrón Porcayo, quien nos compartió sus conocimientos pero sobre todo su amor a Dios y como descubrir su llamado en el silencio.

EL SEMINARIO

“Con los ojos fijos en Jesús” Heb. 12,2 “Hebreros 12,2” fue el lema de nuestros ejercicios este año, en el que los seminaristas de la etapa de filosofía estuvimos en la casa de retiros del Monte Tabor un lugar a las afueras de Hermosillo y los seminaristas de la etapa de teología estuvieron en la casa de retiro de San Ignacio en Magdalena, sin duda un momento de mucha reflexión personal y de encuentro con aquel que nos ha llamado, agradecemos mucho su oración por nosotros durante esta semana de Ejercicios, un momento que para nuestra formación es muy importante pues nos ayuda a fortalecer nuestra respuesta al señor y nuestra entrega generosa al servicio del pueblo de Dios.

EL SEMINARIO Se llevó a cabo en estos días también los itinerarios formativos por etapas, y en esta ocasión nuestros hermanos de III de filosofía nos comparten el cierre de un ciclo en sus itinerarios, que realizaron en Kino con una convivencia. Además, en estos días, también tuvimos nuestra junta de comunidad mensual, en la cual tratamos temas relacionados con nuestra formación y además es un momento de convivencia, sin duda una experiencia de Dios, el poder escuchar a nuestros hermanos en sus inquietudes con respecto a la formación. En estos días también tuvimos nuestra convivencia por facultades, un momento que nos sirve para despejarnos y hacer fraternidad, compartimos la cena, platicamos e incluso un momento para cantar, una experiencia muy fortalecedora para todos nosotros, pues al final somos una familia.

DESDE

RECTORÍA Pbro. Daniel Millán Lanz, Rector del Seminario

e da gusto poder saludarles M de nuevo a través de este querido boletín, deseo que Dios colme de paz su vida.

Estamos ya a mil por hora con los últimos preparativos de las fiestas del Seminario que en este año serán el sábado 19 y domingo 20 de marzo; en esta ocasión retomando poco a poco las actividades presenciales después de la pandemia, iniciando con la novena de San José que tendremos del 10 al 18 de marzo, transmitida a través de nuestro Facebook; al igual que la Conferencia Magistral sobre San José, impartida por Mons. Ruy Rendón el 17 de marzo a las 8 pm.; la tradicional Velada Juvenil ya está totalmente armada y ensayada para el 19 de marzo a las 6:30 pm. este evento podrán disfrutarlo de forma presencial y virtual, el domingo 20 de marzo iniciaremos con la 2da Caravana de Apoyo a las 9 am. y por último la Misa de ofrendas que será a las 6:00 p.m. Nos sentimos muy emocionados y con muchas ganas de poder saludarles de nuevo personalmente durante nuestras fiestas, las puertas de la casa de formación sacerdotal estarán 8

abiertas para reencontrarnos y compartir con ustedes la alegría y el gozo de la vocación sacerdotal. El lema de nuestro Seminario dice “Formando pastores al estilo de Jesús” y es lo que buscamos con cada actividad que los seminaristas realizan en su proceso formativo; desde la oración, clases, deporte, convivencia, apostolado, meditación, entre otros, tienen como objetivo que en el corazón del seminarista se formen los mismos sentimientos de Cristo, que lo impulsen a servir siempre a ejemplo de Jesús, el Buen Pastor. ¡Qué gran tarea, qué enorme responsabilidad! por ello necesitamos de su oración constante que interceda ante nuestro Padre Dios. En este proceso formativo la cercanía de los seminaristas

con el Pueblo de Dios es de vital importancia; que conozcan su vida, sus alegrías, sus penas, sus preocupaciones, sus necesidades, para que puedan servirles de una mejor manera comprometidos más en su formación y en la respuesta que dan al llamado que Dios les hace. Igualmente que el Pueblo de Dios conozca a sus futuros sacerdotes se convierte en algo muy importante para que ore por ellos, los apoye y participe en su formación y les comparta por qué necesitan sacerdotes santos. Las fiestas del Seminario son un buen momento, un buen espacio para que se de esa cercanía fraternal entre los seminaristas y la comunidad católica, por ello los invitamos a que nos acompañen, a que , como familia, vengan y celebren con sus futuros sacerdotes el gran regalo de la vocación. Aprovechen la ocasión

para acercarse a los muchachos y decirles sinceramente qué tipo de sacerdote necesitan. Ya saben, los estamos esperando con mucha alegría. Agradezco de corazón sus oraciones y apoyo para el Seminario, muchas gracias por poner de manifiesto con acciones concretas el amor que le tienen a la Iglesia. Pido a nuestro Padre Dios les siga bendiciendo abundantemente. Nos seguimos encomendando. En comunión de oraciones.

EL SEMINARIO

DESDE

EL INTRO

Sem.Gabriel Ceceña

Ya ha pasado tiempo desde que volvimos al seminario, iniciamos con las semanas de exámenes, en la primera semana comenzamos con casos de covid con un hermano, al cual aparamos del grupo tanto para cuidar de él así como de los demás, a la semana siguiente salieron 4 más, los cuales también se resguardaron para cuidar la salud de los demás, gracias a Dios todos están perfectamente y ya salieron de esta enfermedad, por este motivo tuvimos que estar unas semanas dentro de esta casa que es el curso introductorio, viviendo una experiencia más de hermanos conviviendo ahora si las 24 horas, fue algo muy interesante e enriquecedor. Durante este tiempo creamos hábitos, como el de ponernos de acuerdo para ver una película, empezar una serie, ver algún partido, jugar algún juego de mesa o hacer ejercicio. El inicio del segundo semestre fue un tanto calmado, lo que pudo ser de alguna manera un punto de dificultad pudo ser el volver a un horario en que tuviéramos la mayor parte del día ocupa de alguna forma y el levantarse temprano pues nos impusimos tanto a los horarios de exámenes, a pesar de que estamos entre amigos y personas que nos aprecian no faltan las ganas de ver a la familia y ver a los amigos de la parroquia.

Ahora les contaremos un poco sobre lo que vivimos aquellos que fueron puestos en aislamiento, todos estamos conscientes de cómo el mundo se estremeció ante el Covid 19 el primer año fue uno de gran pánico por cualquier lugar, la humanidad enfrentaba un nuevo desafío y no importaba la religión o el país el virus golpeó a todos por igual, afortunadamente con el pasar del tiempo surgieron medidas y hasta una vacuna que ayudaron a controlar está terrible pandemia, pero el virus seguía y sigue presente. El virus nos siguió hasta dentro del curso introductorio, 5 hermanos dieron positivo a la nueva cepa del virus la cual lleva el nombre de Omicron, nuestros fueron aislados en su cuarto donde permanecerían en total aislamiento, así como los que no habían presentado el virus enfrentaron nuevas dificultades, aquellos portadores del virus enfrentaron nuevos desafíos también. A pesar de que la pandemia ya se encuentra en parte más controlada y contamos con recuerdos para defendernos de manera más efectiva, nuestros hermanos experimentaron miedo y soledad. Fue un momento idóneo para experimentar lo que es la hermandad y fortalecer nuestra relación con Cristo tanto en lo personal y en la cuestión de comunidad, aunque aislados nuestros hermanos no abandonaron su proceso formativo, las oraciones eran intensas el convivio el compartir entre ellos fue profundo eh enriquecedor, lo que al principio se había presentado como un duro reto se había convertido en algo de inmensa riqueza para todo el curso introductorio. Dios se ha hecho presente en cada momento de esta dura prueba y nuestra vocación cada día aumenta más su peso.

Nos encomendamos a sus oraciones para este camino, pues sin sus oraciones que nos dan fuerzas y son parte fundamental para nosotros no podemos seguir.

EL SEMINARIO

Sem. Jesús Martínez

VOCACIONAL

INQUIETUD

VOCACIONAL ra santa.

Sem. Horacio A. Balderrama Arenas Curso Introductorio Mi nombre es Horacio Balderrama, y estoy en la etapa introductoria del Seminario Mayor de Hermosillo, en la cual estoy conociendo más de mi persona y conociendo más a Dios. Nosotros estamos aquí porque primero tuvimos una inquietud, y así fue la mía. Mi vida siempre fue de un ambiente religioso, acompañado de mis padres y en especial por mi abuelita Alejandrina (mamá de mi mamá) la cual se encargó de que yo me empapara de rosarios, misas y horas santas los días que estaba en su casa. Fuera de mi abuelita, en mi casa no éramos de ir los domingos a misa seguido, pero siempre que íbamos mi mamá era muy insistente en que pusiera atención. Fui al catecismo, hice la primera comunión, tuve mi confirmación, ayudé en el catecismo, luego entré al grupo de adolescentes en el centro “Jesús es el Señor”, de la parroquia de “Nuestra Señora de la Paz”, y en el cual tuve una pequeña experiencia de evangelización hacia mi. Dentro de este grupo tuve la oportunidad de conocer el seminario en una velada por las vocaciones a la que nos invitaron, que, siendo sincero, iba más por compromiso del grupo que por convicción, lo cual cambió a la hora de vivir los temas, la ambientación y la ho-

En esta hora santa se les invitó a los jóvenes que sintieran inquietud por el sacerdocio a pasar para pedir por ellos, en ese momento surgió una primera duda de que era eso (el sacerdocio), luego, que si era para mí, pero tenía 14 años y no le di mucha importancia. De ahí mi experiencia de iglesia decae un poco, y volví a retomarla con el grupo de arcoiris de nuestra señora de la paz en el cual se me invitó a un retiro vocacional, al que no asistí y más adelante al vivir mi encuentro arcoiris en la cuasi parroquia Cristo Rey, la inquietud llegaría a mi por alguien más. Nos juntamos algunos de la parroquia para ir al retiro, y ahí nació la llama de esta inquietud. Como al mes de este primer retiro, pregunté por el acompañamiento vocacional, que es parte de la orientación que brinda el seminario para los candidatos a entrar. Yo no hacía en mis opciones al seminario hasta que en el mismo acompañamiento me cuestioné que sería de mi vida. Pasó un año y dentro de ese año la decisión cambió, pero al final de cuentas tomé la decisión cuando todavía no entrábamos al preseminario. Ya en el preseminario tuve la tentación de decir que no iba a entrar, pero al final de cuentas dije que sí y ahora me encuentro en el segundo semestre de mi primer año de formación y agradezco a toda la gente que nos apoya con oración y sustento económico.

VOCACIONAL Pbro. Jesús Emmanuel Hoyos García

Que alegría me da poder compartir con ustedes, soci@s de la Obra de las Vocaciones, un poco sobre lo que ha sido para mi el paso de Dios en mi vida y mi alegría en responder a su llamada a seguirlo en el sacerdocio. Mi proceso vocacional inició con un encuentro con Dios, que tuve en mi comunidad parroquial. La clave de mi llamado fue identificarme como miembro de mi comunidad, ya que servía activamente como: acólito, en grupo de jóvenes, catequista, y de ministro extraordinario de la eucaristía. Un apoyo importante en mi proceso vocacional ha sido mi familia; soy el segundo de tres hermanos, mi hermano mayor Julián y mi hermana Irma Isabel, y los pilares de mi vocación son mis padres: Irma y Jesús. Juntos hemos vivido mi vocación como un regalo de Dios. Ingresé al Curso Introductorio el 21 de agosto del 2005, la dos mejores experiencias que tuve de ésta primera etapa fue, la alegría de contar con compañeros que discernían el mismo llamado y la segundo fue ejercitar la vida de oración como un estilo de vida a la que yo aspiraba.

luar si realmente estaba respondiendo a la voluntad de Dios. De ahí que, concluyendo mis estudios de filosofía, tomé la decisión de salir del seminario para hacer estudios en la universidad como ingeniero agrónomo. Fue un tiempo para madurar y crecer humanamente, pero también para reafirmar mi llamado a la vocación sacerdotal. Es así como en agosto del 2016 regresé al seminario para terminar mi formación, con mucho más entusiasmo y alegría de pertenecer al grupo de discípulos de Jesús. De esta manera fui concluyendo mi formación inicial en el verano del 2019 y mi primer destino pastoral fue en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Carbó Son. Después inicié mi proceso de ordenes sagradas como candidato al diaconado junto con mis hermanos de camino, ahora el p. José Carlos y p. Gabriel; al paso de un año tomé la decisión de solicitar la ordenación presbiteral, siendo así que el 8 de diciembre del 2021, recibí la ordenación y me dieron nuevo destino como vicario de la parroquia de San Isidro Labrador en el Poblado Miguel Alemán. Ahora puedo afirmar que la mejor vocación es el llamado al sacerdocio, así lo he vivido y lo he compartido, como un sueño hecho realidad. Soy un sacerdote inmensamente feliz. Trato de vivir este don cada momento y cada instante, ofreciendo cada eucaristía por las vocaciones al sacerdocio.

Después continué mi formación en el Seminario de Hermosillo con los estudios de filosofía, y con ellos inició mi proceso de conocimiento personal y de examinar mi proyecto de vida para eva-

VOCACIONAL

EXPERIENCIA

TEMA CENTRAL

“EL SACERDOTE: SIERVO Y PASTOR” Por Mons. Mauricio Urrea Carrillo / Obispo de Parral, Chih

ue el sacerdote esté llamado a Q ser “siervo” y “pastor” significa que está llamado a escuchar y a cuidar. Escuchar y cuidar, dos verbos de peso específico en la vida sacerdotal. Dos verbos de profunda raigambre bíblica que constituyen dos cualidades esenciales del ser sacerdotal. Escuchar y cuidar son acciones humanas específicas que implican decisiones conscientes de la persona. Veamos qué significado y qué repercusiones tienen en la vida sacerdotal.

¿Qué significa escuchar? Ciertamente, sabemos que Dios nos habla: a través de su Palabra, mediante nuestros prójimos, en la propia conciencia, y por medio de los acontecimientos. Y justamente porque es Dios quien habla debemos escucharle con toda propiedad, esto es, poner especial atención en el contenido y significado de aquello que Dios nos dice en el hoy de nuestras vidas. El mensaje que Dios dirige a cada uno, y a todos como comunidad de creyentes, no tiene otro fin que nuestra salvación, en el doble aspecto de iluminar nuestras mentes con su Verdad para así regir nuestras acciones en orden al bien. Su Verdad ilustra y su Gracia impulsa; de forma que cada creyente que se abre a la acción divina se beneficia supremamente en orden a conseguir en esta vida la verdadera felicidad, y en la otra vida la visión plena de Dios. Sabemos que el venerable mandato que reza “Escucha Israel” (Dt 4, 1; 5, 1; 6, 4) va dirigido a todo el Pueblo, en orden a su salvación, 14

como hemos dicho. Pero hay otro mensaje, más concreto y personal, que Dios dirige a sus servidores para que se instruyan en orden a desempeñar para Él una misión; me refiero al mensaje vocacional que Dios se reserva para el caso personal de cada uno; Palabra divina pronunciada en un hoy específico que demanda de nosotros aquella actitud expresada en la conmovedora oración que Elí le aconseja a Samuel: “Habla Señor, que tu siervo escucha” (1 Sam 3, 10). En un sentido muy profundo, estas ejemplares palabras del joven Samuel manifiestan la disposición a aprender que el siervo de Dios debe cultivar en orden a dejarse instruir por la Sabiduría de Dios. En la Biblia, dicha instrucción no es nunca algo para el mero usufructo personal, es siempre servicio a Dios en su Pueblo Santo. El que escucha, aprende; y el que aprende, se prepara para el servicio. De ahí el sentido crucial del verbo latino “discere”, aprender. El discípulo del Señor es un aprendiz que se dispone a dejarse instruir por el Divino Maestro para ser guía seguro, y confiable pastor de su rebaño. El aprendizaje del discípulo es continuo, creciente, permanente; se trata de conocer y conservar la Verdad divina, que ilustra la vida cual lámpara que guía nuestros pasos (Sal 119, 105); y precisamente por su valiosísima función de alumbrar el camino de nuestra vida es digna de ser cuidada con esmero y transmitida con fidelidad; por eso se vuelve tradición, esto

¿Qué significa cuidar? En continuidad perfecta con el escuchar aparece aquí la acción de cuidar. Sólo a quien escucha reverencialmente a su Señor puede confiársele el cuidado del rebaño por el que el Buen Pastor dio su vida (Jn 10, 15). Sólo quien está en sintonía perfecta con el divino corazón del Buen Pastor puede sentir y amar como Él lo hizo. El Buen Pastor ha tenido la osadía de confiar lo que más ama, su rebaño, a pastores humanos, llamándolos a desarrollar en su corazón un amor de dimensiones divinas. Como sabemos, esta no es una exigencia desmedida, pues quien eso pide es el primero que otorga el don a los pastores humanos: “Yo les daré pastores según mi corazón, que los apacentarán con conocimiento y sensatez” (Jer 3, 15). Además de su gracia que impulsa y socorre, este Buen Pastor ha dado su ejemplo mediante palabras, acciones y desvelos que están para ser contemplados e imitados por los pastores humanos, a quienes Él mismo ha llamado (Mc 3, 13). Junto a lo anterior está otra acción inmediata del que cuida: “ver venir al lobo” (Jn 10, 11), esto es, mantener la mirada alerta y ver por las ovejas y su bienestar. A diferencia del “asalariado”, el Buen Pastor, y los buenos pastores humanos, “dan su vida por las ovejas” (Jn 10, 11). El “asalariado”, en cambio, “cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y dispersa. Como es un asalariado no le importan las ovejas” (Jn 10, 12-13).

¡De cuántas formas viene el lobo hoy a los rebaños del Buen Pastor! Ese lobo ha desarrollado hoy formas sutiles y arteras a través de las cuales sigue arrebatando y dispersando a las ovejas que pertenecen al Buen Pastor. Incluso ha desarrollado traiciones al rebaño por parte de los que están destinados a ser pastores como el Buen Pastor. Pero eso no es nuevo, ya Pablo lo advertía a los efesios estando en Mileto, y les decía: “Yo sé que después de mi partida se van a introducir entre ustedes lobos voraces que no tendrán compasión del rebaño, e incluso de entre ustedes mismos saldrán algunos que enseñarán doctrinas perversas para arrastrar a los discípulos detrás de sí” (Hech 20, 29-30). De ahí que, tanto entonces como hoy, sea de gran valor el consejo final de Pablo a aquellas comunidades de las que se despedía de forma definitiva: “Cuídense ustedes mismos y cuiden el rebaño sobre el cual el Espíritu los constituyó guardianes, encargados de apacentar la Iglesia que Dios adquirió por medio de la sangre de su propio Hijo” (Hech 20, 28). En este sentido, hemos de observar que vivimos tiempos en los que dos tentaciones acechan a estos dos verbos fundamentales del escuchar y el cuidar en la vida sacerdotal. Ambas tentaciones provienen del egoísmo que invita a escuchar-se a sí mismo y a cuidar-se a sí mismo. Por eso, ya lo decía el propio Pedro: “Apacienten el rebaño que Dios les ha encomendado cuidando de él de buena gana, como Dios quiere, no a la fuerza ni por ambición de dinero, sino con abnegación; no como dueños de aquellos que están a su cuidado, sino como modelos del rebaño” (I Pe 5, 2-3); también lo denunciaban las sentencias de Dios a los malos pastores en Jere15

TEMA CENTRAL

es, entrega generosa y valiente de la Verdad que una generación de creyentes hace a la siguiente. Así, el sacerdote es, por excelencia, siervo de la Verdad divina.

TEMA CENTRAL

mías: “¡Ay de los pastores que dejan que las ovejas de mi rebaño perezcan y se dispersen! -oráculo del Señor-. Ustedes son los que ahuyentan y dispersan a mis ovejas y no se ocupan de ellas. Pero ahora yo me ocuparé de ustedes para castigar la maldad de sus acciones” (Jer 23, 1-2). La forma de eludir, de antemano, esas tentaciones comienza por la escucha atenta, es decir, por ese mirar profundo los sentimientos y acciones del Buen Pastor, para advertir en su actuar el cuidado y amor que muestra por su rebaño. Sólo quien se sabe convidado por Dios mismo a la hermosa empresa de cuidar el rebaño de Dios tiene la reverencia suficiente para no atreverse a encarnar en sí mismo las actitudes de los malos pastores. A manera de conclusión, habríamos de decir que corren tiempos que nos exigen unidad y osadía; unidad con la Iglesia universal y sus prioridades, unidad que es llamada actualmente sinodalidad, es decir, hacer camino juntos combatiendo el individualismo que dispersa y destruye; osadía que implica plantarse ante el mundo con los sentimientos propios del Buen Pastor, con esa permanente vigilancia que en todo momento “ve venir al lobo” en sus múltiples disfraces, y lo enfrenta y combate en nombre del único y genuino interés de todo buen pastor: el bien del rebaño de Dios.

El 20 de marzo se cumplirán 50 años del fallecimiento del padre Cruz Acuña Gálvez, quien fue formador y profesor del seminario de Sonora y Hermosillo. Nació el 25 de diciembre de 1916 en Nacozari, Sonora. En 1929 ingresó al Colegio apostólico de san Francisco Javier, en Magdalena, con el objeto de estudiar comercio, pero una charla del Obispo Juan Navarrete “sobre la grandeza del sacerdocio y la necesidad de las almas”, hizo nacer en él el deseo de ser sacerdote. Fue de los seminaristas que durante el conflicto religioso en Sonora, el obispo Juan Navarrete y Guerrero acompañó su formación en la clandestinidad (1932-1937). En 1937 el obispo lo envía a estudiar teología al Pontificio Seminario Mexicano, ubicado en Montezuma, Nuevo México. Luego va a Roma, Italia, a estudiar el bachillerato en teología en la Universidad Gregoriana (1938-1940) y recibe el ministerio del diaconado. Ordenado sacerdote por el señor Navarrete el 9 de febrero de 1941, fue maestro, prefecto de disciplina, algunos años vicerector y rector. Acompañó las clases en las etapas de latín (humanidades), filosofía y teología. Entre las materias que impartió estaban sagrada escritura, filosofía, literatura, latín, gramática española, dogma especial, teología dogmática y religión. Escribió artículos y poesías en Esfuerzo, el boletín del seminario. Fomentaba la comunión y el deporte, especialmente el beisbol, que él practicaba. En 1945 junto con los seminaristas inició la construcción “en la Sierra Madre”, de la “casa de vacaciones, que se llama El Rincón de Guadalupe”. En 1948 una crónica de Esfuerzo se refería a él como una “vida ejemplar y apostólica”. Fue encargado de la Obra de la Propagación de la fe para apoyar las misiones con oraciones y ayuda económica. En el seminario impartía conferencias y promovió exposiciones misionales. Combinaba su servicio en el seminario como capellán de la comunidad de Nuestra Señora de la Candelaria, en Villa de Seris, y como articulista y editorialista en las publicaciones católicas Hacia el Ideal, Sursum y El Católico. Participó en la misión entre el pueblo yaqui (1951-1952), en donde aprendió la lengua de esa etnia, celebró sacra-

mentos y acompañó el catecismo. Para capacitarse como profesor, el señor Navarrete lo envía de nuevo a Roma a estudiar Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, residiendo en la ciudad del Vaticano. De regreso es destinado de nuevo al seminario como profesor y en 1957 lo nombran primer párroco del Sagrado Corazón de Jesús en Hermosillo (19571966), continuando su colaboración como profesor de los seminaristas. Siguió el desarrollo del Concilio Vaticano II (1962-1965) y aplicó sus reformas en materia litúrgica, conocimiento de la Sagrada Escritura entre el laicado, catequesis y uso de los medios de comunicación social. En 1971, cuando el seminario cumplió 50 años de fundado por el señor Navarrete, el padre Cruz dictó una charla Los seminarios en Sonora, desde su fundación en Culiacán en 1838 hasta 1946. El domingo 19 de marzo de 1972 el padre Cruz asistió a la kermes del seminario. La tarde del 20 de marzo, mientras celebraba la misa en el centro de catecismo San Francisco Javier, de la parroquia de Fátima, en el barrio de San Benito, en Hermosillo, el padre Cruz cayó desmayado. Fue llevado al Hospital General del Estado en donde falleció. La misa exequial en catedral la presidió el arzobispo Carlos Quintero Arce. Fue sepultado en el panteón de la calle Yáñez. En el primer aniversario de su muerte, el 20 de marzo de 1973, siendo rector el padre Eduardo Durazo, superiores, maestros y alumnos del seminario mayor de Hermosillo, organizaron a una “ceremonia y Oficios Religiosos” para conmemorar a quien fuera “Maestro de nuestra Institución”. Se honró su memoria dándole su nombre a la biblioteca. La pequeña y sencilla placa de bronce dice: “Biblioteca Cruz G. Acuña. Sacerdote. 20 de marzo de 1973”. Por. Pbro. Armando Armenta

TEMA CENTRAL

EL PADRE CRUZ ACUÑA EN EL SEMINARIO.

FORMACIÓN

La voz del Papa Sem. Alán G. De La Re, II de Filosofía

“Por una respuesta cristiana a los retos de la bioética” Un placer y gusto estar nuevamente con ustedes, estimados lectores, que la paz y la gracia del señor los acompañe. Nuevamente, el Papa Francisco, nos pide tener en cuenta en este mes de marzo, a tener esa defensa y amor por la vida, la conciencia del ser humano como persona y defensora en la cuestión bioética y de la vida. La cuestión de la Bioética y de la vida como la conocemos, esta en un plan de riesgo, ya que está siendo atacada por ideologías y falsos conocimientos que planean acabar y destruir esa voluntad que el Señor nos ha mandado, esa voluntad de dar vida en abundancia, la manera de estar a la defensa es poniendo a Dios y que su gracia a través de nuestra oración, nos acompañé y nos guíe en nuestras acciones de manera

social y unida. El mundo está siendo totalmente invertido en estos días, se está perdiendo la conciencia de cuidar nuestro entorno y la vida propia de todos, se está perdiendo la unión y se genera separación, con el fin de afectar a la comunidad y a la familia. Estamos llamados por Dios a este mundo para amar principalmente, que tengamos vida en abundancia y que siempre estemos a la vanguardia de cuidar aquello que es frágil y fortalecer lo débil, fortalecer nuestras relaciones y nuestra humanidad con valores honestos y con verdaderas que sean totalmente absolutas, no falsedades ni ideologías que estén con esas corrientes de destrucción y de separación en nuestro entorno, unidos como comunidad y familia, amando sin

Intención de Marzo: “Por una respuesta cristiana a los retos

“Recemos para que los cristianos, ante los nuevos desafíos de la bioética de la oración y de la acción social.”. 18

FORMACIÓN

barreras y con la total confianza en Dios nuestro Señor, estoy seguro que saldremos adelante y estaremos dispuestos a dar ese amor que el Señor nos ha pedido desde un principio. Pienso en aquellos momentos donde la pandemia todavía no existía y que este hecho histórico, era simplemente algo que nunca imaginamos que llegaría a pasar, nunca imaginamos que nuestros seres queridos o personas que conocíamos no estarían con nosotros nunca más, más en nuestra memoria y en nuestro corazón permanecerán para siempre.

que en esta vida puedan estar presentes y siempre confiando en Dios. Les mando un afectuoso abrazo y un gran saludo a todos ustedes, Dios los bendiga y muchas gracias.

Ahora es el momento de que pensemos en la construcción de nuestro futuro y que empecemos a construir el futuro que tanto anhelamos y deseamos, en defensa de la vida, amando nuestro entorno, amando nuestra comunidad y nuestro prójimo, estando unidos ante las adversidades

s de la bioética”.

a, promuevan siempre la defensa de la vida a través

ESPIRITUALIDAD

MEDITACIÓN DEL

EVANGELIO Sem. César García Muñoz, II de Filosofía

LUCAS 4,1-13

Meditación del Evangelio: En esta página del evangelio vemos como Jesús es impulsado por el Espíritu al desierto, mismo espíritu que descendió sobre el en su bautismo en el Jordán para afirmar su disposición a realizar la misión que el Padre Dios le había confiado aún sabiendo las implicaciones que dicha misión conllevaba. Dice San Lucas que cuarenta días estuvo Jesús en el desierto, pero bien sabemos que el desierto es un lugar árido, inhóspito y silencioso, que sin duda alguna las condiciones son poco favorables para la sobrevivencia humana y más si en este caso se ayuna como lo hizo Cristo. Y encontrándose Jesús en el desierto siente hambre, como la hemos experimentado usted y yo, bien sabemos que como era Dios también era de condi20

ción humana, que seguramente también sintió miedo ante tal ambiente áspero, pero Jesús está ahí por un sentido, hay un para qué. Claro está que hay una preparación espiritual antes del ministerio público, era necesario una predisposición ante la tarea que el Padre le encomienda; predicar la verdad y hacer presente el reino de la Nueva Alianza. Inesperadamente el Maligno tienta a Jesús de una forma muy astuta, le propone una serie de tentaciones tan atrayentes como convertir las piedras en pan que no es ni más ni menos desviar y romper el ayuno teniendo una necesidad básica de por medio que era el hambre, en la segunda tentación le ofrece arrojarse desde el pináculo del Templo, tratando de

ESPIRITUALIDAD

manipular a Dios y de manejarlo a su antojo, como retarlo y verlo mas como un ídolo y por último la tercera tentación es la posesión de los reinos del mundo, que es el querer tener poder sobre los demás, poder que conlleva un trato degradables otros.

ma, puede ser un encuentro con el Señor si somos propicios a la oración y a la suplica.

Hay tanto que aprender de esta pagina del evangelio, en primera me invita a identificar y reconocer mis tentaciones, esas tentaciones que en ocasiones me son atractivas, he aprendido a ponerlas en su lugar y que no predominen hasta llegar al punto de dejarme llevar por la tentación. Puede sonar contradictorio, pero también se le puede encontrar el valor a la tentación en tanto cuanto pidamos la gracia y el auxilio de no caer en ella mis21

ESPIRITUALIDAD SECCIÓN

VIDA

ESPIRITUALIDAD 22

PATRIS CORDE, CARTA APOSTÓLICA DEL PAPA FRANCISCO. 7. Padre en la sombra El escritor polaco Jan Dobraczyński, en su libro La sombra del Padre, noveló la vida de san José. Con la imagen evocadora de la sombra define la figura de José, que para Jesús es la sombra del Padre celestial en la tierra: lo auxilia, lo protege, no se aparta jamás de su lado para seguir sus pasos. Pensemos en aquello que Moisés recuerda a Israel: «En el desierto, donde viste cómo el Señor, tu Dios, te cuidaba como un padre cuida a su hijo durante todo el camino» ( Dt 1,31). Así José ejercitó la paternidad durante toda su vida. Ser padre significa introducir al niño en la experiencia de la vida, en la realidad. No para retenerlo, no para encarcelarlo, no para poseerlo, sino para hacerlo capaz de elegir, de ser libre, de salir. Quizás por esta razón la tradición también le ha puesto a José, junto al apelativo de padre, el de “castísimo”. No es una indicación meramente afectiva, sino la síntesis de una actitud que expresa lo contrario a poseer. La castidad está en ser libres del afán de poseer en todos los ámbitos de la vida. Sólo cuando un amor es casto es un verdadero amor. El amor que quiere poseer, al final, siempre se vuelve peligroso, aprisiona, sofoca, hace infeliz. Dios mismo amó al hombre con amor casto, dejándolo libre incluso para equivocarse y ponerse en contra suya. La lógica del amor es siempre una lógica de libertad, y José fue capaz de amar de una manera extraordinariamente libre. Nunca se puso en el centro. Supo cómo descentrarse, para poner a María y a Jesús en el centro de su vida. La felicidad de José no está en la lógica del auto-sacrificio, sino en el don de sí mismo. Nunca se percibe en

este hombre la frustración, sino sólo la confianza. Su silencio persistente no contempla quejas, sino gestos concretos de confianza. El mundo necesita padres, rechaza a los amos, es decir: rechaza a los que quieren usar la posesión del otro para llenar su propio vacío; rehúsa a los que confunden autoridad con autoritarismo, servicio con servilismo, confrontación con opresión, caridad con asistencialismo, fuerza con destrucción. Toda vocación verdadera nace del don de sí mismo, que es la maduración del simple sacrificio. También en el sacerdocio y la vida consagrada se requiere este tipo de madurez. Cuando una vocación, ya sea en la vida matrimonial, célibe o virginal, no alcanza la madurez de la entrega de sí misma deteniéndose sólo en la lógica del sacrificio, entonces en lugar de convertirse en signo de la belleza y la alegría del amor corre el riesgo de expresar infelicidad, tristeza y frustración. La paternidad que rehúsa la tentación de vivir la vida de los hijos está siempre abierta a nuevos espacios. Cada niño lleva siempre consigo un misterio, algo inédito que sólo puede ser revelado con la ayuda de un padre que respete su libertad. Un padre que es consciente de que completa su acción educativa y de que vive plenamente su paternidad sólo cuando se ha hecho “inútil”, cuando ve que el hijo ha logrado ser autónomo y camina solo por los senderos de la vida, cuando se pone en la situación de José, que siempre supo que el Niño no era suyo, sino que simplemente había sido confiado a su cuidado. Después de todo, eso es lo que Jesús sugiere cuando dice: «No llamen “padre” a ninguno de ustedes en la tierra, pues uno solo es su Padre, el del cielo» (Mt 23,9). Siempre que nos encontremos en la condición de ejercer la paternidad, debemos recordar que nunca es un ejercicio de posesión, sino un “signo” que nos evoca una paternidad superior. En cierto sentido, todos nos encontramos en la condición de José: sombra del único Padre celestial, que «hace salir el sol sobre malos y buenos y manda la lluvia sobre justos e injustos» (Mt 5,45); y sombra que sigue al Hijo.

ESPIRITUALIDAD

Pbro. Fidel Alejandro Munguia Ruiz, Director de la Obra de las Vocaciones

LA OBRA

A ti soci@

“Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. Mateo 9, 37-38 Sem. Jesús Valenzuela Ojeda, I de Teología

uerida socia de la obra Q de las vocaciones, es un gusto poder encontrarte en

alegría y plenitud. Y bueno, se acercan las tradicionales Fiestas del Seminario, y toda la etapa de preparación que trae consigo, que para nosotros significa mucho esfuerzo, tiempo, y la alegría que recibimos al escuchar como disfrutan de este fin de semana meramente vocacional, que toda la iglesia festeja con mucho orgullo. No sabemos aún como será la modalidad en su totalidad, pero si contemplamos lo de común: velada juvenil, misa de ofrendas, el novenario a san José, y la novedad del año previo, la caravana.

este espacio un mes más, para compartir contigo lo que ha significado este mes aquí en tu casa, el seminario de Hermosillo. Para mi es todo un placer poder contarte lo significativo que mes con mes significa el estar en esta obra de Dios tan noble, y así también orar en la vida por el camino vocacional de todos Por medio de las redes nosotros sociales los tendremos notificados de todo esto, Hemos vuelto de ejercicios como y cuando podremos espirituales, de una vernos y compartir la alegría experiencia de estar con Dios; del llamado. para nosotros los teólogos, fue un tiempo donde, a la luz de la carta a los hebreos, dialogábamos con el Padre sobre el sacerdocio real de Jesús, como es que el mismo Cristo lo ejercía, para así nosotros, en un futuro que cada vez es mas próximo, podamos nosotros también vivirlo y transmitirlo con total 24

MARZO CUMPLEAÑOS

Pbro. Ramón Encinas Encinas, Formador del Seminario

ANIVERSARIO SACERDOTAL 19

Pbro. Benjamín H. Amaya Portillo Pbro. Fidel A. Munguia Ruiz

MURO DE

ORACIÓN INTENCIONES ESPECIALES Por el fin del aborto, Por los matrimonios, Por todas las vocaciones, Por las mujeres embarazadas, Por las ánimas del purgatorio, Por el despertar de las conciencias, Por la paz en Ucrania y en todo el mundo, Por Juan Pablo y los que trabajan lejos de su hogar, Por una nueva empresa que inicia Paola y Luis Alán, Acción de gracias por los empleos de mis hijos, Por la conversión de nosotros los pecadores, Por los enfermos que están agonizando. 25

MURO DE

ORACIÓN ENFERMOS Alma Rosa Valenzuela, Alma Peñuñuri, bebé José Luis Ibarra, Manuel Miranda, Raúl Cruz Aguirre, Luz Rodríguez, Sandra García Ortega, Joaquin Cordova, Luis Alberto Ortiz, Socorrito Lugo, Josefina Salas, Justina Celaya, P. Jorge Peñuñuri, y la recuperación del P. Leo Méndez, Por el Obispo Ruy y Ulises Macías, todos los Sacedotes y seminaristas y religiosos, María Encinas, Conchita Encinas, Carmen Zarina Silvas Encinas, Santiago Toledo, Josefina Quiñónez Iván Toledo, Lupita Quiñónez, Alma Hilda León, Julio Iglesias, Armando Trujillo

DIFUNTOS

Eduardo Aguayo, José Jesús Valenzuela, Emilio Moreira Silvestre, Por el eterno descanso de José Ma. Espinoza, Diana Montaño, Dolores Duarte, Javier Sánchez, Antonia y Antonio Blanca Varón, Duarte, Ma. Elena Rodríguez, Héctor López a (8 +) Miguel Espinoza, Armida Valenzuela Norma Durazo, Valenzuela, Jesús Arvizu Barraza. José Ma. Ortiz Ochoa, Amparo Rosales Contreras, Juan Ortiz, Reyna, Delfina Ochoa Garcia y Josefa Contreras, Luis García, Ma. De la Luz Cárdenas, Josefina y Lupita García, Irma Aida Ramírez, Noé Jiménez Ortega, Luz Quintana, Jesús Ortega, Cresencia Ortega, por los fallecidos de COVID Jose Luis Miranda (Papá Arcoiris de San Carlos Borromeo), Francisco Gómez, Teresita Ramírez, José de Jesús Quiñónez, Lupita Castillo, Hilda Ledgard, Joel Valenzuea, Chemaly García, Sergio Gaona,

Oración por las Vocaciones Sacerdotales Oh Jesús, Pastor eterno de las almas, dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. Señor, necesitamos mayor número de sacerdotes, multiplica las vocaciones y santifica más y más a nuestros sacerdotes, te lo pedimos por la inmaculada virgen María de Guadalupe, tu Dulce y Santa madre. Oh Jesús, danos muchos y santos sacerdotes según tu corazón y todas las vocaciones que la iglesia necesita. Amén.