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omienza un nuevo año. Un nuevo camino que transitar. Acá estamos nosotros de nuevo. Luego de catorce ediciones regresamos recargados. Con nuevas historias de nuestros deportistas y profesionales marplatenses. Con la misma profesionalidad, interés y compromiso por el deporte de nuestra ciudad. Seguiremos izando la bandera del periodismo deportivo en el que creemos. Ése que puede dialogar con un futbolista amateur, hasta con una nadadora de nado sincronizado. Sin discriminar. Dándole lugar a todos por igual. Sin importar que la mayoría de nuestros colegas vayan por la corriente. Nuestra ideología es ser como el salmón. Es el juego que elegimos jugar y ya estamos dentro de la cancha. Tatuarnos la idea de “el que abandona no tiene premio”, como reza la canción Sorpresa en Shangai. Este 2013 será muy rico Deportivamente Hablando. Buscaremos hasta en los lugares más recónditos para darle voz e imagen a ese protagonista de la vida. Ése que se esfuerza y deja todo por esa disciplina que tanto ama. Con ustedes recorremos ese camino. Ese camino que se hace al andar. Habrá nuevas secciones e integraremos a nuestro grupo de trabajo a una persona que la tiene clara con el arte gráfico. Para eso tienen que ir hasta la última página y conocerlo. Adelante, pasen. Pero no hasta terminar este editorial y leer todos los artículos, claro está. Esos que algunos ya los conocerán u otros que los leerán por primera vez. Seguirán permaneciendo las notas, las opiniones, novedades, postales y el aporte de nuestro colega loberense, Gustavo Pernas, que siempre nos sorprende con sus cuentos. Sin embargo, no tenemos que abusar de su inspiración. O nos va a durar como esos dos peces de hielo en el whisky de ese español, de cuyo nombre ahora no nos queremos acordar. Por último y para no aburrirlos de entrada, porque no esperamos caerles bien a todos. Si quieren querernos, los dejaremos querer. Y si nos odian, no nos tengan piedad. La crítica constructiva o destructiva siempre es buena para el crecimiento. Ese ascenso que de a poco estamos logrando. Sentimos que nuestro nombre ya de a poco suena en algunas bocas. No somos unos completos extraños. Falta curtir el cuero. Pero… El trayecto está allanado. Nosotros buscaremos la forma de salir ilesos. Y pensar que todo arrancó por junio del 2012 con la primera revista, cuya tapa era David Coronel. Mejor no sigamos recordando. La nostalgia, dependiendo el horario, es buena o mala. Y por estas horas de la noche, decidimos guardarla. Si aburrimos, sepan disculparnos. Perdón por la tristeza. Una tristeza que no es de dolor. Una tristeza marcada con una sonrisa.
Sábado 19 de enero El púgil piranense Roberto “La Bestia” Bolonti expondrá su cinturón latino semipesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante su compatriota Franco Raúl Sánchez, en la localidad vecina de Santa Clara. Sábado 19 de enero - domingo 20 de enero Se llevará a cabo la 48° edición del Seven de Verano Copa DeAutos.com, organizado por el IPR Sporting Club, a desarrollarse íntegramente en la Villa Marista, con más de 15 equipos de primer nivel y seis categorías en disputa. Domingo 20 de enero Se desarrollará un torneo de Beach Volley en Playa Varese, organizado por la Asociación Marplatense de Vóleibol (AMV) y auspiciado por Deporte Mar del Plata. La actividad, que nuclea una única categoría libre tanto en hombre como en damas, arrancará a las 8.30. Lunes 21 de enero - martes 22 de enero El Polideportivo Islas Malvinas recibirá la espectacularidad del 25° Juego de Las Estrellas de la Liga Nacional de Básquetbol. Serán dos jornadas con variadas atracciones como el tradicional encuentro entre nacionales y extranjeros, el torneo de volcadas, el torneo de triples y la carrera de habilidad, entre otras. Viernes 25 de enero - domingo 27 de enero Se desarrollará la Copa Ciudad de Mar del Plata de pádel, organizada por la Asociación de Jugadores de Pádel de Mar
del Plata - General Pueyrredón, con numerosas categorías y jugadores de primer nivel, que verán la acción en diferentes complejos deportivos de la ciudad. Jueves 24 de enero y sábado 26 de enero Buenos Aires Unidos, líder de la Liga Argentina de Vóleibol, será local en los duelos correspondientes al 9° weekend del certamen. El jueves recibirá a PSM Vóley y el sábado a UPCN de San Juan -encuentro que será televisado para todo el país por TYC Sports-. Los dos partidos se desarrollarán en el Coloso de Parque Luro, desde las 21.30, con entrada libre y gratuita.
La jornada lucía encantadora para este tipo de actividades acuáticas. El aire y el agua, dos elementos fundamentales para el desarrollo de la vida en el planeta, también son elementos determinantes para la práctica de kitesurf, representados en el viento y el mar. Nacido de la combinación entre el surf –por la tabla- y el paracaidismo -por el “barrilete” que lo diferencia de otras disciplinas-, el kitesurf es un deporte extremo impulsado desde la segunda mitad del siglo XX. Actualmente, la actividad cuenta con un importante grupo de practicantes alrededor del mundo que eligen diferentes balnearios, sobre todo aquellos con una considerable influencia del viento, para despuntar e vicio. Mar del Plata es uno de ellos. Y cada vez son más los marplatenses que buscan una buena dosis de adrenalina y se suben a la tabla para sentir esa indescriptible sensación de volar sobre el mar.
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uando la inspiración para redactar estas líneas llegó al cronista, la energía que abastecía la computadora casi se apaga. Todo por el clima inestable de Mar del Plata. A la mañana unos treinta grados y al crepúsculo, el cielo se caía a pedazos. Sin embargo, al protagonista de esta nota poco le importa la inestabilidad del clima de “la feliz”. Él constantemente la menciona en la mayoría de sus frases. Ama su ciudad. La extraña. Destila melancolía desde Buenos Aires. Allá donde no habita el olvido, Facundo Miguelena todos los días entrena para potenciar su nivel. Este joven marplatense de 21 años es campeón argentino de primera categoría -medalla de oro en los 100 y 200 metros de la especialidad pecho- reafirmando que es el mejor en su disciplina en la actualidad. El representante del Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires cronometró 1:04:49 en los 100 metros y 2:19:00 en los
200 para quedarse con ambas preseas doradas. “Recién ahora después del argentino, que terminó el 22 de diciembre, me tomé cinco días de vacaciones y ya arrancamos la pretemporada a full para apuntar al 11 de abril. Siempre pensando en el día a día. No me quiero apurar y mucho menos presionar porque ya me pasó. Tengo experiencia en que si vos a veces buscás una marca y estás tan pendiente en esa marca, llega el día de la carrera y te sale mal. Cuanto más relajado estás, te salen las cosas. Podés estar re bien preparado, re bien entrenado y no te sale. Capaz que estás más o menos y sale una marca inesperada”, expresó Facundo sobre su nuevo objetivo que es llegar al Campeonato Mundial de Barcelona. Para eso tendrá que participar en el Gran Prix de Mesa (Arizona, Estados Unidos) desde el 11 al 13 de abril para buscar la clasificación. Apenas 22 centésimas lo separan de su sueño de entrar en la elite de la natación en las especialidades de 100 y 200 metros pecho. Para Miguelena alcanzar esas metas será algo arduo. La pretemporada que está realizando en Mar del Plata “es muy dura. A la mañana vamos a la pileta. Son muchos metros. Nadamos entre ocho mil y nueve mil metros en el turno de la mañana. Todo muy largo. Y a la tarde en vez de volver a la pileta, nos arman un circuito de una hora que es intercalando ejercicios de fuerza y corriendo. Esa rutina nos la da el técnico de la selección”. -¿Tu entrenador Alberto Santiago está Buenos Aires? - Sí, está en Buenos Aires. Ya que se sumaron dos chicas a la selección. Se llaman Ana Presumido y Joaquina Salgado. Él lo que hace es mandarme los planes por mail y acá yo entreno con otro entrenador. -¿Cómo te llevás con él?
-Alberto Santiago es mi entrenador desde octubre del 2011. Empecé a entrenar con él y la verdad que tuvimos muy buenos resultados. Al tercer mes de entrenamiento con el “colorado”, así le dicen, al cuarto competí en el argentino y bajé las marcas. Clasifiqué al sudamericano de primera que se hizo el año pasado y pude ganar una medalla. -¿Qué puntos trabaja él para potenciar tus habilidades? -Fuera de competencia él es como un segundo padre con el tema del descanso, la comida. Si tenés una novia me dice que me cuide, que no me acueste tarde. Y lo que es la parte del entrenamiento, trabaja mucho la técnica. En el gimnasio nos está dando trabajamos muchos más diferentes de los anteriores. Para potenciar mi fuerza, porque el estilo pecho es el que necesita más fuerza. -¿Quiénes fueron tus primeros entrenadores? -Arranqué a entrenar por primera vez en el club Náutico con Alfredo Fascinato y Fernanda. Después dejé por problemas personales y a los doce retomé de vuelta en el club Once Unidos. Ahí fue donde me federé por primera vez y tuve mi primer nacional de categoría con el entrenador Pablo Negri donde logré un cuarto puesto. Después, cuando cumplí catorce años, me pasé al Instituto Albert Einstein (IAE). En el primer nacional que competí para ellos, a los seis meses de entrenar ahí, salí campeón en la categoría juveniles. Y ahí arrancó mi racha en la selección. -¿Cómo fue viajar a Buenos Aires y quedarte a vivir allá? -En el momento de viajar a Buenos Aires tenía 17 años y competí en mi primer sudamericano, donde saqué dos medallas. Y en las dos obtuve el récord nacional. Entonces, en ese momento estaba José Meolans que se estaba retirando de su carrera y el entre-
nador de Meolans, Orlando "Tato" Moccagatta, me llamó a mí para tener un reemplazo para él una vez que se retire. Estuve un año en River Plate. Me dieron un departamento que estaba a quince cuadras. Pero la verdad que no me fue muy bien. Los entrenadores no eran muy buenos. Tal vez todos ven la figura de Meolans, no quiere decir que fue muy bueno en lo que hacía, pero su entrenador buscaba más marketing que resultados. Como verán, Georgina Bardach es una nadadora menos conocida que José y obtuvo una medalla olímpica. En cambio, Meolans nunca tuvo una semifinal olímpica y es “el nadador”. El entrenador se dedicaba más al marketing. Por eso, no me fue muy bien. Me sirvió como experiencia y a los pocos meses conocí a Alberto en una selección juvenil en el 2007. Y siempre me dijo que “cuando necesitara una mano que él siempre iba a estar”. Eso me gustó mucho
y pasé a entrenar con él, porque es una buena persona y un buen entrenador. -¿Hay mucha diferencia en entrenar en Buenos Aires que en Mar del Plata? -Hay una frase que dice Michael Phelps que “no hay nada mejor que entrenar en tu casa”. Estar con tus amigos, tu familia en tu casa. Y la verdad que la pileta de Mar del Plata, hay muchos que no lo saben, es una de las mejores de Sudamérica. Y no la usan para competir nacionales por diferentes negocios. Acá habría mucha comodidad. Allá en Buenos Aires dentro del CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) que son unos 500 metros, tenés un lugar grande donde vivir, donde comer y donde entrenar. No salís a ver la calle prácticamente en toda la semana. Ahí estás concentrado solamente en el deporte. Pero lo yo lo veo a ese Centro como un lugar para concentrar a la selección, porque me tocó ir todo el 2012 y
estar lejos de tus seres queridos se hace muy difícil. Eso te juega en contra en la parte anímica, que es la fundamental para poder rendir o para poder mejorar en un entrenamiento. -Pero en Buenos Aires vos evolucionaste tu técnica de nado. -Sí, la verdad que sí. Me ayudó mucho
pero llegás a cierto nivel que ya tenés que pensar qué hacer. En el último tramo, me estaba jugando un poco en contra la parte anímica estar ahí encerrado. Si yo logro conseguir un entrenador acá en Mar del Plata con los mismos planes que tiene Santiago, sería mucho mejor estar en mi ciudad. -¿En qué momento sentiste el rigor de tus competidores al momento que ibas avanzando de categoría? -Eso se va dando progresivamente cuando vas creciendo como persona y como atleta. Yo arranqué de chico viendo a mis ídolos en un nacional: Meolans, Georgina y mi referente en mi especialidad, Sergio Ferreyra. Los veía a ellos y siempre pensaba llegar a ese nivel. A los 17 años me hizo el click en el sudamericano. Siendo juvenil viajé al argentino de mayores y quedé campeón argentino de primera ganándole a mi ídolo que era Sergio Ferreyra. Siendo juvenil estaba a su nivel. Y fue ahí donde dije que tenía que apuntar alto. -¿Qué te pasó por la cabeza cuando le ganaste a tu ídolo? -Ese momento se te va dando. Venía de ganar dos medallas de sorpresa. Me dieron
como figura en ese sudamericano. Quedaron sorprendidos con mi forma de competir. Capaz que algunos tienen estrategias. Yo en los 200 metros pasaba del sexto puesto al primero inmediatamente en la general. Se habló mucho de ese torneo. Quedar como campeón del argentino no lo mastiqué muy bien y lo dejé pasar de largo. No pasaron seis meses que ya estaba en la selección de primera, buscando la Copa Latina que se hizo acá en Mar del Plata. Donde vinieron varios nadadores importantes. -¿De Ferreyra intentaste copiar alguna técnica? -De chico, sí. Ahora en este nivel donde
logré todas las marcas que hacíamos en Argentina, ya buscaba asimilar o mirar a nadadores extranjeros. Estuvimos en contacto o en competencia con nadadores que tienen records del mundo. Por ejemplo, el año pasado en el sudamericano competí con el mejor del mundo en 50 metros pecho Felipe França y el tercero a nivel mundial Enrique Barbosa. Entonces estamos buscando ver en esos videos, que van quedando registrados, qué podemos sacar en la técnica. Y en los entrenamientos también como cuando el año pasado fuimos a México a entrenar a la altura y había selecciones de todo el mundo. Y ver nadadores que uno los ve por televisión
en un Juego Olímpico ahí entrenando al lado tuyo, son cosas que van sumando. -¿Qué fue lo que más te llamó la atención en esos viajes? -Y ver de qué manera entrenan esas “bestias”, por decir. Nosotros los vemos nada más por tele en un Olímpico. Recién arranco en este nivel y para mí es todo nuevo. -Y teniendo esas experiencias, ¿como ves el nivel de nadadores en Argentina? -Desde mi punto de vista, creo que el nivel es muy malo en nuestro país. Solamente se destacan los dos primeros puestos del campeonato nacional y después de ahí para atrás no se ve una competencia. En todos los argentinos se ven ocho finalistas, los ocho mejores del país. Y en cualquier nacional en cualquier país del mundo los ochos finalistas se matan en la final. Es todos contra todos por el primer puesto. Y acá ves que en cualquier estilo, si querés hablamos del mío, yo saqué un segundo y medio casi dos al segundo puesto. Eso en 100 metros es mucho. Es más de un cuerpo. Entonces, no tenés la competencia. Por eso viajamos al exterior para encontrar el nivel que necesitamos para alcanzar una marca mundial. -Y a qué se debe esa falta de nivel acá en Argentina -Falta de capacitación de los entrenadores. Falta de financiación a los nadadores. Porque en mi caso que estoy entre los mejores de Sudamérica, no alcanza la beca para poder tener una vida dedicada exclusivamente al deporte. Uno después tiene que armar su vida. Se te termina la carrera y no es como en otros países que te financian. Acá tenemos un apoyo pero nos está faltado un poco más. Y eso es uno de los problemas por los cuales los nadadores con talento llegan a una edad que dicen “no puedo más”. Y salen a trabajar o estudiar para armarse un futuro. Vos tenés atletas muy talentosos pero si no le das las herramientas para que aprovechen ese talento, llegan a un punto que se quedan a mitad del camino. Si un nadador está primero en el ranking y necesita elevar su nivel, en cualquier otro país le dan un sustento económico para que viaje afuera y encuentre lo que necesita, acá es imposible. Acá es todo a pulmón. -Vos hablaste del marketing que buscan los entrenadores, ¿no es mejor alcanzar logros deportivos para que ese mercado se abra solo? -Eso es lo que buscaría yo. Pero la mayoría sabe cómo funcionan los negocios políticos
de las confederaciones. Cuando hay plata manejándose, es así. Yo en este momento no estoy disponible para hacer una clínica de natación, porque le sacaría tiempo a mis entrenamientos. Sin embargo, si el día de mañana yo llego a ser conocido, por mis logros deportivos y no por la clase de entrenador y su merchandising, me gustaría ayudar para que se pueda levantar un poco el nivel. Ya que hay mucho talento. Yo que estoy en el ambiente veo a tantos nadadores buenos. Pero no los aprovechan. Hay entrenadores que no tienen la capacidad para que
ese nadador, en cierto punto, pueda seguir adelante. Facundo Miguelena no se calló nada. Encara para adelante como lo hace en una pileta. Por eso llegará lejos. Su meta es clara y concisa: llegar a Rio de Janeiro 2016 y poder entrenarse en su ciudad amada. En su tierra, los periodistas lo apodaron “el torpedo marplatense”. Algo que le resulta incómodo a Facundo. “Yo no tengo apodo. No sé a quién se le ocurrió. Pero no me identifico con él”, finiquitó sacando pecho.
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odrigo Roncero llegó a Mar del Plata no para tomarse vacaciones, si no para dar una clínica de rugby en el Comercial Rugby Club, ubicado en Sierra de los Padres. El actual head coach de Deportiva Francesa se presentó el sábado 12 y desde las 10 de la mañana comenzó a realizar una serie de actividades que se desarrollaron a pura diversión con las categorías más chicas. La presentación de la misma se llevó a cabo el día anterior en las instalaciones del Club Peñarol. El director de Política Deportiva de Deporte Mar del Plata, Juan Manuel Aiello, el presidente de Comercial, Felipe Robles; Carlos Marenco como autoridad de la Unión de Rugby de Mar del Plata y el concejal Mario Rodríguez, estuvieron presentes expresando el apoyo de la Municipalidad a la actividad que Roncero, por iniciativa del Club Comercial, destinó hacia el rugby infantil, el bloque juvenil y el plantel superior. “No hay alguien que exprese el sentimiento del rugby como lo hace él”, manifestó Juan Manuel Ailello. Luego agregó: “Rodrigo a tackleado donde muchos no se animaron a tacklear”. El ex pilar del seleccionado argentino, Los Pumas, y de varios clubes de Europa, que se retiró de la actividad en octubre del 2012, expresó que “esta clínica, le dio la posibilidad a mis hijas de que conozcan el mar argentino y qué mejor que Mar del Plata para recordar viejas épocas cuando yo venía de chico”. “Ro-Ro” recibió preguntas sobre su última participación en el Rugby Championship, donde enfrentó a las tres potencias mundiales: Nueva Zelanda, Australia y Sudáfrica. Él contestó que “siempre fuimos a buscar una victoria. Es una esencia del rugby. Y tal vez lo que más se le reconoció a los Pumas fue la defensa y es lo que más hay que trabajar. También hay que trabajar los penales y la concentración los ochenta minutos. Nosotros mejoramos un montón. Le hemos marcado puntos a todos pero también nos han marcado y por ende perdido. Mantener ese nivel es fundamental”. Roncero además apuntó a Juan Fernández Lobbe como el único capacitado para llevar la cinta en su brazo. “El Corcho es el único capitán que pueden tener hoy en día Los Pumas. Es un referente y sabe manejar un equipo. Encima se elige al capitán cada cuatro años y sin dudas él se lo merece”, confesó. Volviendo a la clínica, motivo por el cuál se encontraba allí, Rodrigo dijo que lo que busca en “los entrenamientos es que los chicos se diviertan. Yo donde jugaba siempre me divertía y eso es lo que quiero transmitir. El rugby tiene otras cosas que no tiene otro deporte y es el tercer tiempo. El espíritu del rugby en su esencia deportiva es la inclusión”. Vale destacar que la jornada de rugby llevada en Sierra de los
Padres no solamente estuvo destinada a los jugadores de la entidad organizadora si no también fueron invitados los chicos de otros clubes que conforman la Unión de Rugby de Mar del Plata. Pasado y futuro de Rodrigo Roncero El presidente de Deportiva Francesa, Ignacio Blanco, señaló a “Ro-Ro” como el manager del plantel superior para la temporada 2013 y que estará presente desde febrero cuando el equipo galo arranque la pretemporada. Por supuesto que, la meta será retornar enseguida al Grupo I de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), luego de perder la categoría en noviembre pasado. Lo cierto es que, el equipo de Del Viso debutará oficialmente el próximo 6 de abril en la Zona A del Grupo II, en condición de local frente a Hurling. Roncero, de 35 años, jugó en Deportiva hasta 2002 y luego, ese año continuó su carrera en Gloucester de Inglaterra y en 2004 pasó a Stade Français de Francia donde estuvo hasta su retiro. En Francia, y sobre todo en 2005, logró el título del campeonato francés y la Copa de Europa. Su debut internacional con Los Pumas fue el 15 de septiembre de 1998 frente a Japón y se despidió del seleccionado nacional contra Australia, en el último partido del Rugby Championship 2012. Fue el 6 de octubre pasado, cuando recibió el reconocimiento de sus compañeros y de los dirigentes de la Unión Argentina de Rugby (UAR). Su mejor momento en el seleccionado lo vivió durante el Mundial de Francia 2007, cuando Los Pumas alcanzaron el tercer puesto y Roncero fue considerado el mejor pilar del mundo. “El domingo arranca una etapa nueva, sin prácticas de scrum”, expresó entre risas. “El ciclo termina acá. No hay nada más lindo que despedirme en mi país y con mi gente”, resaltó el pilar que con Argentina jugó 55 partidos internacionales.
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People moving every day, you know they move so slow”, sonaban por mis auriculares las estrofas del tema `No tan distintos´ de la emblemática banda Sumo, mientras ingresaba por el estacionamiento del estadio José María Minella. Allí se presentaban, inaugurando el Torneo de Fútbol de Verano Pirelli 2013, Independiente vs. River. Luego de varios controles previos, me encontraba en la confitería donde avisté a varias celebridades del fútbol de ayer. Uno era el ídolo indiscutible del club de Avellaneda, Bochini. El ex número diez estaba algo apurado porque no quería perderse el partido, pero se predispuso para algunas notas breves. También se hallaban Cai Aimar, Néstor Pipo Gorosito, entre algunos directivos de la Municipalidad de General Pueyrredón. Luego me dirigí a la zona mixta para ver un poco más de cerca a los protagonistas. En esa ubicación se podía ver, a través de un vidrio, a los dos planteles calentar para el partido. Mientras tanto, Diego Turnes y Javier Cantero hablaban con distintos medios sobre las pretemporadas y las posibles llegadas de refuerzos. La hora para el comienzo del encuentro era para las 22:10, así que fui hasta mi ubicación que marcaba la acreditación. El palco “C”, fila 3, asiento 5, estaba ocupado. Sí, ocupado. No por colegas, si no por una familia invitada vaya a saber por quién. Con respeto pedí sentarme en mi lugar. Así que los tres integrantes se corrieron para la izquierda. Minutos después llegó un “reconocido” periodista deportivo que cubre River para un programa de televisión y radio. Al ver que no entraba con su compañero, lo primero que exclamó fue un “a ver pibe si te corrés que estamos laburando”. Irrespetuoso como sabe hacerlo él en los medios. Sin buscar confrontación y saber que perdía por encontrarnos en diferentes “categorías”, sin menospreciar mi trabajo, me corrí un asiento más. Diez mil almas fueron alentar a sus equipos. Los hinchas millonarios se hicieron sentir un poco más, por ser levemente mayoría. Y más aún cuando River, con dos goles del resistido Rogelio Funes Mori, derrotó a Independiente. Desde mi perspectiva en el estadio, la gente se comportó tranquila. Sin embargo, en un momento de la noche el árbitro tuvo que parar el partido porque desde las tribunas caían cantos xenófobos contra sus clásicos rivales. Después todo volvió a la normalidad y “the show must go on”. El que se llevó todas las miradas y aplausos fue Ramón Díaz. Se puede saber la devoción que tiene los simpatizantes riverplatenses con el riojano. Pero las palabras del técnico de River valen más que oro y eso lo saben los periodistas. Así que finalizado el espectáculo, no tanto por lo realizado dentro de la cancha, los señores de los micrófonos bajaron apurados para entrevistarlo. Después de varias notas a
los jugadores, Díaz salió a manifestar sus sensaciones. Creo que nunca había visto tanta desesperación por preguntarle a alguien. Esos comunicadores parecían muertos de sed y el único que tenía la jarra de agua era Ramón. Desde el vallado y las cuerdas de la entrada para ingresar al mundialista, pasando por las gargantas de los hinchas alegres y voraces, hasta los cables de las cámaras y micrófonos de los diferentes canales de televisión. Son los recuerdos que en estos momentos llegan a la mente. Tal vez, algún día, me convierta en eso que tanto critico. O capaz que ya lo sea. Sigo desconfiando de mi suerte y retorno por donde entré. Hileras de policía en la noche, acompañando a personas que se desplazan todos los días y vos sabés que se mueven tan lento. Y pensar que vine a cubrir tan solo un partido de fútbol.
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stalló el verano. La playa es el lugar elegido por coterráneos y visitantes que buscan saciar ese deseo refrescante que domina el pensamiento colectivo, ante el acecho de las altas temperaturas. Muy pocas razones justifican sacrificar parte de una magnífica tarde de sol, arena y mar. Una charla de fútbol lo vale. En un punto estratégico de la ciudad, con emprendimientos gastronómicos a su alrededor, en torno a una de las plazas más concurridas para la práctica de deporte y actividades recreativas, el encuentro no podía no ser fructífero. El hombre, puntual a diferencia del entrevistador, esperaba en el Café de turno. Su aspecto suponía serenidad. Su mirada predecía un intercambio más que positivo para esta joven publicación. Observador, como en el campo, como en los entrenamientos, Facundo Alvanezzi anticipó rápidamente la dinámica de la entrevista. Y así inició una enriquecedor dialogo que se extendió por más de una
hora. TRANSICIÓN FUTBOLISTA-FORMADOR Nacido en Bragado, provincia de Buenos Aires, el 9 de octubre de 1965, el marplatense por adopción tuvo una temprana vinculación con el fútbol. A los 13 años ya había debutado en la primera división del Sportivo Bragado. Paralelamente se trasladó con su familia a “La Feliz” y el “10” desplegó su talento en instituciones locales. Vistió los colores de Kimberley y de Deportivo Norte, con un fugaz paso por Ferrocarril Oeste en el medio. Luego de casi una década en el fútbol marplatense, Alvanezzi fue a probar suerte en el viejo continente. Y se quedó en tierras europeas hasta su retiro. Militó en el Livorno de Italia (1989-1990) y en tres instituciones suizas: FC Locarno (1990-1993), FC Tressa Monteggio (1994-1995) y FC Caslano (1996-1998). Mientras transcurrían los últimos años de su carrera futbolística, Facundo inició el curso de entrenador en tierras helvéticas y comenzó a entrenar a los más chicos para foguearse con los métodos de entrenamientos utilizados en el proceso de formación de jóvenes futbolistas. -¿Qué te impulsó a hacer el curso de entrenador? -Como futbolista veía en mí, por unas condiciones naturales, que había un entrenador adentro por la forma en que manejaba mi equipo, cómo ordenaba, cómo sugería cosas, cómo en el entretiempo hablaba. Le pedía permiso siempre al entrenador y trataba de ubicar a mis compañeros. Siempre fui un gran apasionado del fútbol y apasionado del juego. Esa pasión fue creciendo y dije “esto tengo que volcarlo en algún sitio”. Entonces, me preguntaron en Locarno si quería comenzar con los chicos a transmitir, porque veían que tenía mucho para dar, y así
fue como comencé. A partir de un período de aprendizaje, empecé a hacer los cursos de entrenador. Fueron mis primeras experiencias, mis primeras armas como formador, que son las que hoy me permiten seguir adelante en esta vida. -¿Es fundamental la capacitación? -Es fundamental la capacitación que recibís exterior y fundamentalmente la capacitación que uno hace introspectivamente. Saberse uno dónde está parado. Saber uno dónde se está equivocando para mejorar. Escuchar a los que más saben. Tener la humildad de aprender de todos. Tener la humildad de preguntar. De escuchar a todo el mundo, no descartar a nadie. Tiene que haber un recorrido en el que existan muchos errores para que empiecen a aparecer algunas virtudes que te van marcando las pautas a la hora de guiar y conducir un grupo, que no es nada sencillo. Caminar una vida con total tranquilidad y total serenidad sabiendo que en cualquier esquina y en cualquier rincón te podés encontrar con cualquier persona que te puede dejar algo para transmitirles a los jóvenes. -Luego de tus primeros pasos en Italia, ¿cómo fue que volviste a la Argentina? -Una vez que termino de jugar en Suiza recalo en mi país por un problema familiar importante que hace que me tenga que asentar nuevamente en mi país. Coincidió con ese año tan fatídico que fue el 2001. Aquí formé mi propia escuela de fútbol. Así arranqué. Tenía que probarme para saber hasta dónde podía llegar en una ciudad tan rica, con una población tan grande. Llegó un momento en que se me había desbordado de chicos, la estructura me quedaba chica. Pero no podía avanzar más allá porque no me autorizaban a armar un club para poder competir. Paralelamente, a través de una
nota que me hizo Ernesto Gallardo, un gran amigo que me vino a filmar a un campus que hicimos en La Josefa, salió por televisión. Se ve que cobró mucha notoriedad y mucha difusión ese programa y me convocaron a trabajar en Cadetes de San Martín. Trabajé un año en Cadetes de San Martín con los juveniles para luego pasar a las divisiones juveniles de Aldosivi. Con gran amor por el club, independientemente de algunos percances con determinadas personas que hicieron que tomara la decisión de armar mis valijas e irme. LA GRAN OPORTUNIDAD -¿Cómo surgió la posibilidad de formar parte del staff técnico de formadores del FC Basilea? -Surge a través de amigos, de contactos que uno ha dejado en el fútbol. Yo he intentado dejar las puertas abiertas en todos lados. Tengo la suerte de conocer gente en muchos sitios y fui a hacer un stage: un campo de perfeccionamiento. Fui por quince días y al cabo de una semana ya prácticamente los responsables del club me vieron trabajar y cómo me desenvolvía y me ofrecieron un contrato laboral para quedarme. Es decir, fui con la intención de perfeccionarme y terminé hasta el día de hoy, que ya sería la sexta temporada trabajando en un club de élite y de privilegio a nivel internacional.
-¿Cómo fue adaptarse a un estilo de vida completamente diferente al nuestro? -Por mis condiciones naturales soy una persona muy tranquila, muy serena. Me adapté muy bien al ritmo de vida de ellos. Aunque, con la gran diferencia de que aquí tenía una vida social muy intensa, cosa que allá, si no era por mis amigos de origen sudamericano, de origen español o italiano, se me hacía medio complicado porque tienen una vida estructurada muy diferente, casi opuesta a la nuestra. Pero independientemente de ello, a nivel laboral y a nivel social con mis compañeros ha sido muy satisfactorio realmente.
-En el ámbito laboral, ¿qué fue lo que más te impresionó en los primeros meses? -Desde el principio, la estructura. Tenemos una estructura con 23 campos de fútbol, más dos campos de césped sintético de última generación. Ahora están haciendo el Centro de Formación que es algo que va a quedar realmente sensacional. Y lo que más me sorprendió es que todos entrenaban con el balón. No había un solo equipo, desde los más chiquitos hasta los más grandes, que se lo viera con una valla, un obstáculo, una pasada de mil, que hubiera un gimnasio (N de la R.: Sólo recurren al gimnasio durante el período de rehabilitación en lesiones). Entrenábamos con una gran cantidad de elementos sustanciosos en cuanto al juego para que el jugador aprenda y entienda de lo que estábamos hablando. Y sin tener que pasar por la fuerza desmedida con la que a lo mejor se entrena acá en Argentina, muchas veces sin fundamentos. A mí realmente me llamaban la atención porque eran entrenamientos de una hora treinta de gran intensidad pero todo con el balón y con una gran similitud en los entrenamientos, porque hay una excelente relación, con el FC Barcelona. O sea, eran todos entrenamientos similares con el balón, desde el balón, desde la posición, desde el juego de posesión, con todas las vertientes que abarcan pura y exclusivamente lo futbolístico. -En ese sentido, ¿creés que en Argentina es necesario que los formadores y entrenadores se perfeccionen para lograr entrenamientos de ese tipo? -Yo entrenaba en mi país, en Cadetes y en Aldosivi, de la misma manera que estoy
entrenando en Europa, a pesar de muchos inconvenientes y muchas contras porque evidentemente acá el sistema es otro. Si esto es un juego, y el jugador de fútbol juega con una pelota, tenemos que hacer mucho más hincapié en la técnica, en todos los gestos técnicos propiamente dichos para que el jugador evolucione. Y no tanto en cuanto a la fuerza desmedida, el chocar, el contrastar. No puedo decir a ciencia cierta que lo nuestro es lo mejor y lo de acá no. Pero sí te puedo decir que en base a esa hora treinta intensiva con el balón nosotros nos dedicamos a jugar al fútbol y lo que veo acá es que se choca y se corre mucho más de lo que se juega. Es como que el entendimiento del juego ha ido en retroceso, en relación a lo que nosotros hemos evolucionado estando afuera. FÚTBOL TOTAL -¿Por qué en Europa se ve un fútbol más técnico y de precisión? -Yo creo que a partir de que España ganó la Eurocopa en 2008, por suerte repitió en el Mundial de Sudáfrica y en la Eurocopa 2012, se dio como un efecto dominó. Se ha copiado y transmitido lo bueno. Ha permitido que mejore el fútbol inglés, que mejore el fútbol italiano, el fútbol portugués, el fútbol francés, el fútbol suizo. ¿Por qué? Porque es un efecto que contagia. Yo soy un gran admirador de César Luis Menotti, de Valdano, de Guardiola, de Pékerman, de Hugo Tocalli, de Marcelo Bielsa. Fundamentalmente de Menotti que fue la persona que armó la revolución. Hay que tener un poquito de memoria. Desde el año 74 en adelante. Es lo que hoy se juega al fútbol en Europa. Entonces, Menotti fue el precursor de esa línea de trabajo, de ese fútbol asociado, de ese fútbol criterioso, independientemente de todos los aditamentos que la gente le quiera poner o etiquetar, para mí es un gran maestro que tendría que estar trabajando y hoy está fuera del sistema. No sé por qué. Habría que preguntárselo a alguien. Y el fútbol europeo progresó mucho en base a lo que Argentina hacía 25 o 30 años atrás. El pase corto, las asociaciones, las triangulaciones, las paredes, el fútbol de toque, el fútbol de circulación, el fútbol de rotación. Un fútbol estéticamente bello a los ojos. Un fútbol de movimiento, donde lo que más circulaba era la pelota y lo que menos corría era el futbolista. Eso es lo que el fútbol europeo recuperó, aprendió y tuvo la capacidad de asimilar, si se quiere para copiarnos a nosotros. Y nosotros quisimos copiar lo que no se hacía esté-
ticamente del fútbol español o de fútbol italiano hace 20 o 25 años atrás. -¿También ha influido en este presente europeo y, sobre todo español, la escuela del Ajax holandés? -Yo creo que sí. Ha influido mucho. Sobre todo, a partir de Rinus Michels cuando él a través de la “Naranja Mecánica” generó la última revolución del fútbol, donde todos los jugadores jugaban de todo. Cada uno mantenía su zona independientemente de la movilidad racional e intencional que tenía cada uno para desplazarse en el campo. Cada jugador acompañaba la pelota y mantenía la posición, sin importar el número que tenían en la camiseta. Entonces, luego eso se trasladó al fútbol español, porque Rinus Michles fue el primer entrenador holandés en el Barcelona. Y, a partir de ahí, se empezó a transmitir la escuela del Ajax y se potenció mucho más cuando Johan Cruyff pasó a ser el entrenador de ese famoso dream team, donde sacó discípulos como Pep Guardiola, Tito Vilanova, Guillermo Amor, por citarte algunos ejemplos, que marcaron una idea que viene desde la cantera. EL FOCO EN LA MASÍA “Yo conozco muy en profundidad porque hace cinco años que estoy yendo al Barcelona a perfeccionarme todos los años. Tengo grandes amigos que me han permitido aprender y evolucionar. Uno ve por qué se da el fútbol que vemos en mayores. Un fútbol de posición y de posesión, que son dos cosas completamente diferentes. Un fútbol dinámico y rápido, la dinámica que la da la pelota y la rapidez que la dan determinados jugadores cuando inician o finalizan alguna acción de juego. Con el tiempo uno comprende que no todos estamos preparados para enseñar, que muchos son entrenadores por el mero hecho de entrenar, pero que son muy pocos aquellos entrenadores que pueden enseñar, que pueden formar. Muy pocos pueden enseñar la gran cantidad de fundamentos y de conceptos que tienen que tener. Yo creo que la
escuela del Ajax ha sido realmente la gran escuela que ha formado y que ha alimentado a todo el fútbol que se ve hoy en Europa”, remató Facundo, reflexivo con una manera de ver el fútbol con un tinte romántico, que permite licencias para soñar, para desplegar ilusiones en el campo. -Recuerdo haber leído una vez un consejo que le dio Pep Guardiola a Sergio Busquets: "A un toque eres el mejor del mundo, a dos eres muy bueno, a tres ya eres discreto". ¿Eso es parte de lo que se intenta enseñar en las escuelas de FC Basilea y FC Barcelona? -Para mí Busquets es un gran jugador que equilibra no solamente el fútbol con la pelota, sino sin la pelota. Yo tuve la suerte de verlo varias veces en el Camp Nou y es muy difícil encontrarlo fuera de posición. Y siempre está relevando a cuanto jugador pasa y deja un lugar vacío. Tiene una inteligencia futbolística extraordinaria. Y tiene los pies lo suficientemente inteligentes para entregar la pelota, saber cuándo tiene que jugar a un toque, a dos toques o a tres toques. Pero si hablamos de facilidad tenemos hoy al jugador más grande del mundo que es Messi. Hace todo con una facilidad y con una naturalidad asombrosa. Entonces, cuando vemos que Messi juega de esa manera, que Busquets juega de esa manera, Puyol, Piqué, Iniesta, Xavi; Tienen un entendimiento del juego tan grande que antes de que reciban la pelota, ellos ya saben lo que tienen que hacer para resolver la acción de juego. Si necesitan un toque para que la jugada siga rápida. Si necesitan dos para contralar y que haya una pequeña pau- sa para ajustar un pase. Si necesitan tres, es decir, uno
para controlar, otro para conducir unos metros y un tercero para pasar. Si necesita que exista más de un tercer o cuarto contacto. Lo que hace Messi a veces cuando arranca con la pelota dominada al pie. Todos esos gestos técnicos te los va marcando el juego. Y te los va marcando el entrenamiento. Por eso, ellos juegan como entrenan y entrenan como juegan. Y viven la vida interpretando un fútbol de belleza que tiene que ver con esto. -¿Qué dicen tus ojos al momento de estar sentado en las gradas el Camp Nou y ver jugar a Messi? -Es algo indescriptible porque para un apasionado del fútbol como yo, que cree que el fútbol es imprevisible, como dice el gran maestro César Luis Menotti, porque nadie puede predecir lo que va a hacer Messi. Esos grandes jugadores tienen un talento y un instinto ya desarrollado que no está en la cabeza de ningún entrenador por más grande que sea. Hay que darle el lugar a cada uno que corresponda porque ese instinto les pertenece a los grandes. Y esos grandes son los que a nosotros nos pueden hacer, aún en etapas formativas porque yo tengo grandes jugadores, importantes a nosotros. Ahora, si nosotros les queremos coartar la libertad de expresión, la libertad de creatividad, la libertad y la capacidad de desenvolvimiento del futbolista, ahí le estamos creando un problema porque somos nosotros que queremos imponer algo que va contra la naturaleza del futbolista. Y cuando lo veo a Messi desde una grada, muchas veces me pellizco porque lo veo caminar en el campo pero cuando acelera sé que en un 50, un 60 o un 70% de las jugadas, si no termina en gol, son casi gol. Significa que hay una ilusión óptica que siempre me va a dejar algo en las retinas. Las
veces que he visto al Barcelona siempre me ha dejado algo en las retinas, mucho más que cualquier otro equipo a nivel mundial. Juegan un fútbol de excelencia. -Un fútbol sin secretos, ¿verdad? -Es que para mí el fútbol es más simple de lo que nosotros dos podemos estar hablando. Es fútbol es simple. Hoy estamos frente a una plaza. Y si tal vez veamos por la ventana y encontramos un grupo de chicos jugando, sin que nadie les diga nada, vamos a ver grandes jugadores de fútbol. Automáticamente nos cruzamos nosotros y les damos indicaciones y esos chicos no van a querer jugar más porque los llenamos de conceptos o falsos preconceptos que no tienen nada que ver con el juego. Tiene que ver con nuestras ideas de adulto, pero no con las ideas que los juveniles quieren trasladar al campo de juego. -Desde tu vinculación cercana al club catalán, ¿creés que cuando se acaben las carreras futbolísticas de Xavi e Iniesta esa fábrica, La Masía, va a seguir generando jugadores en ese máximo nivel? -El fútbol tiene ciclos con jugadores muy brillantes, que a lo mejor no logran títulos, pero futbolísticamente no dejan de ser brillantes. Johan Cruyff no ganó ningún título del mundo. Sin embargo, no deja de ser brillante y se lo nombra dentro de los primero cuatro futbolistas del mundo. Lo mismo con
el caso de Di Stéfano. Van a seguir viniendo por decantación jugadores como Xavi e Iniesta porque en La Masía vienen trabajando desde los más chiquitos hasta los más grandes. Conozco muy bien en profundidad de lo que te hablo. El día de mañana no vendrá otro Iniesta pero vendrá otro con unas condiciones quizás similares o con condiciones similares a Xavi. Van a ser irremplazables porque son únicos. Pero tal vez, como ellos con el fútbol están en continua evolución, encontrarán las respuestas futbolísticas para seguir jugando un fútbol estéticamente bello, a lo mejor con otros aditamentos, con otros conceptos, sin ya tener a Xavi, Iniesta, Messi y compañía. Todos los jugadores tienen capacidades y condiciones diferentes. No tenemos dos jugadores iguales. Las comparaciones son odiosas. CON SELLO ROMÁNTICO -¿Cómo se estimula la creatividad de un joven futbolista? -Yo creo que la capacidad de juego y la capacidad de transmitir está en cada uno, en la cabeza de los entrenadores. Si somos pragmáticos vamos a ser entrenadores miedosos. Vamos a tratar de cuidar más nuestro arco y, por lo tanto, al jugador creativo le vamos a pedir marcar, tirarse al piso, cuidar la zona. Si somos entrenadores, como es mi caso, que nos gusta el fútbol creativo, ofensivo, instintivo, de creación, de belleza, que se interprete como arte, en mi cabeza va a estar la tranquilidad de contar con esos jugadores y dejarlos jugar. Explico dos o tres cosas que las desgrano en la semana y después el día del partido en la charla. Mis charlas no duran más de cinco o diez minutos porque remarcamos lo que hicimos durante la semana. Si lo tengo que presionar en el buen sentido, lo presiono durante toda la semana para que entrene y para que juegue mejor. Y el día domingo no lo presiono para nada, lo dejo que desarrolle toda esa capacidad que ha sido lo suficientemente inteligente de asimilar durante la semana, para que pueda realmente desarrollar la capacidad intelectual y futbolística. -¿Qué lugar ocupan los pragmáticos en el mapa futbolístico? -Ocupan un lugar importante porque todas las mieles del fútbol han conseguido el
éxito. Pero todos seguimos hablando de ese fútbol total. O sea que, el fútbol creativo se ha impuesto y se va imponer siempre sobre el fútbol destructivo, independientemente de que existan los pragmáticos que quieran transformar un fútbol de los resultados. Todo es respetable. Yo no lo comparto porque a mí honestamente no me gusta. A mí me gusta un fútbol ofensivo, de creatividad y de capacidad, donde se pueda desarrollar toda la capacidad intelectual y futbolística del jugador de fútbol. Yo creo que en el paraíso a lo mejor se juegue un fútbol mejor que el de Barcelona. -¿Cuán importante es el control del balón en esta corriente futbolística? -El control es el primer principio de la velocidad. Si vos controlás y la pelota te queda pegada al pie, vos vas a tener ventaja sobre el rival. Si la pelota no la controlás y se te va cincuenta centímetros, un metro, te la roba el rival. En el control orientado tienen la segunda acción para continuar. Mientras que, todos aquellos jugadores que no tengan una técnica depurada, limpia y clara, van a necesitar el segundo o tercer toque. Y hoy en día el fútbol es tan rápido que, a veces, no tenés el segundo y el tercer toque. A veces, ni siquiera tenés el primero porque no sabés resolver. Es tan importante la técnica como la visión global que puedas tener en tu cabeza. Hay jugadores que juegan al fútbol como si estuvieran en la segunda bandeja de un campo. Es decir, tienen una visión periférica de los 360 grados del campo y antes de que reciban ya saben lo que tienen que hacer. ¿Cómo? Eso forma parte del instinto y del desarrollo intelectual del futbolista que nace con él. Eso no se lo enseña nadie. Eso lo tenía Riquelme, lo tenía Zidane, lo tenía Maradona, lo tiene Messi, ven donde otros no ven. Imaginate de la diferencia cuando hablamos de los grandes futbolistas que tienen esa ventaja que todos dicen “pero ese jugador es lento”. ¿A qué le llamamos lentitud? Si tiene toda la velocidad y el fútbol en su cabeza. Ven cosas desde dentro del campo que no las vemos nosotros sentados en las mejores butacas del Camp Nou. MODELO SUIZO -¿Cómo son las estructuras formativas de los clubes europeos, particularmente del Basilea?
-Tenemos tres etapa bien diferenciadas que son la preformación, que va de 6 hasta 10 años, la parte de formación, que comprende de los 10 a los 14 años, y lo que es casi la parte de fútbol profesional que abarca de los 15 a los 21 años, previo paso al fútbol profesional. Son tres etapas bien diferenciadas pero donde trabajamos prácticamente todos los entrenadores mancomunados para tener una misma idea futbolística y poder, salvando las distancia, las edades y los desarrollos motores de cada uno de los jugadores, tener todos los entrenamientos muy similares para que el jugador vaya creciendo y vaya pasando cada categoría, similar a lo del Barcelona, sin que sufra tanto el salto de categoría y sepa lo que tiene que hacer en la categoría subsiguiente. Por lo tanto, tenemos un trabajo mancomunado de una hora treinta con el balón, con muchos ejercicios de posición y de posesión, porque la posición es para que el jugador aprenda a moverse en el campo, lo que te va a dar la posesión del balón. Si el jugador se mueve mal, la posesión no es buena. Si el jugador se mueve bien, la posición es buena. Si las dos cosas combinan en el juego de posición y en el juego de posesión trasladado a un juego real, donde hay mucha movilidad, toque, coordinación, rotación, te encontrás con el fútbol completo, casi a nivel de excelencia y de perfección que realiza el Barcelona. Es un poco lo que intentamos también en el Basilea, salvando las diferencias. Se ha crecido mucho a nivel internacional en los últimos 10 o 15 años. Nosotros con el Basilea a todos los torneos que vamos, desde la sub 14 a la sub 21., no bajamos nunca del cuarto puesto, con todos los equipos de Champions League o de nivel mundial. Significa que ha habido un progreso y una evolución tan grande porque tenemos unos jugadores de una calidad tan rica y tan importante que nos permite hacernos sentir en la élite del fútbol internacional. -¿Creés que acá en Argentina se apura la preparación de juveniles para que salgan rápido al mercado? -Sí, por una cuestión pura y meramente económica. No quiero decir que en la Argentina se forma mal, todo lo contrario. Hay un factor que es pura y exclusivamente económico. Necesito vender para invertir. Ahora, la pregunta mía es invertir dónde. Porque yo creo que al nivel formativo no vuelve. Las estructuras no están. Los balones no están. A los jugadores les falta material. Pero los futbolistas siguen surgiendo. Yo considero que si tenemos buenos materiales van a surgir
mejor. Y no voy en desmérito de que no sigamos entrenando en canchas que estén poceadas. Yo crecí en canchas de tierra. Pero sí si les damos buenos estructuras, el desarrollo del jugador va a ser más rico, más limpio y más claro. -¿Cuáles son las principales variantes respecto a la formación de los jóvenes según las diferentes etapas? -En la preformación vamos llevando a los chicos de menor a mayor. Se inician con una pequeña coordinación para que aprendan los gestos. Siempre todo incorporado con el balón. Muchos gestos motores para que ellos aprendan a desplazarse en el tiempo y en el espacio, que es lo que se desarrolla después en el fútbol profesional. Entender tiempo y espacio para resolver acciones de juego. Y muchos juegos para que ellos diferencien. Jugamos mucho con las manos, con los pies, con la cabeza, con los balones apropiados, con los número tres, no con el número cinco para no lastimar las articulaciones. Estamos hablando de chicos que se están iniciando a un desarrollo y se están preparando para un desarrollo de pre adolescencia. Por lo tanto, no hay que quemar las etapas. En el segundo eslabón, que es la formación, de 10 a 14 años, ya los vamos enfocando de cara al fútbol. Empiezan a jugar en cancha de siete, en cancha de nueve, porque la cancha es progresiva. No pasan a jugar a partir de los 10 años en cancha de once contra once. Ahí lo abocamos más a todo lo que es la coordinación. Los juegos son más intensivos de cara a la posición y a la posesión del fútbol. Abocado pura y exclusivamente al juego, con mucha diferenciación y mucha coordinación fina focalizada al juego. Y la etapa que va de formación al fútbol profesional, también es puramente enfocado en la coordinación, en la fuerza, en la resistencia, pero todo trabajado en el campo con el balón, con muchos juegos de
posesión y de posición. 4 contra 4 + 2, 5 contra 5 + 3, 6 contra 6 más 4, todos enfocados de acuerdo a la posición de los futbolistas, quiénes son los que van en el medio para desarrollar todo el juego, quiénes son los exteriores. Nosotros intentamos siempre salir jugando. Desde el arquero, con los laterales, con los centrales, con los centrocampistas, que la pelota salga bien jugada siempre desde abajo, independientemente del resultado. Ésas son las tres variables que te las digo sencillamente porque son sencillas. A mí me las explicaron así. Y no hay que buscar cosas más complicadas porque el nene siempre va a ser un nene. El de 6 años siempre va a ser el de 6 años. El de 10 no va a ser nunca el de 15. El de 15 nunca el de 21 años. Y el de 21 nunca va a ser el jugador formado de 30 años. Si el que enseña entiende esas cuatro etapas al chico le va respetando todas las edades biológicas y fisiológicas. No los entrenamos como profesionales. Nosotros somos profesionales al 100% y tenemos que respetar nuestro trabajo. Pero nunca le voy a bajar a un nene de 16 años que ya tiene que ser un profesional adelantado a la edad. Tenemos talentos de esas edades que entrenan con el primer equipo. Pero sabemos que para debutar en el primer equipo les va a llevar tres o cuatro años. Porque una cosa es entrenar y otras cosa es jugar por los tres puntos y con 50 mil personas, como tenemos en Saint Jakob todos los domingos o los sábados. Enseñar es sinónimo de paciencia. De mucha paciencia, de mucha reflexión, de mucha equivocación, de barajar y dar de nuevo. -Me imagino que debe ser muy gratificante ver a jugadores que hayan pasado por las etapas de formación lucirse en el primer equipo. -Para mí es una satisfacción enorme. Ya tengo varios. No importan los nombres porque no me gusta. Pude aportar un grani-
to de arena a esos jugadores. Y sí los disfruto cuando los puedo ver en el primer equipo o jugando en Bundesliga, en la Liga italiana, en el fútbol español o en el fútbol inglés, porque son muy requeridos. Y uno dice “pensar que en algún momento de mi vida los tuve cinco meses, un año, dos años”. -¿Cómo está integrado el gabinete técnico de formadores del Basilea? -Contamos con todo lo que te imaginás. Con nutricionistas, con deportólogos, con entrenadores de arqueros, con doctores especializados en la materia, con psicólogos. Tenemos un gabinete de élite con todos los
elementos necesarios. -Más allá de lo deportivo, ¿cuál es la enseñanza principal? -La idea principal y fundamental allá, que es la idea que inclusive tienen los padres incorporada en la cabeza, es primero está el colegio. Y después viene el fútbol. Allá se le da más importancia a la educación que a lo deportivo. Si las dos cosas en paralelo van bien, perfecto. Ahora, si lo deportivo va bien y lo escolar no, automáticamente al chico se lo suspende desde lo deportivo para que mejore sus niveles culturales. La importante es que ellos puedan adquirir algo que es fascinante porque yo me encuentro en los entrenamientos hablando tres o cuatro lenguas (N de la R.: español, italiano, francés y alemán), con jugadores que hablan tres o cuatro lenguas. El nivel cultural les obliga a aprender la lengua de los otros cantones. Les obliga a perfeccionarse y estudiar porque saben que la gran mayoría no va a llegar. Entonces, tienen que prepararse una vida más allá de lo deportivo para que cuando lleguen a los 17 o 18 años y
sepan que no van a ser futbolistas, tengan una vida para construir y constituir con muchas herramientas en las manos, cosas que veo que en nuestro querido país lamentablemente no sucede. -¿Cómo es el proceso de captación de esos jóvenes talentos? -A nivel de juveniles tenemos reclutadores a nivel regional, nacional y europeo. Al ser un club tan grande e importante como el Basilea, que viene siendo en los últimos 7 u 8 años el equipo que juega Champions League, el equipo al que todos quieren venir, vendría a ser el Boca o el River de Suiza; el chico te viene por añadidura. Entonces, cuando te viene por añadidura, el período de captación ya lo comenzás a hacer en tu propio terruño. Tenemos muy bueno talentos de origen serbio, croata, africano, albanés. Hay una gran mezcla que enriquece mucho al fútbol. -Por tus descripciones entendemos que el nivel organizativo es excelente. Pero en lo futbolístico, ¿qué nivel tiene el fútbol suizo? -Estamos a nivel de primera división estamos un peldaño, un peldaño y medio por debajo. Pero el año pasado llegaron a octavos de final de la Champions League ganándole al Bayern de Múnich en casa 1 a 0. Después se perdió afuera por goleada. Pero fue algo histórico que no se daba. Significa que ya, con todo respeto, se le empieza a crear dificultades a los rivales en casa y afuera. Al ser un país chico con 7 millones de habitantes, es muy difícil el recambio. Pero nos pasa, por contrapartida, que en todos los niveles formativos nos tienen un respeto en toda Europa que es increíble. Porque donde vamos, si no ganamos el torneo, no bajamos del cuarto puesto. Significa que hemos sabido captar lo que está pasando en el mundo para trasladarlo a un país chico, con mucho trabajo, con jugadores de mucho talento, haciéndoles creer que realmente se puede,
que en el campo somos 11 contra 11 y que vamos a intentar ganar. Pero vamos a intentar jugar mejor que el rival. -¿Cuál es la identidad de juego del Basilea? ¿Y la del fútbol suizo en general? -La identidad de juego es un efecto dominó de lo que es el Barcelona. Pero también hay que ser conscientes de que nos tenemos que adaptar a los medios que tenemos. Porque yo puedo intentar jugar como el Barcelona pero si no tengo los jugadores apropiados, me tengo que adaptar a mi estilo. Tengo la idea. Tengo el concepto. Y a lo mejor para llegar a jugar un fútbol estético, lo que el Barcelona ya logra, a lo mejor a mí me va a llevar un proceso, un ciclo. Se puede decir que el nivel es un nivel respetable. -¿Qué ven los veedores europeos de los talentos sudamericanos? ¿Por qué los argentinos y los brasileños son tan requeridos en las ligas europeas? -Porque tienen el don de la fantasía que nosotros allá no tenemos. Y tienen el don de la capacidad de maduración. Como juegan con tan corta edad en primera división son mentalmente más fuertes. No hablo de que tengan el desarrollo biológico y estructural para adaptarse, por ejemplo, al fútbol italiano. La cabeza está acostumbrada a jugar al fútbol de mayores, ya no juegan más en juveniles. Esa fuerza mental que tiene el futbolista argentino o brasileño se impone a las condiciones del futbolista europeo, que no la pueden desarrollar porque mientras acá Centurión juega en primera división, un jugador que yo tengo juega en mi categoría. Ni siquiera se aproxima al fútbol de primera división. Con casi 20 años de experiencia en la formación de jóvenes valores, Facundo Alvanezzi no se agranda. Respetuoso y reflexivo, jamás insultó a un dirigido. Es más, sus compañeros le dicen que es “argentino con pie de brasileño” porque entrena a la par de sus alumnos. Pero no se considera un maestro. “Soy un aprendiz y tengo mucho que aprender todavía”, puntualizó. Soñar lo llevó más lejos de lo que imaginaba. Probablemente sus gustos por la literatura, el arte y la buena música alimentaron su desarrollo intelectual. El mismo que le permitió asimilar algunas de las claves del proceso de formación: “Los grandes jugadores se fabrican en los detalles. Todos los detalles que no corrijas son los grandes errores y horrores del futuro”.
Desde las vomitivas portadas del principal diario deportivo del país hasta el morbo de algunas noticias –con poca relevancia informativa- en algunos portales populares de la web. Desde los provocativos títulos de los medios hegemónicos hasta las defensas, tapones de punta mediante, de una nueva clase de comunicadores: los periodistas militantes. Todos y cada uno, desde su lugar –algunos con más injerencia que otros- enarbolan la bandera con un fin clarísimo, sin importar las formas, las maneras, cómo comunicar determinada información. Desde hace tiempo las sociedades, en general, han interpretado que al leer un periódico no hacen más que leer la opinión o posición del medio o el redactor del artículo respecto a determinado suceso importante. La posibilidad de vender algún diario más, de disminuir la credibilidad de la competencia, de desestabilizar a personajes con poder que van en contra del negocio suponen, para muchos, razones más que suficientes para sumergirse en el juego mediático a todo o nada. Los “jugadores” no son más que periodistas, algunos con escasa formación, otros muy ambiciosos. Todo vale para alcanzar la fama y un puesto que otorgue status al profesional y beneficie económicamente al medio. Así nace el fin del periodismo. Un término cuasi moderno, quizás surgido de las entrañas de una de las redes sociales del momento: Twitter, herramienta utilizada por miles de comunicadores para interactuar entre sí, con usuarios e informar en 140 caracteres el minuto a minuto de nuestra vida diaria. Lo cierto es que, quienes se encuentran por el sendero contrario, aquellos que aman la profesión, la cuidan y buscan desempeñarse según los códigos éticos de una actividad que incluye a muchos trabajadores e involucra a la sociedad en su conjunto, pronto tomaron simpatía con esa frase, sobre todo, como bandera para oponerse a unos pocos que la bastardean. Porque para ser realistas periodistas hay muchos. Pero unos pocos privilegiados viven de su verdadera vocación y un número reducido alcanzan un buen nivel de vida. Y allí generalmente están quienes se desempeñan con valores contrarios a los de las mayorías. El fin del periodismo hace referencia a un momento histórico que tiene cambios positivos como la vigencia de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual -que no involucra a los medios gráficos- que aún no se aplica correctamente en su totalidad, y también mutaciones negativas de un periodismo que sólo busca el negocio. Un periodismo sensacionalista, más amarillo que el Pro, con un foco particular en el show business, el espectáculo y la tragedia. Mientras que, a pocos metros, o cientos de kilómetros, comunica-
dores de grandes ciudades o pequeños pueblos, periodistas de vasta trayectoria o recién iniciados, en grandes empresas o pequeño medios, practican el verdadero periodismo. Ése que enseñan los maestros. Ése que intentan transmitir en las universidades y las escuelas de periodismo. Ése que le provee un servicio vital a la comunidad. Y son muchos sus devotos. Muchos con excelentes reputación, miles de anónimos. Todos con un objetivo común: evitar el fin del periodismo.
S-
ubo las escaleras. Busco la silla. Me siento. Observo minuciosamente la consola. Cargo los archivos en la computadora. Me enfado con el programa. Ordeno el playlist. Vacilo. Respiro profundo y doy el OK que salimos al aire en cinco. Manos inquietas. No es la primera vez que me pongo el traje de operador de radio. Sin embargo, la temática del programa es diferente a otras. Trago saliva. Miro el ventilador para chequear que éste funcione (afuera 28º la máxima). Luz roja simbólicamente y el conductor saluda a los oyentes. Luego de tres horas de ejecutar botones y darle rienda suelta a las artísticas del programa y temas musicales, me fui a casa conforme. Mientras esperé el transporte, pensé en la ansiedad y la adrenalina de ese momento. Si yo fallaba la transmisión caería como dominó. Nunca me preparé para esto. Sin título ni curso de operador de radio. Lo mío era puro instinto. Seguir con la naturaleza, ésa que marca los destinos de los seres vivientes. Personalmente sabía que para permanecer en ese hábitat necesitaba adaptarme al cambio. Ese “volantazo” de rumbo deriva del evolucionismo social. El evolucionismo define el cambio de una sociedad a otras más complicadas. Está basado en teorías antropológicas de desenvolvimiento social que se acreditan a sociedades con términos de estado primitivo que gradualmente se torna más civilizado con el pasar del tiempo. De acá sale el darwinismo social, que ha sido definido como “la teoría que afirma que las leyes sociales forman parte de las leyes naturales, y que pone en primer plano la lucha entre individuos o grupos humanos como fuente de progreso social y biológico”. La supervivencia del más apto abarca a todos. Desde el pequeño saltamontes hasta los corredores de bolsas en el Wall Street. Los comunicadores sociales, debido al avance constante de la tecnología, fueron mutando. ¿Para mejor o para peor? Esa es la pregunta. Las personas están informadas constantemente. Reciben un alud de noticias, donde algunas no son verídicas o distorsionadas. Esa vorágine daña y deja herido de muerte al periodista verdadero. Cualquiera con un celular, iPod o tablet puede sacar una foto, escribir un texto y subirlo de inmediato a Facebook o Twitter. Entonces, esa persona, sin tener una base de periodismo, puede cumplir el rol de un notero. Por eso, los comunicadores tienen que tener un “plus” o evolucionar para subsistir en ese mundo. Tenemos un caso rotundo en el mundo de la radio. En nuestra ciudad muchos de los conductores de programas, son locutores y a la vez se
operan técnicamente a ellos mismos. O sea, una persona cumpliendo tres roles. La nueva Ley de servicios de comunicación audiovisual establece en una de sus artículos que las radios deben contratar a un locutor, un operador y el respectivo conductor de la transmisión. Sin embargo, eso no sucede. Será para abaratar costos y no quedar en números rojos. Por ende, ese comunicador que haya estudiado locución o periodismo tiene que mínimamente aprender a manejar la consola para persistir en su hábitat. No en todas las radios pasa lo mismo. Algunas tienen un buen personal y pueden contratar hasta personajes de Buenos Aires para potenciar la emisora. Tal vez las nuevas camadas de comunicadores puedan trabajar de su vocación. La genuflexión siempre estará mientras los dueños de las radios no cumplan con dichas leyes, porque ellos intentarán sacarle el jugo y no pagar ni un centavo. Al contrario, habrá que salir a recorrer las calles para vender publicidad y bancar tus viáticos. Y peor aún, están los que piden la mitad de la publicidad que ingresa para sus bolsillos. Te cobran el espacio, que no es nada barato, y luego te sacan el 50% de lo que vendiste. De esta forma le quitan las chances y las ganas a muchos de seguir y pensarlo dos veces en mantenerse en este mundo. La mutación del comunicador se basa en su habilidad de permanecer en el lugar que eligió estar. Siempre habrá que buscar recursos para no “salir del juego”. Otros buscan recurrir a distintas “armas”. Siempre serán presas de las personalidades “conocidas” en los medios. Una experiencia personal, no muy lejana en el tiempo, ocurrida en el estadio Minella donde un reconocido periodista deportivo, sacando chapa, me dijo “a ver pibe si te corrés que estamos laburando”. Como si uno no estuviese trabajando. Además estaba en mi asiento. Un ejemplo más de los abusivos que se creen “alguien” y nosotros tenemos que ser capaces de sobrepasar esos momentos. Hechos de todo tipo se podrían describir. Hacer una cronología de experiencias vividas. No sé si se podría escribir un libro con ellas. Sin embargo, fueron suficientes para manifestarme en estas líneas. El periodista está en constante evolución, por la tecnología o por el hábitat que lo hace más fuerte. Pero hay algo que no tiene que cambiar. Y es su esencia de informar y mantener la ética periodística que se le enseña. Una cosa es mutar tus capacidades para “sobrevivir” y otra muy distinta es vender tus valores al mejor postor.
L
a luna estaba quieta, como todas las noches. Observaba las estrellas y pensaba en la existencia de vida en otros planetas. “Tal vez no estemos solos. La galaxia es infinita. ¿Cuántas vidas habrá que vivir para conocer cada astro?” Uno, a veces, llega a soñar con algún viaje intergaláctico. O simplemente realizar la famosa caminata lunar. El anhelo de un chico, como yo, es ser un astronauta. Sí, un vaquero del espacio. Pero sé que es algo casi imposible porque los requerimientos para ser un astronauta de la NASA son: un título de técnico, una larga experiencia como piloto de aviones militares y una estatura no muy alta que me permitiera entrar en la pequeña cabina de la cápsula. Los domingos por la tarde observaba a mi abuelo armar sus naves acuáticas de madera, también llamadas barcos. Él, como mi papá, era un ingeniero naval. Sin embargo, cuando se lo proponían realizaban algún que otro cohete cósmico. Sin duda alguna, ellos fueron los que me impulsaron a querer ser en un navegante espacial. A mis 15 años estudiaba en un colegio privado por decisión de mis viejos. No hacía deportes porque tenían miedo de que me pase algo. No ostentaba una cantidad grande de amigos, porque la mayoría realizaba actividades físicas. Por eso, mi único amigo era Skay. Un perro blanco que encontré en la calle una tarde de lluvia. Me dio mucha pena verlo ahí, mojado sin el cuidado de nadie. Su mirada enternecedora, cubierta con sus ojos celestes, me terminó de comprar. Con Skay íbamos a todas partes. Él me cuidaba, dormía conmigo y se quedaba a mi lado escuchando los cuentos que narraba el abuelo Esteban. La mayoría eran fábulas de alienígenas que aterrizaban en la Tierra buscando seres humanos para investigación o tratar de invadirnos. Al finalizar con los textos, mi imaginación volaba sin límites. No conciliaba el sueño por temor a que los extraterrestres entraran por la ventana y me llevaran con ellos… Una noche de otoño las horas transcurrían lentas, como las gotas en la frente de un atleta. Me encontraba sentado en una silla medio rota, café en la mano derecha, leyendo un libro de 428 páginas que me regaló mi abuelo. Las anécdotas que se encontraban explayadas en ese texto eran inigualables. No creía que era cierto lo que leía. Llegué a la hoja 220 porque mis ojos se cerraban del cansancio. Lo dejé en la mesa de luz y me acosté. Luego, el sueño se desplegó en mi cuerpo y pude dormir. A la mañana desperté con los ladridos de Skay. Se lo oía algo enojado. Rápidamente observé que me encontraba en una cama de metal en paños menores. Mi cara de asombro era digna de una película de terror norteamericana. Salté del lecho gélido y busqué ropa para abrigarme. Giré 360 grados para ver dónde estaba y observé que estaba en una habitación similar a un quirófano. Los gruñidos de mi perro venían detrás de una puerta blindada con vidrio. La escena era aterradora. Entré en pánico y me desmayé. Cuando abrí los ojos por segunda vez, delante de mí se encontraban dos humanoides. Sus rostros pocos visibles, muy altos y lucían un traje plateado. Uno se me acercó, colocó su mano sobre mi hombro y me dijo telepáticamente (seguro que al tocarme pudo hablar mi idioma): “Somos de la Galaxia Makariana. Provenientes del planeta OZZY-88. Estuvimos buscándote hace años. Eres la esperanza de nuestro mundo”. Anonadado no entendía lo que me manifestaban. ¿Yo la salvación de un planeta?