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Establecer una sociedad en Latinoamérica es más sencillo de lo que parece

Jaime Francisco Vigil Aldana

COORDINADOR DE PAÍS DE EL SALVADOR EN BIZ LATIN HUB No ha sido poco el reconocimiento que se le ha dado a Latinoamérica como una de las regiones más atractivas para aquellos que buscan expandir sus operaciones comerciales a nuevos mercados. Diversos sectores económicos, entre los que se destacan el sector de la minería, manufactura, y servicios, han recibido un creciente flujo de inversión extranjera directa (IED), estimulando la generación de empleo y desarrollo local.

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Sin embargo, ¿Se ha preguntado cuáles son las ventajas específicas por las que debería establecer una compañía en algún país de Latinoamérica? Si la respuesta es sí, puede que alguno de los siguientes beneficios comerciales llame su atención:

• Marcos regulatorios del derecho mercantil homologados • Legislación fiscal simplificada e incentivos tributarios para promover la inversión extranjera • Acceso a mercados diversos e insaturados • Tratados de libre comercio y creciente globalización de la actividad comercial • Fuerza laboral cada vez más educada, talentosa y a menor costo

Contrario a lo que se podría pensar, el establecimiento de una empresa en Latinoamérica es relativamente sencillo en comparación con otras regiones. La mayoría de sus marcos jurídicos permiten el capital extranjero para constituir sociedades, los controles de capital son limitados, y las empresas locales están por lo general dispuestas a patrocinar visas para empleados extranjeros.

No obstante, hay ciertos requerimientos mínimos a los que todas las empresas en Latinoamérica deben adherirse para garantizar su cumplimento legal. En este artículo explicaré la homologación de la incorporación de sociedades en los países de la región.

Para empezar, hay que tener en cuenta que el derecho mercantil local tiene local tiene dos vertientes. La primera es subjetiva y hace referencia al fundamento legal para la incorporación de sociedades y su debido funcionamiento. La segunda vertiente es objetiva y regula las operaciones comerciales en relación con terceros.

Al constituir una sociedad en Latinoamérica, se establece una entidad legal que sirve como ‘vehículo económico’ para la realización de actividades comerciales con ánimo de lucro, ofreciendo algún tipo de bien o servicio. Esto hace que la formación de una empresa sea la mejor manera de aprovechar las oportunidades de negocio en un país de Latinoamérica, además de ser la forma más adecuada de entrar al mercado.

Además, es importante tener claro que, en términos generales, existen 3 tipos principales de estructuras societarias en Latinoamérica: Sociedad de Responsabilidad Limitada (LTDA), Sociedad Anónima (S.A) y Sucursal de Sociedad Extranjera. Los requisitos y condiciones para cada una de estas estructuras legales pueden variar ligeramente entre países, sin embargo, hay varios puntos de convergencia, de los cuales se destacan los siguientes:

1. Escritura de constitución, acta constitutiva o estatutos:

El documento de constitución de una sociedad recoge la información primordial que su compañía y usted, como empresario, debe analizar una y otra vez, pues es aquí donde se delimita la estructura legal y el funcionamiento de una sociedad. Esto incluye la razón

social, tipo de empresa, objeto de empresa, domicilio, duración, forma de administración y capital a invertir.

Además, en la escritura de constitución también se describen todas las obligaciones legales de una empresa, de acuerdo a las legislaciones mercantiles de cada uno de los países.

2. Capital social o inversión:

El capital social es el monto requerido para el inicio de operaciones de una empresa. En otras palabras, es el presupuesto necesario para iniciar su proyecto de negocios. Éste puede estar compuesto por aportaciones realizadas por los socios ya sea de forma pecuniaria, o mediante cualquier bien que tenga un valor económico y que pueda ser respaldado contablemente.

3. Representación legal:

La representación legal es esencial, este personaje corporativo será la cara visible de su empresa y será el encargado de responder de manera personal ante las autoridades nacionales, así como de firmar contratos y documentos estatales. Es indispensable que usted elija a su representante legal de forma personalizada, pues esto le permitirá evaluar sus capacidades profesionales y aptitudes personales, y asegurar el éxito de su negocio a largo plazo.

4. Dirección fiscal para sociedades:

Para establecer una compañía en Latinoamérica es necesario tener una dirección fiscal o domicilio fiscal. Este será la dirección física registrada de su empresa y es donde tendrá lugar la gestión administrativa. Además, es la dirección que se utilizará para comunicarse con las autoridades locales, incluyendo el correo con fines tributarios.

5. Presentación de declaraciones de impuestos mensuales y anuales para sociedades:

La mayoría de las empresas establecidas en Latinoamérica deben presentar declaraciones de impuestos mensuales y anuales ante las autoridades fiscales respectivas. No hacerlo, o completar esto tarde o incorrectamente puede conllevar a penalidades.

En los últimos años se ha visto una mejora en los marcos regulatorios y tiempos de respuesta para la incorporación de sociedades en Latinoamérica. Curiosamente, la disrupción social causada por la COVID-19 ha estimulado la digitalización de los procesos gubernamentales, permitiendo el uso de plataformas en línea para realizar procesos que en el pasado se realizaban de forma presencial. Esto ha reducido los tiempos de respuesta e introducido una nueva cultura para establecer sociedades en la región. Expandirse hacia mercados desconocidos no es una decisión sencilla y a menudo puede parecer arriesgada y desafiante. Sin embargo, las incontables oportunidades de negocio e incentivos corporativos que los mercados Latinoamericanos ofrecen son difíciles de encontrar en otro continente. Uno de los secretos para asegurar el éxito de su expansión comercial es la información. Siempre será una decisión sabia buscar asesoría legal experta antes de realizar operaciones comerciales en la región o incorporar una sociedad.

Es igual de importante trabajar mano a mano con profesionales que cuenten con una trayectoria local sólida, y que estén al tanto de las particularidades de los mercados Latinoamericanos, así como de los cambios legislativos y requisitos para establecer una compañía en la región sin poner en riesgo sus operaciones internacionales.

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