artículo científico
Diagnóstico clínico del perro atópico- Rejas J. y Goicoa A.
Diagnóstico clínico del perro atópico
1Juan
Rejas López, 2Ana Goicoa Valdevira
1Dpto.
Medicina, Cirugía y Anatomía Veterinaria. Universidad de León.
2Dpto.
Ciencias Clínicas Veterinarias. Hospital Clínico Veterinario Rof Codina. Universidad de Santiago de Compostela
(Campus de Lugo).
Pododermatitis bilateral
Tabla 1 Criterios diagnósticos de dermatitis atópica Las dermatitis atópicas humana y canina presentan numerosas similitudes19. Su diagnóstico se fundamenta en la presencia en el paciente de al menos una parte de los criterios clínicos fuertemente asociados a la enfermedad, conjuntamente con la eliminación de otras dermatitis clínicamente similares 8. Recientemente se ha redefinido el concepto de la dermatitis atópica canina, como una dermatopatía pruriginosa, inflamatoria y de naturaleza alérgica, predispuesta genéticamente, y que presenta signos clínicos característicos asociados con la presencia de IgE principalmente dirigidas contra alérgenos ambientales, hablándose de dermatitis similares a la atópica en los casos de dermatopatías pruriginosas e inflamatorias con signos idénticos a los de la dermatitis atópica, pero en los que la respuesta de IgE contra alérgenos no queda demostrada9. De acuerdo con las definiciones anteriores, en este artículo vamos a abordar el diagnóstico clínico de las dermatitis atópicas y de las similares, teniendo en cuenta que para este diagnóstico, el diagnóstico clínico, no se precisa de la demostración de la existencia de IgE.
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Hemos de recordar que la positividad a una prueba intradérmica o a un test serológico de IgE específica de alérgeno no sirve para diagnosticar la enfermedad. El diagnóstico de la dermatitis atópica es clínico, y se fundamenta en la presencia de signos clínicos característicos de la misma, y en el descarte de otras dermatopatías clínicamente similares. Las pruebas intradérmicas y serológicas solo sirven para seleccionar los alérgenos a usar en el caso de instituir un tratamiento de inmunoterapia específica de alérgeno, y para poder instaurar medidas que eviten en la medida de lo posible el contacto con los mismos.
Aunque nunca se llegó a demostrar su validez con ensayos científicos, durante muchos años se usó la propuesta que realizó Willemse32 en 1986 (tabla 1), basándose en los criterios que Hanifin y Rajka10 propusieron pocos años antes para el diagnóstico de la dermatitis atópica en medicina humana. Según estos criterios, para que un perro se considerara atópico necesitaba presentar al menos 3 caracteres principales y 3 secundarios. De forma similar a lo que ocurría con los criterios usados en medicina humana, los propuestos por Willemse, aparte de no haber sido validados, tenían ciertos inconvenientes28: unos eran poco específicos (dermatitis crónica), otros infrecuentes (hiperhidrosis) y otros eran frecuentes en perros no atópicos (pioderma o conjuntivitis). Años más tarde, en 1994, Williams y col.33-35 propusieron en medicina humana unos nuevos criterios, conocidos como los del Reino Unido, más simples y fiables. De forma similar, en 1998 Prélaud y col.28 propusieron unos criterios más simples para el diagnóstico de la dermatitis atópica canina.
Caracteres primarios • Prurito • Morfología y distribución típica: (1) facial o digital (2) liquenificación de la superficie flexora de la articulación tarsal o la superficie extensora de la articulación carpal • Dermatitis crónica o crónica recidivante • Historia familiar o individual de atopia • Predisposición de raza
Caracteres secundarios • Aparición de los síntomas antes de los 3 años • Eritema facial y queilitis • Conjuntivitis bilateral • Foliculitis superficial estafilocócica • Xerosis • Hiperhidrosis • Positividad a la prueba intradérmica inmediata • Aumento de IgE específica de alérgeno
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