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Argentina en medio de una hecatombe internacional

Natalia MOTYL

Lic en Economía UBA, directora de NM consultoraI.

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Hace unas dos semanas atrás nos enteramos que la inflación anual en nuestro país había superado los tres dígitos. La inflación en febrero marcó un 6,6% mensual. 9,8% mensual en alimentos. 13% de inflación acumulada. Lo que México acumula en 2 años, lo que Paraguay, Estonia o USA en 3 años. Lo que España, Alemania o Canadá en 4 años y lo que países como Australia en 6 años.

Un desmadre inflacionario. Prácticamente cuando la inflación se ha erradicado en gran parte del mundo Hoy el promedio de inflación mundial está en 4%. La mayor tasa de inflación mundial desde mediados del siglo pasado fue del 14,0% en 1980. Desde la noticia, el gobierno emprendió un camino sinuoso entre manotazos de ahogado. El último de ellos, y más lamentable, el uso de los bonos en dólares, bajo legislación de Nueva York, del FGS, es decir, de la plata de los jubilados.

Lejos queda Alberto cuando lanzaba su campaña allá por el 2019 bajo el slogan “Entre los jubilados y los bancos, me quedo con los jubilados”. Cuatro años después le tocó escoger entre los jubilados y los bancos, sin que le tiemble el pulso, decidió por los bancos. Vamos a entenderlo en términos bien sencillos. Los organismos y bancos estatales tienen bonos en dólares. Como el caso de la ANSES con el FGS. Con el rendimiento de esos activos, la ANSES puede hacer frente al pago de jubilaciones, por ejemplo, cuando haya una crisis económica y el Estado no tenga con que financiar el Sistema Previsional. Cuando se creó, había 24 meses para pagarle a los jubilados, hoy sólo 4.

Esos bonos en dólares los obligó el gobierno a cambiarlos por letras en pesos por más de US$4.000 millones a un plazo de 10 años. Para que entendamos, ellos tenían bonos que cotizan en dólares bajo legislación NY como GD 2029, 2030, 2035 y 2041. A cambio le dan títulos públicos bajo legislación local atados al dólar oficial y a la inflación. La idea es sacar esos títulos del mercado norteamericano y hacer bajar la cotización de dólares financieros.

Prácticamente le están sacando guita al sector público, entre ellos la ANSES, para darles dólares baratos al sector privado Sin embargo, el problema en el mercado cambiario tampoco no se resuelve. Hay factores desde lo internacional como lo local que presionan al alza los dólares. Por un lado, el contexto internacional se volvió adverso para la Argentina: precios de alimentos que corrigieron a la baja desde julio de 2022. La Argentina se vio altamente beneficiada que aseguró entrada de dólares por efecto precio. En el último año, los precios de los alimentos subieron un 18% en comparación con 2021. Aunque hoy ya se encuentran un 3% por debajo de los valores de febrero de 2022. Se espera una estabilización de los precios de los alimentos a lo largo de todo este año, con una caída anual del 6%, posicionándose 4% por debajo de los valores de enero de 2022. ii) problemas financieros a nivel internacional que presiona sobre la salida de capitales hacia países con riesgo menor e incrementa tasas de sobrecarga de países como Argentina y iii) políticas monetarias más contractivas que también tienen efecto negativo en países como Argentina de hasta 24 meses.

Por el lado local, la incertidumbre que genera el año electoral y la expectativa de que el próximo gobierno devalúe la moneda presiona sobre valor de activos locales hoy y genera mayores presiones sobre demanda de dólares. ii)política de tipo de cambio atrasado que desincentiva la liquidación del agro y, por ende, menor entrada de dólares iii) mayores presiones sobre dólares para importaciones de insumos que afecta hoy a la actividad económica local iv) peor sequía de últimas 6 décadas v) altas temperaturas que presionan sobre importación de energía ví) gripe aviar que afectó precios de pollo que Argentina es uno de los grandes exportadores y vii) más emisión monetaria futura con incremento de deuda remunerada.

Por todos estos factores, hoy los dólares paralelos presionan al alza.

CONTEXTO INTERNACIONAL ADVERSO

El factor que hoy más presiona sobre los mercados es uno que está fuera de nuestras manos: la inestabilidad financiera global después del quiebre de Silicon Valley Bank (SVB) que generó un cimbronazo internacional. El SVB es el banco en USA que presta plata a empresas nuevas y es socio bancario de gran parte de empresas tecnológicas en este país. Dan capital a aquellas empresas que no están en la bolsa, inicialmente. Realizó inversiones a grandes empresas como Google, Facebook, Netflix, entre otras. Imagínense que era uno de los bancos más importantes de USA.

En 2020, durante el shock exógeno que significó la Pandemia, se inyecta muchísima liquidez al sistema. Había plata a mansalva, se invierte en hasta acciones memes. Las empresas tecnológicas se ven súper beneficiadas. Muchas de ellas estaban sobrevaluadas. Ya uno a finales de 2020 proyectaba que iba a haber una corrección.

Efectivamente, el año pasado el panorama empieza a cambiar y las empresas tecnológicas comienzan a verse afectadas por la suba de tasas de interés de la FED. Las expectativas cambian y empiezan a caer las acciones de estas empresas (pensemos que las acciones hoy reflejan el rendimiento que esperamos de esa empresa mañana). Como subía la tasa de interés, los inversores preveían que eso iba a afectar la actividad económica (porque sumado a una inflación que no se sabía si iba a ser transitoria o no).

El miedo a una estanflación se acrecentaba y cuando estás frente a una estanflación, la gente se vuelve más pobre, crece el desempleo, se contrae la oferta y la demanda. Ante este panorama de crisis las empresas más afectadas son las que venden lo menos necesario Véanlo en términos sencillos. Cuando cae el salario ustedes qué hacen, prefieren no renovar el celular por el último modelo y se vuelcan a consumir lo más básico. Por eso cuando salen estas noticias a las empresas que más le afectan son a las no tradicionales. Por otra parte, cuando sube la tasa de interés, los bonos del Tesoro norteamericano se vuelven más atractivos y los capitales fluyen hacia estos puertos más seguros. Es por eso que cada suba de tasas afectaba los activos locales.

En resumen, terminó afectando a las empresas tecnológicas en las que invertía este banco. Hubo muchos despidos de personal, recortes, etc.

Eso termina perjudicando al banco. Los inversores dejan de apostar sobre start ups, prefieren no invertir en empresas tecnológicas, se abren menos empresas nuevas tecnológicas (contracción de liquidez), etc.

Asimismo, durante la época de mayor liquidez (con el dinero barato 2020/21) el banco mete plata en bonos hipotecarios (que terminaron golpeados por la suba de tasas). Los activos del banco se incrementaron en un 214%, los depósitos subieron en un 220%.

Tenían papeles que tenían un rendimiento anual de 1,6% cuando los bonos del Tesoro tenían un rendimiento de más del 4% Estaban perdiendo plata, tenían problemas de solvencia.

El banco ante esto empieza a vender acciones para obtener más liquidez (por US$21.000 millones), eso genero mayor pánico y la gente empezó a sacar la plata de sus cuentas. Los depósitos cayeron en US$28.000 millones. Lo que sucedió en el SVB terminó afectando a todos los bancos. En especial, a países vulnerables como el nuestro. Los capitales terminaron yéndose del país hacia puertos más seguros. De hecho, el Índice Vix, que mide el miedo inversor, y anticipa la dinámica de las inversiones en las próximas cuatro semanas, muestra una salida de capitales desde países emergentes.

Este contexto impacta sobre el valor de los activos denominados en moneda local y genera una mayor demanda de activos denominados en moneda extranjera. Obviamente, profundiza los problemas preexistentes de nuestro país con la agudización de la crisis de confianza.

Y esto no termina ya que ya hay más bancos internacionales que están siendo afectados por la crisis de SVB. De hecho, provocaría aún más la crisis local. Por lo tanto, cualquier cantidad de dólares va a ser insuficiente para calmar al mercado cambiario. Todo lo contrario, erosionas aún más el sistema previsional por el muy corto plazo. Desafortunadamente, todo lo que está haciendo el gobierno va en sentido contrario, tratando de aplicar parches cuando la crisis golpea tanto desde lo local como internacional.

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