Carta semanal 29 junio 2016

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Caracas, 29 de junio de 2016

Hecha la validación de firmas, la oposición tendrá que superar muchos más escollos para que se haga a tiempo el referéndum revocatorio. El chavismo podría concentrar sus esfuerzos en dilatar el proceso más que suspenderlo del todo

La odisea electoral ontra viento y marea, la oposición consiguió que más de 1% de los electores en todos los estados del país validara sus firmas a favor del referéndum revocatorio. Para lograrlo, los ciudadanos tuvieron que sortear más escollos y desafíos que Ulises en La Odisea. Ahora el Consejo Nacional Electoral audita las huellas que, de pasar la prue-

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ba en suficiente cantidad, legitimarán a la Mesa de la Unidad Democrática como asociación de ciudadanos que solicite formalmente la consulta. Al igual que el héroe homérico, quienes apoyan su celebración todavía tienen un largo camino por delante plagado de peligros, desde una demanda ante el máximo tribunal de la República hasta una interpretación de las normas que reduciría a un mínimo el

tiempo para la próxima colecta de expresiones de apoyo. La oposición debe realizar el revocatorio antes de que se cumplan cuatro años del período de Maduro para que el mandato no sea completado por el vicepresidente. Ulises no solo debía volver a Ítaca, sino que además tenía que hacerlo antes de que los pretendientes le arrebataran su esposa y terminaran de arruiCont. en la pág. 2


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>> Viene de la pág. 1

nar su palacio. En la épica griega y la realidad actual venezolana, el tiempo es el principal reto.

Semana tortuosa De 1.352.052 personas convocadas por el CNE a validar sus firmas, solo 409.393 lo hicieron, poco menos de la tercera parte. El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, encargado por Maduro de encabezar la comisión oficialista que busca evitar el revocatorio, celebró estos resultados como la prueba de que la enorme mayoría de los signatarios se arrepintió y no quiso ser parte del "fraude" de la MUD. Sin embargo, a lo largo de la semana la prensa nacional reportó que en todo el país se cerraban los puntos de validación con largas colas de votantes que se quedaban sin llegar a la meta. Aunque las autoridades del CNE han dicho reiteradas veces que la institución garantiza los derechos políticos de todos los venezolanos, la logística implementada para la validación estuvo diseñada desde un principio de manera tal que fuera matemáticamente imposible que todos los llamados pudieran cumplir. El ente comicial solamente habilitó 300 captahuellas para atender a toda esta población. En promedio cada persona tarda alrededor de un minuto en validar. El horario de atención era de 8:00 am a

12:00 m y de 1:00 pm a 4:00 pm, con una pausa para almorzar. Eso es un total de siete horas diarias. Si no hubiera habido ningún tipo de falla o retraso y todos las máquinas hubieran trabajado a su capacidad máxima, cada hora aproximadamente 18.000 personas habrían aportado sus huellas, 126.000 cada día y un total de 630.000 en toda la semana. Eso es menos de la mitad del universo de electores convocados. Las captahuellas no fueron distribuidas de manera que atendieran óptimamente a los firmantes. Muchas fueron concentradas en zonas remotas de municipios poco poblados, dejando los centros con alta densidad demográfica con menos opciones. Por ejemplo, en Miranda, un solo aparato fue destinado para el municipio Sucre, el más poblado de la entidad. A Baruta, el segundo con más habitantes, no le otorgaron ninguno. En cambio, en Pedro Gual (Cúpira), el menos poblado, dispusieron tres. Esta situación se replicó en el resto de los estados. La MUD denunció que el CNE incluso llevó captahuellas a municipios donde no vive ni siquiera un firmante. Los electores tuvieron que lidiar con el acoso de grupos identificados con el oficialismo. Las más de las veces estos incidentes no pasaban de la colocación de "puntos rojos" junto a las colas, con

Rodríguez espera que TSJ se pronuncie sobre demanda que podría detener la convocatoria a revocatorio

música a todo volumen y gritos de consignas oficialistas y amedrentamiento de firmantes. Pero hubo casos de violencia física. En la parroquia Macarao del Distrito Capital, civiles arrojaron bombas lacrimógenas a quienes esperaban para validar. Varios huyeron sin poder cumplir la meta e incluso hay denuncias de que, en medio del caos, les robaron sus pertenencias. En Santa Cruz, municipio Lamas, Aragua, otra cola fue agredida a piedras por desconocidos. También les rociaron gas. A la diputada opositora Dinorah Figuera (Primero Justicia), presente en el lugar, le rompieron varios vidrios de su camioneta. A veces el obstáculo estaba en la ruta hacia el punto de validación. En Aragua una carretera usada por las caravanas de firmantes organizadas por la MUD amaneció bloqueada por árboles derribados. Algunas personas, a falta de vías terrestres para vehículos, cruzaron un río a pie con tal de llegar. La oposición también ha denunciado que el trayecto de varias caravanas fue interrumpido por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, que revisaban sin necesidad los documentos de los firmantes. En líneas generales, el CNE no consideró que ninguna de estas situaciones ameritaba una extensión del horario de atención de los interesados en corroborar su apoyo al revocatorio. A las 3:00 pm, cuando faltaba una hora para el cierre de cada jornada, se hacía un conteo de las 60 primeras personas en la cola. Solo a estas se les permitía validar por el día, sin importar cuántos perdieran su oportunidad. Tania D'Amelio, rectora del ente comicial (y antes de eso diputada a la Asamblea Nacional por el oficialismo por dos períodos consecutivos) defendió esta rigidez argumentando que la recolección de firmas no es una elección, sino un proceso administrativo para legitimar a la MUD como asociación de ciudadanos que solicite el revocatorio. Sin embargo, una semana antes esa misma inflexibilidad no se observó du>> Cont. en la pág. 3


>> Viene de la pág. 2 rante el proceso para el retiro de firmas, una exigencia del oficialismo a la que el CNE cedió a pesar de no estar en el reglamento. Periodistas que cubrieron esta etapa reportaron que el ente comicial trabajó por más horas, sin pausa en el mediodía. El contraste es llamativo, dado que solamente algo más de 5.400 personas pidieron la anulación de sus firmas en toda la semana, mucho menos que quienes validaron en cualquiera de los días habilitados para el proceso.

Validar la validación El propósito de las captahuellas es que el ciudadano deje constancia de que su identidad no fue usurpada para firmar por el referéndum revocatorio. En teoría debería ser un proceso automático, pero el CNE decidió hacerlo de otra forma. Eugenio Martínez, periodista especializado en temas electorales, explicó en la más reciente entrada de su blog que el ente emisor pudo utilizar un sistema similar al empleado durante las elecciones, que permite la verificación en tiempo real. "Sin embargo, los rectores optaron por un proceso en el cual solo se registró digitalmente la huella de las personas que acudieron a validarla, para después realizar una revisión posterior", dijo. El comunicador explica que "según la normativa del CNE, el proceso de auditoría y revisión biométrica que se le hará a las firmas tarda 20 días hábiles". Si el proceso comenzó el lunes de esta semana, debería haber concluido para el viernes 21 de julio. Sin embargo, la presidente del CNE, Tibisay Lucena, ha dicho que será el 26 de ese mes cuando se en-

tregue el informe final que certifique si se cumplió con el requisito de 1%. Según Martínez, el proceso se realiza de la siguiente manera: "Todas las huellas serán comparadas digitalmente contra el archivo de impresiones dactilares del organismo comicial. Si en esta comparación 1:1 el AFIS (Automated Fingerprint Identification System, o Sistema automatizado de identificación de huellas digitales) utilizado por el CNE identifica positivamente a un ciudadano, se considerará que su firma fue validada correctamente. Los registros que superen esta revisión digital serán los que el CNE considere para evaluar si se cumple la meta de 1% de firmas en cada estado", detalla. Añade que "para los técnicos de la oposición dedicar 20 días hábiles a este proceso es inncesario, especialmente si se considera que el organismo comicial (según los datos que se tienen de las últimas elecciones) puede validar las huellas de hasta 400 mil personas en dos horas". Aclara que si en la revisión una huella no coincide con el archivo del CNE, no es anulada de inmediato. "Esos registros pasarán a un proceso de revisión manual, en el cual dactiloscopistas contratados por el organismo comicial analizarán si la impresión dactilar del firmante coincide en los 12 puntos característicos de la huella con la información almacenada por el CNE. Si los dactiloscopistas determinan que la huella almacenada entre el 20 y 24 de junio coincide con el registro del CNE, entonces esa firma será considerada como válida", explica. La oposición es consciente de que el

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examen dactiloscópico puede excluir un número indeterminado de huellas. Por eso se abocó a conseguir un superávit de rúbricas en todos los estados del país. En todos lo logró, pero en no con igual excedente. Mientras que en Miranda fueron recabadas las firmas de 3,69% de los inscritos en Nueva Esparta fue 1,27%. Los estados en los que el "colchón" de huellas excedentarias es más pequeño son más vulnerables a que se les despoje del objetivo de haber pasado la meta.

Las amenazas del alcalde Los peligros que corre el revocatorio no provienen solamente de su ente rector, el CNE. El lunes 13 de junio, Jorge Rodríguez introdujo un recurso de amparo en el Tribunal Supremo de Justicia contra la MUD por la consignación de 53.358 firmas que, según el ente comicial, constituyen delitos contra el Registro Electoral (signatarios fallecidos, inhabilitados, etc.). El alcalde no detalló qué esperaba de esta demanda, pero dijo que el oficialismo busca que "no se realice el revocatorio mediante un gigantesco fraude". El Poder Judicial aún no se ha pronunciado con respecto al recurso. El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, ha dicho varias veces que el TSJ prepara un fallo para prohibir la celebración de la consulta. Muy probablemente quiere decir que esta sería la respuesta de la corte a la demanda oficialista. En vista de que el objetivo primordial de la cúpula chavista no es la realización del revocatorio en sí misma, sino que el

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4 DESCIFRADO >> Viene de la pág. 3 proceso no se lleve a cabo este año, la orden del TSJ pudiera ser algo más sutil que una suspensión definitiva. Podría, por ejemplo, ordenar al CNE que paralice la convocatoria a la consulta mientras se realiza una investigación sobre las denuncias de Rodríguez, pesquisa que podría durar meses. Incluso si los resultados no arrojaran evidencia que amerite sanciones contra la MUD, se habría cumplido con el objetivo de retrasar el revocatorio, sin evidenciar tanto a los ojos del mundo la negativa a permitir a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos constitucionales. Por otro lado, el alcalde de Caracas dijo esta semana que si el CNE da el visto bueno a la validación en todo el país, el oficialismo exigirá que la siguiente etapa, la recolección de huellas de 20% de los inscritos en el Registro Electoral, se haga en un solo día. Su argumento es que, como Maduro fue electo en menos de 24 horas, lo "justo" sería que la colecta de manifestaciones de apoyo a un revocatorio que lo sacaría al Presidente de Miraflores debe durar lo mismo. El reglamento sobre referendos revocatorios fija en tres días este proceso. De acuerdo con la interpretación chavista, ese lapso se desglosa en una jornada para instalar los puntos de recolección, otra para atender a los electores y la tercera para desinstalar los puntos.

¿Hay o no hay tiempo? Supóngase que todo sale bien en la auditoría de huellas del CNE y que el TSJ no interviene de manera dilatoria. El miércoles 27 de julio el ente comicial estaría entregando a la MUD la constancia de estar legitimada como asociación de ciudadanos. Desde esa posición, al día siguiente (jueves 28) la coalición opositora

Directora: Cindy Medina Redacción: Alejandro Armas Asistente de prensa: Gabriel Vargas

deberá pedir formalmente la activación del revocatorio. El organismo electoral tiene dos días hábiles (viernes 29 y lunes 1 de agosto) para remitir la solicitud a la Comisión de Participación Política. En un artículo en el portal Prodavinci, el abogado constitucionalista José Ignacio Hernández describió como algo exagerado tomarse todo ese tiempo, ya que esta división opera en la propia sede del CNE. Como muy tarde la comisión tendría el documento el 1 de agosto. Tiene 15 días continuos para revisarlo. Para Hernández este es otro período innecesariamente largo, pues el texto tendría como mucho tres páginas. Esta etapa tendría que estar lista el 17 de agosto. A continuación la Junta Nacional Electoral tendrá hasta 15 días hábiles para definir cuáles serán los puntos para recolectar las manifestaciones de voluntad del 20%. Ese lapso vencería el miércoles 7 de septiembre. Siguen los tres días de recolección, hasta el 10 de septiembre. La Junta Nacional Electoral cuenta con 15 días hábiles para auditar las huellas (hasta el 30 de septiembre). De nuevo, Hernández sostiene que abarcar las tres semanas es

Gerente de Administración y Finanzas: Mirla Moros Jefe de Mercadeo y Ventas: Ileana Hidalgo

exagerado, toda vez que existe la capacidad técnica para hacerlo en 48 horas. Hecho esto, el CNE tiene tres días hábiles para convocar el referendo revocatorio (hasta el 5 de octubre). Entre este anuncio y la realización de la consulta hay un lapso que no puede pasar de 90 días continuos. De manera que, según calcula Hernández, el revocatorio podría realizarse el martes 3 de enero de 2017. Aunque la preocupación es sobre la posibilidad de llevar a cabo el referéndum antes de que termine 2016, el jurista plantea que esto no es necesario. Recuerda que el período presidencial vigente comenzó el 10 de enero de 2013. Es el mismo para el que Hugo Chávez fue electo por última vez, y Maduro lo está completando. Quiere decir que la interrupción del mandato sin que se hayan cumplido cuatro años debe ser antes del 10 de enero de 2017. Si Maduro es revocado antes de esa fecha, habrá que llamar a elecciones para los próximos 30 días. Más que lo diga o no diga un papel, en última instancia la celebración a tiempo del revocatorio dependerá de la presión ejercida sobre la dirigencia chavista. Ello en buena medida dependerá de la capacidad de la MUD para transformar el descontento social en reclamo político activo en la calle. Solo así Ulises volverá a tiempo a Ítaca. Seguiremos informando...

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