208 abril 2013

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Boletín de Estudios Económicos

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Boletín de Estudios Económicos

Abril 2013

Editado por la Asociación de Licenciados Universidad Comercial de Deusto

Vol. LXVIII Abril 2013 Núm. 208

Novedades en la información contable La información sobre capital intelectual ¿contable, extracontable o ambas? Leire Alcañiz y Fernando Gómez-Bezares Página 5 Fiabilidad de la información contable relativa al activo no corriente: algunos problemas y propuestas de mejora Oriol Amat y Marcos Antón Renart Página 23 Registro contable de los “Acuerdos conjuntos” Francisco Javier Domingo Página 39

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Deusto Business La Comercial A lumni

Avances en España. Hacia el reporting integrado Mª Luz Castilla y Margarita de Rosselló Página 61 El estado de fuentes y empleos de fondos como herramienta de análisis económico-financiero: una propuesta adaptada al nuevo PGC-2007 Javier Santibáñez Grúber y Amaia Apraiz Larragán Página 89 Información medioambiental obligatoria. Un análisis de empresas guipuzcoanas Nagore Aranguren Gómez, Elena Ochoa Laburu y Juan L. Ochoa Laburu Página 123

TEMAS LIBRES Internacionalización e interacción: estrategias para innovar en las Pymes vascas Massimo Cermelli Página 147 Responsabilidad social y ética. Aportaciones en el ámbito de los estudios sobre Responsabilidad Social Ignacio Aldeanueva Fernández y Carlos Angel Benavides Velasco Página 165 Bibliografía Página 183


Business lumni La Comercial A Deusto

Consejo de Redacción

BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS

Iñaki Arechabaleta Torróntegui Ramón Benguría Inchaurtieta Ricardo Calle Saiz Juan J. Echeberría Monteberría Antonio Freije Uriarte Jesús Lobo Aleu Ricardo López Alvarez Víctor M. Menéndez Millán José Angel Sánchez Asiaín José Luis Sanchís Armelles

Universidad Comercial de Deusto Hnos. Aguirre, 2. Apartado 20044 Teléfonos 94 445 63 45 - 94 445 22 12. Fax: 94 445 72 54 48080 BILBAO (España) E-Mail: boletin.lacomercial@deusto.es

Comité de Dirección Fernando Gómez-Bezares Susana Rodríguez Vidarte

Secretaria Gabriela Mateos Varas

Precios de suscripción: España, 40,90 €. Extranjero, 46,60 €. Números sueltos y atrasados: 1.ª Serie: Números 1 al 45: 17,60 €. 2.ª Serie: Números 46 en adelante: 21,20 €. Tarifa Especial Estudiantes: 25% de descuento

El Boletín de Estudios Económicos es una publicación de la «Asociación de Licenciados en Ciencias Económicas por la Universidad Comercial de Deusto». Esta Asociación se creó en 1922, y publica el Boletín ininterrumpidamente, desde 1942. Cada volumen anual, de alrededor de 600 páginas, se divide en tres números (abril, agosto y diciembre). Los artículos solicitados se aceptan en español e inglés. Su objetivo es la publicación de trabajos originales de economía teórica y aplicada, especialmente dedicada a los problemas de la Empresa. Al primer autor del artículo se le entregan 50 separatas del mismo y 3 ejemplares de la revista. El indice de la revista y los resúmenes aparecen en Internet: (http://www.lacomercial.deusto.es/). También puede consultarse en: Latindex; AEDEM-Bibliométrica; CSIC-CINDOC; Econlit; DICE, etc. Todos los artículos publicados en el Boletín de Estudios Económicos, han sido escritos expresamente para el mismo, y no pueden ser reproducidos, total ni parcialmente, sin citar su procedencia. Si están interesados en alguna reproducción, dirijanse a la dirección de la revista.

Publicación impresa en papel ecológico. I.S.S.N.: 0006-6249 Dep. Legal: BI 959-1958


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LETRAS DE DEUSTO Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNIVERSIDAD DE DEUSTO Director: José Antonio Ereño Altuna

VOL. 42

NUM. 136

JULIO-SEPTIEMBRE 2012

SUMARIO Págs.

COLABORACIONES ESPECIALES ARMANDO BESGA MARROQUÍN, Sobre la barbarie de los vascones en los primeros siglos de la Edad Media y algunas cuestiones de método .............................

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JUAN LUIS DE LEÓN AZCÁRATE, El imaginario en torno a la muerte y el más allá en las culturas andinas y amazónicas del Perú ...........................................

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ESTUDIOS MÓNICA MARTÍN MORALES Y JAVIER RUIZ ASTIZ, “Para común utilidad de las almas”: estudio tipológico de los manuales de confesores impresos en el siglo XVIII.....................................................................................................

135

NOTAS JUAN MANUEL ETXEBARRIA AYESTA, Matriarcalismo y el mundo vasco...............

169

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA DE JUAN, Pío Baroja: nuevas aportaciones y aclaraciones a su obra, ideas y personalidad (1918, 1931, 1936) .............................

185

EDUARDO SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, La poesía terrenal-contemplativa de José Luis Puerto y su relación con el romanticismo inglés .........................................

207

JOSÉ DOMINGO GÓMEZ, Nuevas formas de religiosidad. Algunas claves de su impacto y éxito ..............................................................................................

231

TEXTOS RECUPERADOS MANUEL URRUTIA LEÓN, La Revista “Los Aliados” y Unamuno. (Con dos textos desconocidos)................................................................................................

251

BEGOÑA LAMAS, Unamuno y la revista “España” ...............................................

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Boletín de Estudios Económicos Vol. LXVIII Abril 2013 Núm. 208

Novedades en la información contable Sumario Págs. Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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I. La información sobre capital intelectual ¿contable, extracontable o ambas?.- Leire Alcañiz y Fernando Gómez-Bezares, Universidad de Deusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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II. Fiabilidad de la información contable relativa al activo no corriente: algunos problemas y propuestas de mejora.- Oriol Amat, Universitat Pompeu Fabra y Marcos Antón Renart, Universidad de Murcia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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III. Registro contable de los “Acuerdos conjuntos”.- Francisco Javier Domingo, Socio Auditoria de PwC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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IV. Avances en España. Hacia el reporting integrado.- Mª Luz Castilla, Directora de PwC y Margarita de Rosselló, Senior Manager de Pwc . . .

61

V. El estado de fuentes y empleos de fondos como herramienta de análisis económico-financiero: una propuesta adaptada al nuevo PGC-2007.- Javier Santibáñez Grúber y Amaia Apraiz Larragán, Universidad Comercial de Deusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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VI. Información medioambiental obligatoria. Un análisis de empresas guipuzcoanas.- Nagore Aranguren Gómez, Elena Ochoa Laburu y Juan L. Ochoa Laburu, Deusto Business School. Universidad de Deusto

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TEMAS LIBRES VII. Internacionalización e interacción: estrategias para innovar en las Pymes vascas.- Massimo Cermelli, Universidad de Deusto . . . . . . . . .

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VIII. Responsabilidad social y ética. Aportaciones en el ámbito de los estudios sobre Responsabilidad Social.- Ignacio Aldeanueva Fernández y Carlos Angel Benavides Velasco, Universidad de Málaga . .

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IX. Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Dolan, Simón L.: Coaching por valores, por José Luis Arce . . . . . . . . . .

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BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 3-4)

PRESENTACIÓN El mundo de comienzos del tercer milenio se caracteriza de una manera destacada por la abundancia de información: información que llega muy rápidamente y a un precio muy bajo gracias a las nuevas tecnologías. Pero este hecho, en principio positivo, tiene también su lado oscuro: mucha información no es sinónimo de buena información, la rapidez puede ir en contra de precisión; en definitiva ¿quién garantiza la calidad de la información? En el mundo económico, cuando se trata de trasladar información desde las empresas a los diferentes partícipes sociales o stakeholders, cuando se trata de informar a los mercados, un instrumento fundamental es la contabilidad. La información contable tiene la ventaja de estar altamente estandarizada: sigue unas reglas determinadas y se somete a unos procedimientos de auditoría que permiten a sus usuarios saber cómo interpretarla y tener confianza en ella; pero también tiene sus limitaciones: precisamente por tener que ser utilizada por distintos colectivos, y con diferentes objetivos, da la información de manera que no satisface plenamente a ninguno. A la información contable se va añadiendo, cada vez más, la información extracontable, menos rígida, pero también menos fiable. Una posibilidad que están practicando algunas empresas es pedir a los auditores que validen, de alguna forma, esa información extracontable; pero todavía nos queda bastante por avanzar en ese tema. En un mundo cada vez más complejo y globalizado, la información que transmiten las empresas va evolucionando, tratando de ganar en credibilidad y adecuación a las necesidades de los diferentes usuarios, pero esta es una terea complicada. Por otro lado, la crisis que comenzó en 2007, y algunos sucesos anteriores, nos han dejado a todos la impre-


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PRESENTACIÓN

sión de que muchas informaciones han resultado poco fiables. En definitiva, si siempre debemos estarnos preguntando si la información que se transmite a los stakeholders es la adecuada, parece que nos encontramos en unos años en los que a este tema debemos prestarle una especial atención, razón por la que le dedicamos la parte monográfica de este número del Boletín de Estudios Económicos. Comienza este Boletín con un artículo de Leire Alcañiz y Fernando Gómez-Bezares sobre el capital intelectual, en el que se decantan por simultanear la información contable y extracontable para informar del mismo. A continuación Oriol Amat y Marcos Antón Renart exponen problemas en la valoración de los activos no corrientes, como los inmuebles y los intangibles generados internamente; planteando también alternativas para la mejora de la información. Después, Francisco Javier Domingo trata de la contabilización de los acuerdos conjuntos, que se han puesto de moda, y tienen que someterse, en breve, a nuevos criterios contables. Mientras Mª Luz Castilla y Margarita de Rosselló estudian el reporting integrado, viendo avances en las principales empresas españolas, pero reconociendo también que queda mucho camino por recorrer. Javier Santibáñez y Amaia Apraiz estudian el estado de fuentes y empleos de fondos y su adaptación al Plan General de Contabilidad de 2007. Y Nagore Aranguren, Elena Ochoa y Juan L. Ochoa presentan un trabajo empírico sobre el cumplimiento de la normativa contable en relación a la información medioambiental por parte de grandes empresas guipuzcoanas. Termina este número del Boletín con dos trabajos de temática diferente a la del monográfico: Massimo Cermelli aborda la internacionalización, la interacción y la innovación en las PYMEs vascas, destacando el ámbito territorial, y, finalmente, Ignacio Aldeanueva y Carlos Ángel Benavides estudian las aportaciones en al campo de la Responsabilidad Social. Confiamos en que este nuevo número del Boletín de Estudios Económicos sea del agrado de nuestros lectores, a la vez que queremos aprovechar la ocasión para agradecer su trabajo a los autores de los artículos. EL COMITÉ DE DIRECCIÓN


BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 5-21)

LA INFORMACIÓN SOBRE CAPITAL INTELECTUAL ¿CONTABLE, EXTRACONTABLE O AMBAS? INTELLECTUAL CAPITAL INFORMATION: ACCOUNTING, NON-ACCOUNTING INFORMATION OR BOTH? Leire Alcañiz Fernando Gómez-Bezares Universidad de Deusto

RESUMEN En una economía basada cada vez más en el conocimiento, en un sentido amplio, la información sobre el capital intelectual de las empresas es cada vez más necesaria para accionistas, acreedores, trabajadores…, y, por supuesto, para los directivos de las organizaciones que tienen que gestionarlo. La contabilidad es un instrumento privilegiado para transmitir la información relevante de la compañía, y se han hecho avances para que se incluyan en los estados financieros algunos elementos del capital intelectual como activos intangibles; pero, en nuestra opinión, no estamos preparados para introducir toda la información sobre capital intelectual en la contabilidad, por lo que hay que completarla con información extracontable. Palabras clave: Capital intelectual, activos intangibles, contabilidad. SUMMARY In an economy increasingly based on knowledge, in its broad sense, intellectual capital information is becoming necessary for shareholders, creditors, employees… and, of course, for top managers of organizations who have to manage it. Accounting is an exceptional instrument to report the relevant information of the firm, and some improvements have been made in order to include intellectual capital elements in financial statements, such as intangible assets. Anyway, in our opinion, firms are not ready to recognise all IC information in the accounting books, so this information should be completed with non-accounting information. Key words: Intellectual capital, intangible assets, accounting.

1. Introducción Hoy en día, las economías desarrolladas han evolucionado y han pasado de fundamentarse en sectores industriales intensivos en capital hacia el sector servicios o hacia industrias basadas en el conocimiento o


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“empresas del tercer milenio” (Brooking, 1997). Las empresas de este tipo no lograrán su ventaja competitiva en base a sus activos materiales o en función de sus fuentes de financiación, sino que se crea riqueza como resultado del conocimiento y la innovación continua (PRISM, 2003; Nonaka, 1991); es decir, a través del capital intelectual en general. Sin embargo, la contabilidad tradicional no se centra en informar sobre este tipo de elementos no materiales ni financieros, que son clave hoy para generar valor en la empresa, aunque poco a poco se ha ido normalizando el reconocimiento de parte del capital intelectual como activos. Aunque como podrá comprobarse, la creación de normas sobre activos intangibles puede resultar una tarea compleja y lenta. Lo que aquí se pretende es, en un primer momento, introducir el concepto de capital intelectual, ver en qué consiste y a quién puede interesar o beneficiar obtener más información sobre él. En la siguiente sección, centraremos nuestra atención en aquellos elementos que aparecen en los estados financieros y que reconoceremos como activos intangibles. Se desarrollará la contabilización de algunos de los intangibles y se podrá observar cómo aún existen diferencias entre distintas normas de contabilidad empleadas en diversos países. Posteriormente, se comentarán algunos métodos o proyectos que se han desarrollado y aplicado en empresas, con el fin de obtener información sobre el capital intelectual que no es reconocido en los estados financieros y que pueden aportar no sólo valoraciones económicas, sino también indicadores que no conllevan una valoración en unidades monetarias. Finalmente, se presentan algunas conclusiones. 2. El Capital Intelectual Las organizaciones en general emplean tres tipos de capital: el capital físico, el capital financiero y el capital intelectual (Marr, 2005; Lynn, 1998) y con el paso del tiempo este último tipo de capital ha adquirido gran relevancia dentro de las organizaciones. Una de las primeras definiciones que se realizó y que ha tenido éxito en el mundo de la gestión, fue la propuesta por Edvinsson y Malone (1997). Lo definen como la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con los clientes y habilidades profesionales que proveen a la compañía de ventaja competitiva en el mercado. A su vez el capital intelectual (CI) puede dividirse en tres categorías: el capital humano que abarca el conocimiento, habilidades, experiencia, capacidad para el tra-


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bajo en equipo, etc. de los empleados; el capital estructural que estaría compuesto por la estructura organizacional, patentes, marcas, etc. de la organización; y, finalmente, el capital relacional que comprendería las relaciones con los agentes externos a la empresa, como proveedores, clientes u organismos gubernamentales. Autores como Sveiby (2000), Cañibano et al. (2002) o Marr (2005) emplean esta división tripartita. El CI es relevante para los gestores y las personas que tienen una visión interna de la empresa, así como para aquellos que ven la empresa desde una perspectiva externa y, por lo tanto, cobra cada vez mayor relevancia saber medirlo y gestionarlo. Dado que la información puede suministrarse contablemente o mediante informes extracontables, se ha discutido mucho si la contabilidad debe realmente proporcionar mediciones e información sobre el capital intelectual de las empresas. Hay que tener en cuenta que la contabilidad sirve a muchos colectivos y muy distintos entre sí, por lo que desde nuestro punto de vista, la normativa contable debe ser prudente cuando hablamos de capital intelectual. Por un lado, se encuentran los partícipes sociales que desearían disponer de la mayor cantidad de información posible, incluyendo mediciones de los activos y pasivos intangibles o valoraciones económicas de los mismos incluidas en los estados contables. Por otro lado, estarán los stakeholders para los que valorar los activos intangibles e incluirlos dentro de los estados financieros pueda suponer un perjuicio. En el primero de los casos, es importante para los gestores conocer qué recursos posee la empresa, qué la hace fuerte frente a la competencia, y qué nuevos recursos necesita para el futuro. Por ello, la información debe estar disponible para los directivos de manera que puedan mejorar la gestión, crear nuevas estrategias para obtener su mayor potencial, tomar mejores decisiones y monitorizar los resultados obtenidos. Los inversores también se pueden ver beneficiados por la información sobre CI, ya que podrán evaluar de forma más precisa el presente y el futuro de la empresa y valorar de una forma más fiel la compañía. Asimismo, ya que los empleados son un elemento fundamental en el capital intelectual y en el tipo de empresas de las que estamos tratando, saber su importancia en el valor del negocio puede suponer una fuente de motivación para ellos y se pueden ver beneficiados por las estrategias de formación y desarrollo que lleve a cabo la compañía tratando de aumentar el valor de su capital humano (Guthrie, Petty y Ricceri, 2007; Andriessen, 2004; Sveiby, 2000).


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Sin embargo, para agentes externos como los proveedores, acreedores o entidades financieras, aunque una mayor información sobre CI facilitaría la comprobación de si una compañía va a ser un buen cliente o va a poder hacer frente a sus deudas, hay que tener en cuenta que muchos de estos elementos (como por ejemplo: el know-how) no son fácilmente liquidables o tienen un mercado dudoso, lo que puede hacer que el acreedor se sienta defraudado por los estados financieros cuando en el activo aparecen partidas muy importantes de capital intelectual, ya que en caso de quiebra probablemente no pueda conseguir su venta y no se consigan fondos para el pago de las deudas. Pongamos como ejemplo el caso de una empresa del sector financiero muy prestigiosa, y que por tanto tendría gran capital relacional, en la que se descubre que se han llevado a cabo actividades ilegales. Al hacerse pública dicha información, el prestigio de la empresa caería y en caso de haber sido registrado en el balance de situación, este activo se volatilizaría, sin dar tiempo siquiera a poder realizar un deterioro de valor. Por lo tanto, es necesario que aquellos activos intangibles que sean registrados, se contabilicen con prudencia. Existen elementos del capital intelectual que son muy difíciles de valorar y que autores como Caddy (2000) denominan activos intelectuales, y otros elementos que son más fáciles de valorar y pueden registrarse en la contabilidad de las empresas, denominándose en la literatura y distintas normativas contables como activos intangibles. Como se verá en el siguiente punto, las normas contables son restrictivas y no permiten contabilizar como activos los gastos si no es relativamente seguro que se podrán controlar los recursos económicos que generen en el futuro. Los activos intangibles pueden ser identificables (cuando se conocen los gastos específicos en que se ha incurrido para la obtención de un activo exacto) o no identificables (cuando tras una combinación de negocios no se puede identificar un activo exacto y queda contabilizado como fondo de comercio), pero en ambos casos quedarán registrados en el balance de situación de la empresa. Por otro lado, hay elementos que no pueden contabilizarse pero que pueden identificarse y ser medidos de alguna manera, aunque no conlleve una valoración económica. En este caso, los denominaremos activos intelectuales definidos. Podrían ser activos intangibles si hubiesen sido adquiridos externamente, provocando un movimiento de tesorería y haciendo más fiable la valoración al haber un tercero ajeno a la empresa dispuesto a intercambiar el elemento a un precio. Sin embargo, muchos


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elementos al generarse internamente (fondo de comercio, marcas, listas de clientes, etc.) no pueden ser reconocidos contablemente. Finalmente, denominaremos activos intelectuales abstractos a aquellos elementos del CI que los miembros de la organización intuyan o tengan la sensación de que existen en la empresa, pero que no puedan identificar, medir o valorar correctamente. Normalmente este tipo de activo no podría ser comprado o vendido individualmente, sin una combinación de negocios. En la figura 1 se puede observar un resumen de lo que aquí se ha comentado. Figura 1 División del Capital Intelectual de acuerdo a lo simple que resulte identificar, medir, valorar y contabilizar los activos

ACTIVOS INTANGIBLES

Activos intangibles identificables (ej.: I+D, patentes, ...)

Activos intangibles no identificables (ej.: fondo de comercio adquirido)

ACTIVOS INTELECTUALES

Activos definidos (ej.: marcas, listas de clientes, ... generados internamente) Activos abstractos (ej.: imagen, juventud, cultura, ... )

Reconocidos contablemente – Estados financieros

No Reconocidos contablemente – Documentos extracontables

Fuente: Basado en Alcañiz (2012), p. 178.

3. Contabilización de los activos intangibles En este apartado nos centramos en aquellos elementos que pueden reconocerse contablemente y que aparecen en la parte superior de la figura 1. Ésta es la información que es más accesible al público, puesto que se publica en los estados financieros de las empresas y se inscribe en el registro mercantil; por otro lado, al presentarse en “formato contable”, es la que el lector está más acostumbrado a interpretar. Las normas que se comentarán a partir de este momento serán referenciadas por su fecha


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de emisión, aunque también se han tenido en cuenta las actualizaciones y revisiones que han tenido lugar hasta el momento de esta publicación. Centremos nuestra atención en un primer momento, en el fondo de comercio. Éste surge de una transacción onerosa e incluye todos aquellos activos por los que se ha pagado pero no pueden identificarse individualmente, ni reconocerse por separado según establece el Plan General de Contabilidad (PGC) de 2007 (Real Decreto 1.514/2007). Con los planes anteriores de 1973 y 1990, el fondo de comercio debía ser amortizado en un máximo de 20 años; actualmente, debido a la homogeneización que ha sufrido el plan español respecto a las normas internacionales de información financiera, pasa a tener vida indefinida no siendo pertinente su amortización. En cambio, se analizará si sufre deterioro de valor anualmente, el cual será irreversible. A su vez, se dotará anualmente una reserva del fondo de comercio indisponible, por al menos el 5% del valor del fondo, hasta llegar al 100% (tal como se indica en el Real Decreto Legislativo 1/2010 y se aclara en las consultas realizadas al Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, 2008 y 2010). La antigua normativa española amortizaba el fondo de comercio y las normas británicas actuales (Financial Reporting Standards) lo siguen permitiendo. Por otro lado, tanto las normas internacionales como las norteamericanas, consideran su vida útil indefinida. Parece que la opción generalizada es la de no amortización, cuyo punto de partida comprende que los activos no identificables por los que se está pagando (como la experiencia de la dirección, la cultura organizativa, etc.) no tienen por qué perder valor de forma sistemática. Sin embargo, amortizar el fondo de comercio también tiene sentido. Una empresa que ha generado un fondo de comercio internamente no puede reconocerlo dentro del balance de situación, por lo que amortizar el adquirido externamente hace los estados financieros más comparables al acabar esa situación transitoria. En el caso de no amortizar, el acreedor observará que el activo de la empresa es mayor, aunque gracias a la reserva indisponible dotada anualmente por el 5% sobre el fondo de comercio y a la restricción de reparto de dividendos si por lo menos no hay reservas disponibles por el total del valor de los activos no amortizables (no respaldados por reservas indisponibles), se evita que ese mayor activo dé lugar a una mayor deuda. Sin embargo, aunque ésta es una medida cautelar, no provoca los mismos efectos que la amortización (véase la figura 2). Los ratios de endeudamiento total (ecuación 1) y de estructura financiera (ecuación 2) son mejores en una empresa que no amortiza (empresa B en la figura 2). Al


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no disminuir el valor del fondo de comercio sistemáticamente cada año, se comparan los fondos ajenos, que permanecen constantes, con un activo mayor o con unos fondos propios mayores al crear la reserva indisponible. Ratio de endeudamiento total =

Fondos ajenos Activo

Ratio de estructura financiera =

[1]

Fondos ajenos Fondos propios

[2]

Figura 2 Efecto en el balance de situación de amortizar el fondo de comercio o dotar una reserva indisponible

Empresa A

Empresa B

Por tanto, parece que en este caso, aunque se trate de activos sin sustancia física, como han sido adquiridos externamente y se ha podido acordar un precio de mercado, prima la relevancia y la realidad en lugar de una excesiva prudencia como suele ocurrir con los activos intangibles. Con el paso de los años y una mayor experiencia en la valoración de estos elementos, se ha conseguido tratar un activo intangible como es el fondo de comercio casi como un activo material tan tradicional como los terrenos. El plan contable español, además, acepta la activación de distintos elementos de capital intelectual que parecen obvios de contabilizar hoy en día, como pueden ser las concesiones administrativas, la investigación (permitida por el PGC pero no por las normas internacionales), el desarrollo o las aplicaciones informáticas. Se observa así cómo la contabilidad ha ido recogiendo nuevos conceptos que surgen de los cambios


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en la economía. Las aplicaciones informáticas, que hoy en día se emplean en cualquier organización ya sea grande o pequeña, así como en los hogares familiares, no aparecían en el Plan General de Contabilidad de 1973 y sí en los sucesivos debido a su gran difusión y utilización. Por otro lado, el plan advierte específicamente en la quinta norma de valoración sobre inmovilizado intangible que: “En ningún caso se reconocerán como inmovilizados intangibles los gastos ocasionados con motivo del establecimiento, las marcas, cabeceras de periódicos o revistas, los sellos o denominaciones editoriales, las listas de clientes u otras partidas similares, que se hayan generado internamente”. Fuente: Real Decreto 1.514/2007, segunda parte sobre normas de registro y valoración, 5ª norma sobre inmovilizado intangible.

Como ya se ha comentado anteriormente, hay elementos que no pueden ser registrados como activos en la contabilidad a no ser que sean adquiridos externamente, lo que es resultado de un intento de homogeneización con la norma internacional de contabilidad 38 (NIC 38) que también lo explicita (IASB, 1998). Sin embargo, no todas las normativas imponen estas excepciones. Las normas anglosajonas, tanto en Reino Unido (Financial Reporting Standards - FRS), como en Estados Unidos (Financial Accounting Standards - FAS y US GAAPs), son menos restrictivas. Por ejemplo, la FRS 10 (ASB, 1997) permite que ciertos activos generados internamente, como las listas de clientes, puedan ser activados si tienen un valor de mercado cierto. La FAS 142 (FASB, 2001) declara que estos activos no podrán ser activados cuando no se puedan identificar específicamente, cuando tengan vida útil indefinida o sean inherentes a un negocio continuo y cuando estén relacionados con la empresa en su conjunto. De hecho, las normas y empresas norteamericanas van incluso más allá, al contabilizar activos que quizás por un exceso de prudencia las compañías españolas no registrarían de forma independiente, como por ejemplo: las relaciones con los clientes adquiridas externamente, al haber comprado otra empresa (véanse los estados financieros de la compañía Coca-Cola, The Coca-Cola Company, 2008, pp. 67, 85 y 121). Aun así, el plan general contable permite recoger elementos intangibles aunque no aparezcan específicamente en el cuadro de cuentas del plan actual (PGC 2007), pero que cumplen con los requisitos para que un intangible pueda ser activado. Veamos, por ejemplo, los derechos de


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emisión de gases de efecto invernadero. En este caso, se trata de contabilizar un elemento que surge en un momento dado y que no existía anteriormente, lo que provoca la polémica de si debe registrarse contablemente y cómo. En el protocolo de Kioto del 11 de diciembre de 1997, se decidió delimitar la cantidad de CO2 emitido a la atmósfera con el objetivo de controlar el efecto invernadero. Se acordó un máximo de gases que podían ser emitidos cada año y se creó un mercado en el que se podían comprar y vender los derechos a emitir el gas. Aquellos sectores con grandes emanaciones de CO2 tienen que tener tantos derechos como gas hayan emitido para no ser multados. Para favorecer la transición se estableció el Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (PNA) I (de 2005 a 2007), mediante el que se decide cuántos derechos gratuitos se le iban a dar a cada empresa, aunque cada año su número debería ir disminuyendo. En el 2008 se pone en práctica un nuevo PNA II (de 2008 a 2012), en el que se disminuye la cantidad de derechos entregados gratuitamente. El resto de derechos necesarios para seguir produciendo se consiguen mediante subastas. A partir de 2013 desaparecen los planes de asignación nacionales y se reparten los derechos a nivel europeo (véase el apartado sobre el comercio de derechos de emisión en la web del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente). Ha habido grandes discusiones en torno a la contabilización de los derechos de emisión de gases, de hecho, en 2004, desde el International Accounting Standards Board (IASB, órgano encargado de crear las normas internacionales de información financiera) se hizo una propuesta de contabilización que no progresó: la IFRIC3 (véase más información en la web de IASPlus de Deloitte). Según esta interpretación los derechos se contabilizarían como activos intangibles y se valorarían inicialmente a precio de adquisición cuando se hubiesen adquirido a terceros y a valor de mercado en caso de haberlos recibido por el plan de asignaciones. La obtención gratuita de los derechos o por un precio sustancialmente inferior al valor de mercado, da lugar a una subvención de capital para la empresa. A su vez, habría que dotar una provisión de los derechos que la empresa debe entregar en función de la contaminación generada, valorados a precio de mercado actual en el momento de presentación de los estados financieros. El problema más debatido respecto a la IFRIC 3 es que deja abierta a las empresas la opción de aplicar el método de coste o el método de revalorización a la hora de valorar los activos intangibles tal como menciona


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la NIC 38. Y, por tanto, aplicando el primer método el activo y la provisión quedarían valorados de distinta forma, mientras que aplicando el segundo método la revalorización del intangible se llevaría a patrimonio neto, mientras que la revalorización del pasivo iría directamente a la cuenta de resultados. Además, la IFRIC 3 no tenía en cuenta que al haber un mercado abierto en el que se puede comerciar con los derechos de emisión de gases, las empresas podrían adquirirlos, no con el propósito de cumplir con las nuevas normas sobre contaminación y poder seguir produciendo sin ser sancionado, sino para negociar con ellos y obtener rendimientos. En 2005 el EFRAG (European Financial Reporting Advisory Group) pidió la no aplicación de esta norma en la Unión Europea, por lo que la IFRIC fue retirada. Desde entonces se ha seguido discutiendo cómo se deben contabilizar los derechos de emisión teniendo en cuenta el objetivo de su adquisición. La solución que se promueve (véase EFRAG, 2012) y se está aplicando en la práctica consiste en (para los casos en que los derechos se adquieren para la operativa del negocio y no como instrumentos financieros) contabilizar los derechos de emisión de CO2 como activos intangibles, valorando la provisión al valor en libros de los derechos empleados en el periodo. De modo que no hay diferencias en la valoración del activo y el pasivo. Observamos así, lo complicado que resulta contabilizar los activos intangibles, incluso cuando existe un mercado donde se negocian y a través del cual se pueden obtener valoraciones fiables. Por tanto, actualmente resulta muy difícil contabilizar todo el capital intelectual en los estados financieros tradicionales, ya sea por imposibilidad normativa o por prudencia de las propias empresas, tanto en los países más conservadores como en los más liberales desde el punto de vista contable. De ahí que surja la necesidad de emplear métodos extracontables de información. 4. Otros métodos para informar sobre el capital intelectual A continuación se van a presentar diversos modelos que se han desarrollado para no tener en cuenta sólo la información financiera, sino también información de otras áreas del negocio, pudiendo hacer referencia así no sólo a los activos intangibles sino también a los activos intelectuales comentados en la figura 1. En las dos últimas décadas se han producido distintos sistemas de indicadores o cuadros de mando con el objetivo de mejorar la toma de decisiones e implantación de estrategias.


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Uno de los que más fuerza ha tomado es el Cuadro de Mando Integral (Balanced Scorecard) de Robert S. Kaplan y David P. Norton, publicado en 1992 y que posteriormente ha sido desarrollado y mejorado en diversas ocasiones (renombrándolo como Mapa Estratégico, véase la figura 3). No sólo tienen en cuenta la perspectiva financiera, sino que teniendo siempre presente cuál es la estrategia y la visión de la empresa, tanto a corto como a largo plazo, también tienen en cuenta tres perspectivas más: la del cliente (entender qué necesitan los consumidores y crear estrategias para conseguir más clientes, satisfacerlos y retenerlos), la interna (procesos internos enfocados a crear los productos y servicios que satisfagan a los consumidores) y la de aprendizaje y crecimiento (capacidades de los empleados, entender cómo motivarlos y crear sistemas de información sobre productos, clientes, etc). Cada perspectiva tendrá sus respectivos objetivos, indicadores, medidas e iniciativas, con el objetivo final de la creación de valor para la empresa (la evolución de este concepto puede verse, entre otros, en Kaplan y Norton, 1992, 1996, 2004). Figura 3 El Mapa Estratégico, cómo crea valor la organización Financial Perspective

Productivity Strategy

Improve Cost Structure

Customer Perspective

Growth Strategy

Long-Term Shareholder Value Increase Asset Utilization

Expand Revenue Opportunities

Customer Value Proposition Price

Quality

Availability

Selection

Functionality

Service

Product/Service Attributes

Internal Perspective

Enhance Customer Value

Operations Management Processes -Supply -Production -Distribution -Risk Management

Partnership

Relationship

Customer Management Processes -Selection -Acquisition -Retention -Growth

Innovation Processes -Opportunity ID -R&D Portfolio -Design/Develop -Launch

Brand Image

Regulatory and Social Processes -Environment -Safety and Health -Employment -Community

Human Capital

Learning and Growth Perspective

Information Capital Culture

Fuente: Kaplan y Norton (2004), p. 11.

Organization Capital Leadership Alignment

Teamwork


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Sin embargo, Europa no se ha quedado atrás, sobre todo en los países nórdicos ha habido una gran difusión de métodos para informar del capital intelectual y gestionarlo. Karl-Erik Sveiby creó un Monitor de Activos Intangibles concebido para mostrar cómo es la empresa a los partícipes sociales externos (presentación externa) y para informar a los gestores sobre cómo está funcionando la empresa (monitorización interna del rendimiento). En este caso, el autor dividía el capital intelectual en tres partes: la estructura interna, la estructura externa y los empleados, pero a quien más importancia daba era a los empleados, pues el valor de los clientes y la compañía en sí misma es una creación de sus empleados (Sveiby, 1997). Posteriormente, y basándose en el modelo de Sveiby, Leif Edvinsson desarrolló el Navegador del Negocio, más conocido como Skandia Navigator, pues se implementó en dicha empresa. Su objetivo era proporcionar información que no se encontraba incluida en los estados financieros pero que podía mostrar el capital intelectual que había en las empresas. Se diferenciaban factores agrupados en cinco áreas que crean valor: la financiera, de clientes, de procesos, de renovación y desarrollo y humana. En la figura 4 se puede observar cómo se diferencia entre la época a la que pertenece la información y cómo se interrelacionan las distintas áreas. Los estados financieros sólo proveen de datos históricos, pero es la parte que la empresa mejor conoce, por eso aparece en la parte superior de la figura. Por otro lado, se encuentra la renovación y el desarrollo donde los autores incluyen todo el potencial de la empresa, descubriendo cuáles van a ser las oportunidades en el futuro para poder aprovecharlas. Aunque como K.E. Sveiby, conceden una importancia especial a la perspectiva humana que aparece en el centro de la figura, ya que creen que los empleados son la clave para la creación de valor y están interrelacionados con el resto de las áreas (Edvinsson y Malone, 1997). Por otro lado, se han llevado a cabo proyectos a nivel estatal y europeo, con los que se pretendían realizar guías que unificasen los distintos puntos de vista. El proyecto Meritum (Cañibano et al., 2002) fue llevado a cabo por la Unión Europea, con nueve instituciones académicas o de investigación de seis países diferentes (Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Noruega y Suecia), entre 1998 y 2001. Este proyecto también fue apoyado por un amplio número de organizaciones estatales y empresas. El proyecto Meritum se creó para preparar unas directrices para la identificación y generalización de un sistema de gestión del capital intelectual; y así mejorar la capacidad de los estados contables para dar una


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Figura 4 Navegador Skandia

Fuente: Edvinsson y Malone (1997), p. 68.

imagen más real de la situación financiera de la empresa. Es posible que los gestores no quieran invertir en intangibles que podrían crear valor si eso va a implicar un deterioro de los rendimientos de la compañía, ya que suponen un gasto en lugar de una inversión en activos. Se comenzó definiendo diferentes conceptos, como los intangibles, el capital intelectual, los recursos intangibles, etc.; es decir, realiza un marco conceptual para asegurar que cualquier interesado entienda lo mismo cuando lea el documento. La gestión del capital intelectual que propone el proyecto Meritum comienza con la identificación de los intangibles que son críticos para conseguir sus objetivos estratégicos. La empresa deberá tener en cuenta cuáles son las actividades a llevar a cabo para conseguir mantener y mejorar los recursos intangibles necesarios. Tras definirlos la empresa tendrá que elegir indicadores específicos para medir cada intangible, para finalmente, llevar a cabo una fase de evaluación, donde la compañía detecte el efecto de las diferentes actividades sobre los recursos intangibles. Con toda esta información se crearía un informe de capital intelectual. Además del proyecto Meritum el Gobierno de Dinamarca también llevó a cabo un proyecto que se denominó como “Informe de capital intelectual – La nueva directriz” y fue coordinado por el Ministerio


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danés de Ciencia, Tecnología e Innovación (2003). El proyecto de 2003 es una versión revisada de la edición del 2000, la cual fue probada por cien compañías y organizaciones públicas. Las directrices danesas quieren sistematizar y obtener una mayor comprensión de las diferentes iniciativas empresariales, para convertirse en una herramienta empleada para generar valor en la empresa y para hacer más fácil la comunicación, por ejemplo, con los empleados, clientes e inversores, sobre cómo la empresa les genera valor. Por lo tanto, este proyecto, como el Meritum, da unas directrices para crear un informe sobre el capital intelectual compuesto de una narrativa sobre el conocimiento, retos de la gestión, iniciativas e indicadores. En primer lugar, las empresas necesitan trabajar con la narrativa sobre conocimiento, es decir, necesitan explicar cuál es el objetivo de la gestión del conocimiento o cómo pueden crear valor empleando los recursos de conocimiento de la compañía. Tras conocer las necesidades de la empresa, la fase de los retos de la gestión ayudaría a organizar las actividades que la compañía tiene que llevar a cabo para conseguir sus objetivos, interrelacionándolas y haciendo que actuaran conjuntamente. Finalmente, los gestores deben elegir los indicadores que les van a ayudar a conocer si se están lanzando las iniciativas y si se están consiguiendo los retos de la gestión. De este modo la empresa puede divulgar toda la información completando un informe sobre capital intelectual, el cual debería incluir toda la información relevante que refleje la realidad de la compañía, usando información numérica y que, obviamente, sea creíble para los partícipes sociales que lo lean. Tras analizar las distintas propuestas para contabilizar o informar sobre el capital intelectual, algunos autores llegan a la conclusión de que todos los modelos los realizan contables, en ocasiones con ayuda de otros gestores (Roslender y Fincham 2001, 2004; Roslender, 2009). Y, teniendo en cuenta que el capital humano es un factor imprescindible dentro de las organizaciones pero muy difícil de medir, se propone llevar a cabo un método más crítico de auto-contabilidades, de forma que las distintas personas que están involucradas en la organización puedan contar y compartir sus historias y experiencias. Se crearía, de este modo, una cartera de diversos puntos de vista sobre el futuro de la empresa que ayudarán a la creación y difusión de valor (Alcañiz, Gómez-Bezares y Roslender, 2011). Actualmente, nos encontramos ante la elaboración del informe integrado, que pretende proporcionar todo tipo de datos que sean interesantes para el conjunto de partícipes sociales, integrando la información económica, social y medioambiental. Más información sobre este infor-


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me puede encontrarse en este mismo número del Boletín de Estudios Económicos. 5. En conclusión El capital intelectual ha ido cobrando importancia en las empresas y es hoy la principal fuente de ventaja competitiva de muchas de ellas. Esto hace que sea importante informar sobre el capital intelectual. Tradicionalmente la contabilidad ha sido el instrumento por excelencia para trasladar información de la empresa a todos sus partícipes, internos y externos, y así sigue sucediendo, por lo que es lógico que los contables se pregunten cómo introducir la información sobre capital intelectual en los estados financieros. El problema es que la contabilidad da información a una gran variedad de colectivos, legítimamente interesados en la marcha de la empresa, por lo que sus normas deben ser claras y permitir las mínimas subjetividades (Amat, 2010). La valoración del capital intelectual es muchas veces complicada, por lo que se impone tanto en las diferentes normativas, como en las empresas, una cierta dosis de prudencia, que aunque con diferentes grados de intensidad, hemos visto que es la regla general. Nuestra postura coincide, en términos generales, con lo que hoy es el pensamiento contable mayoritario: ir avanzando en la introducción del capital intelectual en los estados financieros, pero hacerlo con prudencia, tratando de evitar subjetivismos y heterogeneidades en su contabilización. Por otro lado, dada la importancia que el CI va adquiriendo y la que sin duda va a adquirir en el futuro, no podemos permitir que esa información no llegue a aquellos que deben conocerla. Una parte llegará mediante la contabilidad, lo que es bueno pues es la información más normalizada y fácil de interpretar por los usuarios, pero otra deberá llegar como información extracontable, y habrá que hacer un esfuerzo por su estandarización. 6. Bibliografía ACCOUNTING STANDARDS BOARD (1997): Financial Reporting Standard 10, Goodwill and intangible assets. London: ASB. ALCAÑIZ, L. (2012): “Revelación de información sobre Capital Intelectual. Aplicación a las ofertas públicas iniciales españolas”. Tesis doctoral. Bilbao: Universidad de Deusto.


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BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 23-37)

FIABILIDAD DE LA INFORMACIÓN CONTABLE RELATIVA AL ACTIVO NO CORRIENTE: ALGUNOS PROBLEMAS Y PROPUESTAS DE MEJORA REHABILITY OF ACCOUNTING INFORMATION FOR NON CURRENT ASSETS: SOME PROBLEMS AND PROPOSALS FOR IMPROVEMENT Oriol Amat Universitat Pompeu Fabra

Marcos Antón Renart Universidad de Murcia

RESUMEN El valor contable de determinados activos no corrientes es, en muchas empresas, sustancialmente menor que su valor razonable. Esta situación puede comportar que el valor del activo y del patrimonio neto estén alejados de la realidad lo que distorsiona el análisis y diagnóstico de la situación de la empresa. En este artículo se identifican algunos problemas de valoración de determinados activos no corrientes, como son los inmuebles y los intangibles generados internamente. También se proponen algunas alternativas para mejorar la fiabilidad de la información financiera. Palabras clave: Activo no corriente, activo intangible, actualización de balances, fiabilidad contable, inflación. SUMMARY The accounting value of some noncurrent assets is, in many companies, substantially smaller than its fair value. This situation implies that the value of assets and equity is far from the reality and distorts the analysis and diagnosis of the situation of the company. This article identifies problems with the valuation of some noncurrent assets, like buildings and intangibles generated internally. We propose some alternatives to improve the reliability of the financial information. Key words: Noncurrent assets, intangible assets, assets revaluation, accounting reliability, inflation.

1. Introducción La información financiera tiene como principal objetivo ser útil para la toma de decisiones. Para ello, debe ser fiable y permitir la compara-


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ción entre empresas. Sin embargo, la credibilidad de esta información ha estado cuestionada a menudo, especialmente en periodos de recesión económica. Esto sucedió, por ejemplo, en 2002 poco después del estallido de la burbuja de internet y de diversos escándalos contables, como el de Enron, por ejemplo. A raíz de esta problemática, a nivel internacional se pusieron en marcha importantes reformas de la normativa contable con la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) en muchos países, además de cambios de gran calado en la regulación de la auditoría y otros que afectaron a la legislación mercantil. En 2004, la Unión Europea adoptó las NIIF para los grupos cotizados y en 2007 se aprobó en España el nuevo Plan General de Contabilidad para adaptarse a las NIIF. Durante estos años, los esfuerzos, tanto de los reguladores, como de las empresas y los usuarios de la contabilidad, han sido muy importantes. Sin embargo, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera global posterior han puesto de manifiesto a partir de 2008, y hasta hoy, problemas muy similares a los que existían en el año 2000 (Marín y Antón, 2010). Se trata de problemas como los maquillajes contables, que reducen la fiabilidad. Otro problema se deriva de los principios de prudencia y del precio de adquisición, conjuntamente con la ausencia de información sobre los activos intangibles, que hacen que la contabilidad olvide mucha información relevante. En un artículo anterior en el Boletín de Estudios Económicos (Amat, 2010) se ponía de manifiesto que las nuevas normativas contables contienen un abanico mayor de alternativas contables, lo que incrementa las posibilidades de los maquillajes contables. Esto reduce la fiabilidad de la contabilidad. Por ello, se formulaban propuestas que afectan a la normativa contable y a las empresas para reducir las prácticas de maquillajes contables. En este artículo abordamos otro problema que también afecta a la fiabilidad de las cuentas. Se trata de la valoración de los activos. En concreto, nos centraremos en una parte de los activos no corrientes. De acuerdo con la normativa contable vigente, es habitual que el valor contable de determinados activos no corrientes sea sustancialmente menor que su valor razonable, o de mercado. Esto puede afectar, entre otros, a dos tipos de activos. Por un lado, están los inmuebles en los que el valor contable es menor al valor de mercado en la fecha de formulación de las cuentas anuales. Por otro lado, están los activos intangibles generados internamente que no se incluyen en el activo por no cumplir


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los criterios de reconocimiento de las normas contables vigentes. Esta situación puede comportar que el valor del activo y del patrimonio neto estén alejados de la realidad lo que distorsiona el análisis y diagnóstico de la situación de la empresa y, por tanto, puede distorsionar la toma de decisiones. En este sentido, conviene recordar que muchos trabajos previos ya han puesto de manifiesto que las normas contables tienen efectos económicos (Martin, 1998). La valoración de los activos a largo plazo es un tema de gran relevancia (Martínez, 1990; Marín et. al., 2007) teniendo en cuenta que en muchas empresas es habitual que esta partida represente alrededor de una tercera parte del activo total (Banco de España, 2012). Los objetivos de este artículo son, en primer lugar, identificar problemas de valoración de determinados activos no corrientes. A continuación, se propondrán algunas alternativas para mejorar la situación con el fin de incrementar la fiabilidad de la información financiera. 2. Inmuebles en los que el valor contable es menor al valor de mercado en la fecha de formulación de las cuentas anuales Uno de los problemas de valoración que más limitan la fiabilidad de las cuentas es el que afecta a los inmuebles. De acuerdo con las normas de valoración del PGC, los elementos del inmovilizado material “se valorarán por su precio de adquisición o coste de producción menos la amortización acumulada y, en su caso, el importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro reconocidas.” Cuando el valor de mercado de los inmuebles difiere de su precio de adquisición menos las amortizaciones acumuladas y deterioros, se pueden dar dos casos. Si el valor de mercado es menor, se corrige para reflejar el deterioro producido en las cuentas en aplicación del principio de prudencia. Sin embargo, si el valor de mercado es mayor, de acuerdo con el Plan General de Contabilidad (PGC) el valor contable será el precio de adquisición menos las amortizaciones acumuladas y deterioros. En este caso, existe una discriminación en el PGC en relación a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), ya que éstas permiten valorar los inmuebles por su valor razonable, aunque este valor sea superior al valor de adquisición menos la amortización acumulada (Vázquez y Díaz, 2013). Este problema afecta especialmente a empresas que cuentan con inmuebles adquiridos hace muchos años, ya sea como consecuencia de la inflación (Yebra, 1991) o por la evolución del mercado inmobiliario. La consecuencia


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es que se reduce el valor de los activos y también sus amortizaciones. Por tanto, se pierde fiabilidad en las cuentas anuales. Veamos dos ejemplos adaptados a partir de casos reales, para ilustrar esta problemática. El primer ejemplo se refiere a una cooperativa que cuenta con un edificio construido hace más de cien años, que está totalmente amortizado, aunque su valor de mercado actual es de unos 250.000 euros, que no aparecen en balance. En este caso conviene aclarar que también está amortizado el terreno correspondiente ya que hasta la aprobación del PGC de 1990 los terrenos también se amortizaban. Como se puede apreciar en la figura 1 la cooperativa también cuenta en su activo con un ascensor. El ascensor se adquirió recientemente por 22.600 euros, por lo que se produce la paradoja de que su valor contable es muy superior al del edificio. En este caso, tanto el edificio como el patrimonio neto tienen unos valores contables muy alejados de la realidad. Esto puede restar credibilidad al análisis de aspectos tan relevantes como la capitalización o el rendimiento del activo, por ejemplo. Figura 1 Balance de una cooperativa que tiene un edificio totalmente amortizado (datos en euros) Activo Edificio Ascensor Otros activos no corrientes Existencias

0 22.600 8.600 61.400

Deudores

101.600

Tesorería

4.600

Total

198.800

Patrimonio neto más pasivo Capital social Reservas Resultado Préstamos a largo

50 6.400 1.350 22.000

Proveedores

169.000

Total

198.800


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El segundo ejemplo se refiere a una cadena de tiendas que cuenta, entre otras con una tienda adquirida hace treinta años y otra recién comprada que es idéntica a la anterior por lo que tiene el mismo valor de mercado (ver figura 2). Figura 2 Datos relativos a una empresa que cuenta con dos tiendas: una recién adquirida y la otra adquirida hace treinta años Tienda con 30 años de antigüedad Precio de adquisición Amortización anual (2%) Valor contable Valor de mercado actual

Tienda recién comprada

100.000

1.200.000

2.000

24.000

40.000

1.200.000

1.200.000

1.200.000

En la figura 2, se puede observar que las dos tiendas tienen unos valores contables y unas amortizaciones anuales muy diferentes, a pesar de contar con el mismo valor de mercado, lo que dificulta la comparabilidad entre ambas tiendas si solo nos fijamos en la información contable. En este caso, el análisis de la rentabilidad de cada tienda puede llevar a conclusiones erróneas si se hace en base a los valores contables. Estos dos ejemplos ilustran el impacto negativo que tiene la valoración basada en el precio de adquisición. La falta de fiabilidad y la dificultad para la comparabilidad pueden distorsionar la toma de decisiones basada en datos contables. Para solucionar el problema expuesto existen varias soluciones, entre las que destacan el ajuste de las cuentas por inflación y la actualización de balances. 2.1. Ajuste de las cuentas por inflación Las diferencias entre el valor basado en el precio de adquisición y el valor razonable pueden deberse a los efectos de la inflación, y también a la evolución del mercado inmobiliario. Si consideramos la primera de estas causas, una de las alternativas para resolver el problema de la falta de fiabilidad de estas partidas del inmovilizado es ajustar las cuentas por inflación. En este sentido, diversos países latinoamericanos han adopta-


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do el sistema contable del Poder Adquisitivo Actual, también conocido como CPP (Current Purchasing Power, en inglés) o método basado en el Índice General de Precios (Ares, 1991). Este método consiste en convertir las cantidades en términos de coste histórico a costes corrientes en la fecha del balance de situación, mediante un índice de corrección monetaria o un índice general de precios y aplicando el factor: Índice en la fecha de formulación de las cuentas anuales Índice en la fecha de la operación Otra opción, que va en la misma línea, consiste en calcular el índice sumando a 1 la tasa de inflación anual (Skerrat y Tonkin, 1988). Por ejemplo, si la inflación anual ha sido del 15% el índice será 1,15. Una ventaja de este método es que corrige los problemas causados por la inflación no sólo en el inmovilizado sino en todas las partidas de las cuentas que se ven afectadas por esta problemática. Por tanto, partidas como las existencias también se ajustan por inflación. Esto es muy conveniente en empresas en las que el ciclo de explotación es muy largo, como las bodegas que elaboran vino de calidad, por ejemplo. El inconveniente es que sólo puede aplicarse en las cuentas anuales en los países en que exista la autorización para ello y, como se ha indicado, esta situación sólo se da en determinados países latinoamericanos. Normalmente, se trata de países que han vivido periodos de inflación muy elevada por lo que existe un elevado nivel de concienciación en relación con este problema. 2.2. Actualización de balances con la Ley 16/2012 Otra alternativa para resolver el problema de valoración de los inmuebles consiste en la actualización de los balances acogiéndose a una ley que lo autorice. Tras muchos años sin que existiese la posibilidad de actualizar balances, ya que la anterior actualización se aprobó en 1996, recientemente se ha aprobado la Ley 16/2012 que permite la actualización voluntaria de balances. La actualización de valores se practica en elementos del inmovilizado material e inversiones inmobiliarias que no estén totalmente amortizados y que figuren en el primer balance de situación aprobado con posterioridad a la entrada en vigor de la Ley 16/2012. Por tanto, se trata del balance cerrado a 31 de diciembre de 2012. El aumento de valor tendrá como contrapartida una cuenta denominada


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“Reserva de revalorización de la Ley 16/2012”. La actualización de valor puede tener un efecto corrector en base al nivel de endeudamiento de la empresa. Uno de los aspectos más controvertidos es que la actualización supone el pago de un impuesto equivalente al 5% del valor revalorizado. Seguidamente, se expone el contenido principal de esta Ley de Actualización (ACCID, 2013). Cálculo de la revaloración El nuevo valor actualizado no podrá exceder del valor de mercado del elemento patrimonial actualizado, teniendo en cuenta su estado de uso en función de sus desgastes técnicos y económicos y de la utilización. Para efectuar la actualización, la Ley establece una serie de coeficientes (ver figura 3) que van desde los bienes adquiridos en 1984, o en años anteriores a 1984, con un coeficiente de 2,2946 hasta los bienes adquiridos en 2011 con un coeficiente de 1,01. Los coeficientes se aplican sobre el precio de adquisición o coste de producción, atendiendo al año de adquisición o producción del elemento y sobre las amortizaciones contables que fueron fiscalmente deducibles, en función del año en que se realizaron. Figura 3 Cuadro de coeficientes de la Ley 16/2012 de actualización de balances Con anterioridad a 1 de enero de 1984.... En el ejercicio 1984 ................................. En el ejercicio 1985 ................................. En el ejercicio 1986 ................................. En el ejercicio 1987 ................................. En el ejercicio 1988 ................................. En el ejercicio 1989 ................................. En el ejercicio 1990 ................................. En el ejercicio 1991 ................................. En el ejercicio 1992 ................................. En el ejercicio 1993 ................................. En el ejercicio 1994 ................................. En el ejercicio 1995 ................................. En el ejercicio 1996 ................................. En el ejercicio 1997 ................................. En el ejercicio 1998 ................................. En el ejercicio 1999 ................................. En el ejercicio 2000 .................................

2,2946 2,0836 1,9243 1,8116 1,7258 1,6487 1,5768 1,5151 1,4633 1,4309 1,4122 1,3867 1,3312 1,2679 1,2396 1,2235 1,2150 1,2089


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En el ejercicio 2001 ................................. En el ejercicio 2002 ................................. En el ejercicio 2003 ................................. En el ejercicio 2004 ................................. En el ejercicio 2005 ................................. En el ejercicio 2006 ................................. En el ejercicio 2007 ................................. En el ejercicio 2008 ................................. En el ejercicio 2009 ................................. En el ejercicio 2010 ................................. En el ejercicio 2011 ................................. En el ejercicio 2012 .................................

1,1839 1,1696 1,1499 1,1389 1,1238 1,1017 1,0781 1,0446 1,0221 1,0100 1,0100 1,0000

En primer lugar, se calcula el incremento de valor aplicando el coeficiente al activo según el año de adquisición: +Precio de adquisición x Coeficiente -Precio de adquisición (a) Aumento de valor del activo

Y también se aplican los coeficientes a las correspondientes amortizaciones acumuladas: +Amortizaciones de cada año x Coeficiente de cada año -Amortizaciones acumuladas (b) Aumento de las amortizaciones acumuladas

El incremento final de valor del activo será la diferencia entre el aumento del activo y el aumento de las amortizaciones acumuladas: (a) - (b) = Incremento de valor del activo

Una vez obtenido el incremento neto de valor éste debe corregirse con un coeficiente que tiene en cuenta la capitalización de la empresa: Patrimonio neto Capitalización de la empresa = Patrimonio neto + Pasivo - (Derechos de cobro + Tesorería)

Para calcular este coeficiente se ha de considerar el periodo de tiempo de tenencia del inmovilizado, o los cinco años anteriores a la fecha del balance de actualización, si este plazo fuera menor, a elección de la empresa. El coeficiente no se aplicará cuando resulte superior a 0,4.


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Aumento de las reservas El incremento de valor neto final de cada elemento se abonará a la cuenta Reserva de revalorización de la Ley 16/2012 que figurará en los fondos propios. De este modo, el nuevo valor del elemento actualizado será la suma del valor que tenía previo a la actualización más el incremento de valor neto determinado por las operaciones de actualización. El incremento neto de valor resultante de las operaciones de actualización se amortizará, con efectos fiscales, a partir del primer periodo impositivo que se inicie a partir del día 1 de enero de 2015, durante aquellos años que queden para completar la vida útil del elemento patrimonial, en los mismos términos que corresponde a las renovaciones, ampliaciones o mejoras. Elementos actualizados con la Ley de 1996 Por lo que hace referencia a los elementos patrimoniales actualizados de acuerdo con el R.D. Ley 7/1996, los coeficientes de actualización se aplicarán sobre el coste original y la amortización correspondiente, sin tener en cuenta el incremento neto de valor resultante de aquellas operaciones de actualización. En este caso, el importe que resulte de las operaciones de actualización se minorará en el incremento neto de valor derivado una vez obtenido el incremento neto de valor previsto en el R.D. Ley 7/1996. La diferencia positiva así determinada será el importe de la depreciación monetaria o incremento neto de valor del elemento actualizado. El citado importe se abonará a la cuenta Reserva de revalorización de la Ley 16/2012. Ejemplo Supongamos una empresa que adquiere un activo el 1-1-2006, con un coste de 1.000.000 euros, amortizable en 10 años. Tiene un tipo de Impuesto sobre Sociedades del 30%. Seguidamente, se calcula la reserva de revalorización y las amortizaciones futuras (figura 4). En la figura 4 se comprueba que el incremento de la reserva es la diferencia entre el incremento del activo y el impuesto a pagar. Posteriormente, se calcula las amortizaciones futuras, que serán diferentes a nivel contable y a nivel fiscal, lo que provocará la existencia de un activo por impuesto diferido.


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Ventajas e inconvenientes de actualizar Entre las ventajas de la actualización cabe destacar que el valor del inmovilizado será más próximo a la realidad y el aumento de las amortizaciones que permiten reducir los beneficios y, por tanto, el pago de Impuesto de Sociedades. Otra ventaja es que se incrementa el patrimonio neto. Sin embargo, hay el inconveniente del pago del 5% sobre el saldo de la Reserva de revalorización. Este impuesto, de hecho, graba la inflación proFigura 4 Calculo de la reserva de revalorización y de las amortizaciones futuras de un inmueble actualizado (adaptado de ACCID, 2013) Valores originales Coste adquisición: 2006 Amortizaciones: 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Total amortz. 31-12 2012 Neto

Coeficiente actualización

Valores actualizados

1.000.000

1,1017

1.101.700

100.000 100.000 100.000 100.000 100.000 100.000 100.000

1,1017 1,0781 1,0446 1,0221 1,0100 1,0100 1,0000

110.170 107.810 104.460 102.210 101.000 101.000 100.000

700.000

726.650

300.000

375.050

Incremento neto activo Impuesto a pagar (5%)

75.050 3.750

Reserva revaloración

Valor actualiz. 31-12-12: Amortizaciones futuras: 2013 2014 2015 Total amortz. 31-12-2015 Neto

71.300 Diferencia

Activo por impuesto diferido

Contable

Fiscal

375.050

375.050

0

0

125.020 125.020 125.020

100.000 100.000 175.050

25.020 25.020 -50.030

7.500 7.500 -15.010

375.050

375.050

0

0

0

0


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ducida. Además, la actualización es sobre todos los activos y no se puede escoger, excepto los inmuebles. Por lo tanto, hay que hacer los cálculos sobre el efecto global de la actualización y ver si en conjunto beneficia o perjudica a la empresa. Acogerse para algún inmueble no condiciona a todos los inmuebles, pero sí que obliga a acogerse para todos los elementos del inmovilizado que regula la norma, diferentes de los inmuebles. En caso de que la empresa se acoja a la actualización deberá tenerse en cuenta que se distorsiona la comparación de las cuentas con las de años anteriores. 3. Activos intangibles generados internamente que no se incluyen en el activo por no cumplir los criterios de reconocimiento de las normas vigentes Otro problema de fiabilidad en el activo no corriente es el que afecta a los intangibles ya que se trata de activos que no se incluyen en las cuentas de las empresas por haberse generado internamente. Esto afecta esencialmente a determinados intangibles como marcas, cabeceras de periódicos, el saber-hacer de los empleados o carteras de clientes, por ejemplo (Marín et al. 2008). Se trata de elementos que en muchos casos constituyen los activos más valiosos. En empresas globales, como un fabricante de bebidas refrescantes, la fórmula de elaboración del producto, la marca y la red de distribución aglutinan la mayor parte del valor y, sin embargo, se trata de activos que no se incluyen en el balance de situación. Esta distorsión explica a menudo la discrepancia que existe entre el valor contable de las acciones y su cotización, en el caso de las empresas que cotizan en bolsa. Reconociendo que el valor de estos activos no es cero, el problema está en cómo se pueden valorar de forma más objetiva y fiable. Valorarlos de forma objetiva no es posible, por lo que dado el grado de subjetividad que comporta el reconocimiento y valoración de estos activos, se recomienda que vayan acompañados de la opinión favorable de un experto independiente especializado en el tema objeto del reconocimiento de la plusvalía. Existen precedentes a nivel internacional de este tipo de valoración. Por ejemplo, en el PGC de Andorra, se incluye el valor revalorizado que “es el valor razonable de un activo en el momento de su revalorización, menos la amortización acumulada y las pérdidas por deterioro acumuladas posteriormente. Toda revalorización deberá ser justificada por una tasación de un experto independiente, de solvencia técnica contrastada.”


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Cuando la normativa no permite incorporar el valor razonable de estos activos en las cuentas, lo que se puede hacer es incorporar la información en la memoria de forma voluntaria. De esta forma, se consigue mejorar la fiabilidad del conjunto de la información aportada. La inclusión de la información puede hacerse con una descripción del contenido de la plusvalía y la justificación de su cuantificación, así como su impacto en el patrimonio neto. Complementariamente, se puede acompañar un balance de situación en el que consten dos columnas adicionales. Una columna con los ajustes propuestos y otra columna con el balance resultante con la incorporación de los ajustes. Ejemplo Supóngase una empresa que tiene un inmueble valorado a precio de adquisición menos amortizaciones (1 millón de euros) que es muy inferior al valor razonable (41 millones de euros), una marca totalmente amortizada pero cuyo valor razonable se estima en 30 millones de euros y una red de distribución que no tiene ningún valor contable de acuerdo con la normativa vigente, a pesar de que de acuerdo con los precios de mercado su valor se estima en 10 millones de euros. Figura 5 Cálculo de los ajustes y del balance ajustado de una empresa con diversos inmovilizados con un valor razonable superior al valor contable Balance de situación sin ajustes Activo no corriente

50

Activo corriente

60

Ajustes +40 +30 +10

Balance de situación ajustado 130

60

Total activo

110

+80

190

Patrimonio neto

-20

+40 +30 +10

60

Pasivo no corriente

40

40

Pasivo corriente

90

90

Total patrimonio neto más pasivo

110

+80

190


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El reconocimiento de las plusvalías indicadas implica que el patrimonio neto de la entidad debería incrementarse en 80 millones de euros. Seguidamente, se acompaña el balance ajustado de la entidad una vez incorporados los ajustes propuestos (figura 5). Esta información podría incluirse en la memoria. Una vez practicados los ajustes, el incremento del valor del activo explica que el patrimonio neto pase a tener un valor positivo, lo cual es mucho más creíble de acuerdo con la realidad de la empresa. Ventajas e inconvenientes Esta información genera costes de obtención (informes de tasación de los activos...), costes de formulación (redacción de la nota de la memoria), costes de auditoría (revisión del cálculo, informe del auditor…) y costes de publicidad (suministro de información que puede ser confidencial). El principal beneficio de la información aportada es que el usuario dispondrá de datos más próximos a la realidad en relación al activo y el patrimonio neto. Se trata de información que puede ayudar en el proceso de toma de decisiones de profesionales como analistas bancarios, por ejemplo. 4. Conclusiones En este trabajo, se ha puesto de manifiesto que a pesar del esfuerzo normativo de los últimos años, siguen existiendo problemas de valoración en determinados activos no corrientes. Estos problemas son relevantes ya que en muchas empresas se trata de activos que representan una tercera parte del balance. Los problemas identificados se refieren a los inmuebles en los que el valor contable es menor que el valor de mercado y a los intangibles generados internamente. Se han propuesto algunas alternativas de mejora en relación con estos problemas. Para los inmuebles se ha propuesto la actualización de balances. También se ha expuesto la alternativa del ajuste de cuentas por inflación, aunque esta opción sólo está permitida en algunos países latinoamericanos. Para los intangibles generados internamente se ha propuesto complementar la información financiera con una valoración complementaria que podría incorporarse a la memoria que forma parte de las cuentas anuales. Con la implementación de propuestas como las que se han defendido en este trabajo se puede mejorar la fiabilidad de la información financie-


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ra. Sin embargo, se trata de áreas en las que en los próximos años deberán hacerse mejoras en las normas de información financiera con el fin de que la contabilidad pueda cumplir mejor con los objetivos de fiabilidad, comparabilidad y relevancia para la toma de decisiones. Referencias bibliográficas ACCID (2007): “Las NIC/NIIF y el Nuevo Plan General de Contabilidad”, Revista de Contabilidad y Dirección, Monografía, núm. 4. — (2013): Actualización de balances según en la Ley 16/2012 de medidas tributarias: Una guía de urgencia, Colección Manuales, Comisión de Contabilidad y Fiscalidad, Barcelona. AMAT, O. (2010): “Fiabilidad de la nueva normativa contable (PGC y NIIF) y detección de maquillajes contables”, Boletín de Estudios Económicos, Vol. 65, Nº 199, págs. 93-104. ARES, J. (1991): Contabilidad, precios e inflación, Nota Técnica, Universidad Católica del Uruguay, Montevideo. BANCO DE ESPAÑA (2012): Resultados anuales de las empresas no financieras 2011, Central de Balances del Banco de España, Madrid. Ley 16/2012, de 27 de diciembre, por la que se adoptan diversas medidas tributarias dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas y al impulso de la actividad económica. MARÍN, S. y ANTÓN, M. (2010): “Información financiera: Experiencias de un año de aplicación de la nueva normativa”, Revista de Contabilidad y Dirección, núm.10. MARÍN, S.; ANTÓN, M. y PALACIOS, M. (2007): “El Inmovilizado en el Borrador del Plan General de Contabilidad”, Gestión. Revista de Economía, nº 39, pp. 17-23. MARÍN, S.; ANTON, M.; PALACIOS, M.; MORENO, R. y TORTOSA, J. (2008): “Reforma mercantil y contable. Inmovilizados intangibles”, Gestión. Revista de Economía, nº 44, pp. 20-25. MARTIN, J.M. (1998): “Los efectos económicos de las normas contables en el sector eléctrico”, Partida Doble, núm. 91, julio-agosto: pp. 68-69. MARTÍNEZ, J.I. (1990): “Las inversiones a largo plazo: Valoración y presentación en las cuentas anuales”, Boletín de Estudios Económicos, Vol. 45, Nº 141, pp. 435450. PLA GENERAL DE COMPTABILITAT D’ANDORRA, (2007): Ley 30/2007 de 20 de diciembre. PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD (1973): Decreto 530/1973, de 22 de febrero. PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD (1990): Real Decreto 1643/1990, de 20 de diciembre. PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD (2007): Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre.


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REA y REAF/CGCEE (2013): Actualización de Balances según Ley 16/2012, Comunicación nº21, Consejo General de Colegios de Economistas de España. REAL DECRETO-LEY 7/1996, de 7 de junio, sobre Medidas Urgentes de carácter Fiscal y de Fomento y Liberalización de la Actividad Económica. SKERRAT, L. y TONKIN, D. (1988): Financial reporting 1987-88, ICAEW, Londres. VÁZQUEZ, N. y DÍAZ, M. (2013): Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF-IFRS), Profit Editorial, Barcelona. YEBRA, R. O. (1991): “Análisis de estados financieros en economías con inflación”, Revista Española de Financiación y Contabilidad, octubre-diciembre, pp. 9861030.



BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 39-60)

REGISTRO CONTABLE DE LOS “ACUERDOS CONJUNTOS” “JOINT ARRANGEMENTS” ACCOUNTING TREATMENT Francisco Javier Domingo Socio Auditoria de PwC

RESUMEN Los procesos de internacionalización y globalización de las empresas y grupos empresariales, como medida para afrontar la situación de crisis del mercado nacional o como estrategia de crecimiento de los mismos, han puesto de moda los acuerdos conjuntos con otras contrapartes como forma de afrontar estos procesos, sobre todo en mercados geográficos cada vez más exóticos. El tratamiento contable de este tipo de “Acuerdos conjuntos” es diferente, dependiendo de los compromisos adquiridos por las partes involucradas en los mismos y, además, va a sufrir una significativa variación para aquellos grupos que aplican Normas Internacionales de Información Financiera con la entrada en vigor en la Unión Europea de la NIIF 11 “Acuerdos conjuntos” en enero de 2014. Las entidades y grupos afectados deben prepararse para estos nuevos criterios contables. Palabras clave: Operaciones conjuntas, negocios conjuntos, control conjunto, integración proporcional de activos y pasivos y método de la participación. SUMMARY Internationalization and business globalization processes, used as a measure to face up to the crisis situation of the national market and as a growth strategy, have made joint agreements with other counterparts become popular as a way of developing these processes, particularly in exotic geographical markets. The accounting treatment of this type of “Joint Agreements” is different, depending on the commitments acquired by the parties involved and, furthermore, with the entry into force in the European Union of IFRS 11 “Joint agreements” in January 2014, for those groups that apply International Financial Reporting Standards, the accounting treatment will suffer important changes. The entities and groups affected must be prepared for these new accounting criteria. Key words: Joint operations, joint ventures, joint control, proporcionate integration method and equity method.

1. Acuerdos conjuntos, procesos empresariales en alza Durante los últimos tiempos, la situación económica en general y la de las empresas en particular, han tenido un lugar común; nos enfrentamos con un entorno de crisis, cuyo origen ya casi se nos ha olvidado. Si


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bien el proceso se inició en una crisis financiera (las conocidas como hipotecas basura), en Estados Unidos esta situación se ha trasladado posteriormente a muy distintos entornos geográficos, donde cada uno le ha dado su toque local. A muchos de vosotros a los que me dirijo en este artículo, este entorno económico os resulta novedoso e incluso a otros hasta excitante, ya que toda crisis proporciona oportunidades a los que saben verlas y aprovecharlas. Pero lo de novedoso no lo digo ni por las posibles causas, más financieras y de modelo económico, ni por sus consecuencias, de todos conocidas. Consecuencias que, en el caso de la economía de nuestro país, han producido un efecto devastador en el consumo interior, en la situación del mercado laboral y en la paralización de las fuentes de financiación. Lo realmente novedoso para muchos de vosotros es que no habíais tenido esta experiencia hasta la actualidad. Pero crisis como ésta ya las hemos sufrido en el pasado. Unas históricas (la del 29, la crisis del petróleo) y otras más cercanas, como la recesión y reconversión industrial que sufrieron muchas de nuestras empresas y mercados nacionales allá por los años 80 y 90 (sobre todo tras el boom de 1992). Y no sólo hemos salido de todas ellas, sino que incluso muchas de nuestras grandes compañías se han fortalecido “haciendo de la necesidad virtud”, y ya están poniéndose manos a la obra para ganar posiciones de cara al futuro. En este artículo, vamos a contemplar uno de los aspectos que está permitiendo a muchas empresas no sólo superar la crisis, sino beneficiarse de la misma. Sin embargo, no vamos a hablar de reducir costes y de ser más competitivos; dos aspectos que son condición “sine qua non” en todo manual de gerencia empresarial actual, sino de algo que ya parecía superado, pero que la realidad nos ha demostrado que todavía tiene un amplio recorrido por realizar. Me estoy refiriendo a la internacionalización y globalización de nuestras empresas. Una de las cosas que la crisis actual nos ha mostrado es que son las empresas realmente internacionalizadas las que mejor están superando la situación y, además, su posición se va a encontrar muy reforzada en el momento que la crisis empiece a remontar, cosa que, esperemos, ocurrirá más pronto que tarde. Un proceso de internacionalización y globalización debe de entenderse en sentido amplio, único sentido razonable en este campo. No sólo estamos hablando de la exportación de nuestros productos, o la descentralización de la producción de estos productos en los llamados LCC


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(Low Cost Countries), sino la gestión internacional de nuestros negocios y de los recursos empleados en los mismos. Pero el desarrollo de estos procesos de internacionalización suele determinar, sobre todo para aquellas organizaciones empresariales de menor tamaño, la aparición de limitaciones en cuanto a los recursos disponibles para los mismos. Por una parte, los recursos financieros resultan limitados y con los mercados financieros actuales, que vamos a calificar de reticentes a proyectos de riesgo, éste es un primer problema a afrontar. Pero además, las organizaciones empresariales también se suelen encontrar con recursos y medios humanos limitados, en número y capacidades, sobre todo cuando se exigen esfuerzos muy demandantes desde el punto de vista familiar o personal. Y, por otra parte, muchas de las empresas tienen lagunas de información, o incertidumbres, de tipo económico, social, legal o mercantil sobre las áreas geográficas donde expandirse, ya que estas áreas son cada vez más lejanas y diferentes, sobre todo, desde el punto de vista cultural. Por todo ello, y siguiendo el dicho de que “la unión hace la fuerza”, muchas empresas se han lanzado a desarrollar estos procesos de internacionalización mediante la búsqueda de socios o alianzas con terceros, que les permitan compartir esfuerzos económicos, y también riesgos, y les faciliten aquellos recursos, complementarios a los suyos, que resultan necesarios en cada fase del proceso de internacionalización. Como consecuencia de lo anterior, cada vez es más frecuente que las organizaciones empresariales se embarquen en “Acuerdos conjuntos” con otras organizaciones complementarias para afrontar estos proyectos. Los “Acuerdos conjuntos” están de moda. No obstante, muchas veces las empresas afrontan estos acuerdos sin conocer los efectos contables que los mismos van a tener en sus estados financieros individuales y consolidados. Con la entrada en vigor de la Norma Internacional de Información Financiera – NIIF 3 (revisada) “Combinaciones de negocio” en julio de 2009, queda muy claro que el registro contable de las sociedades o actividades en las que un grupo o empresa multinacional participa resulta diferente, dependiendo del nivel de “control” que, sobre estas sociedades o actividades, ejerce el grupo. Tal y como establece la Norma Internacional de Contabilidad – NIC 27 “Estados financieros consolidados y separados”, sólo se pueden consolidar, entendiendo con tal consolidación la aplicación del sistema de


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integración global, aquellas sociedades o actividades sobre las que se ejerce control. ¿Y qué se entiende por control? El concepto “control” ya se había definido anteriormente pero, de acuerdo con la NIIF 10 “Estados financieros consolidados” que entrará en vigor el 1 de enero de 2014 se define de la siguiente forma: “Un inversor controla una inversión cuando el primero se encuentra expuesto, o tiene derecho, a los resultados de la inversión y tiene la capacidad de influir en la generación de estos resultados” Pero, volvamos a los “Acuerdos conjuntos”. Una de las características de este tipo de acuerdos es que los socios o partícipes del mismo ejercen un “control conjunto”. Y “control conjunto”, curiosamente, no reúne, por las razones que luego indicamos, las condiciones de control antes descritas. Por todo ello, no sólo para un contable o director financiero, sino también para un director general, gerente o gestor de negocio en general, es importante saber los impactos contables de estos “Acuerdos conjuntos” que están firmando, negociando o diseñando en la actualidad, o aquéllos en los que ya está inmerso. A continuación resumimos y comentamos los aspectos más significativos de la Norma Internacional de Información Financiera – NIIF 11 – “Acuerdos conjuntos” que regula los efectos contables de este tipo de acuerdos. 2. NIIF 11, “Acuerdos conjuntos” Introducción y conceptos básicos La NIIF 11 “Acuerdos conjuntos”, publicada por el International Accounting Standards Board - IASB en mayo de 2011, supone, junto con la NIIF 10 “Estados financieros consolidados”, la NIIF 12 “Revelación de participaciones en otras entidades”, NIC 27 “Estados financieros separados” y NIC 28 “Inversiones en asociadas y negocios conjuntos”, la culminación del proyecto de revisión de las normas de consolidación que comenzó en junio de 2003. Con la entrada en vigor de la NIIF 11 queda superada la NIC 31 “Negocios conjuntos”. No obstante, en la NIIF 11 se mantiene el concepto de control conjunto que ya se recogía en la NIC 31. Esta nueva norma reduce a dos la tipología de modelos de acuerdos conjuntos, y, la tipología determina el sistema de contabilización aplicable a cada modelo:


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– Las operaciones conjuntas (“joint operations”) que se contabilizarán por las partes de acuerdo con el método de la integración proporcional de activos y pasivos, y – Los negocios conjuntos (“joint ventures”), que únicamente podrán registrarse de acuerdo con el método de la participación. La NIIF 11 se deberá aplicar en todos los ejercicios comenzados a partir del 1 de enero de 2013, si bien a efectos de la Unión Europea esta fecha se ha retrasado a 1 de enero de 2014. No obstante, dado que la aplicación de esta norma es con efecto retroactivo, las entidades y grupos que apliquen las NIIF-UE deberán tener en cuenta ya desde el 1 de enero de 2013 (en aquellos casos en los que el ejercicio contable coincida con el año natural) las implicaciones de la nueva norma, puesto que podría tener impacto en la información comparativa a incluir en el primer ejercicio de aplicación. Con relación a este aspecto de la modificación de datos comparativos de ejercicios anteriores, con posterioridad a la publicación de las normas de consolidación, el IASB emitió en junio de 2012 una modificación a las disposiciones transitorias de dichas normas. Esta modificación básicamente consiste en limitar la reexpresión de las cifras comparativas al ejercicio inmediatamente anterior a aquel en el que se aplican por primera vez estas normas. Esta modificación se adoptará por parte de la UE con efecto desde el 1 de enero de 2014, si bien a la fecha de este artículo, está pendiente de adopción. 2.1. Control conjunto Un acuerdo conjunto es un contrato de cooperación empresarial entre dos o más partes que acuerdan gestionar las actividades conjuntamente. Un acuerdo conjunto puede ser de diversa naturaleza: el uso compartido de una red de telecomunicaciones o de un activo o activos específicos, la creación de un consorcio para explotar una actividad o producir un determinado bien de forma conjunta, etc. Igualmente, puede tener formas legales muy variadas. De acuerdo con la NIIF 11, para que exista control conjunto, es necesario que: – Las partes hayan acordado mediante contrato la existencia de control conjunto, y – Exista consenso unánime de las partes que poseen el control conjunto sobre las actividades relevantes del negocio que se gestiona conjuntamente.


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El concepto de control conjunto sigue siendo la clave para determinar si existe un acuerdo conjunto. Aunque el concepto no ha sufrido modificaciones importantes respecto a la NIC 31, la definición, como antes hemos mencionado, sí se ha modificado. Control y control conjunto son términos mutuamente excluyentes. Cuando existe control conjunto, ninguno de los partícipes tiene la capacidad de controlar el negocio unilateralmente. Por otro lado, el hecho de que varias partes tengan el mismo porcentaje de participación en una entidad no implica necesariamente que exista control conjunto, sino que pudiera ser que aquella calificara como asociada de cada una de las partes (control colectivo y no control conjunto) por tener todos y cada uno de ellos influencia significativa en su gestión. Para que exista control conjunto debe haberse acordado mediante contrato que las decisiones deben tomarse de forma unánime por todas las partes o por un grupo de ellas, lo que excluye la posibilidad de que varios accionistas acumulen más de un 50% de los derechos de voto y tomen decisiones en contra de los accionistas que acumulan menos de un 50%. Adicionalmente, para que exista control conjunto es necesario que la unanimidad afecte a las actividades relevantes de la entidad. La identificación de las actividades relevantes de una entidad requiere juicio profesional por parte de los gestores empresariales y los auditores, remitiéndonos para este análisis a las definiciones y a las pautas recogidas en la propia NIIF 11 y en la NIIF 10. Para enfocar adecuadamente este análisis, hay que tener en cuenta que los mecanismos de arbitraje o de resolución de disputas establecidas en esta clase de acuerdos empresariales no afectan al proceso de toma de decisiones sobre las actividades relevantes de la entidad, sino que son meros sistemas para evitar un bloqueo, en aquellos casos en los que exista control conjunto. 2.2. Tipos de acuerdos conjuntos 2.2.1. Clasificación de los acuerdos Como consecuencia de las modificaciones introducidas en las normas sobre consolidación y control conjunto los tipos de acuerdos conjuntos han quedado reducidos a dos: Las operaciones conjuntas son acuerdos en virtud de los cuales las partes que poseen el control conjunto (denominadas “operadores conjuntos”) tienen derechos sobre los activos, y obligaciones respecto de los pasivos relativos al acuerdo (NIIF11p15), y


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Los negocios conjuntos son acuerdos en virtud de los cuales las partes que poseen el control conjunto (denominadas”partícipes”) tienen derecho sobre los activos netos del acuerdo (NIIF11p16). A efectos prácticos, la calificación de un acuerdo dentro de uno u otro tipo puede llevarse a cabo de acuerdo con la figura 1. Figura 1

No

Si

Si

No

Si Si

No

No

Fuente: NIIF 11 y Departamento Técnico PwC.

2.2.2. Estructura del acuerdo Los acuerdos conjuntos pueden instrumentarse de diversas formas y a través de vehículos distintos, desde asociaciones, hasta sociedades mercantiles de responsabilidad limitada. Las partes deberán analizar sus acuerdos conjuntos para concluir si éstos están operando a través de vehículos separados o no. La forma jurídica del vehículo puede no suponer una separación legal de la entidad que participa en el mismo, si éste sigue estando expuesto de forma directa a los riesgos y beneficios de los activos y pasivos del acuerdo. Por ejemplo, una sociedad anónima implica una separación legal de la entidad que participa en el acuerdo en casi todas las jurisdicciones. Sin


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embargo, una sucursal, una asociación de interés económico o una unión temporal de empresas puede no suponer la existencia de dicha separación si la entidad tiene derechos sobre los activos de dichos acuerdos, y está expuesto a las obligaciones de los mismos. La NIIF 11 requiere que dicha exposición a los derechos y obligaciones surja en el curso normal de la actividad (NIIF11pB14), es decir, que no derive de circunstancias anormales, tales como la liquidación o la quiebra de un negocio o actividad. Estas situaciones no son relevantes a la hora de calificar los acuerdos conjuntos, puesto que no se derivan del curso normal del negocio. Los acuerdos conjuntos que no estén estructurados a través de un vehículo separado se calificarán como operaciones conjuntas. Igualmente, tendrán esa calificación los acuerdos conjuntos que se lleven a cabo mediante vehículos que no impliquen una separación, en cuanto a riesgo o beneficios, de la actividad de la entidad que forme parte del negocio conjunto. 2.2.3. Otros indicadores Una vez se ha concluido que el acuerdo conjunto está instrumentado en un vehículo separado legalmente y que no otorga derecho a las partes sobre los activos y expone a obligaciones respecto de los pasivos del negocio, la NIIF 11 exige que se analicen otras circunstancias del acuerdo, que puedan ser indicativas de que el mismo deba calificarse como una operación conjunta. Para ello, es necesario analizar el propósito original del acuerdo, o lo que es lo mismo, el motivo por el cual se ha creado el acuerdo. Si el vehículo se ha creado con la única intención de que las partes utilicen y consuman la totalidad de la producción que resulte del acuerdo, o bien la capacidad disponible del mismo, entonces muy probablemente el acuerdo deba calificar como una operación conjunta (por ejemplo, la explotación de la capacidad de un gaseoducto por parte de varios socios o partícipes). A la misma conclusión se llegaría si la producción del acuerdo conjunto fuera específica para las necesidades de las partes y no fuera susceptible de venta a terceros en su condición actual. Al consumir la totalidad de la producción o la capacidad del acuerdo, las partes están accediendo a la totalidad de los derechos del acuerdo, y de forma indirecta están asumiendo la totalidad de las obligaciones, ya


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que la liquidación de las mismas depende totalmente de la entrada de flujos de efectivo de las partes, que compran la totalidad de la producción. El acuerdo sería, por tanto, una operación conjunta. No obstante, este análisis es mucho más complejo en la práctica. Actualmente, existe bastante debate en el IASB en relación con la necesidad de que exista un acuerdo vinculante entre las partes para consumir la totalidad de la producción resultante del acuerdo o su capacidad. Esta interpretación se fundamenta en el hecho de que con la existencia de este acuerdo se pondría en evidencia que la intención de las partes cuando firmaron el acuerdo era la de crear una operación conjunta. Si únicamente existiera intención de las partes, sin un acuerdo vinculante, podría ocurrir que éstos decidieran, después de la firma del acuerdo, vender una parte de la producción a terceros o poner a su disposición parte de la capacidad del acuerdo. En este caso, el acuerdo pasaría a clasificarse como un negocio conjunto más que como una operación conjunta. Por otro lado, si las partes consumen la totalidad de la producción del acuerdo, este se calificará como una operación conjunta, aún cuando: – La producción sea susceptible de venderse a terceros distintos de las partes en su condición actual; – El precio de los productos es de mercado o está en línea con el mismo; – El acuerdo conjunto se financia con préstamos de forma independiente a las partes, y – Los volúmenes de producción que consuman cada una de las partes varíen cada ejercicio. 2.3. Registro contable Como puede apreciarse de todo lo anterior, la clasificación de estos acuerdos no resultan en la práctica, una tarea sencilla, pero sin embargo, es crucial ya que va a determinar cómo va a ser el registro contable de la actividad desarrollada a través del acuerdo. Por tanto, esta clasificación de los acuerdos conjuntos en uno u otro tipo es relevante a la hora de la contabilización de los mismos en los estados financieros de las entidades que participan en el acuerdo, tanto a nivel consolidado como a nivel individual.


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2.3.1. Operaciones conjuntas Una entidad, que se denominará “operador conjunto”, formará parte de una operación conjunta si tiene derecho sobre los activos individuales de ésta, o bien tiene obligaciones contractuales por los pasivos de la misma. A efectos contables, el operador conjunto deberá aplicar el método de la integración proporcional y reconocer, tanto en sus estados financieros separados como en los consolidados, las siguientes partidas derivadas del acuerdo conjunto: – Sus propios activos y pasivos, – Su parte proporcional en los activos y pasivos de la actividad conjunta, – Sus propios ingresos y gastos, y – Su parte proporcional de los ingresos y gastos de la actividad conjunta. 2.3.2. Negocios conjuntos Por el contrario, una entidad formará parte de un negocio conjunto, y se denominará “partícipe en un negocio conjunto”, siempre y cuando tenga derechos sobre los activos netos y el resultado neto generado por un grupo de activos y pasivos que están llevando a cabo una actividad económica. Bajo la NIIF 11, la participación en una entidad conjunta se deberá registrar en los estados financieros consolidados del partícipe de acuerdo con el método de la participación, también llamado en el pasado “puesta en equivalencia”. En sus estados financieros individuales, la participación se valorará a su coste de adquisición. 2.4. Comparativa con NIC 31 (normativa actual vigente hasta enero de 2014) En la actualidad, y hasta su entrada en vigor en enero de 2014, la norma contable que rige en relación con estos acuerdos conjuntos es la NIC 31. A continuación pasamos a realizar un análisis comparativo de ambas normas, de los aspectos diferenciales y de su efecto en los registros contables de estos acuerdos. A modo de resumen, la tipología de acuerdos conjuntos bajo NIC 31 y bajo NIIF 11 sería la siguiente: ver tabla 1.


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Tabla 1

conjuntos

Fuente: Departamento Técnico PwC.

Anteriormente, bajo la NIC 31 existían tres tipos de acuerdos conjuntos: – Activos controlados de forma conjunta, – Explotaciones controladas de forma conjunta, y – Entidades controladas de forma conjunta. Es probable que la mayor parte de los acuerdos que bajo la NIC 31 calificaban como activos controlados de forma conjunta o explotaciones controladas de forma conjunta, se deban clasificar como una actividad conjunta bajo la NIIF 11, si bien habría que evaluar si la calificación sigue siendo válida bajo la nueva norma. Sin embargo, no todos los acuerdos conjuntos que bajo la NIC 31 se venían clasificando como entidades controladas de forma conjunta, pasarán a calificar como negocios conjuntos bajo la NIIF 11, sino que puede tratarse de operaciones conjuntas, dependiendo de la naturaleza de los derechos y obligaciones sobre el acuerdo conjunto. Este es uno de los cambios más relevantes de la NIIF 11 con respecto a la NIC 31, ya que la clasificación ya no depende únicamente de la forma legal que tenga el acuerdo. En relación con la contabilización de los acuerdos conjuntos, mientras que bajo la NIC 31 se permitía a las entidades elegir entre la aplicación del método de la participación o de la integración proporcional para


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las entidades controladas de forma conjunta, la NIIF 11 únicamente permite que los negocios conjuntos se registren en los estados financieros consolidados del partícipe de acuerdo con el método de la participación (ver tabla 1). Este es el cambio más significativo de la NIIF 11, con respecto a la NIC 31, ya que significa que en los estados financieros consolidados de los grupos que anteriormente venían registrando estos acuerdos por el método de integración proporcional los activos, pasivos, así como los ingresos y gastos de estas operaciones que anteriormente se mostraban desglosados en el balance y la cuenta de pérdidas y ganancias consolidadas van a desaparecer y mostrase agrupadas en una sola partida del balance (Activos financieros no corrientes – Negocios conjuntos) y de la cuenta de pérdidas y ganancias (Participación en resultados de los negocios conjuntos). 2.5. Primera aplicación y transición La entrada en vigor de la NIIF 11, como todo cambio de criterio contable puede determinar una modificación en los registros contables de las entidades que participan en estos acuerdos conjuntos. Estos cambios se introducen aplicando los principios regulados en la propia NIIF 11 y que afectan, tanto al ejercicio de su entrada en vigor, como a los datos contables comparativos, que las sociedades presentan como parte de sus estados financieros. La NIIF 11 es de aplicación obligatoria para todos los ejercicios comenzados a partir del 1 de enero de 2014, para todos los grupos y entidades que apliquen NIIF-UE, si bien está permitida su aplicación anticipada. La NIIF 11 se deberá aplicar con carácter retroactivo, de acuerdo con los requisitos de la NIC 8 “Políticas contables, cambios en las estimaciones contables y errores”. Por otra parte, y como ya hemos mencionado anteriormente, con posterioridad a la fecha de publicación de la NIIF 11, el IASB publicó una modificación respecto de las normas de transición a las nuevas normas de consolidación limitando la reexpresión de información comparativa al ejercicio inmediatamente anterior. 2.5.1. Transición del método de integración proporcional al método de la participación Cuando un acuerdo que venía registrándose de acuerdo con el método de la integración proporcional bajo la NIC 31 se clasifique como un


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negocio conjunto, la entidad deberá reconocer en el balance de apertura del ejercicio inmediatamente anterior la inversión en el negocio conjunto valorada de acuerdo con el método de la participación, que será el agregado de los importes en libros de los activos y pasivos que venía consolidando proporcionalmente. Este importe incluirá el fondo de comercio correspondiente y se considera el coste atribuido de la inversión a efectos de la NIIF 11 a la fecha de apertura del balance del ejercicio anterior. Las pérdidas por deterioro de valor que procedan, en su caso, registrase en este momento y de conformidad con lo indicado en la NIC 28, se registrarán contra las reservas de apertura del ejercicio anterior. Si el importe neto de los activos y pasivos que previamente se integraban por consolidación proporcional fuese negativo, la entidad no registrará importe alguno por la inversión en el acuerdo conjunto, a menos que existiera una obligación legal o implícita que, de acuerdo con la NIC 37 “Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes” deba contabilizarse como una provisión. 2.5.2. Transición del método de la participación al de integración proporcional Cuando una entidad concluya que un acuerdo conjunto que previamente se venía registrando de acuerdo con el método de la participación deba calificarse como una operación conjunta, deberá: – Dar de baja la inversión anterior valorada de acuerdo con el método de la participación; – Registrar la parte proporcional de los activos y pasivos del acuerdo conjunto a la fecha de apertura del balance del ejercicio inmediatamente anterior así como cualquier fondo de comercio que hubiera estado incluido en la inversión original, y – Valorar la parte proporcional de dichos activos y pasivos al importe resultante de desagregar el importe en libros de la inversión previamente reconocido en los activos y pasivos que componían dicho importe. La valoración de estos componentes se deberá basar en la información que utilizó la entidad para valorar la inversión de acuerdo con el método de la participación en el balance del ejercicio anterior, junto con el fondo de comercio surgido en la adquisición. En la mayor parte de los casos, el efecto será únicamente de presentación por la desagregación del importe que anteriormente figuraba en una única línea, sin que se produzca ningún efecto en la valoración.


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Sin embargo puede haber situaciones en las que ambos importes no coincidan, por ejemplo, si ha habido un deterioro de valor de la inversión o por la existencia de pérdidas acumuladas que la entidad que participa en el acuerdo no se ha registrado de acuerdo con el método de la participación, por no existir una obligación legal o implícita. En estos casos, la diferencia se deberá ajustar como sigue: – Si el importe neto de los activos y pasivos es superior al importe de la inversión, se reducirá el fondo de comercio y el exceso resultante del valor de los activos y pasivos supondrá un incremento de reservas acumuladas; y – Si el importe neto de los activos y pasivos es inferior al importe de la inversión, directamente contra reservas. 2.5.3. Estados financieros separados de las entidades que participan en el acuerdo conjunto En los estados financieros separados de las entidades que participan en el acuerdo conjunto, la NIIF 11 se deberá aplicar con carácter retroactivo. Las normas a aplicar en la transición se resumen a continuación: ver tabla 2. Tabla 2 De inversión en participada a ope- De activos controlados de forma ración conjunta conjunta a negocios conjuntos Contabilización De acuerdo con la NIC 27 esta inver- La entidad habría reconocido su sión debería haberse registrado a su parte de las obligaciones y derechos anterior coste de adquisición del acuerdo y la parte proporcional de los activos y pasivos del mismo Ajustes de tran- A la fecha de transición, la entidad: – Da de baja la inversión y reconoce sición su participación en los activos y pasivos relativos al negocio conjunto de acuerdo con lo indicado en el apartado 2.5.2 anterior; – Incluye una conciliación entre la inversión dada de baja y la participación en los activos y pasivos reconocidos, junto con cualquier saldo ajustado contra reservas al inicio del ejercicio más antiguo que se presente.

Fuente: Departamento Técnico PwC.

A la fecha de transición, el coste atribuido de la participación en el negocio conjunto se determina agregando el valor de los importes en libros de los activos y pasivos que venían integrándose por consolidación proporcional con anterioridad, incluyendo el fondo de comercio que en su caso hubiera surgido en la adquisición. La entidad deberá valorar su participación en el negocio conjunto a su coste o de acuerdo con la NIIF 9 “Instrumentos financieros”.


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2.6. Ejemplo Práctico: Tipos de acuerdos conjuntos (apartado 2.2) Antecedentes comunes Las entidades 1, 2 y 3 son sociedades anónimas. Las sociedades A y B poseen un 50% de cada una de estas entidades. Existe control conjunto de las sociedades A y B. De acuerdo con el contrato firmado entre A y B, ambas sociedades tienen derecho sobre el resultado neto de las entidades 1, 2 y 3. Ambos accionistas tienen derecho a cobrar dividendos de los acuerdos conjuntos. Las entidades 1, 2 y 3 tienen su propia plantilla a la que contratan ellos mismos. Las ventas de productos de las entidades 1, 2 y 3 a los accionistas, sociedades A y B, son a precios de mercado actuales. A y B participan en los beneficios / pérdidas de las entidades 1, 2 y 3 y en el reparto de beneficios en el mismo porcentaje que su participación en el capital. Entidad 1 La entidad 1 se constituyó con el objeto de fabricar un componente fundamental en el sector del automóvil. La entidad 1, la sociedad A y la sociedad B han firmado un contrato de compra venta en virtud del cual la entidad 1 está obligada a entregar toda su producción a los accionistas, sociedades A y B, y estos a su vez quedan obligados a aceptar dicha entrega, en la fábrica de automóviles que estas entidades poseen en la misma zona geográfica. La cancelación de este acuerdo requiere notificación por escrito con tres años de antelación. En algunos momentos, la entidad 1 ha solicitado préstamos con la garantía de cuentas a cobrar para financiar su propia operativa y llevar a cabo inversiones en inmovilizado. Si no existiera el acuerdo de compraventa entre los accionistas y la entidad 1, la producción podría venderse a terceros al mismo precio, y los accionistas podrían adquirir el componente a otros proveedores que operan en el mercado. Entidad 2 La Entidad 2 se constituyó para la generación y distribución de energía.


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La Entidad 2, la sociedad A y la sociedad B han firmado un contrato de compra venta en virtud del cual la Entidad 2 no está obligada a vender la totalidad de la energía producida a sus accionistas, sociedades A y B, si bien éstas tienen la opción de adquirir la misma en una primera instancia. En los ejercicios que lleva operando la Entidad 2, los accionistas han comprado los siguientes porcentajes sobre la energía total producida: Año 1 – El 100% de la energía producida Año 2 – 80% a los accionistas (20% a terceros) Año 3 – 20% a los accionistas (80% al mercado) Año 4 – 55% a los accionistas (45% al mercado) Si bien los planes de negocio a corto plazo pudieran poner de manifiesto que un 40% de la producción se va a adquirir y utilizar por parte de los accionistas, vendiéndose la energía remanente a terceros, las condiciones económicas y las otras circunstancias del negocio podrían poner en entredicho estos planes de negocio. Entidad 3 Esta entidad fabrica un componente crítico necesario para el sector de las telecomunicaciones Está obligada por contrato a vender la producción directamente a un tercero y no tiene capacidad para darles a sus accionistas la opción de adquirir en primera instancia su producción, ni estos tienen capacidad de aceptar la misma. La entidad tercera a la que se vende la producción es una entidad participada al 50% por A y B. A su vez, esta entidad vende los productos al mercado. Aunque A y B han concedido ciertas garantías para cubrir las operaciones de la Entidad 3, ésta es una organización que viene siendo históricamente estable desde un punto de vista financiero. Las probabilidades de que haya que hacer uso de las garantías prestadas por los accionistas son remotas. SOLUCIÓN Entidad 1 En este caso, la entidad 1 es una sociedad anónima, lo que implica que existe una separación legal entre los partícipes y el acuerdo. De conformidad con el contrato firmado entre las partes, los accionistas no tienen derechos sobre los activos y pasivos del negocio, sino sobre los


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resultados netos del mismo. Por tanto, de acuerdo con la NIIF 11, habrá que analizar otras circunstancias del acuerdo. Estas indican que: – Toda la producción la consumen los partícipes; – La producción se vende a precio de mercado; – La entidad cuenta con financiación y el producto es susceptible de venderse a terceros en el mercado. La clave del análisis es que en la actualidad toda la producción de la Entidad 1 la están consumiendo A y B (es más, existe una obligación de consumir toda la producción). Por lo tanto, mientras se mantenga esta situación, el acuerdo se calificará como una operación conjunta. Aunque el acuerdo cuenta con su propia financiación, su gestión continuada depende de los flujos de efectivo de los partícipes, y por tanto, el acuerdo es una operación conjunta. En cualquier caso, la calificación contable podría variar si se modificaran las circunstancias del acuerdo. Entidad 2 Al igual que en el caso de la Entidad 1, este acuerdo conjunto también está instrumentado en una sociedad anónima, creando así una separación legal entre los partícipes y el acuerdo conjunto. Por tanto, hay que entrar a analizar otras circunstancias. Estas indican lo siguiente: – El volumen de producción que se queda cada uno de los partícipes es variable; – La entidad vende también a terceros; – Los flujos de efectivo de la entidad no depende enteramente de los partícipes; – La entidad tiene financiación externa y el producto es susceptible de venderse a terceros; – Los planes a corto y largo plazo indican que un 40% de la producción se va a vender a los accionistas y el resto a terceros. En esta situación sería necesario solicitar más información para entender cuál fue el propósito y el motivo para constituir el negocio conjunto. No obstante, la información disponible, parece indicar que se trata de un negocio conjunto. Sin embargo, si la intención de las partes cuando crearon el acuerdo era únicamente la de cubrir sus necesidades, si bien dejando que en el corto plazo una parte de la producción se vendiera a terceros, la conclusión podría variar. Entidad 3 Al igual que en los casos anteriores, el análisis requiere entrar a evaluar otras circunstancias del acuerdo. Estas indican lo siguiente:


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– La producción se vende inicialmente a otro negocio conjunto formado por las partes; – A su vez, el negocio conjunto al que se vende la producción, vende a terceros ajenos al grupo; – Los partícipes del negocio conjunto no son los que consumen la producción; – El producto se vende en última instancia a terceras partes; – La entidad tiene su propia financiación y el producto es susceptible de venderse a terceros. La clave en esta situación es que el producto se vende a terceros y que los partícipes únicamente tienen derecho sobre los beneficios / activos netos del acuerdo. Por estos motivos, el acuerdo calificaría como un negocio conjunto. 3. Principales consecuencias de la NIIF 11 y plan de acción para su consideración La clasificación de las participaciones en negocios conjuntos en virtud de la NIC 31 rara vez dio pie a polémicas o debates. Los negocios no instrumentados a través de entes con personalidad jurídica propia se consideraban bien explotaciones controladas de forma conjunta o bien activos controlados de forma conjunta, con idéntica contabilización. Todo lo que se englobaba dentro de una entidad recibía la consideración de entidad controlada de forma conjunta, y la dirección podía escoger entre la consolidación proporcional y la puesta en equivalencia. Por tanto, la clasificación de acuerdos conjuntos casi nunca era problemática. Con la entrada en vigor de la NIIF 11, los cambios en las definiciones reducen los tipos de acuerdos conjuntos a dos: operaciones conjuntas y negocios conjuntos. Se elimina la opción de política contable de consolidación proporcional para las sociedades controladas conjuntamente. El método de puesta en equivalencia es obligatorio para los partícipes en negocios conjuntos. Las entidades que participen en operaciones conjuntas aplicarán una contabilización muy similar a la que se aplica actualmente a los activos o explotaciones conjuntas. El énfasis ya no radica en la estructura legal de los acuerdos conjuntos, sino en cómo las partes comparten los derechos y obligaciones. Como consecuencia de estos cambios, las sociedades que actualmente participan en acuerdos conjuntos o que tienen previsto formalizar nuevos acuerdos conjuntos se verán afectadas por la nueva norma. Cuando adopten la nueva norma o formalicen nuevos acuerdos, tendrán que ana-


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lizar sus acuerdos y determinar si han invertido en una operación conjunta o en un negocio conjunto ya que la contabilización dependerá del tipo de acuerdo en el que participen: operaciones conjuntas o negocios conjuntos. Las sociedades que hasta ahora hubieran optado por contabilizar sus participaciones en negocios conjuntos mediante la consolidación proporcional ya no podrán utilizar dicho método; sino que, si en función del análisis del tipo de acuerdo conjunto conforme a las directrices de la nueva norma, el acuerdo conjunto se sigue considerando negocio conjunto deberán contabilizarlo aplicando el método de participación. Para estas entidades, el cambio supondrá, entre otros, dejar de presentar en la cuenta de resultados los ingresos y los gastos del negocio conjunto proporcionalmente a la participación mantenida, y registrar una única línea con el resultado neto atribuible del negocio conjunto. A efectos de presentación, la cifra de negocios presentará una disminución, cuando, la realidad pudiera ser muy distinta. Además, puede haber sociedades que anteriormente hubieran optado por contabilizar los negocios conjuntos por el método de la participación y que, ahora que ya no se hace tanto hincapié en la estructura del acuerdo, tendrán que contabilizarlos en función de su participación en los activos y pasivos, en función del fondo económico de los acuerdos. En estos casos, el efecto del cambio será el inverso al descrito anteriormente; aparentemente la cifra de negocios habrá aumentado, cuando quizá en realidad haya disminuido. Para afrontar este cambio, el equipo directivo de las sociedades que participan en acuerdos conjuntos deberá evaluar de qué forma los requisitos recogidos en la nueva norma incidirán en el modo en que contabilizan sus acuerdos conjuntos existentes o nuevos. Como ya hemos puesto de manifiesto, la contabilización puede tener un impacto significativo en los resultados y en su situación financiera que debería comunicarse cuanto antes y con claridad a los accionistas y demás partes interesadas. La dirección también debería considerar con detenimiento el efecto de la primera adopción y, si desean conservar la contabilización que actualmente aplican a sus acuerdos, es el momento de analizar cómo se pueden adaptar o reestructurar las condiciones de los mismos para lograrlo. En cualquier caso, cabe destacar que, tras la adopción de la NIIF 11 por la Unión Europea en diciembre de 2012, las entidades pueden optar por aplicar anticipadamente esta norma con efecto desde enero de 2013, o incluso desde fecha anterior.


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4. Regulación de los negocios conjuntos en el Plan General de Contabilidad y la normativa de consolidación española Como ya es conocido, las Normas Internacionales de Información Financiera son de aplicación para los grupos cotizados, o para aquellos grupos que voluntariamente decidan su aplicación. El resto de grupos o sociedades individuales deben aplicar los criterios recogidos en el Plan General de Contabilidad (PGC) y las Normas de Formulación de Cuentas Anuales Consolidadas (NOFCAC) que fueron aprobados por los Reales Decretos 1514/2007 y 1159/2010, respectivamente. Las cuentas individuales deben prepararse, en todos los casos, de conformidad con el PGC. La Norma de Registro y Valoración (NRV) 20ª del PGC regula el tratamiento contable de los negocios conjuntos en las cuentas individuales de las empresas. Esta norma clasifica los acuerdos conjuntos en: a) Negocios conjuntos que no se manifiestan a través de la constitución de una empresa ni el establecimiento de una estructura financiera independiente de los partícipes, como son las uniones temporales de empresas y las comunidades de bienes, y entre las que se distinguen: a.1) Explotaciones controladas de forma conjunta: actividades que implican el uso de activos y otros recursos propiedad de los partícipes. a.2) Activos controlados de forma conjunta: activos que son propiedad o están controlados conjuntamente por los partícipes. b) Negocios conjuntos que se manifiestan a través de la constitución de una persona jurídica independiente o empresas controladas de forma conjunta. En nuestra normativa contable, y en las normas de consolidación, estas entidades se han venido denominando “sociedades multigrupo”. Los partícipes de una explotación o de unos activos controlados de forma conjunta registrarán estos acuerdos en sus cuentas individuales aplicando el criterio de integración proporcional de activos, pasivos, ingresos y gastos. Por otra parte, aquellos acuerdos que están instrumentados a través de una persona jurídica independiente se contabilizan en estas cuentas individuales de acuerdo con lo previsto respecto a las inversiones en el patrimonio de empresas del grupo, multigrupo y asociadas en el apartado 2.5 de la NRV 9ª “Instrumentos financieros” relativa a instrumentos financieros, es decir, a su coste de adquisición minorado, en su caso, por las pérdidas acumuladas de deterioro que correspondan.


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Por su parte, las NOFCAC (art. 10.3) permiten la aplicación del método de integración proporcional a las sociedades multigrupo. En caso de no aplicarse este método, estas sociedades se incluirán en las cuentas consolidadas aplicando el procedimiento de puesta en equivalencia. En cualquier caso, la opción contable elegida se deberá aplicar de manera uniforme respecto a todas las sociedades multigrupo. Los métodos de integración proporcional y de puesta en equivalencia que se recogen en las NOFCAC (arts. 50 a 52) son equivalentes a los desarrollados en la NIIF 11. En definitiva, aquellos acuerdos conjuntos que se instrumenten a través de un vehículo separado, bajo PGC nunca podrán calificarse como explotaciones controladas de forma conjunta o activos controlados de forma conjunta. Por su parte, bajo el enfoque de la NIIF 11, aún a pesar de que el acuerdo esté instrumentado en una persona jurídica independiente, podría considerarse que aquel califica como actividad conjunta, con las implicaciones contables que hemos expuesto anteriormente. La opción de política contable que se elija bajo PGC (o NOFCAC) se aplicará a todos los negocios conjuntos que estén instrumentados en sociedades multigrupo, mientras que, bajo NIIF 11, cada acuerdo se registrará conforme a su calificación, como actividad conjunta o como negocio conjunto. En definitiva, en unas cuentas consolidadas bajo NIIF podrán convivir ambos criterios de contabilización, siendo cada uno de ellos aplicable a distintas situaciones empresariales, mientras que bajo NOFCAC únicamente podrá existir una política contable para registrar todas las inversiones en sociedades multigrupo. En resumen, mientras el PGC sigue, hoy por hoy, poniendo el foco en la forma del acuerdo, la NIIF 11 busca el fondo, eliminando las opciones de política contable en función de la conclusión alcanzada de dicho análisis. 5. Bibliografía REGLAMENTO (UE) Nº 1254/2012 DE LA COMISIÓN (de 11 de diciembre de 2012) que modifica el Reglamento (CE) nº 1126/2008, por el que se adoptan determinadas Normas Internacionales de Contabilidad de conformidad con el Reglamento (CE) nº 1606/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, en lo relativo a la Norma Internacional de Información Financiera 10, a la Norma Internacional de Información Financiera 11, a la Norma Internacional de Información Financiera 12, a la Norma Internacional de Contabilidad 27 (2011), y a la Norma Internacional de Contabilidad 28 (2011).


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INTERNATIONAL ACCOUNTING STANDARDS BOARD (IASB), Normas emitidas correspondientes a: NIIF3 (2009): (Revisada) “Combinaciones de negocio”. NIIF11 (2012): “Acuerdos conjuntos”. NIIF10 (2012): “Estados financieros consolidados”. NIIF9 (2012): “Instrumentos financieros”. NIC31 (2012): “Negocios conjuntos”. NIC27 (2012): (Revisada) “Estados financieros consolidados y separados”. NIC28 (2012): (Revisada) “Inversiones en entidades asociadas”. NIC8 (2012): “Políticas contables, cambios en las estimaciones contables y errores”. NIC37 (2012): “Provisiones, activos contingentes y pasivos contingentes”. REAL DECRETO 1514/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad (B.O.E. de 20 de noviembre) (PGC). REAL DECRETO 1159/2010, de 17 de septiembre, por el que se aprueban las normas para la formulación de las cuentas anuales consolidadas y se modifica el Plan General de contabilidad aprobado por Real Decreto 1514/2007, de 16 de noviembre y el Plan General de Contabilidad de pequeñas y medianas empresas aprobado por Real Decreto 1515/2007, de 16 de noviembre - Norma de Formulación de Cuentas Anuales Consolidadas (NOFCAC). Desarrollos técnicos del Departamento Técnico de PwC “Acuerdos conjuntos”.


BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 61-87)

AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO SPAIN ADVANCES. TOWARDS INTEGRATED REPORTING Mª Luz Castilla Directora de PwC

Margarita de Rosselló Senior Manager de PwC

RESUMEN El reporting integrado supone una gran oportunidad para que las empresas avancen hacia una nueva generación de información financiera y no financiera que les permita acercarse a sus stakeholders. Las principales empresas españolas empiezan a ser conscientes y ya han comenzado a dar los primeros pasos. En PwC hemos analizado por segundo año consecutivo la información corporativa del 2011 de las compañías del IBEX 35 a través del Modelo PwC de Reporting Integrado y Benchmarking, y observamos una tendencia creciente a integrar la información financiera, social y medioambiental, con los riesgos, la estrategia, el modelo de negocio y los indicadores de desempeño. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. Palabras clave: Reporting integrado, información corporativa, información financiera, información no-financiera, IBEX 35. SUMMARY Integrated reporting presents a key opportunity for companies to advance towards a new generation of financial and non-financial information that allows them to enhance relationships with their stakeholders. Leading Spanish companies are starting to be conscious of this and have already started to take the first steps. In PwC we have analyzed for the second consecutive year the corporate reporting of the IBEX 35 through applying the PwC Integrated Reporting and Benchmarking Model. The analysis shows that there already exists momentum towards the integration of financial, social and environmental information with risks, strategy, KPIs and the business model. However, a long road remains ahead. Key words: Integrated reporting, corporate reporting, financial information, non-financial information, IBEX 35.

1. ¿Qué entendemos por Reporting Integrado? Hoy en día los negocios se encuentran en un entorno mucho más complejo que hace décadas, como consecuencia de la globalización y de la sofisticación de los mercados.


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Mª LUZ CASTILLA Y MARGARITA DE ROSSELLÓ

Este contexto nos exige un cambio profundo en el modelo de información empresarial y ninguna compañía debe ser ajena a este cambio si quiere responder a las expectativas de sus grupos de interés. La crisis económica es además un momento formidable para diferenciarse y reflexionar sobre la información que necesitamos para generar confianza y promover la estabilidad y el crecimiento sostenible en los mercados. Sin embargo, la información financiera actual mira al pasado y se pone a disposición de los grupos de interés de manera desfasada, en tiempo y forma. Por tanto, no logra transmitir una imagen completa de los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta la empresa. La nueva generación de reporting debe dar un paso más: necesita centrarse en el futuro sin olvidar el pasado y debe abarcar la estrategia corporativa, los resultados operativos y financieros y aspectos de índole económica, ambiental, social y de gobierno. Esto conduce al Reporting Integrado. La información corporativa del futuro deberá estar armonizada, ser simple, útil y valerse de las nuevas tecnologías. Además, tendrá que estar inspirada en principios de reporting y no en normas rígidas, si queremos que los estados financieros no se conviertan en simples formularios. Esto supone, sin duda, una evolución hacia una fuente de información más valiosa para los inversores. La nueva generación de reporting que supone el Informe Integrado se adapta, por tanto, a la organización, da respuesta a las necesidades informativas de los distintos grupos de interés y muestra de manera clara y concisa la capacidad para crear y mantener valor a corto, medio y largo plazo. Las empresas españolas están dando pasos importantes, intentando integrar información económica, social y medioambiental en un contexto que conecte los riesgos, la estrategia, el modelo de negocio y los indicadores de desempeño. Es el momento de liderar un cambio innovador en el modelo de información financiera y no-financiera de las compañías, apostando por el Reporting Integrado. Los mecanismos de información financiera actuales se centran en aportar datos históricos y, en ocasiones, distan mucho de ser un elemento estratégico para la organización. Asimismo, la información sobre datos no financieros se ofrece disgregada en informes específicos de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y/o sostenibilidad, o bien se incorpora brevemente en el informe anual. Esto dificulta identificar o poner en contexto los datos relevantes y ofrecer una imagen más completa de los riesgos y oportunidades a los que se enfrenta una compañía.


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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Las tendencias actuales en reporting integrado se orientan a constatar que el auténtico valor de la información empresarial se produce cuando permite demostrar el valor que se aporta al conjunto de la sociedad. Esto se consigue cuando, de forma transparente, se comunica información integrada, relacionando la estrategia y los riesgos y oportunidades, con la gestión y el desempeño financiero y con los aspectos sociales, medioambientales, económicos, de consumo de recursos y de gobierno. Desde un punto de vista interno, los avances hacia el reporting integrado deben colaborar en el desarrollo de un modelo de reporting más ágil para las empresas, con un enfoque más estratégico orientado a poner en valor los indicadores clave alineados con la estrategia y el modelo de negocio, y con un proceso más colaborativo entre las diferentes áreas implicadas. Cuadro 1 ¿En qué es diferente el reporting integrado?

Modelo actual

Reporting Integrado

Orientación

Pasado; financiero

Futuro; conexión con la estrategia

Marco temporal

Corto plazo

Corto, medio y largo plazo

Nivel de detalle

Elevado y complejo

Conciso y material

Nivel de confianza

Reporting restringido

Mayor nivel de transparencia

Enfoque

Por áreas (silos)

Integrado

Alcance

Control de gestión/entidades Cadena de valor legales

Gestión

Financiera

Todo tipo de capitales

Indicadores

Financieros y no financieros

No financieros traducidos a valor económico

El Reporting Integrado constituye un enfoque de reporting emergente que se caracteriza por los siguientes criterios, (resumidos en el cuadro 1): – Alcance más amplio – Incluye el desempeño no-financiero (medioambiental, social y de gobierno corporativo) y la cadena de valor.


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Mª LUZ CASTILLA Y MARGARITA DE ROSSELLÓ

– Integración de silos – Integra diferentes aspectos como modelo de negocio, estrategia, riesgos, remuneración, gobierno corporativo, desempeño, etc. – Perspectiva interna – Provoca una reflexión más global dentro de las organizaciones que impulsa un pensamiento más estratégico de manera transversal en el negocio. – Transparencia y eficiencia – Produce un alineamiento entre la medición y procesos de reporting internos y externos, sin restricción de tipo de reporte o canal. – Audiencia objetivo más amplia – Dirigida a accionistas y resto de grupos de interés. El modelo de Reporting Integrado de PwC PwC ha elaborado un modelo de Reporting Integrado que parte de más de una década de investigación con la alta dirección e inversores y analistas sobre la información que es importante para ellos y que está en línea con los principios de reporting del International Integrated Reporting Council (IIRC). Los elementos alrededor de los cuáles se estructura el Reporting Integrado son los drivers externos, la estrategia, el desempeño y los recursos y grupos de interés como se refleja en la figura 1. Drivers externos La crisis crediticia y la recesión económica posterior han puesto de manifiesto la necesidad de las empresas de comprender, controlar, gestionar y explicar los riesgos y oportunidades emergentes. Los procesos deben contemplar los factores macro, competitivos, regulatorios y políticos que actúan en el mercado. Los inversores quieren escuchar las opiniones de los órganos de gestión, ya que puede proporcionar el contexto para entender y guiar la toma de decisiones estratégicas. Estrategia Las estrategias eficaces se desarrollan teniendo en cuenta los factores externos de mercado. La comprensión de los riesgos, las prácticas de gobierno y las políticas de remuneración (triángulo del comportamiento) son cada vez más importantes en la determinación de cómo la estrategia se inserta en la organización. La comunicación de la estrategia corporativa debe ir acompañada de una explicación de los riesgos asumidos y la forma en que se mitigan.


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

65

Recursos y grupos de interés La importancia relativa de los recursos (capital financiero, humano, físico, etc.) y las relaciones (clientes, empleados, proveedores, etc.) debe ser flexible, en función de la dinámica cambiante del mercado y las estrategias. Es fundamental aportar información sobre el empleo, el desarrollo y la protección de los recursos. Esta información debe ir más allá de declaraciones cualitativas, definiendo un conjunto de indicadores clave de rendimiento –financieros y no financieros– que ayuden al control de la gestión y al proceso de reporte. Figura 1 Estrategia

Drivers externos Riesgos y oportunidades

Estrategia

Tecnológicos

Gobierno

Competitivos

Económicos

Geopolíticos

Sociales

Medio Ambiente

Contribución de la empresa Consumo de recursos Creación de valor Contribución social

Desempeño

Objetivos y estrategias Riesgo

Remuneración

Modelo de negocio Recursos no financieros

Recursos financieros

KPI Capital Relaciones reputacional con los GGII

Recursos y modelo de negocio

Nota: Modelo elaborado por PwC.

Desempeño Las tres categorías anteriores recogen las dinámicas de la actividad empresarial que necesita mayores niveles de transparencia a nivel interno y externo. Para completar este enfoque, se deben añadir los resultados


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Mª LUZ CASTILLA Y MARGARITA DE ROSSELLÓ

de la actividad empresarial. En la actualidad, estos outputs están dominados por los resultados financieros. Si bien el desempeño financiero seguirá siendo decisivo, el cambio de expectativas de la sociedad conllevará una mayor evaluación de la contribución del negocio, incluyendo aspectos como el consumo de recursos o la creación/distribución de riqueza, que puede proporcionar una visión real de sostenibilidad a largo plazo. 2. Impulsores del cambio El International Integrated Reporting Council Frente a las limitaciones de los modelos de reporte tradicional, el International Integrated Reporting Council (IIRC) está generando una plataforma de cambio y de consenso hacia un modelo integrado de información corporativa. Creado en 2009, el IIRC agrupa reguladores, inversores, empresas, auditores, organizaciones no gubernamentales, etc., con el objetivo de consensuar un modelo homogéneo de reporting integrado. En septiembre de 2011, el IIRC publicó un discussion paper con el objetivo de desarrollar un marco internacional uniforme y flexible para el rediseño del reporting corporativo. El objetivo es potenciar el poder explicativo del reporting y la transparencia de todas las áreas de la empresa. En junio de 2012 se publicó el informe resumen de las respuestas recibidas al discussion paper. Asimismo, en octubre de 2011 se lanzó el programa piloto del IIRC, que consta de una red de empresas e inversores y que tiene como objetivo publicar una primera versión de un estándar en 2013. A través de este programa, más de 75 empresas de sectores diversos en 23 países han comenzado a poner en práctica los conceptos y principios del Reporting Integrado. En 2013 se espera que el IIRC publique el primer marco global para el Reporting Integrado. Otras iniciativas en desarrollo Además de los desarrollos del IIRC, estamos viendo el progreso de diversas iniciativas procedentes del mundo financiero, tanto a nivel nacional como internacional, en línea con los conceptos del reporting integrado. A nivel europeo, el Reino Unido ha creado diversos foros para repensar el reporting, en línea con los principios del reporting integrado,


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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y se han establecido nuevos marcos regulatorios entorno al modelo de negocio y los indicadores claves de desempeño (KPI). Por otro lado, en Alemania actualmente está en vigor el German Accounting Standard No. 15 (GAS 15) que incluye contenidos similares a los del IIRC (contexto, KPI, riesgos y oportunidades, información a futuro, gobierno corporativo). Se prevé que en 2013 entre en vigor el German Accounting Standard No. 20 (GAS 20), que enfatiza la información a futuro y la importancia de los objetivos estratégicos y la información no-financiera. Asimismo, la Comisión Europea ha presentado una propuesta de modificación de las Directivas 78/660/EEC y 83/349/EEC sobre las cuentas anuales individuales y consolidadas en relación con el reporte de información no financiera y de diversidad para las empresas europeas con más de 500 empleados y con una facturación superior a los 20 millones de euros o que tengan unos ingresos netos por encima de los 40 millones de euros. En el caso de que no lo hagan, deberán de explicar las razones por las que no lo realizan. En 2010 entró en vigor en Sudáfrica la última revisión del Código y Reporte de Principios de Gobierno Corporativo (King III). Esta normativa de obligado cumplimiento para las compañías cotizadas ponía especial énfasis en contemplar y reportar de una manera integrada la estrategia, el gobierno corporativo y la sostenibilidad y adoptaba un enfoque general centrado en los riesgos de negocio. Después de 2 años de aplicación, las empresas se están dando cuenta cada vez más del impacto que tienen los aspectos no financieros en el desempeño del negocio (y de las implicaciones financieras de los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno), y los informes se dirigen de una manera mucho más amplia a todos los grupos de interés en general, y no sólo a accionistas. En España, se ha creado el Grupo de Trabajo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para la elaboración de una Guía de recomendaciones para la preparación del Informe de Gestión. Este grupo está trabajando en la concreción de unos contenidos recomendados, alineados con el Informe Integrado, a incluir en el actual Informe de Gestión de las empresas, como documento que acompaña a las Cuentas Anuales. Otra de las iniciativas españolas es el documento sobre “Información Integrada – Cuadro Integrado de Indicadores y su Taxonomía XBRL”, en el que PwC ha participado, elaborado en el marco de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA), donde se propone un cuadro integrado de indicadores financieros,


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ambientales, sociales y de gobierno corporativo, con su correspondiente taxonomía XBRL. ¿Qué piensan los inversores y analistas? Miembros del Corporate Reporting Users’ Forum (CRUF), creado por PwC en 2005 y que constituye un foro de discusión de inversores profesionales y analistas en relación al reporting corporativo, manifestaron hace poco en Londres (en la 14ª conferencia anual de PwC Meet the experts) sus opiniones en relación al actual debate alrededor del reporting: – La confianza de los inversores debe ser ganada mediante un reporte claro y de elevada calidad de información consistente y comparable. – El buen reporting no debe ser un ejercicio de mero cumplimiento normativo, sino que debe explicar la manera de hacer negocios de la compañía y su desempeño de una manera clara. Los inversores quieren que la dirección les explique su estrategia y proporcione información que les permita evaluar el desempeño de la compañía en relación a la consecución de la estrategia y en relación al desempeño de los competidores. – Los inversores no están necesariamente de acuerdo en que el reporting trimestral es útil. Aquellos a favor sugieren que ayuda a entender los negocios con una alta estacionalidad. Sin embargo, algunos creen que puede impulsar al mercado a centrarse en el corto plazo en lugar de adoptar una visión estratégica a largo plazo del desempeño de las compañías. 3. Reporting Integrado en las empresas del IBEX 35 En PwC hemos realizado, por segundo año consecutivo, un análisis sobre las prácticas de Reporting Integrado en las empresas del IBEX 35 en 2011, aplicando nuestro Modelo de Reporting Integrado y Benchmarking de PwC. Este análisis muestra aquellas áreas del reporting en las que las empresas han avanzado respecto al año anterior y aquellas en las que todavía necesitan realizar cambios sustanciales, así como las claves que contribuirán a conseguir una mayor eficacia en el reporting corporativo y que, en definitiva, ayudarán a crear la ruta hacia una información más integrada. Para identificar cómo de efectivo es el reporting de las principales empresas españolas nos hemos centrado en el reporting de las empresas del IBEX 35, en relación a su ejercicio 2011, con respecto a nuestro modelo de reporting integrado. Los informes que se han tenido en cuenta en el análisis son las Cuentas Anuales e Informes de Gestión 2011, el Informe Anual de


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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Gobierno Corporativo 2011, el Informe Anual o Informe de actividades 2011 y el Informe de Responsabilidad Corporativa o de Sostenibilidad 2011. El análisis se realiza sobre la base de una muestra de los atributos principales de un Reporting Integrado y efectivo: si el reporting contiene todos los elementos que esperaríamos ver y se centra en los mensajes clave; si la información aportada es de calidad y detallada, por ejemplo datos cuantitativos, objetivos, benchmarks, y si existe integración, es decir si encontramos evidencia de un mensaje consistente y una integración clara entre los elementos reportados. El cuadro 2 muestra los ámbitos del trabajo realizado con el modelo de PwC, en línea con los conceptos metodológicos del IIRC. Cuadro 2 Aspecto

Información tenida en cuenta

Drivers externos

• Mercado donde opera y oportunidades. • Visión sobre las expectativas a medio y largo plazo. • Factores que influyen en el crecimiento del mercado. • Orientación a largo plazo. • Detalle del entorno competitivo.

Estrategia

• Objetivos estratégicos globales. • Conexión con aspectos de sostenibilidad. • Medidas para monitorizar el grado de consecución. • Marco temporal de los objetivos. • Integración a lo largo del reporting.

Riesgos

• Identificación de los riesgos específicos. • Consistencia con otras áreas del reporting. • Oportunidades y riesgos relacionados con la sostenibilidad. • Mecanismos de mitigación de los principales riesgos. • Cuantificación de impactos. • Perfil/apetito al riesgo de la entidad.

Modelo de negocio

• Modelo de negocio de la compañía. • Acciones necesarias para desarrollar la estrategia de negocio. • Recursos y capacidades clave, su gestión y su medición. • Actividades de valor añadido desarrolladas y su gestión.

Indicadores de desempeño

• Identificación explícita de los KPI y justificación de su uso. • Alineamiento de los KPI con las prioridades estratégicas. • Monitorización de progresos en línea con las prioridades. • Relación entre política de remuneración y KPI de rendimiento. • Objetivos futuros para esos KPI.

Gobierno y remuneración

•Alineamiento de los KPI de gestión con la remuneración. • Explicación del funcionamiento del Consejo y el valor agregado de los consejeros como equipo.


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Tras el análisis realizado, se extraen las siguientes conclusiones: 1. Proceso de reporting costoso y complejo El reporting corporativo en España es extenso, complejo, costoso y puede mostrar duplicidades e incluso inconsistencias. Todas las empresas cotizadas en España emiten los correspondientes informes regulados obligatorios: el Informe de Cuentas Anuales Consolidadas, el Informe de Gestión y el Informe de Gobierno Corporativo. Estos informes, en general, tienen poca narrativa, responden a un objetivo de cumplimiento y están formulados por el Consejo de Administración. Adicionalmente a los informes obligatorios, las empresas publican también informes voluntarios, como la Memoria de Actividades o el Informe de RSC. Son informes narrativos que suelen acompañar a las cuentas en la Junta General de Accionistas. En ocasiones, existen a su vez otros informes corporativos más específicos. El Informe Anual o Memoria de Actividades, contiene información más extensa sobre la compañía y datos financieros procedentes de las cuentas auditadas. Asimismo, en los últimos años se ha consolidado la tendencia de publicar un Informe de Responsabilidad Social Corporativa o de Sostenibilidad. En este informe se hace referencia a los estándares globales del Global Reporting Initiative y, en el IBEX 35, es habitual que esté revisado por un tercero independiente sobre la base de la norma ISAE 3000. Un análisis de las empresas del IBEX 35 en 2011 revela que un 61% presentan dos informes separados: un Informe Anual (entendido como la Memoria de Actividades) y un Informe de RSC o Sostenibilidad, mientras que el resto de empresas presentan un único informe y algunas de ellas han dado los primeros pasos hacia la integración. En general, los informes voluntarios no suelen ser formulados por el Consejo. 2. Las empresas del IBEX35 han avanzado en 2011 hacia el Reporting Integrado Al analizar las prácticas de Reporting Integrado en 2011 entre las empresas del IBEX 35 se puede observar una evolución positiva respecto al año pasado en materia de eficacia o grado de integración de la información, aumentando el número de empresas que han realizado avances significativos en su reporting según queda reflejado en la figura 2.


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Figura 2 50%

40%

30%

20%

10%

0% Integración baja IBEX 35 2010

Integración efectiva IBEX 35 2011

FTSE 100 2011

Europe 2011

*Europe 2011 = El promedio del IBEX 35, FTSE 100, CAC 40, Dax 30, Bel 20, AEX 40 y OMX Nordic Large Cap.

En la curva del nivel de integración, que muestra la proporción de empresas en cada etapa de la integración de los elementos clave del reporting, se observa que se ha incrementado el número de empresas en una etapa de integración más avanzada (más a la derecha en el gráfico), aunque todavía existe mucho camino por recorrer. A pesar del positivo avance conseguido en el reporting corporativo 2011, ninguna empresa española ha alcanzado todavía un nivel alto de efectividad en su integración como puede observarse en un 20% de las empresas del FTSE 100 o incluso en un 10% de empresas a nivel europeo que ya empiezan a despuntar con una integración efectiva. Las empresas españolas están comenzando a hacer algunos progresos hacia el Reporting Integrado, movidas por las necesidades de transparencia del actual contexto económico español y la tendencia en esta dirección, pero queda aún recorrido para situarse en los niveles de las best practices europeas y especialmente anglosajonas, donde la regulación ha llevado a las empresas a reportar este tipo de información. 3. La mayor efectividad del Reporting Integrado en el IBEX35 se consigue en la explicación de los riesgos Los ámbitos del reporting corporativo en los que se observa una mayor integración y donde la puntuación sobre comunicación efectiva es


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mayor, se refieren a la descripción de los riesgos de negocio y su gestión (43%) y al desempeño de la organización (29%). Las áreas que se encuentran menos desarrolladas en cuanto a la integración de la información son gobierno y retribuciones (4%), en lo relativo a la vinculación de las políticas retributivas con los indicadores clave definidos y los KPI (6%), en cuanto a la identificación y comunicación de los principales indicadores de desempeño y cómo éstos se vinculan a las decisiones estratégicas. Como se observa en la figura 3, existe en general un potencial significativo de mejora en todos los ámbitos del modelo de análisis, en los que la gran mayoría de las empresas del IBEX35, pueden avanzar hacia el Reporting Integrado. Se aporta mucha información pero poco integrada. Figura 3 Porcentaje de empresas IBEX35 según la efectividad de su comunicación por ámbitos 100% 90%

4%

6% 26%

23%

26%

24%

29%

43%

80% 70% 60% 50%

69%

77% 57%

57%

61%

66%

55%

40% 50%

30% 20% 10%

17% 10%

7%

Estrategia

Riesgos

0% Drivers externos

Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva

13%

17%

Modelo de negocio

KPI

Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva

20%

27% 16%

Sostenibilidad Desempeño Gobierno y básico remuneración Comunicación efectiva


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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4. Los elementos clave del reporting integrado Cuadro 3 IBEX 35 2011

FTSE 100 2011

IBEX 35 2011

FTSE 100 2011

Comenta las tendencias de mercado futuras

89%

20%

Explica cómo pueden impactar las perspectivas futuras en las decisiones estratégicas

25%

Explica sus prioridades estratégicas

96%

14%

Alinea la información con la estrategia

29%

Informa sobre los riesgos principales específicos asociado a su actividad

100%

37%

Explica claramente la repercusión de los riesgos y su mitigación

65%

82%

<10%

Explicita su modelo de negocio de una forma clara

43%

96%

<10%

Alinea claramente los KPI a las prioridades estratégicas del negocio

54%

81%

11%

Vincula la sostenibilidad con el desarrollo de la estrategia de negocio

23%

<10%

Explica el funcionamiento del Consejo y valor agregado de los consejeros

24%

Drivers externos

80%

Estrategia 97% Riesgos

100%

Modelo de negocio 94%

Comenta su gestión de recursos, capacidades y relaciones clave

Indicadores de desempeño 91%

Identifica de forma explícita KPI

Sostenibilidad 94%

Ofrece KPI ligados a la sostenibilidad

Gobierno y remuneraciones

<10%

KPI alineados retribuciones

con

32%

La calidad de la información ha mejorado en algunas áreas, como puede observarse en el cuadro 3. Por ejemplo, en el ámbito de los riesgos de negocio, que es un aspecto regulado, el 100% de las empresas del


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IBEX 35 informa sobre sus principales riesgos, frente al 83% del año pasado. Sin embargo, sólo un 37% explica claramente las repercusiones de los riegos y su mitigación, frente al 65% del FTSE 100. Por otra parte, un 94% de las empresas comunica de alguna forma cómo gestiona y controla sus principales recursos y ventajas competitivas para crear y mantener valor, frente a un 86% del año anterior. Pero el modelo de negocio todavía está poco explicitado en los reportings corporativos analizados. En el actual contexto económico se ha generado mucho debate en torno al modelo de negocio de las empresas y cómo éste debe comunicarse externamente. De este modo, mientras que ese 94% de las empresas del IBEX 35 hace mención a su modelo de negocio, en mayor o menor medida, menos del 10% de las empresas lo hacen de forma explícita bajo dicha nomenclatura. Asimismo, existen diferencias significativas entre los elementos que conforman el modelo de negocio entre unas empresas y otras. Y en relación con los indicadores de desempeño, un 91% de las empresas identifica de forma explícita KPI, frente al 63% del año pasado El análisis realizado abarca la comprensión del grado en el cual las empresas generan informes de forma integrada, con una clara alineación entre los diferentes ámbitos del modelo de análisis. En este sentido, se observa una creciente integración, aunque todavía incipiente, con un 11% de empresas que enlazan sostenibilidad y estrategia, y únicamente un 6% que armoniza sus KPI y la estrategia de negocio o alinea las retribuciones a KPI. Los drivers externos Se observa en el cuadro 4, una mejora en la información facilitada sobre los principales factores que pueden afectar al negocio, con un 80% de las compañías que aportan en 2011 algún tipo de información sobre las perspectivas futuras de crecimiento de los mercados donde operan, frente al 69% del año pasado, a pesar de que este porcentaje es todavía superior en el FTSE 100, donde las compañías que informan sobre las tendencias de mercado futuras alcanza el 89%. No obstante, sólo un 20% de las empresas del IBEX 35 (26% en 2010) incluye información sobre cómo las perspectivas de futuro afectarán a las decisiones estratégicas del negocio en el largo plazo. Parece que la coyuntura económica y la incertidumbre actual dificultan el dar detalles sobre la evolución a futuro de los mercados y las compañías y de hecho, sólo un 25% en las empresas del FTSE 100, lo incorporan en su reporting.


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Los inversores quieren conocer la visión de la dirección sobre las tendencias del mercado, ya que sin ella resulta difícil evaluar la calidad y adecuación de la gestión y estrategia de negocios. Las empresas del IBEX 35 muestran avances en aportar su visión del entorno en el que opera su empresa y la eficiencia del reporting en este ámbito ha mejorado. Cuadro 4 La comunicación efectiva incluiría... • Explicación detallada del mercado donde opera y oportunidades. • Visión de la alta dirección sobre las expectativas a medio y largo plazo en aspectos económicos, financieros, regulatorios o ambientales. • Descripción de los factores que influyen en el crecimiento del mercado. • Orientación a largo plazo. • Detalle del entorno competitivo (principales competidores, cuotas de mercado, grado de fragmentación, etc.).

Eficacia de reporting en materia de drivers externos 100% 90% 24% 26% 80% 70% 60% 47% 50% 57% 40% 30% 20% 29% 10% 17% 0% IBEX35 2010 IBEX35 2011 Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Comunicación efectiva

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • Un 80% de las compañías analizadas hacen referencia a los principales drivers externos, pero sólo un 20% de las empresas del IBEX 35 incluye información sobre cómo las perspectivas de futuro afectarán a las decisiones estratégicas en el largo plazo. • A pesar de que ha mejorado la eficacia de la comunicación sobre drivers externos en las empresas del IBEX 35, sigue existiendo mucho potencial de mejora, con solo un 26% de las compañías analizadas con una comunicación efectiva en este campo.

La estrategia El reporting sobre aspectos estratégicos y su aplicación son aspectos muy valorados por los inversores para la toma de decisiones a la hora de invertir, por lo que esta es una de las áreas más consolidadas del reporting corporativo, como demuestra el hecho de que un 97% de las empresas del IBEX 35 (89% en 2010), y un 96% de las empresas del FTSE 100, incluye una descripción de sus prioridades estratégicas (véase cuadro 5). Sin embargo, la efectividad en la información se reduce de forma notable cuando se trata de alinear el flujo de información reportado con la estrategia de la compañía, aspecto que realiza solo un 14% (frente al 11% del año pasado) de las empresas del IBEX 35 y un 29% de las del FTSE 100. En términos generales, se percibe una voluntad creciente por parte de la alta dirección por tratar de articular con mayor claridad sus objetivos y prioridades estratégicas y de negocio. Las empresas líderes en reporting han entendido que una mayor transparencia en tiempos de incerti-


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dumbre es un aspecto diferencial valorado positivamente por los grupos de interés. Cuadro 5 La comunicación efectiva incluiría... • Descripción detallada de los objetivos estratégicos globales. • Conexión de aspectos de sostenibilidad con el desarrollo de las estrategias de negocio. • Inclusión de medidas para monitorizar el grado de consecución de los objetivos establecidos. • Marco temporal de los objetivos. • Integración de la estrategia y objetivos globales a lo largo del reporting.

Eficacia de reporting en materia de estrategia y objetivos 100% 16% 90% 24% 80% 70% 60% 59% 50% 66% 40% 30% 20% 26% 10% 10% 0% IBEX35 2010 IBEX35 2011 Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Comunicación efectiva

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • El 97% de las empresas del IBEX 35 incluye una descripción de sus prioridades estratégicas. No obstante, únicamente un 14% conecta la información reportada con la estrategia de la entidad. • Se ha producido un avance en las empresas del IBEX para mejorar su comunicación estratégica, pasando de un 16% de empresas con una comunicación efectiva a un 24% y reduciéndose aquellas que presentaban una comunicación más ineficiente a menos del 10%. Aún así, todavía apreciamos un 66% de empresas evaluadas con potencial de mejora.

Los riesgos Dados los actuales requerimientos normativos de información a proporcionar, el 100% de las empresas del IBEX 35 en 2011 informan sobre los riesgos principales y sistemas de control implantados, así como de aquellos riesgos materializados durante el ejercicio y la forma en que fueron gestionados, frente al 83% en 2010. Sin embargo, cuando hablamos de explicar en detalle la naturaleza e implicaciones de los riesgos específicos para el negocio y las acciones emprendidas para su mitigación o la gestión del potencial impacto, este porcentaje se reduce al 37% de las compañías, mientras que supone un 65% en el FTSE 100. Aunque se informa sobre los riesgos concretos, dada la relevancia que reviste en la actualidad el tema, se observa un potencial de mejora para las empresas del IBEX 35 en contar con información sobre aquellos riesgos identificados por la dirección estrechamente vinculados al negocio y cuáles son los mecanismos de control y mitigación implantados para gestionarlos. Esta información está recogida en el cuadro 6.


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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Cuadro 6 La comunicación efectiva incluiría... • Identificación de los riesgos específicos para la compañía. • Consistencia con otras áreas del reporting. • Explicación de oportunidades y riesgos relacionados con la sostenibilidad. • Explicación de cómo se mitigan los principales riesgos. • Cuantificación de impactos. • Evidencias de perfil/apetito por el riesgo de la entidad.

Eficacia de reporting en materia de riesgos 100% 90% 37% 80% 43% 70% 60% 50% 37% 40% 50% 30% 20% 26% 10% 7% 0% IBEX35 2010 IBEX35 2011

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • El 100% de las compañías analizadas identifican y describen con detalle los riesgos específicos del sector de actividad, aunque solo un 37% aporta un adecuado grado de detalle sobre su impacto en el negocio y los mecanismos de mitigación establecidos, información que resulta cada vez más relevante al contribuir a transmitir confianza en el actual contexto de crisis.

• La evolución del reporting sobre riesgos de las empresas del IBEX 35 ha mejorado respecto al año pasado y es el área con mayor calidad de información, con Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva un 43% de empresas con un nivel efectiCon áreas de mejora hacia la comunica- vo de comunicación, frente a un 37% el ción efectiva año anterior. Comunicación efectiva

El modelo de negocio No hay grandes avances en relación a la información reportada sobre el modelo de negocio de las empresas del IBEX 35, es decir, en relación a cómo la empresa genera valor y obtiene resultados económicos, incluyendo su cadena de valor, sus fortalezas y recursos. Un 94% de las empresas del IBEX 35 analizadas hace referencia a la gestión de sus recursos, por ejemplo, red comercial, sistemas, talento, innovación, etc., pero menos de un 10% hace una descripción detallada y precisa de su modelo de negocio como tal, integrado con la gestión de recursos (véase el cuadro 7). Este porcentaje se eleva al 43% en el caso del FTSE 100 debido a la obligatoriedad de reportar este tipo de información por parte de las empresas cotizadas inglesas. Como consecuencia del periodo de crisis actual hay mayor necesidad de comprender mejor por parte de los grupos de interés cómo se hace negocio. La transparencia en materia de gestión y seguimiento de los recursos necesarios para responder al modelo de negocio, las capacidades clave y actividades de valor añadido de la organización o la gestión de los grupos de interés como un elemento crítico en la cadena de valor, constituyen un aspecto fundamental en un entorno económico como el actual. Los inversores buscan información sobre aspectos como las necesidades de reclutamiento, los suministros críticos necesarios o los principales clientes y sus relaciones de dependencia. Asimismo, necesitan


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entender qué actividades añaden valor al negocio para poder formarse una opinión fundamentada y tomar decisiones. Cuadro 7 La comunicación efectiva incluiría... • Referencia al modelo de negocio de la compañía. • Explicaciones sobre las acciones necesarias para desarrollar la estrategia de negocio. • Información sobre los recursos y capacidades clave, su gestión y su medición. • Explicación de las actividades de valor añadido desarrolladas y su gestión.

Eficacia de reporting en materia de recursos clave y modelo de negocio 100% 90% 26% 37% 80% 70% 60% 50% 49% 61% 40% 30% 20% 10% 14% 13% 0% IBEX35 2010 IBEX35 2011

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • Mientras el 94% de las empresas analizadas hace referencia a la gestión de sus recursos (por ejemplo, sistemas, talento, innovación, etc.), menos de un 10% hace una descripción detallada y precisa de su modelo de negocio integrado con la gestión de recursos. • En este ámbito, el área de mejora clara para las empresas es explicar cómo hacen negocios y generan valor.

Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Comunicación efectiva

Los indicadores de desempeño Una forma rápida de evidenciar el desarrollo de la visión estratégica de la gerencia es a través del grado de alineación entre la estrategia definida, los principales indicadores de desempeño reportados y las políticas de remuneración. En relación a la explicitación de indicadores de desempeño, se observa una evolución muy positiva hacia el Reporting Integrado por parte de las empresas del IBEX 35. Casi la práctica totalidad de las empresas analizadas (91%) identifica indicadores clave de desempeño, frente al 63% en 2010, si bien en la mayoría de los casos no se refieren a ellos como tales, en el sentido estricto del concepto. No obstante como queda reflejado en el cuadro 8, menos de un 10% vincula claramente los KPI con las prioridades estratégicas de la compañía, porcentaje que es ampliamente superado por el 54% de las empresas del FTSE 100 que alinean indicadores con la estrategia de la empresa. En los informes corporativos actuales se encuentran gran cantidad de datos sobre ratios vinculados a resultados, recursos, cuotas de mercado, etc., pero todavía resulta poco frecuente encontrar entre las empresas del


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IBEX 35 compañías que identifiquen de forma clara y precisa cuáles son sus principales indicadores de desempeño sobre los que focalizan su atención, ligándolos a la evaluación del grado de implantación de la estrategia definida. Cuadro 8 La comunicación efectiva incluiría... • Identificación explícita de los KPI. • Justificación del uso de dichos KPI. • Alineamiento de los KPI con las prioridades estratégicas. • KPI para monitorizar progresos en línea con las prioridades de sostenibilidad. • Alineamiento entre la estrategia global e indicadores en materia de remuneración. • Objetivos futuros para esos KPI.

Eficacia de reporting en materia de integración de los KPI con la estrategia 3% 100% 6% 90% 20% 80% 70% 60% 77% 50% 77% 40% 30% 20% 10% 17% 0% IBEX35 2010 IBEX35 2011

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • Únicamente un 6% de las empresas del IBEX 35 realiza una comunicación efectiva vinculando claramente sus KPI con las prioridades estratégicas. • Este es un aspecto donde existen amplias posibilidades de mejora tanto en la identificación y comunicación de aquellos indicadores principales que resulten críticos para el éxito del negocio, como en su vinculación con los objetivos estratégicos definidos.

Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Comunicación efectiva

La sostenibilidad Existe una gran transparencia en las empresas del IBEX 35 en relación a la información sobre sostenibilidad, en lo que a KPI se refiere. Un 94% de las empresas del IBEX 35 han definido indicadores de seguimiento para evaluar la evolución de sus objetivos y prioridades en materia de sostenibilidad, frente al 81% del FTSE 100 (véase cuadro 9). Este mayor detalle en España se debe a que la mayoría de empresas del IBEX 35 reportan de acuerdo con los principios y guías del Global Reporting Initiative (GRI), razón por la cual incluyen gran cantidad de indicadores de sostenibilidad, requeridos por GRI, tendencia menos acentuada en el Reino Unido. No obstante, a pesar de que las empresas del IBEX 35 han mejorado bastante la calidad de la información estratégica sobre sostenibilidad, aún queda mucho margen de mejora, como demuestra el hecho de que únicamente un 11% de las compañías del IBEX 35 relacionan en su


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reporting los factores de sostenibilidad con su estrategia de negocio, mientras que en el FTSE 100 este porcentaje se eleva al 23%. El reto para las empresas es afrontar la gestión de la sostenibilidad de forma estratégica. La alta dirección de las empresas debe considerar las implicaciones de aspectos o incertidumbres como el cambio climático, el uso de los recursos o los cambios demográficos en la sostenibilidad de su modelo de negocio, su impacto en el desarrollo de la estrategia y, en última instancia, su efecto sobre su “línea de flotación”, identificando qué aspectos de sostenibilidad son verdaderamente relevantes y materiales para su negocio y llevando a cabo su gestión y reporting de forma integrada con el resto de prioridades estratégicas. Cuadro 9 La comunicación efectiva incluiría... • Vinculación de los aspectos de sostenibilidad con la estrategia de negocio.

Eficacia de reporting en materia de sostenibilidad y estrategia KPI de sostenibilidad:

• Explicación de los riesgos y oportunidades clave en materia de sostenibilidad. • Detalle de acciones o mecanismos de mitigación de los riesgos clave en la materia. • Definición de KPI para monitorizar la evolución de las prioridades de sostenibilidad. • Alineación entre sostenibilidad, desempeño y remuneración.

Sostenibilidad y estrategia:

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

100% 90% 80% 70% 60% 50% 40% 30% 20% 10% 0%

34%

34%

63%

60%

3% IBEX35 2010 6%

6% IBEX35 2011 11%

... y las empresas del IBEX 35 informan sobre • Actualmente, la comunicación en relación a los indicadores de seguimiento definidos por las empresas para evaluar la evolución de sus objetivos y prioridades en materia de sostenibilidad es bastante efectiva. • Sin embargo, todavía existe un amplio margen de mejora sobre cómo las empresas relacionan en su reporting los factores de sostenibilidad con su estrategia de negocio.

34%

55%

60% 34%

IBEX35 2010

Con muchas áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Con áreas de mejora hacia la comunicación efectiva Comunicación efectiva

IBEX35 2011

El gobierno y las remuneraciones Gobierno y remuneraciones es el área donde el gap de calidad de información del IBEX 35 es mayor. Existe un amplio margen de mejora respecto a la vinculación de las políticas retributivas con los principales indicadores de desempeño, dado que menos de un 10% de las empresas españolas analizadas establecen una vinculación directa entre el gobierno y la remuneración, frente al 32% en el FTSE 100, donde estos aspectos se encuentran más avanzados (véase figura 4).


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En los informes de gobierno corporativo no se suele detallar el funcionamiento del Consejo o el valor agregado de los consejeros como equipo en cuanto a diversidad, habilidades, experiencia, características personales u otros factores (menos del 10% de las empresas del IBEX comentan estos aspectos frente al 24% del FTSE 100), lo que hace difícil valorar la adecuación de las remuneraciones percibidas. La retribución de los directivos debería definirse en función de su capacidad de implantar la estrategia de la compañía con éxito, habiendo establecido medidas claras para la evaluación de los logros alcanzados. La forma en que se incentiva a la gerencia a alcanzar el éxito en el desarrollo de la estrategia es un aspecto en el que se focalizan los inversores; también es un foco de atención para los gobiernos, como se ha visto últimamente en los desafíos que presentan los planes de retribución. El actual marco normativo de la Ley de Economía Sostenible ha introducido algunos cambios en cuanto a la información que deben reportar las sociedades anónimas cotizadas. Así, se establece la obligación de realizar un Informe Anual de Remuneraciones de los consejeros, que debe contener información clara, completa y comprensible sobre la política de remuneraciones de la sociedad aprobada por el Consejo de Administración para el año en curso, así como la prevista para años sucesivos. Debe incluir también una explicación global sobre la aplicación de la política de retribuciones durante el ejercicio, así como el detalle de las retribuciones devengadas por cada consejero. No obstante, el grado de detalle de la información aportada actualmente por las empresas del IBEX 35 no aborda, en la mayoría de los casos, lo necesario para avanzar en la integración de la información, es decir, que se muestre una alineación clara entre los KPI reportados, las prioridades estratégicas definidas y los parámetros que definen las remuneraciones. Figura 4 ¿Qué hacen las compañías del IBEX 35 en la actualidad? KPI alineados con retribuciones

<10%

explica el funcionamiento del Consejo y valor agregado de los consejeros

<10%

FTSE 100 2011

FTSE 100 2011

32%

24%


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5. Beneficios y retos para avanzar hacia el Reporting Integrado Avanzando hacia el Reporting Integrado, las compañías pueden progresar en alinear la información reportada a la demanda actual de los grupos de interés, así como disponer de un modelo de reporting más ágil y eficiente. Beneficios percibidos 1. De obligación a oportunidad: los líderes se benefician de una ventaja competitiva y se preparan para los cambios que se avecinan Se espera un incremento de los requerimientos de reporting públicos y normativos/obligatorios. Empezar con el Reporting Integrado voluntariamente permitirá un proceso de mejora del reporting corporativo más gradual, aumentando la calidad del reporte. Más y mejor transparencia permitirá una mayor diferenciación en el mercado en el corto plazo. 2. El Reporting Integrado como herramienta de gestión: mejora de los procesos internos de reporting y de la calidad y frecuencia de la información de gestión Repensando y mejorando los procesos internos de reporting y auditando el contenido total de la información integrada, ayuda a conseguir una información más consistente y alineada, incrementando la fiabilidad de la información de gestión empleada para evaluar el desempeño global de la organización y dando una visión externa más integrada y consistente. La mejora de los procesos de reporting permitirá, asimismo, disponer de un modelo de reporting más ágil y eficiente. 3. Más capacidad de respuesta: mayor involucración de los grupos de interés y menores asimetrías en la información El Reporting Integrado facilitará la involucración y el diálogo con los accionistas, mercados y otros grupos de interés, lo que generará una mayor alineación de la información reportada frente a los mismos. Encuadrando cuestiones críticas en el marco del reporting integrado, los grupos de interés apreciarán los esfuerzos de la gerencia por informarles adecuadamente. 4. Transversalidad y pensamiento integrado: evidencia de que la estrategia, el gobierno corporativo y la sostenibilidad están plenamente integrados Las prácticas de reporting actuales han llevado a considerar el reporting sobre estrategia, desempeño, gobierno corporativo y sostenibilidad


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de una manera aislada. El Reporting Integrado transmitirá el mensaje de que estos aspectos constituyen partes intrínsecas del negocio y están totalmente interconectadas, de la misma manera que incrementará la conectividad entre las diversas áreas de la empresa. 5. Primero hago y después explico: muestra de buen gobierno corporativo Como la crisis financiera ha indicado, el riesgo puede originarse en elementos no financieros, como la cultura organizativa. El Reporting Integrado requiere una nueva perspectiva sobre los riesgos de negocio y operativos y el consiguiente reporte sobre los mismos. A través de la remuneración, la compañía puede demostrar su conciencia sobre los nuevos tipos de riesgo y la fortaleza del marco de gobierno corporativo establecido para mitigar esos riesgos. El Reporting Integrado obliga primero a hacer y después a contarlo. Retos a solucionar El avance hacia el Reporting Integrado presenta también algunos retos que las compañías deberán abordar y para los que será necesario encontrar soluciones particularizadas a cada caso y a la cultura empresarial en cuestión. Nuestro análisis de la información corporativa del 2011 de las empresas del IBEX 35 nos muestra un entramado de reporting extenso, complejo, costoso, con numerosos interlocutores y que presenta duplicidades y escasas sinergias. No se trata de escasez de información, sino de exceso de una información bastante inconexa, que evidencia también alguna desconexión en su preparación. Entre los retos que hemos percibido destacan: – Dualidad entre transparencia y confidencialidad y entre transparencia y cumplimiento regulatorio. Las empresas se plantean hasta dónde deben informar más allá de los requisitos obligatorios, sin comprometer la confidencialidad de información crítica para su negocio. – Rigor de los datos que se reportan, unido al riesgo de dar información a futuro con la situación de incertidumbre actual. – Remuneración y desempeño. Desarrollar modelos de informes de remuneración, explicando la vinculación de las retribuciones al desempeño y KPI concretos de medición de los resultados, tanto financieros como extra-financieros.


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– Materialidad. Ofrecer información material, sobre la base de un análisis de la materialidad de la información de la compañía, no sólo de sostenibilidad, sino del Informe Integrado. – Conectividad de las áreas e integración de silos y sistemas. Lograr una interconexión de los datos de la empresa en los diversos ámbitos, ya que actualmente los datos son difíciles de recopilar y los procesos se duplican y están poco conectados entre las diferentes áreas de la empresa. Impulsar un pensamiento más estratégico y transversal en el negocio, con grupos multidisciplinares. – Recursos. Dar prioridad a la transparencia y claridad del reporting. Los cambios en el reporting actualmente deben competir con la atención de la dirección frente a otras prioridades. – Cambio cultural. La actual estructura del reporting deberá sufrir cambios en el futuro para adaptarse a las nuevas tendencias y exigencias y cada empresa debe encontrar su propio camino hacia el reporting integrado. Ello requerirá cambios de procesos y consenso entre las diferentes partes de la compañía para lograr progresos. En este contexto, las empresas se preguntan cómo mejorar el reporting corporativo y por dónde empezar. Cómo avanzar hacia el Reporting Integrado Las empresas son conscientes de que es hora de actuar y de que hay razones claras para mejorar el reporting y avanzar hacia el Reporting Integrado, pero muchas veces no saben por dónde empezar. Sobre la base de nuestra experiencia, presentamos una propuesta de camino hacia el reporting integrado para las empresas. 1. Analizar la situación de partida Es importante conocer el punto de partida de la empresa y dialogar, interna y externamente, para conocer las dificultades y los puntos clave con los que se encontrará la compañía durante la implementación del Reporting Integrado. Para ello hay que apoyarse en el benchmarking y en las best practice sectoriales. 2. Definir el modelo de negocio y la materialidad Idealmente el Reporting Integrado debería realizarse sobre la base del modelo de negocio. Es necesario identificar cuáles son los capitales (capital financiero, capital productivo, capital humano, capital social, capital de marca, capital intelectual, etc.) en los que se fundamenta la actividad de la


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empresa y cómo se utilizan para crear valor. Por otro lado, se deben identificar aquellos temas que son relevantes para el desarrollo de la estrategia de la compañía, de manera que las empresas puedan focalizarse en los aspectos realmente importantes, que tienen un impacto directo en su modelo de negocio y los recursos necesarios para llevarlo a cabo. 3. Identificar los riesgos y oportunidades Los riesgos y oportunidades surgen del propio modelo de negocio y son un impulso para el desarrollo de la empresa. Partiendo de las sinergias creadas entre los objetivos financieros y no-financieros, se deben tener en cuenta las expectativas de los grupos de interés y del entorno en la formulación de los objetivos estratégicos por parte de la empresa. Hay que definir también qué KPI, tanto financieros como extra-financieros, necesita la empresa para poder medir y controlar la sostenibilidad de sus actividades empresariales 4. Adaptar los procesos internos Para tener una visión integrada del funcionamiento de la empresa se requiere información actualizada. Se deben adaptar los procesos internos según el modelo de integración empresarial, sin olvidar crear procesos para los objetivos extra-financieros. La información generada será más amplia y de mejor calidad. 5. Alcanzar un Reporting Integrado El Reporting Integrado permite resaltar los efectos creados por las sinergias entre la estrategia, el gobierno y el desempeño y las perspectivas de la empresa dentro del entorno económico, social y medioambiental en el que opera. Este tipo de reporting debería aportar información útil a todos y cada uno de los grupos de interés de la empresa. Ha de permitirles comparar y evaluar su actividad. El reto está en conseguir el equilibrio entre los datos numéricos y la información interna, y en cómo conseguir plasmar toda esta información en un modelo de reporting claro y accesible para todos los grupos de interés. 6. Conclusiones Aunque el Reporting Integrado no es todavía un requerimiento legal, sí se observa una clara tendencia normativa de los nuevos desarrollos hacia el Reporting Integrado. En España, las empresas cotizadas comienzan a ser conscientes de esta tendencia y, entre las empresas del IBEX 35, ya se aprecia una mejora respecto al año anterior en la información


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aportada, tanto relativa a los principales factores que pueden afectar al negocio, como en la identificación de riesgos específicos. Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer. El camino hacia el reporting integrado debe entenderse como una hoja de ruta en un proceso de mejora continua que, en la ausencia de normativa obligatoria, permite avanzar y experimentar con el reporting y prepararse para el futuro, aportando beneficios tangibles, interna y externamente. Los beneficios de la transparencia en las empresas del IBEX 35, en el actual contexto español, pueden ser más importantes que nunca para generar confianza y mostrar mayor credibilidad. 7. Bibliografía AECA (ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CONTABILIDAD Y ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS) (2012): Información integrada – integrated reporting. El cuadro integrado de indicadores (CII-FESG) y su taxonomía XBRL. Disponible en internet: http://www.aeca.es/pub/catalogo/catalogo.htm (febrero 2013). CSR EUROPE (THE EUROPEAN BUSINESS NETWORK FOR CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY) (2011): Project Delphi Brief – ESG “Super Factors”, Metrics, KPIs and Validation with Investors. Disponible en internet: http://www.csreurope.org/data/files/2011_GA/Project_Delphi_CSR_Europe_9th_June_2011.pdf (febrero 2013). DAVID PHILLIPS (PWC CORPORATE REPORTING BLOG) (2011): Communicating value in the 21st century. Disponible en internet: http://pwc.blogs.com/corporatereporting/2011/09/communicating-value-in-the-21st-century.html (febrero 2013). DVFA (SOCIETY OF INVESTMENT PROFESSIONALS IN GERMANY) (2011): Proceedings of the 1st Integrated Reporting Convention, 21 & 22 June 2011, DVFA Center, Frankfurt/Main. Disponible en internet: http://www.dvfa.de/files/finanzkommunikation/integrated_reporting/application/pdf/Proceedings_of_the_1st_Integrate d_Reporting_Convention.pdf (febrero 2013). IIRC (INTERNATIONAL INTEGRATED REPORTING COUNCIL) (2011): Towards Integrated Reporting – Communicating Value in the 21st Century, Discussion Paper. Disponible en internet: http://www.theiirc.org/resources-2/framework-development/discussion-paper/ (febrero 2013). —(2012): Draft Framework Outline. Disponible en internet: http://www.theiirc. org/wp-content/uploads/2012/07/Draft-Framework-Outline.pdf (febrero 2013). —(2012): The Emerging Integrated Reporting Database. Disponible en internet: http://examples.theiirc.org/home (febrero 2013). —(2012): The Pilot Programme 2012 Yearbook. Disponible en internet: http://www.theiirc.org/resources-2/other-publications/2012-yearbook/ (febrero 2013).


AVANCES EN ESPAÑA. HACIA EL REPORTING INTEGRADO

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—(2012): Understanding transformation. Building the business case for integrated reporting. Disponible en internet: http://www.theiirc.org/resources2/other-publications/building-the-business-case-for-integrated-reporting/ (febrero 2013). PwC ESPAÑA (2012): El reporting integrado en las empresas del IBEX 35. Del cumplimiento a la ventaja competitiva. Disponible en internet: http://kc3.pwc.es/ local/es/kc3/publicaciones.nsf/V1/07088C10E04A0FDEC12579B20059844D/ $FILE/Informe%20repoting%20integrado%20Empresas%20IBEX_1.pdf (febrero 2013). —(2013): Momento para la diferenciación. Las empresas del IBEX 35 avanzan hacia el reporting integrado. Disponible en internet: http://kc3.pwc.es/ local/es/kc3/publicaciones.nsf/V1/5C35FAA71B44C594C1257AF3002DD 8A1/$FILE/reporting-integrado-ibex-35.pdf (febrero 2013). PwC GERMANY (2012): Integrated Reporting. The Future of Corporate Reporting. Disponible en internet: http://www.pwc.de/en/rechnungslegung/integratedreporting-die-zukunft-der-berichterstattung.jhtml (febrero 2013). PwC NETHERLANDS (2012): Integrated Reporting: Dutch top 40 (AEX+) companies are moving ahead. Disponible en internet: http://www.pwc.nl/nl/assets/documents/pwc-integrated-reporting-aex.pdf (febrero 2013). PwC UK (2010): Insight or fatigue? FTSE 350 reporting. Disponible en internet: http://www.pwc.com/gx/en/corporate-reporting/integrated-reporting/publications/reporting-survey-2010.jhtml (febrero 2013). —(2011): Corporate reporting: From compliance to competitive edge. Disponible en internet: http://www.pwc.com/en_GX/gx/corporate-reporting/assets/pdfs/Thought.piece.survey.Competitive.Edge.2011.pdf (febrero 2013). —(2012): 12 reporting tips. What does your reporting say about you? Disponible en internet: http://www.pwc.com/gx/en/corporate-reporting/corporate-reporting-guidelines/assets/pwc-12-reporting-tips.pdf (febrero 2013). —(2012): Trust through transparency. What does your reporting say about you? Disponible en internet: http://www.pwc.co.uk/audit-assurance/publications/ trust-through-transparency.jhtml (febrero 2013). —(2013): World Watch. News and opinion on governance, reporting and assurance issues affecting business today, Issue 1 2013. Disponible en internet: http://www.pwc.com/gx/en/ifrs-reporting/assets/pwc-world-watch-issue-12013.pdf (febrero 2013).



BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 89-122)

EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ECONÓMICO-FINANCIERO: UNA PROPUESTA ADAPTADA AL NUEVO PGC-2007 THE SOURCE AND APPLICATION OF FUNDS STATEMENT AS A TOOL FOR FINANCIAL ANALYSIS. A PROPOSAL COHERENT WITH THE SPANISH ACCOUNTING PLAN Javier Santibáñez Grúber Amaia Apraiz Larragán1 Universidad Comercial de Deusto

RESUMEN El artículo presenta de manera sencilla e intuitiva el propósito e interpretación de una de las herramientas más potentes de análisis económico-financiero a nuestro alcance: el estado de fuentes y empleos de fondos. Utilizando un ejemplo sencillo como hilo conductor, se revisan los diferentes modelos que la normativa contable española ha ido proponiendo en los sucesivos Planes Generales de Contabilidad hasta llegar al Estado de Flujos de Efectivo vigente en la actualidad. A continuación, se presenta un modelo alternativo que, coherente con el propuesto por el vigente Plan General de Contabilidad de 2007, presenta ciertas ventajas desde el punto de vista del análisis financiero, al permitir una separación más clara entre los flujos correspondientes al activo y pasivo de la empresa; y se comprueba cómo la conciliación entre ambos modelos es sencilla. La alternativa propuesta permite conectar más fácilmente con las técnicas de análisis de proyectos de inversión y de financiación, así como de valoración de empresas (con la técnica de descuento de flujos de caja). Finalmente, se propone un encaje sencillo de la información contable de partida en el esquema de balance y cuenta de resultados necesarios para la aplicación del modelo propuesto; poniendo de manifiesto que hay elementos que, a juicio del analista, podrían también tratarse de manera diferente. Palabras clave: Estados de fuentes y empleos; fondos; análisis financiero. SUMMARY The paper shows in a simple and intuitive way the purpose and interpretation of one of the most powerful tools in Financial Analysis: the Statement of Source and Application of Funds. 1 Queremos agradecer a Fernando Gómez–Bezares y a Estíbaliz Goicoechea sus interesantes comentarios al texto original. Cualquier error u omisión es responsabilidad exclusiva de los autores.


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JAVIER SANTIBÁÑEZ GRÚBER Y AMAIA APRAIZ LARRAGÁN

On the basis of a simple example, the paper examines the different models that have been settled by the Accountings Legislation in Spain in the last years. An alternative model is proposed in order to better separate the investment cash-flows from the financial ones; and coherence between both the Spanish Accounting Plan Statement and the alternative shown in the paper is verified. However, the alternative proposed allows to connect in a better way with the more commonly used techniques for the evaluation of investment and financing projects and for the valuation of companies. Finally, a way to match the original financial information into the Balance Sheet and Profit and Loss Account needed to build the Statement of Source and Application of Funds is shown. Key words: Statement of Source and Application of Funds; Funds; Financial Analysis.

1. Introducción La publicación del nuevo Plan General de Contabilidad en el Boletín Oficial del Estado en noviembre de 2007 introducía algunas novedades de cierta importancia en nuestra forma de concebir la información financiera a presentar por parte de las empresas. La intención de la reforma es clara: tratar de acercar la información financiera de nuestras empresas a la utilizada en otros países del entorno, lo que suponía cambiar en parte algunos elementos de nuestra mentalidad tradicional. Mucho se ha escrito sobre el tema, tanto en los años previos, como con posterioridad a la entrada en vigor del nuevo plan2. Así, y entre los aspectos más visibles en una primera aproximación, se añade un estado financiero nuevo, el de cambios en el patrimonio neto, y se sustituye el anterior Cuadro de financiación por el nuevo Estado de flujos de efectivo (a partir de ahora, EFE). Centrándonos en este último, debemos decir que el cambio ha supuesto una buena noticia desde el punto de vista del análisis financiero, en el sentido de que el nuevo estado, coherente con el propuesto por las Normas Internacionales de Contabilidad, se adapta mejor a las tendencias de la Teoría financiera moderna, y permite engarzar de manera sencilla con la metodología necesaria para realizar los procesos de análisis del interés de proyectos de inversión y financiación, así como de

2 En un artículo anterior, publicado en el Boletín de Estudios Económicos (Santibáñez, 2010), nos referíamos a la diferente relevancia que se da en el nuevo Plan a todo lo relacionado con el proceso de valoración, con la aparición de nuevos criterios (como el valor razonable) y las consecuencias que todo ello acarrea en la forma de aplicar principios contables clásicos, como el de prudencia, por lo que no vamos a referirnos aquí a este tema.


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ...

91

valoración de la propia empresa (mediante técnicas basadas en el descuento de flujos de caja). Y es que, como veremos enseguida, la información que aparece en el nuevo EFE es en esencia la misma que la que ofrecía el Cuadro de financiación (como no podría ser de otro modo, al tratarse siempre de estados de origen y aplicación de fondos, que en último término no son otra cosa que la explicación de cómo se ha pasado de un balance inicial al balance final); pero la forma en que se estructura la información en el nuevo modelo permite entender y analizar todo lo ocurrido en el ejercicio económico desde el punto de vista de su impacto en la tesorería de la empresa, aspecto fundamental en Finanzas (que deben su razón de ser como algo separado del resto de la Economía precisamente a la propia existencia del concepto de “valor del dinero en el tiempo”). Es por ello que la información que en él aparece queda mejor preparada para cualquier tratamiento financiero3. Con todo, y a pesar de tratarse de un avance positivo, cabe realizar algunas matizaciones al nuevo modelo. En este artículo trataremos de presentar de una manera sencilla, alcanzable también para no expertos que estén dispuestos a realizar un cierto esfuerzo, la intención del EFE y la forma en que estructura la información, relacionándolo con el concepto de cash–flow en sus diferentes acepciones, así como con otros posibles modelos de estado de origen y aplicación de fondos (tales como el ya mencionado Cuadro de financiación o el propuesto por Fernando Gómez-Bezares en su libro Elementos de Finanzas Corporativas –Gómez-Bezares, 2012–, y sobre el que hemos venido trabajando en los últimos veinticinco años en el Departamento de Finanzas de la Universidad Comercial de Deusto). Todo ello de la manera más intuitiva posible, y sobre la base de un ejemplo muy sencillo, que utilizaremos para definir conceptos e interpretarlos de una manera clara y sencilla. La estructura del artículo es la siguiente: tras este primer apartado introductorio, en un segundo apartado trataremos de realizar una aproximación intuitiva a lo que es y lo que pretende un estado de origen y aplicación (o de fuentes y empleos) de fondos, partiendo del modelo más sencillo posible (el que constata la igualdad entre los incrementos registrados en el activo y el pasivo de dos balances de una empresa); en él, se

3 Un trabajo interesante que estudia el paso del “Cuadro de financiación” propuesto por el PGC90 al “Estado de Flujos de Efectivo” del PGC-2007 puede encontrarse en Ortega, 2010.


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JAVIER SANTIBÁÑEZ GRÚBER Y AMAIA APRAIZ LARRAGÁN

definirán también distintas acepciones posibles del término cash–flow, en un intento de allanar el camino para la presentación del estado de fuentes y empleos de fondos propuesto por el PGC vigente. En un tercer apartado se presentará brevemente el modelo de estado de fuentes y empleos propuesto por el plan anterior, el llamado “cuadro de financiación”. En el cuarto apartado se presentará el modelo propuesto por el PGC–2007, el “estado de flujos de efectivo”. En el quinto, se presentará una alternativa mejorada, y se mostrarán los parecidos (muchos) y diferencias (pocas) entre ambos, y se constatará la facilidad con la que pueden conciliarse ambas aproximaciones. Un sexto apartado se dedicará a realizar una propuesta sencilla para adaptar el modelo planteado por nosotros a la estructura de cuentas anuales del PGC vigente. Para terminar con un séptimo apartado en el que se mostrarán algunas conclusiones. En todo el artículo, el “hilo conductor” será un ejemplo sencillo, en el que se mostrarán los estados financieros (con un elevado nivel de agregación) correspondientes a una empresa al principio y final de un ejercicio contable, y que servirá para ir viendo cómo se van formando los distintos conceptos y modelos que van presentándose. Creemos importante señalar que, por razones obvias de extensión, no se realizará un “ajuste fino” en lo que se refiere a la aplicación del modelo propuesto por nosotros, considerando la multitud de casuísticas y particularidades que pueden ponerse de manifiesto en la realidad. Muchas son las matizaciones a realizar a lo aquí expuesto, y siempre será necesaria la conveniente adaptación de las herramientas a cada situación concreta. Lo que se pretende presentar es sólo una aproximación general, dejando para trabajos posteriores la discusión de matices y la profundización en la propuesta general aquí planteada. 2. Una aproximación intuitiva a los estados de fuentes y empleos de fondos Supongamos una empresa que presenta, a 31 de diciembre de 2011, los estados financieros básicos (balance y cuenta de resultados) correspondientes al último ejercicio contable que se muestran en la figura 1.


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ...

Figura 1 Balances de situación inicial y final ACTIVO

2010

2011

225.000 2.250.000 225.000

258.000 2.500.000 250.000

6.000.000 -1.800.000

8.400.000 -2.100.000

6.900.000

9.308.000

2010

2011

540.000

600.000

1.500.000

2.100.000

Resultado del ejercicio Reservas Capital

1.260.000 600.000 3.000.000

1.400.000 1.608.000 3.600.000

TOTAL PASIVO

6.900.000

9.308.000

Activo corriente

{

Disponible Clientes Existencias

Activo no corriente

{

Inmovilizado bruto -Amortización acumulada TOTAL ACTIVO PASIVO

Pasivo corriente Pasivo no corriente Patrimonio neto

{ Acreedores { Deuda a largo plazo

{

Cuenta de resultados del ejercicio Concepto PyG Ingresos por ventas Costes operativos con desembolso Costes operativos sin desembolso Costes financieros

2011

{ + Ventas

10.000.000

{

-3.000.000 -3.610.000 -1.000.000

- Aprovisionamientos - Coste de personal - Servicios exteriores

{ - Amortización Inmovilizado { - Intereses

-300.000 -90.000

= Beneficio antes de impuestos

2.000.000

- Impuesto sobre beneficios (30%)

-600.000

= Beneficio neto

1.400.000

93


94

JAVIER SANTIBÁÑEZ GRÚBER Y AMAIA APRAIZ LARRAGÁN

Como puede verse, se trata de unos estados financieros extraordinariamente sencillos, con un alto nivel de agregación, pero que incorporan los principales conceptos que aparecen en prácticamente cualquier empresa. A los efectos de un más sencillo tratamiento posterior de la información, definiremos la nomenclatura que se presenta en la figura 2 en relación a la cuenta de resultados. Figura 2 Concepto PyG

2011

V

+ Ventas

10.000.000

C

- Costes operativos con desembolso

-7.610.000

AM

- Amortización

I

- Intereses

BAI

= Beneficio antes de impuestos

IS

- Impuesto sobre beneficios (30%)

BN

= Beneficio neto

-300.000 -90.000 2.000.000 -600.000 1.400.000

Podemos también extraer algunas conclusiones sencillas, que se derivan de la simple observación de los estados financieros presentados: – Se ha obtenido un beneficio positivo importante, que se explica por la diferencia entre unos ingresos por ventas de 10 millones, a los que hay que restar unos costes operativos con desembolso (aprovisionamientos, personal y servicios exteriores) que suponen 7.610.000 euros, y que dejarían un EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones) de 2.390.000 euros; se ha reconocido también una depreciación del inmovilizado (amortización) de 300.000 euros (que representan un 5% sobre el inmovilizado bruto inicial) y unos gastos financieros por el disfrute del préstamo a largo plazo de 90.000 euros (que suponen un 6% sobre el saldo que aparece en el balance de partida). Finalmente, el impuesto de sociedades devengado representa un 30% sobre la base imponible; todo lo cual explica el saldo positivo de 1.400.000 euros que aparece en la cuenta de PyG correspondiente al ejercicio.


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ...

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– El inmovilizado bruto ha crecido en 2.400.000 euros (la diferencia entre los saldos brutos final e inicial). Dado que no aparece en la cuenta de PyG ningún ingreso que pueda entenderse como asociado a una eventual liquidación de inmovilizados, unido al hecho de que la variación registrada en la amortización acumulada coincide exactamente con el deterioro reconocido en la mencionada cuenta de PyG, no hay razones para pensar que se haya producido liquidación alguna en este concepto, por lo que el aumento apuntado coincidiría con la inversión realizada (es decir, con el precio de las instalaciones adquiridas). – Se han producido inversiones positivas en todos los conceptos de circulantes: aumentan el Disponible, los saldos pendientes de cobro a clientes y las existencias; y también los saldos pendientes de pago a acreedores. Todo ello, junto con la constatación de que el beneficio obtenido es superior al correspondiente al ejercicio anterior, sugeriría que nos encontramos ante una empresa con ligero crecimiento (aunque, evidentemente, los efectos apuntados podrían también deberse simplemente a la inflación). – En lo que se refiere a las relaciones de la empresa con sus proveedores de fondos a largo plazo, se constata una ampliación neta de Capital por valor de 600.000 euros, así como un aumento de la deuda a largo plazo por idéntico importe. Asimismo, el incremento de las Reservas por un importe de 1.008.000 euros, frente al saldo de PyG del ejercicio anterior, que arrojaba un total de 1.260.000, sugieren el pago de un dividendo de 252.000 euros (la diferencia entre las dos cifras anteriormente apuntadas, 1.260.000 1.008.000). – Por último, simplemente señalamos la importante diferencia entre el beneficio generado en el ejercicio (1.400.000) frente al incremento de Disponible (que se reduce a 33.000 euros). Y se constata, no tanto porque resulte sorprendente, sino porque de alguna manera, y tal como veremos más tarde, el estado de flujos de efectivo puede entenderse como una explicación de dicha diferencia (en la medida en que parte del beneficio para llegar a la caja generada). Recordemos ahora que el balance nos proporciona siempre una visión estática de la situación patrimonial y financiera de la empresa: suele decirse que el balance es una “fotografía” de dicha situación; y es precisamente el estado de fuentes y empleos de fondos el que trata de explicar cómo se pasa del balance inicial al final, de una fotografía a otra.


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Efectivamente, cualquier estado de fuentes y empleos (o de origen y aplicación) de fondos (a partir de ahora, EOAF), encierra, en último término, la simple constatación de que, supuesto balances inicial y final convenientemente cuadrados (suma de activo igual a suma de pasivo; condición que debe cumplirse siempre en contabilidad de partida doble), el incremento de pasivo (fuentes de fondos) coincide necesariamente con el aumento registrado en el activo (empleos de fondos). Así pues, cualquier EOAF se construye en realidad a partir de la información que presentamos en la figura 3. Como puede verse, este rudimentario estado de origen y aplicación de fondos indica algo tan sencillo como que el aumento experimentado en las diferentes partidas de activo (es decir, el aumento de “empleos” de fondos) ha sido posible gracias al incremento por idéntico importe en el conjunto de partidas que aparecen en el pasivo (las fuentes). Y los distintos modelos posibles de EOAF difieren simplemente en la forma en que vayan agrupándose los diferentes incrementos constatados. Un elemento que nos interesa particularmente que aparezca en el pasivo (las fuentes) es el beneficio del ejercicio (lo que nos permitirá posteriormente tratar de conectar este concepto con la caja generada). Como puede observarse, en este momento lo que aparece asociado a cada epígrafe es el incremento, la variación experimentada en el ejercicio (como diferencia entre el saldo final y el inicial). Pero, por otro lado, en condiciones normales podemos asociar el incremento de reservas a la parte del beneficio generado en el ejercicio anterior que no se ha repartido en forma de dividendo. Si esto es así, podemos poner: ▲ Resultado + ▲ Reservas = (Resultadoi - Resultadoi-1) + (Resultadoi-1 Dividendo)

Así pues, la diferencia entre los saldos final e inicial de los conceptos (Resultado + Reservas) puede descomponerse en otros dos elementos: Resultado del ejercicio 2011 – Dividendo pagado, tal como presentamos en la figura 4 (en la que identificamos también el aumento de amortización acumulada con la depreciación reconocida en PyG).


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ...

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Figura 3 ACTIVO

2010

2011

Disponible

225.000

258.000

33.000

2.250.000

2.500.000

250.000

225.000

250.000

25.000

6.000.000

8.400.000

2.400.000

Clientes Existencias Inmovilizado bruto

- Amortización acumulada -1.800.000 -2.100.000 TOTAL ACTIVO

6.900.000

Diferencia

Incremento de los Empleos de fondos

-300.000

9.308.000

2.408.000 Diferencia

PASIVO

2010

2011

Acreedores

540.000

600.000

60.000

Deuda a largo plazo

1.500.000

2.100.000

600.000

Resultado del ejercicio

1.260.000

1.400.000

140.000 1.008.000

Reservas

600.000

1.608.000

Capital

3.000.000

3.600.000

600.000

TOTAL PASIVO

6.900.000

9.308.000

2.408.000

Incremento de las Fuentes de fondos

Figura 4 ▲ = Empleos

ACTIVO ▲ Disponible

33.000

▲ Clientes

250.000

▲ Existencias

25.000

▲ Inmovilizado bruto - ▲ Amortización acumulada TOTAL ▲ ACTIVO

▲ Acreedores

33.000

▲ Clientes

250.000

▲ Existencias

25.000

2.400.000

▲ Inmovilizado bruto

2.400.000

-300.000

- Amortización 2011

-300.000

2.408.000 ▲ = Fuentes

PASIVO

▲ Empleos

ACTIVO ▲ Disponible

60.000

TOTAL ▲ EMPLEOS

2.408.000

PASIVO

▲ Fuentes

▲ Acreedores

60.000

▲ Deuda a largo plazo

600.000

▲ Deuda a largo plazo

▲ Resultado del ejercicio

140.000

Beneficio neto 2011

1.400.000

- Dividendo pagado

-252.000

▲ Reservas

1.008.000

▲ Capital

600.000

TOTAL ▲ PASIVO

Paso nº 1

2.408.000

▲ Capital

600.000

600.000

TOTAL ▲ FUENTES

Paso nº 2

2.408.000


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En este punto, estamos en disposición de conectar el incremento de caja con el beneficio generado en el ejercicio, sobre la base de la información que aparece en nuestro sencillo EOAF. Para ello, definamos con carácter previo algunos conceptos de cash–flow particularmente interesantes4: CF (1) = Beneficio neto + Amortización = BN + AM = (V – C – AM – I – IS) + AM

Es la acepción más habitual del término cash–flow. Intenta acercar el concepto beneficio a la caja generada, sumando un coste, la amortización, que debe ser tenido en cuenta en su cálculo (para respetar la lógica y necesaria correlación de ingresos y gastos, es decir, la exigencia de comparar los ingresos con los gastos “necesarios” para obtenerlos; además de considerar su efecto fiscal), pero que no afecta (al menos directamente) a la tesorería de la empresa. CF (2) = CF (1) – Inversión en Circulante Neto Operativo = (V – C – I – IS) – Σ▲CNO

Es lo que suele llamarse “cash–flow generado por las operaciones típicas”. Lo que pretende es superar los problemas que desde el punto de vista del impacto en caja provoca la aplicación del principio de devengo (deudores y acreedores), así como del criterio de correlación de ingresos y gastos (existencias). Así, el principio de devengo obliga a comparar ingresos y gastos, y no cobros y pagos; por lo tanto, la cifra de ventas no necesariamente se corresponde con el concepto de “cobros por ventas”, ni los costes con desembolso con los “pagos por costes con desembolso”. Por otro lado, puede ocurrir que una parte de las existencias compradas no se hayan convertido en “gasto” del ejercicio, sino que sean “inversión” (un mayor saldo en el almacén al término del ejercicio). Todo ello exige la corrección de CF (1) con la inversión realizada en Circulante Neto Operativo (CNO), tal como se muestra a continuación: Cobros por operaciones

= Ventas + Clientes inicial – Clientes final = V – ▲Clientes

Pagos por operaciones

= Costes con desembolso (incluye IS) + Acreedores inicial – Acreedores final + Variación existencias = C + I + IS – ▲Acreedores + ▲Existencias

Cobros netos operaciones = (V – ▲Clientes) – (C+I+IS – ▲Acreedores + ▲Existencias)

4 La definición de las distintas acepciones de cash-flow puede encontrase, por ejemplo, en Gómez-Bezares (2012, pág. 91).


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ...

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Cobros netos operaciones = (V–C–I–IS) – (▲Clientes – ▲Acreedores + ▲Existencias) = (V–C–I–IS) – ▲CNO CF (3) = CF (2) – Inversiones en inmovilizado = (V – C – I – IS) – ▲CNO – INV

Es lo que algunos denominan “excedente de autofinanciación”. Simplemente supone restar del concepto de flujo de caja anterior las inversiones (netas) que la empresa haya tenido que realizar en el inmovilizado (y que hemos denominado INV). CF (4) = CF (3) + Aumento neto de Deuda financiera y Patrimonio neto (excluido BN) = (V – C – I – IS) – ▲CNO – INV + ▲CP*

Considera, con su signo, el dinero que se ha generado como consecuencia de la relación de la empresa con sus proveedores de fondos (a largo y a corto plazo). Así, aparecerán con signo positivo las peticiones de préstamos o las ampliaciones de capital, y con signo negativo las devoluciones de principal de préstamos, las reducciones de capital y los pagos de dividendos (los intereses aparecen restando, como se recordará, en el concepto de beneficio). Es decir, que la corrección propuesta supone sumar la variación en los “capitales permanentes” que no se deba al beneficio del ejercicio (el cual está ya considerado en CF (1)) y los cambios netos en la deuda financiera a corto plazo (es lo que hemos denominado ▲CP*). Como puede verse, y comprobaremos posteriormente en nuestro sencillo ejemplo, hemos ido definiendo una serie de conceptos de “flujo de caja” que suponen incorporar progresivamente los distintos elementos de la actividad empresarial que afectan a la tesorería, en lo que puede considerarse como un “viaje desde el beneficio a la caja”, pasando por todos los elementos de balance, y desde la perspectiva de su impacto en la tesorería. Pero continuemos trabajando sobre nuestro ejemplo. Como puede comprobar el lector, en el paso 2 de la figura 4 aparecían dos elementos con signo negativo, uno en los empleos y otro en las fuentes. Dado que desde el punto de vista de impacto en caja provoca el mismo efecto un aumento en las fuentes que una disminución en los empleos (más caja), y tiene también idénticas consecuencias una disminución en las fuentes o un aumento en los empleos (menos caja), podemos “pasar” cualquier elemento de un sitio al otro del EOAF, simplemente cambiándole de signo. Así, en el paso 3 de la figura 5 trasladamos la amortización desde los empleos a las fuentes; y en el paso 4, el aumento de acreedores desde las fuentes a los empleos.


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Figura 5 ▲ Empleos ▲ Disponible

33.000

▲ Clientes

250.000

▲ Existencias

▲ Empleos ▲ Disponible

33.000

▲ Clientes

250.000

▲ Existencias

25.000

▲ Inmovilizado bruto

2.400.000

- ▲ Acreedores

-60.000

TOTAL ▲ EMPLEOS

2.708.000

▲ Inmovilizado bruto

2.400.000

TOTAL ▲ EMPLEOS

2.648.000

25.000

▲ Fuentes ▲ Acreedores

▲ Fuentes

60.000

▲ Deuda a largo plazo Beneficio neto 2011

600.000 1.400.000

▲ Deuda a largo plazo Beneficio neto 2011

600.000 1.400.000

Amortización 2011

300.000

Amortización 2011

300.000

▲ Capital

600.000

▲ Capital

600.000

- Dividendo pagado TOTAL ▲ FUENTES

Paso nº 3

-252.000 2.708.000

- Dividendo pagado TOTAL ▲ FUENTES

-252.000 2.648.000

Paso nº 4

En este momento, y como puede comprobar el lector, el estado de fuentes y empleos podría “leerse” de la siguiente forma: en el ejercicio, las actividades propias del negocio han arrojado un beneficio que, sumada la amortización (que no supone desembolso alguno), ha generado 1.400.000 + 300.000 = 1.700.000 euros; esto, junto con las aportaciones de los socios (netas del dividendo pagado, 600.000 – 252.000) y de los prestamistas a largo plazo (600.000), ha permitido incurrir en aumentos en todos los activos corrientes (disponible, clientes y existencias; una parte de los cuales se hace con el concurso de un aumento en la cifra de acreedores), y en el inmovilizado. Podemos agrupar los distintos elementos de activo y pasivo corrientes no financieros (excluida siempre la tesorería, que es lo que pretendemos explicar) en un concepto que suele denominarse Circulante Neto Operativo (CNO; muy similar al fondo de maniobra, salvo por el hecho de que sólo incluye los circulantes operativos, excluida siempre la tesorería), tal como se presenta en el paso 5 de la figura 6; y trasladar todos los conceptos de empleo que no sean Disponible a la parte de las fuentes (siempre con el signo que corresponda; es lo que se hace en el paso nº 6 de la citada figura 6).


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 101

Figura 6 ▲ Empleos ▲ Disponible

▲ Empleos

33.000

▲ CNO

215.000

▲ Inmovilizado bruto

2.400.000

TOTAL ▲ EMPLEOS

2.648.000

▲ Disponible

33.000

TOTAL ▲ EMPLEOS

33.000 ▲ Fuentes

Beneficio neto 2011 ▲ Fuentes ▲ Deuda a largo plazo

1.400.000

Amortización 2011

300.000

- ▲ CNO

600.000

-215.000

1.400.000

- ▲ Inmovilizado bruto

-2.400.000

Amortización 2011

300.000

▲ Deuda a largo plazo

600.000

▲ Capital

600.000

▲ Capital

Beneficio neto 2011

- Dividendo pagado TOTAL ▲ FUENTES

600.000

- Dividendo pagado

-252.000

TOTAL ▲ FUENTES

2.648.000

Paso nº 5

-252.000 33.000

Paso nº 6

En este punto, nos encontramos ante las definiciones de cash–flow que apuntábamos anteriormente, tal como puede comprobarse en la figura 7, cuyos resultados pueden leerse de la siguiente forma: el ejercicio de las operaciones habituales ha generado un total de 1.700.000 euros (el Figura 7 ▲ Fuentes Beneficio neto 2011 + Amortización 2011 - ▲ CNO - ▲ Activo fijo bruto + ▲ Deuda a largo plazo + ▲ Capital - Dividendo pagado TOTAL ▲ FUENTES

1.400.000 300.000 -215.000 -2.400.000 600.000

Cash-flow (1) = 1.700.000 Cash-flow (2) = 1.485.000 Cash-flow (3) = - 915.000

600.000 -252.000

Cash-flow (4) = 33.000

33.000 ▲ Empleos

CF (1) = BN+AM

+ ▲ Caja

33.000

▲ CNO CF (2) = BN+AM-▲

TOTAL ▲ EMPLEOS

33.000

CF (3) = BN+AM-▲ ▲ CNO-INV CF (4) = BN+AM-▲ ▲ CNO-INV+▲ ▲ CP*


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cash–flow 1, beneficio más amortización), de los que ha sido necesario dedicar 215.000 a financiar el aumento de activo circulante que la propia operativa no ha sido capaz de financiar por sí misma (lo que supone un cash–flow 2, o generado por las operaciones típicas, de 1.485.000 euros). El activo inmovilizado ha requerido una inversión adicional de 2.400.000, lo que supone que el activo no ha sido capaz de generar el dinero suficiente para atender a sus propias necesidades: ha sido necesario recurrir a los proveedores de fondos ajenos a largo plazo (que han aportado 600.000 euros) y a los accionistas (que en términos netos han puesto otros 348.000 euros) para poder hacer frente a la situación. Y dado que dichas aportaciones superan la necesidad neta planteada por el activo a la que nos referíamos anteriormente, se ha conseguido un incremento de tesorería por valor de 33.000 euros (600.000 + 348.000 – 915.000). 3. El cuadro de financiación propuesto por el PGC–1990 Otra forma alternativa de agrupar los incrementos constatados en la situación de partida (figura 3) es la que planteaba el Plan General de Contabilidad de 1990 recientemente sustituido. Efectivamente, el Cuadro de financiación proponía explicar la variación del fondo de maniobra desde la doble perspectiva del corto y el largo plazo, constatando, por un lado, la diferencia entre las variaciones producidas en capitales permanentes e inmovilizado neto; y por otra, los cambios experimentados en los activos y pasivos circulantes (corrientes). Puede verse todo ello en las figuras 8 y 9. No hay mucho que comentar al respecto. Como puede verse de una manera intuitiva en la figura 8, se trata simplemente de explicar el incremento experimentado en el fondo de maniobra desde las dos perspectivas apuntadas, el largo y el corto plazo. Así, en la primera parte del cuadro presentado en la figura 9 aparecen como orígenes (de fondo de maniobra) los aumentos en capitales permanentes (incluido el resultado del ejercicio) y las disminuciones de inmovilizado; mientras que figuran como aplicaciones las disminuciones de capitales permanentes y las inversiones en inmovilizado. Y en el segundo cuerpo de la citada figura, se presentan los cambios producidos en activo y pasivo circulantes, y que justifican la variación en fondo de maniobra (coincidente, como no puede ser de otro modo, con la cifra obtenida en la primera parte).


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 103

Figura 8 ACTIVO

Incremento 33.000

▲ Activo corriente

250.000

308.000

Disponible Clientes Existencias

25.000

Inmovilizado bruto - Amortización acumulada TOTAL ACTIVO PASIVO

2.400.000

▲ Inmovilizado

-300.000

2.100.000

▲ Activo corriente ▲ Pasivo corriente = 308.000 - 60.000 = 248.000

2.408.000 Incremento

Acreedores

60.000

▲ Pasivo corriente 60.000

Deuda a largo plazo Resultado del ejercicio Reservas Capital TOTAL PASIVO

600.000

▲ Capitales permanentes

140.000

2.348.000

▲Capitales permanentes ▲ Inmovilizado neto = 2.348.000 - 2.100.000 = 248.000

1.008.000 600.000 2.408.000

Figura 9 ORÍGENES 1 Recursos procedentes de las operaciones (BN típico+AM) 2 Aportaciones de accionistas 3 Subvenciones de capital 4 Deudas a largo plazo (emisiones)

2011 1.700.000 600.000 0 600.000

5 Enajenación de inmovilizado

0

6 Enajenación de acciones propias

0

7 Cancelación anticipada o traspaso a c/p de inmovilizado financiero TOTAL ORÍGENES

0 2.900.000


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APLICACIONES

2011

1 Recursos aplicados en las operaciones

0

2 Gastos de establecimiento y formalización de deudas 3 Adquisiciones de inmovilizado

0 2.400.000

4 Adquisición de acciones propias

0

5 Reducciones de capital 6 Dividendos

0 252.000

7 Cancelación o traspaso a corto de deuda a largo

0

8 Provisiones para riesgos y gastos

0

TOTAL APLICACIONES ▲ FM) EXCESO ORÍGENES s/ APLICACIONES (▲ VARIACIÓN DEL CAPITAL CIRCULANTE 1 ▲ Accionistas por desembolsos exigidos 2 ▲ Existencias

2.652.000 248.000 2011 0 25.000

3 ▲ Deudores

250.000

4 ▲ Acreedores

-60.000

5 ▲ Inversiones financieras temporales

0

6 ▲ Acciones propias

0

7 ▲ Tesorería 8 ▲ Ajustes por periodificación TOTAL VARIACIÓN DEL CAPITAL CIRCULANTE (▲ ▲ FM)

33.000 0 248.000

4. El estado de flujos de efectivo (EFE) propuesto por el PGC–2007 El modelo propuesto por el PGC actualmente vigente agrupa términos de una manera conceptualmente muy similar a la que hemos presentado anteriormente, cuando ligábamos el estado de fuentes y empleos de fondos con las distintas acepciones de cash–flow. En la figura 10 se presenta la aplicación de dicho esquema a nuestro sencillo ejemplo. La información presentada en la figura 10 puede también leerse de manera muy sencilla: si al resultado antes de impuestos le sumamos la amortización practicada y los intereses pagados, llegamos al EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones), en nuestro caso 2.390.000 euros. Esta es la cifra que en condiciones de estabilidad


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 105

Figura 10 A) FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE EXPLOTACIÓN 1. Resultado del ejercicio antes de impuestos 2. Ajustes del resultado (amortizaciones e imputación de subvenciones; intereses) 3. Cambios en el capital corriente (clientes, existencias y acreedores no financieros)

2011 2.000.000 390.000 -215.000

4. Otros flujos de efectivo de las actividades de explotación (intereses e impuestos)

-690.000

5. FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE EXPLOTACIÓN

1.485.000

B) FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE INVERSIÓN 6. Pagos por inversiones

2011 -2.400.000

7. Cobros por desinversiones 8. FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE INVERSIÓN C) FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE FINANCIACIÓN 9. Cobros y pagos por instrumentos de patrimonio 10. Cobros y pagos por instrumentos de pasivo financiero 11. Pagos por dividendos y remuneraciones de otros instrumentos de patrimonio 12. FLUJOS DE EFECTIVO DE LAS ACTIVIDADES DE FINANCIACIÓN D) EFECTO DE LAS VARIACIONES DE LOS TIPOS DE CAMBIO E) AUMENTO / DISMINUCIÓN NETA DEL EFECTIVO O EQUIVALENTES (+/- 5 +/- 8 +/- 12 +/- D)

0 -2.400.000 2011 600.000 600.000 -252.000 948.000 0

33.000

absoluta (ausencia de crecimiento, y por tanto, de inversiones en inmovilizado y en circulantes) cabría esperar como generación de fondos de las actividades en próximos ejercicios (antes de considerar las obligaciones fiscales). Pero ha sido necesario dejar invertidos 215.000 euros en circulantes, mientras que los intereses y el impuesto de sociedades han supuesto empleos por 690.000, todo lo cual justifica un flujo de las actividades de explotación de 1.485.000 euros. Como decíamos también anteriormente, ha sido necesario invertir en inmovilizado 2.400.000 euros, por lo que, al ser claramente insuficiente la operativa normal para generar el dinero necesario para atender las necesidades del activo, ha habido que recurrir a los proveedores de fondos, que han aportado un total de 948.000 euros netos (600.000 han sido proporcionados por los prestamistas a largo plazo; mientras que la aportación neta de los accionistas ha sido de 348.000 euros, la diferencia entre la ampliación de capi-


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tal y el dividendo pagado). Véase la coherencia de todo ello con lo presentado en la figura 7. 5. Una alternativa mejorada al estado de flujos de efectivo Dedicaremos este apartado a presentar un estado de fuentes y empleos ligeramente diferente del anterior, que venimos proponiendo en el Departamento de Finanzas de la Universidad Comercial de Deusto desde hace más de veinticinco años. Se trata del que aparece en Gómez-Bezares (2012, pág. 103), y que reproducimos en las figuras 11 (que define en detalle toda la nomenclatura utilizada) y 12 (esquema reducido sobre el que trabajaremos a continuación para realizar las interpretaciones y comparaciones pertinentes). Como veremos enseguida, se trata de una propuesta totalmente coherente con la intención perseguida por el EFE, aunque algunos pequeños matices suponen la consecución de ventajas claras frente al anterior. Centrémonos en la versión esquematizada de la figura 12. Como puede verse, el modelo define tres grandes conceptos: las tesorerías de inversión (TINV), de fondos ajenos a largo plazo (TFALP) y de fondos propios (TFP). La TINV indica la tesorería generada por las operaciones de activo (a largo plazo, en nuestro caso), con total independencia de cómo se hayan financiado. Se explica con el concurso de cuatro grandes fuerzas: la generación de fondos operativa (GFO), que es el dinero generado por operaciones típicas (entendiendo típico como “recurrente”); la generación de fondos extraordinaria (GFE), que incluiría el dinero que aportan las operaciones de venta de inmovilizados o cualquier otra entrada (o salida) de dinero que no pueda considerarse como habitual; la inversión ▲FM), que recoge fundamentalmente realizada en fondo de maniobra (▲ los cambios experimentados en los saldos pendientes de cobro y pago, así como en los almacenes; y la inversión en inmovilizado (INV) que haya sido necesario realizar. Así, los dos primeros elementos tendrán normalmente signo positivo, mientras que los dos últimos presentarán de manera más habitual un signo negativo. El hecho de que la TINV sea positiva o negativa dependerá de cómo se hayan combinado las fuerzas anteriores (es decir, de que el activo haya sido capaz de atender todas sus necesidades, o viceversa). La TFALP muestra el flujo neto de caja producido como consecuencia de la relación de la empresa con los proveedores de fondos ajenos a


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 107

Figura 11 + Vt

Ventas típicas

- Ct

Costes operativos con desembolso

- AMt

Amortización

= BAIIt

Bº antes de intereses e impuestos

x (1-t)

Incidencia impositiva (t = Tasa impositiva)

= BAIdIt

Bº antes de intereses y después de impuestos

+ AMt

Amortización Generación de fondos operativa

+ GFOt + VEt

Ventas extraordinarias

- VLt

Valor en libros de los activos vendidos

= REt

Resultados extraordinarios

x (1-t)

Incidencia impositiva

= REdIt

Resultados extraordinarios después de impuestos

+ VLt

Valor en libros

+ GFEt

Generación de fondos extraordinaria + AC0

Activo circulante inicial

- PC0

Pasivo circulante inicial

- ACn

Activo circulante final

+ PCn

Pasivo circulante final

- ▲FMt

Incremento en fondo de maniobra

- INVt

Inversión en activo fijo

+ TINVt

Flujo de Tesorería decisiones de inversión a largo plazo + EFALPt

Emisión de fondos ajenos a largo plazo

- AFALPt

Amortización de fondos ajenos a largo plazo

- (1-t) x It

Intereses de los fondos ajenos a largo plazo

x (1-t)

Incidencia impositiva Detracción de fondos por intereses Flujo de Tesorería decisiones de financiación con fondos ajenos a largo plazo

+ TFALPt + ECSt

Emisiones de capital social

- ACSt

Amortizaciones de capital social

- Dt

Dividendos Flujo de Tesorería decisiones de financiación con fondos propios

+ TFPt Σ=0

+ It

Σ=0

ENCAJE


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Figura 12 + GFO = (V - C - AM) x (1-t) + AM + GFE = (VE - VL) x (1-t) + VL - ▲FM = - (FM final – FM inicial) - INV = TINV + EFALP - AFALP - (1-t) x I = TFALP + ECS - ACS -D = TFP ENCAJE:

TINV + TFALP + TFP = 0

largo plazo. Se calcula restando de las peticiones de fondos (EFALP), las devoluciones de principal (AFALP) y el pago de intereses (Ix(1-t), es decir, netos de impuestos, ya que como puede verse en la figura 11 –o en la figura 12–, en el cálculo de la TINV no se ha considerado el efecto fiscal de dichos intereses). Finalmente, la TFP recoge el flujo neto de caja producido en la relación entre accionistas y empresa; con signo positivo, aparecen las emisiones de capital (ECS, que incluiría también la venta de acciones de la propia compañía); y con signo negativo, las reducciones de capital (ACS, incluida la compra de acciones propias) y el pago de dividendos (D). Como puede verse, la relación entre nuestro modelo y el propuesto por el PGC vigente es clara: la diferencia entre la generación de fondos operativa y las inversiones en fondo de maniobra (GFO – ▲FM) podría asociarse, con las matizaciones que realizaremos después, al “flujo de efectivo de las actividades de explotación”; mientras que la diferencia entre la generación de fondos extraordinaria y las inversiones en activo fijo (GFE – INV) coincidiría con el “flujo de efectivo de las actividades de inversión” (también con algunos matices); finalmente, la suma de TFALP y TFP sería algo similar al “flujo de efectivo de las actividades de financiación” (nuevamente con algunas precisiones que pasamos a exponer).


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En primer lugar, y ésta sería la diferencia principal, hay que decir que en el EFE, los intereses aparecen clasificados (restando) en los flujos de explotación, mientras que en nuestro planteamiento aparecerían en la tesorería de fondos ajenos, cosa que parece más razonable, ya que no se trata propiamente de un flujo que tenga que ver con la gestión de las operaciones de activo, sino con la forma en que la empresa decida financiar dicho activo. Otra diferencia puramente formal (aparte de las que se deben a algunas agrupaciones de términos distintas que ya se han puesto de manifiesto anteriormente) radica en que el esquema planteado por nosotros parte de una perspectiva de largo plazo, por lo que en realidad, en el ▲FM deberían aparecer también las variaciones de pasivos financieros a corto plazo (que normalmente tendrán asociado un coste, evidentemente financiero). Esto podría entenderse como un problema del modelo propuesto por nosotros, en el sentido de que estaría “mezclándose” en la TINV elementos relacionados con la operativa (activo) y la forma de financiarla (pasivo), pero es sencillo de corregir, ya que, caso de existir dichos pasivos financieros a corto plazo, podría optarse por definir el esquema desde el punto de vista de activos y pasivos totales, o distinguiendo entre pasivos en función de su naturaleza y plazo. Por razones de extensión, no profundizaremos aquí en el problema apuntado, y asumiremos que el pasivo corriente es fundamentalmente comercial, sin coste explícito para la empresa5. En nuestro caso, y dado que no existen pasivos corrientes de naturaleza estrictamente financiera (no aparecen préstamos a corto plazo, sino sólo acreedores que entendemos nacidos en operaciones comerciales), podemos aplicar directamente el modelo propuesto, para llegar a los resultados que se muestran en la figura 13. La lectura de dichos resultados vuelve a ser bastante sencilla: la realización de las operaciones “típicas” (recurrentes) sin considerar NINGÚN aspecto relacionado con la forma de financiarlas, ha reportado un

5 En el caso de que no fuera así, la solución más sencilla sería trasladar los pasivos financieros a corto plazo al concepto TFALP, que dejaría de ser “tesorería de fondos ajenos a largo plazo”, y se convertiría así en “tesorería de fondos ajenos con coste”; ello supondría que, en realidad, la TINV no sería la asociada a la parte del activo financiada con pasivos a largo plazo, sino la financiada con pasivos con coste.


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cash–flow (GFO) de 1.763.000 euros, no habiéndose obtenido dinero alguno por las operaciones “extraordinarias” (no recurrentes, GFE); de la cifra apuntada, no se ha podido disponer de 248.000 euros, que es el dinero que ha sido necesario invertir en fondo de maniobra (incluida la caja: el modelo asume que si en la tesorería final hay una determinada cifra, es porque el negocio la necesita), ni tampoco de 2.400.000 euros adicionales, que ha habido que invertir en inmovilizado. Todo ello arroja una tesorería de inversión o flujo de caja negativo generado por el activo después de atender sus necesidades, sin considerar ningún aspecto relacionado con la financiación, de –885.000 euros; es decir, el activo ha demandado la cifra apuntada, que lógicamente habrá tenido que ser aportada por los proveedores de fondos (a largo plazo, en nuestro caso). Figura 13 Concepto

2011 BAII

2.090.000

BAIdI

1.463.000

+ GFO

1.763.000 RE

0

REdI

0

+ GFE

0 FM (2011)

2.408.000

FM (2010)

2.160.000

- ▲ FM - INV TINV

-248.000 -2.400.000 -885.000

+ EFALP-AFALP

600.000

- I x (1-t)

-63.000

TFALP

537.000 + ECS-ACS -D

TFP

TINV+TFALP+TFP=

600.000 -252.000 348.000

0


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 111

Y así es, efectivamente: en su relación con los prestamistas a largo plazo, se ha producido una entrada neta de fondos de 537.000 euros, resultado de considerar la ampliación de la deuda por valor de 600.000, a lo que hay que restar los intereses pagados (netos del impuesto de sociedades, ya que en el cálculo de GFO, y para no mezclar aspectos relacionados con el activo y el pasivo de la empresa, no se ha considerado el ahorro fiscal asociado a dichos intereses). Por otro lado, los accionistas han aportado en términos netos los 348.000 euros restantes, cifra que coincide con la diferencia entre el importe neto de capital que se ha ampliado (600.000 euros) y el pago del dividendo efectuado (252.000). Como puede verse, hay ligeras diferencias entre nuestro planteamiento y el propuesto por el PGC–2007. La conciliación, como veíamos anteriormente, es extraordinariamente sencilla, pero nuestro planteamiento presenta la ventaja fundamental de separar con más claridad las operaciones de activo de las relativas al pasivo, lo que constituye un mejor punto de partida para realizar tareas financieras posteriores de análisis de proyectos de inversión o financiación, o de valoración de empresas. De hecho, la valoración de la empresa mediante la técnica de descuento de flujos de caja exigiría calcular lo que suelen llamarse “free cash–flows” (o flujos de caja “libres”), generados por el activo (o la parte de éstos que corresponde a los accionistas, en el caso de que lo que pretenda valorarse sea la participación de los socios en la empresa). Con la metodología propuesta, y supuesta capacidad del analista para “proyectar” los estados financieros previstos para el futuro, la tarea sería sencilla: los free cash–flows generados por el activo coincidirían con la TINV esperada en los próximos años; y los correspondientes a los accionistas coincidirían con la TFP, cambiada de signo. Y es que el equilibrio de la empresa a largo plazo puede concebirse de la manera presentada en la figura 14, en la que se muestra la metodología propuesta, aplicada a los distintos años futuros: son lo que llamamos “perfiles de fondos” asociados al activo (permanente), a los fondos ajenos a largo plazo y a los fondos propios. Sólo quedaría, para valorar la empresa con la técnica de descuento de flujos de caja, estimar la rentabilidad exigible a la misma en función de su riesgo, y aplicar la fórmula de descuento correspondiente. Por otro lado, el perfil de tesorería de fondos ajenos a largo plazo permitiría también calcular el coste de dichos fondos (que sería neto del impuesto de sociedades, por la propia forma de cálculo de dicho perfil).


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Figura 14

6. Adaptación de nuestro esquema al modelo de cuentas anuales propuesto por el PGC–2007 Antes de realizar la adaptación de nuestro EOAF al modelo de cuentas anuales propuesto por el PGC vigente, presentaremos el esquema de balance y cuenta de resultados en el que habría que “insertar” los componentes de las cuentas anuales de la empresa sean cuales sean las normas contables a aplicar, realizando además, algunas comprobaciones que consideramos pueden resultar de interés. Para proceder después a realizar el encaje en dicho modelo de las cuentas anuales de nuestro PGC.


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 113

Figura 15

Como puede verse, en la figura 15 nos hemos limitado a presentar el esquema básico de balance y cuenta de resultados sobre el que luego aplicamos la metodología propuesta en la figura 11. Por el lado del activo, las partidas deben clasificarse en los apartados AC (activo circulante o corriente) y AF (activo no corriente o activo fijo). En lo que se refiere al pasivo, las partidas deberán incluirse en los apartados de PC (pasivo circulante o corriente), FALP (fondos ajenos a largo plazo) o en los fondos propios (en los que hemos distinguido tres capítulos: CAP, que hace referencia al capital de la compañía, RES, que recoge las reservas y resultados de ejercicios anteriores pendientes de aplicación, y BN, que se refiere al beneficio neto generado en el ejercicio). Dicho beneficio está compuesto por los elementos que se definían ya en la figura 2, con la única salvedad de que ahora se incluye el apartado RE, que hace referencia a los resultados extraordinarios (entendidos siempre en nuestro esquema como “no recurrentes”). Por otro lado, se explicita cómo calcular el tipo impositivo soportado “t”, como cociente entre el impuesto devengado y la base imponible. Además, se recoge en la parte inferior la “ecuación de balance” o identidad básica, según la cual el activo tiene que ser igual al pasivo.


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Figura 16 Ecuación de balance original (identidad contable): Si se cumple en los balances inicial y final, también lo hará en incrementos: Pero como podemos suponer que: y siempre: Sustituyendo y operando es fácil ver que: Recordando que: Podemos sustituir y reordenar:

Sumando algunos términos en ambas partes (AM y VL):

Redefiniendo:

Figura 17 Recapitulando:

* Matización importante: Se suponen balances antes de reparto de PyG (PGC2007). Si se presentan después del reparto, el dividendo se calcula con el beneficio del año en curso.


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 115

En la figura 16 pretende mostrarse de una manera muy sencilla e intuitiva cómo, en realidad, la identidad propuesta en nuestro modelo de EOAF no es otra cosa que la constatación de que el incremento de activo coincide con el de pasivo. Finalmente, en la figura 17 recapitulamos todo lo anterior, y proponemos algunas simplificaciones a realizar en el cálculo de los diferentes conceptos cuando la información de partida se halla muy agregada, tales como la obtención del dividendo a partir de la diferencia entre el beneficio y el incremento de reservas, entre otras. A continuación, realizaremos el encaje del modelo de cuentas anuales propuesto por el PGC vigente. Por razones de extensión, y en aras de una mayor simplicidad expositiva (aunque podrían realizarse muchas matizaciones, que dejaremos para trabajos posteriores), propondremos una adaptación muy sencilla de nuestro modelo de Fuentes y empleos de fondos a la estructura de cuentas anuales propuesta por el PGC vigente, que presentamos en las figuras 18 y 19. Comentaremos brevemente algunos de los principales elementos implicados. Así, en la figura 18 se muestra nuestra propuesta de encaje de la cuenta de resultados. Como se ve, identificamos en primer lugar los elementos que claramente son ingresos por ventas (la cifra de negocio), los costes operativos con desembolso (aprovisionamientos, gastos de personal y otros de explotación) y la amortización de inmovilizados; aunque podrían tratarse de manera diferente, se consideran como menores costes operativos con desembolso tanto la variación de existencias de producto terminado y en curso, como los trabajos realizados para el activo (lo que es discutible, ya que ambos conceptos podrían incluir, por ejemplo, parte de la amortización realizada; por otro lado, sería también defendible tratarlos como un mayor ingreso, aunque esto no provocaría ningún efecto diferencial en este esquema de EOAF). También es claro el capítulo correspondiente a los gastos financieros (que incluimos en el epígrafe de intereses). Hay algunos elementos (como los otros ingresos de explotación o los ingresos financieros) cuya clasificación dejamos a criterio del analista en cada caso concreto (bien como ingresos típicos –recurrentes– o “extraordinarios” –no recurrentes–). Sin embargo, hay conceptos cuya clasificación no es clara, y que hemos identificado con el símbolo (*), para indicar que deben realizarse muchas matizaciones a la aproximación sencilla que hemos propuesto. Así, por ejemplo, hemos incluido la imputación de subvenciones de inmovilizado no financiero y los excesos de provisiones como “ingresos


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típicos”, cuando en realidad se alejan bastante del concepto de “ingresos por ventas”. La razón es puramente práctica, ya que, como veremos después, en el caso de que haya variaciones de provisiones o de subvenciones recibidas en las partidas de balance, los incrementos netos correspondientes van a sumarse en la GFO al BAIdI (por lo que lo que pretendemos al incluirlos en V es simplemente simplificar las cosas, ya que su tratamiento como “ingreso sin entrada de fondos” –coherente con el de la amortización, pero con signo contrario– obligaría a realizar la corrección correspondiente en el incremento de subvenciones o provisiones). En lo que se refiere a los ajustes por cambios de valor (incluidos los deterioros), que no provocan directamente efectos en la tesorería de la empresa, el primer problema con el que nos enfrentamos es que, con el nivel de agregación propuesto, no aparecen separados de los resultados por operaciones con inmovilizados (o con inversiones financieras), por lo que los hemos clasificado también como “extraordinarios” en esta primera aproximación sencilla (aunque luego haremos alguna matización en relación a este tema). Hemos tratado como “resultado extraordinario” las diferencias de cambio (que podrían considerarse como parte del coste financiero –intereses–, en el caso de que estuvieran asociados a la financiación con coste ordinaria de la empresa; pero también podrían deberse a resultados de inversiones financieras de diferente naturaleza, en cuyo caso cabría considerarlas incluso a nivel de ingresos típicos –V– en el caso de que fueran recurrentes; y todo ello considerando que hubieran producido ya los efectos en tesorería, ya que en caso contrario podrían tratarse como los ajustes de valor que comentaremos a continuación). Finalmente, hemos separado el resultado procedente de las operaciones interrumpidas, que hemos identificado como BN(2), y que a todos los efectos trataremos como resultado extraordinario (aunque nuevamente podrían realizarse ciertas matizaciones al respecto). En lo que se refiere al balance (figura 19), hemos simplificado extraordinariamente, por lo que nos limitaremos a comentar los elementos que hemos explicitado, y que en principio no aparecían en el esquema simplificado de balance que proponíamos para aplicar el modelo de EOAF propuesto por nosotros (figura 15). Así, los elementos que integran el concepto “Fondos propios” los hemos agrupado en tres grandes epígrafes: CAP (que se identifica con las aportaciones de los socios, incluida la compra o venta de acciones propias o las primas de emisión); RES (que identificamos con las reservas y resultados de ejercicios ante-


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 117

Figura 18 CUENTA DE RESULTADOS

1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.

Importe neto de la cifra de negocios Var. de existencias de productos terminados y en curso de fabricación Trabajos realizados por la empresa para su activo Aprovisionamientos Otros ingresos de explotación Gastos de personal Otros gastos de explotación Amortización del inmovilizado Imputación de subvenciones de inmovilizado no financiero y otras Excesos de provisiones Deterioro y resultado por enajenaciones del inmovilizado

V -C -C C V,RE C C AM V(*) V(*) RE(*)

A.1) RESULTADO DE EXPLOTACIÓN (1+2+3+4+5+6+7+8+9+10+11) 12. 13. 14. 15. 16.

Ingresos financieros Gastos financieros Variación de valor razonable en instrumentos financieros Diferencias de cambio Deterioro y resultado por enajenaciones de instrumentos financieros

V,RE I RE(*) RE(*) RE(*)

A.2) RESULTADO FINANCIERO (12+13+14+15+16) A.3) RESULTADO ANTES DE IMPUESTOS (A.1+A.2) 17. Impuestos sobre beneficios A.4) RESULTADO DEL EJERCICIO PROCEDENTE DE OPERACIONES CONTINUADAS (A.3+17)

IS

Encaje en nuestro esquema de Cuenta de PyG

Estructura de Cuenta de Resultados propuesta por el PGC-2007

A) OPERACIONES CONTINUADAS

BN(1)

B) OPERACIONES INTERRUMPIDAS 18. Resultado del ejercicio procedente de operaciones interrumpidas neto de impuestos A.5) RESULTADO DEL EJERCICIO (A.4+18)

BN(2)

BN

riores, y donde hemos incluido también el dividendo activo a cuenta, ya que el concepto de dividendo pagado lo deducimos, tal como hemos visto en la figura 17, a partir de la variación de reservas y el beneficio obtenido); y BN (que se corresponde con el beneficio del ejercicio). Identificamos de manera separada los ajustes por cambios en el valor razonable (AJU) y las subvenciones, donaciones y legados recibidos (SUB). Finalmente, agrupamos todos los conceptos de pasivo no corriente (salvo las provisiones) en el epígrafe FALP (lo que nuevamente exigiría muchas matizaciones, ya que se mezcla financiación con coste


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con otra que podría no tenerlo), y los conceptos de pasivo corriente (salvo las provisiones) bajo el epígrafe PC. Agrupando en un solo concepto las provisiones a largo y corto plazo, ya que vamos a darles el mismo tratamiento en el esquema de EOAF. El resultado de las agrupaciones propuestas se muestra en la figura 20, en la que se explicita nuevamente la ecuación fundamental de balance (que iguala el activo y pasivo totales de la empresa). Figura 19 BALANCE - PATRIMONIO NETO Y PASIVO

BALANCE - ACTIVO A) PATRIMONIO NETO I. Inmovilizado intangible II. Inmovilizado material III. Inversiones inmobiliarias IV. Inversiones en empresas del grupo y asociadas a largo plazo V. Inversiones financieras a largo plazo VI. Activos por impuesto diferido B) ACTIVO CORRIENTE I. Activos no corrientes mantenidos para la venta II. Existencias III. Deudores comerciales y otras cuentas a cobrar

A) PATRIMONIO NETO AF AF AF AF AF AF

AC AC AC

IV. Inversiones en empresas del grupo y asociadas a corto plazo V. Inversiones financieras a corto plazo

AC AC

VI. Periodificaciones a corto plazo

AC

VII. Efectivo y otros activos líquidos equivalentes

AC

TOTAL ACTIVO (A+B)

A-1) Fondos propios I. Capital II. Prima de emisión III. Reservas IV. (Acciones y participaciones en patrimonio propias) V. Resultados de ejercicios anteriores VI. Otras aportaciones de socios VII. Resultado del ejercicio VIII. (Dividendo a cuenta) IX. Otros instrumentos de patrimonio neto A-2) Ajustes por cambios de valor I. Activos financieros disponibles para la venta II. Operaciones de cobertura III. Otros A-3) Subvenciones, donaciones y legados recibidos

CAP CAP RES -CAP RES CAP BN -RES CAP AJU AJU AJU SUB

B) PASIVO NO CORRIENTE I. Provisiones a largo plazo II. Deudas a largo plazo III. Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo plazo IV. Pasivos por impuesto diferido V. Periodificaciones a largo plazo

PROV FALP FALP FALP FALP

C) PASIVO CORRIENTE I. Pasivos vinculados con activos no corrientes mantenidos para la venta PC II. Provisiones a corto plazo PROV III. Deudas a corto plazo PC IV. Deudas con empresas del grupo y asociadas a corto plazo PC V. Acreedores comerciales y otras cuentas a pagar PC VI. Periodificaciones a corto plazo PC TOTAL PATRIMONIO NETO Y PASIVO (A+B+C)


EL ESTADO DE FUENTES Y EMPLEOS DE FONDOS COMO HERRAMIENTA DE ANÁLISIS ... 119

Figura 20

En el caso de que no hubiera saldos en las partidas de provisiones, ajustes y subvenciones, y asumiendo que el resultado de operaciones interrumpidas fuera nulo, el esquema coincidiría con el propuesto en la figura 15. En caso contrario, tiene sentido realizar la misma reflexión que hacíamos en la figura 16, pero considerando tales conceptos: es lo que se presenta en la figura 21; lo que daría lugar al esquema final de EOAF que se propone en la figura 22: dejamos al lector que saque las conclusiones pertinentes, aunque realizaremos algunos comentarios breves al respecto. En primer lugar, señalar que, cuando la información es imperfecta, la inversión (INV*) podría aproximarse de la manera señalada en la mencionada figura 22: cálculo del incremento de activo fijo neto (es decir, deducidos, tanto del saldo inicial como final, las amortizaciones y deterioros correspondientes), a lo que habría que sumar la amortización del ejercicio y el valor en libros de los activos vendidos (en el caso de que tampoco se dispusiera de la información relativa al valor neto contable de los activos vendidos, no podría sumarse VL en el cálculo de INV, ni tampoco en GFE); a cuyo resultado se le restarían los ajustes de valor realizados.


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Figura 21

Redefiniendo:

Figura 22


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Por otro lado, y como puede comprobarse, hemos separado la variación producida en los ajustes de valor, asignando los que corresponden al activo fijo al concepto INV*, y los de circulantes al cálculo de la inversión en fondo de maniobra (para cuyo cálculo deben también utilizarse los valores contables netos de deterioros). 7. A modo de conclusión En este artículo hemos tratado de presentar de una manera sencilla la lógica e intención de una de las herramientas de análisis económico– financiero más potentes a nuestra disposición: el estado de origen y aplicación de fondos. Así, y sobre la base de un ejemplo sencillo, se han ido revisando los distintos modelos propuestos por nuestros sucesivos planes de contabilidad, desde el Cuadro de financiación del PGC–90, hasta el Estado de flujos de efectivo planteado por el vigente PGC–2007. A continuación, hemos presentado un modelo de fuentes y empleos alternativo que, siendo coherente con el Estado de flujos de efectivo, presenta algunas ventajas, al permitir discernir más claramente entre los flujos correspondientes al activo y los propios del pasivo. Hemos comprobado que la conciliación entre ambos modelos es sencilla, resultando el modelo alternativo propuesto más adecuado para el tratamiento posterior de la información obtenida con el propósito de realizar el análisis del interés de proyectos de inversión y financiación, así como de valorar empresas. Finalmente, se ha planteado una propuesta de encaje de la información que aparece en el modelo normal de cuentas anuales (balance y cuenta de resultados) del PGC–2007 en el modelo simplificado que necesitamos para confeccionar el estado de origen y aplicación de fondos propuesto, indicando también las adaptaciones a realizar en el caso de que la información de partida no fuera todo lo rica que cupiera desear, y mostrando la existencia de elementos discutibles que, a juicio del analista, pudieran tratarse también de maneras distintas de las propuestas. 8. Bibliografía GÓMEZ–BEZARES, F. (2012): Elementos de Finanzas Corporativas, Desclée de Brouwer, Bilbao. ORTEGA, J.A. (2010): “Los estados de flujos de fondos: del cuadro de financiación al estado de flujos de efectivo”, Boletín de Estudios Económicos, nº 199, Abril, págs. 127–154.


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PLAN GENERAL DE CONTABILIDAD (1990): Real Decreto 1643/1990, de 20 de diciembre. —(2007): Boletín Oficial del Estado de 20 de noviembre, Suplemento del número 278. SANTIBÁÑEZ, J. (2010): “Los criterios de valoración en el nuevo Plan General de Contabilidad de 2007: Una explicación sencilla y algunos ejemplos prácticos”, Boletín de Estudios Económicos, nº 199, Abril, págs. 105–126.


BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 123-146)

INFORMACIÓN MEDIOAMBIENTAL OBLIGATORIA. UN ANÁLISIS DE EMPRESAS GUIPUZCOANAS MANDATORY ENVIRONMENTAL INFORMATION. AN ANALYSIS OF COMPANIES IN GUIPUZCOA Nagore Aranguren Gómez Elena Ochoa Laburu Juan L. Ochoa Laburu Deusto Bussines School. Universidad de Deusto

RESUMEN El presente trabajo investiga el cumplimiento de la normativa contable en relación a la divulgación de información medioambiental por parte de grandes empresas guipuzcoanas. A través del análisis de contenido de los informes anuales del año 2007 de empresas cooperativas y no cooperativas se ha constatado un elevado grado de cumplimiento de la norma pero una baja calidad de la información revelada. El sesgo hacia la información positiva, las afirmaciones sobre la no materialidad de algunos de los aspectos de la norma y el hecho de que las empresas pertenecientes a sectores considerados de alto impacto medioambiental revelen información de mejor calidad son aspectos que sugieren una utilización de la información medioambiental como herramienta para legitimar el comportamiento de las empresas. Los resultados no han permitido constatar diferencias en el comportamiento revelador de las empresas cooperativas frente al resto de empresas y el sector se ha evidenciado como el único factor determinante de la calidad de la información medioambiental obligatoria. Palabras clave: Información medioambiental obligatoria, análisis de contenido, Guipúzcoa. SUMMARY This paper sets out to analyze the level of compliance with the environmental accounting standard by large companies in Guipúzcoa. The content analysis of annual reports of cooperatives and non-cooperatives for 2007 has evidenced a high level of compliance with the standard but low quality information. Disclosure biased towards positive information, ritual non-materiality statements and the fact that companies operating in more sensitive industries disclosure better information suggest that environmental information is used by companies as a legitimizing tool. Results have not evidenced significant differences on the disclosure patterns of cooperatives and non-cooperatives. Our findings reveal that the quality of mandatory environmental information is determined by the type of industry in which company operates. Keywords: Mandatory environmental information, content analysis, Guipúzcoa.


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N. ARANGUREN GÓMEZ, E. OCHOA LABURU Y J.L. OCHOA LABURU

1. Introducción Los últimos años han sido testigos de un considerable aumento en la información social y medioambiental revelada por las grandes empresas (Milne y Gray, 2007; KPMG, 2011) y esto ha tenido su reflejo en el creciente número de estudios empíricos sobre la materia (véase por ejemplo, Deegan y Gordon, 1996; Hackston y Milne, 1996; Archel y Lizarraga, 2001; Deegan et al., 2002; García-Ayuso y Larrinaga, 2003; Castelo y Lima, 2006, Criado et al., 2008, Villiers y Van Staden, 2011). En particular, la divulgación de información sobre el impacto de las actividades empresariales en el medio ambiente, y de sus costes, se ha convertido en un tema importante de la agenda del reporting corporativo (Pérez, 2006). Siguiendo a Gray et al. (1993), son varias las presiones que han motivado el desarrollo y presentación de información de carácter medioambiental. Estas presiones pueden ser externas (legislación, accionistas, proveedores, consumidores, organizaciones ecologistas, etc.) e internas (empleados y gerencia) y son consecuencia de los desastres ecológicos de las últimas décadas, en particular, desde finales de la década de los 80, que han ido generando una mayor conciencia de la necesidad de conservar el medio ambiente. Estas presiones por parte de los agentes sociales para conseguir una mayor transparencia por parte de las empresas respecto a sus impactos medioambientales parecen generar razones suficientes para que la empresa considere la variable medioambiental en su gestión y para que la información sobre las actividades relacionadas con la misma sean mostradas al exterior (Moneva y Llena, 2006). La información medioambiental, que se ha generalizado entre las grandes empresas en las últimas décadas, ha tenido un carácter principalmente voluntario, y ha sido una información muy heterogénea, esencialmente narrativa y sesgada hacia aspectos positivos (Moneva y Llena, 2000), lo cual y de acuerdo con la literatura previa, es un factor que limita su difusión y consistencia (Gray et al., 2001). Esto ha planteado la necesidad de normalizar la presentación de dicha información en busca de una mayor utilidad de la misma para los usuarios, lo cual se ha traducido en la aparición de diferentes propuestas. Entre ellas destacan el informe de sostenibilidad del Global Reporting Initiative (GRI) en el ámbito de la información voluntaria y en el ámbito de la información obligatoria, las normas contables como, por ejemplo, la Resolución del ICAC de 2002 en España, mediante la cual se materia-


INFORMACIÓN MEDIOAMBIENTAL OBLIGATORIA. UN ANÁLISIS DE EMPRESAS ...

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lizó la Recomendación de la Comisión Europea de 30 de mayo de 2001 relativa al reconocimiento, la medición y la publicación de las cuestiones medioambientales en las cuentas anuales y los informes anuales de las empresas (2001/453/CE). Así, el presente trabajo se plantea como objetivo general analizar la revelación de información medioambiental obligatoria en el marco de la Resolución del ICAC-2002 por parte de las empresas guipuzcoanas más grandes. Entre las empresas objeto de estudio hay un colectivo importante de empresas cooperativas. La sociedad cooperativa por su propia definición y concepción empresarial constituye un claro ejemplo de empresa donde los principios y valores que la definen avalan la actitud responsable (Castilla y Gallardo, 2011). Uno de los principios cooperativos, que pueden considerarse como un código de conducta para las sociedades cooperativas, es el del interés por la comunidad, que se materializa no sólo en la responsabilidad con los trabajadores y en la influencia en la comunidad cercana, sino también en la preocupación medioambiental (Castilla y Gallardo, 2011). Este hecho justifica, a nuestro entender, la comparación entre la revelación de información medioambiental obligatoria entre las empresas cooperativas y aquellas que no lo son, lo cual constituye, a su vez, una aportación a la literatura previa existente en materia de revelación de información medioambiental obligatoria. Así, el objetivo general del presente trabajo se concreta a su vez en las siguientes tres preguntas de investigación: 1. ¿Cuál es el nivel de divulgación medioambiental en la memoria de las cuentas anuales en cumplimiento de la normativa contable? 2. ¿Existen diferencias en la revelación de información medioambiental obligatoria entre las empresas cooperativas y aquellas que no lo son? 3. ¿Qué factores están determinando la revelación de información medioambiental obligatoria? El presente trabajo se estructura como se indica a continuación. En primer lugar, se expone la regulación existente en materia de revelación de información medioambiental y se hace una revisión de la literatura previa en este ámbito. A continuación, se presenta la metodología para, posteriormente, exponer los resultados y las conclusiones del estudio.


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N. ARANGUREN GÓMEZ, E. OCHOA LABURU Y J.L. OCHOA LABURU

2. La regulación de la información medioambiental y cumplimiento de la normativa 2.1. La regulación de la información medioambiental Aunque las Directivas europeas en materia contable no contienen alusión a la información medioambiental en las cuentas anuales, la Comisión Europea se ha pronunciado en los últimos años sobre la necesidad de que las cuentas anuales y el informe de gestión recojan información sobre aspectos medioambientales. Estos esfuerzos han culminado en la Recomendación de la Comisión de 30 de mayo de 2001 sobre cuestiones medioambientales que es de aplicación voluntaria para los estados miembros y que centra su contenido en los dos aspectos siguientes: a) Reconocimiento y valoración de elementos medioambientales en las cuentas anuales: obligaciones y gastos. b) Desglose de información en el informe anual y en el balance y en las notas de la memoria. Además, al adoptar la Unión Europea las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) y Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) emitidas por el International Accounting Standard Board (IASB) como norma obligatoria para las cuentas anuales consolidadas correspondientes a grupos cotizados en la Unión Europea, se incorporan los contenidos que emanan de dicha normativa. El International Accounting Standard Board (IASB), organismo emisor de las NIC-NIIF (aplicables a los grupos empresariales cotizados en la UE), no dedica ninguna norma específica a aspectos medioambientales, pero sí hay referencias en normas que tratan otros aspectos, así destaca la NIC 37 sobre provisiones, donde se hacen referencias específicas a provisiones y contingencias en materia medioambiental. Pero, además el IASB ha realizado diferentes interpretaciones como la CNIIF número 5 de 2004 sobre “Derechos por la participación en fondos de desmantelamiento, restauración y rehabilitación medioambiental” que ha sido adoptada por la Unión Europea mediante el reglamento CE/1910/2005. Algunos países europeos como Dinamarca, Suecia, Finlandia, Portugal, Francia y España han adaptado su normativa contable para adaptarse a la Recomendación de la Comisión Europea de 2001. En España, la Recomendación de la Comisión Europea de 2001 ha sido desarrollada por la Resolución del Instituto de Contabilidad y Auditoría


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de Cuentas (ICAC) de 2002 y ha supuesto un gran avance desde el punto de vista de la regulación en materia medioambiental (Moneva, Fernández-Cuesta y Larrinaga, 2002). Sin embargo, la labor del ICAC en la regulación, reconocimiento y valoración de la información medioambiental en las cuentas anuales se remonta al año 1998. Siguiendo a Pérez (2006) esto nos lleva a identificar dos periodos en la regulación de esta información en España hasta 2002. – Primera etapa: 1998-2001. La adaptación del PGC al sector eléctrico y posteriores adaptaciones del PGC. La Adaptación del PGC al sector eléctrico (Real Decreto 437/1998 de 20 de marzo) se dirige expresamente a regular dicho sector, sin embargo, los requisitos que establece sobre revelación de información significativa sobre la prevención, reducción y reparación del impacto medioambiental son de obligado cumplimiento para todas las empresas. Los sucesivos planes contables sectoriales elaborados por el ICAC han incluido expresamente la obligación de divulgar determinada información contable medioambiental en las cuentas anuales. – Segunda etapa: 2002. La Resolución del ICAC de 25 de marzo de 2002. La Resolución del ICAC se ha alimentado de tres fuentes diferentes: la normativa del IASB, la Recomendación de la Unión Europea, y la Norma de Adaptación del PGC al Sector Eléctrico ya mencionada. En realidad la Resolución del ICAC de 2002 ha sido elaborada con el objetivo de desarrollar esta última norma y de adaptar las directrices incluidas en la Recomendación de la Unión Europea a la legislación española. Así, en la misma se detalla en mayor medida la información que debe ser incluida en las cuentas anuales en relación con la prevención, reducción y reparación del impacto medioambiental (véase tabla 1). La Resolución del ICAC es de carácter obligatorio y general para todos los sujetos contables españoles, con o sin ánimo de lucro, afectando a las cuentas anuales individuales y consolidadas. Tal como observan Moneva y Llena (2006), este hecho supone aceptar que el tamaño de las empresas y su trascendencia ecológica no tienen por qué ir estrictamente unidos. Así, la Resolución del ICAC amplía el ámbito por encima de la Recomendación de la UE (Moneva et al., 2002).


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Tabla 1 Información medioambiental obligatoria según Resolución ICAC- 2002 Estado financiero

Información sobre medio ambiente

Balance

Activos medioambientales que minimizan el impacto medioambiental y protegen el medio ambiente Provisiones medioambientales Compensaciones a recibir de un tercero para pagar obligaciones medioambientales

Cuenta de pérdidas y Gastos medioambientales ganancias Memoria

Apartado 4. Normas de valoración: criterios a aplicar para la activación de gastos medioambientales y la estimación de las provisiones medioambientales. Apartado 15. Situación fiscal: Deducciones por inversión en medidas para reducir el impacto medioambiental. Apartado 22. Información sobre medio ambiente (equipos e instalaciones medioambientales, gastos medioambientales, provisiones y contingencias medioambientales, importe de las responsabilidades medioambientales, compensaciones a recibir y subvenciones recibidas e ingresos de naturaleza medioambiental

Fuente: Adaptación a partir de la Resolución ICAC (2002).

Posteriormente, en el año 2008 entra en vigor el nuevo Plan General de Contabilidad que sustituye al anterior Plan General Contable de 1990 y también a la citada Resolución del ICAC de 25 de marzo de 2002. Sin embargo, en lo referente a la información medioambiental obligatoria el nuevo Plan General Contable ha incorporado el contenido de la Resolución del ICAC de 2002, obligando a las empresas a divulgar en el punto 15 de su memoria anual prácticamente los mismos elementos a los que obligaba la Resolución del ICAC de 2002. 2.2. Cumplimiento de la normativa. Revisión de la literatura previa Tal como se ha señalado anteriormente, la información medioambiental ha tenido un carácter fundamentalmente voluntario. Sin embargo, son numerosos los estudios que en los últimos años han analizado la revelación de información medioambiental obligatoria. Así, los estudios pre-


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vios centran su atención en el impacto que la normativa ha podido tener en la calidad de la información medioambiental de cara a mejorar las demandas de los stakeholders y lograr una mayor rendición de cuentas (Larrinaga et al., 2002; Cowan and Gadenne, 2005; Mobus, 2005; Llena et al., 2007 y Criado et al., 2008). Algunos de estos estudios no han arrojado resultados satisfactorios. Así por ejemplo, en España, el estudio realizado por Larrinaga et al. (2002) sobre el cumplimiento de la adaptación sectorial del PGC al sector eléctrico por parte de empresas cotizadas constata que el porcentaje de empresas que revelan información medioambiental es muy bajo y que la entrada en vigor de la norma ha tenido un efecto muy limitado en el cumplimiento de la decisión de divulgar y en el nivel de divulgación. Un bajo nivel de revelación también se evidencia en los estudios sobre información medioambiental obligatoria bajo la normativa contable noruega (Norwegian Accounting Act) (Vormedal y Ruud, 2009; Fallan y Fallan, 2009) y en aquellos que analizan el cumplimiento por parte de empresas estadounidenses de la obligación de revelar información sobre los pasivos medioambientales (Alciatore y Dee, 2006; Freedman y Stagliano, 2002). Sin embargo, existen también trabajos que han obtenido mejores resultados. Así, Bebbington (1999) en su estudio sobre empresas danesas evidencia que el 83% de las mismas divulgaba la información básica exigida por la normativa danesa de protección medioambiental (Danish Environmental Protection Act). Algunos trabajos realizados en Australia también sugieren una mayor transparencia como consecuencia de la introducción de regulación en materia de revelación de información medioambiental (Frost, 2007). Las investigaciones realizadas en España también revelan un incremento en la información medioambiental como consecuencia de la entrada en vigor del ICAC-2002 (Llena et al., 2007), en particular, de la información negativa (Criado et al., 2008). 3. Metodología 3.1. Población objeto de estudio El presente estudio centra su análisis en las cuentas anuales de grandes empresas guipuzcoanas1 (más de 250 trabajadores), no financieras y que hayan depositado sus cuentas anuales del año 2007 en los correspon1 Las bases de datos utilizadas para identificar las empresas de la población fueron SABI (Sistema de Análisis de Balances Ibéricos perteneciente a la empresa Informa) y Eustat (Instituto Vasco de Estadística).


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dientes Registros Públicos2, quedando excluidos los bancos y cajas de ahorro (por tener un formato de cuenta anual muy diferente que entregan al Banco de España) y las fundaciones que entregan sus cuentas anuales en la delegación guipuzcoana del Departamento de Empleo del Gobierno Vasco. El criterio del tamaño ha sido frecuentemente utilizado en la literatura previa como criterio de selección, ya que existe abundante evidencia empírica de la relación entre el tamaño de la empresa y el nivel de divulgación de información social y medioambiental, siendo las empresas más grandes las que más divulgan (Adams, Hill y Roberts, 1998; Hackston y Milne, 1996; Gray et al., 2001). La población inicial resultante se compone de 64 empresas. De ellas, depositaron sus cuentas anuales del 2007 en los correspondientes Registros ya mencionados 60 empresas (aproximadamente el 94% de la población inicial), que son las que se han sometido a análisis en el presente trabajo3. Desde el punto de vista de su forma jurídica, se han analizado 33 Sociedades Anónimas, 15 Sociedades Limitadas y 12 Cooperativas (véase Apéndice 1). Para su clasificación sectorial se ha adaptado la Clasificación Nacional de Actividades Económicas CNAE93, resultando la distribución por sectores que se recoge en la tabla 2. Tabla 2 Clasificación sectorial de las empresas analizadas SECTOR

Cooperativas

No-cooperativas

Total

1

12

13

10

12

22

Bienes de Consumo

6

6

Servicios de Consumo

1

18

19

12

48

0

Materiales básicos Industria

Total de empresas Fuente: Elaboración propia.

2 El Registro Mercantil de Guipúzcoa para las sociedades anónimas y limitadas, y la delegación guipuzcoana del Departamento de Empleo y de Asuntos Sociales del Gobierno Vasco para las cooperativas. 3 Las 4 empresas restantes son una cooperativa cuyas cuentas anuales de 2007 están en trámite de resolución y 3 sociedades anónimas que o bien no han depositado sus cuentas anuales de 2007 o bien lo han hecho de forma incompleta o defectuosa.


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3.2. Análisis de contenido El análisis de contenido es una técnica habitual en los estudios sobre cantidad y calidad de la información suministrada por las empresas, no sólo en estudios sobre información voluntaria (véase Ernst & Ernst, 1978; Gray et al., 1995; Hackston y Milne, 1996) sino también en aquellos sobre información obligatoria (Llena et al., 2007; Criado et al., 2008). Krippendorff (1980) define el análisis de contenido como “una técnica de investigación destinada a formular, a partir de ciertos datos, inferencias reproducibles y válidas que puedan aplicarse a su contexto”. Dentro de las diferentes posibilidades, este estudio realiza un análisis de contenido temático (Jones y Shoemaker, 1994) que requiere de la elaboración de un esquema de clasificación y de la definición de normas para codificar, medir y recoger la información analizada (Milne y Adler, 1999). Dado que el estudio se centra en información de carácter obligatorio, el esquema de clasificación se ha definido de acuerdo con lo establecido en la Resolución del ICAC-2002, agrupando la información en cuatro categorías: gastos, ingresos, activos y pasivos (véase tabla 3). El siguiente paso a realizar en el diseño del análisis de contenido consiste en establecer un sistema de medición de las categorías. La medición implica asignar al nivel de información que se divulga un valor numérico de acuerdo con unas normas (Pérez, 2006). A diferencia de lo realizado en otros estudios previos (García-Ayuso y Larrinaga, 2003; Hibbitt, 2003; Criado et al., 2008) no se ha utilizado una medida del volumen de información, sino que a partir del análisis de contenido se han elaborado dos índices de divulgación (Pérez, 2006), uno de cumplimiento (INDCUM) y otro de calidad (INDCAL). El índice de divulgación mide la presencia o ausencia de los elementos propuestos en el esquema de clasificación, lo cual, se ajusta al objetivo de nuestro análisis, puesto que trata de analizar el cumplimiento de la norma, es decir en qué medida la información se ajusta a los requerimientos del ICAC 2002 y eso no tiene por qué estar relacionado con la extensión o el espacio ocupado por la información (Pérez, 2006). El índice de cumplimiento (INDCUM) mide la presencia o ausencia de los elementos informativos obligatorios, asignando el valor 1 si el ítem se divulga y el valor 0 en caso contrario (Alciatore y Dee, 2006; Llena et al., 2007).


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Tabla 3 Información obligatoria sobre medio ambiente Elemento

Contenido

Resolución ICAC 2002

Gastos de naturaleza 1. Política contable sobre la consideración de Norma 9, 1) ambiental costes medioambientales como gastos 2. Gastos incurridos en el ejercicio de carácter medioambiental Ingresos de naturaleza 3. Deducciones por inversión en medidas para Norma 9, 2) ambiental reducir el impacto medioambiental 4. Subvenciones de naturaleza ambiental Norma 9, 3f) 5. Ingresos derivados de actuaciones medio- Norma 9, 3f) ambientales Activos de naturaleza 6. Política contable sobre la consideración de Norma 9, 1) ambiental costes ambientales como activos 7. Inversiones e inmovilizados de carácter Norma 9, 1) medioambiental Pasivos de naturaleza 8. Política contable sobre la estimación y cálambiental culo de las provisiones medioambientales 9. Políticas contables sobre restauración y descontaminación de lugares contaminados 10. Riesgos y gastos por las provisiones correspondientes a actuaciones medioambientales 11. Contingencias medioambientales

Norma 9, 1) Norma 9, 1) Norma 9, 3c) Norma 9, 3d)

Fuente: Adaptación a partir de Pérez (2006).

El índice de calidad (INDCAL) mide el grado de especificidad con que se divulga la información requerida por la norma contable y se construye utilizando dos escalas (Pérez, 2006). Aquellos ítems relativos a las políticas contables se miden con una escala dicotómica que recibe el valor 3 cuando el ítem se divulga y el valor 0 en caso contrario, al considerarse que son datos de tipo excluyente (Giner, 1995). Para el resto de categorías y con el objetivo de medir la especificidad de la información obligatoria divulgada, se utiliza la siguiente escala de 4 valores: el valor 3 se otorga cuando la información se detalla de forma monetaria; el valor 2, si la información se detalla de forma cualitativa pero no se incluye importe alguno; el valor 1 cuando la empresa indica que la información es no significativa o no existen dichas partidas y el valor 0 cuando no se proporciona ninguna información.


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INDCUM e INDCAL se calculan como la suma de las puntuaciones obtenidas en cada categoría sobre la puntuación máxima posible y se presentan en una escala 0-1. Por otra parte, son varios los estudios previos que han constatado que la información medioambiental que proporcionan las empresas es incompleta y en general, está sesgada hacia aspectos positivos (Deegan y Gordon, 1996; Moneva y Llena, 2000). En este estudio tanto el índice de cumplimiento como el de calidad se han dividido en dos variables adicionales de acuerdo con el tipo de información (positiva o negativa). Siguiendo a Deegan y Gordon (1996) y a Criado et al. (2008), las inversiones y los gastos medioambientales se han considerado como información positiva, “buenas noticias”, ya que presentan a la empresa frente a sus stakeholders realizando acciones para minimizar su impacto medioambiental. Por el contrario, la información sobre contingencias y responsabilidades medioambientales se ha considerado como información negativa, “malas noticias”, ya que representan un reto para la legitimidad de la empresa puesto que expresan comportamientos que se desvían de las expectativas de importantes grupos de interés (Deegan y Gordon, 1996; Mobus, 2005). 3.3. Variables Para el análisis de los factores que determinan la revelación de información medioambiental obligatoria se han utilizado las siguientes variables. Tamaño. El tamaño se asocia a una mayor visibilidad de la empresa y en consecuencia, a una mayor exposición de la misma al escrutinio público, siendo las más grandes las más visibles y por tanto, las que proporcionan más y mejor información (Patten, 1991; Gray et al., 2001; Hibbitt, 2003). Se espera que el tamaño sea un factor con un efecto positivo en la revelación de información. LTOTACT representa el logaritmo del total de los activos de la empresa y se ha incluido en este estudio para controlar el efecto del tamaño (Villiers y Van Staden, 2011). Sector de actividad. Es abundante la literatura previa que analiza la posible relación entre la pertenencia a determinados sectores y la revelación de información social y medioambiental (Patten, 1991; Deegan y Gordon, 1996, Moneva et al., 2001, Aranguren, 2008). Los resultados muestran, generalmente, una asociación positiva entre la pertenencia a determinados sectores industriales y la revelación de información


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medioambiental (Moneva et al., 2001; Gray et al., 2001). La variable SECTOR es el resultado de la adaptación de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas CNAE-93 a las empresas objeto de estudio y toma 4 valores: uno (1) si una empresa pertenece al sector Materiales básicos, dos (2) si pertenece al sector Industria, tres (3) si pertenece al sector Bienes de consumo y cuatro (4) si pertenece al sector Servicios de consumo. Impacto medioambiental del sector (IMPMED). Esta variable hace referencia al impacto real o potencial que las empresas que operan en una determinada industria han tenido o pueden tener en el medio ambiente (García-Ayuso y Larrinaga, 2003). Se considera que las empresas que operan en industrias con un mayor impacto reciben una mayor atención por parte de los stakeholders y tienen un mayor incentivo para mejorar su imagen social y proyectar una imagen positiva a través de la revelación de información. La literatura previa ha encontrado numerosas evidencias de que los sectores de mayor impacto medioambiental revelan más información (Patten, 1991; Roberts, 1992; Archel y Lizarraga, 2001; García-Ayuso y Larrinaga, 2003, Pérez, 2006). IMPMED se mide mediante una variable dicotómica que toma el valor uno (1) si la empresa pertenece a alguno de los siguientes subsectores: papel, industria química, metal, materiales de construcción y cero (0) en caso contrario (Llena et al., 2007; Criado et al., 2008). Se espera que el impacto medioambiental sea un factor con un efecto positivo en la revelación de información medioambiental. Cotización en Bolsa de Valores (BOLSA). La literatura previa ha considerado con frecuencia la presencia en Bolsa como posible variable explicativa de la revelación de información social por los mayores requerimientos informativos a los que están sujetas las empresas cotizadas, si bien, los resultados no pueden considerarse del todo concluyentes (Moneva et al., 2001; Cormier et al., 2005). La variable BOLSA es una variable dicotómica que toma el valor uno (1) si la empresa cotiza en el mercado de valores y el valor cero (0) en caso contrario. Rentabilidad financiera (ROE)4. La literatura no es concluyente en mostrar una relación significativa entre la rentabilidad económica o financiera y la revelación de información (Hackston & Milne, 1996;

4

Neto.

La rentabilidad financiera (ROE) se ha calculado como Resultado del ejercicio/Patrimonio


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García-Ayuso y Larrinaga, 2003) aunque estudios recientes parecen evidenciar que existe una relación positiva entre la rentabilidad y la revelación de información social y medioambiental (Alnajjar, 2000; Zain y Janggu, 2006; Uwuigbe y Egbide, 2012). Así, se espera que la rentabilidad de la empresa medida por el ROE (Roberts, 1992; García-Ayuso y Larrinaga, 2003) tenga un efecto positivo en la revelación de información medioambiental. Forma jurídica (FORMAJUR). La literatura previa ha analizado fundamentalmente tres aspectos de la estructura de la propiedad, el carácter público o privado del capital social (Carmona y Carrasco, 1988), la participación mayoritaria de capital extranjero (Archel y Lizarraga, 2001; Cormier et al., 2005) y la dispersión/concentración de la propiedad del capital (Cormier et al., 2005). En el presente trabajo y debido a la presencia de cooperativas se ha estudiado el posible efecto que la forma jurídica pueda estar teniendo en la revelación de información. Así, se ha construido una variable dicotómica que toma el valor uno (1) si la empresa es una cooperativa y el valor cero (0) en caso contrario. Partimos del supuesto de que las cooperativas por su marcado carácter social pueden estar divulgando más y mejor información medioambiental. 4. Análisis de los resultados Los estadísticos descriptivos para los índices de cumplimiento y calidad que se presentan en la tabla 4 nos permiten dar respuesta a la primera pregunta de investigación del presente trabajo sobre el cumplimiento de la normativa contable. Los resultados revelan que el índice de cumplimiento es considerablemente mayor que el índice de calidad. Las empresas han alcanzado un grado elevado de cumplimiento de la norma (79%) pero no revelan información completa, tal como evidencian los bajos valores del índice de calidad. Estos resultados coinciden con lo obtenido por Criado et al. (2008). Por tanto, se puede afirmar que la calidad de la información medioambiental divulgada es baja. Esto se deduce asimismo de la existencia de incongruencias entre lo que las empresas afirman en la declaración negativa o positiva sobre medio ambiente que están obligadas a depositar en el Registro Mercantil y el contenido de la información medioambiental en la memoria. Así, por ejemplo, se han observado empresas que presentan una declaración negativa en la que afirman no tener partidas relacio-


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nadas con activos, pasivos, gastos, e ingresos de naturaleza medioambiental y que, sin embargo, posteriormente, en la memoria detallan los gastos de naturaleza medioambiental o las inversiones medioambientales. También se han observado empresas que presentan tanto una declaración negativa como una positiva. Estas incongruencias se aprecian en el 25% de las empresas analizadas. Se puede argumentar, tal como sugieren Criado et al. (2008), que estos resultados pueden verse afectados por la falta de materialidad de algunos elementos incluidos en la norma para algunas de las empresas objeto de estudio debido al tipo de actividad que realizan. Así, los índices de cumplimiento y calidad se han analizado por separado para empresas que operan en sectores que pueden considerarse de mayor impacto medioambiental y aquellas que operan en sectores con menor impacto medioambiental. El test no paramétrico de Mann-Whitney revela que no existen diferencias significativas en los índices de cumplimiento promedio entre los dos grupos, pero sí en el índice de calidad que es significativamente mayor para aquellas empresas que operan en sectores con mayor impacto medioambiental, aunque en ambos casos dicho índice es inferior al 0,5 (véase Tabla 4 panel C), es decir, que entre las empresas de alto impacto el índice de calidad también es bajo. El análisis de contenido ha revelado, asimismo, que las empresas proporcionan más información sobre gastos y activos medioambientales (información positiva) que sobre contingencias medioambientales (información negativa) (véase tabla 4 panel D). Si bien, los índices de cumplimiento son elevados tanto para la información positiva como para la información negativa, el índice de calidad de la información positiva es significativamente superior al de la información negativa. Esto corrobora lo obtenido en estudios previos en los que se observaba un sesgo de la información medioambiental hacia aspectos positivos (Llena et al., 2007; Criado et al., 2008). En lo referente al comportamiento de los índices en el grupo de empresas cooperativas frente a las empresas no cooperativas, que se planteaba como segunda pregunta de investigación del presente trabajo, el análisis de contenido no ha revelado diferencias estadísticamente significativas entre ambos colectivos, si bien, se observa que el índice de cumplimiento es mayor en el grupo de empresas no cooperativas y el de calidad, mayor en el grupo de las cooperativas (véase tabla 4 panel E).


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Tabla 4 Índices de cumplimiento y calidad Panel A. Análisis de contenido para los índices de cumplimiento y calidad (índices promedio) INDCUM (% empresas)

ELEMENTOS Política contable sobre gastos medioambientales Gastos medioambientales TOTAL GASTOS Deducciones por inversión Subvenciones de naturaleza ambiental Ingresos medioambientales TOTAL INGRESOS Política contable sobre activos medioambientales Activos medioambientales TOTAL ACTIVOS Política contable sobre provisiones Política contable sobre restauración y descontaminación Riesgos y gastos por provisiones medioambientales Contingencias medioambientales TOTAL PASIVOS TOTAL

INDCAL

0,8167 0,95 0,8833 (98,3%) 0,7333 0,8833 0,7167 0,7778 (91,7%) 0,8167 0,9 0,8593 (98,3%) 0,6833 0,35 0,9333 0,8833 0,7125 (98,3%) 0,7892

0,6 0,5611 0,5825 0,2389 0,3444 0,2667 0,2810 0,6167 0,4333 0,5272 0,3500 0,0333 0,3389 0,2889 0,2553 0,3680

Panel B. Estadísticos descriptivos de los índices de cumplimiento (INDCUM) y calidad (INDCAL) INDCUM

INDCAL

0,7892 0,2060 0,18 1

0,3680 0,1457 0,06 0,67

Media Desv. Estándar Mín. Max

Panel C. índices de cumplimiento y calidad. Comparación alto y bajo impacto medioambiental

INDCUM INDCAL

Alto impacto

Bajo impacto

Mann-Whitney

0,7944 0,4328

0,7869 0,3402

-0,345 (p=0,730) -2,219 (p=0,027)


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Panel D. Índices de cumplimiento y calidad. Comparación información positiva y negativa Información positiva INDCUM INDCAL

Información negativa

0,9250 0,4960

0,9083 0,3113

Test Wilcoxon -0,520 (p=0,603) -4,146 (p=0,000)

Panel E. Índices de cumplimiento y calidad. Comparación cooperativas y no cooperativas Cooperativas INDCUM INDCAL

No cooperativas

Mann-Whitney

0,8102 0,3583

-1,468 (p=0,142) -1,135 (p=0,256)

0,7050 0,4067

El análisis por sectores que se presenta en la tabla 5 revela que las empresas del sector Bienes de consumo son las que presentan un mayor índice de cumplimiento, mientras que las del sector Materiales básicos son las que obtienen el mayor índice de calidad. Ambos sectores agrupan a industrias que por su actividad han sido consideradas como de alto impacto medioambiental, por lo que los resultados son coherentes con lo comentado anteriormente a este respecto. Tabla 5 Índices de cumplimiento y calidad por sectores Materiales básicos

Industria

Bienes de consumo

Servicios de consumo

Kruskal-Wallis

INDCUM

0,7431

0,7818

0,8500

0,8100

2,716 (p=0,438)

INDCAL

0,4700

0,3977

0,4167

0,2484

17,425 (p=0,001)

En cuanto a los factores determinantes de la revelación de información medioambiental obligatoria, y en respuesta a la tercera pregunta de investigación, no se ha encontrado ningún modelo válido que permita explicar el comportamiento del índice de cumplimiento (INDCUM) mediante las variables consideradas en el estudio. Sin embargo, sucesivos ANCOVAS han arrojado un modelo explicativo para el índice de calidad (véase tabla 6) en el que el sector se revela como la única variable del estudio que resulta determinante en la calidad de la información medioambiental obligatoria revelada por las grandes empresas guipuzcoanas. Esto es coherente con las diferencias significativas entre sectores


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que se habían evidenciado en el análisis descriptivo y es coincidente con la literatura previa. Por otra parte, aunque el estudio descriptivo había evidenciado diferencias significativas en la calidad de la información medioambiental entre empresas pertenecientes a sectores de alto y bajo impacto, al considerar esta variable junto con las demás, no aparece como variable significativa. Las industrias consideradas como de alto impacto se incluyen dentro de los sectores Materiales básicos y Bienes de consumo, por lo que se trata de una variable fuertemente relacionada con la variable sector y es posible que este sea el motivo por el que su efecto se diluya al considerarla junto con las otras variables y en particular, con la variable sector. Tabla 6 Factores determinantes de la revelación de información Variable Dep. INDCAL

Factor ROE LTOTACT IMPACTOMA FORMAJUR SECTOR BOLSA

F

Sig.

,013 ,794 ,845 ,041 3,874 ,205

,911 ,378 ,363 ,841 ,015* ,653

*Significativa al 0,05

5. Conclusiones Este estudio se planteaba como objetivo analizar la revelación de información medioambiental obligatoria por parte de las empresas guipuzcoanas más grandes. Para ello se han analizado las cuentas anuales de empresas cooperativas y no cooperativas en el año 2007, tratando de identificar diferencias en su comportamiento así como los factores determinantes de la revelación de este tipo de información. Los resultados han evidenciado un elevado grado de cumplimiento de la norma. Sin embargo, la información que se proporciona es incompleta, sesgada hacia aspectos positivos y es frecuente la existencia de afirmaciones o frases hechas sobre la no materialidad de algunos de los aspectos de la norma. Esto nos lleva a pensar que las grandes empresas


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guipuzcoanas evitan la información sobre aquellos aspectos de la norma que pueden representar un reto para su legitimidad, ya que expresan comportamientos que se desvían de las expectativas de importantes grupos de interés. Además, las frases hechas sobre la no materialidad de algunos de los aspectos de la norma pueden ser el reflejo de una estrategia por parte de la empresa de dar la impresión de cumplir con la norma a través de un cumplimiento insuficiente de la misma, tal como observan Criado et al. (2008). Las empresas objeto de estudio parecen querer ser vistas como empresas que cumplen con la norma, aunque este cumplimiento sea en algunos puntos sólo aparente, pero como sugiere Oliver (1991), suficiente para mantener su legitimidad. El hecho de que sean las empresas con un mayor impacto medioambiental las que más información sobre medio ambiente revelan, además de coincidir con lo obtenido en estudios previos (Archel y Lizarraga, 2001; García-Ayuso y Larrinaga, 2003; Hibbitt, 2003; Pérez, 2006; Husillos, 2007; Llena, Moneva y Fernández, 2007), pone de manifiesto la utilización de la información como una herramienta para alinear las actividades y valores de la empresa con las expectativas sociales y legitimar así su comportamiento. Sin embargo, los resultados de las pruebas estadísticas no han revelado que el impacto medioambiental sea un factor determinante de la revelación de información, aunque sí han permitido constatar que el sector es un factor que influye en la calidad de la información medioambiental obligatoria. Los resultados no han evidenciado diferencias significativas en el comportamiento revelador de las cooperativas frente al resto de las empresas. Su marcado carácter social, sus principios considerados como un código de conducta y sus valores que avalan una actitud responsable no parecen tener ningún reflejo en la revelación de información medioambiental obligatoria. 6. Bibliografía y fuentes de información ADAMS, C.A.; HILL, W.Y. y ROBERTS, C.B. (1998): “Corporate social practices in Western Europe: Legitimating corporate behaviour”, British Accounting Review 30 (1): 1-21. ALCIATORE, M.L. and DEE, C.C. (2006): “Environmental Disclosures in the Oil and Gas Industry”, Advances in Environmental Accounting and Management, 3, pp. 49-75. ALNAJJAR, F.K. (2000): “Determinants of social responsibility disclosures of U.S. Fortune 500 Firms: An application of content analysis”, Advances in Environmental Accounting and Management, Vol. 1. pp. 163-200.


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REAL DECRETO 437/1998 de 20 de marzo por el que se aprueban las normas de adaptación del Plan General de Contabilidad a las empresas del sector eléctrico. REAL DECRETO 1514/2007 por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad. REGISTRO MERCANTIL DE GUIPÚZCOA (2007): Cuentas anuales 2007 de Sociedades Anónimas y Limitadas. ROBERTS, R.W. (1992): “Determinants of corporate social responsibility disclosure: an application of stakeholder theory”, Accounting, Organisations and Society, 17(6): 595-612. SABI (2007): Base de datos: Cuentas anuales de Sociedades. UWUIGBE, U. y EGBIDE, B. (2012): “Corporate Social Responsibility Disclosures in Nigeria: A Study of Listed Financial and Non-Financial Firms”, Journal of Management and Sustainability, 2(1), pp. 160-169. VILLIERS, C. and VAN STADEN, C.J. .(2011): “Where firms choose to disclose voluntary environmental information”, Journal of Accounting and Public Policy, 30(6), pp. 504-525. VORMEDAL, I. and RUUD, A. (2009): “Sustainability Reporting in Norway – an Assessment of Performance in the Context of Legal Demands and SocioPolitical Drivers”, Business Strategy and the Environment, 18, pp. 207-222. ZAIN, M.M. y JANGGU, T. (2006): “Corporate Social Disclosure (CSD) of Construction Companies in Malaysia”, Malaysian Accounting Review, 5(1), pp. 85-114.


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APÉNDICE A.1. Listado de empresas por orden alfabético NOMBRE EMPRESA ALTUNA Y URIA SA AMPO SOC COOP

FORMA JURÍDICA

SECTOR

SA

Industria

COOP

Materiales básicos

ANGEL IGLESIAS S.A.

SA

Industria

ARCELORMITTAL BERGARA SA

SA

Materiales básicos

ARCELORMITTAL COMERCIAL BARRAS S.L.

SL

Servicios de consumo

ARCELORMITTAL OLABERRIA S.L.

SL

Materiales básicos

ARCELORMITTAL ZUMARRAGA SA

SA

Materiales básicos

AUZO LAGUN S.COOP.S.L.

COOP

Servicios de consumo

BELLOTA HERRAMIENTAS SA

SA

Materiales básicos

BICOLAN EMPRESA DE TRABAJO TEMPORAL S.A.

SA

Servicios de consumo

BIHARKO GIPUZKOA SL

SL

Servicios de consumo

BRIOCHE PASQUIER RECONDO S.L.

SL

Bienes de consumo

BRUESA CONSTRUCCION S.A.

SA

Industria

CANDY HOOVER ELECTRODOMESTICOS S.A.

SA

Industria

CIE LEGAZPI S.A.-GSB FORJA

SA

Materiales básicos

COMPANIA DEL TRANVIA DE SAN SEBASTIAN SA

SA

Servicios de consumo

CONSTRUCCIONES AMENABAR S.A.

SA

Industria

CONSTRUCCIONES Y AUXILIAR DE FERROCARRILES SA

SA

Industria

COOP

Industria

COPRECI S. COOP. CORRUGADOS AZPEITIA S.L.

SL

Materiales básicos

DHL EXPRESS SERVICIOS S.L.

SL

Servicios de consumo

DISTRIBUCION SUPERMERCADOS S.L.

SL

Servicios de consumo

DOMECQ WINES ESPAÑA SA

SA

Bienes de consumo

ECLAT LIMPIEZA S.A.

SA

Servicios de consumo

SA

Servicios de consumo

ELEKTRA SA FAGOR ARRASATE SCL

COOP

Industria

FAGOR AUTOMATION S.COOP.

COOP

Industria

FAGOR EDERLAN SOCIEDAD COOPERATIVA LIMITADA

COOP

Industria

FAGOR ELECTRODOMESTICOS SCL

COOP

Industria

FAGOR ELECTRONICA S.COOP.

COOP

Industria

SL

Materiales básicos

GALANT GARBITASUNA S.L.

SL

Servicios de consumo

GIROA SA

SA

Industria

FORJANOR SOCIEDAD LIMITADA.


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N. ARANGUREN GÓMEZ, E. OCHOA LABURU Y J.L. OCHOA LABURU

GKN DRIVELINE ZUMAIA SA.

SA

Industria

GRUMAL SL.

SL

Bienes de consumo

HIJOS DE JUAN DE GARAY SA

SA

Materiales básicos

IBERMATICA SA

SA

Servicios de consumo

INDAR ELECTRIC SL

SL

Industria

COOP

Industria

SL

Materiales básicos

KRAFFT SL.

SL

Materiales básicos

KSB ITUR SPAIN SA = bombas itur SA

SA

Industria

NATRAZAHOR SOCIEDAD ANONIMA.

SA

Bienes de consumo

ORKLI S. COOP.

COOP

Industria

ORONA SCL Soc. Coop. L.

COOP

Industria

IRIZAR COOPERATIVA INDUSTRIAL KATEA LEGAIA SLL.

P. M. G. POLMETASA S.A.

SA

Industria

PAPELERA GUIPUZCOANA DE ZICUNAGA SA

SA

Bienes de consumo

PAPRESA SA

SA

Bienes de consumo

POLICLINICA GIPUZKOA S.A.

SA

Servicios de consumo

SABICO SEGURIDAD SA

SA

Servicios de consumo

SABICO SERVICIOS AUXILIARES SL

SL

Servicios de consumo

SAMSIC IBERIA S.L.

SL

Servicios de consumo

SAN JOSE-LOPEZ S.A.

SA

Servicios de consumo

TALLERES DE ESCORIAZA S.A.

SA

Materiales básicos

TALLERES PROTEGIDOS GUREAK SA

SA

Servicios de consumo

THYSSENKRUPP ELEVATOR MANUFACTURING SPAIN SL =ASCENSORES CENIA SA

SA

Industria

TRANSPORTES AZKAR S.A.

SA

Servicios de consumo

ULMA C Y E SCL

COOP

Industria

VICTORIO LUZURIAGA-USURBIL SA

SA

Materiales básicos

ZELAIRA SA

SA

Servicios de consumo


BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 147-163)

INTERNACIONALIZACIÓN E INTERACCIÓN: ESTRATEGIAS PARA INNOVAR EN LAS PYMES VASCAS INTERNATIONALIZATION AND INTERACTION: STRATEGIES TO INNOVATE IN BASQUE SMEs Massimo Cermelli Universidad de Deusto

RESUMEN La creciente apertura de las economías y el fenómeno de la globalización han propiciado que los factores verdaderamente clave para las empresas, en términos de competitividad, sean el conocimiento y la capacidad de innovación. Así, el hecho de que las actividades y los servicios sean cada vez más innovadores, genera que la construcción de la innovación se encauce a través del ámbito social atribuyendo un papel cada vez más relevante y decisivo al alcance del desarrollo local. La internacionalización y la interacción representan para las PYMEs las estrategias de acción en un entorno cada vez más complejo donde el ámbito territorial juega un papel fundamental. En este artículo se analizan los factores predictivos de generación de innovación en las PYMEs, demostrando la relevancia de las estrategias de internacionalización y cooperación en las empresas vascas. Palabras claves: Internacionalización, Interacción, Innovación, PYMEs, País Vasco. SUMMARY The increasing openness of economies and the phenomenon of globalization has led to know-how and innovation becoming the key factors for business in terms of competitiveness. Thus, the fact that the activities and services are increasingly innovative means that the construction of innovation is channeled through the social sphere, attributing an increasingly important and critical role to the field of local development. Internationalization and interaction for SMEs represent action strategies in an increasingly complex environment where territory plays a key role. In this paper we analyze the predictors of innovation generation in SMEs, demonstrating the relevance of internationalization and cooperation strategies in Basque firms. Key words: Internationalization, Interaction, Innovation, SMEs, Basque Country.

1. Introducción En el actual contexto económico y social de apertura y de interacción de las economías internacionales la atención tanto de la literatura econó-


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MASSIMO CERMELLI

mica como de los gobiernos nacionales, en los últimos años, se ha focalizado cada vez más en el ámbito regional y local. El conocimiento ha adquirido una importancia creciente y la capacidad de innovación derivada del mismo se ha transformado, hoy en día, en el factor clave de la competitividad territorial. Adicionalmente, la innovación, que representa una creación tecnológica, una aplicación y una comercialización de productos y servicios con mejores características de rendimiento para los consumidores, ha adquirido, de forma cada vez más evidente, una importancia creciente para el desarrollo local. En este escenario las economías empiezan a centrar su propia atención en las condiciones de contexto capaces de promocionar la interacción entre empresas, en la internacionalización de las mismas y en la capacidad de desarrollar actividades de investigación y desarrollo tanto dentro como fuera de las empresas. A través de este estudio se pretende investigar de qué forma factores como la internacionalización, el tamaño, el desarrollo de actividades de I+D y la interacción de las PYMES de la Comunidad Autonómica del País Vasco, representan un factor clave para la generación de niveles crecientes de innovación. Son tres los pilares principales. El primer pilar viene representado por el análisis del concepto de innovación en el pensamiento clásico económico y se identifican las variables predictivas de la innovación como el tamaño, la internacionalización, la I+D, y la componente DUI (doing, using, interacting) de generación del conocimiento. El segundo pilar viene representado por un diagnóstico del sistema vasco de innovación regional. En esta segunda parte se examinan las estadísticas de I+D y los datos sobre la última Encuesta de innovación en la CAPV (2008). El tercer pilar incorpora el contraste de una serie de preguntas de investigación: el tamaño, la internacionalización, el desarrollo de actividades de I+D y la interacción de las PYMEs vascas que influyen en la generación de innovaciones. 2. Análisis del concepto de innovación y sus variables predictivas Comenzado por el concepto de innovación, debe abordarse el pensamiento clásico partiendo desde el siglo XVI con la escuela mercantilista que comienza a analizar la relación existente entre el cambio técnico y el empleo.


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Posteriormente, y a través del pensamiento de autores como Adam Smith, Babbage, Marx, Rae y, sobre todo, Schumpeter se delinea el concepto de innovación como un concepto problemático (debilitación de la producción artesanal, destrucción de empleos, etc.) y al mismo tiempo lleno de oportunidades (“destrucción creadora”, según Schumpeter). El primer factor impulsor de la innovación estudiado es el tamaño. Según Schumpeter (1944) la actividad emprendedora aumenta con mayor rapidez a medida que aumenta el tamaño de la empresa. También Galbraith (1956) otorga una mayor importancia al tamaño de la empresa a la hora de desarrollar actividades innovadoras, ya que considera que las grandes empresas poseen una mayor disponibilidad de recursos La relación entre el tamaño de las empresas y los niveles de innovación no resulta ser tan evidente como puede parecer en un principio. Es decir, no siempre el hecho de que una empresa tenga un tamaño mayor es predictivo de niveles de innovación más altos. A la luz de esta revisión, y parafraseando a Freeman (1975) sobre el papel complementario jugado por las PYMEs en los procesos de innovación, podría decirse que: “las pequeñas empresas pueden tener una ventaja comparativa en las primeras etapas del trabajo de invención y en las innovaciones menos costosas pero más radicales, mientras que las grandes empresas tienen ventaja en las últimas fases y en el perfeccionamiento y escalada de los primeros descubrimientos”. Otro factor impulsor de la competitividad y de la innovación de las empresas de un país es la internacionalización. Esta variable ha recibido a lo largo de la literatura una gran atención por parte de los economistas. Así, por ejemplo, Jiménez Palmero (2011) subraya la relevancia de la estrategia de internacionalización para las empresas españolas. Según lo señalado por Ottaviano y Mayer (2007) las empresas que exportan son excelentes en cuanto que son más grandes, más productivas, invierten más en I+D, tienen una fuerza de trabajo más cualificada y, sobre todo, son más innovadoras. La relación entre niveles de exportación e innovación puede ser explicada por diferentes razones: 1. La productividad de las empresas determina de forma conjunta la presencia de una empresa en el mercado internacional y su nivel de innovación (Melitz, 2003); 2. Las empresas más innovadoras realizan productos más competitivos y tienen por este motivo una mayor probabilidad de entrar y sobrevivir en los mercados extranjeros compitiendo con empresas extranjeras.


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MASSIMO CERMELLI

3. Las empresas que exportan, mejoran sus productos o introducen otros nuevos. Esta ultima teoría recibe en la literatura económica el nombre de learning by exporting (Grossman and Helpman, 1991). La connotación que caracteriza el “learning by exporting” (aprendizaje por las exportaciones) es su inversión de la anterior dirección de causalidad entre innovaciones y exportaciones. Según esta corriente, mayores niveles de exportación determinan más altos niveles de innovación (Salomon y Shaver, 2005). La importancia de esta inversión de causalidad genera distintas y nuevas implicaciones en términos de políticas públicas. Respecto a si en un determinado contexto geográfico se produce un claro y evidente efecto de aprendizaje, debido a las exportaciones realizadas por las empresas, resulta obvio que para mejorar los rendimientos en términos de innovación, es decir, para obtener niveles más altos de innovación, es necesario poner en marcha o fomentar políticas de promoción de las exportaciones tanto a nivel micro (empresas) como macro (territorial). En este sentido autores como Salomon y Shaver (2005), MacGarvie (2006), Liu y Buck (2007), Castellani y Zanfrei (2007), Gorodnichenko et al. (2008) y Bratti y Felice (2009) han efectuado este tipo de análisis a nivel de empresas (micro) encontrando un relevante efecto positivo de la actividad de exportación sobre la innovación. Cabe destacar que los estudios con respecto a la literatura económica sobre el “learning by exporting” han puesto a lo largo de su historia mayor énfasis en el ámbito macro (naciones, territorios) a la hora de analizar la correlación existente entre exportaciones e innovación. Hay un consenso generalizado respecto a la evidencia de que las empresas que exportan y que se mueven en los mercados exteriores tienen un mejor desempeño que las empresas que operan sólo en los mercados nacionales (Ottaviano y Mayer, 2007). Un trabajo que ha supuesto un gran cambio ha sido el estudio desarrollado por Salomon y Shaver (2005). Estos autores, después de haber examinado los análisis dirigidos a las empresas a nivel micro, plantean la cuestión de si la productividad de las empresas deriva de las exportaciones, o si realmente son las exportaciones las que hacen a la empresa más productiva, o ambos efectos se producen a la vez. Según Salomon y Shaver la evidencia empírica sugiere que las empresas más productivas son exportadoras, pero, no supone que exportando más aumenten los niveles de productividad. Con lo cual habría solo un pequeño efecto de lo que se define como “learning by exporting”.


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Entonces, Salomon y Shaver, para investigar la dirección de causalidad entre estas dos variables (exportaciones/innovación) plantean la utilización de un indicador más idóneo a la hora de medir el resultado del proceso de aprendizaje (learning outcome). Por este motivo, en lugar de la productividad, introducen en su estudio un muestreo representativo de empresas españolas del sector manufacturero desde el 1990 hasta el 1997, utilizando dos grandes indicadores como resultado de la innovación: recuento de las innovaciones de producto y patentes solicitadas, evidenciando una fuerte relación positiva y sobre todo, una clara dirección de causalidad entre los niveles más altos de exportación y la innovación en las empresas objeto de estudio. Uno de los factores claves para conseguir mejoras significativas desde el punto de vista económico y social, así como para mejorar los niveles de competitividad en términos internacionales, es la inversión en actividades relacionadas con la I+D. Las inversiones en I+D se han transformado así en los mecanismos más importantes y más directos para el desarrollo del conocimiento y de las competencias a la hora de definir los niveles generales de innovación en determinados sectores industriales (Baldwin y Hanel, 2003). Y es que en todos los estudios llevados a cabo en las últimas décadas, sobre la función de producción del conocimiento, las inversiones en I+D representan la variable input fundamental. Los indicadores de ciencia, tecnología e innovación (science, technology and innovation - STI), representan a día de hoy un elemento esencial en la generación de la innovación, y se consideran como el input de innovación más relevante en los estudios realizados en los distintos países. Con referencia a la interacción, según Lundvall (1992), la innovación puede ser entendida como un proceso técnico y social de aprendizaje interactivo entre las empresas y el propio entorno, siendo catalizada a través de una intensa cooperación dentro de la cadena de valor de las empresas. La importancia de la interacción es un factor clave para las PYMEs que han tenido un papel más relevante desde el final de los años 70 (Loveman y Sengerberger, 1991; Acs y Audretsch, 1993). Atendiendo a lo dicho por Lundvall y Johnson (1994) también hay que aclarar que mientras la dimensión STI (science, tecnology and innovation – ciencia, tecnología e innovación) enfoca su atención hacia el “know-what” y el “Know-why” la tipología DUI se preocupa del “Knowhow” y del “know-who”. Es decir, esta segunda dimensión se encuentra más arraigada en la experiencia práctica que la primera.


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3. Diagnóstico del sistema vasco de innovación regional A través de la Encuesta de innovación tecnológica de 2008 realizada por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, ha sido posible averiguar cómo respecto al tamaño de los establecimientos, el porcentaje mayor de empresas que realizan innovación tecnológica en la CAPV corresponde a aquellas que cuentan con más de 100 empleados. Además, se ha analizado cómo el tamaño de las empresas es un indicador fundamental que caracteriza la procedencia de la financiación de la innovación tecnológica. En la CAPV las empresas de más de 10 empleados reciben por parte del Gobierno Vasco, de la Administración Local, de las Diputaciones Forales, de la Administración Central y de la Unión Europea niveles más altos de financiación. Con referencia a la internacionalización debe señalarse que en el período 2000-2003 las empresas vascas han presentado una baja propensión exportadora. Sin embargo, de 2003 a 2008 esta propensión (expresada en porcentaje del VAB industrial) ha mostrado un notable crecimiento. A partir del año 2008, año en el que comienzan a sentirse los efectos de la actual crisis económica, este crecimiento se detiene. También, debe subrayarse la necesidad de aumentar el nivel de conexión de los centros tecnológicos con el extranjero a través de intercambios de investigadores/profesores con la finalidad de incrementar los niveles de conocimiento e innovación de los mismos. Con referencia a la I+D, se ha analizado cómo en la CAPV, a comienzos de los años ochenta, la inversión en I+D sobre el PIB regional (intensidad del gasto en I+D) representaba menos del 0,1% mientras que más recientemente (año 2008), tal gasto ha alcanzado un nivel igual al 1,85% del PIB. Sin embargo, la CAPV presenta uno de los niveles más bajos de inversión en investigación básica de Europa occidental y también de entre las regiones de la OECD. Cabe señalar que el gasto público en I+D representa uno de los puntos débiles de la CAPV en comparación con otras regiones que presentan la misma especialización productiva en el sector industrial. En cualquier caso en el año 2008 se invirtieron 1.264 millones de euros en actividades de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (I+D) en la CAPV, un 16% más que el año anterior. Este valor representa el 1,85% del PIB. En euros corrientes, el gasto interno en I+D se ha duplicado en los últimos ocho años, pasando de un gasto de 619 millones de euros en 2001 a 1.264 millones en 2008. Del gasto total realizado en 2008 correspondie-


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ron a Vizcaya 598 millones (47%), a Guipúzcoa 501 millones (40%), y a Álava 165 millones (13%). Con referencia a la interacción se ha puesto de relieve que la CAPV destaca en términos de PIB per cápita con respecto a algunas regiones que presentan análoga especialización productiva en el sector industrial, mientras que se encuentra por debajo del nivel promedio de las mismas a la hora de considerar el número de patentes del European Patent Office (EPO). Siendo el número de patentes el principal indicador de output de innovación, la CAPV presenta lo que se denomina una “paradoja de la innovación”, es decir presenta unos niveles considerables de gasto en input de innovación (gasto en I+D) muy elevados en relación a los niveles logrados de output de innovación (patentes). 4. Análisis econométrico A través de un estudio se han realizado una serie de contrastes econométricos sobre una base de muestra de 404 PYMEs de la CAPV, pertenecientes a 4 sectores diferentes (de acuerdo con la Clasificación Nacional de Actividades Económicas, los cuatro sectores analizados se corresponden con: CNAE 22: Artes Gráficas (40 empresas), CNAE 28: Fabricación de Productos Metálicos, excepto maquinaria y equipo (159 empresas), CNAE 29: Industria de la construcción de maquinaria y equipo mecánico (67 empresas) y CNAE 72-7420: Actividades informáticas, ingeniería y consultoría (138 empresas), presentando cuatro hipótesis: H.1 Existe una relación positiva entre la internacionalización de las empresas analizadas y la generación de innovaciones de proceso/producto. H.2 Existe una relación positiva entre el tamaño de las empresas analizadas y la generación de innovaciones de proceso/producto. H.3 Existe una relación positiva entre los niveles más altos de I+D de las empresas analizadas y la generación de innovaciones de proceso/producto. H.4 Existe una relación positiva entre la interacción interna y externa de las empresas analizadas y la generación de innovaciones de proceso/producto. Las conclusiones de los análisis estadísticos se han hecho con la debida prudencia, limitando sus conclusiones al conjunto de 404 empresas objeto de estudio sin extrapolarlo a un conjunto más amplio.


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Con respecto a la distribución por territorios históricos (véase el gráfico 1) cabe señalar que el 49,3% de la muestra, es decir casi la mitad de las empresas analizadas, se ubican en Vizcaya, mientras que el 36,9% se localizan en Guipúzcoa y solo un 13,9% de ellas se encuentran en Álava. Gráfico 1 100% 90% 80%

37,7%

32,8%

49,3% 67,5%

70%

65,2%

60% 50% 40%

44,7%

58,2%

36,9%

30%

10%

21,7%

22,5%

20% 13,9%

17,6% 10,0%

9,0%

13,0%

Maquinaria

Informática

0% TOTAL Vizcaya

Gráficas Guipuzcoa

Metal Alava

Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos SPRI.

El cuestionario, diseñado por SPRI y utilizado por los consultores de Berrikuntza Agenda, ha sido realizado con la finalidad de recoger información mayoritariamente cualitativa sobre cada una de las empresas participantes en el proyecto durante los años 2007-2008. Está estructurado en cinco puntos: Descripción de la empresa; Perfil de negocio; Perfil de Innovación; Líneas de actuación y Plan de acción. En cada una de esas 34 preguntas se presentaban cuatro niveles de medición-evaluación (cualitativos) que ofrecían un posicionamiento claro de cada empresa en cuatro niveles de acuerdo con la siguiente interpretación:


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– Bajo: la empresa no valora o no pone en marcha nada al respecto. – Medio: la empresa tiene unos objetivos pero no se desarrolla medida alguna a tal propósito. – Aceptable: la empresa tiene unos objetivos y se desarrolla alguna medida a tal propósito de forma periódica. – Excelente: la empresa tiene unos objetivos y se desarrolla alguna medida a tal propósito de forma sistemática. Con referencia a los resultados/tipologías de innovación se ha procedido a la asignación de una valoración para cada una de las empresas según tres niveles: – Muy innovadora: innovación de proceso o de producto (estas empresas introducen mejoras al producto o al proceso productivo, y estas mejoras las crean en la propia empresa, internamente. En este caso la innovación es ya considerable: un producto nuevo para el mercado nacional o internacional, una patente, etc). – Innovadora: innovación incremental (estas empresas tienen algunas innovaciones, pero son de pequeña entidad y en general de origen externo (nuevo software, nueva máquina, etc.). – No Innovadora: ningún tipo de innovación (estas empresas no tiene ningún resultado de innovación). Como se puede observar en el gráfico 2 en total, las empresas que presentan unos resultados de innovación muy innovadores son 65 (16,1% del total de las empresas analizadas), mientras que las que no tienen resultados de innovación son 117 (33,3% de las empresas analizadas); por último, las empresas que tienen un perfil innovador medio (innovaciones incrementales a través de la adquisición de productos de otras empresas) son 222 (el 55% de las analizadas). Por sectores, cabe señalar que las proporciones más altas de empresas con resultados de innovación muy innovadores se encuentran en el sector Maquinaria (20,9%) y el de Metal (17,0%), mientras que se encuentran en menor medida en el sector Informática (15,2%) y mucho menor en el de Gráficas (7,5%). Para realizar este análisis estadístico se ha procedido realizando un estudio en dos fases. En la primera fase se han planteado cruces de variables mediante tablas de contingencia para estudiar las cuatro hipótesis individualmente y en la segunda fase se han desarrollado modelos de análisis logístico. En la segunda fase se estudiarán las relaciones entre el resultado de innovación de proceso/producto y los cuatro factores objeto de análisis de forma simultánea. El objetivo principal es determinar cuál


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Gráfico 2 100% 90%

22,6% 29,0%

32,5%

32,8%

80%

33,3%

70% 60% 50% 40%

60,4%

55,0%

46,3%

60,0%

51,4%

30% 20% 10%

16,1% 7,5%

0% TOTAL

Gráficas

No innovadoras

17,0%

Metal Innovadoras

20,9%

15,2%

Maquinaria

Informática

Muy innovadoras

Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos SPRI.

o cuáles de esos cuatro factores muestran un efecto positivo significativo sobre la innovación proceso/producto y medir, en tal caso, el efecto multiplicador. A través de las tablas de contingencia se ha cruzado el resultado de innovación con cada uno de los cuatro factores objeto de análisis. El objetivo principal ha sido determinar si se puede rechazar la hipótesis nula de independencia de los atributos y, en caso de rechazarla, medir el efecto que tiene mediante un cociente de proporciones. El cociente de proporciones nos ofrece la estimación puntual y por intervalo, con una garantía del 95%, del cociente entre la proporción de empresas innovadoras cuando se tiene la característica contrastada frente a la proporción de empresas innovadoras cuando no se tiene la característica contrastada. Con referencia a la primera parte del análisis los resultados obtenidos nos dicen que:


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– con referencia a la internacionalización (medida como proporción de la facturación de las empresas dedicada a la exportación): tanto en el sector Metal como en el sector Informática hay una relación estadísticamente significativa entre las exportaciones y los tres niveles de innovación. El hecho de tener contactos con los mercados externos duplica, en el sector Metal, casi triplica en el sector Maquinaria y en el caso del sector Informática multiplica por cuatro la probabilidad de desarrollar innovaciones de proceso/producto dentro de las empresas. – con referencia al tamaño (medido a través del número de empleados): se observa una evidente falta de asociación entre la dimensión de las empresas y los resultados de innovación. – con referencia a la I+D (medida a través de la pregunta del cuestionario referente a la Gestión de los recursos destinados a la I+D dentro de la empresa): se observa tanto en el sector Metal como en el sector Informática una relación estadísticamente significativa entre la I+D y los tres niveles de innovación. Cabe señalar que la escala que se ha utilizado para medir el nivel de la I+D dentro de la empresa consideraba cuatro niveles: – • Bajo: La empresa no aborda, de momento, actividades de I+D ni interna ni externamente y no se conocen los programas institucionales de I+D. – • Medio: La empresa realiza sus actividades de I+D internamente y se subcontratan en algunos casos trabajos puntales de escaso valor añadido. Se conocen superficialmente los programas institucionales de apoyo a la I+D. – • Aceptable: Existen contratos puntuales con los Centros Tecnológicos, Universidades o Ingeniería. La empresa conoce y participa activamente en los programas institucionales de apoyo a la I+D. – • Excelente: La empresa tiene un departamento interno de I+D bien estructurado con personal altamente cualificado y equipamiento adecuado, colaborando con los clientes para ejecutar proyectos y coordinar la subcontratación de I+D, sacando el máximo partido de todos los programas institucionales de apoyo a la I+D. – • Cabe señalar que también con referencia a la intención de las empresas de dedicar recursos económicos a actividades de innovación tanto en los sectores de Gráficas, como de Metal y de Informática existe una relación estadísticamente significativa con


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todos los niveles de innovación y aun más cuando se trata de desarrollar innovaciones de proceso/producto. – • Por último, con referencia a la interacción, medida a través de un indicador sintético multidimensional que incorporaba los siguientes elementos (Oportunidades de innovación provenientes del entorno; Estrategia desarrollo/adquisición tecnología/conocimiento; Especificaciones para el desarrollo de nuevos productos; Metodología para el desarrollo de nuevos productos y servicios; Método de industrialización de los productos y servicios; Gestión de los recursos destinados a la I+D en la empresa; Gestión del conocimiento de la empresa; Cultura de la empresa frente al intercambio; Liderazgo por parte de la dirección de los procesos de innovación; Existencia de una política de empoderamiento; Política de comunicación en la empresa; Desarrollo del trabajo en equipo dentro organización) en el sector Metal (que supone el 39,4% del total de la muestra) se puede observar una relación muy significativa entre el nivel de interacción y los tres niveles de innovación. En los otros sectores la relación no es significativa o tiene dudoso valor estadístico. Resumiendo, en esta primera parte del análisis, respecto del efecto sobre la generación de cualquier tipo de innovación, observando la tabla 1 se constata con nitidez que sólo se aprecia un efecto positivo significativo del factor de interacción en el sector Metal. Este resultado no es sorprendente porque lo que se está buscando en este estudio son factores que inciden en la generación de resultados de innovación de alto nivel. En los resultados que hacen referencia al efecto sobre la generación de innovación de proceso/producto, cabe señalar que el factor tamaño no tiene efecto significativo en ninguno de los cuatro sectores. Sin embargo, los otros tres factores si muestran efectos positivos y significativos en algunos sectores. El efecto de la internacionalización sobre la generación de innovación proceso/producto es positivo significativo en el sector Metal y positivo muy significativo en el sector Informática; siendo el efecto de la I+D positivo significativo también en ambos sectores. Por último, el efecto de la interacción es positivo significativo en el sector Gráficas y positivo muy significativo en el sector Metal. En la segunda fase del análisis, mediante modelos de análisis logístico, se han estudiado las relaciones existentes entre el resultado de innovación de proceso/producto y los cuatro factores objeto de estudio de


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forma simultánea: la internacionalización, el tamaño, el nivel de I+D y el nivel de interacción de la empresa. Tabla 1 Resumen del contraste individual del efecto de las cuatro hipotesis sobre la innovación proceso/producto por sectores Gráficas

Metal

Maquinaria Informática

Internacionalización

– No sign.

+ Signific. 1,78% **

+ No sign.

+ Signific. 0,01% ***

Tamaño

– No sign.

+ No sign.

+ No sign.

– No sign.

I+D

+ No sign.

+ Signific. 1,26% **

+ No sign.

+ Signific. 2,76% **

Interacción

+ Signific. 1,98% **

+ Signific. 0,02% ***

+ No sign.

+ No sign.

*** Muy significativo: Prob>χ2 es menor del 1% ** Significativo: Prob>χ2 es menor que 5% Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos SPRI.

Tabla 2 Resumen del contraste conjunto del efecto de las cuatro hipotesis sobre la innovación proceso/producto por sectores Gráficas

Metal

Maquinaria Informática

Internacionalización

– No sign.

+ Signific. 3,54% **

+ No sign.

+ Signific. 0,07% ***

Tamaño

– No sign.

– No sign.

– No sign.

– No sign.

I+D

+ No sign.

+ No sign.

+ No sign.

+ No sign.

Interacción

+ Signific. 2,36% **

+ Signific. 0,24% ***

+ No sign.

+ No sign.

*** Muy significativo: Prob>χ2 es menor del 1% ** Significativo: Prob>χ2 es menor que 5% Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos SPRI.


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Cabe señalar que, respecto de la inclusión en el modelo de otras variables explicativas diferentes del sector, se han realizado modelos alternativos incluyendo otras variables de control, en particular la localización geográfica, pero no se han observado que tuviesen efectos significativos o que aportasen alguna mejora a los modelos, por lo que se ha descartado su inclusión y no se detallan esos resultados. Los resultados de este segundo análisis (véase tabla 2) nos señalan diferentes conclusiones para los distintos sectores. Graficas: sólo el factor de interacción tiene un efecto significativo positivo sobre la innovación en proceso/producto. El efecto significativo de la interacción implica un multiplicador de 13,128, haciendo que la estimación de la probabilidad de realizar innovación proceso/producto pase de un 4,1% en una empresa que no exporta y tiene un nivel Bajo/Medio de interacción a un 54,4% si no exporta pero tiene un nivel Aceptable /Excelente de interacción. Una vez más cabe señalar que dado el reducido número de empresas, la validez de estas conclusiones es cuestionable y deben tomarse con precaución. Metal: tanto el factor de internacionalización como el de interacción muestran efectos positivos significativos. La probabilidad de realizar innovación proceso/producto en una empresa que no exporta y tiene un nivel de interacción bajo/medio se estima en un 9,4%. Tomando esta situación como base, si la empresa es exportadora la probabilidad de innovar se duplica y sube al 20,9%, si la empresa tiene un nivel aceptable/excelente de interacción se cuadruplica pasa al 41,5% y si simultáneamente la empresa es exportadora y con interacción aceptable/excelente la probabilidad de innovar en proceso producto asciende al 64,5%, lo que supone un efecto multiplicador casi de siete (6,891). Maquinaria: el modelo de regresión logística con cuatro factores no muestra resultados que puedan considerarse estadísticamente significativos. El test de la χ2 del modelo completo no es significativo en el sector Maquinaria, eso significa que el estadístico da un resultado bajo y una alta probabilidad de error (mayor del 5%) que hace que no se rechace la hipótesis nula, así que no es posible constatar el efecto positivo significativo en la innovación proceso/producto de ninguna de las cuatro hipótesis planteadas. Informática: respecto de los cuatro factores, sólo el de internacionalización muestra un efecto positivo significativo importante. Resumiendo, la probabilidad de realizar innovación proceso/producto de una empresa que no exporta y tiene un nivel de interacción bajo/medio se estima en un 8,4%. Tomando esta situación como base, si la empresa es exportadora la probabi-


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lidad de innovar casi se quintuplica y sube al 40,3%, si la empresa tiene un nivel aceptable/excelente de interacción se duplica y pasa al 18,3% y si simultáneamente la empresa es exportadora y con interacción aceptable/excelente la probabilidad de innovar en proceso producto asciende al 62,2%, lo que supone un efecto multiplicador de más de siete (7,404). 5. Conclusiones Resumiendo, con la muestra de 404 empresas analizadas, sólo ha sido posible determinar un efecto positivo y significativo de los factores de internacionalización y de interacción sobre la generación de innovaciones de proceso/producto en algunos sectores. El efecto de la internacionalización es positivo significativo en el sector Metal y positivo muy significativo en el sector Informática. Por otro lado, el efecto de la interacción es positivo significativo en el sector Gráficas y positivo muy significativo en el sector Metal. Respecto de las otras dos hipótesis, tamaño e I+D, no dan resultados significativos en ninguno de los cuatro sectores. La diferencia sustancial entre la primera y la segunda parte del análisis se encuentra en el hecho de que el efecto de la I+D mientras que en el análisis individual tenía efecto positivo y significativo en los sectores Metal e Informática, en el análisis conjunto no salen significativos, debido a la consideración de la internacionalización y de la interacción. Concluyendo, la probabilidad de innovar en proceso/producto aumenta significativamente cuando la empresa pasa de ser no exportadora a ser exportadora en los sectores Metal e Informática. La probabilidad de generar innovación en proceso/producto aumenta significativamente cuando la empresa pasa de tener un nivel de interacción bajo/medio a tener un nivel aceptable/excelente en los sectores Gráficas y Metal. En el sector Metal la probabilidad se cuadruplica (se multiplica por 4,434). Por último la probabilidad de innovar en proceso/producto aumenta significativamente cuando la empresa pasa de no ser exportadora con nivel interacción bajo/medio a ser exportadora con nivel de interacción aceptable/excelente en los sectores Metal e Informática. En el sector Metal la probabilidad se multiplica casi por siete (6,891) y en el sector Informática por más de siete (7,404). 6. Bibliografía ARVANITIS, S. (1997): “The impact of firm size on innovative activity—an empirical analysis based on swiss firm data”, Small Business Economics 9, pp. 473 – 490.


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BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 165-181)

RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ÉTICA. APORTACIONES EN EL ÁMBITO DE LOS ESTUDIOS SOBRE RESPONSABILIDAD SOCIAL SOCIAL RESPONSIBILITY AND ETHICS. CONTRIBUTIONS IN THE FIELD OF STUDIES ON SOCIAL RESPONSIBILITY Ignacio Aldeanueva Fernández Carlos Ángel Benavides Velasco Universidad de Málaga

RESUMEN En el contexto actual, la responsabilidad social, relativa a la empresa o a cualquier otro tipo de organización, desempeña un papel fundamental. La responsabilidad social mantiene estrechos vínculos con otras disciplinas, destacando, entre ellas, la ética. Sin embargo, las investigaciones relativas a la responsabilidad social abarcan diversos ámbitos. El presente trabajo pretende contribuir a identificar y agrupar las aportaciones, diversas y en constante evolución, realizadas en el marco de la responsabilidad social, destacando aquellas que exponen la referida relación. Para ello, después de delimitar los conceptos de responsabilidad social y ética, se proponen varias categorías, detallando los estudios más significativos en cada una de ellas, en el contexto de la responsabilidad social. Palabras clave: Responsabilidad social, ética, moral, grupos de interés. SUMMARY In the present context, the social responsibility, on the company or any other organization, plays a key role. Social responsibility has close links with other disciplines, highlighting, including ethics. However, research on social responsibility covering areas. The present work aims to help identify and group contributions, diverse and constantly evolving, within the framework social responsibility, highlighting those that expose the aforementioned relationship. For this, after defining the concepts of social responsibility and ethics, proposes several categories, detailing the most significant studies in each of them, in the context of social responsibility. Key words: Social responsibility, ethics, moral, interest groups.

1. Introducción En las organizaciones actuales, existen, además de los tradicionales problemas económicos, otros de diversa índole, tales como, la discrimi-


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nación social o la degradación ambiental; todos ellos suponen un obstáculo significativo para el avance de las sociedades y de las diferentes organizaciones que desarrollan su actividad en las mismas (Aguilar y Raufflet, 2010). Ante tal situación, se plantea la posibilidad de dirigir las organizaciones desde una perspectiva que considere, en mayor medida, las necesidades y demandas de la sociedad. Esa perspectiva se encuentra representada por la responsabilidad social, ya que contribuye, de manera significativa, a alcanzar la citada finalidad. En términos generales, la responsabilidad social es una forma de gestionar las organizaciones, ya sean empresas, universidades u otras. Existen diversas definiciones del concepto de responsabilidad social procedentes de fuentes variadas. Al respecto, Carroll (1999) señala que “la responsabilidad social empresarial abarca las expectativas económica, legal, ética y discrecional que la sociedad tiene de las organizaciones en un momento dado”. Por su parte, Schermerhorn (2002) define la responsabilidad social como “la obligación de la organización para actuar en formas que sirven al interés propio y al interés de muchos stakeholders externos”. Al exponer algunas de las definiciones más relevantes del concepto de responsabilidad social, observamos que reflejan preocupaciones, además de carácter económico, de tipo social, medioambiental y laboral por parte de las organizaciones. Son estas preocupaciones las que justifican la existencia de la responsabilidad social, ya que la consideración de las mismas por parte de las organizaciones genera beneficios tanto para las propias organizaciones como para la sociedad en su conjunto. Una sociedad que percibe el comportamiento y el compromiso de las organizaciones en materia de responsabilidad social y que, en ocasiones, castiga o premia a las mismas según actúen o no de manera socialmente responsable. La relevancia que presenta, en el contexto actual, el tema objeto de investigación nos lleva a profundizar en su estudio, a través de las aportaciones relativas al mismo, tomando como punto de partida la estrecha conexión que mantiene con la ética. 2. Relación entre responsabilidad social y ética La responsabilidad social, referida a cualquier organización, es un tema actual, aunque las primeras aportaciones sobre el mismo se remontan a la década de los 70 del siglo pasado, curiosamente con opiniones contrarias a la inclusión de esta materia en el ámbito empresarial, como


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la defendida por Friedman (1970), que señalaba que las empresas no deben tener otra responsabilidad que la de maximizar sus beneficios, lo que, bajo ciertas condiciones, equivale a maximizar el valor de su capital. El razonamiento que propone Friedman es muy claro: las empresas deben contribuir a la maximización de la eficiencia del sistema económico, y esto se consigue, bajo ciertas condiciones, cuando maximizan sus beneficios. Por tanto, desde esta posición, no hay lugar para otras responsabilidades, ya que ello implica un uso ineficiente de los recursos de la empresa. Al analizar la responsabilidad social es necesario hacer referencia al concepto de grupos de interés o stakeholders, propuesto por Freeman (1984), que lo define como “cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por la consecución de los objetivos de la empresa”. En la misma línea, Carroll (1991) establece la relación existente entre dichos grupos y las distintas responsabilidades que deben asumir las organizaciones, diferenciando entre responsabilidades económicas, legales, éticas y sociales. Otros autores profundizan en el estudio de los grupos de interés, identificando como factores determinantes de la importancia de dichos grupos, el poder, la legitimidad y la urgencia (Mitchell, Agle y Wood, 1997). En cualquier caso, como indican Maon, Lindgreen y Swaen (2010), los stakeholders influyen, de manera significativa, en las respuestas que la organización proporciona a las cuestiones sociales. En definitiva, tal y como señalan Basu y Palazzo (2008), la legitimidad de una organización se fundamenta en la capacidad que tenga para convencer a los grupos de interés de la conveniencia de sus decisiones. Asimismo, cabe destacar, que la responsabilidad social se ha vinculado con otras disciplinas, destacando entre ellas, la ética. Existe una estrecha relación entre ambos conceptos, ya que como indica Guerra (2007), la ética remite al ámbito de los valores, creencias y concepciones que guían nuestra conducta, y que orientan las decisiones conscientes del ser humano. Relacionado con lo humano, lo ético se traslada al campo organizativo y empresarial, en un intento por conformar y enunciar una cultura empresarial enmarcada en determinados valores o nociones que persiguen, en la realización de sus objetivos, no únicamente metas financieras y lucrativas, sino, en mayor o menor grado, el bienestar social y colectivo. La responsabilidad social, por tanto, es en primera instancia un asunto ético. Por ello, no sirve de nada, si en la construcción de prácticas socialmente responsables en las organizaciones, determinadas estrategias de inversión social no se ven acompañadas de una conducta


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ética que, en el ámbito interno, valore a sus trabajadores y permita dar ejemplo en las relaciones de trabajo y en toda la dinámica interna de la organización. Por consiguiente, se puede afirmar que la ética se concibe como una dimensión interna en las organizaciones, mientras que la responsabilidad social hace referencia a su proyección exterior. A continuación, vamos a exponer las aportaciones y las investigaciones realizadas por diversos autores, nacionales e internacionales, que estudian la relación existente entre la responsabilidad social y la ética. De esta forma, conoceremos, con mayor profundidad, la relevancia que presentan ambos conceptos en el ámbito organizacional. Con posterioridad, seguiremos analizando la responsabilidad social, agrupando en diversas categorías las aportaciones más relevantes sobre el tema objeto de investigación. 3. Aportaciones sobre responsabilidad social Como se ha indicado con anterioridad, la responsabilidad social desempeña, en la actualidad, un papel clave en la gestión de las organizaciones. Ello ha originado que diversos autores, procedentes tanto de la Academia como del mundo profesional, investiguen sobre esta materia. Seguidamente, proponemos un conjunto de categorías, relativas a la responsabilidad social, que permiten agrupar las diferentes aportaciones que recoge la literatura existente. Para cada categoría, se expone el contenido que abarca y los trabajos más significativos al respecto, procediendo las mismas de autores u organizaciones referentes en el ámbito que estamos estudiando. 3.1. Responsabilidad social y ética Al iniciar la exposición de las categorías propuestas, comenzamos ocupándonos de la conexión que existe entre la responsabilidad social y la ética, ya que constituye el eje central del trabajo que presentamos. En las organizaciones, al igual que en otros ámbitos, se plantean problemas de carácter ético. Ello se debe a que las organizaciones, lo sepan o no, cuentan con unos estándares éticos más o menos programados, que son inherentes a sus culturas, sistemas y procesos organizativos (Brenner, 1992). Sin embargo, aunque la finalidad que perseguimos, en la actual categoría, es analizar la relación entre responsabilidad social y ética, es fundamental considerar el concepto de moral, ya que ello nos va


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a permitir conseguir mejoras significativas en nuestro estudio, abarcando, con mayor amplitud, la materia investigada. Cuadro 1 El concepto de responsabilidad como categoría moral PERSPECTIVAS

IMPLICACIONES

Responsabilidad moral como imputación o atribución

Cuando una persona llevó a cabo una acción u omisión, de tipo voluntaria, en el pasado y se le imputa la consiguiente responsabilidad moral por la acción y por sus consecuencias.

Responsabilidad moral como La responsabilidad moral puede entenderse también como un deber u obligación deber u obligación: por ejemplo, cuando afirmamos que un conductor “debe” conducir con prudencia para no causar daños. Se trata de una responsabilidad antecedente, prospectiva o a priori, que crea deberes de presente o de futuro, y se sustenta en las normas objetivas o subjetivas (deberes de conciencia) que son necesarias para que exista una verdadera responsabilidad moral. Del cumplimiento o no de esa responsabilidad como deber puede derivarse una reacción de los demás (de alabanza o censura, y de premio o castigo). Por tanto, cuando se hace referencia a las responsabilidades sociales que tienen las empresas, nos estamos refiriendo a este segundo sentido: deberes morales con los empleados, los clientes, la comunidad local, etc. Responsabilidad moral como actitud

La respuesta del agente a la responsabilidad como deber lleva a la responsabilidad como actitud: la disponibilidad ante las necesidades de los demás. La responsabilidad vivida de modo continuo y permanente implica consistencia de vida: la persona es responsable no sólo de sus acciones, sino, sobre todo, de la creación de las condiciones que le permitirán vivir siempre de acuerdo con esa responsabilidad.

Responsabilidad moral como rendición de cuentas

Es social, es debida a otra persona o a una comunidad y, por consiguiente, está sometida a los estándares normativos exigibles en las conductas interpersonales: se somete al escrutinio externo e implica deberes relativos a la información y la transparencia.

Fuente: Elaboración propia a partir de Argandoña, A., (2006, 2007).

En este sentido, destacan las aportaciones realizadas por Argandoña, expuestas en el cuadro 1, que estudia el concepto de responsabilidad como categoría moral. La responsabilidad es de naturaleza moral y, como tal, forma parte de toda acción humana. A su vez, esta responsabilidad moral se puede entender en varios sentidos básicos: como imputación o atribución, como deber u obligación, como actitud y como rendición de cuentas (Argandoña, 2006, 2007).


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Al plantear el significado de la ética, como la parte de la filosofía que trata del bien y del mal en los actos humanos, podemos decir que ésta surge de la teorización y la reflexión sobre el comportamiento moral, definiendo moral como el conjunto de principios y reglas morales que regulan el comportamiento y las relaciones humanas. La ética, por tanto, se caracteriza por su generalidad, estudiando el comportamiento humano considerado en su totalidad, es decir, generalizando lo que es bueno o malo, correcto o incorrecto para cualquier tipo de moral (Méndez, 2005). La relevancia que presentan los comportamientos de índole moral, en el ámbito de las organizaciones, es cada vez mayor, ya que como indica Méndez (2005), una de las explicaciones del comportamiento moral empresarial reside en que la mejora de sus resultados, en la actualidad, pasa necesariamente por las actuaciones de carácter moral, que por tanto se constituyen en una estrategia más en la persecución del fin tradicional de satisfacer a los accionistas ofreciéndoles los resultados esperados. Asimismo, debe existir una coherencia importante entre las actuaciones que llevan a cabo los directivos que gestionan las empresas y su comportamiento moral individual, los cuales no deben entrar en colisión. Ahora bien, ¿es moralmente aceptable combinar la persecución del máximo beneficio con los principios morales del individuo? Si el comportamiento moralmente correcto conlleva un aumento de los beneficios y una mayor implantación en el mercado para las empresas, construyendo así una reputación sólida, es lícito utilizarlo como una estrategia, que de manera indirecta resulta beneficiosa para todos los grupos de interés. Por otra parte, es necesario indicar que los conceptos de ética empresarial y responsabilidad social se han convertido en temas habituales en diferentes círculos, tanto académicos como empresariales (Joyner, Payne y Raiborn, 2002). Ello se debe, entre otras causas, a que la ética empresarial es un campo transversal, ya que, de alguna forma, aparece en todos los aspectos operativos y de negocio de la empresa (Fontrodona y Argandoña, 2011). Para Fontrodona, Guillén y Rodríguez (1998), al hablar de empresas más o menos éticas nos referimos precisamente a que los comportamientos de sus miembros, los medios que emplean o los fines que persiguen, son más o menos buenos en sentido moral, tienen más o menos calidad ética. Asimismo, para que la responsabilidad social de una organización se acepte como responsabilidad ética, debe basarse en una concepción de la ética capaz de proporcionar normas obligatorias para los individuos implicados. Según Watson (1996), dichas normas dependen de nuestro


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interés por vivir una vida humana buena, con modelos e ideales humanos asequibles, es decir, que no dependan de la existencia de una ley y del poder coactivo del Estado, o de una regulación social y de una justicia retributiva y compensatoria ejercida mediante premios y castigos. Este razonamiento pone de manifiesto que la responsabilidad social puede ser voluntaria y, al mismo tiempo, normativa, ya que es obligatoria para el individuo (ética). En opinión de Zamagni (2006), la obligatoriedad de las normas éticas depende, en primer lugar, de la constitución moral de los individuos, es decir, de su estructura motivacional interna, mucho antes de cualquier sistema externo coactivo. En este contexto, destacan diversos trabajos, tanto de autores nacionales como extranjeros, que contribuyen a consolidar la materia estudiada. Entre ellos, señalamos el de Lozano (1999), que realiza un estudio de las aportaciones de la Business Ethics, a partir del que se propone un marco de referencia que permite dar respuesta a la preocupación por desarrollar un enfoque de la ética empresarial adecuado a nuestra realidad económica y social. Otros trabajos, como el desarrollado por Rodríguez, Fernández y Martín (2007), se centran en estudiar la percepción de los directivos sobre los asuntos relativos a la ética empresarial y a la responsabilidad social, recogiendo la opinión de más de sesenta directivos españoles y británicos sobre los mencionados temas. Por su parte, Bañón, Guillén y Ramos (2011) proponen una clasificación de las diversas posturas éticas que pueden asumir las empresas. En el ámbito internacional, las aportaciones sobre los temas de ética y responsabilidad social son diversas y variadas. Existen estudios que analizan el grado de desarrollo de ciertas organizaciones, en determinadas áreas geográficas, con respecto a la ética y la responsabilidad social. Entre ellos, señalamos el realizado por Coutinho (2009), que expone la citada situación en las pequeñas y medianas empresas de América Latina. Por otra parte, cabe destacar, el análisis efectuado por Driver (2006), en el que profundiza sobre los aspectos económicos y éticos de la responsabilidad social. Además, los términos que definen la presente categoría se estudian en relación con otros aspectos, destacando, al respecto, el trabajo de Korhonen (2003), en el que vincula, a través de la sostenibilidad o la ecología industrial, la ética y la responsabilidad social con el medio ambiente. Kleinrichert (2008) destaca la relevancia que presenta la responsabilidad social, concebida como una práctica ética de las empresas, como elemento fundamental para conseguir mejoras en las propias empresas y en las comunidades en las que desarrollan su activi-


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dad. Por su parte, Berkley y Watson (2009) se centran en la relación entre empleador y empleado desde la óptica de la ética y la responsabilidad social. De George (2006) opina, sobre los dos términos que nos ocupan, que la ética empresarial es el más omnicomprensivo, incorporando la responsabilidad social como una de sus dimensiones. Por tanto, el concepto de responsabilidad social se incluye en la definición de ética en general. Según Windsor (2006), la ética se sitúa entre el cumplimiento obligatorio y la filantropía voluntaria, mientras que la responsabilidad social es voluntaria. En definitiva, la trascendencia que presenta, en el ámbito de las organizaciones, la ética y la responsabilidad social queda reflejada en las diversas aportaciones, procedentes de autores de diversos países, que profundizan en su estudio. A continuación, planteamos un conjunto de categorías relacionadas con el estudio de la responsabilidad social, indicando, al igual que en la que acabamos de exponer, las aportaciones más relevantes. 3.2. Conceptos, fundamentos y principios de la responsabilidad social En esta categoría, se agrupan las aportaciones de carácter básico o fundamental que delimitan y establecen el concepto, los fundamentos y los principios de la responsabilidad social. Entre ellas, se pueden citar los trabajos de Carroll (1991) o Demacarty (2009), que analiza las responsabilidades de los empresarios. Dentro de la Academia, en España, podemos citar el trabajo de Nieto y Fernández Gago (2004), que realizan una introducción general al tema. Al respecto, cabe destacar, que Fernández Gago (2005) publicó un libro en el que abordaba cuestiones sugerentes, como las implicaciones estratégicas de la responsabilidad social o la inversión socialmente responsable. Además, el gobierno corporativo es otro concepto actual, vinculado con la responsabilidad social, que es analizado por diversos autores (De Andrés y Santamaría, 2010; Ferruz, Marco y Acero, 2010). 3.3. Referenciales y gestión de la responsabilidad social Este grupo comprende un conjunto amplio de documentos que contienen las orientaciones necesarias para integrar e implementar la responsabilidad social en las organizaciones. Entre ellos, podemos citar el Libro Verde de la Comisión Europea sobre responsabilidad social de las empresas (Comisión Europea, 2001), la Norma ISO 26000 (International Orga-


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nization for Standardization, 2010) y los cuestionarios de los principales índices bursátiles de sostenibilidad. En la misma línea, destaca la aportación efectuada por Vintró, Fortuny y Comajuncosa (2010), ya que proponen una revisión sintética sobre el tema que exponemos. Además, incluimos en esta categoría, por su conexión con los estándares analizados en ella, aquellos trabajos que, al estudiar la problemática relativa a la integración de los sistemas de gestión en las organizaciones, consideran el sistema de gestión ética y socialmente responsable como uno más, ya que lo integran con los restantes. En este espacio, destacan contribuciones como la de Karapetrovic (2008), al considerar que el ámbito de los sistemas de gestión se caracteriza por la constante evolución de las normas que se encuentran a disposición de las organizaciones, lo que implica que la integración es la única vía lógica para tratar y beneficiarse de dicho cambio. 3.4. Responsabilidad social en organizaciones: pequeñas y medianas empresas (pymes) y universidades Se recogen, bajo esta rúbrica, trabajos relativos a actuaciones diversas, en materia de responsabilidad social, desarrolladas por dos tipos de organizaciones claramente diferenciadas. En primer lugar, nos ocupamos de las pequeñas y medianas empresas. Se puede afirmar que el compromiso con las políticas de responsabilidad social está al alcance de este colectivo de empresas, aunque tenga más dificultades en su implantación y ejecución que las empresas de grandes dimensiones. Aquí, destacan trabajos como el estudio inherente a la aplicación de buenas prácticas en materia de responsabilidad social por pequeñas y medianas empresas en Europa de la Comisión Europea (2004); el trabajo, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (2005), relativo a la situación de la responsabilidad social y medioambiental de las empresas en América Latina, específicamente en el ámbito de las micro, pequeñas y medianas empresas; también destaca, en España, la monografía publicada por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (2007), que analiza quince casos concretos de aplicación de la responsabilidad social en pequeñas y medianas empresas. Por su parte, Guibert (2009) presenta cuatro casos prácticos de pequeñas y medianas empresas, pertenecientes a distintos sectores económicos, que han incorporado la responsabilidad social a su gestión. En segundo lugar, en esta categoría, se incluyen aquellos trabajos que exponen la incorporación de la responsabilidad social a la Universidad y


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a las restantes instituciones de educación superior, ya que, en el contexto actual, las universidades han asumido un compromiso, firme y decidido, con la responsabilidad social, destinando recursos a satisfacer, en la medida de lo posible, las necesidades y demandas de sus grupos de interés. Ello supone asumir, además de las actuaciones relativas a la formación, la investigación y la transferencia de conocimiento y tecnología, una responsabilidad con la sociedad. Aquí, destacan autores como Vallaeys (2008) que, desde una perspectiva general, analiza las posibilidades y retos que la responsabilidad social plantea a la Universidad. Otros autores señalados en este ámbito son Benneworth y Jongbloed (2010), que estudian los intereses de la Universidad desde la óptica de los grupos de interés o de la Cuesta (2010), que se ocupa de la elaboración y presentación de informes, relativos a la responsabilidad social, por parte de estas instituciones. Larrán y López (2010) analizan los planes estratégicos de las universidades andaluzas desde la perspectiva de la responsabilidad social, mientras que Matten y Moon (2008) se centran en el tratamiento concedido a la responsabilidad social en las universidades estadounidenses y europeas, así como las diferencias existentes entre ambos modelos. Asimismo, se plantean otro tipo de investigaciones, como la desarrollada por Rodríguez Fernández (2010) que se centra en las relaciones que las universidades mantienen con sus grupos de interés según los modelos de responsabilidad social de la Universidad empleados. Igualmente, señalamos aquellas aportaciones, como la efectuada por Benavides (2010), que analizan la relevancia que presenta la responsabilidad social en los planes estratégicos de las universidades. Finalmente, en esta categoría, describimos contribuciones que analizan la relación entre las universidades y uno de sus grupos de interés más significativos, las empresas. Al respecto, destacan trabajos como el elaborado por Valls (2006), en el que se señala que los acuerdos entre ambas instituciones se deben a la existencia de intereses y objetivos comunes, tales como, elementos de desarrollo territorial o de desarrollo de la investigación y la innovación. También, cabe mencionar la aportación efectuada por Marzo, Pedraja y Rivera (2008), ya que profundizan en la citada relación. 3.5. Responsabilidad social y resultados Esta categoría contiene aquellos trabajos, como el desarrollado por Ramírez (2006), que analizan la responsabilidad social prestando espe-


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cial atención a la denominada triple cuenta de resultados. En ellos, se hace especial hincapié, no sólo en los aspectos económicos de la gestión de empresas y organizaciones, sino también, y al mismo tiempo, en los sociales y medioambientales. Asimismo, se incorporan estudios, como el de Mackey, Mackey y Barney (2007), que exponen la relación existente entre la responsabilidad social y el rendimiento de la empresa desde la perspectiva del inversor y las estrategias empresariales, o el de Albareda y Balaguer (2008), que analizan las repercusiones de las políticas de responsabilidad social en los resultados financieros. 3.6. Indicadores y medición de la responsabilidad social Esta categoría incorpora estudios que describen, analizan y proponen indicadores que permiten medir el desarrollo y los avances alcanzados en la gestión ética y socialmente responsable por parte de las organizaciones. En este grupo, destacan los protocolos de los indicadores G3, publicados por el Global Reporting Initiative (2006), la Taxonomía XBRL de responsabilidad social corporativa, propuesta por la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (2009), o, entre otros, el trabajo realizado por Vintró, Comajuncosa y Tristany (2009), en el que proponen un sistema de indicadores para la medición de la responsabilidad social. 3.7. Otras aportaciones sobre responsabilidad social Finalmente, incluimos una serie de trabajos no agrupables en las categorías anteriores. Entre ellos, destacan aquellos relativos al compromiso empresarial con el desarrollo sostenible (Aguado, 2010; Atienza, 2008; Estarellas, 2008; Rodríguez Badal, 2003). Por su parte, Marín y Rubio (2008), a través de un estudio empírico realizado a un amplio número de empresas y tomando como referencia la Teoría de Recursos y Capacidades, concluyen en los efectos positivos que las actuaciones sobre responsabilidad social tienen en la estrategia y en el éxito de las empresas estudiadas. Igualmente, destaca el trabajo elaborado por Jin y Drozdenko (2010), que analizan, a través de un estudio empírico, el comportamiento de los profesionales de las tecnologías de la información según el compromiso que tengan con la responsabilidad social. Otros trabajos se ocupan de la relación entre la responsabilidad social y el rendimiento financiero en los mercados emergentes (Aras, Aybars y


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Kutlu, 2010), o, como expone Ibáñez (2011), del papel que desempeñan la responsabilidad social en la gestión de las entidades bancarias. 4. Conclusiones La importancia que ha adquirido, recientemente, la responsabilidad social en el ámbito de las organizaciones, ya sean empresas, universidades u otras, es más que significativa. Ello queda reflejado en la gran cantidad de iniciativas desarrolladas por las mismas; a la vez, diferentes organismos han contribuido a consolidar esta materia, estableciendo directrices y orientaciones para su implantación, efectiva y permanente, en todas aquellas organizaciones que así lo deseen. Con la incorporación de la responsabilidad social a la gestión de las organizaciones se consiguen diversos beneficios, para ellas mismas y para sus grupos de interés, que, de una u otra forma, acaban repercutiendo positivamente en la sociedad. La responsabilidad social presenta varios elementos diferenciadores, siendo la voluntariedad el más significativo de ellos. Asimismo, la materia que estudiamos mantiene relaciones con otras disciplinas científicas, constituyendo la ética una de las más relevantes y analizadas en la actualidad. En el presente trabajo hemos estudiado la estrecha conexión que mantiene la responsabilidad social con la ética. Para ello, después de introducir el tema objeto de estudio, hemos expuesto la relación entre ambos conceptos, indicando los rasgos más importantes de cada uno de ellos y explicando el alcance que presentan en el ámbito organizacional. Con posterioridad, hemos propuesto varias categorías que agrupan las principales aportaciones, nacionales e internacionales, en el ámbito de la responsabilidad social. Estos trabajos proceden de autores y de organismos variados, contribuyendo todos ellos a enriquecer la materia estudiada. La primera categoría planteada constituye el eje central del trabajo que presentamos, ya que se ocupa de la relación entre la responsabilidad social y la ética, ligando ambos conceptos con el de moral. Seguidamente, se analizan el resto de categorías propuestas, que abarcan diversas realidades relacionadas con la responsabilidad social, tales como, la gestión, los resultados o los indicadores. Todas ellas pretenden contribuir a establecer un marco teórico en relación con las posibilidades que ofrece la responsabilidad social.


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BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Vol. LXVIII - N.º 208 - Abril 2013 (Páginas 183-184)

BIBLIOGRAFIA RESEÑAS DE LIBROS Dolan, Simón L.: Coaching por valores. LID Editorial Empresarial, S.L. Sopelana, 22. 28023-Madrid. 2012. 252 págs. Esta obra es el instrumento mediante el cual se presenta una nueva forma de desarrollo tanto personal como colectivo por medio del conocimiento y aplicación de los valores basándose en que “en cualquier contexto organizativo o social, el éxito debe incluir el bienestar y la prosperidad tanto de la organización como de las personas que lo componen”. No se circunscribe únicamente en el ámbito profesional-empresarial ya que el método propuesto es perfectamente aplicable al ámbito individual, de pareja o de grupo. Comienza el libro con un capítulo generalista que trata acerca de lo que es el coaching, su definición, tipos y modelos empleados con especial atención a la Programación Neurolingüística actualmente en boga. En el siguiente capítulo se introduce al lector en los valores, con amplia información para familiarizarnos con ellos, en cómo afectan al ser humano y sus consecuencias en el comportamiento. El conocimiento de los valores propios, en el sentido de tener claro qué es lo más importante para cada uno, es desde el punto de vista de Simón Dolan, fundamental en la vida (no solo en el trabajo sino en la familia, con los amigos etc.). Todos los valores se pueden encajar en los tres ejes del modelo triaxial que el autor propone y que constituye el eje central del trabajo: el eje económico-pragmático (eficiencia, calidad, orden, productividad, disciplina, etc.), el eje ético-social (generosidad, honestidad, transparencia, compromiso, etc.) y el eje emocional-evolutivo (creatividad, alegría, juego, autonomía, etc.). Una vez autoanalizadas, o analizadas con la ayuda de un coach, las divergencias entre mis valores y los que existen realmente en mi actitud, familia u organización etc. etc. se trata de alinear y realinear esas diferencias existentes entre los valores individuales y los del colectivo. Se explican las dos fases del proceso de alineación, es decir, la de identificar y corregir los desajustes y la de crear alineaciones nuevas. Para ello dedica entero un capítulo a la metodología en siete pasos para crear una jerarquía de valores apta para cualquier contexto y averiguar si guarda coherencia con los propios, camino que se puede recorrer con o sin coach. Como ayuda existen tablas, cuestionarios y algunos ejemplos reales fruto de la experiencia del autor.


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BIBLIOGRAFIA

Para completar la obra dedica el último capítulo, que como indica él mismo “es un extra y en cierto modo especulativo”, para expresar su opinión sobre el futuro de los valores centrándose en áreas como la neurología, la espiritualidad (no entendida como religiosidad) y los valores de la nueva era, aspectos que son tratados ampliamente y son relacionados entre sí. En resumen un libro interesante para quienes quieran conocer y trabajar con los valores. Válido también para alinear y realinear la misión y visión de las organizaciones respecto a sus formas de actuar en la realidad y respecto al liderazgo de sus responsables. José Luis Arce

OTRAS PUBLICACIONES RECIBIDAS Cavalieri, Lorenzo: Vender me gusta: Los buenos profesionales disfrutan vendiendo. Plataforma Editorial. c/Muntaner, 269, entlo. 1ª. 08021-Barcelona. 2012. 198 págs. Garmendia, Fermín; González, Manolo: La visión de José Antonio Garrido. Esic Editorial. Avda. Valdenigrales, s/n. 28223-Pozuelo de Alarcón (Madrid). 2013. 144 págs. Instituto Nazionale di Statistica. Anuario Statistico Italiano 2012. Via Cesare Balbo, 16. Roma. 2012, 820 págs. Madrigal, José Antonio: Un monje en Wall Street. Secretos rentables para la bolsa. Plataforma Editorial. c/Muntaner, 269, entlo. 1ª. 08021-Barcelona. 2012. 116 págs.


Business lumni La Comercial A Deusto


ESTUDIOS DE DEUSTO Revista de la Universidad de Deusto Director: Ignacio M.ª Beobide

VOL. 60/1

ENERO-JUNIO

2012

SUMARIO ESTUDIOS

Págs.

Victor Manuel Arbeloa Muru, El quiebro del PSOE en 1933. Del Gobierno a la Revolución (I) ...........................................................................................

13

Javier Arrieta Idiakez, La reforma laboral de 2012: descodificando reformas del anterior Gobierno, intentando implementar la extravagante flexiseguridad. ¿Qué hay de nuevo?.......................................................................

57

Victor Fernando Manrique López, Las profesiones liberales y la Seguridad Social..

81

Fernando Reviriego Picón, Multiculturalidad y centros penitenciarios...............

107

Manuel Terol Becerra, Sobre los Consejos Judiciales autonómicos ....................

145

NOTAS Abraham Barrero Ortega, El constituyente profeta...............................................

193

Pilar Cortés Bureta, La dimensión política de la Junta de Portavoces ................

209

Alberto Oehling de los Reyes, Los derechos fundamentales del personal militar embarcado en buque de guerra en misión internacional .......................

233

Rubén Darío Torres Kumbrían y Juan de Dios Izquierdo Collado, La regla de oro en la Constitución polaca de 1997 y su influencia social y económica...

253

JURISPRUDENCIA Maria Luz Martínez Alarcón, Sobre la condena por prevaricación del magistrado Baltasar Garzón por la intervención de las comunicaciones autorizada con ocasión de la instrucción del Caso Gürtel: La Sentencia de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de 9 de febrero de 2012 ............

273

CONGRESOS Josep Mª Castellà Andreu y Carlos Vidal Prado, La construcción jurisprudencial de la Europa de los valores: jueces, criterios ético-políticos y razonamiento jurídico en torno al inicio de la vida.....................................

305

Emanuele Rossi, Rasgos constitucionales de la protección del embrión. Una introducción ..................................................................................................

307


Relación de títulos publicados en el

BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS La Adhesión de España a las Comunidades Europeas (Parte II) (N.º 127, Abril 1986). Gestión Empresarial y Grupos Sociales (N.º 128, Agosto 1986). La Empresa del Futuro (N.º 129, Diciembre 1986). Panorama de las Líneas de Investigación Económica (N.º 130, Abril 1987). Aplicaciones Cuantitativas a la Gestión (N.º 131, Agosto 1987). Innovación Financiera (N.º 132, Diciembre 1987). Mercados de Contratación (N.º 133, Abril 1988). Fusiones y Adquisiciones (Parte I) (N.º 134, Agosto 1988). Fusiones y Adquisiciones (Parte II) (N.º 135, Diciembre 1988). El Liderazgo de la Empresa (N.º 136, Abril 1989). El Sector Energético (N.º 137, Agosto 1989). Planificación de la Economía (N.º 138, Diciembre 1989). Reforma de la Legislación Mercantil (N.º 139, Abril 1990). Nuevas herramientas de Gestión (N.º 140, Agosto 1990). Nuevo Plan General de Contabilidad (N.º 141, Diciembre 1990). El Sector del Seguro en España (N.º 142, Abril 1991). Filosofía y Gestión de la Calidad (N.º 143, Agosto 1991). Etica y Empresa (N.º 144, Diciembre 1991). 75.º Aniversario de la Universidad Comercial de Deusto (N.º 145, Abril 1992). 50.º Aniversario del Boletín de Estudios Económicos (N.º 146, Agosto 1992) Los Nuevos Mercados Financieros (N.º 147, Diciembre 1992). Revitalización Metropolitana (N.º 148, Abril 1993). Desarrollo Industrial (N.º 149, Agosto 1993). Medioambiente y Estrategia Empresarial (N.º 150, Diciembre 1993). El nuevo marco laboral (N.º 151, Abril 1994). Cuestiones Sobre estrategia (N.º 152, Agosto 1994) La Ayuda Internacional Humanitaria: Su gestión (N.º 153, Diciembre 1994) Titulización de Activos (N.º 154, Abril 1995) Reflexiones sobre el Mercado de Trabajo (N.º 155, Agosto 1995) III Foro de Finanzas (N.º 156, Diciembre 1995). Aplicaciones del «Marketing» (N.º 157, Abril 1996). Gestión en las ONG’s (N.º 158, Agosto 1996). Desarrollo Directivo en el Sector Salud (N.º 159, Diciembre 1996). Investigaciones Financieras (N.º 160, Abril 1997). La calidad total aplicada a la educación (N.º 161, Agosto 1997). Gestión basada en el valor (N.º 162, Diciembre 1997). Logística y Tecnología (N.º 163, Abril 1998). Gestión de “Intangibles” (N.º 164, Agosto 1998). Reflexiones en torno al Euro (N.º 165, Diciembre 1998). Avances en la Teoría Financiera (N.º 166, Abril 1999). Emprender (Parte I) (N.º 167, Agosto 1999). Emprender (Parte II) (N.º 168, Diciembre 1999). Estrategia y Empresa (N.º 169, Abril 2000). Etica y Economia (N.º 170, Agosto 2000). Nuevas tendencias en Marketing (N.º 171, Diciembre 2000). Gestionar Recursos y Capacidades (N.º 172, Abril 2001).


Relación de títulos publicados en el (Continuación)

BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Nueva Economia (N.º 173, Agosto 2001). Personas y empresa (N.º 174, Diciembre 2001). Panorama de la Macroeconomía (N.º 175, Abril 2002). Reflexiones para la gestión empresarial (N.º 176, Agosto 2002). Empresa Familiar (N.º 177, Diciembre 2002). Información Contable y Globalización: la respuesta de la Unión Europea (N.º 178, Abril 2003). Logística (N.º 179, Agosto 2003). Conocimiento e intangibles en un entorno global (N.º 180, Diciembre 2003). Ampliación de la Unión Europea (N.º 181, Abril 2004). El gobierno de la empresa (Nº. 182, Agosto 2004). Dirección de personas en las organizaciones (N.º 183, Diciembre 2004). Orientación al mercado y orientación al cliente (N.º 184, Abril 2005). Apuntes sobre Internacionalización (N.º 185, Agosto 2005). Innovación y nuevas oportunidades de negocio (N.º 186, Diciembre 2005). El futuro de las pensiones (N.º 187, Abril 2006). Consideraciones sobre el fenómeno migratorio (N.º 188, Agosto 2006). Emprendedores (N.º 189, Diciembre 2006). América Latina. Reflexiones sobre su realidad y retos de futuro (N.º 190, Abril 2007). Economía industrial (N.º 191, Agosto 2007). El reto de la globalización y su impacto en la econmía vasca (N.º 192, Diciembre 2007). La internacionalización de la empresa (N.º 193, Abril 2008). Algunas reflexiones sobre recientes normativas y su impacto en la actividad empresarial (N.º 194, Agosto 2008). Compromiso empresarial con el desarrollo sostenible (N.º 195, Diciembre 2008). Relaciones Laborales (N.º 196, Abril 2009). Comunicación y transparencia: algunas posibilidades (N.º 197, Agosto 2009). Reflexiones tras dos años de crísis económica y financiera (N.º 198, Diciembre 2009). Algunas novedades en finanzas (N.º 199, Abril 2010). Economía sostenible (N.º 200, Agosto 2010). Política fiscal y concierto económico frente a la crisis (N.º 201, Diciembre 2010). Gestión del riesgo (N.º 202, Abril 2011). La gestión de personas (N.º 203, Agosto 2011). Diferentes economías, diferentes problemas (N.º 204, Diciembre 2011). Emprender (N.º 205, Abril 2012). Finanzas éticas y alternativas (N.º 206, Agosto 2012). Estrategias empresariales frente a la crisis (N.º 207, Diciembre 2012). Precios de suscripción: España: 40,90 €. Extranjero: 46,60 €. Números sueltos y atrasados: 1.ª serie: Números 1 al 45: 17,60 €. 2.ª serie: Números 46 en adelante: 21,20 €. Tarifa de estudiante: 25% de descuento. Dirija la correspondencia al: BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS Universidad Comercial de Deusto Teléfono 94 445 63 45 - 94 445 22 12 - Fax 94 445 72 54 Apartado 20044 - 48080 BILBAO (España) E-mail: boletin.lacomercial@deusto.es


NORMAS PARA LA PUBLICACION DE ARTICULOS EN EL BOLETIN DE ESTUDIOS ECONOMICOS –El Boletín publica números monográficos sobre temas programados de antemano y por colaboradores invitados personalmente. –Sin embargo, en cada número se reserva espacio para temas libres, distintos del tema monográfico. –Los artículos enviados para su publicación en el Boletín deben estar escritos a máquina a doble espacio, por duplicado, con una extensión aproximada de 15 a 20 páginas. El autor deberá acompañar un resumen del artículo de no más de 150 palabras, junto con una lista de palabras clave, en número no superior a cinco, ambos en español e inglés. También deberá añadir soporte informático donde esté contenido el trabajo. –Las notas aclaratorias van a pie de página y se hará referencia a ellas mediante superíndices, en numeración sucesiva. Los libros y artículos de revistas tendrán una sola cita completa al final del artículo por orden alfabético de autores. La referencia a los mismos se hace por medio del apellido del autor seguido entre paréntesis del año de publicación de la obra citada. Así: E. Chacón (1966), que remite a la obra de Chacón, Enrique (1966): “La formación de equipos de IO en la empresa”, Boletín de Estudios Económicos, vol. XII, número 68, mayo-agosto, pp. 279-296. El enunciado completo de la obra se menciona sólo al final del artículo. –Las figuras que eventualmente deban aparecer en el artículo deben presentarse de forma que sean aptas para su reproducción directa, y en tamaño suficientemente grande, lo mismo que las letras que las acompañan, para que admitan la reducción necesaria. Todas las figuras y tablas irán numeradas, y para referirse a ellas en el texto, habrán de citarse con su número. –Deben evitarse las notas matemáticas a pie de página, es preferible el uso de apéndices matemáticos. –En la notación matemática se recomienda el uso de aquéllas fórmulas que, sin perder la claridad necesaria, puedan escribirse en una sola línea. Por ejemplo a o fxy en vez de la expresión que utiliza los signos explícitos a/b en vez de b de derivada parcial. –El Comité de Dirección estudiará la posibilidad de publicación de los originales que le sean remitidos, en base a los informes preparados por los evaluadores nombrados al efecto, tal evaluación será anónima, ciega y habrá más de un evaluador para cada trabajo. Los originales deberán ser inéditos y no estar pendientes de publicación o evaluación en ninguna otra revista.




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