PRIMER CONGRESO DE UCE

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Documentos del

I Oongreso

de

lJnificación Comunista de EsPaña Del 23 al 2ó de Mar¿o de 1978 se celebró el I Congreso de Unificación Comunista de EsPaña. En la Conferencia'de Agosfo del 76 se senta¡on las bases para la rec<¡nstrucción de nuestro partido. [¡ celebración del Congreso ha puesto tle nranifiesto el enorme salto adelante ideológico, político y organizativo qrre el partido ha sido capaz de dar desde enton-

libro 1

ces.

El Congreso enarbolando con ñrmeza la bandera roja del proletariado revtilucionari¡r, Ia l¡¿ntler:¡ del marxismoJeninismo-pensc' mientt¡ Mao Tse-tung. se lla Eeafirmado en.!a crítica y combate al revisir¡nistno 1' al oportunismo de derechas- [{a señalado como comMtlntlos y la línea de fonn¿r ¡rletrrnente lutto t" Teoría tle los Tres ,,,r frenr" iinico lo más anrplio posible contra et hegemonismo de las que los enemigos principales de en :;up"4r,tt"nci"s Se ha reafinnado la'revlluciírn err España so' la oligarquía financiera y tcrrateniente y lls burguc'sías rilonopolistas de los países impeúalistas, y en espet'ral la btigue:ía impeiialista estadounitlense que ha pasado a ser-el principal cnelrrigo *xlerior; y el proletariado.-ta fuerza principaliunto'co¡r cl s,.:ririproletariario y la cape inl'erir¡r de la pequeña bur'-cuesía

son l¡s'fueizas mUtttt¿s de l¿ revoluciír' err Esparla. Ha seÉ*,' iaclo que las tare¡s de la revolución en nuestro ¡rnís son acabar con la opósión de Ia Oligarquía financiera y terratenienfe y con la opreiión'exterior del im[erialisr ',. ha fijado corno línea táctica fundarnental la de co¡rtruición de :¡n frente de todo e! pueblo -urr frente cle unidad ¡to¡rular- contra la oligarquía y el imperiatismo, esta.blecie¡rclo las tareas que en el actual período el prtido tiene que abortlar para la corrstrucción de este frente.

Los libros I y 2 recogen la reclacción definitiva t¡ue el nuevo Con¡ité Centr¡l ha dado a las resolucionrs aprobadas en este I Congreso. El contenido cte estos textos hace referencia a la Línea ldeoiógi"n y Política, Estatutos. situ¡ción actual y lareas de tluestro parti<lo.

El imperialisrno y la oligarquía y todos los reaccionarios de todo el nrunclo afilan sus garras, su lógica (en palabras de Mao

Tsr'-tung) es "provoc¡r dislurhios. fracasar, volver a provocar disturbi¡r. fracasar de nuevo. y así hasta la ruina". Nuestra lógica y lr lógica del pueblo cs "luchar. fracasar, volver n luchar. fracasar tle nuevo. volver otra vez a la lucha, y ¡sí hasta l¡r

victoria."

dita: ljnificación Comunista de España -agosto 1978 e

LA SITI]ACION ACTI]AL

Y LAS TAREAS DE I\TIJTSTRO PARTIDO


hesentación

PRESENTACION

Entre los días 23 y 26 de Ma¡zo de 1978 se celebró el I Congreso de Unificación Comunista de España. El Congreso se ha celebrado año y medio después de la 'tonferencia de Agosto" y ha sido una prueba de la pujanza y vitalidad de nuestro partido, del entusiasmo y del espíritu revolucionario de nuestros camaradas. En Agosto del 76,|a actividad de la línea oportunista y fraccional junto con las graves desviaciones 'lzquierdistas" habían llevado a nüestro partido al borde de la'liquidación. La 'Conferencia de Agosto" es un momento decisivo, allí mediante la denuncia y la condena de la línea oportunista y fraccional, el ajuste de cuentas a las desviaciones Zquierdistas y el inicio de la crítica y el combate a la corriente de oportunisrno de derechas se sientan las bases para la reconstitución de nuestro partido. I-a celebración del I Congreso ha puesto de manifiesto el enorme salto adelante ideológico, político y organizaüvo que, sobre estas bases y durante este corto espacio de tiempo, nuestro partido ha sido capaz de dar;

l.os cimientos sobre los que se ha realizado el Congreso son la firme posición ante los principios del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y la rica experiencia que nuestro partido -fruto de la fusión entre Federación de Comunistas y Unificación Comunista- ha conquistado a lo largo de años de lucha contra el fascismo y de combate contra el revisionismo. Dos son las grandes encrucijadas que Unificación Comunista de España ha vivido para llegar a constituirse como partido proletario. La W Asamblea de Diciembre de 1971 donde, en lucha contra las posicio-

nes troskistizantes, la antigua Unificación Comunista toma como base ideológica del marxisno-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y establece los fundamentos estratégcos para la revolución en España. Y el proceso de fusión Federación de Comunistas-Unificación Comunista que dlrhnina con la Asamblea General de la antigua Federación de Comunistas en Julio del 75 dondé, en lucha_contra el pragmatismo sin principios que tomaba la forma del mas grosero ecónomicismo, ie traza como líneatáctiia fundamental la de formación de un amplio frente de todo el pueblo contra la oligarquía y el irnperialismo y se da una justa respuesta práctica al problema de la unificación de los marxistas-leninistas como un aspecto muy importante de construcción del Partido del Proletariado Revolucionario de nuestro país.


Dcturnr*tos dr{ I Congreso de Unificación Comunista de Espaiu

Pre¡entación

Sobre estdts r:i¡r:entos el Congreso ha enarbolado con firmeza la bandera roja del prolei:rriado revoh¡cionario, la bandera del marxismoleninismo-pensamiento Mao Tse-tuf,B, Y se ha reafirmado en la crítica y el combate al reüsionismo y al oportunismo de derechas. Ha señalado como completamente justa la Teoría de los Tres Mundos f y ha marcado que la línea de formar un frente único lo m¡ís amplio posibie contra las dos superpotencias es la política revolucionaria que corresponde a los intereses del proletariado internacional, se ha reafirmado en cuáIes son los blancos,las fuerzas motrices y las tareas de la revolución en España en la presente etapa, ha fijado como línea táctica fundamental la de construcción de un f,rente de todo el pueblo contra la otigarquía y el imperialismo y ha establecido ias tareas en el actual período para la constn¡cción de este frente. En el Congreso se ha revisado autocríticamente la pníctica del partido, en especial stn graves errores izquierdistas, se han aprobado importantes cambios en la línea organizativa a la luz de los errores cometidos, se han aprobado unos nuevos estatutos y se ha denunciado y condenado definitivamente la línea oportunista y fraccional.

El Congreso se realizó de forma clandestina combatiendo en la prácüca las ideas revisionistas y oportunistas de derechas de confiar en la ácrual lega. lidad, que tienden a poner en manos de la policía a las fuerzas revc¡luciona¡ias. Asistieron setenta y ocho delegados con voz y voto representando a tódas lu Organizaciones Regionales y Nacionales del partido, fueron elegidos por todos los militantes del partido en base a los criterios de zu fidelidad a la línea revolucionaria, al proletariado y al partido, a su entrega y abnegación, a su buén estilo de trabajo mamista-leninista, a su capacidad de practicar activamente la crítica y la autocrítica, a su ligazón con las masas y a sus conocimientos del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y de la Lfnea ldeológica y Política de nuestro partido. Asistieron también veintinueve camaradas con voz pero sin voto de entre los propuestos como invitados por las diferentes zonas. Del número total de asistentes los obreros y campesinos así como otros trabajadoresconstituían el 66 por ciento, los trabajadores intelectuales el 19 por ciento y los cuadros especializados en el trabajo en el partido el 15 por ciento.El 3l porcientoeran mujeres. El 18 por ciento representantes de la juventud"

El 20 de Agosto de 1977 se realizó una conferencia de cuadros del partido de las juventudes, donde el Comité de Dirección hizo una conzulta sóbre la necesidad de la convocatoria de este I Congreso y el contenido del mismo. Esta

y

El día 23 alaa 8 de la mañana se inauguró el Congreso.Joaquín Garrido, en nombre del Comité de Dirección Ampliado saliente,leyó el discurso de apertura. Se comenzó guardando silencio por todos los comunistas,los revolucionarios, los antifascistas y patriotas, por todos los héroes de nuestro pueblo asesinados durante estos años por los servidores de la oligarquía financiera y el imperialismo yanqui. Asf mismo se mandó un saludo especial del Congreso a los camaradas gue se encuentran encarcelados por luchar por la causa del pueblo. Cuatro miembros del Comité de Dirección Ampliado saliente junto con cinco camaradas de las delegaciones de Catalufla, Andalucía, Madrid, Murcia y País Valenciano, formaron la mesa que presidié del Congreso.

propuesta del Comité de Dirección fué apoyada de forma unánime. Los camarldas _asistentes presentaron divenas y valiosas iniciativas sobre el contenido y el enfoque del Congreso, iniciativas que fueron recogidas por el Comité de Dirección y enriquecieron las ponencias sobre las que el Congreso debía definirse.

El ll

de Septiembre del 77 el Comité de Dirección Ampliado aprobó ia I Congreso de nuestro partido. A lo largo de seis meces todo el partido ha estudiado y debatido las ponencias del Comité de Dirección Ampüado. proPuesta de convocar el

A lo largo de cuatro días, en intensas jornadas de trabajo, tanto en las comisiones como en los plenos, se han debatido una por una las ponencias del Comité de Dirección Ampliado así como las propuestas presentadas por las distintas delegaciones y se han planteado todos los problemas abiertamente en un clima de fraternidad y camaradería, en debates que se han can¡cterizado por su viveza,su franqueza y su combatividad. El día 26 por la noche, en la úttima sesión plenaria y en base a la propuesta del Comité de Dirección Ampliado saliente se eligió, por votación iec.reta, el nuevo Comité Central. I-a lista de los candidatos se estableció sobre una valoración de los camaradas que miás han destacado por su fidelidad a la revolución, una férrea posición de clase, su lealtad, abnegación y entrega al partido, buenoj conocimientos del marxisrnoJeninismo-pensamientó Mao Tse+ung y zu firmeza en el combate de la línea oportunista y fraccional.

Durante todo el período de preparación del Congreso ha privado ampliarnente la democracia sobre el centralismo. Las propucstas sobre cuestiones ¡rincipales han sido publicadas, estudiadas y debatidas, junto a la posición del Comité de Dirección Ampüado ante esos temasn en todo el partido. Las propuestas sobre cuestiones secundarias, que a juicio del Cornité de Dirección Ampliado enriquecían particularmente las ponencias, han sido igualmente conocidas por todos los camaradas. Durante el período de preparación del Congreso,la mayoría de los cuadros y militantes han dado notables p¿rsos en su conocimiento del marxismoleni-

nismo-pensamiento Mao Tse-tung y en la línea del partido, al tiempo que se afianzaban en la crftica y et combate a las ideas y posiciones dañinas provenientes principalmente de la corriente oportunista de derechas.

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I


Docume¡tos dd I C-ongreco de Uniñcación Comunista de Espaíra

Cuando se anunció la lista de los camaradas elegidos como miembros del Comité Central todos lor delegados, de forma unánime, puestos en pié,aplaudieron prolongadamente, mostrando de esta fomra cómo a través suyo todo el partido se unía óomo un puño en torno al nuevo Comité Central. En el discurso de clausura, Iefdo por la camarada Teresa Elguezabal en nombre del nuevo Comité Central, se trazó un balance del Congleso y se afirmó, expresando el sentir de todos los camaradas asistentes, flue había sido un Congreso de unidad, un Congreso de combate y un Congreso de victoria, un Congreso del que nuestro partido había Salido mucho más unido y mucho más fuerte para avanrar en el camino de la revolución. Ya de madnrgada, con todos los delegados puño en alto cantando la Internacional, se clausuró el I Congreso de nuestro partido. Una de las tareas m¿ís inmediatas que el Congreso marcó al nuevo Comité Central fué la de dar forma y sintetizar las resoluciones aprobadas.Ios textos que siguen son el resultado de este trabajo.


La situaci贸n actual


¿Cuál es la sítuación internacional? ¿Cuál es la situación de nuespaís? tro ¿En qué estado se encuentran nuestras fuerzas?

Dar una respuesta correcta a estas cuestiones y a la relación que guardan entre sí tiene la mayor importancia. De ellas depende que nos marquemos las tareas justas que permitan hacer avanzaÍ la revolución en Espdna.


siüación internacional

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La situación internacional

La situación internacional ¿es buena o mala?; en otras palabras ¿es f,avorable para la revolución o para el imperialismo? Los hechos dernuestran que es francamente favorable para la revolución, el proletariado y los pueblos, y que se torna cada vez peor para el imperialismo y todos los reaccionarios a su servicio. La lucha revolucionaria del proletariado internacional, la lucha liberadora de los pueblos y naciones oprimidas y los movimientos revolucionarios de masas en muchos países mantienen, vist'os en conjunto, un continuado ascenso. El que los pafses quieran la independencia, las naciones la liberación y los pueblos la revolución se ha convertido ya en la corriente principal de la situación mundial y no hay fuerza sobre la tierra capaz de contenerla. Los pueblos, las naciones y los países ayanzan,y al avanzar, limitan cada vez más el espacio de dominación del irnperialistrno, agudizan sus contradicciones y aceleran $l agonía. Existe un gran "desorden" en todo el planeta. Esto es excelente. tr-as causas justas siempre se han abierto paso entre gran" des desórdenes. Lo nuevo siempre nace entre grandes tormentas. Pero lo viejo se resiste a morir, el imperialismo ofrece una frenética resistencia y obtiene algunos éxitos pasajeros. Muchos revolucionarios, incluso algunos marxistas-leninistas de nuestro país influi-


de Unificación Con¡unista de España

dos por el rcvisiolismo, nc' comprenden bien esta cuestión; sobrevaloran la fuerza del imperialismo y se apabullan ante los fracasos de la re-volución, por esü se trazan un hórizonte donde los objetivos revolucionarios son cada vez más borrosos.

A la vez que crecen los factores de revolución, se incrementan también los factores de guerra. Las dos superpotencias -ra uRSS y los,EEuu-- mantienerr r¡na mutua y Jesquiciada disputa por La hegemonfa del mu-ndo, que conduce itrr"ituUiemente al estallido de la III Guerra Munctiai. Todo el planeta está conmovido, los océanos, los continentes, el espacio extérior, son para ellos uri i.rg* donde instalar su maquinaria de guena, loé pueulos y los puirr, de ñ"ones su rivalidad. En ellos reside el foco dé guerra. cuanio h lücha revo_ lucionaria de los pueblos más reduo. r,r"rrpacío tle ¿ominio, más salvajes se vuelven sus afa¡les de dominación. Corno dos besiias enloquecidas compiten en una política de agresión, expanrion, in.i.*rn. ción y subversión contra todos los p,rJbtor y países. Effios son ros principales enernigos de toclos los pueblos de lá i¡erra. De las dos, EEuu después d; la derrota de [nclochina, está en retro-ceso y se encuentra a la defensiva estratégica. Intenta réordenar sus fuerzas y proteger sus dominios. Mientrás, Ia unión soviética, está en expansión y a tra ofensiva estratégica y branra por un nuevo reparto del mundo. De las dos, es !a uRÉs ei enemigo -,a, p"[igro_ sro, y no sólo p*ra los pafses que están aplastados ba3á su bota, sino para todos los países del mundo. Existe en la acturalidad una situación similar, en cierto moclo, a ,ta de los años 30. La Alemania nazi, el Japán y la ltalia fascista no ilran quienes *á-t colonias poseían, ni quienes explotaban en mayor ¿:'ado a los pueblos del mundo, éstos éran, por el contrario, trnglaFrancia y EEUU. sin embargo, en lai potencias fascistes esta-terra, ba la principal fuente de guerra y ellos eran il enemigo más peligroso de todos los-países y pueblos. I-os acontecimientoi posteriores se encargaron de demostrarlo. Mientras preparan la guerra, las dos superpotencias, no dejan incansablemente de habla' de paz. Mientras *ar r. ur*urr, más ruido hacen con protnesas tle desarrne. También en esto está la uRSS a la cabeza. Esperan así mantener indefensos a los países y adorme_ cidos a los pueblos. Tienen para este propósito utr iliado iarticularrnente valioso en los partidos revisioniitas. Incesantemente estos

I¿ situ¡ción internacional

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partidos intoxican al pueblo y a los obreros con "teoríast' sobre la imposibilidad de la guerra debido a la "enorrne capacidad de destrucción de los armarnentos existentes, que destruirfan incluso a quienes la provocaran". Contribuyen así decisivamente a los desrgnios de las superpotencias y llevan al pueblo con los ojos vendados al holocausto de la guerra interirnperialista. Lo que la teoría marxista-leninista enseña sobre etr imperialismo, y la historia de este siglo ha demostrado has'ta la saciedad, es exactamente 1o contrario: que ias guerras interimperialistas son inseparables del sistema imperialista y que éstas no pueden ser etrirninadas sin elirninar las causas que las provocan, es decir, el propio impeialismo. Esta es una ley científica y su curnplirniento es independiente de tra voluntad de los-hombres. L,os partidos revisionistas conducen a sus pueblos indefensos y maniatados. atr rnatadero. Fonrman un'fe'ente úruco Lo rnás amplio poslbl.e contra las dos superpotentcias es la p.olftica uevoluclonarr.a c{ue corresponde a tros intereses deL pronefuiado nnter*naclcna!. Unicarnente a través de ella es pcsibie aplazar el estaliiclc de h HI Guerra fulundiatr y conseguir que los pafses y pueblos del mundo estén, cuando esto ocurra, en condiciones m.ás favorables. X.a f¡¡erza ¡principaX de la lucha contra en lrnperianismo, el colonianlsui'io y el hegerncnisrolo la constituyen tros países y pteeblos del

Tercer Mundo. Ellos son los más oprimidos y explotados y los que ofrecen una resistencia rnás solidaria y enérgica. tr-os países Cel Segundo Mundo son fuerzas unibles a la lucha antihegemonista ya que, si bien hacen todo lo posible por mantener su exptrotación y su control sobre los países del Tercer Iúundo, a su vez sufren la inten-ención, la amenaza, el control y atropello de las dos superpotencias. La clase obrera de los países del Segundo Mundo, al tiempo que lucha por liquidar na opreslón y la explotación de la burguesía monop,olisÉa de su país, Éiene que Íevantar Ia banctrera de ia independencia nacionai y colocarse en prirnera fiia Ce na lucha antihegemonista. Esta es tra lfnea de clase clel proletaiiaclo en la lucha internacional. Su base es la Teoría de los Tres illundos formulada por Mao Tse-tung en 1974, que es una síntesis cientlfica de la situación estratégica en los tiempos actuales. I-os partidos marxistas-leninistas tienen que partir firmemente de ella, tanto al analizar la situación in-


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Documentoó

dd I Congreco de Unificación Comunista de España

ternacional, como al trazarse la línea de actuación en su propio pafs.

El frente mundial contra el hegemonismo va tomando cada vez una forma más deñnida. Atlf donde la lucha golpea a una superpotencia, introduce la otra su hocico ofreciendo toda clase de "ayudas" y tratando de pescar en rio revuelto. Pero sus métodos de chantaje económico, subversión política y agresión militar cada vez los delos aislan más. AI actuÍu así, involuntariamente, senmdscaran crean fuerzas de resistencia aún más poderosas y sientan las bases para su propia desaparición.

y

Eurotecnolópa Occidental. Allí se concentran los recursos industriales, gicos y cientlficos que la burguesfa socialfascista soviética n¡ira con gula y necesita vitalmente para sus designios de dominación del Planeta. Pero siguiendo una táctica de cerco, los socialimperialistas, han convertido Africa en su principal teatro de operaciones. Esperan rodear a Europs, yugular sus arterias vitaies de aprcivisionamiento de materias primas y energía, para, mientras dure \a paz, hacer más imponente su presión, cuando estalle la guerra, estrangularla en poco tiempo. La URSS ha sembrado Africa de soldados mercenarios cubanos y "consejeros rnilitares" rusos y está desplegando allí su rnás ambiciosa ofensiva " Azuza a unos países contra otros, siembra cizaíta y divide a los pueblos, los lanza a la guerra y se infiltra a través de ella. Esta ha sido su actuación en Angola, en el conflicto Etíope-Somalf, en los repetidos intentos de invasión del Zate. Al tiempo realiza convulsivos esfuerzos por introducirse alll donde los pueblos luchan con las affnas en la mano -como Rodesia, Namibia y Atrica del Sur- contra los regímenes racistas tfteres del imperialismo yanqui o, como en el caso de la heróica lucha del pueblo Saharaui, por su independencia. En otros lugares busca colarse con la añagaza de las "ayudas" económicas. Pero ya empieza a recibir bofetada tras bofetada y sus siniestras intenciones son cada vez rnás transparentes. Han tenido que salir por la puerta falsa en Egipto, Sudiin, Somalia, y los pueblos africanos los van conociendo como socialistas de nombre pero imperialistas de hecho. En Iberoamérica los yanquis intentan reordenar sus filas. Proyectan reconvertir las sangrientas dictaduras fascistas, que ellos mis-

El punto neurálgico de la disputa de las superpotencias

es

mos han impuesto, en regímenes pseudodemócratas más resistentes a la revolución. Desean repetir alll el "experimento español". Pero la presión popular es cada vez más fuerte: Bolivia, Guatemala. Argentina, UrugUay, Chile... son escenario de un creciente y poderoso movimiento por la libertad y la independencia, que en algunos casos ha tomado ya la forma de lucha armada; y cada dfa amenazan más con desbordarse los cauces trazados por los "proyectistas" yanquis.

Oriente Medio, ambas superpotencias hacen sabotaje por mil medios contra la guerra sostenida por los países árabes y el pueblo palestino contra la agresiÓn israelí. gn Europa Occidental, las burgueslas monopolistas de estos países se debaten entre la capitulación y el miedo. Capitulacionismo ante el imperiatrismo yanqui, abriendo cada vez más las puertas a su control militar y económico y entregando su soberanía. Capitulacionismo ante el socialimperialismo soviéti.co prestando oídos a sus engaños de distensión y dirnitiendo de hacer los esfuerzos necesarios para enfrentar su invasión. ldiedo ante el rnovimiento obrero y popular, cuyo control poe" parte de los socialdemócratas y revisionistas es cada vez más dificultoso. Miedo, que les lleva a tomar progresivamente medidas de tipo fascista que restringen y eliminan las rnás mínimas libertades democráticas. El pafs más "adelantado" es sin duda, en este aspecto, la República Federal Alemana- En el momento actual son los partidos socialdemÓcratas, bajo el patronazgo de Willy Brandt, los representantes más calificados de los intereses yanquis en Europa,y al tiempo son los que mantienen una posición más desfalleciente respecto a la cuestión clave de la defensa áe h independencia nacional. I-os Soares, Gonzále4 Miterrand, Callagan, Keisky son, no sólo vendeobreros a sus capitalistas, sino, principalmente, auténticos vendepatrias a las dos superpotencias. Existen, no obstante, en los países europeos ciertas tendencias antihegemónicas que, aunque hoy no son dominantes, el proletariado debe apoyar y alentar. En los palses sojuzgados de Europa Oriental, la burguesla burocrática soviética ve con pánico como crecen las luchas obreras y aurnentan los movimientos de resistencia patrióticos, y como' incluso en la misma metrópoli, nace la rebelión obrera y se extienden los combates contra el régimen socialfascista y por la libertad de las nacionalidades oprimidas.

En


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*q{nentos

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Í Congreso-de Unif¡cacién Comunista de

España _

Por otra parte? en el corto espacio de poco más de una decena de años, ha nacido y se ha desarrollado un. cada vez más, poderclso movimiento marxista-leninrsta mundial que se extiende ya a todos los países y obtiene de día en día maycires éxitos. En algunos lugares, como en Camboya, los marxistas-leninistas han derrotado militarmente a una de las superpotencias, han ce.rrado a cal y canto la puerta a la otra y ya han comenzado la construcción del sociahsmo. En otros, los marxista-leninistas encabezln ya una guf,ffa popular contra los enernigos del pueblo, tal es el caso de Filipinas, Tahilandia y otros países de Asia y América Latina. En otros, los partidos marxistas-leninistas enfrentándose a mil dificultades son ya una t'uerza indestructible. Estos irechos son ocultados sistemáticanrente pc¡r el revisionismo y por la prensa imperiábsta que ve en el naeimiento y desarrollo del movirniento munciial marxista-leninista la más grave arnenaza para su existencia" Pero el rnovimiento marxista-leninista mundial crece y, teniendo la [tepúbiica Pcpular China cCImo zu principal base de apoyo, es hoy ya una luminosa realidad. ¿Cómo inciden estos factores en nuestro país?

For una parte, a causa del avance de las luchas de los países y pueblos del Tercer Mundo y a causa de las propias contradicciones intrínsecas al sistema imperiaLista, el campo de países bajo el conirol del imperialismo yanki sufre la rnayor crisis de su historia" Si iiien la crisis alcanza a todas las esferas: a lo polftico, a lo ideológi( e, a 1o militai', tiene ahora mismo su manifestaci,ón más aguda en lo ccouómico. Los países capitalistas se están vienelo invadidos por "el"ridentias" que crefan desterradas de str realidad desrJe el fin de la 'tl Guerra Mundial, El paro, la inflacción descontrolaila jr:nto con ei estancamientc'' económico, el endetrdarnientc exterior, la a¡larición de focos de miseria e incluso tle hambre han heclio acto de presencia en los pafses del Segundo Mundo. Ante esta situaclón, caila una de las burguesías rnonopohstas de ia cadena imperialista bajo la he, gemonía yanqui intenta sacudirse la crisis tlescarganda sus efectos sobre las burguesfas motlLrpolistas rnás débiles, sobre los eslabones y frágiies de la cadena imperialista" La burguesfa rnonopolista española está e¡r el ftirgón de cola de los pafses del Segundu Fh¡riclo. Su n¡argen de maniobra económico es prácticamente inexistente. La crisis actual está significando un aumento vertiginoso del control irnperialista sobre la eaonomía más retrasados

I¿ situación internacional

2l

española, incluso las parcelas decisivas que la oligarquía se reservaba

para su uso exclusivo, como son las finanzas, han tenido que ser abiertas al control directo de los monopolios yanquis. Las consecuencias están alaluz: sobreexplotación parala clase obrera, aumento del paro y la miseria para todos los trabajadores y endeudamiento y ruina exterior para todo el país. Los economistas al servicio del reformismo, e incluso a veces algunos marxistas-leninistas, cuando se plantean el problema de la crisis endémica que vive la economfa de nuestro pafs suelen marcar, en el colmo de la "audacia", como fuente de los males el dominio de los monopolios "nacionales" sobre la vida económica del país y pueden llegar a proponer, incluso, su nacionalización. Suelen olvidar el aspecto principal de la crisis, la dependencia del '1agón español" con respecto a la 'locomotora yanqui", y por tanto no dicen que mientras "el vagón no sea desenganchado" inevitablemente nuestro destino es 'ladecer traquetreos y tragar carbonilla". Por otra parte, el centro de la disputa de las dos superpotencias se está desplazando cada vez más a los alrededores de la Península. Cada una de ellas "refina" sus planes y afila sus instrumentos para dominar a España. La clave de los planes de los EEUU, al tiempo que se apodera más de nuestra economía y hace casi inexistente nuestra soberanía, está en aprisionarnos plenamente en su maquinaria militar europea: la OTAII. Ahí nos podrfan sacar aún más provecho. Los soldados españoles serían destinados a primera línea como carne barata contra las tropas soviéticas. El territorio español sería utilizado aún mejor como almacén atómico, capaz de distraer hacia él los misiles soviéticos cuando estalle la guerra. A fin cle lograr este objetivo de primera importancia para ellos, los grandes capitalistas americanos no regatean las más fraudulentas presiones sobre los medios de difusión y sobre líderes del PCE y PSOE que aún mantienen una débil resistencia ante sus planes. La Unión Soviética, a su vez, se abalanzacon verdadera codicia sobre España y está haciendo un despliegue de medios y de argucias para clavar aquí sus garas. Intenta montar partidos sucursales de la KGB como el PCOE, el PCE VIII y XIX Congteso y otros, refuerza su influencia en el PCE, infiltra a sus agentes en las filas de otras fuerzas políticas y sociales, monta la subversión y presiona internacionalmente de forma criminal sobre parte del territorio del


Dccu:nentss dd I

de Unificación C-omunista de España

pueblo de ias nacíonalidacles de España, como en el caso de Canarias. si los principales apafatos de los que se valen los yanquis para dominar nuesiro pueblo son, por este orden' el Ejército, la UCD y la mayorfa de los dirigentes del PSOE, el 5ueño dorado de la burguesfa socialfascista sovif rica sería disponer de una fuerza política a su servicio que ejerciera un cc¡ntrol dominante sobre la clase obrera, una fuerza que pudiera en su clía allanarle el terreno para dominar a España.

por tanto la política de frente rlnico contra el hegemonismo y la guerra se tracluce, en nuestro país y en la actualidad, en una política áe frente unido contra el imperialismo norteamericano y la oligarquía financiera y terrateniente. A la vez nuestro partido debe intenrifi.ut su acción para desenmascarar y anular los intentos soviéticos de infiltrarse e intervenir en España. La situaciÓn internacional, pués, no sÓlo es buena en su conjunto, sino gue incide de forma muy favorable para el desarrollo de la revolución en nuestro país. Las dos superpotencias parecen terroríficas y capaces de impedir cualquier cosa que vaya contra su voiuntad; p.tó, t"*o senálaba Mao Tse-tung, "su fuerza está por debajo de su voracidad'n, las dos están sentenciadas y no van a tener núen ñn. El porvenir es de nuestro pueblo y de todos los pueblos ¿el mundo porque "o bien la revolución detiene la gUerra, o bien la guerra hace estallar la revolución".

[,a situación nacional

La situación en nuestro país ha sufrido una profunda transformación. La oligarquía financiera y el imperiali$no yanqui han dado cima a su proyectó: cambiar de régimen político pafa garantizar la continui¿a¿ de zu Estado. Acosado por las luchas populares, des-

prestigiado, aislado externa e internamente, el Régimen Franquista óra un instrumento de dominio cada vez más frágil. Los enemigos del pueblo comprendieron la necesidad de cambiar de estrategia. El Régimen Fascisia ha sido transformado en un Régimen Democrátib,.rrgués. Et gran capitat ha pasado de valerse principalmente del -principalmente del engaño para continuar ejerciendo "o terror a valerse su dominio. No se pueden entender los acontecimientos ocurridos en nuestro país si no se los sitúa dentro de los nuevos planes del imperialismo yanqui para etr Sur de Europa. Estos consisten, desde comienzo de los 70, en sustituir los fascismos meridionales por regímenes democrático-burgUeses, más o menos endurecidos, que pueden integrarse plenamente y reforzar los sistemas de alianzas militar y econólnica bájo su hegemonía en Europa Occidental. L,a caída del iascismo en Portugal, en Grecia y en España está colocada en este marco, determinada por é1. La alternativa actual de los enemigos del pueblo, el imperiaüsmo yanqui y la oligarquía financiera, es la con-


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lg*s¡e*g

rid I (bSgresg de

Y.nif¡cedón

Comunistede España

".-

solidación de un Rágimen Llemocrático Burgués plenamente integrado en el siis;ler¡ra cle alianzas militares bajo hegemonía yanqui (la OTAN) y piename¡ite vinculado al club monopolista eufopeo (Mercado Comúni. Hoy, el centro medular de esta alternativa, la clave de la bóveda de la nueva forrrra dc dominación, es la l\4onarquía. En la figura de Juan Carlos de Borbón confluyen un complejo sistema de relaciones entre los intereses irnperialistas y las distinias fracciones oügár-

quicas, entre los viejos aparatos franquistas (militares, burocráticos...) y los ni.revos aparatos democrático-burgueses (partidos...) que le otorgan una función arbitral de muy difícil sustitución en un futuro inmediáto. La forma rnonárquica es, ahora mismo, la piedra angUlar det proyecto oügárquico-imperiaiista. Juan Carlos de Borbón es sobre todo la cabeza del Estado Franquista que continúa intacto y la garantía de su continuidad. De ahí ei consenso general sobre que "la monarquía no es negcciable" (no es negociabie ¿pcr quién?) y ia reciente adve¡'tencia del Jefe del Estatlo Mayor del Ejórcito: "intervendremos cuando nos diga que está en peligro (la institución monárquica) qtiién nos lo tiene que decir (el monarca)" Toda la acüividad y la energía de las dbtisrÉas fuerzas del. gran eapital con actuaciones en apariencia tan diversas, tienen un ob.ieti,vo único y comíln: consolidar el nuevo Régimen &emocrático Surgués bnjo su forr,ta *rorrárquica, consolidar Ia nueva forrna de dominación de la oLigarquía y el imperialistt?.o. Los protagonistas de la crisis del fase:ismo, el autérrtico "motor del cambio", l'lan sido las rnases PoPrllares' sue luchas, su combatividad, lo han puesto en quiebr'¿ definitiva. han llevadc a la ollgarquía al convencirniento de ia necesiclad cle pasar del "terror al eitgaño". Es el pueblo, sr¡ .¡c,lul:tad decidida de conqttistar la libertarl, el que en todo el prcl*eso ha errpuiado siempre mucho rnás lejos de lo preüsto inicialmeitte por los "prograniadcres" de la sustituciÓn. Sectores cada vez: más extensos de las rnasas iratrajadoras y de la pequeña burguesia se han sr-rntadc¡ a la iucha pcr ia iii¡ertad y el pan, formando un;i r:orriente continuada, tenaz, persistente, que al avanzar ha ido tr¡rrantio couciencía de su propia fuerza; ha visto córno sus enemigos de primel plano, los fascistas se veían obligados a ceder una tras otr-a *is posicit;¡res sin que tuvieran facultades ¡tara in-

situación n¡cional

2S

fringir nrnguna derrota significativa, para hacer retroceder o detener, por la fuerza, el movimiento popular. Fero el rnovlnnien'Éo popunar antifascista ha carecido de una, direcció¡¡ revolucionaria. El prcletariado no ha sido capaz de dirigirlo. Las luchas del pueblo han mantenido un carácter espontáneo o

semiespontáneo, aunque a veces -Vitoria- extraordinariamente combativo. Es por esto que la burgtaesía rnonopolista ha podido ir encauzando, mal que bien, la creciente rebelión popular hacia sus propios fines, bloqueando la profundización revolucionaria de la crisis. De la ruptura a la ruptura pactada, de la ruptura pactada a la ref,orma consentida. Esta ausencia de ta dirección del proletariado revoluciomario de [a escena política en La caicia deÍ fascismo, que se da junto ai coraje y heroisrno Cespiegago portras masas obreras, tiene por causa ft¡ndannentatr tros erros'es potrfticos y la debüidad organtzativa de las nacientes fuerzas r¡nan<i.stas-leninistas; errores que han sido domina"ntemeilte de derechismo, y han tenldo, con disti¡rtas manifestaciones, un denon:,reaef$í' común: subordinar tras posiciones rer¡cXucior¡arias a ias ref;orm.istas y rernsiorustas. Este error ha tenido gran func,or'úanela a ia hora de cl.ue ei gran oapital pucliera 'ocontrolar" el ciemu.mbe detr fE'anquisr,no y ha contribuidc al auge acfual de Los partldos i"eformi.süas y nerrisioriistas, inexistentes -FSOE- o en pleno retroceso -PCE- a principio de nos años setenta.

La cul¡:ninación de la nueva estrategia de la clase dominante ha supuesto un reajuste de las relaciones entre la oligarquía y el imperialismc, un cambio radical en el papel que tienen que cumplir los diversos partidos y una rnodificación en la actitud de las distintas clases que fonnan la sociedad española. Todo esto rnarca url nuevo período de la lt¡cha de cla.ses en España. En controi ecoaórnico, político y militar del impenalismo yan: qui se tra hecho mu.cho rnás profundo. I"a crisis económica mundial tiende a desplazar a Espa5a cada vez más como un país frontera entre el Segundo h4undo y el T'ercer Mr¡ndo. I-os dos pivotes sobre los que se ha sostenido el despegue econórnico español -turismo y emigración- se han ido al traste. Los sueños'de los oligarcas españoles que durante los años 60, a la sombra de la euforia que vive esos años la economía imperialista, realizan tímidos conatos de exportanción de capital están definitivamente archivados. La realidad hoy del


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_9:r*rrg!go dd

I

9c,ngrery

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Uniñcadón CoTunista de Espana

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país es un crecirniento negativo, el índice de inflacción más alto de Europa, un amen azante miilón y medio de parados y uno de los endeudamientas exteriores más grandes del mundo. La otgarquía ha tenido que ceder st¡. último reducto independiente: el control exclu. sivo de los c:entros de financiación. I-a inminente instalación de los ' grandes bancos imperialistas en nuestro pafs señala un salto cualitativo en el grado de depenclencia respecto al innperialisrno. El cambio de régimen se ha hecho en medio cle un vendaval externo e interno, la oligarquía ha entregado como tributo al sostén recibido los últimos restos de zu autonomfa económica. Y necesariamente, junto a este aumento de la dependencia económica ha crecido el control político, la infiltración policíaca y el dominio militar. Nunca la soberanía nacional había sido una palabra tan vacía. La entrega clel Sahara por imposición de Kissinger, la designación de Suárez por la embajada estadounidense, la "presentación" de Juan Carlos de Borbón ante el Congreso de los EEUU, los viajes de pleitesía de González, Carn\lo y Mtigica buscando el "placet" del Departamento de Estado y del Fentágono, son algunos de los hechos más trlamativos que manlfiestan donde ha ido a parar el centro de decisiones sobre nuestro destino. Con sarcasmo se dice en las Cancillerías extranjeras que paÍa hacerse una opinión sólida sobre los asuntos de España es preciso dirigirse a la Enrbajada Americana en Madrid. , A su vez, aprovechando la crisis nacional, la otra superpotencia, como ya hemos visto, ha comenzado a introducirse ya decididamente en nuestro país.

La nueva situación ha supuesto un carnbio radical en la agrupación y el papel que han de cu.mplir las distintas fuerzas políticas. Los franquistas declaraclos, los Fragan los Silva, han sido relegados a un tercer plano. La "operación monárquica" se apoya ahora mismo sobre dos pies: el aluvión UCD compuesto por cuadros franquistas vergonzantes y el tánclem formado por PCE y PSOE" La contradicción entre estos dos tiltimos partidos y las fuerzas fascistas reconvertidas se ha esfurnado. De oponentes moderados han pasado a ser fntimos colegas" El PCE y el PSOE son el fuste de la nueva situación. Es su actuación la que ha h.echo posible la transición "del terror al engaño". Se puede decir que el gran capital se sirve hoy de UCD para gobernar, de PCE y PSOE para engañar y como siempre

I¿ situación nacional

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del Ejército y de la policla pua "prevenir". El PSOE y el PCE se han convertido en piezas maestras de la democracia oligárquica. Los dirigentes de estos partidos se han lanzado a una sistemática, experta, eficaz y planificada campaña para

atomnar, desorientar y desmovilizar al movimiento popular. "I-os objetivos están curnplidos, este es el final del trayecto, a votar y a casa" vienen diciéndotre rnachaconamente al pueblo ante cada fogonazo de na ira popular; en Euskadi, en Andalucía, en Canadas... acuden las rnaquinarias del FCE y- del PSOE ya abiertamente como un "seryicio de bomberos'u. Todos los irnpulsos revolucionarios del pueblo son conducidos, por los "apagafuegos" González y Carrillo, al pozo sin fondo de las ftramantes instituciones parlamentarias. Toda su actuación tiende a encarcelar la revolución en la jautra de los mecanismos constitucionales. El carácter de clase de estos partidos (de la política que marcan sus dirigentes, en abierta contradicción con los intereses objetivos de su base militante, y de su clientela electoral), su carácter pro-oligárquico y pro-imperialista, su naturuleza de fuerzas de reserva de los enemigos del pueblo, ha quedado en este corto espacio de tiempo sobradamente demostrado. A partir de las elecciones del 15 de Junio, a partir de su victoria electoral, es cuando su verdadera catadura aparece ya violentamente a la luz del día. El 15 de Junio estaba progxamado para ser un refrendo rnayoritario a Suárez, se pensaba repetir el "caso griego" donde el tríder derechista Karamanlis obtuvo un 60 por ciento del voto popular y un 75 por ciento cle los escaños parlamentarios. Pero el t 5 de Junio ha sido una sorpresa. A pesar del dominio de la televisión, la radio, la prensa, la administracción; a pesar de eliminar casi cinco millones de electores entre emigrantes y jóvenes (cerca del 25 por ciento del electorado) a pesar de las cacicadas y pucherazos en las pequeñas ciudades y en los pueblos: AP y UCD sumados no llegan al 45 por ciento. Lo que se suele entender por izquierda gana en todos los centros vitales del país. En Cataluña sobrepasa el 65 por ciento, en Euskadi, el País Valenciano, Andalucía y Asturias saltan ampliarnente el 50 por ciento. Fara continuar con el camino emprendido hay que cambiar de planes, abandonar el "modelo griego" y recurrir apresuradamente a una versión "sui generis" del modelo italiano. El objetivo es el mismo: consolidar la democracia burguesa bajo forma monárquica; pero los protagonistas ya han de ser otros, PCE y pSoE


Docume¡rtcs det I Co

de Unificación C.o¡nunista de España

pasan a prfuner plano. La situación a fiñales de verano del 77 es difícil, se comiertza a hablar de bancalrota, se prevee un otoño obrero más que tonnentoso, las manifestaciones de protesta popular vertetebradas en torno a la cuestión de las autonomías toman una tinte amenazante, la bosa se va a pique. Entonces como por ensalmo aparece la tabla del náufrago, el Pacto de la Moncloa. El Pacto de la Moncloa es un paso decisivo en la nueva alineación de las fuerzas políticas. PCE y FSOE pasan de "colaborar desde fuera" a convertirse en agentes directos de la política de la burguesfa monopolista. Et Facto es el primer peldaño hacia la constitución de un "comité ejecutivo" clel gran capital,'formado conjuntamente por UCD, PSOE y PCE. Carrillo se permite hablar de la creación de

"supergobierno". Los objetivos de esta alianza son en lo político "estabilizar la situación", esto es: consolidar la Monarquía, consoüdar la alternativa oligárquica. En lo econórnico "sanear la

un

economía", esto es: racionalizar el sistema de capitalismo monopolista, ladear el capital especulativo, eliminar gran número de pequeñas y medianas empresas, liquidar las reminiscencias feudales en el cÍrmpo y prescindir de la ineficiente burocracia fascista. El objetivo de esta tipte alianza es hacer aún más omnímodo el dominio político y económico del gfan capital sobre España. A lo largo del año los objetivos se cumplen a pesar de la brutal rebaja salarial, del gigantesco ejército de parados, incluso de la aparición del hambre en algunas zonas rurales. Los últimos meses son uno de los perfodos de menos conflictividad laboral desde hace años. Las manifestaciones remiten. PSOE y sobre todo PCE demuestran que han adquirido el suficiente grado de influencia y control sobre tras masas trabajadoras para inmovilizarlas. Otro aspecto del problema que ha hecho posible, de momento, una solución favorable a los intereses oligárquico-imperialistas es la inexistencia de' una alternativa revolucionaria consistente que de cauce al descontento popular. No existen más que dos clases capaces de hacerse cargo dei destfuro de España: el proletariado revolucionario y la burguesía monopolista, y en torno a una de ellas, con mayores o menores vacilaciones, se han de agrupar el resto de clases, capas y sectores sociales. La ausencia de una alternativa revolucionaria consistente encabezada por el proletariado, por su Partido, alrededor de la cual puedan irse uniendo las clases y sectores populares, las fuerzas políticas y sociales que las representan, deja "ciegas" las luchas de las masas y hace

La sioación n¡ciond

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bascular a todas las clases, con más o menos matices, hacia el terreno de la alternativa política de la oligarquía y el imperialismo. Habiéndose producido el cambio de Régimen bajo estas condiciones, la actitud de las distintas clases viene condicionada por ellas.

Dentro de la oligarquía financiera se han producido algunos cambios, los sectores más depedientes del imperialismo yanqui, a la sombra del aumento del control de éste, han conseguido una mayor influencia, mientras que el capital especulativo -nacido, crecido y amparado bajo el Régimen Franquista- y los sectores latifundistas están siendo arrinconados. El grueso de la burguesfa no monopolista tiende en la mavor parte a refugiarse en UCD e intenta que este partido tenga en cuenta sus intereses; dos excepciones las representan las burgueslas medias de Euskadi y Cataluña, que aprovechando el marco nacional y sobre la base de una rnayor fortaleza económica y una mayor "organicidad" han logrado poner en pie dos partidos'que representan sui intereses: la Convergencia Democrática de Cataluña y el Partido Nacionalista Vasco. Estos dos partidos son dos muestras ejemplares de cu¿íl es, ahora mismo, la actifud de esta clase: por un lado regatean con la oligarqufa e intentan sacarle el máximo de concesiones, chocando a veces abiertamente con ella -caso del PIrtV-, pero a la vez son incapaces de vertebrar y ofrecer una alternativa diferente y acaban por ir a regañadientes ala zaga de las fuerzas prooligárquicas. La pequeña burguesía de la ciudad y el campo es la clase más desorientada, dividida e inestable ahora mismo. La carestía, la reducción de los créditos, la inflacción etc. la están castigando severamente. Se ve condenada a la ruina y a la extinción e ideológicamente carece de un "cemento" de unión -disminuida la inflqencia de la Iglesia- capaz de vertebrarla" Asediada por las demandas de los trabajadores y exprimida por la política económica del tandem PCE-UCD-PSOE está fragmentada y toma los caminos más contradictorios, buscando amparo en una gama que va desde AP al PCE. De nuevo esta clase toma un cariz específico en Euskadi y Cataluña. €n Cataluña, con una larga y potente tradición histórica detrás. la Esquerra, buena parte de la pequeña burguesfa se ha congfegado e intenta hacer suyo el '?artido Socialista de los Catalanes", habiendo establecido una verdadera pugna con la dirección central del PSOE y tratando de imprimir una orientación revolucionaria al socialismo


[¿ situación nacional

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Docurnentos

dd I Congreso de Unificación Comunista de España

catalán que el grupo de Felipe González no puede admitir. En Euskadi la pequeña burguesfa nacionalista ha construido una fuerza política propia, los abertzales, con una orientación firmemente revolu-

cionaria y con un notable apoyo de masas, particularmente en Guipúzcoa y Yizcaya, introduciendo un factor en el panorama político vasco que no es asimilable por la "tenaza" monopolista UCD-PSOEPCE y alterando asl toda la correlación de fuerzas. La inmensa mayorfa de los obreros industriales, de los trabajadores asalariados y de los campesinos pobres y jornaleros se encuentran, ahora mismo, bajo la influencia de las maquinarias del PCE y del PSOE. Sin embargo, en el corto espacio de un año de "consenSOS", "MonClOaS" y "cOnstituciones mOnárquicas" el desencanto por la actuación de estos partidos se ha extendido enorrnemente, son muchas las deserciones de luchadores históricos del PCE al tiempo que crece a costa de pegueños burgueses "demócratas", y en el PSOE aparecen y toman cuerpo corrientes revolucionarias cotno la de Pablo Castellanos. Hay que señalar también que si el PCE y el PSOE disponen de una influencia inmensamente mayoritaria del pueblo trabajador, al mismo tiempo la ideología reformista -socialdemócrata y revisionista- no ha calado con profundidad en las masas asalariadas, que tienen detrás la memoria histórica de nuestra Guerra Nacional Revolucionaria y de la salvaje represión de cuarenta años de fascismo. Pero este desencanto difícilmente puede cristalnar en otra cosa que desesperación o absentismo cuando "a la izcluierda del PCE" no ven otra cosa que rencillas y atomización.

En resumen: la oligarqufa y el imperialismo llevan ahora la iniciativa, la situación les es favorable. Han itnpuesto una salida al fascismo conveniente a sus intereses. Han mantenido intacto lo sustancial del Estado Franquista. Han "recuperado" al PSOE y al PCE como colaboradores activos para sus proyectos democráticos. Han roto el movimiento antifascista atomizando, desorientando la línea revolucionaria que existía dentro del mismo. Han logrado fonnar un "frente constitucional" al servicio de su alternativa política que tiene una influencia dominante entre las masas, un verdadero muro tle contención donde se estrellan los impulsoS revolucionarios del pueblo, y en el movimiento marxista-leninista dominan unas posiciones derechistas que tienden a favorecer al revisionismo. Todos estos hechos trabajan a su favor.

3l

Per6 a la vez, el carácter explosivo de las contradicciones sobre las que se asienta la sociedad espailola, la crisis general de la cadena imperialista yanqui en la que España es uno de los eslabones más débiles, las tradiciones revolucionarias de nuestro pueblo. la combatividad de las masas, el flujo continuado de sus luchas, la existencia de numerosos partidos revolucionarios, ahora mismo dispersos pero que sin duda forman el escuadrón popular más potente de Europa, el empeoramiento continuo de'las concliciones de vida, la influencia, dominante pero poco sólida del revisionismo y el reformismo, el carácter "inasimilable" que está adquiriendo el problema de alguna de las nacionalidades oprimidas, la fntstración creciente de la pequeña burguesía y el campesinado, son hechos que trabajan en su contra, y son hechos de tal gravedad que les ha llevado a las puertas de una fórmula política sin precedentes en Europa, salvo la crisis portuguesa, desde el fin de la II Guerra Mundial: la formaciÓn de un Gobierno de Salvación Nacionat; el Gobierno de Concentración de S. Carrillo, del que la política de "consenso perrnanente" es una puesta en práctica limitada. Sin embargo, vista en su conjunto, la correlación de fuerzas es favorable a la oligarquía. La gran burguesía puede ir sorteando una tras otra las acometidas populares porque tiene todas sus fuerzas unidas en torno a un proyecto común y enfrente no tiene más que los estallidos espontáneos de desesperación de las masas y la división, y a veces incluso el enfrentamiento, de las fuerzas obreras y populares.


I¿ situación de nue¡tro partido

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La situación de nuestro partido

La situación de nuestro partido es muy buena. Mantiene férreamente la bandera roja del proletariado revolucionario, la bandera del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y su posición ante el revisionismo es aún más firme en momentos de ascenso del oportunismo de derechas. Se ha templado en las dificultades y ha sabido surgir de ellas con redoblada fuerza. En el breve plazo de año y medio ha remontado grandes obstáculos y ha obtenido magníficos resultados. La ola de desánimo, e incluso de abandonisrno, que ha invadido a muchas fuerzas revolucionarias y marxistas-leninistas, fiuto del individualismo y del reformismo que potencia la nueva situación, no nos ha hecho mella. Por el contrario, nos hemos extendido a numerosas provincias y a distintas localidades, el número de camaradas se ha m¡¡ltiplicado por más de diez y en su gran mayorfa son ahora de origen obrero o campesino. Han surgido muchas decenas de cuadros llenos de vitalidad y entusiasmo y cada vez con mayores conocimientos de marxismo-leninismo. Las organizaciones del partido tienen más profundas raices en el pueblo. Nuestra propaganda se ha regularizado y ha elevado notablemente su calidad. Se han creado las juventudes y están floreciendo y desarrollándose, son ya una espléndida realidad. El partido ha restañado las heridas causadas


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Documentc dd I Congreco de LJniñcación C-omunicta de España

por la lfnea oportunista y fraccional y ha aprendido de sus errores izquierdistas, forjando en estos dos combates una unidad más sóüda que nunca. El nuevo Comité Central es un firme núcleo dirigente formado por los camaradas que más han destacado por su lealtad a la revolución, por su férrea posición de clase, por su fideüdad y entrega al partido, su ligazón con las masas, sus buenos conocimientos del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y su firmeza en el combate a la lfnea oportunista y fraccional. Sin embargo el partido no ha sabido aprovechar plenamente las poqibilidades de actuación legal y semilegal que ofrece la nueva situación con la suficiente rapidez, agilid¿d y energla. La 'Circular de Marzo" no se ha aplicado consecuentemente. Se ha mantenido en gran parte la "inercia" de la sifuación anterior. Farejamente no se han organizado bien las condiciones de clandestinidad correspondientes a las nuevas condiciones, desarrollándose en los hechos prácticas liquidacionistas que tienden a poner en manos de la policía toda la organaación del partido. No se ha prestado la zuficiente atención al desarrollo político y a la dirección de las juventudes y éstas han visto perjudicado su crecimiento y consolidación. En el combate a la lfnea oportunista y fraccional en la organrzación del partido donde ésta centró su actividad se han cometido serios etrores, alternando el sectarismo y la conciliación en el tratamiento, error que ha dañado gravemente el restablecimiento pleno de la unidad del partido durante meses. No obstante, en su conjunto la situación de nuestras fuerzas es muy buena. Si partiendo de condiciones cien veces más difíciles hemos sido capaces de obtener tantos y tan buenos resultados en tan breve plazo de tiempo, el futuro se nos plantea luminoso, podemos "escalar las más altas montañas". Pero los éxitos de ninguna manera pueden ocultarnos la realidad, nuestro partido carece aún de una "sólida organización" que le permita dirigir las luchas populares, elevar el nivel de conciencia y organización de nuestra clase y de nuestro pueblo. Son totalmente insuficientes nuestra expansión y nuestro arraigo entre el pueblo. Es totalmente insuficiente el número y la calidad de los cuadros del partido. Son totalmente insuficientes las bases de infraestructura con las que contamos y aún queda mucha actitud

dtuación de nf¡eetro partido

pequeño-burguesa a este 'Decfa respecto. l¡nin que hacer Ia revolución es organizarra. ro¿o .iñüd" ll"l9 que poner aún mucho mís sus fuerzas grÍü una sórida organización et"uur-r" ,rt" lu¡"tivobn h frente: ..roespacio de riempo posi_ ble"' exrender p"td;' "! tot elevar mucho más rnasas, sus cuadros y militantes,"onocimientos en ót marxismo-leninismo de fortare"", ,,, ,"¡j"¿ y combatir sin cuarter

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a que conquisremos

si quereT.gl "que la porftica de nuestro partido llegue y prenda hasta en los últimos tiñJ*, o" zar' organizar y organizar. .rurrtri nug-uro,, es préciso organi_ tido, organizar en torno atorsaf 7ar erpJrti¿o, organizar en er parpart¡¿o; dar*uchos más grandes saltos en este-terreno rt irpr.sqin{iuie ".ir, que podamos pii" plenamente abordar ras tareas

q*l.Lvorución

nos exige.

Existe pues' una situación internacionar que favorece el ascenso *unJiJ, n*t"urarme'trillq, ..esrabones como España, donde u áár¿¿..ionáéb'es,,, J" r" der sistema imperialista repercute con especial "iri, violencia. Existe un desperi"t poiiiico de las masas der puebro cada aunque desigual arin, más profurd;i;á, vez, llrrrrro y Ia tendencia de este movimiento * ¿es"oouars", Ie conduce a chocar de vez en vez " fue,"l:o; i ;-t"aaa más po'tra ia de la oligarquía y er -con imperiaüsmo- E¡to ;"*ríficas gI;¡ ;";áiri,"nes para Ia progresiva unificación de-los distiniás"fr"ntes ¿e luctra en un amplio frente cornún contra los enemigos oJ puruil ñl; bandera revoruciona_ prorerariado, h áe h d"'"á;cia popurar il'ill1 v er sociade la revoruciói

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revisionismo es aún doffi: lir*T:Xi"Í:r jf:,ti:*.o y ,f J";H?,TI;f, ililT#fi:,*: T:T# "i ll:,;;"il; ,:lt ffi ;3f L:ffiJlf T:"*:*:",1r'^ir;*;ilTÍiTi;1iJ,llil1il1t: á; ñ*ñ;*"ffi;T HI"'J:; ffi,ffi1T;Í*# wr <ruruar perlooo mJ i Tf'##' todos ffilltr; ":"fr:*:, movimientos A"#*1',T,"1%"T1"':,: nuestros ü;f *l:* táctióos va'*ol" lygumullción-á ar ;;; ;; ii"o,o.u r- furour, n,,'i,1,:11,o: I ;1"ff*|l3_[il,:_'":;:TiT-1"1#üf'.l,;'Íf :lTl'ft."':]ff *f ,X: r.:ü1*':i,"1*'i::,*-,:'r:f;;ilñ;üiJiüHft.:1ffiT,|fl: :

n i srn

o:TTil,iil: ;ff tra ::1,i?'#::l*;;'';i.';"ü,ü1?#;ffiil}fl",ff clase y nuestro pueblo.


I¡s t¡reasje

de Unificación C.omunista de España

Debemos deshechar cualquier impaciencia infantil que tanto daño nos ha hecho y realizar un trabajo, concienzudo, tenaz, persistente; un trabajo que no va a obtener resultados llamativos en un futuro inmediato. Existen factores que favorecen a la revolución que responden a cuestiones objetivas profundas; pero existen también poártoros factores en contra que tenenios que vencer- DebeÍnos prepararnos para un protrongado período de acurnuiación de f,uerzas que las.ofensivas vaÍ¡ a tener um carácter parcial, Xocalizatlo. "n "fDiez son las grandes tareas que tenemos que tealizar d.urante este período para acumular fuenas y hacer avanzer la revolttción en Espaia. Todo el partido, cada camarada, debe poner sus fuerzas en tensión para obtener en cada una de ellas grandes resultados.

nuest¡o

p¡rli,lo

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Las tareas de nue¡ho partido

1.-!g9EAB, UNIR Y ORGANIZAR A LAS MASAS POR LA T,IBER.TAq, ryL PAN, LA TIERRA Y T,A INDEPENDEhICIA NACIONA,I Y DAR PASOS FIRMES Y PERSISTENTES }TACIA LA U¡üMAD POPUI,AR.

La lfnea táctica de nuestro partido en la actual fase de !a revolurrr, irente ¿e "*pt¡ó Yd9u4 poputrar con todas las fuerias politicas y sociales susceptibles de luchar contra ra origarquía nnanciera ie*ateniente y et impev rialismo yanqui- Un amplió frente basado en la alianza de las clases populares bajo la dirección del proletariatlo, dispuesto tu.t ., po, la implantación de la República Democretir. popular q,re " garant¡"" la. libertad, el poff,- la tierra y la indepr"¿rnria nacional para el pueblo de nuestro país. Esta es la línea-maestra que guía toda nuestra actividad política en los diferentes períddos de Ia lucha de clases por

ció¡ en España, es la rínea de impulsar y rorjar

los que atraviesa la sociedad española

Hoy en dÍa, rtebido principalmente a la dependencia y

subordinación política y económica de la origarquia at i*p"riuú*o nor-

teamericano y al favorable desarrollo y águái"urión de las contradicciones a nivei mundial, las contradictioies entre nuestro pueblo y sus enemigos principales sufren también, objetivamente, .rriprorrro de agudización- La Monarquía parlamenta.ria ha venido a nacer en


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,D,ocumenlr

dd I Congreco de Unifrcación Conrunista

de España

un momento de crisis general de la cadena imperialista bajo hegemonía USA, y por añadidura en uno de sus eslabones más débiles. Lo que fue posible para la mayorfa de países de Europa Occidental -acabar con el fascismo e instalar y consolidar una democracia burguesa bajo padrinazgo yanqui- en un r¡lomento de auge del imperialismo americano y en unos países con un capitalismo de estado potente, es extraordinariamente más difícil en un momento de agudización de las contradicciones inter-imperialistas, de ascenso del movimiehto revolucionario internacional, de profunda crísis económica, y en un país como el nuestro con un capitalismo de estado con anemia congénita. En nuestro país las demandas y aspiraciones populares no pueden ser satisfechas por el gran capital. Esto determina una especiat'agudizaciiln, una particular radicalización de la lucha y del movimiento obrero y popular con la opresión y explotación de la oligarquía y el imperialismo;y esta tendencia, por la dinámica del desarrollo de las contradicciones mundiales y las características de la crisis del sistema imperialista, sólo puedaincrementarse. Sin emb&rgo, al mismo tiempo, en nuestro país, al igual que en toda Europa, se ha producido un desbordamiento de la corriente revisionista, desbordamiento que lleva a confundir, debilitar, dividir y desorientar al movimiento popular y a aislar a la clase obrera del resto de clases revolucionarias. Esta situación es aprovechada por los enemigos del pueblo pma lanzar su ofensiva política, económica e ideológica, intentar fortalecer y perpetuar su dominación y descargar con mayor facilidad el peso de la crisis sobre la clase obrera y las masas populares. La influencia del revisionismo ha calado hasta en las filas de las fuerzas marxistas-leninistas, haciendo que surjan corrientes oportunistas de derechas que tienden a "relegar" el programa revolucionario y las tareas de unidad popular, subordinando al movimiento obrero y popular a programas cle reformas y Gobiernos pactados que comprometen la realnaciín de las tareas revolucionarias y lo supeditan, en definitiva, a las fuerzas reformistas y revisionistas.

La situación actual, pues, aunque presenta unas condiciones objetivas extraordinariamente favorables al proletariado y al pueblo, tiene unos rasgos subjetivos (en lo relativo a conciencia revolucionaria de las masas, la inexistencia de un partido proletario único que

I¡¡

ta¡ea¡ de nuestro partido

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se haya ganado en la lucha e[ apoyo y confianza de las masas populares, etc.) que impiden, en la actualidad, lanzar una ofensiva abierta contra sus enemigos de clase y lograr la toma del poder. No existen

condiciones en estos momentos para otgarúzar ampliamente a las masas alrededor de nuestro programa ni para que tome cuerpo el frente de unidad popular. Estamos en un período de acumulación de fuerzas, de reorganización y consolidación de nuestras filas, las de la clase obrera y el pueblo. Un período en el que debemos desplegar ofensivas polfticas parciales que pennitan golpear y debilitar progresivamente el poder de la oligarqqía y el imperialismo, aprovechando todas las coyunturas, todas las plataformas, todas las contradicciones y debilidades internas de los enemigos para que, mediante la luc.ha y la educación política, nuestra Lfnea y nuestro Programa vayan ganando sólidas bases de apoyo entre sectores cada vez más ampüos de las masas, potenciando la unidad de acción de las fuerzas revolucionarias, sembrando gérmenes de organización popular, combatiendo y ganando terreno palmo a palmo a la influencia revisionista.

En estas condiciones, nuestro partido debe dedicar su principal energía y actividad a promover la lucha polltica de las masas, unirlas y organizarlas por sus demandas revolucionarias: la übertad, el pan, la tierra y la independencia nacional; combatiendo en la misma lucha la influencia del revisionismo y del oportunismo de derechas, y dando pasos firmes por unir en ella a todas las fuerzas políticas susceptibles de ser unidas. Esta es la tarea central, el eslabón del que hay que tirar para que realmente se avance en nuestro país en la tarea de formar un frente amplio de unida4 pgput* capazde derrocar a los enemigos del pueblo. Desarrollar correctamente esta tarea es una condición indispensable para hacer avanzar el grado de conciencia, de unidad y de organización de nuestro pueblo, educar a amplios

sectores de las masas en nuestro programa mfnimo, fortalecer las fuerzas del pueblo y debilitar las del enemigo.

El Programa mfnimo concreto de nuestro partido es la expresión más exacta de los anhelos y demandas del proletariado y del pueblo de nuestro país. Es necesario que los comunistas realicemos una persistente e indoblegable labor de difusión del mismo y de educación de los sectores más amplios posibles de las masas en tor-


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Documentos

dd I Congres<l de Unificación Comunista de Lspaña

é1. Es una idea errónea, que sólo conduce

al izquierdismo, ai y pensar que escisionismo, hoy en dfa al se puede crear y sectarismo hacer que tome cuerpo una organización amplia de las masas en torno al Programa mÍnimo. La influencia del reformismo, del revisionismo, del oportunismo de derechas y del democratismo pequeño-burgués lo impide. Sin embargo, es también una idea absoltitamente errónea considerar que ein las coniiiciones actuaies hay que renunciar a dar pasos hacia la unidad popuiar, y a\a educación de las masas en la lucha por los objetivos del Programa mínimo. Esto conduce, inevitablemente en la práctica, al oportunismo de derechas.

no a

Los acontecfunientos que se suceden en nuestro país, van determinando forzosamente "batallas" políticas; es en ellas clonde el partido debe encabezar la lucha de las masas, movilizanclo a Los sectores más avanzados por las consignas del momento y ligándolas a las consignas fundamentales del Programa mínirno. La situación en nuestro país no es estable" El Pacto de la Moncloa, la aprobación de la Constitución, la entrada en la OTAN, crean una corriente de oposición popular, sobre todo en los sectores avanzados de nuestro pueblo. Para llevar adelante sus proyectos, la oligarquía y el imperialismo tienen que pasar a apoyarse en el PSOE y en el PCE, utilizando el control que éstos poseen sobre el movinriento obrero y popular y las organizaciones de masas más numr.rosas: los rinclicatos, para conf'undir, desorientar y desanirnar al pueblo. Nuestro partido tiene que esforzarse en converti¡ catja una de esfas "baiallas" en luchas y movilizaciones políticas contra ios prayectos del gran capital, ligándolas a la luctra pcr los objetivos revoiucionatios, aprovechando todas las posibilidadcs y resquicios legales, toclas las plataformas, todas las contradicciones entre las fuerzas Ce los enemigos, uniendo y organizando en la rnedida de 1o posible a las masas por estos objetivtls, rnovilizando a sectores cada vez más arnplios, e intentado, consecuentemente, unir al máximo posible de ft¡erzas populares en ellas.

Es necesario comb*tir la idea errónea de que la tarea central dcl partido, cn las condiciones actuales, consiste en la rr":alización de propaganda y educación política en base a nuestro Programa, pero no en promover y encabezar la lucha política de las masas por sus demandas funda¡rrentales. Esta es una idea erróuea que lleva a redu-

I¡s

ta¡eas de nuest¡o partido

ci¡ la práctica del partido a un pequeño círculo de elementos que es_ tán a su alrededor, a realizar exclusivamente la politización del trabalo sindical, a ir arrastras del espontaneísmo ¿e las masas y a dejar a la inmensa mayoría de ellas uájo la influencia del ,"iá.*irrno y del revisionismo. Debemos partir de que la educación de las masas sólo se puede da¡ en su propia lucha, .n tt, movilización por objetivos revolucionarios, que sólo así se puede combatir la influencia revisionista y sólo así puede empezar a aparecer en la escena de la lucha de clases de nuestro país la políticu y pr.r.ncia del proletariado revolucionario, lo cual va a ir déterminut áo un cambio sustancial en la conciencia y la lucha de nuestro pueblo. Tiene especial importancia, en la actualidad, el que nuestro par_ encabece la lucha por la independencia n".iott.i y luche consecuentemente contra el proyecto de integración de España en la OTAN. Esta es una cuestión clave para el froyecto del innperialismo norteamericano y la oligarquía sobre nueitro país. Nuestio partido debe esforzarse por unir y movilizar almáximb d; fu;;;;lo6ticas y sectores de las masas por esta cuestión.

tido

Al mismo tiempo, existen toda una serie de consignas derivadas de exigencias de las masas frente a la opresión y explohción de la eligarquía y el imperialismo, consignas que el partido ¿ru. defender y ligar a los objetivos revolucionarios. Estas consignas hacen relación a la necesidad de profundizt y luchar por las libertades democráticas y las concesiones arrancadas al fascismo (dentro de ellas la autonomía de las nacionalidades), y la necesidad de hacer frente a las consecuencias de la crisis y la política de sobreexplotación oligárquico-imperialista. El partido debe ponerse a la cabeza de la lucha por estas "reformas", integrarlas y ligarlas estrechamente a las

demandas fundamentales de nuestro prog¡ama. Dentro de estas con_ signas políticas, eu€ representan demundur de todo el pueblo, tie_ nen una especial importancia las consignas referentes al desenrnosca-

ramiento de la Monarquía Juancarlista, como centro neurálgico de

la alternativa oligrirquico-imperialista, y la República. H"v q'"" ¿u, mucha importancia en el presente a estas cottsignus, pues * d.frnru consecuente nos va a permitir unir a muchos sectores de las masas

populares : obreros, trabajadores, republicanos, patriotas, y dar pasos reales hacia la unidad popular.


42

Documentos

dd I (bngreco

de Uniñcación Comuni¡ta de España

Para llevar adelante correstamente esta tarea es indispensable que defenclamos la bandera de la unidad y h¡chemos por ella, uniendo al rnáximo número de fuerzas posibles en torno a las consignas concretas de cada campaña, de modo que se vayan creando progresivamente sólidos lazos entre todos los marxistas-leninistas, revolucionarios y todas las fuerzas republicanas y patriotas. Nuestro partido debe proponerse forjar y encabezar esta unidad, tanto a nivel de acuerdos generales, como de trabajo coqiunto por la base, siernpre en la perspectiva de ir dando pasos en la forrnación de la unidad

popular contra el imperialismo y la oligarquía financiera y terrateniente.

Hoy en día, el camino'de la unidad popular

pasa

por forjar, tan-

to a nivel de todo el pafs como de cada nacionalidad y región, un bloque popular republicano que sea capaz de impulsar la lucha de las masas populares contra el proyecto de la oügarquía y el imperialismo para España. Un amplio bloque formado por las organizaciones obreras y populares, partidos revolucionarios, personalidades, etc. capaz de unir y ag¡:upar a todos los republicanos y patriotas, a todos los obreros, trabajadores, campesinos, estudiantes, hombres y mujeres del pueblo dispuestos a oponerse y luchar contra la opresión y explotación de la burguesfa rnonopolista y el irnperialismo norteamericano. Un bloque que recoja los anhelos de nuestrc' pueblo y luche cr;nSecü€ntemente por la República y las más ampUgs libert¿des denrocráticas para las masas pcpulares, por la mejora de las cr¡ndiciones de vida y por la independencia nacional para nuestro país.

Lograr la unidad alrededor de estos ejes es una tarea esencial para los marxistas-leninistas en la actualidad, para empezar a desbaratar la ofensiva de los enemigos del pueblo, para ganar terreno a la influencia revisionista y para romper la división y el aislamiento de las clases populares y del proletariado.

Entre las masas, hay que impulsar la unidad y la organización, entendido esto último de una manera muy flexible. Hacer que cada campaña sin¡a para llegar y vincular a mayor número de luchadores y elementos avanzados cle las masas en torno a las consig¡nas y objetivos revolucionarios. Al mismo tiempo hay que combinar el trabajo polftico en las organizaciones de masas, intentando que sectores

lrc

ta¡ees de nue¡tro partido

43

amplios de ellas se sumen a la lucha por la libertad, el pan,la tierra y la independencia nacional, con impulsar todo tipo de organismos unitarios que puedan surgir de los acuerdos con otros partidos (como es el caso de las Comisiones Pro-Referendum, Monarquía o República), teniendo en cueilta que estos organismos no van a tener por el momento un carácter estable, ni de permanencia, más allá de lo que dure la lucha en una camparla determinada. ¿Cuál deber ser, según esta tat€a, nuestra acüh¡d hacia el PSOE

y

et PÓEt

Para determinar la actitud ante estos dos partidos, es necesario que saquemos enseñanzas prácticas de los errores que se han cometido por parte de los marxistas-leninistas en el combate al revisionismo, errores de unilateralidad, no diferenciando entre la naturaleza de la política revisionista y reformista de sus camariltras dirigentes y st¡ base de masas, en gran medida obreros, hornbres y mujeres del pueblo que se sienten cornunistas, socialistas, republicanos y patriotas. Este error ha conducido a un tratamiento sectario de un amplio sector de las masas obreras y de la base de estos partidos, contribuyendo objetivamente a alejarlas del man<ismo-leninismo.

También nuestro partido ha cometido errores de unilateralidad al no tener en cuenta suficientemente las contradicciones y brechas entre las distintas fuerzas del enemigo, entre éste y sus agentes objetivos en el seno del pueblo y la necesidad obligatoria de uttlizar tácticamente esas contradicciones para debilitar el campo del enemigo y fortalecer las filas del pueblo. Por ello nuestra polftica ante estos dos partidostdebe ser doble:

1) De denuncia y de lucha contra la política vendeobrera de sus camarillas dirigentes; de denuncia de la subordinación de las mismas a los intereses y política general del gran capital; del carácter, objetivamente pro-oligarquico y pro-imperialista, de su política;

y de la necesidad de que su misma base combata y acabe con la lfnea de conciliación y dependencia a los planes de la oligarquía y el imperialismo. 2l De unidad. Es necesario distinguir siempre en la práctica que no es lo mismo Alianza Popular y Unión de Centro Democrático


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Drnu¡nenüoc

dd I Congreco de Unificación

r*

C.omunista de Erpaña

que el PSOE y el PCE. Hay que utilizar todo tipo de grietas y fisuras entre estas fi¡erzas en beneficio de la causa revolucionaria. Nuestra actitud debe ser siempre la de defender la unidad de las masas populares, )L.por tanto llamar y foruar al PCE y al PSOE a estrechar los lazos de unidad, sobre una política revolucionaria, intentando llegar a acuerdos sobre campañas y consignas concretas (por ejemplo contra la entrada en la OTAN), esforz¿indonos principalnnente en crear vínculos de unidad práctica con su base y denunciando a las camarillas dfigentes, cuando se nieguen a la unidad o no cumplan los acuerdos. Debemos tener en cuenta que, debido a que estos partidos -y especialmente el PSOE'- ho son estnrcturas completamente homogéneas y a que en sus filas militan muchos luchadores obrcros y populares honrados, la unidad de acción por la base en algunas zonas es posible frente a hechos concretos, y en ello debetnos esforzarnos. Esta actitud es condición indispensable para atraer hacia la lucha revolucionaria a numerosos sectores de base de ambos partidos. Estas dos tareas no se pueden sepaftu, van estrechamente ligadas. No debemos olvidar que tanto el PSOE como el PCE no son hoy día fuerzas populares o pequeño-burguesas, sino agentes objetivos de la reacción en las filas del pueblo. Especialmente el PSOE es un instrumento estrechanrente vinculado a los intereses imperialistas yanquis en Europa. Por ello, al rnismo tiempo, hemos de prevenirnos de un plantearníento derechista de la unidad. No podemos st¡bordinar en ningún nromento nuestra política ni nuestras tareas a la cons€cución de acuerdos con el PCE y el PSOE. Nuestra posición en este sentido debe ser la siguiente: fortalecer nuestra política independiente, impulsar la unidad de las fuerzas revolucionarias, forjando un bloque popular republicano que luche por los anhelos y demandas de nuestro pueblo, y a partv de .ahí forzar a estos dos partidos (PCE+SOE) a llegar a acuerdos y compromisos con este bloque.

La corriente de oportunismo de derechas irnperante en el movimiento marxista-leninista no mantiene respecto a esta tarea, y en concreto en la actitud hacia el PC8 y el PSOE una línea consecuentemente revolucionaria. El propugnar "Gobiernos de izquierda" en la actual situación, gobiernos en los que estarían presentes los agen-

l¡¡p¡s de nue¡üo Partido

el PSOE tes, objetivamente, más peligrosos del enemigo, como s-on a cabo' pueden llevar este tipo v éf rcn, y decir que CbUiórnos de naindependencia iransforrnacionrs róvolucionarias o asegurar la hamasas, las a parte, engañar cional pafa nuestro pafs, es por una estas tealtzar de ónes ór"* falsas ilusiones sóbre 1o que son capaces el marco de fuerzas, y por otrg, enjaular los anhelos de las rnasas en jeiego política del revisiola a frraciándoLe ¡-rii reatridaci el

úr;;id.ás,

dei PCE que ha renunciado explícitamente a la lucha revolucrcnaria, a ia destrtlcciÓn rle ia dictadura oligárquico'im' p.tiufitt" (Pacto pái U Libertad, nrptura pactada, Facto de la Moncon eIFCE ;b& etc.). Supedltar Xa polftic. i.uolutionaria a la unidad es' marcando' van al ritmo que éstos l;i'pgóÉ, lr ro*o con'parsa por lucha la a objetivamente, ienunciaral prograrna rgvoh¡cionario, i. iipttrá, el pan, la tierra y la independencia nacional-

nir*o,

a

ta. cannarilla

de Por el conirario, los cornunistas cebemos persistir -en la lfnea por proletariado, movilizar a las *rr*r por etr Progranna r"tíninno dei ligar hacer avanz;¡t * gnud" de conciencía, r¡nidad y organizaciÓn, las demandas inmJdiatas políticas con las demandas fundamentales y esforzarnos y persistir incansablemente en forjar tra unidad popuel caíar. A pesaf de que existen muchas dificultades, a pesar d9 -eue ningt¡n mino no va . ,tt corto, de que todavía no se ha obtenido y éxito en este terreno, nuestro partido debe combatir el desánimo mula tendencia al aislamiento, trabajar incansablemente durante cho tiempo en esta línea y aplicar consecuentemente esta tarea' notables' Puede qué pase largo tiempo hista que obtengamos éxitos propias fuerzas, nuestras de partiendo f"ro si sabómos deiarrollaila tarea como central, tarea como y asiéndola con voluntad firmeza, que lula hacer podremos demás, las de que determina el desarrollo una forje se cualitativo' pafs un salto dé ón" ¿r clases en nuestro patald\constiauténtica uungU"rdia prolelaria y se sienten las bases con las que dificultade_s popular. Las unidad de tución del frJnte nos vamos a encontrar son numerosas y en casi todos los terrenos, y enentre ios mismos marxistas-leninistas, entre los revolucionarios tre las masas; pero el espíritu de los comunistas ha de ser de crecerse ante ellas y .üp.tur todos los escollos. Cada obstáculo que logremos eliminar hacia ia unidad popular es un paso cualitativo adelante de la revolución en nuestro País.


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?gcuTentos det I cojrg¡e¡<¡ de uniñc¿ción crxnulista de Espaí¡a

r¡¡, [¡¡s&s

cle nuectro

47

Partido

2._PROMOVER, ENCABEZAR, FROFUNDIZAR Y UNIFICAR tA LT]{:HA DE LA CT-ASE OBRERA POR. SUS INTERESES INMEDIATOS V EDUCARTA EN LA PERSPECTTVA DE LA DEMOCR.ACIA POP{,JI,AR Y Et SOCTALISMO.

general, y especialmente dentro rea|tzar entre las masas obreras en los obietivos tr"u"¡. áe e¿uiación polrtica en polftica de ros sindicatJi y ltls la

Para poder forjar la unidad popular en la lucha por los objetivos revolucionarios, es necesario que el proletariado asuma y torne conciencia de la necesidad de la democracia popular como paso indispensable para acceder al socialisrno y al comunismo.

de acciÓn entre las masas Para ello, hay que pfomover la unidad políti¿i*tintos sináirutor, entre todas las fuerzas obreras, entre consignas por y las inmediatas cas obrerrr, poilas reivindicaciones revisionismo y al

En nuestro pafs la clase obrera, debido a la inexistencia cle un único partido marxista-leninista que ejerza una direccién revolucionaria sobre las masas, extendido y consolidado, y al peso c<¡nsiderable de la influencia revisionista en sus filas, no ha asumido todavía el papel de vanguardia que ie corresponde para dirieir a todo el pueblo contra sus enemigos principales. La labor del partido entre la clase obrera en estas circunstancias cobra especial irnportancia. Sin un contingente de masas obreras unido y organuado bajo la política revolucionaria es imposible lograr la victoria. Si descuidamos la labor entre la clase obrera en la perspectiva del frente único y no le dedicamos una ¿tención especial á su-ecluca{rión polftica, a r:rientar revolucionariamente sus luchas, tendremos c¡ue enfrentarnos, en momentos de radicalización de la lucha de clases, a graves problemas de división y choques dentro de nuestra clase entre las corrientes revisionistas, reformistas, trotsklstas, anarquistas, etc. y las revolucionarias. La clase obrera es la que sufre más directamente las consecueny la que al rnismo üiempo tiene mayor grado de organización. aunque por otra parte el revisionismo y el reformismo controlan los sindicatos má.s importantes: CCOO y UGT. cias de la actual situación, de la actual crisisn

La polftica trspecifica de nuestro partido entre la clase obrera debe ser doble: por una parte, trabajar desde clentro de los sinclicatos poniendose a la cabeza de Ia lucha por sus intereses inmediatos y por la unidad sindical; y por otra, --este es el aspecto determinante--

", lucha contra mínimos y máximos, prornovrendo la y haciendo que una y-del imperialismo, planes del gran ñú Labece la de todo el Pueblo'

y

en-

ai

revolucionarias, denuncia"¿o V .t*Uatiendoentre la clase obrera és trabajo oportunismo Oá ¿"irchas. En "ütttto una polÍtica de unidad muy pues, ap{cT especialmente importaute, úitimo gramo de oposición a la amplia, qo" prffiiu ié*Éti hasta el y subordinapolítica ¿et gran';óit^t V .t l" p"lftica de'cónciliación y reformista' ción al misnro á" f"t^ t"**itt"t revisionista tareas entre la clase obrera' Nuestro partido debe desarrollar sus en el seno de los sindicaen las actuales condicionrr, principalmente iot Vu existentes y pa¡ticuXarmente en CCOO' general, que los comunisNuestro partido, defiende, to*_o^r1""3 fundamentalmente por tres tas deben trabajar en el seno'de ccoo, h historia y tradición revoluciorazones: porque CCOO cuenta ton el fascismo, siendo el único naria Oe quince años de lucha óntra p"tiodo en el que han cornbatisindicato obrero clandestilro *" tt. de nuestra clase; do los más honrados y "onrértentós luchadores el con núcleo mayoriporque t oV .n- ái; ;t éf ti"Ji*to -que cuenta industrial; y por últirno tario ¿, organtución entre éiprolétari"do camarilla del PCE controla' porque es el ,i-,'ü""to a través del cual la besorienta y divide a la clase obrera' planes del gran capital en la Para luchar eficazmente contra los ¿e iCOO y dar la batalla al reviactualidad es necesario estar átnito a toda costa la unidad de sionismo desde ese terrer,o, árfrndiendo y combatiendo la las rnasas obreras organizadas, desenmascarandoCamacho y uniendo grupo de completa traiciOn a lá ciase oUtttu del con todos los que se aliededor nuestro a y creando una corriente oponen a ello.

en general Nuestra lfnea de actuación en lr:s sindicatos CCOO en particular debe ser la siguiente:

y

en


I¡s

de Uniñcacién C.omunista de España

Encabezar y profundizar la lucha resuelta por los intereses de vida y inmediatos de tas masas trabajadoras, por las condiciones de huelga, áe trabajo, los derechos laborales, de libre sindicación, de unila ;;p*tió; V Ot reunión en el marco de la empresa. Defender obreros y ¿u¿ ¿e tuiha y de organización de todos los trabajadores nó oUtetos en oposición a las centrales de corte amarillista.

l)

Luchar por la unidad sindical y el sindicato único desde ¿entó de CCOó. Combatir el escisionismo y el sectarismo en el te-

2)

rreno sindical. Trabajar por la unidad de acción y organización de las masas de obreras y tt"uuj"dot.r para la defensa de sus intereses inmediatos proletariadel clase. Lá unidaá sindical es un principio irrenunciable por la conspernanentemente trabajar partido debe do, y nuestro intrucción de un sindicato obrero únicb y de c{ásb, democrático e dependiente, construido por los trabajadores. La inmensa mayoría de los obreros, salvo los ésquiroles y los agentes de la patronal' son indudablr*r.,tr partidarios de la unidad sindical. Frente a eltros las hablar de camarillas dirigenies de la UGT y CCOO se ven forzadas a unidad sindici para confundir alas masas mientras practican el más frenético divisionismo. En esta situaciÓn debemos impulsar toda clase de medidas concomo el cretas que sirvan para avanzar en eita unidad, medidas tales colaborade formas otras de o enlace de estableóimiento dl comités y unidacl de acción entre las distintas centrales a nivel de em"iOn prrrr, de ramo, provinciales, etc., pam luchar contra los planes del demagogia 'lnnitaria" de palabra y irr¡ tapital; désenmasca¡ando 1acamarillas de Camacho y Redondo' divisionista en los hechos de las a cabo en nombre de la llevada y La escisiÓn de la CSUT del SU, social, no ha servido Pacto el unidad sindical y de la lucha contra ha potenciado la realidad, En objetivamente ni a una cosa ni a otra. y confusión entre creado ha OivisiOn de los sectores más avanzados debirevisionisrno, al objetivamente las mas¿s obreras, favoreciendo realiDebemos en interior. su litando las posiciónes revolucionarias que inipafa revolucionarios zaf vna labor de persuasiÓn hacia estos tenden1a impulsar Debemos cien un proceso áe unión con CCOO. ,iu la creaciÓn de organismos unitarios democráticos de empresa, e nte " d e todos los trabaj ad ores, orgarnzad os sindicalm irpr.t6tativos condiciones actuales las a o ne g9l4.o-,, .

r,

,{9ils?,,Fancl9{a,v-,?$¿?FJtada

ta¡eaE de

nue¡t¡o partido

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que permite hacer avanzar la unidad de las masas obreras y los trabajadores en general, para oponerse a la polftica del gran capital. Frente a esto hay que combatir las tendencias de la gran patronal (y .de los que obietivamente se venden a ella) a hacer de los Comités de Empresa, órganos burocráticos muertos, sh poder alguno y por encima de las masas. Estos organismos deben estar estrechamente ligados a la Asamblea y ser plenamente responsables ante ella.

3)

Debemos intensificar la difusión de nuestro programa mfnimo y máximo entre las masas obreras y trabajadoras, ligándolo a la lucha por sus reivindicaciones e intereses inmediatos. En la actualidad, es especialmente importante ligarlo a la penuria de las condiciones de vida de las masas trabajadoras, a la situación de Pilo, rebaja salarial, etc. incorporando a nuestro programa las reivindicaciones sociales y económicas apremiantes de las masas, uniendolo a la perspectiva de la lucha por el pan. Es necesario dedicar esfuerzos también a la difusión entre la clase obrera de la necesidad de que el proletariado encabece la lucha por la libertad y la independencia nacional. El promover la lucha de la clase obrera contra los proyectos y la polltica del gran capital y e{ucarla a lo largo de la misma en la perspectiva de la democracia pópular y el socialismo, es una cuestiÓn esencial para los marxistas-leninistas de nuestro país. Es condición indispensable para ir creando las bases del frente único del proletariado que debe encabezar y constituir el más sólido bastión del frente de unidad popular. Los comunistas, en la actualidad, debemos ser audaces y realizar un trabajo político en este sentido en el seno de los sindicatos y de CCOO. Este sindicato dirigido y controlado por la camarilla prooligárquica del PCE, apoya la política del mismo: el Pacto de la Moncloa, la consolidación cle la Monarquía Juancarlista, etc. Pero al mismo tiempo, esta descarada polftica crea contradicciones en su seno, abre profundas grietas y van apareciendo núcleos cada vez más numerosos, gu€ de una u otra forma, en uno o varios aspectos, se oponen a la polftica de conciliación y subordinación a los intereses del gran capital. Los marxistas-leninistas debemos trabajar por extender estos brotes de oposición, profundizarlos y unirlos entre sí, creando una corriente revolucionaria y unitaria en el seno de CCOO que pueda -aunque en un principio sea de manera relativamente débil -


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Documentr-'s'Jel I Cnngreso de Unificación Comr¡nista de España I as ta¡eas de nuestro

ir desenrnasca¡'ando ante todos los obreros conscientes la traición de sus acttllrles dirigentes. l)ebenros prevenirnos contrt el desánimo y cl tlcsalir:tit{) cll trii¿¡ tarca que por fuerza va a ser de larga y dura realtzación, y en la que de ningún modo nos podemos lanzar a una ofensiva abierta o a resolverla con la invención de unas siglas. Allí donde estemos debemos unirnos a los luchadores más honrados y a las organizaciones obreras re','olucionarias y constituir en cada zona,

provincia y región sólidas bases de apoyo, que permitan combatir palmo a palmo la influencia de la política revisionista. De la correcta realización de esta tarea depende. en buena medida, que se creen las condiciones subjetivas favorables para la revolución proletaria en España.

3._ENCABEZAR Y UNTFICAR LAS LUCHAS DE LAS MASAS POR SUS REIVTNDICACIONES INMEDIATAS. DARLES EL HORIZONTE DE LA UNIDAD Y DE LA REPUBLICA DEMOCRATICA POPULAR. Es absolutamente necesario para luchar, unir y organizar a las nlasas por la libertad, el pan, la tierra y la independencia nacional, que nuestro partido se ponga a la cabeza dc la lucha de masas por

sus reivindicaciones inmediatas económicas y sociales. Es absolutamente necesario que encabecemos la lucha por la mejora de las condiciones de vida de todo el pueblo, por la defensa de los derechos democráticos, dándole la perspectiva de la libertad y las transformaciones de la República Democrática Popular. Debemos hacer esfuerzos por unificar la lucha de todo el pueblo y unir en ella a todas las fuerzas populares.

Para ello, es necesario vincularse estrechamentc a las organizaciones de masas populares: a las Asociaciones de Vecinos, a las organizaciones campesinas (como sindicatos de jornaleros, Unión de Agricultores y Ganaderos, etc), de mujeres, estudiantes, soldados y otros sectores y capas del pueblo. Nuestro partido debe vincularse, todavía mucho más resueltamente que hasta ahora, a los movirnientos y luchas de las diferentes clases, capas y sectores del pueblo, comprender y recoger sus aspi-

parüdo

Sl

raciones, unir los diversos movimientos en la propia lucha, ügar las demandas particul¿res de cada clase o sector con las demandas fundamentales de todo el pueblo. Debemos ligar la lucha por "reformas" (profundizaciín de las libertades, mejora de las condiciones de vida) con los objetivos revolucionarios: la implantación de la República Democrática Popular.

Tiene particular importancia dentro de esta tarea, la denuncia de la represión, la lucha por la defensa y profundización de los derechos de huelga, libertad de expresión, asociación, manifestación, etc., la autonomía de las nacionalidades oprimidas, derechos de la juventud, de la mujer, de las minorlas oprimidas, etc., la lucha contra el paro, la carestía, las consecuencias de la crisis, el pacto social, etc. Es necesario que nuestro partido y en general los comunistas, dediquen especiales esfuerzos por unificar y ampliar la perspectiva de las diferentes organizaciones de masas obreras y populares. Que no se limiten nunca en su propaganda a denunciar los hechos que afecten a cada clase, capa o sector donde desarrollen su trabajo, que sepan combatir la tendencia pequeño-burguesa a que cada sector luche de manera aislada por las cuestiones que afectan únicamente a ese mismo sector, caso que está muy extendido entre las AA.VV. o entre las organizaciones de mujeres. Es necesario desarrollar la propaganda sobre hechos y cuestiones que afectan a toda la sociedad o a ciertos sectores en mayor medida, e impulsar la lucha y las formas de solidaridad entre las distintas organizaciones de las masas populares. Esta tarea es indispensable para avanzaÍ en el grado de conciencia y de unidad de nuestro pueblo. Dentro de ella hay que dedicar especial atención a la organización de la solidaridad entre las distintas clases populares para luchar contra las consecuencias de la crisis económica, como son las vocalías dedicadas al problema de los parados y de la carestfa de la vida en las Asociaciones de Vecinos, etc.

Dar a las luchas de masas el horizonte de la unidad popular y la República Democrática significa integrar sus demandas y aspiraciones inmediatas con las campañas políticas que se van desarrollando, ligandolas a la defensa de las demandas fundamentales de nuestro Programa, lograr acuerdos unitarios lo más amplios posible entre las distintas organizaciones de masas y fuerzas polfticas popu-


52

Docu¡nentoc

dd I Cnngreso de Unifrcación C.omunista

lares, impulsando organismos unitarios por la base entre los sectores adelantados de las masas (como las Asambleas Populares, Comisio-

nes Gestoras de Euskadi, etc.) que responden a una profunda corriente de uniclad sentida por el pueblo. En todas las organizaciones de masas y organismos unitarios, ya sean estables o no, debemos trabajar por educar a sus miembros en los objetivos políticos revolucionarios y dotar a estas organizaciones de unidad y combatividad, luchar contra el burocratismo y el alejamiento de las masas, tendencia que imprime en ellas el reformismo y el revisionismo. j

tr.¡c tsseas de nuestro

de Espaíu

.,

Las Elecciones Municipales suponen un momento crucial para desarrollar formas concretas de unidad popular, de solidaridad y cooperación entre las distintas organizaciones de masas, entre éstas y los partidos obreros y populares, entre todas las fuerzas revolucionarias, en la denuncia de la opresión y la explotación de que es objeto el pueblo de las nacionalidades de nuestro país y en la defensa de sus demandas fundamentales, que los comunistas debemos defender y englobar en la difusión y defensa de nuestro progxama mínimo: la

República Democrática Popular.

4._TRABAJAR CON FIRMEZA POR. LAUNIDAD IDEOLOGICA, POLITICA Y ORGANIZATTVA DE LAS FUERZAS MARXISTAS_LENINISTAS DE NUESTRO PAIS EN TORNO A LA LINEA CORRECTA PARA LA REVOLUCION EN ESPAÑA. Es necesario, en la perspectiva de reconstruir un único partido proletario en nuestro país, capaz de dirigir a las masas populares hacia la República Democrática Popular, buscar y trabajar por la unidad ideológica y política con todos los partidos marxistas-leninistas. Sin un sólido partido único del proletariado en nuestro país, será imposible conducir victoriosamente la revolución contra la oligarquía financiera y terrateniente y el imperialismo norteamericano, aunque las luchas de las masas populares pudiera alcanzar características explosivas.

partido

La base de esta tarea es alcanzar una sóiida unidad ictreclógic:a y política, que en nuestros días se debe estabiecer en un prcfundo combate contra las ideas ajenas al marxismo-leninisn¡o y principalmente contra las ideas revisionistas,, ernanadas en nuestro país por la camarilla tlirigente del PCE, y contra la política y la práctica ctrel oportunismo de derechas, eue anega hoy las filas de los marxistas-leninistas.

El oportunismo de cierechas

se

caracteriza: En lo ideológico, p,or

el desprecio a la teoría marxista-leninista y lcs principios, subestimar su importanci.a y su papel y la sobreestimación de la práctica, es decir, por el empirismo. En Io estratégico, tiencle a plantear de forma crecientemente confusa las cuestiones referentes al objetivo de la etapa y los medios para conseguirlo, esto es, las cuestiones relativas a la destn:cción detr Estado burgués, el carácter del nuevo Estado

y el irremediable enfrentamiento armado entre las fuerzas imperiatristas y oligárqt¡icas y ias fuerzas populares. En [o trictico, por no relacionar !a lusha por los objetivos inmediatos con la trucha por los objetivos estratégicos, renunciar al programa y a las consignas íntegras de los comunistas (err los hechos) y sustituirlos por un programa de n'reforma$", "democrático", eüe no ataca las bases rle dominio del imperialismo y la oligarquía y por la tendencia a anteponer de forma unilateral la unidad a la h¡cha con las fuerzas revisionistas y reformistas. En lo organtzaüivo, por la liquidación progresiva de la organización partidista bolchevique y clandestina y su sustitución por el "partido de masas" y el "partido legal", por la pérdida del espíritu revolucionario comunista y su sustitución por el democratismo pequeño-burgués. Debido a esta corriente de oportunismo de derechas que es la dominante en la actualiclad, y en algunos casos al oportunismo de i.zcluierdas, existen entre las fuerzas marxistas-leirinistas de nuestro país importantes diferencias ideológicas y políticas que dificultan su u nificación organ izativ a " A esto se sume la pcsición subjetiva de algtrnos de estos partidos, que se caracteriza p$ otorgar o negar el carácter inarxista-leninista a otros en función, finicamente, Ce las perspectivas inmediatas de uniclacl. Esta posición subjetiva, aboca al sectarismo y al chovinismo v tiene graves consecuencias, divirle a los marxistas-leninistas, a las


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I¿s tareas de nuest¡o Parüdo

Documentos del I C.ongreso de Unificación C-omunista de España

fuerzas revohlcionarias, a la clase obrera y a las masas populares haciéndole el juego al revisionismo. Nuestro partido se debe prevenir contra este funesto error de subjetivismo y combatirlo.

Por ello nuestro partido, al plantearse esta tarea, debe partir del lema fundamental de: "buscar la unidad y defender la verdad". Tener en cuenta estos dos aspectos y combinarlos acertadamente es condición indispensable para que se dén pasos efectivos hacia una sólida unidad basada en los principios del marxismo-'leninismo-pensamiento Mao Tse-tung y en una línea justa y correcta para la revolución en España. Partienclo de este lema, el deber de nuestro partido es busca¡ la unidad política con todos los partidos marxistasleninistas a través de la colaboración más estrecha posible en las tareas prácticas, entre las masas y a través de una lucha ideológica fraternal, orientada por el combate contra el oportunismo en general y en particular contra el oportunismo de derechas.

Nuestro partido ha rcalizado en el pasado, considerables esfuerzos en el terreno de la unificación de los manistas-leninistas y ha conseguido algunos éxitos, como ia unión de Federación de Comunistas y Unificación Comunista; pero también han habido errores y fracasos.

Nuestro partido ha mantenido y mantiene que " el que sea correcta o no la Línea Ideológica y Política, lo decide todo" y lo decide también en el problema de la unificación de los marxistas-leninistas. Por lo tanto, el partido no puede renunciar ni a una sola de sus posiciones fundamentales sobre Llnea Ideológica y Política, a menos que se demuestre que son erróneas, en aras de una zupuesta 'lrnidad". Somos partidarios de rectificar toda posición errónea, siempre que sea sobre la base del método marxista-leninista, de la crítica y la autocrltica; pero contrarios a una unidad sin principios, fruto de difuminar y ocultar las contradicciones y llegar a "compromisos" en cuestiones fundamentales. Estamos dispuestos a trabajar por una unidad sólida entre las amplias filas de los marxistasleninistas, pero no a crear uniones sobre bases oportunistas, que sólo representan la unidad de hoy y la escisión de mañana.

Debemos estar preparados para el hecho de que la unidad de los marxistas-leninistas en España se va a encontrar con numerosas dificultades; pero no debemos desalentarnos ni caer en posiciones subjetivas con otros partidos, con los que si bien hay diferencias fundamentales, con..tuan sin embargo su carácter proletario marxista-leninista. Éor ello debemos persistir con firmeza, en las siguientes tareas:

l ) Luchar resueltamente por unirse lo más estrechamente posible con todos los partidos y organizaciones que acepten los principios fundamentalo AU mancismo-leninismo, combatan al revisionismo contemporáneo y denuncien al socialimperialismo - soviético, previniendosi de las actitudes sectarias y chovinistas. Está claro que éstos criterios generales son necesarios para planteane un proceso de unificaciOn,-pero en absoluto, son suficientes para proceder a una unidad inmediata.I-a adscripción formal a los principios no es una panacea que lo resuelve todo, sino que por debajo de ella existen diferencias más o rnenos importantes en cuestiones decisivas de la línea para la revolución en nuestro país. Por ello, nuestro partido, debe partir para realuar correctamente el proceso de unidad, de realizar ún an¿lisis político concreto de cada partido marxista-leninista, y señalando los puntos fundamentales de unidad en materia de lfnea los de divergencia, para apoyandose en los primeros, llevar una lucha ideológica efectiva sobre los seggndosZ,t Combinar el criterio de unidad lo más estrecha posible en la práctíca, en las tareas entre las masas, con la lucha ideológica fraterlas distintas fuerzas mancistas-leninistas, siguiendo el métott"l "on en lo que une para superar las divergencias mediante basarse de do y autociítica. Combatir en este sentido, permanentela la crítica y mente, la iendencia a la conciliación en materia de principios, su fuerzas .uru ,ó*plementaria el sectarismo, y la tendencia de algunas a consideiurr. "el únido partido marxista-leninista". de El objetivo final de esta tarea es la unificaciÓn organizativauna

de las fuerzas maixistasleninistas en un único partido, dotado revolucionapara dirigir sólida organización y de mayor capacidad

y riamente la lucha de las *uitt populares, en definitiva reforzar del objetivos reafirmar la lfnea políticu cott.óta para alcanzar los proletariado y del pueblo de nuestro país'


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Docrunemtos

dd

tr

C,ongeeo de Uniñcación Gonunista de España I as ta¡eas de nuestro

La unificación organizativa no puede alcanzarse nunca en base a n'acuerdog" y "componendas", sino síguie¡ldo el prlncipio de "poner la polltica en el puesto de mando", asegurar al máximo la defensa de los principios y la lfnea revolucionaria y crear así la estructura organizativa más adecuada para aplicar éstos correctamente, e impulsar la lucha, la conciencia y la organización de todo nuestro pueblo.

Para poder realizar bíen las tareas anteriores, es necesario vincular ain mas estrechwnente nuestro partído a lm rnas&,s, elevar su capacidad de díreccíón sobre las luckss populares, for¡ar grnn núwtero de caodros comunístas, dotarlo de wna sólída organízaeión y cornbatir el estilo pequeño-burgaés, eI triquedecionísmo 3t tros métodos artesatwles de trabaio. Estos objetivos detewninan las sigaíentes tareos.

partido

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En primer lugar, acabar con los métodos artesanatres de trabajo e implantar la especialización, conseguir el máximo de rapidez, autonomía y eficacia, tanto en la redacción, como en todo el proceso de confección y reparto de tra misma. Dar un funcionamiento estable a la red de redactores, colaboradores y corresponsatres del Arma del Pueblo es una cuestión esencial, no conseguida hasta ahora en lo principai. De ello depende que el Arma del Fueblo recoja las críticas, colaboraciones e iniciativas de todo el partido, sea un órgano estrechamente vinculado con los deseos de las masas y con la situación de la lucha de clases en caCa momento, y que se mejore sustancialmente su contenido y línea de masas.

En segundo lugar, organizar sistemáticannente las recles de distribución del periódico entre las masas, hacerlo valer mucho rnás como instrumento organizador y consoLidar y ampliar de manera planificada su venta en la caltre, kioscos, librerías, etc.

H,,& FOX,ETICA Y CONSEGhIérS D]E I$UESTEIC PART'HDO LF-.8G1{.i,8$l 1f FRHirln.{i{ IT,ASTiA g,CrS ULT'trWOS

S.-FIACER QUE

R.TNCONES DE N{JESTR.O PL'HBHS}.

Fara que rli¡estro partido sea cap?jz, de pronnover, dirigir y encabezar revolucionariamente las luchas ¡:opulares, elevar el ruvel de conciencia unidad y orgagxización de las ñtasas, es necesario desar¡ottar y mejorar nuesÉr'a acÉividad de ¡'lr.opagar¡da y agltación.

El eje centra!

Ama dei Fu.eblo. En ella se señalan las orientaciones, consignas, ohjettvos y iareas para la dirección unifica.da detr partido y para la educacr,ón 5r organización de tros elernentos avanzados de la clase obrera y detr i:ueb!.o en torno a nuestra polítioa" El Amla del Fuebtro es ex principal instnrmento para orientar la prá.ctica de todos los rs?ilitantes de nuestro partido y de los revolucionarios que hay en torno a é!,. rde esta actividaC es et

Necesitamos un Arma del Pueblo de saüda regular, aún mucho más viva, más pegada a la realidad y necesitamos sobre todo poner los medios para su difusión, aún mucho más annpfia, en todos los centros importantes a los que el partido pueda llegar. Esto exige:

La edici.ón detr Arrna Cel Fueblo debe estar acompañada siempre, a partir de ahora, For fo'll,etos que traten el,-tema más importante en cada momento y difundan nuestras orientaciones y consignas concretas ante cada aconteciqniento, éstos deben distribuirse masivarnente en tros centros neulráXgicos de actividad de las masas. Debe también ir acornpañ,ada siempre de la edición de carteles murales que resuman los temas centratres del periódico y que sfuvan para difundir ampliamente nuestras posiciones, alternativas y consignas, y deben colocarse sistemáticamente en lugares en los que puedan ser conocidos y seguidos por el pueblo.

En cuanto a la propaganda y agitación escritas hay otra tarea de gran importancia: la creación de órganos de expresión del partido a escala de barrios, fábncas, pueblos, centros de trabajo, sector, co* marca, etc. La edición de estos órganos (no periódica, sino irregular, en función de los acontecirnientos) permite crear estrechos víncuios con los sectores inás arnplios de las masas, en cada lugar concreto en que trabajemos, dando con'uinuidad y perspectiva a las tareas y concretando al rnáximo la política y las atrternativas del partido. A su elaboración y distribución hay que vincular a los mejores elementos que se encuentren alrededor del partido en ese lugar y esforzarse porque tengan un contenido sencillo y un lenguaje claro y popular.


de Unit-rcación C-omunista de España

Ias tareas de nuestro partido

Sobre esta tarea, nuestro partido cuenta con una experiencia muy positiva, el "Adelante la lucha en Ford". Es necesario que los comités del partido aprendan de esta experiencia y la extiendan, primero en zonas piloto y luego a todas las organizaciones del partido, alentando la iniciativa de los órganos de base.

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riales de la labor de propaganda. Para llevar adelante correctamente la labor de agitación y encabezar las luchas de masas, es necesario vincularse aún más estrechamente a las organizaciones y movimientos de masas, ponerse a la cabeza de ellos, combatiendo la tendencia a plantar en pequeños tiestos y pasar a sembrar en grandes extensiones.

En cuanto a la propaganda y agitación orales, la nueva situación nos exige, para orientar y encabezar las luchas del pueblo por la libertad, el pan, la tierra y la independencia nacional, desarrollar audaz, sistemática y permanentemente una ampüa labor de mftines, charlas, coloquios, etc. a los diferentes niveles para difundir nuestra política, educar en ella a gran número de elernentos de las masas y dar a conocer a nuestro partido y a sus líderes. Todas las organizaciones del partido que han aplicado con un mínimo de audacia esta línea han visto mejorar sus relaciones con ias masss, han arnpliado su radio de influencia, han desarrollado la organización del partido y han visto rnejorar la situación <le sus filas. Toda esta labor de propaganda y agitaciÓn oral debe estar encaminada a hacer ilegar atr sector más amplio posible del movínliento nuestras alternativas, objetivos y consignas, comprorneterlo en la lucha por ellas y organtzat a los elementos i¡ás avanzados en torno a nuestro particlo. Un rnitin, charla, etc. será un fracaso si no se convoca rnás que a unas pocas personas que están alrededor del partido, pero tampoco constituirít i¡n éxito aunque act¡da mucha gente, si no somos capaces de conectar y organtzar ;rl sector más adelantado de los asistentes.

Dentro de las ta¡eas generales de propaganda y agitación en la situación actual, tiene especial importancia el que todos los cornités del partido, y especialmente los propagandistas, aprendan a utilizar correctamente los medios de difusión y prcpaganda legal, tales como artículos en revistas, comunicados de prensa, radio, televisión, etc. Hasta ahora este

tipo de medios no

se han

utilizado salvo en ca-

y constituyen un medio absolutamente necesario para dar a conocer a nuestro partido, su política y sus alternativas

sos excepcionales

ante las amplias masas de nuestro pueblo.

6._EXTENDER. MUCHO MAS LAS ORG,A.NIZACIONES EN TORNO AL PARTIDO. Para elevar la capacidad de dirección de nuestro partido sobre las luchas populares, es necesario llevar una amplia labor de organización en torno al partido. Indudablemente, la propaganda y la agitación sobre nuestra política y nuestras consignas no cumple sólo la función de crear una corriente de opinión entre las masas, sino principalmente la de organizar de una u otra forma al sector más avanzado alrededor de esta política. Lenin decfa que "hacer la revolución es organizarla". En las condiciones actuales en que no es posible desarrollar una labor de organización entre amplios sectores de nuestro pueblo en base al programa mínimo, cobra especial importancia el extender y revitalizarla organización alrededor de nues-

Es necesario combatir la tendencia a no prestar suficiente aten'3ión a los prcblemas de dirección de la activicJad cle propaga:rda y a8-itación, a reservatr en general a ios mejores cuadros del partirlo para las tareas internas, en vez cle vi¡rcularlos directamente a la activipública cotno dirigerttes comunistas. La rnayoría de cuadros cli'lad rigentes deben clcjar cie moverse sólo en la esÍbra Cel trabajo interno del partido y deben vincuiarse a la dirección práctica y ejecución cle las tareas de prr,¡raganda. El trabajn de propaganda <iebe llevarse de la forma más cspecializeda ¡' ceritralizada posii;ie, y esto reqr.riere liquidar los viejcs rnétodos artcsi¡r¡ales y rutinarioi y las posiciones pequeño-burguesas Ce que nadie es responsable de nada en corrcreto y donde el trabajc de propagandir se rnusve a impulsos del momcnto; requiere refoniiar l¿i línea de prestar sulna atención a las bases rnate-

tro partido. FIay fundamentalmente dos tipos de formas de organización que se han venido desarrollando: I

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Dccurr¡','ntss

dd I Cong.rem

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de Uniñcación Comunista de España

En primer lugar, los círculos, formados por elementos avanzados de las mesas dispuestos a defender y luchar por nuestra política y nuestras corisignas par"e un frente de lucha determinado (por ejemplo: entre la clase obrera, en la Universidad), pero que sin embargo, aún no conocen o comprenden la totalidad de la polftica de nuestro partido. Nuestra experiencia nos dice que estos círculos no tienen perrnanencia o estabilidaC. pero sí que representan una aplicación correcta de ta lfnea de masas' pues permiten reunir en un momento determinado a un número considerable de luchadores obreros y populares alrededor del partido, dispuestos a difundir nuestra política y consignas ccincretas y a luchar por etrlas. Con estos revolucionarios es necesario li*.var une labor de educación política e ideológica, en torno a nuestros objetivos y programa,.con el fin de que al menos una parte de ellos acepte un mayor nivel de cornpromiso con nuestro partido. En segundo lugar, la experiencia del partido nos ha demostrado que existe gran número de personas que están de acuerdo en líneas generales con nuestra política y programa y nuestros objetivos fina!es, pero que sin embargo, no se sienten capaces, por su nivel de radicalízación y entrega a la revolución, de asumir la responsabilidad y e! grado de pr+fcsionalización que funplica la militancia. Es necesaiic esta.blecer para ellos un nuevo nivel cle organización en torno al grartido: el de af:li¿ción, de modo que estén ligados de manera estable ¡¡l mismo, colaboren con él económicamente, diiundan Ia propaganri:i ;r aj,rrden de diversas maneras. No debe cxistir confusión niiiguna '.r!trr€ lo que ccnsideramos militantes o militantes de iniciación y lo ti;e i)s un afiliado. Los primeros son un nivel de organización en el ,-:'rtido y tienen los derechos y deberes que recojen nuesiros Estatuics. Los segundos, por el contraric, son un nivel rle organización ';:x-terno al partido, y dependiente de él; no están por tanto, sometidcs a su disciplina. ni tienen rringuna capacidad de decisión sobre el mismo. El nivel de afiliados Cebe ser directamente dirigido por los comités de zana, prol;oniendoies un grado de organización que signifique una reunión mensual pare que el propagandista de la zcna les explique la política dei partido, a la vez que les pide su participación en alguna de las tareas que éste desarrolla (por ejemplo: la recogida de firmas de la campaña del Referendum). Los afiliados deben

tareas de nuestro partido

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cotizar una cantidad mfnima periódieamente. La experiencia nos ha demostrado que es muy conveniente la edición de carnets de afiliaciÓn, QU€ dan cuerpo a la vinculación de los afiliados con el partido y refuerzan srr ligaz,ón subjetiva con éste' Para exten<ler mucho más las organizacior¡es en torno al partido, as necesario que caCa célula tenga un local abierto a tras masas, atractivo para ellas, donde éstas puedan ir y sentilse agusto, donde se den

clrarlas, donde itEra una bibxioteca marxista-leninista, etc. El abrir sedes del partido en todas las localidades y r.onas donde existan organizaciones tle base, es indispensable para, darlo a conocer entre las rnasas. mantener n'ínc'ulos estrechos con los elementos avanzattros y dar mayor agilidad )' rapidez a las relaciones con las organizaciones en torno al partido. tlay que cornbatir y liquidar las viejas ideas de las céluias 'Vueltas hacia sf mismas" y saberse adaptar a las nuevas concliciones cle democracia burguesa aprovechándolas para volcar$e rnás hacia las rnasas, dar a conocer nuestra política y a nuestro partido y extender mucho rnás la organizaciÓn en torno a é1.

7.--QI-IE GRAN I{U.i}'iEFLO I}E I,I.jCHADCIII'ES OBR.EROS Y FOFUL/rRES INGIRESEN EN LAS FILAS DE NUESTRO P,AR.TTDO. CREAR. NUEVAS FOI?.MAS DE OR.GANIT.ACNON MENOS R.TGII}AS, MAS AtsIET{TAS, MAS AMFLIAS. Arnpliar rriuclio niás nuestras filas, haciendo que se integren ert gran número cle, lucitatJores obreros y populares, eS una cuespara lograr qrie nuestro particlo sea capaz de encabezar ctave tió¡¡ la lucha de las rnasas pcpuiares, unr y organiz&t a nuestro pueblo por la iibertarl, el pan, la tierra y la independencia nacional. eltras

La L,ase para conseguir iruenos resuitados en esta tarea, está en que se tlesarroile y mejore muclio más rruestra propaganrJa y en que dirijamos coll au¡dacia y energía las luchas de rnasas. Es de ahí, de ias ltrc:has, de donde tienen que snrgir los nuevos rnilitantes del partido. Por est'r, un buen termómetrc para rnedir la actividad de todas las ol'ganizacir¡¡res del partido es cotnprobar si crece 1o sufi-


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dd I C.ongre"so de Unificación

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C.omunista de España

cientemente o no el número de camaradas. Todas las células y comités deben tener presente esta cuestión. Los jefes de escuadra de cada comité y especialmente el del Comité de Organización, deben entender que esta es una de sus tareas más importantes; planteándose rentabüizar cada lucha ampliando la organización del partido, llevar directamente los procesos de integración de nuevos camaradas, formándolos y educándolos gradualmente en el marxismo-leninismo y orientándoles su actividad entre las masas. Es necesario acabar totalmente con la actitud de "puertas cerradas", la mentaliCad de pequeño cfrculo, de crecer mediante la integ¡ación de los amigos, de realizar proselitismos "teoricistas" olvidándose de las masas y de la reaiidad, con estudios exhaustivos para formar eruditos e irnpedir que se fbrmen lfderes populares. Es indispensable recordar siempre, al llevar adelante esta tarea, lo que señalan nuestros Estatutos: "no hay que exigir para el ingreso una gran cantidad de conocimientos en el rnarxismg-leninismo o una extraordinaria radicalización". La práctica política entre ias masas dirieida por el partido es la base sobre la cual se debe realizar la edr¡cación y formación en el marxismo-leninismo, y nunca al contrario. Si un camarada no sabe, aplicando un correcto sistema de estudio, ligando la teoría con la práctica y sacando lecciones de sus erf,ores, aprenderá;si comete muchos errores, el partido le ayuclará a enmend¿rse.

Existe un aspecto íntimamente ligado al anterior, que es el de <lar una estructura a las organizaciones de base, mucho más flexi1:le, urás amplia, más abierta, más adecuada a las actuales condiciorrüs de democracia burguesa y a las necesidades de nuestro partido. Si las cdlulas del partido contirruan siendo órganos pequeños, cerra,-1*s y rfgidos, propios de la lucha contra el fascisnio, nuestro partitlo no tendrá capacidad para ampliar sus fllas a corto plazo con luchadores del pueblo y para formarlos corno rnarxistas-leninistas, como revolucionarios profesionales. La tendencia que deben seguir las organizaciones del partido es la contenida en la Circular de Marzo del 77. Las células del partido deben ser mucho más amplias, agrupando a los camaradas que traba-

jan en una misma zona o centro, orientadas por un comité fonnado por los camaradas más adelantados ideológica y políticarnente de la

ta¡eas de nuestro Partido

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mis{ra célula. Este comité se hace cargo de la dirección y planificación del trabajo del cordunto de la célula. La célula debe reunirse una o dos veces quincenalmente para estudiar y debatir la polltica del partido y controlar la aplicación general de las tareas. Para el trabajo en los distintos frentes, los camaradas que trabajen en cada uno de ellos se deben agrupar para planificarlo conjunta-mente, bajo la dirección del comité. Es asf mismo imprescindible, qt r rud" óeruU cuente con un grupo especializado para las actividades de agitación y propaganda que permita realizar estas tareas con el máximo de agilidad y efectividad.

Fara aplicar correctamente esta líne a organizativa, es necesario hacer un análisis concreto de cada zona y manejar los criterios con flexibinidad. Fero es necesario cornbatir las ideas erróneas que existían anterionnente en nuestro padido cie crear células de "cuadros", que en ¡ealidacl lntentaban hracer tras veces de cornités; combatir la tenCencia pequeño-burguesa al ideatrismo y al "tzqr¡ierdismo", al burc¡cratisrno, pianteanclo a las cétrulas tareas abrumadoras y muchas reuniones. Debemos esforzunos por partir del análisis objetivo de la realidad y fonnar estructuras simples y ágiles-

8.-QUE GRAN NLMERO DE CAMARADAS SE CONVIERTAN EN AUDACES Y EXCELENTES PROPAGANDISTAS, ORGANIZADORES Y AGIT.A,DORES. QUE GRAN NUMERO DE CAMARADAS SE CONVIERTAN EN EXCELENTES CUADROS.

"Para dirigir una gran revolución se requiere un gran partido y mucltos y magníficos cuadros. " (Mao Tse-tung: "Luchemos por incorporar a las masas al Frente Unido')

vienen a "(Ina vez determinada la Línea Política, los cuadros lucha de tarea nuestra es tanto, lo ser un facior decisivo. Por de cuadros'" gran número preparar planiftcadamente (Mao Tse-tung:

..El papel del Partido Comunista en la guerra nacional')


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dd I

Congreso de Unificación C.omunista de España

Formar gran número de propagandistas, organizadores y agitadores, formar gran número de valiosos cuadros, es una condición indispensable para obtener éxitos en el desarrollo de nuestras tareas. El Comité Central debe prestar particular atención a esta cuestión. Los cuadros del partido deben ser verdaderos profesionaléd por

su posición revolucionaria y por sus conocimientos. Es necesario

que pbngamos los medios para que tros militantes adelantados con que cuenta nuestro partido se transfornen en cuadros. Para formár a estos militantes como cuadros es necesario, porun lado, que aprendan a luchar, luchando, gu€ el Comité de Organuación y los Cornités de Zona sepan orientar y dirieir bién su actividad, de modo que aprendan partiendo de aplicar el marxismo-leninisrno a su práctica con0reta. Pero esto no es suficiente, nos hacen falta más cr¡adros y más rápidamente de lo que la actividad normal del partido es capaz de generar. Debe crearse ya, de forma sólida, una Escuela de Cuadros del partido, a la que asistan los camaradas nnás entregados, los luchadores más ligados al pueblo. La experiencia de nuestro partido, en el riltimo período de funcionamiento de las escuelas de cuadros, nos ha señalado dos errores fi¡ndamentales que hay que evitar en el futuro: por un lado, no partir suficientemente del punto Ce vista del trabajo entre las masas, y por lo tanto, no enfocar suficientemente el trabajo desde el punto de vista de crear buenos propagandistas, organizadcres y agitadores; por otro, no ver la necesidad de la especializaciín de los camaradas que asistían a la escuela durante el tiempo que duró la misma, c.rn lo cual no pudieron asir con firmeza el trabajo que la Escuela exigía. Sobre la base de esta experiencia hay que poner en marcha la nueva Escuela central del partido. La nueva Escuela de Cuadros del partido a nivel central debe tener como objetivo formar un importante destacamento de propagandistas, organizadores y agitadores, cuadros capaces de aplicar con la mayor firmeza e iniciativa la línea política y organizativa señalada por el Congresc, capaces de combatir sin tregua al revisionismo y al oportunismo de derechas, capaces de erradicar absolutamente los viejos errores izquierdistas y otros de nuevo tipo que pue-

las ta¡eas de nuestro partido

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den surgir en la aplicación de nuestras tareas.

La Escuela de Cuadros del partido debe partir de estudiar aún más a Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tsetung, y aplicar este conocimiento a nuestra realidad y problemas concretos. Es necesario que todos los camaradas que asi.stan sean capaces de utilizar todavla más el arma del rnarxismo-leninismo-pensamiento Mao

Tse-tung para combatir el empirismo y el dognatismo; que estudien a fondo nuestra l-ínea Política, la experiencia de nuestrcl partido, y sepan sacar enseñanzas prácticas de su misma historia.

Es absolutamente imprescindible, al plantear el trabajo de la nueva Escuela, ligar la teoría con la práctica en todos los terrenos: estudiar con el f?n de analizar autocríticamente nuestra práctica y transformartra sr¡stanciahrentco de manere revolucionaria. Es necesario que cada camarada parta de una posición autocrítica, se analicen y se i¡ltercambien diversas experiencias del trabajo práctico y se marquen orienteciones concretas para el trabajo entre las nnasas. Ligar la teorfa con la práctica es el lema del que deben partir las nuevas Escuelas centrales para lograr que éstas repercutan inmediata¡nente en.el fortatrecirniento del sistema de connités, el combate al estilo de traba3o pequeño-burgués en sus diversas manifestaciones y en el aumento de la capacidad del partido para dirigir I revolucionaf riamente la lucha de las masas populares.

Aunque la escuela central no pueda, por la limitación de nuestras fuerzas, ser una tarea permanente, los órganos centrales deben poner los medios para eue, aprovechando las épocas de menor conflictividad de la h¡cha de clases, se vayan formando nuevas generaciones de cuadros que sean un nuevo caudal de sangre para nuestro partido, que fortalezcan su posición proletaria y su coraje revolucionario. hennos de tener en cuenta que la formación de cuadros comunistas no pasa írnicamente por la realización de sucesivas Escuelas centrales. Es necesario que cada comité tenga en cuenta que debe dedicar una atencién especial al estudio. Debe partir de

Al mismo tiempo

que el estudio

del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-tung con el fin de resolver problemas prácticos, es una tarea que debe fi-


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dd I C-ong¡e de Unificación

C.omunista de España

gurar como tal en los planes de trabajo. Hasta ahora, en general, las tendencias al pragrnatismo, a despreciar el estudio, han sido dominantes entre los camaradas del partido. Es necesario combati¡ estas ideas y actitudes, desarrollar el estilo de trabajo que integra la teoría con la práctica e ir a las masas para hecer inVestigaciones y estudios. Esforzarnos en ello, es de vital importancia pata la cabal aplicación de nuestras tareas.

9._FORTALECER. EL SISTEMA DE COMTTES. TMPLANT,A,R UN ESTILO DE TRABAJO MARXTSTA.LENINTSTA. TMPONER. LA ESPE CIALI^Z ACION . COM B ATIR EL [-IQU rD ACIONISMO. DOTARNOS DE UNA INFR.AESTRUCTUR.A DE ÉNIERRO. Para construir una sólida or1artización capaz de encab ezar y orientar revolucionariamente la lucha popular, es necesario que los órganos de dirección y los cuadros del partido asuman consecuentemente esta tarea, que tiene varios aspectos. Fortalecer el sistema de contités, significa en la actualidad, para nuestro partido, lograr que estos asuman mucho más sus tareas y dirijan mucho rnás correctamente las distintas organizaciones de base. Los comités del partido deben ser vanguardia de las zonas en ia aplicación de las tareas y en el cumplimiento de plazos y objetivos, deben estar estrechamente ligados a las masas y a todos los samaradas de base, conocer su situación y sus problemas, orientar toda la actividad práctica de los mismos, dirigir las luchas populares y combatir, con firrneza y coraje, el mal estilo de trabajo y las actitudes ajenas a la revolución, al proletariado y al marxismo-leninismo. Para ello, es necesario que todos los camaradas que militen en los comités luchen por implantar un estilo de trabajo marxista-leninista e imponer ia especialización.

El estilo y métodos de trabajo de los comités del partido, no es todavía aceptable, particularmente en los puntos de ligar la teoría con la práctica y la dirección con las masas. Aún arrastramos viejos

las errores, reflejo de ideas y actitudes pequeño-burgUesas' contra totalmente que están y no pelmanentemente que O"'Uemo; luchar erradicadas de nuestras filas.

En el aspecto de ligar la teorfa con la práctica, todavía se manifiesta en muchos cuadrót y to*ités una actitud de desprecio al esh¡dio del marxismo-leninismo para resolver problemas concretos, con lo cual a veces se hacen planés con ligereza o se plantean cuestiones Esto debe ser recv r" toma posición ante ellas con superficialidad. de dirigtr responsabilidad la que tienen iificado. Lo, camaradas a aplicarse partido, deben del zonales las diversas organizacioneJ toproblemas, conocer los estudiar mucho más concienzudamente para dos los datos de la realidad y utilizar el marxismo-leninismo partido. política de nuestro aplicar más correctamente la Pero donde se localizan los problemas más graves es en el aspecto de unir la dirección con nas measas. Se tiende con frecuencia a ejercer una dirección burocratizada, en que los cuadros de los comités se ü*ltatt a pasar orientaciones generales al órgano inferior.-I¿s ideas que suby"c.tr en esta práctici deben ser combatidas y eliminadas. io, ,o*ités del partidb deben ser órganos en los que los cuadros llevan directamrttte la, dirección del trabajo entre las masas de las organizaciones a su cargo y vinculados directamente a ellas. Deben llevar ellos. mismos las tareas de proselitismos, círculos, charlas, mítines, etc. Esto permite elevar el nivel de los camaradas de base haciendo q,¡. upt"ndan de la mejor manera, en la misma práctica, elevar el nivel de experiencia de los cuadros, descongestionar los "trámites" entre Órganos y difundir mucho más rápidamente y mejor la polftica del partido entre las masas. Hay que aniquilar totalmente la id.u propia áe, funcionarios y burócratas de que los comités sólo dirigen internamente a los Órganos de base y éstos a las masas'

Imponer la especia!.ización es absolutamente necesario para consegUir realizar nuestras.tareas, partiendo del principio de calidad, cantidad, rapidez Y economía. Durante algún tiempo, muchos camaradas han partido de una concepción ideálista de ios cuadros y del revolucionario profesional, p.nrundo que cualquiera estaba capacitado para cualquier tarea y qu" funiión de las necesidades del momento debía asumir unas

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dd I C¡ngreso de Unificacíén

tál taras

C,omunista de España

u otras. Estos camaradas no partlan de un hecho, que hacer la revolución no es una tarea fácil, es necesario un período de aprendizaje teórico y práctico para reahzat correctamente las tareas de dirección, las tareas propias de los comités del partido y ello requiere la espe-

cialización. Cada comité debe estar formado por un responsable po-

lltico y varios propagandistas, agitadores, organizadores, sindicalistas, etc. Los propagandistas y agitadores son los responsables direc-

tos de las tareas de propaganda de cada zona, de dirigir y llevar directamente los círculos, la organización de afiliados, realizar charlas y mítines, etc. Los organizadores son los carnaradas que dirigen y llevan directarnente los procesos de proselitismo, la direcciÓn de los órganos a su cargo, etc. Los sindicalistas, son los responsables de dirigir y llevar directamente el trabajo político entre la clase obrera y los trabajadores, en los sindicatos, etc., orientando etr concreto cada lucha, cada problema que Se vaya pianteando en este terreno. I-a experiencia de algunas zonas del par-tido al implantar consecuentemente la especialización, dernuestra cÓmo de ella depende el que se obtengan mucho mejores resultados prácticos en el trabajo de masas. La formación de secretarías sindicales en algunas zonas ha significado un nuevo impulso para nuestras tareas entre la clase obrera y las masas trabajadoras en general.

Combatir el liquidacionismo es otro aspecto importante, hoy día, para implantar un estilo de trabajo marxistaleninista. Las coi'rientes de oportunismo de derechas que han hecho acto de presencia en el movimiento marxista-leninista de nuestro país, tienen peligrosas manifestaciones en el terreno organizativo: tienden a difuminar la concepción de partido bolchevique y a cofivertirlo en un "partido de rnasas", de corte electoralista, comcl lo hace el mismo PCE de Santiago Carrillo. Nosotros debemos partir de combatir estas concepciones erróneas que se manifiestan con fuerza en algunos partidos marxistasleni¡ristas. Tenemos que combinar prácticamente ser un partido abierto y estrechamente vinculado a las masas, utilizando todos los resortes y posibilidades que nos proporciona la legalidad en el actual régirnen, con mantener la clandestinidad de nuestra estructura, de nuestra columna vertebral. Esto no significa, en ningún momento, que r¡ruchos de nuestros camaradas y cuadros no realicen una activiclad pública. Al contrario, es absolutamente mecesario que la mayclría de nuestros cuadros, y no sólo algunos

de nueetro Partido

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propagandistas, sean conocidos públicamente por las masas y especiatmente por los sectores de las mismas a las que llega nuestra potftica. Pero al mismo tiempo debemos tener presente, QüB tam6iett ahora hemos de precavernos frente a la policía, hemos de guardar unas mínimas nofrnas de clandestinidad y prepararnos para poder afrontar condiciones de represión momentánea, que se pueden producir ante avances de la lucha obrera y popular, o poder repleg"rr. con el menor daño posible ante una variación sustancial de la situación política de nuestro país. Dotarnos de una infraestructura de hierro es el factor base para que podamos disponer de una sótida organización. Nuestro partido lieva-un grave retraso en el desarrollo de esta tarea. Los viejos elrores y el estilo de trabajo "aventurero" han extendido entre los ca."rád.r posiciones de desprecio hacia esta tarea o de considerarla como una tarea técnica y no política, favoreciendo que no se desarrollara correctamente, se actuara en función de las necesidades del momento, sin una planificación global, perspectiva de conjunto y visión a largo plazo. Es necesario que estas ideas se combatan en los distintos niveles organizativos y se parta de dedicar suficiente esfuerzo e iniciativa a esta tarea. Conseguir crear una infraestructura de hierro, es una tarea política vital para la extensión y desarrollo de nuestra otganización, y los elTores que se cometan en este terreno tienen lnmediatas y gfaves repercusiones en la propaganda, la organizaci1n y, of, definitiva, en nuestro trabajo entre las masas. Todos los camaradas debemos tener presente que es una tarea que no se puede resolver con orientaciones o llamamientos generales; requieie tanto esfuerzo de planificación, estudio, análisis e investigación concreta, como iniciativa, firmeza y coraje por parte de los rnilitantes para conseguir resultados prácticos-

Los objetivos que debemos plantearnos cubrir en la realización de esta tarea deben ser por este orden: asegurar las necesidades de los órganos centrales, aseggrar las necesidades de la propaganda y asegurar las infraestructuras zonales. Aplicar rigurosamente este orden es indispensable para resolver los graves problemas que en este terreno tenemos planteados y que en determinados momentos han causado importantes daños a nuestra práctica y retrasos considerables en la propaganda.


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9g:yne,nto¡ dd I C,oryrero de Uniñc¡ción Comunist¡ de Españ¡

Ias ta¡eas de nuestro Partido

IO._ REAFIRMAR Y FORTALECER LA UNIDAD, LA DISCPLINA Y LA DEMOCRACIA EN EL PARTIDO, Y ERRADICAR

COMPLETAMENTE LAS IDEAS Y ACTITUDES LINEA OPORTUNISTA Y FRACCIONAL.

DE LA

Reafirmar y fortalecer la unidad, la disciplina y la democracia en el partido es absolutamente necesario para desarrollar correctaments la tarea de luchar, unir y organizar a las masas por la libertad, el pan, la tierra y la independencia nacional, crear gérmenes de unidad popular y dar los pasos necesarios para cohstituir una sólida orgarnzación. ",So lunente con la unidad del Partido Comunista se podrá alcanzar la unidad de toda Ia clase obrera y de toda la nación".

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sectarisrno-en las relaciones en el partido y de éste con las masas, son el mayor peligro que se opone y obstacuhzalaunidad y la cohesión del partido. En las relaciones internas el sectarismo conduce al exclusivismo respecto a los camaradas, al "independentismo", a la división y al fraccionalismo, y en las relaciones con las masas impide vincularse estrechamente a ellas, unificar sus luchas y dar pasos firmes hacia la unidad popular. El individualismo y el sectarismo conducen a que algunos camaradas sólo vean los intereses parciales y no los generales, pongan por delante la parte al todo, destaquen indebidamente las "parcelas" donde trabajan y supediten los intereses del partido a intereses particulares.

(Mao Tse-tung: "Luchemos por incorporar a las masas Por millones al Frente Unico Nacional fuitijaPonés"

de trabaio, cada palabra y cada acctón deben tener como punto de partida los intereses de todo el Partido. No serd tolerada en absoluto nínguna violación de este PrínctPio". (Mao Tse-tung: "El estilo de trabajo en el Partido")

Reafirmar y fortalecer la unidad significa: en el terreno ideológico, asumir con firmeza la posición de que los intereses del partido están por encima de todos los intereses individuales y parciales; en el terreno polfüco, partir de las bases de unidad alcanzadas en el I Congreso, para eue, mediante el estr¡dio y la lucha ideológica franca y activa, se consiga un nuevo y mayor g¡ado de cohesión en su aplicación por parte de todos los camaradas; En el terreno organizativo, fortalecer la unidad en torno a los objetivos y planes de t.rabajo, entre los órganos superiores y los inferiores, entre los comitós y las organizaciones de base, fortalecer la vinculación de todo el uartido con las masas, combatir sin tregua el sectarismo y el liberalismo en sus diversas rnanifestaciones y luchar por extirpar todo aquello que mine, atente o perjudique la cohesión del partido y de

sectarismo ha tenido y tiene diversas manifestaciones en nuestro partido que hay que combatir y erradicar definitivamente: la tendencia a negarge a considerar el conjunto, anteponer los intereses particulares a los generales, la tendencia al "localismo" y al "seccionalismo", a preocuparse sólo por la prOpia sección o "parcela" de trabajo sin atender a los intereses de los demás, mantener reticencias ante la autocrítica consecuente no asumiendo el punto de vista del partido, etc. En el pasado, el sectarismo ha sido la base de posiciones y actitudes nefastas para nuestro partido: la tendencia a ;trtdit intrigas y maquinaciones", sembrar la desconfianza y la división y practicar el fraccionalismo.

)

sus órganos dirigentes.

Todos los camaradas, y especialmente los cuadros, deben est-ar completamente unidos en torno a la Línea ldeológica, Política y Organaativa detenninada por nuestro I Congreso, así como en torno a los ejes generales del balance autocrftico realizado por el mismo. El individualismo en la práctica política de los camaradas y el

"&da míembro del parttd,o, cada sección

El

Necesitamos un partido unido y centralizado al máximo. Esto es necesario tenerlo presente. Para que todo nuestro partido marche al mismo paso y luche por un objetivo común, hemos de combatir el individualismo y el sectarismo, desembarazatnos de toda lucha fraccional y sin principios. El sectarismo es una manifestaciÓn del

subjetivismo en

el terreno

necesidades de la revolución.

El liberalisrno

es

organizativo

e incompatible con las

un enemigo importante también para lograr


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Docume¡rtos det I Congreso de Unifrcación

C"*ggse

i" E*pú,

una sólida unidad en cl Partido. Las manifestaciones más peligrosas del liberaiislno se proclucen, en la actualidad, en la práctica de la lucha ideológica, en la tendencia a pasaf por alto la crítica, a no combatir activamente los errores de los camaradas, a hacer críticas irresponsables en privado, en lugar de plantearlas francamente en la organización, en mulTnurar a espaldas de otros camaradas, dejar pasar por alto lo que no le afecte a uno personalmente, realizar ataques personales, desahogar rencores envez de debatir con serenidad los puntos de vista erróneos en bien de la unidad del partido, etc. El liberalismo debilita la cohesión. Es una especie de corrosivo que carcome la unidad. Debemos mantener una firme actitud vigilante frente a é1. Reafirmar y fotalecer la discipüna en la aplicaciÓn de las tareas del partido y en el cumplimiento de las directrices y en torno a los órganos de di.rección, especialmente en la actitud hacia el Buró Político y el Comité Central. Necesitamos un partido sólidamente uniclo y fuertemente disciplinado. La disciplina en el partido parte de cuatro principios esenciales: l)-la subordinación del militante a la organización;2)- la subordinación de la minoría a la mayoúa;3)-la suborclinación del nivel inferior al superior y 4)-la subordinación de tcdo el Partido al Comité Central. Quien viola estas reglas de disciplina socava la unidad del Partido. Es necesario que todos los camaradas partan de aplicar discipii¡:adamente, sin dilación, las directrices, apiiquen consecuentemente lcs planes de trabajo y la política de nuestro partido. La política y las directrices deben ser debatidas, estuCiadas y criticadas en proiundidad, con el fin cle aplicarlas co¡r rnsys¡ corrección y con me,io; ls resultados. En este aspecto, también he¡nos de enfrentarnos al li.:el'arismo y al sectarismo, a la tendencia a desohedecer l¿rs rJi¡cctrices, colocar las opiniones personales en prfuner lugar, solicitar ccltrsitleraciones especiaies de la organización, a no poner en prácticA colt sinceridad la decisión del partirlo cuando no se está tle acuerdo o se está en minoría, etc. Totia decisiÓn una vez adoptada debe ponerse en práctica cori finrteza.

La disciplina eu el Partido va íntimamente ligada al manten!miento de una actitud estricta de los cuadros y miembros de los comités, en todo momento deben trabajar por crear un clirna de

I¡s

tareas de nuestro partido

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confianza, respeto y exigencia de todos los camaradas hacia ellos y hacia los órganos centrales. Quien actue en contra de esto, trabaja en contra de la unidad y la disciplina del partido.

Reafinnar y fortalecer la dernocracia es indispensahle para que todos los camaradas desplieguen al máxirno su iniciativa, atrrnenten su resportsabilidad y desarrollen su trabajo con vigor, audacia y liabilidad.

"Sólo en un ambiente democrdtico pueden forntarse gron cantidad de hombres ca¡taces". í

"Dentro del Partido hay que educar a los militantes en los principios de la dernocracia para que comprendan qué se entiende por vida democratica, cudl es la relación entre la democracia y el centraltsmo y cótno poner en prdctica el centralismo democrdti-

co." (M ao Tse

-tung "El papel del Partido Comunista de China en la guerra nacional"

.)

Fortalecer la democracia supone fortalecer el estilo democrático

de trabajo de los comités del partido, recoger las opiniones de las lnasas y de los camaradas, escuchar todas las sugerencias y advertencias, practicar la autocrftica, utilizar fraternalmente la crítica y ser sincero, leal y activo en la lucha ideológica. El fortalecimiento de la dentocracia en el partido debe servir para fortalecer la unidad y la disciplina, nullca para resquebrajarla e introducir un estilo de trabajo personalista y filisteo propio de los partidos burgueses. Aplicar la clemocracia bajo una dirección centralizada significa: I ) Los órganos de dirección, los Comités, deben encontrar soIttciones cuando surgen problemas, con el fin de erigirse en auténtica vanguardia de las organizaciones del Partido. 2) Los órganos superiores deben conocer en profundidad la situación tle los órganos inferiores y la vida de las masas. Deben tener una base olrjctiva de conocimiento para dirigir correctamente. 3) No se dcbe resolver en ningún órgano un problema a la ligera. f lay quc poncr los medios para que toda decisión se pueda aplicar sin clilaciíln.

4) ('ullt¡uicr decisión

de importancia de los órganos de direc-


-!4

[¡s

ta¡eas de nuestro parüdo

75

iDtrume¡¡¡ss dd I Congr€$o de Uniñcacién Comunista de Espqna

cit';n debe ser transmitida a la base del Partido, utiliiando métodos lr¡ sriás efectivos posible: reuniones generales de responsables, asambleas, etc. Si fo¿os los camaradas deben discutir en detalle las directrices y estudiar los métodos para aplicarlas.

para refor¿ar y perseverar en el estilo comunista democrático de trabajo. debernoi prevenirnos frente at ultrademocratismo y las i¿eas y actitucles que hay ¡tu* sus manifestaciones. El peligro clel ultraclemocratismo que en otros momentos ha aparecido en alguna zona, está en que deiintegra por completo la organización del partido y debitita profundanlente su capacidad combativa, imposibilitándolo para cumplir sus tareas de lucha. El ultrademocratismo, el se<:tarismo y el liberalismo tienen su origen en la aversión individuaüsta de la pequeña burguesía a la disciplina y a la dirección centraliliar,actitüd q,r" *r absolutamente ajena a la revolución y al proletariado.

En la Conferencia de cuadros realizada en Agosto del 76, se denunció, analu6, valoró y criticó la existencia en nuestro partiCo de una llnea oportunista y fraccional, cuya actuaciÓrr trabía causado graves <iaños a la unidad, extensión y consolidación organizativa en óonciicicnes particularmente importantes de la iucha ce clases, como fl¡é ia última fase del fascismo en nuestro país. Nuestro I Congleso se ha reafirmado en la denuncia y condena de esta Línea, desterreno fués ile haber debatido en profundidad sus posiciones en el de objetivo político y organizativo y haber valorado crl significaclo su actuaciÓn.

La linea opcrtunista y fraccional se ha caracterizado a tro largo por de su aciivirtad en el partido:por lo siguiente: en lo ideológico, y el subjetivismo, la unilateralidad y la tendencia a minar la unidad pequeño la cohesion dei particio, a anteponer los intereses de un grupo a los de la revoiuciÓn; en lo político, por no manteller iina áetórmilarJa llnea, c.ombinar rasgos izquierdistas con posiciones derechistas, fruto de anáXisis unilaterales y posiciones subjetivas frente a la realí¿u¿; en lo organizativo por las posiciones ultrademocráticas, pof cfear la división y practicar el fraccionalismo.

Nuestro partido, después de haber combatiCo las manifestaciones de esta lÍnea oportunista y fraccional, ha salido doblemente fortalecido y el I Congreso ha supuesto la reafirrnación de la unidad del partido frente a esta línea y sus actividades. Sin embargo, las concepciones y actitudes que están en su base todavía na han sido extirpadas en su totalidad y se manifiestan, de una u otra forma, en alguna zona del partido. Es necesario que ia lucha ideológica contra ellas se intensifique y se consiga crear entre toclos los camaradas una unidad supeior, partiendo de las resoluci<¡nes del I Congreso, t¡n nuevo clima <lernacrático donde reine la confianza,la honestidad, el respeto, la lealtad y la libertad, donde la unidad y fortaleza de nuestro partido sea el objetivo común que ilevemos gtabado en ia mente y en el corazón, y presida la actuación de todos los camaradas.


In眉ce LIBRO I

PRESENTACION

tA SITUACION P4RTIDO I.-

ACTUAL

La situaci贸n

Y LAS TAREAS DE NUESTRO

.................o..........

internacional

...

.

.... III.-La situaci贸n de nuestro partido . . . . IV.-Lastareasdenuestropartido . ....... II.-Lasituaci贸nnacional

....

...... .. ..

ll l5 23 33 37


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