30 AÑOS EXIGIENDO JUSTICIA Y VERDAD

Page 1




30 años exigiendo justicia y verdad.

autores:

ISBN: 978-958-59557-0-7 Familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia. Se permite la copia, ya sea de uno o más artículos completos de esta obra o del conjunto de la edición, en cualquier formato, mecánico, digital, siempre y cuando no se modifique el contenido de los textos, se respete su autoría y esta nota se mantenga.

acompañamiento:

apoyo:

coordinación editorial, diseño y diagramación.

Claudia Rodríguez Concepto gráfico e ilustración

Javier Benavides editor literario y corrección

Leandro Vinasco A. impresión

T&J Impresores

Esta publicación cuenta con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), OXFAM, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y del Fondo Noruego de Derechos Humanos. El contenido de la misma es responsabilidad exclusiva de los familiares de los desaparecidos del Palacio de Justicia, dhColombia y otros autores, y no refleja necesariamente, la postura de las entidades mencionadas.

El saldo trágico de la toma y retoma del Palacio de Justicia fue de 94 muertos y 12 personas desaparecidas. El grupo de los 12 está conformado por ocho empleados de la cafetería, un integrante del M-19 y tres visitantes ocasionales; estas personas eran madres, padres, hijos, hermanas, tíos, esposos, compañeros y, ante todo, seres humanos con el derecho a vivir. Con el tiempo se ha llegado a comprobar que, además de los delitos de desaparición forzada, también se ocultó la ejecución extrajudicial del magistrado Carlos Horacio Urán, así como la retención ilegal y tortura de cuatro estudiantes posteriormente liberados. A esto se suman largos años durante los cuales los procedimientos de levantamiento de cadáveres y entrega de restos fueron viciados impidiendo esclarecer plenamente la verdad. Como si fuera poco, la lucha de los familiares por saber qué pasó con sus seres queridos se ha enfrentado con oscuros intereses de altos militares implicados. Siguen transcurriendo los años y ya casi todos los padres y madres de los desaparecidos han fallecido sin poder recibir justicia o saber qué pasó con sus hijos. Treinta años después, la sociedad entera se sigue preguntando: ¿Dónde están nuestros desaparecidos? 3


Estos son nuestros desaparecidos Cristina del Pilar Guarín Cortés Gloria Stella Figueroa Lizarazo Irma Franco Pineda David Suspes Celis Lucy Amparo Oviedo Bonilla Carlos Augusto Rodríguez Vera Bernardo Beltrán Hernández Gloria Isabel Anzola De Lanao Norma Constanza Esguerra Luz Mary Portela León Héctor Jaime Beltrán Fuentes Ana Rosa Castiblanco Torres Carlos Horacio Urán Rojas

C r i s t i n a d e l Pi l a r G ua r í n Co rt é s

5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 28

NACE: Bogotá, septiembre 9 de 1958. PADRES: † José y † Elsa. HERMANOS: † Carlos Leopolodo, † Elsa, Sebastián y René.

33

29

Línea de tiempo

Intervención en el Acto de Reconocimiento de Responsabilidad

31

Cronología de la retoma

“Dime buen Dios, por qué me arrebataste su voz de seda y su calor de niña, si era todo mi bien (y tú lo sabes), como el sustento que se da al mendigo”.

44

Epílogo

Javier Giraldo Moreno, S. J.

46

Comentarios absolución Plazas Vega 4

José Guarín †

4

La tradición de nuestra familia influyó para que Cristina tomara la vocación de dedicar su vida a la educación. Ella siempre fue una gran lectora y aficionada a los idiomas: estudió francés e inglés. Su rumbo era España donde iría a especializarse. A sus 26 años, se había graduado como licenciada en Historia y Geografía en la Universidad Pedagógica Nacional y se preparaba, mientras trabajaba temporalmente en la cafetería del Palacio de Justicia, para realizar un postgrado en Ciencias de la Educación. Con una personalidad fuerte y definida, siempre se caracterizó por defender sus derechos. La culminación de su primaria, bachillerato, universidad y los cursos de idiomas, dejaron en ella gran satisfacción. Anhelaba ser docente y siendo una niña incursionó en el instituto para mayores porque encontraba así mayor realización en su carrera. Su rectitud y superación diaria deben acogerse para valorar esta vida y entregarle la paz a su alma, a su espíritu; compensar todo su sufrimiento y el de nuestro hogar. Nosotros, sus familiares, pedimos llegar al esclarecimiento total de los hechos y la devolución de nuestros seres queridos. 5


Gloria Stell a F i g u e roa L i z a r a zo NACE: Bogotá, septiembre 3 de 1954. PADRES: † Ernesto y Rosa. HERMANOS: Deyanira, Julia y Milciades. HIJOS: Marixa Casallas, Diana Soraya, Carlos Andrés y Gloria Marcela Ospina. La última vez que la abracé fue en mi primera comunión. Aún no entiendo por qué una gente desalmada tiene que acabar con los sueños de una persona. Mamita, no descansaré hasta saber qué pasó contigo. Te extraño mucho, te amo con toda mi alma. Marixa Casallas

En noviembre de 1985, Gloria Stella desaparece en la retoma del Palacio de Justicia. Hasta el presente no tenemos ninguna respuesta de ella ni de sus compañeros, no sabemos qué paso con sus cuerpos y sus almas. Nosotros venimos de una familia pobre, Gloria trabajaba porque lo necesitaba. Ella tuvo cuatro niños y llevaba tres años laborando en la cafetería del Palacio de Justicia, era de las más antiguas, la mano derecha del administrador. Soñaba con tener su propio restaurante porque le llamaba la atención la cocina. Sabía preparar muchos platos especiales, parecía toda una chef. Siempre fue una mujer muy emprendedora y hogareña. Madre cabeza de hogar, era la octava entre 15 hermanos, muy bonita, blanca, de ojos cafés y cabello castaño oscuro. Gloria era una persona muy seria; vivía trabajando para poder mantener a sus hijos. Su mayor ilusión era sacar sus niños adelante y poderlos mantener decentemente. Tras la desaparición, emprendimos su búsqueda en hospitales, morgues y hasta en el mismo cementerio. Así llevamos 30 años, intentando saber la verdad de lo que pasó con ella y los 12 desaparecidos. Esto ha sido muy duro para nosotros porque la incertidumbre y el crecer sin el calor de una madre es algo que nadie debería sufrir. 7


IR M A F RAN CO pi n e da NACE: Bogotá, julio 1 de 1957. PADRES: † Francisco y † Eufemia. HERMANOS: Jorge Eliecer, Mercedes, Elizabeth, Fideligna, Lucrecia, Pedro, María del Socorro, María Eufemia. Los militares, organismos de control y operadores de justicia, infundieron miedo en nuestra familia censurando incluso el poder recordar a Irma en las conmemoraciones. Solamente esperamos conocer algún día la verdad. Te amamos y extrañamos tu presencia Irma.

Irma tenía 27 años cuando fue desaparecida forzosamente. Este hecho, que 30 años después aún se mantiene en la impunidad, provocó amenazas, estigmatización permanente a nuestra familia y la justificación del crimen durante años, incluso por la misma sociedad y los medios de comunicación. Pero nosotros siempre recordaremos a Irma como la mujer activa, alegre y dinámica que fue, esa misma a quien le encantaba la naturaleza y disfrutar de la vida al aire libre. Enérgica y aventurera, heredó de su madre Eufemia la valentía, el amor por el prójimo y la sensibilidad por las causas sociales; de su padre Francisco, aprendió a ver en la adversidad las oportunidades del camino. Irma se destacó siempre por su inteligencia y personalidad. Hizo sus estudios en la escuela Gabriela Mistral, en el colegio CAFAM y luego en la Universidad Libre, donde estuvo becada por el mejor promedio de notas. Estudió la carrera de derecho encontrando en las ideas del M-19 afinidad con sus búsquedas personales. Salió con vida del Palacio de Justicia y fue conducida a la Casa del Florero, de allí fue llevada a una guarnición militar donde la torturaron y desaparecieron. Aún seguimos esperando verdad y justicia sobre su caso. 9


DAV ID SUS PES C ELIS

NACE: Bogotá, febrero 12 de 1959. MADRE: María del Cármen HERMANOS: Marcos, Orlando, Trinidad, Cármen, Claudia, Marcela y Myriam. HIJA Ludy Esmeralda.

Recuerdo que cuando éramos niños se escondía y luego me decía: “no llore más que ya no la vuelvo a asustar”, mientras me daba un beso de cariño en la frente. Solo que ahora no llegó a consolarme.

Después del 6 y 7 de noviembre de 1985 nuestra vida cambió para siempre. De allí en adelante nos hemos mantenido en la búsqueda de David. Él siempre se distinguió por ser una persona sociable, disciplinada y correcta, muy querido con la familia y los vecinos. Uno de sus sueños era sacar a su mamá del barrio Juan Rey, decía que allí hacía mucho frio. Hizo su primaria en la Escuela Distrital Juan Rey y la secundaria en el Gimnasio Libertad siendo sobresaliente en los estudios. Soñaba con ser parte de la Fuerza Aérea, pero por falta de recursos económicos nunca pudo ingresar. Trabajó en la construcción ayudando a su papá y cuando éste se marchó asumió la responsabilidad de sus hermanas menores. Ingresó al SENA a estudiar Cocina, su herramienta para laborar. Se desempeñó como chef en el Club Militar de la Policía, Carulla y la cafetería del Palacio de Justicia, donde desapareció en la retoma del lugar por parte de las fuerzas armadas. Como familia, nuestro mayor anhelo es una real justicia y verdad sobre el caso de David, que exista una reparación integral a los que nos vimos afectados. Quisiéramos, como por arte de magia, devolver el tiempo para tenerlo con nosotros y que nunca más se volviera a ir de nuestro lado. 11


LU C Y A M PARO OV IEDO B ONILLA NACE: Chaparral (Tolima) , 15 de febrero de 1962. PADRES: Rafael y † Ana María. HERMANOS: Gloria, Aura, Damaris, Rafael y Armida. ESPOSO: Jairo Arias Méndez. HIJOS: Jairo Alberto y Rafael Armando. Aquel día Lucy Amparo preparó los alimentos para su esposo y sus dos pequeños hijos como era costumbre. Se arregló y salió a cumplir una entrevista de trabajo con un alto magistrado. Todo quedó listo para su regreso, pero esto nunca ocurrió.

Lucy Amparo se convirtió en mártir del holocausto del Palacio de Justicia cuando cumplía una cita con el Presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía. Ella anhelaba estudiar derecho y ejercer esa profesión para el bien de los demás. Extrovertida, franca y directa, son los adjetivos que mejor la describen. La alegría estaba presente en cada momento de su vida junto con el optimismo. Era la hija menor del hogar. Estudió la secundaria en el colegio Soledad Medina en Chaparral, donde conoció a Jairo Arias quien posteriormente se convirtió en su esposo y padre de sus dos hijos. En 1984 los padres de Lucy se trasladaron a Bogotá por la violencia en su región. Los hechos de la búsqueda de Lucy y las pruebas recopiladas fueron narradas y aportadas ante despachos judiciales, sin que en mucho tiempo se obtuvieran resultados; solo con la diligencia de la Fiscal Ángela María Buitrago se encontró una luz sobre su caso. No ha existido otro momento más doloroso en nuestras vidas. En la familia tratamos de prolongar la lucha de Ana María Bonilla, su madre, quien no cesó en la búsqueda de Lucy Amparo culminando su vida a los 73 años. Para que haya paz en su tumba, seguimos contribuyendo a que la justicia resplandezca en la construcción de una mejor Colombia. 13


C ARLOS AU G USTO RODRÍ G UEZ V ERA NACE: Bogotá, julio 26 de 1956. PADRES: † Enrique Alfonso y † María Helena. HERMANOS: César y Gustavo. esposa: Cecilia Cabrera. hija: Alejandra. Te busqué en mis sueños y al fin te pude hallar, hablé contigo durante horas, aunque para mí tan solo fueron unos pocos segundos. Te extraño aún sin haberte podido abrazar, sin haberte dicho: ¡Papá, me haces falta! Alejandra rodríguez

El 6 de noviembre de 1985, Carlos salió de la casa hacia su trabajo, se despidió amorosamente pensando que muy pronto sería el bautizo de su única hija, que cumplía 35 días de nacida. En 1982 había conocido a Cecilia, con quien se casó un año después; junto con su esposa, habían tomado la administración de la cafetería del Palacio de Justicia. Él siempre fue un hombre alegre, generoso, soñador y extrovertido. Tuvo una infancia feliz en compañía de sus hermanos y padres. Se graduó de bachiller en 1973, realizó estudios de sistemas y trabajó en empresas como Intra y el Banco Ganadero. Estaba estudiando derecho al momento de la toma. Sabemos que Carlos salió vivo del Palacio de Justicia, hecho confirmado por testigos que lo vieron cuando era conducido a la Casa del Florero. Estas pruebas también han sido corroboradas por el Tribunal Superior de Bogotá y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Nosotros lo recordamos siempre como recordamos también el holocausto del Palacio de Justicia, el infame día en que Carlos fue desaparecido junto con sus compañeros. Si él pudiera oír hoy nuestro mensaje le diríamos que estamos y estaremos a su lado, que lucharemos hasta el final por recuperarlo: ese es nuestro propósito principal. 15


B e r n a r d o B e lt r á n hernández NACE: Bogotá, julio 10 de 1961. PADRES: † Bernardo y † María de Jesús. HERMANOS: Fanny, Sandra, Luis Fernando, Fabio y Diego.

Lo vivido con Bernando nos enseñó mucho acerca de la situación del país. Hemos conocido mucha gente de los ocho gobiernos que han pasado y aún seguimos con la misma pregunta: ¿Dónde están los desaparecidos del Palacio de Justicia?

Al medio día se escuchó la noticia: un comando del M-19 había ingresado al Palacio de Justicia. Aquella tarde intentamos comunicarnos con la cafetería sin resultado; todo era caos y confusión. En el momento del incendio entramos en pánico, llorábamos, rezábamos, nos sentíamos totalmente impotentes ante lo que estaba sucediendo. De niño, Bernardo había sido un poco callado aunque también era cálido y poseía gran ternura. Generalmente se quedaba solo en las mañanas, acababa de hacer el almuerzo, trapeaba la casa, lavaba el baño y se iba a estudiar. Bueno en el futbol y malo para bailar, llamaba la atención de las chicas por su porte alto y elegante. Entró al SENA a estudiar Mesa y Bar. Su ilusión era montar un negocio propio para trabajar con sus hermanos. Hizo su práctica profesional en el Hotel Hilton, pasó a trabajar al Museo de Artes y Tradiciones, y luego al Palacio de Justicia; estaba feliz, llegaba a contarnos la cantidad de gente distinguida que iba a ese lugar. Su desaparición se convirtió en trauma sicológico. En la familia no solo perdimos a un hijo y a un hermano, perdimos también la oportunidad de vivir una vida tranquila. Hemos tocado muchas puertas, hemos suplicado, lo hemos sacrificado todo. Lo peor es que nadie nos dice nada. Lo que sentimos es imposible de describir: nuestro vacío nunca se llenará, nada ni nadie podrá reemplazarlo. 17


Gloria Isabel A n zo l a d e L a n ao NACE: Bogotá, febrero 12 de 1952. PADRES: † Rómulo y Viviana. HERMANOS: Esperanza, Consuelo y Óscar. esposO: Francisco José Lanao. hijO: Juan Francisco. Terminada la toma y retoma del Palacio, el carro de Gloria fue encontrado intacto, solo estaba recubierto por las cenizas del incendio, aún llevaba –también intacta– la silla de bebé de su hijo. Sin embargo, de Gloria no se volvió a saber nada más hasta la fecha.

El día de la toma Gloria Isabel acompañó a su hijo a la guardería y luego se dirigió hacia su oficina en el centro de Bogotá, debía coordinar un almuerzo de trabajo en el Club de Abogados. Entró al Palacio de Justicia y dejó su carro en el lugar asignado a su tía, la magistrada del Consejo de Estado Aydee Anzola, quien le prestaba el parqueadero usualmente. Gloria era una persona muy sociable. Reconocida por su responsabilidad y talento, era una mujer abierta y dulce. Se conoció con su esposo en secundaria casándose en 1983. Al año tuvieron su primer hijo. Lastimosamente su hogar fue destruido por la crueldad y el salvajismo de unos cuantos miembros del Ejército. Ellos también truncaron su brillante carrera profesional; Gloria había estudiado con altas personalidades en la rama judicial y ejercía como abogada litigante, además de ser docente en varias universidades. Su desaparición golpeó la vida de muchos. Sin embargo, sabemos que, de alguna manera, ella está aquí, con nosotros. No vemos su rostro, no escuchamos su voz, pero sentimos que nos cuida, que nunca nos olvidó, que siempre nos ha sostenido para que continuemos. Por eso esta lucha no acaba: no descansaremos hasta encontrarla. Porque todavía la esconden, porque no nos han dejado encontrarla para darle el verdadero descanso eterno que merece. 19


N o r m a Co n s ta n z a Esguerra NACE: Bogotá, diciembre 18 de 1955. PADRES: Ricardo y † Elvira. HERMANA: Martha Amparo. HIJA: Deborah Anaya.

Mi mayor impotencia fue estar allí y no poder ir a buscarla. Al quedarme en el carro, con mi invalidez, solo pude llorar. Llorar y sentir cómo el corazón se salía de mi pecho pensando que jamás volvería a verla. Martha Amparo

La tragedia sorprendió a Norma en el Palacio de Justicia. Ese día ella iba a dejar unos pedidos a la cafetería, donde había ganado una licitación con su microempresa de pastelería francesa. Sin embargo, a los 10 minutos de haber ingresado, no pudo volver a salir. Sus últimas palabras fueron: “Ya vuelvo, no me demoro nada”. Ella siempre fue tranquila y dulce, juiciosa y buena para el estudio. En el Colegio de la Asunción hizo su primaria y bachillerato, luego se graduó en Derecho Internacional de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Soñaba ser abogada y ayudar a los más necesitados. Culminando su carrera viajó a Estados Unidos para estudiar inglés. Allí conoció a Mario Anaya, de su relación nació Deborah, su única hija. Juntos tomaron la decisión de volver a Colombia, fue una de las épocas más felices para nuestra familia. Sin embargo Norma estuvo el día equivocado en el lugar equivocado. La extralimitación del Ejército nos arrebató su vida para siempre, su desaparición dejó un vacío en nuestros corazones que jamás podrá ser llenado: nos quitaron a Norma con sus sueños, los sueños de una mujer de 28 años, que luchó para trabajar y darle un mejor futuro a su familia. Nos quitaron la hermana más hermosa, la mamá más dedicada, la hija más generosa, la mujer más dulce. 21


LUZ M ARY P ORTELA LEó N NACE: Cunday (Tolima), diciembre 29 de 1959. PADRES: Heriberto y † Rosalbina. HERMANOS: Carlos, Nelly, Jair, Rosa y Edison.

La ultima vez que la vimos fue la mañana del 6 de noviembre de 1985. Se despidió con un beso en la frente de nosotros. Después le dijo a mamá: “Mami, termínese de tomar el medicamento y vuelve a trabajar el lunes”.

Rosalbina, mamá de Luz Mary, enfermó la última semana de octubre de 1985, durante una semana su hija la reemplazó en la cafetería del Palacio de Justicia. Asumió la prueba del máximo amor: sin sospecharlo, dio su vida por la de su madre. Ellas siempre fueron grandes amigas y confidentes. Juntas pasaron trabajos, sufrimientos y alegrías. Luz Mary era una mujer honesta, amable y soñadora. Trabajó toda su vida al lado de su mamá, primero en las labores del campo y luego en la cocina, desde muy joven vivía al cuidado de sus hermanos menores. En 1978, se trasladaron a Bogotá, a una humilde casa de un barrio popular; allí, mientras Luz Mary cuidaba de sus hermanos, Rosalbina trabajaba en labores varias. Hacia 1982, Rosalbina logró conseguirle un trabajo a su hija como auxiliar de cocina en un prestigioso restaurante, lugar en el que trabajaron juntas hasta que Rosalbina se vinculó a la cafetería del Palacio de Justicia en 1983. El dolor, la ausencia y la culpa, enfermaron a Rosalbina hasta llevarla a padecer una enfermedad terminal. Falleció a sus 67 años inmersa en el sufrimiento: “la desaparecida tendría que ser yo y no mi hija”, repetía. Sus hijos heredamos la búsqueda de Luz Mary, y con ello el dolor y la incertidumbre de nuestra madre. 23


H éc t o r J a i m e B e lt r á n F u e n t e s NACE: Bogotá, septiembre 18 de 1957. PADRES: Hector y Clara. HERMANOS: Mario, José, Germán, Nidia, Lizzy y Clara. esposa: Pilar Navarrete. hijas: Bibiana, Stephanny, Dayana y Evelyn. Ese día “Jimmy” quería llevarse una foto de las niñas para el trabajo. No se la quería prestar pues la podría refundir. Luego de pensarlo le hice poner su mano en el corazón y le pedí que repitiera conmigo: “Yo, Héctor Jaime Beltrán, juro que si boto la foto no regreso”. Pilar Navarrete

Los días anteriores a que Héctor Jaime fuera desaparecido son innolvidables y tristes a la vez. Ese fin de semana, él se había lastimado un dedo y por eso no podía trabajar, pero la necesidad de ganar unas propinas para matricular a nuestras hijas en el colegio hizo que fuera al Palacio. Aquel 6 de noviembre, a las 6 de la madrugada, nos dio el último abrazo y el último beso. Si bien tenía el mismo nombre de su padre, todos lo conocían como “Jimmy”. Era un hombre alegre, cariñoso y solidario. Vivía para suplir las necesidades de nuestra familia: soñaba comprar una casa para nosotras pues era muy hogareño y amoroso. Fue el mayor de 7 hijos, sus pasatiempos favoritos eran jugar fútbol y el día sábado encontrarse con su padre para jugar tejo. Anhelaba ir a su tierra acompañado por su familia, deseaba que conociéramos el mar y a sus parientes maternales. Siempre recordaremos ese último adiós que nos diste. Aquella última vez que miraste cada cunita con tus cuatro pequeñas hijas. Entonces, vemos de nuevo tus ojos alegres y tu sonrisa de siempre y aunque la lluvia, el viento y el sol no volvieron a traer noticias de tu paradero, día a día te recordamos y te nombramos, todos los que te conocimos. 25


A n a Ro s a Castibl anco Torres NACE: Bogotá, noviembre 18 de 1953. PADRES: † Marcelino y † María Teresa. HERMANOS: Clara, Cármen, Ana, Inés Flor, Manuel. hij0s: Esmeralda y Raúl. Cuánto quisiera que Dios me hubiera regalado algún instante para conocer a mi madre: tener algún recuerdo de ella, un abrazo, una palabra. Me quedé con un sinfín de preguntas, viendo sus fotos, sufriendo esta historia cruel que parece no tener final. esmeralda cubillos

Cuando Ana Rosa fue desaparecida forzosamente en la toma y retoma del Palacio de Justicia ya cumplía 8 meses de embarazo. El domingo anterior habíamos estado compartiendo todos en familia, fue un día muy hermoso, como si la vida nos hubiera dado una última oportunidad de estar a su lado. Ana Rosa era una persona muy alegre, su cabello ondulado, sus ojos color café, su piel trigueña le daban el aire de la mujer latina, además le gustaba mucho bailar salsa. Dedicaba todo el tiempo que tenía a su trabajo y a su hijo, Raúl, quien tenía cuatro años al momento de la desaparición. En los días de descanso visitaba a la familia. Hoy solo nos quedan recuerdos de aquellos momentos en algunas fotografías que hemos guardado. Ella era muy amiga de Gloria Estela Lizarazo, quien sufrió su misma suerte, les gustaba ir juntas a Monserrate y a Bojacá para caminar y respirar aire puro. Fue recomendada para trabajar en la cafetería del Palacio donde llevaba más de dos años. Su desaparición forzada afectó a toda nuestra familia. Sus familiares seguimos intentado saber cómo desaparecieron a Ana Rosa y quiénes fueron los culpables. Seguimos exigiendo justicia para su caso tras estos 30 años de dolor en nuestra familia. 27


C ARLOS HORAC IO URÁN RO J AS

NACE: Bogotá, mayo 7 de 1942. PADRES: † Bernardo y † Emilia. hermanos: 11 esposa: Ana María Bidegain hijas: Anahi, Helena M., Mairee C. y Xiomara La última persona en ver a Carlos Horacio fue su hija mayor, Anahí, mientras éste se alejaba cuando iba hacia el trabajo, la mañana del seis de noviembre de 1985.

El 6 de noviembre de 1985, Carlos Horacio se dirigió hacia el Palacio de Justicia tras dictar clase en la Universidad Javeriana. Una vez en el edificio, empezó a escuchar disparos. Alarmado llamó a su esposa para avisarle lo que estaba sucediendo, solo alcanzó a decirle lo mucho que la amaba. Abogado, politólogo y profesor, Carlos se desempeñaba como magistrado auxiliar del Consejo de Estado de Colombia. Estaba casado con Ana María Bidegain y tenía cuatro hijitas. Era un padre amoroso, le gustaba cantar y tocar la guitarra. Tenía planeado ir a defender su tesis doctoral en la Universidad de Paris, en marzo de 1986, trabajo que versaba sobre la participación de Colombia en la Guerra de Corea. También pensaba publicar un libro de prosa y versos a su regreso de París, otro de los sueños que truncó la toma del Palacio. Tenía 43 años de edad cuando su cuerpo, desnudo y torturado, fue encontrado por Luz Helena Sánchez, amiga de la familia, en un patio de Medicina Legal, siendo posteriormente identificado por su sobrino Víctor Manuel Uribe-Urán. Carlos era un católico practicante que creía en el diálogo y por eso estaba entregado a la causa de construir una mejor Colombia, en paz, para todas y todos.

AGO-OCT. Inteligencia Militar y servicios de seguridad del Estado descubren planes del M-19. OCT. Aumenta seguridad del Palacio de Justicia.

NOV. 5 Es retirada la seguridad.

NOV. 6 Y 7 Toma del Palacio de Justicia por el M19 y retoma por las FFMM. No aparecen los ocho empleados de la cafetería, ni tres visitantes ocasionales. NOV-DIC. Llamadas a las casas, informando de la presencia de los desaparecidos en guarniciones militares.

1985

1986

2001

2002

INICIA PROCESO Luego de lograrse que la desaparición forzada fuera considerada delito en el año 2000, los familiares solicitan a la Fiscalía iniciar el proceso. La representación inicia con el abogado Daniel Prado y posteriormente el CAJAR apoya. NOV. Se identifican los restos óseos de Ana Rosa Castiblanco, los cuales son entregados a sus familiares.

AGO. Después de 10 años de insistencia de Eduardo Umaña, el juzgado 2° penal del circuito especializado ordena la exhumación de la fosa común del Cementerio del Sur.

86 DIC. 26 Eduardo Umaña Mendoza inicia Don Enrique la lucha por la verdad y la justicia Rodríguez, presenta atendiendo el llamado hecho por el caso ante la CIDH. los familiares. JUL. Informe del Tribunal Especial dice que los desaparecidos murieron luego de ser llevados por el M19 al cuarto piso. Sus “pruebas” no son consistentes.

La investigación preliminar se extiende hasta el mes de enero del siguiente año.

85-87 NOV. Familiares denuncian y presentan testimonios y Primera conmemoración y publicación de la revista. pruebas a Procuraduría General. Son procesados disciplinariamente Arias Cabrales y Sánchez Rubiano. 1987

2003

2004

01-04 No hay avances significativos en el proceso.

2005

1988

1989

2006

OCT. Fiscalía General de la Nación asigna el proceso a la Unidad Nacional de Derechos Humanos.

FEB. – AGO. Exhumación de la fosa común del Cementerio del Sur.

ABR. Eduardo Umaña M. es asesinado en su oficina, tras resistirse a ser llevado por los asesinos.

“PACTO DE SILENCIO” 1986-1996 No hay investigación, la versión oficial es: “no hay desaparecidos”.

1990

1991

1992

1993

2007

2008

2009

2010

1994

1995

1996

98-01 Fase de laboratorio de la exhumación 1997

1998

1999

2000

2011

06 Jorge Molano asume representación de la familia Rodríguez Cabrera.

NOV. NOV. Familiares piden a la Fiscalía General de la Nación designa a la Fiscalía que llame a indagatoria a los militares Fiscalía Cuarta ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en cabeza de la Dra. Ángela involucrados. María Buitrago para llevar el caso. 05-08 Fiscal Cuarta ante la CSJ ordena y dirige la realización de numerosas pruebas. Recolecta valiosas evidencias y construye el caso.

ABR. 08* 10 Juzgado 51 penal adelanta Juez 51º penal profiere sentencia La Fiscalía cita a indagatoria a audiencia en el caso del Coronel tres generales por la muerte condenatoria de 35 años de prisión Sánchez Rubiano, ex comandante del magistrado Carlos Urán. en contra del General (R) Jesús JUL. B2 Brigada XIII. Arias Cabrales. 10 07 Proceso contra Edilberto Germán Romero acompaña Comisión Intereclesial de Justicia Sánchez Rubiano es como abogado independiente. JUN. y Paz acompaña jurídicamente. remitido al Juzgado 55 Juez 3ra. especializada 08-09 penal del circuito. SEP. profiere sentencia Fiscal Cuarta emite resolución de Fiscal Cuarta emite resolución de condenatoria de 30 años DIC. acusación en contra de: acusación en contra del ex de prisión en contra del La Juez 51º penal profiere Tte. Cor. Alfonso Plazas Vega, de la Escuela comandante del B2 de la Brigada Coronel (R) Alfonso Plazas sentencia absolutoria a de Caballería; Gen. Jesús Arias Cabrales, XIII, Ediberto Sánchez y otros cuatro de la Brigada XIII; Iván Ramírez Quintero, Vega. Juez María Estela favor de Iván Ramírez miembros del B2. Jara es obligada a exiliarse. del COICI (Inteligencia Charry Solano). Quintero. * ENTRE EL 2008 Y EL 2010 LOS FAMILIARES ACOMPAÑAN PERMANENTEMENTE LA REALIZACIÓN DE AUDIENCIAS ANTE LOS DIFERENTES JUZGADOS.

28

29


noviembre 1985 Los empleados de la cafetería del Palacio de Justicia y tres visitantes ocasionales no aparecen vivos ni muertos. nov. 7 y 8 94 cadáveres son llevados a medicina legal.

Tras conmemorar los 30 años de aquel miércoles 6 de noviembre de 1985, cuando las balas y las llamas devoraron el templo de “la justicia” colombiana, resulta motivo de indignación que la mayoría de los hechos allí acontecidos sigan aún entre el misterio y la impunidad. Nuestros familiares siguen perteneciendo a la larga lista de “detenidos desaparecidos” que existe en Colombia. Anhelamos que de allí no pasen a las listas del olvido, ni queden en el anonimato de un país que pasivamente ve crecer el número de personas desaparecidas, torturadas y asesinadas impunemente. Por tal razón, queremos despertar el espíritu de solidaridad para ejercer presión sobre el estado colombiano. Exigimos llevar hasta las últimas consecuencias las investigaciones sobre los desaparecidos del Palacio de Justicia, y ante todo que se juzgue y condene a los culpables de estos hechos. No nos rendiremos hasta saber qué ocurrió realmente con nuestros seres queridos. No importa el tiempo, ni las consecuencias, ni el silencio de las autoridades: estamos convencidos de que llegará el día en que la verdad saldrá a la luz y se hará justicia. 30

nov. 8 Familiares inician la búsqueda en medicina legal, hospitales, instalaciones militares y de policía. nov. 9 Cerca de 38 cadáveres (la mayoría sin identificar) son trasladados a una fosa común en el cementerio del sur por orden de un juez militar con el argumento de que el M 19 se iba a tomar medicina legal para recuperar los cuerpos de sus miembros. nov-dic. Rumores y noticias de prensa hablan sobre “acumulación de provisiones en la cafetería” y “complicidad de los empleados de la cafetería con el M 19”. Tales hipótesis nunca fueron confirmadas.

ENE. 13 OCT. Tribunal Superior de La fiscal General retira del caso y del cargo al Tribunal superior de Bogotá confirma en Fiscal 4º en el momento en que tiene Bogotá, confirma en segunda instancia la preparadas las acusaciones de otros oficiales. segunda instancia la condena condena al Coronel (R) La doctora Buitrago también recibe amenazas. al General (R) Arias Cabrales, Plazas Vega, pero solo por pero solo por cinco de los JUN. dos desaparecidos: Carlos desaparecidos. Nuevamente Es encontrado informe del Ejército Rodríguez e Irma Franco. 13 donde se confirma responsabilidad el Estado reacciona a favor del condenado y mantiene La CIDH responsabiliza al de Comando del Ejército y FFMM respaldo a las FFMM. Estado colombiano por la en torturas y desapariciones. desaparición de doce NOV. personas en el Palacio de Corte IDH realiza la audiencia de fondo del caso de los Justicia. Pasa el caso a la Corte desaparecidos, asesinados y torturados del Palacio de Justicia, Interamericana de Derechos en Brasilia, Brasil. Participación activa de los familiares. Humanos (Corte IDH).

2012

2013

DIC. Corte IDH condena a Colombia por desaparición forzada de once personas y ordena continuar búsqueda, sentenciar responsables y reparar de manera simbólica y económica.

2014

2015

15. Equipo de investigadores asignado por la Fiscalía no hace avances significativos. Insistencia de los representantes continúa. Avances mínimos en el cumplimiento de la sentencia de la Corte IDH. Se solicita vinculación de algunos Ministros del gobierno Betancur.

NOV I EM B RE 6 cronología de la retoma

10:45 Se ordena al Batallón Guardia Presidencial el alistamiento de las unidades y desplazar una unidad hacia ese lugar. Mientras tanto los integrantes del servicio de inteligencia F-2 y la Policía Nacional que estaban en el sector llegan al edificio.

13:40 El Jefe del E-3 (Comando de Operaciones) del Ejército Nacional llama a las empresas de Energía y Teléfonos de Bogotá para que se suspendan estos servicios en el Palacio de Justicia.

11:30 Un comando del M-19, integrado por 35 combatientes distribuidos en cuatro escuadras, realizó la toma del Palacio de Justicia, bajo la denominada operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre.

15:00 En la Casa de Nariño se inició la primera sesión del Consejo de Ministros en la que se decide: no dialogar con el M-19 y autorizar o tolerar, hasta sus últimas consecuencias, la operación militar de retoma.

11:45 Llegan al Palacio de Justicia diferentes unidades militares, incluso aquellas que habían sido preparadas desde el día anterior, establecen puntos de mando y ejercen control perimetral.

Gran incertidumbre por próxima decisión de la CSJ en casación de caso Plazas Vega e implicaciones del proceso de paz en el caso. En el nuevo proceso se encuentran evidencias de nuevas víctimas de tortura, ejecución y desaparición.

12:20 La relación de vuelos del Comando Aéreo de Mantenimiento indica que se utilizaron dos helicópteros en la operación que estaban a disposición del Grupo Mecanizado Rincón Quiñones, Unidad Táctica de la Brigada XIII en Usaquén, Cartón Norte, desde el día 6 de noviembre a las 12:20 p.m.

OCT. 20 La Fiscalía General y el Instituto de Medicina Legal informan hallazgo de restos óseos de Cristina Guarín, Lucy Amparo Oviedo y Luz Mary Portela, comprometiéndose a establecer la verdad sobre los 3 fallecimientos. Hay inconsistencias de versiones entre familiares de Marina Ferrer y hallazgo de restos de Cristina Guarín por parte de la Fiscalía.

12:30 A fin de cumplir labores de inteligencia se traslada el Teniente Coronel Sánchez Rubiano con otros miembros del B-2 a la Casa del Florero. Entre estos estaban, el Capitán miembro del B-2 Oscar William Vásquez Rodríguez, el Sargento viceprimero del B-2 Ferney Causayá Peña, el Sargento viceprimero Luis Fernando Nieto Velandia y el Sargento segundo Antonio Rubay Jiménez Gómez

EN 30 AÑOS NO HA SIDO VINCULADO DE MANERA FORMAL NINGÚN INTEGRANTE DE LOS CUERPOS DE SEGURIDAD: DAS, F-2, DINTE; ASÍ COMO TAMPOCO NADIE DE LA POLICÍA NACIONAL.

13:00 Los tanques hicieron su entrada por la puerta principal del edificio judicial y a través del sótano. Abrieron fuego en forma indiscriminada al tiempo que llegó el Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Nacional, que ocupó la azotea del Palacio y parcialmente los pisos 1 y 2 con la participación de los grupos de contraguerrilla.

09:00 Integrantes de la Brigada 20 llegan a la Casa Museo del Florero llevando consigo los álbumes fotográficos de integrantes del M-19 como insumo para la identificación y se instala un puesto de mando adelantado en la Casa Museo del Florero.

15:30 El Comando del Ejército recibe información de las Unidades de Palacio sobre el señalamiento de algunas personas sospechosas que posteriormente fueron torturadas. 16:45 En medio de las operaciones, el presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, retenido en el cuarto piso del Palacio de Justicia, pidió a través de llamadas telefónicas a altos funcionarios y mensajes transmitidos públicamente por emisoras de radio, un cese al fuego como única posibilidad de salvar la vida de todos los rehenes. 16:50 Los rehenes que son encontrados por tropas del Ejército en la planta baja del Palacio de Justicia son llevados a la Casa del Florero. Las primeras personas en salir se ven secas y bien vestidas, luego van los que estaban mojados o sucios.

31


20:35 El Comandante de la Brigada XIII informa al Comando del Ejército el inicio del incendio en el tercer piso del Palacio de Justicia.

17:36 Continúa la Retoma del 3er piso del Palacio de Justicia por tropas de la Brigada XIII. 19:00 Se ordena por el Gobierno y la Junta de Ministros la suspensión de operaciones hasta el 7 de noviembre.

21:30 El Ejército lanza un roquet que ingresa al baño ubicado en el costado occidental del Palacio entre el segundo y el tercer piso.

19:45 Reactivado el servicio telefónico, Alfonso Reyes Echandía se comunicó de nuevo al exterior del palacio reiterando que los iban a matar si no terminaban las hostilidades.

NOV IEMB RE 7

I

cronología de la retoma

02:00 Reinicia la retoma del Palacio de Justicia con una compañía de contraguerrillas. Se rompe la orden presidencial. 06:30 El Ejército inicia la “Operación Rastrillo” a fin de reducir el grupo guerrillero que quedaba. 08:30 El magistrado Reynaldo Arciniegas, provisto de la camiseta del magistrado Tapias Rocha como bandera blanca de tregua, y luego de anunciar su misión de emisario por varias veces, desciende las escaleras y es recibido por los militares, visiblemente alterado. Sale hacia la Casa del Florero para llevar el mensaje que minutos antes le había encomendado Andrés Almarales, en éste se especificaba que los guerrilleros tenían en su poder cerca de 70 personas, entre las cuales figuraban más de 15 magistrados. Tras haber interrogado al magistrado, la fuerza pública obtuvo la información necesaria para que el ataque final se diera, sin considerar la vida de los rehenes. El mensaje de negociación nunca llegó al Gobierno Nacional.

13:30 Una vez terminada la toma salen con vida del Palacio de Justicia el resto de rehenes. Entre ellos, varios de los desaparecidos de éste caso y el magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán. 14:00 Se produce el asalto final por parte del Ejército. 14:30 En video quedan registradas varias personas de civil que son trasladadas en vehículos del Ejército, bajo custodia de integrantes de las FF. MM. 15:20 Se escucha una última explosión y súbitamente un silencio total se apodera de la Plaza de Bolívar. 16:00 Por orden del General Arias Cabrales, los cuerpos son trasladados al primer piso y posteriormente cargados en un camión del Ejército con destino al Instituto Nacional de Medicina Legal. 17:00 El 7 de noviembre de 1985, la DIJIN expide una orden en la cual aparece una lista de nombres con varias personas que murieron en el Palacio de Justicia y de cuyos cadáveres se ordena mantenerlos apartados y ubicados en “una parte visible”.

Hoy estamos aquí en nombre de nuestros familiares que fueron desaparecidos forzadamente por las Fuerzas Militares. Aceptamos el Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad del Estado, ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como medida de reparación, presidido por el presidente Juan Manuel Santos. Sin embargo, consideramos que quienes deberían estar aquí ante las víctimas y sus familiares reconociendo sus responsabilidades y afrontando el juicio de la sociedad son el expresidente Belisario Betancur, que

nunca asumió la grave responsabilidad que le corresponde; sus ministros, que encubrieron los hechos, y la cúpula militar de la época que retuvo arbitrariamente, torturó y desapareció a nuestros familiares. El saldo de la tragedia fue de 94 muertos y 12 desaparecidos, la justicia y su sede fueron masacradas, la petición “que cese el fuego”, del presidente de la Corte Suprema de Justicia a la desproporcionada operación militar nunca fue escuchada. Las Fuerzas Militares impidieron cualquier intento de diálogo, había que,

* Palabras de Intervención de familiares en acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional del Estado de Colombia por los hechos del caso Rodríguez Vera y otros, sobre desaparecidos del Palacio de Justicia. Bogotá, 6 de noviembre de 2015. 32

33


30 años

según comunicaciones militares durante la toma: “apurar, apurar a consolidar y acabar con todo, y consolidar el objetivo... no nos pongamos a pararnos en gasto de municiones o destrozos que haya que ocasionar”.1 Al terminar la llamada “Operación rastrillo”, las Fuerzas Militares y sus jueces no permitieron la entrada de personal del Poder Judicial a cumplir sus labores de levantamiento de cadáveres e investigación de los actos criminales sucedidos. Los cuerpos fueron trasladados al patio central del primer piso, despojados de sus ropas y pertenencias, y lavados con mangueras del cuerpo de bomberos. Importantes pruebas e indicios fueron alterados y destruidos: empezaba el ocultamiento y se ponía en marcha el “pacto de silencio”. Exigimos que este despiadado “pacto de silencio” que se ha mantenido durante 30 años finalmente se rompa, que los criminales asuman su responsabilidad y digan la verdad que tanta falta le hace a nuestro país. No es fácil describir el dolor, la angustia, la impotencia, el desasosiego y el sufrimiento que nos ha causado el soportar que quienes tenían la obligación de protegerlos, los desaparecieran, y luego se dedicaran a empañar, mancillar, ensuciar y agredir la memoria de nuestros familiares. Nosotros, los familiares de los desaparecidos nos conocimos, nos unimos en nuestro dolor e iniciamos un largo camino de búsqueda sin encuentro, de tocar en todas las puertas, de pedir, de implorar, de exigir saber la verdad, de establecer y enjuiciar a los responsables. Aún así, no es razonable perdonar a quien no ha pedido perdón. El perdón requiere verdad, arrepentimiento y justicia. El perdón y la reconciliación solo serán posibles cuando los culpables asuman su responsabilidad.

1

Gómez Gallego José Aníbal, Herrera Vergara José Roberto, Pinilla Pinilla Nilson. Informe Final Comisión de la Verdad Sobre los Hechos del Palacio de Justicia, Bogotá. D.C. 2010. Págs. 171, 382 34

II

Más vale morir por algo que vivir por nada Eduardo Umaña Mendoza

solo uno de los desaparecidos, Ana Rosa Castiblanco, había sido llevada a tal fosa y por tanto la respuesta definitiva y contundente fue: los 12 desaparecidos fueron retenidos y desaparecidos por las Fuerzas Militares. Los resultados de la exhumación junto con nuestras exigencias facilitaron que finalmente, 20 años después, se investigaran las desapariciones. Nuestro defensor, Eduardo Umaña Mendoza, fue asesinado en abril de 1998; su pérdida fue un fuerte golpe tanto para nosotros como para el país. Como en tantos casos emblemáticos, la verdad y la justicia siguen ausentes. La fiscal Ángela María Buitrago, inició en 2004 la investigación por las desapariciones del Palacio, lo cual le permitió llevar a juicio a algunos de los principales responsables. En los años 2010 y 2011, dos valerosas jueces, María Stella Jara y María Cristina Trejos, condenaron al coronel Plazas Vega y al general Arias Cabrales respectivamente, razón por la cual fueron perseguidas, amenazadas y la primera de ellas tuvo

El Gobierno del presidente Belisario Betancur creó un Tribunal Especial para investigar los hechos del Palacio de Justicia. En junio de 1986, presentó su informe desapareciendo de nuevo a los desaparecidos, concluyó su muerte con argumentos que no resisten ningún análisis y contribuyó así al oscurecimiento de la verdad. En diciembre de 1985, las familias buscamos al defensor de derechos humanos Eduardo Umaña Mendoza, quién se constituyó en gran apoyo, tanto en el aspecto jurídico como en la unidad y fortaleza del grupo. La labor de Eduardo permitió mantener vivo el caso a pesar del “pacto de silencio” entre el Gobierno, las Fuerzas Militares, gran parte de la prensa y de la sociedad. Después de una lucha titánica, en 1998 logramos la exhumación de la fosa común del Cementerio del Sur, lugar donde habían sido arrojados cadáveres del Palacio de Justicia sin identificar, como una maniobra más para consolidar la impunidad. Esta prueba permitió establecer que 35


30 años

que salir exiliada de la nación. En lugar de cumplir su deber y acatar los fallos judiciales, el Estado, en cabeza de los presidentes Álvaro Uribe y luego Juan Manuel Santos, controvirtió los fallos, se opuso a la Justicia y además rodeó a los responsables, ocultando los crímenes y negando a los desaparecidos. De esta forma se siguió confundiendo a la opinión pública con la teoría de que toda la responsabilidad de los sucedido fue del M-19, desconociendo los crímenes cometidos por los agentes oficiales durante y después de la retoma. Los oficiales condenados disfrutan de detención privilegiada y libertad de movimiento, es una burla a la justicia y revictimización a nuestros desaparecidos y a nosotros sus familiares. El presidente Juan Manuel Santos, en la conmemoración del año 25, reconoció a nuestros desaparecidos y se comprometió con la verdad y la justicia, en aquel momento dijo: “Nuestro deber hoy es, precisamente, rescatar la verdad, por dolorosa que sea, sobre lo que ocurrió en el Palacio, y acompañar a las víctimas, a los familiares, que tienen todo el derecho a saberla… Hoy quiero reafirmar, como presidente de Colombia, que estamos prestos, que estamos decididos, que estamos determinados a atender este llamado, y a transitar —así duela— el camino de la verdad y de la memoria”2. Sin embargo la impunidad siguió campante con el apoyo del Estado y de gran parte de la sociedad. La

“llama eterna” solo ardió unos días, hoy vuelve a arder ¡por cuanto tiempo! Las dos condenas fueron confirmadas por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá y se encuentran en casación en la Corte Suprema de Justicia. Estas son fundamentales en el camino de la justicia, a pesar de la dilación y de las condiciones insatisfactorias de reclusión, las pruebas en los procesos son contundentes.

2 Palabras del presidente Juan Manuel Santos en el acto de homenaje a las víctimas del holocausto del Palacio de Justicia, al conmemorarse sus 25 años. Noviembre 4 del 2010. Ver más información en: http://wsp.presidencia.gov.co. 36

36

37


30 años

III Enrique Rodríguez Hernández, padre de Carlos Augusto, administrador de la cafetería del Palacio de Justicia, presentó el caso de los desaparecidos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos3 en diciembre de 1990, cinco años después del holocausto, en vista de la ineficacia de la justicia en Colombia. Sus términos en contra del Estado fueron fuertes, como correspondía, y fueron contestados descalificándolo pero sin decir una sola palabra sobre los desaparecidos. Así inició el Estado su defensa internacional frente a la responsabilidad en las desapariciones, con el mismo

desconocimiento y desprecio que siempre tuvo a nivel interno. En la sentencia de noviembre de 20144, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, decidió por unanimidad declarar la responsabilidad del Estado colombiano, dispuso que la Sentencia constituye per se una forma de reparación. El Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidad Internacional hace parte de las medidas de reparación ordenadas. Exigimos el compromiso real del Estado para cumplir los puntos de fondo de la sentencia, que son: establecer la verdad; determinar, juzgar y sancionar a todos los responsables de la desaparición forzada de Carlos Augusto Rodríguez Vera, Irma Franco Pineda, Cristina del Pilar Guarín Cortés, David Suspes Celis, Bernardo Beltrán Hernández, Héctor Jaime Beltrán Fuentes, Gloria Stella Lizarazo Figueroa, Luz Mary Portela León, Lucy Amparo Oviedo Bonilla y Gloria Anzola

3 La petición inicial fue presentada por el señor Enrique Rodríguez Hernández por la alegada desaparición de Carlos Augusto Rodríguez Vera, Cristina del Pilar Guarín Cortés, David Suspes Celis, Bernardo Beltrán Hernández, Héctor Jaime Beltrán Fuentes, Gloria Stella Lizarazo Figueroa, Luz Mary Portela León, Ana Rosa Castiblanco Torres, Norma Constanza Esguerra Forero, Lucy Amparo Oviedo Bonilla, Gloria Anzola de Lanao e Irma Franco Pineda. Posteriormente dicha petición fue apoyada por el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CCAJAR); los abogados Jorge Eliécer Molano y Germán Romero, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).

de Lanao; conducir las investigaciones necesarias para determinar y esclarecer los hechos referentes a Norma Constanza Esguerra Forero y Ana Rosa Castiblanco Torres; efectuar una búsqueda rigurosa, en la cual realice todos los esfuerzos necesarios para determinar el paradero de las once víctimas aún desaparecidas. Esta sentencia es un logro muy importante en la lucha de los familiares de los desaparecidos y de sus representantes: el reconocimiento internacional debería ser un elemento fundamental para impulsar las labores de búsqueda y de justicia. Sin embargo, a un año de la sentencia, los avances en verdad, búsqueda y justicia han sido insignificantes. La Fiscalía, a pesar de conformar un grupo de investigación, no ha mostrado avances de fondo. Su accionar no ha sido coordinado ni eficiente. En días recientes la misma Fiscalía General de la Nación anunció la identificación de los restos de tres de las desaparecidas: Cristina Guarín, Luz Mary Portela y Lucy Amparo Oviedo. Estos hallazgos, que

4 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Rodríguez Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) vs. Colombia, sentencia del 14 de noviembre de 2014. 38

39


30 años

se efectuaron sin acompañamiento internacional ni la debida intervención de nuestros representantes, han estado rodeados de circunstancias que generan más dudas que certezas. Aunque son muy significativos para las tres familias, su condición de desaparecidas se mantiene y exigimos conocer las circunstancias de modo, tiempo y lugar de sus muerte. Los desaparecidos fueron arrancados brutalmente de su vida y de sus familias, sus sueños y esperanzas fueron truncados y a nosotros, hijos, padres, esposos y hermanos nos sumieron en la tristeza y la desesperación por la inutilidad de la búsqueda. Nuestras vidas nunca volvieron a ser las mismas. Seguimos exigiendo verdad y justicia, con valor y dignidad, en medio de tantas dificultades, amenazas, estigmatización y revictimización. No es fácil andar este camino con la tortura psicológica a la que nos vemos sometidos día a día. No queremos la verdad a cuentagotas, queremos una verdad completa. Aquí se encuentran presentes Carmen Celis de Suspes, Clara Fuentes y Héctor Beltrán, padres de los desaparecidos que siguen buscando a sus hijos. Enrique Rodríguez y Helena Vera, Bernardo Beltrán Monroy y María de Jesús Herández de Beltrán, José María Guarín Ortiz y Elsa María Osorio de Guarín, Rosalbina León, Bibiana Anzola Mora y Rómulo Anzola Linares, Elvira Forero de Esguerra y Ricardo Esguerra Reaga, Rafael Oviedo y Aura Bonilla, María Teresa Torres Sierra y Marcelino Castiblanco Cano, todos murieron sin saber la verdad, sin lograr recuperar los restos de sus hijos y sin conseguir una justicia efectiva; como fuera, mantuvieron su dignidad, su exigencia y la memoria de sus hijos. Rendimos homenaje a su valor y a su lucha que ha permitido conseguir los avances de justicia, que 40

41


30 años

30 años

aunque tardíos, han permitido rescatar en parte la memoria y dignidad de nuestros familiares. La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos representa un gran avance en nuestra lucha por la verdad y la justicia; sin embargo, solo se consolidará a través de su cumplimiento riguroso y diligente por parte del Estado. Los hechos sucedidos en estos treinta años de historia nos obligan a pedir a la sociedad y a la comunidad internacional que hagan un enérgico llamado al Estado para impedir la perpetuación de la impunidad. Consideramos indispensable la veeduría permanente y vigilante del cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de los compromisos internacionales del país. Manifestamos nuestra gratitud y agradecimiento a Eduardo Umaña Mendoza (qepd); al Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (ccajar); a los abogados Jorge Eliécer Molano y Germán Romero Sánchez; a la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz; al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (cejil), así como a todas las organizaciones y personas que nos han apoyado en la búsqueda de verdad, justicia y reparación. Este acto de reconocimiento solo tendrá valor y será reparador en la medida de que no sea un simple acto protocolario sino que vaya acompañado de un compromiso del Estado con la verdad, la búsqueda y la justicia que dé cumplimiento pleno a la sentencia.

42

43


30 años

El caso del Palacio de Justicia, como muchos colombianos y extranjeros lo repiten sin cesar, es una herida abierta en nuestra historia que quizás nunca se cerrará, a pesar de los persistentes discursos que invitan al olvido, la “reconciliación” y la “sanación”. Y es porque en esos dos días fatídicos, el 6 y 7 de noviembre de 1985, se concentraron tantos horrores imposibles de digerir en siglos y tuvieron expresión audaz y monstruosa numerosos dinamismos perversos que se habían gestado en muchas décadas y que allí tuvieron trágicas expresiones convergentes. No se puede negar que la “Operación Antonio Nariño” que inspiró la primera toma, la del M-19, hundía sus raíces en los odios rebosantes de injusticias de siglos que nunca encontraron salidas; en fraudes electorales que perpetuaron a los corruptos en el poder; en procesos de paz frustrados y traicionados por la oposición contumaz de élites poderosas adueñadas del Estado y del Establecimiento; en falacias de reconciliaciones que camuflaban nuevas formas de dominación y sometimiento; en estrépitos mediáticos que señalaron siempre como culpables a los gestores de la segunda violencia y exoneraron, encubrieron y sacralizaron a los de la primera violencia. Sin embargo, existe plena evidencia que tal reacción violenta pudo evitarse con los mecanismos institucionales ordinarios del Estado. 44

Nadie duda que la fuerza armada del Estado y sus organismos de seguridad conocieron de antemano los planes rebeldes y los facilitaron a plena conciencia para tener la oportunidad de desplegar, de manera descomunal, su capacidad de aplastamiento de toda oposición y su capacidad de dominio de la sociedad por el terror. Para ello no ahorraron maquinaciones y actuaciones terroríficas: invasiones, destrucciones, explosiones, controles, capturas, torturas, incendios, desapariciones, ejecuciones, profanaciones de cadáveres, violación y quebrantamiento de toda norma procesal y obstrucción de todo proceso investigativo. Todo esto necesariamente se proyectaría en un terror reconcentrado y soterrado, atado a los bloqueos de esclarecimiento y justicia minuciosamente planificados desde los hechos mismos. Las familias de los desaparecidos y de los asesinados han sido forzadas de mil maneras a olvidar y perdonar, y algunas lo han hecho violentando muchos sentimientos y convicciones. Quienes se identifican con el modelo de Estado y sociedad que nos rige, tributario y gestor de esas perversidades, vociferan perdón y olvido por doquier. Pero en el fondo de esa trágica experiencia existe una conciencia profunda: perdonar u olvidar, sin verdad ni justicia, y sin garantizar que los hechos no volverán a repetirse no tiene ninguna viabilidad ni autenticidad; a no ser, que ya se haya consolidado otro modelo de sociedad que no arraste ni esconda los mismos gérmenes del terror. La herida continúa y continuará abierta necesariamente hasta que se extingan las generaciones que han vivido semejante terror que no revela transformaciones mínimas en sus raíces más profundas. Javier Giraldo Moreno, S. J. Bogotá, noviembre de 2015 En la conmemoración de los 30 años del horror del Palacio de Justicia. 45


comentarios absolución plazas vega

comentarios absolución pl azas vega

mandos responsables. Las condenas de primera y segunda instancia, proferidas en derecho, por jueces y magistrados idóneos y valerosos ante las poderosas presiones, fueron avances de gran valor en la lucha contra los crímenes de Estado, así como un estímulo a la búsqueda de verdad y justicia para las familias y sus representantes. No obstante, la sentencia de la Corte destruyó casi por completo lo logrado en los últimos 10 años. Una valoración objetiva de los argumentos con que la decisión no solo desestima sino casi que destruye las declaraciones de los principales testigos, permite ver con claridad el sesgo político de la misma: quitar la validez al testimonio del militar Villamizar porque es contradictorio con los de sus superiores; o el del abogado Cesar Sánchez, porque confunde la ubicación de las instalaciones militares y no era amigo íntimo de Carlos Rodríguez Vera; y aún más, dejar bajo la sombra de la duda el caso de Yolanda Santodomingo, quien

La sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en el caso Plazas Vega, es un duro golpe a la lucha de 30 años por nuestros Desaparecidos del Palacio de Justicia. La participación del coronel en retiro en la clasificación, conducción y manejo de las personas “rescatadas” y posteriormente desaparecidas, es evidente y cuenta con numerosas pruebas. Como si esto fuera poco, el desmesurado despliegue mediático a la sentencia y el tratamiento reverencial —como héroe y como víctima— dado por gran parte de los medios nacionales a Plazas Vega, ofende igualmente la memoria de las víctimas contribuyendo a la revictimización de sus familiares, en tanto pretende negar la calidad de los desaparecidos y dejar sin responsables los graves delitos cometidos en la retoma del Palacio. La opinión pública debe tener claro que nuestros familiares fueron desaparecidos por 20 años, hasta que una valiente fiscal realizó la investigación requerida y llevó a juicio a buena parte de los altos 46

genera un nuevo camino para la impunidad de los delitos cometidos por agentes estatales; en especial, los cometidos por los altos mandos enjuiciados o condenados por este delito. La sentencia destruye las esperanzas de alcanzar justicia, mantiene la impunidad y revictimiza a los desparecidos y sus familias. Sin embargo, algo es evidente: a nuestros familiares los desaparecieron bajo la responsabilidad del Estado y de sus Fuerzas Armadas aunque de acuerdo a la sentencia, pareciera ser que nadie cometió nunca aquellos graves delitos.

junto a otro estudiante fue objeto de las más aberrantes torturas, resulta francamente vergonzoso. La Corte ignora de esta forma toda la disciplinada actuación de relacionar los numerosos indicios que se había realizado en los años previos. La sentencia también desconoce que en el delito de desaparición forzada es prácticamente imposible recuperar pruebas directas ya que han sido desaparecidas y ocultadas por los mismos aparatos que los cometieron. Además, la no aceptación de la teoría del “aparato organizado de poder” para cometer crímenes, no solo afecta gravemente el caso sino que

47


En tiempos en los cuales el mundo parece no dejar de arder en llamas, recordar a las personas que han sido víctimas de la intolerancia y la ceguedad del odio se convierte no solo en un acto que recupera nuestra humanidad, sino en una acción de protesta frente a los que proponen la violencia como solución a nuestras diferencias.

Este libro terminó de imprimirse en los talleres de T&J Impresores, en la ciudad de Bogotá, Colombia, en el mes de mayo del 2016.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.