LA RIEB. DIANA SUSANA GARCÍA RAMOS. La reforma integral de la educación básica es una política pública que apoya la formación integral de alumnos de preescolar, primaria y secundaria con el objetivo de beneficiar el desarrollo de competencias para la vida y el logro del perfil de egreso, a partir de aprendizajes esperados. Como fin debe enriquecer la calidad del sistema educativo nacional y así mismo que los estudiantes mejoren su nivel educativo, contando con los medios necesarios para acceder a un bienestar, y de esta manera contribuir al desarrollo nacional. El quehacer docente según la RIEB se encuentra basado en 3 factores: 1. En el marco normativo diseñado para la RIEB se fijan los perfiles de desempeño docente, en los que se encuentran incorporadas competencias en las cuales se
requiere dominar, trabajar, incorporar reflexionar, organizar, promover, contribuir y atender. 2. Las metodologías didácticas sugeridas en los planes y programas Identifica de estudio 2011 plantean relaciones entre docente, estudiantes y saberes caracterizados por la actividad cognitiva y un vínculo afectivo positivo, dentro de un entorno social de aprendizaje basado en la confianza, expresión de conocimientos previos, logros y dudas y el cuestionamiento. Cullen (1997) menciona que la escuela no es el único ámbito social donde se aprende, pero sí el espacio que socialmente está destinado a ello. 3. evaluación de los aprendizajes que permite obtener evidencias, elaborar juicios y brindar retroalimentación sobre los logros de aprendizaje de los alumnos a lo largo de su formación con base, en obtener evidencias para mejorar su desempeño y ampliar sus posibilidades de aprendizaje. La docencia es visualizada de una manera diferente, al estar el desafío más focalizado en hacer aprender que en enseñar, lo que coloca al profesor en un rol distinto al tradicionalmente esperado por distintos actores sociales.
Perrenoud (2006), sostiene que la formación de competencias en los estudiantes supone transformaciones en los docentes, en tanto a su relación con el saber, sus maneras de “dar clases” y así mismo de su identidad y de sus propias competencias profesionales. La RIEB tiene en su base una concepción ética del quehacer docente: un maestro que, mediante la generación de ambientes de aprendizaje, propicia en sus
estudiantes el desarrollo de competencias y habilidades. Si bien ha habido acciones en los últimos años por parte del Estado para capacitar a los maestros, no se percibe el entramado existente entre todas ellas que dé cuenta de una trayectoria formativa clara. Es claro que los tiempos y movimientos implementados entre ambos subsistemas no se han articulado, y no se ha logrado el grado de eficiencia requerido.