México, D.F. a 11 de mayo de 2014 Respuestas extensas
¿Qué garantizará que la Reforma Educativa impulse un verdadero desarrollo integral para todos; una reforma en la cual se reconozca el derecho fundamental de padres y madres de familia, y la sociedad en su conjunto asuma la responsabilidad que le corresponde; y no venga a alimentar una nueva estructura burocrática que sólo defienda sus propios intereses? ¡Sin educación de calidad no hay personas, ni pueblos libres! México enfrenta un gran desafío en el tema educativo. Según la última medición internacional del Programa para la Evaluación Integral de los Alumnos (PISA), llevada a cabo en el año 2012 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 55% de los alumnos mexicanos no alcanzan el nivel básico de competencias en matemáticas, mientras que el 41% no alcanzan el nivel básico de comprensión de lectura, cuando son dos competencias básicas que determinan el subsecuente aprovechamiento académico en el resto de las materias que se imparten en todos los niveles educativos. Aunado a este problema, la carencia de instrucción artística, deportiva, en idiomas y uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC’s) reduce notablemente las oportunidades de desarrollo personal y profesional de nuestros alumnos. A esto se suman deficiencias en infraestructura, alimentación y en la participación de padres de familia y de la sociedad en general, las cuales se acentúan en aquellas regiones del país con mayores índices de marginación y menor desarrollo urbano. Con la finalidad de sentar bases sólidas para mejorar la calidad de la educación en el corto y largo plazos, en febrero de 2013 el Ejecutivo Federal promulgó la Reforma Constitucional en materia Educativa y en septiembre del mismo año fueron publicadas las modificaciones a la Ley General de Educación y se promulgaron la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente. Se hicieron estas modificaciones para cumplir con tres objetivos fundamentales:
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