Medio del Campo

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MEDIO DEL CAMPO

AÑO 10 | Nº 90 | sábado 9 FEBRERO DE 2019FEBRERO 2019

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CENSO AGROPECUARIO "El relevamiento alcanzó casi un 80% de cobertura". Jorge Todesca

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panorama agropecuario

Campo y Gobierno ponen las fichas en la cosecha gruesa lSe espera una producción cercana

a los 100 millones de toneladas, que daría un ingreso de impuestos para el Estado de US$ 10 mil millones.

En ese contexto, los productores y el oficialismo miran más el cielo que el suelo, a la espera de que el clima acompañe para lograr altos rindes.

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Toda la cadena de producción proporciona seguridad alimentaria.

EXPLOTACIóN AVÍCOLA

El pollo aprueba el examen de calidad

La industria es una de las más eficientes del mundo por los controles que se hacen desde el origen hasta la comercialización. Página 6

TRANSPORTE DE GRANOS

Si aumenta el flete, la culpa es del gasoil

Los costos de logística se incrementaron casi el 62% durante el año pasado, por la incidencia que tuvo el alza del 77% del combustible. Página 4

l CADENA DE VALOR

Si las condiciones climáticas resultan favorables, la cosecha gruesa aportaría los recursos que el Gobierno necesita para cumplir con el FMI. El precio va de poco más de $52 hasta superar los $180 por kilo.

FUNDACIÓN FADA

EXPLOTACIÓN PORCINA

Productores chicos En el maíz también se van del mercado germina el trabajo Por la situación crítica que atraviesa el sector, el año pasado abandonaron la actividad unos cuatro mil pequeños productores de cerdos.

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El cereal es una de las "figuras" importantes en la postal productiva del país y se estima que crea más de 170.000 empleos. Página 7

En el mostrador, la carne vale el triple

El precio se multiplica desde el ternero en pie hasta la carnicería, por los impuestos, los frigoríficos y el transporte.

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PANORAMA AGROPECUARIO

Campo y Gobierno miran al cielo, mientras ponen todas las fichas en la cosecha gruesa

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a siembra de soja llegó a su fin con una implantación de casi 18 millones de hectáreas que aportarán según los especialistas alrededor de 53 millones de toneladas, volumen que sumado a 45 millones de toneladas de maíz, daría un ingreso para el Estado en materia de impuestos de alrededor de 10 mil millones de dólares. En ese contexto, productores y autoridades gubernamentales saben que el clima es un factor determinante para los rindes, porque hasta ahora los excesos hídricos provocaron que el área de siembra prevista en principio para la oleaginosa disminuyera casi un 10%. Sin embargo, hay otra cuestión de fondo, que se refleja en un indisimulable malestar en el campo debido a las políticas aplicadas por Cambiemos para el sector agropecuario, especialmente por el regreso de las retenciones, y a ello se suma el descontento por el precio del dólar que permanece planchado, situación que podría derivar en una retracción de las ventas de granos. En el campo “las cartas están echadas”, como reza un viejo adagio popular, y ahora sólo resta esperar que el clima acompañe para alcanzar una cosecha gruesa que, entre soja y maíz, estará cercana a 100 millones de toneladas. En ese sentido, con las semillas en la tierra, productores y Gobierno tienen un objetivo común que los une y, para eso, juntos ponen velas a todos los santos y ruegan que el factor climático permita un adecuado desarrollo de los cultivos para alcanzar altos rendimientos a la hora de la trilla. Sin embargo, mientras el Gobierno espera que ese volumen de granos se traduzca en casi diez mil millones de dólares en recaudación de impuestos, indispensables para afrontar las obligaciones y no caer en default, los chacareros defienden su negocio, pero además tienen atravesadas dos cuestiones: por un lado, el malestar provocado por el regreso de las retenciones y, por el otro, el dólar planchado que los llevaría a no vender la producción y a retener la cosecha, a la espera de la devaluación que consideran inevitable.

100

millones de toneladas de granos se obtendrían en la cosecha gruesa.

9.800

millones de dólares recaudaría el Estado por los impuestos al agro.

El clima es un factor determinante para que los productores tengan buenos rindes y el Estado recaude más impuestos.

A la espera de los “verdes”

La siembra de la soja de la actual campaña culminó y cubrió una superficie estimada en 17,7 millones de hectáreas en el país, implantación que daría como resultado una cosecha de 53 millones de toneladas, de acuerdo con los datos brindados por el Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. La superficie sembrada con soja cayó en 200 mil hectáreas desde la estimación al inicio de la campaña el 26 de septiembre de 2018, cuando se pensaba que serían 17,9 millones de hectáreas. En tanto, la respuesta a esta merma la dio la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario que advirtió que se perdieron 270 mil hectáreas de soja en la región núcleo por los excesos hídricos. Se trata de pérdidas en enero de 70 mil hectáreas en el este de Córdoba, 115 mil en el centro sur de Santa Fe y 85 mil en el norte bonaerense. Estas se suman a las 185 mil hectáreas que quedaron sin sembrarse con soja y así en un mes, la región núcleo perdió un

9% del área productiva de la oleaginosa. Ocurre que hay zonas en las que llovió casi tres veces el promedio mensual en enero como en los partidos bonaerenses de Pergamino y Rojas, con 362,8 milímetros y 321,8 milímetros, respectivamente, y 350,8 milímetros en la cordobesa Bell Ville. El promedio para la región núcleo fue de 220,5 milímetros, doblando los 110 que suelen llover en el mes normalmente; es el tercer mes consecutivo de lluvias excesivas en la región. Si bien la actual estimación de área refleja una caída de 200 mil hectáreas, la favorable condición del cultivo sobre gran parte de la región agrícola nacional eleva el rinde potencial por encima de los promedios históricos. Por este motivo, los especialistas de la Bolsa de Cereales mantienen la proyección de producción en 53 millones de toneladas de soja, contra los 36 millones de la campaña anterior, afectada por la sequía.

La lluvia y el malhumor

Los especialistas agropecuarios coinciden en señalar que

los cultivos de soja, maíz y girasol aportarían un récord superior a 100 millones de toneladas durante el ciclo actual, cifra que traducida a la recaudación impositiva que espera el Gobierno en un año electoral, rondaría los diez mil millones de dólares. A esta altura nadie desconoce que el Gobierno pone buena parte de sus esperanzas de ingresos fiscales en la próxima cosecha de soja y maíz. Esto porque el esquema de déficit cero acordado con el Fondo Monetario Internacional requiere de una buena recaudación de impuestos por exportaciones. En los últimos días esas necesidades se vieron alteradas por dos cuestiones que encendieron todas las alarmas: el fenómeno de las lluvias que amenaza con afectar la producción de las zonas más ricas del país, y por el otro, la menor entrega de granos de los productores a las industrias procesadoras y a las agroexportadoras, que cayó para el mismo período un 57% respecto de la campaña anterior. El hecho coincidió con una época de malestar de los productores con la política

económica de Cambiemos que se empezó a manifestar desde el regreso de las retenciones a las exportaciones que la administración dispuso no sólo para las agropecuarias sino también para las industriales, que afectan también a las aceiteras y harineras. En los últimos meses de 2018 y en los primeros días de este año las declaraciones críticas de referentes ruralistas abundaron y, en ese contexto, la asociación de la caída de las ventas con una posible decisión de los empresarios rurales para forzar medidas sectoriales estuvo a la orden del día. Los analistas aseguran que el Estado se quedará con unos 9.800 millones de dólares por impuestos a las exportaciones de soja y maíz, muy por encima de la recaudación del ciclo anterior, pero también puntualizan que los productores no van a vender hasta que el dólar suba junto con el precio internacional.

Agua, precios y dólar

El economista de la Federación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), David Mia-

zzo, cambió el foco de la discusión cuando señaló que "hoy la preocupación de los productores son las inundaciones" que ponen en duda el resultado de la campaña. El analista reconoció que el tema "en parte es una cuestión de mercado, pero está pegando la incertidumbre. El dólar y el precio también influyen porque a mayor precio y a mayor tipo de cambio más rápido se vende, pero la actitud del promedio de los productores es ir vendiendo a medida que van necesitando efectivo. En 2018, el dólar aumentó, pero no salieron a liquidar", comparó. En cambio, el problema de las inundaciones creció y trasladó su amenaza desde las provincias del Litoral a los campos de la zona núcleo. En tanto, sobre la influencia de las retenciones, el valor del dólar y el de los granos en la decisión de venta de los productores, opinó que en realidad "el productor está prefiriendo hacer caja con el trigo que tiene mejor precio actual y con perspectivas bajistas en el corto plazo", por lo que retiene soja "que tiene perspectivas más alcistas". Un portavoz de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) destacó que luego de que se igualaran las retenciones entre la producción de soja y la industrialización, junto con la aplicación del derecho de cuatro pesos por dólar exportado, la agroindustria "perdió capacidad de compra". La consecuencia, agregó, es que "el productor de soja pierde alrededor de 10 dólares por tonelada en el precio que obtiene por su producto". l


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PESADA CARGA

INGRESOS FISCALES

La presión impositiva llega a 78% en la soja

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n informe de la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la presión fiscal para un productor mediano de soja en el noreste argentino equivale a pagar "un único impuesto a las ganancias del 78%" de sus ingresos. El trabajo consiste en una simulación de la situación fiscal de un productor del NEA que explota 300 hectáreas propias destinadas a la siembra de soja de primera. "Las cifras lucen desproporcionadas en perjuicio para el productor", asegura el informe elaborado por Julio Calzada y Sofría Corina. "Las producciones de granos del norte argentino sufren una elevada presión impositiva por la gran cantidad de tributos nacionales, provinciales y comunales" que abonan, dice el trabajo. Enumera entre los gravámenes que debe afrontar un productor agrario, los derechos de exportación, impuesto a las ganancias, a los bienes personales, ingresos brutos, tasa vial para mejora de caminos, tasas comunales, impuesto

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inmobiliario rural, a los débitos y créditos bancarios e impuesto a la transferencia de combustibles (ITC). La simulación tiene en cuenta también los "elevados costos de transporte" del productor ubicado "a 700 kilómetros de distancia de los puertos y/o fábricas del Gran Rosario" y un rinde 25 quintales por hectárea. De acuerdo con el estudio, "si el sistema tributario tuviera solamente un único impuesto a las ganancias y elimináramos el resto de los tributos que hoy se cobran", la presión fiscal "equivale al 77,5%". En cuanto a la distribución de los recursos producidos por la cosecha, según la BCR "la torta que genera un campo norteño de 300 hectáreas se reparte así: 40% lo perciben los Gobiernos, 48% va a los costos de implantación y el 12% restante le queda al productor". En esa línea, sostiene que el productor "siembra soja y recibe por hectárea un ingreso bruto de US$ 611".l

Las retenciones al agro fueron 30% menores a las estimadas Hacienda esperaba que la recaudación por este concepto fuera de $ 165.000 millones, pero se recaudaron $ 114.160 millones en todo 2018.

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a esperanza oficial para lograr comprimir el déficit fiscal y llevarlo a equilibrio primario durante este año desde el 2,7% que terminó en 2018 (cuando se contabiliza como pide el Fondo Monetario Internacional) está puesta en el recorte del gasto público, pero, sobre todo, en los ingresos que el impuesto sobre las exportaciones se ansía aporte. Las retenciones deberían impulsar desde el lado de los ingresos a las cuentas públicas en un equivalente a 1% del PBI, según confiaban en el Ministerio de Hacienda a principios de septiembre, cuando esbozaron el plan que presentaron justo antes de empezar la segunda negociación con el FMI para conseguir el acuerdo Parte II. Sin embargo, en ese momento la previsión fue que la recaudación por dere-

Para este año, la apuesta oficial es que el campo aporte unos $ 432.800 millones, equivalentes a 1% del PBI.

chos de exportación, que se impusieron a todos los bienes en ese momento y que desde enero incluyen a los servicios, llegaría a los $ 165.733 millones en 2018. En cambio, en todo el año pasado las retenciones aportaron $ 114.160 millones al fisco, un 30% menor a lo esperado y a un ritmo que aún no logró equiparar las previsiones para los últimos cuatro meses de 2018.

Luces de alerta

En el momento que se hizo el anuncio, la recaudación por retenciones había alcanzado los $ 56.393 millones, es decir, entre enero y agosto. Por lo tanto, entre septiembre y diciembre la apuesta oficial era que iban a ingresar $ 109.340 millones. Sin embargo, durante los últimos cuatro meses del 2018 los ingresos por derecho de exportación fueron de $ 57.766 millones, lo que

marca la diferencia con la expectativa oficial. En los despachos oficiales están monitoreando de cerca la evolución de esta variable, clave para 2019. Están al tanto de la diferencia, pero confían en que, cosecha gruesa mediante y la incorporación de los servicios, se llegará a los $ 432.800 millones previstos en ingresos por retenciones para este año. No obstante, los analistas van encendiendo luces de alerta: dicen que lograr el equilibrio fiscal en 2019 será más difícil de lo previsto. Por lo bajo, en Hacienda creen que el déficit cero este año se logrará, de una u otra manera (también con la ayuda de inflación) y responden que en ningún año de los anteriores los economistas creían que se iban a cumplir las metas propuestas, objetivos que se cumplieron.l


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PLAGAS

TRANSPORTE DE CARGAS

El maíz está en guardia

Si aumenta, echale la culpa al gasoil

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esde INTA de Pergamino destacaron la preocupación por la presencia de roya común, enfermedades bacterianas. Las intensas lluvias junto a las temperaturas moderadas, generaron un ambiente ideal para el desarrollo de los patógenos. Las estaciones experimentales aconsejaron intensificar el monitoreo y anticiparon que de continuar estas condiciones climáticas se verá un incremento de las enfermedades. INTA Pergamino alertó sobre la presencia de roya común con severidades moderadas. Cabe destacar que las altas horas de exposición al rocío y la presencia de temperaturas frescas generaron un ambiente óptimo para el desarrollo de esta plaga. Por su parte se encontraron hojas con manchas de color blanco que están asociadas a derivas de herbicidas. l

Los costos de logística subieron casi 62% en 2018 por el alza de los combustibles.

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os costos de transportar mercadería en camión subieron 61,53% durante 2018, en especial por el fuerte impacto de las alzas de los combustibles. La suba fue la más elevada desde 2002 -en plena crisis- y supera en al menos 12 puntos a la inflación minorista récord de los últimos 27 años, estimada en 47%, según el relevamiento de la cámara del transporte de cargas FADEEAC. Uno de los principales responsables de esa suba fue el combustible, que trepó 77% en esos doce meses y lleva acumulado un aumento del más del 100% desde la aplicación de la política de desregulación del mercado de hidrocarburos, en 2017. Las conclusiones de esos estudios de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte

Rubro por rubro

El precio del gasoil impacta en los costos del transporte y se traslada al resto de la economía.

de Cargas surgen a partir de medir mensualmente los once insumos principales de la actividad. "Los costos durante 2018 acumularon una suba del 61,53%, en una economía que no disimula un estado de estanflación, en la que el sector opera en un contexto abiertamente recesivo y con fuertes caídas en los volúmenes transportados en el consumo masivo",

señaló el informe. Además del combustible, en el marco de la maxidevaluación del peso (el dólar subió 100% en promedio) y la fuerte caída de la actividad económica, las empresas de camiones se ven afectadas en su operatoria diaria por el "brutal aumento del Costo Financiero (175%), y de los aumentos en los principales insumos de los equipos", indicó el estudio.

Así, el rubro Material Rodante subió 99%, Lubricantes 90,4%, Reparaciones 77%, Neumáticos 76% y Seguros 72%. "Todos muy por encima de la evolución de los precios al consumidor (IPC), récord de inflación minorista de los últimos 27 años", advirtió FADEEAC. Además, en el marco de los fuertes ajustes en corredores nacionales y en los accesos a la CABA, Peajes trepó 68% y fue "otro de los factores que pesó fuertemente sobre las espaldas del sector, sin contar el nuevo y exorbitante aumento en los accesos a la CABA a partir de la primera semana del 2019". De acuerdo con los cálculos de FADEEAC, el precio del gasoil debiera ubicarse al menos 10% por debajo de los actuales teniendo en cuenta los valores de equilibrio en el mercado interno. Señaló que "la magnitud

del alza del combustible, que alcanza el 77% en el año y más de 100% desde la desregulación del mercado de hidrocarburos del 1 de octubre de 2017, impacta cada vez más en las estructuras de costos del transporte, y lleva al límite la ecuación económico-financiera de las empresas". "Los aumentos desmedidos e injustificados del gasoil ya afectan el normal funcionamiento del transporte de cargas en todo el territorio", dijo esa Federación. Advirtió que "los aumentos nominales y relativos del combustible en esta dimensión afectan no solo al transporte sino a toda la economía real, al duplicar el rubro Combustible y Gas la altísima inflación que refleja el índice de precios mayoristas". Ante este cuadro, la entidad consideró "apropiado un replanteo de la política de precios de combustibles dado".l

CAMINOS RURALES

Se viene el metrobús del campo

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roductores rurales de la zona se reunieron una vez más para impulsar la iniciativa de crear un camino que logre unir el campo y la ciudad, denominado metrobús del campo. El proyecto que viene pisando fuerte en el sector rural, que tanto se ha quejado durante los últimos años del estado de la red vial, hoy tiene una luz de esperanza de mejoramiento a través del nuevo proyecto que tiene como objetivo la pavimentación de una franja de 3,5 metros de camino, con banquinas afirmadas y dársenas de paso cada 1.500 metros. Se trata de un plan de la Secretaría de Agroindustria de Nación, que se financia con la afectación del 70 por ciento de la tasa vial, la coparticipación del impuesto inmobiliario y un aporte por mejoras mediante un crédito que brinda el Banco Nación al Municipio y abonan los productores a 15 años. Los chacareros presentaron como alternativa viable pavimentar los caminos provinciales identificados como 54-10, conocido como camino de Rusticci, y 54-04, que va de la Ruta Nacional 188 a O'Higgins y Boliche Amarillo, porque son los

Los productores reclaman por el mal estado de los caminos rurales.

más utilizados por el campo. “También es un sector donde viven muchos productores en los campos y hay dos escuelas rurales”, resaltaron desde la Asociación de Productores Agropecuarios de Junín, nucleamiento que encabeza Graciela Picchi. Los productores comentaron y mostraron recortes de diarios de noviembre de 1977 cuando ya se había publicado que la Provincia pavimentaría ese importan-

te ramal. Según Picchi, la obra llevará ocho meses de ejecución, donde el 50% de los productores del partido se verá beneficiado, además de tres escuelas rurales que se encuentran en la zona. "Las trazas a pavimentar, según las pautas establecidas siempre deben comenzar desde una ruta nacional o provincial hacia el interior y en tramos de no menos de 10 kilómetros por traza", explicó Graciela Picchi.l


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CADENA DE VALOR

Las frutas marcaron la brecha más amplia entre productor y consumidor.

DEL CAMPO AL SÚPER

La brecha es el precio

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a brecha entre el precio que pagó el consumidor y lo que recibió el productor por alimentos agropecuarios fue de 525% en diciembre pasado, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Si bien la diferencia sigue siendo grande, la cifra no creció en comparación con lo que se registró en noviembre, de acuerdo con lo que señaló la CAME. El organismo precisó que la manzana y la naranja fueron los productos que mayor brecha tuvieron entre lo que sale de origen y lo que se cobra en góndola. En el primer caso, el aumento en la diferencia entre uno y otro momento de la comercialización se debe a la caída de

43,2% en el precio inicial (del campo) sumado a un incremento promedio de 11,9 por ciento que se agregó al momento de venderlo al público. En el otro extremo, el pimiento rojo redujo esta diferencia a casi la mitad, pasando de 8,6 veces en noviembre a 4,5 veces en diciembre. Se mantuvieron estables en este sentido el huevo, la carne de pollo, el tomate de ensalada y la acelga, alimentos que suelen permanecer sin fuertes variaciones durante todo el año. En tanto, la participación del productor en la ganancia final fue de 22,7%, por lo que mostró una leve suba de 0,7 puntos con respecto al mes anterior.l

Del ternero al mostrador, la carne se multiplica por tres El precio va de $52 a más de $180 el kilo y para ello tienen que ver los impuestos, los frigoríficos y el transporte, entre otras cuestiones.

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a cadena de la carne es uno de los estandartes históricos de la economía argentina, tanto por su peso estratégico en el ingreso de divisas como por su importancia política en la canasta doméstica. Pero pocos comprenden la complejidad de la producción ganadera y la interacción de variables que influyen en el vaivén de precios. Por eso vale la pena, en plena época de asados veraniegos, repasar el informe en el que la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) desmenuza la formación del precio de la carne. Según el último informe de precios minoristas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva), el precio promedio de la carne en el mostrador es hoy de $ 184 por kilo. Pero el de

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kilos de animal en pie debe vender un productor ganadero para comprar un kilo de carne en la carnicería.

El precio de la carne en el mostrador golpea el bolsillo de los consumidores.

un ternero de 170 kilos en pie ronda los $ 52. Según FADA, el precio se multiplica por 3,3 desde el ternero hasta la venta de

la carne al mostrador, y del precio final de la carne, el 69% son costos de la cadena, 29,8% impuestos y 1% ganancias.

"Los impuestos representan el 29,8%, el feedlot el 28,4%, el ternero representa el 21,6% del precio final, el frigorífico el 7,1% y la carnicería el 13%", detalla el informe. Y agrega: "Los costos laborales son importantes en la carnicería, representando el 9% del precio final. El costo de transporte representa en promedio el 1% de los costos totales ($0,69/kg. para animales en pie y $1,46/kg. para flete refrigerado)".l


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Crisis de la Industria lechera

La falta de rentabilidad se agudizó en el sector porcino.

EXPLOTACIÓN PORCINA

Pequeños productores abandonan la actividad

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n balance crítico del sector porcino indicó que en 2018 unos cuatro mil productores abandonaron la actividad, lo que preocupa al sector. "Que el año 2018 fue difícil y complicado no es ninguna novedad para los productores de cerdo de la Argentina. Fueron afectados por una de las sequías más importantes de los últimos años, por cambios en la alícuota del IVA que le dieron una pérdida en 11 meses de los 12 del año, por un aumento en las importaciones de carne que se vende como fresca a pesar de venir congelada", sostuvo el sitio TodoCerdos. Al comparar con el año 2017 y analizar las curvas del precio y el costo dolarizados,

se encuentra que existió una rentabilidad bruta buena de U$S 0.30 por kilo vendido, mientras que en 2018 bajó a U$S 0.09 por kilo vivo. "Valor que sería común en países productores, pero aplicando el saldo técnico del IVA que obligatoriamente se sumó a los costos, ese margen desaparece", señaló el autor del informe. También insistió que "otro tema de la complicación del año 2018, es la expulsión de muchos productores del sistema, los cuales se vieron obligados a cerrar su establecimiento". El dato positivo fue el aumento de las exportaciones, por accionar del propio sector y que logró que el problema no fuera más grave aún.l

De acuerdo con la UNDAV, las ventas en el mercado interno de la industria lácteas cayeron 10 por ciento desde 2015, los precios crecieron 170 por ciento, el empleo en el sector se redujo 4,1 y la cantidad de tambos un 8,1. En materia de producción, el sector registra una caída del 12,7 por ciento en los últimos tres años y la cantidad de tambos se redujo 5,3 por ciento durante 2018 y 8,1 en los últimos tres años, al pasar de 11.666 establecimientos a un total de 10.722. El trabajo señala que la comercialización local de leche fluida se redujo 10 por ciento, con caídas en todos los años, ya que en el 2015 se comercializaron 1312 millones y cayendo a los 1186 millones durante 2018. Según el informe de la UNDAV, las ventas internas de leche en polvo se redujeron 8,4 por ciento, las de leche chocolatada bajaron 6,4, la de postres lácteos cayeron 6,2, yogures 5,5 y de crema 4,2, entre otras, y la caída promedio durante el 2018 fue del 1,7 por ciento. La caída de la producción del sector lácteo destruyó el empleo un 4,1 por ciento acumulado en los últimos tres años, que equivale a la pérdida de más de 4100 puestos de trabajo desde 2015.l

EXPLOTACIÓN AVÍCOLA

El pollo rinde examen Destacan el control de calidad que existe sobre la industria avícola argentina.

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a industria avícola argentina es una de las más eficientes del mundo, gracias al control de calidad que se hace durante el proceso, desde el origen hasta la comercialización. "Toda la cadena de producción de pollo mantiene un constante trabajo de superación para lograr la mejor calidad y la máxima seguridad en los alimentos", señaló el Centro de Información Nutricional de la Carne de Pollo (CINCAP), que se suma al esfuerzo para que los usuarios conozcan los productos que consumen y da a conocer qué controles se realizan. Todas las partes del pollo se someten a distintos exámenes que tienen por objetivo detectar microorganismos como pueden ser salmonellas, escherichia coli, estafilococos, entre otros. Para esto se analizan todos los pollos, tanto los que serán destinados para consumo interno como para exportación, porque permite garantizar que la carne sea un alimento confiable desde su origen. Para una mayor efectividad, se da una integración vertical en lo que respecta a los exámenes de calidad, es decir, cada empresa traza y controla sus programas de bioseguridad, sanidad e inmunidad. Esto ofrece una garantía especial porque se cuenta con la información y el seguimiento de todo el periodo de vida y procesado de los pollos.

Rigurosos controles garantizan la calidad de la carne de pollo.

2,06

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millones toneladas anuales de pollo se producen en la Argentina.

kilos promedio anual por persona es el consumo de pollo en el país.

Es gracias a estos controles que la industria se convirtió en una de las más eficientes del mundo, además de la incorporación y renovación permanente de tecnología y equipamiento, y de la capacitación sistemática de sus profesionales, staff técnico y operarios.

También se destaca la labor del SENASA que, en cumplimiento de las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y bajo la reglamentación del Codex Internacional, tiene en vigencia el Plan de Control de Residuos e Higiene de los Alimentos. Este plan cubre todos los productos comestibles de origen animal y vegetal, que son inspeccionados por muestras tomadas al azar y analizadas en laboratorios de la red del servicio nacional. Para mayor garantía, CINCAP recomienda verificar la identificación del pollo, el productor responsable y el número oficial de habilitación del establecimiento por SENASA impreso en el envase.l

Buenas prácticas

En toda la cadena se aplican programas específicos de buenas prácticas, como es el de “Control y Análisis de Riesgos y Puntos Críticos”. Un sistema de trabajo donde el compromiso por la calidad, la seguridad y la garantía del producto final involucra a toda la gente que trabaja en la empresa en forma personal y en equipo, con entrenamiento permanente.


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CENSO

ANÁLISIS DE LA FUNDACIÓN FADA

Resultados, a mitad de año

En el maíz germina el empleo

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l director del INDEC, Jorge Todesca, informó que ya se cumplió en un 80% el Censo Nacional Agropecuario 2018 (CNA 2018) y dijo a mediados de año se conocerán los resultados. Todesca resaltó que la muestra cuenta con "un impresionante apoyo de las entidades agropecuarias a lo largo y ancho del país" y destacó que la tasa de rechazo es "menor al 1 por ciento". El titular del INDEC precisó que a la fecha el relevamiento alcanzó "aproximadamente un 80% de cobertura, pese a algunas disparidades en las provincias". Al detallar la evolución del censo, Todesca recalcó que "lo más importante es que la cobertura y la calidad sean amplias", y minimizó que en alguna provincia el censo "deba extenderse un mes y medio más, después de 16 años sin datos". El director del INDEC precisó que se busca "llevar tranquilidad a los productores, y si todavía no llegaron a censarlo, ya van a llegar".l

El cereal es una de las “figuras” más importantes en la postal productiva de nuestro país y se estima que genera 172 mil puestos de trabajo.

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l maíz representa una de cada tres toneladas de cereales comerciadas en el mundo. Estados Unidos, China, Brasil, Unión Europea y Argentina sobresalen como los principales productores, acaparando el 74,5% del total producido. La Argentina, ocupa el 4º lugar como país, con una participación del 3,4%. Del total de la producción argentina, el principal destino es la exportación (52%), seguido por el consumo ganadero que incluye producción de carnes, huevos y leche (27%); en tercer lugar, aparece el sector molinero como demandante del grano con las moliendas seca y húmeda (4%), el alimento balanceado (7%) y el bioetanol (3%). El 6,5% son otros usos, como uso para semilla, y variación del stock. En cuanto a los aportes de la cadena del maíz, resaltan: -Empleo. La cadena de

Propuesta de FADA

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on el objetivo de potenciar las cadenas maiceras, FADA propone una serie de políticas nacionales, provinciales y municipales que permitan impulsar el agregado de valor, las inversiones y la generación de empleo en el interior productivo del país. A nivel municipal, sugieren difundir prácticas asociativas y aplicar políticas activas de promoción industrial y agregado de valor, pero la propuesta central es la generación de una marca ciudad “Pueblos y Ciudades Maiceras”. El objetivo es crear una marca ciudad para generar una especie de marketing y programas de gobierno alrededor de la promoción del agregado de valor del maíz.

valor propia del maíz generó para 2017, 172.693 puestos de trabajo, de los cuáles 54% fueron directos y 46% indirectos -Exportaciones. El aporte de divisas generadas por exportaciones maiceras, para el año 2017, explicó el 12% de las divisas agroalimentarias, representando USD 3.935 millones, donde el 98,7% provino de la exportación de grano y 1,3% de productos procesados (harinas de maíz, pellets y expellers). -Valor bruto de producción. En 2017, con una producción de maíz de 49,5 millones de toneladas, el valor bruto de la producción de maíz a precio internacional fue de USD 7.804 millones. -Aporte tributario. En 2017, la producción total de grano de maíz tributó USD 1.274 millones. En base al índice FADA, del total de impuestos pagados por una hectárea de maíz, 87% eran impuestos nacionales y 13% los provinciales.l

Trabajo genuino El agro fue el sector que creó la mayor cantidad absoluta de empleos genuinos en el último año caracterizado por una crisis económica que -considerando empleados, autónomos y monotributistas- destruyó 128.226 puestos de trabajo en el sector privado. En noviembre pasado, la cantidad de empleos formales en empresas del sector agropecuario argentino fue de 330.389, una cifra 2,3% superior a la del mismo mes de 2017, según los últimos datos oficiales publicados por la Secretaría de Trabajo de la Nación. En términos absolutos representa un crecimiento de 7580 empleos. La mayor parte de la destrucción relativa de empleo en el sector privado se concentró en la industria manufacturera con 1.141.447 trabajadores registrados en noviembre pasado, una cifra 5,2% menor que la del mismo mes de 2017, con una pérdida absoluta de 61.839 empleos. En noviembre de 2018 el sector privado argentino registró en su totalidad 6.164.448 empleos formales, una cifra 1,9% menor que la del mismo mes de 2017. En términos absolutos representa una pérdida de 117.736 puestos de trabajo.l

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FEBRERO 2019

MEDIO DEL CAMPO


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