EDICIÓN


SÁBADO 23 de marzo de 2024 Año 19 • No. 6833• Pachuca de Soto, Hidalgo México • $5.00 PESOS •
SÁBADO 19 de abril de 2025 Año 20 7161
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Ahí estaba Jesús de Nazaret, con el miedo propio de los humanos, pero con la fe inquebrantable de un Dios que decidió sacrificarse por un bien mayor, por todos nosotros. Lo insultaron, azotaron, escupieron y lo hicieron sangrar hasta que se quedó sin fuerzas y murió, no sin antes pedir perdón por aquellos que le hicieron tanto daño.
Así es, conmemoramos una edición más de los Viacrucis en Pachuca; en esta ocasión, además de estar presentes en Cubitos y El Arbolito, los dos barrios con mayor tradición en la capital del estado (55 y 56 años, respectivamente), platicamos cómo la Procesión del Silencio, una caminata con décadas de tradición, sigue presente en la imaginaria popular del pueblo católico de la capital del estado.
Por otra parte, hablando de la fe, rescatamos algo que no tiene mucho que ver con la religión pero sí con la humanidad: World Press Photo global reconoció la fotografía de niños gazatíes, en las que se muestra el coste humano de la guerra y la importancia del periodismo para contar historias.
Y hablando de relatar cuentos, nuestros escritos de autores hablan de otra forma de ver a Dios fuera de lo tradicional, al encontrarse a Jesús en las personas o al conocer al mismo ente creador de todo, cuando ya se es demasiado tarde.
¡Gracias por la bendición de su elección! ¡Disfrute de la edición y de esta Semana Santa!
Adalberto Peralta Sánchez EX DIRECTOR Y FUNDADOR
L.P. Javier E. Peralta Sánchez PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN Y DIRECTOR GENERAL
Martín Peralta Sánchez SUBDIRECTOR EDITORIAL
Vianey Tolentino Sánchez COORDINADORA DE DISEÑO • Oscar Raúl Pérez Cabrera JEFE DE INFORMACIÓN • Ángel Martín Trigueros González COORDINADOR DE EDICIÓN • Luis Antonio Monroy COORDINADOR DE DEPORTES • Ana Luisa Vega Hernández COORDINADORA DE MUNICIPIOS • Rubén Mendoza Bermúdez COORDINADOR DE BARANDILLA • Tania Peralta Zamora • COORDINADORA DE SHOW Y CULTURA • Néstor Ramírez Castro JEFE DE PRODUCCIÓN •
PLAZA JUÁREZ. “La Historia de Cada Día”, publicación diaria 19 de abril de 2025. Año 20 Número 7161 • Editor Responsable Sr. Martín Peralta Sánchez • Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor 04-2021-110417520700-101 • Número de Certificado de Licitud de Contenido Número 11644 • Número de Certificado de Licitud de Título Número 14071. Otorgado por la comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación • Publicado y Distribuido por Comunicación Colectiva de Hidalgo S.A. de CV. *Domicilio de la Publicación: Calle Diamante 400 Fraccionamiento Colosio I. Pachuca, Hidalgo CP 42088 Teléfono 71 702 80
Distribución Juan Francisco González Paredes • Impreso por Comunicación colectiva de Hidalgo S.A. de C.V., calle Diamante 400 Fraccionamiento Colosio I. Pachuca, Hidalgo 42088* Precio $5.00 • Circulación Certificada por Brumat Media, S.A. de C.V. (Institución Certificadora BRUMAT MEDIA). Registrado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas (CCPRI) de la Secretaría de Gobernación, con Número de Expediente: CCPRI/3/ TC/08/17961. • Servicio informativo y de fotografía; Agencia Española de Noticias EFE. Dirección de Internet: www.plazajuarez.mx • Prohibida su reproducción parcial o total.
Cumplió Viacrucis de Cubitos 55 años
Tradición, fe y humanidad
PEDAZOS DE VIDA: Perdón y clemencia, perdón y piedad
LA RULETA: El hombre y el tiempo
Realizan Procesión del Silencio en la capital hidalguense
World Press
Photo global reconoce fotografía de niños gazatíes
Por 56 años consecutivos, el Viacrucis viviente del Barrio Mágico de El Arbolito, culminó sin incidentes y con la asistencia de cientos de personas que vivieron por más de 5 kilómetros, la Pasión de Cristo.
Esta representación es la más antigua de la capital hidalguense, y para esta edición, el papel de Jesús fue interpretado por Salvador Pichardo Contreras, nieto del fundador Enrique Pichardo, quien le dio la bendición antes de empezar con la representación.
La interpretación comenzó desde la casa de la cultura y continuó por el Gato Montés, la iglesia de la Asunción de María, los mercados Miguel Hidalgo y Benito Juárez, donde ya esperaban más feligreses para unirse al contingente.
El recorrido siguió por las minas de Real del Monte y San Juan Pachuca, punto en el que mineros esperaban al Cristo minero con estandartes, y ataviados con sus uniformes, cascos y linternas.
También en este lugar, sucedió la primera caída, y momento especial significó el hecho de que fuera un minero quien le ayudara con la cruz durante unos metros, fortaleciendo el origen de la representación.
Representativo es el hecho que durante el recorrido, explicaban cada una de las estaciones, y exhortaban a los espectadores a la reflexión sobre la vida del hijo de Dios, y a conducirse por el buen camino, en donde se privilegien la vida en familia y las enseñanzas
que dejó Jesús para la humanidad.
Este hecho fue ejemplificado en algunos pequeños puestos colocados por creyentes que regalaban bolsas o botellas de agua para las personas que integraban el contingente que se dirigía a la mina El Cuixi.
Durante el trayecto, se escuchaban algunas voces, principalmente de pequeños que al observar los golpes que tiraban al nazareno gritaban “ya no le peguen”, y también se pudo notar la integración de nuevas generaciones a la representación, en un símbolo de inculcar una tradición y, principalmente, la fe.
Con la representación de cada una de las estaciones, en calles elevadas y bajo los constantes rayos del sol, el destino final se vislumbró a poco más de 3 horas de haber iniciado el Viacrucis Viviente.
Era la mina El Cuixi en donde esperaban más espectadores, así como establecimientos que ofertaban diversos alimentos y bebidas para degustar, posterior a la crucifixión y muerte del Nazareno.
El Viacrucis Viviente del Barrio Mágico El Arbolito, estuvo en todo momento resguardado por unidades de seguridad pública municipal, y alrededor de las 15:30 horas terminó sin incidencias.
Esta representación de la Pasión y Muerte de Jesús, agrega un año más a su tradición y fe, sumando más adeptos y fortaleciendo la unidad de la comunidad a través de un ícono de la religión católica.
Tras un año de preparación, decenas de vecinos convertidos en actores, dieron vida al pasaje bíblico más doloroso para los católicos, la muerte de Jesús
OSCAR RAÚL PÉREZ CABRERA I
Se acerca el mediodía, las personas se apresuran y espera con ansiedad el cambio del semáforo en el viaducto Rojo Gómez, a unos metros de ahí, la gente se ha conglomerado en las “canchas de Cubitos” lugar que alberga el palacio de Poncio Pilatos, el de Herodes, y el árbol del que colgará en unos minutos el cuerpo de Judas de Iscariote, el discípulo “traidor” de Jesús de Nazaret.
Así, con gente apresurada, otros que llegaron temprano y tuvieron un buen asiento para presenciar el Viacrucis viviente y decenas de vendedores ambulantes, comenzó la representación número 55 del Viacrucis con la oración del padre Julían Marciano Reyes García.
De esta forma el Nazareno, comenzó su actuación, desde el juicio y la liberación de Barrabás por las fiestas de pascuas, hasta los azotes y el lavatorio de manos que hizo Poncio Pilatos. El “Cristo de Cubitos” estuvo en el espacio ante la mirada de cientos de feligreses que veían con atención el inicio de la representación de la muerte del “Hijo de Dios”, para la salvación de la humanidad.
Posteriormente comenzó su caminar por las calles de la colonia Pachuqueña; mientras la gente avanza sobre las banquetas, otras miran desde sus ventanas y algunas más se han subido a sus azoteas para presenciar el caminar violento y sangriento de los soldados romanos que no paran de golpear a Jesús, así avanzan y representan cada una de las 14 estaciones.
Jesús se encuentra con su madre, Simón de Cirene le ayuda a cargar la cruz, la Verónica grita “milagro” mientras muestra el rostro del nazareno impreso en la tela con el que le acaba de limpiar el rostro, y nada sirve para detener la furia de los soldados, así se acerca el Dios convertido en hombre al cerro de cubitos en cuya cima será crucificado como en su tiempo lo fue en el Gólgota junto a los dos ladrones: Dimas y Gestas.
Mientras esto sucede, no faltan las miradas contemplativas de la gente, sobre todo de las de mayor edad, mientras los más jóvenes han convertido esta tradición en una oportunidad para convivir de forma diferente un fin de semana: comen quesadillas, pescados fritos, chicharrones, melones con nieve, pollo en barbacoa, aguas frescas, churros, y hasta micheladas. No faltó una persona que en presunto estado etílico, tras hacer algunos reclamos a gritos se resbaló y cayó sobre la calle, por lo que fue necesario que Protección Civil lo revisara dentro de una ambulancia, afortunadamente para el hombre, no pasó a mayores.
De esta forma y tras poco más de dos horas del Viacrucis viviente, concluyó esta representación que reúne a cientos de personas que comparten la fe católica y que viven de esta forma la pasión y muerte del Hijo de Dios, el Nazareno, Jesús el Rey de los Judíos.
LOS SOLDADOS ROMANOS CUMPLEN EL MANDATO DE PONCIO PILATOS Y AZOTAN SIN PIEDAD A JESÚS. I FOTO: JOSE RODRIGO ALONSO NOPAL
ES
¿Y LA JUSTICIA?
Lo llamaron loco, luego lo acusaron de querer robarse a unos niños, lo buscaron por todo el pueblo y al final lo encontraron, sin permitir que dijera media palabra, lo amarraron, lo golpearon y patearon, lo despojaron de su ropa. No faltaron las personas, que como sumos sacerdotes, incitaron a la gente a ese grado máximo de violencia. A punto estuvieron de lincharlo en aquél pueblo del estado de Hidalgo, sin pruebas de ningún delito mas que las acusaciones cobardes de gente que escondió la cara, el pobre hombre quedó libre y la justicia que proclamaba el pueblo, aquella por la que según iban a linchar al hombre, nunca llegó para castigar a los verdaderos responsables, aquellos que pudieron ser los artífices de un asesinato como en los tiempos de la vieja Roma.
SE EQUIVOCÓ DE CUNA
Caminó sobre el agua y lo llamaron brujo, multiplicó los panes y lo llamaron engendro de satanás, hizo milagros y aseguraron que era el anticristo y que había llegado a confundir a la humanidad. Se hizo viral en la redes sociales y dijeron que se trataba de una secta, en fin.
OSCAR RAÚL PÉREZ CABRERA
Un buen día, amaneció asesinado en su hogar. Los cristianos en turno, no toleraron que el regreso del Mesías hubiera sido en una cuna de otra religión, no soportaron la idea de tener que confrontar a un ser que jamás pidió una Iglesia y mucho menos a un ser que les enseñara lo que no pudieron aprender en todos estos siglos, la compasión.
Si Jesús se hubiera quedado callado, otra cosa sería. Si Jesús hubiera permanecido sumiso al Sumo Sacerdote otra cosa hubiera sido, si Jesús no hubiera sacado a latigazos a los mercaderes del templo, otra cosa hubiera sido. Si Jesús se hubiera dedicado toda su vida a orar, otra cosa hubiera sido.
Pero no, tenía que abrir la boca para expresar sus ideas, tenía que revelarse ante los mercaderes del templo y ante el Sumo Sacerdote mostrando el grado de equivocación en el que estaba aquel líder religioso, tenía que actuar, revivir muertos, curar lepras, revivir muertos y hacer un chingo de cosas que cualquier humano resignado a obedecer, no haría. Por eso lo mataron, por ser un peligro de cambio, por ser diferente.
Gustavo, “El hombre de la casa”, era la cabeza de una familia nuclear mexicana y tradicional, era: esposo, padre, protector y proveedor. - De los pocos que hay - diría la señora Martita, la vecina de enfrente, que por cierto, no tenía mucho de haber enviudado del señor Alberto, quien así como Gustavo, era de esos “poquitos”. Gustavo formaba parte de esa minoría de hombres a los que se les aplaudía, pero de igual manera pertenecía a esa gran mayoría de hombres que guardaba sus sentimientos y solo se limitaba a llorar en sus momentos de soledad. Un día, Gustavo se despertó a las cinco de la mañana para poder estar temprano en la Central de Abastos como siempre, pero ahora se le había hecho tarde, ya que una noche antes, mientras merendaba con su esposa e hijas, comenzó a sentir una sensación de frialdad en su espalda, misma que le recorría hasta el pecho, pero él, como siempre, ante cualquier irregularidad, se limitó a tomar en silencio su taza de café.
Ese mismo dolor, fue el que no lo dejó dormir durante toda la noche, y esa mañana iba al menos una hora tarde. “Me voy a bañar, chance y se me quita, me debió dar algún aire, pero ahorita con el agua caliente se me pasa”, pensó mientras el agua se calentaba, se quedó mirando hacia el piso, recordó cuando tenía ocho años y jugaba en la tierra con un camioncito de juguete, le cargaba piedras y lo hacía pasar sobre una montaña de tierra, para finalmente llegar a la orilla de la misma y descargar lo que para él, en su imaginación, eran unos ladrillos para hacer una casita.
Al terminar su baño matutino, su esposa Carmen lo llamó: - Gus, córrele ya vas bien tarde, te dejé un pan y café en la mesa, porque tengo que dejar a las muchachas en la secundaria - siguió sermoneando, mientras corría entre cuarto y cocina, sala y patio, para dejar a sus hijas listas. Ellas se fueron y él se sentó en la mesa; usualmente estaba con prisa como Carmen, pero ese día, en cada momento que pasaba, se sentía más débil.
Tomó de su café y cuando le dio una mordida a su pan, recordó aquella mañana en la que estaba sentado desayunando en la casa de sus papás: - Mijo, vas y le das las gracias a la maestra Maribel, pero le dices que ya no vas a seguir en la secundaria, ya estás grandecito y aquí nos hacen falta manos para traer dinero a la casa, mañana te vas conmigo al mercado porque todavía nos faltan un chingo de cosas -; al recordar esas palabras, se le llenaron nuevamente los ojos de lágrimas. No olvidaba la cara de su papá cuando le dijo eso, ni la de la maestra Maribel con nostalgia y disgusto al recibir la noticia, ni a su madre arrinconada en la cocina sin decir nada cuando escucho a su esposo, ni el sabor de ese pan; pues particularmente, ese día era el mismo. Gus, como le decían de cariño, llegó caminando a la calle de enfrente a la Central de Abastos, ya no faltaba mucho para que llegara al local D-33, mejor conocido como “La verduleria de Don Chuy”, cuando cruzó la calle, vio a un muchacho de unos 21 años, iba del brazo de una muchachita de la misma edad, pero ella lucía una panza redonda. Gustavo pronto recordó cuando se llevaba a Carmen embarazada al puesto para no dejarla sola, él, así como el muchacho tendría unos 21 años, recordaba llegar cansado a su casa después del trabajo y en la noche escuchar el llanto de su hija la más grande, también recordaba las trasnochadas y el conteo de monedas en la mesita de noche para ver si juntaban para la leche de la niña.
Cruzó la calle, y solo pensó en que ojalá esos dos jóvenes tuvieran mejores oportunidades, o que al menos les fuese más fácil sobrellevar la vida, aún sabiendo las dificultades. Gustavo metía la mano en las cajas e iba sacando una cantidad incontable de
DIANA JISELL VARGAS CALVA SOY COMUNICÓLOGA, ACTUALMENTE TRABAJO EN EL ÁREA DE PRODUCCIÓN DIGITAL DE DIARIO PLAZA JUÁREZ, SOY AFICIONADA A LAS HISTORIAS FANTÁSTICAS Y ME CONSIDERO UNA GRAN AMANTE DE LA MÚSICA QUE NO PERTENECE A MI ÉPOCA.
verduras: primero jitomate, después zanahorias, calabazas, cebolla… De pronto, se percató de que tenía las manos adormecidas, sentía como si en lugar de verduras estuviera agarrando arena que se escapaba de sus manos; entonces, dirigió la vista hacia el reloj que estaba al fondo del local, volteó hacia atrás, regresó la mirada y las manecillas del reloj ni siquiera se habían movido, sintió nuevamente ese frío que se dirigía de su espalda al pecho, Gustavo se desvaneció encima de cajas de verduras y costales de cebolla.
Creí que llegarías mucho después - Dijo el ente.
Gustavo abrió lentamente los ojos y observó a lo lejos a un hombre sin rostro, pero vestido de blanco.
¿Quién eres tú? - preguntó Gus.
Yo soy Dios, El Ángel de la Guarda, Buda, El Diablo, como quieras llamarme, es lo mismo.
Gustavo, estaba atónito, no sabía que había sucedido.
¿Qué me pasó? Ni modo que esté muerto o qué -, dijo en tono sarcástico y avergonzado.
Lo dirás de broma, pero así es Gus, ya te tocó, lo malo que te vas a quedar aquí, una disculpa que te esté diciendo todo esto tan abruptamente pero te tienes que apurar.
Gustavo se levantó poco a poco parecía que todo ese dolor que sentía se había terminado, pero sus pies tan pesados no lo dejaban dar ni un paso.
¿Cómo que me tengo que apurar? Tengo miedo, ya dime qué pasó, ¿Y mi Carmencita? ¿Y mis niñas? ¿Qué van a hacer sin mí?.
La presencia extraña dirigió su rostro dándole la espalda a Gustavo y dijo:
No sé qué podría pasar con ellas, pero seguramente estarán bien, ellas aprendieron muy bien de ti lo que era el trabajo, esmerarse y darlo todo por la familia, así que por ellas no te preocupes, mejor preocúpate por ti ¿Tanto dolor contenías en ti para no darte un minuto de descanso? Entiendo la precariedad de tu país, de tu hogar y de ti mismo, pero desde que tengo memoria, yo desde aquí observaba cómo no te dabas un respiro.
Solo bastaron esas palabras para que Gustavo cayera de rodillas y comenzaran a rodar lágrimas grandes por sus ojos.
Pues sí, pero yo qué culpa tuve, así me criaron, así pensaba, ahora qué fregados tengo que venir a pagar acá, si yo fui buen hombre, fui esposo, padre, protector y proveedor, ¿qué mal hice yo?
El sujeto regresó la mirada a Gustavo.
No lo sé, Gus. Quizás debiste hacer algo diferente, pero eso no te lo diré yo, ¿Ves ese reloj de arena?- Gustavo miró aquel objeto y devolvió la mirada al sujeto.
Bueno, ese vas a ser tú, ve y camina hacia él, tócalo, tu forma física cambiará, pero ya dependerá de tu “virtud trabajadora” que reflexiones y entiendas qué fue lo que hiciste mal o quizás qué hiciste bien y qué hizo que te obsesionaras con eso que hizo que finalmente murieras.
Gustavo se quedó callado, y así como lo ordenó ese sujeto de apariencia extraña y al mismo tiempo angelical, se fue acercando al reloj de arena, lo tocó y ya no era Gus, ahora era simplemente arena.
Ya no eres todo lo que pensabas que eras, eres ahora el tiempo que dejaste pasar por no disfrutar la vida - dijo el ente.
ILSE RODRÍGUEZ I
La Procesión del Silencio se llevó a cabo en Pachuca ininterrumpidamente desde 1967 hasta el 2019, cuando la pandemia de la Covid-19 impidió su realización por tres años, hasta el 07 de abril de 2023, fecha en la que fue retomada esta tradición.
Por lo que este año se celebró la edición número 55.
La Procesión recuerda los siete dolores que sufrió la Virgen durante su vida, que en orden cronológico, serían los siguientes:
La huída a Egipto: Herodes quería acabar con Jesús antes de que fuera proclamado Rey, por lo que ordenó que eliminaran de su reino a todo bebé menor de dos años. Advertido de este suceso en sueños, José huyó con su familia rumbo a Egipto.
La profecía de Simeón: Un anciano al que Dios le prometió que no moriría sin ver al Mesías, le dijo a María, durante la presentación de Jesús, que una espada le atravesaría el corazón, haciendo referencia al dolor que sentiría durante su Pasión.
Jesús perdido en el templo: Cuando Jesús tenía doce años, se quedó predicando en el templo, mientras sus padres avanzaban en caravana, al percatarse de ello, José y María sufrieron una profunda angustia.
Jesús encuentra a María por el camino: Jesús caminaba hacía El Calvario y María lo alcanzó llorando y sufriendo, mientras él trataba de consolarla.
La Crucifixión: Testiga de todo el sufrimiento por el que pasó su hijo, María observó cómo expiraba en la cruz.
Jesús es bajado de la cruz: Una vez que le entregaron a su hijo, María se fundió a su cuerpo inerte en un abrazo.
Jesús fue colocado en el sepulcro: María vio la culminación del sufrimiento terrenal de su hijo.
AGENCIA EFE I
La fotógrafa palestina Samar Abu Elouf ganó el premio Foto del Año del World Press Photo por una imagen de un niño de nueve años de Gaza que perdió ambos brazos en un ataque israelí en marzo de 2024 y que fue evacuado a Doha para recibir tratamiento.
Según anunció el pasado jueves la fundación del World Press Photo, con sede en Ámsterdam, Abu Elouf, que también fue evacuada a la capital qatarí, logró capturar para el periódico The New York Times la Foto del Año, que muestra el coste humano de la guerra y la importancia del periodismo para contar historias como la de Mahmoud Ajjour, el niño que protagoniza la fotografía.
La fotografía se tomó en Catar, donde Abu Elouf y Mahmoud comparten el mismo complejo de apartamentos con los pocos gazatíes que han logrado salir para recibir tratamiento médico a heridas causadas por los bombardeos y explosiones.
El pequeño de nueve años resultó gravemente herido mientras huía de un ataque israelí en Gaza, lo que llevó a la amputación de sus dos brazos.
“Después de regresar para urgir a su familia a seguir adelante, una explosión le arrancó un brazo y le mutiló el otro”, explicó la fundación, que subrayó que “el sueño de Mahmoud es simple: quiere conseguir prótesis y vivir su vida como cualquier otro niño”.
Ya en diciembre de 2024, Gaza tenía el mayor número de niños amputados ‘per cápita’ en el mundo, según la ONU.
Esta edición del concurso coincide con el 70 aniversario del World Press Photo y su directora ejecutiva, Joumana El Zein Khoury, subrayó que “al mirar el archivo”, hay “demasiadas imágenes” como la de Mahmoud.
“Estoy eternamente agradecida a los fotógrafos que, a pesar de los riesgos personales y el costo emocional, registran estas historias para darnos a todos la oportunidad de entender, empatizar e inspirarnos a actuar”, señaló.
TAMBIÉN FUERON SELECCIONADOS DOS FINALISTAS
Una se titula “Cruce nocturno”, en la que John Moore trata de mostrar cómo un grupo de migrantes chinos intentan entrar en calor bajo una fría lluvia en Campo, California, tras cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
“Esta imagen, íntima y casi de otro mundo, muestra las complejidades de la migración en la frontera, a menudo simplificada y politizada en el discurso público estadounidense”, señaló la fundación.
La segunda imagen finalista es del mexicano Musuk Nolte (Panos Pictures, Fundación Bertha), autor de “Sequías en el Amazonas”, que muestra los efectos del cambio climático a lo largo de un río que sobrevive a niveles de agua extremadamente bajos.
La fotografía muestra a un joven que lleva comida a su madre en el pueblo de Manacapuru, antes accesible en bote, pero al que, debido a la sequía, ahora accede tras caminar dos kilómetros por el lecho seco del río. El contraste entre escenas secas, casi desérticas, en la selva más grande del mundo hace que
la falta de agua se sienta aún más intensamente.
Las fotografías premiadas serán expuestas en más de 60 lugares del mundo como parte de la muestra itinerante anual de World Press Photo.
Los tres temas clave que definen la edición 2025 son: conflicto, migración y cambio climático.
Este año, los ganadores fueron seleccionados entre 59 mil 320 fotos de tres mil 778 fotógrafos de 141 países.