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ESPECIAL 10MO. ANIVERSARIO

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Lo Nuevo

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Celebramos juntos

La felicidad nos embarga en esta ocasión tan especial. ¿Y cómo no? Alcanzamos una década ofreciendo un producto editorial que se ha convertido en la voz de los socios y en la mejor plataforma para comunicar los logros y éxitos de la gran familia de Valle Arriba Golf Club.

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Estamos festejando 10 años compartiendo informaciones y acontecimientos que nos han llenado de satisfacciones. Nos sentimos especialmente orgullosos de poder contribuir con los esfuerzos y el trabajo constante de la Junta Directiva, sus miembros y demás socios, para cultivar una institución ajustada a los nuevos tiempos, sin perder la esencia que sus fundadores anhelaron imprimir en su sociedad.

Nuestras aspiraciones siguen enfocadas en brindar una publicación que continúe manteniendo los estándares que reflejan la excelencia que se respira en el Club, con la calidad de información, gráficas y novedades que nos ha caracterizado, en una revista digna de colección.

También esperamos crecer en el mundo digital, y para ello estamos haciendo nuestros mejores esfuerzos. Sin embargo, evidenciar una década de periódica divulgación, nos confirma que hemos decidido acertadamente al insistir en una publicación impresa. Y como somos unos convencidos de que no hay cómo ojear las páginas donde se muestra nuestra historia, nos hemos comprometido aún más a seguir en esta apasionante labor.

RAMÓN MUÑOZ Una vida dedicada al golf

Con una dilatada y victoriosa trayectoria en los campos nacionales y del exterior, el camino construido por el legendario golfista caraqueño mediante el tesón y la perseverancia, constituyen un invaluable ejemplo en una Venezuela sedienta de referencias de éxito

Por Gustavo Cárdenas Fotografía: Archivo

Alo largo de su rico camino, el deporte venezolano sembró para la posteridad a un conjunto de resaltantes figuras sobresalientes por su excelsa trayectoria y la huella registrada en sus respectivas disciplinas: Alfonso “Chico” Carrasquel, Luis Aparicio Montiel, Carl Herrera, Francisco “Morochito” Rodríguez, Luis Mendoza, Horacio Esteves, Rafael Vidal, Carlos “Morocho” Hernández”, Alejandro “Patón” Carrasquel, Gustavo Ávila, son apenas algunos de los cientos de nombres inscritos en el Olimpo del deporte criollo. Una lista en la que indiscutiblemente hay que agregar a Ramón Muñoz, el eterno campeón del golf nacional que ha dejado su extraordinaria impronta en los greenes locales y foráneos.

Para la memoria histórica, Ramón Florentino Muñoz (Caracas, 16 de octubre de 1944) forjó una hoja de vida escrita en letras doradas que registra entre sus logros más notables, la consecución en 16 ocasiones de la corona en el Campeonato Nacional de Profesionales, todos estos títulos conseguidos entre 1971 hasta 1990 y su participación durante 18 oportunidades –cifra no alcanzada por alguien jamás- en la Copa Mundial del deporte de los birdies y los eagles, golpes que el caraqueño siempre se empeñó firmar en sus exitosas tarjetas.

La raíz

Este recorrido tuvo su origen en la localidad de El Trapiche, lugar de nacimiento de Muñoz, que vivió su etapa de crecimiento en El Güire, ambos sectores situados en lo que es hoy el municipio Baruta de la ciudad capital, cercanos a los espacios en donde hace vida el Valle Arriba Golf Club. Una circunstancia que fue determinante en el devenir del multicampeón, pues allí, en la que considera su segunda casa (incluso fue acreditado como socio honorario), lleva 57 años de feliz permanencia, siendo un personaje muy querido por todos.

“Durante mi infancia en El Güire, comencé a manifestar mis inquietudes por el deporte, dando mis primeros pasos en el mundo del béisbol y lo hacía de muy buena forma; tanto así que pude haber sido un profesional en esa actividad, aunque decidí no hacerlo ya que mi estatura no era la adecuada para la alta competencia”, nos refiere en nuestra reciente conversación y, además, se confiesa seguidor de los Leones del Caracas en el béisbol local.

“Un domingo, mientras estábamos jugando una ‘caimanera’ de béisbol en el barrio, gente del Valle Arriba se acercó a nosotros porque estaban buscando unos caddies para el club. Yo fui con ellos y me dieron una maleta para recoger las pelotas, mientras otros muchachos recibieron la tarea de apoyar como caddies. A mí me dieron 1,50 bolívares por ese trabajo, lo que se puede decir que fue mi primer sueldo, que luego se los entregué a mi madre y ella me dio un realito, que para mí era mucha plata”, narra con entusiasmo sobre lo que sería su primer acercamiento a la disciplina de los 18 hoyos. En 1969, nuestro entrevistado se convirtió en el primer –y hasta ahora– único golfista en ser acreedor del título de Atleta del Año, distinción que otorga anualmente el Círculo de Periodistas Deportivos (CPD) de Venezuela.

Senda triunfadora

Ya la pasión por el golf se había impregnado en la esencia del futuro número uno del país. “Mientras estudiaba quinto grado en la escuela, le pedí a la maestra que me diera la oportunidad de ir unas horas al club. Ella se negaba y yo la halagaba llevándole frutas, hasta que un día me dijo que si le tocaba la cara a un señor que andaba por ahí me daría la oportunidad de ir al club a apoyar como caddie y a jugar. Yo ni corto ni perezoso le toqué la cara al señor, quien me respondió con un puñetazo”, desliza la simpática anécdota el caraqueño, quien con el transcurrir del tiempo ya pudo ir al club de sus amores para observar los movimientos de los jugadores que allí practicaban. “Yo le trabajaba a una señora del club y un día le pedí que me prestara sus palos

de golf para ir a jugar. Ese fue mi verdadero inicio en este deporte en el que empecé como caddie y llegué a ser un profesional”, relata don Ramón, quien en su trayectoria en el campo rentado obtuvo la bicoca de 59 títulos en nuestro país, mientras que en el exterior se llevó la corona en torneos llevados a cabo en Puerto Rico, Colombia, Chile, Perú, Brasil y Panamá, así como de un torneo Senior disputado en Florida, Estados Unidos, en 1993.

Paciencia, disciplina, seriedad, tesón son las características que de a poco fue moldeando el caraqueño en su andadura deportiva. Y que son parte de la fórmula de un triunfador como Muñoz, que en 1964 conquistó su primer gran logro: El Campeonato Nacional de Caddies, nada más ni nada menos que en los links del Valle Arriba, su casa de siempre. “Recuerdo mucho esa victoria, todo la gente de El Güire fue a ver el torneo. Además de una copa, me dieron 150 bolívares y con eso montamos tremenda fiesta. Yo tenía 20 años y en el club me dieron la oportunidad de ser empleado fijo. Gracias a eso, pude mejorar mucho mi juego, al punto que en 1968 logré clasificar para jugar en el Abierto de Venezuela. Realmente, no tuve una buena actuación, me puse muy nervioso”, rememora el maestro Muñoz sobre ese torneo, que en aquella edición, el estadounidense Bert Weaver se llevó la victoria con una tarjeta de 269 golpes, 11 bajo el par de la cancha del Valle Arriba.

Un año después, en el mismo Abierto de Venezuela, Muñoz estuvo muy cerca en convertirse en el primer nacido en nuestro país en llevarse tan prestigioso evento, pero falló un tiro de esos que parece imposible errar y al final terminó de segundo, en un campeonato que se fue para Inglaterra, de la mano de Peter Towsend (276, -4), que posteriormente representó a Gran Bretaña en la Copa Ryder, en el antiguo formato del prestigioso evento, que disputaban solo el Reino Unido contra Estados Unidos.

Pero Ramón Muñoz se quedó con esa espinita clavada. “En una oportunidad, quien era presidente del Valle Arriba, don Vicente Amengual Badaracco, me dijo que antes de él morir quería que yo le

En 1969, Muñoz se convirtió en el primer y hasta ahora único golfista en ser galardonado con el premio Atleta del Año, que otorga el Círculo de Periodistas Deportivos de Venezuela

La cercanía de El Güire, el barrio donde creció Ramón Muñoz, con el Valle Arriba Golf Club, fue determinante en el camino que posteriormente transitó con éxito el multicampeón venezolano

disponía de un buen segundo tiro. Del mismo modo, mi approach me ayudaba mucho para finalmente ejecutar el putt que yo deseaba”, detalla el campeón, quien puntualiza que la receta para su éxito no contiene ningún secreto: “Práctica y más práctica, ejercicio físico y disfrutar lo que estás haciendo. Mi pensamiento es que somos muy afortunados, porque nos pagan por hacer algo que nos gusta”, reflexiona el golfista, que muestra con felicidad una especie de mini museo en su oficina del Valle Arriba, en el que las copas y trofeos allí existentes son la prueba palpable de todas las veces que el golfista salió con los brazos en alto.

Su andar por los campos de golf tuvo momentos resaltantes en Norteamérica, en donde pudo conocer a lo más granado de este deporte de aquella época, incluyendo al que él considera como uno de los grandes de todos los tiempos y a la vez su ídolo, el estadounidense Arnold Palmer, siete veces ganador en los majors (cuatro Masters, dos Abierto Británicos y un Abierto de EE. UU).

Recuerda Muñoz que en 1980 y 1981 jugó el Abierto de Canadá, en donde en una ocasión el tablero reflejaba que el venezolano iba un golpe por delante del legendario golfista, a falta de dos hoyos. “Aquella vez, Lee Trevino, otra extraordinaria figura del deporte, le comentó a Palmer que yo le iba ganando por un golpe. Entonces, Palmer señaló que terminaría con birdie y birdie, buscando ponerme presión. Al final, él hizo birdie y par, pero yo también realicé la misma anotación, por lo que quedé por delante de Palmer”, narra el criollo, que luego en el locker de la Casa Club pudo compartir con el nacido en Pensilvania, quien tuvo el noble gesto de regalarle un palo de su colección al hijo ilustre de El Trapiche. De igual modo, realza todo lo que ha significado para el deporte el nombre de Tiger Woods. “Como Tiger no habrá otro”, apunta con firmeza.

La voz del maestro

Conversar con Ramón Muñoz representa una sesión de aprendizaje. Al respecto, nos remarca las notables diferencias del golf de antes al de ahora: “Es indudable que el deporte que amamos ha avanzado aceleradamente, comenzando por algo tan específico como los zapatos. Antes eran de clavos, muy pesados, con el fin de que el golfista no mo-

brindara la Copa de ganador del Abierto de Venezuela y le comenté que eso algún día pasaría. Algo que finalmente ocurrió en 1985. Fui el primer venezolano en titularse en el Abierto. Luego quise darle el trofeo al señor Amengual, pero él me manifestó que me lo quedara”, recuerda con cariño en relación a aquella competencia. El Abierto de Venezuela tiene en su historial ganadores como el legendario golfista argentino Roberto de Vicenzo, victorioso en la ediciones de 1972 y 1973, con 263 y 272 golpes, respectivamente.

Grande entre los grandes

Con su singular humildad, pero también con la satisfacción de los objetivos cumplidos, don Ramón apunta que en su carrera fue capaz de conseguir múltiples coronas en diversas canchas de todo el país. Plasmadas en su foja quedan la asombrosa cifra de 59 victorias en el ámbito nacional: a los 16 campeonatos nacionales profesionales se añaden 13 títulos en el Abierto de la Lagunita Country Club, 12 más en el Valle Arriba Golf Club, además de 4 éxitos en el Caracas Country Club, 3 en el Izcaragua, Junco y Barquisimeto Golf Club, 2 en el Guataparo Country Club en Valencia, así como un triunfo en el Maracay Golf Club y en el recordado Guanipa Golf Club, ubicado en el estado Anzoátegui.

En este sentido, Muñoz nos comenta que “yo me consideraba un jugador muy completo. Tenía una salida muy buena, pero también

viera tanto las piernas y quedara asentado en el piso. Hoy en día, prácticamente lo que se usa es un tipo de calzado como de tenis, livianitos. Además, el golfista hoy es un atleta que se entrena con disciplina en el gimnasio, aprovechando los últimos avances tecnológicos que le servirán para mejorar su juego. Y del mismo modo, los palos han evolucionado grandemente, así como las pelotas, que ahora vuelan más. Así, antes un pegador que llegaba a las 300 yardas era extraordinario, mientras que en la actualidad cualquiera supera esa distancia”, explica con claridad nuestro homenajeado, quien añade la importancia de contar con un equipo multidisciplinario que a la hora de la verdad, puede hacer la diferencia.

No podemos desaprovechar la oportunidad para que don Ramón nos entregue su visión acerca de la situación del golf en nuestro país, un deporte que como todas las actividades cotidianas ha sufrido los embates causados por el coronavirus. “La situación no es fácil, la pandemia complicó mucho las cosas, la práctica tuvo que disminuirse, los torneos tuvieron que reprogramarse. Pero yo soy optimista, todo esto va a pasar y el panorama va a cambiar para mejor. Además, hay un buen grupo de muchachos talentosos que con el ímpetu de su juventud darán lo mejor de sí para irse proyectando”, enfatiza el eterno campeón.

En este orden de ideas, Muñoz pone de relieve el papel que cumple y debe cumplir la Federación Venezolana de Golf y los clubes asociados a ella en pro del desarrollo de la disciplina a lo largo del territorio nacional. “La FVG está llevando a cabo un buen trabajo, tratando de reorganizar la actividad, buscando programar nuevos torneos, implementando clínicas para captar más practicantes de este deporte. A la par, los clubes se están sumando a todo este movimiento, en el que es necesario el esfuerzo y colaboración de cada uno, buscando hacerle frente a las dificultades”, expresa con confianza.

Querencias de vida

Al hablar del Valle Arriba Golf Club, el caraqueño suelta todo su afecto: “Yo prácticamente paso más tiempo en el club que en mi propia casa. Imagínate, ya son 57 años que formo parte de esta bella familia. He tenido la oportunidad de conocer gente muy grata, que me ha tratado de la mejor forma. Y además, me dieron la oportunidad de enseñar, para poder brindar mis conocimientos y experiencia a otros”, manifiesta con vitalidad don Ramón, que refleja orgullo al hablar de su labor.

“La persona que con sus enseñanzas ha formado más profesionales en Venezuela he sido yo. También fui pionero en la organización de clínicas para cultivar a las nuevas generaciones. En una oportunidad tuve la responsabilidad de trabajar hasta con 140 niñitos, lo que implica una enorme satisfacción porque estoy haciendo lo que me gusta y lo seguiré haciendo hasta que el cuerpo aguante”, comenta el maestro que siempre ha lucido su famoso sombrerito para resguardarse del sol. “Tenía uno que me gustaba mucho y era el que más usaba. Pero también jugaba con gorra, y recuerdo que utilicé una firmada por Andrés Galarraga”, aludiendo al célebre beisbolista que se destacó en Grandes Ligas y fue figura estelar de los Leones del Caracas, en la pelota nacional.

Esta dilatada y exitosa trayectoria de vida no habría sido posible sin la presencia de un importante núcleo familiar. Por supuesto, la influencia que significó la figura materna de doña Carmen Muñoz, junto con su padre, Luis Herrera. Asimismo, no puede faltar la presencia de su esposa Josefina, con la que ha construido una relación que se acerca a los 50 años, de cuya unión criaron dos hijos, que a su vez dieron fruto a dos nietas. “Josefina ha sido mi apoyo, ha estado conmigo en las buenas y en las malas, recorriendo este camino juntos”, valora don Ramón, quien concluye la entrevista ofreciendo unas palabras a todos nuestros lectores, especialmente a los jóvenes.

“Sean perseverantes, nunca desmayen ante los obstáculos. La constancia y la dedicación es fundamental para tener éxito en lo que se propongan hacer y estén seguros que al final eso va a rendir los frutos esperados. La suerte la hace uno mismo con el trabajo persistente y siempre hay que tener mente positiva. Así lo he hecho durante toda mi vida y mal no me ha ido”, finaliza don Ramón Muñoz. Y desde esta tribuna le decimos: ¡Gracias maestro!

En 1985, el legendario golfista se convirtió en el primer nativo en conquistar el Abierto de Venezuela, al firmar una tarjeta de 269, once bajo el par de la cancha del VAGC

Asumió el reto de presidir la Junta Directiva en el período 2013-2015. Siendo Tesorero fue un gran aliado de la iniciativa de crear una revista para el club. Comprometido con la idea de una nueva publicación, moderna y dinámica, hoy nos brinda sus palabras de felicitación, a pesar de la distancia

Por Yolanda Manrique Foto: Raymond Fuenmayor La Revista Valle Arriba se originó como respuesta a una clara necesidad de comunicación presente en el ánimo de muchos miembros de la Junta Directiva. En su momento, uno de los entusiastas de esta propuesta fue Ricardo Rojas, quien durante su gestión como presidente de la Junta se empeñó en rescatar los valores del club, a través del trabajo en equipo y la búsqueda de soluciones a los problemas que han afectado a la comunidad desde hace algunos años.

En esta oportunidad, además de repasar los gratos momentos que quedaron reseñados en nuestras páginas, quisimos indagar su opinión sobre la contribución que ha realizado la revista al desarrollo del club. En breves palabras nos comentó: “Considero que la revista ha servido para establecer una comunicación estructurada, organizada y con una buena imagen para los miembros del club. La misma se inicia recabando información de los socios. Por ejemplo, se hacían encuestas que se publicaban allí y esto permitía definir una visión global de lo que querían los socios y poder transmitirla. Cuando una Junta Directiva quiere comunicar lo que la mayoría desea, la revista es una vía rápida y eficiente para difundir la información”

Un aporte de calidad

Para Ricardo Rojas, la revista ha favorecido la integración y respaldo al personal que labora en el club, dándole a los lectores la oportunidad de conocer la historia y anécdotas de los trabajadores y relacionados al Valle Arriba Golf Club.

En esta ocasión ha querido felicitar al Grupo Editorial DiCrea por la dedicación, durante esta década, a definir una publicación de categoría y prestigio: “En el club, siempre se soñó con un medio de calidad, pero la forma de hacerlo hasta entonces había sido de manera directa. Era necesario contar con la experiencia de una editorial conocedora de la ardua y delicada tarea de desarrollar y crear una revista profesional, acorde con las exigencias de nuestro club. Lograr esta alianza, que ya cumple 10 años, ha sido un importante aporte para la comunidad”.

El expresidente sigue manifestando su entusiasmo por nuestra revista, pues considera que contribuye a generar valores agregados: “Es una de las cartas de presentación que podemos exhibir a la hora de mostrarle nuestro club a un nuevo socio. Además de la impecable infraestructura, en nuestra revista se pueden apreciar las actividades y novedades que hacen del club un lugar tan especial”.

Finalmente, uno de los atributos que, para Ricardo Rojas, posee la revista es su cualidad de testimonio, de documento permanente de los acontecimientos e historias de la comunidad que hace vida en los espacios del Valle Arriba Golf Club. Una forma de conservar en el tiempo esos eventos que hacen inolvidable la vida de los socios en nuestro segundo hogar.

MARÍA PEREDA: “La inclusión es un factor determinante, tanto en la revista como en el club”

Durante su administración, fue una activa colaboradora de la revista, en la que comunicó sus “Palabras de la presidente”. En esta oportunidad, una vez más nos ofrece su distintivo verbo

Por Yolanda Manrique Foto: Raymond Fuenmayor

Comunicadora social e intérprete, María Pereda fue la primera mujer en ostentar el cargo de presidente de la Junta Directiva durante el período 2015-2017. Su gestión se caracterizó por un constante trabajo en pro del bienestar de los trabajadores, el esmero en consolidar el club como el núcleo de actividades para toda la familia y en especial, para los más jóvenes.

Con motivo de nuestro Décimo Aniversario, ha querido dedicarnos unas líneas de parabién por nuestra labor: “Antes que nada, quisiera felicitarlos por haberse mantenido a través de esta década, en la que hemos atravesado tantos cambios y ha existido un reto continuo”.

En sus palabras, nuestra contribución al desarrollo del club en estos diez años ha sido significativa: “La revista ha sido un medio de información para las los socios de las diferentes actividades que se realizan en el club. Adicionalmente, siempre tiene secciones de interés para los diferentes públicos, inicialmente con ediciones físicas, y después de manera híbrida, digital e impresa”.

Para ella, la Revista Valle Arriba ha dado un gran aporte a nuestra comunidad como un medio de comunicación efectivo: “Nos ha permitido tener de cerca a la Junta Directiva, conocer las caras del recurso humano que nos atiende todos los días. Conocer el desempeño deportivo de los socios, tanto dentro como fuera de Venezuela. Nos mantiene unidos aún a la distancia, a través de las publicaciones”.

La expresidente visualiza nuestro futuro: “Con un mayor peso digital, tal como lo dictan los tiempos, aprovechando los ‘en vivo’ de las redes para transmitir los eventos en directo IGTV.

Compartiendo nuevas tendencias a nivel deportivo, en especial tenis y golf, y reseñas de las actividades sociales del Club. Creo que puede incluir más artículos de interés en áreas de turismo. Y con mayor participación de los socios que así lo deseen”.

Para María Pereda, los triunfos en el golf y otras actividades deportivas del club son las temáticas que han resaltado más en nuestra publicación, y es parte del éxito de estos 10 años de circulación

El actual presidente de la Junta Directiva confía plenamente en el éxito del trabajo en equipo. Con esos mismos principios, evalúa el desempeño de nuestros primeros 10 años: tiene confianza en el compromiso y responsabilidad que brinda el Grupo Editorial DiCrea

Por Yolanda Manrique

Desde que inició su gestión, Rafael Navarro se ha esforzado en modernizar y ampliar las ofertas de entretenimiento para todos los miembros del club. Un arduo trabajo en tiempos exigentes como los que vivimos. Sin embargo, el optimismo de celebrar los 80 años del VAGC le permiten expresar su entusiasmo ante el futuro del club.

Con esa misma claridad nos manifiesta su visión de cómo ha contribuido la publicación al desarrollo de la institución y cuáles han sido los mejores aportes para la comunidad: “La revista da información de tópicos que mucha gente desconoce. Yo siempre digo que hay dos clubes, el que todos conocemos y el que está oculto para los socios, pero que es el que nos permite disfrutar de un buen funcionamiento. Gracias a la revista, se visualiza ese aspecto del club, que está como en un área gris. En la publicación se divulgan los trabajos de mantenimiento, las mejoras, los nuevos proyectos y eso es muy valioso para los socios”.

En relación a cuál ha sido el mayor aporte de la revista en estos 10 años, no duda en ratificar nuestra función promotora, como plataforma para dar a conocer todos los eventos y actos que se llevan a cabo en el club: “Dar la información, en especial de los eventos de nuestros niños, ha sido una gran labor. Desde la creación de La Escuelita, ustedes han sido muy atinados al reseñar los detalles de los torneos infantiles y juveniles, dándole el impulso necesario para motivar a más pequeños. Somos un semillero de deportistas y eso es algo que la revista se esmera en exhibir en sus páginas”.

“Por otro lado, presentar a nuestros trabajadores es una forma apropiada de lograr empatía y respeto. Muchos socios no conocen al personal que labora y presta servicio en nuestras instalaciones y la revista ha permitido familiarizarse con nuestros colaboradores y trabajadores. Eso también resulta importante para nuestra comunidad”, nos comenta.

Para el futuro, el presidente nos desea éxito: “Creo que la consolidación de la revista es un hecho, pues cada vez más socios se interesan por conocer las novedades de nuestro club y de poderlas leer en una buena publicación”.

“Muchas cosas que se hacen en el club, no están a la vista. Gracias a la revista, los socios pueden conocer todas las actividades que se llevan a cabo en materia de mejoras y conservación, así como la información de nuestros eventos y torneos”

años de10 Así soy yo

Durante esta década, nuestra sección dedicada a las más variadas personalidades de nuestro país se ha visto engalanada con influyentes nombres. En esta oportunidad, recordamos diez figuras y algunas de sus palabras ANA MARÍA SIMON

Por Yolanda Manrique

VALENTINA QUINTERO

¿Un deseo? –Ver a Venezuela convertida en un atómico destino turístico sustentable, productivo y amable, capaz de unir a los venezolanos alrededor del orgullo por esta naturaleza generosa, esta gente tan trabajadora y estos sabores tan genuinos, variados y suculentos. ¿Cuál es tu mayor miedo? –Morirme antes de enseñarle a mi hija Micaela que no vale la pena llorar por un hombre, que si un tacón le incomoda no se lo compre y que se va a arrepentir si se saca las cejas muy finitas.

TITINA PENZINI

¿En qué piensas al oír el nombre de tu país? –Cuando escucho el nombre de Venezuela, retumba la palabra “lucha” a todo pulmón.

ALBANI LOZADA

¿Qué cara tiene la alegría? –Los ojos de mi hija cuando me la pusieron en los brazos recién nacida.

SHIRLEY VARNAGY

¿Un sueño o meta por cumplir? –Tengo el compromiso generacional de rescatar la Venezuela que merecen mis hijos: un país próspero, justo y libre.

LUIS CHATAING

Tu mayor decisión. –Ser consecuente con mis metas por encima de los obstáculos, no abandonar la lucha por más perdida que parezca.

LEONARDO PADRÓN

¿Cuál es tu hobby? –No tengo hobbies, sino devociones: el cine, la lectura, los viajes. Aunque, pensándolo mejor, pudiera hablar de mi gusto reciente por las series de TV.

ROMÁN LOZINSKI

¿Ser padre cambió tu vida? –Sin duda. Cada aspecto de mi existencia cambió. El tiempo, las prioridades, los miedos.

HÉCTOR MANRIQUE

¿Se ha “peleado” alguna vez con su oficio? –Claro, pero nunca como para pensar en hacer otra cosa. Mi relación con el oficio es muy lúdica, la disfruto mucho. Yo siempre comento que hago lo que hago, porque no me gusta trabajar. Actuar, dirigir, subir a un escenario no representa un esfuerzo. No es que no sea difícil, pero no me siento atrapado. No es una obligación para mí. Tal vez, si las cosas siguen así, descubra, al final de mi vida, que ésta era mi vocación…

CESAR MIGUEL RONDÓN

¿Qué significa 25 años viendo los amaneceres caraqueños y dándole los Buenos Días a Venezuela? Veinticinco años recibiendo al sol en su salida y despertando a mis compatriotas para que comencemos todos una nueva jornada, ha sido el mayor privilegio profesional de mi vida.

En esta década, hemos compartido con nuestros lectores diferentes visiones de las personalidades más renombradas de nuestro país

El éxito se logra con aliados

Fotografía: Raymond Fuenmayor

En la Revista Valle Arriba, desde que iniciamos nuestras publicaciones, hemos contado con una sección muy apreciada y valorada por nuestros lectores. Nuestra Gente ha sido la ventana ideal para difundir las historias de los responsables del buen funcionamiento de nuestro club. En cada edición, hemos dado a conocer las distintas personalidades, pasatiempos y aspiraciones de los trabajadores que cumplen con la afanosa labor de mantener nuestro club operativo, con instalaciones en perfecto estado y con los servicios que garantizan el disfrute pleno de todos nuestros espacios. Durante esta década, nuestras páginas han servido para contribuir con la sinergia que logra un ambiente único y agradable.

Un bello recuerdo El campo, buena compañía y buen rock Un grupo de alrededor 400 personas, integrado por nuestros socios, familiares y amigos se reunieron para presenciar uno de los eventos más importantes y memorables de Valle Arriba Golf Club. La visita de la Orquesta de Rock Sinfónico Simón Bolívar a nuestros campos de golf, dejó a más de Fotos: Raymond Fuenmayor uno maravillado con las canciones clásicas de la década de los 60, 70, 80 y 90 adaptadas a instrumentación orquestal con elementos bases del género del rock como teclado, voz, batería, guitarra y bajo eléctrico. El concierto se inició a tempranas horas de la noche con las palabras del presidente de la Junta Directiva del club, Ricardo Rojas, quien dio la bienvenida a los presentes así como al equipo de trabajadores del club, quienes disfrutaron al mejor estilo “picnic” el repertorio seleccionado y dirigido por el talentoso y reconocido músico Daniel Hurtado. “Somebody To Love” de Queen, “Hey Jude” de Los Beatles, “Sweet Child O´ Mind” de Guns N´ Roses, “Smoke On the Water” de Deep Purple y clásicos de Led Zeppelin formaron parte de la selección musical que levantó muchos recuerdos y provocó suspiros, sonrisas y anécdotas entre la audiencia. Al finalizar la presentación, María Pereda de Macía y Emilia Baddour dieron las palabras de clausura e invitaron al resto de los miembros de la Junta Directiva y Gerente General del club a subir a la tarima para recibir, junto a la orquesta, la ovación del público.

Los Torneos que dan el ejemplo Una de las mayores satisfacciones de nuestra revista es tener la posibilidad de reseñar los eventos y los torneos que se llevan a cabo en nuestros campos e instalaciones. El Ranking es uno de

Fotos: Raymond Fuenmayor los más importantes y cada Parada tiene una especial connotación. En el Abierto hemos disfrutado de los triunfos de cada ganador. Momentos apasionantes se han vivido en cada Blancos y Azules. El deporte por el que es más reconocido nuestro club, como su mismo nombre lo indica, es el golf. Sin embargo, durante esta década, el desarrollo del tenis y el excelente mantenimiento de nuestras canchas ha contribuido a enriquecer las ofertas de actividades, dando pie a lucidos torneos, cuyos testimonios han quedado impresos en nuestras páginas. Con la celebración de los 80 años del VAGC, se suman a la lista de propuestas, deportes y actividades como natación, bolas criollas y dominó. Mostramos un breve repaso por 10 años de muchas emociones y triunfos.

Las Paradas del Ranking nos han brindado espléndidos momentos y muy buenos recuerdos. Cada celebración y premiación nos da motivo para exhibir emocionantes imágenes para compartir

Un evento icónico de nuestro club es el Torneo Blancos y Azules que siempre nos ofrece vistosas instantáneas que ansiamos divulgar en nuestras ediciones

Los dos deportes más significativos de nuestro club, golf y tenis, tienen sus páginas históricas en nuestra revista y siempre es un placer comunicar la alegría y entusiasmo de los participantes y ganadores

Una tradición que enorgullece

Fotos: Raymond Fuenmayor Una de las competencias más emotivas que se disputa en el Valle Arriba Golf Club es el Torneo de Padres e Hijos. Una contienda en la que se aprecia cómo las nuevas generaciones siguen los pasos de sus progenitores. Es uno de los eventos más concurridos de nuestro club y es una magnífica oportunidad para compartir en familia. En este torneo se distinguen los valores más estimados en nuestra comunidad, como la solidaridad, el compromiso y la responsabilidad.

El mayor tesoro que tiene el club son nuestros niños y jóvenes. En diez años los hemos visto crecer y convertirse en personas de bien. Nos sentimos especialmente orgullosos de estar presente en todos sus logros y ser testigos de su desarrollo.

Desde la creación de La Escuelita, hasta este nuevo aniversario, tanto de la revista como del club, hemos sido portavoces y los primeros en reseñar y destacar los torneos infantiles y juveniles, todos muy emocionantes, para festejar los éxitos de nuestro semillero.

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