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“El Valle Arriba es hoy un club más dinámico y divertido”

El actual presidente de la Junta Directiva exalta su gestión, incorporando actividades para el disfrute de la familia

Por Antonio Castillo Fotografías: Néstor Hernández

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Dinamismo y diversión, son los objetivos que caracterizan la gestión de la Junta Directiva de Valle Arriba Golf Club y así lo expone con orgullo su presidente Rafael Navarro tras culminar una cruzada ardua, pero por todas las cosas, satisfactoria.

Hace dos años Navarro, al frente de un equipo monolítico integrado por Luis Terrero, Rafael Chavero, Rannel Hernández, Alejandro Goiri, Leopoldo Molina, Alexander Salazar, Carlos Guillén, Carlos Cordido, Zandra Jacir, y el doctor Andrés Mosillo, decidió liderar los destinos del VAGC con la finalidad de hacerlo más amigable, más cercano y, en definitiva, que generara más pertenencia y arraigo entre sus 650 socios y asociados familiares.

Ciertamente, el club capitalino luce revitalizado, con una camada de niños y jóvenes que le ha insuflado esa alegría y vitalidad tan necesarias en estos complicados momentos que le ha tocado vivir a Venezuela.

“El Valle Arriba se ha convertido en un club dinámico y divertido, apetecible para los socios con hijos pequeños, tras implementar una serie de actividades que ha redundado en el fortalecimiento del núcleo familiar. Antes era difícil que los niños tuvieran tantas recreaciones como tienen en la actualidad. Hemos organizado entretenimientos en los cuales los más pequeños se mantienen activos durante todas las tardes en karate, inglés, flamenco, aparte de las actividades deportivas como tenis y golf. Esto ha conllevado a que las madres pasen las tardes completas con sus niños en el club, lo mismo que los fines de semana, donde también hay actividades, generando la unión familiar”, asegura Navarro.

Insiste el directivo de 56 años en que Valle Arriba es actualmente un club más atractivo para sus socios y familiares, debido a que cuenta con un mayor número de actividades sociales y recreativas que han hecho que la gente se acerque a sus instalaciones con mayor asiduidad.

“Se pierde en mi memoria la cantidad de eventos que hemos hecho en los últimos dos años, fiestas y espectáculos que han sido aplaudidos por la mayoría de los socios. Hemos tenido actividades teatrales, eventos deportivos y la fiesta conmemorativa de los 80 años del club que culminó un mes completo de actividades festivas donde imperó la alegría y la camaradería. Cerró ese mes con una fiesta de gala que marcó un antes y un después en el club”.

Próspera cosecha

Pero el trabajo ha sido arduo para lograr los objetivos que hoy se disfrutan. “Actualmente, estamos cosechando todo lo que hemos sembrado, como el nuevo sistema de riego que ha mejorado exponencialmente la cancha de golf. En los últimos meses hemos llevado a cabo además una serie de mejoras en las instalaciones, como la creación de la cancha de pádel, que es nueva igual que la Terraza del Mirador del área de la piscina. Todo esto le ha agregado mayor vitalidad al club”.

Indudablemente, ha sido un desafío aplicar mejoras en un club, sin quebrantar sus 80 años de historia que lo han encumbrado como uno de los más emblemáticos con que cuenta Venezuela. Un club fundado sobre los terrenos de una hacienda de caña de azúcar que en aquellos amaneceres de inicios de la década de los cuarenta quedaba en las afueras de Caracas

Desde entonces el VAGC se ha distinguido por enarbolar la bandera de la unión, el compañerismo y el sano disfrute de sus socios, sentimiento que hoy refrenda Rafael Navarro al frente de su Junta Directiva.

Es innegable que el campo de golf es un plus imposible de desechar, una cancha espectacular que tiene una vista sin igual de El Ávila y que ha sido tratada con particular deferencia en los últimos años.

Y tenía que ser así, ya que hasta el mismísimo Manuel Cabré, el pintor catalán que hizo vida en Venezuela, quedó maravillado al observar nuestra representativa montaña desde las instalaciones del club. Invitado al Valle Arriba para plasmar en un lienzo sus particulares pinceladas y policromía del monolítico cerro, se limitó a firmar uno de los ventanales con vista al norte, argumentando que era imposible mejorar este cuadro natural.

“Efectivamente la cancha de golf es nuestro principal argumento y en este sentido hemos puesto todo nuestro esfuerzo en cuidarla y mejorarla, para así dejar un importante legado a las generaciones futuras”, dijo finalmente Rafael Navarro, un avezado exfutbolista prestado a funciones gerenciales en el Valle Arriba Golf Club.

Rafael Navarro, empresario y administrador, tiene una amplia experiencia en la administración de empresas. Su filosofía es la gerencia compartida, y desde que fue nombrado como presidente de la Junta Directiva, la ha aplicado en su gestión. En estos dos años creó un equipo de trabajo armónico y fusionado para tomar decisiones consensuadas. Desde que comenzó su tarea, se impuso el objetivo de ampliar las actividades del club para atender a todos los miembros de las familias, renovar el gimnasio y explorar la posibilidad de agregar la pista de pádel, propósitos que logró con mucha decisión.

Su admiración y orgullo por los éxitos deportivos del VAGC, especialmente de los más jóvenes, fue motor para impulsar actividades en el área deportiva. Hizo particular énfasis en la mejora y mantenimiento del campo de golf, entre otras cosas, incluyendo un nuevo sistema de riego en la cancha que ha mejorado su calidad, para proteger uno de los patrimonios más importantes del club.

Desde el inicio de su gestión se fijó la labor de revitalizar el club para hacer más amigable, cercano y con más actividades para todos los socios. Su equipo ha logrado una próspera cosecha al implementar actividades deportivas, recreativas y sociales que han generado una mayor unión familiar. También han llevado a cabo mejoras en las instalaciones con especial cuidado en mantener su esencia y su historia de 80 años como un lugar de unión y sano disfrute para sus socios.

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