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Península de Paria Para desconectarse
La doble península que caracteriza nuestras costas orientales nos invita a conocer paisajes espléndidos y llenos de contrastes: por el este, Paria y por el oeste, Araya. Paria o Tierra de Gracia es conocida por su rica biodiversidad, belleza escénica y su relevancia histórica y cultural
Cuando se menciona el estado Sucre nos vienen a la mente imágenes de fuentes muy diversas: arquitectónicas, gastronómicas, culturales, ecológicas, pero en especial, los aspectos emotivos que nos recuerdan el valor de nuestras costumbres y la voluntad de una ciudadanía que persevera por desarrollar su producto más apreciado: el turismo.
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Un paseo por la cultura
Ubicada en el extremo norte de la serranía del litoral oriental, en la jurisdicción de los municipios Arismendi, Mariño y Valdez del actual estado Sucre, la península de Paria nos ofrece una naturaleza exuberante y un mar de cálidas y cristalinas aguas. La arquitectura es uno de los atractivos que se pueden admirar en nuestra región oriental.
Río Caribe es una de las ciudades en la zona, que nos invita a conocer sus características edificaciones, como su iglesia, San Miguel Arcángel, patrono de Río Caribe, que data de 1768-1800. Construida por el padre don Manuel Tomás Agorrea y Limón y restaurada en 1919, es el principal símbolo religioso y arquitectónico de la ciudad. Es una de las edificaciones más antiguas de Río Caribe y junto a las capillas de El Calvario y San Miguel Arcángel, situadas en las colinas que rodean al pueblo, es una de las edificaciones más antiguas y representa un ícono de la arquitectura de Paria.
Sus casas coloniales típicas de las líneas urbanísticas del siglo XIX, también son parte de la encantadora propuesta de la región. Algunas de esas construcciones se han convertido en cautivadoras posadas y alojamientos que brindan a los turistas servicios completos y exclusivos, de calidad mundial, para gozar de una experiencia única.
El hospedaje ideal
La península de Paria ofrece variadas opciones para alojarse y disfrutar de unos días inolvidables, en sus hermosas playas, como Playa de Uva, Medina, Querepare y Pui Puy.
Enclavadas en el Parque Nivaldito, se encuentran las posadas Villas Playa de Uva y Posada Caribana, una urbanización turística ubicada en la península de Paria que se ha convertido en referencia obligada para los entusiastas de las particularidades del estado Sucre.
Villas Playa de Uva ofrece dos productos para alojarse: Villas VIP, ubicadas en una meseta, con una excepcional vista a las costas parianas en el mar Caribe, y las Villas Antillanas, situadas en la ladera que discurre hacia una de sus playas privadas, las cuales están rodeadas por una generosa vegetación y paisajismo que incluye grama japonesa.
La posada Caribana se encuentra en el corazón de Río Caribe. Es una cálida casona del siglo XIX, restaurada por el arquitecto Gonzalo Denis, respetando su arquitectura original e integrando la generosidad espacial del pasado con el confort y los servicios de hoy. Desde ella se pueden solicitar distintos paseos para la península de Paria.
Gastronomía y turismo
Otro de los incomparables atractivos de la región peninsular es su amplia oferta gastronómica basada en la rica cocina local y los frutos del mar, como atún, sardina, mariscos frescos y otras especies marinas.
Es el centro del emporio cacaotero sucrense y se conoce también como la región de “Los señores del cacao”, debido a las bondades del fruto que crece en la zona, considerado quizás como el mejor cacao del país.
Además de su delicioso sabor, el cacao de Paria es importante para la economía local de la zona. La producción de cacao proporciona empleo a muchas familias y contribuye al desarrollo económico de la región
El cacao de Paria es reconocido por su alta calidad y su delicioso sabor, y es utilizado por chocolateros y fabricantes de bombones en todo el mundo. Este fruto se cultiva en una región con un clima cálido y húmedo, lo que le da un sabor y aroma únicos. Además, se cultiva en pequeñas fincas, muchas de las cuales son operadas por familias locales. Estas haciendas utilizan técnicas de cultivo sostenible y respetuosas con el medio ambiente, lo que contribuye a la preservación de la biodiversidad de la región.
El proceso de producción de este cacao es artesanal y se realiza en pequeñas cantidades. Las vainas de cacao se cosechan a mano y se abren cuidadosamente para extraer las semillas. Luego, las mismas se fermentan y se secan al sol, antes de ser tostadas y procesadas en chocolate.
El resultado final es un chocolate de alta calidad y sabor intenso, con notas afrutadas y un aroma a nuez. Gracias a esto, se ha ganado una gran reputación en la industria mundial del chocolate.