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Ellas y las vacaciones
Carnavales y Semana Santa son excelentes oportunidades para compartir con nuestras mascotas. Esa ocasión lleva una gran responsabilidad como protectores de ellas, recuerden que siempre van a dar el máximo para hacernos felices.
¿Cuáles son los peligros a los que se encuentran expuestas? Definitivamente va a depender del sitio vacacional que elijamos para compartir con ellas, la raza y su entrenamiento para las actividades a realizar.
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Comencemos con lo más frecuente, “la playa”. El principal peligro que observamos en nuestro centro veterinario es el golpe de calor. Para entender cómo esto puede ocurrir en nuestros caninos debemos estar conscientes que ellos no tienen glándulas sudoríparas como nosotros las conocemos, por lo que no podrán transpirar el calor ni enfriar su piel ante un aumento de temperatura causado por exposición directa al sol, por estar encerrada en un automóvil o por exceso de actividad física. Por ello, su temperatura puede subir rápidamente y la única forma de compensarlo es por medio del intercambio de calor a través de la respiración, entrando aire fresco y sacando aire caliente. Eso tiene una limitación en su capacidad de intercambio y también depende de la temperatura exterior; si el aire está caliente será menos eficiente este intercambio o casi nulo en el caso de estar encerrado en un auto, aunque tenga los vidrios bajos a un nivel de seguridad para que no brinque del auto. El consejo es nunca dejar su mascota en el auto, aunque sea por un ratico. En caso de que se presente un golpe de calor, el cual se manifiesta por una exagerada velocidad de respiración, la lengua afuera, angustia, desmayo, colapso y muerte, lo primeo que debemos hacer es ponerla en un lugar con sombra, y mojarla abundantemente con agua fresca hasta que logremos bajarle la temperatura. Se sorprenderán lo caliente que se pone el agua que chorrea de su cuerpo. Posteriormente, debemos ofrecerle agua y mantenerla en reposo. Si el caso lo amerita se puede llevar al veterinario que realizará una evaluación de los daños ocurridos a los órganos internos. Los perros de hocico corto, los de pelo oscuro y los obesos son más propensos a sufrir golpe de calor
La segunda causa más frecuente es el ahogamiento. Los perros saben nadar, sí, pero eso no significa que sean expertos nadadores sin el debido entrenamiento. Ellos también se agotan, están sujetos a la resaca y a descuidarse en la distancia de la orilla y ponerse en aprietos. También se debe tomar en cuenta que los perros falderos como los yorkies son de poco tamaño y de pelo largo y hemos visto cómo se pueden fatigar rápidamente por la resistencia de los pelos al agua. Por lo tanto, al igual que haríamos con un niño, debemos supervisar sus inmersiones hasta estar seguros de que no corren peligro. En caso de ahogo debemos seguir las mismas prácticas que en nosotros, masajes de la cavidad torácica para buscar expulsar el agua y respiración boca nariz para garantizarle oxígeno al corazón y al cerebro. La respiración se hará con nuestra boca en sus ollares nasales con su boca cerrada, si usamos una mesa mejor, de manera que la cabeza cuelgue ligeramente y pueda expulsar el agua sin reingerirla
En la montaña tenemos los mismos riesgos de la playa, de golpe de calor y ahogo en ríos. Recuerden que hay algunas razas nadadoras por naturaleza, pero no debemos asumir que, sin el entrenamiento adecuado, van a comportarse como se espera de razas como el labrador o el Golden, por ejemplo.
Uno de los principales riesgos es la mordedura de serpiente venenosa. Venezuela es endémica en todo su territorio de mapanare, tigra mariposa y cascabel. En las zonas periurbanas podemos ver varios casos al año en nuestra práctica. Aunque depende de varios factores, afortunadamente tenemos una ventana biológica de 4-12 horas entre la mordedura y el tratamiento eficaz con suero antiofídico y control sintomático de los síntomas. Para nuestra tranquilidad, tenemos a favor que en términos generales los caninos y aún más los felinos son más resistentes al veneno de las serpientes que nosotros y los caballos. El tratamiento de emergencia es correr rápidamente a un centro veterinario que tenga en suero antiofídico, recomendamos llamar antes para no perder tiempo. Existen riesgos de otros accidentes como peleas por territorio, ingesta de basura, espinas de pescados, caídas y hasta fracturas, por lo que si bien es una excelente oportunidad para disfrutar de nuestras mascotas, también es una gran responsabilidad sacarlas de su hábitat controlado a otro nuevo para ellas.