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Irene Gimón
by DiCrea
LAGUNITA • ENTREVISTA
Irene Gimón Siempre con buena actitud
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Irene Gimon es abogada egresada de la UCAB en 1984. Realizó sus estudios de primaria y bachillerato en la Academia Merici. Desde que obtuvo el título de abogado trabajó para Ford Motor de Venezuela, donde ocupó diferentes cargos en el área Legal y Gubernamental. En diciembre 2021, fue electa como secretario de la Junta Directiva de Lagunita Country Club
Texto y foto: Anabella Capiello
Hasta el momento de su jubilación, luego de 35 años ininterrumpidos, se desempeñó como Directora de Asuntos Legales y Gubernamentales. Entre sus áreas de competencia dirigió los procesos legales de las empresas y sus subsidiarias en Venezuela, Colombia, Bolivia y Ecuador. Adicionalmente lideró la relación gubernamental con todos los entes del estado en Venezuela. Durante su carrera profesional desempeñó roles estratégicos en sus áreas de experticia, constituyó legalmente las operaciones de Ford en Colombia y representó jurídicamente a la empresa en varios países. Desde sus inicios en la empresa contribuyó activamente en el desarrollo de políticas públicas orientadas al crecimiento del sector automotriz.
En el año 2011 fue nominada por la Asociación de Abogados Corporativos para el premio “Latin American Counsel Award” en Buenos Aires, Argentina. En el año 2018 fue distinguida por la Revista Business Venezuela como “una Mujer con ADN Empresarial” y posteriormente seleccionada por la Revista Gerente como parte de “Los 100 Gerentes más Exitosos”, edición 2018. En el año 2021, comenzó a participar activamente en la Fundación Vístete de Sueños A.C. formando parte de su Junta Directiva.
Está casada con Héctor R. Rodríguez Albornoz, quien hasta principios de este año, se des-
empeñó como CEO de la empresa Arcelor Mittal-Unicon de la cual se jubiló después de más de 12 años de servicio y actualmente ocupa la Presidencia de Venamcham (Cámara Venezolana Americana de Industria y comercio). ¿Desde hace cuánto tiempo es socia de Lagunita Country Club y qué ha significado eso para usted? —La acción de Lagunita Country Club fue mi regalo de jubilación, desde hace poco más de tres años. Durante mis 35 años de carrera, los cuales disfruté enormemente, siempre soñé con el momento en que pudiera disfrutar de la vida que hoy estoy llevando, el Club ha contribuido en llenar gran parte de mi tiempo. ¿Cuál de las disciplinas practica tanto usted como su familia dentro de Lagunita Country Club? —Realmente me estoy desquitando de todo lo que no pude hacer mientras dedicaba mi tiempo a trabajar y criar hijos de forma simultánea, era poco el tiempo que me quedaba para practicar deportes. Sin embargo, me mantuve jugando kickingball, deporte que inicié a los seis años y lo continué como por cuarenta años, pero siempre quería aprender otras disciplinas. Actualmente juego tenis, canastón, estoy aprendiendo golf y cuando el tiempo me lo permite asisto a las clases de baile. Mi esposo va de vez en cuando al gimnasio, mi hija está jugando tenis apasionadamente, mi yerno y mi nieto mayor juegan golf y mi nieta de 4 años está empezando golf y ballet. ¿Qué la motivó a pertenecer a la actual Junta Directiva? —La verdad es que eso jamás estuvo en mis planes. ¿A quién se le puede ocurrir que después de 35 años de trabajo, que decide jubilarse y que está lista para hacer cualquier cosa menos trabajar, vuelva a trabajar… pero esta vez ad honorem?, bueno a mí y aquí estoy. A finales del año pasado fui contactada por varias personas, algunas conocidas, otras no, invitándome a formar parte de una Junta Directiva cuya misión fuese restablecer el clima de armonía que siempre ha caracterizado a Lagunita Country Club, me aseguraron que esto no quitaba mucho tiempo y que lo hiciera por el Club. Yo no estaba muy entusiasmada con esa invitación, pero luego de varias reuniones, y después de conocer al resto de los que seríamos los integrantes de esa nueva plancha, decidí aceptar el reto. ¡Al final, esta responsabilidad resultó ser un trabajo a tiempo completo! Entre los proyectos que se han planteado como Junta Directiva, ¿Cuál es para usted el más relevante? —Estamos trabajando en muchos asuntos a la vez tratando de establecer procesos sólidos en diferentes áreas del club para dejar un sistema que permita que las actividades fluyan bien con cualquier Junta Directiva que le toque administrar y dirigir al Club. Uno de los proyectos más importantes en los cuales estamos trabajando es el desarrollo de una propuesta de Reforma de Estatutos que será presentada próximamente a la Asamblea de Socios. En la Junta Directiva participamos un grupo de abogados quienes hemos dedicado gran parte de nuestro tiempo en la elaboración de dicha propuesta. Adicionalmente, antes de formar parte de la Junta Directiva, participé en el Comité de Casa, cuyo propósito es rescatar y adecuar los distintos espacios del club. Empezamos por el hoyo 19, luego el Salón Chimenea y Restaurante de la Casa Club. Además de secretario de la Junta, actué como director de enlace de ese Comité, que tiene como objetivo inmediato la recuperación y restauración del mobiliario que tiene el club a fin de continuar ambientando espacios para el uso y disfrute de los socios. Ahora que es parte de la Directiva del club, ¿las situaciones se ven distintas como socio? —Totalmente diferentes, no hay forma de que un socio que no haya pertenecido a la Junta Directiva tenga idea de la gran cantidad de situaciones, exigencias, necesidades que se pueden presentar en la administración de un Club. Es como si tuvieras más de 1.200 jefes, cada uno con intereses y necesidades diferentes y quieres complacerlos a todos. Obviamente, es como una misión imposible, no importa cómo se haga la gestión siempre habrá quien no esté de acuerdo. Yo misma cuando asumí este reto, pensé que iba a ser mu-
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cho más sencillo, y que no iba a ser necesario dedicarle tanto tiempo, no pude estar más equivocada, pero ya no hay vuelta atrás. Cuando asumo una responsabilidad lo hago con el mayor compromiso, sin embargo, no puedo dejar de resaltar que, aunque muchos de nosotros en la Junta no nos conocíamos, hemos logrado engranar y lograr una sinergia a pesar de que somos un equipo humano heterogéneo; aunque tengamos diferencias siempre llegamos a un consenso. Lo mismo ocurre con el equipo gerencial y el personal del club, de quienes hemos recibido gran apoyo para avanzar en muchos de los requerimientos de la institución. ¿Cuál supone que ha sido el mayor cambio que ha logrado en este corto tiempo la actual Junta Directiva? —En las primeras reuniones que participé, me informaron que el Club tenía una Fundación dedicada principalmente a brindar apoyo a los trabajadores del Club y a sus familiares, la cual por diversas razones no se había podido constituir legalmente, por lo que la misma funcionaba como un apéndice del club, lo cual lógicamente limitaba su actuación e independencia. Me puse como meta lograr el registro legal de esta Fundación con el trabajo conjunto entre la Consultoría Jurídica del Club y el apoyo de los abogados de la Junta. Luego de varios meses de trabajo legal y múltiples idas y venidas al Registro, el pasado lunes 17 de octubre se logró registrar el Acta Constitutiva de la Fundación La Ceiba Pro Lagunita. ¿Cómo describe usted a la comunidad Lagunitera? —Además de lo bello que es el Club, me encanta su gente. Cuando nos hicimos socios conocíamos a bastantes personas, pero he conocido a mucha gente nueva y he hecho amigos de todas las edades, ¡todos espectaculares! Me gusta lo participativo que son muchos socios en las diferentes actividades que se programan. ¿Su mejor anécdota dentro de Lagunita Country Club? —Más que anécdota he tenido la gran satisfacción de ver a mi nieto de 7 años convertirse en un super golfista. Empezó hace como 3 años y nunca pensé que le iba a gustar tanto ese deporte. Ha ganado torneos a su corta edad y hasta hizo hoyo en uno hace unos meses atrás. A nivel personal y profesional, ¿Cómo se define? —Soy una persona que siempre trata de estar alegre, soy de naturaleza conciliadora, pero exigente y responsable tanto en lo personal como en lo profesional. Soy directa, transparente y por encima de todo, lo cual se lo debo a mis padres y a mi colegio, con valores éticos inquebrantables. En su tiempo libre ¿Qué le gusta hacer? —La verdad, no tengo mucho tiempo libre, lo bueno es que todo mi tiempo lo tengo ocupado haciendo todo lo que me gusta. Amo compartir tiempo con mi familia y con mis amigos. Como muchas familias venezolanas, tenemos gran parte de la familia fuera del país, así que nos toca viajar para reunirnos con ellos para ver crecer a los nietos. Juego canastón por lo menos una vez a la semana, esto también es uno de mis nuevos entretenimientos post jubilación, el cual perfeccioné en pandemia. Estoy enseñando a varias socias del club que quieren aprender. También me llena mucho ayudar a los demás. Otra de las actividades que inicié recién jubilada fue formar parte de la Junta Directiva de Vístete de Sueños, asociación civil sin fines de lucro cuyo objeto es capacitar a la mayor cantidad de mujeres de escasos recursos mediante programas innovadores, replicables y sustentables, focalizados en el área de la confección y la moda. ¿Alguna meta por cumplir? —La verdad es que no puedo estar más satisfecha y agradecida con Dios por la vida que he tenido. He tenido muchísimos logros profesionales y personales a lo largo de toda mi vida que me hacen sentir muy bien conmigo misma. Me hace muy feliz ver como mi familia crece todos los años, pero lo que más disfruto es compartir con mis nietos. Una de mis ciudades favoritas del mundo es París y me encantaría poder hacer un viaje a esa ciudad con todos los nietos. ¿Qué mensaje podría dar para quienes la leen? —¡Buena actitud ante todo! cada vez me convenzo más de que el secreto de la felicidad está en la actitud que tengamos ante todas las situaciones que se nos presentan, por muy adversas que sean. Cada día puede no ser bueno, pero hay algo bueno en todos los días.
Para cerrar quiero dejar esta frase que la he aplicado siempre cuando he sentido que no soy capaz de hacer algo: ”La única discapacidad en la vida es una mala actitud” (Scott Hamilton).
Juntos han construido una gran familia de siete hijos, siete hijos políticos, siete nietos y dos perros