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Daniel Elbittar
LAGUNITA • PERFIL
Lo primero que llama la atención es su aspecto de galán. Sin embargo, Daniel Elbittar es un profesional disciplinado. Nada de lo que ha conseguido ha sido por azar, ni siquiera el nuevo papel por primera vez con la casa Televisa en la novela “La Desalmada”.
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Elbittar llegó a México en 2007 para buscar la internacionalización de su carrera de actor, que comenzó en los canales nacionales. Estudió el acento mexicano con una famosa actriz de ese país y lo practicó hasta dominarlo, para no desentonar en los papeles que comenzaron a llegarle.
Protagonizó su primer dramático con TV Azteca y allí comenzó a dar frutos su esfuerzo. También grabó su primer disco y tuvo la responsabilidad de cantar el tema principal de otra producción televisiva que pasaron en horario estelar. Son muchas facetas, y todas las desarrolla con mucha dedicación. Como los artistas del viejo Hollywood.
¿Con quién se identifca más, con el Daniel actor o el cantante? Me identifco con el Daniel artista, que ha podido hacer teatro musical. En un mismo escenario he tenido la posibilidad de cantar y actuar, que son las dos cosas que me apasionan. Por eso es que, como expresión artística, me inclino hacia el teatro musical.
En efecto, también fue México el que le dio la oportunidad de participar en “Mentiras: el musical”, basado en canciones populares de los años 80 que se presentó en 2014 en los mejores teatros de ese país. Sin embargo, a pesar de tantos años en tierras mexicanas, Elbittar no pierde su acento venezolano ni el amor por su país. ¿Qué lleva con usted de Venezuela? De Venezuela, todo. Allí nací, allí crecí, estudié, me preparé. Di mis primeros pasos en la televisión y la música. Venezuela es la base, y eso lo llevo a todos lados. Me siento orgulloso de representar a mi país haciendo lo que sé hacer, que es entretener.
Por México, siente mucho agradecimiento. Ha aprendido a amar a ese país como su segundo hogar, pues le ha acogido como un hijo más. ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo que ha tenido que superar en su vida? Más que un obstáculo, lo veo como el precio que he tenido que pagar, y ha sido el estar alejado de mi familia, de mis seres queridos, de mi papá, que en paz descanse. Me perdí muchos años de su vida por estar fuera de mi país. En parte, me arrepiento, pero ese es el precio que he tenido que pagar para poder alcanzar mis sueños y mis metas.
Daniel Elbittar,
un artista completo
Puede que lo oigan con acento mexicano en las telenovelas que ha hecho en ese país, pero el actor venezolano no olvida sus raíces y asegura que le ha costado mucho sacrifcio dejar a su familia para poder conseguir la proyección internacional que ahora tiene
De protagonista a antagonista
En la actualidad, Elbittar está grabando “La Desalmada”, pero no en el papel de protagonista, sino antagonista, el villano. Asegura que el personaje de César Franco tiene muchas características que le darán la oportunidad de mostrar otras facetas en su actuación. Pero confesa que le gusta ser el protagonista. ¿Qué se siente ser el protagonista de una producción? Es una sensación muy agradable porque, básicamente estás comandando un proyecto y un grupo de personas. Tienes la responsabilidad de dar ejemplo, de ser responsable, ser disciplinado. Pero se siente muy rico llevar el mando, y más cuando se convierte en un proyecto de éxito, que obviamente hay que celebrar. Si el proyecto no caló entre el público, pues también hay que asumirlo con la mayor responsabilidad. ¿Qué le gusta de hacer novelas? A mí me gusta actuar y cantar, en una novela, en una película, en un teatro. Creo que cada formato tiene su encanto. Al hacer novelas, armas una comunidad de personas que están trabajando durante mucho tiempo contigo a diario, se arma un equipo entre todos y las relaciones llegan a ser muy personales. Pero esta es mi pasión, me encanta actuar, me encanta la novela, me encanta hacer melodrama.
La familia
Elbittar está casado desde hace siete años con la actriz venezolana Sabrina Seara y tienen un hijo, Maximiliano. Su madre sigue en Venezuela y cuando se reúnen, cantan todos con la ayuda de un karaoke. La música es parte de la familia. ¿Qué quisiera que su hijo aprendiera de usted? Quiero que Maximiliano sea una buena persona, un buen ser humano, que sea una persona correcta, disciplinada, con objetivos, responsable, y lo más importante, que tenga un buen corazón. Y para que él tenga un buen corazón, pues sus papás tienen que darle mucho amor, y eso es lo que nosotros hacemos a diario, Sabrina y yo.