Luxe

La colección Reine de Naples es una verdadera obra maestra de la alta relojería, y simboliza perfectamente su mensaje: “Breguet es la unión perfecta de la belleza y de la tecnología”

Las joyas

del tiempo

Aunque hoy en día es posible ver la hora en cualquier dispositivo, el encanto de mirar la muñeca no deja de ser un acto clásico, y si se tiene una hermosa joya para lucir, con más razón…

Por Yolanda Manrique

La historia y la tradición explican que el primer reloj de pulsera estaba pensado más para la delicada muñeca de las damas que para los caballeros, pues ellos disfrutaban de un compartimento en los trajes, generalmente del lado izquierdo, donde guardaban su elegante reloj de bolsillo. Las mujeres, en cambio, no teníamos esa comodidad, así que los más importantes fabricantes de relojes, como Breguet y Cartier, innovaron para ofrecer una combinación de cronómetro con una preciada joya, digna de lucir en combinación con elegantes vestidos. La fusión de moda y relojería es apreciable desde sus orígenes.

Los relojes de pulsera tuvieron un éxito arrollador desde su aparición hasta su consolidación a principios del siglo XX y los hombres impusieron sus necesidades y sus gustos; pero los pioneros de los relojes para damas siguen brindando piezas de lujo y tecnología, perfectas para emular a Caroline Murat, hermana de Napoleón Bonaparte y reina de Nápoles en 1801, que fue la primera mujer, según se dice, que usó un reloj inventado por Breguet. Tres de las firmas más reconocidas del lujo, tecnología relojera y tendencia, muestran sus más recientes colecciones para esta temporada.

En una reina inspirada

La casa Breguet abrió sus puertas en el París de la segunda mitad del siglo XVIII, cuando comenzaba el reinado del último monarca francés. Su fundador, Abraham Louis Breguet, oriundo de Suiza, fue un prestigioso inventor que revolucionó el mundo de la relojería creando, entre otras innovaciones, el Tourbillon, una de las complicaciones más valoradas en la alta relojería. A él también se le atribuye la invención del reloj de pulsera tal como lo conocemos hoy, al responder a la solicitud de la hermana de Bonaparte, entusiasta coleccionista de joyas y relojes.

En el siglo XXI, podemos disfrutar de la colección Reine de Naples, inspirada en aquel antiguo reloj de brazalete. Considerado como uno de los modelos más femeninos de la manufactura Breguet, se desarrolló en 2002 para recuperar el diseño original requerido por la reina napolitana tal como está descrito en los archivos de la firma: “Un reloj repetidor ultraplano, de forma rectangular, equipado con un termómetro y montado en una correa de pelo entrelazado con hebras de oro que permita sujetarlo a la muñeca”.

Actualmente, se presenta en una edición limitada de 28 unidades, cuya característica esencial es un curioso minutero en forma de cora-

Cartier ha sido preferido por la nobleza inglesa desde su aparición en el mercado de joyas. Prueba de ellos es que en 1904, Cartier recibió su primera autorización real como proveedor oficial del rey Eduardo VII de Inglaterra. Los relojes de la casa no son la excepción. Todo el mundo recuerda a Diana de Gales con su Cartier Tank

zón. Descentrada a las 6 horas, sutilmente estira o contrae sus curvas durante el recorrido por la esfera para acoplarse a su forma ovalada, dando una magnífica sensación de vitalidad. La caja es de oro rosa y el bisel está engastado con 128 diamantes.

Digno de una princesa

La historia de Cartier abarca 175 años de lujo, elegancia, iconos y mitos. Ya en 1888, la innovadora marca francesa, fundada por el joyero Louis-François Cartier, contaba con una línea de relojes de pulsera para dama, que se afinó y perfeccionó con su famoso modelo Santos, elaborado para el aviador brasileño Alberto Santos Dumont en 1904.

En la corona británica, uno de sus herederos se refirió a Cartier como “los joyeros de los reyes, los reyes de los joyeros”. Ciertamente, la nobleza inglesa ha sentido especial simpatía por sus piezas. También en 1904, Cartier recibió su primera autorización real como proveedor oficial del rey Eduardo VII de Inglaterra.

Aunque se trata de una pieza unisex, el hermoso modelo Cartier Tank, presentado en 1917, ha sido uno de los favoritos de personalidades como Jackie Kennedy, Michelle Obama y, especialmente, Diana de Gales, quien lo lució con mucha frecuencia en sus apariciones de finales de los 80 y principios de los 90.

Esta línea está inspirada en los tanques Renault que Cartier vio en uso en el frente occidental, durante la Primera Guerra Mundial. Su imagen clásica y a la vez vanguardista lo han convertido en una de las piezas más representativas de la marca. Aunque el Cartier Tank ha conquistado de igual manera a hombres y mujeres, posee un encanto especial que lo hace muy estimado por las féminas, gracias a su característica caja semirrectangular con brancards y su elegante esfera con números romanos y chemin de fer.

Fuerza, seducción y juventud

El platero griego Sotirio Bulgari fundó su empresa en 1884, en Roma. Hoy, es sinónimo de la exquisita artesanía italiana y sus magníficas creaciones de joyería se han destacado a lo largo de las décadas, para convertirse en un estilo distintivo al que aspiran los amantes del lujo y la elegancia.

Sus vibrantes combinaciones de colores, los volúmenes equilibrados e inconfundibles motivos rinden permanente homenaje a sus raíces romanas. Todas estas características las podemos encontrar en la icónica colección Serpenti de Bvlgari, nacida en la década de 1940 con la mística de la serpiente.

Este modelo está, como la naturaleza misma, en permanente evolución. En este siglo, la reinterpretación contemporánea presenta una pieza compleja, que le da la estatura de una auténtica obra maestra de orfebrería. Elaborada enteramente a mano, la mítica pulsera Tubogas, desarrollada por Bvlgari en 1959, se envuelve alrededor de la muñeca expresando toda la fuerza de la serpiente, símbolo de juventud eterna y de inmortalidad.

Serpenti ofrece una expresión refinada de su estatus legendario, trascendiendo elegantemente las limitaciones del tiempo, ya que, en la mitología griega y romana, este reptil representa el renacimiento; la curación, protección, fuerza, seducción y la eternidad.