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Beauty
Después de las vacaciones Bella y lista para volver a la rutina
Regresar a casa después de las vacaciones implica reparar los daños que ocasionaron la continua exposición al sol y los cambios de temperatura. Es por eso que es necesario recuperar tus hábitos de belleza, para que tu piel vuelva a lucir sana y recupere la humedad que perdió durante estos días
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Por Elia Vanessa Moreno
Puede que la recompensa de estos días de sol y mar haya sido un bronceado de lujo, pero también se pone a prueba la resistencia de la piel, ya que factores como el salitre, el cloro o, incluso, el calor, afectan la dermis y provocan que tenga una apariencia un poco más áspera y seca.
Los especialistas recomiendan que, luego de la temporada de vacaciones, es conveniente seguir medidas que sirvan para eliminar las células muertas de nuestro cuerpo y las toxinas que adquirimos durante los días de excesos. Lo mismo ocurre con el cabello, que también necesita cuidados porque se ve afectado por estos factores; por lo que al regresar a casa es el momento perfecto para dedicarle la atención que necesitan.
Al iniciar cualquier rutina de belleza, hay que tener en cuenta el tipo de piel y, sin duda alguna, la primera medida a tomar es una buena hidratación. De esta manera, puedes reparar la piel de los efectos negativos del sol como la aparición de las típicas manchas o arrugas en el rostro.
Los consejos comienzan por utilizar una crema especializada para cada tipo de piel. Lo ideal es que contenga antioxidantes, como la vitamina E que es perfecta para la piel seca. Es importante aportar la humedad que haya podido perder durante el verano, por eso recomiendan productos como la glicerina.
Una exfoliación y limpieza para el cuerpo, utilizando mascarillas a base de resveratrol, ayudará a revitalizar la piel mejorando la elasticidad y recuperando el tono muscular.
Es importante siempre incluir protección solar. Durante el verano solemos estar vulnerables ante los rayos UV. Lo ideal es elegir un protector de amplio espectro que se aplique cada dos horas.
Adiós a las manchas
Una de las consecuencias de la constante exposición al sol son las manchas en la piel. Esto ocurre debido a un aumento de la síntesis de melanina, que se puede presentar en distintas zonas del cuerpo. Es bastante común que se vean en el rostro; sin embargo, también surgen en zonas menos expuestas como el cuello o la frente.
El factor alimenticio también es clave a la hora de cuidar nuestra piel. Entre los alimentos que podemos consumir están la naranja, la zanahoria o las espinacas, que contienen betacaroteno, una sustancia que activa la melanina. Además, son ricos en vitamina C, por lo que ayudan a recuperar la luminosidad del rostro, debido a que pueden tratar la pigmentación y unificar el tono de piel. Además, pueden desinflamar la dermis y recuperar el colágeno.
Un tratamiento muy recomendado por los especialistas es el peeling. Según la Academia Española de Dermatología y Venereología, además de mejorar el aspecto estético del cutis, está demostrado que actúa estimulando la proteína p53 que ayuda a aumentar las defensas para evitar el cáncer de piel.
La zona del contorno de los ojos es la más sensible y requiere una especial atención. Un producto que limpie, alise, ilumine y elimine las arrugas y las líneas
Limpiar la piel es un paso fundamental para eliminar las impurezas y prevenir la infección de bacterias como las que ocasionan el acné
de expresión es perfecto para esta parte del rostro. El resultado será una textura más joven e hidratada tras un uso continuado. Además, bolsas y ojeras quedarán atenuadas casi por arte de magia.
Sí a los antioxidantes
Luego de la exposición al sol es importante usar siempre un antioxidante que repare la piel del daño solar. Estos productos tienen la capacidad de tener un efecto regenerador, mejorar la firmeza de la piel.
Cuando la piel es fina y se deshidrata con facilidad, es probable que necesite un tratamiento extra que le aporte mucha agua. Los sueros combinados con ácido hialurónico protegen la cara del daño solar ocasionado por los días de verano (manchas, arrugas y flacidez) y estimulan la hidratación y renovación de las células.
Nunca hay que olvidar humectar la piel. Este paso consiste en sellar la humedad de forma más superficial, y esto se puede lograr con cremas, aceites, bálsamos, geles y más productos que cumplen este propósito. Lo importante es elegir un humectante ligero y de rápida absorción.
Otro producto perfecto para una buena rutina de belleza es el serum reparador. Se trata de un tratamiento rico en polifenoles naturales que consiguen que la piel recupere su elasticidad y tonicidad naturales. Los expertos recomiendan aplicarlo de manera intensiva durante un mes para unos resultados mucho más rápidos y duraderos.