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Oktoberfest ¡Está abierto!

El Oktoberfest es una de las fiestas más populares de Alemania, aunque su origen es previo a la creación de la nación germana. Ha sido tan divulgada en los últimos años, que ya se celebra magníficamente en distintos destinos como Brasil, Argentina, Chile o Venezuela

Por Gladys Zapiain y Yolanda Manrique Fotografía: Archivo Agradecimiento: Eduardo Monroy

El 12 de octubre de 1810 contrajeron matrimonio los príncipes Luis de Baviera, hijo del rey Maximiliano I, y Teresa de Sajonia-Hildburghausen en la ciudad de Múnich. Invitaron a toda la ciudad y las festividades se prolongaron varios días. Aquel episodio excepcional fue la génesis de una celebración que ha traspasado las carpas que anualmente levantan en Theresienwiese, una zona abierta cerca del propio centro de la ciudad, y que hoy se disfruta en numerosos lugares del mundo, incluyendo nuestro país.

Considerado el festival más famoso de Alemania, cada año recibe millones de visitantes que celebran con la tradicional

Oktoberfestbier, una cerveza estilo märzen, lager de baja fermentación, producida durante la primavera por las seis cervecerías de la ciudad muniquesa que cumplen con los reglamentos. Los asistentes también gozan del folklore de la zona y, además, disfrutan del desfile de trajes tradicionales al que se presenta gente de todo el país.

La inauguración del evento se realiza con la apertura del primer barril, a cargo del alcalde de la ciudad, en la carpa Schottenhammel, que se hace al grito tradicional de “¡Ya está abierto!”, seguido de las doce salvas de cañón que indican que las demás carpas pueden comenzar a servir cerveza a los asistentes.

Tradición y gastronomía bávara

gonista es la Oktoberfestbier, una denominación de origen que sólo incluye aquellas cervezas elaboradas dentro de los límites urbanos de la capital de Baviera y que cumplen cabalmente con la Ley de Pureza Alemana de 1516 o Reinheitsgebot, produciéndose únicamente con cuatro ingredientes: agua, malta, lúpulo y levadura.

Además, destacan los sabores y aromas de la comida típica de la región, como la tabla de embutidos rebanados, rábanos y queso (Bayerische Schmankerl), las salchichas blancas de München Weisswurst, salchichas Nürnberger Würstchen, salchichas Wiener Wurst Schnitzel, pollos asados, rodilla horneada Schweinshaxe, pernil horneado asado en salsa Schweinebraten, pastel de carne Leberkässe, chuleta Ahumada Kassler, sopa de papa Kartoffel Suppe, sopa de albóndigas de hígado Leberknödl Suppe y la sopa de cerveza Biersuppe. No pueden faltar las roscas trenzadas Breze (Pretzels), y los corazones de jengibre decorados Lebkuchen Herzen.

Esencia y folklore en Venezuela

Una traducción de Oktoberfest podría ser “fiesta de octubre”, pero desde hace mucho tiempo la fecha de celebración se ha adelantado ligeramente para aprovechar las mejores condiciones meteorológicas de finales del verano. Así, siempre comienza a las 12 del mediodía del primer sábado después del 15 de septiembre. La fiesta se alarga durante 16, 17 o 18 días dependiendo del calendario del año en curso, procurando que siempre se extienda como mínimo hasta el 3 de octubre, día de la Unidad Alemana que conmemora la reunificación de 1990.

En Venezuela, la celebración se adoptó a mediados de los 70 en la Colonia Tovar. El desarrollo de las festividades ganó tanto renombre que, en 2013, la National Geographic registró nuestro Oktoberfest como el cuarto mejor festival llevado a cabo fuera de Alemania. En recientes años, esta fiesta se ha replicado en Caracas y otras ciudades importantes.

Eduardo Monroy, desde hace varias décadas, ha sido el alma de la celebración en nuestro país, con su canto y su acordeón. Entre tonadas y gritos de guerra de Oktoberfest, durante el festín se escucha música bávara alpina, de bandas de metales Blaskapelle, de quintetos con acordeón, Volksmusik. También música alpina de Austria (Tirol, Steiermark, Salzkammergut) y música moderna de Oktoberfest, Wiesnhits, Ballermann. Entrando la noche se deja escuchar música Rock, Pop, Country, Techno alemán, inglés, americano.

La vestimenta es muy importante para el espíritu de esta tradición. Se utiliza el vestido Dirndl, el traje Lederhose y sombreros bávaros de tradición. En la decoración de la tradicional carpa que rememora las de Múnich, se utilizan los colores azul y blanco. Los bancos y mesas típicos son el Bierfest, Frühlingfest, Sommerfest, ideales para juntar a conocidos con desconocidos, rompiendo el hielo y contagiando euforia.

En torno a esta tradición se han creado muchos falsos clichés, atribuyéndole el término a “cualquier rumba” del mes de octubre. Eduardo Monroy enfatiza que nuestras celebraciones son las más apegadas a las raíces del festejo, ya que las actividades también giran alrededor de una boda