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Luxe
Joyas de película
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Diamante Isadora
No son pocos los filmes que tienen como protagonista una gema invaluable. Hay joyas imaginarias y otras muy reales que forman parte de la historia hollywoodense, y todas despiertan la admiración de los espectadores
Por Yolanda Manrique Fotografías: Archivo
Hollywood, desde su formación, ha sido una fuente inagotable de mitologías y leyendas que se originan en la realidad cotidiana —esa que nos sorprende a veces más que la imaginación— o en sus propias creaciones épicas. Así, desde osados vestuaristas que apuestan por la tradición de reputadas firmas, hasta estrellas del celuloide que enloquecen por una piedra preciosa, la Meca del cine también ha sido el centro de mayor interés para los amantes del lujo y las joyas.
De verdad, verdad
Las joyas verdaderas o inspiradas en las reales han figurado en la gran pantalla desde los inicios de la industria cinematográfica. Y es inevitable, porque un look impecable siempre va acompañado por las alhajas adecuadas, como bien lo demostró Walter Plunkett, creador del vestuario de la legendaria “Lo que el viento se llevó”, y su aliado Eugene Joseff, el diseñador de joyas más prolífero de la era dorada de Hollywood. Pero como dato curioso y según los cronistas del cine, la única joya auténtica en el set era un camafeo de oro y marfil que usó Scarlet O’Hara en las escenas finales. Este delicado, pero vistoso broche perteneció a la madre de Plunkett. The Moon of Baroda. La chica que afirmó que sus mejores amigos eran los diamantes lució una piedra especialmente valiosa en la película “Los caballeros las prefieren rubias”. Además de las pulseras, collares y anillos que aún forman parte de uno de los atuendos más provocativos del cine, Marilyn Monroe exhibió un diamante amarillo en forma de pera con una historia de más de 500 años, que perteneció al Maharajá de Baroda.
Entre sus dueños figuró la emperatriz María Teresa de Austria, la madre de María Antonieta. En 1943, Meyer Rosenbaum, presidente de Meyer Jewelry Company de Detroit, lo adquirió y en una maniobra publicitaria, se lo concedió a la actriz para su inolvidable actuación.
El Diamante Tiffany es considerado uno de los descubrimientos minerales más importantes del siglo XIX. Apareció en las minas Kimberley de Sudáfrica en 1877. Charles Lewis Tiffany pagó 18.000 dólares por él
Diamante The Moon Baroda
En noviembre de 2018, La Luna de Baroda se vendió por más de un millón de dólares en una histórica subasta, celebrada en la sucursal de Hong Kong de Christie’s. Isadora Diamond. En 2003, la encantadora Kate Hudson se propuso la tarea de conquistar a un hombre y perderlo en 10 días. Para los críticos, el único brillo que hubo en la cinta fue el espectacular collar con la piedra preciosa más costosa que se ha empleado para grabar en la gran pantalla. Perteneciente a la lujosa firma Tiffany & Co, está considerado el diamante amarillo más grande del mundo. Tiene más de 128 quilates y está valuado en 30 millones de dólares.
Esta hermosa pieza es una protagonista recurrente en Hollywood. Deslumbró en los carteles de promoción de la icónica “Desayuno en Tiffany’s”, en el cuello de la inolvidable Audrey Hepburn, aunque no se usó en la filmación. En la entrega de los premios Oscar de 2019, la nominada y ganadora Lady Gaga, en un claro homenaje al personaje de Holly Golightly, lo combinó con un vestido negro de Alexander McQueen.
En 2022, el también conocido Diamante Tiffany, vuelve a ser centro de la trama en la nueva adaptación de “Muerte en el Nilo”, una de las famosas novelas de Agatha Christie, bajo la dirección de Kenneth Branagh. En la obra original, de 1937, hay un collar de perlas que desempeña un papel fundamental. En esta versión, el diseñador de vestuario, Paco Delgado, ha conseguido que la famosa piedra amarilla de 128,54 quilates, sea la preciada joya de la heredera Linnet Doyle, interpretada por Gal Gadot. De la maison Fred Joaillier. ¿Quién no recuerda la sonora carcajada de una jovencísima Julia Roberts ante la travesura del elegante Richard Gere cuando le entregó la espectacular alhaja que completaría su refinado vestido bermejo? “Pretty Woman”, la interpretación de la Cenicienta del siglo XX, demostró que las joyas —ya sea en el cuello o en los pies— son indispensables para un final feliz. Esta prenda, sin duda, es el punto culminante de la transformación del personaje de Vivian Ward.
El llamativo collar compuesto por 23 rubíes en forma de pera y rodeados de diamantes, creado por la casa francesa Fred Joaillier, se
Pretty Woman - Fred Joaillier
ha convertido en una de las joyas más deseadas, incluso, tres décadas después. En 2021, la firma lanzó su colección Pretty Woman inspirada en aquella pieza, que hoy es su piedra angular, en la que también ofrecen pendientes, brazaletes, anillos o gargantillas, y cuya campaña protagoniza Emma Roberts, sobrina de la propia Julia Roberts e imagen de la firma de joyería.
Lujos de ensueño
Las alhajas han tenido un papel protagónico en la historia de Hollywood, especialmente las imaginarias: un diamante legendario perdido en el naufragio más famoso de todos los tiempos, un anillo mágico que tiene el poder de controlar al mundo, el colgante Gira-tiempo que protagoniza uno de los libros de la saga de “Harry Potter”, o el medallón Auryn, el talismán de oro y plata de “La historia interminable”, son algunas de las piezas que surgen de un argumento fantástico, y sin las cuales, la trama de estas historias perdería todo sentido.
Las joyas del cine tienen algo de magia, belleza, misterio y seducción. Se convierten en el hilo conductor de relatos inolvidables que nos conmueven y fascinan. El listado es largo y espléndido, y está pleno de anécdotas dignas de volúmenes completos.