luce e materia
architettura firenze
firenze architettura
1&2.2014
1&2.2014
ISSN 1826-0772
DIDA
DIPARTIMENTO DI ARCHITETTURA
Periodico semestrale Anno XVIII n.1&2 Euro 7 Spedizione in abbonamento postale 70% Firenze
luce e materia
In copertina: Edward Hopper, Tow studies for Rooms by the Sea (recto), 1951 Carboncino su carta Katharine Ordway Fund 2008.144.1 Photo Credit: Yale University Art Gallery
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DIPARTIMENTO DI ARCHITETTURA
Dipartimento di Architettura - DIDA - Direttore Saverio Mecca via della Mattonaia, 14 - 50121 Firenze - tel. 055/2755419 fax. 055/2755355
architettura firenze
Periodico semestrale* Anno XVIII n. 1&2 - 2014 Autorizzazione del Tribunale di Firenze n. 4725 del 25.09.1997 ISSN 1826-0772 - ISSN 2035-4444 on line
Direttore - Maria Grazia Eccheli Direttore responsabile - Saverio Mecca Comitato scientifico - Alberto Campo Baeza, Maria Teresa Bartoli, Fabio Capanni, Giancarlo Cataldi, Francesco Cellini, Adolfo Natalini, Ulisse Tramonti, Chris Younes, Paolo Zermani Redazione - Fabrizio Arrigoni, Valerio Barberis, Riccardo Butini, Francesco Collotti, Fabio Fabbrizzi, Francesca Mugnai, Alberto Pireddu, Michelangelo Pivetta, Andrea Volpe, Claudio Zanirato Grafica e Dtp - Massimo Battista Segretaria di redazione e amministrazione - Grazia Poli e-mail: firenzearchitettura@gmail.com Proprietà Università degli Studi di Firenze Gli scritti sono sottoposti alla valutazione del Comitato Scientifico e a lettori esterni con il criterio del Blind-Review L’Editore è a disposizione di tutti gli eventuali proprietari di diritti sulle immagini riprodotte nel caso non si fosse riusciti a recuperarli per chiedere debita autorizzazione The Publisher is available to all owners of any images reproduced rights in case had not been able to recover it to ask for proper authorization chiuso in redazione novembre 2014 - stampa Bandecchi & Vivaldi s.r.l., Pontedera (PI) *consultabile su Internet http://www.dida.unifi.it/vp-146-firenze-architettura.html
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editoriale
Light is much more Alberto Campo Baeza
percorsi
James Turrell This must be the place: il Roden Crater Agostino De Rosa
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La costruzione di nuove chiese e il tema della luce naturale Massimiliano Bernardini
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Mangiarotti Morassutti Favini Il restauro della Chiesa di Baranzate Giulio Barazzetta
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Studio TAMassociati Le stanze del silenzio Raul Pantaleo
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João Luís Carrilho da Graça Una palpitante bellezza Fabiola Gorgeri
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Yung Ho Chang Atelier FCJZ - Vertical Glass House Vetri Fabrizio Arrigoni
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Kengo Kuma: Risarcire i luoghi attraverso vedute e trasparenze Andrea Volpe
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Miti di luce effimera Alberto Pireddu
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L’Arte dell’Architettura - La Scuola di Luciano Semerani Antonio Monestiroli
82
Laura Andreini - Archea Luce, Materia, Architettura Laura Andreini
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MDU Architetti Luce e materia Marcello Marchesini
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luce e materia
ricerche
atlante dida
eredità del passato
eventi
letture a cura di: english text
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Maria Grazia Eccheli Riccardo Campagnola Riverbero tra i canneti
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Lo spazio gonfiante del Mercato dei Fiori di Pescia una interpretazione Fabio Fabbrizzi
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Danteum la luce si fa corpo Francesco Collotti
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Dichtung und Wahrheit. Scarpa a Castelvecchio: l’invenzione della luce Riccardo Campagnola
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Angiolo Mazzoni in Toscana Mostra itinerante Giulio Basili Galleria dell’architettura italiana Monestiroli Architetti Associati. Aule Salvatore Zocco Forlì, Musei San Domenico Liberty - Uno stile per l’Italia moderna Fabio Fabbrizzi Venezia 2014 Due passi e un salto alla Biennale Architettura Michelangelo Pivetta Roma, Accademia Nazionale di San Luca Eur sconosciuta Andrea Volpe Giuseppina Farina, Martina Landsberger, Fabrizio Arrigoni, Ulisse Tramonti, Riccardo Renzi, Ugo Rossi, Mirko Russo, Ezio Godoli, Silvia Mantovani
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LIGHT IS MUCH MORE Alberto Campo Baeza
Light is much more Cuando un arquitecto descubre que la luz es el tema central de la Arquitectura, es cuando empieza a ser un verdadero arquitecto. Cada día que pasa estoy más convencido de esto que escribí y publiqué hace ya más de quince años. MATERIAL LUJOSO La luz es el material más hermoso, el más rico y el más lujoso utilizado por los arquitectos. El único problema es que es gratis, que está al alcance de todos y que entonces no lo valoramos suficientemente. Los arquitectos antiguos usaban los mármoles y los bronces, y los arquitectos más modernos usan el acero y los plásticos especiales y los vidrios. Todos intentando hacer arquitecturas capaces de permanecer en la memoria de los hombres, de permanecer en el tiempo. Y sólo los arquitectos que han merecido la pena, los maestros, han entendido que la luz, precisamente la luz, es el principal material con el que la arquitectura es capaz de vencer al tiempo. Así lo entendieron tanto Adriano cuando construyera el Panteón como Antemio de Tralles o Isidoro de Mileto cuando levantaron Santa Sofía, o Mies Van der Rohe cuando puso en pié la Farnsworth House. EMOCION Y para hacer presente la luz, para hacerla sólida, es necesaria la sombra. La adecuada combinación de luz y sombra suele despertar en la arquitectura la capacidad de conmovernos en lo más profundo, suele arrancarnos las lágrimas y convocar a la belleza, y convocar al silencio. Cuando a lo largo de estos últimos años muchos de mis alumnos han visitado el
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Panteón de Roma, puntualmente me han escrito una postal diciéndome: “he llorado”. Los que no “han llorado” no me han escrito. Así lo hablamos en clase y ellos cumplen el pacto. Cuando los empleados de la Caja de Granada entraron a trabajar por primera vez en mi edificio en Granada, algunos se conmovieron profundamente y se les saltaron las lágrimas. No dejo de ir a verles cada vez que vuelvo allí. Y cuando la Reina de España entró en el edificio con motivo de la entrega de unos premios, tuvo la generosidad de deshacerse en elogios sobre la hermosura de la luz que allí había. Y la prensa lo recogió puntualmente. Entendió perfectamente que la luz es el tema central de cualquier Arquitectura. COMO LA SAL Muchas veces he comparado en mis clases la luz con la sal. Cuando la luz se dosifica con precisión, como la sal, el guiso de la arquitectura alcanza su mejor punto. Más luz de la cuenta deshace, disuelve la tensión de la arquitectura. Y menos la deja sosa, muda. Al igual que la falta de sal en la cocina deja a los alimentos insípidos, el exceso de sal los arruina. En general casi todos los los arquitectos se pasan de rosca en el uso de la sal, de la luz. CUALIDAD DE LA LUZ Y si la cantidad de luz empleada es importante, no lo es menos la calidad. Así nos lo ha enseñado siempre la Historia. Cuando la Arquitectura por mor del acero que permite abrir grandes huecos y por el vidrio que permite cerrarlos cambia el concepto de dominio de la luz sólida por el de transparencia, se produce una profunda revolución.
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En el Panteón de Roma, la sabiduría del arquitecto le lleva a enmarcar la máxima cantidad luz con la máxima cantidad de sombra. Y así el óculo luminoso se cerca con la más profunda sombra que hace más luminosa aun si cabe aquella luz divina venida de lo alto. En Santa Sofía de Estambul, los brillantes arquitectos abren una corona de altas ventanas por donde no sólo entra la luz directa, arrojada, sino también la indirecta, reflejada en sus profundas jambas blancas de una manera tal que parece un milagro el ver cruzarse los rayos de luz en el aire. En la Farnsworth House, el arquitecto con la misma sabiduría que sus antecesores, pero que ya sabe del acero y del vidrio, decide proponernos la transparencia absoluta. Y allí la luz suspendida en el aire nos evoca “el soplo del aire suave” con el que el profeta describe la presencia de la divinidad. PARA QUÉ Se podrían escribir miles de libros sobre la luz. Yo les recomiendo los de Henry Plummer, y las obras de Le Corbusier. En estas breves palabras de introducción yo no quiero más que, una vez más, reivindicar este valor máximo de la luz como material primero y principal con el que trabajamos los arquitectos. Y que se nos concede gratuitamente cada día. Para permanecer en la memoria y en el corazón de la gente. Para hacerles felices con la Arquitectura. MIS OBRAS A LA LUZ DE LA LUZ Trataré de arrojar algo de luz sobre el entendimiento de la LUZ en mis obras. La Gaspar House en Cádiz, “Hortus Conclusus”,es una casa llena de SOMBRA donde los cuatro grandes huecos de las esquinas hacen que pase la luz silen-
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ciosa en una clara operación de TRANSPARENCIA para lograr la continuidad del espacio contenido por los patios. La Turegano House en Madrid, “Blanca y Cúbica Cabaña”, es una caja por la que entra el SOL del sur a raudales. La luz especial del OESTE que al atardecer atrapamos a través de un gran ventanal abierto a oeste en lo más alto, es una lección aprendida las casas de Pompeya que utilizan el mismo mecanismo. La Asencio House en Cádiz, emplea con mayores dimensiones los eficaces mecanismos de la Turegano House pero como la orientación es diferente, el gran ventanal se abre aquí en el techo como un gran lucernario por donde entra la LUZ a raudales. La De Blas House en Madrid, “Belvedere”, desarrolla una operación de TRANSPARENCIA a favor del espectacular PAISAJE que se nos ofrece delante. Así se SUBRAYA el paisaje poniéndolo en valor. Abajo, en el interior del podio lleno de sombra, se abre un ventanal cuadrado que ENMARCA el mismo paisaje alejándolo. El Centro BIT en Mallorca, “Secret Garden”, es un jardín quasi bíblico de 24 poderosos naranjos encerrados en una caja de mármol travertino abierta al cielo. Para proveerla de SOMBRA para trabajar, se cubre con un techo ligero en una operación de la máxima TRANSPARENCIA. La CAJA de GRANADA en Granada, “Impluvium de LUZ”, es, además de muchas otras cosas, una caja interior cúbica de vidrio y alabastro en el centro de una caja mayor abarcante de hormigón armado, con 9 potentes lucernarios de tales dimensiones y en tal posición que el SOL todos los días lo recorre de tal manera que con a la LUZ le acompañan la BELLEZA y el SILENCIO.
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LUZ La Luz es componente esencial, impresindible para la construcción de la Arquitectura. La Luz es MATERIA y MATERIAL. Como la piedra. Cuantificable y cualificable. Controlable y capaz de ser medida. Sin Luz NO hay Arquitectura. Sólo tendríamos construcciones muertas. La Luz es la única capaz de tensar el espacio para el hombre. De poner en relación al hombre con ese espacio creado para él. Lo tensa, lo hace visible. La Luz que da razón del TIEMPO, la LUZ CONSTRUYE el TIEMPO. DE CÓMO LA LUZ VENCE A LA GRAVEDAD La Luz, material pero siempre siempre en movimiento, es precisamente la única capaz de hacer que los espacios conformados por las formas construídas con material grávido floten, leviten. Hace volar, desaparecer la Gravedad. La vence. La insoportable pesantez de la materia inevitable e imprescindible sólo puede ser vencida por la Luz. La imponente masa del Panteón, cuya forma esférica ideal hace patente la potencia aplastante de ese espacio, al conjuro del sol que atraviesa el óculo magnífico, se levanta en inefable movimiento como si de una levitación se tratara. La Luz venciendo a la Gravedad convoca a la Belleza sublime. Y es curioso, o no tan curioso, que los dos inventos tecnológicos que han hecho posible la revolución en la Arquitectura estén en relación directa con la Luz y la Gravedad: el vidrio plano en grandes dimensiones y el acero sólo o armando al hormigón. El vidrio plano hace posible ese giro copernicano de la Luz vertical incidiendo
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en el plano horizontal sobre la cabeza del hombre. Hace posible la transparencia del plano horizontal superior. El acero, solo o en el hormigón armado, hace posible ese otro giro copernicano de poder separar el cerramiento de la estructura sustentante. La piel de los huesos. Esos huesos, esos pilares, por donde ahora correrá esa Gravedad ineludible a encontrarse con la tierra. EL PASO CLARIFICADOR DEL TIEMPO El Tiempo, construído por la Luz, hace desaparecer lenta y pacientemente los elementos superficiales con que tantas veces se adorna la coqueta Arquitectura. El Tiempo, como médico que buscara devolverla a la vida, la desnuda hasta dejarla en lo más esencial. Queda entonces la Arquitectura con sólo sus atributos esenciales. Dimensión, proporción y escala dan vida al material que lleva en su interior la tensión invisible de la Gravedad. Y todo ello tocado por la Luz que, constructora del Tiempo, produce la tensión visible que hace enmudecer al hombre. Lo que de manera paradigmática aparece a veces en la ruina que, despojada de todo ornamento superfluo, se alza radiante ante nosotros con el esplendor de la Belleza desnuda. Cuando Heidegger, con términos precisos, habla del “sólido brotar del templo que hace visible el espacio invisible del aire”, hace surgir ante nosotros la “ruina” del Partenón en todo su esplendor como Arquitectura Esencial, que parece escuchar sus palabras: “el templo, en su subsistir, hace que las cosas estén presentes y que los hombres tomen conciencia de su presencia”.
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EL AIRE SE SERENA Y VISTE DE HERMOSURA Y LUZ NO USADA Se intenta en este texto establecer un paralelismo entre el instrumento musical y el espacio arquitectónico. El instrumento musical mediante el aire produce el regalo de la Música. El espacio arquitectónico mediante la luz produce ese algo inefable que es la Arquitectura.
“El aire se serena y viste de hermosura y LUZ no usada, Salinas, cuando suena la MÚSICA estremada, por vuestra sabia mano gobernada”. Así comienza la Oda III a Francisco Salinas donde Fray Luis de León habla de la LUZ y de la MÚSICA, con tan hermosas palabras. Y es que un espacio arquitectónico es semejante a un instrumento musical. Y tanto en los instrumentos de viento como en los de cuerda, el secreto está en el AIRE. El aire pasa a traves del instrumento de viento y se pone en vibración en el instrumento de cuerda. Y tanto el aire insuflado en una flauta como el puesto en vibración por las cuerdas tensadas en un cello, producen ese algo tan sublime que es la MÚSICA. Sin AIRE no sería posible la MÚSICA. Pues de semejante manera, la LUZ, la luz natural, la luz del sol, al atravesar un espacio bien tensado por el arquitecto, a través de perforaciones precisas, produce esa inefable emoción que sólo la Arquitectura es capaz de despertar. Sin LUZ no sería posible la ARQUITECTURA. LUZ que tempera el aire contenido en el espacio arquitectónico. Y así como para que en un instrumento musical suene la música, es necesario que esté bien concebido, bien construído y bien afinado, así también es necesario que el espacio arquitectónico esté bien ideado y bien desarrollado y
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bien construído, para que allí suene bien la Arquitectura. IDEA. CONCEPCIÓN El instrumento musical y el espacio arquitectónico, deben estar bien concebidos. Es imprescindible tener una idea clara de lo que se quiere hacer. Y luego, saber cómo hacerlo, controlar con precisión las formas y las dimensiones y las proporciones que lleven a conseguir el resultado buscado. Si uno quiere conseguir timbre de violín, deberá concebirlo con forma y dimensiones y proporciones de violín. No es igual un violín que un violón. Hoy escuchaba en la radio un programa sobre un Museo que expone instrumentos musicales. Y me parecía “contra natura” el que los instrumentos musicales, cuya razón de ser es la música, estuvieran expuestos como si de cadáveres se tratara, muertos. Y es que los instrumentos musicales son para sonar, para hacer música, cuando el aire pasa por ellos y se produce el milagro. Si un arquitecto quiere conseguir un espacio tensado por la luz, ¿puede existir un espacio sin luz?, deberá concebirlo con forma y proporciones precisas para que el edificio despierte cada mañana y, al compás de la luz que marca el tiempo, viva a lo largo del día, a lo largo del TIEMPO. La idea de un proyecto debe contener desde su concepción esa relación ineludible con la luz. No me cansaré de insistir en que la IDEA clara de un proyecto es la base imprescindible para que allí aparezca la Arquitectura. Y la LUZ debe formar parte central de esa IDEA. Es en esta primera fase cuando se deciden lasTRAZAS de la obra de Arquitectura. Es la fase de saber qué y cómo se construye ese espacio arquitectónico.
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DESARROLLO. AFINADO. Y si tras su construcción más perfecta, el instrumento musical necesita ser afinado, igual sucede con el espacio arquitectónico. Y no es este afinado arquitectónico el plausible cuidado que algunos arquitectos hacen del detalle. El afinado en este caso pertenece a la precisión en la relación de ese espacio con la LUZ. María Zambrano decía de la Poesía que era “la palabra acordada con el número”. Y en este mismo sentido, apuntaba Osip Mandelstam que “ en Poesía todo es medida”. Pues esa precisión que es condición sine qua non en la Poesía, lo es también en la Música y en la Arquitectura. La precisión es imprescindible en toda creación artística. Confunde el vulgo la creación artística, lo artístico, con el gesto, el desplante, o la forma caprichosa. Muy al contrario, la creación artística requiere de una enorme precisión y afinado, que exige sabiduría y tiempo por parte del artista que crea la obra de Arte. Para que el instrumento musical llegue a sonar con aquella música estremada descrita por Fray Luis de León, tras estar bien construído, necesita estar bien afinado. En los instrumentos de cuerda, las cuerdas deben estar tensadas con absoluta precisión para que vibren de la mejor manera. Y en los instrumentos de viento, los diámetros de los tubos y los de los boquetes que en ellos se hacen, deben estar hechos con perfecta exactitud. Para que la Arquitectura suene con música divina cuando es atravesada por la LUZ, necesita estar bien afinada. Necesita que la situación, la forma y la dimensión de las perforaciones con que se relaciona con el exterior, con la LUZ, esten perfectamente definidos por el arquitecto. Las puertas, ventanas y lucernarios pueden, deben
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entenderse como perforaciones en el espacio arquitectónico, que lo ponen en relación con la luz, y con las vistas y con el aire. Pues todo ello debe definirse con precisión en este segundo estadio que es el PROYECTO DE EJECUCIÓN. No es el PROYECTO DE EJECUCIÓN un mero desarrollo mecánico de las primeras ideas. Es un verdadero afinado del instrumento. CONSTRUCCIÓN. Una vez construído y afinado el instrumento musical, es necesario tocarlo muy bien para que muy bien suene. Un buen intérprete musical ante un buen instrumento bien afinado sabrá arrancar las notas precisas capaces de conmovernos en lo más hondo. Sabrá hacer vibrar el aire de tal manera que mueva nuestro corazón. Pues en Arquitectura, tras la IDEA concebida, como una construcción mental, y tras su desarrollo detallado en lo que los arquitectos llamamos PROYECTO DE EJECUCIÓN, la interpretación de la pieza es precisamente su CONSTRUCCIÓN MATERIAL, su puesta en pié. Es esta construcción material una verdadera interpretación de aquella idea primera. Construcción material que tampoco es una puesta en pié mecánica de aquel proyecto de ejecución. El atento seguimiento de las obras hace que el arquitecto siga afinando todavía más si cabe el organismo arquitectónico. He citado muchas veces a Saramago para, con sus palabras, decir que los arquitectos tenemos como pequeños cerebros en la punta de los dedos, que hace que se pueda decir que pensamos con las manos. Y leía hace poco que un gran compositor sevillano del XVII, Francisco Guerrero, para alabar a Pedraza, el maravilloso organista de la Catedral de Sevilla decía : “en cada uno de cuyos dedos veo un ángel“. Pues
eso. Un arquitecto es alguien que construye ideas y piensa y sueña con las manos. En el caso de la Música es fácil hacer la distinción entre construcción, afinado y el tocado del instrumento. En el caso de la Arquitectura, es la construcción física, material, lo que consideramos como interpretación de aquella primera idea. Y luego la LUZ, como el aire en la Música, atravesará el espacio creado por el arquitecto para que suene. Y, como si de un milagro se tratara, cuando la LUZ llega, se produce ese poder como tocar el tiempo, algo que pareciendo inasible, está a nuestro alcance y nos pone el corazón en un puño. Suspender el tiempo, dicen los poetas. Que la LUZ construye el tiempo no es una frase acertada para un texto pedagógico. Ese milagro espacial es una realidad tangible a nuestro alcance. FINALE En definitiva, si planteo esta comparación entre instrumentos musicales y espacios arquitectónicos, es para insistir una vez más en cómo las obras de Arquitectura que nos interesan, no son fruto del capricho ni de la moda ni de la arbitrariedad ni de los formalismos capaces de asombrar a los ignorantes. Muy al contrario, la Arquitectura reclama claridad en las ideas generadoras, precisión en el desarrollo y adecuación en la construcción. Y siempre el entendimiento de la LUZ como material principal. Es bien conocida la clasificación que Paul Valery en su Eupalinos, hace de las obras de Arquitectura: edificios mudos, edificios que hablan y edificios que cantan. Pues para que “canten”, los edificios deben estar bien concebidos, bien afinados y bien construídos. Y así la Arquitectura cantará con la más alta música y será capaz de alumbrar y hacer felices a los hombres.
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