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ESCOLAR / HERALDO DE ARAGÓN MIÉRCOLES 9 de mayo de 2018
EN CENTRALES
‘Storytelling’ Enseñar emocionando DIEGO ARROYO MURILLO ■ El arte de contar historias –el término inglés ‘storytelling’ procede de ‘story’ (historia, relato) y ‘tell’ (contar, narrar)– es la forma más antigua de enseñar, de transmitir conocimiento. El concepto de ‘discurso tradicional’ o ‘clase magistral’ –tan cuestionado, hoy– ha sido y es el sustento de la mayoría de nuestras clases, porque el poder de la comunicación y de la oratoria es extraordinario, sobre todo, cuando empleamos recursos y herramientas que enriquecen nuestras situaciones comunicativas. Gracias a las narraciones, transmitidas desde nuestros ancestros más lejanos, el conocimiento y la tradición oral se han mantenido y, con el paso del tiempo, enriquecido. Esta técnica, que ahora se aplica a la educación, es bien conocida en los ámbitos empresariales, del márquetin y la publicidad; todos sabemos que un mensaje llega mejor a su público si es capaz de despertar emociones; y estas, las emociones, son uno de los pilares del ‘storytelling’ educativo. Cuando un profesor cuenta a sus alumnos una buena historia, además de las áreas del cerebro donde se procesa el lenguaje, está activando también la zona donde se procesan sus emociones. Además, una comunicación eficaz pasa por ser un poderoso instrumento humanizador del aprendizaje, capaz de actuar como un potente ‘pegamento’ para la memoria.
Comunicación y emotividad Aplicado a la educación, ‘storytelling’ hace referencia al uso del lenguaje, la comunicación y la emotividad como vehículos para conseguir unos determinados objetivos. Es un acto narrativo por el cual una historia se transforma en un relato emocional cargado de intencionalidad educativa; una herramienta con una carga formativa muy importante; un recurso muy versátil para conectar con el alumnado. Es decir, cuando el docente se encuentra delante de sus alumnos, en sus clases diarias, el discurso narrativo que les propone tiene que engancharles desde la emoción, para mantener activa su curiosidad y convertir ese mero dialogo en algo que recuerden y perdure en sus memorias. Aquello que nos resulta atractivo solemos recordarlo más fácilmente; así, pues, muchas veces no es tan importante lo que contamos, sino cómo lo contamos. Si utilizamos las herramientas adecuadas, una materia ‘pesada’, una clase aburrida, pueden convertirse en un relato interesante y cautivador que envuelva a los alumnos y al profesor. La secuencia didáctica del aprendizaje con ‘storytelling’ sería la siguiente: para arrancar, encendemos la emoción; se despiertan la curiosidad y la atención, y el interés se mantiene, culminando así el proceso de razonamiento y aprendizaje.
Cuando un docente propone un discurso narrativo a sus alumnos, este tiene que engancharles desde la emoción para mantener activa su curiosidad y convertir ese simple diálogo en una historia, aprendizaje, que recuerden y perdure en sus memorias
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Mariano Lasheras, narrador, en acción en el aula.
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En el proceso de implementación de ‘storytelling’ en las aulas intervienen distintos factores y componentes que debemos tener muy en cuenta: la tensión, el conflicto detonante o situación imprevista, la entonación o modulación de la voz y el diseño y uso de elementos cautivadores, sugerentes. El concepto de empatía es fundamental: el narrador –el profesor o maestro, en este caso– debe hacer partícipe a su aforo –a sus alumnos– de su historia e intentar mantener alerta la curiosidad. La inclusión de anécdotas personales, por ejemplo, en el desarrollo del discurso es tremendamente efectiva, ya que estas encenderán el interruptor de la me-
Las emociones son el verdadero eje motriz de esta metodología aplicada al ámbito educativo Facilita el ejercicio de la memoria y el aprendizaje reflexivo de los alumnos
Todo buen docente tiene algo de actor; el narrador Mario Cosculluela, asiduo al Maratón de Cuentos del CEIP San José de Calasanz.
Pensamiento crítico, comunicación, emociones y creatividad
■ Para muchos expertos y educa-
dores ‘storytelling’, esta nueva metodología, representa una forma diferente de conocer y entender el mundo; es el mejor mecanismo para la transmisión de valores y conocimiento porque: • Estimula el pensamiento crítico de los alumnos. • Facilita el ejercicio de la memoria, ‘pegamento’ del conocimiento.
• Posibilita y favorece el aprendizaje reflexivo. • Promueve el uso y el gusto por el lenguaje y la comunicación. • Incrementa su vocabulario y mejora su comprensión y expresión. • Se trabajan las emociones, su conocimiento y el ejercicio de la empatía. • Fomenta y enciende la creatividad y la imaginación.
• Favorece la autoevaluación y el razonamiento reflexivo. • Propicia el uso de diferentes metodologías, como las inteligencias múltiples y el aprendizaje cooperativo en las aulas. • Combinada con las nuevas tecnologías digitales (TIC) es perfecta para animar a los estudiantes a crear sus propias historias interactivas.
ESCOLAR / HERALDO DE ARAGÓN MIÉRCOLES 9 de mayo de 2018 moria de nuestros alumnos. Las emociones, como ya hemos dicho, son el verdadero eje motriz del ‘storytelling’ e introducir preguntas que estimulen la tensión del relato, resulta vital. Y como nuestra historia seguro que tiene un protagonista, este debe realizar un ‘viaje’ dramático a lo largo del relato, debe, está obligado a sufrir una transformación, a salir de su zona de confort. Si queremos que nuestra historia sea eficaz y eficiente, podemos recurrir al esquema, muy utilizado, propuesto por Joe Lambert, fundador del Storycenter en Estados Unidos, que se centra en cuatro fases: • Establecer un contexto general y entendible por todos. • Poner el énfasis en un acontecimiento imprevisto: crisis. • Narrar las acciones y situaciones de la historia: cambio. • Reflejar el aprendizaje adquirido: moraleja o conclusión. Detalles a tener en cuenta Cuando aplicamos este fantástico recurso educativo es conveniente tener en cuenta algunos aspectos y detalles, que no se nos pueden escapar. • Mostrar emoción mientras estamos narrando, contando nuestra historia. • Modular la voz, adecuadamente, cuando sea necesario. • Intentar transmitir con el cuerpo. • Hacer buen uso de las potencialidades que nos ofrecen las TIC. • Mantener siempre el contacto visual con nuestros alumnos.
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Alumnos del CEIP San José de Calasanz de Zaragoza reaccionan al estímulo motivador del relato de Mariano Lasheras.
Potenciadores digitales de la narración ■ Una
alternativa para enriquecer nuestras narraciones en el aula es el empleo de elementos digitales; la narración digital o ‘digital storytelling’ estimula e incrementa esa capacidad de atracción, la curiosidad y, por lo tanto, la atención, siempre y cuando se utilice bajo unos parámetros de control y no exponiendo al alumnado a una sobreestimulación digital. Existen múltiples herramientas capaces de transformar nuestra
narración en un potente recurso educativo. • Thinglink: recurso para enlazar imágenes con todo tipo de archivos. • Storybird: fantástica herramienta de creación de libros y revistas multimedia con ilustraciones muy interesantes. • Meograph: permite crear rápidamente una historia con contenidos multimedia. • Mentormob: recurso que nos per-
mite generar una lista de reproducción de diferentes archivos con sus distintos formatos. • Pixton: aplicación para diseñar nuestros propios cómics. • Powtoon: creador de presentaciones en formato de vídeo. • Crazy Talk: programa que nos permite añadir sonido a imágenes propias; el resultado generado tiene formato de vídeo. Además, a través de todas estas herramientas digitales, podemos
también animar a nuestros alumnos a que generen sus propias historias interactivas, disparando así su interés por el aprendizaje, ya que introducimos cualidades tan importantes como la creatividad, la comunicación y la colaboración. En este caso, el profesor parte de una determinada materia o temática y propone a los estudiantes la elaboración de sus propias historias, reales o ficticias, siempre vinculadas con el tema propuesto.