Los sue単os retornan en el sur. Ensayos kirchneristas Diego Burd
Palabras militantes Escribir, un habito que mezclamos con el placer de comunicar, intercambiar, poner en tensión los limites de nuestras concepciones, pero existen escrituras con reglas, no por cuestión de estilos, verbos y sustantivos, sino como construcción de un mecanismo de lograr impersonalidad, despojar un yo sentado frente a una hoja en blanco, escrituras expresadas en la ocultación del lugar de habla, donde quienes entrenados en las lecturas podemos arrancar posiciones y tesis, pero construyen un imaginario donde el sujeto que escribe habla de la neutralidad que le asigna espacios de poder, de instituciones legitimadas, que a determinados discursos le dan grado cientificismo, mezcla de citas al pie o al fondo, de perpetradores de sentidos nuevos cerrados en el circulo vicioso de los espacios de publicación, referatos, que engrosan las capacidades de ser al conjunto de papers presentados, un marketing donde el sujeto vale como un conjunto de diplomas, acreditaciones, fotocopias de primeras paginas. Hay momentos en la historia, donde las tensiones de la sociedad obligan que la escritura retorne el camino del yo presente, retirándose la mascara de neutralidades falsas, donde el verbo es importante, como el lugar desde donde se pronuncia el mismo, donde lo publico invada lo que parece un lugar cerrado para determinados sujetos con legitimidad. El lugar de escritura potencial espacio que permite circulación de ideas, pero también posiciones que asumimos, una columna en determinado espacio es un hablar donde por lo menos compartimos ciertos conjuntos de ideas, ¿se podrá escribir con continuidad desde un espacio de derecha declarado si uno se considera de izquierda?... ponerse en un no lugar de identificación es una estrategia que muchos académicos para ocultar desde un discurso supuestamente progresista una posición anti popular, cipayismo es la palabra, desde ahí elaboran el discurso progresista que ocultan los intereses corporativos de las empresas que los contratan. Legitimados legitiman la palabra que se convierte en herramienta de construcción de consensos, que ubicándose como mediadores entre los intereses de las fracciones dominantes y la sociedad civil, logran construir hegemonía, es decir “intelectuales orgánicos” del partido del capital. Luego los deslegitimados, quienes desde otros espacios, se convierten en “intelectuales orgánicos” de la contra-hegemonía, ridiculizados por los escribas del poder que piensan en la separación critica como elemento constitutivo del intelectual, quienes sufren cegueras, por edad, uso de categorías, y un largo etcétera, de ser voceros de las imposturas de un gobierno, o quizás simple cobradores de un sueldo, pero carentes de convicciones, de poder militar la palabra para democratizarla, como si fuéramos simples voceros de un libreto pre-establecido, como si no fuera actitud critica apoyar un gobierno, y no ser un tábano que solo moleste al poder político, sin molestar los poderes reales.
Militar la palabra, militar los sueños, militar las contradicciones del hoy, de mañana, y también las de pasado, militar nuestro pasado, militar en el conflicto… pero saber que militamos para el pueblo, para la nación… ellos militan la palabra, pero la militan para el poder del status quo… si de militancias hablamos, será hora que la hablemos con todas las palabras.
Sobre el mito del Kirchnerismo Las palabras no son neutrales en sus usos, muchas veces detrás del simple decir, una afirmación adquiere una significación que intenta poner en dudas nuestras experiencias de vida. Una de esas palabras es el concepto de mito, en la mayoría de los usos cotidianos, y luego trasladados a los medios de difusión, el mismo adquiere el significado de un relato ficticio, sobre el cual con realizar una especie de recorrida con ciertos datos de la realidad se ponen en duda toda la estructura sobre la que se monta el mismo, ya que el mito, como veremos mas adelante, contiene grados de veracidad, cuando hablamos de los “mitos del neoliberalismo”, veremos una serie de argumentaciones que lo sostenían, desde la des-regulación del Estado, el derrame sobre los beneficios sobre la sociedad, la libertad del mercado, el desfajase de las empresas nacionales, todo lo cual cubría los intereses sectoriales una facción de la burguesía vinculada a los capitales financieros y multinacionales. Ese mito se construyó, se difundió, y adquirió en la sociedad un grado de verdad, la famosa doña Rosa, encarnando la gente, pudo legitimar el despojo del estado. Los medios, ciertos economistas, vinculados a determinados sectores y clases sociales, han intentado configurar una visión de un mito del kirchnerismo, como experiencia política que se constituyó como resultado de una reconfiguración de ciertos efectos económicos en la esfera internacional, es decir, cualquier gobierno nacido después del 2003 hubiera logrado el crecimiento experimentado por nuestra nación (el famoso efecto de cola de los precios internacionales de las materias primas). Por lo cual, de esta manera se intenta despolitizar el debate sobre los modelos de desarrollo de la sociedad, el papel del Estado, olvidándose la frase de la actual presidenta en el acto de la CGT, de la no neutralidad del mismo en los conflictos sociales, es decir a futuro, cualquiera que venga podrá mantener los efectos de crecimiento, ya que lo mismo no es efecto de una decisión política sino algo así como una intervención divina que nos salvo del desastre neoliberal. Pero yo quiero entrar en otra esfera del mito, no ya como relato ficcional sino su intervención en la esfera de lo político, dentro de este caso, el mito debe ser interpretado como una estructura sobre la cual una comunidad organiza y da sentido a sus experiencias, esta ultima es una relación compleja entre el afuera y nosotros, donde nosotros intentamos leer y comprender lo que nos llega. Los mitos, en este caso, trabajan como anteojos que permiten establecer un orden, son creados en principio por comunidades de “lectura”, y comienzan, a través, de idas y vueltas, a dar algún sentido a las experiencias comunitarias con la historia y la naturaleza, gradualmente, los mismos pueden ser, según los contextos socio-históricos, ser modificados, redefinidos(Ver GILLMAM: 2008: 70-71; 128-132), ya que si se produce un inmovilización en el proceso de interpretación puede caer en 2 problemas: o desaparecen, ya que no sirven para pensar la realidad, o se transforman en canon de lectura de realidad. Ademas el mito político, recuperado por los sectores populares, como decía el pensador peruano
Jose Carlos Mariategui, movilizan a los pueblos en la historia, le da sentido histórico al devenir, pero cada época le da sentido a la tradición sobre la cual es utilizada como movilizador experimental de la realidad (Ver MARIATEGUI:1991: 9-13), ya que esa tradición reflejaría las disputas históricas en torno a los marcos de sentido sobre el cual se reconstruye la historia, es decir, una tradición en construcción, produce selección de los acontecimientos, elige voces sobre las cuales estructura un relato, se puede constituir como alternativa a las voces hegemonías, ya que en el devenir de la historia, las voces de los vencidos, olvidados por la tradición oficial, reclaman su lugar, es decir, valores éticos, de luchas, pueden ser re-significados por las preguntas del presente, quien interroga al pasado, y lo ve como una serie de lineas cortadas, pero que pueden ser unificadas como una nueva experiencia que nos de sentido a las luchas del presente y del futuro. Es en este sentido que el Kirchnerismo, como movimiento político-social, reconfigura una nueva tradición movilizadora de justicia social, recuperando sentidos y voces de la historia, para constituir un proyecto de país, que configura un conjunto de experiencias previas, de nuevas y viejas dignidades humanas recuperadas, que moviliza valores éticos-politicos una serie de valores, modos de vida, donde la importancia de la pluralidad de militancias contra la injusticia social adquiere un valor de centralidad, donde se trasciende el presente para legar a las futuras generaciones un proyecto (Ver BIELSA:2010). Sobre esos valores, proyectos, se construye el mito Kirchnerismo, no ya como relato ficcional sino como un proyecto movilizador, un espacio para entender la realidad, un espacio de comunidad, que ve en la nación y en el continente, en los sectores mas desfavorecidos el sentido de la militancia por un país mejor para las generaciones actuales y futuras. BIELSA, Rafael; “Algunas verdades relativas del kirchnerismo” en Tiempo Argentino, 5-12-2010 GILLMAN, Neil, Fragmentos Sagrados, LILMOD, Buenos Aires, 2008 MARIATEGUI, Jose Carlos, Textos Básicos, FCE, Lima, 1991
Kirchnerismo como Identidad Si durante años se intento comprender al peronismo, ahora también se intenta comprender y explicar el kirchnerismo, un movimiento nacional y popular en devenir, que aun no hemos visto la conclusión, si podemos afirmar que el kirchnerismo es la nueva síntesis histórica de los movimientos nacionales y populares, superadora histórica e integradora del peronismo, J.W. Cooke decía que solo el peronismo solo podía ser superado didácticamente por una nueva síntesis, el kirchnerismo es esta síntesis. Al kirchnerismo creo que puede ser analizarlo desde dos puntos centrales: de la creación de una nueva identidad social de los sectores populares nacionales, y, desde la construcción política de un movimiento político en devenir. El kirchnerismo representa para las mayorías populares, amplios sectores juveniles que se incorporan a la política, una identidad social que unifica ideales, imágenes, representaciones, proyectos de futuro de construcción de una nación liberada. Relecturas del pasado, interpelaciones al presente y una proyección hacia el futuro de un proceso nacional y latinoamericano. Un proceso que se construye desde arriba, pero que el pueblo en su conjunto se apropio, y lo incorporo como propio, y en esta apropiación, en sus movilizaciones le pone el limite del nunca menos a los sectores conservadores, que aun están presentes del proyecto, ya que si bien como movimiento político es de carácter policlasista, sabemos que policlasismo no implica un rejunte de intereses de clases, sino el conflicto entre sectores sociales por imponer una hegemonía política sobre el resto, no es lo mismo un proyecto este en manos de la burguesía industrial, que por los sectores populares, profundizar el modelo es darle la hegemonía del proceso a los sectores populares, ya que ellos son los únicos que defenderán la totalidad de las conquistas del actual modelo. Siempre considere el kirchnerismo es el hecho maldito del país neoliberal, ya que desde 2003 en adelante el movimiento nacional y popular, no solo elaboro un proyecto político social de inclusión sino llamo a la movilización del pueblo para ser el principal sostén de las conquistas sociales, culturales, políticas y civiles, y ese pueblo, el subsuelo de la patria, se movilizo para convertirse en el suelo sobre el cual se apoya las bases institucionales de un proyecto en devenir, a su vez, se convirtió en el hecho de unificación de los sectores beneficiarios de los diferentes proyectos de país dependiente, oligárquicos y anti-nacionales, que desprecian lo popular, lo latinoamericano que miran como modelo a los países centrales, no como modelo para imitar, sino como espacio donde arrodillarse para cumplir con los mandatos que desde el centro solo llevaban a la entrega nacional. El kirchnerismo no solo interpelo al peronismo, sino también a los sectores nacionales, es un proyecto inclusivo a todos los sectores que tienen como objetivo la superación la relación de dependencia, externa e interna, que plantean como sujeto colectivo de cambio social a los sectores
populares, nacionalismo revolucionario, no ese nacionalismo de las clases dominantes, sino que ven no solo el ombligo sino toman como espacio de lucha popular la totalidad de los proyectos liberadores continentales, un nacionalismo que recupera las tradiciones de nuestros héroes, que comprenden que el enemigo no es el pobre de un país limítrofe sino las oligarquías nativas cipayas que siempre comprendieron la unidad de clase, para defender sus intereses y mantener el status quo, no hay que recuperar una visión de lo que fueron las ultimas dictaduras cívico-militares, apadrinadas por los Estados Unidos. La identidad social consolidada por conquistas, por un gobierno que decidio que el principal beneficiario sea el pueblo, que recupero los derechos humanos como política estatal, tanto como anulación de las leyes nefastas para poder juzgar a los militares y sus cómplices, sino también derechos centrales actuales: asignación universal, que incluye a las embarazadas, esta medida permite la incorporación de miles de niños al sistema de salud, escolar, resestatización del sistema jubilatorio, matrimonio igualitario, creación de 5000000 de trabajos, creación de escuelas (mas de 1000), recuperación de la ciencia nacional, la nueva ley de medios audiovisuales, y el proyecto de ley que entrara en el senado para la producción estatal de medicamentos que permitira abastecer a los hospitales, el proyecto de ley de entidades financieras... proyectos y realizaciones que afectan los intereses de las clases dominantes, de los grupos concentrados... el kirchnerismo es un proceso revolucionario en devenir, aunque la palabra no se nombre, a veces las palabras no son necesarias, ya que alcanza cuando se hace carne en el sentimiento popular que acceden a un proceso que los reincorpora, frente al proceso del neoliberal, que excluía a las mayorias populares, solo hay que mirar que los cortes de ruta, que era herramienta de lucha de los sectores populares, hoy es arma en manos de los sectores oligárquicos terratenientes, hoy el pueblo no lucha contra un gobierno sino lucha por el gobierno. Es un proyecto en devenir, que solo profundizándolo podrá realizar la liberación nación... por eso volvemos a decir el limite es el nunca menos, el siempre mas... falta mucho, pero solo la movilización del pueblo, apoyando y sintiendo como propio el proyecto, faltara menos.
Kirchnerismo y Cultura de Izquierda1 El surgimiento del kirchnerismo, como nuevo movimiento político social, nacional y popular, ha puesto nuevamente en tensión la compleja relación entre las tradiciones nacionales y populares y las culturas de izquierda (tanto las orgánicas como las otras tradiciones emancipadoras, que pueden rondar el arco que va del marxismo clásico a las diferentes versiones de izquierdas liberales), quienes desde, principalmente, 2008 han tratado de dar una respuesta teórica y/o política al crecimiento y apoyo generado por las dos administraciones kirchneristas. La crisis del 2001, que llevó a la destrucción del modelo neoliberal, pujo también en la centralidad del debate político la crisis de los partidos políticos y el modelo de representación política encarnado por el modelo republicano. Esta situación llevo a grupos de la izquierda autonomista y de tradición trotskista a ver en las asambleas nacientes, espacios que aparecían como alternativas al modelo republicano, espacios nacientes de una nueva democracia mas radical, aunque considero que el intento de trasladar lo que sucedía en la ciudad capital y trasladarlo a nivel nacional, configuro un error de lectura de lo que los ciudadanos de clase media interpelaban como el “que se vayan todos”. Los movimientos piqueteros organizados, tenían una composición ideológica mas heterogénea, que iban desde lecturas del autonomismo de Holloway, Negri hasta corrientes que se reclamaban como nacionales-populares, la interpelación de estos sectores al modelo republicano estaba articulado en torno a las consecuencias sociales, que marginaba del mundo del trabajo a mucho de nuestros compatriotas, que al mecanismo de representación política que la República neoliberal instituyo durante el periodo 1987-2001, donde se produjo la real separación entre representación política institucional y democracia formal frente a los valores de igualdad social presente en la idea de una democracia social, que hay que mencionar en la primer etapa del gobierno de Alfonsin se intento llevar a cabo, pero por presiones corporativas de ciertos sectores de los poderes facticos (económicos y políticos) y del poder militar aun presente, llevaron a una agudización de presiones sobre el primer gobierno nacido después de la nefasta dictadura cívico-militar. La salida de esta crisis hasta la llegada de Nestor Kirchner al poder en el 2003, se produjo a través de gobierno que intento establecer mecanismos para frenar la conflictividad social, sea vía el aumento de la ayuda social vía la represión, licuación de las deudas de las grandes empresas vía una devaluación, que favoreció a una pluralidad de sectores económicos, ya sea porque salvaron sus empresas, o por que las mismas vía el mecanismo devaluatorio, pudieron empezar un proceso de recuperación productiva. Los sectores medios comenzaron a recuperar sus fondos encautados por el famoso corralito del 1 El titulo del articulo, se lo debo a la lectura del libro Carlos Altamirano, Peronismo y cultura de izquierda, recientemente re-editado por la editorial Siglo XXI, en el capitulo que lleva el nombre del libro, se encuentran aristas que me permiten repensar el rol de kirchnerismo y su relación con las culturas de izquierdas.
ex-ministro de economía Domingo Cavallo, pero la recuperación de lo político como resolución de los conflictos inherentes a una sociedad democrático había sufrido una herida mortal. El adelantamiento de las elecciones presidenciales, cuya raíz principal fue el asesinato por parte de la policía de dos dirigentes piqueteros, le resto margen de maniobra al gobierno de Duhalde, quien a su vez enfrentaba un fuerte cuestionamiento dentro del Partido Justicialista, la presión de sectores menemistas de tomar el control del mismo, llevaron al ex-presidente provisional a plantear la búsqueda de alianzas internas con gobernadores y/o figuras conservadoras dentro del elenco partidario, las cuales no tuvieron éxito, lo cual termino a llevar una alianza con el Gobernador de una provincia sureña, Nestor Kirchner, y la jugada de trasladar la interna partidaria al marco de una elección nacional, donde se mostró un doble proceso: por un lado, la ciudadanía, que participo en alto grado en las mismas no pensaban en una salida del modelo republicano de representación, pero a su vez, un alto grado de desconfianza hacia las formulas presidenciales, o sea hacia las formas de representación partidaria, aunque en la misma se produce la victoria del ex-presidente Carlos Menem, en una segunda vuelta se mostraba un escenario donde la mayoría de los votantes apoyarían a quien salio segundo en la elección Nestor Kirchner, en ese momento Menem se baja de la segunda vuelta, dejando al nuevo presidente electo con un margen de legitimidad política muy bajo, de esta manera intentaba cortar margen de maniobra al gobernante electo, en el marco de la crisis económica, política y social mas importante que vivía el país. Desde su discurso inaugural Kirchner, planteo una serie de puntos que van a marcar lo que vamos a denominar la “experiencia kirchnernista”, un nueva centralidad del Estado como regulador entre sociedad y mercado, subordinación de los margenes de maniobrar de este último, recuperación económica vía un proceso de inclusión social, renegociación de la deuda externa, no en un camino de subordinación del Estado Argentino hacia los organismos internacionales, una fuerte recuperación de una política de derechos humanos, y una re-orientación de la política exterior fuertemente latinoamericana. Muchos organismos de derechos humanos, movimientos sociales y la recuperación del sindicalismo como un actor importante en la vida política nacional, se transformaron en un apoyo central del nuevo gobierno, quien a su vez intento armar un entramado transversal con otras fuerzas políticas, pero luego decidio, acertadamente, iniciar una lucha por el control del partido en la principal provincia nacional, quitarle de esta manera poder territorial a Duhalde, la victoria como candidata a diputada provincial de la actual mandataria sobre la esposa del ex-presidente provisional, marca el inicio de la hegemonía partidaria del kirchnerismo dentro del Justicialismo, y un reordenamiento interno, que involucro a intendentes, gobernadores, diputados. El kirchnerismo en esta etapa se constituye como un movimiento de doble orientación: por un lado, incorpora las tradiciones de los movimientos sociales nacidos en la democracia, y los nacidos
al calor de las luchas contra las consecuencias sociales del neoliberalismo, esto no significa un proceso de cooptación, sino de dialogo e identificación entre los proyectos políticos sociales de ambos grupos, y por otro, un disputa y control, de la principal fuerza política a nivel nacional, el partido justicialista bonarense, lo cual con el tiempo ira nutriéndose de nuevas experiencias. El momento fundacional del kirchnerismo como movimiento político se produjo en el contexto del conflicto con las corporaciones agrarias en el 2008, momento donde se produce la aparición del clivaje que marcara el desarrollo político nacional, entre kirchnerismo/anti-kirchnerismo, donde se retorno el uso parte de ambas partes de la escisión de ciertos símbolos en terminos del uso de los lenguajes para interpelar uno hacia otro, el apoyo de sectores académicos e intelectuales al gobierno con la fundación de Carta Abierta, propone una incorporación de amplios sectores de la izquierda al movimiento político. El clivaje
kirchnerismo/anti-kirchnerismo, viene a reemplazar, aunque encontraremos
continuidades con el clivaje anterior peronismo/anti-peronismo, se convirtió en la dimensión central para interpretar al movimiento político 2, trascendiendo el marco interpretativo de clase utilizado por las izquierdas partidarias, y en las izquierdas liberales, intentan dar el marco de debate en torno al par republicanismo/populismo. Así mismo, este clivaje no solo atraviesa la interpelación desde los términos de clase, sino también desde el proyecto de ciudadanía, la lucha por el matrimonio igualitario, los derechos humanos y juicios contra los militares, la promulgación de la nueva ley de medios de comunicación, ponen en tensión no solo los limites incorporación de derechos civiles, sino que cuestiona a las corporaciones que están instaladas en la sociedad civil, la Iglesia, el ejercito, ciertas empresas monopólicas, quienes vieron cuestionadas su poder de construcción de grados de consenso a la sociedad, de esta manera el kirchnerismo constituye una doble identidad hacia la clase y hacia las organizaciones sociales con reclamos específicos, poniendo en tensión las relaciones de poder constituidas durante la hegemonía neoliberal (1976-2002). Todos estos procesos ponen a las culturas de izquierdas en un momento de intentar redefinir su relación con el hecho kirchnerista. El presente ensayo tiene como idea rastraer ciertos nucleos de pensamiento de izquierda y su relación con el kirchnerismo. Culturas de Izquierda en los '90 El desembarco de las políticas económicas neoliberales, con la llegada de Menem al gobierno nacional, y el nombramiento de Domingo Cavallo como ministro de economía, produjo un profundo clivaje en la sociedad nacional, la política aperturista en las importaciones, profundizo el modelo de des-industrialización nacional, implementado durante la dictadura cívico-militar, el papel 2 Estas ideas sobre los clivajes de interpelación identitaria la tomo de ALTAMIRANO, op, cit.
del Estado fue radicalmente redifinido a una posición de prescindencia en la esfera económica, en su rol de promotor de industrialización y control estatal sobre empresas bajo su control, pero eso no significo la idea de ausencia estatal, sino modifico sus especificidades a un mayor control sobre las posibilidades de nacimientos de conflictividades sociales, producto del aumento de los niveles de protesta social, a través del aparato represivo y un aumento de políticas sociales dirigidas a paliar de manera burda, las consecuencias sociales del neoliberalismo. La venta de las empresas nacionales, cierre de industrias, predominio del sector financiero sobre el productivo, llevo que durante la década del menemato, aumentara la pobreza, los niveles de indigencia y altas tasas de desempleo, la ruta se convirtió en un espacio de visibilidad del conflicto social, pero también se podía encontrar en el aumento de los comedores en los barrios, escuelas. Amplios sectores de la izquierda, orientaron su trabajo político a la construcción de espacios de organización de esos nuevos sectores sociales, en su espacio discursivo se los ubicaba desde una apelación de carácter clasista para definir a los mismos, al decir que organizaban ex-trabajadores, intentaban unificar una identidad social previa con una nueva en nacimiento, en los ultimos años del siglo XX, dentro de este espacio comenzaron a tener predominio corrientes autonomistas, estos sectores son los mas nuevos en aparecer en la cultura de izquierda. La recuperación, por parte de los trabajadores de empresas, oriento la acción de la izquierda a tratar de participar en las mismas, colaborando, encontrando en ellas islas de socialismo naciente en medio de las vorágine neoliberal, las practicas democráticas asambleístas, la interrelación entre las nacientes empresas y la sociedad, eran presentados como alternativas al modelo económico neoliberal. Ciertos sectores de la izquierda encontraron en ciertos sindicatos, y la creación de la CTA, la posibilidad de modificar la lógica de corporativa del sindicato, al ampliar las bases de los mismos, a grupos desocupados y organismos de derechos humanos. Así mismo, se produjo el ascenso de los sindicatos vinculados a la áreas de logística y de recursos estratégicos (camioneros y petroleros) y estatales para enfrentar las modificaciones laborales que se proponían en el congreso, mientras otros sindicatos, en el antiguo modelo desarrollista, metalúrgicos, de la construcción, perdían el poder dentro de las correlación de fuerzas dentro del espacio sindical argentino. Los conflictos en el espacio educativo, principalmente por las modificaciones a las ley de educación y el intento de implementación de la LES, permitió la emergencia de sectores universitarios vinculados a diferentes expresiones de tradiciones emancipadoras se volcaran a la toma de Universidades, luchas unificadas con el resto de la comunidad universitaria, respecto a la baja presupuestaria, bajas salariales, que afectaban el funcionamiento de las mismas, las tareas de investigación, así mismo, se establecieron luchas unificadas con espacios sindicales, en contra de políticas de recorte presupuestario a nivel nacional.
Los organismos de derechos humanos, durante este periodo se encontraron con una política por parte del estado de generar consensos sobre lo ocurrido en el pasado, por lo cual el mismo amplia una política amplia de frenar los juicios contra los crímenes de lessa humanidad, la leyes de impunidad. Pero dentro de los mismos vemos la aparición de la organización HIJOS y una modificación del eje de la propuesta de algunos organismos, como el caso de MADRES liderada por Hebe de Bonaffini, que recuperan la lucha de la memoria con la participación activa en las luchas sociales que se daban en la Argentina. Muchas de estas luchas se unificaron con la aparición del FRENAPO, con reclamos de aplicación de políticas sociales que frenaran el desintegro del tejido social nacional. En el frente político, las izquierdas comienzan a realizar cambios estructurales en una unificación de frentes políticos, caso del FREPASO, aparición de nuevos políticos, que rompían con sus estructuras partidarias, el caso de la actual diputada Carrio. Luchas políticas que en mucho caso solo apuntaban a tomar al neoliberalismo desde el punto de vista ético, sin cuestionar la matriz económica ideológica que le servia de base de sustentación, el famoso mantenimiento de la convertibilidad pero sin la corrupción del gobierno menemista. La política era planteada solo en clave de supuestos morales que poseían los agentes políticos, el acceso al poder de la Alianza (UCR-FREPASO), permito construir un imaginario social de mantenimiento estructural de los beneficios sectoriales de algunos sectores sociales con la un gobierno limpio. La profundización de las políticas de ajuste fiscal, las rupturas dentro de la alianza de gobierno con la ida del ex-vicepresidente, el retorno del exilio de Domingo Cavallo como salvador del modelo, termino con el proceso descripto al comienzo del trabajo, el final apresurado en medio de saqueos, movilizaciones de clases medias en algunas ciudades principales de la nación, la muerte de mas de 30 personas el proceso represivo. Durante el periodo 1989-2001-2, las culturas de izquierdas podríamos, decir mantenían una agenda político-social mas o menos unificada, con confluencias en torno a un central una critica al modelo económico social y a las consecuencias que esta produciendo en la sociedad argentina, aunque algunos sectores, principalmente del espacio político, lo veían como un problema de estilos de gobernantes. Cambio de época a nivel continental3 La caída del Muro de Berlín, como efecto simbólico de la implosión del bloque soviético, significo por un lado, el triunfo imaginario de la idea de un final de la historia, el triunfo del liberalismo político, y su actualización en lo económico la versión neoliberal, y el efecto de no alternatividad, 3 Para este apartado tomo como eje articulador las ideas de Jose Natanson expresadas en La Nueva Izquierda. Triunfos y derrotas de Argentina, Brasil, Bolivia, Venezuela, Chile, Uruguay y Ecuador, Sudamericana, Buenos Aires
triunfante la potencia imperial, intento un proceso de homogenización política y cultural a nivel mundial, frente a este proceso, por un lado, nos encontramos con
la reconfiguración de las
socialdemocracias en partidos del orden capitalista, pero también comenzamos a asistir a la emergencia de múltiples formas de resistencia frente a las consecuencias que generaba. Natanson afirma: “(...) fue la caída del Muro- y la posterior implosión del bloque soviético- lo que crea la oportunidad para la llegada al poder, algunos años después de una nueva izquierda. (…) Estados Unidos distrajo su atención de su tradicional patio trasero y se embarco en aventuras guerreras lejanas. Se abrió así un vacío de influencia en Sudamérica, que habilito un espacio de autonomía inedito y permitió un giro a la izquierda que en otro momento, en plena guerra fría, Washington hubiera bloqueado a través de la presión internacional o el golpe de estado”. 4
La llegada al poder de Chavez en 1998, es el acontecimiento que marca el inicio de este cambio de paradigma que esta ocurriendo en nuestro subcontinente, ese cambio de época, de recuperación de viejas tradiciones emancipadoras a nivel continental, como respuesta al desmoronamiento de los sistemas políticos partidarios tradicionales, el colapso del régimen económico neoliberal, sumado a niveles de incertidumbre, tensiones sociales, que nos llevo a nuestras sociedades a modificar el horizonte de expectativas, en busca de alternativas políticas, sociales y económicas. Aunque en el continente, cada uno de los países contienen diferencias propias de su devenir histórico y social, Natanson plantea que podemos encontrar una serie de lineas en común, que nos permiten caracterizar estas nuevas experiencias: a) El rol del Estado, con una mayor participación en el control de la economía. b) Las políticas sociales implementadas por estos gobiernos. c) Estas experiencias participan dentro de las denominadas “democracias liberales y representativas”. d) Son gobiernos de izquierda caracterizados por un grado de flexibilidad, pragmatismo y reformistas, marcados por una importante participación institucional y con alto grado de democracia.5 Este contexto latinoamericano nos permite entender la emergencia del kirchnerismo como fenómeno político en nuestro país, a lo que habría que agregar, a nivel interno, lo anteriormente nombrado la crisis del 2001, como acontecimiento confluyente de una serie de crisis políticas, sociales y económicas. En eso llego Nestor. Izquierdas, derechos humanos y la vuelta del Estado. El año 2003, es el año de la anomalía argentina, según el filosofo Roberto Foster 6, esa interpelación 4 Idem, p.p. 13-14 5 Ver Idem, pp. 17-22 6 Ver FOSTER, Roberto, La anomalía Argentina. Aventuras y desventuras del tiempo kirchnerista, Sudamericana, Buenos Aires, 2010
que nos tomo por sorpresa, que movió los estantes sobre los que asentábamos ciertas un cúmulo de certezas, donde se produjeron retornos y re-significaciones de palabras que bailaban para interpretar a lo político, esa construcción de un nuevo horizonte político. El 23 de mayo de ese año, en su discurso de asunción señalaba que las convicciones no se dejaban en la puertas de la Casa Rosada, retomaba a lo largo de su discurso la recuperación del rol del Estado como recomponedor de las relaciones sociales rotas por el pasaje del neoliberalismo en nuestra historia, recomponer significaba tomar partido, no por las corporaciones sino por los millones de compatriotas desplazados a la marginalidad de un sistema que no los tenia en cuenta, volvía el Estado a subordinar a la economía, para que las decisiones no se tomen en los otros espacios de poder, internos y externos, de producir un cambio de paradigmas. “(...) Se trata... de hacer una Argentina con progreso social, donde los hijos pueden aspirar a vivir mejor que sus padres sobre la base de su esfuerzo, capacidad y trabajo. Para eso es preciso promover políticas activas que permitan el desarrollo y el crecimiento económico del país, la generación de nuevos puestos de trabajo y una mejor y mas justa distribución del ingreso. Como se comprenderá el Estado cobra en eso un papel principal, es que la presencia o la ausencia del Estado constituye toda una actitud política. (…) Queremos recuperar los valores de la solidaridad y la justicia social que nos permitan cambiar nuestra realidad actual para avanzar hacia la construcción de una sociedad más equilibrada, más madura y más justa.” (…) Es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo permanente de inclusión social y creando oportunidades a partir del fortalecimiento de la posibilidad de acceso a la educación, la salud y la vivienda, promoviendo el progreso social basado en el esfuerzo y el trabajo de cada uno. Es el Estado el que debe viabilizar los derechos constitucionales, protegiendo a los sectores más vulnerables de la sociedad, es decir, los trabajadores, los jubilados, los pensionados, los usuarios y los consumidores.”
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En el discurso, transformado en el eje de un programa constituyente de un cambio en la sociedad argentina, plantea uno de los ejes centrales de la relación entre institucionalidad republicana y democracia social, señalando la imposibilidad de una República, sin el desarrollo de políticas inclusivas. Marca la imposibilidad de la neutralidad estatal, ausente o presente, es una decisión política, que tendrá beneficiarios y derrotados. La izquierda liberal toma como eje de su discurso la calidad republicana, en un discurso que aparece como la posibilidad de constitución de ciudadanía, sin preguntarse en el carácter que puede tomar esa República, sin preguntarse si en el marco de sociedades desiguales, el desarrollo de una 7 KIRCHNER, Nestor, Discurso de Asunción , 25 de mayo del 2003
República sin democracia social, que incorpore a los sectores mas desprotegidos, afecta a la calidad de la misma, o quizás, encubiertos en el discurso de la República Real frente a la República Posible, sienten las bases de la realidad de los poderes facticos, de la impostura promovida por los poderes concentrados de un devenir de ciudadanía con derechos civiles y políticos pero sin derechos sociales, donde artículos como 14 bis de nuestra constitución es solo un acto decorativo. Porque plantearse esas preguntas, es plantear ejes de respuestas a la política de derechos humanos, otro de los puntos de ataque de esta izquierda liberal, hablan de la impostura del kirchnerismo frente a la misma. Somos hijos de las Madres, dijo en la ONU, bajo el cuadro de los criminales del Colegio Militar, les dijo no les tengo miedo, convirtió a la ESMA en museo de la memoria, anulo las leyes de impunidad, y volvieron los juicios. Pero también volvieron los trabajadores a luchar por sus derechos, se bajo los niveles de pobreza y de indigencia, hubo un aumento presupuestario en educación, se recupero la dignidad nacional, volvieron los científicos, volvieron nuestros hermanos de esa Europa utópica, las zonas mas pobres de nuestro país (NEA y NOA) fueron eje de políticas de reparación... eso es también luchar por los derechos humanos. Es recuperar el proyecto emancipador de la generación del 70, sobre el cual sobre la cual los heraldos negros de la muerte intentaron mancillar, hoy en los jóvenes, nacidos en esta democracia, recuperan memoria y presente, proyectándose hacia el futuro. Dos Plazas. Un movimiento naciendo Ese día de junio del 2008, me quedo marcado en mis recuerdos, las pantallas de los principales canales de televisión mostraban las pantallas dividas en 2, por un lado, la movilización en Rosario, convocada por las organizaciones agrarias, por el otro, la convocada por el Frente Para La Victoria en la ciudad capital de nuestro país. De repente, se me vino a la cabeza viendo a los sujetos sociales movilizados para defender la política del gobierno, que había retornado a nuestro país ese subsuelo de la patria sublevado, quienes, aun sin declararse las medidas sociales mas importantes Asignación Universal, recuperación del sistema jubilatorio, se movían por las avenidas de la ciudad a defender la estructura central de un modelo económico, que estaba realizando la recuperación económica e inclusivo social, en esa plaza esta el sujeto central del peronismo. En Rosario, las organizaciones agrarias habian convocado principalmente a sectores económicos, sociales y políticos variopinto que iba desde los sectores mas conservadores de la sociedad argentina hasta ciertos grupos de izquierda trotskista que hicieron flamear sus banderas rojas, en medio de la señoras de clase media, que años antes verían esas banderas como el símbolo de anti-
argentinidad. Un acto, que resumió no solo el devenir del conflicto nacido en marzo, por un tema especifico, retenciones móviles a determinados productos agrícolas, sino que se proyecto sobre la totalidad de la sociedad, y hacia el futuro, el conflicto con el mal llamado “campo” se convirtió en el momento fundacional del kirchnerismo como movimiento político dentro de la sociedad. A partir de esa imagen partida del televisor, era representación de la nueva manera de interpretar a la política nacional: Kirchnerismo/Anti-kirchnerismo, de repente el lenguaje volvió, las palabras que interpelaron, quisieron interpretar a ese movimiento nacional y popular llamado peronismo, estaban de nuevo en circulación, y el movimiento nacional, recuperaba los simbólicos significados de las palabras enterradas, por la acción del menemismo, y la supuesta muerte de las ideologías, resinificadas, con las re-lecturas, sueños y utopías. Frente al común de lo dicho por los sectores de la oposición al gobierno nacional, la división dicótoma del sistema político argentino nace del accionar corporativo de un sector de la sociedad, a partir de ese momento, se produjo la política indentificaria de la sociedad en pares que se confrontaban en la arena política, los sectores subalternos, se reconstruyeron en la identificación con el kirchnerismo, quien los interpelo para ser eje central de las políticas estatales desde el 2003. La actual mandataria en ese discurso señalo lo esencial del conflicto agrario, su traslado de la esfera corporativa a la acción destituyente: “Cuando vine aquí el 1 de Abril, a hablar con todos ustedes, yo creía que realmente estaba ante la batalla por la redistribución del ingreso porque, tal vez, quienes tenían resignar una pequeña parte de su renta extraordinaria disputaban y discutían; creía- les juro sinceramente- que estaba ante esa batalla, la de redistribución del ingreso, la de la lucha de los intereses naturales en toda democracia donde hay conflicto social. Pero luego, cuando comenzaron a pasar los días y yo veía que desde un sector de la sociedad, desde una corporación, cuatro personas a las que nadie votó, a las que nadie eligió, se reunían, deliberaban, decidían y comunicaban al resto de los argentinos quién podía andar por las rutas del país y quién no, me di cuenta que esta ante otra situación muy diferente.” “¿Por qué? Si insultos ni agravios, el pueblo no insulta ni agravia. Me di cuenta, entonces, que estaba ante otro escenario, ante otro cuestionamiento, ya no era retenciones si o retenciones no, ya no eran intereses, se estaba socavando, se estaba interfiriendo en la misma construcción democrática, esa que nos dice que son los representantes del pueblo, elegidos en elecciones libres, democráticas y sin proscripciones, los que deciden, deliberaban y ejecutan. Esa es la Argentina democrática, la de la Constitución, la de las instituciones, la de los poderes del Estado, legal y constitucionalmente establecidos.”
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El primer momento constitutivo es el reconocimiento del conflicto como parte de la democracia, frente a la idea de consenso, señalada por los espacios liberales, republicanos y de la izquierda liberal, pero a su vez marca el espacio de institucionalidad y de legitimidad sobre la toma de 8 FERNADEZ de KIRCHNER, Cristina, Discurso en el Acto por la Democracia en Plaza de Mayo, 18-06-2008
decisiones, al colocar en tensión la subordinación de lo económico a lo político, señalando espacios donde se construyen la tomas de decisiones. Pero también, incorpora al pueblo, como sujeto legitimante de la institucionalidad democrática frente a los sectores corporativos, este un primer cambio a nivel discursivo del kirchnerismo como movimiento político, no solo el pueblo, es sujeto de derechos sociales sino soporte de la democracia, tanto a nivel formal como real, frente a el, se encuentran los sectores corporativos, quienes desde espacios extra-institucionales siempre imponían sus intereses a la sociedad nacional. “Yo empecé muy chica con esas mismas banderas que muchos de ustedes portan con orgullo. Pasaron muchas cosas argentinos, nos dividieron, nos enfrentaron los unos con los otros, civiles y militares, el campo y la industria y solamente se beneficiaron de esos enfrentamientos muy poquitos.” “Los que primero cayeron como siempre fueron los pobres, después fueron los trabajadores, después vinieron por la clase media, por esa clase media que muchas veces a partir de prejuicios culturales termina actuando contra sus propios intereses. Los intereses de la clase media son los de los trabajadores, son los de los empresarios comerciantes, son los argentinos que tienen sus intereses atados aquí a la tierra, que no pueden girar dólares al exterior, que tienen su casa aquí, sus hijos.”
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Desde la negatividad histórica de exclusión se conforma el arco de conformación del sujeto pueblo, sobre la base de la exclusión de los conflictos sociales y políticos nacionales, ese sujeto que luego es pasado por la positividad proyectual hacia el futuro: pobres, trabajadores y clases medias, aunque las dos primeras son el núcleo central de la categoría pueblo, en el discurso kirchnerista se interpela a la clase media como parte de esa categoría por compartir intereses de clase, pero a su vez, como superador del mismo como identificación con la nación. Frente a este grupo identitario se proyecta al otro, las corporaciones, sectores empresariales financieros, que muestran solo su interés particular sin unificarlo al interés de la nación. Ahora la base de resolución del conflicto, remarca la presidenta, debe darse en la arena de los espacios legitimados por la institucionalidad democrática, pero en ese espacio, los sectores corporativos dejarían de serlos, ya que tendrían que retomar una visión de conjunto. O bien, intentarian transformar el interés corporativo en eje de subordinación del resto de la sociedad, es lo que intentaron, y lograron, el día del no-positivo del Vicepresidente, en las elecciones legislativas del 2009, lo extraordinario de ese hecho histórico, es que desde la derrota el kirchnerismo se fue convirtiendo en la fuerza hegemónica, que a través de profundización de políticas sociales, culturales y de ampliación ciudadana en los derechos civiles, logro aumentar la base de apoyo político, al incorporar a amplios sectores de las clases medias, y principalmente, la movilización de los sectores de la juventud. A partir del conflicto agrario, se produce también un hecho central, el acercamiento de un grupo de intelectuales, que construyeron Carta Abierta, quienes desde tradiciones políticas de izquierda y 9 Idem.
nacionales-populares, configuran nuevos marcos de interpretación sobre el fenómeno kirchnerista, retomando lineas previas, de lecturas de la realidad nacional, viendo en esta, que la nueva dicótomia fundada en el 2008, era nueva, mientras que desde los sectores de la izquierda tradicional y liberal volvieron a interpelar al kirchnerismo desde grupos de categorías que se usaban para interpretar el peronismo, el debate entre republicanismo y populismo, ha de centrarse en esa tradición, y si bien como dice Beatriz Sarlo, el kirchnerismo ha ganado la batalla cultural, no es por la política de construcción de una opinión publica sino porque entendió el nuevo entramado constitucional de la sociedad argentina, y ofreció nuevas herramientas de re-interpretación sobre los fenómenos políticos nacidos en el 2003. Conclusiones Las izquierdas durante los procesos de los '90 constituyeron un debate sobre las consecuencias socio políticas del neoliberalismo, repensando relaciones entre estado y sociedad, los hechos del 2001, significaron un punto de ruptura, y la emergencia del hecho maldito del país neoliberal, el kirchnerismo, en el 2003, obligo a repensar este fenómeno a través de creación de nuevas herramientas de interpretación de los cambios ocurridos, pero un sector cultural, en vez de realizar este proceso, lo pensaron desde marcos circulares, donde los fenómenos políticos nacionales parecieran retornar cada una x cantidad de años, por lo cual interpelan a par kirchnerismo/anti kirchnerismo desde la lógica del peronismo/anti peronismo, a través del falso debate entre republicanismo/populismo, donde ponen en juego categorías como totalitarismo, fascismo, etc. Cuando se producen cambios en las sociedades se producen cambios en los mecanismos de interpretación, unos se dieron cuenta... otros seguirán su camino del mito del eterno retorno.
Dos Plazas... entre casi 10 años de diferencia y en el medio un mayo del 2003 I. Ayer10 centenares de miles de jóvenes, trabajadores, ciudadanos con sus familias, movilizados por sin mas columnas que la del pueblo movilizándose, estaban también las organizaciones kirchneristas, festejando en la Plaza de Mayo, bombos, cánticos, la esperanza desplegandoze por los rincones de esa ciudad extraña, por las diferentes avenidas, pasando los limites de la General Paz, tomando las rutas para cubrir la totalidad del país. La presidenta, re-electa, con sus hijos, con el futuro vicepresidente, los hijos del entrañable Nestor, se sumaron a la fiesta popular, como complemento de ese hermoso acto de cierre de campaña, donde en el centro de la escena estaban las personas reales, quienes se recuperaron del olvido, del exilio no deseado por falta de oportunidades en ese país antiguo, ellos que desde la cotidianidad, donde los cambios se muestran con mayor fuerza, fueron centro de la escena. Ayer, nuevamente, el pueblo, conjunción de clases subalternas con clases medias, como actor central, recuperando en estos últimos el espacio publico, no como espacio de protesta sino de festejo, continuidad de la fiesta del bicentenario, y del doloroso adiós de un octubre, con un cielo llorando sobre las personas despidiendo a Nestor, nos sentimos orgullosos de ser argentinos y latinoamericanos. II. Cuando el 10 de diciembre, la presidenta diga comience su segundo mandato, estaremos a días de recordar la plaza trágica de fines del 2001, la de un presidente, que huía en de la Casa Rosada, llevándose con el 30 compatriotas muertos, esa plaza que pedía un cambio institucional, detrás de esa consigna ambigua del que se vayan todos, de los políticos que no podían mirar en el rostro al pueblo humillado, solo algunos podían moverse entre la movilización cotidiana, presidentes que duraban horas, días... eran momentos donde la furia y el dolor, sintiendo como un karma la agonía de la patria neoliberal, un nuevo golpe a la historia del Argentina, una plaza donde las cacerolas, los piqueteros, ese subsuelo de la patria neoliberal, venían a solicitar ser incluidos nuevamente, ya que la muerte, pobreza y tristeza, era margen de la patria de pocos, y la política, lo político, como forma de conjunción de consenso y conflicto, bien gracias. III. Y llego casi pidiendo permiso, casi sin llegar, avisando que las convicciones no se dejan en las puertas de casa de gobierno, que política es recuperar el Estado, sin neutralidades, teniendo como base la inclusión de la mayoría nacional, era un 25 de mayo del 2003, fecha de recuerdo, del otro gobierno popular, que ahora también es fecha de nuestro primer gobierno popular desde la recuperación de la democracia, llego del sur, y lo mirábamos con desconfianza, estábamos acostumbrados a que nos mintieran, pero de a poco, se bajaron los 10 Este articulo fue escrito el 23 de Octubre del 2011
cuadros, se saco de encima al FMI, fue a la ONU y dijo somos hijos de las Madres, es decir somos hermanos de aquellos que la obscura noche de la historia robo del abrazo de una madre, y de a poco, le comenzamos a tener cariño, no era solo el presidente, era el compañero presidente, o solamente Nestor, se fue convirtiendo en ese que nos empezó a acompañar en ese camino de la cacería de las utopías, sino habría que preguntarle a Bush cuando se le dijo no al proyecto imperialista del ALCA... ese malabarista de la asunción, eso de lo incorrecto frente a los poderes facticos, pero lo correcto frente a quienes comenzaban a soñar despiertos, al abrir los brazos para cobijar a los que necesitan que el poder no los olvide. Diez años pasaron entre estas dos plazas, pasaron Nestor y Cristina, y volvió la política como esperanza, como posibilidad de modificar la realidad, la felicidad, la inclusión, volvieron los sueños aunque siempre ocultos están las pesadillas esperando el momento para retornar, pero volvió lo central... el pueblo como soporte de un gobierno... quien se hubiera imaginado la plaza de ayer hace 10 años atrás... nadie, y eso es lo lindo de la historia, que de vez en cuando, casi sin avisarnos, casi con una pisca de suerte, nos trae la posibilidad de ser felices nuevamente.
Notas sobre la barbarie y la civilización Hay un mito fundacional de la Europa transicional del feudalismo al capitalismo, la recuperación de la idea griega de civilización y barbarie, un mundo expansivo, en buscas de mejores rutas comerciales, enfrenta la presencia de “otros”, que actúan como alguien que nos interpela en el nivel cultural, por lo cual la construcción de la idea de civilización, es parte de la respuesta a esa interpelación, es una construcción identitaria, donde determinados valores se convierten en limites para dar respuesta a ese “otro”, un “nosotros” constituidos como homogéneos, un doble estándar de aplicación de políticas, el “otro”, bárbaro, lejano, no comprensible, sobre el cual no se aplican las normatividades de la “civilización”, es sujeto de explotación o de eliminación, pero durante siglos la barbarie era la periferia de la Europa naciente al capitalismo. Con los resultados del proceso de industrialización, lentamente las sociedades europeas comenzaron a mirar sus periferias internas, y descubrir en un “otro” interno naciente, que no compartía los valores de las sociedades urbanas, sujetos de explotación, a ser incorporados de manera subordinada al mundo civilizado, pero también, un “otro” que comienza a cuestionar las bases materiales, sociales e ideológicas sobre las que se fundamentaban las ideas de civilización capitalista, mientras los “otros” de la periferia del capital incorporado como sujeto de dominación colonial cuestión la base de la “civilización” europea, pero el la dominación colonial en la periferia traslada la base en la construcción de los estados nación, la conformación de clases dominantes sujetos que son incorporados como hermanos menores a la “civilización” dominante, sobre la base de la civilización y la barbarie, se construye el estado previo a la formación de los estados nacionales, como espacio de anarquía, un espacio vacío a ser llenado por el orden y los valores de los sujetos dominados, en la relación centro-periferia, pero sujetos dominantes, garantes del desarrollo del subdesarrollo, en nuestros países, en nombre de la civilización se hacían los actos de lo bárbaro, pero ocurría en la periferia, no en el centro. La guerra de treinta años (1914-1945) demostró la potencialidad de la barbarie, como también hermana gemela de la civilización, no hay civilización sin barbarie, pero ahora la barbarie se paseo sobre el suelo europeo, las trincheras, el ascenso de los gobiernos autoritarios y los fascismos, el holocausto, entre otros, demostraron la imposibilidad de pensar al civilización, sin su yan, la barbarie. El neoliberalismo, en la periferia, represento la construcción de una nueva idea civilización en los países periféricos, por un lado, el imaginario de construcción de un país en camino de primer mundo, mientras en nombre de la nueva cruzada civilizadora, se construían las peores dictaduras, la
exclusión de las mayorías populares, en nombre de ajustes y futuros derrames, los sueños de algunas clases sociales, medias y altas, mirando el desarrollo de la Europa y Estados Unidos, como espacios de la utopía civilizadora, en las rutas la barbarie, los del rostro oculto, los “otros” que emergían como esa respuesta a la “civilización neoliberal”, y de repente, después de pensarse como integrantes de un mundo compartido con los dueños del mundo, algunos de los “nosotros” los que te venían de una Europa, para decirnos lo bello de la modos, de los gobiernos, de esa riqueza, ese mundo se les vino abajo en una triple temporalidad, primero, cuando el fin del neoliberalismo, cayo entre sangre y furia en diciembre del 2001, luego, cuando algunos intentaron escapar de la “barbarie” naciente en el subsuelo de la patria huyeron al mundo central a ser “sudacas”, y no eran el reflejo de un “otro” admirado, sino se convirtieron en sujeto destinado al odio, por la portación de marca de nacimiento, ser argentino, sudamericano, diríamos sujeto colonial en la metrópoli, compartiendo el lugar con otros sujetos coloniales: europeos del Este, nacidos en el África, y la tercera, es la incorporación de la barbarie sobre los mismos sujetos metropolitanos, bajo la racionalidad de los poderosos, la europa hoy deja de ser el centro de la “civilización” para ser sujeto de aplicación de la barbarie política sobre los cuerpos de quienes con desprecio miraban un sur desde un sur medio incorporado a los imaginarios del centro, porque Italia, España, Grecia, Portugal e Irlanda son eso, las periferias barbaras dentro del centro, y así hoy los tratan los poderosos, como ayer nos trataron a nosotros. La barbarie de la civilización continua su camino, ayer el sur del centro, ahora ese sur del norte, quizás mañana el centro mismo, y sus respuestas en algunos casos son la aplicación de mayor barbarie en su peor rostro, el retorno de la xenofobia, el odio al inmigrante, en busca del sueño de una pureza que los salve, cuando en ver que el bárbaro viste de traje de marca, juega a la bolsa, y se ríe de los sueños de los pueblos, de quienes ayer eran civilizados, hoy ellos, hombres de la finanza, son la barbarie en la civilización, cosa que desde la periferia estamos aprendiendo hace rato, y en el centro de a poco lo hacen.
Leer el Kirchnerismo. Posibles Lecturas. Desde donde leer el kirchnerismo, que marcos usamos para dar una vuelta sobre ese fenómeno naciente en el 2003, de repente las formas pre-existentes se encuentran en ese punto de tensión donde las posibilidades de nuestras certezas puedan caer en el fondo de un estante alto de una biblioteca, pero los fenómenos políticos deben ser interpretados, ya que sin lecturas correctas pueden frenar los puntos de fuga hacia adelante, sino quedarnos con las categorías, que deben ser fenómenos de re-interpretación, sino volveremos a tomar lo nuevo como una repetición de la historia. Muchos académicos, desde las paginas de diarios centrales, generadores de la agenda publica, desde las horas intensivas de horarios centrales de antiguos dueños de interpretación de la realidad, han intentado utilizar esos espacios, para pensar el kirchnerismo como una especie de temporalidad cíclica, repetición, en clave de comedia, de hechos históricos previos, desde lecturas de un peronismo fundador, un retorno de las juventudes políticas del '70, aunque a esta ultima, sin ubicarla en la complejidad del contexto de época, por lo cual, este fenómeno fundante, acontecimiento de ruptura, con las consabidas lineas de continuidad como cualquier proceso de desarrollo histórico, puede ser pensado con las cosmovisiones de el anti-peronismo clásico, donde lecturas republicanas, tanto de izquierda como de derecha, cuestionan la nueva institucionalidad democrática, configurada lentamente desde 2008, principalmente, poniendo en tensión la compleja categoría de ciudadanía, central para pensar, gran parte del movimiento histórico desde la fundación del Estado Nación, ya que la misma implica la estrecha relación entre proyecto de país, y quienes son incorporados dentro del mismo, por lo cual, por desarrollo lógico, quienes serán excluidos, ya que como toda categoría identitaria se conforma con un “nosotros” y un “otro”, por lo cual, la lógica del conflicto esta implícita en la conformación de la misma, lucha entre grupos sociales para ampliación de la categoría, desde luchas por ampliación de derechos políticos y civiles, como los derechos sociales, luchas con retrocesos y avances, definidas por las situaciones de relaciones de fuerza entre los sectores sociales. Académicos, con la practica de las escrituras institucionales, que permiten reconstruir lineas argumentativas, de facilidad de llenar el espacio blanco, tales como Sarlo y Romero, piensan salvar la República de un devenir totalitario, al pensar en los caminos de la construcción mitológica, defendiendo los valores míticos de la República, ya que la Nación, como espacio de consensos inter-clasista, pero con una construcción de clase, que transforma en un consenso general, las representaciones particulares, la Nación se construye sobre un conjunto de relatos simbólicos, que implicaban una selección no inocente de las lecturas del pasado, sobre los intereses particulares de un presente, olvidando, que en determinados momentos históricos, esos consensos constituidos como verdades y sentido común, pueden ser puestos en tensión, por la lógica de la movilización
popular, que implican nuevos valores, no necesariamente compatibles con los valores que quieren ser un status quo que quiere eternizarse en el constructor de valores sociales. Para intentar dar unas pequeñas aproximaciones sobre lecturas del kirchnerismo, quisiera partir de dos interesantes reflexiones, como puntos para desarrollar ciertos argumentos. Benjamín decía que la violencia es generadora y conservadora de derecho, la violencia como situación de conflicto en la lógica sistemica. El Estado, según Weber, tiene como característica central el monopolio de la violencia legitima, y yo agregaría, tiene el monopolio de la definición del sujeto ciudadano, categoría no pre-existentes sino constituida desde un arriba, desde lógicas desplegadas por las institucionalidad estatal. La violencia, no es solo el accionar de la fuerza policial del estado sobre el cuerpo societal, sino también el desarrollo de practicas políticas que generan violencias simbólicas, culturales, sociales, económicas, nuestra nación como el resto del continente, sufrió el ejercicio de la totalidad de violencias, durante el periodo que comenzó en la dictadura de 1976 hasta el estallido a la crisis del 2001-2002, por un lado, sobre la muerte de miles de ciudadanos, las clases dominantes nacionales, construyeron un consenso basado en la despolitización de la sociedad, donde lo político se comparaba con las practicas de determinados políticos, donde el lugar del Estado como integrador, regulador de las relaciones de las desigualdades propias de una sociedad capitalista periférica, fue convertido en un simple instrumento institucional, mientras la barbarie del mercado, arrasaba los lazos sociales pre-existentes, la pobreza, indigencia y desocupación, se instalaron como proceso natural del desarrollo de una sociedad de mercado, esa violencia constituyo una ciudadanía bipolar, donde sujetos podían acceder al disfrute de los derechos, mientras la mayoría, pensemos que para el 2003 la pobreza en la Argentina era del 50 %, solo sobrevivían. Es decir, el Estado, en este periodo, construyo una ciudadanía excluyente, donde se consolido la división entre República, como valor institucional, con un desarrollo y consolidación de una democracia formal, y el desarrollo de una democracia social y ciudadanía inclusiva. Sobre los restos de la violencia fundadora y conservadora de la República Neoliberal, nació el acontecimiento kirchnerista, interpelando las directrices sobre las que se montaban ese estado de cuestión, ese sentido común que naturalizo las imposibilidades del ser, las rupturas de la existencia del futuro en pos de un presente continuo, puso en tensión, en la construcción de una legitimidad, en medio de victorias y derrotas, pero nunca negándose a avanzar, la totalidad de esos valores. El kirchnerismo al colocar nuevamente el Estado en la centralidad, al subordinar la lógica del mercado a los imperativos de lo político, como instrumento de una reconfiguración de la idea de una nueva ciudadanía inclusiva, tanto horizontales, recuperación de los derechos sociales de los sectores subalternos, destrucción de las redes clientelares al colocar en la política social estatal, a través de la recuperación de sistema jubilatorio, la asignación universal, la incorporación de
millones de jubilados, entre otras medidas, y también medidas de ampliación de derechos civiles: como es el caso del matrimonio igualitario, al colocar lo político en el centro va configurando un repensar sobre lo ciudadano, su relación con el Estado, con lo publico. El kirchnerismo, viene a poner en tensión las concepciones de ciudadanía, donde ese estado de violencia previo funda un nuevo conjunto de derechos, incluyentes, dejando que la misma incluye el conflicto como parte del debate sobre la ciudadanía.
Lecturas del Kirchnerismo II. Leer desde Cooke Mientras en Europa y Estados Unidos se debate sobre problemáticas vinculadas a debates vinculados sobre las consecuencias sociales de la aplicación del neoliberalismo, debate que nosotros realizamos, padecimos en los '90, hoy en nuestro país se intenta repensar sobre futuros, desde una base asentada por los gobiernos kirchneristas desde el 2003. Igualmente en ámbitos diferentes se sigue preguntando sobre la naturaleza de este proceso político, aunque generalmente se lo ubica desde una especie de no-lugar dentro del espectro político, la teoría de la impostura, asumida por la izquierda, el centro y la derecha, es una metáfora que permite despejarlo del espectro. Es impostura la política social, derechos humanos, ausencia de programa económico, pragmatismo, ademas sumado a una especie de vacío ideológico, en virtud del sistema de alianzas que el kirchnerismo ha establecido. El kirchnerismo es un proceso nacionalista revolucionario democrático, poli-clasista, pero cuyo eje articulador son los intereses de las clases subalternas, la no neutralidad pronunciada varias veces por la actual mandataria, implica que entre el entramado de relaciones socio-políticas que se establecen para la creación de correlación de fuerzas para llevar adelante el conjunto de medidas políticas, sociales y económicas, el sujeto central son las clases trabajadoras, los sectores incorporados luego de diez años de neoliberalismo. También es un movimiento poli-clasista vertical en cuanto a la interpelación de reclamos, de incorporación de diferentes grupos generacionales, movimiento de ampliación de derechos civiles, que significan medidas reparatorias hacia sectores ciudadanos marginados, mas allá de su pertenencia de clases, por ejemplo la ley de matrimonio igualitario, el proyecto de ley de identidad de genero. Como movimiento político es un ampliador de ciudadanía, tanto a nivel social como civil, cuyo objetivo es la destrucción de las desigualdades socio-económicas generadas por la aplicación de años de neoliberalismo. Movimiento igualitario que considera la centralidad del Estado, no neutral frente al conflicto social, como regulador del mercado, recuperador de un papel central, lento pero seguro, de recursos estratégicos nacionales. El kirchnerismo es un movimiento de liberación nacional, que toma como eje central la autonomía nacional, y donde la misma es una construcción no solo ejercicio de un estado sino de la totalidad del continente, ya hemos asistido como los presidentes sudamericanos han actuado hacia dentro del subcontinente para dirimir los conflictos sin la intervención de los Estados Unidos, a través de la UNASUR. El kirchnerismo ha logrado concretar la idea de Cooke de que ningún proceso político que busque la liberación ha de lograrse solo desde el peronismo, sino que que es tarea de un conjunto de sectores políticos unificados en un programa apoyado por la movilización popular, esa gran políticas de masas orientadas por un programa “inflexible en ciertos principios fundamentales y
suficientemente amplio como para superar los particularismos ideológicos que coinciden en el propósito común”.11 Espacio político que toma como matriz central, la Revolución Peronista, que como plantea Coscia, como Revolución en proceso de devenir, ya que como afirma: “El peronismo es fruto de una revolución, nace como tal y sus tareas permanecen tan inconclusas como poderosas las energías que reclaman su realización.”
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Los objetivos de la misma son los que han movilizado a los sectores sociales contra el gobierno, en ellos hemos encontrado a sectores desde el socialismo hasta los sectores de la derecha reaccionaria, apoyados por las corporaciones mediáticas y económicas, y las voces de un conjunto de intelectuales cipayos que dan voces a los intereses anti-nacionales. Como decía Cooke: “ La oligarquía no solamente es dueña de las cosas, también es dueña de las palabras. “Libertad”, “democracia” y “moral” figurarán cuantas veces sea necesario en un decreto que dé el zarpazo a las libertades civiles argentinas. La democracia y la libertad se definen a partir de los valores liberales-burgueses; por lo tanto, cualquier tentativa de sustituir la explotación económica por sistemas más justos de distribución de la renta nacional está al margen de la convivencia. El Estado debe ser indefenso frente a los poderes del dinero y despiadado en la represión de los rebeldes.” 13
Mas adelante dice: “Ese orden de injusticia permanente impuesta a través del sistema, es propiciado por una serie de estratos que lo defiende: desde la prensa comercial, los grupos profesorales, los intelectuales cipayos, la masonería, hasta los partidos políticos “tradicionales”. Una parte de la pequeña burguesía siempre se alinea con la opresión, ya sea porque cree ejercer una parte del poder social, ya sea por influencia de la propaganda que masivamente se descarga sobre ella desde hace un siglo. Las clases dirigentes y parte de la pequeña burguesía del país colonial adoptan los esquemas mentales impuestos por el país dominante, y ello por varias razones: porque sus intereses están vinculados a los del imperialismo; porque consideran parte integrante del mundo cultural al que esas ideas responden, mundo del cual creen participar merced a su sedicente superioridad intelectual sobre el resto de la población; porque se encandilan con el relumbrón del pensamiento europeo o norteamericano sin entrar a considerar que responden a contigenciaas que son en muchos aspectos antitéticas de los intereses nacionales.” 14
Este proceso revolucionario democrático nacido en el 2003, a través de la participación activa del Estado, de sus instituciones, ha logrado fortalecer su papel frente a los intereses facticos de poder, colocando la posibilidad de la construcción de un modelo alternativo que va sustituyendo la 11 COOKE; J.W, “La lucha por la liberación nacional” en COOKE; J,W; La lucha por la liberación nacional. Incluye: El Retorno de Perón y La Revolución y el peronismo, Editorial Quadratta, Buenos Aires, 2007, 9-10 12 COSCIA, Jorge, La esperanza sitiada. Debates políticos-culturales en tiempos del Bicentenario, Colihue, Buenos Aires, 2009, p, 9 13 COOKE, J.W, “La lucha por la liberación nacional” … p. 14 14 Idem, p.15. Cualquier parecido con Clarín, La Nación, los “intelectuales” columnistas en esas revistas no es pura coincidencia.
explotación económica financiera reinante desde la noche de 1976, pero los enemigos del proyecto político nacional y popular, continua encontrado palos en las ruedas, por parte de la nueva oligarquía sojera (2008), el ataque de los multimedios oligopólicos durante la lucha por la sanción de la ley de medios, y la actual intento, por parte de estos medios, aliados con los sectores financieros, para avanzar en una especie de corrida bancaria, y el ataque a la medida de quita de subsidios hacia los sectores minoritarios y privilegiados de la sociedad. Ahora como el peronismo es la matriz de nacimiento, la expresión de la situación de superación dialéctica de su esencia al incorporar las tradiciones políticas emancipadoras nacionales y latinoamericanas, que establecen un dialogo con los núcleos fundantes del peronismo, como corpus teórico político: Independencia Económica, Justicia Social y Soberanía Política, las cuales también conforman parte de las tradiciones, así como de las experiencias de sujetos políticos, así como de quienes en sus cotidianidades sufrieron la falta de esos 3 principios rectores sobre los cuales un sujeto se incorpora a la política para verlos realizados en la sociedad. El kirchnerismo, representa, como metáfora la famosa frase de Cooke, el hecho maldito del país neoliberal, ya que las políticas implementadas desde el 2003 hasta la actualidad, enmarcado en las contradicciones propias de una sociedad compleja, sumado a la movilización de los sectores populares, ha colocado en tensión el status quo nacido en 1976, proceso que continuara, ya que las transformaciones deben romper definitivamente con los moldes que eran la base del antiguo orden, creando las condiciones para la desaparición que le dieron origen. Ahí la importancia del lema tomado del gran candombe popular “NUNCA MENOS”, desde las bases construidas avanzaremos en los elementos faltantes, no son necesarias oposiciones que hablan en nombre de poderes sectoriales decirnos lo que falta, ya nosotros lo sabemos, para que podamos encontrarnos definitivamente liberados, en una patria mas justa... esa patria que comienza al sur del Río Bravo.
Leer el Kirchnerismo. Lecturas desde Bobbio La caída de los socialismos “realmente existentes” provoco un gran crisis en el espacio de las izquierdas, frente a ese derrumbe teórico-político, se impuso la visión triunfante del neoliberalismo, tanto en el plano político, económico e ideológico, los supuestos teóricos sobre lo que se desarrollo esta cosmovisión del mundo, se centro sobre dos elementos centrales: por un lado, la idea de final de la historia, y por el otro, la imposibilidad del nacimiento de un modelo alternativo al capitalismo en su fase financiera, esta ultima implicaba una doble imposibilidad, la primera, como nacimiento de una alternativa post-capitalista, y la segunda, la imposibilidad de una alternativa interna dentro del capitalismo, esta ultima era un avance sobre la idea de la existencia de un Estado de Bienestar. El triunfo de lo inevitable del capitalismo financiero, la derrota de los socialismos en la Europa del Este, llevo también a amplios sectores académicos, de formación de opinión publica, a la caducidad de la idea de una existencia dicótomica entre izquierdas y derechas, ya que los sustentos políticos que sustentaban esa idea, principalmente la bipolaridad a nivel mundial, habían caído con los significantes de esas palabras que marcaron el ideario político desde la primer revolución política burguesa, redefiniendose en el devenir en el tiempo, las muertes de sistemas políticos implicaba en el imaginario de los sectores conservadores el fin de las ideas sustentadoras de una izquierda y una derecha. En la periferia, como en el centro, el triunfo ideológico de este paradigma llevo a la aceptación del desembarco del neoliberalismo puro, pero apareció un discurso basado en un conjunto de ideas laxos, el progresismo, que cuestionaban determinadas practicas de la implementación del capitalismo financiero, de una índole cuasi moral, pensemos el progresismo de la Alianza en la Argentina, que cuestionaba la corrupción, y no la centralidad de la lógica del funcionamiento del neoliberalismo. En 1995, el politólogo italiano, Norberto Bobbio, escribe un ensayo sobre la necesidad de recuperar las nociones de izquierda y derechas, y propone para esto, repensar las mismas, en una superación del solo marco ideológico sino en los valores que representan cada una, y tomando como valor central, para analizar a las mismas, la posición que tienen respecto a la idea de igualdad, entre una visión horizontal y una visión vertical de la sociedad, considerando el criterio de igualdad, como un principio fundador que resiste el paso del tiempo. Son las respuestas a la pregunta sobre el problema de la desigualdades sociales, es el criterio sobre el que la izquierda y la derecha se definen: “ (…) una distinta valoración entre la relación entre igualdad-desigualdad natural e igualdad-desigualdad social. Lo igualitario parte de la convicción de que la mayor parte de las desigualdades que lo indignan, y querría hacer desaparecer, son sociales y, como tales, eliminables; lo no igualitario, en cambio, parte de la convicción
opuesta, que son naturales y, como tales, ineliminables”. 15
Es importante pensar en esta distinción para pensar los cambios ocurridos con la irrupción del acontecimiento kirchnerista en la sociedad argentina, y para pensar que quienes se opusieron a las medidas centrales del gobierno pueden ser definidos como derecha, ya que el kirchnerismo, como acontecimiento vino a instaurar una reparación social sobre las consecuencias sociales de treinta años de aplicación de políticas neoliberales en nuestro país. Si bien en su discurso de asunción, el ex-presidente Nestor Kirchner, plantea la necesidad de construir un capitalismo nacional, o en el ultimo discurso de la actual mandataria en el B-20, que frente al anarco-capitalismo, es decir el capitalismo financiero, hay que volver al capitalismo en serio, significo un ataque por parte de la izquierda teórica, acusando al ciclo kirchnerista como una continuidad del modelo neoliberal, como un proceso de cooptación de los sectores populares, sin pensar, que ambos gobiernos, ante la pregunta sobre la desigualdades sociales que medidas políticas tomaron, y las mismas han de ser pensadas como medidas que toman a las desigualdades sociales, no como naturales, ni forjadas por el desenvolvimiento de los individuos en una supuesta libertad de mercado, sino como resultado de practicas sociales, que beneficiaron a fracciones de la clase dominante nacional, como diría Kirchner en su discurso de asunción: “En nuestro proyecto ubicamos en un lugar central la idea de reconstruir un capitalismo nacional que genere las alternativas que permitan reinstalar la movilidad social ascendente. (…) Para eso es preciso promover políticas activas que permitan el desarrollo y el crecimiento económico del país, la generación de nuevos puestos de trabajo y la mejor y más justa distribución del ingreso. Como se comprenderá el Estado cobra en eso un papel principal, en que la presencia o la ausencia del Estado constituye toda una actitud política”.
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Frente a las criticas de que el kirchnerismo clausura la posibilidad de pensar las posibilidades de la real emancipación de las clases subalternas, se puede ver, que sin la presencia de un Estado que reconstruya el tejido social destruido por la aplicación de medidas neoliberales, la recuperación de los valores de solidaridad y justicia social, no se puede pensar en generación de alternativas al modelo capitalista, el acontecimiento kirchnerista no solo implica una reparación histórica, sino también la apertura nuevamente de debates políticos sociales sobre el horizonte de expectativas de las clases subalternas. El Estado, no solo actuá generando políticas desde un arriba, sino también con el involucramiento de la sociedad en la toma de decisiones en las políticas publicas, pensemos en la alta participación popular en los debates sobre la ley de medios, como la movilización de amplios sectores sociales apoyando el matrimonio igualitario, actualmente el vicegobernador electo en la provincia Gabriel Mariotto, realizo practicas semejantes respecto a la discusión de los ejes centrales de la política de 15 BOBBIO, Norberto, Derecha e Izquierda, Taurus, Madrid, 1995, p.146 16 KIRCHNER, Néstor, Discursos del Presidente Néstor Kirchner 2003-2007, Ediciones Punto Crítico, Buenos Aires, 2011, p. 18
gobierno de la principal provincia nacional. Las medidas que se tomaron en su conjunto por los gobiernos nacionales, tienden a pensar a la sociedad como un espacio horizontal, tendiente a reducir las desigualdades sociales, la recuperación del rol de los trabajadores como agente político, la movilización de los jóvenes en el espacio político kirchnerista, quienes desde de las nuevas formas de militancia, que vinculan lo territorial con lo cultural, lo virtual, dan muestra que la sociedad nacional ha avalado un gobierno, nacional popular, que podríamos definir de centro-izquierda, por mas que desde los referentes centrales del espacio no pronuncien la palabra “socialismo”, pero acaso no son partidos de origen socialistas quienes en Europa han implementado las políticas de ajuste. El kirchnerismo, ha movido el eje de la discusión política del centro al espacio de centroizquierda, y el famoso Nunca Menos, como lo dice Miriam Garcia Merlo, habla del deseo de futuro 17
, es decir una apertura de un horizonte de expectativas que la temporalidad neoliberal había
cerrado.
17 Ver, GARCIA MERLO, Miriam, http://sumateacristina.net/group/bibliotek-virtual-nacional-y-popular