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Mi Swami, mi compañero constante Sujata Ravindran Menon
Mi Swami, mi compañero constante
Sujata Ravindran MenonM e gustaría narrar un incidente brillante en mi vida, que demuestra que las oraciones genuinas y sinceras de uno siempre son contestadas por nuestro Amado Swami. Mi familia ha sido devota de Swami durante las últimas tres generaciones y mi madre es una de las primeras Gurúes de Educación Espiritual Sai (Bal-Vikas) de la ciudad de Bombay (Mumbai). En 1978, fui seleccionada para el curso de verano en cultura y espiritualidad india, del estado de Maharashtra, que se llevó a cabo en Brindavan, en Bangalore (Bengaluru).
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El evento influyó tanto en mí que estaba decidida a estudiar mi carrera únicamente en la Universidad de Swami, en Anantapur.
A mi regreso a Bombay (Mumbai), tomé un certificado de transferencia de mi universidad y vine a Anantapur, junto con mis padres, para la admisión. Tenía confianza en que Swami escucharía mis oraciones y me proporcionaría un lugar en Su institución.
Amen mi incertidumbre Nos tomó de sorpresa cuando la directora nos dijo a quemarropa que nos regresáramos, ya que las admisiones habían terminado.
Realmente estaba muy afectada, dado que había obtenido el certificado de transferencia de la Universidad de Bombay (Mumbai).
Totalmente desilusionada, fui a Puttaparthi respondió: “madre feliz... feliz” (Santhosham para recibir la visión física (Darshan) de Swami Amma... Santhosham). ¡Mi madre estaba muy junto con mis padres. En las líneas del Darshan, triste y yo estaba totalmente abatida! Fue una mi madre le informó a Swami que no obtuve la verdadera prueba de fe... y mi mente de mono admisión. Swami respondió: “Vuelve allí y ve empezó a gastar bromas. con Amma”, en tamil. Mi madre le oró a Swami porque ya habíamos estado en la universidad y me negaron la admisión. A esto, Bhagawan Mientras tanto, después de la visión física (Darshan), vimos a la directora, Jayamma
Madam y a Pushpa Madam entrando en la sala de entrevistas de Swami. De repente, hubo un fuerte aguacero y todos corrimos atropelladamente. Mi madre y yo nos refugiamos bajo un gran árbol cerca de las arenas del templo (Mandir). La directora también se refugió bajo el mismo árbol. Al vernos, nos informó que Bhagawan mismo me había seleccionado para la admisión y nos pidió que fuéramos a la universidad al día siguiente. Realmente estaba en el séptimo cielo y mi madre ofreció algunas oraciones en voz alta, agradeciendo profusamente a Swami. Al día siguiente, fuimos a Anantapur y el director y otros miembros de la facultad nos dieron una bienvenida real. ¡El director incluso dejó la elección de la habitación del albergue a mi discreción! Por la gracia de Bhagawan, pude entrar en los sagrados portales de la Universidad de Anantapur, sin ningún examen escrito o prueba. Esta fue una experiencia que me cambió la vida y demuestra que, si uno deposita una fe completa en Swami, Él nos protegerá y guiará en todos los sentidos. Entonces comprendí el significado interno de las palabras de Swami, “¡Amen mi incertidumbre!”. Salvador en tiempos de crisis
Swami siempre nos ha recordado que Él siempre está con nosotros, en nosotros, a nuestro alrededor, encima de nosotros, debajo de nosotros y protegiéndonos, así como los párpados protegen los ojos. En este contexto, me gustaría narrar un incidente fascinante que mostró en amplia medida la compasión del Amado Sai y Su seguridad a los devotos de que Él es el verdadero salvador en tiempos de crisis (Apadbandhava). Este incidente ocurrió en el año 1980, cuando estaba estudiando para mi curso de Licenciatura en Comercio en la Universidad de Anantapur, de Swami. En uno de los semestres, me había enfermado y, por sugerencia del mentor, decidí regresar a mi casa en Bombay (Mumbai) para recibir tratamiento. Como era tiempo de vacaciones y el viaje se decidió de repente, no había reserva de tren disponible. Una estudiante que iba a Guntakal me dijo que su padre me ayudaría a conseguir un boleto. Al llegar a la estación de Guntakal, se olvidó del asunto y se fue con sus padres. Me dejaron atrás en la estación de Guntakal, a las 8 de la noche, sin boleto y con un equipaje pesado para que me las arreglara yo sola. Estaba muy enferma y esto me dejó agotada física y mentalmente. El tren a Bombay (Mumbai) ya había llegado a la estación de Guntakal.
Hice una oración ferviente al Amado Señor Sai y.… he aquí, de la nada, se me apareció un anciano musulmán. Con confianza, recogió mi equipaje y me pidió que lo siguiera. De alguna manera, no sentí ninguna duda o reserva. Guardó el equipaje en un compartimento reservado, sacó un boleto de su bolsillo y me lo dio. Al preguntar cuánto dinero debía pagar, dijo que no le debía nada y salió del compartimiento cuando el tren estaba a punto de moverse. Luego se acercó a la ventana y me dijo tres veces: “Recuerda que mi nombre es Kadhar”. ¡Sus ojos eran extraordinarios y luminosos! ¡Mientras miraba hacia afuera, "Kadhar" (que significa Todopoderoso, en árabe) simplemente desapareció en el aire! Me quedé realmente estupefacta y me di cuenta de que era nuestro querido Swami quien había asumido el papel de un pobre porteador de trenes, para salvarme en esa precaria situación. ¡El examinador de boletos de viaje vino y revisó el “boleto” y lo confirmó! Este “milagro” muestra que Bhagawan Sri Sathya Sai Baba hará todo lo posible para salvar una situación y proporcionar seguridad y socorro a Sus devotos. La fe es ver lo invisible, creer en lo increíble y experimentar lo imposible. Tales incidentes cimentan nuestra fe inquebrantable en Swami y nos ayudan a darnos cuenta de Su Omnipresencia, Omnisciencia y Omnipotencia.
(La autora es una exestudiante de la Universidad Sri Sathya Sai para Mujeres, Anantapur).