Evangelizar Revista de Ayudas Pastorales
Di贸cesis de Sons贸n-Rionegro
Feb. de 2014 | N掳 8
SUMARIO A LOS SACERDOTES Mons. José David Henao Marín CUIDA DE TI MISMO Y DE TU GREY.
LITURGIA DEL DOMINGO Pbro. Javier Arturo Marín Carvajal DOMINGO IV DOMINGO V DOMINGO VI DOMINGO VII
FORMACIÓN DOCTRINAL Pbro. Luis Javier Otálvaro Álvarez CREO EN DIOS. “CREO EN UN SOLO DIOS”. EL DIOS VIVO ACTÚA SIEMPRE EN NUESTRA HISTORIA.
NUESTRA REALIDAD Mons.Gilberto Muñoz Ospina PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS ACTORES ARMADOS.
CONTROVERSIAS RELIGIOSAS Pbro. Oscar Charlarca ¿POR QUÉ TANTAS CRITICAS A LA TAREA EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA?
CAMBIO DE ACTITUD Pbro. John Jairo Olaya LA SANACIÓN DE LAS HERIDAS DE LA VIDA. Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo
VIDA FAMILIAR Pbro. Nelson Patiño Villa LA LLAMADA CREADORA QUE INVITA A UNA BÚSQUEDA.
ESPACIOS PARA CRECER Pbro. Jorge Iván Martínez López LOS MOVIMIENTOS ECLESIALES EN LA PARROQUIA… PARA CONOCER Y AMAR
Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín Director P. John Jairo Olaya Ballesteros. Diagramación Silvia Giraldo Consejo editorial Delegados de Pastoral Coordinador general Vicaría de Pastoral Impresión Periódico El Mundo Dirección Diócesis de Sonsón-Rionegro Curia Episcopal Calle 51 No 47-31 Tel: 531 5252 www.diosonrio.org.co Fotografía Diócesis de Sonsón-Rionegro
Sugerencias vipastoral@diosonrio.org.co
Evangelizar | 3 Del texto bíblico de Hechos 20, 28, podemos deducir de una manera clara y directa la definición de pastoral sacerdotal, a nivel personal y del presbiterio, con el obispo a la cabeza: “tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo” Se trata de un autocuidado de cada sacerdote consigo mismo y del cuidado de la Diócesis con cada presbítero y con todo el presbiterio. Igualmente, se trata de un cuidado integral: bienestar integral, entendido como salud física, mental, moral, espiritual intelectual y existencial; comunión fraterna, entendida como la forma de vida de cada presbítero en su búsqueda de unidad interior, en el equipo de trabajo pastoral, en la vicaría, en el presbiterio y especialmente en su grupo o comunidad de vida y amistad sacerdotal, y formación permanente, en las tradicionales cuatro dimensiones humana, espiritual, comunitaria y pastoral, que son los tres componentes de la pastoral sacerdotal. Entendiendo la pastoral sacerdotal, como la continuación de la formación inicial, como nueva forma de seminario, en cuanto a los protagonistas la Pastores Dabo Vobis, en el número 69 dice que “no se puede olvidar que el mismo aspirante, (para nuestro caso el mismo presbítero), es también protagonista necesario e insustituible de su formación: toda formación –incluida la sacerdotal- es en definitiva una autoformación. Nadie nos puede sustituir en la libertad responsable que tenemos cada uno como persona (y como sacerdote). Ciertamente también el futuro sacerdote –él el primero – debe crecer en la conciencia de que el protagonista
por antonomasia de su formación es el Espíritu Santo, que con el don de un corazón nuevo, configura al aspirante a Jesucristo, el buen Pastor…” Si damos una mirada objetiva a nuestros presbíteros, constatamos que algunos carecen de actitud, celo y ardor, por su auto pastoral como proceso de configuración con Jesucristo Cabeza, Pastor, Maestro, Esposo y Siervo y que como mecanismo de defensa se dedica a criticar negativamente, a asumir una actitud conformista y rutinaria y a contagiar de su indiferencia a otros hermanos presbíteros. Nada les gusta ni les interesa de los subsidios pastorales que se les ofrece. Por otro lado, afortunadamente tenemos un buen número de presbíteros que se toman en serio en su identidad y en su ministerio, asumiendo una disciplina y un proceso de auto pastoral y de aprovechamiento, corresponsabilidad y compromiso con todo lo que el Señor obispo y la delegación de pastoral sacerdotal les ofrece periódicamente. En nombre de Cristo exhortamos al primer grupo a despertar, a ponerse las pilas para asumir con determinación su propio proceso de la pastoral sacerdotal y al segundo grupo para acrecienten día a día su responsabilidad personal y su corresponsabilidad con los esfuerzos diocesano en la tarea prioritaria de la pastoral sacerdotal.
Pregunta para reflexionar
Con honestidad y sinceridad cuál es su actitud y compromiso con la pastoral sacerdotal diocesana?
Texto para profundizar
Pastores Dabo Vobis Números 69 y 23 Monseñor José David Henao M. Delegado de la Pastoral Sacerdotal.
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DOMINGO IV
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Evangelio según san Lucas (2,22-32)
PAUTAS DE REFLEXIÓN A esta fiesta se solía llamar antes del Concilio la Candelaria o Fiesta de la Purificación de la Virgen. Venía considerada como una de las fiestas importantes de Nuestra Señora. El sentido original de esa fiesta: es la celebración del encuentro con el Señor, de su presentación en el templo. El Concilio Vaticano II, recuperando de este modo su sentido original, la ubica no como como una fiesta de la Virgen, sino del Señor. Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: “Todo primogénito varón será consagrado al Señor”, y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: “un par de tórtolas o dos pichones.” Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu del Santo moraba en él. Había recibido un oráculo del Espíritu Santo: que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: -Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel”.
Guiados por el Espíritu En esta celebración la Iglesia da mayor realce al ofrecimiento que María y José hacen de Jesús. Ellos reconocen que este niño es propiedad de Dios y salvación para todos los pueblos. La presencia profética de Simeón y Ana es ejemplo de vida consagrada a Dios y de anuncio del misterio de salvación. Simeón es prototipo de quien tiene el Espíritu y se deja mover por él. Sólo quienes se dejan guiar por el Espíritu pueden entender, descubrir y experimentar los caminos de Dios y su salvación/ liberación. Son las personas sencillas y pobres quienes mejor captan el mensaje de Dios y su presencia. Alabar y dar gracias a Dios Quien ve y experimenta el cumplimiento de las promesas divinas bendice y alaba a Dios, y habla de ello a todos. “Ahora”, hoy, también nosotros, podemos ver al Salvador. Hay motivos para alabar y dar gracias. Pero, a veces, no lo hacemos porque no nos dejamos guiar por el Espíritu.
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Creer significa dar crédito a algo, aceptar y asumir algo que me dicen o que veo. Puede ser que ese algo lo vea o no, que pueda tener prueba o no de ello. Cuando confesamos nuestra fe, decimos que “creemos en Dios”. Esta es la primera y la fundamental afirmación del Credo. Cuando hablábamos sobre la fe, decíamos que no podíamos colocarla en las criaturas, en las cosas o en las realidades terrenas, sino en el único Dios, Vivo y Verdadero. De esta primera confesión dependen todas las demás del Credo. Los demás artículos, de hecho, nos hacen conocer mejor a Dios, tal y como se reveló progresivamente a la humanidad (cfr. CIC, 199). Cuando decimos “creo en Dios”, debemos hacerlo dejando que nuestro corazón se abandone totalmente en la Divinidad. Santa Teresa decía: “Quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta”. Dios es un Ser: • Que existe por Si solo no depende de nada ni de nadie para existir. Nosotros, los seres humanos, no podemos decir lo mismo. Nadie puede existir sin Dios. • Que es Eterno, es decir, que no tendrá fin. Pero significa también que no tuvo principio. Dios es eterno porque ha existido y existirá siempre. • Que es Todopoderoso, puede hacer todo lo que quiere. “No hay nada imposible para Dios” (Lc. 1, 37), dijo el Arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María.
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Que está en todas partes; no hay sitio donde no esté Dios. Decimos, entonces, que Dios es Omnipresente. Que sabe todas las cosas; conoce todo, hasta nuestros más ocultos pensamientos. Conoce las palabras que decimos antes de que las pronunciemos. Por esto decimos que Dios es Omnisciente: sabe todo. (cfr. Sal 139). Que ha creado todo lo que existe. Que también es nuestro Padre. Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué significa “creer”? 2. ¿El hombre puede conocer a Dios? ¿Cómo? 3. ¿Por qué hay personas que no creen en Dios? Textos para profundizar • Catecismo de la Iglesia Católica No. 198-199 • http://www.aciprensa.com/ catequesis/credo3.htm • h t t p : / / w w w. m e r c a b a . o r g / CREDO/CURSO/credo_02.htm
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CATEQUESIS 1
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DOMINGO V Evangelio según san Mateo (5,13-16)
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo». PAUTAS DE REFLEXIÓN Los discípulos, que viven según el estilo de las bienaventuranzas, son la sal de la tierra y la luz del mundo, es decir, fermento de una nueva humanidad. El cristiano debe sentirse comprometido con el mundo y no puede mantenerse ausente y distraído. Él se debe a los demás: Él está llamado a ser la luz que ilumina; él es la sal que no puede perder su sabor; él es la ciudad colocada en lo alto, que orienta y anuncia el camino. Esto se hace posible en el amor cristiano que no se reserva, ni se encierra en el propio egoísmo. “Ustedes son la sal de la tierra” Esto lo dice a cada uno, a todos los llamados a ser sus discípulos. Los que por razones de salud
deben comer sin sal, saben que las comidas así son insípidas. Como la sal da sabor a las comidas, así los cristianos debemos penetrar el mundo con el sabor del Espíritu del Evangelio. Debemos quitar el sabor amargo a un mundo que está en peligro de hundirse en el aburrimiento, la soledad, la frustración, la desesperación. Como la sal, el cristiano se puede desvirtuar: entonces es un estorbo. Un cristiano que no asume su compromiso frente al mundo, es inútil. “Ustedes son la luz del mundo” Los cristianos estamos para disipar las tinieblas. Debemos ayudar a los hombres para que puedan vivir de verdad. El mundo grita por la luz de la justicia, la verdad y la paz. Nuestro paso por la tierra no es indiferente: ayudamos a otros a encontrar a Cristo o los separamos de Él; enriquecemos o empobrecemos. Responsabilidad del Discípulo El cristiano, debe comportarse como hijo de la luz, no es poco lo que Dios mismo ha puesto en sus manos, ni pequeña su responsabilidad en la construcción del mundo. Los frutos que debe dar como hijo de la luz son: amor, justicia y verdad. Tenemos que sentir vivamente nuestra responsabilidad de iluminar, de ser fermento y de comunicar la “Buena Nueva”.
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CATEQUESIS 2
Creer en Dios Padre todopoderoso: • Con estas palabras comienza el Símbolo de Nicea-Constantinopla. Creemos que Él es el Dios único y que sólo Él es necesario. Tenemos que amarle con todo el corazón y todas las fuerzas. Sólo en Él podemos poner nuestra confianza sin condiciones. Por ello, es un Dios que reclama nuestra fidelidad inquebrantable, el amor total y desinteresado, sin «imponerle» normas de nuestras medidas, pensamientos o criterios humanos. En la Biblia encontramos diversos pasajes donde Dios se nos revela como el Único Señor: (algunos ejemplos). •
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“Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo y aquí en la tierra; no hay otro” (Dt 4, 39). “Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado” (Dt 6, 4–7). “Volveos a mí y seréis salvados, confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro... ante mí se doblará toda rodilla y toda lengua jurará diciendo: ¡Sólo en Dios hay victoria y fuerza!” (Is 45,22-24; cf. Flp 2,10-11).
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Es creer que Él nos da y sustenta cada instante de nuestra vida, de una manera providente. Es estar del lado de la Vida, estar dispuestos a darla, comunicarla y defenderla con palabras y obras. Es no conformarse con el mal, sino intervenir para que se cumpla el Plan de Dios. Es vivir confiando en aquel Dios que «demuestra su poder en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que pedimos o imaginamos» (Ef 3, 20) y que, por lo tanto, puede y quiere utilizarnos como sus instrumentos. Es aceptar el desafío de asumir la misión que nos da el Señor, aun cuando seamos conscientes de nuestra debilidad, pues sabemos que su gracia «nos basta» (2 Co 12, 9).
Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué es monoteísmo y politeísmo? 2. Los cristianos creemos en un único Dios y ¿por qué tres Personas? 3. ¿Cuáles deben ser las actitudes del creyente frente a Dios? Textos para profundizar • Catecismo de la Iglesia Católica No. 200 - 204 • http://www.mercaba.org/FICHAS/ infonegocio/catequesis_credo_01.htm • h t t p : / / i n f o c a t o l i c a . c o m / b l o g / meradefensa.php/1204301216lstronggserie-lemgmeditacione
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DOMINGO VI
Evangelio según san Mateo (5,20-22a.27-28.33-34a.37)
“Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás”, y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio.” Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus votos al Señor.” Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; A vosotros os basta decir “sí” o “no”. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».
PAUTAS DE REFLEXIÓN Este texto está ubicado dentro del sermón de la Montaña, y desde esta perspectiva hay que interpretarlo. Jesús define la relación entre el Evangelio y el modo como se interpretaba y vivía la ley del Antiguo Testamento. Entre los primeros cristianos existió una polémica sobre la interpretación de la Ley de Moisés. ¿Estaban obligados a cumplir sus preceptos o habían sido abolidos por Jesús? ¿Qué valor y qué interpretación había que darles? El versículo 20 que puede considerarse como síntesis, criterio y conclusión de todo el discurso. Las enseñanzas de Jesús no pretenden abolir la Ley, sino llevarla hasta sus últimas consecuencias. Jesús propone una vivencia de la Ley desde dentro, sin barreras, en plenitud. Asumida como expresión de la voluntad de Dios. “No matarás” Este precepto no se refiere solo a la muerte física. Hay formas sutiles de “matar”: el olvido, la ofensa, la injuria, el insulto, el desprecio… El “no matarás” bíblico, sigue siendo violado de manera sistemática, incluso por quienes tienen el deber-
obligación de proteger la vida, esta defensa es tarea necesaria y prioritaria en la vida de todo cristiano. “No cometerás adulterio” Cuestión relacionada con la vida matrimonial. El adulterio empieza en el corazón. Hoy se piensa que Jesús y la Iglesia han cargado al matrimonio con una pesada ley, con facilidad se olvida que el matrimonio está llamado a ser exclusivo, total e incondicional. Necesitamos –hombres y mujeres- que sepan vivir, testimoniar y defender el proyecto de un amor indisoluble, al mismo tiempo que comprender y ayudar a quienes sean incapaces de vivirlo. “No jurarás” La necesidad de avalar la propia palabra con juramento, supone un clima de desconfianza. La llegada del Reino inaugura un clima de sinceridad que hace innecesario este aval y cualquier otra prueba. El sí y el no de los labios deben corresponderse al sí y al no del corazón. Hoy tenemos que creer que la sinceridad, la confianza es posible, que la dignidad no está perdida, que la honestidad es una semilla del Reino. Recuperar el valor de la palabra es camino evangélico y camino de espiritualidad.
Quiere Dios, en su infinita bondad y sabiduría, revelarse y manifestar el misterio de su voluntad de manera pedagógica a lo largo de la historia, es el Dios Vivo y Verdadero que entra a ser parte del escenario histórico del ser humano. En la Sagrada Escritura se pueden encontrar varios ejemplos de esta manifestación divina a lo largo de la historia, donde Dios sale al encuentro de algunos hombres para encomendarles una misión o tarea específica y, a través de ellos, se va dando a conocer al pueblo, hasta hacerse presente en Jesucristo (cfr Flp 2,6-11). Estos son algunos ejemplos: Abraham: Escucha la voz de Dios, sus promesas, experimenta su presencia (cfr. Gn 12,1-3; 15,1-8). Es referente en la vida de fe (Hb 11,8-10). Moisés: cuando Dios se le manifiesta en la zarza ardiendo, le dice: “Yo soy el que soy”. Este es el nombre de Dios que indica su identidad más profunda y al mismo tiempo su misterio y trascendencia. Allí escucha su voz y, en medio de las dudas, cumple su voluntad (cfr. Ex 3,16.13-15). Ve los signos que Él realiza para liberar al pueblo de la esclavitud (cfr. Ex 4,1-9; 14,15-31; 17,1-7). Samuel: Escucha la voz de Dios que le llama, le responde y cumple, como profeta, la misión encomendada (cfr. 1Sm 3,10-14). Ungirá a David como rey de Israel (1Sm 16,13). Elías: Experimenta la voz y el paso de Dios en la montaña, a través de un susurro suave, y a pesar del temor, cumple la voluntad de Quien le envía (cfr. 1Re 19,9-18) Dios es Quien está vivo, actuante y presente en todos los momentos de la historia, Él salva, Él es Santo. Delante de la grandeza del Señor, se descubre la pequeñez del hombre.
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CATEQUESIS 3
Preguntas para el diálogo 1. ¿Cómo se manifiesta Dios en la historia? 2. ¿Dios se sigue manifestando hoy? ¿cómo? 3. ¿Qué personas nos dan testimonio del Dios Vivo en la actualidad?
Textos para profundizar • •
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Catecismo de la Iglesia Católica No. 205 - 209 h t t p : / / w w w. v a t i c a n . v a / h o l y _ f a t h e r / francesco/homilies/2013/documents/papafrancesco_20130616_omelia-evangeliumvitae_sp.html http://www.mercaba.org/FICHAS/ORACION/ CREDO/1_dios_padre_to dop o deroso_ creador.htm
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DOMINGO VII Evangelio según san Mateo (5,38-48)
“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente.” Yo, en cambio, os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo” y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.”
PAUTAS DE REFLEXIÓN ¿Cómo entender en una sociedad tan tensa y agresiva como la nuestra eso de presentar la otra mejilla o amar al enemigo? Este es el núcleo más original y específico del Evangelio, es un mensaje novedoso que nos puede resultar incluso desconcertante. El cristiano no se contenta con el simple equilibrio de la justicia. Él está invitado a ir más allá, hacia un testimonio altísimo y sorprendente, Es un llamado al riesgo continuo de perdonar y de amar.
Amar sin medida Para entender la novedad de las palabras de Jesús es necesario conocer lo que era la ley del talión; hace dos mil años ésta no era una ley de venganza sino todo lo contrario: era una forma de frenar la violencia, poner límite a la venganza y hacer posible la convivencia, exigiendo que el castigo nunca sobrepasara la ofensa. Y es ahí donde Jesús propone otro camino. Ésta ya no tiene sentido, porque con la llegada del Reino se hace presente el amor de Dios, un amor comprensivo y sin medida. El amor no puede quedarse reservado al círculo de los más cercanos, a los de mi grupo, a los de mi familia, a los que me aman, sino que alcanza incluso a los enemigos. Es un amor sin fronteras y sólo puede entenderse como expresión del amor de Dios, que es para todos. Sed perfectos Lo que nos debe distinguir en el mundo es el esfuerzo en la búsqueda de la perfección, el mundo sólo podrá ser transformado por quienes tengan como meta la perfección de Dios, y así nuestro aporte a la paz será crear a nuestro alrededor un ambiente de amor, perdón y reconciliación.
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NUESTRA REALIDAD
Participación
política de los
actores armados Aunque Lentamente, avanzan los diálogos de paz en la Habana entre el gobierno nacional y las FARC-EP., como Iglesia, tenemos que ver con buenos ojos (los de la fe) este proceso, y orar incesantemente para cristalice en acuerdos que favorezcan la búsqueda de la paz integral. Acaba de terminar la fase de diálogo sobre el objetivo dos de la agenda, sobre desarme, desmovilización y reintegración a la vida civil de los actores armados. Desde nuestra visión ciudadana tenemos que afirmar que es necesario que los combatientes desmovilizados participen de la vida política, cumpliendo con las exigencias de la democracia y de la Constitución política. Uno de los mayores escollos que se plantea hoy, es el de la necesaria penalización de los mismos por los delitos cometidos, y más aún, cuando se trata de delitos de lesa humanidad. Desde el Evangelio y la Doctrina social, tenemos que afirmar: eso es verdad. Pero será que la única forma de sanción es la cárcel? Acabo de oír al nuevo ministro de justicia en RCN noticias de la mañana, quien afirma que el sistema carcelario actual en Colombia, no rehabilita. Por eso con la mirada puesta en la cruz, desde donde Jesús perdonó al ladrón que arrepentido confesó su culpa (“Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste, nada malo ha hecho. Y decía:
Jesús, acuérdate de mi cuando estés en tu Reino. Jesús le dijo: HOY estarás conmigo en el paraíso” Lucas 23, 39ss), tengamos la certeza de que para que los acuerdos de paz sirvan para construir una paz integral y duradera, más que cárcel, se necesita de parte de ellos, pero también de todos los colombianos, un profundo proceso de RECONCILIACIÓN, el cual implica: VERDAD. JUSTICIA. RESTAURACIÓN. Cuando nosotros hablamos de VERDAD, nos referimos a la que nos hace libres y que implica también la verdad de fe. Cuando hablamos de JUSTICIA, nos referimos no sólo a la justicia conmutativa, distributiva ó legal; nos referimos sobre todo a la JUSTICIA SOCIAL que implica igualdad de oportunidades para todos a fin no sólo de tener más sino de ser más. Cuando hablamos de RESTAURACIÓN, nos referimos al proceso de reconciliación, que implica la conversión, la cual exige de todos, misericordia, perdón y sanación, y ello sólo es posible desde un compromiso de fe de todas las iglesias que creemos en Jesucristo bendito y su Evangelio. Con el salmo 84 decimos: “Restáuranos Dios Salvador nuestro…: muéstranos Señor tu MISERICORDIA y danos tu SALVACIÓN. Voy a escuchar lo que dice el Señor: Dios anuncia la PAZ a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón”. Por eso acojamos la llamada de la Iglesia a trabajar para que la paz nazca de verdad de un CORAZÓN NUEVO.
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CONTROVERSIAS RELIGIOSAS
¿Por qué tantas
criticas a la tarea
evangelizadora
de la
Iglesia?
¿Cuestiones de fondo? • ¿En dónde han quedado 20 siglos de labor ininterrumpida de evangelización y de trabajo por los más pobres? • ¿Por qué la descristianización de Europa, si fue desde allá desde donde partió la tarea de la evangelización para Asia y para América? • ¿Por qué se acusa a la Iglesia inmisericordemente por su trabajo en favor de los más necesitados, en los orfanatos y casas de niños y adolescentes en países como Irlanda, Bélgica y Estados Unidos? • ¿Valdrá la pena que la Iglesia tenga tantas obras sociales, cuando, al final, nadie le agradece ¿ El Papa Francisco acaba de recordarle a la Iglesia que ella no es una ONG o una institución de beneficencia? • ¿Para qué obras de tanta envergadura , -como clínicas, universidades, canales de televisión y de radio-, cuando los estados de hoy están en capacidad de asumirlas, sin tantas afujías económicas? • ¿Por qué se especula tanto sobre la doctrina católica sobre los matrimonios de parejas del mismo sexo y se la tacha de homofóbica y discriminatoria? • ¿Por qué la iglesia católica se ha institucionalizado tanto, hasta el punto de aparecer como esclava de sus tradiciones y conceptos y opiniones, que nada le dicen al mundo de hoy? • ¿Muchos le piden a la iglesia que revalúe sus conceptos sobre la ley natural,
sexo únicamente en el matrimonio sacramental, infierno, cielo, contracepción y anticoncepción? Doctrina pastoral catolica • La iglesia católica, como Jesucristo el Señor, siempre será un signo de contradicción. San Pablo lo expresó muy claro en 1 Co 4,9: SPECTACULUM FACTI SUMUS MUNDO (Hemos sido hechos un espectáculo para el mundo). • Desde los primeros siglos, los cristianos fueron martirizados y tuvieron que sufrir el rigor de las persecuciones de los Emperadores romanos. Se cuenta que Nerón mandó a incendiar a Roma para atribuirles el crimen a los cristianos, a los que crucificó e incendió como teas, mientras que él tocaba la lira y entonaba sus versos. • Cristo dijo a sus apóstoles que “el discípulo no era mayor que su maestro” y que, si lo habían odiado a Él, harían lo mismo con ellos (Mt 10, 24-25 ). • El Beato Juan Pablo II escribió: “el Espíritu Santo va conduciendo la iglesia, en medio de los avatares de la historia, hacia la verdad plena”. • El Apocalipsis es un libro que describe los sufrimientos de la Iglesia por parte de quienes desean aniquilarla; muestra a la Iglesia como una gran señal que aparece en el cielo: “una mujer vestida del sol, con la luna debajo de los pies, con una corona de doce estrellas…” (Ap 12, 1 -4).
La sanación de las heridas de la vida Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo
Para un verdadero cambio de mentalidad, primero hay que sanar las heridas de la vida, ya que las heridas que hemos heredado o que hemos recibido a lo largo de nuestra existencia dificultan nuestra vida cristiana y, por lo mismo, también nuestro crecimiento en la santidad. Estas heridas nos llevan a cometer acciones y a tener actitudes que obstaculizan nuestra vocación a la santidad.
nuestro mundo, enfermo de odio, si nosotros nos sanáramos interiormente de él en el encuentro amoroso con Cristo y enseñáramos a los demás a dialogar con él.
Sin duda alguna, nuestro Salvador quiere sanar nuestro interior enfermo y nuestros corazones desgarrados para que alcancemos la santidad, la gran meta de nuestra existencia y la constante exigencia de nuestra vida cristiana.
Sanación del miedo. Otro gran obstáculo para llegar a la santidad es el miedo que hemos ido acumulando y que llega hasta impedir nuestro acercamiento a Jesús y la apertura a su acción salvífica. Jesús dedica gran parte de su ministerio salvífico a la liberación del miedo en sus distintas manifestaciones. Cuánto hizo Jesús para quitar el miedo de sus Apóstoles. “Soy yo. No tengan miedo” (Jn 6,20)
La sanación del pecado: la primera liberación que realiza Jesús en los hombres es la del pecado y la de todas las secuelas que el pecado ha dejado en todo el ámbito de la persona humana. Y la razón de esto es muy clara. El pecado que es desamor, ha herido terriblemente toda nuestra persona, y estas heridas solamente pueden ser curadas por el amor que abrasa el Corazón de Cristo. Sólo el amor sana lo que hirió el pecado. Con razón el Bautista lo señalo con estas palabras: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1, 29)
Sanación de los complejos. El Señor no solamente perdona el pecado, sino que también sana las heridas y complejos que ha dejado en las personas. En el cap. 15 de San Lucas vemos la bondad infinita de nuestro Padre, rico y pródigo en misericordia, que no sólo perdona de corazón a su hijo sino que sana sus heridas al “correr, echarse a su cuello y besarlo efusivamente” (Lc 15, 20). Así sanado podría el hijo pródigo disfrutar de la fiesta de perdón amoroso que celebró enseguida su Padre (Lc.15, 23).
Sanación del odio. Debemos también dejarnos sanar por Cristo del resentimiento y la sed de venganza. Cómo cambiaría
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CAMBIO DE ACTITUD
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VIDA FAMILIAR
En el relato de la creación del primer libro de la Biblia se nos presenta el maravilloso despliegue de todo lo creado mediante el triple paso de crear, poner nombre y complacerse. Pero un hecho sorprendente surge en la secuencia creadora; se trata tanto del diálogo interno de Dios en sí mismo (Gen 1,26), como el modo tan especial cómo Dios crea al hombre. No le pone nombre por el que ser reconocido, como las demás creaturas, simplemente es el objeto de este hecho creativo y recibe la bendición de Dios (Gen 1,28). El nombre de adán, que significa hombre, manifiesta un ser imperfecto que no se basta a sí mismo dentro de una perspectiva que parte de la subjetividad humana y por eso busca una identidad. Dios tampoco se complace del todo pues al contemplar a este adán dice: “no es bueno que el hombre esté solo” (Gen 2,18). Como alguien llamado, no puede darse a sí mismo su nombre, de ahí que vaya buscando en la vida alguien que lo nombre con plena eficacia. Sólo en el encuentro personal con una ayuda adecuada podrá hallar el nombre propio que busca, nombre que coincide con el origen de su propia identidad. De este modo, reconoce el camino que ha de seguir para madurar su propia identidad personal a la que está llamado por ser imagen de Dios.
Así, podemos afirmar que creación y llamada no son dos actuaciones distintas de Dios respecto de cada ser humano, sino que constituyen una misma y única acción: la acción creadora por la que llama a la persona amada al ser. Solo Dios es el único que en el fondo nos ama realmente y nos conoce en verdad y totalidad: “Entonces conoceré como Dios mismo me conoce” (1 Cor 13,12). En esta relación con alguien que está fuera de él, el hombre es capaz de trascender a través del nombrar y destinar. Para ello, en esta llamada se nos entrega en un mismo acto: la identidad, un nombre, una identificación y una misión. En conclusión podemos afirmar que existe un plan de Dios anterior a todo proyecto humano para cada uno de nosotros, pues a cada uno nos eligió y nos quiso desde un principio. Para reflexionar en familia o en grupo: Que entendemos por: “Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza. Llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor”
Los movimientos eclesiales en la parroquia… para conocer y amar Comúnmente en las parroquias encontramos a algunas personas que están vinculadas de manera particular a un determinado grupo con unas características propias y con unas formas muy concretas de encarnar el evangelio. Tal vez, los hayamos visto sólo de paso y hayan despertado un poco nuestra curiosidad, por ello queremos aprovechar este espacio para conocerlos mejor y para valorarlos dentro de la dinámica de la vida eclesial. ¿QUÉ ES UN MOVIMIENTO ECLESIAL? Son una manifestación de la rica y fecunda acción del Espíritu Santo en la Iglesia, que suscita en el corazón de los fieles laicos el deseo de realizar su vocación a la santidad, bajo la vivencia de un más preciso carisma o llamado evangélico. Todos dan testimonio de Cristo de distinta manera en el mundo y ayudan a sus miembros a una práctica más activa de la fe de la Iglesia. La mayoría de estos movimientos han surgido a partir del Concilio Vaticano II, pero algunos le preceden. Ellos ponen en evidencia que la realidad de la Iglesia no es uniforme ni restringida, sino por el contrario abierta y dinámica. El Papa Benedicto XVI se ha referido a los movimientos eclesiales como «un don del Espíritu Santo para la Iglesia».
¿PARA QUÉ SER MIEMBRO DE UN MOVIMIENTO APOSTÓLICO? Aunque Dios llama a todos a la santidad, hay caminos de santidad que son mejores para unas personas, y caminos que son mejores para otras. Los miembros de un movimiento eclesial laical viven su vocación bautismal a ser discípulos del Señor por medio de un ente espiritual llamado «carisma», y tienen diferentes prácticas de vida y modos de oración apropiados a cada Movimiento y Comunidad. Los Movimientos Laicales son un hogar espiritual especial para muchos. ¿CUÁLES SON LOS MOVIMIENTOS CONOCIDOS EN LA IGLESIA?
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La Legión de María, los Cursillos de Cristiandad, el Movimiento Carismático Católico, El Movimiento Neocatecumenal, Comunión y Liberación, Focolares, Regnum Christi. Otros llevan nombres que no son familiares para nosotros como: Schoenstatt, Parejas por por Cristo, el Ejército Azul de Nuestra Señora de Fátima. Otros son de reciente aparición particularmente en nuestro medio y están en un proceso de crecimiento, maduración y acomodamiento en la vida eclesial: Lazos de Amor Mariano, Guerreros de Cristo, Misioneros del Inmaculado corazón de Jesús y María. Cfr. http://hogaresnuevos.com/web/conozca-elmovimiento/ique-es-un-movimiento.html Cfr. http://florshochoa.blogspot.com/2013/10/ovimientoseclesiales-y-su-respuesta.html
Estamos delante de ti, nuestro Señor y Salvador con todas nuestras heridas interiores, pero con una gran fe en tu poder, en tu amor y en tu fidelidad. Sabemos y creemos que tú tomaste nuestras flaquezas y cargaste con nuestras enfermedades (Mt 8, 17). Somos los heridos que hoy acudimos con confianza a tu amor de Buen Samaritano para que tengas compasión de nosotros, vendes nuestras heridas y eches en ellas el vino y el aceite de tu amor que todo lo sana. Haz que siempre te busquemos en la oración personal, litúrgica y comunitaria para que en un diálogo amoroso contigo, avance siempre en nosotros el proceso de sanidad interior. Pero que sea principalmente en el sacramento de la reconciliación y en tu Eucaristía donde busquemos y hallemos esta sanación que tanto necesitamos. Que el amor de tu Espíritu sane todas las heridas que, el desamor ha causado en nuestro interior. Sana nuestros corazones rotos para que puedan abrirse con alegría a la acción santificadora de tu Espíritu. Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo