Evangelizar 109 - Mayo 2023

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diosonrio Diosonriocol Revista de ayudas pastorales Diócesis de Sonsón Rionegro Edición 109 Mayo 2023 ISSN 2590-8359 FOTO: Horizon films

Mons. Fidel León

Cadavid Marín

Asesor general

Pbro. Hugo Alberto

Zuluaga Salazar Director general

Delegados de Pastoral Consejo editorial

Vicaría de Pastoral Coordinador general

Pbro. Eduard Ferney

Trujillo Ortiz Director de comunicaciones

Hna. Claudia Toloza

Pbro. Hugo Hoyos

Corrección de estilo

Joseph Daniel

Henao Bedoya

Diseño y diagramación

Estamos en deuda con nuestras madres

En el mes de mayo, tradicionalmente, fijamos la mirada sobre nuestras madres, aunque ellas no necesitan solo un día en el calendario o un mes en el año, sino toda una vida para agradecerles el bien que nos hacen.

Ya lo afirmaba el Papa Francisco: “Toda persona humana debe la vida a una madre, y casi siempre le debe a ella mucho de la propia existencia sucesiva, de la formación humana y espiritual” (Audiencia 7 de enero de 2015). En lenguaje coloquial decimos: después de Dios, la madre lo es todo.

En una sociedad que frecuentemente se cierra a la vida, en la que muchas parejas prefieren su realización personal y profesional más que ser padres, la Iglesia sigue exaltando y valorando el don de la maternidad, porque esta hace parte del mismo proyecto de Dios para la primera pareja humana, como nos recuerda el libro del Génesis: “Creced y multiplicaos” (Gn 1, 22), igualmente exclama el salmista: “la herencia que da el Señor son los hijos” (Sa 127, 3).

miedo, estábamos enfermos o no lográbamos conciliar el sueño. Después nos enseñaron a dar los primeros pasos, juntaron nuestras manos y nos enseñaron a orar. Cuando fuimos creciendo y ellas eran conscientes que no estaban capacitadas para hacer todo, nos llevaron a la escuela y al colegio para que nos enseñaran las primeras letras, completaran nuestra formación y nos prepararan para enfrentar la vida.

Todos, seguramente en el afán de independencia, crecimos y comenzamos a soltarnos de ellas, pero las madres no dejaron de acompañarnos, solamente que lo hicieron con una mirada prudencial, aunque muchas veces no entendieran lo que estaba ocurriendo. Y como el corazón de madre les advertía que un día regresaríamos a sus brazos, ellas dejaron la puerta de la casa abierta para recibirnos y sus brazos para acogernos. Ya en la intimidad del hogar celebraban los triunfos que íbamos alcanzando o limpiaban el polvo que se nos fue pegando en el trasegar y, muchas veces, simplemente ellas estaban atentas a curar nuestro corazón y levantar nuestros ánimos cuando no conseguimos lo que esperábamos.

Sugerencias diseno@diosonrio.org.co vipastoral@diosonrio.org.co

Revista Evangelizar Edición 109

Mayo 2023

Curia Episcopal Diócesis de Sonsón Rionegro

Seminario Diocesano Nuestra Señora Tel: 311 609 3166

Es tan significativo el valor de la paternidad y la maternidad que el sacerdote, en la celebración del matrimonio, interroga a los contrayentes sobre la aceptación y educación de los hijos: ¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos y educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia? (Ritual de matrimonio, Interrogatorio antes del consentimiento).

Todos nosotros estamos en deuda con nuestras madres. Estas mujeres que nos llevaron nueve meses en el vientre, tres años en sus brazos y toda la vida en su corazón. Ellas nos cuidaron en la noche cuando teníamos

Ciertamente uno no logra imaginar el mundo sin las madres que saben amar, orar, cuidar y acompañar a sus hijos, “porque una sociedad sin madres sería una sociedad inhumana, porque las madres saben testimoniar siempre, incluso en los peores momentos, la ternura, la entrega, la fuerza moral” (Audiencia 7 de enero de 2015).

Que este mes de mayo dedicado a la Virgen María y en este año del matrimonio y la familia, sea la oportunidad para seguir agradeciendo y cuidando al ser más preciado de la tierra: las madres.

Diócesis de Sonsón Rionegro | 3 EDITORIAL
Por: Pbro. Hugo Alberto Zuluaga Salazar Vicario de Pastoral FOTO: parroquiamadridejos | Cathopic

Los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, han recibido este nombre de los estudiosos de la Biblia, porque puestos en columnas paralelas, uno frente a los otros, de “una sola mirada” (sinopsis), se advierten las enormes semejanzas y a la vez las significativas diferencias que se dan entre estos tres escritos.

En otras palabras, esta puesta en “sinopsis” - del griego sun (con) y opsis (vista)- permite medir, de una sola mirada, sus semejanzas y discrepancias. Esta es la razón por la que fueron nombrados “Evangelios Sinópticos” por Johan Jakobo Griesbach (siglo XVIII).

De ahí que se llame “problema sinóptico” al estudio y descubrimiento de las relaciones que estos tres evangelios presentan entre sí. Todo esto, hasta llegar a reconstruir las fuentes tradicionales de las cuales dependen en sus grandes contenidos compartidos (semejanzas) y descubrir las fuentes independientes (diferencias) de cada cual.

Sí, cada uno de los tres evangelios sinópticos contiene a la vez tradiciones que comparte con los otros dos (o con uno solo), y tradiciones propias que le distancian de algún modo entre sí. Así, por ejemplo, si los tres comparten una misma narración o enseñanza sobre Jesús, a esta realidad se le denomina “Tradición triple” (Los tres evangelios comparten unos 330 versículos). Marcos se compone en su totalidad de 661 versículos, Mateo 1068 y Lucas 1160. Sorprende verificar que

Marcos comparte con Mateo cerca de 508 versículos y aproximadamente 430 con Lucas, lo cual sugiere que sólo cuenta con 53 versículos propios. Por el contrario, Mateo cuenta con unos 330 versículos específicos y lucas con más de 500.

Ahora bien, Mateo y Lucas comparten material tradicional ausente en Marcos, a este fenómeno se le reconoce como “Tradición doble” (sin olvidar que también se dan tradiciones dobles entre Marcos y Mateo; Marcos y Lucas respectivamente). En cuanto a estas dobles tradiciones, Mateo y Lucas coinciden en unos 230 versículos ausentes en Marcos.

Cuando una tradición sólo aparece en uno de los tres evangelios se le suele llamar “tradición original o única). Ejemplo: solo Marcos presenta la perícopa1 de “la semilla que crece por sí sola” (Mc 4, 26-29).

Terminando, es de mucho provecho para un buen conocimiento de los evangelios compararlos, observar sus estructuras, analizar sus contenidos, profundizar en sus enfoques y énfasis. Pues, aunque un mismo pasaje se encuentre en dos evangelios; por ejemplo, “la Sirofenicia” (Mc7,24-30; Mt 15,12-28), esto no significa que, por expresar un mismo pensamiento o mensaje, lo digan de la misma manera, sin originalidad y diversos matices. Igual podemos decir de “las tradiciones triples” y con mayor razón de las “tradiciones originales o únicas”.

FORMACIÓN BÍBLICA
1. Perícopa: pasaje bíblico bien delimitado, que forma una unidad de sentido. Al extraerlo del texto no altera el sentido de la de la narración diseñada por el autor o escritor. FOTOS: Museo Thyssen

Los novios, con quienes venimos compartiendo esta catequesis, le siguen preguntando al sacerdote acerca de los pasos del rito del sacramento del Matrimonio.

Padre, después de haber sido interrogados y dar nuestro sí decidido, ¿qué sigue en la ceremonia?

Queridos novios, lo que sigue dentro de la celebración es el consentimiento. En este momento el sacerdote invita a los contrayentes a expresar su consentimiento delante de la Iglesia (Ritual del sacramento del Matrimonio, prenotanda 67), pidiéndoles a los novios, a su vez, que unan sus manos derechas en señal del compromiso que juntos expresarán.

Padre, y, ¿ el consentimiento se elabora de nuestra parte?

· El sacerdote responde: No hija. La Iglesia les propone a los novios seis fórmulas para realizar el consentimiento, que ustedes en mutuo acuerdo con el sacerdote que los acompañará en la celebración elegirán. En esencia, estas contienen unos elementos comunes que no deben ser excluidos o cambiados para que no vicie el consentimiento, y son:

Nombre de ambos contrayentes soy yo, quien actuando con plena libertad, te recibo a ti y no a otra persona, te elijo a ti y te elijo con una intención clara que expreso tomándote de la mano y mirándote a los ojos.

Te recibo y me entrego, es esta la expresión viva de una donación mutua entre los esposos, la reciprocidad del amor. Abro mi vida para que tú entres y me entrego a ti sin medida, de manera desinteresada y total.

Permanencia y fidelidad, se expresa el deseo del siempre contigo, exclusivamente contigo, fielmente contigo, aunque la prueba aparezca, yo siempre caminaré contigo.

En la prosperidad y en la adversidad, qué fácil es estar en los momentos buenos de la vida del otro, que maravilloso es compartir la alegría y la prosperidad que viene con el trabajo y el esfuerzo que juntos hacemos, pero qué difícil es enfrentar la prueba, la adversidad, enfrentar el dolor, ese en el que nuestra humanidad sale cada vez más a relucir con todos sus matices.

En la salud y en la enfermedad, es fácil amar en el bien a una persona que es bella, que puede valerse por sí sola, que puede ir a todas partes, hacer su trabajo, cumplir con sus responsabilidades con un mínimo apoyo o sin necesidad de él, pero qué pasa cuando la vejez comienza a golpear la puerta, cuando una enfermedad inesperada, un accidente transforma nuestra vida, golpea la propia existencia o la de alguien que amamos, ¿aún estamos dispuestos a seguir caminando juntos?, ¿aún nos sentimos en la capacidad de estar ahí, dando lo mejor de sí?

Para amar y respetar, dos pilares fundamentales del amor conyugal en cuya ausencia se generan grandes heridas en los esposos. Amor, un amor tan grande que me permita aceptarte tal cual eres y acompañarte en el camino de tu propia transformación, crecimiento y respeto, en el cual yo sea auténticamente consciente de la absoluta confianza que has depositado en mí para confiarme tu vida, para caminar conmigo a pesar de mis fragilidades.

Durante todos los días de mi vida, no solo hoy que nos estamos casando, no solo en la felicidad de nuestra unión, no solo cuando seas amable o tu compañía sea beneficiosa para mí. Todos los días de mi vida yo te elijo para amarte, renuevo mi elección a diario, de manera especial cuando el camino se haga difícil.

Luego de recibir el sacerdote este consentimiento realiza la ratificación en la que, en nombre de Cristo y la Iglesia, acepta el consentimiento y les da la bendición con estas palabras: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

¿Cuáles han sido los momentos más felices y complejos de mi realidad matrimonial?

¿Cómo están construidos los pilares del amor y el respeto en mi vida?

¿En qué momento de mi vida ha sido difícil vivir a plenitud él siempre contigo?

Diócesis de Sonsón Rionegro | 5 FORMACIÓN CATEQUÉTICA
Por: Psicóloga de Pastoral Familiar

¿Cuáles son los signos que acompañan el sacramento del Bautismo?

Se usa el Santo Crisma, el Óleo de los Catecúmenos (que se consagran cada año en la Misa Crismal), la vestidura blanca (no sustituir por una prenda suelta o colocar el ornamento del presbítero), la luz (que se toma del cirio pascual).

¿Qué días se recomienda celebrar el sacramento?

Se recomienda celebrar en días especiales como la Vigilia Pascual, Domingo de Resurrección, los domingos o en víspera de estos. No se aconseja durante el tiempo de cuaresma.

Para tener en cuenta: Los padres que desean bautizar a sus hijos en otra Iglesia parroquial, distinta a la suya, deberán pedir un certificado al párroco en el que conste que han recibido la catequesis en su parroquia. Sin embargo, por causa justa, también podrá encomendarse esta preparación a la parroquia donde vaya a celebrarse el Bautismo.

El Bautismo de Adultos

¿A quiénes se les considera adultos en los sacramentos de iniciación cristiana?

Se consideran adultos los que han pasado de la infancia y tienen uso de razón, es decir, son capaces de una libre opción de fe. Por tanto, según la doctrina de la Iglesia, debe organizarse en cada parroquia un verdadero catecumenado para los mayores de 7 años que soliciten el Bautismo.

¿Cuánto tiempo dura la preparación y quien es el encargado de ella?

No debe durar menos de un año. Aunque la preparación es compromiso del párroco y los catequistas, el responsable directamente es el obispo. Por tanto, los candidatos, son presentados por la Delegación Diocesana de Catequesis.

¿En qué tiempo del año litúrgico se debe celebrar el Bautismo de los adultos?

El sacramento debe realizarse durante la Vigilia Pascual, con los respectivos escrutinios efectuados durante el tiempo de cuaresma. Para saber más sobre el tema diríjase al Ritual de la iniciación cristiana de adultos (RICA).

Sabias que… Cuando la edad sea de 12 años o más, se les celebra los tres sacramentos de la iniciación cristiana simultáneamente. En caso de un adulto, nunca se separará la celebración de estos tres sacramentos.

¿La preparación de los sacramentos de iniciación cristiana para adultos finaliza cuando se recibe el sacramento?

No finaliza la preparación, ya que se sigue con las catequesis mistagógicas que tendrán lugar en el sitio donde se haya recibido el Bautismo, y se distribuirán durante el tiempo Pascual si se recibió en la Pascua.

Sabias que… los candidatos que pertenecieron a otras confesiones cristianas y que tuvieron una celebración de presunto Bautismo, las parroquias deben presentar una petición a la delegación de catequesis, la cual, después de consultar a peritos en teología, en derecho canónico y en liturgia, examinará su validez y el procedimiento a seguir.

6 | Nuestra Misión Evangelizar FORMACIÓN LITÚRGICA
Por: Delegación de Liturgia FOTO: Los 7 Sacramentos FOTO: Diócesis de Sonsón Rionegro

Terminada la jornada misionera en nuestra comunidad parroquial, nos ponemos en camino a preparar el retiro espiritual de Kerigma, o lo que se denomina casa de reunión.

Hemos convocado un grupo de personas que se han aventurado a iniciar este Itinerario integral de Nueva Evangelización. Los 11 temas del kerigma se comparten semana tras semana, dando pistas y pautas del primer anuncio dado por los apóstoles a las comunidades nacientes y que se hacen siempre nuevas en nuestra actualidad eclesial (Hch 2, 44).

Se trata de formar cristianos adultos en la vida e insertarlos en la parroquia. No solo para el mantenimiento de una pastoral tradicionalista, sino para renovar el que hacer misionero de nuestras comunidades. Los agentes se forman para una vida nueva en Cristo, que por la acción del Espíritu Santo intensifican la experiencia del resucitado en cada uno de los hermanos de pequeña comunidad.

En cada casa de reunión comparte la vivencia del amor de Dios, el pecado y la Redención; esto los lleva a tener

“ojos abiertos y corazón palpitante”. Cada encuentro es una nueva oportunidad para vivir en Cristo, nos da la posibilidad de entrar en el corazón de Dios y poderlo conocer intensamente no solo de palabras sino, en la propia experiencia de vida. Dicha experiencia se da a través de la aceptación de Jesucristo como Señor y Dios verdadero.

Los miembros de la casa de reunión viven paso a paso cada una de las metas del kerigma y estas deben permanecer en la vida de cada uno: Conversión (volver, mirar atrás para cambiar el pecado, los resentimientos y las obras de satanás en la propia existencia). Adhesión a Jesucristo como salvador (esta es una experiencia viva del Señor, es el punto de partida de la vida en Cristo). Consagración a Jesús (reconocer, aceptar y confesar con los labios la obra de Dios. Esta consagración es una vivencia personal del Evangelio que se trasmite en obras). Efusión del Espíritu Santo (vivir un pentecostés personal). Cada una de las metas del kerigma prepara a los miembros para dar el paso definitivo a la renovación de los sacramentos del Bautismo y la Eucaristía.

- Mayo -

·

LUNES 1

· Encuentro de familias de los sacerdotes diocesanos

JUEVES 4

4-6 Visita Pastoral La Ceja

SÁBADO 6

Encuentro vicarial del SAM

MIÉRCOLES 10

Segunda reunión vicarial

DOMINGO 14

Día de la Madre

LUNES 15

Celebración del día del Maestro

DOMINGO 21

Solemnidad de la Ascensión del Señor

LUNES 22 · PENTECOSTÉS DIOCESANO

SÁBADO 27

27-28 Catequesis prematrimonial · Convivencia de aspirantes al seminario mayor

DOMINGO 28

Solemnidad de Pentecostés

Diócesis de Sonsón Rionegro | 7 ITINERARIOS DE EVANGELIZACIÓN
FOTOS: Itinerarios de Evangelización | Facebook

Mayo 22

8:30 a.m.

¿Cómo finaliza un proceso de nulidad matrimonial?

Siguiendo con los pasos del procesomos en la parte final. Después del paso de la notificación de la sentencia a las partes, y si una o ambas partes o el defensor del vínculo no manifiestan el deseo apelación, el Vicario Judicial ordenará que se realice la ejecutoria (C.I.C. can. 1650§1), la cual consiste en hacer las anotaciones pertinentes en

En el ámbito civil, en cumplimiento del Artículo VIII del Concordato vigente entre la Santa Sede y la República de Colombia, se remite el decreto de ejecutoria y la parte resolutiva de la sentencia definitiva, para que se sirva hacer anotar la declaración de nulidad

esta nota contendrá el nombre del tribunal donde llevó el proceso y la fecha de la sentencia definitiva. Si se generó el veto se deberá anotar igualmente. El párroco cuidará que se haga la anotación debida en el libro, folio y número de bautismo muy diligentemente, pues la partida de bautismo debe siempre estar actualizada indicando el estado jurídico de la persona en ese instante.

Predicador:

Pbro. Pedro Justo Berrio

Animación:

Con respecto al ámbito eclesiástico,bró el matrimonio (C.I.C. can. 1685), la solicitud de inserción de nota marginal de nulidad, la cual contiene tres aspectos importantes: El nombre del tribunal donde se llevó a cabo elnitiva, además de la prohibición dedamente en el libro de matrimonio, el párroco deberá informar al tribunal

De igual forma, en las parroquiasyentes, se indicará al párroco, para que inserte debida y ágilmente la nota marginal de la nulidad del matrimonio;

Como a la parroquia se enviará el oficio para las anotaciones marginales, ya sea en la partida de matrimonio o para la partida de bautismo de los contrayentes, con la prontitud indicada se procederá a las anotaciones y el oficio que va en dos copias con el contenido de lo que se procederá a anotar, una de estas copias se archivará en el despacho parroquial y la otra firmada y sellada debidamente se devolverá inmediatamente al tribunal correspondiente, indicando con ello que se ejecutó lo mandado.

6 | Nuestra Misión Evangelizar TRIBUNAL ECLESIÁSTICO
Iván Ramiro Córdoba, Rionegro
Adquiere tu entrada con los Movimientos Eclesiales o en el despacho parroquial.
mayor
con tu parroquia más cercana
Coliseo
Donación: $ 15.000
Para
información: 311 6465480 Comunícate
Ministerio Siervos del Espíritu Santo
Mónica Duque
Dr. Adrián Osorio y
Cantautor
FOTO: cottonbro studio | Pexels

Quinto Domingo de Pascua

Primera Lectura: del libro de los Hechos de los apóstoles 6, 1-7 Salmo 32: “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti” Segunda Lectura: de la primera carta del apóstol san Pedro 2, 4-9 Evangelio: del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto». Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».

Jesús le replica: «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, Él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo me voy al Padre».

La tarea de Jesús no es fácil, la incomprensión de los discípulos aflora en las objeciones de tres de ellos: Tomás, Felipe, Judas (no el Iscariote), puestas en evidencia, en nombre de todo el grupo. El primero en objetar el anuncio testimonial de Jesús es Tomás.

Jesús habla del camino para ir al Padre, camino que ya deberían conocer muy bien los discípulos “a donde Yo me dirijo, ustedes conocen el camino” (Jn 14,4). No hay distancia entre Dios Padre y las personas, sino fusión y comunión. El Padre puede ser acogido para fundirse con el ser humano, dilatándole al máximo su capacidad de amor. Pero Tomás no comprende. Jesús responde con una solemne declaración: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida” (Jn 14,6). Después de la premisa del nombre divino “Yo Soy”, Jesús se autodefine como “el camino”. Jesús no es una realidad estática para ser adorada, sino un camino para ser recorrido en un crecimiento de verdad y vida.

Jesús, el Cristo, no declara poseer la verdad, sino que Él es la verdad. Es decir, quienes optan y acogen a Jesús como su camino, se sitúan en la verdad, y son envueltos por el mismo dinamismo divino expresado mediante obras de amor. La doctrina separa y aleja, el amor une y aproxima.

Jesús les revela a los discípulos que Dios no está lejos, sino cerca; que no debe ser buscado, sino aceptado, acogido y se manifiesta en Él: “Si ustedes me conocen, también conocerán al Padre: desde ahora lo conocen y lo ven” (Jn 14,7). Pero Felipe no comprende las palabras del Maestro. Felipe distingue a Jesús de Dios, y hace un pedido, en apariencia ingenuo: “Señor, muéstranos al Padre y es suficiente para nosotros” (Jn 14,8).

Jesús le responde a Felipe: “Hace tanto tiempo que estoy con ustedes y ¿Tú no me has conocido, Felipe? Quien me ve, ve al Padre. Cómo dices: ¿Muéstranos al Padre?” (Jn 14,9). El cuarto evangelio ya lo dijo en el prólogo (Jn 1,18): Jesús es la única fuente para conocer a Dios,

quien es exactamente como Jesús. Por este motivo, Jesús enfatiza una absoluta sintonía entre Él y su Padre; unidad manifiesta en la misma acción creadora: “Tengan fe en mí: Yo estoy en el Padre y el Padre en mí; pero si no, tengan fe por causa de las mismas obras” (Jn 14,11).

Jesús les quita la aureola milagrosa a sus acciones: no son portentos realizados por un ser excepcional, sino acciones que todos los creyentes deben obrar. La frase “porque yo voy al Padre” (Jn 14,12), no significa una ausencia ni un distanciamiento, sino una presencia aún más intensa de Cristo Jesús en la vida de los discípulos y comunidades creyentes.

Para la reflexión:

1. ¿Cómo vivo en estos días la experiencia de la resurrección?

2. ¿Qué significa para mí y mi comunidad que Jesús sea camino, verdad y vida?

Diócesis de Sonsón Rionegro | 9 EVANGELIO DEL DOMINGO Domingo 7 de mayo
“Yo soy el camino y la verdad y la vida”

A los discípulos no se les pide sustituir a Jesús resucitado cuando Él va al Padre, sino que deben seguir en el compromiso de beneficiar a los seres humanos, con una certeza: Cristo Jesús. En la plenitud de su condición divina colabora con los suyos potenciando sus acciones.

Jesús les garantiza a los suyos que, cuando no esté ya más presente de manera física, su acción será continuada por el Espíritu, el amor del Padre que está siempre a favor de sus hijos e hijas y está siempre pronto para ayudarlos: “Yo rogaré al Padre y Él les dará otro protector para que permanezca con ustedes para la eternidad” (Jn 14,16).

En el Nuevo Testamento, el evangelista no es el único en usar el término griego paraklêtos, cuyo significado es “quien es llamado para ayudar a alguien (en socorro de alguien), y se traduce: socorro, defensor, protector, abogado, intercesor, consolador… No es nombre propio del Espí-

Sexto Domingo de Pascua

“Si me amáis, guardaréis mis mandamientos”

Primera Lectura: del libro de los Hechos de los apóstoles 8, 5-8. 14-17 Salmo 65: “Aclamad al Señor, tierra entera” Segunda Lectura: de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 15-18 Evangelio: del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la Verdad. El mundo no puede recibirlo, porque. no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros. No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

ritu, sino su función que también se atribuye a Jesús “Y si alguno pecara, tenemos un protector (paraklêtos) junto al Padre, a Cristo Jesús, el justo” (1Jn 2,1).

Para Jesús la presencia de ese protector no se debe a situaciones de peligro para la comunidad, sino es constante “para siempre”, y su ayuda no nace como respuesta a una situación difícil de la comunidad, sino que la precede, es anterior a la dificultad. Jesús revela este protector como “El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen porque Él habita junto a ustedes y estará en ustedes” (Jn 14,17).

El Espíritu es quien revela la verdad de Dios, amor que se torna en servicio, y todos, quienes viven en el amor perciben su presencia constante y activa. Por el contrario, el mundo de la mentira y del poder es incompatible con el Espíritu de

Verdad, así como las tinieblas son incompatibles con la luz, y la muerte incompatible con la vida.

Cuando una persona acoge el Espíritu de Verdad, adquiere una atenta sensibilidad que lo lleva a distinguir entre lo que procede de Dios y cualquier forma de mentira. Esa sintonía con el Espíritu de verdad transforma a todo discípulo en profeta para la comunidad, ayudando a mantener vivo y vivificante el testimonio de Jesús y a saber discernir entre la Palabra y las palabras.

Para la reflexión:

1. ¿Puedo dar testimonio del Espíritu Santo en mi vida?

2. ¿Soy consuelo y ayuda para las personas con quienes comparto mis actividades?

Domingo 14 de mayo
10 | Nuestra Misión Evangelizar EVANGELIO DEL DOMINGO

Solemnidad de la Ascención del Señor

Primera Lectura: de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11 Salmo 46: “Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas”

Segunda Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23 Evangelio: Conclusión del santo evangelio según san Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

El hilo conductor del evangelio de Mateo es la presentación de Dios en Jesús como Emmanuel, es decir, Dios con nosotros (Mt 1,23). Así se explica al inicio del evangelio el nombre de Jesús. Con Jesús, Dios ya no es buscado, sino acogido. Ya no hay que ir hacia Dios, sino con Dios y como Dios para ir hacia la humanidad. Con Jesús, la persona ya no vive para Dios, sino que vive por Dios y de Dios. Este argumento atraviesa el evangelio. En Mt 18,20, Jesús dice: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí yo estoy presente” y las últimas palabras del Evangelio de Mateo: "He aquí, yo estoy con vosotros todos los días", representan una garantía.

El mandato final de Jesús a sus discípulos está en relación con el último libro de la Biblia hebrea (2 Crónicas). Mateo comienza el evangelio “Libro de los orígenes de Jesús” (cf. Gn 1,11). Y el final del evangelio de Mateo alude al final de 2 Crónicas, donde Ciro, el rey de Persia, permite a los judíos regresar a su tierra para reconstruir la ciudad

de Jerusalén y el templo. Pero, Mateo hace un cambio. Jesús resucitado dice a los suyos “Vayan y hagan discípulos” en todos los pueblos, indica las naciones paganas, y “bauticen en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. La indicación de Jesús no es litúrgica, pues la liturgia del bautismo vendrá después. El verbo bautizar significa sumergir, impregnar. Jesús envía a los discípulos no a enseñar una doctrina sobre Dios, sino a tener una experiencia en este Padre. Este es el significado de bautizar en el nombre de Dios Abba.

“En el nombre del Padre”, -en hebreo no hay una palabra para el plural “padres”- significa que hay un padre que engendra y una madre que da a luz. El padre genera la vida, es la fuente de la vida. “Del Hijo”, el hijo acepta y asume el dinamismo de la vida, lo realiza plenamente, por lo tanto, en el Hijo hay una realización completa del plan del Padre. Y “del Espíritu Santo”, el Espíritu es la fuerza, la energía divina que, si se acepta, hace de cada persona un

hijo de Dios. Este Espíritu es Santo no tanto por su calidad de sublime, sino por la actividad de santificar. Cuando una persona acepta y recibe esta energía divina, se aleja de la esfera del mal, de la oscuridad, del sin sentido.

La frase: “He aquí, estoy con ustedes todos los días hasta que se cumpla este tiempo", revela cómo el evangelista no está dando una fecha límite, sino indica una calidad de presencia. Jesús asegura a la comunidad de discípulos que si viven las Bienaventuranzas y hacen que las personas hagan la experiencia de Dios -Abba- como fuente de vida, como energía de amor, su presencia dentro de la comunidad está garantizada.

Para la reflexión:

1. ¿Qué significa para mí y mi familia esta solemnidad de la Ascensión del Señor?

2. ¿Cómo experimento en mi vida cotidiana la presencia constante de Jesús?

Diócesis de Sonsón Rionegro | 11 EVANGELIO DEL DOMINGO Domingo 21 de mayo
“Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”

Solemnidad de Pentecostés

“Recibid el Espíritu Santo”

Primera Lectura: del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 1-11 Salmo 103: “Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra” Segunda Lectura: de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 3b-7. 12-13 Evangelio: del santo Evangelio según san Juan 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

No basta tener la noticia de que Cristo ha resucitado. Para creer, es preciso experimentarlo vivo y vivificante. Por esta razón, Jesús en persona toma la iniciativa y contrapone al miedo de los discípulos su paz: Jesús vivo, puesto en medio de ellos, les dice: “¡paz a ustedes!” (Jn 20,19). La paz que Jesús augura y desea a los suyos no es una simple expresión verbal, al contrario, tiene su fundamento en los signos visibles de su amor (agápe) por los discípulos: dicho esto, les mostró las manos y el costado (Jn 20,20).

Aquel amor que hizo que Él se entregara, dando su vida por los suyos, permanece impreso para siempre en su carne y los discípulos se alegraron al ver al Señor (Jn 20,20). Los discípulos descubren la verdad de cuanto Jesús les aseguró, como una garantía inquebrantable: Ahora ustedes están tristes, pero yo los veré de nuevo y su corazón se alegrará y nadie podrá quitarles su alegría (Jn 16,22-23). Cristo Jesús resucitado, de inmediato les encarga a los discípulos prolongar su misión: ser ellos manifestación visible del amor del Padre, un amor fiel que no cede ante el rechazo y no

retrocede ante la operante violencia: como el Padre me envió, también yo los envío (Jn 20,21).

Para hacerlos capaces de la tarea, Jesús les comunica a los discípulos su capacidad de amar: sopló sobre ellos: “reciban Espíritu Santo” (Jn 20,21). Jesús insufla sobre sus discípulos, así como el Creador insufló su aliento de vida en las narices del primer ser humano que se tornó un ser viviente (Gn 2,7; Sb 15,11).

Juan Bautista definió a Jesús: Aquel que elimina el pecado del mundo (Jn 1,29), porque es quien bautiza con Espíritu Santo (Jn 1,33). Ahora Jesús comunica su Espíritu a sus discípulos para asociarlos a su misión y liberar a los seres humanos del pecado Cuando perdonen los pecados, ellos están perdonados.; cuando a alguien se los retengan, ellos serán retenidos (Jn 20,23). Jesús concede este poder no solo a unos pocos, más bien asigna una responsabilidad para todos. La misión de los discípulos es prolongar la actividad de Jesús, que vino, no para juzgar, sino para salvar (Jn 3,17; 12,47).

Tarea de la comunidad es ser una luz que brilla en las tinieblas (Jn 1,5). Quienes desean la luz, se sienten atraídos por ella, y comienzan a participar de su rayo vivificante y verán sus pecados (pasado injusto) cancelados, eliminados, por completo. Y, al contrario, algunos, aun viendo brillar la luz del amor (agápe), la rechazarán y se alejarán de ella, pues quien hace el mal odia la luz, y no viene a la luz para que sus obras no sean reprobadas y descubiertas (Jn 3,20), cada vez se enredarán más en su pecado, enterrados en las tinieblas prefieren las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas (Jn 3,19).

Para la reflexión:

1. ¿Cuál es la acción del Espíritu Santo en los discípulos y en las comunidades?

2. ¿Mi vida refleja la paz de Jesús resucitado?

12 | Nuestra Misión Evangelizar EVANGELIO DEL DOMINGO
28 de
Domingo
mayo

Indudablemente cuando se habla de promover una educación más abierta e incluyente es fundamental hacer referencia a la interrelación escuela - familia, ya que es desde este eje donde se desarrollan los espacios de comunicación dialógica que permiten la reconstrucción de los tejidos relacionales de los diferentes actores que hacen parte del acto educativo. Teniendo en cuenta esto, una forma de llevar a cabo dicha vinculación se fundamenta en el rol categórico de la Escuela de Padres dentro de las instituciones educativas, debido a que vincula a las familias al acto de educar como parte de una trasformación activa del alumnado.

Con base a lo anterior, y en concordancia con el Pacto Educativo Global, la Pastoral Educativa y la Delegación de Catequesis de la Diócesis, tomando como eje el año del Matrimonio y la Familia, ha decidido abrirse a la acogida, y utilizar la Escuela de Padres como una línea de evangelización a las familias que necesitan constituirse como el primer e indispensable sujeto educador. Lo anterior, les permite a los colegios diocesanos, utilizar esta estrategia de vinculación como una forma de fortalecer el trabajo pasto-

“Para educar a un niño hace falta la tribu entera. Y una sociedad educadora, es una sociedad inclusiva”

ral de las instituciones, donde a su vez, cada uno de los actores pueda fomentar nuevos caminos de formación en la fe y la espiritualidad cristiana.

El objetivo de estos espacios es promover el intercambio de experiencias entre las familias del territorio diocesano. Todo esto, como puente para el fortalecimiento de los tejidos sociales y comunitarios. Como parte de la metodología participativa de aprendizaje que se busca para el desarrollo personal y espiritual de cada uno de los integrantes de las familias, desde esta estrategia se propone la realización de cuatro (4) encuentros a lo largo del año escolar, donde se tomen a consideración temas como: tipología familiar; el reto de ser padres en el mundo actual; los derechos de familia; la misión de la familia cristiana (camino a la santidad).

Este trabajo de acción pastoral que se le ofrece a los colegios está en sintonía con la misión evangelizadora de la Diócesis. Sin lugar a duda, es necesario empezar a fortalecer el quehacer educativo bajo el visionario de la familia como Iglesia Domés-

tica. En este sentido, la construcción de este material pedagógico de carácter formativo y pastoral está direccionado a promover, como se ilustró al principio, una educación para la apertura y el encuentro con el otro. La participación activa se da en el momento cuando todos los actores se involucran en la acción pragmática de educar.

Con todo lo expuesto anteriormente, cabe, a modo de conclusión, reflexionar entorno a los siguientes interrogantes que permiten esbozar la praxis evangelizadora en los espacios educativos:

¿Qué aporta la práctica evangelizadora del trabajo pastoral en los colegios para vincular la Escuela – Familia en las interrelaciones dialógicas de la labor educativa?

¿Cuál debería ser el rol fundante de la familia, vista como Iglesia Doméstica, para propiciar espacios de participación colectiva que abran las puertas a una evangelización para la apertura y el encuentro con el otro?

Diócesis de Sonsón Rionegro | 13 EVANGELIZACIÓN
Por: Nelson Andrés Benavides Salamanca Asistente de Pastoral Educativa

Con todos los desafíos y nuevos escenarios de la ciudad y del fenómeno urbano, se destacan en ellos la recuperación de los llamados sujetos urbanos, individuales o colectivos que, a menudo, invisibilizados o ignorados, van perdiendo identidad y protagonismo. La ciudad liquida a los sujetos. Así sucede con las minorías (étnicas, diversidades sexuales, grupos de migrantes, comunidades indias, nuevas expresiones religiosas, etc.), o con algunos sectores de la población (pobres, ancianos, mujeres, enfermos, etc.).

La ciudad permite y favorece levantar la voz, unirse en grupos y colectivos de homólogos de las causas sociales y solidarizarse con ellas. La ciudad mueve y conmueve. Aunque en la ciudad las identidades individuales se diluyen y corren el peligro del anonimato y de la indiferencia, por la solidaridad de grupo, por la similitud de problemáticas entre las personas, se van configurando nuevos sujetos colectivos que reivindican derechos, denuncian injusticias, reclaman voz y palabra, alertan peligros y exigen personalidad propia.

En este mes de mayo, época de las madres y de la Virgen María -la de Nazareth-, es oportuno insistir en la urgente necesidad de reconocer a la mujer como sujeto social, político y religioso; con identidad propia, voz autorizada y protagonismo necesario para la construcción del tejido social, las relaciones de la política y el liderazgo en la vida pastoral de la iglesia.

El liderazgo de la mujer en la Iglesia no es una concesión de la autoridad o una cesión

consensuada de las estructuras eclesiales; no debería ser el reconocimiento de una conquista de ellas sino la aceptación de una inequidad que nunca debió suceder, aunque los contextos de la historia pretendan justificar lo inaceptable.

La pastoral urbana, en cuanto acción de la Iglesia en los ambientes donde “ya vive Dios y se manifiesta de manera múltiple en diversidad de experiencias”, es decir en la ciudad y contextos urbanos, deberá reinventar cada día los modos de respuesta a las expectativas de la mujer, para una intervención más efectiva en las decisiones vitales de las comunidades. Nuestra pastoral está feminizada pero no es femenina; es decir, es mayor el número de mujeres que de hombres en los programas pastorales pero no interviniendo en las decisiones más vitales de la Iglesia.

Vale la pena preguntarnos: ¿También intervienen en las decisiones pastorales? ¿Sólo nos interesa su apoyo a lo que los clérigos decidimos? ¿Reducimos su papel a lo espiritual y lo piadoso, pero no confiamos en sus capacidades de discernimiento, análisis y decisión?

14 | Nuestra Misión Evangelizar
EVANGELIZACIÓN
FOTO: PICJUMBO | Pexels

La parroquia es el lugar donde surgen las vocaciones de manera natural. Más que un lugar, se configura como un ambiente en el que se encuentran las circunstancias necesarias y apropiadas para que cualquier persona pueda encontrar su proyecto de vida.

También podemos entender la parroquia como la casa portadora de las semillas vocacionales; es la escuela de aprendizaje, donde se empiezan a conocer las palabras que dan vida, las enseñanzas originales de Dios para la humanidad; es el terreno donde se siembran y pueden brotar los diferentes estilos de vida cristiana; es el ambiente vivo que nutre las vidas de los fieles: es el origen y el desarrollo del llamado vocacional.

El derecho canónico nos dice “La parroquia es una determinada comunidad de fieles constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral, bajo la autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como su pastor propio” (CIC can. 515, §1).

Basándonos en esta definición podemos anotar que:

Las vocaciones nacen en una comunidad: Las innumerables personas que se acercan para vivir su fe, para dedicarse a progresar espiritualmente a través de la vida sacramental, para ejercitar su caridad y las buenas obras; aquellas personas muchas veces anónimas que apoyan con su trabajo y sus recursos a las parroquias, que se entregan al seguimiento del Señor, son quienes permiten que la fe se siga manifestando y, por tanto, que el llamado del Señor siga llegando eficazmente a los oídos y al corazón de los nuevos discípulos.

Necesitamos seguir trabajando por fortalecer nuestras comunidades parroquiales, por cuidar a los fieles que día a día nos acompañan con sus gestos y oraciones. De esta manera, seguiremos teniendo familias evangelizadas y, por tanto, posibles vocaciones a la vida consagrada.

· La Iglesia particular es territo rio vocacional:

En cada diócesis encontramos a la Iglesia en pleno. El Obispo, el apóstol de Jesucristo, unido a los sacerdotes, a los diáconos, a los consagrados de las diferentes congregaciones y comunidades, a los laicos y misioneros que hacen su trabajo pastoral, se convierten en el sustrato esencial para la promoción vocacional. Toda presencia pastoral que se manifiesta en los pueblos, en los barrios, en las veredas y en los diferentes ambientes educativos, culturales y sociales, genera espontáneamente el llamado de la Iglesia.

¿Quién mejor que un sacerdote para invitar al sacerdocio? ¿Quién mejor que un consagrado para invitar a la vida consagrada?

Es tarea fundamental de la Iglesia seguir generando estilos de vida que beneficien a sus consagrados, para que estos a su vez se dediquen con salud y alegría a llamar en el nombre del Señor.

Mientras agradecemos al Señor por las parroquias, reflexionemos con las palabras de este padre de la Iglesia:

“También puedes orar en casa; sin embargo, no puedes orar igual que en la Iglesia, donde son muchos los reunidos, donde el grito de todos se eleva a Dios como desde un solo corazón. Hay en ella algo más: la unión de los espíritus, la armonía de las almas, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (San Juan Crisóstomo, De incomprehensibili Dei natura seu contra Anomoeos, 3, 6).

Diócesis de Sonsón Rionegro | 15 VOCACIONES Y MINISTERIOS ORDENADOS
Por: Equipo de Pastoral Vocacional FOTO: mobarrete | Cathopic FOTO: Facebook

La vocación es un proceso del amor de Dios en cada persona humana; como todo proceso de amor, cumple con unas fases definidas. Recordemos las fases del amor y relacionémoslas con el proceso vocacional.

1. Enamoramiento

2. Amor

3. Compromiso

Fase del enamoramiento

Todos quienes hemos sido y son llamados, pasamos por una etapa maravillosa de enamoramiento. Dios nos llama, con cuerdas de amor nos atrae (Os 11, 4) nos encanta con sus palabras y nos emociona con sus promesas. Es una etapa inicial fascinante en la que empezamos a experimentar el amor sensible de Dios. Es real y profundo, nos enamoramos del Señor y sus planes, queremos entregarlo todo, donar nuestro tiempo y nuestros proyectos. Es el tiempo de las locuras por amor, de expresiones como: “Quiero ser todo para ti” “No deseo nada más” “Mi vida te pertenece”. Ante tales sentimientos honestos y nobles, no somos capaces de ver con claridad la totalidad del llamado, pues tendemos a idealizarlo como una realidad sin defecto y sin sufrimiento.

Fase del amor

Pasa el tiempo y empezamos a conocer la Iglesia y sus circunstancias. El amor de Dios nos llena el corazón con hermosos ideales y grandes motivaciones y al mismo tiempo empezamos a sufrir las primeras decepciones. Amamos al Señor, pero nos cuesta la miseria humana, la propia y la de los demás; amamos la Iglesia santa, pero nos hace sufrir la Iglesia pecadora; amamos el llamado, pero nos cuesta la respuesta; amamos al prójimo y al mismo tiempo nos cansa. Es aquí donde la vocación se empieza a convertir en una cruz de madera, pesada y áspera, en la que extendemos las manos, tanto para abrazar la vida y a los demás, como para ser crucificados con el hastío y los sentimientos de frustración y abandono. La vocación llega a ser el binomio AMOR – DOLOR. Esta fase estará presente en nuestra experiencia vocacional a lo largo de nuestra vida.

Compromiso

A pesar de todo, de tanta decepción, cansancio y frustración vocacional, no dejamos de amar; pero ya con un amor realista, capaz de comprender que no todo se basa en sentirnos bien, que no todo debe funcionar perfectamente.

Es este un amor mayor, un amor en proceso de perfección, es el amor compañero. Seguimos enamorados, aunque a veces desencantados; amamos de verdad y entendemos que el dolor y la confusión son parte del proceso de perfección. Entendemos que las circunstancias, el mundo, el tiempo, la vocación, nosotros mismos, la vida misma, son realidades temporales y pasajeras que se encaminan hacia la verdadera vida en Dios. Es este un amor comprometido y firme, más grande que las circunstancias, amor que permanece y persevera, un amor que acompaña. Dice Julio Verne en su fantástica obra - La vuelta al mundo en 80 días:

· ¿Cuál de estas etapas estás viviendo en tu vocación personal?

¿Consideras que los seres humanos realmente aprendemos a amar lo que hacemos?

¿Estás aprendiendo a amar tu vocación?

16 | Nuestra Misión Evangelizar VOCACIONES Y MINISTERIOS ORDENADOS
“La mise a, entre dos, es mas soportable”.

Esta pregunta nos sitúa en un problema de carácter ético, que resulta determinante en la vida de los individuos y la sociedad, puesto que interpela y llama al cristianismo a pronunciarse y hacer vida el evangelio de Jesús en estas realidades. Quienes leen los evangelios se dan cuenta que, en los cuatro libros, 67 relatos están orientados con el tema de la salud humana, posicionándola así, como una de las preocupaciones fundamentales de Jesús. Él, en su itinerario vital y como Dios humanizado, descubre que la salud es una de las principales situaciones de la que se debe ocupar, dejando así un legado para toda aquella persona que, desde diversos escenarios desea seguir sus huellas.

Actualmente, la salud sigue cobrando una importancia para la vida humana; es una realidad que reclama atención y humanización constantemente; sin embargo, no siempre es ese el trato y la importancia que se le da; por el contrario, cada día se siguen deshumanizando los servicios que se prestan en estas áreas, sumando más dolor, enfermedad, tristeza, angustia, abandono, soledad y desesperanza. Por esta razón, se vuelve imperante apostarle más a la sensibilización y formación de todas aquellas personas que se dedican a ejercer un cuidado en pro de aquel que está vulnerable frente a la vida. Entrar en mayor contacto con el otro, trae consigo el sello indeleble de la capacidad de humanización, que no es otra cosa que aquello que nos lleva a establecer manifestaciones y expresiones del amor cordial. En él se custodia el afecto, la caricia y el cuidado hacia el otro.

Si algo trae consigo la realidad de la enfermedad, es la necesidad establecida de tener contacto con el otro, ya sea de parte del médico con su paciente o del cuidador hacia quien es cuidado y este contacto no debe ser solo verbal sino también físico. Por ejemplo: la caricia es una manifestación de afecto y de amor, y en ella se puede sentir la encarnación del espíritu, dependiendo de dónde venga y se manifieste. Cuando se da una caricia fugaz y sin historia, se siente en el otro vacía y gris y no es propositiva al ser humano, pero cuando se da una caricia con el alma, ésta establece una relación cálida, reconfortante, trae quietud al alma y al cuerpo.

Según Boff (2006) “la caricia puede tocar lo profundo del ser humano, allí, donde se sitúa el centro personal” (p.5). La mirada, la mano que acaricia, las palabras, pueden hacer sentir al otro amado, respetado, valorado, o, por el contrario, ultrajado, ofendido, violentado.

Se podría responder la pregunta que acompaña el encabezado de este artículo: ¿Qué es lo que nos hace humanos? con estas sencillas palabras: Nos hace humanos todo aquello noble y justo que nace en el corazón de los individuos, la solidaridad, la fraternidad, el amor cordial, la real ternura que en palabras de Boff (2006): “La ternura irrumpe cuando la persona se descentra de sí misma y sale en dirección al otro” (p.6).

Diócesis de Sonsón Rionegro | 17 PASTORAL SOCIAL
FOTO: Amor Santo | Cathopic

A causa de las últimas muertes violentas que han tenido lugar en el Oriente antioqueño, escuché la expresión en un bus de servicio público asintiendo sobre los fallecimientos y el consejo de seguridad en el municipio de El Carmen de Viboral: “Es que hay gente muy necia, que se busca las cosas”. Tomando a consideración estos sucesos, podemos decir que estos dan cuenta de una cruenta guerra por las rentas ilegales del narcotráfico y las disputas por sus plazas. El territorio está cada vez más invadido de drogas de todo tipo; consumidores multiplicándose y jóvenes arrastrados a las oscuras aguas del consumo y la drogadicción.

La invalidación que hacen muchas personas frente al asesinato de otras, no es más que el resultado de una sociedad que generaliza las situaciones, juzga a priori, no es empática frente a las familias y sus luchas por arrebatar a sus hijos de las cruentas garras de la violencia. Es la misma que no da tregua y se lleva consigo todo, sin dar posibilidad para construir proyectos de vida de cara a un mundo con mayores oportunidades para todos.

Es también punto de llegada porque es una conclusión a la que arribó sobre la situación política de Colom bia. Para una parte del país la violen cia es y ha sido una solución, el primero de los recursos. María Teresa nos mostró con sus investi gaciones que para ciertos sectores sociales la violencia es una salida a los conflictos. Y no solo eso, la violencia ha sido usada regularmen te para crear un orden político. Uno que, en la situación del país, conjuga Constitución democrática y partici pativa con altos índices de homici dio, con guerras declaradas entre Estado, guerrillas, paramilitares y otras organizaciones armadas (Parra, 2019).

De igual manera, la profesora María Teresa concluye que la violencia debe ría ser el último de los recursos porque contradice el ideal democrático de la participación de los plurales y la concepción de resolver los conflictos por medios pacíficos.

Afirmación que es punto de partida y de llegada, de partida en tanto la realidad del país, especialmente las violencias vividas a finales de los años ochenta y noventa, llevaron a universidades como la de Antioquia a crear dependencias académicas para dar cuenta de lo que para el momento era considerado el fenómeno de la violencia.

Es necesario que como sociedad se evidencie y visibilice la situación actual, es urgente dejar de estigmatizar y más bien reconocer los múltiples retos que se tiene en materia de violencia y cons trucción de ciudadanía, puesto que cada muerte representa continuar con el engrosamiento de las cifras de victi mizaciones que tiene nuestro País. No es posible que con todo lo que hemos vivido, el dolor de tantos huérfanos, viudos, desarraigados, aun se valide la violencia como las forma de eliminar al otro, el que no va por el “camino correcto” o es “piedra en el zapato”, crueles prácticas de dominio y poder. No podemos volver a recorrer el camino de horror que ya vivimos.

18 | Nuestra Misión Evangelizar ANÁLISIS DE LA REALIDAD
María Teresa Uribe señala a la violencia como problema. FOTO: PBI Colombia FOTO: El País
Informamos Más información: 311 609 3166 Todos los servicios de la Curia Diocesana están siendo prestados temporalmente en el Seminario Diocesano Nuestra Señora, Marinilla

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