Evangelizar
Agosto | 1
Revista de Ayudas Pastorales
Diócesis de Sonsón-Rionegro
“vestida de brocados al rey es conducida. La siguen sus compañeras vírgenes que te son presentadas. Escoltadas de alegría y júbilo, van entrando al palacio real”. (Sal. 45. 15,16)
Agosto de 2014 | N°14
2 | Evangelizar
SUMARIO
A LOS SACERDOTES Mons. Adolfo Duque Arbeláez UNA VIDA POR DESCUBRIR, AGRADECER E IMITAR.
LITURGIA DEL DOMINGO Pbro. Javier Arturo Marín Carvajal DOMINGO XVIII. DOMINGO XIX. DOMINGO XX. DOMINGO XXI. DOMINGO XXII.
FORMACIÓN DOCTRINAL Pbro. Luis Javier Otálvaro Álvarez HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ. EL HOMBRE EN EL PARAÍSO. DONES PRETERNATURALES.
Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín Director P. John Jairo Olaya Ballesteros. Diagramación Silvia Giraldo Consejo editorial Delegados de Pastoral
NUESTRA REALIDAD
Coordinador general Vicaría de Pastoral
Mons. Gilberto Muñoz Ospina. CULTURA PARA LA PAZ.
Impresión Periódico El Mundo
CONTROVERSIAS RELIGIOSAS
Dirección Diócesis de Sonsón-Rionegro Curia Episcopal Calle 51 No 47-31 Tel: 531 5252 www.diosonrio.org.co
Pbro. Oscar Charlarca EL FUTBOL, ¿UNA NUEVA RELIGION?
VIDA FAMILIAR Pbro. Nelson Patiño Villa ¿REPRESENTA LA BIBLIA UNA VISION NO IGUALITARIA DE LA MUJER RESPECTO DEL VARON?
ESPACIOS PARA CRECER Pbro. Jorge Iván Martínez López SOCIEDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL.
Fotografía Diócesis de Sonsón-Rionegro Sugerencias vipastoral@diosonrio.org.co
Agosto | 3
A los sacerdotes
Al hablar sobre la vida y obra de Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, al arribar a sus cien años de nacimiento, febrero 6 de 1914 – febrero 6 de 2014, es más lo que se escapa que lo que se logra balbucear, dada su rica y plurifácetica personalidad. El, a lo largo de su vida, pulso a pulso y en docilidad al Espíritu Santo, plasmó en alto grado el programa propuesto por Jesús en el Sermón de la Montaña y en particular el de las bienaventuranzas. Su corazón fue pobre en el Espíritu, como lo expresa en su testamento espiritual, porque siempre confió incondicionalmente en la Divina Providencia y se hizo su instrumento libre para compartir con los pobres y fundar sus obras; manso y humilde, pese a su carácter primario y franco para expresar lo que sentía; sensible y misericordioso con los diversos sufrimientos de sus fieles, en especial con los enfermos y carentes de los medios básicos de subsistencia; justo y generoso reconociendo la igual dignidad de cada persona y abogando por el cumplimiento de sus derechos y deberes, sin permitir la más mínima discriminación o atropello; limpio y puro de corazón en intenciones, palabras y acciones, al igual que en su porte sobrio, fino y elegante; pacífico y sereno aunque apurado y de prisa y capaz de caridad, perdón y de reconciliación con las personas desleales y que lo
criticaron despiadadamente, en particular por su experiencia y protagonismo de la renovación carismática católica, con la que tanto bien hizo en la última etapa de su vida. En Monseñor Alfonso ya se cumplió la promesa del Sermón de las bienaventuranzas: “Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos” (Mateo 5, 12). De su extraordinaria personalidad y profunda sabiduría damos testimonio los sacerdotes del clero diocesano, y de otros presbiterios nacionales e internacionales, a quienes predicó testimonial y elocuentemente ejercicios espirituales, y en particular los retiros carismáticos católicos anuales. Es de ponderar la conferencia sobre “sanación interior del presbítero”, en el primer retiro mundial de sacerdotes en el aula Pablo VI, en Roma en 1984. Dan testimonio de su espiritualidad y santidad de vida, en cuanto poseído y conducido por el Espíritu Santo, las incontables personas que atendió individualmente, en especial los enfermos, por quienes oraba con fe. Es de recordar las Eucaristías que año tras año celebraba en el parque de la Ceja lleno de gente, con prodigios innegables de sanaciones físicas, emocionales, morales y espirituales. Sus escritos y sus fundaciones son un valioso recurso para conservar
su grata memoria e impulsar nuestros planes de pastoral diocesano y sacerdotal, expresión de su espiritualidad Trinitaria, Mariana y contemplativa. En cada época de su crecimiento espiritual priorizaba cada una de las Personas Divinas, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, la Vida y Obra del Espíritu Santo y la Paternidad de Dios, que es Amor. En la medida que se dé a conocer su espiritualidad y ardor misionero, se sufragará en parte la impagable deuda histórica de gratitud que la Iglesia Diocesana tiene para con él y se mantendrá viva su memoria, su obra y su espíritu con que impregnó a la Diócesis y cada una de sus Fundaciones, que aún conservan fresco su carisma.
Texto para profundizar Vida y obra de Monseñor Alfonso U. páginas 276ss
4 | Evangelizar
DOMINGO XVIII Evangelio según San Mateo (14, 13-21) “En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan, el Bautista, se marchó de allí en barca, a un sitio tranquilo y apartado. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Al desembarcar, vio Jesús el gentío, le dio lástima y curó a los enfermos. Como se hizo tarde, se acercaron los discípulos a decirle: «Estamos en despoblado y es muy tarde, despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer.» Jesús les replicó: «No hace falta que vayan, dadles vosotros de comer.» Ellos le replicaron: «Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces.» Les dijo: «traédmelos.» Mandó a la gente que se recostara en la hierba y, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos; los discípulos se los dieron a la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras. Comieron unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños”. Palabra del Señor
PAUTAS DE REFLEXIÓN He aquí un gesto de amor y misericordia de Jesús para con quienes le siguen. Jesús ante la necesidad y el sufrimiento del hombre no sigue indiferente sino que acude en su ayuda para socorrer y dar solución. La gente está cansada y hambrienta pero quieren seguir en compañía de Jesús. Jesús no duda en aliviar aquella situación “sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos”. La predilección de Jesús en el Evangelio es por los más pobres (materiales y espirituales).
Notemos la actitud de los discípulos “despide a la multitud para que vayan a las aldeas y se compren de comer” y la respuesta de Jesús “dadles vosotros de comer”. Los discípulos al pedir a Jesús que despidiera a la gente, estaban como queriendo decir: “¡No los puedes alimentar!”. Pero Jesús con su actitud muestra que no abandona a quienes lo siguen renunciando a las seguridades que el mundo les ofrece. No los deja solos, aunque la vida cristiana pueda parecer a veces como un desierto. Cuando cae la tarde, cuando se acaban las posibilidades humanas, interviene Él. Pero Jesús no quiere obrar sólo, pide la colaboración de los discípulos. Aunque los comensales sean muchos y el alimento poco, va a alcanzar para todos, y, sobrará, si se comparte lo que se tiene. Cuando se libera del egoísmo y se es solidario alcanza para cubrir la necesidad de todos. Jesús pide a los discípulos que repartan el pan bendecido a la gente. Él quiere que compartamos la fe y la vida. Aunque sea muy poco lo que aportemos, el Señor transformará ese poquito, dado con generosidad, en algo grande. El pan que Jesús da nunca se acaba y alcanza para todos. A ejemplo de Jesús el cristiano no puede permanecer indiferente frente al sufrimiento y necesidades de los demás; ha de acudir en su ayuda, con generosa entrega y todo su amor por Dios y por los hermanos. Jesús quiere que hoy el pan llegue a los hermanos a través de sus seguidores, no sólo el pan material sino también el pan de la Palabra de Dios. A partir de este Evangelio puedo preguntarme cómo y con quiénes comparto el banquete de mi vida; a quiénes siento a mi mesa: la de mi tiempo, mi amistad, mis bienes, mis intereses, mis palabras y proyectos… A quién excluyo y por qué. Que al orar hoy pueda descubrir cómo puedo crecer más en el dar y donarme.
Agosto | 5
Catequesis 1
A la luz de la Escritura vemos claro que Dios crea el mundo y al hombre por un acto de amor desbordante y gratuito. Dios interviene directamente en el hombre para que exista. Mientras la mujer no existía, el hombre se sentía solo. Y dijo Dios: “No es bueno que el hombre esté solo. Haré pues, un ser semejante a él para que lo ayude” (Gn 2,18). Aquí vemos muy claro el aspecto relacional de los sexos: hombre-mujer. Dios creó al hombre para que se realice e integre en la comunión interpersonal de pareja. Dios creó al hombre y a la mujer en igualdad de dignidad, gracias a esta igualdad se hace posible la comunión. El hombre exclamó: “Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.” (Gn 2, 23). Gracias a esta comunión se logra la integración hombre – mujer, en la que se realiza la unidad de lo humano. Uno y otro se complementan, por ello, cuando se es llamado por Dios al matrimonio, en él se busca la concreción de la unidad a costa de renunciar a su familia. “Por eso el hombre deja a sus padres para unirse a una mujer; y son los dos una sola carne.” (Gn 2,24), de manera que puedan transmitir la vida humana: “Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. “(Gn 1,28). Al transmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador (CEC 372).
Con esta insistencia en que “varón y hembra los creó”, no sólo se insiste en la igualdad de ambos, porque tienen un origen común, sino que se refuerza el hecho de que la sexualidad también participa de la imagen de Dios. El hombre es imagen de Dios en el nivel más profundo de su ser. Lo que hay de característico del ser humano en esta profundidad, es la relacionalidad: el hombre es relacional, es, “para el otro”, igual que es, “por el otro”. Es en esto en lo que él es imagen de Dios. Dios creó al hombre y a la mujer dotados de toda bondad: “Y vio Dios que estaba bien” (Gn 1,21).
Preguntas para el diálogo 1. Leer y dialogar sobre el texto Gn 2,18-25 2. ¿Qué hace que el hombre y la mujer sean iguales? 3. Hombre y mujer son iguales en su dignidad, ¿por qué se insiste tanto en los derechos de la mujer?
Textos para profundizar • • •
Catecismo de la Iglesia Católica 369 - 373. http://es.catholic.net/familiayvida/159/318/ articulo.php?id=2760 http://www.mercaba.org/JUANPABLOII/ teologia_del_cuerpo.htm
6 | Evangelizar
DOMINGO XIX
Evangelio según San Mateo (14,22-33)
“Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar. Llegada la noche, estaba allí solo. Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma. Jesús les dijo en seguida: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!” Pedro le contestó: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua”. Él le dijo: “Ven”. Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame.» En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?» En cuanto subieron a la barca, amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él, diciendo: “Realmente eres Hijo de Dios”. Palabra del Señor
La imagen de la barca que navega por este mundo, la Iglesia que peregrina: hay una aparente ausencia del Señor, hay dificultades para avanzar, hay fuerzas que se oponen, hay tinieblas alrededor, hay ataques que maltratan a la Iglesia, hay pruebas de fe muy duras. Pero ninguna noche de tentación, desánimo y dudas es eterna. Llega siempre la madrugada, cuando el Señor se hace presente, hay una nueva luz, surge una nueva esperanza. Pedro es el modelo de los que se debaten entre la confianza y el desánimo que provocan las adversidades. Dice con tono de incredulidad: “Señor, si eres tú…” Pero por orden de Jesús Pedro camina sobre las aguas. Lo sostiene la fe en medio de las dificultades. Mientras mantiene la fe en Señor, fijándose en Él, lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Cuando tuvo miedo a que las fuerzas del mal fuesen más fuertes que él, dudando del poder de Jesús, comienza a hundirse. Cuando vuelve a confiar incondicionalmente en el Señor, gritando: “Señor, sálvame”, la mano de Jesús lo sostiene. Por otra parte notemos cómo Jesús se adentra en la soledad de la oración, la intimidad con el Padre. Es signo para la Iglesia, que no se deje absorber completamente por el mundo, sus tareas y preocupaciones, sino que se alimenta permanentemente de la oración. Recordemos que el tiempo dedicado a la oración no es tiempo perdido, sino todo lo contrario es el tiempo ganado. La oración en la vida no puede ser algo secundario o de menor importancia. Nadie ni nada es más importante que el encuentro en la oración con el Padre que está en los cielos. Digamos siempre a Jesús con fe: Señor, sálvame; Señor, alárgame tu mano; Señor tenme siempre contigo; Señor, recuerda que soy tuyo y consérvame siempre tuyo. Amén.
PAUTAS DE REFLEXIÓN El relato de hoy está lleno de profundos símbolos. Veamos algunos: la Barca, y más concretamente la de Pedro, es imagen de la Iglesia. Sin la presencia física del Señor, que ha ascendido al cielo, la Iglesia debe hacer la travesía a la otra orilla (la de la eternidad); la barca era sacudida por las olas, la Iglesia en medio del mundo, de las persecuciones, cansancio, falta de fe…
Agosto | 7
Catequesis 2
El libro del Génesis relata la creación del hombre por Dios: “El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín del Edén, para que lo guardara y lo cultivara” (Gn 2,15). Con un lenguaje cargado de simbolismo, la Sagrada Escritura expresa, de este modo, una convicción profunda de la fe: el mundo y el hombre no son el resultado de una necesidad cualquiera, de un destino ciego o del azar. El mundo y el hombre existen porque Dios, libremente, movido únicamente por su amor, ha querido hacerlos partícipes de su ser, de su sabiduría y de su bondad (CEC 295). Dios colocó al hombre en el jardín del Edén. Este jardín es símbolo de la plenitud en la que el hombre, creado por Dios, vive. Es el jardín de la amistad con Dios y de la armonía consigo mismo y con toda la creación. Es el jardín de la santidad y de la justicia original, en la que el hombre participaba de la vida de Dios. El jardín del Edén es anticipación e imagen del paraíso definitivo, de la gloria del cielo. En el jardín de Dios con los hombres había dos árboles especiales: “el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal”. El árbol de la vida es el árbol de la verdad, del amor, del misterio de Dios. El árbol del conocimiento del bien y del mal, cuyo fruto el hombre no podía comer sin morir. El árbol del conocimiento es un límite. Si el hombre quiere vivir en el jardín de Dios, ha de aceptar su condición de hombre. El hombre no es Dios: no es
el Creador, sino una criatura; una criatura amada por sí misma, ensalzada sobre las demás criaturas, puesto en el jardín como lugarteniente de Dios para guardarlo y cultivarlo. Si el hombre acepta que sólo Dios es Dios, tendrá la vida en plenitud. Si el hombre quiere ser dios en lugar de Dios encontrará la muerte. Esa es la consecuencia de comer del fruto prohibido: yendo más allá del límite de su propio ser, el hombre no encuentra la dicha, sino la muerte. Los árboles del jardín del Edén evocan otro árbol y otro jardín. En el huerto de Getsemaní, Jesucristo, el Nuevo Adán, se vio confrontado a los árboles de la vida y de la muerte: “Aparta de mí este cáliz; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú”. Si Adán había escogido la muerte, Jesús escoge la vida, la obediencia al Padre, y esa obediencia hace que la Cruz, un árbol de muerte, se convierta en árbol de vida. La Cruz del Señor es el “dulce árbol donde la Vida empieza con un peso tan dulce en su corteza”.
Preguntas para el diálogo 1. Leer y dialogar sobre el texto Gn 2,4-17 2. ¿Qué es el paraíso? ¿Qué hay en él? 3. ¿Qué significa la cruz para el cristiano?
Textos para profundizar • • •
Catecismo de la Iglesia Católica 374 - 379. http://actionandlife.org/EXCERPTS/SPANexcerpts/PeregrinajePD/PPD-extractos.pdf http://hjg.com.ar/sumat/a/c102.html
8 | Evangelizar
DOMINGO XX
Evangelio según San Mateo (15,21-28)
Por lo tanto, la mujer que viene a rogarle a Jesús por la curación de su hija, no era judía. Era una extranjera, de origen pagano. “En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.» Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.» Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.» Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.» Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.» Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.» En aquel momento quedó curada su hija”. Palabra del Señor
Es admirable la pedagogía de Jesús que le da a la mujer la oportunidad para que demuestre toda su fe. Ella llama a Jesús “Hijo de David” y “Señor”, título que corresponde en el Antiguo Testamento a Dios. Se postra ante Jesús en señal de adoración. También llama la atención los obstáculos que se le ponen a la mujer hasta que finalmente es atendida: primero Jesús no le contesta nada; después los discípulos que se sienten molestos, pretenden que el Maestro la despida; Jesús le da una negativa que parece ser muy dura y hasta ofensiva. Sin embargo la perseverancia de la mujer es admirable, no se deja rechazar. Insiste en que se le ayude. Y Jesús termina felicitándola por su perseverancia y muestra de fe auténtica. “¡Mujer, qué grande es tu fe! Tres características podríamos resaltar de la fe de esta mujer: humildad, confianza y perseverancia. Así debemos aprender a orar todos ante el Señor de la vida:
Con humildad: reconociendo la indigencia,
todos somos pobres ante la presencia de Dios y todos necesitamos de su ayuda, ya que todo nos viene de Él.
Con confianza: sabiendo lo inmensamente
PAUTAS DE REFLEXIÓN Este Evangelio puede resonar a nuestros oídos como extraño y duro, pero es necesario comprender algunos elementos para llegar al mensaje que se propone el Evangelio. Para los judíos, Tiro y Sidón fueron el colmo de la degeneración y de la inmoralidad, solamente comparables con Sodoma y Gomorra. Estos lugares tenían mala fama ante todo por los cultos a los dioses paganos. Tiro y Sidón designan la tierra de los paganos. A ellos los judíos les aplican con profundo desprecio el calificativo de “perros”.
misericordioso que es el Corazón de Dios y que no mira nuestra indignidad, sino que se deja llevar de los impulsos de su corazón de Padre.
Con perseverancia: Dios mira antes que nada la fidelidad de la conducta y la coherencia de la vida.
La invitación para hoy: Ten fe; ora con insistencia; Dios te oirá. El Señor muchas veces hace como que no escucha tu oración y la razón de ello la da San Agustín cuando escribe: “La oración de los santos es rechazada aparentemente por la espera en conseguir la gracia pedida, para que como el fuego se aviva más, cuando más se sopla, así se inflame más el alma por la espera en ser oída”.
Agosto | 9
Catequesis 3
Dios creó al hombre en estado de gracia, ordenado al estado de beatitud sobrenatural. Presuponiendo la naturaleza y el ser natural, Dios dotó la naturaleza de una capacidad sobreañadida para poder lograr el fin sobrenatural: Conocer y amar la intimidad de Dios. Los dones preternaturales son dones sobrenaturales que, aunque superan las fuerzas de la naturaleza humana, no introducen al hombre en la intimidad divina. Su función es dar plena integridad y vigor a la naturaleza, de modo que quede aún mejor dispuesta para la recepción de los dones estrictamente sobrenaturales. Por decreto divino, tanto la gracia, como estos dones preternaturales, fueron dados a Adán para que los transmitiera por generación a sus descendientes. Y es por esto que el concilio de Trento define que “Adán, no solo perdió la santidad y justicia para sí, sino también para nosotros” (Dz. 792). Los dones preternaturales son: 1. Don de integridad. Es el perfecto equilibrio, rectitud y dominio de las pasiones. 2. Don de inmortalidad. Este don consistía en la actualización del “poder no morir”, no en un “no poder morir”. 3. Don de impasibilidad. No sufrían las consecuencias de los padecimientos exteriores. 4. Don de ciencia. Se refiere al desarrollo intelectual y a la capacidad del hombre a conocer tanto lo que era necesario para su vida terrena como para la vida eterna. 5. Don de perfecto dominio. El hombre, en estado de inocencia podía dominar, con suma facilidad, todas las creaturas inferiores y utilizarlas de modo perfecto. La revelación nos da a conocer el estado de santidad y de justicia originales del hombre y la mujer antes del pecado: de su amistad con Dios nacía la felicidad de su existencia en el paraíso (CEC 384).
Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué son dones sobrenaturales? 2. ¿Qué es la gracia? 3. ¿Los dones preternaturales se perdieron? ¿Por qué?
Textos para profundizar • • •
Catecismo de la Iglesia Católica 396 - 409 http://www.es.catholic.net/ conocetufe/364/817/articulo.php?id=51510 http://es.gaudiumpress.org/content/35677-Elpecado-original-y-los-dones-preternaturales
10 | Evangelizar
DOMINGO XXI Evangelio según San Mateo (16,13-20)
“En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?” Ellos contestaron: “Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas”. Él les preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” Simón Pedro tomó la palabra y dijo: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Jesús le respondió: “¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías”. Palabra del Señor
PAUTAS DE REFLEXIÓN Cuentan que una vez le preguntaron a un sacerdote misionero en la India: “¿Qué pasa con Mahatma Gandhi en la India?” Contestó: “Lo mismo que aquí con Jesús. Se lo venera, pero no se lo toma en serio”. Se puede pensar muchas cosas distintas de Jesús. Pero no se puede eludir tomar posición frente a Él. Todos tendremos que responder a la pregunta decisiva: “¿Qué digo yo de quién es Jesús?”. La pregunta es decisiva y sigue pidiendo todavía una respuesta entre los creyentes de nuestro tiempo.
Cuando Jesús preguntó a sus discípulos qué pensaba la gente de Él, había cantidad de ideas equivocadas. Nadie se había dado cuenta de quién era Jesús. Solamente Pedro pudo dar la respuesta correcta: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Jesús lo felicitó por esta respuesta. Pero inmediatamente explicó que Pedro no había respondido por sí mismo, sino que una revelación de Dios Padre le ha hecho comprender quién es Jesús. Hoy nosotros deberíamos preguntarnos con mucha seriedad, en nuestra vida, y más, vida discipular, ¿quién es Jesús para mí? Puede pasarnos que aunque vemos los signos de Jesús, escuchamos su Palabra, no podamos responder con acierto a este interrogante. No se responde desde el mero intelecto, la sola razón; es necesario además el conocimiento dado por la experiencia. Bíblicamente conocer es entrar en la intimidad con la persona conocida. Por eso nuestro esfuerzo debe ser siempre por conocer – hacer experiencia- del Señor en nuestra vida, como decía el Papa Benedicto XVI “se empieza a ser cristiano por el encuentro con un acontecimiento, una persona” y esta es Jesús, el Mesías, Señor de la vida.
Agosto | 11
Nuestra realidad
Es indudable que la realidad más urgente para nuestra patria como para el mundo entero es la realidad de la paz. Hoy quiero plantear que no sólo hay que construir la paz, desde el punto de vista político y económico, sino –sobre tododesde el ámbito socio-cultural. Cuando la Gaudium et Spes (Gozo y esperanza) del Vaticano II se refiere a la paz nos advierte que no es la mera ausencia de guerra sino un conjunto de condiciones para alcanzar la justicia como fruto de un orden plantado en la sociedad humana por Jesucristo (Cf. # 78). El mismo documento define cultura como los modos de pensar, sentir y obrar de un conglomerado humano, acordes con la dignidad humana. Por eso es preciso dejar muy en claro que no habrá paz, mientras el conocimiento, los afectos y el amor, y la cotidianidad de todos y cada uno, no esté acorde con la dignidad humana
y el querer de Dios. Y es a través de cada persona, de las instituciones (Estado, Iglesia, Familia, educación, Medios de Comunicación, etc.) y de los grupos humanos (niñez, juventud, adultos; asociaciones del más diversos género) que se deben fraguar los VALORES y las VIRTUDES que se requieren, para que surja una nueva civilización que es la CIVILIZACIÓN DEL AMOR (Cf. Evangelii Nuntiandi) que tiene como cumbre la paz. Cuando hablamos de VALORES nos referimos a aquellas actitudes rectas, acordes con la dignidad humana y el bien de la creación entera, necesarios para que el bien se convierta en una realidad permanente. Todo ser humano, por el hecho de serlo, tiene que poseer valores. Ahora bien: los valores, tienen que estar en consonancia con los PRINCIPIOS del actuar humano que son inamovibles, de validez permanente, obligatorios para todos en cualquier cultura. Por
eso en la familia, la escuela, las instituciones, grupos, diversos conglomerados, hay que aclimatar los valores necesarios para una sociedad nueva; de modo que todos piensen, deseen y actúen de conformidad con ellos. Pero hay que ir más allá: si la paz exige la justicia como fruto de un orden plantado por Jesús en la sociedad humana, nosotros y todos los que tenemos una fe religiosa, tenemos que trabajar por una SOCIEDAD DE VIRTUDES. Los valores cuando se inspiran en la Palabra de Dios, en la moral cristiana, nos ubican en una nueva dimensión de la cultura que es la TRASCENDENCIA, que nos impulsa más allá de lo solamente espacio-temporal, que es la PAZ ETERNA en la casa del Padre. Por tanto, comprometámonos con la búsqueda de una sociedad nueva, basada en los PRINCIPIOS, VALORES Y VIRTUDES sin los cuales no será posible.
12 | Evangelizar
DOMINGO XXII
Evangelio según San Mateo (16,21-27)
“En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: “¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.” Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mí vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.» Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.» Palabra del Señor
PAUTAS DE REFLEXIÓN En este domingo traemos a la reflexión un bello poema de la autoría de Luis Espinal: “Tú Señor, dijiste: “Quien quiera guardar su vida, la perderá; y quien la gaste y dé por mí, la recobrará”. A pesar de todo, tenemos miedo a gastar la vida y entregarla sin reservas. Un terrible instinto de conservación nos lleva al egoísmo, y nos atormenta cuando hemos de jugarnos la vida. Pagamos seguros por todas partes para evitar los riesgos. Y además de todo eso, está la cobardía.
Señor, nos da miedo gastar la vida. Sin embargo, Tú nos diste la vida para gastarla. No podemos reservárnosla en un estéril egoísmo. Gastar la vida es trabajar por los demás, aunque no nos paguen; hacer un favor a quien nada puede darnos a cambio; gastar la vida es arriesgarse incluso al inevitable fracaso, sin falsas prudencias; es quemar las naves en bien del prójimo. Somos antorchas, y sólo tenemos sentido cuando nos quemamos; sólo entonces seremos luz. Líbranos de la prudencia cobarde, la que nos hace eludir el sacrificio y buscar seguridad.
Gastar la vida no es algo que se haga con gestos extravagantes y falsa teatralidad. La vida se entrega sencillamente, sin publicidad, como el agua de la fuente, como la madre que da el pecho a su hijito, como el sudor humilde del sembrador. Enséñanos, Señor, a lanzarnos a lo imposible, porque detrás de lo imposible están tu gracia y tu presencia, y no podemos caer en el vacío. El futuro es un enigma, nuestro camino se pierde en la niebla; con todo, queremos seguir dándonos, porque Tú estás esperándonos en la noche con mil ojos humanos que nos deshacen en lágrimas”.
Agosto | 13
Controversias religiosas
Estado de la cuestión • •
• • •
•
La palabra religión viene del latín (RELIGARE), unir dos veces. Los tres elementos de toda religión son: doctrinal, celebracional o litúrgico y ético y moral. Las religiones tienen predicadores y misioneros, mártires y santos. Cuentan con una organización jerárquica y magisterial. Las religiones, especialmente en sus comienzos, se enfrentan a muchos conflictos y hacen generar la “guerras de religión”. Las religiones, por lo general tienen pretensiones universalistas y se caracterizan por su fundamentalismo.
Logística religiosa futbolística •
• •
Las directivas del fútbol mundial y los políticos se encuentran maravillados por la pasión y entrega a esta nueva religión. Las personas se encuentran “atadas y religadas”. No hay escapatoria. El ídolo de esta religión es el balón: “a él todo honor y toda gloria…”. El elemento doctrinal lo manejan los periodistas
•
• •
• •
a través de las grandes cadenas de televisión, las ligas mundiales y nacionales. Cuentan con tecnologías de última generación. Las celebraciones no se quedan atrás: “estrellas millonarias (Mesi, Klose, James, Ronaldo) pateando el balón sobre el césped. La liturgia futbolera cuenta con grandes catedrales (los estadios), lugares sagrados para rendir culto al nuevo dios, que no se contenta con cualquier ceremonia. Todo está perfectamente calculado, como si fuera una ceremonia papal. Los seguidores del fútbol están dispuestos hasta dar la vida por un equipo. La organización es perfecta. Se llama la FIFA. El “papa laico” es Blatter; los cardenales: el comité olímpico internacional. Los ríos de dinero son caudalosos. Se necesitan para alimentar una pasión llamada fútbol. La copa de oro es el amuleto sagrado; la adoran, la besan, se arrodillan. El planeta entero vio a la selección alemana rodeando y adorando su copa.
Orientación doctrinal y pastoral • • •
“Si son dioses de oro y plata, no son dioses” (Sb. 13,10). “Nuestro Dios está en el cielo” (Sal. 115). “Sólo Dios salva y protege” (Sal. 62,1).
14 | Evangelizar
Vida familiar
Si recordamos la reflexión del mes pasado, hay que decir que la mujer y el varón tienen la misma dignidad. Varón y hembra fueron creados “a imagen y semejanza” de Dios mismo: “Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó” (Gn 1,27). La capacidad de conocer y amar al Creador, de relacionarse con Dios, afecta igualmente al varón y a la mujer: también en ambos se realiza la vocación divina del ser humano en Cristo, la llamada a ser conforme a Cristo, llamada que tiene lugar desde el mismo momento de la creación del ser humano, como varón y hembra. El ser humano es interlocutor de una alianza con Dios y es interlocutor como varón o como mujer, según la diversa identidad en la que ha sido creado. Este ser humano, en cuanto varón-mujer, está llamado a participar en la tarea de restauración de la amistad con Dios. Participan ambos de la salvación porque ambos fueron creados gratuitamente por Dios. Ahora bien, la raíz del ser personal del varón y de la mujer implica identidad y diferencia (que erróneamente la cultura actual sustituye por igualdad-diversidad). Identidad por la absoluta paridad del varón y de la mujer en el ser persona y en todo lo que de ello se deriva: los dos tienen en común necesariamente la humanidad, la creación “a imagen y semejanza” de Dios. Y diferencia, que debe ser comprendida ontológicamente: gracias a la dualidad de lo masculino y de lo femenino, lo humano se realiza plenamente. Desde esta visión, se elimina cualquier pretendida contraposición excluyente entre varón y hembra. “Mas aún - dice el cardenal Angelo Scola -, solo en su dependencia recíproca se cumple su carácter
Reflexionemos en familia o en grupo • •
De los tres documentos mencionados que hablan sobre la mujer, ¿Cuál conoces? Muchos profesamos un amor a San Juan Pablo II, pero tristemente desconocemos sus escritos. Los invito a leer su Magisterio.
personal. Esta implica la afirmación simultánea de su identidad y diferencia. La exaltación exclusiva de uno de los polos contra el otro no puede más que romper la originaria unidad dual querida por el Creador”. San Juan Pablo II se ocupó del tema de la dignidad y la misión de la mujer en el mundo, en cantidad de catequesis, alocuciones, mensajes, homilías, etc. Valga como ejemplo tres grandes documentos: la carta encíclica Redemptoris Mater (25 de marzo de1987), la carta apostólica Mulieris Dignitatem (15 de agosto de 1988) y la Carta a las mujeres (30 de Julio de 1995). El método utilizado para la reflexión sobre estas cuestiones se apoya en la siguiente premisa: sólo partiendo de los fundamentos antropológicos y teológicos se puede captar la profundidad de la relación varón - mujer y la dignidad y misión de la mujer. Dice en la Mulieris Dignitatem: “Se trata de comprender la razón y las consecuencias de la decisión del Creador de que el ser humano exista solo y siempre como mujer y varón”.
Agosto | 15
Espacios para crecer
¿QUÉ ES? La Sociedad de San Vicente de Paúl es una organización Católica Internacional de Laicos, con gran trayectoria en la asistencia social y humana en el mundo, conformada por voluntarios, que se dedican a la ayuda personal de quienes tienen cualquier tipo de carencia. “Abrazar el mundo en una red de caridad” fue la ambición de un grupo de jóvenes que en 1833 fundaron la primera “Conferencia de Caridad”, liderados por Federico Ozanam, un joven estudiante de la Universidad de la Sorbona y quien fue beatificado en 1997. Su principio es sencillo: un grupo de jóvenes cristianos laicos se reúnen para orar, reflexionar y trabajar juntos con el fin de ir en ayuda de los más pobres. El grupo se pone bajo la protección de la Virgen María y el patrocinio de San Vicente de Paul. Su carisma consistiría en la oración, la acción para aliviar a los más pobres, y la inquietud de la inteligencia que los lleva a reflexionar sobre las causas de la pobreza para tratar de superarlas.
una o dos semanas, para planear y discutir su trabajo para los necesitados en su comunidad local. Cada Conferencia o Consejo debe contar, como mínimo, con un presidente, elegido por tiempo determinado, un Vice-Presidente, un Secretario y un Tesorero, así como con un Consejero Espiritual, que en la mayoría de las ocasiones, se trata de un sacerdote de la parroquia a la que pertenece dicha Conferencia.
SU QUEHACER Y PRESENCIA
¿CÓMO SE ESTRUCTURA?
Hoy en día, la SSVP es una verdadera “multinacional de caridad”, que tiene su sede central en París; combate la miseria con sencillez y sin ruido; está presente en 146 países, con cerca de 720.000 socios voluntarios. Sus acciones solidarias van desde las visitas a familias en situación de pobreza, hasta muchas otras actividades como la entrega de alimentos, la ayuda para la vivienda, el desarrollo de obras como colegios, hospitales para los pobres, casas para ancianos, orfanatos, ayuda a víctimas de la violencia y catástrofes, etc.
Desde su fundación, la organización ha sido dirigida única y exclusivamente por seglares católicos que se agrupan voluntariamente en conferencias y que colaboran con la jerarquía eclesiástica católica pero actúan de forma independiente. Las conferencias que la componen están unidas en todo el mundo por unas reglas y estatutos en común. Estas unidades básicas son reconocidas por el Consejo General de la Confederación Internacional de la Sociedad. Las conferencias locales se reúnen con frecuencia, cada
En nuestra diócesis hacen presencia en casi todos los municipios y su ayuda ha sido y sigue siendo de fundamental importancia en nuestras comunidades, particularmente en lo que se refiere a la proporción de vivienda para las personas que carecen de un techo digno. Hacemos un reconocimiento a todos sus miembros e invitamos a quienes deseen aliviar los sufrimientos de los hermanos más necesitados y promover la dignidad e integridad de la persona humana, a unirse a una de estas conferencias.
16 | Evangelizar
El sacerdote
no es sacerdote para ĂŠl mismo, lo es para vosotros. Santo Cura de Ars.