Evangelizar 025 - Agosto de 2015

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Agosto | 1

Revista de Ayudas Pastorales

Di처cesis de Sons처n-Rionegro

... no olvides nunca

que tu madre

sufri처 por ti. (Eclo. 7, 27)

Agosto de 2015 | N째25


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A LOS SACERDOTES Pbro. Ignacio Larrañaga MISERICORDIOSOS Y SENSIBLE

LITURGIA DEL DOMINGO Pbro. Javier Arturo Marín Carvajal XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO.

FORMACIÓN DOCTRINAL Pbro. Luis Javier Otálvaro Álvarez CRISTO FUE SEPULTADO. ALGUNOS PERSONAJES EN EL MOMENTO DE LA CRUZ Y EL SEPULCRO. EL SILENCIO DEL SEPULCRO.

CONTROVERSIAS RELIGIOSAS Pbro. Oscar Charlarca ¿SERÁ VERDAD QUE, CON EL CRISTO COMUNISTA, A JESÚS LO BAJARON DE LA CRUZ?

NUESTRA REALIDAD Mons. Gilberto Muñoz Ospina EL DIALOGO POR UNA NUEVA SOCIEDAD.

VIDA FAMILIAR Pbro. Nelson Patiño Villa SÍNODO EXTRAORDINARIO DE LA FAMILIA “La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo!

ESPACIOS PARA CRECER Pbro. Jorge Iván Martínez López HERMANOS DEL SAGRADO CORAZÓN (CORAZONISTAS).

Asesor General Mons. Fidel León Cadavid Marín Director P. John Jairo Olaya Ballesteros. Diagramación Silvia Giraldo Consejo editorial Delegados de Pastoral Coordinador general Vicaría de Pastoral Impresión Periódico El Mundo Dirección Diócesis de Sonsón-Rionegro Curia Episcopal Calle 51 No 47-31 Tel: 531 5252 www.diosonrio.org.co Fotografía Diócesis de Sonsón-Rionegro Sugerencias vipastoral@diosonrio.org.co


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En muchos momentos, el Evangelio advierte expresamente que “se compadeció” (Mt 9,36) se transformaba su rosto, se identificaba con la desgracia, su estremecimiento interior se reflejaba en las palabras y en los ojos. Como Jesús, que no podía contemplar una aflicción sin conmoverse: es que nunca vivía “consigo”, siempre salía “con” y “para” los demás. Este vivir “para” el otro, sufrir “con” el que sufre fue algo tan notorio, impresionó tan vivamente que los testigos no lo pueden olvidar y lo hacen constar frecuentemente: “Jesús se compadeció del leproso, tendió hacia el la mano, y le tocó diciendo: “Quiero, se sano” Mt. 1, 41; “Jesús se compadeció de las turbas y los enfermos” (Mt 14, 14); “Jesús recorría ciudades y aldeas… sanando toda dolencia y

enfermedad” (Mt 9, 35); no pudo tomar alimento hasta curar al hidrópico (Lc 14, 24); en la sinagoga interrumpe su predicación para sanar al hombre de la mano seca (Mc 3,16) y a la mujer encorvada (Lc 12, 11-12). Como Jesús, que convida a la gran masa de oprimidos y agobiados, pues para ellos tiene un mensaje que les dará paz (Mt 11, 28). Él ha venido para sanar a los heridos de corazón, anunciar la libertad a los esclavos, a los ciegos la vista y a los oprimidos la liberación (Lc. 4, 18). Como Jesús que se entregó a los abandonados y olvidados con todo lo que era; su pensamiento, su oración, su trabajo, su palabra, su mano (Mt 8, 3) y pone las obras de misericordia como el programa de examen final para el ingreso al Reino.


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XVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Liturgia de la Palabra: Éxodo 16, 2-4.12-15; Salmo 77; Efesios 4, 17.20-24 Evangelio según San Juan (6, 24-35)

“En aquel tiempo, cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: —«Maestro, ¿cuándo has venido aquí?» Jesús les contestó: —«Os lo aseguro, me buscáis, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a éste lo ha sellado el Padre, Dios.» Ellos le preguntaron: —«Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en lo que Dios quiere?» Respondió Jesús: —«La obra que Dios quiere es ésta: que creáis en el

que Él ha enviado.» Le replicaron: —«¿Y qué signo vemos que haces Tú, para que creamos en Ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo.”» Jesús les replicó: —«Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: —«Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: —«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed.” Palabra del Señor

Pautas de reflexión El texto de hoy es un mensaje cargado de esperanza al escuchar la afirmación de Jesús: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed”. El hombre siempre ha buscado la felicidad por muchos caminos, a veces equivocados, y a pesar de tantos avances y progresos sigue sin encontrar dicha felicidad y hoy tendríamos que reconocer que la respuesta a esta felicidad está solo en Dios. Después de la multiplicación de los panes, la gente quería proclamar a Jesús rey, y dice el evangelio Él se fue y los dejó; pero lo buscan y lo encuentran, y es como se entabla un diálogo bien interesante sobre las motivaciones por las que lo buscan. “Os lo aseguro,

me buscais, no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros”. Pensemos en las motivaciones que podemos tener para acercarnos a Dios: quizás solo por mera costumbre, reduciendo el encuentro con el Señor a los meros ritos, pero que no se lleva a la vida concreta. Es una fe superficial. O para que apague los incendios (como un bombero), es decir en emergencias o dificultades; pero superadas se olvida con mucha facilidad. O por el afán sincero de encontrar la verdad absoluta, descubrir que el sentido de la vida se encuentra solo en Él. ¿Cuál es mi motivación para la búsqueda del Señor?


Agosto | 5

CRISTO FUE SEPULTADO Hemos venido profundizando en el cuarto artículo del credo: “…Fue crucificado muerto y sepultado”. En estas catequesis trataremos sobre la sepultura de Jesús. Los relatos evangélicos no describen el descendimiento de Jesús de la cruz y nos ofrecen pocos detalles de cómo el cuerpo fue preparado para la sepultura. En cuanto al descendimiento, se puede legítimamente pensar que a José le ayudaron otras personas. Respecto a la preparación inmediata para la sepultura, estos datos se pueden sumar a los que nos facilitan los Evangelios y otras fuentes judías antiguas (cfr. Mt 27,57-60; Mc 15,42-46; Lc 23,50-54; Jn 19,38-42) Partiendo de estas fuentes, normalmente los ritos preparatorios comprendían el cerrar los ojos, atado de las mandíbulas, el peinado de la barba y los cabellos, el lavado del cadáver y su unción, la vestición y la cobertura del rostro con un sudario; seguía luego el cortejo fúnebre para el transporte del cadáver hasta la tumba, con los pies y manos ceñidos. ¿Se realizaron todas estas intervenciones en el cuerpo de Jesús? Los evangelios silencian bastantes cosas y, dada la situación excepcional, hay que pensar que efectivamente se procedió con prisas. El interés de los evangelistas al respecto parece detenerse en los aromas y la indumentaria.

El sepulcro usado por Jesús era nuevo, como se hacía con los reyes. Los aromas se vertían sobre el cuerpo, las telas y las vendas, y se dejaban al lado del difunto. Es difícil, tomando como base solamente el texto del evangelio, hacerse una idea exacta de las telas y su número. Sólo la indumentaria fundamental consistía en una auténtica y propia túnica mortuoria o en una pieza de lino bastante cara usada para envolver el cuerpo del difunto, que debía cubrirse totalmente. Así pues, el cuerpo de Jesús fue depositado en la tumba que los evangelistas llaman nueva, excavada en la roca, situada en un huerto no lejano del lugar de la crucifixión, que se cerraba haciendo rodar una piedra a su entrada. El grupo de las mujeres aparece como el cortejo fúnebre de Jesús que, dada la cercanía de la tumba al lugar de la crucifixión, debía de ser muy breve. Las mujeres son, sobre todo, testigos: han seguido a Jesús desde Galilea hasta el Calvario, lo han visto morir en la cruz y ahora observan la tumba; serán las primeras en verlo resucitado, recibiendo de él el mandato de llevar el anuncio pascual a los hermanos. El sepulcro es la última etapa del morir de Cristo en el curso de su vida terrena; es signo de su sacrificio supremo por nosotros y por nuestra salvación.

Preguntas para el diálogo

Textos para profundizar

1. ¿Qué datos se encuentran en los textos bíblicos que hablan de la sepultura de Jesús? 2. ¿Qué sentido tienen las vendas y los aromas en el momento de la sepultura? 3. ¿Qué sentido pueden tener el cortejo y el sepulcro nuevo?

1. Catecismo de la Iglesia Católica – CEC – n. 624-630 2. http://multimedia.opusdei.org/pdf/es/ sepulcro.pdf 3. https://www.aciprensa.com/reportajes/ passion20.htm#38


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XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Liturgia de la Palabra: 1 Reyes 19, 4-8; Salmo 33; Efesios 4, 30--5,2 Evangelio según San Juan (6, 41-51)

“En aquel tiempo, los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: «Yo soy el pan bajado del cielo», y decían:

No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre.

—«¿No es éste Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?»

Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.

Jesús tomó la palabra y les dijo:

Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.

—«No critiquéis. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado.

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.

Y yo lo resucitaré el último día.

Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.”

Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios.”

Palabra del Señor

Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí.

Pautas de reflexión “Yo soy el pan vivo bajado del cielo”, los estudiosos de la Biblia dicen que con esta expresión “Yo Soy” Jesús se autodefine como el pan que da la vida eterna a quien lo come. Con estas palabras, tan sencillas y profundas, Jesús se manifiesta como la respuesta definitiva a las necesidades y aspiraciones del ser humano. Nada ni nadie nos puede dar la plenitud de felicidad que nos ofrece Jesús al proponernos un camino de seguimiento en el sermón de las bienaventuranzas, y además el aliento para seguir el camino, al darse Él mismo como nuestro Pan. Podríamos pensar hoy en la comprensión de la Eucaristía, que como nos enseña la Iglesia es cumbre y

fuente de la vida Cristiana. Y por eso San Juan Pablo II decía “Sin la Eucaristía no hay Iglesia”. Tenemos un tesoro para nuestro camino, pero que quizás por tantas distracciones no somos conscientes en plenitud de lo que tenemos, cuando el sacerdote en la Misa Consagra, es Jesús mismo el que se hace presente como el Pan que da la vida. Aprendamos cada día a valorar con un impulso siempre renovado en nuestra existencia la Eucaristía, esforcémonos por celebrarla de una manera plena, activa y consciente, y sobre todo como decía San Juan Pablo II: “Que nuestra vida sea toda eucaristizada”.


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Catequesis 2

ALGUNOS PERSONAJES EN EL MOMENTODE LA CRUZ Y EL SEPULCRO José de Arimatea: Los cuatro evangelistas le mencionan, aunque muy brevemente, y todos coinciden en señalar su intervención en el mismo episodio, el único por el cual este notable de Jerusalén, miembro del Sanedrín, (“hombre rico” Mt 27,57; “ilustre” Mc 15,43; “bueno y justo” Lc 24,50; “discípulo secreto de Jesús” Jn 20,38) aparece de un modo fugaz en la historia de Cristo. José pide permiso a Pilato para sepultar a Jesús, y una vez concedido, con la ayuda de Nicodemo desclava el cuerpo de la cruz y lo lleva a un nuevo sepulcro excavado en la roca (por eso la tradición cristiana le hace patrón de embalsamadores y sepultureros). Nicodemo: Aparece en tres ocasiones a lo largo de los 21 capítulos del evangelio de san Juan. Se le presenta como uno de los jefes de los judíos, probablemente un miembro del Sanedrín, que viene a visitar a Jesús una noche (Jn 3,1ss). Más adelante, defiende a Jesús delante de sus colegas (7, 50-52) y por último participa en su sepultura (19,38-42). Nicodemo es mostrado sin duda como una persona recta, miembro de la clase dirigente, aunque su influencia sea limitada. Estas apariciones escalonadas nos permiten seguirle la pista, percibir su evolución y nos abren a un pequeño itinerario que puede ayudarnos a mirar nuestro propio camino de fe.

Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué otros personajes se pueden identificar en la sepultura de Jesús, según los textos bíblicos? 2. ¿Qué importancia reviste el papel de la mujer hoy en la Iglesia? 3. ¿Qué sentido tiene visitar una tumba o sepulcro?

Algunas mujeres: Las mujeres entienden mejor que los hombres, quizá porque saben mejor que el amor y el dolor son inseparables. Aquí está la raíz de su perseverancia. Son fuertes porque aman más y mejor. Se les puede aplicar lo que dice Escrivá: “Más recia la mujer que el hombre, y más fiel, a la hora del dolor.- ¡María de Magdala y María de Cleofás y Salomé! “¡Con un grupo de mujeres valientes, como esas, bien unidas a la Virgen Dolorosa, ¡qué labor de almas se haría en el mundo!. Se puede decir que están actuando realmente como mujeres, es decir, amando y cuidando al hombre, en este caso Jesús. En ellas se percibe el sentido hondo de la palabra inspirada en el Cantar de los Cantares: “el amor es más fuerte que la muerte”(8,6). Ellas servían a Jesús y a los suyos en su actividad de anuncio del Reino, tantas veces agotadora (cfr. Lc 8,1-3). Cuando llega el momento supremo de la entrega total y del enfrentamiento pleno con el mal se crecen, no dudan, se entregan sirviendo al Hombre, que es Jesús, de la manera que más le puede consolar: siendo fieles hasta el fin. Las mujeres aman según el modo que Dios ha inscrito en su naturaleza. Aman por amar, aman como si todas y cada una fuesen las madres del Hijo que sufre y las necesita. Algunas escucharon de Jesús: no lloréis (Lc 23,28).

Textos para profundizar 1. h t t p : / / w w w . m e r c a b a . o r g / F I C H A S / Cantalamessa/junto_a_la_cruz_estaba_ su_madre.htm 2. http://encuentra.com/sin-categoria/ las_mujeres_al_pie_de_la_cr uz_de_ cristo____13869/ 3. http://es.catholic.net/op/articulos/37121/ cat/214/jose-de-arimatea-y-nicodemosantos.html


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XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Liturgia de la Palabra: Proverbios 9, 1-6; Salmo 33; Efesios 5, 15-20 Evangelio según San Juan (6, 51-58)

“En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: —«Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.» Disputaban los judíos entre sí: —«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: —«Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.” Palabra del Señor

Pautas de reflexión En el evangelio que acabamos de escuchar, la imagen del banquete adquiere una riqueza infinita porque Jesús se presenta como el alimento que satisface todas las apetencias y necesidades del ser humano: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá por siempre”. ¿Por qué el evangelista Juan subraya que la carne y la sangre de Jesús son verdadera comida y bebida? Lo hace porque algunas comunidades consideraban la Eucaristía como un mero símbolo. Para la fe que confiesa la Iglesia, el pan y el vino eucarísticos no son un simple símbolo, ya que nos alimentamos realmente con el cuerpo y la sangre del Señor; por eso la Iglesia afirma una presencia real, no meramente simbólica, de Jesús resucitado en la Eucaristía.

Comer y beber significan asimilarse a Jesús, aceptar y hacer propio el amor expresado en su vida y en su muerte. En Jesús, el Padre adquiere rostro humano y el que es eterno se hace presente en el tiempo; al participar en la Eucaristía entramos a compartir la intimidad del Padre y del Hijo. Este lenguaje fuertemente realista utilizado por Jesús en esta parte del “discurso eucarístico” nos habla de la cercanía que él ha querido establecer con nosotros. Al hacerse comida y bebida podemos participar de su vida y tenemos acceso al Padre. Que estas palabras de Jesús nos sirvan para redescubrir la infinita riqueza de la Eucaristía, superando la rutina. Que al acercarnos a recibir la hostia consagrada seamos conscientes que Dios ha querido ponerse a nuestro alcance. ¡Locura de amor que nos llama a su intimidad!


Agosto | 9

Catequesis 3

EL SILENCIO DEL SEPULCRO Algunas referencias al Sábado Santo, día del gran Silencio. El sábado santo es un día alitúrgico, ya que en él no se celebra ni la Eucaristía ni los sacramentos, y la Iglesia guarda un silencio expectante junto al sepulcro. Así expresa, por una parte, el dolor por la muerte de Cristo y, por otra parte, la esperanza en la resurrección. El acontecimiento más destacable de este día junto a la sepultura es «el descenso de Cristo a los infiernos», afirmación de fe que se propaga en el s. IV y es recogida en el símbolo o «credo». El descenso de Cristo a los infiernos significa la solidaridad de Cristo con todos los hombres, incluso los muertos (en la próxima edición se abordará este tema). Una solidaridad también requerida como fruto de la muerte, manifestando así la extensión de la redención fundamentalmente concluida en la cruz, pero hecha significativamente extensiva por el descenso. Descender a los infiernos es asumir la muerte hasta sus últimas consecuencias, pero también proclamar la esperanza contra toda esperanza. (cfr. Jn 2,19; Mt 12,40). El sábado santo es un día de religioso y profundo silencio, en el que se contiene tenso el dolor de la muerte y la

Preguntas para el diálogo 1. ¿Qué sentido tiene el silencio para el cristiano? 2. ¿Cómo ser transmisores de esperanza en medio del dolor y del sufrimiento? 3. ¿De qué manera el cristiano puede vivenciar mejor el misterio del sábado santo?

esperanza de la vida. Ningún silencio guarda tanto misterio como el de este día. Lo mismo que las pías mujeres del Evangelio “estaban allí, ante el sepulcro” (Mt 27,61), así el cristiano debe estar allí con el corazón conmovido, en la serenidad de una paz callada, expectante de esperanza, confiando en las promesas, abierto a la última palabra de Dios sobre el amor aparentemente enterrado. Cristo es el grano de trigo enterrado en las mismas entrañas de la tierra, que producirá un fruto inesperado de vida nueva para toda la humanidad. Los “frutos” que los hombres solemos esperar no proceden precisamente de la “vida entregada”, sino de las “vidas conquistadas”. Cristo sabe que sólo dando la vida se puede ganar la vida, que sólo muriendo se puede germinar y dar fruto para los demás. Como Buen Pastor ha dado su vida por sus ovejas y, escondido en la sepultura, espera el gran SI de la resurrección, que congrega a cuantos se hallaban dispersos (cfr. Jn 10,1011; 12,24). En este día es preciso destacar, en medio del silencio y la decepción de muchos, la gran esperanza y confianza de María. Ella fue la que verdaderamente creyó y esperó. En la hora del gran luto, de la gran oscuridad y de la desesperación, surge misteriosamente la luz de la esperanza.

Textos para profundizar 1. http://www.mercaba.org/LITURGIA/ Borobio/v_espera_pascual_sabado_santo. htm 2. http://www.vatican.va/spirit/documents/ spirit_20010414_omelia-sabato-santo_ sp.html 3. http://encuentra.com/el_calendario_ liturgico/benedicto_xvi_medita_sobre_la_ noche_del_sabado_santo_14175/


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XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Liturgia de la Palabra: Josué 24, 1-2.15-18; Salmo 33; Efesios 5, 21-32 Evangelio según San Juan (6, 60-69)

“En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: —«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?» Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: —«¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.” Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo:

—«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: —«¿También vosotros queréis marcharos?» Simón Pedro le contestó: —«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.” Palabra del Señor

Pautas de reflexión Las palabras de Jesús sobre el pan vivo bajado del cielo han escandalizado a sus contemporáneos, para los cuales era inaceptable aquel modo de hablar.

tenían motivaciones frágiles. La desbandada alcanzó su punto crítico el Viernes Santo, cuando pareció que naufragaba el proyecto de Jesús.

Jesús, al ver que muchos de sus seguidores lo abandonaban, se dirige a los doce Apóstoles: “¿También ustedes quieren marcharse?” Jesús los interpela sobre la calidad de su compromiso.

Hay personas con una espiritualidad muy “light”, la cual se derrumba con la primera crisis (un fracaso afectivo, la muerte de un familiar o una enfermedad).

Los seguidores de Jesús lo hacían, hemos dicho anteriormente, movidos por muy diversas motivaciones: desde los curiosos hasta los que estaban en un sincero proceso de búsqueda. A medida que Jesús fue explicando lo que significaba seguirlo a Él, se fueron quedando atrás aquellos que

Al terminar nuestra reflexión pensando en la pregunta de Jesús: “¿también ustedes quieren marcharse?”, examinemos la firmeza de nuestros principios, revisemos el lugar que ocupa Dios en nuestras vidas, y desenmascaremos las ambigüedades en nuestro comportamiento: decimos una cosa pero actuamos de manera diferente.


Agosto | 11

EL DIÁLOGO POR UNA NUEVA SOCIEDAD Cuando escuchaba las variadas intervenciones del Papa Francisco en su viaje a Ecuador, Bolivia y Paraguay, sentía un gozo inmenso porque experimentaba que nos estaba hablando a todos, especialmente a los latinoamericanos que tenemos tantas cosas en común. Y, sobre todo, me llenó de profundo gozo escuchar su mensaje en Paraguay a las múltiples asociaciones de la sociedad civil. Por eso quiero tomar los elementos que considero fundamentales en dicho discurso, para que veamos que sin el DIALOGO la búsqueda de la paz no es posible. (1)“es verdad que el diálogo no es fácil, hay que superar muchas dificultades y a veces parece que nosotros nos empecinamos en hacer las cosas más difíciles todavía. Para que haya diálogo es necesaria una base fundamental. Una identidad”. Por eso hay que decirle a tantos que se oponen a los diálogos de paz de la Habana, que si el diálogo no es fácil, no se puede renunciar a él. (2) Los diálogos de la Habana no son meras conversaciones, son un DIALOGO SOCIAL que implica lo económico, político y cultural. Por eso nos dice el Papa: “Estamos hablando de un diálogo social, el amor a la Patria. La Patria primero, después mi negocio. Esa es la identidad. Yo desde esa identidad voy a dialogar. Si yo voy a dialogar sin esa identidad el diálogo no sirve”. Ello es fundamental en los diálogos por la paz de todos los colombianos: la paz no se negocia, la paz es de la esencia de una patria nueva. No podemos buscar el propio beneficio sino el de todos. (3) “El diálogo presupone, nos exige buscar esa CULTURA DEL ENCUENTRO. Un encuentro que sabe reconocer que la diversidad no solo es buena: es necesaria. No ver las diferencias como una dificultad para llegar al diálogo y así construir un país más justo”. Tenemos que comprender que el encuentro

exige no el YO_TU sino el NOSOTROS. Por eso hay que superar la cultura del egocentrismo, para alcanzar una cultura del comunitarismo. (4) “El diálogo es para el bien común y el bien común se busca desde nuestras diferencias dándole posibilidad siempre a nuevas alternativas…para terminar en un acuerdo nuevo donde todos nos pusimos de acuerdo. Las diferencias quedan a un costado, y nos comprometemos y defendemos lo acordado. Esa es la cultura del encuentro”. Qué nos está faltando en Colombia? Reconocer la diversidad, optar por el bien común, que desafortunadamente es el menos común de los bienes. Comprometernos con lo acordado. (5) “En el diálogo se da el conflicto y es lógico y esperable… No le tenemos que temer, no tenemos que ignorar el conflicto, por el contrario somos invitados a asumir el conflicto. «Aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en un eslabón de un nuevo proceso» (Evangelii gaudium 227). Nos enseña la Doctrina social que como consecuencia del pecado existe el conflicto; por eso hay que superarlo por la gracia de Dios, y para ello es necesario el perdón. “Hay un principio que nos tiene que ayudar mucho. La«unidad es superior al conflicto» (ibíd. 228). El conflicto existe, hay que asumirlo hay que procurar resolverlo, hasta donde se pueda, pero con miras a lograr una unidad pero no es uniformidad, sino es una unidad en la diversidad”. Por tanto, para lograr una Colombia UNIDA hay que superar el conflicto, pero sin perder de vista los demás elementos esenciales al diálogo por la paz que nos señala el Papa Francisco. Qué regalo de Dios es el Papa Francisco y su enseñanza. En los próximos números abordaremos la encíclica LAUDATE SI que es fundamental para nosotros.


12 | Evangelizar

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Liturgia de la Palabra: Deuteronomio 4, 1-2.6-8; Salmo 14; Santiago 1, 17-18.21-22.27 Evangelio según San Marcos (7, 1-8.14-15.21-23)

“En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas.) Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: —«¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores?» É1 les contestó: —«Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito:

“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres.» Entonces llamó de nuevo a la gente y les dijo: —«Escuchad y entended todos: Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.” Palabra del Señor

Pautas de reflexión Los fariseos habían desarrollado una serie de normas que regulaba todas las actividades de los miembros de la comunidad. Nada escapaba al imperio de las normas. La vida del israelita estaba absolutamente programada pues la religión le decía qué podía comer, con quiénes podía tratar y a quiénes debía evitar, cómo debía orar, cómo debía interactuar con su familia. Las normas impuestas por los fariseos eran absolutamente asfixiantes. La mayor preocupación era el cumplimiento exacto de las mismas, y la calidad humana, religiosa y ética de las personas se medía por el cumplimiento literal de estas imposiciones. Es por esto que Jesús retoma las duras palabras del profeta Isaías: “este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí; el culto que me dan está vacío”.

Para los fariseos, la fidelidad a Dios consistía en lavarse las manos, preparar los alimentos de determinada manera y cumplir con una serie de formalismos. Se creían salvados porque cumplían con estas prescripciones sin importar si eran justos o si eran capaces de reconciliarse con las personas con las que habían tenido diferencias. Por eso Jesús les dice: “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre. Porque de dentro, del corazón, salen los malos propósitos, los robos, los homicidios, etc.” Jesús denuncia una falsa religión que cree que la relación con Dios pasa a través del cumplimiento de unos ritos vacíos, que no significan nada, y de la observancia de unas normas que agobian.


Agosto | 13

¿SERÁ VERDAD QUE, CON EL CRISTO COMUNISTA, A JESÚS LO BAJARON DE LA CRUZ?

Se ha suscitado una gran controversia por el Cristo, puesto sobre la hoz y el martillo, símbolo del comunismo ateo, que Evo Morales, presidente de Bolivia le regaló al Papa Francisco. Algunos dicen que cristianismo y marxismo tienen elementos comunes; entre ellos la interpretación de la realidad social, que aparece en la teología de la liberación. Muchos han catalogado el hecho como una falta de respeto. Un Cristo comunista para una sociedad en conflicto es el que ha presentado la teología de la liberación y la filosofía comunista. Otros han visto las cosas como la unión del comunismo y el cristianismo.

El Marxismo dice que la religión es el opio del pueblo, y, además, alienante. ¡Qué miedo de un Cristo que se baja de la cruz para hacer caso a los increyentes y ateos!.

La infraestructura o fundamento de la sociedad es la económica (Marx).

El Cristianismo y el Socialismo, (razón del comunismo) algún día caminarán de la mano.

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El radicalismo ateo del comunismo está pasando de moda. •

La cruz es la insignia o señal del cristiano. Cristo salvó a la humanidad muriendo en la cruz. Sin cruz no hay resurrección. Constantino, el primer emperador cristiano, en la batalla sobre el puente Milvio, vió en el cielo una cruz con esta inscripción: IN HOC SIGNO VINCES (con este signo vencerás). El peligro de un Cristo sin cruz es que no sea el Hijo de Dios. “Líbreme Dios de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo” (Gal 6, 14). Oh cruz fiel, árbol único. Ninguno entre los árboles de la selva como tú (Liturgia del Viernes santo).


14 | Evangelizar

«El genuino amor conyugal es asumido en el amor divino y se rige y enriquece por la virtud redentora de Cristo y la acción salvífica de la Iglesia para conducir eficazmente a los cónyuges a Dios y ayudarlos y fortalecerlos en la sublime misión de la paternidad y la maternidad. Por ello los esposos cristianos, para cumplir dignamente sus deberes de estado, están fortificados y como consagrados por un sacramento especial, con cuya virtud, al cumplir su misión conyugal y familiar, imbuidos del espíritu de Cristo, que satura toda su vida de fe, esperanza y caridad, llegan cada vez más a su propia perfección y a su mutua santificación, y, por tanto, conjuntamente, a la glorificación de Dios» (Gaudium et Spes, 48). Hagamos la lectura de los numerales de los lineamenta del Sínodo de los Obispos 2015 (nº 21-22)y respondamos sus preguntas. La indisolubilidad del matrimonio y el gozo de vivir juntos 21. El don recíproco constitutivo del matrimonio sacramental arraiga en la gracia del bautismo, que establece la alianza fundamental de toda persona con Cristo en la Iglesia. En la acogida mutua y con la gracia de Cristo los novios se prometen entrega total, fidelidad y apertura a la vida, y además reconocen como elementos constitutivos del matrimonio los dones que Dios les ofrece, tomando en serio su mutuo compromiso, en su nombre y frente a la Iglesia. Ahora bien, la fe permite

asumir los bienes del matrimonio como compromisos que se pueden sostener mejor mediante la ayuda de la gracia del sacramento. Dios consagra el amor de los esposos y confirma su indisolubilidad, ofreciéndoles la ayuda para vivir la fidelidad, la integración recíproca y la apertura a la vida. Por tanto, la mirada de la Iglesia se dirige a los esposos como al corazón de toda la familia, que a su vez dirige su mirada hacia Jesús. 22. En la misma perspectiva, haciendo nuestra la enseñanza del Apóstol según el cual todo fue creado por Cristo y para Cristo (cfr. Col 1,16), el Concilio Vaticano II quiso expresar su estima por el matrimonio natural y por los elementos válidos presentes en las otras religiones (cfr. Nostra Aetate, 2) y en las culturas, a pesar de sus límites e insuficiencias (cfr. Redemptoris Missio, 55). La presencia de los semina Verbi en las culturas (cfr. Ad Gentes, 11) también se podría aplicar, en ciertos aspectos, a la realidad matrimonial y familiar de numerosas culturas y de personas no cristianas. Por tanto, también hay elementos válidos en algunas formas fuera del matrimonio cristiano —siempre fundado en la relación estable y verdadera entre un hombre y una mujer—, que en cualquier caso consideramos orientadas a éste. Con la mirada puesta en la sabiduría humana de pueblos y culturas, la Iglesia reconoce también esta familia como la célula básica necesaria y fecunda de la convivencia humana.

Reflexionemos en familia o en grupo ¿Cuáles son las iniciativas para comprender el valor del matrimonio indisoluble y fecundo como camino de plena realización personal? El Concilio Vaticano II quiso expresar su estima por el matrimonio natural, renovando una antigua tradición eclesial. ¿En qué medida la pastoral parroquial sabe valorizar también esta sabiduría de los pueblos, como fundamental para la cultura y la so


Agosto | 15

Padre André Coindre Hermano Policarpo

Origen Para librar a los jóvenes de la ignorancia, prepararlos para la vida y darles el conocimiento y el amor de la religión, el Padre André Coindre funda en 1821 en Lyon, Francia, el Instituto de los Hermanos del Sagrado Corazón. Sus constituciones fueron redactadas por el Hermano Policarpo y se basan en las de San Ignacio de Loyola que a su vez provienen de la Regla de San Agustín. En 1956 los Hermanos de la Provincia de España sintieron el llamado de extender su presencia misional a Colombia, resolviendo establecer una fundación en Barranquilla. Actualmente cuentan con 7 colegios en todo el territorio nacional. En nuestra diócesis se encuentran en el municipio de Marinilla, a donde llegan en 1986, con el propósito de establecer una casa de formación y abrir un colegio que apoyara los procesos formativos y prestase un servicio de calidad tanto académico como religioso.

Carisma Reunidos por Dios en una familia religiosa, los hermanos corazonistas viven en fraternidad y dan testimonio de unidad, con Jesús de Nazaret como modelo de Maestro;

creyendo en el amor de Dios asumen y viven la Fe, la difunden como presencia de la Iglesia en el mundo de la cultura mediante la formación de la identidad cristiana en los educandos, abriendo horizontes de fe y compromiso en sus vidas, siendo signo del “corazón divino” en la educación.

Tarea evangelizadora diócesis

en

nuestra

En el territorio de nuestra Iglesia de SonsonRionegro, los Hermanos Corazonistas, acompañan pastoralmente la educación de los niños y jóvenes provenientes de diferentes municipios del oriente; ellos forjan en sus estudiantes la identidad propia de una educación integral, que incluye la formación humana y espiritual, fundamentada en los principios eclesiales y corazonistas, con una pedagogía propia, la de la confianza y el acompañamiento en la bondad y misericordia, en el respeto y la comprensión, en el espíritu de familia, en el trabajo realizado con ilusión y alta profesionalidad. Agradecemos a Dios su presencia entre nosotros y los encomendamos a Cristo Maestro para que su servicio sea cada vez más eficaz en la extensión de su Reino.


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