UNÁNIMES
VIDA FRATERNA EN COMUNIDAD, NO. 2 b. CONGREGACIÓN PARA LOS IVC Y SVA
Domingo 22 de noviembre de 2009 Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey de Universo Juan 18, 33b-37 33
Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: «¿Eres tú el 34 rey de los judíos?». Jesús le respondió: «¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han 35 dicho de mí?». Pilato explicó: «¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?». 36 Jesús respondió: «Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuera de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de 37 aquí». Pilato le dijo: «¿Entonces tú eres rey?». Jesús respondió: «Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz».
Domingo 29 de noviembre de 2009 I de Adviento Lucas 21, 25-28.34-36 25
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. 26Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. 27Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. 28Cuando comience a
suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación. 34 Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes 35como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. 36Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre.
Domingo 6 de diciembre de 2009 II de Adviento Lucas 3, 1-6 1
El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, 2bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. 3Este comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, 4 como está escrito en el libro del profeta Isaías: «Una voz grita en desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. 5 Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos disparejos. 6Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios».
DIÓCESIS DE SONSÓN-RIONEGRO AÑO 5 - No. 48 / Noviembre de 2009
COMUNIDADES ECLESIALES POR EL REINO DE DIOS
LOS ENCUENTROS INFORMALES En un tiempo en que la soledad se ha apoderado de muchas personas y las relaciones son poco profundas, aunque siempre estemos rodeados de gente, debemos fomentar cada vez más, en nuestras comunidades, el compartir. Compartir es valorar y acoger a los hermanos que Dios nos ha dado como un verdadero regalo; compartir es hacer juntos un camino hacia Dios en medio de luchas y esperanzas; compartir es incluso aprender a llevar la carga de los otros (cf Ga 6,2). Siempre es maravilloso poder avanzar, crecer, disfrutar, convivir con los demás. Es preciso considerar como una gran oportunidad tener un grupo de personas con las que es posible intercambiar reflexiones, sentimientos, afectos, bienes, experiencias de vida, para ayudarnos, enriquecernos y fortalecernos en un proceso espiritual que estamos haciendo juntos. Al compartir tenemos una visión más completa de la realidad, nos sentimos capaces de nuevas empresas, adquirimos elementos y herramientas para actuar. El compartir es una expresión concreta de la caridad que nos debe unir y se vuelve un camino muy directo a la fraternidad, a la alegría y a la construcción de la comunidad. Cada vez que abrimos un poco la ventana de nuestra casa, Dios hace que entre su Espíritu, nos anime y nos renueve. En efecto, al compartir, el Espíritu Santo expresa y da testimonio en nosotros del amor divino como fuerza sanadora y creadora. En una palabra, realiza en nosotros el Reino de Dios. Por eso, el compartir nos va educando para rechazar las tentaciones del egoísmo y de la codicia, que continuamente nos asechan y engendran entre nosotros insensibilidad, competitividad, desconfianza, envidias y búsqueda afanosa de los propios intereses y del propio provecho. No nos hagamos ilusiones; sin un serio camino espiritual que nos lleve a morir a nosotros mismos para darnos permanentemente a los demás, de poco sirven los propósitos de unidad y los instrumentos externos de fraternidad. Estos se convertirían en medios sin alma, en máscaras de comunión, más que en sus modos de expresión y crecimiento. Sólo con esta convicción tienen sentido y producen buenos resultados las “reuniones para compartir” de que hemos hablado y los encuentros informales que, dentro de la metodología de las CER, es posible y recomendable realizar. Los encuentros informales son esos espacios que cada pequeña comunidad va creando para completar su formación, para realizar algún apostolado, para descansar, o simplemente para disfrutar la alegría de estar juntos. Estos encuentros no hay que realizarlos a la fuerza, pero tampoco conviene excluirlos completamente de la vida de una comunidad. Deben darse con espontaneidad entre todos los miembros de una CER, o en un grupo más pequeño de los que puedan participar en alguna actividad, o con los integrantes de Editorial dos o tres comunidades que se invitan, en ciertas ocasiones, para programas comunes. Pág. 1 Es muy conveniente convocar para estos encuentros, sobre todo, durante los períodos de vacaciones en los que no hay reuniones ordinarias. Encuentros de este tipo pueden ser: Reflexión una jornada o vigilia de oración, una reunión en una familia para ver y comentar un video, Pág. 2 una salida al campo, una visita a un museo, una sesión de estudio de un tema que parezca Noti interesante y actual, una particular acción apostólica, un acompañamiento en determinada CER circunstancia a un miembro de la comunidad, ir juntos a un concierto o a una obra de teatro. Pág. 3 La creatividad de cada comunidad puede aprovechar muchas ocasiones para encuentros informales, que vayan ayudando a todos sus miembros a vivir los valores y la Lectura orante alegría del Evangelio en un permanente compartir. Sobra decir que el verdadero compartir de la Palabra tiene siempre su origen y su culminación en la Eucaristía, cuando Cristo realiza a plenitud Pág. 3 los anhelos de unidad fraterna que alberga el corazón humano.
VITRINA
«[La comunidad] tiene como tarea irrenunciable, y como misión, ser y aparecer como una célula de intensa comunión fraterna que sea signo y estímulo para todos los bautizados».
Evangelios Dominicales Pág. 3-4
+ Ricardo Tobón Restrepo Obispo de Sonsón-Rionegro
«La comunidad, en su estructura, motivaciones y valores, hace públicamente visible y continuamente perceptible el don de fraternidad concedido por Dios a toda la Iglesia […] » VIDA FRATERNA EN COMUNIDAD CONGREGACIÓN PARA LOS IVC Y SVA
«En cada una de las CER tenemos que despertar una gran capacidad de acogida, como método para convocar a nuevos hermanos; porque donde a uno lo quieren, allí se queda».
No. 2 b,
Mons. Ricardo Tobón Restrepo
Reflexión
Noti CER
Las Cartas de San Pablo a Tim oteo
NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE ARMA, LA META DE LA PEREGRINACIÓN MARIANA DE LAS CER
QUIÉN ESCRIBE Y A QUIÉN SE DIRIGE Con referencia al escritor de las cartas, hay tres tendencias: La primera es que la escribió Pablo, anciano y preocupado por la recta doctrina, a uno de sus más queridos hijos, plasmando a trozos su testamento espiritual; una segunda tendencia, atendiendo a que ni el estilo, ni las expresiones usadas, ni los contenidos se identifican a los otros escritos del apóstol, la atribuyen a Pablo, pero escrita por mano de uno de sus secretarios, como solía hacerlo (Rm. 16,22; cf. 2Tes. 3,17); finalmente, se atribuyen a uno de los discípulos de Pablo que recoge el pensamiento de su maestro en estas cartas y las firma a nombre de Pablo para darle autoridad entre los miembros de la Iglesia. Sea cual sea el caso, es un Escrito Sagrado, usado por la Iglesia desde tiempos inmemoriales. Se dirige a Timoteo, obispo de Éfeso, natural de Listra, hijo de padre griego y madre judía, llamada Eunice, hija de Loida, quienes fueron fundamentales en la vida cristiana de éste (Hch. 1, 1-3; 1Tm. 1,5;4,14; 2Tm. 1,5); acompañó al evangelizador de los gentiles en las correrías de su segundo y tercer viajes misioneros, al igual que en la primera cautividad, como lo atestiguan Hechos de los Apóstoles y la Carta a Tito; el apóstol lo llama "Timoteo: mi hijo amado" (1 Cor. 4,7). El centro de las cartas es la defensa contra algunas falsas doctrinas y la organización de la Iglesia; forman parte de un grupo llamado Cartas Pastorales, pues no están dirigidas directamente a las comunidades, sino a los pastores que están a cargo de ellas.
Dentro de las actividades comunes que anualmente se programan para las CER de nuestra diócesis, el próximo sábado 28 de noviembre, peregrinaremos con fe y devoción hacia la Catedral de San Nicolás de Rionegro, en honor y demostración de fe y amor hacia la Reina del Cielo, bajo la advocación de “Nuestra Señora del Rosario de Arma”, patrona de la Diócesis, que durante el año 2009 fue especialmente honrada al cumplirse el cincuentenario de su coronación canónica. La programación iniciará a las 9:00 de la mañana en el Auditorio de la Escuela “Julio Sanín Sanín”, ubicado en Rionegro, carrera 50 51-19, contiguo a la Casa del Adulto Mayor; finalizaremos hacia el medio día con la Celebración de la Eucaristía en la Catedral. Favor confirmar la asistencia en la Delegación para las Comunidades Eclesiales por el Reino, teléfono 5 31 52 52, ext. 106.
LAS DOCTRINAS LLAMATIVAS Y EXTRAÑAS Empezaban a introducirse, dentro de los miembros de la Iglesia, algunas teorías propias del pensamiento religioso de la época, que consideraban que el cuerpo, y en general todas las cosas compuestas por materia, eran malas; negaban la encarnación del Verbo; y, en este caso, negaban que el matrimonio y el tener ciertos cuidados con el cuerpo, estuviera en el plan de Dios (cf. 1Tm. 4, 1-3). La respuesta de Pablo es contundente: Todo lo que Dios ha creado es bueno, y nada es despreciable, si se lo recibe con acción de gracias (1Tm. 4,4). La defensa del matrimonio no es contradictoria con el celibato, como algunos quieren hacerla ver —aunque, de hecho, en la primera carta se habla de los ministros ordenados casados—, pues lo que refuta el apóstol es el desprecio del matrimonio en toda la Iglesia, sin condenar por ello la libre elección del celibato por el Reino de Dios. LA IGLESIA DE AYER Y HOY, SEGÚN I Y II TIMOTEO Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad (1Tm. 2,4); esta disposición del Altísimo toma forma en la Iglesia, llamada a llevar el Evangelio a todos los hombres de todos los tiempos (cf. 1Tm. 4,13; 2Tm. 2,14; 3,16; 4,2). Desde esta perspectiva, las orientaciones que Pablo da acerca de la Iglesia en este par de cartas, continuarán vigentes mientras subsista la historia. De ellas resaltamos los siguientes aspectos: Ü EL OBISPO Y LOS PRESBÍTEROS: No hay una clara distinción entre el papel de unos y de otros, aunque ya se distinguen ciertos aspectos doctrinales con referencia al rol de cada cual. Al Obispo le corresponde la presidencia de la Iglesia (1Tm. 3,1) y la imposición de manos para trasmitir el Espíritu Santo (2Tm 2,2); a los segundos, la predicación y la enseñanza (1Tm. 5, 17). Unos y otros han de brillar por ser irreprochables, sobrios, equilibrados, ordenados, hospitalarios, virtuosos en todos los sentidos (1Tm 3,2); deben gobernar la Iglesia, como a su familia (1Tm. 3,5; 5,1). Ü EL DIÁCONO: Era tanto para hombres como para mujeres; éstas últimas, debido a la necesidad de administrar el bautismo, que realizaba por inmersión, totalmente desnudo en una piscina, a las otras mujeres, sin menoscabo del recato necesario. Deben ser irreprochables, respetables, de una palabra, moderados, honestos, en una palabra: Verdaderos cristianos (cf. 1Tm 3, 8-13). Ü LAS MUJERES: Algunas expresiones de las cartas son duras con respecto a las mujeres; de ninguna manera se trata de un desprecio machista de Pablo hacia las mujeres, si no de la forma de resolver cierto problema propio de la comunidad, con respecto a algunas mujeres que en nada ennoblecían la Iglesia; a ellas les pide austeridad, recato y modestia, que se adornen con buenas obras, más que con joyas; que se santifiquen en su función de madres (cf. 1Tm. 2, 9-15). LAS VIUDAS ocupan un puesto especial en la comunidad cristiana; éstas son las que han quedado totalmente solas y tienen puesta su confianza en Dios, consagrando sus días y sus noches a la súplica y a la oración (1Tm. 5,5); pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, estos deben aprender primero a cumplir con sus deberes familiares y a ser agradecidos con sus padres, porque eso es lo que agrada a Dios (1Tm. 5,4). Ü TODOS LOS FIELES: Deben ser orantes, elevando peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres (1Tm. 2,1); deben estar libres de la avaricia, porque ésta es la raíz de todos los males (1Tm. 6, 10): deben ser santos, porque ese es el llamado que han recibido (cf. 2Tm. 1,9)
OREMOS UNOS POR OTROS El Señor Jesús nos ha dicho: Les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá (Mt. 18, 19). Confiando plenamente en su Palabra, oremos por nuestros hermanos que se encuentran en el camino de las CER y que actualmente necesitan de nuestras plegarias: Ü Oremos por el eterno descanso de María Emma Botero Amariles, de la precomunidad San Francisco de Asís, de la Parroquia “Ntra. Sra. del Carmen” de Abejorral y también por Rafael Antonio Naranjo, de la CER San Pedro, de la Parroquia “Ntra Sra. del Carmen” de Guatapé; que el Señor los lleve a disfrutar de su gloria y conceda la cristiana esperanza a sus familiares. Ü Oremos por la salud de Jesucristo Raúl Armando Guzmán, de un grupo perteneciente a la Parroquia “Jesús Nazareno” de Rionegro, y de Rosalba Hoyos Aristizábal, de la CER San Francisco de Asís, de la Parroquia “Ntra. Sra. de Chiquinquirá” de El Santuario. Ü Oremos por el éxito de la misión que adelantará la CER San Juan María Vianney, finalizando el mes de noviembre.
Lectura Orante de la Palabra
Domingo 15 de noviembre de 2009 XXXIII del tiempo ordinario Marcos 13, 24-32 24
En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, 25las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. 26Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria. 27Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte. 28Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. 29Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. 30Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. 31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.