Congreso sacerdotal, 3 4
Marzo - Abril de 2010 8-9
“fidelidad de cirsto, fidelidad del sacerdote”
La celebración de la Eucaristía:
fue uno de los momentos más sentidos puesto que en ella el clero en general se unió bajo un mismo sentir y un mismo guía: Jesús de Nazaret, el Pan vivo bajado del Cielo y que como decía en santo Cura de Ars “Todas las buenas obras juntas no equivalen al sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios”.
La oración ante el Santísimo:
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momento fundamental en el desarrollo del Congreso sacerdotal, lugar de encuentro y descanso para el alma sedienta de Dios; así el presbiterio cada día oró a los pies del maestro y escuchó sus enseñanzas.
El padre Leonidas Ortiz L., secretario Comisión Episcopal Misión Continental y director del Observatorio Pastoral del CELAM, propuso la reflexión“EL CORAJE DE SER SACERDOTE HOY, Un llamado a la Conversión y a la Misión”, decía : “ Al cristiano y al presbítero de hoy les ha correspondido vivir en este cambio de época caracterizado por las profundas transformaciones que se están dando en los diversos campos de la actividad humana, impulsadas por la globalización, el secularismo, el relativismo y el pluralismo religios; también el padre Francisco Niño Súa, Canciller de la arquidiócesis de Bogotá, expuso el tema
“CON EL OBISPO Y EL PAPA, EN COMUNIÓN DIOCESANA Y UNIVERSAL”Quien mire a la Iglesia con ojos puramente humanos, descubrirá la paradoja, pero nunca el misterio; pero desde una perspectiva de fe, la Iglesia es verdadero misterio, designio, presencia y acción divina, la Iglesia es el misterio derivado del amor divino, que existe en Cristo para la humanidad por ello, “ la comunión eclesial se plantea como tipo y modelo de la comunión entre los hombres y entre los pueblos, y simultáneamente, como don, como conquista, como realidad profundamente espiritual e imperativamente concreta.”
Monseñor Darío Góme en su ponencia “EL CENÁCULO, INVOCACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO CON MARÍA, EN COMUNIÓN FRATERNA”, comenzó haciendo la invitación a reflexionar sobre lo que es cenáculo como lugar de fraternidad y en la que nos invita a construir la propia fraternidad, como especie de espíritu que sucede de continuo, sin pausa, si escalas, sin paréntesis, por eso, participar juntos en el Plan de Pastoral es responsabilidad y expresión de fraternidad sacerdotal; así, la fraternidad sacerdotal tiene dos pilares: el Espíritu Santo y la Virgen María, sin ellos no hay comunión , no hay fraternidad.”
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Momento festivo:
También se tuvo la oportunidad de vivir un momento festivo, como bien así se llamó con la presentación de la Orquesta Sinfónica del municipio de Rionegro y el ballet Folclórico de Antioquia quienes con su maestría en la música y en la danza supieron agradar y robarse los aplausos de los más de 6000 espectadores que asistieron esa tarde al Coliseo cubierto de Rionegro.
Conclusiones y compromisos Al clausurar este Año Sacerdotal, el presbiterio de la diócesis de Sonsón- Rionegro, reunido en Congreso, en espíritu de discernimiento del
contexto socio-cultural actual de esta Iglesia particular, para profundizar en la primacía de su vocación a la santidad y en las características propias de la espiritualidad del sacerdote diocesano, hicieron el propósito de trabajar en su vida y ministerio los siguientes compromisos: 1. Avivar nuestro vínculo Sacramental con la santísima Virgen María, no sólo desde nuestra condición filial, sino ante todo como condiscípulos de su Hijo. 2. Trabajar por consolidar el proyecto orgánico e integral de pastoral sacerdotal; iniciativa que ha de involucrar el servicio mediante el envío de sacerdotes y laicos a iglesias hermanas y la formación de sus seminaristas. 3. En viva comunión eclesial, trabajar el diseño de la nueva etapa del plan pastoral diocesano, apropiarnos de los caminos trazados y comprometernos seriamente en su realización. 4. Aprovechar los medios y espacios existentes (reuniones de clero, grupos de amistad) para el fortalecimiento de la fraternidad sacerdotal, al mismo tiempo que se promueven otros que se crean oportunos. Hacer de las vicarías foráneas especiales núcleos de pastoral sacerdotal. 5. Como nota esencial de nuestra identidad y nuestro quehacer sacerdotal, fortalecer personal y comunitariamente la conciencia de la formación permanente. 6. Avivar el compromiso personal en el cultivo, seguimiento y apoyo de
las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada. 7. Profundizar en el sentido y las implicaciones de nuestro triple servicio sacerdotal: enseñando en nombre de Cristo y proponiendo la verdad que es Él mismo; posibilitando que el contacto del hombre con Dios a través de los sacramentos sea más vivo, piadoso y fecundo; entregando amor incondicional como el del Buen Pastor en el cuidado del rebaño, especialmente a los más pobres y marginados. 8. Solicitar al Ordinario diocesano la destinación de un sacerdote de tiempo completo y exclusivo a la tarea de la pastoral sacerdotal, tanto ad intra y especialmente ad extra. 9. Dar pasos concretos para que los laicos asuman su propia misión evangelizadora en la iglesia, y aún dentro de la pastoral sacerdotal. 10. Hacer una más fuerte presencia evangelizadora en los medios de comunicación social, aprovechando los espacios al alcance e incursionando en este escenario con recursos propios. Se es consciente de que la problemática actual de la iglesia y, específicamente de sus ministros ordenados, reclama un testimonio valiente e inequívoco de su identidad sacerdotal.