AÑO 32
NÚMERO 96
DIÓCESIS DE SONSÓN RIONEGRO
MARZO - ABRIL DE 2005
Habemus Papam
Juan Pablo II,
T
ras la muerte de Juan Pablo II, el pasado 2 de abril, la sede de Pedro estuvo vacante por 16 días. Luego del sepelio y del novenario de Karol Wojtyla, los Cardenales reunidos en cónclave eligieron, el 19 de abril, al Cardenal Joseph Ratzinger, como nuevo sucesor de San Pedro, quien escogió para su pontificado el nombre de Benedicto XVI.
El Grande E
l pasado 2 de abril, después de varios días de dolor por su enfermedad, la Iglesia vviv iv ió el ivió tránsito del P apa Juan P ablo IIII a la Papa Pablo adre. Juan P ablo IIII estuvo Casa del P Padre. Pablo al frente de la Iglesia Católica por más de 26 años y fue protagonista de muchos de los cambios que experimentó el mundo en las últimas décadas . L a historia lo rec ordará ccomo omo un P ontífic e ccon on recordará Pontífic ontífice una inmensa espiritualidad, un profundo amor por María la Madre de Dios y una destacada lab or en labor pro de los más nec esitados necesitados esitados..
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La Voz del Pastor: La Iglesia está viva ............................................................... 2 Editorial: El pastor de la Iglesia universal ......................................................... 3 Los Papas del Posconcilio ............................................................................... 3 Acontecer Pastoral .....................................................................................4 y 15 En comunión con Pedro ................................................................................... 5 «Totus Tuus» .................................................................................................... 6 En memoria de un Siervo Magno ..................................................................... 7 Las huellas del Pescador ............................................................................ 8 y 9 Juan Pablo II: Sacerdote íntegro ..................................................................... 10 El magisterio de Juan Pablo II ........................................................................ 11 Juan Pablo II y los cambios del mundo .......................................................... 12 Llamados a contemplar a Cristo .................................................................... 13 El Papa de los jóvenes .................................................................................... 14 Benedicto XVI: la Iglesia te acoge agradecida .............................................. 16
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La Voz del Pastor
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LA IGLESIA ESTÁ VIVA MONS. RICARDO TOBÓN RESTREPO OBISPO DE SONSÓN RIONEGRO
En el contexto luminoso de la Pascua del Señor, hemos pasado de la muerte del amado Juan Pablo II, que nos ha llenado de dolor, a la feliz elección de Benedicto XVI, que nos ha traído consuelo y esperanza. En el camino de la Iglesia, seguimos experimentando cómo la muerte da paso a la vida. Esta pascua eclesial, en una sucesión ininterrumpida de dos mil años, ha puesto de nuevo frente a la Iglesia a Pedro, en quien Cristo instituyó el principio visible y el perpetuo fundamento de la unidad de la fe.
La primacía de la Iglesia de Roma En los días en que el nuevo obispo de Roma comienza su ministerio como sucesor de Pedro, es preciso tener presente que ha sido directa voluntad de Cristo asentar su Iglesia sobre “esta Piedra”. Es a él a quien ha dado las llaves y la tarea de apacentar las ovejas y los corderos. Un distanciamiento de él compromete la comunión de la fe. Nos ayudan a afianzarnos en esta convicción las perspicaces y ardientes palabras de Ignacio de Antioquía e Ireneo de Lyón, dos padres venerables que tuvieron la fortuna de conocer y escuchar muchos discípulos directos de los apóstoles. Son palabras antiguas y, sin embargo, nunca superadas, porque han entrado a hacer parte de aquella tradición de la cual la Iglesia no deja nunca de vivir. Ellas nos prueban la conciencia eclesial desde los comienzos, cuando, a causa del apóstol que había sido escogido como “Piedra”, la sede romana aparecía ya con un papel singular para la profesión cristiana. Ignacio de Antioquía, a comienzos del siglo II, saludaba con fervor la comunidad de Roma, como “la Iglesia que ha recibido misericordia de la magnificencia del Padre altísimo y de Jesucristo su único Hijo; la Iglesia bien amada e iluminada por la voluntad de aquel que ha querido todo lo que existe; la Iglesia que preside en la región de los Romanos, digna de Dios, digna de honor, digna de ser llamada feliz, que preside en la caridad”. El otro texto, que ilumina y conforta, es de Ireneo, mártir en los años 202-203, que provenía del Asia, donde se había formado en la escuela de Policarpo, quien estaba “acostumbrado a tratar a muchos que habían visto al Señor”. En su libro “Contra las herejías”, los elogios a la singularidad de la Iglesia de Roma son todavía más explícitos y decisivos para nuestra fe: “Puesto que sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias, tomamos la Iglesia grandísima y antiquísima de todos conocida, la Iglesia fundada y establecida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo. Con esta Iglesia, en razón de su origen más excelente, deben necesariamente estar de acuerdo todas las Iglesias”.
días, el mismo Papa Benedicto XVI constata una experiencia maravillosa, que proclama con fuerza en la homilía de la Misa de inauguración de su Pontificado: “La Iglesia está viva. Y la Iglesia es joven. Ella lleva en sí misma el futuro del mundo y, por tanto, indica también a cada uno de nosotros la vía hacia el futuro. La Iglesia está viva y nosotros lo vemos: experimentamos la alegría que el Resucitado ha prometido a los suyos. La Iglesia está viva; está viva porque Cristo está vivo, porque él ha resucitado verdaderamente”. Una Iglesia viva y siempre joven que, según las palabras del Pontífice, tiene que cumplir su misión en un mundo apasionante y difícil, que él describe bajo la figura del desierto. El desierto, en el lenguaje bíblico, es sinónimo de purificación pero también de desolación, de coloquios de amor pero igualmente de miedo y tentación. En un pasaje de la citada homilía señala: “Hay muchas formas de desierto: el desierto de la pobreza, el desierto del hambre y de la sed; el desierto del abandono, de la soledad, del amor quebrantado. Existe también el desierto de la oscuridad de Dios, del vacío de las almas que ya no tienen conciencia de la dignidad y del rumbo del hombre”. Y luego añade: “Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo, porque se han extendido los desiertos interiores”. En esta realidad histórica que nos ha tocado vivir, el Santo Padre se propone ser pastor que da la vida y pescador que rescata a los hombres para Dios; quiere trabajar por la paz y la unidad sin huir ante los lobos que amenazan; desea ser testigo de la bondad divina, porque no es el poder el que redime sino el amor; asume como único proyecto el hacer la voluntad de Dios; busca hacer florecer el desierto invitando, como Juan Pablo II, a abrir de par en par las puestas a Cristo. En efecto, ha afirmado, “quien deja entrar a Cristo no pierde nada, nada –absolutamente nada– de lo que hace la vida libre, bella y grande”. Sólo en Cristo se encuentra la verdadera vida, porque “Cristo no quita nada y lo da todo”.
gelio. Así, de manera simple, pero segura y precisa, el Papa, quien ha escogido como lema de su vida ser “cooperador de la verdad”, nos ha ofrecido un sólido criterio para trazar la vía de la Iglesia en el tercer milenio. Como ha quedado reconfirmado en sus intervenciones de estos días, éste parece ser el recorrido que propondrá a la Iglesia para llevarla a que muestre al mundo, que se debate en el relativismo y el subjetivismo, el horizonte donde despunta la aurora. En un momento en que, anticipada y gratuitamente, han puesto tantas etiquetas falsas al nuevo Pontífice, la convicción de que este es el Pastor que Dios da a la Iglesia y al mundo debe alimentar nuestra confianza en él, la estrecha comunión con su persona y su magisterio, la obediencia fiel y sincera a sus orientaciones doctrinales y pastorales, porque él es Pedro y donde está Pedro está Cristo. Para mí como Obispo y para Ustedes todos, sacerdotes, religiosos y fieles, éste debe ser el compromiso que asumamos con relación al nuevo Pontífice, al que vaya nuestra más plena y devota adhesión de mente, de corazón y de vida. El Papa Benedicto XVI será ciertamente el guía seguro y el punto de referencia insustituible para la fe y la comunión de nuestra diócesis. En continuidad con sus predecesores, él nos indicará la única vía que conduce a la plenitud, la de Jesucristo Resucitado, medida del verdadero humanismo, que hace armoniosa y feliz la vida de cada persona y de toda la humanidad.
El cooperador de la verdad En la homilía pronunciada el 18 de abril en San Pedro, durante la Misa por la elección del Papa, el Cardenal Ratzinger, hoy Benedicto XVI, ha dicho: “Hacer la verdad en la caridad es la fórmula fundamental de la vida cristiana”. Este llamamiento solemne y fuerte a encontrar en Cristo la síntesis completa de la verdad y de la caridad aparece hoy como la indicación de un programa simple y profundo, que debe realizarse en toda la vida de la Iglesia, en el magisterio de sus pastores, en la enseñanza teológica y catequística, en la predicación y formación del pueblo de Dios.
Lo que debe caracterizar la misión propia de la Iglesia en nuestro tiempo es ofrecer a los hombres Una experienc ia mara v illosa desbordados de tantas ideas, propuestas y mensajes experiencia marav Al contemplar lo que la Iglesia ha vivido en estos contradictorios, la luz y la fuerza conmovedora del EvanP.5 P.6 P.7 P.8-9 P.10 P.11 P.12 P.13 P.14 P.15 P.16 P.3 P.4 P.1 P.2
Editorial
Los Papas del posconcilio
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E ditorial:
sospechada visión a un Papa Un “Papa de transición” venido de Polonia, el cual muy como con ligereza se consipronto empezó a mostrar que deró a Juan XXIII una vez ele“Sí, la Iglesia está viva; ésta es la mara- caridad. Esto quiere decir que su ministesu participación en el Vaticagido, fue el encargado de livillosa experiencia de estos días. Precisa- rio y ejemplo mueve a todos los bautizano II no había sido en vano y derar la más profunda y aumente en los tristes días de la enfermedad dos a vivir de formar singular el mandaque estaba dispuesto a contidaz renovación de la Iglesia y la muerte del Papa, algo se ha manifesta- miento de amarnos unos a otros de manedo de modo maravilloso ante nuestros ojos: ra afectiva y efectiva. nuar la colosal obra de Juan desde la época de la reforma que la Iglesia está viva y que la Iglesia es XXIII y de Paulo VI, significaprotestante del siglo XVI. Abrió joven”. El Romano Pontífice es el garante, funda aún en la escogencia de su las puertas y las ventanas de damento y principio visible de la unidad MONS. IVÁN nuevo nombre. la Iglesia para que el Espíritu Escuchamos de labios del nuevo Pastor del pueblo de Dios. Sobre él, que es el CADAVID OSPINA de la Iglesia Universal, el Papa Benedicto Sucesor de Pedro, Cristo ha querido dar Santo entrara como una coXVI, el día del solemne inicio de su pontififirmeza a la edificación de la Iglesia: una, VICARIO No fue fácil para el Papa rriente renovadora. La Iglesia cado, estas palabras que resumen maravisanta, católica y apostólica (cfr. Mt 16,18). EPISCOPAL DE polaco conciliar las diversas inició en 1962 el Concilio Vallosamente la experiencia de gracia que, por De igual modo, el Papa tutela las legítiPASTORAL bondad de Dios, ha inundado la vida de la mas diferencias y, al mismo tiempo, vicorrientes en la Iglesia: por un ticano II con mucha desconIglesia durante estos últimos meses. gila para que las particularidades y los fianza y salió completamente rejuve- lado, sectores progresistas que propugcarismas propios de cada Iglesia particunecida. La colosal obra iniciada por el naban por una teología más abierta y en En efecto, la enfermedad y muerte del lar, lejos de ser un obstáculo para la uniamado Juan Pablo II, el sentir unánime de dad, la enriquezcan. hoy Beato Juan XXIII fue magistralmen- ocasiones propensa a renunciar a printodos los católicos y de buena parte de la te culminada por su sucesor, el Papa cipios no negociables; por otro lado, humanidad en torno a este acontecimiento, ¿Cómo hacer que perdure en nuestra de sectores Paulo VI, a quien le correspondió diri- radicalización la corriente de oración que se suscitó para vida personal y en el itinerario pastoral de dar gracias a Dios por su ministerio y para nuestra Iglesia diocesana este momento de gir la Iglesia en un momento particu- ultraconservadores que veían en el Conpedir la luz del Espíritu Santo en la elecgracia? Debemos alimentar en nosotros y larmente difícil, sobre todo por algunas cilio un peligro para la estabilidad de la ción de quien habría de ocupar la Sede de en nuestras comunidades un cariño y un tendencias posconciliares que pusieron Iglesia y luchaban por dar marcha atrás Pedro y, finalmente, la feliz noticia de conrespeto sin límite hacia el Santo Padre. Hetar con otro Pastor que, en nombre de Jeen peligro la estabilidad de la barca de en muchos de sus temas. Mantener el mos de acoger sus enseñanzas en la fe y sús, conduce el rebaño del Señor, han coloen la confianza. No ha de faltar en nuestra la Iglesia. Fue precisamente Paulo VI el equilibrio entre fuerzas antagónicas y pocado ante nuestros ojos de manera singular oración la plegaria explícita por el Sucesor Papa del equilibrio que logró sortear con derosas, mientras la Iglesia se abría al y admirable el misterio de la Iglesia, pueblo de Pedro y por el abundante fruto de su de Dios que peregrina en el mundo consmagistral pericia los vientos contrarios mundo y al diálogo con otras confesioministerio a favor de la Iglesia y de todo el truyendo el Reino de Dios con la fuerza y la mundo. Sin duda, el fortalecimiento de la y conducir esa barca hacia aguas más nes cristianas y con otras religiosas, no misma vida de Cristo Resucitado. unidad entre nosotros y el mayor comproparecía –y no lo fue- una tarea fácil: ahí serenas. miso de caridad con los hermanos también Al centro de estos eventos de gracia, ha será un testimonio inequívoco de nuestra está una de las fortalezas del Pontificaestado la persona del Romano Pontífice. adhesión filial al Papa. Un impulso y celo Quienes tuvimos la fortuna de vivir esos do del nunca bien llorado Juan Pablo II. En él reconocemos al Pastor de la Iglesia especial, signo de la vitalidad y de la juaños posteriores al Concilio Vaticano II universal, en quien vemos cumplida nueventud de Iglesia, debe estar presente en fuimos testigos presenciales de situacioBenedicto XVI, quien también particivamente la promesa de Dios de concedertodas las tareas apostólicas que se llevan a nos pastores según su corazón. Él ha recicabo en nuestra diócesis; acciones que reanes contrarias y peligrosas: por una par- pó como teólogo experto en el Concilio, bido de Jesús Resucitado la tarea de “apalizamos en comunión de mente y de corate, la renovación de la imagen de la Igle- ha anunciado desde su primera homilía centar a sus ovejas”. En efecto, bajo la zón con el Santo Padre. sia, mientras en algunos ambientes se el día siguiente de su elección su volunguía del ministerio del Santo Padre y con la conducción segura de su magisterio, aliperdía la identidad y la originalidad del tad de seguir impulsando la renovación Su Santidad Benedicto XVI, en la homimento sólido de vida espiritual, la Iglesia lía de la Eucaristía con la que inauguró su mensaje cristiano; el nuevo papel del que puso en marcha el Vaticano II: “Quiero camina en medio de las realidades de esta ministerio petrino, insistió en que la misacerdocio ministerial al servicio del pue- reafirmar con fuerza la voluntad decidida tierra y es testimonio de amor para la husión que Dios le confiaba supera toda cablo de Dios enfrentado a una severa crisis de proseguir en el compromiso de realimanidad entera. pacidad humana. Pero añadió: ¿Cómo puedo hacerlo? Y él mismo se responde, de identidad que produjo muchas y dolo- zación del Concilio Vaticano II, siguienEl Papa, con la asistencia especial del después de renovar su plena confianza en rosas deserciones; la renovación litúrgica Espíritu Santo, es quien tiene el encargo do a mis predecesores y en continuidad la gracia de quien lo ha elegido para tal llevada más lejos de lo previsto por cierde “confirmar en la fe a los hermanos”. Sus responsabilidad, “no tengo que llevar yo fiel con la tradición bimilenaria de la Igleenseñanzas, sus orientaciones, sus palabras, tos grupos bajo pretexto de una necesaria solo lo que, en realidad, nunca podría sosia. Este año cae el 40 aniversario de la están todas orientadas a hacer más sólida portar yo solo. La muchedumbre de los inculturación; el reconocimiento del pala fe y el compromiso de vida de todos noconclusión de la asamblea conciliar (8 de santos de Dios me protege, me sostiene y pel del laico dentro del pueblo de Dios sotros, discípulos del Señor. me conduce. Y me acompañan, queridos diciembre de 1965). Con el pasar de los opacado por marcadas tendencias a boamigos, vuestra indulgencia, vuestro amor, El Santo Padre preside a la Iglesia en la vuestra fe y vuestra esperanza”. rrar las fronteras entre el sacerdocio co- años los documentos conciliares no han perdido actualidad; por el contrario, sus mún y el sacerdocio ministerial; la Iglesia abierta al mundo en un momento en que enseñanzas se revelan particularmente el secularismo ganaba más terreno entre pertinentes en relación con las nuevas instancias de la Iglesia y de la sociedad grandes bloques de cristianos. actual globalizada”. Este papado, estamos Un periódico para la Nueva Evangelización No era fácil suceder a Paulo VI en el seguros de ello, será una magnífica oporConsejo Editorial: Asesor General: Mons. Iván Cadavid O. - Mons. Darío Gómez Z. Mons. Ricardo Tobón Restrepo timón de la Iglesia. El Espíritu Santo sus- tunidad que tendrá la Iglesia de lograr Sr. Pedro Luis Jiménez M. - Sra. Marilú Giraldo G., Obispo de Sonsón - Rionegro citó una figura que encantó de una vez avances significativos en muchos temas Srta. Gilma González M. - Sr. Juan Diego Agudelo G. Director: al mundo entero, Juan Pablo I, pero que que algunas corrientes retardatarias han Diagramación - Preprensa e Impresión Pbro. Julio César Bedoya Quintero Casa Editorial El Mundo murió cuando apenas estaba tratando de querido frenar. Por algo es el mismo EsDIÓCESIS DE SONSÓN-RIONEGRO enterarse de la situación interna de la píritu el director del Concilio y el elector Calle 51 # 47-31 Tel. 531 52 52 Fax 561 87 80 - e-mail: diocesis@epm.net.co Iglesia. Un nuevo cónclave en poco más del Papa que la Iglesia requiere para cada Rionegro (Antioquia, Colombia) - Página web: www. diosonrio.org.co de un mes eligió sin presiones y con in- momento de su historia. P.5 P.6 P.7 P.8-9 P.10 P.11 P.12 P.13 P.14 P.15 P.16 P.3 P.4 P.1 P.2
El pastor de la Iglesia universal
Acontecer Pastoral
Nuevo Plan de Pastoral Con el objetivo de ayudar a la construcción del nuevo Plan de Pastoral para la diócesis, se están llevando a cabo visitas a las diferentes parroquias por parte de la Vicaría de Pastoral que encabeza de Monseñor Iván Cadavid Ospina, con el fin de hacer un diagnóstico claro de las necesidades diocesanas para ser incluidas en el nuevo plan que tendrá una vigencia de cinco años.
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Fiesta del Buen Pastor
ASENRED y COREDI realizaron Asamblea Ordinaria Dos entidades que contribuyen al desarrollo de las comunicaciones y la educación en nuestra diócesis, han llevado a cabo sus Asambleas Generales de Asociados, donde han rendido los respectivos informes de gestión y elegido las nuevas Juntas
Directivas; destacamos las realizadas por la Asociación Emisoras en Red de Antioquia ASENRED y la Corporación Educativa para el Desarrollo Integral COREDI. Les auguramos mucha suerte en su labor en bien de las comunidades. El pasado 17 de abril los católicos celebramos la fiesta del Buen Pastor; la diócesis de Sonsón Rionegro igualmente se unió a esta efemérides llevando a cabo la colecta especial para los sacerdotes enfermos y ancianos, en la que todos los fieles del Oriente antioqueño demostraron una vez más su generosidad y el gran amor y respeto que profesan por los sacerdotes.
Se prepara Congreso Eucarístico Diocesano
Con motivo del Año Eucarístico convocado por nuestro fallecido Papa Juan Pablo I I, la diócesis de Sonsón Rionegro llevará a cabo del 28 al 30 de mayo el Congreso Eucarístico Diocesano, espacio en que las delegaciones de las diferentes parroquias, seminarios e instituciones de la diócesis compartirán y se afianzarán en el conocimiento del misterio eucarístico. UN SOLO PAN, UN SOLO CUERPO es el lema escogido para este Congreso que se llevará a cabo en el Colegio de La Presentación de Rionegro y P.1
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Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, Obispo diocesano y cada uno de los sacerdotes de la diócesis Sonsón Rionegro, agradecen inmensamente las manifestaciones de aprecio que con este motivo les hicieron llegar; que Dios los recompense abundantemente.
Condolencias Expresamos nuestro saludo de condolencia a los hermanos Sacerdotes que han estado de duelo en estos días: Al Pbro. Adrián Torres L., por la muerte de su papá Rafael. Al Pbro. Guillermo Orozco M., por la muerte de su papá Bernardo Al Pbro. Pedro Caballero S., por la muerte de su papá Pedro Antonio Al Pbro. Laureano Toro C., por la muerte de su hermana María Luisa Al Pbro. Fernando Orozco O., por su hermano Rodrigo Al Pbro. Gabriel Alonso y Javier Aristizábal R. por su sobrino Walter
Oremos espera contar con la participación de más de 600 personas de los diferentes municipios que conforman la Diócesis. P.3
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Unámonos en la oración por la pronta recuperación de los siguientes hermanos sacerdotes que han estado delicados de salud: Monseñor Camilo Gómez Gómez Pbro. Rodolfo Salazar Zuluaga Pbro. Rodrigo Dávila Giraldo
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EN COMUNIÓN CON PEDRO Cada vez que se menciona la lista de los apóstoles aparece encabezado con Pedro y en el Evangelio de San Mateo los designa como «El Primero « (Mt 10), fue el hombre de las respuestas oportunas y después de la resurrección ejerció un liderazgo indiscutible en la Iglesia.
Jesucristo confirió a la iglesia una estructura que se perpetúa a través del tiempo colocando a Simón Pedro como Roca y port ador de las llaves de la Iglesia portador y constituyéndolo Pastor de toda su grey. POR: MONS. ADOLFO DUQUE ARBELÁEZ VICARIO GENERAL
El Concilio Vaticano II nos dice que «el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los Obispos como de la multitud de fieles» (LG 23) De la afirmación anterior podemos colegir, que el Papa sucesor de San Pedro, es por consiguiente fundamento de unidad en la Iglesia, la presencia viva de Cristo y de su acción salvadora entre los hombres y asistencia permanente, firme y segura con la solidez que le da la roca como le dijo Jesucristo al Apóstol «tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mí Iglesia «. Esa condición que acompaña al Santo Padre de ser principio visible de unidad, entraña y yo diría genera para nosotros, un compromiso de Comunión como algo existente en la Iglesia y esencial a su naturaleza y que debe manifestarse en signos concretos como una señal clara de la autenticidad de nuestro cristianismo. ESTAR EN COMUNIÓN CON PEDRO es estar anclados en la roca de Pedro para no perder el sentido de la unidad que es la primera nota característica de la Iglesia de Cristo. ESTAR EN COMUNIÓN CON PEDRO es revivir en nosotros ese sentiP.1
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miento de amor, fidelidad, veneración, obediencia filial al Vicario de Cristo y Padre de la cristiandad. ESTAR EN COMUNIÓN CON PEDRO es ofrecerle el obsequio de nuestro entendimiento y de nuestra voluntad para adherimos con respeto a su magisterio y aceptar con reverencia sus recomendaciones. ESTAR EN COMUNIÓN CON PEDRO es reconocer que el Romano Pontífice es el sostén de la unidad en la doctrina, unidad en la acción, en la disciplina, en el apostolado y en todas las formas de la Iglesia a su cuidado. ESTAR EN COMUNIÓN CON PEDRO es vibrar al unísono con el Papa por una Iglesia que debe mostrar firmeza en sus instituciones, solidez en su doctrina, exigencia de santidad y anhelo de que se cumpla el deseo de Jesucristo «que todos sean uno» (Jn. 17,22-23). ESTAR EN UNIÓN CON PEDRO es tener muy claro el concepto de Iglesia, que no separa la Institución del Espíritu, porque éste nos viene a través de la Institución; que no separa la caridad del sacramento; porque ésta nos viene por el sacramento, que no separa la misión divina, del servicio que presta a la comunidad, P.3
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no sin razón afirmó el Sínodo de Obispos cuando dijo «fortalecer el oficio Petrino es fundamental para preservar la unidad de la Iglesia». Es muy significativa la relación de Jesucristo frente al apóstol Pedro a quien siempre señaló como cabeza y jefe empezando por el cambio de nombre cuando le dijo «te llamarás Cefas que quiere decir piedra « Cuando leemos el Evangelio nos damos cuenta de la cercanía de Pedro a la persona de Jesús, así aparece con Santiago y Juan como testigos en la gloria del monte Tabor y también en la humillación del huerto de los Olivos, acompaña al Maestro en sus correrías y aparece a su lado en la resurrección de la hija de Jairo, cuando acosado por la multitud quiso predicarles desde una barca prefirió la de Pedro, y cuando corrió con Juan a ver el sepulcro vacío este aunque llegó primero no entró pues esperó a Pedro, quien llegó y entró como respetándole su primacía.
Estos gestos de Cristo frente a Pedro debe llevamos a nosotros a tener también actitudes de aprecio y consideración con sus sucesores, llámense Pío o Juan o Benedicto puesto que para nosotros el Papa es el Vicario de Cristo, el sucesor de Pedro, el Pastor del rebaño y para decirlo con una sola palabra, es el signo visible de la presencia de Cristo en medio de nosotros.
V ivamos est a esta espiritualidad de Comunión con el Santo Padre, especialmente en la celebración Eucarística, cuando mencionamos su nombre por que la «Eucaristía es el principio del privileg io P etrino privilegio Petrino que se me ha confiado» dijo nuestro Pontífice Benedicto XVI en su primera misa como Papa.
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Con est as palabras Juan estas Pablo III, I, al inaugurar su Pontificado, quiso consagrar su vida y su pastoreo universal de la Iglesia. Est a Esta expresión “todo tuyo”, est aba manifest ando un estaba manifestando corazón complet amente completamente enamorado de María y la manera con la que lleno de confianza se acogía a su amor maternal.
TOTUS TUUS
Esta carta, ha sido una invitación a contemplar a Cristo con María, porque la contemplación de Cristo tiene en María su “modelo insuperable”. El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial. De ahí la insistencia del Santo Padre en decirnos que la oración del Rosario, es una oración contemplativa, es una oración que favorece la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor, y que desvela su insondable riqueza. Además en esta Carta el Papa incluye para la meditación del Rosario los misterios de Luz, partiendo de la afirmación que el Señor hace de sí mismo que él es la “Luz del mundo” y que esta dimensión se presenta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el Evangelio del Reino y muestra cinco momentos significativos como misterios “luminosos” de esta fase de la vida de Cristo. Así queda completo todo el misterio de Cristo que nos muestra el Evangelio.
POR: PBRO. LUIS HERNANDO BUSTAMANTE B. DELEGADO DE PASTORAL MARIANA
Esta expresión, fue un testimonio de fe para la humanidad entera a lo largo de sus más de 26 años del ejercicio de su ministerio como Vicario de Cristo en la Iglesia. Por eso siempre se le escuchó en las distintas alocuciones; en sus encíclicas, prueba de ello la que tituló “Madre del Redentor”; en sus distintos viajes apostólicos, de manera especial cuando dedicaba parte de ellos a las visitas a los Santuarios Marianos; fue así como nosotros en Colombia tuvimos la oportunidad de verlo como peregrino en el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en su visita apostólica a nuestra nación en el año 1986. Es decir, manifestaba siempre el puesto tan importante que la Virgen ocupaba en su vida. Si damos una mirada desde el mes de octubre de 1978, hasta el momento actual, encontramos en el papado de Juan Pablo II,cómo dedicó algunos de sus escritos a hacer una reflexión sobre la Madre de Dios, al mismo tiempo que dio un avance en la doctrina mariana. Fue así como en la Encíclica “Madre del Redentor” presenta a María en el Misterio de Cristo, como la Madre de Dios en el centro de la Iglesia peregrina, al igual que su mediación materna. En esta Encíclica ubica a María en el lugar preciso que ocupa en el plan de salvación y como P.1
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cristología y que concentra en sí la profundidad de todo el misterio evangélico, del cual es como un compendio.
ella desde su Concepción Inmaculada ha precedido la venida del salvador, la salida del “sol de justicia” en la historia de la humanidad. Nos hace comprender que María es la “Llena de gracia”, es decir que ella ha recibido un don especial de Dios, porque es la elegida para ser la madre del Redentor. Pero esta elección por parte de Dios a María, nos lleva a pensar en su respuesta de fe; fe que se convierte en obediencia a lo que Dios le pide. Y esta fe de María es la que nos lleva a descubrirla como la compañera de la Iglesia que avanza en su “Peregrinación de la fe”, participando como ninguna otra criatura en el misterio de Cristo. Y es aquí donde el Papa nos ha hecho la insistencia de cómo el misterio de María solamente podemos comprenderlo a la luz del misterio de Cristo. Como legado sobre la doctrina mariana el Papa, también, nos ha dejado la Carta Apostólica “ Rosarium Virginis Mariae”, “El Rosario de la Virgen María”, donde ha resaltado de manera especial que la devoción del Santo Rosario, es de un carácter marcadamente Cristológico, aunque su tema es mariano; se trata del Rosario como una oración centrada en la P.5
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Debe quedar en el corazón de todos los creyentes como la mejor de las lecciones del Papa Juan pablo II, su profundo amor a la Santísima Virgen. Siempre consideró a la Madre de Dios como aquella que le salvó la vida en el doloroso atentado de que fue víctima precisamente el 13 de mayo de 1981 en plena plaza de San Pedro en el Vaticano, y de ello dio testimonio a lo largo de su Pontificado.
A nosotros como Iglesia nos queda recoger est a maravillosa esta herencia que nos ha dejado el Papa y siguiendo su ejemplo profesar una fe profunda a la Madre del Señor, porque es t ambién nuestra Madre, nuestra abogada, la omnipotencia suplicante y se convierte para el pueblo fiel en el camino más corto para llegar a Jesús y hacer realidad lo que Juan Pablo IIII nos enseñó: “CO “CONTE NTEM NTE M P LAR A CON MARÍA””. C R I S TO CO N MARÍA
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En memoria de un Siervo Magno POR: DIÁCONO JOSÉ FERNANDO CÁRDENAS SALAZAR ESTUDIANTE DIOCESANO EN ROMA
El viernes, primero de abril, ante todo para nosotros que est amos en estamos Roma, comenzó con un aire de preocupación que se colaba en las oraciones diarias. El jefe de prensa vaticana anunciaba al mundo que Juan pablo IIII est aba muy estaba enfermo, y la palabra gravísimo, pronunciada por el mismo periodist a periodista al referirse a la salud del Papa, movía los primeros impulsos naturales que sólo se pueden explicar desde el amor amor.. La expectativa y la conmoción se condensaron en lo más profundo de nuestros corazones, pues sabíamos que estábamos a punto de asistir, no a un evento, sino a una nueva confirmación de la unidad de la Iglesia en torno a su Pastor, esta vez herido por los años y la enfermedad, pero no vencido ni desesperado, antes bien, que unía su dolor soportando y completando en su carne, en palabras de san Pablo “lo que le faltaba a las tribulaciones de Cristo, en favor Iglesia”” (Col 1,24ss ). de la Iglesia No faltaron los absurdos comentarios salidos de las mentes desocupadas, que se atrevían a criticar o a dar opiniones sin fundamentos sobre este acontecer, pero como bien sabemos, nuestros enemigos hacen más visible el ejercicio de nuestras virtudes, en esta ocasión la unidad, la comunión, y la santidad de la Iglesia. La tarde del mismo viernes, nos dimos cita, ahí al pie del balcón, donde tantas veces, y hasta el final, con su oración, pero ante todo con su presencia el Papa nos había confortado, aunque viviésemos al otro lado del P.1 P.2
mundo . Pero ese día estábamos ahí… seguido se desató un aplauso que conEn tanto nos dirigíamos al lugar de firmaba una vez más la victoria de Crisnuestra trascendental e histórica cita to sobre la muerte y la grandeza y sanpensábamos dónde pudiese ser el sitio tidad de la Iglesia que despedía a su más apropiado dentro de la plaza para amigo, al hombre del trabajo, la oración elevar una plegaria sin molestar a a y el ejemplo, al Papa de la justicia , el nadie, y el lugar apareció ante nuestros perdón y el diálogo, al hombre que haojos, ahí ahí, al pie del balcón, con el resto bía tomado su cruz y la había amado con de los hijos que como ríos afluían de tola misma intensidad que nuestro Señor das partes para estar con su padre, nopor la salvación de las almas que le hasotros no éramos la excepción. Por un momento vivimos un pente- bían sido encomendadas durante toda costés muy particular, el santo rosario su vida, pero ante todo durante su rezado en diversas lenguas, pero todos sacerdocio. Los días siguientes, para algunos de y cada uno sabíamos lo que esta plegaria al unísono recitaba T OT U S T TU U U S , y los fieles se convirtieron en jornadas así, esa tarde antes de regresar a casa, enteras de peregrinación hasta de 16 nuestro Pastor quedaba confiado a los horas con el fin de rendir homenaje a cuidados de la Madre Celestial. Juan Pablo II, aclamado por sus propios El informe de la tarde comentaba que hijos, y hasta por las ovejas que no eran el Santo Padre rezó el oficio de las ho- de su rebaño como “E LG R A N D E”. “EL GR ras y el santo vía crucis en pleno estado No tardaron en hacer su aparición los de conciencia, sin embargo y no por des- comentarios sobre el tema del próximo confianza, los signos le decían al mun- sucesor de Pedro y algunos periodistas nos do que estaba cerca el momento al cual preguntaban quién sería el mejor, a lo cual de alguna manera por puro amor nos necon natural espontaneidad respondíamos, gábamos, casi pidiendo un asombroso el mejor es... el que Dios ha de llamar a milagro, la sanación del Pontífice. continuar este apostolado, nuestro deber Para el sábado 2 de abril la plaza de san Pedro era testigo de un evento sin no es adivinar, sino orar por el colegio precedentes, la fuerza del amor y de la cardenalicio, para que la obra de Dios se fe en la perseverancia de aquellos que proclame a través de su elección. El cuerpo permaneció expuesto a los habían velado en oración toda la noche peregrinos hasta el viernes siguiente, y las multitudes que seguían llegando. Como era sábado aprovechamos para algunos, entre ellos nosotros, tuvimos la asistir repetidas veces a la plaza y cada oportunidad de orar junto al cuerpo del vez era más difícil el acceso a la mis- Papa. En ese mismo instante éramos la ma... diócesis de Sonsón-Rionegro en medio En la noche del mismo día el grupo de toda la Iglesia peregrina, gran oporde oración del padre Pío había progra- tunidad, por cierto, para pedir la intermado una vigilia de oración para los cesión de este gran Santo de la paz, por asistentes, sobre todo los peregrinos con nuestra amada patria Colombia, pero de el fin de acompañar al sumo Pontífice. manera especial por el territorio de El PCIMME, nuestro colegio en Roma, nuestra Iglesia particular. hizo la invitación para que uniéndonos El funeral tuvo instantes de gran relea esta causa permaneciéramos en plaza vancia, vimos cómo los lideres del munSan Pedro hasta la media noche. do se unían en torno a este polaco que Cuando llegamos, nos informaron que por tantos años denunció la injusticia y en Polonia las campanas anunciaban la anunció la verdad en su tarea profética, muerte del Papa, no salíamos de nues- escuchamos cómo de todas partes del tra conmoción y asombro, en Roma aún mundo llegaban comunicados, hasta de no se daba el informe, pues se rezaba el las naciones que no son tolerantes con segundo misterio del rosario, terminado el Cristianismo, y todas estas manifestael cual se escuchó por los altoparlantes ciones hacían que nuestras vidas se imde la plaza “hoy sábado, 2 de abril a las pregnaran de esa luz; entonces compren21.3 7 de la tarde, el P apa Juan P ablo IIII díamos qué significa aquello que dice san .37 Papa Pablo ha reg resado a la casa del P adre ”. regresado Padre adre”. Pablo: la caridad nos urge, y de la maLos fieles ahí reunidos nos nera tan heroica , mejor, de la manera acordonamos en un abrazo como si nos tan cristiana como la vivió y nos la enconociésemos de tiempo atrás y acto señó Juan Pablo II, un Siervo Magno. P.5 P.6 P.7 P.8-9 P.10 P.11 P.12 P.13 P.14 P.15 P.16 P.3 P.4
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LAS HUELLAS DEL PESCADOR
JUAN PABLO II, EL PAPA QUE VINO DE POLONIA, RECORRIÓ TODO EL MUNDO Y AHORA HA VUELTO A LA CASA DEL PADRE SU VI DA VID Nació el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, sur de Polonia. Su familia estaba conformada por su padre Karol Wojtyla, un militar del ejército austro-húngaro, su madre, Emilia Kaczorowsky, una joven sileciana de origen lituano, y un hermano adolescente de nombre Edmund.
Los padres de Karol Wojtyla lo bautizaron a los pocos días de nacer en la iglesia de Santa María de Wadowice. A los 9 años de edad recibió un duro golpe: el fallecimiento de su madre al dar a luz a una niña que murió antes de nacer. Años más tarde falleció su hermano y en 1941 murió su padre.
De joven, el futuro Pontífice mostró una gran inquietud por el teatro y las artes literarias polacas tan grande que aún en el colegio pensaba seriamente en la posibilidad de continuar estudios de filología y lingüística polaca. Sin embargo, un encuentro con el Cardenal Sapieha durante una visita pastoral, le hizo considerar seriamente la posibilidad de seguir la vocación que tenía impresa -entonces aún sin develarse plenamente- en el corazón: el sacerdocio. Al desatarse la Segunda Guerra Mundial, los alemanes cerraron todas las universidades de Polonia con el objetivo de invadir no sólo el territorio sino también la cultura polaca. Frente a esta situación, Karol Wojtyla con un grupo de jóvenes organizaron una universidad clandestina en donde estudió filosofía, idiomas y literatura. Poco antes de decidir su ingreso al seminario, el joven Karol tuvo que trabajar arduamente como obrero en una cantera. Según relata el hoy Pontífice, esta experiencia le ayudó a conocer de cerca el cansancio físico, así como la sencillez, sensatez y fervor religioso de los trabajadores y los pobres. En 1942 ingresó al Departamento Teológico de la Universidad Jaguelloniana. Durante estos años tuvo que vivir oculto, junto con otros seminaristas, quienes fueron acogidos por el Cardenal de Cracovia. El 1 de noviembre de 1946, a la edad de 26 años, Karol Wojtyla fue ordenado sacerdote en el Seminario Mayor de Cracovia y celebró su primera misa en la Cripta de San Leonardo en la Catedral de Wavel. Al poco tiempo obtuvo la licenciatura de Teología en la Universidad Pontificia de Roma Angelicum y más adelante se doctoró en Filosofía.
El 23 de septiembre de 1958 fue consagrado Obispo Auxiliar del Administrador Apostólico de Cracovia, Monseñor Baziak, convirtiéndose en el miembro más joven del episcopado polaco. Asistió al Concilio Vaticano II, donde participó activamente, especialmente en las comisiones responsables de elaborar la Constitución Dogmática sobre la Iglesia Lumen Gentium y la Constitución pastoral Gaudium et Spes. Durante estos años, el entonces Obispo Wojtyla combinaba la producción teológica con una intensa labor apostólica, especialmente con los jóvenes, con quienes compartía tanto momentos de reflexión y oración como espacios de distracción y aventura al aire libre. El 13 de enero de 1964 falleció Monseñor Baziak por lo que el obispo Wojtyla ocupa la sede de Cracovia como titular. Dos años después, el Papa Pablo VI convierte a Cracovia en Arquidiócesis. Durante su labor como Arzobispo, el futuro Papa se caracterizó por la integración de los laicos en las tareas pastorales, la promoción del apostolado juvenil y vocacional, la construcción de templos a pesar de la fuerte oposición del régimen comunista, la promoción humana y formación religiosa de los obreros y el aliento del pensamiento y las publicaciones católicas. En junio de 1967, a los 47 años de edad, el Arzobispo Wojtyla fue creado Cardenal por el Papa Pablo VI. En 1974, el nuevo Purpurado ordenó a 43 nuevos presbíteros, en la ordenación sacerdotal más numerosa desde que terminó la Segunda Guerra Mundial. En 1978 muere Pablo VI y es elegido nuevo Papa el Patriarca de Venecia, Cardenal Albino Luciani, de 65 años, quien tomó el nombre de Juan Pablo I. El “Papa de la Sonrisa”, sin embargo, fallece a los 33 días de su nombramiento. El 16 de octubre de 1978, luego de un nuevo Cónclave, el Cardenal polaco Karol Wojtyla es elegido como el sucesor de San Pedro, rompiendo con la tradición de más de 400 años de elegir Papas de origen italiano. El 22 de octubre de 1978 fue investido como Sumo Pontífice asumiendo el nombre de Juan Pablo II. P.1 P.2
El Papa Peregrino
Con la paz de Cristo por los caminos de Colombia
A manera de remembranza de este viaje apostólico, ofrecemos a continuación apartes de los saludos dados al Papa y de las alocuciones de Juan Pablo II en tierra colombiana.
a 133 países visitados a 104 viajes pastorales al extran-
“Llega Su Santidad a este continente al que Vespucio llamara el Nuevo Mundo, en donde la voz del Pastor es esperada como respuesta a las injusticias; como invitación a las vías pacíficas; como testimonio de que la civilización no ha sido otra cosa que el diálogo de los seres humanos con el Creador”. (Saludo del presidente Belisario Betancur, en el aeropuerto El Dorado).
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Un total de 1.163.865 km. recorridos Equivale a 30 vueltas al planeta o 3 viajes de ida y vuelta a la luna. a 146 visitas pastorales en Italia total de 250 viajes a 301 visitas a parroquias en Roma EL PA PA PR E D ICADO R PAP PRE a 1161 audiencias generales a las que asistieron 17.6 millones de Personas a Mas de 20,000 prédicas en el curso de 26 años de pontificado CA N O N I Z AD O M AS S A N TO S CAN MA SA A PA S JJU U N TO S O D O S LO SP QUE T LOS PA TO a Canonizó: 482 Beatificó 1338 a Convocó 9 Consistorios a Instaló 232 Cardenales a Ordenó 321 obispos a Bautizó 687 niños y 814 adultos a Su día ordinario era de 18 horas de trabajo a A raíz del atentado, una bala traspasó su cuerpo. Lo han operado 7 veces, le han quitado 2.5 metros de intestino. E SC RI B IO a 44 Cartas Apostólicas a 15 Exortaciones Apostólicas a 14 Encíclicas a 11 Constituciones Apostólicas a Varios libros PRIM ER C AT E C I S M O CA en cinco siglos E LLEY EY C AN O N I CA N U EVO C ODIGO D DE CA CO Lo que no se puede medir son UEN P A S TO R Y S U S FFR R U TO S C OMO B BU PA CO EV A N G E L I Z A D O R IIN N CAN S AB L E EVA
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Juan Pablo II se convirtió en el segundo Pontífice en visitar nuestro país, después de Pablo VI, quien lo hizo en 1968. Del 1 al 7 de julio de 1986, Juan Pablo II estuvo “con la paz de Cristo por los caminos de Colombia”, en un viaje apostólico que llenó de entusiasmo y de renovado fervor a todos los colombianos. A lo largo de esa inolvidable semana, el Papa estuvo en Bogotá, Chiquinquirá, Tumaco, Popayán, Cali, Pereira, Chinchiná, Medellín, Armero, Lérida, Bucaramanga, Cartagena y Barranquilla desde donde se embarcó de retorno al Vaticano.
“Mi deseo es sentirme y que me sientan cercano todas las personas de cualquier clase o condición, pero particularmente los que sufren, los pobres y los más abandonados…” (Primeras palabras de Juan Pablo II en el aeropuerto de Bogotá). “Hago un llamado vehemente a quienes continúan por el camino de la guerrilla, para que orienten sus energías —inspiradas acaso por ideales de justicia— hacia acciones constructivas y reconciliadoras que contribuyan verdaderamente al progreso del país . Os exhorto a poner fin a la destrucción y a la muerte de tantos inocentes en campos y ciudades”. (Juan Pablo II, en la Misa celebrada en el Parque Simón Bolívar, de Bogotá). “También vosotros, jóvenes, estáis
llamados a mantener vuestra fe en un solo Dios… ¡No renunciéis a lo más valioso de vuestra existencia, que es vuestra identidad cristiana!”. (A los jóvenes, estadio El Campín, Bogotá). “La evangelización de los indígenas enriquece a la Iglesia universal y a toda la humanidad, desde el punto de vista cultural, social y religioso…”. (A la Iglesia misionera, en Tumaco). “La función de la familia es precisamente esta: consagrarse al servicio del amor y de la vida, y consiguientemente actuar en pro de la vida y del amor…” (Eucaristía en Cali). “El sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús. Es un compromiso que abarca la existencia toda, sin aplazamientos, sin componendas, exige el pleno sometimiento a la voluntad del Padre, lo cual os puede llevar, como a Pedro, a donde no hubiérais querido ir”. (Ceremonia de ordenaciones en Medellín).
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“Los laicos, fieles a vuestra identidad secular, debéis vivir en el mundo
como en vuestro ambiente y realizar allí una presencia activa y evangélica”. (En Bucaramanga). “Doy gracias a Dios porque he encontrado aquí una Iglesia llena de vitalidad, rebosante de generosidad, unida en la caridad, bien organizada y sobre todo bien anclada en los fundamentos, en la doctrina y las normas que le dio su Divino Fundador. El Papa se va, pero se queda con vosotros… Hasta siempre, Colombia!. (Despedida del Papa en el aeropuerto de Barranquilla).
¡Ya no seremos más como antes fuéramos, sino como Su Santidad nos ha enseñado a ser! ¡Ahora amamos más a Colombia! Ahora comprendemos mejor las debilidades y fortalezas de nuestra fe renovada Bendito sea el que vino en nombre del Señor! . (Presidente Belisario Betancur, despidiendo al Papa en Barranquilla).
10 POR: PBRO. BERNARDO PARRA A. DIRECTOR DEL CENTRO DE PASTORAL SACERDOTAL
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n su primera visita a la Iglesia de Francia, en el encuentro con los presbíteros, el Papa Juan Pablo II afirmó con emoción: “Hace 2 años que soy Papa, hace 13 años que soy Cardenal, hace 22 años que soy Obispo, pero el momento verdaderamente inolvidable que transformó mi vida, fue el de mi ordenación sacerdotal”. Todos los que hemos tenido la inmensa alegría de ser ordenados sacerdotes podemos unirnos al Papa para afirmar lo mismo: Lo que realmente cambió mi vida y le dio nuevo sentido fue la ordenación. Esta identidad sacerdotal que expresó el Santo Padre en todos los momentos de su vida, es sin duda, una búsqueda, un trabajo, un proceso que va llevando a la maduración personal como sacerdotes, es decir en fidelidad a una vocación y a una misión que no es nuestra, sino regalada por el Buen Pastor.
Juan Pablo II:
sacerdote íntegro
Desde la segunda mitad del siglo XX, y muy especialmente a lo largo del servicio del supremo pontificado del Papa Juan Pablo II, la Iglesia ha vivido un complejo proceso de actualización propia, de adecuación a la sociedad nueva y de redescubrimiento de su puesto en el mundo, con el fin de cumplir con mayor fidelidad su eterna vocación de ser la anunciadora del evangelio y servidora de toda la humanidad. Lógicamente dentro de este hermoso camino eclesial, los presbíteros somos eje fundamental, ya que somos decisivos protagonistas en la renovación del rostro de la Iglesia y de su misión en el mundo actual. Por eso no es nada raro que en el admirable y profundamente esperanzador magisterio pontificio de Juan Pablo II, el tema del ministerio ordenado y específicamente sobre el sacerdocio, haya sido de los más importantes. Si consideramos, no solamente sus grandes documentos, entre los que descuella la Exhortación Apostólica “Pastores Dabo Vobis”, sino también sus numerosos discursos, tanto en las audiencias en Roma, como durante sus viajes apostólicos, en los que siempre habló con firme esperanza sobre la identidad, misión y características propias de los sacerdotes, y muy especialmente las cartas que nos escribía con ocasión del jueves santo de cada año, sus numerosos escritos y sus libros, especialmente en su jubileo sacerdotal “Don y Misterio”, y posteriormente el dedicado al ministerio episcopal: “¡Levantaos! ¡Vamos!”, donde al recordar la bella historia de su vocación, nos invita a estudiar con profundidad los documentos sacerdotales y a tomar como punto de referencia los santos sacerdotes, elementos que son todo un programa de acción para “esta nueva etapa de la vida de la Iglesia” en “una época hambrienta de Espíritu”(R.H.). Los temas centrales que son a la vez transversales en toda la enseñanza del Papa a los ministros ordeP.1
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personal, litúrg ica y ccomunitaria, omunitaria, como medio para litúrgica encontrar la propia identidad (Jueves santo 1986), la formac ión permanente formación permanente, que “reaviva el don” de la ordenación (PDV. Jueves santo 1979), la “misión universal versal”” que produce entusiasmo y vigor a la vocación (R.Ms. Jueves Santo 1989) y, la ascética propia del pastor, que es testimonio de su amor al Señor y a toda la humanidad (Jueves santo 1989- 1972). El “Totus Tuus” como lema de su servicio pontifical ia de referido a María, nos recuerda que la presenc presencia la Virgen Madre es “discreta pero esencial, porque indica el camino del nacimiento del Espíritu. También en la Iglesia hoy sigue siendo una presencia materna” (R.Mt.), (Jueves santo 1979. 1972. 1987). El Papa enfatizó siempre en estos grandes temas que no pueden ser olvidados porque señalan fuertemente la identidad y la misión del ministro ordenado, su ser y su puesto en el mundo de hoy y que la vida de un sacerdote no se explica sino a partir del amor de Dios. Con sus palabras, con sus obras, con su vida misma, el sacerdote pregona ante el mundo, que existe un Salvador que ama perdonando, enseñando, escuchando, animando y acompañando el duro camino hacia el Padre. Pero lo que más impresiona del testimonio de Juan Pablo II no es solamente su doctrina. Es su misma vida, que ciertamente es modelo para quien quiera vivir audazmente su servicio evangelizador como ministro ordenado. Tanto se admiró su valor apostólico, su firmeza y rectitud doctrinal a pesar de las fuertes críticas que aún desde algunos ambientes eclesiales se le hacían, su “ardor evangelizador incontenible” que lo llevó a viajar por el mundo en misión pastoral, su espíritu contemplativo, su piedad profunda y seria, su unción al celebrar los misterios de la fe, su cercanía a las personas, su capacidad de perdón, su fortaleza ante el dolor, en una palabra, su fuerte identidad sacerdotal que le transpiraba en todas sus actitudes. Bien se ve que el Papa tenía una sola pasión que le quemaba el alma: su Señor y Maestro, Jesucristo, la Iglesia, la humanidad. Esto explica su vida y misión y el derecho que tenemos de seguir su ejemplo y testimonio.
nados, son las líneas fundamentales que muestran su espíritu, su vivencia y su deseo de un nuevo ministerio, novedad que al conservar la más maravillosa tradición eclesial de la fe, invita a una profunda transformación del ser y del quehacer del ministro ordenado: La Eucaristía como fuente de amistad con el Señor y de fecundidad ministerial (Jueves santo o ” que hace verda1988 - 2004), el “c elo apostólic apostólico deros padres y pastores (Jueves santo 1979), la castidad, la ob edienc ia y la pobreza cconsag onsag radas obedienc ediencia onsagradas radas, que transforman en “sacramentos vivos de cómo ama el Buen Pastor” (PDV. Jueves santo 1984-1986), la frater nidad sacramental en el presbiterio, que fraternidad constituye a la familia que nace no de la carne sino ión del Espíritu (PDV. Jueves santo 1985), la orac oración P.5
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Qué bueno recordar sus palabras dirigidas a los sacerdotes colombianos en la Catedral de Bogotá: “¿Cómo os estáis preparando para el reto de la nueva Evangelización de vuestro continente?” Y él mismo nos responde: “Las enseñanzas del magisterio de la Iglesia acerca del sacerdocio, inspiradas en la revelación, recogidas, por así decir, de los labios de Dios, pueden disipar cualquier duda acerca de vuestra identidad sacerdotal…. Os pido que meditéis conmigo estos tres aspectos: fidelidad a Cristo, fidelidad a la Iglesia y fidelidad a la propia vocación y misión. Vuestra fidelidad a Cristo y a la Iglesia, según el propio carisma y la propia misión, se convierte en la mayor fidelidad al hombre y a la sociedad de nuestros tiempos. Es fidelidad de amistad profunda con Cristo…”
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El Magisterio de Juan Pablo II “No temáis” (Lc 2,10) - “No tengáis miedo” ( Mt 28,10) POR: PBRO. BERNARDO ARLEY ARISTIZÁBAL G. DELEGADO EPISCOPAL PARA LA PASTORAL EDUCATIVA, CATEQUÉTICA Y BÍBLICA Intentar resumir en un artículo el Magisterio de Juan Pablo II, el Grande, como ha sido llamado por muchos, es una tarea que tiene el riesgo de dejar de nombrar muchos temas de importancia que hacen parte del legado de este Papa para la humanidad. No obstante, intentaré destacar algunos de los elementos más significativos de esta herencia doctrinal que la Iglesia y el mundo han recibido en la persona del fallecido Sumo Pontífice y que será siempre motivo de mayor reflexión y aplicación del mismo Evangelio de Cristo, predicado y prolongado en la Iglesia por sus Apóstoles. Quiero iniciar con las mismas palabras con las que en la tarde el 16 del Octubre de 1978, Juan Pablo II, retomando la bella expresión de los
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Evangelios tanto en el momento del bre que camina con el pueblo, que va nacimiento de Cristo como en el gran delante como el buen Pastor, mostrando Alg unos Escritos: Algunos acontecimiento de la Resurrección, in- con claridad la exigencia del Evangelio Encíclicas vitaba a toda la humanidad a “no tener y con cariño y ternura la posibilidad de Centessimus Annus miedo” a abrir las puertas del corazón a abrir el corazón humano a Cristo. Dives in misericordia Para Juan Pablo II Cristo es el centro Cristo. Y es que en el pensamiento del Dominum et Vivificantem Papa se percibe y experimenta un pro- de todo. En todos sus escritos tanto Laborem Exercens fundo y auténtico amor por el ser hu- magisteriales como personales, sin imRedemptoris Missio mano visto siempre desde Cristo, segu- portar el tema, es evidente la centralidad Redemptor Hominis ramente en su mente resonaban cons- que Cristo ocupa en la vida de la Iglesia Evangelium Vitae tantemente las palabras del Concilio “el y en su visión del cosmos. Él es el reFides et Ratio misterio del hombre no se aclara de ver- dentor del hombre, María es la madre Redemptoris Mater dad sino en el misterio del Verbo encar- del redentor, el esplendor de la verdad Sollicitudo Rei Socialis nado” (G.S.22). Y fue este amor por el es Cristo, Él es el evangelio de la vida, Ut Unum Sint hombre y por Cristo, el que hizo que en- la Iglesia vive de Cristo Eucaristía, la miVeritatis Splendor tendiera y llevara a cabo el hecho de sión del Redentor es la salvación del Ecclesia de Eucharistia que todos los caminos de la Iglesia de- hombre, el Ecumenismo busca que toCatequesis dos sean uno en Cristo, Dios rico en mibían conducir al hombre. Credo El Magisterio del Papa muestra que no sericordia es el que Jesucristo nos ha Cristología hay contradicción entre ser hombre cris- revelado como Padre, el Espíritu de Cristo Espíritu Santo tiano y ser hombre “de hoy”; que no hay resucitado en la Iglesia es señor y daIglesia división entre lo que piensa el hombre dor de vida, el campo social de la huMaría Sacerdocio con la razón cuando busca la verdad y manidad es visto desde Cristo. Matrimonio lo que Dios dice al revelarse en Cristo Para este Papa el respeto a la vida y a Virtudes que es Verdad y que quiere el asenti- la dignidad del ser humano ha sido una Familia miento de la fe; que no hay lucha entre preocupación constante que ha Escatología los mandamientos de Dios y la liber- desgatado su existencia en la oración y Cartas Apostólicas tad del hombre que quiere ser el esfuerzo por defender la vida desde Agustín feliz; que no hay oposición en- que es engendrada hasta su culmen; en Ambrosio tre responsabilidad individual y su plegaria constante, incisiva y denunA los Artistas compromiso comunitario; que ciante de las injusticias que hacen los Basilio no hay escisión entre los de- hombres entre sí, rechazando siempre Benito rechos de la persona y el men- la guerra, el terrorismo, el hambre, la Catalina saje del Evangelio. discriminación de todo tipo y la violaCirilo Es precisamente desde esta ción de los derechos humanos. Él ha sido Dies Domini óptica como se puede leer la ac- una voz profética en un mundo lleno de Eucaristía tividad pastoral de aquel que ha injusticias sociales y ha sabido contraJuan de la Cruz buscado hacer que todos los hom- rrestar las falacias humanas que busCarta a las mujeres bres puedan encontrar a Cristo y can acomodar el Evangelio a los capriMulieris Dignitatem que ya desde su primera encíclica Carta a los niños chos torcidos de los hombres. Su lucha Redemptor Hominis afirmaba que la Tertio Millennio Adveniente por la paz mundial y la defensa de la Iglesia está al servicio del hombre y que Orientale Lumen vida, son un grito constante a los jefes Salvifici Doloris cada hombre sin distinción alguna, está de Estado, a los movimientos comunitas Ecclesia Dei llamado a encontrar a Cristo. Este ha Novo Millennio Ineunte sido el programa de vida de este hom- y capitalistas, a los líderes Tuendam Fidem bre profundamente enamorado de Cris- fundamentalistas y de otras religiones, Apostolos Suos to y del hombre. En definitiva lo que a la humanidad entera, donde les recuerda que la primera que quiere la paz Misericordia Dei nos ha enseñando es una antropoloRosarium Virginis Mariae gía que es verdadera sólo a partir es la Iglesia y donde se sigue incómoMane Nobiscum Domine damente preguntando al mundo “¿donde Cristo. Divini Amoris Scientia de está tu hermano?”. El amoroso acercamiento Exhortaciones Apostólicas Muchas cosas quedan en el tintero de que el Papa ha tenido para Catechesi Tradendae con la humanidad que es este evangelizador que nos regaló Dios Familiaris Consortio su grey, tanto en la en el siglo XXI y que habrá que seguir Christifideles Laici estudiando y conociendo para entender ovejas del rebaño Ecclesia in America como en las que mejor el Evangelio de Cristo. Sigamos Pastores Dabo Vobis están fuera del este caminar de la Iglesia con la invitaReconciliatio et Poenitentia redil, muestra ción que él mismo Papa nos hacía al Redemptionis Donum que su minis- iniciar el nuevo milenio “rema mar Redemptoris Custos terio petrino y adentro”, que nuestros esfuerzos y desVita Consecrata su enseñanza velos sean llevar a Cristo a los hombres Ecclesia in Europa apostólica son por todos los medios posibles, para quiPastores Gregis las de un hom- tar los miedos que nos aquejan. Bula Incarnationis Mysterium P.5 P.6 P.7 P.8-9 P.10 P.11 P.12 P.13 P.14 P.15 P.16 P.3 P.4
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PAPEL PROTAGÓNICO DEL PAPA JUAN PABLO II EN LA CONFORMACIÓN DEL MAPA GEOPOLÍTICO DEL MUNDO Y EL FINAL DE LA GUERRA FRÍA POR: PBRO JOSÉ OSCAR CHALARCA G. DELEGADO DIOCESANO DE MOVILIDAD HUMANA
guerra y expresó la doctrina de la Iglesia sobre la guerra: “Ninguna guerra es justa”, refiriéndose a la invasión de Estados Unidos a Irak, Afganistán y los Balcanes. Siempre entendió que, si en el Comunismo se restringían las libertades civiles y religiosas, en el Capitalismo se fomentaban el laicismo y el relativismo moral. Por eso defendió con ardentía la dignidad de la persona humana y el valor de la vida antes de nacer y en la etapa terminal de la existencia humana.
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uan Pablo II ha sido llamado el hombre más importante de la historia moderna. Puso a la Iglesia Católica como un hecho planetario que debía sentir en todas partes la presencia de su líder. La asistencia a sus funerales (Bush, Gorbachov, Rabinos judíos, musulmanes y monjes budistas) exaltó su labor de diálogo interreligioso. Ha tenido un papel protagónico muy acentuado en los cambios estructurales de las tres últimas décadas: el derrumbe de la Unión Soviética (URSS); la emancipación de los países de la Cortina de Hierro (Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Rumania, la Antigua Yugoslavia, los Países Bálticos (Lituania, Estonia, Letonia), entre otros; la caída del Muro de Berlín (1989) y la reunificación de Alemania al desvanecerse el régimen pro soviético de Honecker. En su natal Polonia, con el Sindicato Solidaridad, -liderado por Lech Walesa (ahí se vio en los funerales del Santo Padre)-, animó a sus coterráneos a enfrentar al régimen comunista de Jaruzeslki y a ganar, años más tarde, las elecciones presidenciales en Polonia. El ejemplo de Polonia sirvió a los demás países de la Cortina de Hierro para realizar actividades políticas similares, que condujeron a la extinción de sus regímenes comunistas de corte estaliniano. En Checoslovaquia se dio la revolución de los claveles de Václav Havel; en Rumania la Revolución del Terciopelo y en Ucrania, la revolución de los tulipanes con Viktor Yushchenko. Logró el Papa, en 1999, que lo visitara Michael Gorbachov (Secretario del Partido Comunista) quien, con el Glasnot y la Perestroika (transparencia y apertura) dio al traste con el Imperio Soviético y contribuyó a poner fin al comunismo y, por ende, a la Guerra Fría. Ofreció sus buenos oficios para lograr la paz entre Israelíes y Palestinos. Pero la caída del Comunismo no fue óbice para que el Papa fustigara el Capitalismo Salvaje: denunció el horror de la P.1
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Rendimos homenaje de admiración y respeto a un Santo Padre que en sus 26 años de Pontificado realizó 24 7 viajes 247 pastorales, visitó 129 países y se inclinó para besar el suelo. P.5
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En la Encíclica Veritatis Splendor (6 de agosto de 1993), antes de invitar a “no conformarse con la mentalidad de este mundo” (Rom, 12,2), y “para no desvirtuar la Cruz de Cristo” (1 Cor.,1,17), vuelve a recordar que, para alcanzar la vida eterna, el único camino es “guardar los Mandamientos”, entre los cuales comienza enunciando “NO MATARÁS” (Mt,19,17). Defendió una ética y una moral sexual que se oponía en forma radical a la anticoncepción, al aborto, a las relaciones sexuales por placer, que no estuvieran abiertas a la vida. Para defender la vida habló en el foro de la ON U en 1979 y pidió detener la carrera armamentista. Fue muy claro al expresar que la “caída del Comunismo no comportaba la victoria del Capitalismo”. Para él, sólo Jesucristo podía ofrecer un modelo de vida integral para los seres humanos. ¿Casualidad?. Puede serlo para muchos que no tienen fe, pero para nosotros -católicosse trata de los caminos de la Providencia y de los designios indescifrables de Dios, que es el SEÑOR de la HISTORIA. Rendimos homenaje de admiración y respeto a un Santo Padre que en sus 26 años de Pontificado realizó 247 viajes pastorales, visitó 129 países y se inclinó para besar el suelo. La historia nos ayudará a ir descubriendo sus innumerables aciertos. Lo que resaltamos es “que su papado no pasó inadvertido para nadie y que sus decisiones cambiaron el rumbo de la Iglesia Católica, el Vaticano y el mundo para siempre”. Saludo y respeto al nuevo Papa, su Santidad Benedicto XVI, de origen alemán.
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LLAMADOS A CONTEMPLAR A CRISTO Al iniciar su pastoreo Juan Pablo IIII dirig ió a la Iglesia aquellas palabras dirigió conmovedoras que una vez fueron expresadas por el Maestro a sus discípulos: “No tengáis miedo”; palabras que dan seguridad y son la garantía de que Dios está con nosotros, y a la vez palabras que nos animan a seguir firmes este camino de la fe que Dios mismo nos ha trazado. POR: CARLOS ANDRÉS MURILLO RENDÓN ALUMNO DEL SEMINARIO DIOCESANO NUESTRA SEÑORA
En este año dedicado especialmente por su el Papa al Sacramento del Altar, él mismo nos invitó a que contemplemos a Cristo, en la celebración, adoración y contemplación de la Eucaristía. Es por esta razón que quienes nos preparamos para el Ministerio Santo del Sacerdocio nos debemos convertir en “expertos” amantes de la Eucaristía, pues es en ella donde encontramos a Cristo, quien se hizo sacrificio para nuestra salvación. El amor a este sacramento es algo que debe primar en nuestra vida de seminaristas, pues sería la más grande contradicción del mundo, estar en un seminario y no amar la Eucaristía, la cual estaremos llamados a celebrar todos nuestros días en un futuro Ministerio Sacerdotal. En este marco del año especial de la Eucaristía, también estamos llamados por el Papa, a contemplar a María, “el primer tabernáculo de la historia” como nuestra Madre, a la cual tenemos que amar e imitar con total confianza, para ser seminaristas capaces de pronunciar no una sola vez, sino para siempre, la palabra decisiva de la fe: Fiat ““Aquí estoy”,, que se debe convertir en la P.1
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sencilla oración profunda de nuestra jornada, la cual nos ayude a contemplar el rostro de Cristo con los ojos de María.
El Obispo de Roma, que ha sido llamado a ocupar su puesto en la Gloria, ha indicado a los jóvenes, y aún más a nosotros llamados a seguir el camino de Cristo: “Que solo se puede ser “Sal de la tierra” y “Luz del mundo”, tendiendo a la santidad”. Referente a esto nos insiste continuamente el Santo Padre: “Ojalá nunca falte en vuestras vidas este elevado ideal espiritual”.
El Papa Juan Pablo II, quien manifestó gran aprecio por los jóvenes, les exhortó en cierta ocasión diciéndoles: “La humanidad del tercer milenio necesita jóvenes fuertes en la fe y generosos en el servicio a sus hermanos. Necesita jóvenes enamorados de Cristo y de su evangelio”, estas palabras del Santo Padre nos muestran el camino a seguir como vocacionados, en este momento de la historia cuando tantos hombres están alejados y necesitados de Dios. Para el Vicario de Cristo en la tierra, los seminaristas fueron motivo de esperanza; es por ello por lo que en uno de sus últimos discursos, nos decía: “Vosotros sois motivo de consuelo para mí, porque representáis un signo privilegiado del amor del Señor por su Iglesia amada...”. El seguimiento de Cristo consiste en dejarnos seducir por su llamado “ven y sígueme”, y responder sí “sí sí” a la invitación de remar mar adentro en las aguas de la historia, con el fin de anunciar con P.5
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entusiasmo el mensaje salvador de Cristo Buen Pastor, que tanto nos ama, como entrevemos en el mensaje para la XLII jornada mundial de oración por las vocaciones. Para el Papa, la experiencia de su ordenación sacerdotal fue un acontecimiento que transformó por completo su vida, él postrado y con la frente apoyada sobre el suelo, expresó con ello su disponibilidad completa para emprender el ministerio que se le confiaba; ministerio que él mismo define como el “Intercambio maravilloso” entre Dios y el hombre, donde el hombre entrega a Cristo su humanidad para que él pueda servirse de ella como instrumento de salvación; ministerio que lo llevó a pastorear a la Iglesia por más de 26 años, tiempo en el cual desgastó su vida por el rebaño que a él le fue confiado. Ese pastor que dio su vida a ejemplo de Cristo, ya no está entre nosotros pero desde el cielo intercede por nosotros y nos recuerda que Dios sigue guiando a su Iglesia por medio de santos pastores según su corazón.
“La humanidad del tercer necesitaa jóvenes milenio necesit fuertes en la fe y generosos en el servicio a Necesitaa sus hermanos. Necesit jóvenes enamorados de Cristo y de su evangelio”.
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14 POR: PBRO. PEDRO PABLO OSPINA O. DELEGADO DE PASTORAL JUVENIL
“¿A quién habéis venido a buscar? La respuesta no puede ser más que una: ¡habéis venido a buscar a Jesucristo!” Esta expresión fue dirigida por el papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro en el jubileo de los jóvenes el 15 de agosto de 2000. El espíritu de búsqueda de los jóvenes hace que también nos preguntemos sobre lo que buscaban ellos en el Papa, y además, qué encontraron en él que tuviera semejante acogida por la juventud. Este hombre de Dios dio respuestas profundas y sencillas sobre Cristo; algunas con palabras, con su misma vida y con grandes actitudes de afecto hacia los jóvenes. Hablaba sin miedo del Evangelio, Cristo debía ser el centro de la vida, ser amado, reconocido; pero que era necesario dejarse amar por Él, que los necesitaba para continuar la obra de su Reino, que los invitaba a ser felices, pero a la vez, que comprendía sus limitaciones, debilidades y sufrimientos. El Papa fue para los jóvenes historia de salvación; su infancia, su familia, su fe, sus sacrificios, las penalidades que tuvo que vivir en la guerra, el trabajo, vocación y ministerio sacerdotal; pero también, su sonrisa, su mirada fija y el afecto que brindó con palabras y gestos llamando a los jóvenes a vivir los valores que Jesús propone dentro de la Iglesia, haciéndoles énfasis sobre su pertenencia y responsabilidad dentro de la misma.
EL PAPA DE LOS JÓVENES
Su mensaje invitaba a amar, a buscar la verdad, a ser fuertes, a no tener miedo, a ser libres, a no malgastar la vida, a tener compromiso para ser protagonistas de la historia personal y social, a beber de los manantiales inagotables de la gracia que alimentan a la juventud, la Palabra de Dios, la oración y los sacramentos, cumpliendo así con los jóvenes esa gran misión que tenía a su cargo de apacentar el rebaño de Dios. Los jóvenes encontraron en el Papa a un amigo que era amigo de Dios; así se los hizo sentir y se los manifestó en tantos discursos, encuentros y concentraciones. Encontraron a un testigo joven, que a pesar también de sus años y enfermedades, entregó toda su vida al servicio de los hombres y del Evangelio; su misma presencia les mostró a una persona con la que podían estar seguros de que no los engañaría, de que no los invitaba a la violencia, sino al contrario a la paz que tanto proclamó, no solamente a los jóvenes, sino también a los poderosos del mundo; hallaron a aquel que siempre los buscaba con sus mensajes, así no estuviera con ellos, que los tenía en cuenta para la construcción del mundo y de la Iglesia; los hizo sentir importantes por su papel en la historia del mundo. Todo esto fue llevando a los jóvenes a dar con lo que buscaban, a Cristo, de quien Juan Pablo II era su siervo.
bre carismático lleno del Espíritu de Dios que atrajo hacia la Iglesia a todos aquellos que muchas veces pensamos que son indiferentes ante lo religioso. En su lecho de enfermedad, comentaba un periodista, que el Papa se preocupó de buscar a los jóvenes y ahora los jóvenes lo buscaban a él; así fuimos testigos de la cantidad de jóvenes que estuvo pendiente de la salud del sumo pontífice; aún aquí les seguía dando mensajes de esperanza y fortaleza, congregándolos para que su dolor fuera testimonio del sufrimiento de Cristo. El fruto maduro de la vida de Juan Pablo II, pero también la cosecha, es la respuesta de los jóvenes a Cristo y a la Iglesia, la preocupación por la salud del que los animaba y hablada de Cristo, es la mejor evidencia de su misión apostólica.
estaban los jóvenes dando el último a dios al Papa joven que los llamó a vivir con amor. Los funerales fueron el acontecimiento de reunión de todas partes del planeta para despedir a este hombre que fue joven con los jóvenes; esperando largo tiempo en filas, pasando incomodidades para ver por última vez al Papa y expresar que estaban en sintonía con la fe cristiana y con los sentimientos de la Iglesia, pero que también guardaban en su corazón al Papa que viajó para visitarlos y hablarles de Dios.
El pontificado de 26 años de permanencia en la sede El Papa Juan Pablo II ha dejado un gran legado en de Pedro, marcó de una manera especial la historia de el acercamiento que hizo con los jóvenes, entreganla Iglesia y del mundo, especialmente a los jóvenes; do una Iglesia joven, que busca la unidad, la paz y el en sus viajes se pudo apreciar las multitudes de persorespeto a la vida. El Papa Benedicto XVI les ha exnas que acudían a escuchar sus mensajes; pero la jupresado que se debe continuar con la obra de consventud era extraordinaria, asistían en masa a una cita La muerte fue el signo de júbilo y de alegría en el truir la Iglesia y que son ellos el futuro de la misma; con el representante de Cristo, y a pesar de las cosas Señor; pero fue el momento de sentimientos encon- y deben seguir la búsqueda de Cristo que no le quita mencionadas anteriormente, tenemos que afirmar que es el misterio de la presencia de Dios que obra a tra- trados, como humanos, donde se reflejó la tristeza nada a nadie sino que da lo que no puede dar el vés de las personas y en el Papa encontramos al hom- de la pérdida del siervo de los siervos de Dios. Allí mundo de hoy. P.5 P.6 P.7 P.8-9 P.10 P.11 P.12 P.13 P.14 P.15 P.16 P.3 P.4 P.1 P.2
Acontecer Pastoral
Visita Pastoral del Señor Obispo a Aquitania Durante los días 9 y 10 de abril, el Señor Obispo visitó la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen en el Corregimiento de Aquitania (San Francisco). Concluida su visita, el señor obispo envió una carta a la comunidad de Aquitania en la que agradece su acogida filial y señala algunos puntos en los que deberán esforzarse en el futuro próximo. Presentamos algunos apartes de dicha carta: Apreciado Padre Juan Bautista y queridos fieles de Aquitania: Están aún frescas en mi espíritu las hermosas horas pasadas con Ustedes durante la visita pastoral que realicé a esa parroquia los días 9 y 10 de abril. Tuve la oportunidad maravillosa, propiciada por el querer divino, de compartir algo de su vida, de su arraigada fe, de su tenacidad en la búsqueda de un futuro mejor, de su acendrado sentido comunitario. Hoy, quiero consignarles por escrito algunos recuerdos y reflexiones de esos días. ... Es preciso continuar cultivando la fe cristiana que tiene la comunidad de Aquitania. Ella es fruto de una larga siembra hecha por sacerdotes, religiosas, catequistas, maes-
tros y padres de familia, que fervorosos y diligentes han enseñado a conocer y amar a Cristo. Ella es la que los ha orientado y sostenido en los momentos de grandes dificultades y también en tiempos más tranquilos y serenos. ... Me llenan de inquietud y de dolor los campos de Aquitania sembrados de minas antipersonales y las desgracias irreparables que esto ha acarreado a tantas personas inocentes, que no buscan otra cosa que trabajar honestamente y vivir en paz. Hago un llamamiento, en nom-
bre de Dios, a los alzados en armas a que procedan a un desminado humanitario ... Expreso mi profunda gratitud al Padre Juan Bautista Yepes, Párroco de Aquitania, que con alegría y fortaleza trabaja sin descanso por llevarlos a todos a Dios y al Seminarista Jorge Andrés Tabares, a quien vi muy comprometido con la misión pastoral de la parroquia. Que llegue también mi reconocimiento a todos los líderes de la comunidad y a las educadoras, tanto de Pocitos como de la zona urbana de Aquitania.
Creada comisión para la celebración de las Bodas de Oro de la Diócesis Para preparar la celebración de las Bodas de Oro de la diócesis que se cumplirán el 18 de marzo del 2007, el Señor Obispo dio el decreto N0 010 del 25 de abril de 2005 cuyo texto sustancial es el siguiente: “I Se pide a los sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y fieles que se dispongan a vivir este jubileo como un tiempo especial de gracia y como una ocasión privilegiada para conocer la identiP.1
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dad profunda de la Diócesis y para asumir su concreta misión. II Se dispone que a lo largo de un triduo de años, a partir del presente, se programen diversas actividades evangelizadoras y celebrativas que permitan vivir la alegría y los beneficios de este jubileo diocesano. III Se nombra para integrar la Junta que se ocupará de la programación y organización de los actos celebrativos de las Bodas de Oro de la Diócesis de SonsónP.3
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Rionegro a las siguientes personas: Monseñor Adolfo Duque Arbeláez, Monseñor Iván Cadavid Ospina, Monseñor Darío Gómez Zuluaga, Presbítero Javier Toro Osorio, Presbítero Omar Mejía Giraldo, Presbítero Ricardo Aníbal García Arango, Hermana Consuelo Giraldo Zuluaga, Señora Diana Carmenza López Arroyave, Señor Wilmer López García y Señor Juan Diego Agudelo Giraldo”.
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Carta del Obispo de SonsónRionegro al Papa Benedicto XVI “Beatísimo Padre: El obispo, los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles de la Diócesis de Sonsón-Rionegro elevamos la más sentida acción de gracias al Señor, por todos los dones derramados sobre su persona y sobre la Iglesia entera, al elegirlo para ser Sucesor de Pedro. Con profundo espíritu de fe, queremos expresar a Su Santidad nuestra afectuosa adhesión filial, nuestra completa obediencia y nuestro incondicional amor por la Sede Apostólica a la que el Espíritu Santo le acaba de llamar. La reciente celebración de los funerales del amado Juan Pablo II nos ha hecho ver, aún más claramente, que el servicio del Sucesor de Pedro a la Iglesia y al mundo es realmente un principio y fundamento de la unidad. Por tanto, nos comprometemos hoy, Santo Padre, a continuar impulsando la nueva evangelización, bajo el cayado del Pastor Universal, para que todos encuentren en Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida. Mientras glorificamos al Padre, rico en misericordia, que ha bendecido una vez más a su Pueblo con un maestro y un guía, pedimos al Señor, por intercesión de su santísima Madre, que conceda a Su Santidad la luz y la fuerza de su Espíritu, para continuar guiando la barca de Pedro, según los designios divinos en estos umbrales del tercer milenio. Con humildad suplicamos, Santo Padre, para todos los hijos de esta Iglesia particular, su Bendición Apostólica.”
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BENEDICTO XVI: LA IGLESIA TE ACOGE AGRADECIDA Quién es el nuevo Papa Benedito XVI, Joseph Ratzinger, nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo en Marktl am Inn, diócesis de Passau, Alemania; y fue bautizado ese mismo día. En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en su carrera eclesiástica. En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber en la catedral de Freising, en la Fiesta de los Santos Pedro y Pablo.
El 24 de abril inauguró su Pontificado.
En marzo de 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising, convirtiéndose en el primer sacerdote diocesano que luego de 80 años, asumía el encargo de tan vasta e importante arquidiócesis.
Dijo el Papa en su homilía ante muchos jefes de Estado y delegados de más de 100 países, Cardenales y Obispos venidos del mundo entero y una multitud de fieles: “El símbolo del cordero tiene todavía otro aspecto. Era costumbre en el antiguo Oriente que los reyes se llamaran a sí mismos pastores de su pueblo. Era una imagen de su poder, una imagen cínica: para ellos, los pueblos eran como ovejas de las que el pastor podía disponer a su agrado. Por el contrario, el pastor de todos los hombres, el Dios vivo, se ha hecho él mismo cordero, se ha puesto de la parte de los corderos, de los que son pisoteados y sacrificados. Precisamente así se revela Él como el verdadero pastor: «Yo soy el buen pastor [...]. Yo doy mi vida por las ovejas», dice Jesús de sí mismo (Juan 10, 14s.). No es el poder lo que redime, sino el amor. Éste es el distintivo de Dios: Él mismo es amor. ¡Cuántas veces desearíamos que Dios se mostrara más fuerte! Que actuara duramente, derrotara el mal y creara un mundo mejor. Nosotros sufrimos por la paciencia de Dios. Y, no obstante, todos necesitamos su paciencia. El Dios, que se ha hecho cordero, nos dice que el mundo se salva por el Crucificado y no por los crucificadores. El mundo es redimido por la paciencia de Dios y destruido por la impaciencia de los hombres”.
En 1978 participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I, quien lo nombra enviado especial del Papa al III Congreso Mariológico Internacional, en Guayaquil, Ecuador, del 16 al 24 de septiembre. En octubre de ese año, participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo II. En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional. Hasta la muerte de Juan Pablo II era miembro de la Secretaría de Estado; de las Congregaciones Iglesias Orientales, Culto Divino y Sacramentos, Obispos, Evangelización de los pueblos, Educación católica; así como de los Pontificios Consejos para la Unidad de los cristianos y del de Cultura; de las Comisiones para América Latina y Ecclesia Dei. Fue elegido Papa el 19 de abril de 2005, convirtiéndose en el Pontífice número 265, sucesor de Juan Pablo II «El Grande». Escogió el nombre de Benedicto XVI. P.1
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