Capilla Virtual - Familia Fuente de Reconciliación y Perdón by Arquidiócesis de Cali

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FAMILIA FUENTE DE RECONCILIACIÓN Y PERDÓN 03 DE MAYO DE 2020

EVANGELIO DEL DÍA

CAPILLA VIRTUAL, ARQUIDIÓCESIS DE CALI

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (10,1-10):

NIÑOS

En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las

ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

PARA COLOREAR

MAYO, MES DE LA FAMILIA 2020

SANTO DEL DÍA, 03 DE MAYO

Oración a la familia por Juan Pablo II

SANTA CRUZ Santa Cruz

Una canción religiosa dice: “Venid oh cristianos - la cruz veneremos - la cruz recordemos - de Cristo Jesús… Tengamos siempre en nuestras casas la Santa Cruz. Un crucifijo que nos recuerde lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos. Y ojalá besemos de vez en cuando sus manos y sus pies. Así lo hacían siempre los santos. No nos acostemos jamás ni nos levantemos ningún día sin hacer la señal de la cruz, bien hecha, despacio, desde la frente hasta el pecho y del hombro izquierdo hasta el derecho, y pronunciando los tres Santísimos nombres del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esto trae bendición y muchos favores celestiales, y aleja al demonio y libra de muchos males y peligros. Historia: Con este signo vencerás: Cuenta el historiador Eusebio de Cesarea que el general Constantino, hijo de Santa Elena, era pagano pero respetaba a los cristianos. Y que teniendo que presentar una terrible batalla contra el perseguidor Majencio, jefe de Roma, el año 311, la noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en los aires y oyó una voz que le decía: “Con este signo vencerás”, y que al empezar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones y que exclamó: “Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena”. Y la victoria fue total, y Constantino llegó a ser Emperador y decretó la libertad para los cristianos, que por tres siglos venían siendo muy perseguidos por los gobernantes paganos.

Escritores sumamente antiguos como Rufino, Zozemeno, San Cristótomo y San Ambrosio, cuentan que Santa Elena, la madre del emperador, pidió permiso a su hijo Constantino para ir a buscar en Jerusalén la cruz en la cual murió Nuestro Señor. Y que después de muchas y muy profundas excavaciones encontró tres cruces. Y como no sabían cómo distinguir la cruz de Jesús de las otras dos, llevaron una mujer agonizante. Al tocarla con la primera cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual de enferma de lo que estaba antes. Pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma recuperó instantáneamente la salud. Y entonces Santa Elena, y el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de devotos llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén. Y que por el camino se encontraron con una mujer viuda que llevaba a su hijo muerto a enterrar y que acercaron la Santa Cruz al muerto y éste resucitó. Por muchos siglos se ha celebrado en Jerusalén y en muchísimos sitios del mundo entero, la fiesta de la Invención o hallazgo de la Santa Cruz el día 3 de Mayo.

Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida, haz que en cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo, “nacido de Mujer”, y del Espíritu Santo, fuente de caridad divina, en verdadero santuario de la vida y del amor para las generaciones porque siempre se renuevan. Haz que tu gracia guíe a los pensamientos y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo. Haz que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor. Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias. Haz finalmente, te lo pedimos por intercesión de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de la familia. Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo.

ORACIÓN DEL DÍA

La Invención o hallazgo de la

Por: Departamento de Matrimonio y Familia. Conferencia Episcopal de Colombia

“CON MARÍA HACEMOS EXPERIENCIA DE IGLESIA DOMESTICA” GUÍA DE TRABAJO SESIÓN 1 Domingo 3 de Mayo: Exaltación de la Santa Cruz

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Temática: “Familia Fuente de reconciliación y Perdón”. Objetivo Perdonar es capacidad de creer en el poder transformador del otro, en su capacidad de transformarse y de crecer, de superar sus propias debilidades, perdonar es exigir, morir a la deslealtad para nacer a la fidelidad, perdonar y ser perdonados es el camino de la paz. Desarrollo El Evangelizador de la familia juega un papel de guía y asesor del grupo donde conduce las acciones que fácilmente podrá realizar, Se sugiere, como tiempo para cada una de las experiencias, 30 minutos, procurando ser puntuales tanto al inicio como al término de la reunión virtual. Durante la primera sesión deben precisar los objetivos, procedimientos y reglas de las reuniones, para facilitar el desarrollo y formar hábitos en los asistentes. El Evangelizador de la familia, debe promover la comunicación entre los asistentes, con el intercambio de experiencias, ideas y opiniones, debiendo establecer reglas de respeto entre los asistentes. • Saludo y Acogida. Bienvenidos a este maravilloso viaje por la vida, que permitirá al final una evaluación introspectiva, dando gracias a Dios por la familia con la cual lo premió y permitiendo ser testimonio del amor. (cada evangelizador organiza su propio saludo y acogida) • Lectura de la Palabra (Mateo 18,21-22 sugerida; puede ser otra) • Introducción al tema (material CEC) • Espacio interactivo de preguntas • Compromiso de vida • Cierre del Encuentro

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FAMILIA FUENTE DE RECONCILIACIÓN Y PERDÓN Introducción: Hagamos un alto… Tal vez muchos hermanos antes de la pandemia no podían gozar el tiempo que deseaban con sus familias, aunque otros huían de ella por diversas causas. Pero ahora estamos todos en la misma barca, como bien lo ha acuñado el Papa. El mundo parece una barca azotada por el viento fuerte, pero cada familia es una pequeña barca sufriendo los mismos embates. Nos alienta el hecho de saber que la familia cristiana elige estar en ella y en el mundo de una manera diferente, bien lo dice el apóstol: no sufran como los que no tienen esperanza (1Tes 4,13). El hecho de sufrir ya es algo doloroso, pero sin esperanza la vida y sus avatares nos pueden quitar el aliento y ahogarnos (Mc 4,19). En este día te proponemos arreglar las cosas al interior de nuestras familias. Queremos suscitar el deseo de a reconciliación familiar y al perdón. Qué mejor que la palabra de Dios para iluminar este propósito y tarea que tenemos todos en nuestras familias. Escuchemos al Señor… “Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia. Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo. Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, para que el conjunto sea perfecto. Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Esposas, sométanse a sus maridos como conviene entre cristianos. Maridos, amen a sus esposas y no les amarguen la vida. Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque eso es lo correcto entre cristianos. Padres, no sean pesados con sus hijos, para que no se desanimen.” (Colosenses 3, 12-14.16.18-21). La Palabra hace su eco… • Cada persona como cada familia elige el tipo de vestido que quiere llevar y con el cual se quiere identificar. La familia cristiana elige el vestido del amor que tiene diferentes

presentaciones: compasión, ternura, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia. Todos los días luzcamos la nueva vestidura de la cual hemos sido revestidos (Ap.1,14). • No es lo mismo aguantar que soportar. Esto último es lo que nos pide la palabra y consiste en que cada persona será un soporte para el otro, para que no caiga, para que no se desanime, para que no se pierda. Comprender al otro y darle el perdón es un acto de grandeza y libertad, porque se es grande cuando se es libre, y el resentimiento nos ata y nos esclaviza. Recordar que el perdón existe para aquello que llamamos usualmente imperdonable. • Hay muchas palabras y consejos que llegan a nuestros oídos, pero solo hay una palabra que debemos recibir con toda su potencia, la del Señor Jesús. La palabra que dirige y permanece en la familia es la palabra revelada. • Someterse al otro lo entendemos desde la humildad cristiana, como el que no es poseedor de la última palabra y que en todo tiene la razón. Cuando la familia es cristiana es fácil conjugar las voluntades y los criterios porque ya Cristo los ha unificado en el amor que lo soporta todo. • Los hijos no podrán criarse de manera sana con mecanismos de presión y humillación. Habría que hacer el ejercicio de imaginar cómo actuaría Jesús y qué palabras utilizaría para orientar la vida de nuestros niños y jóvenes. Unos esposos que han sanado sus corazones utilizarán palabras y mecanismos

para arreglar sus propios asuntos, pero también lo sabrán hacer con sus hijos, de manera tal que no crezcan acomplejados ni apocados, sino valientes, amorosos y libres. Un signo para compartir… En torno a un cirio o una vela encendida invitar a todos a la oración invocando al Espíritu Santo para que ilumine esas áreas oscuras que pudiera haber en los corazones de cada miembro de la familia y pedir perdón y pedir la ayuda del buen consejo para avanzar. En un trozo de papel cada persona escribe la solicitud del perdón que hace a la familia y lo quema posteriormente. Cada miembro de la familia de manera alternada y después de pedir perdón se le ofrece un abrazo de reconciliación. Ahora, oremos… ¡Señor Jesús! Hoy venimos a Ti, en nombre de cada una de las personas de nuestra familia. Hoy, Señor, queremos que Tú pases con tu sanación por cada uno de nosotros y realices tu obra de amor en cada uno de nosotros. Que los que hoyo no están con nosotros también experimenten el fuego de tu amor. Queremos pedirte perdón por todas las faltas de amor que hayamos tenido en casa, por todas nuestras indelicadezas, por todas nuestras faltas de comprensión, por no ser a veces

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cauces de tu amor para ellos. Entra en el corazón de cada uno de nosotros y toca aquellas experiencias de nuestra vida que necesiten ser sanadas. Llena con tu amor todos los rincones y esas áreas de nuestro corazón que necesiten ser sanadas. Toca el corazón de ese niño o joven herido que está en un rincón de nuestra mente con miedos, tristezas o con furias y libéralo con tu poderoso amor y dale libertad.

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Sana esos momentos dolorosos en la vida de los esposos en que sintieron dolor, vergüenza, rabia y pena y hazles sentir la brisa suave del corazón que experimenta libertad y paz.

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• Sucede una época de escasez en la región y los hermanos de José tienen que ir a Egipto a buscar alimento para su familia; allí se encontrarán de nuevo con José. • Sus hermanos no lo reconocen, pero él si los reconoció y los trató con una muestra de dureza y de gracia cuya finalidad era la reconciliación. • José ayuda a sus hermanos a tomar conciencia de la culpa contra el padre y contra él. • Los lleva poco a poco al arrepentimiento.

Ahora en génesis 45 vean el desenlace de esta historia en tres encuentros: PRIMER ENCUENTRO José salió de su casa a buscar a sus hermanos y esa búsqueda no ha terminado. Hubiera podido revelar su identidad y no lo hace. No hay reconciliación si no hay cambio. El padre sufre en silencio.

Si alguno de nosotros se ha sentido solo, abandonado y rechazado por la familia y la humanidad, concédenos por medio de tu amor que lo sana todo y del abrazo de María Santísima, un nuevo sentido del valor de cada uno como persona. Que no haya un solo día sin que experimentemos tu amor, pero también podamos deleitarnos del amor en familia. Amén.

José hace frente a sus hermanos – Gen 45,1-3 • Rompió en llanto. El amor puede más que el odio. • Se da a conocer “Yo soy José”.

Este momento culmina con un Padrenuestro y un Avemaría.

RESPONDER: ¿qué enseñanza deja a la familia este pasaje?

UNA RECONCILIACION IMPOSIBLE: LA HISTORIA DE JOSE Génesis cap.37 al 50

SEGUNDO ENCUENTRO – Banquete del perdón. El abrazo fraterno: José perdona a sus hermanos y los reconcilia con él y con su padre.

Sigamos esta fascinante historia de reconciliación, así comenzó: Leamos: Génesis 37,12-36 Pistas para la reflexión • Jacob tenía 10 hijos con Lía su esclava y dos hijos con Raquel su esposa que era estéril: José y Benjamín. • Los medio - hermanos de José lo vendieron a los Egipcios por envidia pues era consentido de su padre. RESPONDER: ¿Qué cosas dividen nuestras familias? Resumiendo la historia: • José es llevado a Egipto y allí es acosado por una mujer y llevado a la cárcel. • Tenía el don de interpretar los sueños y así lo hizo en la cárcel; luego interpretó los sueños del faraón y fue nombrado gobernador de Egipto.

José perdonó a sus hermanos – Gen 45 4-6 • Les invita acercarse • Ellos aceptan y confiesan su culpa • Les da la seguridad de su perdón • José ve la voluntad de Dios en la historia de su familia. José se muestra preocupado por toda su familia – Gen 45 6-11 • Por su padre Jacob y su descendencia, • Por el ganado y los bienes, • Quería darle alimento a su pueblo. José mostró afecto a sus hermanos – Gen 45 4-6 • Abrazó a benjamín y lloró, • Beso a sus hermanos y lloró, • Ellos hablaron con él. RESPONDER: ¿cómo debemos reconciliarnos en familia? Escriban que pasos hay para la reconciliación.

TERCER ENCUENTRO – se reúne la familia. José y su familia testigo de la reconciliación • El faraón de Egipto se entera y ordena ayudar a José y su familia. • Toda la familia de José viaja a vivir a Egipto y allí tiene abundancia de bienes. COMPARTIR: Contemos alguna historia de reconciliación en la familia o de algún vecino. COMPROMISO FAMILIAR: - Buscar la confesión con el sacerdote. - Siempre buscar arrepentirnos de nuestros errores y perdonar a los demás. OREMOS EN FAMILIA – salmo 31 Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito. Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día, porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi savia se me había vuelto un fruto seco. Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: «Confesaré al Señor mi culpa», y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. 6Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia… Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación… Los malvados sufren muchas penas; al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea. Alegraos, justos, y gozad con el Señor; aclamadlo, los de corazón sincero. EL PERDON Un estudio realizado por la universidad de Duke, en los estados unidos, demostró que el rencor es la principal causa de infelicidad. No es fácil perdonar a los demás y menos fácil es perdonarse a sí mismo; por eso necesitamos aprender el arte de perdonar y descubrir que el perdón renueva, libera, sana y nos llena de paz interior. ¿Qué es el perdón?

El perdón es una decisión. La decisión de ir a la esencia de la persona, de llegar a su interior, más allá de sus vicios, sus tramas, sus miedos, sus inseguridades y sus errores. Al perdonar hacemos una elección: elegimos ver al otro como un ser que, aunque falle y actúe equivocadamente, tiene una identidad y necesita respeto y amor. Para alcanzar ésta visión compasiva y comprensiva necesitamos fuerza espiritual. Así evitamos la mirada superficial que condena, despertamos la sensibilidad y encendemos una luz en el yo esencial que es fundamentalmente bueno e inocente. El perdón es un regalo. Es un acto de amor desinteresado en el que nos damos un regalo de paz interior a nosotros mismos y le damos un regalo de misericordia al ofensor, sin esperar nada a cambio. No exige reciprocidad y, por eso mismo, perdonamos al otro aunque creamos que él no se lo merezca o no haya hecho nada para ganarse nuestro perdón, tal como lo hizo el Papa Juan Pablo II con Alí Afca quien intentó matarlo. Sencillamente decidimos perdonar porque sentimos muy adentro que Dios nos da fuerza, que el resentimiento nos asfixia y que al hacerlo ganamos todos. El perdón es una experiencia difícil. Para la mayoría de las personas el camino del perdón es arduo y empinado. Nos cuesta perdonarnos y perdonar por muchos motivos. Es bueno ser conscientes de todo para no juzgarnos ni juzgar a los otros cuando la planta del perdón tarda en sembrarse, en crecer y en dar buenos frutos. La gravedad de ciertas heridas, el carácter y la formación hacen que para algunos el perdón sea especialmente dificultoso. Sin embargo siempre podemos decir con Jesucristo “Perdónales porque no saben lo que hacen” y también podemos ser buenos con nosotros mismos y perdonarnos. El perdón es un proceso. No es algo que normalmente se da de una vez para siempre. Es un cambio con distintas etapas, sujeto a los cambios que vamos dando en la vida y que la misma vida nos da. Podemos perdonar pronto y tomarnos años para hacerlo. A medida que cambiamos nuestras percepciones cambiamos también nuestras emociones. En ese proceso vamos transformando nuestras actitudes en relación con el perdón. Algún día logramos dar pasos que antes nos parecían imposibles. Puede suceder también

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que en ese camino tengamos bajones y retrocesos, pero algún día descubrimos que hemos perdonado de corazón y disfrutamos los frutos del perdón sincero: paz, amor, confianza, libertad y comprensión. El perdón es una actitud. Es un buen hábito que adquirimos con la práctica y que nos permite tomar el control de nuestras emociones, en lugar de dejar que ellas nos manejen a nosotros. Al perdonar usamos nuestra libertad para aceptar la responsabilidad de lo que hacemos y lo que sentimos, conscientes de que nuestras reacciones no son imposiciones sino elecciones. Toda emoción es una opción y la podemos conocer y controlar con inteligencia emocional. Podemos ver al otro como un facineroso. Un animal, una bestia o un monstruo o lo podemos ver como un ser sin amor, sin oportunidades, inseguro, amenazado y lastimado. Cuando María Fida Moro fue a la cárcel y dio un abrazo de perdón a los terroristas de las Brigadas Rojas que habían descuartizado a su padre dijo que ellos no eran “los monstruos que mostraba la prensa sino dos seres humanos que se habían equivocado”. El perdón es un estilo de vida. Es una manera de vivir amando, comprendiendo y construyendo un mundo más humano y más fraterno. El perdón nos libra de ser víctimas y nos convierte en dueños de nuestro destino, nos saca de un pasado oscuro y nos sitúa en un claro presente, nos aleje del temor y nos sumerge en la confianza.

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El perdón nos enseña a rechazar el mal sin rechazar a los que lo hacen, nos permite estar en desacuerdo con otras personas sin necesidad de retirarles el afecto y sin tolerar maltratos. El perdón nos hace poderosos en el amor y nos convierte en sembradores de paz y de reconciliación. El perdón es una experiencia de liberación. El perdón nos saca de la cárcel del odio y rompe las cadenas del rencor. El perdón nos brinda señorío y control de nuestra vida, nos da alas para volar y nos lleva a saborear el presente sin el veneno del pasado. Cuentan que dos judíos que salieron libres de un campo de concentración, se volvieron a encontrar después de varios años. Y sostuvieron este diálogo: ¿Tú perdonaste a los nazis por todos sus maltratos, sus abusos y sus torturas? Sí hace tiempo les perdoné; todo eso para mí ya pasó y ahora estoy en paz. Pues yo no, todavía los odio con toda mi alma. ¡Qué lástima! Todavía te tienen prisionero. El perdón es una sanación. El perdón da vida y salud así como el rencor enferma y mata. El odio puede coadyuvar al surgimiento de un cáncer o un infarto. Muchas investigaciones han comprobado los terribles efectos del rencor y el resentimiento en la salud integral de la persona. H. Friedman y S. Kewley, publicaron un estudio en American Psycologist en 1987 que reunía los resultados de 101 estudios sobre emociones tóxicas. Se muestra allí que “las

personas experimentan ansiedad crónica, prolongados períodos de tristeza y pesimismo, tensión continua u hostilidad incesante, rencor u odio tienen el doble riesgo de contraer una enfermedad, incluidas, asma, artritis, dolores de cabeza, úlceras, y problemas cardiacos. El grado de riesgo es tan dañino como el del cigarrillo, el licor o el colesterol elevado”.

No significa reconocer que la otra persona tiene razón y que uno se equivoca. Más bien, enseña que hay otra manera de mirar el mundo.

Perdonar es abrirse a una sanación interior con el poder de Dios y de la sanación física. PERDONAR NO ES... Justificar comportamientos negativos o improcedentes, sean propios o ajenos. El maltrato, la violencia, la agresión, la traición y la deshonestidad son sólo algunos de los procedimientos inaceptables.

EL AMOR ES PERDON: El amor es un regalo maravilloso, de situaciones, afectos, es algo maravilloso que acontece en el encuentro de dos personas que intuyen de alguna manera cuando se aman, que es lo que ha de ser la eternidad, una comunicación plena, en la cual las diferencias, el tiempo, el espacio, parecieran que no tuvieran ningún valor.

No quiere decir que se apruebe o se defienda la conducta que ha causado sufrimiento, ni tampoco excluye que se tomen medidas para cambiar la situación o proteger los derechos.

Pero cuando tratamos en nuestra vida corriente, en nuestra vida normal de pareja nos damos cuenta que en la relación, que en el amor de pareja, emergen también, gérmenes de violencia y de muerte.

No es hacer como que todo va bien cuando se siente que no es así. A veces puede ser engañosa y confusa la distinción entre perdonar de verdad y negar o reprimir la rabia y el dolor. No se puede ofrecer un perdón verdadero si se niega o se hace caso omiso de la rabia y el resentimiento.

La dureza de corazón o de sentimientos, el silencio amargo que a veces es reproche mudo, la sospecha injusta, el deslizarse hacia otro centro, la rutina que le quita la belleza y la novedad al encuentro personal; el amor conyugal pareciera empobrecerse.

No es adoptar una actitud de superioridad o farisea. Si se perdona a alguien porque se le tiene lástima o se le considera tonto o estúpido, es que se confunde perdonar con ser arrogante y criticón. No significa que se debe cambiar de comportamiento. Si se perdona a un viejo amigo con quien se ha estado enemistado, no por eso se tiene que comenzar a llamarlo de nuevo... a no ser que realmente se desee hacerlo. No exige que se comunique verbal y directamente con la persona a la que se ha perdonado. Con frecuencia ella advertirá el cambio que se ha producido en el corazón de quien perdona. No es hacer un acto de ingenuo autoengaño. Es un sincero reconocimiento de que “bajo nuestros respectivos egos todos somos exactamente iguales”. Hugh Prather.

Perdonar no significa negar que se haya sido víctima; quiere decir que haberlo sido, ya no domina la identidad y la vida emocional actuales de esa persona.

El amor se ha sometido a esta terrible condición, porque normalmente carece de exigencia. Todo esto condena el amor a la muerte y la ilusión de un día se convierte después en una ruptura dolorosa y luego en una nostalgia de cosas que pudieron ser mejor porque no se supieron cuidar debidamente a su tiempo. Por eso soportarlo todo como nos dice San Pablo es también capacidad de perdonar. La palabra perdón, también es otra palabra mal entendida y mal interpretada, parece que fuera sencillamente el escondite de las equivocaciones, de las fallas sobre el desamor del otro. Perdonar es algo como el amor Exigencia, y lo más difícil de soportarlo todo, es la capacidad de ser perdonados. A veces al hombre por una extraña condición de su sicología, le es más fácil dar, que recibir, le es más difícil recibir que dar. Pedir perdón es

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abrir una ventana a la reconciliación, a la posibilidad de reconstruir el amor, y se pide perdón de tantas maneras elementales: con unas aptitudes sencillas, con una palabra que olvida lo que acaba de pasar, con un gesto cariñoso que pareciera que lo desagradable que acaba de suceder no ha acontecido nunca. Pero si somos capaces de perdonar abrimos la ventana a la reconciliación y de la posibilidad de embellecer el amor.

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Pedir perdón es tener la capacidad de reconocer el error con capacidad transformadora, perdonar no es simplemente olvidar, no es un manto sobre el pasado, es la decisión de transformar el presente, es abrir la posibilidad de un futuro diferente. Pedir perdón es darnos la oportunidad de nacer a la luz nuevamente saliendo de las sombras del error y la equivocación. Perdonar a su vez es aceptar la verdad y la derrota de la mentira, porque se concibe como una meta a la cual se llega y no como un punto de partida renovado cada día, porque se concibe como un regalo que aparece en la vida y no como una tarea que se construye ilusionadamente, pero fatigosamente. El amor es exigente, tanto para esperar como para darse, hemos dicho que el amor es total, único, eso expresa la exigencia del amor , pero sobre todo, el amor tiene una posibilidad de vivir como ilusión en la vida, si es realmente generoso, grande, exigente, es la certeza de la durabilidad del amor. San Pablo nos recuerda que el amor lo soporta todo, y el amor es capaz de soportarlo todo porque lo espera todo, y lo espera todo porque lo cree todo. Y no podría soportar todo el amor, si fuera orgulloso, el amor no puede soportar todo si no se deja ayudar, si es jactancioso ( como dice Pablo), si se engríe, si no es noble, si es mentiroso, porque la mentira es el padre de la desunión y principio de la muerte. Perdonar es capacidad de creer en el poder transformador del otro, en su capacidad de transformarse y de crecer, de superar sus propias debilidades, perdonar es exigir, morir a la deslealtad para nacer a la fidelidad, perdonar y ser perdonados es el camino de la paz. Ciertamente no es de la paz macro social Política,

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cultural, y social; pero si de la paz del corazón, y la paz del corazón será como un reguero de luz en todos los rincones de la vida. Para el hombre que sabe perdonar, perdonar y ser perdonados es la paz del amor conyugal, perdonar y ser perdonados es el amor reconciliado, es la pascua del amor, que habiendo pasado por la cruz de la violencia, de la mentira, de la infidelidad y la muerte, amanece a la luz de posibilidades nuevas, porque el amor todo lo puede, incluso perdonar para reconstruir. Contar anécdota del perdón... Terminar el tema con esta oración, se invita a los asistentes a cerrar los ojos y a tomarse de la mano con su pareja, frente a frente. Si hay una persona sola también que haga la oración. Después de hacerla, pasan al taller. En estos momentos de profunda intimidad, cerremos nuestros ojos, tomemos de la mano a nuestra pareja, si no está presente transpórtense hasta el lugar donde está él o ella, para renovar en el corazón el amor de pareja. En esta noche despojen la mente y el corazón de todo lo que atenta contra el amor. El perdón no es el burladero del amor, en éste momento juntos en su corazón o incluso en la vecindad física aquí, reaviven el amor hacia su cónyuge, su fidelidad, su verdad, su transparencia, que es condición del amor. El amor no es opaco, es claridad. En esta noche de encuentro despojen la memoria y el corazón de todo resquemor conyugal, de todo resentimiento contra su cónyuge, de todo recuerdo del desamor pasado. Liberen la memoria de todo recuerdo negativo y amargo. En este momento cicatricen las heridas con el perdón, déjense perdonar, para que también cicatricen sus propias heridas. Hagan cirugía plástica en las heridas ya cicatrizadas con el don del amor, de la ternura. Cuando regresen a sus casas dejen que el amor respire bondad. Que la mano se alargue para acariciar como al principio de su unión conyugal, que la boca vuelva sonreír con la mejor de sus sonrisas, que sea muy fácil repetir mil veces te quiero, y que sea verdad. En esta noche preparen para su regreso a casa

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perdón? ¿Qué sientes cuando te piden perdón? ¿Qué sientes después de haber sido perdonado? Redescubran una vez más a su pareja, y ¿Cuantas veces has pedido perdón a tu decídanse a construir el futuro entre los dos. pareja? AMÉN ¿Has recibido el perdón cuando lo has necesitado? ¿Le has negado el perdón a alguien y cómo TALLER te sientes? ¿Has tenido la necesidad de perdonar? Comparte con tu pareja todo esto, has un ¿Has sentido la necesidad de ser perdonado? ¿Tienes a alguien a quien pedirle perdón? compromiso de sanación para así comen¿Crees que hay alguien que debe pedirte zar una relación fresca.

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la mejor de las sonrisas, el beso más amoroso de sus vidas, la palabra más dulce y constructiva, reencuéntrense con su propio amor.