Colección Elementos Importantes Sobre Laudato Si' Capítulo I “lo Que Le Está Pasando A Nuestra Casa”
Los cambios humanos (rapidación) no necesariamente se ordenan al bien común y al desarrollo humano sostenible e integral. Atrevámonos a convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo. El objetivo de este capítulo no es recoger información o saciar nuestra curiosidad, sino tomar dolorosa conciencia de lo que está pasando. La cultura del descarte: Se descarta al ser humano y a las cosas, se convierten en basura. La contaminación y el cambio climático que generan el humo del transporte y la industria, acidificación del suelo, fungicidas y agrotóxicos. Desechos peligrosos, residuos no biodegradables de las casas, centros comerciales, escombros, las clínicas, los desechos industriales a los ríos, los desechos electrónicos. #23: No hay reutilización, y esta es clave para el modelo circular de producción que modera el consumo, reutiliza/recicla, genera cambios en los estilos de vida de producción y de consumo, la reducción de gases de efecto invernadero. El clima como bien común compete a todos y afecta a todos. Hay gases de efecto invernadero y deforestación por agricultura. El agua es un derecho básico. El nivel de consumo se define por el hábito de gastar y tirar. La demanda de agua supera la oferta sostenible. Hay pobreza del agua social (África), entre los pobres son frecuentes las enfermedades relacionadas con el agua (diarrea, cólera). Hay una privatización del recurso, se convierte en mercancía. La deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua, existe la necesidad de aportes económicos para proveer de agua limpia y sana. El problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural (tomar consciencia de la gravedad de estas conductas). A falta de agua mayor costo en alimentos y demás productos que dependen de su uso.
La pérdida de bosques, selvas y de especies de animales (biodiversidad), no hay, no existe el derecho a destruir. Todos los seres nos necesitamos los unos a los otros. #35: Habla sobre los impactos ambientales de las construcciones y de los emprendimientos que dañan la biodiversidad. Se destruyen los humedales para hacer monocultivo. Cualquier acción sobre la naturaleza puede tener consecuencias que no advertimos a simple vista. Es necesaria la preservación eficaz de lugares para que no tengan intervención humana. Deterioro de la calidad de vida humana y degradación social: los efectos de la degradación ambiental del modelo de desarrollo y cultura del descarte son: el crecimiento desmedido y desordenado de muchas ciudades genera caos urbano, problemas de transporte, contaminación visual y acústica y barrios sin espacios verdes. #44: No es propio de habitantes de este planeta vivir cada vez más inundados de cemento, asfalto, vidrio y metales, privados de contacto físico con la naturaleza. Hay espacios verdes en algunas arcas “seguras” de zonas verdes en lugares privilegiados de las ciudades, pero no en las zonas vulnerables donde viven los más “descartables de la sociedad”. Los síntomas de degradación social son: exclusión social y laboral, inequidad en el consumo de bienes y servicios, nuevas formas de agresividad, narcotráfico/consumo de drogas en los jóvenes, pérdida de identidad. En cuanto a los medios de comunicación actuales (WhatsApp, celular, etc.) permiten la comunicación y el compartir de conocimientos y afecto, pero a veces impiden tener contacto directo con la angustia, con el temblor, con la alegría y con la complejidad de la experiencia personal (causa un dañino aislamiento). La inequidad planetaria: El ambiente humano y el ambiente natural se DEGRADAN juntos. Y se ven afectados los más débiles del planeta (los más pobres, que por ejemplo la contaminación del agua les afecta más a ellos que no pueden comprar agua envasada).
La falta de contacto físico y de encuentro ayuda a cauterizar la consciencia y a ignorar parte de la realidad en análisis sesgados (esto convive con el discurso “verde”). Hemos de “escuchar el clamor de la tierra y el clamor de los pobres” y “culpar el aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas”. Se desperdicia mucho alimento (1/3 de la comida mundial) y el alimento que se desecha es como si se robara de la mesa del pobre.
Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico prevalece sobre el bien común. El aumento de usos de aire acondicionado en aras de un beneficio inmediato es un lucro para las empresas comercializadoras. La depredación ambiental y la degradación humana y ética están íntimamente unidas. Hay una ecología superficial que consolida el adormecimiento de las acciones y una irresponsabilidad muy campante. (Una ecología que hace que se crea que no pasa nada con el Medio Ambiente y que es muy somero el daño). Basta mirar la realidad para ver que hay un deterioro de nuestra Casa Común y que el sistema mundial actual es insostenible desde diversos puntos de vista.
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Debilidad en las reacciones: Somos instrumentos del Padre Dios para que nuestro mundo sea lo que Él soñó al crearlo y responda a su proyecto de paz, belleza y plenitud. Hace falta construir liderazgos que marquen caminos de paz y reconciliación.
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Necesitamos fortalecer la consciencia de que somos una sola familia humana, no hay espacio a barreras y fronteras políticas, ni hay espacio para la globalización de la indiferencia.