La Voz Católica - Marzo 2017

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“El itinerario de Cuaresma y Pascua, nos llevará, desde nuestra verdad de pecadores, envueltos por la misericordia divina, hasta la restauración de nuestro ser misionero y pastoral”. † Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali

ISSN: 2462-9979

AÑO XXVII

No 204

SANTIAGO DE CALI, MARZO DE 2017

EDICIÓN ESPECIAL GRATUITA


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Editorial

Santiago de Cali, Marzo de 2017

ANTE ABUSOS SEXUALES POR CLÉRIGOS Convocatoria del Arzobispo de Cali para iniciar la cuaresma, 1º de marzo, hacia la pascua 2017 Que el tiempo de Cuaresma que vamos a vivir, nos sirva para la purificación de los pecados, y a través de la oración, el ayuno, la penitencia y la limosna, nos preparemos más y mejor para la celebración de la Pascua

Año 2017 No. 204 de Marzo de 2017 Publicación Mensual ISSN: 2462-9979 Arzobispo de Cali Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Delegado Arzobispal Pbro. Juan Sebastián Zuluaga López Directora Magda Luz Arias Leal Comunicador Social Periodista Oscar Andrés Orejuela Valero Diseño y Diagramación Bernardo Arcila Parra Impresión Casa Editorial El Tiempo ARQUIDIÓCESIS DE CALI Curia Arzobispal Carrera 4 No. 7-17 PBX: 889 0562 medios@arquicali.org www.arquicali.org

Los escritos de los colaboradores solo comprometen a quienes los firman.

Estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «la paz con ustedes». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «la paz con ustedes»” (Juan 20,19-21a). Hoy también, en medio del “encierro” por nuestros miedos, por nuestros sentimientos de culpa y de tristeza, llevando las heridas de nuestros pecados y, del juicio y condena que el mundo descarga sobre la Institución de la Iglesia Católica, la presencia de Jesús resucitado y vivo en medio de nosotros, nos libera y reanima. Necesitamos experimentar esta paz que solo Él da, restaurando nuestra sana autoestima, sanando con sus cicatrices de Crucificado, nuestras heridas de pecadores, y fortaleciendo la confianza traicionada. Nada más oportuno que el inicio de la Cuaresma, preparación a la Pascua anual 2017, para actualizar, con el signo de la cruz de ceniza mezclada con el agua bautismal, el próximo miércoles 1° de marzo, nuestro encuentro con el Señor Resucitado. El itinerario de Cuaresma y Pascua, nos llevará, desde nuestra verdad de pecadores, envueltos por la misericordia divina, hasta la restauración de nuestro ser misionero y pastoral: «como el Padre me envió, así los envío yo. Reciban el Espíritu Santo». Y a renglón seguido les confía la potestad de la misericordia y del perdón divino (Juan 20, 21a-23). Con la Iglesia Universal, nuestra Iglesia de Cali experimenta el dolor, la vergüenza y la indignación por el crimen del abuso a menores, cometido por clérigos o personal de Iglesia. Reiteramos Por: † Monseñor Darío de Jesús el compromiso a observar CERO TOLERANCIA Monsalve Mejía a estas conductas, denunciadas por los mismos Arzobispo de Cali menores, por sus padres o parientes, o por cualquier persona que las conozca. Es deber nuestro pasar de la consideración del pecado a la del crimen en estos casos tan dolorosos. Es deber de todos denunciar ante las autoridades legítimas estas situaciones. Es deber nuestro escuchar, acompañar y defender los derechos de las víctimas y su reparación integral. Es deber nuestro pedir PERDÓN de manera real y cierta, a los afectados, a sus familias, y a las comunidades en donde sucedan estos hechos. Igualmente, a la sociedad, en la que nuestra Iglesia construye, con el Evangelio del Amor, la sociedad conyugal y familiar. A todas las familias católicas, a las numerosas instituciones educativas en las que la Iglesia forma personas y ciudadanos con los valores del Evangelio, a los casi dos centenares de parroquias en la Arquidiócesis, a los numerosos movimientos laicales y grupos apostólicos, LES PEDIMOS PERDÓN POR OCASIONAR TANTO SUFRIMIENTO. Su identidad de cristianos católicos salga fortalecida de esta terrible prueba a la que está siendo sometida la institucionalidad de nuestra Iglesia. Convoco a todos, hombres y mujeres, a tener la lucidez del discernimiento y de la unidad eclesial en estos tiempos de tormentas mediáticas, y a proseguir con la valentía de la verdad, del perdón, y de la reparación y garantía de no-repetición, el camino de fidelidad y misión que nos trazan el Señor y la Iglesia. Que el tiempo de Cuaresma que vamos a vivir, nos sirva para la purificación de los pecados, y a través de la oración, el ayuno, la penitencia y la limosna, nos preparemos más y mejor para la celebración de la Pascua, y así poder ser resplandor del Resucitado donde nos encontremos. Los bendigo con afecto y consideración de padre y pastor. Santiago de Cali, febrero 22 de 2017, Fiesta de la Cátedra de San Pedro


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Para Reflexionar

El abuso sexual infantil: un caso social

¿Cómo hacer para fortalecer la familia de modo que se convierta en un ámbito seguro para la vida de los niños?

Por: Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

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a polémica sobre el drama de los abusos sexuales a niños y niñas en Colombia no puede seguir concentrando su atención en la búsqueda de culpables. Este fenómeno no es exclusivo de un sector o de un tipo particular de personas, sino una realidad que traspasa todas las esferas sociales y que no repara en nivel social, profesión, cultura, religión, ideología, etc. Si en algo ha de estar de acuerdo la comunidad en general es que toda la atención debe enfocarse en los niños, niñas y adolescentes, en su sagrado derecho a crecer con todas las condiciones y a sentirse seguros en todos los entornos y lugares. Los adultos, por su parte, tienen el imperativo moral de garantizarles este derecho y de contribuir a defenderlos ante cualquier tipo de agresión. Este imperativo cobra mayor relevancia cuando observamos que en Colombia las cifras de abuso sexual infantil son alarmantes. Según datos de la Unicef, los casos registrados en el año de 2014 sumaron un total de 18.116, de los cuales el 80% fueron causados a niñas y el 16% a niños (Unicef, 2015). Según datos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), las víctimas reportadas por violencia sexual a menores hasta el año 2016 sumaron un total de 24.255 casos (ICBF, 2016). Esta situación se vuelve aun más preocupante cuando se cons-

tata por parte de la Defensoría del Pueblo que alrededor del 80% de los casos generalmente son cometidos por personas del mismo entorno familiar o cercanos a este (Semana, 2016). En lo que respecta al Valle del Cauca, las cifras ofrecidas por el ICBF muestran que hasta el año 2016 se registraron cerca de 2.149 casos de abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes, convirtiendo al Departamento en el segundo en Colombia con las cifras más altas (ICBF, 2016). Se debe tener en cuenta que lo anterior corresponde solo a los casos que han sido denunciados ante las respectivas autoridades. Esto permite inferir que en materia de cifras todavía la situación no se presenta con completa claridad, por lo que es difícil dimensionar aún la gravedad del escenario (Cabrera y Astaiza, 2016). No es excesivo decir que este tipo de maltrato puede empezar a verse como un grave problema de salud pública, pues deja a las víctimas con afectaciones físicas y psicológicas que en muchos casos terminan con la muerte del afectado o con secuelas de por vida (Cabrera y Astaiza, 2016). Por lo mismo, el daño producido por la violencia sexual infantil en Colombia en la gran mayoría de los casos es difícil de reparar, lo que supone un verdadero drama para las víctimas y sus familias. Por supuesto que en primer lugar esto debe conducir a pedir el castigo para los agresores y a denunciar con valentía ante las autoridades competentes los casos que se lleguen a conocer. Pero también es cierto que las cifras mueven a reflexionar sobre las causas intrínsecas que se esconden

detrás de este flagelo que afecta la vida de niños, niñas y adolescentes. Las cifras suelen ser frías, pero suscitan cuestionamientos: Si el 80% de los casos se dan en entornos cercanos a la familia, la pregunta que surge es: ¿Cómo hacer para fortalecer la familia de modo que se convierta en un ámbito seguro para la vida de los niños? ¿Qué se debe hacer en casa para prevenir casos de abuso sexual?

Pero las cifras dicen que hay otros ámbitos que deberían ser espacios para contribuir al desarrollo integral de la personalidad de los niños, niñas y adolescentes y que, no obstante también se han vuelto entornos de vulnerabilidad: las escuelas y colegios, los lugares públicos, los centros deportivos y los escenarios religiosos. Allí también la pregunta debe enfocarse sobre el compromiso que se debe tener para que estos espacios sean seguros para los menores de edad, de tal forma que ellos puedan encontrar allí conocimiento, apertura a sanas y constructivas relaciones, seguridad en sí mismos y en los demás. Se trata de un reto enorme para consolidar una cultura de la prevención, la educación, el respeto y el control ante el más mínimo signo de alerta. Por lo tanto, es necesaria una reflexión sincera, realista, propositiva y audaz que conduzca al análisis y a la raíz de este mal que aqueja a la niñez colombiana. No se puede pensar que el mal se soluciona con medidas epidérmicas, cuando lo que se necesita son voluntades sinceras y corazones generosamente constructivos. Iniciemos pues por emprender procesos colectivos que propendan por el establecimiento de entornos de protección para los niños y niñas en nuestra ciudad.


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Santiago de Cali, Marzo de 2017

La reparación a las víctimas: Un deber cristiano

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a promoción de la seguridad infantil en la Iglesia y en la sociedad en general es un mandato que desde la Santa Sede se ha promulgado para toda la Iglesia Católica. Este precepto del papa Francisco se traduce en la política de “TOLERANCIA CERO” frente a los casos de abuso sexual infantil. Al respecto se orienta: “Tomemos el coraje necesario para implementar todas las medidas necesarias y proteger en todo la vida de nuestros niños, para que tales crímenes no se repitan más. Asumamos clara y lealmente la consigna “tolerancia cero” en este asunto” (Fiesta de todos los Santos, 2016). En esta línea la Arquidiócesis de Cali, en cabeza de monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, ha tomado medidas para que la Iglesia sea un lugar seguro para niños y sus familias, al igual que ha pedido en reiteradas ocasiones perdón por abusos a menores, ha rechazado vehementemente que se presenten casos como estos y ha asumido la responsabilidad de afrontar el proceso de reparación de las víctimas en el único caso que ha sido ya juzgado penal y eclesiásticamente (el del exsacerdote William de Jesús Mazo, quien en la actualidad purga una condena de 33 años). En lo relativo a la reparación de las víctimas, es importante saber que este concepto se basa en términos tanto morales como legales, puesto que no solo se habla de una restitución económica (indemnización), sino también del restablecimiento del bienestar de la víctima, de su rehabilitación médica y psicológica, de la satisfacción en tanto reconocimiento público de la verdad, y de las

La acción reparadora de la Iglesia está orientada a cooperar para que a las víctimas se les restituyan sus derechos

garantías de no repetición (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2010). En cuanto a la indemnización se considera que más que un rubro económico deben tenerse en cuenta una serie de acciones reparadoras a las víctimas en materia de salud, educación, vivienda y empleo, mediante lo cual se propenda por condiciones para la vida digna. Estas acciones buscan que los abusados y sus familias sanen heridas y reconstruyan su proyecto de vida, a partir de un trabajo en equipo en donde los afectados cuenten con un acompañamiento profesional en las dimensiones psico-sociales y espirituales. En otras palabras, que la acción reparadora de la Iglesia esté orientada a cooperar para que a las víctimas se les restituyan sus derechos, dándoles garantías para lograr la superación del daño. Ahora bien, frente a las garantías de no repetición, se han implementado medidas correctivas y preventivas para que no se presenten más casos en la Iglesia. Para ello se han fijado procesos, con

los cuales se forma y compromete a toda la comunidad religiosa en cuanto a la responsabilidad individual, la obligación de poner en conocimiento de las autoridades eclesiásticas y civiles, situaciones que no son propias de la labor pastoral; al respecto se desarrollan: a. Un sistema de prevención eficaz que propende por ambientes sanos y seguros para los niños, niñas y adolescentes en la Iglesia particular de Cali, el cual se expresa a través del Decreto Arquidiocesano para la Protección a Menores y el Manual de Conducta para la Prevención de Delitos de Abuso Sexual contra Menores de Edad. Éstos es-

tán dirigidos a sacerdotes, agentes de pastoral, padres de familia y quienes sirven en distintas instituciones arquidiocesanas. Se han socializando por medio de encuentros formativos con el clero, comunidades parroquiales, seminarios y colegios arquidiocesanos. Delegación b. La Episcopal para la Protección a Menores, con la cual se responde a las prescripciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Conferencia Episcopal Colombiana, para afrontar y tratar estos difíciles casos. Con un equipo interdisciplinar se genera conciencia, compromiso y responsabilidad de clérigos, reli-

giosos, religiosas y fieles laicos para que todos los espacios de ámbito eclesial sean seguros para los niños, las niñas y los adolescentes. Esta Delegación también trabaja para ayudar a las víctimas y a sus familias a encontrar apoyo, recuperación plena y reconciliación. c. La Fundación Nacer, en la cual se acompaña a niñas, niños, adolescentes y familias que han sufrido abuso, independientemente de quién sea su victimario, con el ánimo de ofrecerles atención psicosocial, acompañarles en el camino de reparar el daño, sanar heridas y propender por el bienestar de la población víctima.

Estas delegaciones también trabajan para ayudar a las víctimas y a sus familias


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¡Viva la Familia!

La familia está llamada a compartir la oración cotidiana

Por: Diego Fernando Benítez Varón Vicaría para la Familia y la Cultura

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obre la familia se ha dicho mucho y de diversas maneras, existen cientos de miles de escritos que reflexionan sobre su valor y la importancia de su papel en la sociedad. Es la institución más antigua de la humanidad, abordada y desarrollada en todas las religiones, en todas las culturas, por todas las razas, en todo el mundo conocido. La familia es el punto de partida de toda nuestra historia, puesto que da razón de quiénes y cómo somos, no solo en los aspectos biológicos, sino también en lo relacionado con nuestra conducta. Es en la familia donde se transmiten los valores, la fe y los hábitos que ayudan al individuo a construir su personalidad y sus buenas costumbres para beneficio de su círculo relacional y su interacción con la sociedad, pero tristemente es también el origen de algunos miedos, carencias y prejuicios que afectan el sano desarrollo de sus individuos. Hoy vemos realidades de familias más acentuadas, tales como aquellas donde solo hay un padre o una madre (monoparentales), las que hacen una nueva familia después de haber fracasado en otra (ensambladas), las sin hijos y las con hijos adoptados, que necesitan una atención y un cuidado especial; sin embargo, también es cierto que con el pasar de los años esta institución ha venido siendo cuestionada, alterada y desvirtuada, donde cada quien in-

tenta modificar sus valores morales y naturales, para que se ajuste mejor a sus propias necesidades, proponiendo “nuevos tipos de familias” que atentan contra los principios fundamentales. Lo anterior hace indispensable resaltar el concepto de familia desde la doctrina y la moral de la Iglesia abordando algunas frases profundas de los últimos papas y el magisterio. “La familia, en la medida en que vive el amor auténtico, es imagen y reflejo de Dios Creador, Padre, Hijo y Espíritu Santo, unidad perfecta de personas; en la medida en que acoge la caridad de Cristo Esposo de la Iglesia, es pequeña Iglesia evangelizada y evangelizadora; en la medida en que genera ciudadanos y virtudes sociales, es célula vital de la sociedad” (cpf). La Familia está desde siempre en el pensamiento de Dios; Él mismo es familia, una comunidad de amor (Padre, Hijo y Espíritu Santo), que se mueve en dinámica de unidad. Esta proyección de familia en Dios se ve también reflejada en la encarnación del Hijo, pues nace en un ambiente cálido y amoroso, el hogar de María y José en Nazaret. Ya en su misión, Cristo continúa esa dinámica de familia convocando un grupo de hombres que de inmediato se ven sumergidos en una experiencia de amor fraternal, una comunidad unida en un mismo sentir, en una misma persona: Jesús. Finalmente el mandato que el Señor confía a su Iglesia a través de los apóstoles tiene implícita la experiencia de familia, una comunidad que se mueve en el amor al prójimo. La Arquidiócesis de Cali tiene este concepto cristiano de familia

como fuente de toda su propuesta pastoral para el acompañamiento y la promoción de los valores en la misma, sabe y entiende la realidad de todo el contexto social en relación con ella y se preocupa por ayudar a resolver proactivamente las dificultades por las que atraviesa constantemente; cuenta en su estructura pastoral con una dependencia especializada llamada Vicaría para la familia y la cultura que acompaña, promueve y potencializa todos los procesos para restauración del sistema familiar. Esta iniciativa de la Arquidiócesis, en cabeza de su obispo, ha hecho grandes esfuerzos por salvar los valores de las familias desde sus necesidades particulares: niños, jóvenes, adultos y parejas disponiendo desde el 2011 de un grupo de profesionales con fe, que brindan acompañamiento psico-espiritual en la Vicaría. De

este servicio ya se han beneficiado más de 2.500 familias de todos los estratos sociales de la ciudad y sus alrededores. Además de esta atención profesional, en la Arquidiócesis se ha logrado formar a más de 200 laicos con herramientas esenciales de psicología, doctrina y liderazgo, que generan en su comunidad un acompañamiento cercano a las familias y desarrollan programas de promoción, acompañamiento y formación en valores. Por último, es importante resaltar que desde la Arquidiócesis se impulsa y acompaña a los casi 20 movimientos laicales que trabajan con familias y parejas a través de talleres, encuentros de parejas y retiros familiares. Con todo esto queda claro que en la Arquidiócesis la familia es primero: “Dios la soñó y nosotros trabajamos por ella” ¡Viva la familia!


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La esperanza de la Iglesia

Por: José González, Pbro. Vicario Episcopal para Reconciliación y la Paz

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ara la Iglesia Católica Universal y de manera concreta para la Iglesia que peregrina en Cali, los niños, las niñas y los adolescentes representan la esperanza, la vida y el rostro de Cristo. Ellos son por quienes Jesús sentía predilección y de quienes solía rodearse. A la gente y a sus discípulos les señalaba los niños como modelos y referentes para entrar en el reino de los cielos. La Iglesia de la Arquidiócesis ama a los niños, niñas y adolescentes, los cuida y no quiere que sufran, ni que sean abusados. De hecho, la presencia de los niños en la Iglesia es un regalo de Dios y una responsabilidad en la educación de la fe, esencialmente en cuanto al deber de encaminarlos en la práctica de los principios y valores dados por Dios. En otras palabras, la Iglesia ayuda a que Dios entre en el corazón de los menores y de todas las personas para que escuchen y reciban su amor, conozcan, amen y sigan a la persona adorable de Jesucristo, el Señor. Para la Arquidiócesis de Cali los niños son protagonistas en la labor pastoral realizada en cada uno de los espacios donde está presente, se sirve como Iglesia, su presencia es inagotable y participan de diversas formas como lo es en la Infancia Misionera. La Iglesia particular tiene 196 parroquias de las cuales el 60% de ellas cuentan con un grupo de Infancia Misionera, grupo de acólitos y muchos en catequesis para la primera comunión. Las comunidades religiosas femeninas también ofrecen estos espacios en los lugares que sirven, especialmente en los barrios populares. Estos son espacios donde los niños se reúnen y participan en todas las actividades que a lo largo del año se programan de acuerdo al calendario litúrgico y a las festividades religiosas. Allí los niños son el fermento, la sal, la luz de la pastoral misionera, siendo ellos mismos quienes evangelizan a otros niños. La Pastoral de Misiones es la encargada de formar a los laicos que coordinan estos grupos y dispone de numerosos

materiales educativos para que los niños crezcan con espíritu misionero. De igual manera, en las parroquias que llevan el proceso de la Nueva Evangelización realizan las “escuelitas de la fe”, cuyo objetivo es acompañar a los niños a través de los encuentros en su crecimiento espiritual, buscando vivir el anuncio del Evangelio desde su más tierna edad. Otro espacio en el que los niños participan es el de acólitos o monaguillos, donde ayudan al sacerdote en la celebración Eucarística. Allí los niños conocen todos los momentos particulares de la misa, la variedad de los objetos que se usan en la liturgia y las diferentes funciones que debe desempeñar en su servicio durante la misa y en otras celebraciones. Todas las parroquias de Cali cuentan con un grupo aproximado de seis acólitos, es decir, unas 500 personas entre niños, niñas, adolescentes y jóvenes. De igual manera, los niños y las niñas de los municipios de Cali, Jamundí, Yumbo, Dagua y la Cumbre interactúan y encuentran un lugar para su formación en las instituciones educativas de la Arquidiócesis de Cali, donde se busca formar hombres y mujeres con actitudes críticas frente al acontecer diario, libres, promotores del bien y del progreso en medio de la sociedad, buscando el cambio constante de la realidad social en bien de la persona humana. En la actualidad, la Arquidiócesis cuenta con 29 instituciones educativas agrupadas en dos fundaciones: Alberto Uribe Urdaneta con 11 y la Fundación Santa Isabel de Hungría con 18 instituciones, donde se educan aproximadamente 30.000 estudiantes. Sin lugar a dudas, la Iglesia tiene las puertas abiertas para los niños en la catequesis sacramental, que los introduce a la vida de la Iglesia y a la formación de su fe desde temprana edad. La Catequesis consiste en guiar a los niños a un encuentro personal, espontáneo y directo con Dios, por lo que es vivida por los menores en un clima de encuentro, de alegría, de espontaneidad, de fiesta, de admiración gozosa de las maravillas que Dios nos regala, con la participación y el compromiso tanto de padres como de catequistas, religiosas y sacerdotes. Para la Iglesia Católica y en espe-

cial la de Cali, los niños son en sí mismos una riqueza para la humanidad, para la sociedad. La Iglesia vela por su bienestar no sólo espiritual, sino también por su integridad física y su pleno desarrollo; así mismo se preocupa por los menores más necesitados, es decir, por aquellos niños marginados, abandonados, sin escuela, sin cuidados médicos, con necesidades básicas insatisfechas y, más aun, por aquellos que son víctimas de las diversas violencias que se viven en la ciudad; por ellos trabaja desde la Vicaría para la Reconciliación y la Paz con el proyecto “Arrancando los niños y los adolescentes de la guerra” en las comunidades más vulnerables de la ciudad. La protección de los niños ante la realidad de los abusos cometidos por parte de miembros del clero sigue siendo una gran pre-

ocupación de la Iglesia y sin excepción para la Arquidiócesis de Cali. Ante esta realidad, se tienen delineadas políticas y procedimientos para contribuir a eliminar esos abusos y colaborar así con las autoridades respectivas en la lucha contra este delito. Fruto de esto fue la expedición del Decreto No. 406 de marzo 10 de 2014, documento que contribuye a eliminar el abuso sexual infantil por parte del clero y de otro personal de la Iglesia, además que se compromete con la tarea de favorecer un ambiente más seguro para los menores de edad, con el acompañamiento y protección de las posibles víctimas y el sometimiento a la justicia, la reparación y la rehabilitación de victimarios, de modo que unos y otros lleguen a encontrar la sanación espiritual y el perdón misericordioso.


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En la Arquidiócesis de Cali, tolerancia cero Por: Pbro. Omar Arturo López Vicario Episcopal para la Evangelización

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as indicaciones del Papa Francisco a los obispos y a la comunidad católica en general han sido precisas y contundentes en lo relativo a los vergonzosos casos de pedofilia por parte de los clérigos. En palabras del sumo pontífice: “Tomemos el coraje necesario para implementar todas las medidas necesarias y proteger en todo la vida de nuestros niños, para que tales crímenes no se repitan más. Asumamos clara y lealmente la consigna ‘tolerancia cero’ en este asunto” (Fiesta de todos los Santos, 2016). Así pues, animados por la voz de nuestro pastor, la Arquidiócesis de Cali ha publicado el Decreto arquidiocesano para la protección de menores. Manual de Conducta para la prevención de delitos de abuso sexual contra menores de edad. Este decreto nos compromete a construir confianza con la comunidad para poder afirmar que en relación con los niños, las instituciones y las parroquias de nuestra Iglesia particular son lugares seguros para su crecimiento en la fe. A continuación, les presentamos los artículos principales de este documento que nos involucra a todos y que reafirma el compromiso de la Iglesia arquidiocesana en esta problemática específica. ARTÍCULO 5. Las autoridades diocesanas competentes y la comisión delegada evaluarán atentamente los antecedentes de todos los clérigos que ejerzan su ministerio en esta jurisdicción, incluso temporalmente. ARTÍCULO 6. Se prestará cuidado en el proceso de

Las instituciones y parroquias de nuestra Iglesia particular son lugares seguros para el crecimiento en la fe discernimiento vocacional de los candidatos al sacerdocio, al diaconado permanente y a la vida consagrada, sin excluir la posibilidad de análisis psicológicos practicados por profesionales competentes y de recto criterio cristiano, para ser promovidos a las Órdenes sagradas. Los candidatos deberán manifestar una clara madurez humana, afectiva y sexual. ARTÍCULO 11. Todo sacerdote, religioso, religiosa o laico al servicio de la institución, que tenga conocimiento de un acto de abuso sexual de menores cometido por un clérigo, o al menos la sospecha razonable, está en la obligación de informar inmediatamente al obispo diocesano o al delegado. ARTÍCULO 12. Al presentarse una acusación de posible abuso sexual de un menor de parte de un clérigo, la persona que denuncie debe ser tratada con respeto, máxime si se trata de la presunta víctima. En los casos en los que el abuso sexual esté relacionado con un delito contra la dignidad del sa-

cramento de la Penitencia (Cfr. M.PR. SST, Art. 4), el denunciante tiene el derecho de exigir que su nombre no sea comunicado a la persona denunciada (Cfr. M.PR. SST, Art. 24). ARTÍCULO 16. Se informará expresamente a la víctima o al denunciante sobre su derecho y deber a poner los presuntos hechos delictivos en conocimiento de las autoridades civiles competentes y se apoyará, explícitamente, dicho derecho. Articulo 27 a. Incluso antes de recibir las conclusiones de la investigación previa, si el Obispo diocesano, tras haber consultado al promotor de justicia concluye que la acusación de abuso sexual contra un menor resulta creíble impondrá las

medidas cautelares necesarias para evitar que el acusado pueda reincidir en las conductas delictivas que se le imputan. ARTÍCULO 28. De acuerdo a lo establecido en el derecho universal (Cfr. can. 1722), las medidas cautelares pueden ser: Parágrafo: a) La suspensión del clérigo del ejercicio del ministerio sagrado y/o de un oficio o cargo eclesiástico ejercido por el acusado. b) La imposición o prohibición de residir en un lugar o territorio determinado. c) La prohibición de la celebración pública de la Eucaristía mientras se espera el resultado definitivo del proceso canónico. (Cfr. CIC, can. 1722). ARTÍCULO 48. El principal deber de la Iglesia hacia las víctimas de abu-

Manual de Conducta para la prevención de delitos de abuso sexual contra menores de edad El documento completo del Decreto Arquidiocesano para la protección de menores lo pueden encontrar en:

www.arquicali.org (Sección ¿Quiénes Somos? > Documentos Institucionales)

so sexual es conducirlas, a través de un acompañamiento espiritual adecuado, a la sanación, a la reconciliación y al perdón. De acuerdo a las circunstancias de cada caso, también podrá brindarse a las víctimas acompañamiento psicológico y otros servicios requeridos, de común acuerdo, por la víctima y/o por la jurisdicción. La Arquidiócesis de Cali, la Iglesia particular como cuerpo de Cristo sigue empeñada en evitar que se presenten nuevos casos de abusos. Es necesaria por tanto la colaboración de todos. Cabe entonces preguntarnos ¿cómo podemos participar en esto? Para ello les propongo tres ejercicios: 1. Sentirnos Iglesia y procurar hacer nuestras las indicaciones del manual de prevención y compartirlo en todas las instituciones eclesiales. 2. Unirnos a la campaña de prevención y denuncia ante alguna situación irregular ante la autoridad correspondiente. 3. Orar como Iglesia por las víctimas y por la santidad de la Iglesia.


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Para Reflexionar

Santiago de Cali, Marzo de 2017

La información periodística Por: † Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

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e está volviendo ya común en Colombia, como en tantos otros lugares del mundo, que los medios de comunicación, apresurados por las noticias frescas, se lanzan a hacer públicas situaciones que ameritan análisis cuidadosos para no afectar la verdad de los hechos o el buen nombre de personas e instituciones. Y esto sucede en todos los campos del vivir cotidiano.

No se trata aquí de dar clase de ética, pero si me atrevo a recordar elementos básicos de una sana comunicación a partir de lo que el Papa Francisco ha dicho a los medios de comunicación: “Y una cosa que puede hacer mucho daño en los medios de comunicación es la desinformación. Es decir, frente a cualquier situación decir una parte de la verdad y no la otra. ¡No! Eso es desinformar. Porque vos, al televidente, le das la mitad de la verdad. Y por tanto no puede hacer un juicio serio sobre la verdad completa. La desinformación es probablemente el daño más grande que puede hacer un medio. Porque orienta la opinión

en una dirección, quitando la otra parte de la verdad” (Papa Francisco, Entrevista Revista belga Tertio, diciembre 2016). Cuando los medios de comunicación deciden hacer pública una noticia, deberán tener siempre presente, ante todo, la objetividad, la imparcialidad y la verdad. No será lo mismo describir un accidente, o una catástrofe natural, que comunicar discusiones que tienen que ver con asuntos legales, jurídicos, filosóficos o ideológicos. Cuántas veces cuando a una persona se le da inicio a una investigación, casi que se da por sentada su culpabilidad, sin dar espacio a la presunción de inocen-

cia, y luego, cuando las autoridades aclaran el asunto, y se declara inocente, el eco es totalmente menor respecto de la noticia inicial. Por otro lado, un periodista en el campo judicial o religioso, por ejemplo, deberá ser canal de información no tanto de las interpretaciones que se hagan de un escrito, sino, fundamentalmente del mismo leído en sus tres grandes momentos: texto, contexto y conclusiones. El afán de la noticia no debe ser el interés del periodista y comunicador, sino la información verás que ayude a crear una opinión objetiva que permita construir una sociedad que sepa vivir en paz.

ABC de la prevención para la protección de menores Por: Danelia Cardona MD Médico Psiquiatra Especialista en Bioética

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a Iglesia católica en Colombia se perfila como líder en América Latina al sumarse al camino ya arado por las Conferencias Episcopales de obispos católicos de EEUU e Inglaterra, por ejemplo, líderes en políticas de protección de menores, y reconocidas como de las más seguras para los niños. En el 2013 los obispos de Colombia redactaron y acogieron unánimemente el Decreto de Protección de Menores para ser implementado en cada diócesis, un documento que contiene los procedimientos canónicos (la ley de la Iglesia) que deben seguirse cuando se inicia la investigación de un clérigo acusado de abuso de menores. Así mismo, se publicó un Manual de Conducta para todos aquellos laicos y voluntarios y demás personas que estén empleados o vinculados en la Iglesia católica, para establecer unas políticas que determinan las conductas apropiadas que se deben tener en cuenta al trabajar con menores. Este es un primer paso para establecer y dar a conocer las normas que existen dentro de la Iglesia, que al ser también una institución de la sociedad civil se acoge a las normas que dicta la ley colombiana, en este caso de la ley de infancia y adoles-

Hagamos de nuestra ciudad, un hogar seguro para los menores

cencia (ley 1098 de 2016). Esta, es clara en establecer que cualquier ciudadano que tenga conocimiento de que un menor está siendo abusado (negligencia, físico, psicológico, sexual) DEBE reportar el hecho a las autoridades. La Iglesia por lo tanto debe también reportar cuando recibe casos de denuncia, dificultad que se presenta cuando las víctimas no desean reportar, pero si el obispo o sacerdote quien recibe la denuncia no lo hace, estaría saltándose el procedimiento de la ley de esta nación. La formación de los sacerdotes y seminaristas en aspectos de formación humana, actividad y sexualidad deben ser parte esencial de su educación, no solamente los aspectos académicos, doctrinales o pastorales. San Juan Pablo II hablaba de la formación humana del sacerdote y el seminarista así: “la base de la formación sacerdotal es la

formación humana”. Una mejora en el proceso de selección de nuestros seminaristas y un buen equipo multidisciplinario de salud mental que eleve el nivel de estabilidad afectiva y emocional de los jóvenes que desean ingresar al seminario, es una manera de prevenir este flagelo en nuestra Iglesia. El abuso de menores no está causado ni por el celibato ni por la homosexualidad, de hecho el mayor porcentaje de abusadores son hombres, con pareja, heterosexuales. Pero sí se ha observado en sacerdotes que han abusado de menores rasgos severos de inmadurez en su sexualidad, en su afectividad y de una falta de claridad en su identidad sexual. Personas con estas características no deben ingresar al seminario. Todas las personas vinculadas a la Iglesia a través de otras instituciones donde hay trabajo con menores como

los colegios, grupos pastorales, movimientos apostólicos deben adoptar medidas similares y además deben informar que esto está ocurriendo para que los padres y los menores sepan que rutas de atención tomar en caso que haya una denuncia. Igualmente, las personas líderes en estas organizaciones deben ser idóneas para el cargo, no tener antecedentes de ningún tipo y ser hombres y mujeres maduros al servicio del evangelio y no de sus propios intereses. Finalmente, no basta con tener leyes civiles y canónicas al respecto, mejorar la selección de los seminaristas, ni formar constantemente al clero en estos aspectos. Ni tampoco una política que cobije todas las organizaciones afiliadas a la Iglesia y a las personas que hacen parte de esto. Es necesario comunicar, comunicar, comunicar y no dejar de informar y comunicar todos los esfuerzos que se hacen para la protección de menores. Primero, nos ayuda a todos a ser parte de una cultura que verdaderamente trabaja por la protección de los menores y que busca ante todo el bien primordial que es el bien del menor. Segundo, nos ayuda a generar un hogar seguro para nuestros niños en el corazón de nuestra Iglesia pero también de nuestras casas, no podemos olvidar que el mayor número de abuso de menores ocurre al interior de los hogares. Comprometámonos tú y yo por hacer de nuestra Arquidiócesis y nuestra ciudad, un hogar seguro para los menores!


Santiago de Cali, Marzo de 2017

Para Reflexionar

CARTA ABIERTA DE LOS DIÁCONOS Y PRESBÍTEROS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CALI A SU ARZOBISPO, MONS. DARÍO DE JESÚS MONSALVE MEJÍA

Apreciado Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía: Los diáconos y presbíteros, reunidos en el encuentro del Presbiterio, en la fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol, que hacemos parte de la muy querida Arquidiócesis de Cali, le expresamos y hacemos público nuestro dolor por los últimos acontecimientos en torno del proceso civil incoado contra la Arquidiócesis, que pretende ser vista como responsable civil directa del delito de abuso sexual del señor William de Jesús Mazo Pérez, realizado hace casi ocho años, con la pretendida obligación de la reparación económica a las víctimas directas e indirectas con la suma astronómica de $8.962.902.000 pesos. Como ministros del Señor en la Iglesia Católica, reiteramos el rechazo total a todo acto que vaya en contra de la dignidad de los niños, las niñas y de los demás que depositan en nosotros su confianza. Sobre todo rechazamos los actos relacionados con el abuso y/o acoso sexual. Pedimos perdón por las actuaciones con las cuales hubiéramos defraudado a nuestros fieles. Especialmente pedimos perdón por el caso de abuso sexual en Cali y por los realizados por clérigos que en otros lugares del mundo hubieran cometido delito tan atroz. Nos duele la encarnizada generalización mediática. En Cali somos casi 250 presbíteros, tenemos 171 parroquias y sólo en una (1) se ha verificado y sancionado penalmente con 33 años de cárcel y, canónicamente, con la dimisión de las obligaciones sacerdotales, a quien lo cometió. Como lo hemos hecho en otras ocasiones, nuevamente reiteramos nuestro compromiso de fidelidad al Señor Jesús, nuestros compromisos sacerdotales y la obediencia a las directrices de la Iglesia Católica, convencidos de que en medio de nuestras limitaciones, tenemos que seguir buscando la santidad de vida. A usted, como nuestro Padre y Pastor, lo acompañamos en estos momentos, oramos por sus intenciones, le renovamos nuestro afecto filial y lo encomendamos a la materna protección de Nuestra Señora de los Remedios. Santiago de Cali, febrero 22 de 2017

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Educación

Santiago de Cali, Marzo de 2017

UNICATÓLICA lanza un Programa de Derecho con sentido social

“Este es un programa diferente a los que existen en la ciudad, pues tiene un corte netamente social” Dr. Juan Carlos Gómez

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n los últimos años, UNICATÓLICA ha ido creciendo, no solo con su Comunidad Institucional, sino con la apertura de nuevos programas y Sedes. Esto ha venido posicionándola como una de las instituciones de educación superior con mayor expansión, a nivel local y regional. El pasado 17 de noviembre de 2016, la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, realizó el lanzamiento del nuevo Programa de Derecho, adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas. Este evento se llevó a cabo en la Sede Centro, inaugurada por esos mismos días, y lugar donde se dictarán las clases. Tener una Sede en este sector, es una gran ventaja, porque se abren las puertas de un entorno estratégico de la rama judicial, como la fiscalía y las oficinas de abogados que se encuentran en los alrededores. Dicho programa tiene como premisa ser único en la construcción de saberes y de ciudadanía, pues, según el Dr. Juan Carlos Gómez Jaramillo, uno de los directores: “este es un programa diferente a los que existen en las facultades de la ciudad y en la región, pues tiene un corte netamente social, que le da un plus a la formación de los futuros abogados”. El Programa de Derecho se impulsará siguiendo uno de los propósitos que ha venido desarrollando nuestra Institución: llegar a las clases menos favorecidas, para que tengan la opor-

tunidad de acceder a la educación superior; sin excluir a nadie. También se realizará con la idea de poder articular los procesos académicos de todos los programas que pertenecen a la misma Facultad: psicología, trabajo social y comunicación social – periodismo, y sacarle el mayor provecho al enfoque humanista y social; de esta manera, crear resultados únicos con los estudiantes que se formarán en este nuevo proyecto educativo. Otro trabajo importante que se está gestando con la apertura de este programa, es la creación de alianzas con instituciones importantes como el Observatorio de Familia, que posee un insumo esencial para la proyección social y el trabajo con comunidad, brindando la asistencia y atención correspondiente a todas las personas. Dentro de las personas que se encuentran apoyando este programa educativo, se encuentra el Pbro. Dr. Diego Fernando Ospina Parra, Decano de la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades, quien comenzará una labor mancomunada con la Arquidiócesis de Cali, pues la idea es trabajar con ellos y presentar formalmente un proyecto, cuando se tengan fundamentadas las ideas y el trabajo colaborativo,que se desea manejar con diversas entidades. Como ventajas, además de la excelente oferta académica, el enfoque social y los costos, se le suman las facilidades de pago por medio de la Cooperativa UNIMINUTO, y el ICETEX, el trabajo con los semilleros de investigación y un equipo docente calificado y de altos estándares académicos.


Santiago de Cali, Marzo de 2017

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Vida Consagrada

Las mujeres al servicio de la Iglesia Por: Hna. Celsa Gómez

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esde los orígenes del cristianismo existían mujeres dedicadas totalmente a Dios y al servicio de la Iglesia, que ya se mencionan en los Hechos de los Apóstoles y en las cartas de San Pablo. “Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la Iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo” (Romanos 16,1-2). El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que desde los tiempos apostólicos, mujeres cristianas fueron llamadas por el Señor para consagrarse a Él enteramente con una libertad mayor de corazón, de cuerpo y de espíritu, tomando la decisión, aprobada por la Iglesia, de vivir en estado de virginidad por el Reino de los Cielos. Ya san Pablo nos dice que una virgen se dedica más a las cosas del Señor, mientras que una mujer casada tiene

que dedicarse a su marido y su familia. (Cfr. 1Corintios 7) Una mujer puede sentir el llamado de Cristo a consagrarse sin pertenecer a una congregación u orden religiosa o a un instituto de vida consagrada. Es una consagración laical, y en su estilo y forma de servicio procura ser coherente con sus talentos y con su situación personal y laboral. Quiero citar aquí algunas ideas de un artículo titulado LA RESTAURACIÓN DEL DIACONADO FEMENINO en Revista Vida Religiosa, escrito por el Padre Alberto de Mingo, sacerdote Redentorista y profesor de Teología Bíblica. Dice el Padre: “La realidad y la reflexión teológica están pidiendo resituar la presencia de la mujer en la sociedad y la Iglesia. Hay que volver a la Escritura, leerla en la sana tradición de la comunión y dejar que dé vida en el compromiso de la mujer para transformar el mundo. Queda mucho por hacer. El papa Francisco ha abierto la reflexión, estamos en proceso”. Explica además, que el 12 de mayo de 2016, durante una audiencia una de las religiosas presentes preguntó al Papa: “En la Iglesia existe el ministerio del diaconado permanente, pero sólo está abierto a varones

casados y no-casados. ¿Qué impide que la Iglesia incluya mujeres entre los diáconos permanentes, como sucedía en la Iglesia antigua? ¿Por qué no se crea una comisión oficial que estudie la cuestión?”. El papa Francisco contestó que había consultado el tema tiempo atrás con un buen y sabio profesor, que le había dicho que no estaba claro cuál era el rol histórico de las diaconisas. “¿Poner en marcha una comisión para estudiar la cuestión?” –Se preguntó en voz alta– “Creo que sí. Le haría bien a la Iglesia aclarar este punto. Estoy de acuerdo, voy a hablar para hacer esto. Acepto la propuesta”. Dicho y hecho. El dos de agosto se creó la Comisión de Estudio sobre el Diaconado Femenino, presidida por el Arzobispo Luis Ladaria, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Las labores de la Comisión empezaron en septiembre de 2016. Señala también el Padre Mingo: “Personalmente, pienso que la ordenación diaconal de la mujer sería un paso adelante para la Iglesia Católica. Según los evangelios, algunas mujeres habían seguido a Jesús y lo habían servido desde que estaba en Galilea y habían subido con él a Jerusalén (Marcos 15,40-41).

Hoy son millones las mujeres católicas consagradas al cuidado de los enfermos, a la educación de los niños y al acompañamiento de los ancianos; a la administración de obras de misericordia; al estudio y docencia de la Teología; y a tantas antiguas y nuevas formas de servicio eclesial. Algunas de ellas presiden la liturgia de la Palabra y la distribución consiguiente de la comunión en lugares donde no llegan los sacerdotes. Desde los tiempos de Jesús hasta el presente, ha habido siempre mujeres que han ejercido la diaconía como servicio” El tema de rescatar la participación de la mujer desde una dimensión de consagración, servicio y testimonio evangélico sigue vigente en nuestras comunidades parroquiales. Hay muchas mujeres en plena sintonía con estos propósitos y dispuestas a consagrarse de modo especial al servicio de Dios y de los hermanos desde sus talentos y cualidades personales. En la Arquidiócesis de Cali, se apoya la experiencia de quienes han solicitado orientación y guía en ambiente de fraternidad y una espiritualidad de comunión que busca formar y animar a quienes se van agregando en este camino de discipulado y misión.

Reseña de Libros La primera explicación de la Eucaristía Catequesis patrísticas a los recién bautizados Cuadernos Phase 199, Centro de Pastoral Litúrgica, 2011, 98 páginas Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal para la Educación

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n los primeros siglos del cristianismo, a los catecúmenos, es decir, a los que habían pedido ENTRAR EN LA FE, la Iglesia los RECIBÍA no con un sistema de verdades abstractas, ni con un código de preceptos, sino CON UNAS CATEQUESIS = instrucciones, enseñanzas sobre la HISTORIA DE LAS INTERVENCIONES DE DIOS EN LA VIDA DE CADA PERSONA PARA SALVARLA. La fe cristiana se presentaba al que llegaba a “pedirla”, como un don de Dios a quien sólo se puede reconocer en la historia personal. La formación se daba principalmente a base de un recorrido por los libros de la Escritura (que registra las intervenciones de

Dios en la historia), y mediante unas explicaciones (dadas por el Obispo) sobre el Símbolo Apostólico, es decir, el Credo que es la profesión de fe en la historia que comienza con la creación y termina en la resurrección de la carne.

Se le ayudaba así al catecúmeno a descubrir en los acontecimientos históricos propios, la intervención de Dios, que convierte la historia humana en Historia de Salvación. El título de este cuaderno hace referencia a la primera explicación acerca de la celebración eucarística que escuchaban los neófitos = los recién nacidos a la fe, los recién bautizados. La ley del arcano no había permitido todavía explicarles con anterioridad el significado de los ritos de la misa (se les hacía salir del templo después de la proclamación de la Palabra). San Juan Crisóstomo decía a los neófitos: “Del costado de Cristo salió sangre y agua. El agua era símbolo del bautismo y la sangre el de los misterios. Es a partir de cada uno de ellos que la Iglesia ha sido engendrada, “por el baño del nuevo nacimiento y por la renovación del Espíritu Santo”, por un bautismo y por los misterios. Ya que los símbolos del

bautismo y de los misterios provienen del costado de Cristo, tenemos pues, que es a partir de su costado que Cristo ha creado a la Iglesia, de la misma manera que creó a Eva a partir del costado de Adán”. Teodoro de Mopsuestia exhortaba de esta manera: “Después de haber recibido este nacimiento verdadero con vistas a la resurrección, tomaréis otro alimento, demasiado elevado para que podamos hablar de él. Y es que os alimentaréis, entonces de la gracia del Espíritu Santo, por la que permaneceréis inmortales en el cuerpo e inmutables en el alma”. San Juan Crisóstomo = boca de oro, es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia de Oriente, vivió entre el 347 y el 407. Teodoro de Mopsuestia vivió entre el 350 y el 428. Lejanos en el tiempo cercanos por su enseñanza profunda y seria. Leyendo estas catequesis dan ganas de vivir mejor la Eucaristía.


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Marzo de 2017

Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2017 La Palabra es un don. El otro es un don

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ueridos hermanos y hermanas: La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo sobre la muerte. Y en este tiempo recibimos siempre una fuerte llamada a la conversión: el cristiano está llamado a volver a Dios «de todo corazón» (Jl 2,12), a no contentarse con una vida mediocre, sino a crecer en la amistad con el Señor. Jesús es el amigo fiel que nunca nos abandona, porque incluso cuando pecamos espera pacientemente que volvamos a él y, con esta espera, manifiesta su voluntad de perdonar (cf. Homilía, 8 enero 2016). La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia. En concreto, quisiera centrarme aquí en la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro (cf. Lc 16,19-31). Dejémonos guiar por este relato tan significativo, que nos da la clave para entender cómo hemos de comportarnos para alcanzar la verdadera felicidad y la vida eterna, exhortándonos a una sincera conversión. 1. El otro es un don La parábola comienza presentando a los dos personajes principales, pero el pobre es el que viene descrito con más detalle: él se encuentra en una situación desesperada y no tiene fuerza ni para levantarse, está echado a la puerta del rico y come las migajas que caen de su mesa, tiene llagas por todo el cuerpo y los perros vienen a lamérselas (cf. vv. 2021). El cuadro es sombrío, y el hombre degradado y humillado. La escena resulta aún más dramática si consideramos que el pobre se llama Lázaro: un nombre repleto de promesas, que significa literalmente «Dios ayuda». Este no es un personaje anónimo, tiene rasgos precisos y se presenta como alguien con una historia personal. Mientras que para el rico es como si fuera invisible, para nosotros es alguien conocido y casi familiar, tiene un rostro; y, como tal, es un don, un tesoro de valor incalculable, un ser querido, amado, recordado por Dios, aunque su con-

dición concreta sea la de un desecho humano (cf. Homilía, 8 enero 2016). Lázaro nos enseña que el otro es un don. La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor. Incluso el pobre en la puerta del rico, no es una carga molesta, sino una llamada a convertirse y a cambiar de vida. La primera invitación que nos hace esta parábola es la de abrir la puerta de nuestro corazón al otro, porque cada persona es un don, sea vecino nuestro o un pobre desconocido. La Cuaresma es un tiempo propicio para abrir la puerta a cualquier necesitado y reconocer en él o en ella el rostro de Cristo. Cada uno de nosotros los encontramos en nuestro camino. Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo cuando es débil. Pero para hacer esto hay que tomar en serio también lo que el Evangelio nos revela acerca del hombre rico. 2. El pecado nos ciega La parábola es despiadada al mostrar las contradicciones en las que se encuentra el rico (cf. v. 19). Este personaje, al contrario que el pobre Lázaro, no tiene un nombre, se le califica sólo como «rico». Su opulencia se manifiesta en la ropa que viste, de un lujo exagerado. La púrpura, en efecto, era muy valiosa, más que la plata y el oro, y por eso estaba reservada a las divinidades (cf. Jr 10,9) y a los reyes (cf. Jc 8,26). La tela era de un lino especial que contribuía a dar al aspecto un carácter casi sagrado. Por tanto, la riqueza de este hombre es excesiva, también porque la exhibía de manera habitual todos los días: «Banqueteaba espléndidamente cada día» (v. 19). En él se vislumbra de forma patente la corrupción del pecado, que se realiza en tres momentos sucesivos: el amor al dinero, la vanidad y la soberbia (cf. Homilía, 20 septiembre 2013). El apóstol Pablo dice que «la codicia es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Esta es la causa principal de la corrupción y fuente de envidias, pleitos y recelos. El dinero puede llegar a dominarnos hasta convertirse en un ídolo tiránico (cf. Exh. ap. Evangelii gaudium, 55). En lugar de ser un instrumento a nuestro servicio para hacer el bien y ejercer la solidaridad con los demás, el dinero puede someternos, a nosotros y a todo el mundo, a una lógica egoísta que no deja lugar al amor e impide la paz.

La parábola nos muestra cómo la codicia del rico lo hace vanidoso. Su personalidad se desarrolla en la apariencia, en hacer ver a los demás lo que él se puede permitir. Pero la apariencia esconde un vacío interior. Su vida está prisionera de la exterioridad, de la dimensión más superficial y efímera de la existencia (cf. ibíd., 62). El peldaño más bajo de esta decadencia moral es la soberbia. El hombre rico se viste como si fuera un rey, simula las maneras de un dios, olvidando que es simplemente un mortal. Para el hombre corrompido por el amor a las riquezas, no existe otra cosa que el propio yo, y por eso las personas que están a su alrededor no merecen su atención. El fruto del apego al dinero es una especie de ceguera: el rico no ve al pobre hambriento, llagado y postrado en su humillación. Cuando miramos a este personaje, se entiende por qué el Evangelio condena con tanta claridad el amor al dinero: «Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero» (Mt 6,24). 3. La Palabra es un don El Evangelio del rico y el pobre Lázaro nos ayuda a prepararnos bien para la Pascua que se acerca. La liturgia del Miércoles de Ceniza nos invita a vivir una experiencia semejante a la que el rico ha vivido de manera muy dramática. El sacerdote, mientras impone la ceniza en la cabeza, dice las siguientes palabras: «Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás». El rico y el pobre, en efecto, mueren, y la parte principal de la parábola se desarrolla en el más allá. Los dos personajes descubren de repente que «sin nada vinimos al mundo, y sin nada nos iremos de él» (1 Tm 6,7). También nuestra mirada se dirige al más allá, donde el rico mantiene un diálogo con Abraham, al que llama «padre» (Lc 16,24.27), demostrando que pertenece al pueblo de Dios. Este aspecto hace que su vida sea todavía más contradictoria, ya que hasta ahora no se había dicho nada de su relación con Dios. En efecto, en su vida no había lugar para Dios, siendo él mismo su único Dios. El rico sólo reconoce a Lázaro en medio de los tormentos de la otra vida, y quiere que sea el pobre quien le alivie su sufrimiento con un poco de agua. Los gestos que se piden a

Lázaro son semejantes a los que el rico hubiera tenido que hacer y nunca realizó. Abraham, sin embargo, le explica: «Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces» (v. 25). En el más allá se restablece una cierta equidad y los males de la vida se equilibran con los bienes. La parábola se prolonga, y de esta manera su mensaje se dirige a todos los cristianos. En efecto, el rico, cuyos hermanos todavía viven, pide a Abraham que les envíe a Lázaro para advertirles; pero Abraham le responde: «Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen» (v. 29). Y, frente a la objeción del rico, añade: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto» (v. 31). De esta manera se descubre el verdadero problema del rico: la raíz de sus males está en no prestar oído a la Palabra de Dios; esto es lo que le llevó a no amar ya a Dios y por tanto a despreciar al prójimo. La Palabra de Dios es una fuerza viva, capaz de suscitar la conversión del corazón de los hombres y orientar nuevamente a Dios. Cerrar el corazón al don de Dios que habla tiene como efecto cerrar el corazón al don del hermano. Queridos hermanos y hermanas, la Cuaresma es el tiempo propicio para renovarse en el encuentro con Cristo vivo en su Palabra, en los sacramentos y en el prójimo. El Señor –que en los cuarenta días que pasó en el desierto venció los engaños del Tentador– nos muestra el camino a seguir. Que el Espíritu Santo nos guíe a realizar un verdadero camino de conversión, para redescubrir el don de la Palabra de Dios, ser purificados del pecado que nos ciega y servir a Cristo presente en los hermanos necesitados. Animo a todos los fieles a que manifiesten también esta renovación espiritual participando en las campañas de Cuaresma que muchas organizaciones de la Iglesia promueven en distintas partes del mundo para que aumente la cultura del encuentro en la única familia humana. Oremos unos por otros para que, participando de la victoria de Cristo, sepamos abrir nuestras puertas a los débiles y a los pobres. Entonces viviremos y daremos un testimonio pleno de la alegría de la Pascua. Vaticano, 18 de octubre de 2016 Fiesta de san Lucas Evangelista. Francisco


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Marzo de 2017

Caminando hacia la pascua Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal para la Educación

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emos iniciado la CUARESMA, camino hacia la gran Pascua, TIEMPO FUERTE, TIEMPO DE CONVERSIÓN, TIEMPO DE DIOS Y PARA DIOS, TIEMPO PARA SALIR DE SÍ MISMO Y COMPARTIR CON LOS MÁS NECESITADOS (COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES). Los Padres de la Iglesia, tanto en Oriente como en Occidente se fijaron en el número “cuarenta” y transmitieron una gran enseñanza: “Recuerda cómo en este número de días las aguas del diluvio inundaron la tierra, el profeta Elías se santificó con el ayuno, el santo Moisés mereció recibir la Ley y los padres del desierto vivieron con el pan de los ángeles” (San Ambrosio, Exposición del Evangelio según san Lucas IV,15). Y san Agustín, en el Sermón 270 afirma: “El número cuarenta simboliza la vida pre-

sente que ahora estamos recorriendo y viviendo. Somos llevados y arrastrados por el correr del tiempo, por la inestabilidad de las cosas, por un continuo desaparecer y sucederse de todo, por una rapacidad efímera y por una corriente de cosas que nunca se detienen. Con el número cuarenta se alude a esta vida, se nos exhorta, mientras nos hallamos en esta morada terrena, a abstenernos de los anhelos del mundo: esto significa el ayuno de cuarenta días, conocido con el nombre de Cuaresma. Te lo mandan la Ley, la Profecía, el Evangelio”. Es pues una invitación a dejarnos guiar por el ESPÍRITU DE DIOS, así como Jesús de Nazaret fue conducido por el Espíritu al desierto. Al igual que Jesús, obediente al Padre, dócil al Espíritu, OYENTE DE LA PALABRA, venceremos el mal y experimentaremos la compañía de Dios en este caminar. La Cuaresma es CAMINO HACIA LA PASCUA, el gran acontecimiento liberador, la humanidad fue salvada en Cristo de una vez para siempre: “Yo he vencido al mundo” (Juan 16, 33). Esta fe de la definitiva salvación, ya realizada por

“Yo he vencido al mundo” (Juan 16, 33)

Dios, fundamenta la esperanza cristiana, la espera alegre del retorno del Señor Resucitado en nuestra historia; una esperanza que rechaza toda tristeza, todo pesimismo, todo fatalismo. Al celebrar con la Iglesia estos cuarenta días, reconocemos que Dios entra en nuestra historia y además escribe en nosotros y con nosotros unos hechos salvadores: el paso liberador de Cristo venciendo el pecado y la muerte y dándonos VIDA ETERNA. En las parroquias, en los diferentes movimientos eclesiales, con los niños, jóvenes y mayores CELEBRE-

MOS ESTE CAMINAR HACIA LA PASCUA, entonces se abrirá el tiempo de aquella alegría que nadie nos podrá quitar (Juan 16,22) y que celebraremos con el canto del ALELUYA durante cincuenta días después de la solemne celebración de la PASIÓN DEL SEÑOR, A PARTIR DEL DÍA DE LA RESURRECCIÓN. Nos hemos declarado EN MISIÓN PERMANENTE y los tiempos litúrgicos, vividos y celebrados en nuestras pequeñas comunidades, serán signos claros de nuestro crecimiento en la fe.

El rol de la mujer en la Iglesia Por: Hna. María Victoria de Jesús Comunicadora Eucarística del Padre Celestial

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a mujer juega en la Iglesia un papel relevante e importante como madre, como esposa, como hija, como hermana, como consagrada, siendo en sí misma, gestora y canal dador del milagro de la vida física y espiritual venida de Dios, reflejo de los sentimientos más profundos del corazón de Dios, complemento del hombre desde el inicio creador, síntesis del amor, nos dice Mulleris Dignitatem: “La Iglesia desea dar gracias a la Santísima Trinidad por el misterio de la mujer y por cada mujer, por lo que constituye la medida de su dignidad femenina, por las maravillas de Dios, que en la historia de la humanidad se han cumplido en ella y por medio de ella”. (n.31) El “SI” de una mujer, María, ejemplo de la plenitud de su papel femenino, su SI al designio de Dios

sobre su propia vida, cambió la historia de la humanidad, siendo su disposición y generosidad a su misión, el punto clave para hacer la gran revolución del amor, Dios hecho hombre. Ella, la más bella mujer se hace partícipe del acontecimiento más grande de toda la historia, todo un Dios decide nacer del vientre de una mujer virgen, y en su entrega como mujer, aún sigue siendo hoy eco y aliento en el camino de la fe, de la gracia, de la vida en plenitud de la Iglesia en camino, y de tantas mujeres que en el silencio de su vida y la actividad de su amor, siguen marcando la sociedad e inyectando los valores más efímeros en los entornos más ocultos y más visibles, sin tener en cuenta las condiciones sociales, políticas, religiosas, pues ser en esencia

mujer, implica la misión de llevar el grito del amor a todas las criaturas. Es preciso, afirmar que solo la realización de la mujer se da en su donación total en aquello a la que ha sido llamada: dar vida, conservarla y hacerla trascender al misterio divino que tiene rayos de eternidad. Es ahí, donde más que madre, esposa, hija, hermana, trabajadora y consagrada se une en sus diversos roles en la sociedad, para ser acompañante en la Iglesia que está en salida hacia la renovación de apóstoles que llevados por la gracia del Espíritu, se apoyan de la ternura y delicadeza, de la intuición y sabiduría, del amor y la fidelidad de mujeres, que como en los tiempos de Jesús servían y acompañaban

a esos primeros destellos de la Iglesia naciente, viviendo en cierta forma en el anonimato, porque el bien no hace ruido, y es en el silencio, donde vida, fe, caridad y esperanza se gestan para señalar la luz de Cristo en la humanidad entera, porque cada rincón es propicio para evangelizar, y más el don de comunicar de su naturaleza femenina, anuncia las maravillas de Dios en cada momento. Recordemos aquellas palabras de San Juan Pablo II, en la Carta a las Mujeres, 1995, a todas las consagradas y a toda mujer: “Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta esponsal, que expresa maravillosamente la comunión que Él quiere establecer con su criatura. Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas”.


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Lo que celebramos

Santiago de Cali, Marzo de 2017

La cuaresma, tiempo para ser Iglesia en camino de conversión Por: Pbro. Brajan Fernando Meza Ortega Delegado para la Pastoral Litúrgica

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a cuaresma es el tiempo en el que nosotros, como comunidad de creyentes en Jesucristo, nos preparamos para celebrar el misterio central de nuestra fe: la pascua de Jesús. Es el tiempo de gracia propicio para volver a Dios y para ser mejores entre nosotros. Es una época de conversión que se realiza con amor y humildad, mira primordialmente el cambio del corazón, se trata de hacer un cambio profundo de vida, “arrancar el corazón de piedra y asumir un corazón de carne”. Tener una nueva mentalidad.

La cuaresma es un acto de la comunidad. La preparación no es individual, es toda la Iglesia, todos los que creemos en Cristo, los que emprendemos el camino hacia la pascua, de allí la importancia que tiene la oración, el sacrificio y la solidaridad de unos por otros, para saber abrirnos a la gracia de la renovación pascual. La Iglesia se inspiró al señalar este tiempo en el ejemplo de algunos personajes de la biblia, pero sobre todo en el mismo testimonio de Jesús, que se retiró al desierto a orar y ayunar como nos lo dice el texto bíblico (Gen 7, 17-20; Jon 3, 4-9; Dt 9, 9 Ex 34, 28; 1re19, 7-8; Lc 4, 1-2; Mt 4, 2). La cuaresma inicia con el miércoles de ceniza, recordando que en el bautismo nos marcaron con la señal de Cristo salvador, el sello de Dios que nos consagra a una vida nueva. La Iglesia retiñe en la frente la cruz del

Iglesia soy yo y lo digo con la ceniza sobre mi frente

bautismo para hacer visible sus consecuencias e invitarnos a cargar con la cruz de Cristo diariamente. Es por eso que cada año, mucha gente se acerca a nuestros templos para que le pongan la ceniza y se dejan tranquilamente la cruz en la frente, llevando con orgullo el signo de nuestra salvación, expresando así, que en la frente llevan una cruz y en el corazón lo que dice Jesús, es como decirle a los demás: “Iglesia soy yo y lo digo con la ceniza sobre mi frente”.

Por lo tanto, la ceniza es signo de nuestra condición mortal, no somos eternos (Gen 2, 7); de la brevedad de nuestra vida (Job 30, 9); de penitencia (Dan 9, 3-5); y su imposición va unida al ayuno y a la conversión (Is 58, 5-6). Al recibir la ceniza expresamos que aceptamos libremente entrar en la cuaresma, que hemos decidido abrir nuestro corazón a las insistentes llamadas de Dios, que nos invita a revisar nuestra manera de ser y de actuar; que queremos manifestar que nuestra vida

se va transformando a medida que tomamos en serio nuestra relación con nuestro señor Jesucristo; que somos Iglesia en camino de conversión. Para comprender mejor el proceso de conversión en el que nos introduce la cuaresma es de buen provecho asistir los cinco domingos de cuaresma a la eucaristía, escuchar la palabra de Dios y hacer esfuerzos pos ajustarse a lo que ella le exija, acercarnos al sacramento de la reconciliación o penitencia, y asumir las tres prácticas que nos propone la Iglesia para realizar en la cuaresma: La oración (para acercarnos más a Dios), el ayuno (para aprender a dominar nuestras pasiones y egoísmos) y la limosna (para crecer en solidaridad hacia nuestros hermanos). Que este miércoles 1 de marzo la ceniza en tu frente exprese tu deseo ser Iglesia en camino de conversión.


Santiago de Cali, Marzo de 2017

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Vicariato Apostólico de Guapi

Santiago de Cali, Marzo de 2017

La fe y los santos en las comunidades del Pacíf ico Los pueblos del Pacífico han sostenido su fe en Dios con encuentros fraternos desde las costumbres, invocando la intercesión de los santos

Por: Pbro. Ariel Viáfara Hurtado Vicario parroquial en San Miguel Arcángel, López de Micay

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nos invocan la intercesión de la Virgen del Carmen, otros lo hacen a San José, otros a San Antonio o San Juan Bautista. Devociones distintas, pero una misma fe, un solo sentir, una celebración para todos que ponen su confianza en Dios a través de estas ilustres personas que llenan de vida y bondad a los creyentes en la costa pacífica caucana. Durante muchos años el testimonio de estos seres humanos a quienes se les llama santos y, que se han destacado por sus virtudes admirables, marcan la vida de comunidades enteras, impactando la religiosidad, la vida social, la cultura y la vida familiar al constituirse ejemplos dignos de imitar que unen a los fieles con Dios. Es común encontrar personas y comunidades que lleven el nombre de alguno de ellos por nacer en el mismo mes, el día o por el deseo de hacerles honor a estos hombres y mujeres que entregaron su vida a Dios y a los demás. Son los santos, pilares y signos de fe para tantas personas que con su devoción han sostenido durante años su creencia en Dios y han suscitado la de otros; han alimentado su fe y sostenido durante años, tanto así que ante la falta de ministros consagrados, antes de los años 50, no desistieran de ella ni renegaran de Dios. Con las celebraciones en honor a los santos cada año consolidaron su unión a Dios y sembraron la semilla del reino en las generaciones actuales. En las comunidades ha sido muy significativo celebrar una fiesta patronal o hacer memoria de algún santo que simpatice con ellos. Son una oportunidad para la fraternidad, el encuentro comunitario, la alegría en medio de las penas, la unión, la esperanza y, una ocasión favorable para acrecentar y hacer viva la fe. Es un espacio en el que se observaba el tercer mandamiento: nadie trabajaba y era un día sagrado que se vivía con mucha piedad respeto y caridad. Ha sido un día para dedicárselo a Dios y para honrarlo desde las costumbres.

La comunidad aprovecha para reunirse y compartir el espacio de la oración durante las celebraciones

Las fiestas eran un espacio social y religioso donde, como las primeras comunidades, compartían la fe, la Palabra, la comida, las preocupaciones y las alegrías de todos (Cf Hch 2, 46-47). Celebran desde lo que son: desde su cultura. Por eso la gastronomía típica y el folclor ocupaban un papel preponderante. En López de Micay se encuentra Pedro Riascos, un docente devoto de la virgen del Carmen y señala que las personas “buscan esa cercanía e imitación de las virtudes del santo para intentar ser creyentes a partir de sus vidas”. Asegura además que ha sido muy común que la devoción de los padres se instituya por familia y se herede durante la historia, sosteniendo ese afecto por el santo. Es así como la fe se trasmite y se conserva de padres a hijos y se evangeliza a través de la devoción. Para el docente las devociones a los santos son significativos por suscitar sana convivencia; son valiosas porque la comunidad “aprovecha para reunirse, compartir el espacio

de la oración” y dedicar enteramente a Dios el día, suspendiendo las actividades cotidianas. Para las comunidades rurales donde por la geografía y por falta de ministros no había cómo celebrar la Eucaristía, según relata Asunción Mantilla, la comunidad se reunía bajo el liderazgo del mayordomo y en unión con los fiesteros y devotos, en una de las casas, donde rezaban la vísperas con el ángelus, después el santo rosario y pasada la media noche cantaban la música tradicional (juga y currulao) con el bombo, la marimba, el guazá y el cununo, entonando cantos en honor al santo que correspondía. Esta profesora, mujer que ha heredado la fe de su abuela y mamá está agradecida con la virgen del Carmen quien según ella la salvó de morir ahogada; invocó su auxilio y esta escuchó su ruego e intervino ante Dios. Los santos han hecho posible diversos milagros en las comunidades: el milagro de creer en Dios, de celebrar esa fe, de generar sana convivencia, de trasmitir de generación

Los santos han hecho posible diversos milagros en las comunidades

en generación la fe recibida por los padres. Han alegrado la vida de los pueblo en medio de las vicisitudes cotidianas. Han inspirado la paz, los valores y han sido signo de bendición. Gracias a ellos se aprende a ser mejor persona y, sobre todo se aprende a amar a Dios y al prójimo. Es de reconocer que a través de las devociones se han cultivado los valores cristianos y se ha logrado caminar hacia el creador. Por eso cabe preguntarse ¿Qué hubiera sido de estos pueblos hoy sin las devociones a los santos? ¿Cómo sería su fe? Sin duda que las devociones han sido determinantes para que en el trascurso de la historia de estos pueblos se haya sostenido la fe. Se ha gestado un encuentro donde se hace presente una unidad entre quienes están en la tierra y quienes gozan en el cielo; una comunión de amor y fe que en palabras del papa Francisco “es una verdad reconfortante de nuestra fe, porque nos recuerda que no estamos solos, sino que hay una comunión de vida entre todos los que pertenecen a Cristo. Una comunión que nace de la fe” (Audiencia general 30 de octubre de 2013). Queda que en estos pueblos del pacífico las devociones sigan siendo espacios de cultura, fraternidad, alegría y de mucha cercanía a Dios y que los ministros acompañen permanentemente a los laicos para que las festividades en honor a los santos sean propicios para evangelizar y orientar sobre estas expresiones de la religiosidad popular que han ayudado al desarrollo de las comunidades, pero que necesitan iluminación desde la catequesis.


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Santiago de Cali, Marzo de 2017

MATAÜA, fuego en el camino

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os campos de verano nacieron en la Arquidiócesis de Cali en febrero del 2016 y están liderados por la Pastoral Juvenil. Ya se han realizado dos temporadas de MATAÜA, en julio de 2016 y ahora en enero de 2017. Los campos de verano existen para darles a los jóvenes de Cali herramientas que les permitan soñar y perfilarse en la sociedad, son un espacio de formación y crecimiento espiritual que genera cambios positivos en la vida de cada uno de los participantes. Los participantes que hemos tenido son de diferentes zonas marginales de Cali y nuestro objetivo es que ellos salgan con un corazón lleno de Dios, con ganas de servir y de ser ejemplo para sus familias y amigos del barrio. Participan en ellos jóvenes

que no necesariamente sean de grupos juveniles, dándoles a estos la oportunidad de conocer a Dios y de pasar unas vacaciones inolvidables. El éxito de los campos de verano, es su metodología, el “know how” viene de los americanos y llegó a Colombia hace unos 30 años. Los participantes viven experiencias cargadas de muchos significados y los “dirigentes” son los encargados de facilitar los procesos de aprendizaje. Los participantes, entonces, viven jornadas inesperadas, llenas de sorpresas, aprendizajes, magia y fuego; donde el juego y la diversión son el lenguaje común. En el campo hay momentos para todo, para reír, jugar, llorar, abrazar, estar en la piscina y hasta dormir. Estos momentos llenos de magia hacen que se viva de una manera singular el encuentro con Dios, es decir de una manera que jamás lo han hecho,

Participa de la tercera edición del campo de verano en julio. Llámanos al 317 575 8589

distinta, en su ambiente y muchas veces sin darse cuenta. Es así que poco a poco durante los días los vamos guiando hacia una experiencia transformadora, experiencia que tiene su cenit cuando se encuentran con que Jesucristo es el modelo de vida a seguir.

Este campo de verano tiene como lema fundamental “Fuego en el Camino”, siendo este fuego el Espíritu de Dios, que llena sus vidas y les da el impulso para caminar en sus vidas. La tercera temporada del campo de verano se realiza-

Los campos de verano ayudan a generar cambios positivos en la vida de cada participante

rá en julio de 2017 en la finca Guadalajara que queda ubicada en Jamundí, si quieres participar y tienes entre 13 y 18 años escríbenos a nuestra fan page de Facebook: https://www.facebook. com/MatauaCampodeVerano/ o llámanos al 317 575 85 89.


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Diócesis de Palmira

Santiago de Cali, Marzo de 2017

Evangelizadores para el mundo de hoy Por: † Edgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira

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n la propuesta de Jesús, la ley llega a su máxima expresión solo en el amor. Fruto del amor hasta el extremo de Jesús en la última cena es la Eucaristía y la institución del sacerdocio cuando les dijo a los apóstoles “Hagan esto en memoria mía”. Los obispos y los rectores de los seminarios mayores de Colombia estuvimos reunidos en Bogotá recibiendo los principios fundamentales sobre la formación de los futuros sacerdotes. (Ratio FundamentalisInstitutionisSacerdotalis) El documento plantea primero una formación inicial y luego una formación permanente. Con relación a la Formación inicial se plantean cuatro etapas en la formación de los seminaristas o futuros sacerdotes.

Etapa propedéutica, necesaria y obligatoria, para que el joven haga un buen discernimiento de su propia vocación y sea introducido al proceso sacerdotal. Es un momento muy importante de exploración de las motivaciones profundas que tiene el aspirante a la vida sacerdotal. Etapa filosófica, en la cual el joven se hace discípulo de Jesús, el maestro. Como María estará a los pies del maestro Jesús escuchando la Palabra, aprendiendo la vida y los gestos del maestro. En este momento se fortalece la iniciación cristiana. Etapa teológica, en la cual se configura el seminarista con Cristo Y se prepara para la misión. Tiene momentos muy significativos como son la candidatura, el lectorado, el acolitado y finalmente el diaconado. Cada momento es una señal que confirma el llamamiento por parte de Dios y la respuesta libre del candidato. Etapa pastoral o de síntesis vocacional, a partir de la finalización de sus estudios en el seminario, pasando obviamente por el diaconado hasta la ordenación sacerdotal. Este momento pretende una gradual in-

serción en la vida pastoral y al mismo tiempo tener el acompañamiento específico para la ordenación presbiteral. “En esta etapa el candidato es invitado a declarar de modo libre, consciente y definitivo la propia voluntad de ser presbítero. Una vez ordenado “el presbítero” comienza lo que ahora se llama la Formación Permanente, que se realizará durante todo el ministerio sacerdotal en modalidades diferentes planteadas por el obispo de la diócesis para su presbiterio. El presbítero debe aprender que su vida sacerdotal está calificada para ser formador de formadores.

Toda la dinámica de la formación sacerdotal, tanto inicial como permanente, está acompañada por la acción del Espíritu Santo, la oración de la Iglesia y por el cuidado que hoy se debe tener con cada uno de los jóvenes que manifiestan querer ser sacerdotes y por los que ya pertenecen a un presbiterio o familia sacerdotal donde las relaciones de estas comunidades educativas son la garantía del crecimiento para que todos sean santos y sabios sacerdotes en el compromiso evangelizador que deben realizar frente a los desafíos y retos del mundo que les toca vivir.

“Consuelen como Dios y no busquen consuelo fuera de Él” Papa Francisco

Diócesis de Buga Los movimientos eclesiales dan vida y dinamizan la misión Por: Equipo de comunicaciones Diócesis de Buga

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n el acontecer de la Iglesia de hoy encontramos una riqueza visible a los ojos del mundo, que le da una esperanza nueva de transformación con una perspectiva cristiana, que nos ayuda a comprender de una manera más clara la misión que tenemos cada uno de los bautizados; ser testigos del amor de Cristo en el mundo. (Mc 16, 1516) Vemos una Iglesia donde las altas jerarquías de la edad media y la edad moderna otro tanto, han pasado de ser una pirámide en el que el clero estaba arriba y el pueblo abajo, a ser una circunferencia que indica la comunión eclesial que nos pide el señor Jesucristo en su Evangelio. Esa nueva esperanza se llaman los movimientos laicales, conformados por miles de personas en el mundo, que tras una experiencia de encuentro con

Jesús los ha llevado a vivir los valores del Evangelio de una manera más radical y abordada desde diferentes enfoques, pero con una mirada fija en ‘aquel por quien vivimos, nos movemos y existimos’. Podemos mencionar tan sólo algunas de estas comunidades de fe: los Cursillos de Cristiandad, el Camino Neocatecumenal, Lazos de Amor Mariano, Renovación Católica Carismática, los Focolares, el Opus Dei, entre otros. Son una esperanza en cuanto que, la Iglesia está llamada a ser misionera y cuando se dice Iglesia se refiere a todos los que hacemos parte de ella; el Papa, los obispos, los presbíteros, los diáconos, las comunidades religiosas y, de suma importancia, los laicos. Por esta razón vale la pena que desde cada una de nuestras realidades diocesanas acá representadas sigamos dando pasos de evolución en la formación de discípulos misioneros en nuestras parroquias, permitiéndole el acceso no sólo a un grupo cerrado como suele suceder, sino abriéndole la puerta a muchas posibilidades de hacerse verdaderos discípulos a partir de una de estas experiencias de fe, que en vez de monopolizar y sedentarizar la vida parro-

quial la constituye en una fuerza viva de evangelización, eso sí, es necesario del acompañamiento del sacerdote-párroco para que estos grupos o movimientos que van surgiendo y que van teniendo cierto protagonismo dentro de nuestras comunidades, vayan de la mano con la enseñanza de la Iglesia con las tres fuentes de la revelación (Sagrada escritura, tradición y magisterio). El llamado entonces es a valorar este momento de la Iglesia. Que podamos encontrar en este nuevo ardor, nuevos métodos que nos presenta el Concilio Vaticano II, una salida al encuentro con Jesús y al anuncio de Jesús en cada rincón de nuestras ciudades, pueblos, veredas, en nuestro país y el mundo en general. No podemos ver a estos bellos movimientos, ya sea como pastores de las parroquias o como agentes de pastoral determinados, como una amenaza; tenemos que darnos cuenta que estamos en otra época donde el mundo reclama más que discursos o sermones; testimonio de vida, testimonio de fe, testimonio de entrega total y de convicción de un Jesucristo vivo, entregado, sacrificado y sobre todo preocupado por el

hombre y su desarrollo integral. Esto no se logra desde el púlpito, esto se logra cuando cada cristiano toma las riendas de la fe y la conduce según el mandato de Cristo para llevar el mensaje de amor y salvación a todos los hombres que conociendo el Evangelio no lo han aceptado o para quienes aún no lo conocen y es propicio presentarles la propuesta de Jesús. Finalmente vale la pena que en cada comunidad o movimiento siempre se tenga presente que la Iglesia es una sola, como lo decimos en el Credo, por lo tanto ningún grupo por asendado que sea o efectivo, jamás debe pasar por alto la comunión con la Iglesia universal en cabeza del sucesor de Pedro, el Papa, como tampoco los obispos y sacerdotes que velan por el bienestar de su pueblo y la correcta orientación en la fe, según los valores Cristianos de la Iglesia Católica, apostólica y romana. Que el amor maternal y tierno de la Santísima virgen María nos ayude a ser cada vez más dóciles en la comprensión de los signos de los tiempos y a dar apertura al aporte que cada fiel cristiano pueda hacer para el bien de la Evangelización.


Santiago de Cali, Marzo de 2017

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Actualidad

La tierra de los hombres enteros Por: Pbro. Jairo Alberto Franco, MXY Misionero en África

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ste 2017 ya me hizo un regalo grande, tuve la oportunidad de ir el mes pasado a Burkina-Faso, a la ordenación de uno de nuestros misioneros javerianos, el Padre Augustine Ouedraogo. Qué satisfacción da ver que nuestro Instituto de Misioneros Javerianos de Yarumal, un fruto de nuestra Iglesia misionera en Colombia, y que está a punto de cumplir 90 años, se está volviendo ya africano. Con Augustine, son ya diez sacerdotes africanos entre nosotros. Así es la misión, nos lleva por el mundo y nos hace uno con todos los pueblos a los que servimos. La misión siempre nos enriquece. En estas líneas les quiero hablar de esta África diversa. En estos casi 16 años por aquí, he estado siempre en el África occidental, trabajando en Kenia y visitando algunas veces Etiopía, Malawi, Tanzania, Uganda. Ahora el avión me llevó a Burkina-Faso y de paso entré a Costa de Marfil. Sí, esta África es toda diversa, llena de colores y de contento. No existe África, existen muchas Áfricas. Burkina-Faso es un pueblo noble que está luchando por salir adelante. Antiguamente se llamaba Alto Volta, ese era el nombre que los europeos le dieron al apoderarse de todo, ahora se llama Burkina-Faso, que quiere decir “La tierra de los hombres enteros”, y ese fue el nombre que los mismos burkineses se dieron cuando la revolución de Thomas Sanka-

ra, un hombre joven y magnánimo que, por los años 80, luchó por la dignidad de su pueblo y que, desafortunadamente, fue asesinado en un golpe de estado, quedando su obra como una tarea para todos sus compatriotas. La ordenación de Augustine se caracterizó por la mucha alegría. Todos celebraban en Kodougou, su pueblo, y en las aldeas cercanas. Todos, hasta los musulmanes. Era curioso ver que, aunque era una sola fiesta, había sin embargo distintas ollas de las que sacaban la comida: los cristianos comían cerdo y sacrificaban las cabras de una manera, y los musulmanes no comían cerdo y sacrificaban las cabras de otra manera. Y eso no era problema, respetando las diferencias y en unidad. Ollas distintas y una misma danza, varios rituales para sacrificar un animal y una misma bebida que nos daba euforia y nos hacía gustar más la vida. Y todos celebrando al sacerdote nuevo, todos, los que entendían y los que no, y es que no se trata tanto de entender, se trata sí de arrojarse en el misterio de Dios que está con nosotros y está con los otros, Dios que nos hace uno en la variedad. Sí, había mucha fiesta en la casa del Padre Augustine, había más de tres mil personas según mis cálculos: sólo mis cálculos, porque allá nadie más contaba, allí todos daban la bienvenida y abrían puertas. Y una cosa triste. Burkina-Faso tiene hambre. Eso se lee en la piel y en la mirada de la gente. Está el país seco y se prevé que para marzo vendrá la hambruna. Mientras haya hambre en el mundo significará que los cristianos no hemos trabajado lo suficiente en el proyecto de Jesús, y ese es el reto. El Obispo que ordenó a Augustine,

Pbro. Jairo Alberto Franco compartiendo con habitantes de Burkina-Faso

Monseñor Joaquín, nos pidió mucho a los misioneros que nos fuéramos para allá: es que hay hambre también de Dios y hay multitudes que quieren saciarse de fe y buenas noticias. Definitivamente, hay que salir a las periferias, la Iglesia no se puede quedar solucionando los problemas de la casa, de la propia diócesis, de la propia ciudad, eso es demasiado mezquino, para lo que quiere Jesús cuando nos manda a los extremos de la tierra. Mientras tanto Burkina-Faso continua lleno de esperanza. Es un país que va en bicicleta, nunca había visto tantas bicicletas, desde los niños a los más ancianos: la mamá pedalea con su bebe amarrado a la espalda, el otro rueda kilómetros con galones de agua colgando a lado y lado de la llanta trasera, la otra, en una destreza increíble, avanza sentada en el sillete con la espalda bien derecha y en la

“Con Augustine, son ya diez sacerdotes africanos entre nosotros” Pbro. Jairo Alberto Franco, MXY

cabeza una buena carga de leña. Sí, un pueblo noble, tierra de los enteros, una misma danza y mucha diversidad, revolución y lucha por la dignidad, colores vivos de arco iris, movimiento en bicicleta, hambre de comida y de Dios: eso fue Burkina-Faso para mí. Hace apenas dos días, ya de vuelta en Kenia, siguiendo la Copa Africana, le estaba haciendo barra a ese país que me enamoró, y que tristeza que, después de un luchado partido contra Egipto, definido en penaltis, perdieron los burkineses y yo con ellos.

Pbro. Augustine


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Actualidad

Santiago de Cali, Marzo de 2017

La paz urbana, la paz en las comunidades «Todos deseamos la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla» Papa Francisco.

Por: Vicaría para la Reconciliación y la Paz

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s una preocupación constante de la Vicaría para la Reconciliación y la Paz lo que está sucediendo en la ciudad en materia de violencia, robos, atracos y asesinatos que van en ascenso a medida que transcurren estos primeros meses del año 2017. Aunque el gobierno Municipal y la Policía Metropolitana muestran una disminución notable de los asesinatos, no deja de preocupar los asaltos a mano armada que en muchas ocasiones llegan hasta el asesinato por despojar a una persona de un carro o hasta de un celular. Así mismo, lo que pasa en los barrios, la intolerancia, los conflictos entre vecinos, las líneas imaginarias, el microtráfico y la circulación de armas hacen que Cali se convierta en una las ciudades más violentas del país. Es por ello que la Vicaría para la Reconciliación y la Paz de la Arquidiócesis de Cali viene fortaleciéndo cada vez más su trabajo en

las comunidades y barrios, donde hace presencia e interviene, favoreciendo el encuentro, el diálogo, la concertación, la mediación y la resolución de los conflictos bajo las herramientas del perdón y la reconciliación para alcanzar una mejor convivencia entre las personas y los diversos territorios a los que se ha acercado hasta este momento. La paz urbana que busca Colombia es el nuevo nombre de la paz que se quiere, porque el conflicto urbano es el que más muertes y tragedias le está causando al país. Es el trabajo desde la inclusión y el reconocimiento como personas que se le da a los jóvenes que están inmersos en situaciones violentas en la ciudad, brindándoles herramientas y nuevas oportunidades de vida que buscan la transformación de la persona, es decir, dejar las armas y el uso de la violencia, por acciones que transformen su cotidiano vivir y así las comunidades que han sido marginadas de una sociedad excluyente y discriminatoria, puedan crecer y desarrollarse desde la paz.

Este año, la Vicaría para la Reconciliación y la Paz continúa con la ejecución de tres proyectos, dirigidos especialmente a los niños, a los jóvenes y a las mujeres, de las diversas comunas, quienes han sido foco de violencias en nuestra ciudad; y adicionalmente trabaja en los municipios de Yumbo y de Jamundí ejecutando el proyecto de Mujeres Promocionando una Cultura de Paz. La Reconciliación también va de la mano de la formación, es por ello que se tiene el Centro de formación en habilidades para el trabajo, el perdón y la reconciliación, con el objetivo de fortalecer todos los procesos de perdón y reconciliación que se adelantan en los diversos sitios de esta Iglesia particular con sus diferentes grupos, a fin de re elaborar los proyectos de vida las comunidades intervenidas, continuar con los talleres de capacitación en emprendimiento (mecánica de motos, máquinas planas, sistemas,) y formación para la productividad a través de las alianzas interinstitucionales, estan-

do en constante apertura para la promoción de la dignidad de las personas, especialmente de las más vulnerables. Igualmente, esta Vicaría continúa con dos procesos importantes que buscan la paz personal, territorial y social, uno, es la formación permanente de los “Gestores y Artesanos de Perdón y Reconciliación”, quienes son laicos de diversas parroquias, habitantes de los barrios, conjuntos residenciales y trabajadores que están adquiriendo herramientas para la resolución y la mediación de los conflictos cotidianos, y el segundo es el acompañamiento a las familias y comunidades de tantos hermanos y hermanas que han sido asesinados que sufren por el derramamiento de sangre en sus calles, realizando con ellos el “Rosario al Sitio”. Junto a los párrocos, empresarios, instrucciones, comunidades, y ciudadanos que quieran aportarle a la paz, la Vicaría tiene la gran tarea de buscar los mejores caminos para conseguir primero, la paz individual, es decir, desarmar los corazones

para que el perdón nos lleve a la paz social y a la reconciliación de las personas que viven en nuestra jurisdicción eclesiástica, atendiendo al mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial para la Paz 2017: “Que la caridad y la no violencia guíen el modo de tratarnos en las relaciones interpersonales, sociales e internacionales. Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz. Que la no violencia se trasforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas. Ser hoy verdaderos discípulos de Jesús significa también aceptar su propuesta de la no violencia”. Extendemos a todos la invitación especial para trabajar en esta tarea, con el compromiso y con acciones concretas para construir comunidades no violentas, que cuiden de la “casa común”.


Santiago de Cali, Marzo de 2017

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Actualidad

“Ustedes están realizando la labor más importante del mundo” Por: Mónica Cuervo

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sí les decía el Beato Juan Pablo II a quienes trabajaban en el apostolado de la defensa de la vida. Son muchas las personas en el mundo entero que de diversas maneras sirven a este apostolado y que en un esfuerzo como el de David contra Goliat realizan estos servidores Provida, algunos desde el silencio de sus hogares y capillas de adoración, orando por los no nacidos y sus madres; otros con el rescate de bebes frente a los centros abortivos (mujeres y hombres que con tenacidad se ubican frente a estos centros y hablan de la verdad del aborto a quienes van a ingresar en el instante mismo a estos sitios), quienes dan todo su tiempo o parte de él en los Centros de Ayuda para La Mujer, las fundaciones que presiden tan noble causa brindando ayuda en especie, acompañando y brindando asesoría espiritual, psicológica, búsqueda de empleo o creación del propio y asesoría legal.

Pero están también los hermanos sacerdotes valientes, que no temen hablar y defender la vida desde los púlpitos y que imparten los sacramentos a estas madres; las religiosas que acogen a mujeres embarazadas y a quienes las evangelizan; los colegas psicólogos y los médicos del mundo entero que van contracorriente de manera valerosa con su confianza puesta en Cristo; las redes y plataformas que realizan publicaciones, marchas, plantones; los que estudian las leyes y están en las salas plenarias en este combate de la defensa de la vida; quienes desde el silencio ofrecen sus vidas y sus sacrificios; quienes acompañan tan bellos procesos, con su trabajo, con aportes y donaciones económicas; las personas que acompañan en el proceso de sanación post aborto a mujeres que ya han pasado por esta dolorosa experiencia y muchos más. Son hombres y mujeres en el mundo entero que representan la voz del no-nacido, quienes disponen su vida y su tiempo para escuchar a estas mujeres que llegan sumergidas en el dolor, la angustia y el abandono por parte de sus parejas y sus familias, con historias llenas de heridas emocionales; mujeres que por diversas circunstancias y expe-

riencias de vida están viviendo un embarazo inesperado. Los servidores Provida reconocen la dignidad del ser humano desde el momento mismo de la concepción hasta su muerte natural. Defiende la vida del niño que está por nacer y la de la madre tentada a caer en la falsa solución del aborto. ¿Qué debe hacer un servidor Provida para sostenerse en este combate espiritual, no desfallecer y ser fiel al llamado de Dios? Algunas de sus acciones deben ser la oración constante, la práctica de los sacramentos, capacitación continua, denunciar la cultura de la muerte y a la vez anunciar la cultura de la vida. El servidor Provida debes estar preparado para la persecución, la burla y el desprecio, debe tener claro que a quien sirve es a Dios y

Son 412.000 abortos inducidos anuales los que se realizan en Colombia, según la Organización Mundial de la Salud, cifra que supera el promedio para América Latina y el Caribe

que quizás muchas de sus posturas a favor de la vida serán rechazadas por muchos como ideas “fanáticas” y anticuadas. El aborto no es libertad, oprime y esclaviza a la mujer, la sepulta en vida, a ella, su familia y sus hijos y la sociedad misma. La verdadera libertad para una mujer reside en su capacidad para poder elegir con la verdad, teniendo el derecho a estar bien informadas y sin mentiras (los abortistas, por ejemplo, no permiten a la mujer embarazada ver a sus hijos en la ecografía), a conocer cómo está su hijo, el tiempo de gestación (verlo en la ecografía), en qué consiste el procedimiento del aborto y conocer a profundidad las secuelas de esta mala práctica (síndrome post aborto). Ya se ha demostrado en la práctica que en este contexto una inmensa mayoría de mujeres ha dicho “sí quiero continuar con mi embarazo”. Usted puede ser parte del apostolado más importante, amando como Dios amó, sin miedo, con fe y con la esperanza de que todo niño que viene al mundo es parte del plan de salvación para la mujer y la sociedad misma. Y tú ¿cómo expresas tu compromiso con la vida?

¿Existe la Pastoral Universitaria? Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal para la Educación

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a pastoral es la actualización de la Encarnación, que es decisión de Dios de incorporarse, en Cristo, a la historia de cada persona en este mundo: “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros” (san Juan 1, 14). Cristo no vino al mundo para aparecer y desaparecer después, sino para permanecer hasta consumar la historia en la plenitud de la verdad y la vida que es Cristo mismo. La tarea pastoral consiste en hacer presente a Cristo en un mundo, una cultura y unos corazones que no lo conocen todavía, o si lo han conocido y aceptado, necesitan apoyo para madurar su experiencia cristiana de la liberación que trae Je-

sucristo. La característica esencial de la pastoral es el realismo: Hacer pastoral es trabajar en el momento presente, dentro de la historia actual, con los hombres y mujeres de hoy. La UNICATÓLICA tiene un gran canciller: El Arzobispo de Cali, tiene una Vicerrectoría de pastoral, tiene unos capellanes; nuestra vocación cristiana nos ha traído al mundo universitario como pastores. Nuestra presencia en la Universidad, que no está reñida con la cultura, ni con la ciencia, ni con la academia, ni con la erudición, tiene, eso sí, una identidad específica: la der ser pastores y hacer pastoral. ¿Qué pastoral intentamos hacer? Una pastoral de diálogo vivo: el absolutismo y el dogmatismo ya no dicen nada a los hombres y mujeres de hoy. Una pastoral liberadora: Los jóvenes de hoy tienen una viva conciencia de lo que oprime, pero, carentes de un sentido integral de la libertad y sin tener propuestas claras de liberación, se

refugian muchos en el resentimiento violento o en la evasión de drogas, sectas, supersticiones o esoterismos baratos. Una pastoral del afecto sincero: Los jóvenes de hoy, hijos de padres separados, de madres solteras, de padres ausentes, miembros de grupos agresivos, moradores de barrios violentos; viven una dura experiencia de desamor y por tanto buscan, quieren y necesitan amor. Una pastoral ecumenista: En un mundo agnóstico y escéptico, por una parte; fanático y sectario, por otra; los jóvenes universitarios buscan un paradigma amplio, que les permita unificar saberes, culturas y experiencias religiosas que den sentido a la existencia. Una pastoral de la ejemplaridad actuante: El universitario de hoy, alérgico al funcionarismo y plenamente abierto a la autenticidad, se niega a aceptar teorías y formalismos carentes de respaldo existencial. En consecuencia, la Pastoral Uni-

versitaria intenta testimoniar y ayudar a vivenciar la dimensión trascendente de cada existencia. Hay algo que “da sentido” a la vida. La propuesta cristiana no es la negación ni la devaluación de la vida cotidiana, sino la vivencia de la plenitud de la vida que Cristo nos regala. La pastoral universitaria en lugar de condenar CRISTIFICA, es decir, evangeliza los nuevos paradigmas: holístico, ecológico, informático y las formas concretas que los expresan: Nueva era, internet, holografía, etc. La pastoral universitaria no es un proselitismo doctrinero, es más bien una propuesta de novedad, que es lo que precisamente quiere decir la palabra griega EVANGELIO. ¿Existe la pastoral universitaria? Sí. Es una labor discreta, modesta, pero firmemente convencida de la inspiración creyente de UNICATÓLICA y algo va dando identidad a los 5.780 alumnos de este centro de estudios.


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Feliz Cumpleaños NOMBRE Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía Vega Plazas Nelson Homero Sánchez Segura Héctor Orlando,IMC Cañaveral Henao Daverson Lopez Rodriguez José Maria Matabajoy Matabajoy Alexander Ramos Escobar Jaime Humberto Orozco Gómez Nelson Rodrigo Sardi De Lima Ernesto Andrés Londoño Aguirre Onésimo De Jesús Ospina Sánchez Diego Fernando Salgado José Ignacio Gallego Londoño José Over, CSSR Mosquera Moreno Wiston Oyon Ordoñez José Quintero Salazar Ramiro Larrea Mugica Ignacio, SX Velásquez Valencia Omar Molina Cardona Jhon Jairo Rosero Patiño Carlos Hermes Pérez Ramos Juan Carlos Cabarcas Rúa Fabian Alberto, SDB Rodriguez Diaz Del C. Francisco José Tovar Ortiz Rafael

NACIDOS EN MARZO ASIGNACIÓN PASTORAL Arzobispo de Cali Casa Sacerdotal Parroquia Cristo Maestro Párroco Nuestra Señora de la Presentación Párroco Nuestro Señor del Buen Consuelo (Y) Servicio Misionero Diócesis de Rockford - Estados Unidos Párroco Nuestra Señora de Guadalupe Párroco Nuestra Señora de los Dolores - Cali Fuera de la ciudad Párroco San Juan Pablo II Párroco La Virgen Peregrina Capilla Jesús Nazareno Administrador Parroquial San Isidro Labrador Rector Santuario Señor Jesús de la Divina Misericordia Residencia familiar Parroquia San Vicente de Paúl Parroquia San Francisco Javier Parroquia Cristo Rey Parroquia San Mateo Servicio Misionero Diócesis de Boise - Estados Unidos Parroquia San Cirilo de Jerusalén Parroquia San Juan Bosco Párroco Santo Evangelio Casa Sacerdotal

FECHA 15/03/1948 01/03/1946 03/03/1950 03/03/1965 04/03/1962 05/03/1985 05/03/1975 07/03/1968 09/03/1953 13/03/1956 17/03/1979 17/03/1947 17/03/1959 17/03/1967 19/03/1932 20/03/1967 22/03/1958 25/03/1947 26/03/1977 26/03/1964 28/03/1985 28/03/1967 28/03/1958 30/03/1949

Santiago de Cali, Marzo de 2017

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NOMBRE Vásquez William Alberto Monsalve Valencia Gustavo De Jesús Herrera Solís José Fernando, CT Ospina Arias Diego Fernando Vallejo Londoño Juan Carlos Rodriguez Diaz Del C. Francisco José González Carrasquilla Álvaro Caicedo Velasco Bernardo Arturo Duitama Fonseca Omar Hernán Marín Triviño Edison Mosquera Moreno Wiston Cortes Peñuela Carlos Alexis Sardi De Lima Ernesto Andrés Henao Masso Oscar Eduardo Marín Hernandez Jesús Ernesto Rendón González Arbey Augusto Sossa C. Elkyn Emilio, OFM Conv Bermúdez Patiño Cesar Augusto De La Vega Oscar Hernán Fernandez Ordoñez Héctor Fabio Jiménez Diaz Guillermo Segundo Millán Cardona Jorge Albeiro Montoya Flórez Efraín Orozco Gómez Nelson Rodrigo Mons. Juan Francisco Sarasti J.

ASIGNACIÓN PASTORAL Parroquia San Pascual Bailón I.T.I. San Juan Bosco Parroquia San Alberto Magno Unicatólica - Lumen Gentium Capellán Curia Arquidiocesana Párroco Santo Evangelio Parroquia Santiago Apóstol Párroco de Jesús Obrero - Cali Párroco San Matías Apóstol Parroquia San Bartolomé Apóstol Rector Santuario Señor Jesús de la Divina Misericordia Párroco San Benito Abad Fuera de la ciudad Parroquia Santa Cecilia Parroquia Todos los Santos Parroquia Maria Misionera Parroquia San Pedro Claver Parroquia Corpus Christi Servicio Misionero Diócesis de Lleida -España Párroco de San Nicolás Capilla María de Nazaret (Alto Nápoles) Parroquia Nuestra Señora de la Paz Parroquia Nuestra Señora de los Dolores - Cali Ordenación Sacerdotal 30 de Marzo de 1963

FECHA 06/03/2003 09/03/1985 13/03/2010 14/03/1999 15/03/1986 15/03/1986 15/03/1986 18/03/1984 19/03/2005 19/03/2005 19/03/2005 19/03/2011 19/03/1983 19/03/2011 20/03/1995 21/03/2002 21/03/2010 25/03/2000 25/03/2000 25/03/2000 25/03/2000 25/03/2000 25/03/2000 25/03/2000 54 años

SACERDOTES FALLECIDOS EN MARZO Monseñor Isaías Duarte Cancino 16 de marzo de 2002 P. Luis Mejía Restrepo 13 de marzo de 1992 P. Correa Ortiz Guillermo 2 de marzo de 2012 P. Moreno Zuluaga José Oscar 30 de marzo de 2012

AÑOS DE SERVICIO

14 32 7 18 31 31 31 33 12 12 12 6 34 6 22 15 7 17 17 17 17 17 17 17

COLOR M M M M

Feria Feria SOLEMN.

M

SOLEMN. M-Ros

B

R V M B

NOMBRE

ORDENADOS EN MARZO

CALENDARIO LITÚRGICO MARZO 2017 CELEBRACIÓN de Ceniza, Ayuno-Abstinencia 1° de Cuaresma 2° de Cuaresma 3° de Cuaresma SAN JOSÉ, ESPOSO DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA La Anunciación del Señor 4° de Cuaresma <<Laetare>>

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Rojo Verde Morado Blanco

NOMBRAMIENTOS DE LA ARQUIDIÓCESIS DE CALI HASTA FEBRERO DE 2017 PARROQUIA / ENTIDAD NOMBRAMIENTO

Pérez Ramos Juan Carlos

San Cirilo de Jerusalén

Párroco

Rodríguez Velásquez Luis Fernando, Obispo Auxiliar Jiménez Díaz Guillermo Segundo

Tribunal Arquidiocesano de Cali Tribunal Arquidiocesano de Cali

Vicario Judicial y Presidente del Tribunal Arquidiocesano de Cali Vicario Judicial Adjunto

Narváez Acuria Kelvin Fabián

Arquidiócesis de Cali

Vicario Episcopal para los Institutos de vida consagrada y Sociedades de vida apostólica

Zapata Múnera Rubén DalmiroDiócesis de Santa Rosa de Osos

San José - La Cumbre

Vicario Parroquial

Bortolossi Claudio, SX López Zuluaga Víctor Manuel Minotta Bravo Kener Darío Rendón Morales Luis Carlos Echeverry Acosta Gustavo Adolfo Díaz Romero Carlos de Jesús

San Francisco Javier La María Cristo Señor de la Vida Arquidiócesis de Cali Arquidiócesis de Cali María Mater Admirabilis

Sociedad de las Divinas Vocaciones

Arquidiócesis de Cali

Párroco Párroco Párroco Incardinación Incardinación Párroco Consentimiento para venir a la Arquidiócesis de Cali

Urrea Cerón EduarJair,sdv (Padres Vocacionistas)

Nuestro Señor de los Milagros

Administrador Parroquial

Berrio Zapata Manuel José,sdv (Padres Vocacionistas)

Nuestro Señor de los Milagros

Vicario Parroquial

Rodríguez Ulcué Nelson Andrade Durán Luis Francisco Matiz Atencio Alexander Narváez Acuria Kelvin Fabián

San Miguel Arcángel San Ignacio de Loyola María Inmaculada Nuestro Señor de los Cristales

Párroco Párroco Párroco Párroco

Cortéz Castillo Otoniel

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa Santuario Nuestra Señora de Fátima Compañía del Niño Dios

Párroco

Casas de Retiros Santa Laura y Héctor Salazar Compañía del Niño Dios Seminario Mayor San Pedro Apóstol Nuestra Señora de Nazaret Nuestro Señor del Buen Consuelo San Judas Tadeo

Director Administrativo

Acosta Maestre Evaristo Rafael, OfmCap Ortiz Zapata Rubén Darío, OfmCap

San Pio X

Párroco

San Pio X

Vicario Parroquial

Londoño Montoya José Nelson, OfmCap

San Pio X

Vicario Parroquial

Flórez Gamboa Josué Fernando, OfmCap

Arquidiócesis de Cali

Responsable de exorcismos

Restrepo Peláez Alejandro Mauricio, OCD

Santísimo Sacramento -El Templete

Párroco

Durán Tabares Luis Guillermo, OCD

Santísimo Sacramento - El Templete

Vicario Parroquial

Alzate Ramírez Luis Hernando,OCD

Santísimo Sacramento -El Templete

Vicario Parroquial

Mercado Luna Darío José, ofm Unigarro Estrada Luis Ernesto Bohórquez Abad Jorge Eduardo, MXY

Nuestra Señora de Aguablanca San Sebastián Mártir - Yumbo Proyecto Parroquial Nuestra Señora del Carmen - Km 30

Párroco Párroco Cuasipárroco

Toro Agudelo Jesús Ramiro

Marie Poussepin Marie Poussepin

Creación Parroquia Primer Párroco

Taman Aloisius, SVD

Nuestra Señora de los Remedios Dagua

Párroco

García Posada Héctor Fabio Correa Pareja William Minotta Bravo Kener Darío Martínez Cortés Octavio Cuero Candelo Franco Meza Ortega Brajan Fernando Pérez Castañeda César Julio Cárdenas Narváez Omar, OAR

Adscrito Asesor Espiritual

Capellán Equipo de Formadores Párroco Vicario Parroquial Párroco

Nogc Nguyen Paul Van, SVD

Nuestra Señora de los Remedios Dagua

Vicario Parroquial

MonteiroVilson, SVD

Nuestra Señora de los Remedios Dagua Nuestra Señora de las Misericordias Nuestra Señora de las Misericordias Verbo Divino Verbo Divino

Vicario Parroquial

Bere Gerardus, SVD Gracz Piotr, SVD Bilung Joachim, SVD Santhiagu Selvam Panner, SVD

Párroco Vicario Parroquial Párroco Vicario Parroquial


Santiago de Cali, Marzo de 2017

NiĂąos

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Santiago de Cali, Marzo de 2017


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