La Voz Católica Septiembre 2021

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“Septiembre es el mes de los derechos humanos y de la “Semana de la Paz”, en torno a la magnífica e insuperable figura de San Pedro Claver, el “esclavo de los esclavos negros”, el defensor de la igual dignidad humana y de los derechos humanos”. † Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali

ISSN: 2462-9979

No 253

AÑO XXX

SANTIAGO DE CALI, SEPTIEMBRE DE 2021

VALOR $1000.00

“Diversos pero UNIDOS”

Consejo de lo social hace balance de la Comisión Humanitaria

Tips Pastorales: Por una Iglesia sinodal (2) >> Detalles página 3

>> Detalles página 5

Pregunta Por N

Novedad para el Sínodo: se comienza con las Iglesias locales

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Plan

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Mascotas

>> Detalles página 11

Contamos con: Recogida y traslado del cuerpo.

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Editorial

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

La paz es un bien irrenunciable

N Las Jornadas de Derechos Humanos y de la Paz Colombiana (del 5 al 12), el Día Internacional de la Paz (el día 21), el mes de la Biblia, dedicado este año a San José de Nazaret, y la 107ª Jornada Mundial de los Migrantes (26 de septiembre).

Año 2021 No. 253 de Septiembre de 2021 Publicación Mensual ISSN: 2462-9979 Arzobispo de Cali Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía DEPARTAMENTO DE COMUNICACIONES Delegado Arzobispal Pbro. José Over Gallego Londoño Comunicador Social Periodista Oscar Andrés Orejuela Valero Diseño y Diagramación Bernardo Arcila Parra Impresión Casa Editorial El Tiempo ARQUIDIÓCESIS DE CALI Curia Arzobispal Cra. 4 No. 7-17 PBX: 889 0562 medios@arquicali.org www.arquicali.org

Los escritos de los colaboradores solo comprometen a quienes los firman.

o quiero ocultarles que escribo este mensaje editorial con el corazón palpitante de angustia y con un inevitable sentimiento de impotencia humana, ante la cruel realidad por la que pasamos y ante el horizonte incierto del inmediato futuro en el que nos adentramos. “Verdad que podemos” es el lema que nos han propuesto a nivel nacional para esta 34ª Semana por la Paz 2021. Es un llamado a valorar este bien irrenunciable de la paz y a rehacer el protagonismo ciudadano, personal y colectivo, en su construcción. Es también un llamado a la conciencia que interioriza el valor de la paz como meta, camino y método, basados en la verdad y el respeto por el diverso y por el adversario. La paz transita por el ejercicio de la palabra entre personas, en todo espacio y territorio, entre etnias y pueblos, entre sociedades e instituciones, entre Estado y pueblo, entre nacionalidades y naciones. Es el bien que nos permite forjar una consciencia de humanidad planetaria, de ciudadanos de la tierra y buenos ancestros de las generaciones futuras. Las realidades actuales de la migración que rompe las más lejanas y disímiles fronteras, para nosotros, un país del que muchos emigran por sus graves desajustes y carencia de garantías para la vida, pero que no recibía, hasta hace poco, una inmigración significativa, es una necesidad inmediata. La llegada de poblaciones migratorias es algo que estamos improvisando y que hemos de leer como “providencial” para que salgamos de nuestros muchos egos violentos y acaparadores, hacia un nosotros de gentes solidarias y fraternas. Siempre el forastero fue una imagen bíblica de la visita de Dios a pueblos “cerrados”. Siempre las inmigraciones fueron constructoras de naciones abiertas y prósperas. Venezolanos, haitianos, asiáticos, africanos, quizás afganos, más las corrientes turísticas y de inversionistas mundiales, nos deberían “sacar” de estas mentalidades bandoleras y bravuconas, hegemónicas y tramposas, que han dominado y sepultado gran parte de nuestra historia doméstica colombiana. Junto a ello, necesitamos un país al que retornen los compatriotas exiliados, que no son pocos, los talentos forjados en niveles de vida superiores al nuestro. Esta triste historia de Colombia necesita ya un punto final, un punto de inflexión, liberándola del yugo opresor que se reproduce sobre las mismas carencias y necesidades que produce, mantiene y explota, con demagogia, mentira y fraude. Septiembre es el mes de los derechos humanos y de la “Semana de la Paz”, en torno a la magnífica e insuperable figura de San Pedro Claver, el “esclavo de los esclavos negros”, el defensor de la igual dignidad humana y de los derechos humanos. Para Colombia y para nuestras poblaciones y etnias negras, para la criminal trata de personas como “herramientas de trabajo” y de explotación sexual o como “mercancía humana”, que, dolorosamente aún persisten, quedó sembrada su semilla de inconformidad, de denuncia y protesta cristiana, evangélica, pacífica pero Por: † Monseñor Darío de Jesús interpelante y solidaria con las víctimas, contra todo tipo de abusos y de esclavitudes. Monsalve Mejía Pero, más que defensor de estas causas, recordadas Arzobispo de Cali alrededor de su fiesta litúrgica del 9 de septiembre, San Pedro Claver plantó en el puerto negrero de Cartagena de Indias, como los grandes evangelizadores de la historia de la Iglesia y de la humanidad, el deber creyente de escuchar siempre, en todo tiempo, en todo lugar y modelo social, el clamor de las víctimas, de los indefensos, de los más débiles y de los más necesitados. Hoy en día tendríamos que añadir el clamor del inmigrante y el clamor mismo del planeta tierra. Desde que Dios se hizo hombre, toda persona es más que mera imagen de Dios y todo prójimo hace parte de la fe como deber de amor, respeto y justicia. “Apenas llegaban los barcos con los esclavos, reza un testimonio, miraba por la ventanita pequeña de su cuarto y decía: ‘Es Cristo que viene a mi ‘. Y, entonces, iba con sus traductores y ayudantes a llevarles alimento, medicinas y los primeros auxilios, a ayudar al bien morir a los que llegaban moribundos y a mostrarles algo de misericordia”. Las Jornadas de Derechos Humanos y de la Paz Colombiana (del 5 al 12), el Día Internacional de la Paz (el día 21), el mes de la Biblia, dedicado este año a San José de Nazaret, y la 107ª Jornada Mundial de los Migrantes (26 de septiembre), con el mensaje pontificio “hacia un nosotros cada vez más grande”, sean ocasiones para que nuestras comunidades e instituciones eclesiales demos testimonio de nuestro sentido social, arraigado en la Persona de Cristo y en la fe de todo verdadero cristiano. Los días venideros serán nuevamente una prueba a nuestra capacidad de construir paz con justicia social. La pobre y muchas veces dura y virulenta respuesta a los desafíos de la protesta social y del paro nacional, de las “primeras líneas”, buscando culpables sin reconocer responsabilidades de cambio, ni redoblar garantías de derechos y democracia, presagian nuevas movilizaciones y más fuertes reclamos sociales. Ante la jornada electoral del 2022 y su antecedente campaña política, necesitamos preparar la consciencia ciudadana y hacer el compromiso moral de exigir garantías y de votar con absoluta libertad y, quizás, con la responsabilidad más grande de toda nuestra historia. ¡No nos podemos equivocar! No podemos legitimar un estado de cosas como el que indican los asesinatos y las masacres, la corrupción y la represión a los clamores sociales. Oramos unidos y nos unimos a la lucha pacífica y al compromiso comunitario por el logro de una Colombia con pan, educación, convivencia, democracia y seguridad para todos. Nos unimos para promover e impulsar un Estado con garantías para la institución familiar y una economía que incluya a todos y cuide el medio ambiente, que preserve los recursos y el futuro.


Santiago de Cali, Septiembre de 2021

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Para reflexionar

“Por Él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas”

Opinión † Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Tips Pastorales

Por una Iglesia sinodal (2)

Contemplemos la palabra hecha carne por quien todo fue creado

Por: Pbro. Germán Martínez R. Vicario Episcopal de Educación

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n la cultura postmoderna y en la áspera historia en que vivimos, las palabras que eran fuente, raíz y origen, ya no son entendidas, ya no significan mayor cosa, han muerto. FIDELIDAD: Sentimiento arcaico que impide el goce y frustra la dicha. SINDÉRESIS: Fonema vacío que no suscita nada en estos tiempos utilitarios en los que la razón instrumental desplazó la capacidad de juicio crítico. ESPERANZA: Evasión a países ilusorios, negación de la dicha posible, alienación de la historia en ultramundos inexistentes. MORAL: Antigüedad fastidiosa, portadora de normas externas, impositivas y alienantes que impiden la realización de la autonomía humana. RELIGIÓN: Mito engañador que somete a la persona al poder de un ente inventado y fisgón a quien llamaron dios. CULPA: Compulsión inconsciente, tabú, imposición de un poder que mantiene a la gente acomplejada por sus temores, amarrada a etapas infantiles y dependiente de fuerzas externas. DAMAS Y CABALLEROS: Indicativos de los servicios sanitarios

en los establecimientos públicos. Una sociedad y una cultura que ignoran o marginan deliberadamente las palabras fundantes del conocimiento, la responsabilidad, el amor, la dignidad y la trascendencia de cada persona, resulta ser una sociedad empobrecida, confusa y desorientada, en la que el miedo, la violencia, la desconfianza, el escepticismo y el placer de los andróginos tiene la primacía. Porque desde el principio es la Palabra, y por Ella fueron hechas todas las cosas, su distorsión es el principio de todas las violencias. En este mes de septiembre, en el que la Iglesia celebra el Mes de la Biblia porque se recuerda la memoria de san Jerónimo, presbítero y doctor de la Iglesia, traductor y comentador de la Sagrada Escritura, los invito a contemplar la palabra hecha carne por quien todo fue creado. Después de muchas palabras, suena la Palabra audible, visible, palpable: “En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por un Hijo, al que nombró heredero de todo, lo mismo que por él había creado los mundos y las edades” (Hebreos 1,1). Cristo es la Palabra total y definitiva, enviada a todas las personas, como una luz verdadera. Con razón decía san Jerónimo que “desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo” (Prólogo al Comentario sobre Isaías).

El Código de Derecho Canónico define la naturaleza de los sínodos de obispos en la Iglesia. Dice así en el canon 342: “El sínodo de obispos es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas religiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos, y ayudar al Papa con sus consejos para la integridad y mejora de la fe y costumbres y la conservación y fortalecimiento de la disciplina eclesiástica, y estudiar la cuestiones que se refieren a la acción de la Iglesia en el mundo”. Los Sínodos de Obispos nacieron después del Concilio Vaticano II, aunque desde antiguo se realizan los concilios ecuménicos universales, concilios plenarios territoriales, Sínodos diocesanos, etc. Hasta la fecha se han llevado a cabo 16 asambleas sinodales desde el 1971. Es bueno distinguir entre los Concilios, de los cuales se han realizado 21 entre el año 325 (concilio de Nicea) y el realizado entre 1962 - 1965, el Concilio Vaticano II. Estos son reuniones donde participan todos los obispos del mundo, y los Sínodos, reuniones donde participan algunos obispos que representan las distintas regiones del mundo, unos 215, a los que se agregan sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos expertos, según los temas que se traten. Por eso se habla de la sinodalidad, donde el pueblo de Dios es escuchado y participa activamente en estas reuniones.

Ya se han hecho varios sínodos muy interesantes con amplia participación de los laicos, como los sínodos sobre la familia y el sínodo de la juventud. Dentro de las modalidades de los Sínodos, están los ordinarios, que se reúnen cada tres o cuatro años, y los extraordinarios, cuando el Papa lo considere necesario. Los Sínodos, por su naturaleza son de carácter pastoral, es decir, buscan ayudar al Papa y a la Iglesia en general, a dar respuesta a los grandes problemas que hay en el mundo, donde la Iglesia tiene el deber de dar respuestas orientadoras al pueblo de Dios, pues la Iglesia hace historia con su pueblo, y está llamada a orientar, iluminar y brindar soporte a quienes tienen en sus manos la responsabilidad de animar a los creyentes y a los no creyentes, en su peregrinar terreno. Los Sínodos pues, hacen eco de las grandes problemáticas por la que atraviesa la sociedad, y en ambiente de oración, de estudio, de trabajo colegial, ofrece directrices generales para que sirvan de ayuda especialmente a los fieles católicos en la imperante necesidad de dar razón de la esperanza. Como conclusión de cada Sínodo, el Papa publica un documento que denomina “Exhortación Apostólica post sinodal…” que se convierte en guía y soporte para los planes pastorales y demás acciones evangelizadoras de la Iglesia en todo el mundo.


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Pastoral Afro

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

El Consejo Comunitario de San Marcos, Yumbo, ejemplo de espiritualidad afro Por: Gerardo Daza Vergara Consejo Comunitario San Marcos

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l autor participó en los talleres de comunicación de la Pastoral Afro 2021 y hace parte de su Red de Comunicación

Étnico-Popular. Soy Gerardo Daza Vergara, nací en 1971 en Yumbo. Soy el último suspiro de una familia de diez hermanos y hermanas. Mis padres campesinos se dedicaban al cultivo de la tierra en haciendas y producían especies menores. Viví toda mi infancia en Mangavieja, de ella guardo mis mejores recuerdos. Me enamoraba el campo, el sonido y los olores de enormes tractores, las herramientas y la lluvia sobre la tierra. Realicé mis estudios en la vereda Mangavieja y en el SENA de Yumbo. Mi padre falleció cuando yo era muy pequeño; mamá tuvo que asumir ese rol. Ella, con mucho esfuerzo y sacrificio, logró que mis hermanos y yo nos formáramos. Vivo en el Corregimiento de San Marcos, al norte de Yumbo, con una población cercana a los 1.260 habitantes en su cabecera, según el último censo de su Consejo Comunitario. Tiene dos veredas, Mangavieja y Miravalle Norte.

Practico el culto a las benditas almas del purgatorio, soy rezandero por tradición, acompaño a las familias de la comunidad y poblaciones vecinas, en velaciones, novenarios y otros ritos fúnebres. Participo en procesos comunitarios de la Junta de Acción Comunal y la Asociación de Productores de San Marcos. Sus habitantes son personas muy cívicas, amables, respetuosas, alegres y parranderas. Son una comunidad étnica; sus dos consejos comunitarios involucran al 100% de la población. Preservan nuestros usos y costumbres e incluyen mujeres luchadoras y empoderadas. Son en su mayoría católicos y cuentan con una capilla, la San Marcos Evangelista; sus fiestas patronales se celebran en abril y las del mes de María en mayo. Viven la Semana Santa y la navidad con mucho fervor. Practican la pesca artesanal en el río Cauca y su minería tiene hoy gran importancia. Dos de las principales empresas productoras de cemento del Valle del Cauca se asientan en su territorio. La producción de material triturado y la explotación de material de arrastre del río Cauca constituyen una fuente de ingresos para sus habitantes. Su Consejo Comunitario, CONCOSANM, se creó en julio 28 de 2006, a través de una resolución de la Alcaldía de Yumbo,

El río Cauca es aprovechado por sus habitantes

Gerardo Daza Vergara

después lo reconoció el Ministerio del Interior. El deseo, como territorio, es que toda la población se auto-reconozca plenamente, se la integre a la dinámica del Consejo, también visibilizar sus necesidades y enfocarlas a posibles soluciones. Hoy CONCOSANM adelanta un

proceso de consulta previa, libre e informada. Cementos Argos lo solicitó para un proyecto de extracción de materia prima para elaborar cemento. Este proceso identifica posibles impactos para mitigarlos, repararlos o compensarlos. Argos debe tomar las medidas que la comunidad considere pertinentes.


Santiago de Cali, Septiembre de 2021

Observatorio de Realidades Sociales

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Consejo de lo Social hace balance de la Comisión Humanitaria creada en el marco del estallido social

Asumiendo el reto de lograr la reconciliación a través del diálogo y uso de la palabra

Por: Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

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róximos a cumplirse cuatro meses desde el inicio de las jornadas de protesta convocadas a nivel nacional, en las que las ciudad de Santiago de Cali ha tenido un lugar central, tanto por la contundencia de las acciones de huelga, por las situaciones de violencia, como también por ser pionera en apostarle al diálogo y la reconciliación, el Consejo de lo Social se reunió el pasado martes 17 de agosto para reflexionar sobre los aprendizajes de la Iglesia, los compromisos con la comunidad y los retos asumidos en lo que resta del año 2021. Desde el pasado 3 de mayo, los diferentes equipos de trabajo que convergen en la Vicaría para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y bajo las directrices de monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, dieron origen a la Comisión humanitaria arquidiocesana 1, la cual ha buscado contribuir en la superación de la crisis, proteger a los desfavorecidos y apoyar la creación y consolidación de escenarios para la concertación. Así bien, el balance presentado en el espacio dio cuenta de logros 1 Pastoral social; Pastoral de la movilidad humana-migrantes; Pastoral penitenciaria; Pastoral de la salud; Pastoral de los trabajadores; Reconciliación y paz; El Banco Arquidiocesano de Alimentos; La Fundación SAREP; El Observatorio de Realidades Sociales.

significativos en torno a tres líneas de trabajo. En primer lugar, el acompañamiento a víctimas y familiares que, desde un sentido humanitario y espiritual, se llevó a cabo haciéndose presente en 15 de los 26 puntos de concentración instalados en la ciudad, acompañando gestos de duelo, velatones, eucaristías en memoria de las personas asesinadas y clamores por la no violencia. Una segunda tarea estuvo relacionada con la documentación y sistematización de casos en los que los DDHH se pusieron en riesgo o fueron vulnerados. Esto se tradujo en la vinculación a escenarios de articulación de mesas y misiones de verificación, pero también en la elaboración de dos informes entregados ante la CIDH y las misiones internacionales de Argentina y Cataluña. La tercera tarea, se concentró en el acompañamiento a los manifestantes para la creación de corredores humanitarios y la persuasión para el desplazamiento de estrategias violentas. Algunos de los logros obtenidos aquí están relacionados con la creación de corredores humanitarios que permitieron el ingreso de bienes de primera necesidad en un momento crítico en el que se sufría desabastecimiento, ejercicios que posteriormente conectaron con las diócesis de Palmira y Buga. También, se consiguió poner en marcha rutas para salvaguardar la vida reubicando a personas cuyas vidas se encontraban en riesgo, y se hizo posible el encuentro de un menor de edad con sus familiares luego que éste fuera reportado como desaparecido.

La suma de estas tres grandes tareas contribuyó en la paulatina transformación de los escenarios de confrontación. Se logró la formulación de tres mesas de diálogo institucionalizadas y reglamentadas por decretos municipales, así como la evolución de los repertorios de los manifestantes que se agruparon en una figura con vocación de diálogo y con peticiones concretas a los gobiernos: doce puntos de concentración levantaron sus barricadas a través del diálogo y el uso de procesos deliberativos propios, en los que la palabra y la pedagogía se privilegiaron por encima de la fuerza. En la actualidad, la comisión ha identificado la capacidad de incidencia y la voluntad de algunos actores para la reconstrucción de las confianzas y el sentido de comunidad y fraternidad de los caleños. En concordancia, se está apoyando la articulación entre tres iniciativas que buscan aportar a la transformación del conflicto y en la reparación de los vínculos fracturados por el impacto de la coyuntura: la Alcaldía distrital y la Gobernación del Valle, a través del plan de inclusión social de emergencia; el sector empresarial con el plan “Compromiso por el Valle” que busca generar empleabilidad y promover la inclusión social; y las universidades agrupadas en CIDESCO, quienes trabajan por la generación de espacios de educación formal y la reconstrucción de la memoria. Simultáneamente, como estrategias de Iglesia, se están llevando a cabo el Modelo de Paz RuUrbano para la inserción social y la empleabilidad; el ejercicio Diálogo

social tejiendo vida, que propicia la construcción comunitaria de agendas ciudadanas; las escuelas de ciudadanías que acompaña liderazgos comunitarios y jóvenes en sus caminos de participación; y la ruta para salvaguardar la vida de personas en alto riesgo. El encuentro llevado a cabo, en el que participó monseñor Darío, sacerdotes y laicos, permitió también reflexionar sobre la importancia de las mujeres como actores de vida y con capacidad de transformación social y política, evidenciándose esto en los diferentes lugares que han venido ocupando como lideresas a través de ejercicios de formulación de agendas, estrategias de protección y movilizadoras de soluciones pacifistas. También, hubo lugar para expresar preocupación frente a la continuidad del alto flujo de armas de fuego en el distrito, lo cual, al coincidir con visiones estigmatizantes de la protesta y narrativas violentas sobre los manifestantes, aumenta el escenario de riesgo para la vida de los y las ciudadanas. Este panorama plantea un reto para la Iglesia, en el sentido de hacer necesario el fortalecimiento de las estrategias de diálogo y uso de la palabra como herramientas imprescindibles para la reconciliación. Las conclusiones de la jornada dejaron de manifiesto el compromiso de la Iglesia con la misión profética que en este tiempo nos invita a dar la palabra, escuchar los clamores y abrir camino juntos para dignificar la vida en la ciudad región.


Vicaria para el servicio del Desarrollo Humano Integral

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Santiago de Cali, Septiembre de 2021

El milagro de un ‘nosotros’ cada vez más grande

Todas y todos podemos caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande

Por: Luz Adriana Lozada Vidal Comunicadora Social

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eptiembre se caracteriza por ser un mes dedicado, en especial, desde la Iglesia, a la paz y a los migrantes. La primera busca caminos que nos conduzcan a esa paz que Jesús nos dejó, una paz distinta a la que el mundo da y que realmente no se ha podido establecer en nuestro país. También, la Iglesia nos llama a darle una mirada a los migrantes, tan despreciados en esta cultura del descarte cada vez más afianzada en nuestra sociedad. Para este año 2021, tan distinto y difícil, el Papa Francisco en sus mensajes tanto para la Jornada Mundial de la Paz y la Jornada del Migrante, muy sabiamente nos invita a “hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad” para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día, a su vez, invita a cada persona a no caer de manera egoísta en un individualismo, sino más bien, caminar “hacia un nosotros cada vez más grande”, un nosotros pensado por Dios desde la creación, pero por desobediencia, el hombre se alejó de Dios, cayendo en un egocentrismo que hoy lo tiene padeciendo infinidad de males. Dios quiso ofrecer un camino de reconciliación, no solo a los individuos, sino a un pueblo, a un nosotros destinado a incluir a toda la familia humana. Pensarnos en un nosotros en

este momento y en hacernos cargo del otro, en este contexto colombiano donde está a flor de piel el odio, la polarización, la estigmatización y la corrupción, puede parecer muy difícil e imposible, teniendo en cuenta los recientes acontecimientos donde los derechos humanos fueron violentados y más de 80 jóvenes asesinados durante el paro nacional. Se acerca la contienda electoral, y con ella el despertar de un sin número situaciones que tienen de todo, menos el pensar en un “nosotros” que permitan por un lado avanzar en la implementación de los acuerdos que nos llevan a la paz esperada, a su vez, en el mejoramiento de un bienestar colectivo donde las poblaciones más vulneradas puedan encontrar oportunidades de participación y desarrollo. Pero, contrario a ello, se recurre a estigmatizar a quienes quieren el cambio, a los jóvenes como vándalos y a los líderes sociales como izquierdosos revolucionarios; a su vez, se recurre a noticias falsas para provocar miedo y odio, se debate no a través de ideas, propuestas, diálogo, sino más bien a través del desprestigio, sacando a relucir situaciones personales y privadas, independiente de su color político y esto, con ayuda de los medios de comunicación y las redes sociales. Es precisamente Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de la ONU en Colombia, quien hace una invitación a los colombianos en este contexto: “ante la proximidad de un nuevo ciclo electoral, invito a las partes y a todos los actores relevantes a mantener su compromiso con el Acuerdo y a seguir priorizando el diálogo para resolver sus diferencias. Es preci-

samente con este objetivo que el proceso de paz permitió ampliar los espacios democráticos y las garantías de participación. Así mismo, expresó que está seguro de que el “impulso” mostrado por jóvenes colombianos “como protagonistas de las recientes movilizaciones” se traducirá en su participación en el proceso democrático”, palabras que van quedando en el aire, ya que, por lo visto, no existe una voluntad política que hacerlo realidad. Mientras se entretiene a la sociedad con temas banales, en el país pasan situaciones a las que no podemos ser indiferentes, el aumento acelerado de inmigrantes especialmente haitianos, cubanos y venezolanos a nuestro país, esperando cruzar la frontera entre Colombia y Panamá pasando por la selva del Darién, un recorrido plagado de peligros, ha encendido las alarmas tanto por la pandemia, como por la situación humanitaria que se presenta, no solo, en Necoclí y la región del Urabá, sino también en el sur occidente colombiano, donde están llegando por la frontera del Ecuador. Son hombres, mujeres, niños y personas adultas que padecen hambre, la inclemencia del clima, la inseguridad que representa el tránsito por el país y la indiferencia de muchos que los miran con recelo, odio y miedo. Hoy, muy sabiamente el Papa en su mensaje para la Jornada de los Migrantes nos dice que “entre los habitantes de las periferias encontraremos a muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata, a quienes el Señor quiere que se les manifieste su amor y que se les anuncie su salvación” y nos llama a salir a las calles para curar a quien

está herido y buscar a quien está perdido, sin prejuicios o miedos, sin proselitismo, pero dispuesta a ensanchar el espacio de su tienda para acoger a todos, allí donde se asume este compromiso está el nosotros. ¡Verdad que podemos! La reconciliación no es un tema que no pasa de moda, aun cuando esta palabra se haya archivado en los anaqueles de la indiferencia, hoy más que nunca se hace vigente, necesitamos a través de la ella, descargar sentimientos negativos para que nunca más se repitan las atrocidades del pasado, y es algo que todos podemos hacer posible. Una buena oportunidad es la Semana por la Paz 2021 para redescubrir el papel de nosotros en la reconciliación del país. Este año, tiene énfasis en la verdad y la reconciliación, nos invita a buscar caminos de reencuentro, solidaridad, cuidado y amor, para reconciliarnos con la vida y la naturaleza, de forma amplia e incluyente, por el camino hacia la verdad, la justicia y la paz integral, además nos anima a que desde el interior de cada uno podamos reconciliarnos, cumplir los acuerdos, movilizarnos por los derechos, convivir en la diversidad, conservar el medio, defender la vida, reparar las víctimas, desarmar la palabra y las acciones, en definitiva, que esta porción de tierra colombiana que habitamos ser un territorio de paz. Todas y todos podemos caminar juntos hacia un nosotros cada vez más grande, por ello nuestra tarea hoy es vivir juntos, en armonía y paz dejarnos enriquecer por la diversidad del don de cada uno.


Santiago de Cali, Septiembre de 2021

Catequesis

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Dirección de Reconciliación y Paz

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Semana por la Paz 2021 5 al 12 de septiembre

En los ambientes dominados por la violencia, se requiere sin duda una gran dosis de reconciliación y perdón; no será posible la paz si no trabajamos por actitudes nuevas que broten del corazón de las gentes y las lleve a perdonar, a perdonarse y a pedir perdón”. (Mons. Isaías Duarte Cancino, Q.E.P.D En la búsqueda de una paz duradera que facilite la reconstrucción del tejido social, todos y todas debemos aportar desde los diferentes escenarios en los que nos desenvolvemos, por ello la paz es un compromiso que debemos asumir tanto el alto gobierno como los gremios económicos, políticos, sociales, eclesiales, los campesinos, los obreros, la academia, las minerías hasta el más pequeño grupo de amigos de trabajo. El compromiso ciudadano que se busca su suscitar con la Semana por la Paz, se convertirá en el escenario ideal para que los participantes se motiven y aceptan el compromiso de cumplir su tarea como labradores y segadores de paz; asumiendo el reto: “Sin guerra ni violencias hagamos de Colombia nuestra Casa Común”. La Semana por la Paz del año 2021 pretende ser un espacio de reflexión institucional frente al trabajo que se ha hecho con las comunidades en su caminar de perdón, reconciliación y paz. La solidaridad es el camino de paz que permite entender y atender la realidad del otro. El ser se alimenta de aquello que genera pese incluso a no tenerlo, para que el otro se beneficie y pueda emerger de sus necesidades espirituales, físicas o socioeconómicas, culturales. Es el acto que permite ampliar la comprensión del otro al lograr caminar las mismas sendas garantizando una real acogida. La solidaridad, implica mirar al otro, tocarlo, sentirlo y escucharlo, reconociendo su dignidad humana. En ese

La solidaridad es el camino hacia la paz

reconocimiento de salirse de sí mismos, permitiendo promover espacios que permitan la construcción de una cultura del cuidado con una mirada de cercanía y con el valor de los rostros de quienes amamos: • Buen Samaritano: “Ser capaz de tener compasión”

• Modelo de Desarrollo: “El servicio para el bien Común” • Migrantes: “Cultura del Descarte”, Acogida, “Viajes de la esperanza”. • Desarme: Desde los Corazones. • Dialogo y Reconciliación: Arte

de la Paz y ponerla en práctica, “Donar la propia Vida” – Modos y Maneras. Hemos transitado por una época de caos en la ciudad que ha generado rupturas a nivel personal, familiar, social y comunitario, una época de pandemia y un periodo de paro nacional nos retorna a la necesidad del cuidado de lo común, de lo colectivo, del acto fraternal encaminado a la construcción de una cultura de paz y convivencia. El Papa Francisco nos ha mostrado un camino de fe y esperanza, se han recogido sus encíclicas como soporte pastoral para la realización de esta semana por la paz: • Encíclica Fratelli Tutti del Santo Padre Francisco sobre la

fraternidad y la amistad social. • Mensaje del Santo Padre del 1 de enero de 2021 – 54° jornada mundial de la Paz. • “La cultura del cuidado como camino de paz”. • Reflexión y Exhortación de Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía en el Consejo Departamental de Paz Territorial y su último llamado. Expo-Ser Será un espacio de encuentro que permita visibilizar las memorias, las huellas y las voces del Ser-Solidario en la construcción de paz y reconciliación de la ciudad de Cali. Contará con estaciones de la comunidad eclesial, comunidades (expresiones de paz), empresarios e instituciones. 10 y 11 de septiembre 2021. Lugar: Centro Cultural de Cali. Horarios: 10:00 a.m. a 12:00 m. y de 3:00 p.m. a 5:00 p.m. Invitados: • Comunidades / Territorios / Colectivos. • Gobernadora del Departamento del Valle del Cauca. • Alcalde de Santiago de Cali. • Secretarias: Cultura, Paz, Desarrollo Económico, Educación y Bienestar Social. • Sacerdotes. • Beneficiarios: Banco de Alimentos, colegios, entre otros. • ONU. Actividades en comunidad Durante el mes de agosto se han desarrollado espacios de prevención y promoción en el marco preparatorio de Semana por la Paz que ha integrado un mensaje colectivo en la reconstrucción de tejido social, en las acciones de reconciliación y en la construcción de paz. Hemos recorrido las huellas de la reconciliación junto a los Consejos de Paz urbana de la Comuna 1 (Terrón Colorado), comuna 21 (Potrero Grande), Comuna 6 (San Luis), Comuna 20 (Siloé), Yumbo y Jamundí.


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Pastoral para los Migrantes y Refugiados

Un nosotros cada vez más grande Por: Pastoral para los Migrantes y Refugiados

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a migración se encuentra dentro de los principales tópicos de la actualidad. Informes de agencias de cooperación internacional hablan de cerca de 82 millones de migrantes en el mundo, cifra record si se observa la historia de la movilidad humana a nivel global. En este contexto se observan los valiosos esfuerzos que desde las distintas esferas de la humanidad se brindan para cobijar, acompañar y empoderar a todo aquellos que se encuentran en condición de movilidad. Colombia cuenta con una parte importante dentro de esta historia. Con una tradición de migraciones hacia el exterior, el país se ha venido convirtiendo en el principal receptor de población proveniente de Venezuela. La ciudad de Cali así lo evidencia: en todos los barrios y corregimientos del municipio se vive la llegada de personas de diversos lugares, con sus historias, su cultura y experiencias para compartir. Cada una con la imperiosa necesidad de sobrevivir en entornos nuevos, cada una ante la oportunidad de rehacer una vida desencajada por años y años de abandono que, en cierto sentido, sirven de espejo para revelar las necesidades internas del pueblo colombiano. Por su parte, el abandono y el olvido permiten trazar una historia común entre el migrante, que llega con sus necesidades, y algunas de las personas pertenecientes a las comunidades de acogida dentro del territorio. La vulnerabilidad y las secuelas de una violencia sistémica tienden un puente que hace comprensible la cultura de acogida que caracteriza a la población colombiana, la cual de manera silenciosa pero firme ha tendido hacia una configuración más amplia y robusta de sí misma. Personas de origen étnico diverso –tales

como los afros, indígenas, romaníes, palenqueros, raizales, entre otros– se suman en la construcción de un país que, al apostar por una mayor diversidad, ha consolidado de manera orgánica una cultura del encuentro basada en el otro. A este cuadro se empiezan a sumar lentamente la población migrante proveniente de Venezuela, quienes en su andar alertan sobre el camino que queda por recorrer en cuanto a la integración. Se hace especialmente importante lo descrito por el Papa Francisco a propósito de la construcción de un nosotros cada vez más grande que integre a los

que están en mayor necesidad. Un nosotros más amplio que atienda al llamado de soñar juntos, que no significa otra cosa más que aceptar las diferencias como un valor agregado que enriquece y expande la propia comprensión y concepción que tenemos de nuestras vidas. En este contexto, la invitación del sumo pontífice se sitúa en derribar muros para construir puentes que inviten al reconocimiento, para así caminar juntos hacia un futuro de justicia y paz. Para esto es necesario tanto salir de las periferias existenciales como entender la necesidad de tejer una sociedad a partir de las

diferencias que caracterizan al ser humano. De esta forma, se proyecta la posibilidad de fortalecer la cultura de encuentro que ha enmarcado la experiencia del pueblo colombiano y que permite hablar de un nosotros que comienza a encontrar su sentido en la diversidad, que es lo común y concreto de la experiencia colombiana. En las muestras de solidaridad que se despliegan a diario, en la empatía con la que se recibe al que llega en necesidad y en el interés por construir una historia conjunta, se hace visible el compromiso que de manera orgánica marca la pauta en torno a la cultura de encuentro que se propone. En esta cultura se evidencian los insumos para un desarrollo sostenido, equilibrado e inclusivo que integra a migrantes, refugiados, desplazados, comunidad de acogida y demás personas que se vean influenciadas por el fenómeno de la movilidad humana. Asimismo, se establece la necesidad de hacer incidencia en las instancias de decisión municipal y nacional. Instancias que tienen la asignatura pendiente de ser una voz de defensa y acompañamiento que se ajuste a las circunstancias actuales, pues la burocracia atenta contra la dignidad de miles de personas que buscan los mínimos necesarios para el cuidado de sus círculos familiares. Búsqueda que continuará y se extenderá a los descendientes de quienes llegan y se instalan en el territorio. En este momento la ciudad atiende a una nueva ola migratoria, esta vez de hermanos provenientes de Haití, la cual pondrá a prueba las dinámicas de la ciudad y del territorio. Apostemos porque esta nueva realidad invite a hacer crecer y enriquecer el encuentro entre diferentes. Que esta nueva experiencia invite a comprometerse con las personas que se encuentren en tránsito, sí, pero también con la historia de solidaridad que emana de la compasión, el amor y la dignificación de aquellos quienes más lo necesitan.

SEMANA DEL MIGRANTE Y REFUGIADO 2021 Hacia un nosotros cada vez más grande

Lunes 20 Nombre: "Que no haya más otros, sino un nosotros".

Martes 21 Nombre: "Romper fronteras y construir juntos y una casa común".

Miércoles 22 Nombre: "Por una sociedad llena de color, enriquecida por la diversidad e interculturalidad.

Jueves 23 Nombre: "Construir juntos un futuro de justicia y paz".

Viernes 24 Nombre: "Llamados a comprometernos".

Sábado 25 Nombre: "Diversos pero unidos".

Domingo 26 Nombre: "Que todos seamos unos".

Ac�vidad: Día de encuentro de ciudad. Urbanismo tác�co y apropiación del espacio público.

Ac�vidad: Encuentro Pastoral.

Ac�vidad: Evento cultural Exposición fotográfica.

Ac�vidad: Conversatorio en el marco de la protección - El papel de la mujer en la dinámica migratoria.

Ac�vidad: Foro - Encuentro con organizaciones de base comunitaria.

Ac�vidad: Espacio de integración cultural y comunitaria.

Ac�vidad: Transmisión de la Santa Eucaris�a.

Horario: 9:00 A.M. - 12:30 M.

Horario: 9:00 A.M. -12:30 M.

Horario: 9:00 A.M. - 12:30 M.

Horario: 9:00 A.M. -12:30 M.

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Pastoral Bíblica

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

Mes de la Biblia 2021 Por: Pbro. Diego Fernando Ospina Arias Decano de la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades de Unicatólica

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a Arquidiócesis de Cali, a través de la Delegación Arzobispal de Pastoral Bíblica coordinada por un equipo de docentes de la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades de Unicatólica invita a la celebración arquidiocesana del mes de la Biblia durante septiembre de 2021 con el tema “Que caigan los muros y que venga la vida nueva en fraternidad. Comprometámonos en la construcción de una sociedad justa y reconciliada”. Esta delegación ha querido hacer eco al llamado que hiciera el papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti a la construcción de un mundo fraterno, lo cual adquiere carácter de urgencia en Colombia dado el convulsionado momento que vivimos. La invitación entonces es a una vivencia intensa de este mes, acogiendo y reafirmando los impulsos que nos ofrecen la lectura, reflexión, meditación, y oración de la Sagrada Escritura, para un compromiso con la construcción de una sociedad fraterna, justa y en paz.

Fechas y momentos: Esta conmemoración se llevará a cabo entre, el lunes 31 de agosto y el sábado 2 de octubre, en dos momentos, así: Primer momento. La realización de cuatro encuentros semanales virtuales siguiendo la cartilla elaborada por la delegación bíblica. Los encuentros ocurrirán en las cuatro semanas transcurridas desde el lunes 31 de agosto hasta el domingo 26 de septiembre. Segundo momento. Cierre de la conmemoración con el congreso bíblico-teológico virtual desde el miércoles 29 de septiembre hasta el sábado 2 de octubre. Con ponentes nacionales e internacionales, y con experiencias pastorales, todo alrededor de la relectura de la figura de San José, patrono de la Iglesia. El Congreso Bíblico-Teológico de UNICATÓLICA es promovido y organizado por la Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades desde el año 2011 y en esta versión se suman como co-organizadoras del evento la Universidad Católica de Manizales y la Universidad Católica de Pereira, además del respaldo de la Arquidiócesis de Cali y la Federación Bíblica Católica. Este año es la Cuarta versión Internacional y la Décima Nacional. El tema que convoca en esta ocasión el congreso gira en torno a la figura de san José, en el marco del año declarado por el papa Francisco como conmemoración de los 150 años de haber sido promulgado como Patrono

de la Iglesia por el papa Pio IX. En San José podemos ver la representación de un hombre que creyó y confió, de un hombre que asumió el cuidado de su familia y enfrentó de la mejor manera los diferentes desafíos que se le presentaron (acoger la propuesta de Dios, creer en la palabra de su prometida, asumir la paternidad del Hijo de Dios, encontrar un lugar para el parto de María, tomar las precauciones para proteger al niño de las amenazas de Herodes, huyendo a Egipto, y regresando en el momento oportuno, ejercer su oficio responsablemente en favor del sostenimiento de su familia, etc). De ahí la importancia de hacer una relectura de San José, de su vida y acciones, como iluminadoras de nuestro contexto actual en el que tantas familias recorren como migrantes nuestro continente y en el que muchos padres pierden sus empleos a causa de la crisis económica. Momento actual que le plantea nuevos desafíos a la familia, el trabajo, y la espiritualidad de cara a una vida de fe más coherente y comprometida con la consolidación de relaciones y espacios de vida más humanos para todos y que en San José, el hombre confiado en el cuidado “paternal” de Dios, y custodio fiel de su familia encuentra un faro iluminador. Las exposiciones estarán en cabeza de varias experiencias pastorales y de seis ponentes: • Pbro. Dr. Behitman Alberto Céspe-

des de los Ríos • Dr. Juan Francisco Rodríguez Cortés • Dra. Rebeca Cabrera • Mg. José Helio López Soto • Pbro. Dr. Luis Guillermo Restrepo Jaramillo de Paraguay • Hna. Dra. Wilma Mancuello González Para la inscripción se pueden comunicar con los números: 5552767 ext. 1810 y 1330. Cel. 322 692 0748. O al correo: asistente.teologia@ unicatolica.edu.co Encuentros semanales virtuales y Cartilla La temática de los encuentros se recoge en la cartilla, que será enviada a los correos de las parroquias y de todos aquellos que estén interesados, a la vez que se colgará en la página web de la Arquidiócesis para que pueda ser descargada allí. Los temas de los cuatro encuentros semanales virtuales serán los siguientes: • Primer encuentro: Dios quiere una sociedad de seres humanos libres y hermanos. No tolera la esclavitud, ni los muros que dividen. • Segundo encuentro: El sueño de una sociedad integrada reconciliada. • Tercer encuentro: las bienaventuranzas: un camino de esperanza y felicidad en medio del mundo y sus dificultades. • Cuarto encuentro: Trabajemos juntos por una nueva ciudad santa.

IV Congreso Internacional y X Nacional Bíblico-Teológico San José, patrono de la Iglesia - “Claves bíblicas y teológicas para una lectura contextual de su figura”

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a Facultad de Teología, Filosofía y Humanidades de Unicatólica se prepara para la nueva versión del Congreso Bíblico-Teológico que se realizará del 29 de septiembre al 2 de octubre, con el fin de propiciar un espacio académico y pastoral para la reflexión que, en esta ocasión, gira en torno a la figura de san José, a partir de una lectura contextual bíblica y teológica, que ofrezca luces frente a los desafíos actuales de la familia, el trabajo, la espiritualidad y la vida de fe. Esta versión del Congreso (cuarta internacional y décima nacional), que se viene desarrollando desde el 2011, contará con la coorganización de la Universidad Católica de Manizales y la Universidad Católica de Pe-

Se realizará del 29 de septiembre al 02 de octubre

reira, además del respaldo de la Arquidiócesis de Cali y la Federación Bíblica Católica. San José, patrono de la Iglesia En esta oportunidad, la figura de san José invita a construir una reflexión para

que se articule a la convocatoria que ha hecho la Iglesia, de celebrar un año josefino, al mismo tiempo que se busca hacer una lectura bíblico-teológica de su figura en el contexto actual de la pandemia y la

necesidad de cuidado que nos debemos unos a otros. Si bien los datos que ofrecen los textos bíblicos son escasos sobre san José, es claro que en ellos está descrito un itinerario de vida cristiana para nuestros días enmarcado en la espiritualidad, la confianza, el cuidado y el bienestar, que ha de movilizar al creyente hacia una caridad y cuidado cristiano que empieza en la familia, trasciende a la vida social y desafía a una vivencia cristiana más coherente y más sensible, con el fin de comprometer a todos en la consolidación de relaciones y espacios más humanos y cristianos. La motivación por esta temática también se enmarca en la necesaria reflexión que, desde el texto bíblico, hecho teología, se puede hacer de san José como esposo, padre, creyente, protector y trabajador.

El acercamiento bíblico a la figura de san José; la familia y nuevas masculinidades a partir del rol familiar de san José y la espiritualidad cristiana y vida cotidiana, entre otros temas, serán expuestos por expertos invitados nacionales e internacionales. El evento se realizará de manera virtual (sincrónico) como la versión del año anterior, el cual contó con participantes de 17 países procedentes de 108 ciudades de Latinoamérica, el Caribe, Estados Unidos y España. Ingrese a la página web: https://peewah.co/events/ congreso-biblico-teologico-2021 para obtener más información del congreso, realizar su inscripción y pagar en línea. Si tiene alguna inquietud, escriba a: asistente.teologia@unicatolica.edu.co o comuníquese al teléfono: 555 2767 Ext 1810.


Santiago de Cali, Septiembre de 2021

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Plan Pastoral

Novedad para el Sínodo: se comienza con las Iglesias locales Fuente: Vatican News - 21 de mayo 2021

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l próximo octubre, el Papa dará inicio a un camino sinodal de tres años de duración y articulado en tres fases (diocesana, continental y universal), compuesto por consultas y discernimiento, que culminará con la Asamblea de octubre de 2023 en Roma. «Uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo». Para concretar y hacer visible esa sinodalidad deseada por el Papa Francisco desde el inicio de su pontificado, el próximo Sínodo de los Obispos se celebrará no sólo en el Vaticano sino en cada Iglesia particular de los cinco continentes, siguiendo un itinerario de tres años articulado en tres fases, hechas de escucha, discernimiento, consulta. Laicos, sacerdotes, misioneros, personas consagradas, Obispos, Cardenales, incluso antes de discutir, reflexionar e interrogarse sobre la sinodalidad en la Asamblea de octubre de 2023 en el Vaticano, se encontrarán por tanto viviéndola en primera persona. Cada uno en su diócesis, cada uno con rol, con sus exigencias. Un proceso sinodal integral El itinerario sinodal, que el Papa ha aprobado, se anuncia en un documento de la Secretaría del Sínodo en el que se explican sus modalidades. “Un proceso sinodal pleno se realizará de forma auténtica sólo si se implican a las Iglesias particulares”, se lee. Además, será importante la participación de los “organismos intermedios de sinodalidad, es decir, los Sínodos de las Iglesias Orientales Católicas, los Concejos y las Asambleas de las Iglesias sui iuris y las Conferencias Episcopales, con sus expresiones nacionales, regionales y continentales”. Por primera vez un Sínodo descentralizado Es la primera vez en la historia de esta institución, deseada por

El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio

Pablo VI en respuesta al deseo de los Padres Conciliares de mantener viva la experiencia colegial del Vaticano II, que un Sínodo comienza descentralizado. En octubre de 2015, el Papa Francisco, conmemorando el 50 aniversario de esta institución, había expresado el deseo de un camino común de “laicos, pastores, Obispo de Roma” a través del “fortalecimiento” de la Asamblea de los Obispos y “una sana descentralización”. El deseo ahora se hace realidad. Apertura solemne con el Papa en el Vaticano Superando cualquier “tentación de uniformidad”, pero apuntando a una “unidad en la pluralidad”, la apertura del Sínodo tendrá lugar tanto en el Vaticano como en cada una de las diócesis. El camino será inaugurado por el Papa en el Vaticano el 9 y 10 de octubre. Seguirán tres fases – diocesana, continental, universal – que pretenden hacer posible una verdadera escucha del pueblo de Dios y al mismo tiempo implicar a todos los Obispos en los diferentes niveles de la vida eclesial. Fase diocesana: consulta y participación del Pueblo de Dios Siguiendo el mismo esquema, es decir, con un momento de encuentro/reflexión, oración y celebración Eucarística, las Iglesias particulares iniciarán su camino el domingo 17 de octubre, bajo la presidencia del Obispo diocesano. “El objetivo de esta fase es la consulta al pueblo

de Dios para que el proceso sinodal se realice en la escucha de la totalidad de los bautizados”, se lee en el documento. Para facilitar la participación de todos, la Secretaría del Sínodo enviará un Documento Preparatorio, acompañado de un Cuestionario y un Vademécum con propuestas para realizar la consulta. El mismo texto se enviará a los Dicasterios de la Curia, a las Uniones de Superiores y Superioras Mayores, a las uniones o federaciones de vida consagrada, a los movimientos internacionales de laicos, a las Universidades o Facultades de Teología. Un responsable diocesano Cada Obispo, antes de octubre de 2021, nombrará un responsable diocesano como punto de referencia y enlace con la Conferencia Episcopal que acompañará la consulta en la Iglesia particular en cada paso. A su vez, la Conferencia Episcopal nombrará un responsable o un equipo como punto de referencia con los responsables diocesanos y la Secretaría General del Sínodo. El discernimiento diocesano culminará con una “Reunión Pre-Sinodal” al finalizar la consulta. Las contribuciones se enviarán a su propia Conferencia Episcopal, en la fecha que ésta determine. El discernimiento de los Pastores A continuación, corresponderá a los Obispos reunidos en Asamblea abrir un período de discernimiento para “escuchar lo que el Espíritu ha suscitado en las Iglesias que se les ha confiado” y hacer una síntesis

El camino del Sínodo de los Obispos

de las aportaciones. La síntesis se enviará a la Secretaría del Sínodo, así como las contribuciones de cada Iglesia particular. Todo esto se hará antes de abril de 2022. Del mismo modo, también se recibirán las aportaciones enviadas por los Dicasterios, Universidades, Unión de Superiores Generales, Federaciones de Vida Consagrada, movimientos. Una vez obtenido el material, la Secretaría General del Sínodo elaborará el primer Instrumentum Laboris, que servirá de esquema de trabajo para los participantes en la Asamblea del Vaticano y que será publicado en septiembre de 2022 y enviado a las Iglesias particulares. Fase continental: diálogo y discernimiento Comienza así la segunda fase del camino sinodal, la “continental”, prevista hasta marzo de 2023. El objetivo es dialogar a nivel continental sobre el texto del Instrumentum laboris y realizar así “un nuevo acto de discernimiento a la luz de las particularidades culturales de cada continente”. Cada reunión continental de los Episcopados nombrará a su vez, antes de septiembre de 2022, un responsable que actuará como referente con los propios Episcopados y la Secretaría del Sínodo. En las Asambleas Continentales se elaborará un documento final que se enviará en marzo de 2023 a la Secretaría del Sínodo. Paralelamente a las reuniones continentales, también deberán celebrarse Asambleas Internacionales de especialistas, que podrán enviar sus contribuciones. Por último, se redactará un segundo Instrumentum Laboris, que se publicará en junio de 2023. Fase universal: los Obispos del mundo en Roma Este largo camino, que pretende configurar “un ejercicio de colegialidad dentro del ejercicio de la sinodalidad”, culminará en octubre de 2023 con la celebración del Sínodo en Roma, según los procedimientos establecidos en la Constitución promulgada en 2018 por el Papa Francisco Episcopalis Communio.


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Santiago de Cali, Septiembre de 2021

¿Ya conoces lo nuevo de la Pastoral Juvenil? Por: Cristina Aristizábal Equipo base de Pastoral Juvenil

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esde hace unos meses, como equipo de Pastoral Juvenil, hemos venido trabajando en el fortalecimiento de nuestro propósito e identidad, buscando reflejar con ello la esencia de la juventud caleña y la misión que tenemos como jóvenes creyentes. Por un lado, transformamos nuestra imagen visual, evolucionando a una más fresca y contundente, expresada a través de un icono que representa nuestra ciudad: la imagen de Cristo Rey en el color azul del cielo y como manifestación de los siete ríos que atraviesan nuestra ciudad. Adicionalmente, tenemos la figura de una Custodia, ya que hemos reconocido una identidad profunda de espiritualidad caleña que se identifica muchísimo con los lugares de adoración al Santísimo como lugares de encuentro y desarrollo personal. De esa manera, se reconoce a ese Jesús que una vez encontramos en nuestro en camino y nos regaló la verdadera vida – esa de la que habla Luis Enrique Ascoy en su canción – y nos sostiene en esta barca, navegando junto a Él “a pesar de las tormentas de altamar” De esta manera, fortalecemos la identidad de la juventud caleña como discípulos misioneros constructores del Reino de Dios Simultáneamente, reconociendo el auge de los medios digitales y el elevado uso de las plataformas de redes sociales, decidimos fortalecer nuestra presencia en éstas, especialmente en Instagram. ¿Cómo lo hemos hecho? A través de la creación de segmentos específicos en formato de imagen y vídeo dónde nos acercamos al joven creyente por medio de frases de santos que motiven su comienzo de semana; con fragmentos de vida que reflejan la humanidad y las luchas cotidianas que

La Pastoral Juvenil, haciéndose más cercana a los jóvenes de la ciudad

enfrentamos y con videos cortos que contienen pequeñas formaciones, tips o testimonios de lo que se vive en este camino de fe, potenciando así nuestro contenido y alcance en este medio. Acorde con lo anterior, hemos mejorado toda nuestra visual comunicativa, conectando lo que somos y queremos construir, sin olvidar que nuestra esencia es, como dice San Ignacio de Loyola - procurar “En todo amar y servir”. De esta manera, el pasado 22 de agosto, terminada la Misa Juvenil preparada por nuestros

amigos de la ELIAC (Escuela de Líderes de la Arquidiócesis de Cali), realizamos el lanzamiento oficial de esta nueva imagen, por medio de un evento llamado “Parcháte con nosotros”. Allí pudimos compartir con los chicos de otras comunidades juveniles de nuestra Arquidiócesis un espacio de dispersión, música, rifas y sorpresas. Este nuevo comienzo pretende que como Pastoral Juvenil nos acerquemos cada vez más a las distintas comunidades juveniles de nuestra ciudad, dinamizando

los procesos de evangelización que ayudan en la construcción de la civilización del amor que anhelamos alcanzar. Finalmente, queremos que tú como joven creyente, te atrevas con nosotros a seguir esparciendo por el mundo esa semilla de amor que Dios sembró en ti al crearte y que transmitamos juntos esa luz de esperanza que llevamos dentro. No olvides seguirnos para que no te pierdas nada de lo nuevo de la Pastoral Juvenil: @pjuvenilcali


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Vicaría para la Familia y la Cultura

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

La familia en el plan de Dios

La familia es la mejor escuela de crecimiento

miento como personas. En su Providencia Divina nos la ha dado. Ha querido a la familia como ese lugar donde todos sus miembros se ejerciten y robustezcan como personas. Pues Él ama a cada persona y busca para cada uno lo mejor. ¡Qué gran responsabilidad tienen los padres de familia con sus hijos! ¡Qué gran responsabilidad tienen

Por: Vicaría para la Familia y la Cultura Fuente: Catholic.net

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a familia es ese lugar querido por Dios para cada persona, donde pueda desarrollarse en un ambiente de amor, de aceptación, cariño y confianza Dios ha creado al hombre a su imagen y semejanza: llamándolo a la existencia por amor, lo ha llamado al mismo tiempo al amor. Y, el hombre al amar responsablemente, establece un compromiso de amor al casarse. Los nuevos esposos se comprometen a ayudarse mutuamente, a buscar el bien de los dos, y a procrear y educar a los hijos. Este es el origen de la familia. Esa comunidad de amor, formada libremente por el consentimiento de los esposos, donde todos sus integrantes crecerán como personas, y se ayudarán entre todos a alcanzar su fin último, la salvación eterna. Recordemos, también, que Dios ha creado al hombre para que día a día crezca como persona, sea mejor, se desarrolle. y, ¿cuál será el mejor lugar para que el hombre desde que nace, crezca? ¿Cuál será ese gimnasio donde se ejercite naturalmente como persona? ¿Acaso no es la familia? Sí. Indudablemente, la familia es ese lugar querido por Dios para cada persona, donde pueda desarrollarse en un ambiente de amor, de aceptación, cariño y confianza. Será ese lugar donde aprenda a amar a los demás, a compartir, a conocer a Dios. Si Dios ha dotado a los animales de una familia donde aprendan a vivir según su especie, ¿no

habrá dotado al hombre, a quien ha creado a su imagen y semejanza por amor, de un lugar donde aprenda a vivir como persona, a vivir de acuerdo a su fin último? Ese lugar es la familia, comunidad de amor donde el hombre crece y aprende a vivir como hijo de Dios. Así pues, la familia se origina cuando un hombre y una mujer se unen en matrimonio y se complementa y crece, al llegar los hijos. Cuando éstos nacen, se inicia la gran responsabilidad de los papás para educarlos como personas que han de crecer, tanto físicamente, como humanamente. Sí, los hijos nacen necesitados de todo. Los papás, poco a poco, se irán esforzando para que sus hijos tengan todo lo necesario: alimentación, casa, vestido, estudios, recreación. Pero, sobre todo, les proporcionarán su amor y cariño para que ellos crezcan día a día y sean mejores personas. Se esforzarán para que aprendan a ser responsables, colaboradores, generosos, honestos, laboriosos, honrados, fieles, amigables, ordenados, a tomar buenas decisiones, a hacer buen uso de su libertad, Cuidarán, además que ellos se acerquen a Dios, que se preocupen desde pequeños en amar al Señor, a vivir como sus hijos, que deseen alcanzar su salvación eterna. Dios nos ha dado a la familia como la mejor escuela de creci-

los esposos con ellos mismos! ¿Qué serán los miembros de la familia en el futuro? Serán lo que con cariño y amor hayan crecido. Podemos tomar como ejemplo, la Sagrada Familia: San José, la Santísima Virgen María y Jesús. Como hombre, ésta fue la familia donde creció Jesús. Ahí aprendió y se formó.


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Vicariato Apostólico de Guapi

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

Foto: Archivo

Bioseguridad en colegios sin aulas

La Costa Pacífica Caucana requiere mejoras en el sistema educativo

Por: Pbro. Ariel Viáfara Hurtado Administrador parroquial Santa Rosa de Lima

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as instituciones educativas de la Costa Pacífica Caucana están repletas de galonetas de gel antibacterial y jabón, decenas de imponentes lavamanos, centenares de paquetes de tapabocas, termómetros infrarrojos láser, entre otros elementos de bioseguridad que la Secretaría de Educación y Cultura departamental ha destinado para implementar el proceso de alternancia o presencialidad en los colegios, tras la crisis sanitaria que se han venido presentando a raíz de la pandemia de covid-19. Por río y mar han navegado estas herramientas que hasta los lugares más recónditos de la geografía de del Pacífico han llegado para abultar y engalanar los centros de educación y acrecentar el ego de políticos y gobernantes que se ufanan con el suministro de estos aparatos voluminosos, modernos y sofisticados que no encajan con la precariedad de las instalaciones. Pareciera que la llegada de estos elementos fueran motivos para celebrar, alegrarse y agradecer sin cesar. Diríamos que por fin se acordaron de estas comunidades desoladas, que anhelan, por supuesto que los estudiantes retornen a la presencialidad, porque la virtualidad no aplica en esta zona debido a las deficiencias en conectividad y equipos tecnológicos. Las entregas domiciliarias de los talleres son poco efec-

tivas y realmente no hay avance en el proceso educativo con esta forma de acompañar al estudiantado. Las herramientas de bioseguridad son necesarias, ¿pero son lo primero que el Gobierno debió hacer? Los entes gubernamentales se jactan de que están contribuyendo con las comunidades y que esto les salva su gestión social. Pues no. ¿De qué sirve tener todos los elementos de bioseguridad si el estado de las aulas es deplorable? ¿Tiene sentido que doten los establecimientos educativos de lavamanos cuando ni siquiera tienen acceso al agua? ¿Cómo hablar de enmarcar las distancias en las aulas de clases cuando las dimensiones de los salones son reducidas y el piso ni siquiera es de concreto sino de gravilla? Contar con una cantidad de elementos de bioseguridad cuando los estudiantes reciben clases debajo de un árbol o en casetas improvisadas es todo un caos y una falta de respeto para con la comunidad. Es triste y preocupante que durante este tiempo de pandemia el Gobierno Nacional no haya intervenido en la infraestructura escolar de las comunidades de la Costa Pacífica. Las aulas siguen caídas y destruidas en muchos lugares. En otros no hay si quiera una para orientar las clases. Techos rotos, salones pequeños, déficit de aulas, escuelas en madera, centros sin acceso a baño, agua y salones que son la calle de los pueblos. Aunque se requiere con urgencia el retorno a la presencialidad, parece que se inició por el final. Así como dotaron las instituciones con elementos de bioseguridad, se debió primero construir y reparar la infraestructura escolar en el territorio. Se debió aprovechar este tiempo de crisis para mejorar las

condiciones de las aulas de clases donde los estudiantes se ven obligados a construir el conocimiento. Porque el Gobierno sabe que el ambiente, los factores, las condiciones en las que se implemente el proceso educativo influye negativa o positivamente en el aprendizaje de los educandos. Además, en la Resolución 1721 el Ministerio de Salud pondera las condiciones del territorio en referencia a los protocolos para iniciar las clases presenciales.

Vale la pena hacerle ver a quienes hacen uso del poder ejecutivo y legislativo el estado de los colegios y escuelas de estos municipios y que no están en capacidad de implementar la presencialidad cuando su aplicabilidad carece está a merced de diferentes elementos. Se quiere volver a clases, pero no así. Se requiere una infraestructura apta para que los niños, adolescentes y jóvenes accedan a un servicio educativo eficiente y digno.


Santiago de Cali, Septiembre de 2021

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CELAM

¿Sabes qué es la Asamblea Eclesial? Por: Pbro. Raúl Ortiz Toro Director del Departamento de Doctrina y PUD Conferencia Episcopal de Colombia

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ntre el 21 y el 28 de noviembre de este año 2021, en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en México, se llevará a cabo de manera presencial la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe que ha tenido una primera fase iniciada desde el año pasado y que consiste en la escucha atenta a los clamores del Pueblo Fiel – laicos, clérigos y consagrados – a través de distintas plataformas de participación virtual. La Asamblea responde a una necesidad pastoral como lo es la evaluación del camino recorrido desde la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, realizada en Aparecida en el año 2007, y la proyección de un eco pastoral de largo aliento. El papa Francisco ha querido que, en lugar de convocar una nueva Conferencia de todos los obispos de este continente, luego de casi 15 años de Aparecida, se haga una valoración de lo logrado hasta el momento y un relanzamiento de muchos temas que aún están en etapa de desarrollo. Además, se busca concretar objetivos de orden pastoral para la vivencia de la fe en una espiritualidad de comunión que promueva discípulos misioneros en la Iglesia con miras a dos grandes Jubileos: una especie de plan pastoral a nivel continental con el ánimo de celebrar dentro de una década los 500 años de las Apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe (1531-2031), Emperatriz de América y Estrella de la Evangelización de este continente, y el Jubileo de la Redención, dentro de doce años, con motivo de los Dos Milenios del evento fundante y trascendental de la Muerte y Resurrección de Cristo (33-2033). Los obispos de nuestro continente, a través de la coordinación del CELAM, han trazado algunos objetivos fundamentales como, por ejemplo, lograr que esta Asamblea, la primera de este tipo, sea un “evento eclesial en clave sinodal y no solo episcopal con una metodología representativa, inclusiva y participativa”. Ya aquí nos encontramos con una valiosa interpretación concreta de lo que el Magisterio Pontificio de Fran-

Asamblea Eclesial: un nuevo paso en el Itinerario Espiritual

cisco ha querido transmitirnos cuando se refiere a la sinodalidad como “caminar juntos”: obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seglares y en general todos los que hacemos parte de la Iglesia en América Latina y el Caribe: desde los pequeños monaguillos y los catequistas hasta los señores cardenales, pasando por clérigos y laicos instituidos en ministerios. Para lograr que las voces del Pueblo de Dios lleguen a la Asamblea Eclesial “de Guadalupe” el CELAM ha dispuesto una página de internet para animar la participación de todos: www. asambleaeclesial.lat; en ella, pueden participar de distintas maneras en lo que se ha llamado el “proceso de escucha”, basta con inscribirse en la pestaña “Escucha” con su correo electrónico y responder algunas preguntas

muy básicas; y aunque se había proyectado que este proceso se cerraría en el mes de julio ahora recibimos la buena noticia de que se ha ampliado el plazo hasta el 30 de agosto de 2021. Todos los agentes de pastoral debemos motivarnos para que este ejercicio de sinodalidad sea aprovechado al máximo: en cada parroquia, movimiento y realidad eclesial de nuestro continente debería haber, por lo menos, una persona inscrita en el portal para que, por ejemplo, responda la encuesta personal o motive en su contexto la participación de otros en la encuesta grupal o comunitaria; estas encuestas traen preguntas muy valiosas para descubrir y entender los ejes temáticos sobre los que gira o debería girar nuestra pastoral. Pienso que incluso el párroco o sacerdote que quisiera

realizar un plan pastoral para su entorno podría inspirarse en esta metodología; también, en segundo lugar, los inscritos pueden participar activamente en los foros para los temas propuestos por el “documento para el camino”, que se puede leer y descargar en pdf en la misma página, o en foros propuestos por algunos participantes e, incluso, proponer otros foros temáticos de acuerdo a las inquietudes e intereses pastorales de su entorno. La idea es que las síntesis de las encuestas y de los foros hagan parte de la Asamblea Eclesial y que la voz de todos los miembros de la Iglesia sea un vivo ejemplo de corresponsabilidad y de participación sinodal. Participar en estos procesos de escucha nos ayuda a entender y apreciar la universalidad de la Iglesia, a sentirnos partícipes de los destinos de nuestras comunidades eclesiales a través de una “relectura agradecida de Aparecida para gestionar el futuro” de modo que se puedan relanzar los grandes temas propuestos por esta Conferencia Episcopal y que aún tienen vigencia. Con mirada esperanzadora podríamos aprovechar esta Asamblea Eclesial para avizorar un nuevo ardor evangelizador en el contexto de la pandemia de covid-19; aunque todavía la pandemia acompaña el caminar de nuestra historia, sin embargo, desde ahora, debemos planear proyectos misioneros y evangelizadores que derriben nuestro letargo y nos pongan nuevamente en sintonía de salida mientras la humanidad supera esta dura crisis sanitaria. Animémonos a participar, seamos Iglesia sinodal y corresponsable.


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Actualidad

Santiago de Cali, Septiembre de 2021

Pastoral Penitenciaria Fiesta Nuestra Señora de las Mercedes

FALLECIMIENTOS

SEPTIEMBRE

Pbro. Rafael Jairo Calle Orozco Monseñor Anuar Ilian Botero Pbro. Juan Salvadó Góma Pbro. Samuel Hurtado Duque Pbro. Francisco Fernely Alvarado Pava

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En el marco de las festividades del mes de septiembre, no solo hemos de celebrar el valor de la amistad como fiesta civil – comercial; sino que, con especial gozo encarnamos y vivimos el mes de la Sagrada Escritura y la veneración de la Bienaventurada Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de las Mercedes, patrona de nuestros hermanos privados de su libertad, sus familias, el cuerpo administrativo y por su puesto de custodia y vigilancia de los Centros de Reclusión. Es menester evocar las palabras de nuestro padre y pastor, Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, cuando nos recuerda que para servir a Dios no es necesaria tanta disertación sino acciones concretas: “No se trata de emplear muchas palabras, ni de hacer grandes obras que a veces nos desbordan sino de comprometernos concretamente con la vida, con nuestro tiempo, movidos por la caridad divina y el ejemplo de María como mujer de la escucha y de la acogida”. Ver el rostro misericordioso de Dios en medio de la soledad de la prisión, debe mover el corazón de todas las comunidades cristianas, hoy la sociedad necesita sensibilizarse ante el dolor y las desgracias del otro, fácilmente podemos dar un rodeo como el sacerdote y el levita del evangelio de Lucas o esforzadamente podemos prestar nuestras manos para ser el instrumento del Dios que cura, libera y salva, como el buen samaritano (Lc. 10, 25-37). “Estuve en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt, 25, 36) es una tarea y realidad humana a la que todos estamos llamados como fieles laicos, capellanes, sacerdotes, empresarios y personas de buen corazón, más allá de fines altruistas o simple filantropía, es por ello que como Pastoral Penitenciaria promovemos insistentemente el mirar a los encarcelados como hermanos y no como seres sin rostro y dignidad. Por ello adelantamos acciones que permitan en lo sencillo de ellas, tender la mano al pobre, a este pobre encarcelado que la sociedad ha relegado en la prisión de su alma, más que la estructura física de Villahermosa, Jamundí, una estación de Policía o la mal llamada cárcel de menores (Centros de Formación Juvenil). Atención psicosocial, espiritual y procesos pedagógicos encuentran bajo nuestra dirección y equipo de trabajo, actividades vinculantes del voluntariado como un pulguero pretenden ganar la bondad de los corazones que nos escuchan, leen y acompañan con su oración. Sea este mes, no solo propicio para valorar el amor y la amistad; sino para escudriñar la Palabra de Dios y vivirla a la luz del hermano necesitado, el hermano privado de su libertad y su familia prisionera junto a su condena. Que el amor de Dios en la ternura de una mujer, la mujer de la merced como diría nuestro arzobispo, interceda por Nosotros. Pastoral Penitenciaria Pbro. Carlos Alberto Usma Giraldo Delegado Arzobispal para Pastoral Penitenciaria 3184261226 delegadopastoralpenitenciaria@gmail.com Fundación Dignidad y Amor “Dignificando la vida de nuestros hermanos privados de su libertad” NIT: 805015682 Donaciones para apoyar la Pastoral Penitenciaria Cuenta de Ahorros Bancolombia: 812-000029-79


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