La voz 13 de abril 2014

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S eman ari o d e I n fo rmaci ó n y F o rmaci ó n Cató l i ca Domingo 13 Abril 2014

Año Nº 1537

Editor: CODIPACS

Homilía del Papa Francisco en Domingo de Ramos

TIEMPOS DE ESPERANZA “En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso –¿Qué estáis

dispuestos a darme, si os lo entrego? Ellos se ajustaron con él en treinta monedas y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo. El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua? Él contestó –Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: “El

SANTO SABÁS REYES SALAZAR Pág. 10

El padre Sabás fue fusilado en el cementerio de Tototlán, Jalisco, el 13 de abril de 1927. Tenía 44 años de edad y 16 de sacerdote. Había nacido el 5 de diciembre de 1883 en Cocula,

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Donativo: $ 5.00

REFLEXIONES DE SEMANA SANTA

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Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos; los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua; al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo –Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar. Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: ¿Soy yo acaso, Señor? Él respondió:

Jalisco. Sus padres eran Norberto Reyes y Francisca Salazar. No eran gente acomodada. Todo lo contrario, su familia pasaba verdaderamente por muchas estrecheces económicas. Por ello el muchacho Sabás tuvo que empezar a ganarse el pan muy pronto. La extremada pobreza de sus padres lo obligaba a ello. Desde niño trabajó

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de papelerito voceador de periódicos en Guadalajara. Pero nuestro Señor Jesucristo lo tenía destinado para ser vocero de su Evangelio. Se le abrieron así las puertas del seminario de Guadalajara. 3URQWR ODV GL¿FXOWDGHV VH GLHURQ FLWD HQ la vida del joven seminarista. Sabás no sobresalía por sus dotes intelectuales.

EL TRIUNFO DEL AMOR

TIPOS DE TEMPERAMENTO Pág. 8

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LA VOZ

LA VOZ DEL PASTOR

VATICANO, (ACI).

DIRE DI RECTORIO Fundador: Mons. Carlos Talavera RamĂ­rez (+)

Presidente: Mons. Rutilo MuĂąoz Zamora

Director y Editor: P. LĂĄzaro de JesĂşs Caraveo Carrera 'LVHxR *UDÂżFR Jaime A. PĂŠrez HernĂĄndez \ -RVHÂżQD 0XxR] $OYDUH]

Suplemento LitĂşrgico -RVHÂżQD 0XxR] $OYDUH] RedacciĂłn: -RVHÂżQD 0XxR] $OYDUH]

Corresponsales: Javier Vidal, Jair Negrete, Gabriela Montalvo, Diana Montalvo, -RVHÂżQD 0XxR] $OYDUH] XpresiĂłn juvenil.

1. Jesús entra en JerusalÊn. La muchedumbre de los discípulos lo acompaùan festivamente, se extienden los mantos ante Êl, se habla de los prodigios que ha hecho, se eleva un grito de alabanza: ¥Bendito el que viene como rey, en nombre del Seùor! Paz en el cielo y gloria en lo alto (Lc 19,38). *HQWtR ¿HVWD DODEDQ]D EHQ dición, paz. Se respira un clima de alegría. Jesús ha despertado en el corazón tantas esperanzas, sobre todo entre la gente humilde, simple, pobre, olvidada, esa que no cuenta a los ojos del mundo. Él ha sabido comprender las miserias humanas, ha mostrado el rostro de misericordia de Dios y se ha inclinado para curar el cuerpo y el alma. Este es Jesús. Este es su corazón atento a todos nosotros, que ve nuestras debilidades, nuestros pecados. El amor de Jesús es grande. Y, así, entra en JerusalÊn con este amor, y nos mira a todos nosotros.

DistribuciĂłn: Codipacs

Es una bella escena, llena de luz – la luz del amor de Jesús, de su corazón –, de alegría, de ¿HVWD

AdministraciĂłn: P. LĂĄzaro de JesĂşs Caraveo Carrera.

Al comienzo de la Misa, tambiĂŠn nosotros la hemos repetido. Hemos agitado nuestras palmas.

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TambiĂŠn nosotros hemos acogido al SeĂąor; tambiĂŠn nosotros hemos expresado la alegrĂ­a de acompaĂąarlo, de saber que nos es cercano, presente en nosotros y en medio de nosotros como un amigo, como un hermano, tambiĂŠn como rey, es decir, como faro luminoso de nuestra vida. JesĂşs es Dios, pero se ha abajado a caminar con nosotros. Es nuestro amigo, nuestro - hermano. El que nos ilumina en nuestro camino. Y asĂ­ lo hemos acogido hoy. Y esta es la primera palabra que quisiera deciros: alegrĂ­a. No seĂĄis nunca hombres y mujeres tristes: un cristiano jamĂĄs puede serlo.

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

Nunca os dejÊis vencer por el desånimo. Nuestra alegría no es algo que nace de tener tantas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús; que estå entre nosotros; nace del saber que, con Êl, nunca estamos solos, incluso en los momentos difíciles, aun cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obståculos que parecen insuperables, y ¥hay tantos! Y en este momento viene el enemigo, viene el diablo, tantas veces disfrazado de ångel, e insidiosamente nos dice su palabra. No le escuchÊis. Sigamos a Jesús. Nosotros acompaùamos, seguimos a Jesús, pero sobre todo sabemos que Êl nos - acompaùa y nos carga sobre sus hombros: en esto reside nuestra alegría, la esperanza que hemos de lle-var en este mundo nuestro. Y, por favor, no os dejÊis robar la esperanza, no dejÊis robar la esperanza. Esa que nos da Jesús. 2. Segunda palabra: ¿Por quÊ Jesús entra en JerusalÊn? O, tal vez mejor, ¿cómo entra Jesús en JerusalÊn? La multitud lo aclama como rey. Y Êl no se opone, no la hace callar (cf. Lc 19,39-40). Pero, ¿quÊ tipo de rey es Jesús? MirÊmoslo: montado en un pollino, no tiene una corte que lo sigue, no estå rodeado por un ejÊrcito, símbolo de fuerza. Quien lo acoge es gente humilde, sencilla, que tiene el sentido de ver en Jesús algo mås; tiene ese sentido de la fe, que dice: Éste es el Salvador. Jesús no entra en la Ciudad Santa para recibir los honores reservados a los reyes de la tierra, a quien tiene poder, a quien domina; entra para ser azotado, insultado y ultrajado, entra para recibir una corona de espinas, una caùa, un manto de púrpura: su realeza serå objeto de burla; entra para subir al Calvario cargando un madero. Y, entonces, he aquí la segunda palabra: cruz. Jesús entra en JerusalÊn para morir en la

cruz. Y es precisamente aquĂ­ donde resplandece su ser rey segĂşn Dios: su trono regio es el madero de la cruz. Pienso en lo que decĂ­a Benedicto XVI a los Cardenales: Vosotros sois prĂ­ncipes, pero de un rey FUXFLÂżFDGR

ramos de olivo; os imagino mientras aclamĂĄis su nombre y expresĂĄis la alegrĂ­a de estar con ĂŠl.

Vosotros tenÊis una parte importante en la celebración de la fe. Nos traÊis la alegría de la fe y nos decís que tenemos que Ese es trono de Jesús. Jesús vivir la fe con un corazón joven, toma sobre sí... ¿Por quÊ la siempre: un corazón joven incruz? Porque Jesús toma so- cluso a los setenta, ochenta bre sí el mal, la suciedad, el aùos. Corazón joven. Con Crispecado del mundo, tambiÊn el to el corazón nunca envejece. nuestro, el de todos nosotros, Pero todos sabemos, y voy lo lava, lo lava con su sangre, sotros lo sabÊis bien, que el con la misericordia, con el Rey a quien seguimos y nos acompaùa es un Rey muy amor de Dios. especial: es un Rey que ama Miremos a nuestro alrededor: hasta la cruz y que nos enseùa £FXiQWDV KHULGDV LQÀLJH HO PDO a servir, a amar. a la humanidad! Guerras, vioOHQFLDV FRQÀLFWRV HFRQyPLFRV Y vosotros no os avergonzåis que se abaten sobre los mås de su cruz. Mås aún, la abrazåis dÊbiles, la sed de dinero, que porque habÊis comprendido nadie puede llevårselo consi- que la verdadera alegría estå en el don de sí mismo, en el don go, lo debe dejar. de sí, en salir de uno mismo, y Mi abuela nos decía a los niùos: en que Êl ha triunfado sobre el El sudario no tiene bolsillos. mal con el amor de Dios. Amor al dinero, al poder, la corrupción, las divisiones, los Llevåis la cruz peregrina a tracrímenes contra la vida huma- vÊs de todos los continentes, na y contra la creación. Y tam- por las vías del mundo. La llebiÊn –cada uno lo sabe y lo våis para decir a todos que, conoce– nuestros pecados en la cruz, Jesús ha derribado personales: las faltas de amor el muro de la enemistad, que y de respeto a Dios, al prójimo separa a los hombres y a los pueblos, y ha traído la reconciy a toda la creación. liación y la paz. Y Jesús en la cruz siente todo el peso del mal, y con la fuerza Los jóvenes deben decir al del amor de Dios lo vence, lo mundo: Es bueno seguir a Jederrota en su resurrección. sús; es bueno ir con Jesús; es Este es el bien que Jesús bueno el mensaje de Jesús; nos hace a todos en el trono es bueno salir de uno mismo, de la cruz. La cruz de Cristo, a las periferias del mundo y abrazada con amor, nunca de la existencia, para llevar a conduce a la tristeza, sino a la Jesús. Tres palabras: alegría, alegría, a la alegría de ser sal- cruz, jóvenes. vados y de hacer un poquito eso que ha hecho Êl aquel día Pidamos la intercesión de la Virgen María. Ella nos ensede su muerte. ùa el gozo del encuentro con 3. Desde hace 29 aùos, el Cristo, el amor con el que deDomingo de Ramos es la Jor- bemos mirarlo al pie de la cruz, nada de la Juventud. Y esta es el entusiasmo del corazón jola tercera palabra: jóvenes. ven con el que hemos de seguirlo en esta Semana Santa y Queridos jóvenes, os he visto durante toda nuestra vida. Que en la procesión cuando entra- así sea. EDLV RV LPDJLQR KDFLHQGR ¿HV ta en torno a Jesús, agitando


LA VOZ

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

ÂŤEl que ha mojado en la misma fuente que yo, ĂŠse me va a entregar. El Hijo del hombre se va, como estĂĄ escrito de ĂŠl; pero, ÂĄAy del que va a entregar al Hijo del hombre!; mĂĄs le valdrĂ­a no haber nacido, entonces preguntĂł Judas, el que lo iba a entregar: ÂżSoy yo acaso, Maestro?, Él respondiĂł –TĂş lo has dicho. Durante la cena, JesĂşs cogiĂł pan, pronunciĂł la bendiciĂłn, lo partiĂł y lo dio a sus discĂ­pulos, diciendo –Tomad, comed: esto es mi cuerpo y cogiendo una copa, pronunciĂł la acciĂłn de gracias y se la dio diciendo –Bebed todos; porque ĂŠsta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos para el perdĂłn de los pecados. Y os digo que no beberĂŠ mĂĄs del fruto de la vid, hasta el dĂ­a que beba con vosotros el vino nuevo en el reino de mi Padre; cantaron el salmo y salieron para el monte de los Olivos, entonces JesĂşs les dijo –esta noche vais a caer todos por mi causa, porque estĂĄ escrito: “HerirĂŠ al pastor, y se dispersarĂĄn las ovejas del rebaĂąo.â€? Pero cuando resucite, irĂŠ antes que vosotros a Galilea.Âť Pedro replicĂł: ÂŤAunque todos caigan por tu causa, yo jamĂĄs caerĂŠ.Âť JesĂşs le dijo –Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante, me negarĂĄs tres veces. Pedro le replicĂł –Aunque tenga que morir contigo, no te negarĂŠ. Y lo mismo decĂ­an los demĂĄs discĂ­pulos; Entonces JesĂşs fue con ellos a un huerto, llamado GetsemanĂ­, y les dijo –Sentaos aquĂ­, mientras voy allĂĄ a orar y llevĂĄndose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezĂł a entristecerse y a angustiarse, entonces dijo –Me muero de tristeza: quedaos aquĂ­ y velad conmigo. Y, adelantĂĄndose un poco, cayĂł rostro en tierra y oraba diciendo – Padre mĂ­o, si es posible, que pase y se aleje de mĂ­ ese cĂĄliz, pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tĂş quieres. Y se acercĂł a los discĂ­pulos y los encontrĂł dormidos. Dijo a Pedro –¿No habĂŠis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en la tentaciĂłn, pues el espĂ­ritu es decidido, pero la carne es dĂŠbil. De nuevo se apartĂł por segunda vez y oraba diciendo –Padre mĂ­o, si este cĂĄliz no puede pasar sin que yo lo beba, hĂĄgase tu voluntad. Y, viniendo otra vez, los encontrĂł dormidos, porque tenĂ­an los ojos cargados. DejĂĄndolos de nuevo, por tercera vez oraba, repitiendo las mismas palabras. Luego se acercĂł a sus discĂ­pulos y les dijo –ya podĂŠis dormir y descansar. Mirad, estĂĄ cerca la hora, y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ÂĄLevantaos, vamos! Ya estĂĄ cerca el que me entrega; todavĂ­a estaba hablando, cuando apareciĂł Judas, uno de los Doce, acompaĂąado de un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. El traidor les habĂ­a dado esta contraseĂąa –Al que yo bese, ĂŠse es; detenedlo, despuĂŠs se acercĂł a JesĂşs y le dijo –Salve Maestro! Y lo besĂł. Pero JesĂşs le contestĂł: ÂŤAmigo, Âża quĂŠ vienes?Âť Entonces se acercaron a JesĂşs y le echaron mano para detenerlo; uno de los que estaban con ĂŠl agarrĂł la espada, la desenvainĂł y de un tajo le cortĂł la oreja al criado del sumo sacerdote, JesĂşs le dijo –Envaina la espada, quien usa espada, a espada morirĂĄ. ÂżPiensas tĂş que no puedo acudir a mi Padre? Él me mandarĂ­a en seguida mĂĄs de doce legiones de ĂĄngeles. Pero entonces no se cumplirĂ­a la Escritura, que dice que esto tiene que pasar; entonces dijo JesĂşs a la gente –¿HabĂŠis salido a prenderme con espadas y palos, como a un bandido? A diario me sentaba en el templo a enseĂąar y, sin embargo, no me detuvisteis. Todo esto ocurriĂł para que se cumpliera lo que escribieron los profetas;

Tiempos de Esperanza

TIEMPOS DE ESPERANZA

MarĂ­a Guadalupe Salgado Gama

Lectura del Evangelio de JesĂşs segĂşn Mateo 26, 14-27 y 66 en aquel momento todos los discĂ­pulos lo abandonaron y huyeron. Los que detuvieron a JesĂşs lo llevaron a casa de CaifĂĄs, el sumo sacerdote, donde se habĂ­an reunido los escribas y los ancianos. Pedro lo seguĂ­a de lejos, hasta el palacio del sumo sacerdote, y, entrando, se sentĂł con los criados para ver en quĂŠ paraba aquello, los sumos sacerdotes y el sanedrĂ­n en pleno buscaban un falso testimonio contra JesĂşs para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecĂ­an, ÂżQDOPHQWH FRPSDUHFLHURQ GRV TXH GL jeron –Éste ha dicho: “Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres dĂ­as. El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo –¿No tienes nada que responder? ÂżQuĂŠ son estos cargos que levantan contra ti? pero JesĂşs callaba y el sumo sacerdote le dijo –Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tĂş eres el MesĂ­as, el Hijo de Dios. JesĂşs le respondiĂł –TĂş lo has dicho, mĂĄs aĂşn, yo os digo –Desde ahora verĂŠis que el Hijo del hombre estĂĄ sentado a la derecha del Todopoderoso y que viene sobre las nubes del cielo; entonces el sumo sacerdote rasgĂł sus vestiduras, diciendo – Ha blasfemado, ÂżQuĂŠ necesidad tenemos ya de testigos? AcabĂĄis de oĂ­r la blasfemia. ÂżQuĂŠ decidĂ­s? Y ellos contestaron –Es reo de muerte; entonces le escupieron a la cara y lo abofetearon; otros lo golpearon, diciendo –Haz de profeta, MesĂ­as; ÂżQuiĂŠn te ha pegado? Pedro estaba sentado fuera en el patio, y se le acercĂł una criada y le dijo –TambiĂŠn tĂş andabas con JesĂşs el Galileo, ĂŠl lo negĂł delante de todos, diciendo –No sĂŠ quĂŠ quieres decir y al salir al portal, lo vio otra y dijo a los que estaban allĂ­ –Éste andaba con JesĂşs el Nazareno. Otra vez negĂł ĂŠl con juramento –No conozco a ese hombre, poco despuĂŠs se acercaron los que estaban allĂ­ y dijeron a Pedro – Seguro, tĂş tambiĂŠn eres de ellos, te delata tu acento, entonces ĂŠl se puso a echar maldiciones y a jurar, diciendo –No conozco a ese hombre y en seguida cantĂł un gallo. Pedro se acordĂł de aquellas palabras de JesĂşs: ÂŤAntes de que cante el gallo, me negarĂĄs tres veces.Âť Y, saliendo afuera, llorĂł amargamente. Al hacerse de dĂ­a, todos los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron para preparar la condena a muerte de JesĂşs. Y, atĂĄndolo, lo llevaron y lo entregaron a Pilato, el gobernador. Entonces Judas, el traidor, al ver que habĂ­an condenado a JesĂşs, sintiĂł remordimiento y devolviĂł las treinta monedas de plata a los sumos sacerdotes y ancianos, diciendo –He pecado, he entregado a la muerte a un inocente, pero ellos dijeron –A nosotros ÂżQuĂŠ? ÂĄAllĂĄ tĂş! Él, arrojando las monedas en el templo, se marchĂł; y fue y se ahorcĂł. Los sumos sacerdotes, recogiendo las monedas, dijeron ÂŤNo es lĂ­cito echarlas en el arca de las ofrendas, porque son precio de sangre.Âť Y, despuĂŠs de discutirlo, compraron con ellas el Campo del Alfarero para cementerio de forasteros. Por eso aquel campo se llama todavĂ­a ÂŤCampo de SangreÂť. AsĂ­ se cumpliĂł lo escrito por JeremĂ­as, el profeta: ÂŤY tomaron las treinta monedas de plata, el precio de uno que fue tasado,

segĂşn la tasa de los hijos de Israel, y pagaron con ellas el Campo del Alfarero, como me lo habĂ­a ordenado el SeĂąor.Âť JesĂşs fue llevado ante el gobernador, y el gobernador le preguntĂł: ÂżEres tĂş el rey de los judĂ­os? JesĂşs respondiĂł: ÂŤTĂş lo dices.Âť Y, mientras lo acusaban los sumos sacerdotes y los ancianos, no contestaba nada. Entonces Pilato le preguntĂł: ÂŤÂżNo oyes cuĂĄntos cargos presentan contra ti?Âť Como no contestaba a ninguna pregunta, el gobernador estaba muy H[WUDxDGR SRU OD ÂżHVWD HO JREHUQDGRU solĂ­a soltar un preso, el que la gente quisiera; habĂ­a entonces un preso famoso, llamado BarrabĂĄs. Cuando la gente acudiĂł, les dijo Pilato: ÂŤÂżA quiĂŠn querĂŠis que os suelte, a BarrabĂĄs o a JesĂşs, a quien llaman el MesĂ­as?Âť pues sabĂ­a que se lo habĂ­an entregado por envidia. Y, mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer le mandĂł a decir: ÂŤNo te metas con ese justo, porque esta noche he sufrido mucho soĂąando con ĂŠl.Âť pero los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran el indulto de BarrabĂĄs y la muerte de JesĂşs. El gobernador preguntĂł: ÂżA cuĂĄl de los dos querĂŠis que os suelte? Ellos dijeron: A BarrabĂĄs. Pilato les preguntĂł: ÂżY quĂŠ hago con JesĂşs, llamado el MesĂ­as? &RQWHVWDURQ WRGRV 4XH OR FUXFLÂżTXHQ Pilato insistiĂł: Pues, ÂżquĂŠ mal ha hecho? Pero ellos gritaban mĂĄs fuerte: ÂĄQue lo FUXFLÂżTXHQ $O YHU 3LODWR TXH WRGR HUD LQ~WLO y que, al contrario, se estaba formando un tumulto, tomĂł agua y se lavĂł las manos en presencia de la multitud, diciendo: Soy inocente de esta sangre. ÂĄAllĂĄ vosotros! Y el pueblo entero contestĂł: ÂĄSu sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Entonces les soltĂł a BarrabĂĄs; y a JesĂşs, despuĂŠs de azotarlo, lo entregĂł SDUD TXH OR FUXFLÂżFDUDQ /RV VROGDGRV GHO gobernador se llevaron a JesĂşs al pretorio y reunieron alrededor de ĂŠl a toda la compaùía; lo desnudaron y le pusieron un manto de color pĂşrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciĂąeron a la cabeza y le pusieron una caĂąa en la mano derecha. Y, doblando ante ĂŠl la rodilla, se burlaban de ĂŠl, diciendo: ÂĄSalve, rey de los judĂ­os! Luego le escupĂ­an, le quitaban la caĂąa y le golpeaban con ella la cabeza. Y, terminada la burla, le quitaron el manto, le SXVLHURQ VX URSD \ OR OOHYDURQ D FUXFLÂżFDU Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado SimĂłn, y lo forzaron a que llevara la cruz. Cuando llegaron al lugar llamado GĂłlgota (que quiere decir: ÂŤLa CalaveraÂť), le dieron a beber vino mezclado con hiel; ĂŠl lo probĂł, pero no TXLVR EHEHUOR 'HVSXpV GH FUXFLÂżFDUOR VH repartieron su ropa, echĂĄndola a suertes, y luego se sentaron a custodiarlo. Encima de su cabeza colocaron un letrero con la acusaciĂłn: Éste es JesĂşs, el rey de ORV MXGtRV ÂŞ &UXFLÂżFDURQ FRQ pO D GRV bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban lo injuriaban y decĂ­an, meneando la cabeza: TĂş que destruĂ­as el templo y lo reconstruĂ­as en tres dĂ­as, sĂĄlvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz. Los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban tambiĂŠn, diciendo: ÂŤA otros ha salvado, y ĂŠl no se puede salvar. ÂżNo es el rey de Israel? Que baje ahora de OD FUX] \ OH FUHHUHPRV ¢1R KD FRQÂżDGR en Dios? Si tanto lo quiere Dios, que lo libre ahora. ÂżNo decĂ­a que era Hijo de

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Dios?Âť Hasta los bandidos que estaban FUXFLÂżFDGRV FRQ pO OR LQVXOWDEDQ 'HVGH HO mediodĂ­a hasta la media tarde, vinieron tinieblas sobre toda aquella regiĂłn. A media tarde, JesĂşs gritĂł: ÂŤElĂ­, ElĂ­, lamĂĄ sabaktanĂ­.Âť (Es decir: Dios mĂ­o, Dios mĂ­o, Âżpor quĂŠ me has abandonado?) Al oĂ­rlo, algunos de los que estaban por allĂ­ dijeron: ÂŤA ElĂ­as llama ĂŠste.Âť Uno de ellos fue corriendo; en seguida, cogiĂł una esponja empapada en vinagre y, sujetĂĄndola en una caĂąa, le dio a beber. Los demĂĄs decĂ­an: DĂŠjalo, a ver si viene ElĂ­as a salvarlo. JesĂşs dio otro grito fuerte y exhalĂł el espĂ­ritu. Entonces, el velo del templo se rasgĂł en dos, de arriba abajo; la tierra temblĂł, las rocas se rajaron. Las tumbas se abrieron, y muchos cuerpos de santos que habĂ­an muerto resucitaron. DespuĂŠs que ĂŠl resucitĂł, salieron de las tumbas, entraron en la Ciudad santa y se aparecieron a muchos. El centuriĂłn y sus hombres, que custodiaban a JesĂşs, el ver el terremoto y lo que pasaba, dijeron aterrorizados: ÂŤRealmente ĂŠste era Hijo de Dios.Âť HabĂ­a allĂ­ muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habĂ­an seguido a JesĂşs desde Galilea para atenderlo; entre ellas, MarĂ­a Magdalena y MarĂ­a, la madre de Santiago y JosĂŠ, y la madre de los Zebedeos. Al anochecer, llegĂł un hombre rico de Arimatea, llamado JosĂŠ, que era tambiĂŠn discĂ­pulo de JesĂşs. Éste acudiĂł a Pilato a pedirle el cuerpo de JesĂşs. Y Pilato mandĂł que se lo entregaran. JosĂŠ, tomando el cuerpo de JesĂşs, lo envolviĂł en una sĂĄbana limpia, lo puso en el sepulcro nuevo que se habĂ­a excavado en una roca, rodĂł una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchĂł. MarĂ­a Magdalena y la otra MarĂ­a se quedaron allĂ­, sentadas enfrente del sepulcro. A la maĂąana siguiente, pasado el dĂ­a de la PreparaciĂłn, acudieron en grupo los sumos sacerdotes y los fariseos a Pilato y le dijeron: ÂŤSeĂąor, nos hemos acordado que aquel impostor, estando en vida, anunciĂł: “A los tres dĂ­as resucitarĂŠ.â€? Por eso, da orden de que vigilen el sepulcro hasta el tercer dĂ­a, no sea que vayan sus discĂ­pulos, roben el cuerpo y digan al pueblo: “Ha resucitado de entre los muertos.â€? La Ăşltima impostura serĂ­a peor que la primera.Âť Pilato contestĂł: ÂŤAhĂ­ tenĂŠis la guardia. Id vosotros y asegurad la vigilancia como sabĂŠis.Âť Ellos fueron, sellaron la piedra y con la guardia aseguraron la vigilancia del sepulcro. Benditos hermanos: En la pasiĂłn de Cristo descubrimos muchos aspectos importantes para vivir nuestra Fe y crecer en nuestra espiritualidad; Él nos enseùó lo necesario de la oraciĂłn y el ayuno como fuerza vital para cumplir su proyecto de vida y de salvaciĂłn; la persecuciĂłn de que fue y sigue siendo objeto, es a consecuencia de que Él, a travĂŠs de cada una de sus palabras y de sus obras, puso al descubierto la verdad absoluta sobre la rectitud, la justicia, la compasiĂłn y el amor que todo lo soporta, que todo lo perdona y todo lo disculpa, por eso, JesĂşs nos mostrĂł, enfĂĄticamente, ese rostro expuesto al amigo y al enemigo; el perdĂłn como consecuencia lĂłgica de quien ama como Él lo hizo y sigue amĂĄndonos; podemos mirar rostros disĂ­mbolos de temor como el de las mujeres de JerusalĂŠn quienes de lejos miraban, otros llenos de rabia que vociferaban pidiendo muerte inclemente para el pastor de almas que vino a los suyos y no lo recibieron; voces infamantes pidiendo sangre y muerte, sin importar que esa sangre bendita cayera sobre ellos y sus hijos porque asĂ­ lo pidieron a Pilatos, quien, incapaz de asumir una posiciĂłn YDOLHQWH GHIHQGLHQGR D -HV~V SUHÂżULy lavarse las manos y de esa manera quedar bien con los sacerdotes JudĂ­os


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LA VOZ

TIEMPOS DE ESPERANZA

quienes tenĂ­an el poder polĂ­tico-religioso sobre el pueblo; observar detenida y profundamente a MarĂ­a, madre del dolor y la misericordia, mirarla en aquĂŠl lĂşminico y punzante dolor que atravesĂł su alma y rompiĂł su corazĂłn, cuando esos benditos ojos, se encontraron con los de su niĂąo hecho hombre y varĂłn de dolores; compartir con ella su callado silencio sĂłlo roto por un corazĂłn desbocado en sus latidos sufrientes, adivinar acaso el murmullo de amor corriendo por sus venas y con un beso profundo decirle: Madre, perdĂłname, yo tambiĂŠn lo he cruFLÂżFDGR 'HWHQHUQRV HQ DTXpO 6LPyQ HO de Cirene, que pasaba ‘por casualidad’ y por esa bendita casualidad, de repente es llamado, casi obligado a encontrarse con la Cruz de Cristo; a SimĂłn, la Cruz HPSH]y D VLJQLÂżFDUOH PRWLYR GH VDOYD ciĂłn, cuando oyĂł decir a JesĂşs “PerdĂłnalos Padre, porque no saben lo que hacenâ€? empezĂł a comprender que la Cruz, es motivo de conversiĂłn cuando su corazĂłn se estrujĂł apretando el dolor del propio Cristo y su mente, al principio desconcertada y confusa, empieza a entender que la cruz de la vida sin Cristo es estĂŠril y con Cristo, es transformaciĂłn vital de un nuevo tiempo; Mirar la femenina valentĂ­a de VerĂłnica, la mujer sencilla de aquĂŠl pueblo, quien decidida, rompiĂł Hoy la Iglesia entera conmemora el Domingo de Ramos, que constituye la puerta de la Semana Santa. La entrada triunfal de JesĂşs en JerusalĂŠn marca, en FLHUWR VHQWLGR HO ÂżQ GH OR TXH -HUXVDOpQ representaba para el antiguo testamento, y seĂąala el principio de la plena realizaciĂłn de la nueva JerusalĂŠn. Desde este momento Jesucristo insistirĂĄ sobre la destrucciĂłn de la JerusalĂŠn terrenal, hablarĂĄ de su juicio, de la que ha de ser la JerusalĂŠn futura. De ella nacerĂĄ la Iglesia, ciudad espiritual que se extenderĂĄ por todo el mundo cual signo universal de la redenciĂłn futura. A lo largo de la historia de la Iglesia, la celebraciĂłn de este domingo tuvo connotaciones diferentes. Desde el Siglo V y hasta el siglo X, en Roma, tuvo como tema central a la PasiĂłn del SeĂąor. En JerusalĂŠn en cambio se celebraba el Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de JesĂşs, y dando preponderancia a la procesiĂłn con la bendiciĂłn de los ramos. Actualmente ya no existen dos celebraciones separadas. Es verdad que existen la procesiĂłn y la misa pero son dos elementos de un todo. De hecho, ni la proFHVLyQ WLHQH XQ ÂżQDO QL OD PLVD WLHQH XQ principio, pues la procesiĂłn desemboca en la misa, y esta no tiene un rito de entrada distintivo de la procesiĂłn. Se han integrado asĂ­ dos tradiciones: la de JerusalĂŠn y la de Roma Por eso, la celebraciĂłn de este domingo comienza con el rito de la bendiciĂłn de los ramos. Sigue la lectura del Evangelio que relata la entrada de Cristo en la Ciudad Santa, y termina con la procesiĂłn o OD HQWUDGD VROHPQH 6H KD VLPSOLÂżFDGR la bendiciĂłn de los ramos, y se ha dado mucho mĂĄs realce a la procesiĂłn, ponienGR GH PDQLÂżHVWR TXH QR VH WUDWD WDQWR del simbolismo de las palmas, cuanto de rendir homenaje a Cristo, MesĂ­as - Rey, imitando a quienes lo aclamaron como Redentor de la humanidad.

HO FHUFy \ GHVDÂżDQGR D VROGDGRV \ D una turba violenta, con terneza tan pura, compasivamente limpiando el rostro del amado maestro, mitiga cansancio, dolor y silencio y pensar en lo que ella sintiĂł cuando su JesĂşs con sus ojos de mirar de cielo, la envolviĂł en su “graciasâ€? y con esa mirada, le llenĂł vacĂ­os, temores y miedos; sentir el contraste del arrepentimiento entre el dolor de Pedro quien amargamente llorĂł su yerro y un triste Judas quien incapaz de creer en la misericordia de Dios, suprimiĂł su vida, no pidiĂł perdĂłn, no llorĂł ni esperĂł del cielo y Juan, el joven discĂ­pulo, el amado del divino maestro, quien se volviĂł de MarĂ­a VRVWpQ \ FRQVXHOR HO TXH FRQ ÂżGHOLGDG acompaùó a JesĂşs al pie de su cruz y la Magdalena, la que una vez, llorĂł a los pies de JesĂşs y con perfume de nardos, dijo el maestro, habĂ­a preparado con antelaciĂłn su embalsamamiento; ella, la pecadora bendita de quien dijo JesĂşs que por haber amado mucho, mucho se le perdonaba; ÂĄQuĂŠ gracia tan grande y que dulzura de su amado maestro!

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

quienes al grito agĂłnico de JesĂşs: “Padre en tus manos encomiendo mi EspĂ­rituâ€? sĂłlo sintieron el sacudimiento y miraron desgarrarse la cortina del templo y aquellas gotas de sangre corriendo por el universo, sembrando la vida, rompiendo silencios, desatando muertos, liberando las almas de opresiones del cuerpo; sangre bendita y pura, sangre de redenciĂłn, sangre de Dios quien tasando DO KRPEUH FRQ HVH YDORU FRQÂżUPy OR PX cho que ama a su propia creaciĂłn.

AquĂ­ lo tienes madre, te lo devolvemos. Nos lo diste vivo y te lo entregamos muerto. AquĂŠl niĂąo de tu alma, el que acunabas en tus brazos tiernos, hoy tambiĂŠn lo acunan en su postrero lecho; mira a tu niĂąito madre, mĂ­ralo de nuevo y con besos tantos hĂĄblale en silencio. Y en aquella hora fatĂ­dica para tu amor de madre, fue la hora bendita de la redenciĂłn humana porque tu JesĂşs, tu niĂąo de cielo, con su vida toda nos comprĂł de nuevo; pagĂł nuestras culpas, nos abriĂł el sendero, entregĂł su vida y en medio de GRORUHV ÂżHURV QRV GHMy XQD 0DGUH OD GH Y aquellos ancianos sanedritas, sacerdo- los 7 dolores atravesando su pecho y es tes y escribas, fariseos felices de haber que al pie de su Cruz, te nombrĂł tu hijo VRPHWLGR SRU ÂżQ HO HQHPLJR DFpUULPR D JesĂşs, Madre de los pecadores. JesĂşs, el mesĂ­as, anhelado y prometido a los profetas, sepulcros blanqueados, TĂş, la luz encendida en aquella terrible

noche del silencio, tĂş, la que con la fuerza del amor latiendo, diste al mundo esperanza en medio del duelo, primera creyente, Rosa del SaharĂłn, viva y oferente, la que con tu sĂ­ aceptaste proyecto de Dios, amor y dolor guardado en tu pecho. MarĂ­a, madre santa de Dios y madre buena, ensĂŠĂąanos a pedirle perdĂłn a tu hijo por tantas maldades y desobediencias, por tanto alejamiento y si acaso sirviera, dĂŠjame abrazarte y repetirle contigo a JesĂşs que lo siento y que llore contigo mi arrepentimiento. AmĂŠn. AmĂŠn. AmĂŠn.

Que diferentes son los ramos verdes y OD FUX] /DV ÀRUHV \ ODV HVSLQDV $ TXLHQ antes le tendían por alfombra sus propios vestidos, a los pocos días lo desnudan y se los reparten en suertes. La entrada triunfal de Jesús en JerusalÊn nos pide a cada uno de nosotros coherencia y perseverancia. Ahondar en QXHVWUD ¿GHOLGDG SDUD TXH QXHVWURV SUR pósitos no sean luces que brillan momentåneamente y pronto se apagan.

DOMINGO DO D OM O MIIN M NG GO G OD DEE RAMOS RAM MO OSS O Durante la procesiĂłn de este domingo, llevamos en las manos olivos como signo de paz y esperanza, porque en el seguimiento de Cristo, pasando nuestra propia pasiĂłn y muerte, viviremos la resurrecciĂłn GHÂżQLWLYD GH 'LRV 'HVSXpV OOHYDPRV D nuestras casas los ramos bendecidos, como signo de la bendiciĂłn de Dios, de su protecciĂłn y ayuda. SegĂşn nuestra FRVWXPEUH VH FRORFDQ VREUH XQ FUXFLÂżMR o junto a un cuadro religioso, y este olivo es un sacramental, es decir, nos recuerda algo sagrado. El ramo que hoy llevamos a nuestras casas es el signo exterior de que hemos optado por seguir a JesĂşs en el camino hacia el Padre. La presencia de los ramos en nuestros hogares es un recordatorio de que hemos vitoreado a JesĂşs, nuestro Rey, y le hemos seguido hasta la cruz, de modo que seamos consecuentes con nuestra fe y sigamos y aclamemos al Salvador durante toda nuestra vida.

JesĂşs sale una maĂąana de Betania. AllĂ­, desde la tarde anterior se habĂ­an congregado muchos discĂ­pulos suyos. Llegados en peregrinaciĂłn desde Galilea para celebrar la pascua. Otros eran habitantes de JerusalĂŠn, convencidos por el reciente milagro de la resurrecciĂłn de LĂĄzaro, que recordamos el Domingo anLa procesiĂłn tiene como meta la celebra- terior. AcompaĂąado de esta numerosa ciĂłn de la EucaristĂ­a, ya que en ella se reac- comitiva, a la que se van sumando otros WXDOL]D HO VDFULÂżFLR GH &ULVWR /D HQWUDGD GH por el camino, JesĂşs toma una vez mĂĄs el &ULVWR HQ -HUXVDOpQ WHQtD OD ÂżQDOLGDG GH camino de JericĂł a JerusalĂŠn. consumar su misterio Pascual. La liturgia de la misa insiste en los aspectos de la Pa- Las circunstancias se presentaban propisiĂłn y de la Pascua. cias para un gran recibimiento, pues era costumbre que las gentes saliesen al en-

cuentro de los mĂĄs importantes grupos de peregrinos para entrar en la ciudad entre cantos y manifestaciones de alegrĂ­a. JesĂşs no presenta ninguna oposiciĂłn a los preparativos de esta entrada jubilosa. El mismo elige la cabalgadura: un sencillo asno que manda traer de una aldea cercana. El cortejo se organizĂł enseguida. Algunos extendieron su manto sobre el animal y le ayudaron a JesĂşs a subir encima. Otros, adelantĂĄndose, tendĂ­an sus mantos en el suelo para que el borrico pasase sobre ellos. Y al acercarse a la ciudad, toda la multitud llena de alegrĂ­a comenzĂł a alabar a Dios por todos los milagros que habĂ­an visto: Bendito el Rey que viene en nombre del SeĂąor! Paz en el Cielo y gloria en las alturas! JesĂşs hace su entrada en JerusalĂŠn como MesĂ­as en un borrico, como habĂ­a sido profetizado muchos siglos antes. Y los cantos de la gente son claramente mesiĂĄnicos. Esta gente llana, y sobre todo los fariseos, conocĂ­an bien estas profecĂ­as, y VH PDQLÂżHVWD OOHQD GH M~ELOR -HV~V DGPLWH el homenaje, y a los fariseos que intentan apagar aquellas manifestaciones de fe y de alegrĂ­a, el SeĂąor les dice: Les digo que si estos callan, gritarĂĄn las piedras. Con todo, el triunfo de JesĂşs es un triunfo sencillo. Se contenta con un pobre animal por trono. Nosotros conocemos ahora que aquella entrada triunfal fue, para muchos, muy efĂ­mera. Los ramos verdes se marchitaron pronto. El hosanna entusiasta se transformĂł, cinco dĂ­as mĂĄs tarde, en un grito enfurecido: ÂĄCrucifĂ­cale, crucifĂ­cale!

Comencemos la Semana Santa con un nuevo ardor y dispongåmonos a ponernos al servicio de Jesús. Tratemos de mantenernos con coherencia entre la fe y la vida. Que nuestro grito de júbilo de hoy, no se convierta en el ¨crucifíquenlo¨ del Viernes. Que nuestro ramos, que son brotes nuevos de propósitos santos, no se marchiten en la manos y se conviertan en ramas secas.. Caminemos hacia la Pascua con Amor. Por eso esta semana, vivamos la Semana Santa. Vivir la semana Santa es acompaùar a Jesús desde la entrada a JerusalÊn hasta la resurrección. Vivir la semana Santa es descubrir quÊ pecados hay en mi vida y buscar el perdón generoso de Dios en el Sacramento de la Reconciliación. Vivir la Semana Santa es D¿UPDU TXH &ULVWR HVWi SUHVHQWH HQ OD HX caristía y recibirlo en la comunión. Vivir la Semana Santa es aceptar decididamente que Jesús estå presente tambiÊn en cada ser humano que convive y se cruza con nosotros. Vivir la Semana Santa es proponerse seguir junto a Jesús todos los días del aùo, practicando la oración, los sacramentos, la caridad. Semana Santa, es la gran oportunidad para detenernos un poco. Para pensar en serio. Para preguntarse en quÊ se estå gastando nuestra vida. Para darle un rumbo nuevo al trabajo y a la vida de cada día. Para abrirle el corazón a Dios, que sigue esperando. Para abrirle el corazón a los hermanos, especialmente a los mås necesitados. SEMANA SANTA, es la gran oportunidad para morir con Cristo y resucitar con Cristo, para morir a nuestro egoísmo y resucitar al amor.


LA VOZ

SEMANA SANTA Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

lo para los esclavos, los provincianos y los criminales mĂĄs bajos. No era comĂşn, por HMHPSOR TXH VH FUXFLÂżFDUD D XQ FLXGDGDQR JesĂşs nos enseùó que la verdadera gran- romano; ellos tenĂ­an derechos que los deza se mide por nuestra capacidad de protegĂ­an para no recibir esa muerte. servicio a los demĂĄs. SucediĂł en la noche Pero JesĂşs, siendo judĂ­o, y habiendo del jueves de aquella primera Semana atentado con sus enseĂąanzas contra las Santa; la Ăşltima en la vida terrenal de mĂĄs preciadas instituciones religiosas y JesĂşs. DespuĂŠs de que el sol se ocultaba polĂ­ticas, tanto romanas como judĂ­as, fue se daba inicio a la celebraciĂłn de la Pas- condenado al vilipendio de la cruz. ÂĄCruciFXD OD ÂżHVWD PiV LPSRUWDQWH SDUD WRGR HO fĂ­cale!, fue el grito enfurecido de una turba pueblo... de fanĂĄticos que creĂ­an que JesĂşs debĂ­a morir a causa de su irreverencia. Jueves Santo: El camino del servicio SucediĂł en la noche del jueves de aquella CaifĂĄs, como sumo sacerdote, convino primera Semana Santa; la Ăşltima en la vida con la muerte de JesĂşs por considerarlo terrenal de JesĂşs. DespuĂŠs de que el sol un blasfemo. AnĂĄs, sacerdote suegro de se ocultaba se daba inicio a la celebraciĂłn CaifĂĄs, investigĂł a JesĂşs y decidiĂł que GH OD 3DVFXD OD ÂżHVWD PiV LPSRUWDQWH era oportuno darle muerte porque sus para todo el pueblo; aquella en la que se palabras eran una agresiĂłn al orden relirecordaban las acciones liberadoras de gioso de su tiempo. Herodes Antipas, el Dios cuando eran esclavos en Egipto. gobernador, y Poncio Pilato el procurador, VH EXUODURQ GH pO \ SURÂżULHURQ OD VHQWHQFLD Durante la maĂąana y la tarde de aquel por conveniencias polĂ­ticas. Todos por jueves JesĂşs se preparĂł para la cena. igual, religiosos y polĂ­ticos, ciudadanos y EscogiĂł el lugar, e hizo los demĂĄs arreglos. gobernantes, concertaron la muerte de La muerte se aproximaba y ĂŠl lo sabĂ­a JesĂşs y juntos lo condujeron al castigo de muy bien. Por eso quiso hacer una cena la cruz. diferente, en la cual lo mĂĄs importante fuera la confraternidad con sus discĂ­pulos La verdad es que JesĂşs sufriĂł una muerte y en la que pudiera expresar sus palabras YLROHQWD SRU VHU ÂżHO D OD YHUGDG SUHGLFDGD ÂżQDOHV SDUD HOORV y por hacer el bien. Su vida y sus principios atrajeron la furia de muchos. No Cuando todo estuvo preparado JesĂşs se soportaron que sanara a un paralĂ­tico quitĂł el manto que vestĂ­a y se atĂł una porque lo habĂ­a hecho el dĂ­a equivocado; toalla a la cintura, luego echĂł agua en un no admitieron que se acercara a los marrecipiente y comenzĂł a lavar los pies de ginados y excluidos; no aceptaron que sus discĂ­pulos. Pedro fue el primero en sor- hiciera milagros sin el consentimiento de prenderse, y hasta se opuso. ÂżCĂłmo era la jerarquĂ­a religiosa; no asintieron que el posible que el Maestro se vistiera como un amor, como ĂŠl decĂ­a, fuera la ley suprema esclavo y quisiera lavarles los pies a sus de la vida. Fue perseguido por presentar seguidores? ÂżAcaso no habĂ­a declarado el rostro generoso de Dios y por hacer ser el Hijo de Dios y estar revestido de presente, por medio de sus acciones, todo poder? ÂĄCuĂĄl no serĂ­a la desilusiĂłn la bondad de ese Dios. Todo esto irritĂł a de los discĂ­pulos! Lo que ellos querĂ­an era quienes se arrogaban la supremacĂ­a de la ver a JesĂşs haciendo demostraciones de fe y creĂ­an que el poder polĂ­tico era intopoder y de superioridad, sobre todo ahora cable. que la muerte los amenazaba. ÂĄPero no!, ahĂ­ estaba ĂŠl vestido como un esclavo y JesĂşs muriĂł en medio de una oscura dispuesto a inclinarse hasta el suelo para trama de equĂ­vocos humanos. Es cierto. lavarles los pies. Pero su muerte tenĂ­a propĂłsitos que trascendĂ­an el lĂ­mite de esa historia terreAvanzada la noche, y antes de servirse la nal en cumplimiento de los propĂłsitos cena, JesĂşs nos enseùó que la verdadera establecidos por Dios para la humanidad grandeza se mide por nuestra capacidad entera. ÂĄHe ahĂ­ el meollo de su muerte de servicio a los demĂĄs. Ser grande no es VDFULÂżFLDO (Q OD FHQD GH OD QRFKH DQWHULRU disfrutar del placer arrogante de ser servi- habĂ­a dicho: ÂŤEsto es mi sangre del pacto, do por otros, sino tener la disposiciĂłn de que es derramada por muchos para el servir a los demĂĄs —a quienes mĂĄs nos perdĂłn de pecadosÂť (Mateo 26.28). JesĂşs necesitan— y de hacerlo con desinterĂŠs y viviĂł en funciĂłn de los demĂĄs y muriĂł en generosidad. coherencia con ese mismo destino. Se entregĂł en la cruz y lo hizo para que todos Para los cristianos, el jueves santo reme- tuviĂŠramos perdĂłn de pecados; esa fue mora la instituciĂłn de la cena del SeĂąor o una entrega consecuente con su vida de eucaristĂ­a, y en ella Cristo mismo nos invita servicio. Nada de absurdo habĂ­a en ella; a servir a los demĂĄs asĂ­ como tambiĂŠn ĂŠl tampoco nada parecido a un inesperado lo hizo: ÂŤPues si yo, el Maestro y SeĂąor, \ WUiJLFR ÂżQDO les he lavado a ustedes los pies, tambiĂŠn ustedes deben lavarse los pies unos a La muerte de JesĂşs es una expresiĂłn otros. Yo les he dado un ejemplo, para del amor de Dios; gracias a ella es posible que ustedes hagan lo mismo que yo les el perdĂłn del SeĂąor: ÂŤEl amor consiste en he hechoÂť (Juan 13.14–15). esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que ĂŠl nos amĂł a nosotros SE ENTREGĂ“ EN LA CRUZ y lo hizo para y enviĂł a su Hijo, para que, ofreciĂŠndose que todos tuviĂŠramos perdĂłn de pecados; HQ VDFULÂżFLR QXHVWURV SHFDGRV TXHGDUDQ esa fue una entrega consecuente con su perdonadosÂť (1 Juan 4.10). Es el perdĂłn vida de servicio. JesĂşs sufriĂł una muerte de Dios y la reconciliaciĂłn con ĂŠl lo que estĂĄ YLROHQWD SRU VHU ÂżHO D OD YHUGDG SUHGLFDGD \ en el centro de la celebraciĂłn del Viernes por hacer el bien. Su vida y sus principios Santo. Podemos, entonces, entablar una atrajeron la furia de muchos. No soportaron nueva relaciĂłn con Dios; estar en paz con que sanara a un paralĂ­tico porque lo habĂ­a ĂŠl, coexistir en relaciones armoniosas con hecho el dĂ­a equivocado; no admitieron los demĂĄs —que cuĂĄnta falta nos hace en este momento de guerras infames—, y vique se acercara a los marginados... vir una existencia reconciliada con nosoViernes Santo: El camino del perdĂłn tros mismos y con la creaciĂłn. La muerte en una cruz constituĂ­a una pena denigrante, tanto que estaba destinada sĂł- Todo eso es posible por medio del cruci-

ESPECIAL SEMANA SANTA

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Fuente Sitio desarrollo Cristiano, por Harold Segura

¿FDGR TXLHQ VH HQWUHJy \ QRV DPy SDUD que la entrega y el amor sean posibles entre nosotros. ¥Un mundo distinto es posible! DESPUÉS DE SU MUERTE todos sus seguidores mås cercanos huyeron al perder toda ilusión. Los antiguos pescadores volvieron a la orilla del mar para reanudar sus antiguas labores; a su criterio todo había sido una experiencia transitoria y pasajera, llena de sueùos y esperanzas, pero con un triste y dramåtica desenlace, pero... Domingo de Resurreción: El camino de la esperanza Resulta extraùo, pero cierto es que ninguno de los discípulos de Jesús esperaba que Êl, despuÊs de su muerte vergonzosa en la cruz, resucitara. La muerte fue temida por ellos y la resurrección descartada. Ellos debían haberla esperado puesto que el Maestro les habló en muchas ocasiones acerca de ella. Oyeron, pero no comprendieron, parece ser lo que ocurrió. La verdad es que despuÊs de su muerte todos sus seguidores mås cercanos huyeron al perder toda ilusión. Los antiguos pescadores volvieron a la orilla del mar para reanudar sus antiguas labores; todo había sido una experiencia transitoria, lleQD GH VXHxRV SHUR FRQ XQ WULVWH ¿QDO Este sabor a derrota abrumaba a dos de los suyos cuando Jesús los encontró mientras caminaban rumbo a Emaús, una aldea situada a mås de 11 kilómetros al noroeste de JerusalÊn. El sentimiento de fracaso acompaùaba las conversaciones de estos dos caminantes quienes, aun sabiendo que unas mujeres no habían encontrado el cuerpo de Jesús y que un ångel les había anunciado su resurrección, no creían. Nosotros teníamos la esperanza de que Êl sería el que había de libertar a la nación de Israel. Pero ya hace tres días que pasó todo eso (Lucas 24.21).

Ni siquiera la presencia fĂ­sica de JesĂşs IXH VXÂżFLHQWH SDUD TXH GH XQD YH] SRU todas ellos creyeran: ÂŤY cuando vieron a JesĂşs, lo adoraron, aunque algunos dudabanÂť (Mateo 28.17). ÂżY quĂŠ tal el caso de TomĂĄs, mejor conocido como ÂŤel incrĂŠduloÂť? Fue a ĂŠl a quien JesĂşs le dijo: ÂŤMete aquĂ­ tu dedo, y mira mis manos; y trae tu mano y mĂŠtela en mi costado. No seas incrĂŠdulo; ÂĄcree!Âť (Juan 20.27). Pero algo extraordinario sucediĂł a aquel grupo de dĂŠbiles creyentes y es que JesĂşs, por medio de sus mĂĄs de diez apariciones demostrĂł haber vuelto a la vida. Fue esa experiencia de encuentro personal con el resucitado la razĂłn de su cambio radical. La resurrecciĂłn, entonces, pasĂł a ser la caracterĂ­stica mĂĄs sobresaliente de la - predicaciĂłn de esos primeros cristianos: anunciaron la victoria de la vida sobre la muerte; el triunfo de la esperanza; el comienzo de la vida nueva, y la certeza de nuestra resurrecciĂłn. Cristo resucitĂł. El efecto destructivo de la muerte ha sido vencido por el poder de la vida otorgada por Dios. El mal y la muerte no dictan, pues, la Ăşltima palabra. El reino GH 'LRV KD FHUWLÂżFDGR VHU OD UD]yQ ÂżQDO GH la historia. JesĂşs se levantĂł de los muertos. El mismo que muriĂł en la cruz abandonĂł la tumba y estĂĄ con nosotros. El amor de Dios y su justicia triunfaron sobre la muerte y la injusticia; tambiĂŠn la verdad y la libertad triunfaron. Su reino se ha inaugurado. ÂżQuĂŠ nos queda a nosotros sino optar por ese reino y comprometernos en favor de sus valores? La solidaridad, el amor y HO VHUYLFLR VRQ ORV UDVJRV TXH LGHQWLÂżFDQ una vida resucitada. ÂĄVivamos asĂ­! ÂŤPues por el bautismo fuimos sepultados con Cristo, y morimos para ser resucitados y vivir una vida nueva, asĂ­ como Cristo fue resucitado por el glorioso poder del PadreÂť (Romanos 6.4).


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LA VOZ

EVENTO DIOCESANO

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

¿QuÊ piensa usted cuando ve una imagen de Cristo en la cruz? La mayoría nos sentimos abrumados por el sufrimiento físico y emocional que soportó –los azotes, los golpes, las espinas, los clavos, las burlas, y la vergßenza. Nos horroriza la crueldad de los romanos y la dureza de corazón de los dirigentes judíos. 6LQ HPEDUJR GXUDQWH OD FUXFL¿[LyQ estaba sucediendo mås de lo que los ojos podían ver. Dios estaba llevando a cabo su plan para salvar a la humanidad, dando todo lo que necesitamos para la salvación. REDENCIÓN. Jesús pagó el precio total de la deuda que debíamos por nuestra transgresión: la muerte. El pago que hizo nos hace libres de la esclavitud del pecado. PERDÓN. 'LRV SRGtD DKRUD H[LPL rnos del castigo que merecíamos. PROPICIACIÓN. El pago que hizo &ULVWR VDWLV¿]R DO 3DGUH SRUTXH FXP plió con su demanda de justicia, y eso le permitió a Êl perdonarnos. JUSTIFICACIÓN. *UDFLDV DO VDFUL¿ cio de Jesús, ahora el Seùor declara inocentes a los creyentes. Aunque seguiremos pecando en esta vida terrenal, nuestra posición delante de Dios es de justicia. Es una declaración legal que jamås puede ser revocada.

salvar a la humanidad perdida. De haber habido otra manera, la cruz KDEUtD VLGR XQD KRUULEOH H[KLELFLyQ GH FUXHOGDG 3HUR \D TXH KDEtD WDQ to en juego, eso puede llamarse en verdad el acto de amor mĂĄs grande, WDQWR GHO 3DGUH FRPR GHO +LMR

Debieron recordar quĂŠ sintieron al estar en un mar agitado, alimentar a miles con unos pocos panes, o ver las mortajas de LĂĄzaro apiladas sobre la tierra. Sin duda alguna, tenĂ­an sus corazones perplejos al contemplar estas cosas.

El DĂ­a DespuĂŠs de la Muerte La dĂŠbil fe de los discĂ­pulos no deberĂ­a sorprendernos, porque para ser de JesĂşs

AsĂ­ como Cristo descansĂł una vez en la popa de una embarcaciĂłn en medio de una furiosa tormenta, tambiĂŠn descansĂł en la tumba mientras RECONCILIACIĂ“N. La barrera de dentro de sus discĂ­pulos rugĂ­an las SHFDGR TXH QRV VHSDUDED GHO 3DGUH tormentas. fue quitada por la muerte de Cristo HQ EHQHÂżFLR QXHVWUR $KRUD VRPRV Un dĂ­a despuĂŠs de la muerte del hijos de Dios; tenemos libre acceso SeĂąor, el temor, la duda y tristeza deben haber entrado en un ciclo a ĂŠl y comuniĂłn con ĂŠl. interminable en sus mentes. /D FUXFLÂż[LyQ HUD OD ~QLFD PDQHUD GH

sinceros, vemos esto en nosotros mismos. Los “hombres de poca feâ€?, como los llamaba a menudo JesĂşs, no creyeron o no recordaban las cosas que el SeĂąor habĂ­a dicho de sĂ­ mismo: Que pondrĂ­a su vida y la tomarĂ­a otra vez. De haber tenido sus seguidores estas cosas en sus corazones, ese dĂ­a de reposo habrĂ­a sido un tiempo de gozosa H[SHFWDFLyQ

QXHVWUDV YLGDV SHUR DO ÂżQDO VDEHPRV TXH eO QXQFD QRV GHMDUi +H Y, a diferencia de los discĂ­pulos, QXQFD H[SHULPHQWDUHPRV OD VRP brĂ­a perspectiva de un Salvador GHUURWDGR 3HUR PXFKDV YHFHV RO vidamos las promesas de Dios. Frente a la incertidumbre, Âżcon quĂŠ frecuencia nos volvemos a un cristianismo del “hazlo tĂş mismoâ€? para solucionar nuestros problemas? Muy a menudo no vemos mĂĄs allĂĄ de nuestras propias soluciones, - cuando lo que necesitamos es el maravilloso poder en acciĂłn de la resurrecciĂłn de Cristo, y una actitud de humildad mientras esperamos en Él. Si estamos dispuestos a esperar en la oscuridad de la noche, podemos descansar sabiendo que llegarĂĄ la maĂąana.

A veces, Dios parece ausente en

AYUNO CON ADORACIĂ“N EUCARĂ?STICA

3RU -RV\ 0XxR] &2',3$&6 &RODER asistentes a vivir el Evangelio a travĂŠs UDFLyQ 0RY /ODPD GH $PRU GHO ,QPDFXODGR del testimonio y las obras de caridad CorazĂłn de MarĂ­a con el prĂłjimo y los mĂĄs necesitados. )RWRJUDItDV 0LJXHO )G] &2',3$&6 3RVWHULRUPHQWH GH D D P VH “ACUDAMOS AL LLAMADO DE realizĂł el ofrecimiento de los 20 misNUESTRA SANTĂ?SIMA MADRE, LA WHULRV GHO 6DQWR 5RVDULR FRPR HV SIEMPRE VIRGEN MARĂ?A, QUIEN descrito en el Diario espiritual: “ConsiNOS INVITAAADORAR Y REPARAR deren los jueves y viernes como dĂ­as A SU DIVINO HIJO JESĂšS TANTAS particulares de gracia y en estos dĂ­as VECES OFENDIDO. (Diario Espiritual hagan especialmente penitencia. 3iJ ´

La mejor manera de conseguirla es El Movimiento de la Llama de Amor organizando dentro de la familia, en GHO ,QPDFXODGR &RUD]yQ GH 0DUtD WDOHV GtDV XQD KRUD GH H[SLDFLyQ \ VD FRQYRFy D ORV ÂżHOHV GH OD 'LyFHVLV GH FULÂżFLR 'XUDQWH HOOD UHFHQ RUDFLRQHV Coatzacoalcos a participar de una jor- y como oraciĂłn predilecta, reciten el nada de Ayuno y adoraciĂłn EucarĂ­s- 5RVDULR´ LQFOX\HQGR OD V~SOLFD GH tica, como acto de reparaciĂłn por los manera constante “Madre nuestra, pecados y ultrajes cometidos contra el derrama el efecto de gracia de tu ,QPDFXODGR &RUD]yQ GH 0DUtD \ HQ LQ Llama de Amor sobre toda la humatercesiĂłn de los ministerios sacerdo- nidad, ahora y en la hora de nuestra tales del presbiterio de la DiĂłcesis de muerte. AmĂŠnâ€? 'LDULR (VS 3iJ Coatzacoalcos y del mundo entero. Finalmente, meditaron el Viacrucis Dicha jornada se llevĂł a cabo en la por los sacerdotes y aumento de Vo3DUURTXLD 6DQWD 0DUtD 5HLQD GHO 5R caciones, acompaĂąando al Divino Salsario ubicada en la Col. El Tesoro de la YDGRU HQ ODV KRUDV GH VX 3DVLyQ ciudad de Coatzacoalcos, empezando HQ SXQWR GH ODV D P FRQ OD 6DJUDGD Cabe seĂąalar que la devociĂłn a la Lla(XFDULVWtD SUHVLGLGD SRU HO 3EUR -RVp PD GH $PRU GHO ,QPDFXODGR &RUD]yQ Ayala Madrigal, quien motivĂł a los GH 0DUtD QDFH HQ %XGDSHVW +XQJUtD

por una revelaciĂłn particular recibida por una madre de familia humilde, OODPDGD ,VDEHO 6]DQWy GH .LQGHOPDQ TXH HQYLXGy GHVSXpV GH DxRV GH PDWULPRQLR TXHGDQGR FRQ KLMRV TXH tuvo que levantar a fuerza de arduo trabajo y duras jornadas en labores KXPLOGHV $ SDUWLU GH HPSH]y D recibir estas revelaciones por parte de nuestro SeĂąor JesĂşs y la SantĂ­sima 9LUJHQ 0DUtD HOORV OH FRQÂżDURQ HO VH creto de La Llama de Amor, que es la presencia de JesĂşs en nuestros corazones. Oh, JesĂşs, Pastor Eterno de las almas, dĂ­gnate mirar a los sacerdotes. GuĂĄrdalos al abrigo de tu corazĂłn; conserva sin mancha sus manos que diariamente tocan tu SacratĂ­simo &XHUSR FRQVHUYD SXULÂżFDGRV VXV

labios con tu Preciosa Sangre; -conserva inmaculado su corazĂłn, marcado con el sello sublime del sacerdocio. No permitas que el espĂ­ritu del mundo los contamine. Aumenta el nĂşmero de tus apĂłstoles, bendice sus trabajos; que el fruto de sus desvelos sea la salvaciĂłn de muchas almas aquĂ­ en la tierra, para que sean su corona en el cielo. AmĂŠn.


LA VOZ

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

Visita Misionera del Equipo Coordinador Nacional del Movimiento Familiar Cristiano a la DiĂłcesis de Coatzacoalcos ColaboraciĂłn: MFC DiĂłcesis de Coatzacoalcos FotografĂ­as: Jaime A. PĂŠrez / CODIPACS TomĂĄs del Ă ngel, Marcial Hdz. / MFC

Los presidentes nacionales del Movimiento Familiar Cristiano (MFC), Rafael y Raquel VivĂ­an HernĂĄndez, visitaron la DiĂłcesis de Coatzacoalcos con la misiĂłn de trabajar en conjunto con la iglesia particular. Rafael y Raquel visitaron tambiĂŠn a las familias y a los asistentes eclesiales del MFC, asĂ­ como una entrevista con el Mons. Rutilo MuĂąoz Zamora, Obispo de la DiĂłcesis de Coatzacoalcos, con quien revisaron los trabajos propios del movimiento, el servicio dado en conjunto con la Pastoral Familiar, atendiendo la evangelizaciĂłn a travĂŠs de los Cursos BĂĄsicos de FormaciĂłn, contemplando los momentos fuertes y como se han enfrentado bajo la luz del Evangelio y el ejemplo de la Sagrada Familia.

grĂ­a. Promoviendo valores, hermanos, el Movimiento Familiar Cristiano va con amor y con fe en Jesucristo sirviendo a la comunidad. En grupos de matrimonios se dialoga en un hogar para dar buen testimonio y lograr un noble ideal. Con actitudes sugeridas vivimos la conversiĂłn y en reuniones generales se convive con amor. La misiĂłn es que logremos un avance personal conyugal y de familia fomentando la unidad.

Posteriormente, tuvieron un acercamiento con las diversas ĂĄreas de formaciĂłn del MFC, los jĂłvenes y con el equipo base diocesano, a travĂŠs de temas, compartiendo la Sagrada EucaristĂ­a, presidida por el Pbro. JosĂŠ *XDGDOXSH 3pUH] 7UXMLOOR \ ÂżQDOPHQWH con una amena convivencia, en la que reinĂł la unidad, fraternidad y ale-

DiĂłcesis de Coatzacoalcos presente en la Capacitacion en ComunicaciĂłn y Nuevas TecnologĂ­a Por: Josy MuĂąoz / CODIPACS FotografĂ­as: Jaime A. PĂŠrez Hdz. / CODIPACS

estudio que fortalecerĂĄn y mejoraran la presencia del Evangelio entre los ÂżHOHV

Del 1 al 3 de abril la ComisiĂłn Diocesana de Medios (CODIPACS) de la DiĂłcesis de Coatzacoalcos participĂł en la CapacitaciĂłn en ComunicaciĂłn y Nuevas TecnologĂ­as promovida por la ComisiĂłn Episcopal para la Pastoral de la ComunicaciĂłn (CEPCOM) en la ArquidiĂłcesis de Tuxtla e impartida por directivos y docentes del TecnolĂłgico de Monterrey.

Los participantes fueron acogidos por Mons. Fabio MartĂ­nez Castilla, Arzobispo de la ArquidiĂłcesis de Tuxtla, asĂ­ como por su obispo auxiliar Mons. JosĂŠ Luis Mendoza Corzo y el Pbro. JosĂŠ Luis HernĂĄndez Espinosa, Asesor Diocesano de la ComisiĂłn de Medios en la Casa San Marcos para el Apostolado Seglar.

La capacitaciĂłn tuvo lugar en el Campus Tuxtla del Tec de Monterrey, contando con la participaciĂłn de comunidades religiosas como las religiosas salesianas, Esclavas Misionera de JesĂşs, Misioneras de JesĂşs Buen Pastor, Hnas. Diocesanas de Ntra. 6UD GH ORV ĂˆQJHOHV DVt FRPR ÂżHOHV y sacerdotes de CancĂşn, QR., San CristĂłbal de las Casas, ComitĂĄn, VillaĂ€RUHV \ 7X[WOD *W] El Pbro. Antonio Camacho MuĂąoz, secretario ejecutivo de la CEPCOM, se ha preocupado por la profesionalizaciĂłn de los agentes de pastoral dedicados a la comunicaciĂłn dentro de la Iglesia a travĂŠs de las CODIPACS para que conozcan sobre tendencias en los ĂĄmbitos de las tecnologĂ­as de informaciĂłn para generar estrategias de comunicaciĂłn, asĂ­ como su incorporaciĂłn de una forma activa a la cultura digital que favorezca y optimice el proceso de evangelizaciĂłn, asĂ­ como en la vinculaciĂłn con casas de

En la eucaristĂ­a presidida por Mons. Fabio MartĂ­nez exhortĂł a las CODIPACS a permitir a Cristo hacerse presente en medio de sus hermanos, a favorecer el encuentro personal de sus hermanos con el SeĂąor, y ser comunicadores de buenas noticias bajo la guĂ­a e inspiraciĂłn del EspĂ­ritu Santo.

EVENTO DIOCESANO

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LA VOZ

ORIENTACIĂ“N FAMILIAR

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

Tipos de Temperamento

(PARTE 1)

PSIC. GENOVEVA MUĂ‘OZ ALVAREZ MASTER EN EDUCACION Y TERAPIA FAMILIAR ATENCIĂ“N PREVIA CITA TEL. (044)921-13-6-98-92 FACEBOOK: Consultorio Psicologico (Psi cĂłloga Genoveva)

El ser humano nace con un conjunto de caracterĂ­sticas genĂŠticas que incluyen: la forma en la que se reacciona ante situaciones inesperadas, el estado de ĂĄnimo que mĂĄs predominarĂĄ en el individuo, sus habilidades, destrezas y control de impulsos, a lo que se le conoce como temperamento y es heredado por los padres y ancestros. Otro conjunto de caracterĂ­sticas y habilidades psicoafectivas son desarrolladas de acuerdo al lugar en el que se crece, la temperatura del mismo, las personas, familiares y amigos con los que se convive, la educaciĂłn y formaciĂłn que se recibe, asĂ­ como ORV HYHQWRV VLJQLÂżFDWLYRV GH OD YLGD como es la conducta de los padres y su forma de reaccionar ante los eventos de la vida, a lo que se le llama carĂĄcter.

Temperamento melancĂłlico: Los individuos con este tipo de -temperamento se caracterizan por reaccionar de forma lenta y sentirse agravados intensamente aunque la intenciĂłn no sea tan profunda. Cuando experimenta un evento siente mĂĄs rĂĄpido de lo que actĂşa y en ocasiones necesita vivenciar repetidamente el suceso para atreverse a actuar, sin embargo, debido a su sensibilidad tiende a ser rencoroso, sobre todo por el disgusto de repetir la sensaciĂłn desagradable percibida.

El gusto que poseen por la introversión propicia que a la larga se sientan mås cómodos estando solos, en un lugar privado, seguro y VLOHQFLRVR DXQTXH HVWR QR VLJQL¿FD que les desagrade la convivencia con terceros. Debido a su capacidad de imaginar y fantasear cuando estå en compaùía de otras personas es probable que se encuentre pensando en otras cosas y no escuche atentamente lo que le comparten, sus propios pensamientos le invaden tanto que recurre a ellos en cualquier momento a pesar de que este acompaùado; debido a esto mismo, es despistado, puede pasar por desapercibido detalles exteriores que para otros son muy perceptibles e incluso olvidar cosas aparentemente importantes de la vida diaria.

(O WHPSHUDPHQWR HV LQPRGL¿FDEOH no obstante estå comprobado que si el medio en el que se desarrolla la persona no favorece, Êste no se PDQL¿HVWD 3RU HMHPSOR VL XQ KLMR D tiene una herencia genÊtica de sociabilidad y crece en un ambiente de timidez, es muy poco probable TXH OD VRFLDELOLGDG VH PDQL¿HVWH y viceversa, si un hijo(a) tiene un temperamento paciente y crece sin herramientas para manejar la tolerancia, su caråcter serå impulsivo. y nada impulsiva, tambiÊn por su creencia benÊvola del hombre. Son apasionados, ilusionados, imaginativos, fantasiosos, muy afectuosos y amorosos, buenos amigos y con¿GHQWHV VHUYLFLDOHV UHÀH[LYRV DWHQ WRV LQWURYHUWLGRV VH OHV GL¿FXOWD compartir sus emociones a pesar TXH ODV SHUFLEHQ D ÀRU GH SLHO VH OHV GL¿FXOWD DGDSWDUVH DO FDPELR VRQ JHQHURVRV SUH¿HUHQ TXH ODV personas se acerquen a ellos a iniciar XQD UHODFLyQ VRQ FRQ¿DEOHV DPD bles, se preocupan por quienes les rodean en especial por sus seres queridos y amigos, son muy cautelosos, perfeccionistas, terminan lo que comienzan, son analíticos. Estas últimas características tambiÊn provocan que sean poco emprendedores, ya que profundizan mucho sobre las ventajas y desventajas de iniciar algo nuevo y desconocido; tienden a la tristeza, a sentirse abatidos y desanimados cuando algo no sale como planearon.

El temperamento determina en gran medida la manera en que el individuo que lo posee se mostrarå ante las situaciones que vive. Existen cuatro tipos de temperamento: melancólico, FROpULFR VDQJXtQHR \ ÀHPiWLFR cada persona tiene uno de ellos PDQL¿HVWR PiV HQ RFDVLRQHV VH combinan entre ellos.

Son personas retraĂ­das, muy pensativas y razonadoras por lo que cuando existe un evento analizan hasta los mĂĄs mĂ­nimos detalles, incluso llegando a considerar formas de pensar de otros, de sentir, de creer, la manera en que fueron educados, las causas de la conducta observada sea positiva o negativa, y demĂĄs. Esto mismo es lo que propicia que su forma de reaccionar sea selectiva

En el trabajo son cumplidos, mĂĄs su temor a equivocarse y su inseguridad provocan que sus trabajos los realicen con lentitud hasta estar seguros de que se encuentran en las Ăłptimas condiciones, son traba-jadores mĂĄs la velocidad con la que ejecutan es muy lenta, se esfuerzan por alcanzar la perfecciĂłn y gustan de trabajar solos. Les desagrada que los DSUHVXUHQ \ SUHÂżHUHQ WUDEDMDU D VX propio ritmo.

6H OHV GLÂżFXOWD WHQHU JHQWH D VX FDU go ya que por su conmiseraciĂłn y demasiado contacto con sus emociones tienden a buscar agradar a otros y pasar por alto las reglas establecidas, les cuesta trabajo hacer YDOHU VXV RSLQLRQHV \D TXH SUHÂżHUHQ HYLWDU ORV FRQĂ€LFWRV OH HV IiFLO GDU OD razĂłn a los demĂĄs y esto propicia GLÂżFXOWDGHV HQ HO FRQWURO FRPR MHIH CaracterĂ­sticas que pueden observarse a simple vista son la forma de caminar y de mirar, en el melancĂłlico camina con lentitud, avanza despacio, inseguro y es lerdo, en ocasiones -puede tropezar, ir admirando tanto su alrededor que no se percata por dĂłnde camina; su mi-rada expresa un poco de tristeza y preocupaciĂłn. El presente tema continuarĂĄ en las siguientes semanas.


LA VOZ

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

El Triunfo del Amor

EVENTOS DIOCESANOS

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(Domingo de Ramos)

'LRV OD SDVLyQ GHO KRPEUH \D QR HV OD KRUD GH OD GHUURWD VLQR OD KRUD +R\ HQWUDPRV HQ OD 3DVLyQ (QWUDPRV SDUDGyMLFD \ PLVWHULRVD GHO WULXQIR HO HQ OR PiV KRQGR GHO PLVWHULR GHO WULXQIR GHO DPRU LQ¿QLWR GH 'LRV VREUH KRPEUH 3HUR QR VyOR SRUTXH HQWUH HO LQ¿HUQR \ OD VROHGDG GHO KRPEUH PRV HQ HO PLVWHULR GHO GRORU \ GH OD PXHUWH 0LVWHULR HQ FULVWLDQR QR JUEVES SANTO TXLHUH GHFLU GHVDVRVLHJR \ QHJUXUD VLQR XQ GHVERUGDU LQDEDUFDEOH GH /D OLWXUJLD GHO -XHYHV 6DQWR HVWi WR UHDOLGDG \ GH OX] GD HPEHELGD HQ HO UHFXHUGR GH OD 5HGHQFLyQ /D IXQFLyQ DQWLJXDPHQWH &LHUWDPHQWH HO GRORU \ OD PXHUWH GH WUHV PLVDV /D SULPHUD HQ TXH SRQHQ GH PDQL¿HVWR XQD HVFODYLWXG VH UHFRQFLOLDEDQ D ORV S~EOLFRV SH UDGLFDO XQ OtPLWH LPSRVLEOH GH VREUH QLWHQWHV OD VHJXQGD HQ OD FXDO VH SDVDU (V XQ OtPLWH TXH OR FXHVWLRQD FRQVDJUDEDQ ORV 6DQWRV ÏOHRV \ WRGR DO TXH HV LPSRVLEOH PLUDU GH OD WHUFHUD SDUD FRQPHPRUDU PX\ IUHQWH VLQ TXH HO FRUD]yQ VH OOHQH HVSHFLDOPHQWH OD LQVWLWXFLyQ GH OD GH SUHJXQWDV ,QFOXVR FXDQGR QR 6DJUDGD (XFDULVWtD HQ OD ÒOWLPD VH SLHQVD HQ pO VX KRUL]RQWH HVWi &HQD /D ,JOHVLD FHOHEUD HQ OD (X VLHPSUH DKt WDPELpQ VL HO KRPEUH FDULVWtD GXUDQWH HO FXUVR GHO DxR ORV FRQVHUYD VX UD]yQ HQ HO p[WDVLV GHO WRGRV ORV PLVWHULRV GH OD YLGD GH DPRU GHO KDOOD]JR GH OD YHUGDG R GHO -HV~V VH DSHJD HQ -XHYHV 6DQWR HQFXHQWUR FRQ OD EHOOH]D DO UHFXHUGR GH OD LQVWLWXFLyQ PLVPD GH HVWH 6DFUDPHQWR LQHIDEOH \ GHO (O GRORU ItVLFR R PRUDO TXLHEUD HO 6DFHUGRFLR &DWyOLFR OHQJXDMH \ KDFH FDOODU OD SDODEUD 6L HV OR VX¿FLHQWHPHQWH LQWHQVR URPSH WRGD FRPXQLFDFLyQ 6yOR HO JULWR R HO TXHMLGR R HO VLOHQFLR VRQ DGHFXDGRV D VX KHULGD <D YHFHV VyOR OD FDULFLD SXHGH H[SUHVDU WRGDYtD XQ GHVHR GH FRPSDxtD GRORURVDPHQWH FRQV FLHQWH GH VX LPSRWHQFLD 3RUTXH HQ HVD FDULFLD SXHGH HVWDU WRGR HO DPRU GHO PXQGR ±\ WRGR HO DPRU GHO PXQGR HV OR TXH PiV VH QHFHVLWD HQ HVRV PRPHQWRV± SHUR WRGR HO DPRU GHO PXQGR QR HV FDSD] GH DFRPSDxDU UHDOPHQWH R GH GHYROYHU OD YLGD R OD VDOXG &RODERUDFLyQ -DYLHU /Hy] 5HÀHMRV GH OX]

(VD VROHGDG WLHQH TXH YHU FRQ OD KHUHQFLD GHO SHFDGR FRQ XQ PXQGR TXH \D QR HV SHUFLELGR FRPR VLJQR GH OD OX] \ GHO DPRU GH 'LRV $XQTXH QR WRGRV ORV KRPEUHV FRQR]FDQ XQD PXHUWH FRPR OD GH &ULVWR OD 3DVLyQ FRPR SHULSHFLD KXPDQD HV HQ FLHUWR PRGR OD KLVWRULD GH WRGR KRPEUH (V LJXDO D OD KLVWRULD GH PLOORQHV GH KRPEUHV < HV LQHYLWDEOH 3RU HVH ODGR QR KDEUtD QDGD TXH FHOHEUDU 3HUR HQ HVH PXQGR RSDFR \ GXUR KD HQWUDGR OLEUHPHQWH -HVXFULVWR < KD HQWUDGR KDVWD OD VROHGDG GHO VXIULPLHQWR KDVWD OD WUDLFLyQ \ HO DEDQGRQR GH ORV DPLJRV KDVWD HO MXLFLR FRQ WHVWLJRV IDOVRV OD FRQGHQD \ HO VXSOLFLR LQMXVWR OD ¿HEUH GH OD WRUWXUD \ HO IUtR GH OD PXHUWH $Vt FRQVXPy OD (QFDUQDFLyQ DEUD]DQGR KDVWD HO ¿QDO OD FRQGLFLyQ KXPDQD VLQ FRQGLFLRQHV \ VLQ OtPLWHV 'HVGH HO DEUD]R GH &ULVWR OR PiV KRQGR GHO PLVWHULR GHO KRPEUH \D QR HV VX PXHUWH (O KRPEUH \D QR HVWi VyOR HQ HOOD &RPR HVH DEUD ]R HV HO GHO +LMR GH 'LRV OD FUX] KD URWR ODV FDGHQDV GH QXHVWUD VR OHGDG \ KD GHVWUXLGR HO SRGHUtR GH OD PXHUWH 3RU HVH DEUD]R GHVGH &ULVWR OD SDVLyQ GHO KRPEUH YLHQH D VHU WDPELpQ OD SDVLyQ GH 'LRV HO ,QPRUWDO HO ,QYHQFLEOH $Kt 'LRV VH UHYHOD FRPR HO 'LRV YHUGDGHUDPHQWH PiV JUDQGH FRPR $TXHO PD\RU TXH HO FXDO QDGD SXHGH SHQVDUVH /D HQ WUDGD HQ -HUXVDOpQ IXH XQD HQWUDGD WULXQIDO QR VyOR SRUTXH ODV PDVDV DO LJXDO TXH FDGD XQR GH QRVRWURV \ FDVL SRU GH¿QLFLyQ VRQ YROXEOHV PD QLSXODEOHV DUELWUDULDV /D HQWUDGD HQ -HUXVDOpQ IXH WULXQIDO WDPELpQ SRUTXH GHVGH DTXHOOD 3DVLyQ GHO +LMR GH

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COMO PEDRO, NECESITAMOS QUERER TU CRUZ. 3RUTXH FRPR 3HGUR WDPELpQ FRQVWDQWHPHQWH WH QHJDPRV 3RUTXH QR TXHUHPRV YHU OD FUX] HQ HO KRUL]RQWH GH QXHVWUD YLGD 3RUTXH LQFOXVR FRPR 3HGUR HQ HO 7DERU TXLVLpUDPRV XQD YLGD VLQ OX 3DUWLFLSHPRV WRGRV GH HVWH ÈJDSH FKD VLQ VXIULPLHQWR 8Q 'LRV TXH VH GH HVWH IHVWtQ GH OD &DULGDG eVD GHVHQWHQGLHUD GH ORV SDGHFLPLHQWRV HV OD LQWHQFLyQ GH QXHVWUD 6DQWD GH OD KXPDQLGDG 0DGUH ,JOHVLD 1R GHMHPRV GH LU D UHFLELU HQ -XHYHV 6DQWR OD 6DJUDGD 6HxRU DO FRQWHPSODU WX FUX] HQ

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LA VOZ

VIDAS DE SANTIDAD

Coatzacoalcos, Veracruz / Domingo 13 Abril 2014

SANTO SABĂ S REYES SALAZAR

Abril 13 - Mårtir Mexicano - 1883 – 1927

Era, lo que se suele decir, escaso en ellas, o de cortas luces. Lo habĂ­an notado los superiores del seminario. Al rector no se le ocurriĂł otra cosa que aconsejarle cambiar de seminario y lo recomendĂł ante la diĂłcesis de Tamaulipas, necesitada de sacerdotes y que parece ser se contentaba. AllĂ­ acabarĂ­a sus estudios de formaciĂłn para el sacerdocio y allĂ­ serĂ­a ordenado sacerdote el dĂ­a de Navidad de 1911 por el obispo de Tamaulipas, y habĂ­a celebrado su primera misa el 6 de enero de 1912 en el templo de Nuestra SeĂąora de BelĂŠn, en Guadalajara, Jalisco. Le tocarĂĄ vivir su sacerdocio en algunos de los lugares mĂĄs castigados por la persecuciĂłn anticatĂłlica. ComenzĂł precisamente su ministerio sacerdotal en la locaÂŹlidad de Tantoyuca de aquella diĂłcesis. Pero allĂ­ durarĂ­a poco, pues la persecuciĂłn religiosa que enseguida zarandeĂł casi todo MĂŠxico llegĂł tambiĂŠn con vehemencia a Tamaulipas en 1914, por lo que el joven sacerdote se vio obligado a volver a su tierra natal. AquĂ­ fue mandado a varios lugares: San CristĂłbal de la Barranca, Plan de Barrancas, Hostotipaquillo y Atemajac de Brizuela, y en 1919 pasĂł a la parroquia de TototlĂĄn, para colaborar con el seĂąor cura Francisco Vizcarra Ruiz, primero como capellĂĄn de la hacienda de San Antonio de GĂłmez y despuĂŠs en 1921, en la cabecera parroquial.

en otras partes, pero me dejaron y aquí esperamos, a ver quÊ Dios dispone�. Así el padre Sabås tenía que vivir en continua zozobra escondiÊndose con frecuencia. En enero de 1927 llegaron las tropas de la federación. Las tropas invadieron la población y ocuparon la iglesia parroquial; la profanaron y la convirtieron en caballeriza, destruyeron las imågenes, asesinaron y robaron. Era un 11 de enero de 1927 cuando habían llegado las tropas, mal informadas de que había en Tototlån mås de 2,000 cristeros armados contra el gobierno. Mataron a RQFH YHFLQRV SDFt¿FRV KRPEUHV PXMH res y niùos. A los pocos días la tropa del general Juan B. Izaguirre le prendió fuego al templo parroquial, pero cuando se fueron los soldados, el padre y los vecinos acudieron a apagarlo. Cuando los defensores cristeros quisieron responder al ataque quemando la casa municipal, el padre los detuvo, diciÊndoles que era propio de los bårbaros destruir los pueblos; que ellos no lo hicieran, con lo cual logró convencerlos y desistieron. Era lógico que la gente del pueblo quisiese rebelarse ante tamaùos atropellos e incendiar el municipio, pero el padre Sabås se lo impidió. La amenaza de la vuelta de los federales persistía; por ello la gente le decía que se fuese, que lo iban a detener, pero Êl no aceptó pues sentía que su deber estaba allí.

El 11 de abril de 1927, Lunes Santo, volvieron las tropas del gobierno entrando con gritos y violencia. Era mediodĂ­a. El sacerdote quiso esconderse y lo tuvo que hacer de prisa en la primera casa que le ofreciĂł refugio. Era la casa de la seĂąora MarĂ­a Ontiveros, que le abriĂł sus puertas a ĂŠl y a sus acompaĂąantes, el joven JosĂŠ BeltrĂĄn y los niĂąos Octavio CĂĄrdenas y Salvador Botello. PasĂł el dĂ­a en oraciĂłn. SentĂ­a gran tribulaciĂłn, e Pero tambiĂŠn TototlĂĄn era uno de los invitĂł a los que estaban en la casa a que OXJDUHV PiV VLJQLÂżFDGRV HQ OD OXFKD de rodillas oraran con ĂŠl, mientras con cristera y por ello de los mĂĄs castigados lazos se disciplinaba ĂŠl mismo. por la federaciĂłn, cuando lo invadĂ­a, y perpetraba en la poblaciĂłn todo gĂŠnero Enseguida llegaron a registrar la casa del de desmanes. Los combates entre los cura, en su busca y detuvieron a todas soldados del gobierno y los defensores las personas que allĂ­ se encontraban. cristeros estaban a la orden del dĂ­a, La sirvienta de la casa, amedrentada, lo y casi siempre los federales llevaban delatĂł. Lo buscaron enseguida en la cala de perder ante la fuerza moral y las sa donde se habĂ­a refugiado. â€œÂżDĂłnde motivaciones de los cristeros, no obs- estĂĄ el fraile?â€?, gritaban enfurecidos. tante su escasez de medios y su gran En esos momentos apareciĂł el padre pobreza. Como los sacerdotes eran SabĂĄs y con toda sereÂŹnidad les dijo: perseguidos a muerte, el padre Reyes “AquĂ­ estoy, ÂżquĂŠ se les ofrece?â€?. Lo tuvo que esconderse. Incluso algunos amarraron. El padre les interpelĂł: “Buebuenos vecinos le sugerĂ­an que mejor se no, y Âżyo quĂŠ debo? ÂżQuĂŠ mal hice? fuera de TototlĂĄn porque si lo agarraban ÂżPor quĂŠ me amarran?â€?. El capitĂĄn lo iban a matar seguÂŹramente. Sin contestĂł: “Con nosotros no se arregla embargo el padre SabĂĄs contestaba nada, allĂĄ el generalâ€?. Era el general siempre lo mismo:“Tengan fe. A mĂ­ me Juan B. Izaguirre. Lo llevaron a la iglesia dejaron de encargado y no sale bien parroquial convertida en cĂĄrcel y lo amairme. Dios sabrĂĄ [...]. Me ofrecen ayuda rraron a una columna, negĂĄndole hasta Y fue en TototlĂĄn donde el padre SabĂĄs tendrĂĄ que dar su testimonio cabal de Cristo. A partir de agosto de 1926 las cosas se pusieron muy feas por doquier para los sacerdotes y para los catĂłlicos. Con el culto suspendido en los templos de toda la RepĂşblica, el pĂĄrroco de TototlĂĄn se retirĂł del pueblo y quedĂł el padre SabĂĄs con el encargo de administrar los sacramentos.

Benditas, ÂĄdadme algĂşn descanso!â€?. Le quemaron asĂ­ pies y manos mientras Abrasado por la sed, pidiĂł agua y no se blasfemaban y se mofaban de ĂŠl: “TĂş OD TXLVLHURQ GDU &XDQGR ÂżQDOPHQWH VH OD que dices que baja Dios a tus manos, ofrecieron, no la podĂ­a tragar dado que que baje ahora a librarte de las mĂ­asâ€?. le habĂ­an atado fuertemente el cuello Todo ello lo hacĂ­an los soldados entre con una soga. Con ĂŠl habĂ­an detenido blasfemias y mofas. Durante la noche a un muchacho que le acompaĂąaba, se el sacerdote se lamentaba fuertemente, llamaba JosĂŠ BeltrĂĄn. El padre pedĂ­a pero sin impacientarse o renegar. La que lo librasen. Luego le animĂł a vivir gente lloraba y ofrecĂ­a todo: dinero, lĂĄaquel momento con fe en Dios. Los sol- grimas y sĂşplicas para liberarlo, pero las dados continuaban sus insultos y sus peticiones y ofrecimientos causaban maburlas. Muchas personas del pueblo yor crueldad. fueron a pedir su libertad y todas fueron Un seĂąor del pueblo, llamado Aurelio maltratadas. de la Torre, fue detenido y fusilado por JosĂŠ BeltrĂĄn, que tambiĂŠn estaba atado haber escondido en su casa a otro sacerca en otra columna, sintiĂł mucho te- cerdote, el padre J. Dolores GuzmĂĄn. mor y se lo manifestĂł al padre, por lo cual Ciertamente estaba escondido en su ĂŠl dijo repetidas veces a los soldados: casa, pero no lo entregĂł, por eso lo “Dios sabe que nada debo; pero todavĂ­a fusilaron. si de mĂ­ algo temen, a este muchacho no le hagan nada, porque no tiene ninguna Bajo las inclemencias del tiempo duranculpaâ€?. DespuĂŠs de un rato le dijo: “No te te la noche, y tambiĂŠn durante el dĂ­a asustes, JosĂŠ, ten ĂĄnimo. Dios bien sa- bajo los rayos del sol, en ese mismo be que no debemos nada; pero si algo cuarto destechado, estuvo el padre pronos pasa, ya sabes que allĂĄ tendremos bablemente sin comer ni beber nada, nuestra recompensa: rĂŠzale al SeĂąor de porque no permitieron la entrada a otras la Salud, aunque estoy seguro que a ti personas. Ciertamente el sacerdote nada te pasarĂĄâ€?. A poco soltaron al joven sufriĂł literalmente los tormentos de la pasiĂłn del SeĂąor, un mar de penas y y quedĂł con vida. tormentos en aquel 13 de abril, MiĂŠrcoles A la caĂ­da de la tarde lo llevaron atado Santo de 1927. ante el general Juan B. Izaguirre, que lo interrogaba. Varias veces, el soldado A las nueve de la noche se oyeron desde guardia jalĂł fuertemente la soga que cargas de pistolas por el rumbo del amarraba el cuello del padre y lo hizo panteĂłn, y como los vecinos temĂ­an caer de espaldas sobre el pavimento; por la vida del padre, rezaron por ĂŠl. Al levantado de nuevo el padre, el soldado poco rato un solÂŹdado llegĂł a la casa de guardia les pasaba la soga a otros de asistencia y dijo: “Hombre, me pudo mucho matar a ese cura; ĂŠse muriĂł insoldados para que repitieran el ultraje. Los soldados que se quedaron con el justamente. Le habĂ­amos dado tres o padre le quemaron los pies con gasolina; cuatro balazos y todavĂ­a se levantaba y ademĂĄs hicieron dos lumbradas de gritaba: ÂĄViva Cristo Rey!â€?. olotes junto a ĂŠl, una frente a la cara y otra junto a los pies, y entre burlas y El dĂ­a 14, a las siete de la maĂąana, dos blasfemias le metĂ­an las manos y los seĂąores vieron el cadĂĄver del padre que estaba recargado en la pared, afuera del pies en las brasas y en el fuego. panteĂłn. El cuerpo estaba rĂ­gido, con Durante la noche se oĂ­an hasta el atrio cuatro balazos: dos en el pecho, uno en los lamentos fortĂ­simos que el padre, sin el brazo derecho y otro en la frente. El renegar ni impacientarse, daba dentro cuello, las costillas y los tobillos con las seĂąales muy marcadas de las sogas; del cuarto, que estaba sin techo. El general que mandaba las tropas lo hizo las manos quemadas, el crĂĄneo muy conducir a su presencia; lo colocaron en hundido y quebrados los huesos a golmedio de un cĂ­rculo de soldados y lo in- pes. Colocaron el cuerpo en una caja y terrogaron. Lo ataron con una soga al lo sepultaron en el panteĂłn de TototlĂĄn, cuello y tiraban de ella suspendiĂŠndolo Jalisco, con permiso de los militares. Era y bajĂĄndolo, el sacerdote caĂ­a al suelo el dĂ­a de Jueves Santo de 1927, por la entre las carcajadas de la chusma. tarde. QuerĂ­an que delatase el escondite del pĂĄrroco y no lo lograron. Lo torturaron +DEtD PXHUWR SRU ÂżGHOLGDG D &ULVWR \ D toda la noche. El general quiso que lo su Iglesia. Lo enterraron en la misma “asasenâ€? para comer“birria de ese fraileâ€?. fosa del cristiano Aurelio de la Torre, el Tirado a tierra encendieron fuego a sus seglar mĂĄrtir de Cristo, fusilado por haber pies y cerca de su cara. Entre tormentos escondido a un sacerdote. El pueblo los indecibles pasĂł el resto del dĂ­a siguiente considerĂł inmediatamente mĂĄrtires de abrasado por los rayos del sol, mientras la fe. Hoy sus restos descansan en el la poblaciĂłn vivĂ­a horas de terror. El templo parroquial de TototlĂĄn, Jalisco. sacerdote rezaba: “SeĂąor de la Salud, Madre mĂ­a de Guadalupe, Ă nimas un poco de agua. Era el Martes Santo.


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