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CARTA DEL OBISPO

La Colecta Diocesana: un compromiso con la Iglesia X Será el sábado 12 y el domingo 13 de noviembre en todas las parroquias y capillas de la diócesis, así como en los colegios católicos y en las instituciones de la Iglesia. En su mensaje, el obispo Martín invita a colaborar con la obra evangelizadora, caritativa y docente de la familia diocesana de Nueve de Julio.

Vocación a la santidad El mes de noviembre nos invita a tener presente la oferta que nos ha hecho el Señor: "Sean perfectos, como el padre Celestial es perfecto" (Mt 5, 48).

IGLESIA HOY

Conociendo al grupo scout "Nuestra Señora de Fátima" ADEMAS...

Misión Continental

Entrega XIV: Llamado a la Misión

Pastoral Vocacional

En este número: ¿Por qué me hice diácono?. Testimonio de Tomás Eduardo Penacino. Visite la página web de nuestra diócesis en: www.diocesis9dejulio.org.ar


La Buena Noticia

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CARTA DEL OBISPO

La Colecta Diocesana: comprometernos con la Iglesia Queridos hermanos: Todos los fieles cristianos somos responsables de la labor evangelizadora y de acompañarla con nuestra oración, nuestro compromiso y nuestra ayuda material, y no podemos quedar indiferentes ante las múltiples llamadas que nos dirige la Iglesia para estar presentes con la colaboración tan necesaria. La invitación que Jesús nos hace es de todos los tiempos y para todas las circunstancias. El mismo Señor supo expresar su admiración por el compromiso y la generosidad de muchas personas, que con medios limitados y escasas fuerzas mostraron que el valor de las acciones y el significado de los gestos no depende de la envergadura material, exterior, sino de su motivación profunda. La caridad del samaritano (Lc 10, 33), la limosna de la viuda (Mc 12, 43), el vaso de agua dado al sediento (Mt 25, 35), son, entre otros, los ejemplos que los Evangelios nos presentan de la experiencia misma de Jesús. Nos preguntamos: aquella disposición, esa fe pronta y espontáneamente ofrecida, ¿es solamente cosa del pasado, de los orígenes de la Iglesia, e imposible de encontrar hoy día? Es verdad que el Señor también se preguntaba: «Pero cuando venga el Hijo del Hombre ¿encontrará fe sobre la tierra?» (Lc 18, 8). Sabemos que la invitación de entonces tiene toda su vigencia en nuestro tiempo, y que nosotros, como los hombres y mujeres de dos mil años atrás, podemos unirnos

Peregrinación al Monasterio "Santa María" de Los Toldos

a ellos en la misma generosidad y con el mismo empeño. La Iglesia constantemente nos estimula para que no nos quedemos atrás, para que unamos nuestras voluntades para llevar a los hermanos el anuncio evangélico y contribuyamos a esta gran obra de salvación. La Iglesia necesita de la santidad, la oración y el ofrecimiento espiritual de todos sus miembros. A partir de una convicción arraigada, profunda, surgirán en las familias, en las comunidades parroquiales, en los medios apostólicos, los hermanos y hermanas que, habiendo escuchado esa llamada, se dispongan a seguir a Jesús y a colaborar en la Iglesia. Pero también es necesario contar con los instrumentos materiales y el apoyo concreto que hace posible estar presente en el mundo moderno; a lo largo del año dirigimos en distintas oportunidades un llamado a la generosidad material de los fieles. La Iglesia necesita sostener sus obras de caridad y de asistencia, formar y acompañar a sus ministros y educar en la fe a los bautizados, hacerse presente en diferentes lugares, a veces muy apartados, para anunciar a Jesucristo, mantener sus templos y centros pastorales y capillas, y nada de eso puede alcanzarse sin el aporte económico de los fieles.

diócesis. Desde hace más de trece años la Colecta Diocesana ha hecho posible afianzar y extender la obra evangelizadora, adecuando su realización a las condiciones actuales. La profundización espiritual de este esfuerzo reclama un compromiso muy grande de todos los hermanos, y es sin duda lo más importante, pero el sostenimiento material es una condición que no podemos subestimar.

El sábado 12 y el domingo 13 de noviembre se realizará la COLECTA DIOCESANA en todas las parroquias y capillas de la diócesis, así como en los colegios católicos y en las instituciones de la Iglesia. Invitamos también a los fieles a acercarse al Obispado con su ofrenda, y a las empresas a colaborar con la obra evangelizadora, caritativa y docente de la familia diocesana de Nueve de Julio.

Contamos con la participación de todos, y rogamos a Dios Nuestro Señor, que por la intercesión de la Santísima Virgen, Nuestra Señora de Fátima, y Santo Domingo de Guzmán, nuestros Patronos, bendiga a quienes generosamente nos ayudan y les retribuya su disposición y cercanía. Con mucho afecto, los saluda y bendice,

Como cada año, el segundo domingo de noviembre, la Iglesia diocesana de Nueve de Julio acude a la generosidad de sus feligreses para que hagan su contribución, que se volcará en un mejor servicio pastoral en sus parroquias y en toda la

+ Martín, obispo de Nueve de Julio

Para consultar más mensajes del obispo Martín www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.htm

Será los días 12 y 13 de noviembre, bajo el lema:

«Madre, ayúdanos a cuidar la vida». Se iniciará el sábado 12 a las 21:30 desde la Iglesia Catedral. El domingo 13, al arribar al Monasterio, a las 7:30, concluirá con la Misa presidida por el obispo Martín.

las que los cristianos, a pedido del INTENCIONES PARA ORAR EN EL 2011 PorSanto Padre, rezan durante el año

General: Por las Iglesias orientales, para que su venerable tradición sea conocida y estimada como riqueza espiritual para toda la Iglesia. Misionera: Para que el continente africano encuentre en Cristo la fuerza para realizar el camino de reconciliación y justicia, indicado en el segundo Sínodo de los Obispos para África.


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COMPARTIENDO NUESTRO TESORO

EL MES DE NOVIEMBRE

Evocando la vocación a la santidad Este mes se inicia con un gran portal: la celebración de todos los santos; y finaliza conmemorando a san Andrés, hermano de san Pedro, que representa al testigo fiel, que hace presente a todo el resto fiel que ya ha llegado al cielo o al que todavía camina abriendo caminos a machetazos existenciales, para expresar gráficamente lo esforzado de la marcha.

Escribe: padre Luis Diehl

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radicionalmente el mes de noviembre nos invita a tener presente la oferta que nos ha hecho el Señor: Sean perfectos, como el padre Celestial es perfecto (Mt 5, 48). Para los que estamos en camino, esta propuesta, si bien nos excita espiritualmente y nos anima, también se presenta como una duda: ¿Es posible ser perfecto? ¿En qué consiste esa perfección? No es el momento de dar una respuesta teórica, ni es mi propósito llevarlos por el camino de la especulación. Quisiera mostrar más con señales que con ideas la lección que nos propone la experiencia que vivió y vive el resto fiel. ¡Sí, el resto fiel! A veces hablamos del Pueblo de Dios y nos imaginamos una totalidad, una mayoría, un triunfo humano de la fe y del amor, una sociedad compacta, estructurada y desarrollándose vivencialmente en el camino de la fidelidad y de la perfección. Pero la historia y la realidad actual nos muestran que la Iglesia fue propuesta como fermento y en las mejores expresiones, ese fermento se expresó a través del resto fiel y no de una mayoría, de un estilo de vida aceptado y realizado por todos.

Quizás en esto consista el mérito de la santidad, que en este mes los cristianos evocamos, celebramos y mostramos los ejemplos vivos para afirmar que la invitación del Señor ha sido aceptada. Noviembre se inicia con un gran portal: la celebración de todos los santos; y finaliza conmemorando a san Andrés, hermano de san Pedro, que representa al testigo fiel, que hace presente a todo el resto fiel que ya ha llegado al cielo o al que todavía camina abriendo caminos a machetazos existenciales, para expresar gráficamente lo esforzado de la marcha. I. Dos maneras de vivir. Desde el comienzo de la historia de la salvación vemos la presencia de dos estilos de vida: Dios nos propone una existencia basada en la confianza; y el hombre rebelde expresa la que se desarrolla a través del miedo: son dos maneras de ser que darán origen a dos maneras de organizar la convivencia: una abierta a los demás, y la otra cerrada en sí misma II. La venida de Cristo Cristo procede de una experiencia celestial de comunión total, que es la Santísima Trinidad, y quiere participarla con los hombres. La vida se plenifica en el amor, el amor se vive en la comunión, la comunión se logra en la apertura a los demás. La universalidad del mensaje de Jesús no significa que se realizará únicamente si lo aceptan todos. Históricamente se

"A veces hablamos del Pueblo de Dios y nos imaginamos una totalidad, una mayoría, un triunfo humano de la fe y del amor, una sociedad compacta, estructurada y desarrollándose vivencialmente en el camino de la fidelidad y de la perfección. Pero la historia y la realidad actual nos muestran que la Iglesia fue propuesta como fermento y en las mejores expresiones, ese fermento se expresó a través del resto fiel y no de una mayoría, de un estilo de vida aceptado y realizado por todos". va realizando a través del resto fiel, es decir, a través de aquellos que, remando contra la corriente, buscan la comunión con los demás, que es fruto de un amor divino que nos lleva a la plenitud. Estos pocos (con relación al número histórico de habitantes de la tierra) son los santos.

des optaron por la oferta de Dios. Y cada uno, de acuerdo a su vocación, la fue desarrollando fielmente hasta el final de su vida. Los santos propuestos por la Iglesia son ejemplos de que este estilo de vida es posible. Ellos deben incitar nuestro deseo de seguir a Jesús.

III. Los dos proyectos

V. ¿Cómo se distingue a un santo? ¿Qué los identifica, siendo tan diferentes?

En medio del camino nos encontraremos con la presencia de las dos propuestas: -Una, la del hombre librado a su propias fuerzas (o a su miedo), será la búsqueda de la conquista, a través de la eficacia. -La otra, la del hombre guiado por la gracia de Dios, será la participación, a través de la solidaridad. IV. La santidad es el fruto de una opción sostenida en la vida Los santos que en este mes de noviembre recordamos, son los que ante las dos posibilida-

Creo que es la realización de la manera de vivir que Dios ha pensado y que Jesús nos ha propuesto: la apertura a los demás como elemento imprescindible para la plenificación de la vida. Esta opción lleva

implícita la aceptación de la confianza en el Dios que nos llama, nos anima, nos congrega y nos salva. Unas pocas preposiciones nos resumen la vida de los santos: son los que, siguiendo a Cristo han vivido CON, POR Y PARA LOS DEMÁS. Los que permanecen esclavos del miedo también tienen sus propias preposiciones como guía: ellos, cultivando la miserabilidad, la alcanzan plenamente viviendo SIN, DE Y A PESAR DELOS DEMÁS. Ojalá el Señor nos ilumine con su Sabiduría para sabe elegir bien. Así marcharemos junto con los santos: el camino hacia el cielo pasa siempre por la participación solidaria de la vida de los hombres…

A NUESTROS LECTORES Ì Por

motivo de espacio editorial, la nota del p. Juan Pellegrino "El martirio en Aparecida" (Año XII, Nº 122, pag 3) no salió en toda su integridad. Pedimos disculpas a su autor. La misma puede leerse de modo completo en: http://www.diocesis9dejulio.org.ar/reflexion.htm


BRAGADO La Buena Noticia

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LA IGLESIA HOY EN LA ARGENTINA Aniversario de la consagración de la catedral de Salta

Ì El jueves 13 de octubre, el arzobispo de Salta, monseñor Antonio Cargnello, presidió la misa central por los 133 años de la dedicación de la catedral Nuestro Señor del Milagro y Virgen del Milagro, y de la consagración del altar. Las celebraciones llevaron por lema «133 años cobijando al pueblo de Dios». «Vivamos este día con profunda acción de gracias al Señor por recibirnos cada día en la Catedral del Padre y del Pan. Nuestro santuario invita a la oración, a celebrar la Eucaristía, a recibir la reconciliación, a amar al Señor y a la Virgen del Milagro», subrayó.

En espera de la beatificación de María Crescencia Pérez

Ì En 1986 el obispo de San Nicolás de los Arroyos, monseñor Domingo S. Castagna, inició el proceso diocesano de beatificación de la Hna. María Crescencia Pérez, religiosa de la congregación Hijas de María Santísima del Huerto. En 1989, terminado dicho proceso fue presentado en Roma, donde tras el estudio de la vida y virtudes de María Crescencia, Juan Pablo II la declaró Venerable. Hoy, después del unánime acuerdo de los médicos que reconocieron una curación milagrosa, sólo queda una reunión de Cardenales y la firma del decreto de Benedicto XVI declarando la validez del milagro.

En las madres se refleja el amor de Dios por nosotros

Ì El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, emitió un comunicado por el día de la Madre, que se celebró el domingo 16 de octubre. «Ser madre – afirmó el prelado- es una bendición. Así como llevan a su bebé durante el embarazo, y alimentan y cuidan del niño durante su infancia, así también cumplen un rol decisivo en las vidas de sus niños, adolescentes y jóvenes adultos, y aun cuando llegan a la edad madura» Fuente: AICA

ACTUALIDAD DIOCESANA

NUEVE DE JULIO

Siempre listos, para servir y salvar

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l grupo scout «Nuestra Señora de Fátima» fue creado en la ciudad de Nueve de Julio, el día 15 de agosto de 1984. En sus comienzos se reunía en los salones de la parroquia de Fátima advocación de la virgen bajo cuya protección fue puesto el grupo-. Al principio, estaba compuesto por scouts (varones) y guías (mujeres). En 1997 la USCA (asociación a la cual pertenecían estos dos grupos) decide crear la rama scout femenina, y, a partir de ese momento, se unifican y pasan a llamarse grupo scout de niños y niñas. Después de un largo y esforzado camino recorrido, encontramos un lugar donde realizar las actividades: «el campo escuela», ubicado en San Juan y Quinquela Martín. Al principio contábamos sólo con un terreno sin construcciones, pero con mucho arbolado y alambrado, ideal para el desarrollo de las actividades de los chicos. El tiempo y la colaboración de mucha gente, cumplió el sueño de contar con instalaciones cómodas. Primero tuvimos nuestro galpón que generosamente levantó el señor Héctor Sabattini, a quien el grupo recuerda con mucho cariño. Luego construimos una pequeña casita destinada al cuidador del campito. Hace aproximadamente seis años logramos construir los baños, lo cual facilita la estadía cuando estamos de campamento, se rea-

Ì Damos Gracias a Dios! por los retiros de hombres y de mujeres del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, realizados del 8 al 11; y del 22 al 25 de setiembre, respectivamente, en la Casa de Retiros «San José» de Beruti. Se trata de un retiro para matrimonios, anual, donde concurren los hombres primero y luego las mujeres. Agradecemos a los sacerdotes que brindan su tiempo y sus carismas para asesorar espiritualmente a los concurrentes. A nuestro obispo Martín y su apoyo incondicional al Movimiento. Es tambien momento de agradecer todas las oraciones e intenciones que se elevaron durante un año para apuntalar la realización de los retiros.

En este artículo se presenta el Grupo scout "Nuestra Señora de Fátima", que cuenta con tres ramas activas: lobatos, scout y raiders. Fue fundado en 1984, bajo la protección de la Virgen de Fátima, en torno a la Parroquia bajo su patrocinio. liza algún curso de formación diocesano, o recibimos la visita de otros grupos o movimientos de la Parroquia. Hace dos años conseguimos la tan necesaria instalación eléctrica subterránea. El escultismo tiene como fin la formación integral de los chicos como personas de bien y cristianos comprometidos. Formamos parte del ESCADI (Escultismo Católico Dioceano), junto a los grupos de Salliqueló, Trenque Lauquen, América, Henderson y Veinticinco de Mayo. Nuestro día de encuentro es el sábado. En la actividad los chicos se dividen por grupos de acuerdo a sus diferentes edades. Cada grupo trabaja distintos te-

mas, siempre asociados a esta formación que queremos alcanzar, especialmente a través del juego. En ocasiones especiales se realizan campamentos o salidas. Los segundos y cuartos sábados del mes estamos participamos de la celebración de la Eucaristía en la Capilla Sagrada Familia que queda a pocas cuadras del campito; el resto de los domingos en la Iglesia Catedral. Las actividades comienzan casi con el ciclo escolar y culminan a fin de año con un campamento especial de cuatro o cinco días. Este año nos estamos organizando para hacerlo en Alpa Corral, provincia de Córdoba. Realizamos diferentes actividades para recaudar fondos, ya que los chi-

EN BERUTI

Nuevos retiros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad Destacamos la predisposición de los equipos de trabajo, que desde hace tres meses estuvieron juntándose en distintas localidades para organizar las tareas, conocerse y vivir momentos de espiritualidad en hermandad. Ponen al servicio de todos: su tiempo de descanso, su disponibilidad económica y su alegría de sentirse hermanos y siervos del Señor, que los «elije»

como discípulos misioneros de su Iglesia, en pos de la evangelización. El MCC es una pastoral de nuestra Iglesia que trabaja en la evangelización de matrimonios o personas maduras solas, que están integrados a la actividad eclesial o alejados de ella, pero en su corazón sienten la necesidad de encontrar a Cristo como camino, verdad y vida.

cos que quieran participar pueden hacerlo sin que sea una traba el factor económico. El grupo actualmente cuenta con tres ramas activas: lobatos, scout y raiders. La rama mayor, rover, sigue estando presente pero sólo cuando el estudio se los permite, ya que son chicos que están estudiando fuera de Nueve de Julio. Contamos actualmente con diez dirigentes, el Concilio de Padres que se encarga de apoyarnos en cada tarea que se realiza para recaudar fondos, para mejoras del campito, para llevarnos o traernos de diferentes actividades, etc. A estos se suma la compañía de nuestro Capellán, el padre Guillermo, quien nos asiste con sus sabios consejos. Perdurar durante 27 años no ha sido tarea fácil, nos ha exigido un sí continuo, casi diario, pero los frutos los disfrutamos continuamente, cuando los chicos nos reconocen en la calle y nos recuerdan su paso por el grupo, o los que ya papás nos traen a sus hijos para que repitan sus experiencias, los que se acercan para volver al grupo, pero ya como dirigentes… En fin, 27 años que recordamos con mucha alegría, lágrimas por los que ya partieron a la carpa del Padre, y el deseo grande de que el Grupo pueda cumplir muchos más. Siempre listos, para servir y salvar, siempre mejor.

Tiene característica kerigmática, provocando el Primer Anuncio de la Buena Noticia en los concurrentes, quienes viven en comunión con Cristo y los hermanos. Podemos contemplar la conversión de hombres y mujeres, en sus rostros, primero; y luego en la acción, cuando vuelven a sus comunidades poniéndose al servicio de los párrocos e integrándose en las distintas pastorales. Este año tuvimos la Gracia de recibir hermanos/as. de comunidades que se incorporan a Cursillo como son Bragado, Juan José Paso y Francisco Madero. Pbro. Adolfo Petti, asesor espiritual MCC


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LA IGLESIA HOY ACTUALIDAD DIOCESANA

EN EL MUNDO

LA CATEQUESIS DE INICIACION, EL TESTIMONIO DE LA FAMILIA Y DE LA COMUNIDAD

Para entrar en el Reino de Dios SEGUNDA PARTE del mensaje de monseñor Martín de Elizalde OSB, obispo de Santo Domingo en Nueve de Julio, en el Encuentro Catequístico Diocesano (ENCADI), Treinta de Agosto, 27 de agosto de 2011 La comunión de la Iglesia, la misión y el servicio de la caridad Cristo nos ha dejado su Iglesia, para que en ella recibamos la vida y, ejercitándonos en la santidad, podamos pasar de este tiempo a la eternidad. Es una realidad que no puede expresarse plenamente con palabras; es paradojal que la Palabra, que es el Hijo de Dios, el Verbo, así como habló en parábolas y se manifestó por medio de signos, no requiere la abundancia verbal, tantas veces vacía e insignificante. La Palabra, porque es verdadera, está llena de sentido, ocupa y abarca todo, se trasmite poderosamente en el silencio, en todo caso en la sobriedad, y se la recibe en la comunión. No es solo la sintonía de afectos y de intereses, que se da con frecuencia entre nosotros, y que necesita conversaciones abundantes; tenemos que descubrir que hay un encuentro más profundo, que llega al alma, y que todo cristiano debe haber sentido alguna vez, en la experiencia del gozo inefable o del dolor, en la participación verdaderamente tal en la liturgia o en la oración silenciosa. La Palabra se traduce así como respuesta esperada al deseo de algo más, de mucho más; se vuelve inefable, pero en la vida de los santos y espirituales y en la conversión de los elegidos es una experiencia innegable. Es desde la comunión en la fe y la caridad que comienza la misión de la Iglesia, el anuncio de la predicación, la enseñanza de la doctrina, la catequesis. Si no fuera así, nuestras palabras, que pretenden ser vehículo de la Palabra, serían apenas algo puramente nuestro, nada de Cristo. En el contexto de nuestro Encuentro de hoy todo esto

puede parecer muy lejano, extraño. Les pido, sin embargo, que lo tomen muy en serio, porque esta realidad de la comunión, sencilla, interior, sincera, es la que nos permite ser mensajeros de Cristo. La catequesis, no lo dudemos, forma parte de la evangelización, es anuncio, y por eso debe brotar de una experiencia de comunión con el Señor Resucitado, para poder trasmitir su Palabra, que es Espíritu y Vida. De semejante intimidad con Dios procede el testimonio. La autenticidad del mismo no está solamente en la conducta visible, sino que es importante que proceda de una vivencia genuina. Es adhesión firme y sincera a los principios del Evangelio, traducida en la propia conducta, ante propios y extraños, en compañía y en soledad. Las palabras, por exactas que sean, por el alcance que tengan, por la recepción que encuentren, no bastarán, si no están recomendadas por el testimonio. Aquí se encuentra la misión, que la Iglesia de nuestro continente nos encomienda en este momento, y que no es tarea de especialistas, de audaces escogidos, sino de todos, cada cual en su ámbito, y que por supuesto es un llamado que se aplica en primer lugar a los catequistas. Juntamente, el compromiso cristiano es pluriforme, por lo que el testimonio abarca muchas dimensiones: la vida personal, con un estilo propiamente cristiano, la oración y la participación sacramental, la irradiación en el ambiente, la generosidad en el empleo del tiempo, de las aptitudes y talentos, de sus recursos, indicando con esa coherencia donde están los motivos que alientan su presencia en el mundo, su participación en la Iglesia. Y la vida de la comunidad, que como una persona, cuya cabeza es Cristo, lo hace presente, repite sus palabras, enseña su doctrina, trasmite

sus signos. Esta es la vocación del cristiano, vocación exigente, pero que cuenta con una retribución tan grande por la promesa del Señor, y que tiene ya ahora, como anticipo, la satisfacción de la comunión de la Iglesia. El catequista, entonces, como lo podemos ver y apreciar con inmensa gratitud, no es un simple trabajador, sino un asociado a la obra de la Iglesia, es voz y brazo del mismo Señor Jesús, porque primero acogió su llamada, asumió su enseñanza, y lo sigue con amor, sin apartarse jamás de Él. La participación en la liturgia Conocer no es solo saber: uno no se recibe de catequista, como no se recibe de cristiano. Conocer es amar, frecuentar, vivir de aquello que se ama, en constante crecimiento, para alcanzar lo que San Pablo llama la estatura, la medida de Cristo (cfr. Ef 4, 13). La fe se expresa en la celebración, que renueva la vida recibida, no permite que se agote o se adormezca. La participación en la liturgia no es una obligación, es una necesidad, y el catequista no debe considerarlo como una presencia obligada, pactada, sino que el testimonio – el verdadero, no el formal - de esa participación no es solamente el hecho de estar presente, sino la adhesión de corazón y el fruto espiritual, que no dejará de recibir. La participación del catequista en la liturgia tiene que provocar la imitación, y llevar a los catequizandos a unirse a las celebraciones, según su capacidad y su nivel de progreso en la catequesis. Por eso es particularmente importante cuidar el estilo celebrativo, para que sea devoto y recogido, no una especie de fiesta infantil o de representación escolar – que pueden tener lugar en

El catequista, entonces, como lo podemos ver y apreciar con inmensa gratitud, no es un simple trabajador, sino un asociado a la obra de la Iglesia, es voz y brazo del mismo Señor Jesús, porque primero acogió su llamada, asumió su enseñanza, y lo sigue con amor, sin apartarse jamás de Él.

otras circunstancias -, estando atentos a la sensibilidad religiosa, especialmente de los niños, y a las circunstancias de la vida de sus familias, invitando a estas a participar. Celebrar para confesar: que es algo particularmente importante para el catequista, pues su ministerio conduce a la aceptación de la fe por parte de aquellos que les fueron confiados, la fe de la Iglesia, la fe que celebramos y confesamos en los sacramentos, especialmente en la Eucaristía. La catequesis conduce, en forma particular, a los sacramentos, porque hay una catequesis de Comunión y una de Confirmación, pero de manera más amplia, introduce en la universalidad de la vida cristiana. La liturgia es la expresión de la fe y de la comunión, y apena que muchas veces advirtamos la ausencia de catequistas y catequizandos en las celebraciones, incluso en aquellas que son las más significativas. ¿Qué participación hay en la Pascua, en la Navidad, en las grandes solemnidades del año litúrgico? ¿Nada importan las ocasiones eclesiales – peregrinaciones, jubileos, patronales – que cada comunidad tiene que solemnizar, y en las cuales es penosamente sentida la ausencia de los niños y jóvenes de la catequesis, y sus familias? Amar para practicar: nos encontramos finalmente con esta gran ausencia, si no hay reconocimiento de la vida, no hay amor, y sin amor no hay práctica del mandamiento fundamental. El que ama desea estar junto a aquél a quien ama, y por eso se esfuerza por realizar aquellas acciones que agradan al amado. En próxima edición: Última parte: "Gestos y consignas".

Benedicto XVI hizo un balance de su reciente viaje a Alemania

Ì El papa Benedicto XVI recordó su reciente viaje apostólico a Alemania, al que definió como «una gran fiesta de fe» durante el cual, aseguró, percibió «cómo Dios confiere a nuestra vida el sentido más profundo, la verdadera plenitud». Explicó que en esa «tierra de la reforma protestante» quiso darle al viaje un relieve ecuménico. «Fue una ocasión propicia para encontrarme con los fieles de mi patria alemana, para confirmarlos en la fe, en la esperanza y el amor, y compartir con ellos la alegría de ser católico», subrayó. Clausura del II Congreso RIIAL Iglesia y Cultura Digital

Ì Con una misa en la iglesia San Francisco, cerró el II Congreso RIIAL (Red Informática de la Iglesia en América Latina) Iglesia y Cultura Digital, cuyo lema fue «Construir redes inteligentes llenas del Espíritu Santo», y que reunió del 17 al 19 de octubre a más 200 delegados de la región, entre ellos una decena de obispos, en la Universidad Católica de Chile, en Santiago. El último día estuvo marcado por una reflexión respecto de qué hacer con la ecuación necesidad y servicio de las tecnologías de la información. Llamada del Papa por la carestía en el Cuerno de África

Ì El papa Benedicto XVI hizo un enérgico llamamiento a la Comunidad Internacional para que ayude a la población afectada por la hambruna en el Cuerno de África. «No dejan de llegar noticias dramáticas sobre la carestía que arrasa al Cuerno de África -dijo-, y pido a todos que recen y brinden ayudas concretas a tantos hermanos y hermanas nuestros que se ven sometidos a pruebas tan duras, sobre todo los niños que mueren todos los días en esa región por enfermedad y falta de agua y alimentación». Fuente: AICA


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Desde la edición anterior, podemos encontrar en este lugar un espacio dedicado a la catequesis y otro a la formación bíblica. Sus autores son los miembros de la Junta Catequística diocesana y al padre Carlos Mateos, que ha dedicado su vida a la lectura, estudio y profundización de la Biblia.

EN EL CAMINO DE EMAUS

A LA ESCUCHA EN BETANIA

La Biblia y nosotros

La catequesis en nuestra diócesis

Los profetas ((IIIIII)) (continuación) Ì [Los profetas] manifestaban grandes reproches a los que de la religión solamente tomaban el culto. Es decir, aquellas personas que no cumplían la voluntad de Dios en su conducta, pero que ponían toda la fuerza religiosa en hacer ceremonias, oraciones, sacrificios. El mismo Jesús retomará este reproche de los Profetas de Israel: Este pueblo me honra con su boca, pero su corazón está lejos de mi. Tampoco callaban ante los que se llamaban sabios. Es cierto que en la época de Salomón, la sabiduría fue muy estimada, y de hecho tenemos cuatro libros en la Biblia sobre ese tema. Pero ya en la época de los Profetas, los sabios se habían vuelto asesores de los reyes y poderosos, vivían en palacio, y muchas veces aconsejaban acciones contrarias a la ley de Dios. Los Profetas no fueron maestros o profesores de alguna ciencia o arte. Eran predicadores de la Palabra según Dios les mandaba y mirando siempre las cosas que pasaban en el momento. O sea, no se trataba de una enseñanza sistemática, lección por lección, tema por tema: su mirada, que era la de Dios, se dirigía a la realidad del pueblo, a su conducta. Pero sí podemos decir que hay algunos temas que les fueron esenciales en todas las circunstancias.

Escribe: padre Carlos Mateos

Su tema central era Dios, el único y verdadero, por oposición a los ídolos que eran tan tentadores para los israelitas. Eran amigos del Señor, lo amaban y sabían que la felicidad del pueblo dependía de la amistad con Él. Por eso podemos aún ahora, recurrir a los Profetas y a los salmos para tener un sentimiento así de amistoso con el Señor. Destacaban su misericordia, su fidelidad, su justicia y, muy principalmente, su santidad. Como consecuencia de la fe en ese Dios cercano y amigo, la Alianza era otra de las prioridades de su predicación. No siempre usaban esa palabra (Alianza), pero insistían en lo que significaba ser «pueblo de Dios», y por tanto la manera de vivir y comportarse. Y esa necesidad de obrar como pueblo del Señor, era explicada por ellos según las cosas que estaban ocurriendo, las decisiones que se tomaban, los problemas y preocupaciones que te-

"Anticipar la aurora, construir la esperanza" CAMINO AL IIIº CONGRESO CATEQUÍSTICO NACIONAL,

nía la gente: vivían y predicaban a Dios según la realidad de cada momento, eran muy actuales. Por la Alianza, por la calidad de ser pueblo elegido, pueblo de Dios, las exigencias morales eran claramente detalladas. Y sobresalen del conjunto de principios que podían tener los otros países. Y va a figurar, con frecuencia, en los textos proféticos, la expresión El Día de Yavé. Eso sí miraba al futuro: iba a haber un momento en que Dios se iba a hacer presente (por sí mismo o por alguien mandado por él) e iba a dar un final a la historia humana. Con un juicio que implicaría castigo para los que se negaron a Dios y nunca se arrepintieron y una felicidad y paz definitiva, inamovible para los justos. La misión de Profeta, llega a su culminación y perfección en Jesús (pasando por Juan el Bautista), y se trasladará a sus discípulos y seguidores. El cristiano, el creyente, el bautizado discípulo de Jesús, pertenece a un pueblo sacerdotal y profético, fundado por Jesús. El cristiano tiene la misión de los profetas: presentar a Dios, sus caminos, invitar al cambio de vida, mantener la esperanza y, sobre todo, la amistad con este Dios tan cercano, tan amigo como es el padre de Jesús…y Padre nuestro.

"La misión de Profeta, llega a su culminación y perfección en Jesús (pasando por Juan el Bautista), y se trasladará a sus discípulos y seguidores.".

CELEBRAMOS EL ENCADI 2011 Ì El ENCADI ha sido el mejor modo de ir gestando al acontecimiento nacional que vivirá la catequesis con el Congreso de 2012. En este sentido, recordamos que la comunidad de 30 de Agosto abrió su corazón y «manos a la obra», sus catequistas y el padre Carlos Arive recibieron a casi 400 catequistas venidas de toda la diócesis. Como continuación de la crónica publicada en la edición del mes anterior, compartimos ahora estas reflexiones grupale del ENCADI 2011 Necesidades de los catequizandos — Acompañamiento y compromiso de la familia en la formación y crecimiento en la Fe — Edad adecuada de los catequizandos para que comprendan los contenidos — Conocer a Dios — Llevar el evangelio a la realidad — Formación catequística — Escuchar a los catequizandos — Perseverar en el anuncio — Establecer una relación de amor y verdad — Mayor acompañamiento espiritual por parte de los sacerdotes — Participación de jóvenes y niños en las celebraciones — Testimonio y compromiso de la comunidad eclesial

— Encuentros mas dinámicos y prácticos Reclamos de las personas a los catequistas — Adaptación y apertura de la Iglesia y su lenguaje a las nuevas realidades sociales — Escucha — Paciencia — Constancia y espiritualidad — Compromiso — Acercamiento a las familias — Presencia — Coherencia de vida — Testimonio — Comprensión — Escucha — Mayor y mejor llegada de los sacerdotes a la comunidad Pedidos de Dios a los catequistas — — — — — — — — — — — — — —

Testimonio y Coherencia Fe Oración Misericordia Escucha a Dios y los demás Humildad Servicio Misión Conversión Paciencia Alegría y Esperanza Apertura Entusiasmo Comunión


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PASTORAL VOCACIONAL

¿Por qué me hice diácono?

"P ara aayudar yudar a que Dios sea del PPueblo" ueblo" "Para Testimonio de Tomás Penacino, diácono Eduardo Penacino permanente. Parroquia San Juan Nepomuceno, Emilio V. Bunge.

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upongo que este asunto del diaconado estaba en los planes que Dios tenía para mí y bien, de ahí que hace más de diecisiete años que andamos sirviendo a nuestros hermanos. Desde pibe me daba particular gusto hacerle de monaguillo al cura Francisco Mancuso al que acompañaba incluso en las misas diarias. Después, entrando a la adolescencia, como les pasa a muchos, todo fue quedando en un lindo recuerdo. Muy jovencito e inconscientemente casi, me casé con Susana. La vivencia de mi fe se resumía en esas oraciones que nuestra madre nos enseñó a hacer antes de dormirnos y nada más. Llegaron mis hijos mayores, Romeo y Julieta. Susana pidió con mi consentimiento la fe para ellos. La Iglesia para mí, en esos años de rebeldía juvenil, materia de (¿serios?) cuestionamientos, así que me abstuve de tomar parte en la celebración del bautismo de mis hijos. Lejos estaba de suponer que Dios se tomaría una «amorosa venganza» llamándome a bautizar los hijos de otros y hasta mis propios nietos.

Hacia fines de la década de «los setenta» Tata Dios puso en marcha lo que puedo ver ahora como un plan para ese muchacho inmaduro, impetuoso e irreverente aunque con algún dejo de idealismo también. La llegada del padre Jorge Molinelle a Bunge fue «el comienzo del fin» del hombre viejo aunque todos los días hay que darse un baño de juventud en santidad. Frecuentábamos un ambiente común como era el club, donde yo iba casi a diario a jugar a la baraja y no supe intuir para huir a tiempo (gracias a Dios) que aquella insólita presencia entre las mesas de chinchón y codillo tenía como fin pescar algún «bagre» para el Señor. Un día de 1980 nos acercaron la invitación para tomar parte de un Cursillo de Cristiandad y, sin saber a que iba en verdad, al segundo día del encuentro ya estaba entregado de pies y manos. El padre Pedro Traveset se encargó, confesión mediante, de devolverme al estado de Gracia. Aquella tarde de viernes me acerqué después de muchos años a la mesa de la Eucaristía, y no me fui más. Aparecerían en el horizonte de mi vida otros enormes responsables de este ministerio del cual soy indigno: los jóvenes. Invitado por el ya citado padre Jorge a acompañarlos preparándolos para la Confir-

tuvo ahí latiendo en mi corazón. Ya era Ministro extraordinario de la comunión y me daba particular alegría acompañar a los enfermos llevándoles el Pan de la Vida.

Así como los diáconos nacieron a la vida de la Iglesia por las quejas del pueblo y el mucho trabajo de los apóstoles, así, en medio de una gran necesidad pastoral, el 19 de diciembre de 1993 fui ordenado por el obispo José Tommasi. mación, le siguieron luego las noches de oración diocesanas; los retiros y las misiones populares. Fue en aquella primera misión de Italó, en el sur de Córdoba, que recibí un fuerte cuestionamiento sobre lo que Jesús necesitaba de mí. Habíamos ido sin sacerdote y una mujer del lugar me pidió que le bautizara su niño ya que el cura de Huinca Renancó venía una vez por mes (y si no llovía). No daba para «agua de socorro», pero ese pedido es-

«Escuché algo del diaconado…» Una tarde de visita al Monasterio de los Toldos, muy poco antes de pegar la vuelta, le comenté la inquietud al padre Héctor Lordi. «Escuché algo del diaconado…», «Me frena el hecho que alguien piense que quiero tener algún privilegio en la Iglesia». «Anda a rezar eso, charlalo con tu familia y si no se te pasa, hablalo con el obispo. Ahí tiene que haber un llamado», me dijo el querido monje. Monseñor Gilligan me aceptó en seguida y, como no había Escuela de Ministerios como en otras diócesis, me envío a los benedictinos para que me formaran. Así como los diáconos nacieron a la vida de la Iglesia por las quejas del pueblo y el mucho trabajo de los apóstoles, así, en medio de una gran necesidad pastoral, el 19 de diciembre de 1993 fui ordenado por el obispo José Tommasi. Mi trabajo en el Banco Provincia hizo que, de pueblo en pue-

blo, llevara enancado mi servicio a la Iglesia y ha sido hasta ahora un camino de absoluta entrega; de obediencia a mi Obispo, en estrecha colaboración con los sacerdotes que me tocaron y también de cruz, la cual se mostró muy claramente para mi y mi familia en muchos tramos del camino haciendo realidad aquello que se dice que «El que está dispuesto a amar tiene que estar dispuesto a sufrir». Cuanto me gustaría que este testimonio pudiera impulsar a otros hermanos a plantearse esta vocación; que también nuestros sacerdotes puedan revalorizar al diaconado como una Gracia para toda la Iglesia. Cuando me ordené me hice el firme compromiso de construir la comunión; de estar cerca del más pobre y sufriente; de preparar cuidadosamente las homilías para cuando fuera requerido a ese tan maravilloso oficio de predicador; de pedir la asistencia del Espíritu para corajear caminos nuevos. Mi maravillosa esposa y mis hijos ya abiertos a otros caminos, me invitan a dar gracias por su apoyo y comprensión; a las comunidades que aceptaron como algo natural «la novedad» de un diácono y, dárselas también por supuesto al Dueño de la Mies, porque me permite seguir sembrando muy a pesar de mis traiciones. Pastoral Vocacional Diocesana Padre Guillermo Gómez Ver más en: www.diocesis9dejulio.org.ar/ vocacional.htm

Í

FIESTAS PATRONALES DE NOVIEMBRE en la Parroquias y Capillas de nuestra Diócesis de Nueve de Julio. 3. San Martín de Porres, Religioso

Medalla Milagrosa, G.

-Parroquia San Martín de

-Capilla N. Sra. de la Medalla

EN HONOR A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS

Porres, BRAGADO

Milagrosa, BERMÚDEZ

Santa Eleodora celebró sus fiestas patronales

-Capilla San Martín de

(Lincoln)

Porres, TRENQUE LAUQUEN

-Capilla N. Sra. de la Medalla

ACTUALIDAD DIOCESANA

Ì Con un triduo a cargo del padre Juan Kukielka y el diácono Tomas Penacino y la procesión y Santa Misa presidida por el padre Gabriel, administrador parroquial de Ameghino, la comunidad de Santa Eleodora (partido de General Villegas) honró a su patrona Santa Teresa del Niño Jesús.

11. San Martín de Tours, Obispo Capilla San Martín de Tours, BERRAONDO (Norberto de la Riestra)

La capacidad de la capilla se vio desbordada a la hora de la celebración eucarística. Luego en las instalaciones del club Cosmopolita se presentó el espectáculo titulado «Alrededor de la Mesa», cargo de Tomas y Darío Penacino, Miguel Ustarroz y Jorge Prola de la localidad de Emilio V. Bunge.

VILLEGAS

Milagrosa, EL PROVINCIAL (N. Sra. de Fátima, Nueve de Julio) -Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, PELLEGRINI -Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, TRENQUE

27. Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa

LAUQUEN

-Capilla Nuestra Sra. de la

MAYO

-Capilla N. Sra. de la Medalla Milagrosa, VEINTICINCO DE


NOVIEMBRE DE 2011

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MISION CONTINENTAL (XIV)

Llamado a la Misión Q

uerido lector, desde inicio de año venimos profundizando la importancia que el Documento de Aparecida tiene como acontecimiento en nuestra Iglesia. Ahora te invito a que reflexionemos juntos el llamado a la Misión que nos hacen nuestros obispos, sin dejar de tener presente su visión de la realidad eclesial en nuestro continente. Ver El Documento de Aparecida, en su análisis de la situación de la Iglesia en América Latina y del Caribe es bastante optimista en sus aspectos positivos (DA 98 y 99) y otros que pueden denominarse «sombras» o negativos y constituyen verdaderos desafíos a la hora de evangelizar (DA 100). Juzgar Jesús nos reveló el misterio de la comunión trinitaria de Dios como origen de la misión. Esa comunión trinitaria es sinónimo de amor. Jesús es manifestación y testigo de este amor intratrinitario. Hablar de Dios significa habla de amor y de misión. Frente a la alianza rota por el pecado, Dios envía el Hijo en el Espíritu Santo en misión para inaugurar una Nueva Alianza, anunciando un Nuevo Mandamiento como

Buena Nueva de la recreación del mundo y de la humanidad. De esa «misión de Dios» todos los cristianos participan, desde su bautismo, encontrándose «plenamente en el servicio del otro». El Dios trinitario que está en el origen de la creación, está también presente en la recreación del mundo, en la encarnación. Respondiendo a los movimientos pentecostales, Aparecida concede cierto peso a la presencia del Espíritu Santo. María concibió a su Hijo Jesús, Palabra de Dios, por la fuerza del Espíritu Santo. Ese mismo Espíritu se halla en el inicio de la misión de Jesús de Nazareth. En Él, el hijo del carpintero fue confirmado «Hijo bien amado» con ocasión de su bautismo en el Jordán (Lc 3,22). Por Él fue conducido al desierto para prepararse para su misión. En Él fue ungido Mesías e hizo el discernimiento decisivo de su vida acerca de la finalidad y los colaboradores de su misión: «Él me ungió para evangelizar a los pobres» (Lc 4,18). A partir de Pentecostés la Iglesia comienza «a hablar en otras lenguas» (Hch 2,4). El Espíritu «forja misioneros» e indica los lugares de la evangelización. Pentecostés continúa en la Misión de los discípulos misioneros. El tiempo pos-pascual es

P. Luis Diehl

PENSAMIENTOS BREVES VIVIR PARA SI ? Vivir para sí nos encierra en nuestro egoísmo y en nuestra subjetividad y nos hace perder todo horizonte de trascendencia. ? Abrirnos a las cosas del mundo es dar un paso adelante n nuestra integración, pero las cosas no nos exigen superación ni fidelidad. Podemos quedarnos en la mediocridad. ? En cambio, vivir para Cristo nos hace alcanzar la plenitud de nuestra existencia; por Cristo creemos en Él, por Cristo amamos como Él, por Cristo sufrimos junto a Él, por Cristo nos abrimos a la esperanza de ser revestidos eternamente de su gloria.

Es una publicación de la Diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio

Escribe: Pbro. Germán Loriente

tiempo del Espíritu Santo, protagonista de la Misión. El Espíritu Santo está al inicio de todas las caminatas que engendran vida. Él es don divino y don divino y donador de los dones. El Espíritu Santo es Dios en el gesto del don. Él es el «Espíritu de la Verdad» (Jn 14,17) que articula las diferencias culturales y étnicas en una mayor unidad, que no afecta la verdad ni la identidad. La verdad acontece en la generación de la vida: en la práctica del nuevo mandamiento (Jn 13,34) y de una justicia mayor. Hablar de Iglesia significa hablar de esa misión del Pueblo de Dios. La estructura de esa Iglesia-misión es trinitaria porque ella es «Pueblo de Dios», «Cuerpo del Señor» y «Templo del espíritu Santo» (LG 17). Por ser «Templo del Espíritu Santo» es también «Casa de los pobres»; ella «convoca y congrega a todos en su misterio de comunión, sin discriminaciones ni exclusiones por motivos de raza, condición social y pertenencia nacional». La opción misionera es una opción comunitaria de la Iglesia Pueblo de Dios: «En el pueblo de Dios, la comunión y la misión están profundamente unidas entre sí… la comunión es misionera y la misión es para la comunión». El discipulado, el envío y la misión «siempre suponen la pertenencia a una comunidad». Con esa y en esa comunidad creemos, celebramos y asumimos los compromisos pastorales de colaborar en la transformación del mundo. Y ese compromiso es urgente. Actuar Después de esas consideraciones resultantes de la naturaleza misionera del Pueblo de Dios, el DA distingue aún tres ámbitos diferentes: a) la Parro-

Año XII - Nº 123 NOVIEMBRE / 2011

quia misionera, no como algo extraordinario, sino como nuevo patrón pastoral; b) la Misión Continental; y c) la misión ad gentes (al modo de misión ad intra y ad extra). Está presente además en Aparecida, transversalmente, el diálogo interreligioso y ecuménico, remitiendo a posturas ya asumidas en conferencias anteriores. a) Parroquia misionera El DA apuesta al papel misionero de la parroquia, apunta hacia las dificultades existentes y, propone genéricamente, cambios estructurales. Las parroquias deben ser «comunidades de comunidades» y transformarse de comunidades de preservación en «centros de irradiación misionera en sus propios territorios» y «lugares de formación permanente». La formación misionera debe ser integral, permanente, específica, comunitaria e inculturada. Esto exige «abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe» entre ellas, la estructura ministerial. El Pueblo quiere a los interlocutores de su fe muy próximos. Mientras la relación entre «pastores evangélicos» y «sacerdotes católicos» es de 6 a 1, a falta de sacerdote el pueblo opta, muchas veces, por la presencia del pastor. La propuesta de renovar las estructuras parroquiales sin enfrentar cambios en la estructura ministerial de la Iglesia permanece en un deseo piadoso. Existen otros desafíos de carácter estructural. Entre estos: la extensión parroquial, la pobreza, la violencia y la distribución desigual de los presbíteros en la Iglesia del continente. Aparecida propone descentralización, desburocratización, multiplicación de los brazos y calificación de los ministros. Debido a la enorme extensión de las parroquias propone, lo que no es nuevo, la división parroquial en sectores. Al afirmar que «la renovación de la parroquia exige actitudes nuevas en los párrocos y en los sacerdotes», el DA apunta a fallas en la formación seminarística. La mayoría de los delegados de Aparecida conoce los problemas, incrementa las tareas y sobrecarga a los párrocos y sus equipos.

b) Misión Continental En la preparación de la Conferencia de Aparecida, la Misión Continental daba muestras que se convertiría en el asunto más importante del evento, lo que no aconteció. Pero queda claro cuál es su propósito: La Misión Continental deberá asumir lo que fue llamado «nueva evangelización entre los cristianos culturales» y «reevangelización entre los nopracticantes». En la Misión Continental todo el continente «quiere ponerse en estado de misión», porque: …tenemos un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión de ser sal y fermento del mundo, con una identidad débil vulnerable. El DA resalta que: …asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente… Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilución, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y esperanza. La operacionalización de esa misión fue confiada al CELAM y sus departamentos. Solo resta esperar que acontezca con el entusiasmo documentado. c) Misión ad gentes Junto con la misión Continental, el compromiso con la misión ad gentes continúa; continúa la misión de «anunciar el Evangelio a todas las naciones» (cf. Mt 28,19; Lc 24, 46-48). Misión ad gentes significa, en el DA, prácticamente «misión universal» de la Iglesia. Recientemente, el propio Papa se refirió a las transformaciones de la misión ad gentes: El campo de la misión ad gentes se ha ampliado notablemente y no se puede definir sólo basándose en consideraciones geográficas o jurídicas. En efecto, los verdaderos destinatarios de la actividad misionera del pueblo de Dios no son sólo los pueblos no cristianos y las tierras lejanas sino también los ámbitos socioculturales y, sobre todo, los corazones. En la misión ad gentes compartimos nuestra fe, desde la pobreza de nuestros medios. Aparecida espera «una nueva primavera de la misión ad gentes»

DIRECTOR: Pbro. Germán Loriente

EDICION INTEGRAL: Fabricio O'Dwyer.

Iglesia Catedral de Nueve de Julio. Teléfono: (02317) 422163

Ugarte 590 - (6223) Coronel Charlone. mail: fabricio1969@gmail.com


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