Lbnd137 0513

Page 1

CARTA DEL OBISPO

La resurrección de Jesús y la fe de la Iglesia u«Un fruto esperado, una consecuencia necesaria del Año de la Fe, tiene que ser, entonces, la renovación de la profesión de fe en la Resurrección y su aplicación en las circunstancias de nuestra vida», sostiene el obispo Martin en esta edición.

Concurrente entre la Solemnidad de Pentecostés y de Santísima Trinidad, celebramos la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. En consonancia también, con el diálogo ecuménico propuesto por el papa Francisco a través de gestos y actitudes profundamente proféticas que nos hacen descubrir el rostro de una Iglesia que no deja de regalarnos una y otra vez el «perfume» de Jesús.

RUMBO A LA JMJ

Pascua Joven u »Tu fe te ha salvado, vete en paz» fue el lema que acompañó a los jóvenes durante la Semana Santa en la ciudad de América, en un encuentro preparatorio a la Jornada Mundial de la Juventud 2013.

SUPLEMENTO

Colecta Anual de Cáritas 2013

«Que todos sean uno...» Visite la página web de nuestra diócesis: www.diocesis9dejulio.org.ar


MAYO 2013

Pág. 2

CARTA DEL OBISPO

LA RESURRECCIÓN DE JESÚS Y LA FE DE LA IGLESIA Queridos hermanos: Nos dice el actual Pontífice, Francisco, que el papa Benito XVI, «con intuición verdaderamente inspirada, ha proclamado para la Iglesia Católica un Año de la Fe. Con esta iniciativa, que deseo continuar y espero sea de estímulo para el camino de fe de todos, él ha querido marcar el 50° aniversario del inicio del Concilio Vaticano II, proponiendo una especie de peregrinación hacia lo que para cada cristiano representa lo esencial: la relación personal y transformadora con Jesucristo, Hijo de Dios, muerto y resucitado por nuestra salvación. Precisamente en el deseo de anunciar este tesoro perennemente válido de la fe a los hombres de nuestro tiempo, se encuentra en el corazón del mensaje conciliar» (Alocución a las delegaciones de las Iglesias y confesiones cristianas y de las religiones que participaron en la celebración de inicio de su pontificado, 20.03.2013). El Año de la Fe se nos propone como una ocasión privilegiada para reflexionar sobre la fe, confesarla y profesarla públicamente. La razón de la celebración de este tiempo es para que los creyentes en Cristo renueven y fortalezcan su adhesión al Evangelio, que sea «más consciente y vigorosa, sobre todo en un momento de profundo cambio como el que la humanidad está viviendo». También, confesarla, «para que cada uno sienta con fuerza la exigencia de conocer y trasmitir mejor a las generaciones futuras la fe de siempre», y finalmente, en tercer lugar, «profesar públicamente el Credo». La confesión lleva a la «celebración de la fe en la liturgia, y de modo particular en la Eucaristía, que es la ‘cumbre a la que tiende toda la acción de la Iglesia y también la fuente de donde mana toda su fuerza’ (Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 10)». Por la acción de la gracia, se espera que «el testimonio de vida de los creyentes sea cada vez más creíble» (cf. Benito XVI: Porta fidei, 8-9). En el Credo manifestamos nuestra fe en la Resurrección de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, «que padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó entre los muertos». Cuanto confesamos como cristianos, por la fe recibida en la Iglesia, en comunión con ella lo celebramos en la liturgia, es decir lo presentamos al Padre celestial, por el Señor Jesucristo en el Espíritu, como alabanza y con gratitud, y nos proponemos vivirlo, dando testimonio de ello con nuestra conducta y anunciándolo a los hermanos.

En las celebraciones pascuales esta afirmación de fe tiene su lugar propio, privilegiado. Cada Eucaristía es la actualización de la Pascua, pero la Pascua misma, precedida por la honda y sobrecogedora experiencia del Triduo, Jueves, Viernes y Sábado santos, es el momento en que se vive, con particular gravedad, la seria experiencia de la Pasión, Muerte y RESURRECCIÓN del Señor. Nuestros fieles, nosotros mismos, ¿tenemos conciencia de lo que esto significa? Porque la celebración anual de la Pascua debería constituir para todos una experiencia que marca en profundidad, y que permite leer, a lo largo del año litúrgico y de la vida de los hombres, el sentido de cuanto creemos, celebramos y experimentamos, para dar sentido a todo, para ofrecer explicación y razón de cuanto no comprendemos, pero sobre todo de lo que hacemos y queremos. La Pascua nos habla de la asamblea dominical, la Santa Misa que congrega a la comunidad, que es la definición más profunda y verdadera del cristiano, de sus instituciones, de sus obras y quehaceres. Pero más aún, nos explica por qué el Señor nos ama y nos espera, nos purifica con las pruebas y nos alegra con sus dones, nos asiste y acompaña, y nos propone la meta definitiva del encuentro con Él. ¿Qué valor, estabilidad, alcance, tiene la felicidad, tienen las bendiciones que recibimos y los momentos de alegría y de paz que Dios nos regala, si no son un reflejo de la bienaventuranza reservada a los que Él ama? ¿Cómo podríamos aceptar el sufrimiento, la incertidumbre, la prueba, si no tuviéramos la certeza de que todo tiene un sentido en el Hijo de Dios que lo vivió primero y fue resucitado? Nuestra confesión de la Resurrección se refiere también al poder que le fue conferido por el Padre a su Hijo, sentado a su diestra, y no es solo la afirmación de lo que sucedió en el pasado, sino la continuación, siempre vigente y cercana, de su consecuencia y efecto. ¡El Señor ha resucitado! Y nosotros con Él, nos aprestamos a vivir la vida nueva, experimentando desde ya, en nuestra condición de peregrinos, que sus dones, pasajeros todavía, son el anticipo de lo definitivo. Y la afirmación de fe en la Resurrección de Jesucristo se vuelve expresión de esperanza, también para nosotros. Pero la Resurrección del Señor, que supera los límites de la naturaleza creada, tiene un alcance trascendente, y llega a toda la creación. La Resurrección, como destino del hombre, nos

invita a promover entre los hombres la justicia, la verdad, el bien, como el camino para recibirla. Este mensaje evangélico, de conversión y de renovación, ha sido confiado a la Iglesia, y la celebración de la Pascua es la ocasión para tomar conciencia del envío misionero, de la especificidad del mensaje cristiano y de su propuesta al mundo todo. Un fruto esperado, una consecuencia necesaria del Año de la Fe, tiene que ser, entonces, la renovación de la profesión de fe en la Resurrección y su aplicación en las circunstancias de nuestra vida. La indiferencia que, desgraciadamente, comprobamos para participar en las celebraciones litúrgicas, en las cuales no se encuentra tal vez esa sensibilidad que se reclama, produce un empobrecimiento en la vida de las comunidades y de cada uno de los fieles. De esta manera, las familias no participan unidas en la acción central de la Iglesia, para tomar de ella identidad y fuerza; los corazones se vuelven áridos, sin la efusión del Espíritu que los lleva a la presencia de Dios, y no se escucha su voz, en la lectura de la Palabra inspirada y en los ejemplos de la comunidad; no se participa del Pan de vida, alimento que da fuerzas. Celebrar la Resurrección, para el cristiano, es llevar su adhesión a la fe profesada a la celebración en la liturgia y al testimonio que manifieste al mundo que el Señor está presente. Concluyamos con las palabras del papa Benito XVI, maestro de la fe: «A la profesión de fe, de hecho, sigue la explicación de la vida sacramental, en la que Cristo está presente y actúa, y continúa la construcción de su Iglesia. Sin la liturgia y los sacramentos, la profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la gracia que sostiene el testimonio de los cristianos» (Benito XVI: Porta fidei, 11). Con mucho afecto, los saluda y bendice, + Martín, obispo de Nueve de Julio

Para ver más mensajes del obispo Martín http://www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.html

MAYO

INTENCIONES PARA ORAR EN EL 2013 a pedido del papa emérito Benedicto XVI

GENERAL: Administración de la justicia. Que quienes administran la justicia actúen siempre con integridad y recta conciencia. MISIONERA: Los seminarios. Que los Seminarios, especialmente los que se encuentran en Iglesias de misión, formen pastores según el Corazón de Cristo, dedicados por entero al anuncio del Evangelio.


MAYO 2013

Pág. 3

COMPARTIENDO NUESTRO TESORO DIÁLOGO ECUMÉNICO

«...Para que el mundo crea» Al menos una vez al año, y respondiendo a la invitación del Señor: «Que todos sean uno para que el mundo crea» (Jn 17,20-26), se desencadena en el mundo esta experiencia única que se conoce como la Semana de Or ación por la Unidad de los Cristianos Oración Cristianos. Congregaciones y parroquias de todo el mundo toman parte en la semana de oración, que se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero (en el hemisferio norte) y en torno a Pentecostés (en el hemisferio sur). Nosotros, en la semana concurrente entre la Solemnidad de Pentecostés y de Santísima Trinidad, este año entre los días 20 y 26 de mayo.

C

ada uno de los gestos y actitudes en el Papado de Francisco nos han llamado la atención en este último tiempo: algunos no dejan de ser puramente anecdóticos, si queremos llamarlos así, pero hay otros profundamente proféticos que nos hacen descubrir el rostro de una Iglesia Conciliar (y hago referencia al concilio Vaticano II) que no deja de regalarnos una y otra vez el «perfume» de Jesús. ¿Cuáles son los gestos anecdóticos y cuales los profundamente proféticos? Todos son el mismo gesto: tal vez se diferencian simplemente desde la perspectiva de dónde «leo» estos gestos. Lo que se nos ha invitado una y otra vez en la famosa expresión «leer los signos de los tiempos». Y el Papa ha tenido gestos y palabras bien claras para que sepamos descubrir su decidido camino (que nos exige a nosotros una obvia conversión) hacia el diálogo ecuménico. Con respecto a ello, tal vez la diferencia más importante de esta entronización con respecto a las anteriores, fue la presencia del patriarca ecuménico Bartolomé de Estambul, marcando la primera vez que el líder de los cristianos ortodoxos asiste a la misa inaugural de un Papa en Roma desde el cisma entre el cristianismo occidental y oriental en 1054. ¿Un gesto anecdótico más? No lo creo. Se suma a otros el nombre escogido al tomar el timón de la Iglesia Católica, el papa Francisco se comprometió con un programa de sencillez, austeridad y reparación que insinuó con gestos y decisiones desde su primera salida al balcón de San Pedro. El nombre del santo de Asís, que resonó en la bellísima Capilla Sixtina, nos refiere al lugar donde Juan Pablo II convocó a una histórica jornada de oración y ayuno con el llamamiento a una tregua de todas las guerras y desde entonces, año 1986, es también un punto de referencia del diálogo interreligioso. «Lo que hemos hecho en

Asís orando y dando testimonio de nuestro compromiso por la paz, hemos de continuar haciéndolo cada día de nuestra vida, pues lo que hoy hemos realizado es vital para el mundo. Si el mundo ha de seguir adelante, si los hombres y mujeres han de sobrevivir en él, este no puede valerse sin la oración», dijo aquella tarde el papa Wojtyla. Al sugerente nombre de Francisco también siguió unas sencillas palabras en aquella lluviosa noche de Roma, que no pudieron pasar desapercibidas a ningún teólogo: se presentó como lo que es, el obispo de Roma y como tal el primero entre pares. Hablaba del gobierno colegial de la Iglesia. El obispo de Roma que «preside la Iglesia en la caridad» como dijo el nuevo Papa valiéndose de la expresión de san Ignacio de Antioquía. Y vale acentuar esa expresión que, como otras, fue cuidadosamente elegida por el papa Francisco, por su inocultable valor ecuménico. Por su resonancia en las otras iglesias cristianas. Aquella expresión es no sólo indicio de una concepción colegial del gobierno de la Iglesia. Sugiere y parece refor-

zar aquel pedido de ayuda formulado por Juan Pablo II a las otras confesiones cristianas para buscar nuevas formas de ejercicio del ministerio petrino, del servicio de los papas. «El imperativo de Asís es, aun hoy, después de veinte años, profundamente actual, con el desafío de la convivencia entre culturas y religiones diversas, que requiere de hombres de fe profunda que sepan escrutar e interpretar los signos de los tiempos. La profecía de Asís es un legado de Juan Pablo II para las generaciones actuales y futuras. En tiempo de crisis, la fragmentación de las sociedades contemporáneas, donde parece prevalecer la cultura del conflicto, surge imperioso el desafío de una convivencia renovada, fraternal», escribía Bergoglio en abril de 2007. Un gesto de la misma naturaleza que el pedido de bendición, del pueblo hacia su persona en el balcón de San Pedro, lo había producido el arzobispo de Buenos Aires en el estadio Luna Park, en uno de los encuentros anuales del grupo Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo (Creces),

cuando en un estadio colmado se arrodilló para pedir la bendición de un grupo de pastores evangélicos. Habitual concurrente a esos encuentros, el predicador de la Casa Pontificia, el franciscano Raniero Cantalamessa agradeció «infinitamente al cardenal Bergoglio por el ejemplo que da con su apoyo y participación en esa iniciativa de los cristianos carismáticos». El papa Francisco no hace más que «recoger el guante» con firme decisión de los esfuerzos hechos por sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, en un camino que no es fruto de una improvisación sino de un arduo camino que se viene realizando en la Iglesia: «La Iglesia exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad, mediante el diálogo y la colaboración con los seguidores de otras religiones, dando testimonio de fe y vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así como los valores socioculturales que se encuentran en ellos», decía Nostra Aetate, el documento del Concilio Vaticano II, un hito en el largo

«El Papa ha tenido gestos y palabras bien claras para que sepamos descubrir su decidido camino (que nos exige a nosotros una obvia conversión) hacia el diálogo ecuménico. Con respecto a ello, tal vez la diferencia más importante de esta entronización con respecto a las anteriores, fue la presencia del patriarca ecuménico Bartolomé de Estambul...»

camino de diálogo entre católicos y judíos. El sendero ecuménico y de diálogo interreligioso de otro pontificado ha de continuarse en el pontificado que se abre con Francisco. En este camino, Benedicto XVI le confesó a su biógrafo Peter Seewald que se sentía «ambas cosas»: lo último de lo viejo y lo primero de lo nuevo. Una gran bisagra ha comenzado a construirse en la Iglesia milenaria. Al papa Francisco le tocará el primer turno. Por lo pronto, las palabras dirigidas en la Sala Clementina el pasado 20 de marzo a los representantes de la Iglesias y Comunidades Eclesiales y de las diversas religiones, van descubriendo el deseo de impulsarnos en el dialogo sincero: «Deseo recordar las palabras que el beato Juan XXIII, del que en breve recordaremos el 50 aniversario de su muerte, pronunció en el memorable discurso de inauguración: «La Iglesia católica considera deber suyo el esforzarse diligentemente en realizar el gran misterio de la unidad por la que Jesucristo, poco antes de su sacrificio, oró ardientemente al Padre celestial. Ella goza de esta apacible paz, porque se siente íntimamente unida a esta oración de Cristo» (AAS 54 [1962], 793). Sí, queridos hermanos y hermanas en Cristo, sintámonos todos íntimamente unidos a la oración de nuestro Salvador en la Última Cena, a su invocación: Ut unum sint. Pidamos al Padre misericordioso que vivamos plenamente esa fe que hemos recibido como un don el día de nuestro bautismo, y que demos de ella un testimonio libre, alegre y valiente. Éste será nuestro mejor servicio a la causa de la unidad entre los cristianos, un servicio de esperanza para un mundo todavía marcado por divisiones, contrastes y rivalidades. Cuantos más fieles seamos a su voluntad en pensamientos, palabras y obras, más caminaremos real y substancialmente hacia la unidad».


MAYO 2013

Pág. 4

LA IGLESIA HOY EN LA AR GENTIN A ARGENTIN GENTINA

ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA

AMÉRICA El obispo de Orán y la lucha por dignificar la vida de los aborígenes æEl obispo de Orán, monseñor Marcelo Colombo, agradeció a la comunidad diocesana el apoyo que vienen brindando en los reclamos que la Iglesia acompaña a favor de la problemática indígena, que el año pasado se dedicó con esmero en lograr una regularización de los dominios sobre distintos lotes del territorio provincial y en hacer notoria la vulneración de derechos que el proyecto de reforma del Código Civil traería sobre «derechos fundamentales» que la reforma constitucional les obtuvo. Obispos argentinos renuevan su fidelidad al Papa æAl culminar la 105° Asamblea Plenaria el pasado 20 de abril, los obispos argentinos enviaron una carta al papa Francisco renovando su fidelidad al obispo de Roma y sucesor de San Pedro. En la misiva, le expresaron su voluntad de querer vivir la dulce y confortadora alegría de evangelizar «impulsados por el mensaje de Su Santidad que nos entusiasma y compromete a dar la vida como pastores». Monseñor Poli llamó a vivir con alegría y entusiasmo la fe æEl flamante arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Aurelio Poli, llamó a los jóvenes a vivir con alegría y entusiasmo el Año de la Fe, tiempo al que consideró ¨un regalo¨ de Benedicto XVI en el marco de la jornada del Buen Pastor y un llamado a «redescubrir la alegría de la fe y el entusiasmo para anunciarla». El prelado reveló, además, cómo vivió las últimas semanas, desde que el nuncio le informó su elección hasta un llamado que recibió del Papa, quien se presentó a la telefonista como «Jorge, del exterior». Fuente: Aica

Caminando a la JMJ se celebró la Pascua Joven «

Tu fe te ha salvado, vete en paz» fue el lema que acompañó a los jóvenes durante la Semana Santa en la ciudad de América. El Jueves Santo por la mañana comenzaron las actividades referidas a la Pascua Joven donde participaron unos 165 chicos de distintos puntos de nuestra Diócesis oriundos de: 9 de Julio, Pehuajo, Trenque Lauquen, 30 de Agosto, América, Villegas, Ameghino y Lincoln. La convocatoria fue realizada principalmente a aquellas personas que van a peregrinar a la Jornada Mundial de la Juventud en el mes de julio y a los jóvenes comprometidos de las parroquias. De este modo los peregrinos de las distintas comunidades pudieron compartir entre ellos unidos a Jesús. El encuentro transcurrió en torno a las celebraciones litúrgicas correspondientes a cada día y tanto por las mañanas como en las tardes se realizaban trabajos en grupos y personales, utilizando distintas dinámicas. El viernes Santo los jóvenes compartieron el rezo del Via Crucis con la comunidad anfitriona. Se realizó por los calles de la ciudad; saliendo de tres zonas distintas para encontrarse todos en la plaza principal rezando la decimo tercera estación y conclu-

yendo en el templo parroquial con un gesto de veneración a la Cruz del Señor. Se destacó en el retiro la disponibilidad de los jóvenes universitarios de la Diócesis que llevaron adelante la coordinación de los grupos de trabajo y también el servicio brindado por el grupo scout de América que se ocuparon, con laicos de distintos movimientos, en la cocina y limpieza del predio. Así fue que por la disponibilidad de tantos se pudo llevar adelante una exitosa Pascua Joven en nuestra diócesis, quedando en todos el deseo de seguir trabajando por los jóvenes. Todo concluyó el Domingo de Pascua por la mañana para que todos pudieran llegar a sus hogares para almorzar en familia y poder compartir lo visto y oído en esos días. Gracias a todos los que hicieron posible que tantos jóvenes pudieran vivir una Semana Santa junto al Señor.

Encuentro Diocesano de Jóvenes æCerca de 400 jóvenes se reunieron en Carlos Casares el 20 de abril, para vivir en comunidad su fe joven y compartirla llevando a otros la Buena Noticia de Jesús. De este modo se desarrolló en nuevo Encuentro Diocesano de Jóvenes, bajo el lema «Vayan y hagan discípulos en todas las naciones». En el próximo número, la crónica de este encuentro.

CARLOS TEJEDOR

Celebración de los 30 años de Cáritas en Carlos Tejedor æCaritas Parroquial «San Juan Crisóstomo», en la localidad de

Carlos Tejedor, cumplió 30 años de vida institucional al servicio de la comunidad, sosteniendo como valor fundamental la solidaridad. Comenzó a funcionar el 23 de marzo de 1983 por iniciativa del párroco padre José Luis Kauffmann, reemplazando a lo que por entonces se conocía como el «ropero de la comunidad». Fue bendecida por monseñor Alejo B. Guilligan, quien en aquellos años era el obispo de Nueve de julio. A través de este medio, las integrantes de Cáritas agradecen a toda la comunidad por la generosidad para con esta institución y le dan gracias a Dios por estos 30 años de labor.


ACERCÁ TU COLABORACIÓN EN LAS CAPILLAS Y PARROQUIAS DE LA DIÓCESIS DE NUEVE DE JULIO

Este año, además, vivimos la animación de la Colecta inmersos en el Año de la Fe Fe, que el Santo Padre emérito Benedicto XVI define como «compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros»

Fe viva y activa, que «tratando de percibir los signos de los tiempos en la historia actual, nos compromete a cada uno a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo».

y e ha s d n o o ue d reunid o q r o «P o tres bre, y dos i nom nte en en m prese llos» y e esto dio de 20 me t. 18, M

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○


PAG. 2

Suplemento de edición N°137 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Mayo de 2013

COLECTA ANUAL 2013 DE CARITAS ARGENTINA 9 DE JULIO

APUNTAR ALTO QUIERE SER UN CAMBIO DE CORAZON

MENSAJE DE MONSEÑOR MARTÍN de ELIZALDE OSB, OBISPO DE SANTO DOMINGO EN NUEVE DE JULIO

Queridos hermanos y hermanas: Con el lema “Apuntemos alto: pobreza cero” la Iglesia Católica en la Argentina realizará el sábado 8 y el domingo 9 de junio próximos su Colecta anual a favor de aquellas necesidades que socorre CARITAS. Ayuda importan-tísima para muchos hermanos y hermanas que carecen hasta de lo más elemental, pero también ocasión verdaderamente providencial para que los cristianos ejerzamos la generosidad, con espíritu solidario y desprendimiento, cumpliendo así el mandamiento de Jesucristo. Es conocida la presencia que tiene CARITAS en todos los ámbitos sociales, asistenciales y de desarrollo; es generalmente apreciada la eficiencia de su gestión de las ayudas y de las prestaciones, que se realizan tanto en el plano más amplio de la República como en las realidades locales, de cada parroquia y de cada diócesis. Con profunda gratitud podemos decir que los responsables de CARITAS, sus agentes y voluntarios, son las manos ejecutoras que hacen llegar a todos los hermanos necesitados el fruto de la caridad fraterna de los cristianos.

8

Puede sorprendernos el lema de la campaña de este año: “Apuntemos alto: Pobreza cero”. ¿No es demasiado efectista, y por eso mismo inalcanzable, irreal? ¿Es posible pensar en una su-

presión de la pobreza, que en muchos casos depende de factores que la voluntad humana no puede controlar o que requerirían un largo y penoso camino para ser resueltos? Si creyéramos que se trata de soluciones técnicas, de propuestas para aplicar, de proyectos sociales y productivos solamente, es evidente que ellos no bastarían. Apuntar alto no significa solamente proponerse una meta ambiciosa; es ir hacia las alturas, hacia lo más noble e importante, que es también lo más íntimo y profundo. Digamos que apuntar alto quiere ser un cambio de corazón, abrazar la causa de la justicia, considerar insoportable que haya hermanos que sufran la pobreza o el desamparo, que no puedan salir de condiciones agobiantes y peligrosas, para sus vidas, para sus niños y ancianos, para su dignidad de personas, hijos de Dios. Mirar hacia lo alto es contemplar a Dios, buscarlo con ansia, rogarle y suplicarle, y aprender a reconocer en el rostro de los hermanos necesitados la imagen de Dios, que ama a sus pequeños y a los pecadores, y a quienes envió su propio Hijo. Nosotros los creyentes debemos ser la presencia y el gesto, la cercanía y la respuesta de un Dios que es amigo de los hombres, y ayudar a la sociedad a tomar conciencia de esto, para que no persistan las situaciones de pobreza que vemos alrededor nuestro y que lamentamos. La actitud convertida, la caridad asumida cotidianamente, será una ayuda para quienes la precisan, un camino de mejoramiento y una prenda de conversión para el

cristiano y para los demás un testimonio que deberá actuar como fermento en la sociedad en la que vivimos, que se debate en la disyuntiva entre el consumismo y la compasión, entre el egoísmo y el desprendimiento. Solamente desde esta actitud profunda de creyente y de hermano se puede abordar el tema de la pobreza cero. Sabemos que hay problemas estructurales que requieren el compromiso de las autoridades: hospitales, escuelas, obras, trabajo, capacitación, es decir políticas verdaderamente inclusivas, y no solamente ayudas ocasionales e insuficientes. El compromiso de la comunidad, traducido en solidaridad, colaboración e iniciativas, así como el reclamo a los gobernantes y políticos, será importante si se basa en una convicción que no sea de mero oportunismo y que se traduzca en un reclamo coherente y en una colaboración sincera y eficiente. El compromiso de los cristianos está presente desde siempre, acompañando con la caridad el mensaje evangelizador: el conocimiento de Jesucristo conlleva la preocupación por la vida y el bienestar de los hermanos; lo hacen con su gesto personal y a través de las instituciones, no solo CARITAS o instituciones similares, sino en los innumerables hogares, comedores y colegios, centros asistenciales, emprendimientos habitacionales y laborales. Tenemos que mencionar especialmente a las congregaciones religiosas, que se han ocupado siempre por su carisma propio en la atención direc-

8 DIGAMOS QUE APUNTAR ALTO QUIERE SER UN CAMBIO DE CORAZÓN, ABRAZAR LA CAUSA DE LA JUSTICIA, CONSIDERAR INSOPORTABLE QUE HAYA HERMANOS QUE SUFRAN LA POBREZA O EL DESAMPARO, QUE NO PUEDAN SALIR DE CONDICIONES AGOBIANTES Y PELIGROSAS, PARA SUS VIDAS, PARA SUS NIÑOS Y ANCIANOS, PARA SU DIGNIDAD DE PERSONAS, HIJOS DE DIOS.

Ernesto y Emanuel, dos de los protagonistas que ilustración la Campaña 2013 de Cáritas.

ta de todos aquellos que sufren la necesidad. Hay una misión que también nos compete a los cristianos, y es la de despertar y fomentar el compromiso de los hombres de buena voluntad, para que se unan a esta urgente e imprescindible tarea de la caridad. La acción de Caritas es importante para ello: es un canal, a nivel institucional, de impecable eficiencia y notorio prestigio, tanto a nivel nacional como a nivel local. CARITAS es más que obras, reiteramos, porque forma a los cristianos y les recuerda su vocación de servicio, y desde allí, desde el compromiso más íntimo y generoso de la fe hace su tarea, canaliza sus iniciativas, incorpora voluntarios y los ejercita en el servicio fraterno. Esto se realiza en todo el país, con una ayuda rápida y una organización ejemplar, como en el orden local; así lo vemos en nuestra diócesis, afortunadamente, con la actitud evangelizadora, multiplicadora de esfuerzos y generadora de compromiso – señalo especialmente una iniciativa muy apreciada que son las visitas a los domicilios de las familias, como resultado de la campaña de Navidad. Concluyo invitándolos a todos, fieles cristianos, hombres y mujeres de buena voluntad, a contribuir con generosidad en la Colecta anual que se aproxima, con dinero y con alimentos. Les pido también que consideren la posibilidad de incorporarse como colaboradores y voluntarios, con su disponibilidad y su tiempo, y a unirse en la oración, como decíamos en nuestro Mensaje del pasado 1° de enero, al proponer formar una “CADENA DE CARIDAD, como fieles de la Iglesia que desea vivir la caridad, y lo hacen con el vínculo más precioso y fuerte, que es la oración en comunión. Confiamos que, de esta manera, al renovar los fundamentos de la acción caritativa con la práctica sacramental y la oración frecuente, se hará más vivo y profundo en nuestros fieles el deseo de acercar a los hermanos las muestras del gran amor que Dios nos tiene, y que expresamos por la caridad para con los necesitados. Esperamos también que, de esta manera, serán más numerosos los que se acerquen a CARITAS poniendo a disposición su calidez y su ayuda, animados por el descubrimiento de la dimensión interior de la caridad, en la comunión con Dios y los hermanos.”


COLECTA ANUAL 2013 DE CARITAS ARGENTINA

PAG. 3

Suplemento de edición N°137 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Mayo de 2013 9 DE JULIO

Los justos le responderán: «Señor ¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te deimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso y te alojamos; desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso y fuimos a verte?» y el Rey les responderá: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequño de mis hermanos, lo hicieron comigo». Mt. 25, 37-40 Queridos amigos: Una vez más nos convoca la reflexión sobre el lema de la Colecta Anual, lo cual siempre es una oportunidad para retomar nuestro compromiso con Cáritas y la dimensión solidaria de nuestro trabajo. Estar en Cáritas es compartir y la Colecta nos da la oportunidad de dar algo de lo nuestro y de invitar a otros a que lo hagan; es un recordatorio del sentido de nuestra identidad como cristianos y como miembros de Cáritas: somos un cuerpo, Cristo la cabeza y compartimos el camino y el punto de llegada. La frase «Pobreza Cero» nos resulta conocida porque la hemos usado en años anteriores, y, tal vez, como en aquellas oportunidades nos preguntamos ¿es posible la «Pobreza Cero»? es algo que no se dio nunca en la historia de la humanidad… Por otra parte, Jesús asume en el evangelio que siempre habrá pobres, «a los pobres siempre los tendrán entre ustedes» (Mt 26, 11; Mc 14,7; Jn 12,8). ¿Podemos nosotros esperar otra cosa? Este año, además, esa expresión viene precedida de otra que, tal vez nos llame aún más la atención: «Apuntamos Alto». Como discípulos de Jesús y miembros de Cáritas, sentimos que no estamos familiarizados con este tipo de propuestas, por el contrario, siempre hemos hablado en términos de ir a buscar a los últimos, a los más postergados, interpretando el deseo de Jesús. Si vamos por este camino, no vamos a comprender el lema de la Colecta,

8

UN PLAN DE COMPROMISO TOTAL CON LOS POBRES POR: MONSEÑOR OSCAR OJEA PRESIDENTE DE CÁRITAS ARGENTINA «Apuntamos Alto: Pobreza Cero». Creo que la invitación va por otro lado, por lo que diríamos «un plan de máximas», no de mínimas; un plan de compromiso total con los pobres, de jugarnos por entero. Tal vez la clave la tenemos en el texto de Mateo 25 que encabeza estas líneas y que tanto inspira el trabajo de Cáritas: Jesús se identifica con el pobre y en los pobres, nosotros atendemos al Señor que viene en cada uno/a de ellos. El texto no dice «hagan de cuenta que ellos son como yo», no, dice: «Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo». Esta oración

está llena de palabras que refuerzan su sentido. Les aseguro: nos recomienda que lo tengamos por cierto y seguro; que cada vez que lo hicieron: no se trata de un sentido general de nuestro obrar, sino de cada acción en particular; con el más pequeño de mis hermanos: quiere decir, con todos, empezando por el más pequeño, olvidado, marginado. Por último, lo más fuerte: lo hicieron conmigo, Jesús se identifica con cada prójimo empezando o priorizando a los últimos. Esta identificación podemos vivirla solo como un mandato moral o como una noticia salvadora: el Señor está tan cerca, que está en cada prójimo y por lo tanto está

8 NOS PROPONEMOS LA EXCELENCIA DE LA CARIDAD, SABIENDO QUE POSIBLEMENTE NO LA ALCANCEMOS POR LA LIMITACIÓN DE NUESTRO CORAZÓN: NO SABEMOS AMAR PERFECTAMENTE, PERO QUEREMOS AMAR CADA VEZ CON MAYOR PLENITUD Y ESO SÍ PODEMOS HACERLO.

llegando continuamente a mi vida para liberarme, para salvarme. Sólo tengo que recibirlo y abrirme a su presencia. En una cultura como la nuestra, en la que se valora tanto la excelencia, el ser n°1, el mejor, como seguidores de Jesús nosotros planteamos la excelencia en el servicio a los pobres. Vamos a servirlos lo mejor que podamos y sepamos, con lo mejor que tengamos a disposición, no por una tendencia o una postura de moda, sino porque Jesús está allí y nosotros lo reconocemos en los hermanos. Nos proponemos la excelencia de la caridad, sabiendo que posiblemente no la alcancemos por la limitación de nuestro corazón: no sabemos amar perfectamente, pero queremos amar cada vez con mayor plenitud y eso sí podemos hacerlo. Esta idea está en la línea de la vocación a la santidad que el Concilio Vaticano II, (cuyos 50 años estamos celebrando), nos propone como plenitud de la caridad. Esa es nuestra meta, que como todo ideal será una estrella nunca alcanzada, pero que guía nuestro camino. No queremos conformamos con menos. Queremos aceptar la realidad con todas limitaciones, empezando por nuestras limitaciones personales, pero queremos seguir creciendo. Todos los santos, con sus palabras y sus testimonios nos hablan de grandes deseos que conviene alimentar para madurar en nuestra relación con Dios y con los hermanos. Muchos de ellos hablan de trabajar para la «mayor Gloria de Dios» y en particular Teresa de Calcuta, una santa que nos dice mucho en nuestro trabajo con los pobres, decía que había que hacer de cada actividad «algo grande para Dios». Dios ya es grande y no necesita de nuestro trabajo, somos los seres humanos los que necesitamos abrirnos a su don, a su grandeza, y en esa línea entendemos esas expresiones de los santos y este lema que hemos elegido.

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Año a año la Colecta sigue creciendo, no sola mente por los resultados sino, sobre todo, porque la fuerza de su mensaje toca los corazones y multiplica los gestos de solidaridad en todo el país. Los equipos parroquiales y diocesanos, junto a miles de voluntarios, salen al encuentro de sus comunidades para ser instrumentos del Señor en la búsqueda insistente de la Caridad Transformadora. Cada día, la realidad de exclusión e inequidad nos interpela. Construir una sociedad con Pobreza Cero requiere del compromiso de todos. No es tarea sencilla, pero tampoco imposible. Nos animamos a apuntar alto con nuestra propuesta porque es Je-

8

¡NUEVAMENTE NOS PONEMOS EN CAMINO! sús quien nos guía y acompaña en este desafío. ¡Pongamos en sus manos todo nuestro trabajo, con la profunda confianza que nos da saber que Él transforma en fruto abundante cada pequeño esfuerzo que realizamos! Es importante que recordemos el origen de Pobreza Cero y el por qué de su continuidad de la colecta anual.

è En el año 2000, la Organización de las Naciones Unidas fijó 8 propósitos de desarrollo humano conocidos como Objetivos del Milenio que los países miembros acordaron alcanzar en el año 2015. El primero de ellos es «erradicar la pobreza extrema y el hambre». è En noviembre del año 2008 los obispos de Argentina reunidos en Asamblea Plenaria expresaron: « con vistas al Bicentenario 2010 – 2016, creemos que

existe la capacidad para proyectar, como prioridad nacional, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de todos. Anhelamos poder celebrar un Bicentenario con justicia e inclusión social» (Doc. «Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad 20102016», 5). è En 2010 Cáritas lanzó en Europa la Campaña Pobreza Cero, en coincidencia con el «Año Europeo para combatir la pobreza y la exclusión social». è Ese mismo año, en Argentina comenzamos a vivir el Bicentenario. En sintonía con las prioridades plateadas por nuestros pastores, quisimos hacernos eco también de la reflexión de Cáritas en el mundo. Así nació el lema «Pobreza Cero» y el compromiso de darle continuidad hasta el 2016.


PAG. 4

Suplemento de edición N°137 de LA BUENA NOTICIA DIOCESANA - Mayo de 2013

COLECTA ANUAL 2013 DE CARITAS ARGENTINA 9 DE JULIO

¿QUÉ NOVEDADES VAMOS A ENCONTRAR EN LA CAMPAÑA 2013? 8El lema Pobreza Cero queda enfocado por el mensaje Apuntamos Alto. Porque «Pobreza Cero» expresa nuestro deseo, como Iglesia y como Caritas, de ponerle fin al escándalo de la pobreza extrema y lograr un mundo donde cada persona pueda vivir con dignidad, en paz y desarrollar plenamente su potencial como ser humano. Así, Pobreza Cero es un objetivo al que «apuntamos», que anhelamos alcanzar todos y es «alto» no sólo por su magnitud social sino también por su sentido trascendente que invita a elevar nuestra mirada.

LOS PROTAGONISTAS DE LA COLECTA 2013 EMANUEL ONORATTO realiza diferentes actividades en La Granja Agroecológica «Los Tamariscos» que Cáritas Bahía Blanca desarrolla con el objetivo de insertar a jóvenes en el ámbito de labor rural. Con el apoyo y la contención de un grupo de profesionales Emmanuel, y otros jóvenes, desempeñan allí diferentes tareas de huerta y ganadería.

8 Los protagonistas pertenecen a la diócesis de Bahía Blanca que trabaja en el cuidado del medioambiente y la economía solidaria, a través del acompañamiento a emprendi-mientos productivos, entrega de créditos con fondos rotativos y participación en ferias locales, regionales y nacionales. Las imágenes de los protagonistas quedan reflejadas en cuatro afiches con distintas imágenes y un mismo mensaje. Ellos son María Luisa Tolaba que tiene un emprendimiento con cactus; Ernesto Barrigas que recibió un crédito para la construcción de su vivienda; Cintia Cuya que coordina y acompaña el trabajo de los jóvenes en la granja «Los Tamariscos»; y Emanuel Onorato, joven que estudia el secundario nocturno y trabaja en la granja «Los Tamariscos».

MARÍA LUISA TOLABA tiene 55 años, vive con su marido y uno de sus tres hijos en Bahía Blanca y tiene un trabajo muy particular: cultiva diferentes variedades de cactus, que luego vende con macetas hechas artesanalmente por ella.

ERNESTO BARRIGAS tiene 57 años y su testimonio de vida evidencia su fortaleza y sus esperanzas. “Yo tengo una historia que es tremenda, se me murió un hijo, me quedé ciego y perdí una casa. Pero tengo mucha fe y siempre supe que iba a poder con todo eso. Así llegué a Cáritas, dónde encontré mucho apoyo y ellos me ayudaron a volver a tener un hogar.”

CINTIA CUYA tiene 20 años, vive con sus abuelos y sus tíos, cursa 3° de Polimodal y participa de las diferentes tareas que se desarrollan en la Granja Agroecológica «Los Tamariscos» de Cáritas Bahía Blanca.

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

COMUNIÓN CRISTIANA DE BIENES Sembrar la solidaridad en niños y niñas y fortalecer el compromiso de adolescente y jóvenes es un desafío permanente que tenemos como Iglesia y como Cáritas. Acercar la colecta al ámbito educativo nos permite llevar adelante diversas actividades pedagógicas y educativas que van más allá de dejar sobres en las aulas, porque moviliza a directivos, docente, catequistas, alumnos y a sus propias familias.

8

La animación sigue dando frutos…

è Compartimos con directivos de establecimientos educativos y coordinadores pastorales las posibles acciones a realiza r. è Generamos espacios de reflexión en las aulas sobre nuestro mensaje. è Damos a conocer la Misión y el Qué Hacer de Cáritas. è Elaboramos materiales específicos para niños y jóvenes.

è Sumamos a docentes, alumnos y padres a la participación el día de la colecta. El desafío sería aprovechar estos espacios para llegar con La Buena Noticia a toda nuestra comunidad, promoviendo la organización de actividades recreativas: encuentros deportivos, pintar murales relacionados con la solidaridad; realizar concursos fotográficos, de dibujos, pintura, escritura a partir del lema, bicicleteada, chocolateada, etc.

LOS VOLUNTARIOS SON NUESTROS PRINCIPALES DONANTES Porque desinteresadamente donan su tiempo, sus talentos y capacidades, porque encontraron en Caritas el lugar donde canalizar de manera concreta el amor a sus hermanos y hermanas más desprotegidas. Nuestro desafío es ser testimonio vivo de lo que anunciamos, para que el mensaje que compartimos sea capaz de movilizar corazones y sumar voluntades.

Salir al encuentro siempre es…. Una valiosa oportunidad de apertura y diálogo con la sociedad, una ocasión especial para testimoniar el Evangelio en el que creemos, un momento ideal para celebrar la solidaridad, que también es parte de nuestra identidad como pueblo.

Este suplemento es editado por CARITAS DIOCESANA NUEVE DE JULIO, junto a la edición Nº137 de «LA BUENA NOTICIA DIOCESANA» (Mayo de 2013).


MAYO 2013

Pág. 5

LA IGLESIA HOY ACTU ALID AD DIOCESAN A CTUALID ALIDAD DIOCESANA EN EL MUNDO

O´BRIEN

Segundo Campamento Misionero

E

n la comunidad de O’Brien (partido de Bragado) se realizó del 23 al 27 de marzo el segundo Campamento Misionero organizado por las Hermanas Pobres Bonaerenses con los alumnos de los últimos años de sus colegios. En esta ocasión participaron estudiantes de: Pehuajó, 25 de Mayo, Bragado, Salto, Baradero, Rojas y Muñiz. En total fueron 140 chicos, una cifra que duplicó a la del an-

terior. «Somos que compartimos la misma Fe, y por eso nos unimos en estos días para prepararnos para acompañar a Jesús en esta Semana Santa, y así poner nuestra mirada en Quien Nos amó primero y nos salvó!. Camina, edifica, confiesa tu fe en Cristo Joven, tu Dios!, es el canto que inventamos en estos días», testimoniaron. Hubo jornadas de reflexión personal y grupal, y también visitas a las familias del pueblo, con

quienes se marchó por las calles: rezando el Rosario, proclamando la fe y acompañando el Vía Crucis. El campamento se realizó en la Parroquia de O´Brien, coordinado por las religiosas y docentes de las distintas comunidades. Se trata de una experiencia muy rica, además de un trabajo muy serio con los participantes, ya que prestan un servicio misionero que es de gran provecho para una comunidad como la de

O´Brien que no tiene sacerdote estable. Como fruto de este año, participaron más de 20 chicos de Pehuajó en el Encuentro Diocesano de Jóvenes y otro tanto de esta comunidad de Bragado. El Obispo los estuvo acompañando un día, confesó a varios de ellos y presidió la Misa de la que también participaron chicos de la escuela primaria (que están haciendo catequesis) y todos los chicos del colegio secundario.

Fallecimiento de Roberto Marín, diácono permanente æRoberto Marín había sido

ordenado diácono permanente el 21 de mayo de 2010 en la Iglesia Catedral Santo Domingo de Guzmán en Nueve de Julio. Eligió como lema para su ministerio: «Sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo». (Gál 6,14). En el último tiempo, su salud se había resentido notablemente y en la tarde del 5 de abril llegó a nuestras comunidades parroquiales la noticia de su fallecimiento. Al pensar en su partida, surgen espontáneamente las palabras de Jesús: «Vengan, benditos de mi Padre... porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer... estaba enfermo y me visitaron» (Mt 25,34.35-36). Todos sabemos de su servicio silencioso, discreto y completamente entregado a los enfermos y ancianos. A ciencia cierta no sabemos cuántos enfermos visita-

ba en la semana, pero alguna vez escuchamos que eran más de 40. En la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, algunos fieles para hablar de Roberto lo llamaban «el apóstol» (lo decían un poco en broma, pero también para expresar una realidad). Ha colaborado con el obispo, los sacerdotes y la comunidad incondicionalmente... (responsos, celebraciones, bendiciones, etc). Así como fue generoso con sus tiempos y dedicación a los enfermos, también lo fue materialmente con aquellas personas a las que podía ayudar. No podemos dejar pasar por alto su servicio, no sólo como diácono, sino también como laico comprometido y pensando en toda su vida y no solamente en el tiempo presente. Agradecemos también a sus hijos y a su señora que apoyaron a Roberto para que ejerciera a

Roberto (de rodillas), el día de su ordenación diaconal. tiempo completo su ministerio, renunciando muchas veces a su presencia en casa. Monseñor Martín celebró la Misa Exequial por Roberto en la catedral el sábado 6 por la maña-

na y gratamente comentó: «Fue en verdad una celebración eclesial».

P. Guillermo Gómez

Emisión filatélica conjunta entre la Argentina, Italia y el Vaticano æEn un hecho singular, que no registra antecedentes en la historia filatélica mundial, las autoridades de las Repúblicas de la Argentina, Italia y del Estado del Vaticano presentaron el 30 de abril, en la Biblioteca del Palacio Apostólico Vaticano la emisión filatélica conjunta de estampillas dedicadas a conmemorar el inicio del pontificado del papa Francisco. El Correo argentino manifestó que ¨es un orgullo poder contribuir con esta serie de sellos alusivos, que representan a la vez un homenaje y símbolo de buenaventura para nuestro compatriota y primer Papa latinoamericano, Su Santidad Francisco¨. Reconocen como inexplicable una curación atribuida a Juan Pablo II æLa Comisión Médica de la Congregación para las Causas de los Santos habría reconocido que es inexplicable una curación atribuida a la intercesión del beato Juan Pablo II. El presunto «milagro» tendrá que ser ahora aprobado por los teólogos y luego por la comisión de cardenales y obispos de la congregación, antes de ser sometido al Papa para el «sí» definitivo. El papa Francisco sólo viajará al Brasil en 2013 æEl director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, aseguró que Brasil será el único destino internacional que el papa Francisco realizará en el curso del 2013. El anuncio lo hizo el 24 de abril en una reunión en la sede de la Asociación de la Prensa Extranjera en Roma. El padre Lombardi señaló que Francisco viajará a Río de Janeiro con motivo de la XXVIIIª Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará del 23 de julio al 28, con el lema: ¨Vayan y hagan discípulos a todas las gentes¨. Fuente: Aica


MAYO 2013

Pág. 6

PASTORAL JUVENIL

EN EL CAMINO DE EMAUS La Biblia y nosotros

Escribe: Pbro. Carlos Mateos

Eucaristía y perdón de los pecados (Leer detenidamente Génesis 18,16-33 y Éxodo 32,7-14).

æEstoy ya saliendo de casa para ir

a misa (todo en orden, radio, TV y luces apagadas, gas cortado, ventanas cerradas, etc.). ¿En qué pienso? ¿Cómo me preparo para ese encuentro con Jesús -Palabra y comunión- y con el pueblo cristiano, mis hermanos, la Iglesia?. Tengo bien presente mis intenciones y pedidos (a lo mejor anoté algo en la oficina parroquial): algún difunto querido, un enfermo, un agradecimiento, cuestiones de familia… ¡tantas cosas! ¿Pero, pienso en la misa, en lo que eso es para Jesús, para Dios Padre, para la Iglesia y el mundo? Eucaristía antes que nada es acción de gracias, agradecimiento por Jesús, la salvación y la fe que nos fueron dadas, regaladas a costa de su vida. Es renovación de su sacrificio en el Calvario (ahora en el altar). Es renovación, ahora, de la Cena el Señor (hagan esto en memoria mía) …este es el cáliz de la Alianza nueva y eterna… de la sangre que será derramada por ustedes y por muchos, para el perdón de los pecados… ¿Pienso en los «muchos», los que conozco, de los que tengo noticias y de los que puedo imaginar por las informaciones del mundo? Asaltos, asesinatos, insultos, calumnias, violencia de todo tipo, fraudes, estafas… ¡tantas maldades! Y detrás de ellas, hombres y mujeres que al hacerlas, machacan los clavos de la cruz de Cristo, presente en el altar… pecados, pecados, pecados… Abraham y Moisés El viejo patriarca, recién empezaba a conocer a Dios. Pero ya lo sabía y sentía, cercano y amigo. Tanto que le dio toda su confianza y comenzó un viaje de nunca acabar, un viaje de locos, lleno de promesas, una y otra vez renovadas. Una cosa era segura: Dios amigo, muy amigo, cercano. Y el gran jefe de la escapada de Egipto y marcha por el desierto, guiando a unas tribus descontentas, protestonas; también él, como Abraham, confiado en ese Dios a quien sentía tan cercano y amigo. Tanta confianza había entre Moisés y Dios, que más de una vez, (cansado de la terquedad de ese pueblo que Dios se había elegido y que le había encargado que guiara) le presentó la renuncia y que

se buscara a otro que lidiara con esa gente. Los dos se podrían haber desentendido de los demás: Abraham de los degenerados de Sodoma y Gomorra y Moisés de esas tribus desconfiadas y quejosas. Total, de una cosa estaban seguros: Dios seguía siendo amigo de ellos, y quería seguir siéndolo. Ninguno de los dos sabía de Jesús, ni del bautismo ni la misa, ni del Catecismo de la Iglesia Católica… ni de los grupos de oración, ni de… Pero algo habían descubierto de su Dios amigo que los llevaba a no querer guardarse los beneficios de la amistad para ellos solos. Era un Dios bueno y ellos también tenían que serlo, para estar a tono con Él. Y entonces, en lugar de guardarse la amistad para exclusivo beneficio propio, tratan de extenderla a los que se han apartado o renegado. (Es interesante cómo los dos tratan de «tocarle el amor propio» a Dioscomo si eso se pudiera-, diciéndole que va a quedar muy mal su fama y renombre si se pone tan severo. Y Abraham, le regatea como si estuviera negociando con otro pastor, sobre chivos y ovejas a comprar o vender) Y así, tanto Abraham como Moisés son ya como un anticipo, una prefigura de aquel inigualable y estremecedor: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. ¿Y yo? ¿Cómo sería «mi misa» si antes de pensar en lo mío – aún en mis inquietudes espirituales- tratara de tener los mismos sentimientos del Padre Bueno«que no se cansa de perdonar»- y también tener la misma mirada y el corazón de Jesús cuando cargaba con la cruz? ¿Cómo sería «mi misa» si todo lo mío, que legítimamente debo presentar al Señor, lo sumerjo en el escenario integral en el que Jesús entregó su vida? ¿Cómo sería «mi misa» si tomo conciencia de ser miembro de un pueblo «sacerdotal» que precisamente tiene por misión interceder por los pecadores? Que para eso, además de la acción de gracias, nos dejó Jesús este sacramento. Abraham y Moisés, con mucho menos que nosotros, supieron enseguida cómo debían vivir y compartir la amistad que Dios les brindaba. Vale la pena reflexionar sobre esto: ¿cómo sería «mi misa» si tuviera al lado, en el banco, a Abraham y Moisés?

Rumbo a Río 2013

La Jornada Mundial de la Juventud: un sueño del corazón de Dios Este año se realiza nuevamente la JMJ que reúne a jóvenes de todo el mundo con el Papa. En esta ocasión el encuentro tendrá lugar en Río de Janeiro y contará con la presencia de nuestro papa Francisco.

æTodo comenzó con un encuentro promovido por el Papa Juan Pablo II en 1984. Fue un encuentro de amor, soñado por Dios y abrazado por los jóvenes. La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), como fue denominada a partir de 1985, continúa mostrando al mundo el testimonio de una fe viva, transformadora y el rostro de Cristo en cada joven. La JMJ tiene como objetivo principal dar a conocer a todos los jóvenes del mundo el mensaje de Cristo, pero es verdad también que a través de ellos, el ¨rostro¨ joven de Cristo se muestra al mundo. La Jornada Mundial de la Juventud ofrece a cada 2 o 3 años un encuentro internacional de los jóvenes con el papa, que dura aproximadamente una semana. La última edición internacional de la JMJ fue realizada en agosto de 2011, en la ciudad de Madrid, en España, y reunió más de 190 países. La XXXVIII Jornada Mundial de la Juventud será realizada del 23 al 28 de julio del 2013 en la ciudad de Rio de Janeiro y tiene como lema ¨Vayan y hagan discípulos entre todas las naciones¨ (Mt 28, 19). Éste es un lema que debe ser guardado en el corazón, reflexionado y meditado. Este tema, de hacer discípulos, de llamar otros discípulos hacia la comunión y la convivencia con el Señor, es el tema más querido y amado del Evangelio de Mateo. Este mandato, esta misión se

encuentra anunciada en todo el Evangelio. Y, en realidad, sólo se convierte en discípulo quien ya es un discípulo, quien convive con el Señor. Los elementos del logo de la JMJ forman la imagen de un corazón, que hace referencia al hombre interior y, en esta composición, recuerdan a los discípulos, que poseen a Jesús en sus corazones. El logo muestra además los brazos del Cristo Redentor excediendo los límites del corazón, a manera de un abrazo de Dios a los jóvenes; representa también la acogida del pueblo brasileño, con un corazón generoso y hospitalario. La parte superior de la figura de corazón, con el fondo de color verde, fue inspirada en la forma del cerro Pan de Azúcar. La cruz contenida en esta sección refuerza el sentido cristiano del territorio brasileño. El azul de la parte inferior del corazón representa el litoral de Río de Janeiro, mientras que el verde y el amarillo completan los colores patrios de la bandera nacional de Brasil.


MAYO 2013

Pág. 7

PASTORALENCADI VOCACIONAL 2012 ECOS DE LA 50° JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

La diócesis de Nueve de Julio, una Iglesia que reza por las vocaciones ¿Quién instituyó la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones? «El siervo de Dios Pablo VI, instituyó la Jornada mundial de Oración por las Vocaciones para invocar a Dios Padre que continúe enviando obreros a su Iglesia (cf. Mt 9,38). Donde son numerosas las vocaciones sacerdotales y consagradas, se vive generosamente de acuerdo con el Evangelio, subrayó entonces el Pontífice». Ecos de la Oración por las Vocaciones en la Diócesis

æ«El testimonio de cada uno

en la vocación a la que ha sido llamado puede ayudar a los jóvenes a desear entregar su vida a Dios. Pienso, que sería una gran ayuda. ¿Quién querría seguir a Cristo, si los que nos titulamos de cristianos, no lo mostramos?». Josefina (Pehuajó). æ «Este año respondieron muchas más personas a la convocatoria de oración por las vocaciones». Padre Enrique (9 de Julio).

æ«La gente respondió muy

bien, sobre todo los grupos de la parroquia, que es lo más importante», subrayó Pochi de 9 de Julio. æ«El Carmelo de 9 de Julio estaba lleno de gente que cantaba y alababa a Jesús Sacramentado!». Jorge (seminarista de la diócesis). æ«Si tengo que sintetizar en una sola frase lo que percibí al ver a la gente rezar, podría decir que había «Comunión en la ora-

Los seminarista Ariel y Jorge recibieron el ministerio del Lectorado æLos seminaristas Ariel Palanga, de la comunidad de Tres Algarrobos y Jorge Ballejo de Fortín Olavarría, en el contexto de la celebración del domingo del Buen Pastor (21 de abril) fueron instituídos en el ministerio del Lectorado por nuestro obispo Martín en el Carmelo «San José» de Nueve de Julio. Los lectores en las misas suelen ser fieles del pueblo de Dios, hombres y mujeres, incluso niños, adolescentes o jóvenes que prestan este servicio, a veces ocacionalmente. Pero existe un ministerio estable que es el de lector y puede ser ejercido por varones, bien sea laicos o aquellos que dirigen sus pasos hacia el sacerdocio. La importancia del lectorado radica en que sea capaz de transmitir con su vida, con sus obras y con sus acciones un profundo amor a las Sagrada Escritura traducido en la adecuada preparación de las ceremonias litúrgicas, así como en su capacidad por lograr una adecuada participación de los fieles en dichas ceremonias que los lleve a nutrirse de la Palabra para luego encarnarla en su vida diaria.

ción». Ariel, seminarista de la diócesis. æ«El domingo se hizo Adoración Eucarística desde las 9.00

hasta las 17:00 horas, incluyendo la Eucaristía celebrada a las 10:30 hs. La adoración estuvo a cargo de los jóvenes que se fue-

ron turnando y los que se comprometieron no fallaron. En Mechita hicimos también un momento de oración ». Miguel (Bragado). æ«El Domingo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, además de ser en la comunidad un día fuerte de oración, los socios de OVE renuevan su compromiso de oración y otras personas tienen la posibilidad agregarse a la obra. Contamos en este momento por lo menos con 80 personas» comentó el padre Horacio de Bragado. También otras comunidades de la diócesis se han hecho eco de la invitación del Papa a orar por las vocaciones. En las palabras finales del mensaje por la jornada, el papa Benedicto nos invita a rezar confiadamente: «La oración constante y profunda hace crecer la fe de la comunidad cristiana, en la certeza siempre renovada de que Dios nunca abandona a su pueblo y lo sostiene suscitando vocaciones especiales, al sacerdocio y a la vida consagrada, para que sean signos de esperanza para el mundo».


MAYO 2013

Pág. 8

LA PUERTA DE LA FE

Estamos en deuda con el Concilio Vaticano II

E

n una rueda de prensa en Roma, monseñor Rino Fisichella –presidente del dicasterio para la nueva evangelización– contó una experiencia personal. Corría el año 1968 cuando hubo de impartir una clase a estudiantes de derecho civil sobre el Concilio apenas concluido. Durante su exposición repitió varias veces, sin darse cuenta, la muletilla «como ustedes saben». Al final de la clase, se le acercó un profesor veterano y le comentó: «El discurso fue brillante, pero haga el favor de no volver a decir ´como ustedes saben´. Pregunté a una estudiante qué era la Lumen Gentium y me respondió ´un libro del Antiguo Testamento´». Admito que la anécdota es un ejemplo refinado. No saber que la Lumen Gentium es una constitución del Vaticano II, vaya y pase. El problema es cuando hablar del contenido de la fe empieza a sonar a otro idioma. Lo primero que viene a la memoria de aquellos que tienen más que 6O años sobre el Concilio Vaticano II fue la renovación que se sintió pronto en la liturgia y luego en la adaptación – algunas

veces excesiva – de los templos a ella. Es verdad: el Concilio, con dos mil «Padres Conciliares», logró la adaptación de lo eclesiástico al signo de los tiempos y la colegialidad de la Iglesia. El «aire fresco» se percibió, por ejemplo, en la liturgia, con el sacerdote de frente a la feligresía, expresándose en los idiomas locales y los cánticos propios, desplazando el canto gregoriano. Era una liturgia comunitaria con participación plena de los laicos. Pero estamos en deuda. Después de 5O años seguimos asombrándonos de los gestos y las actitudes del papa Francisco, su cercanía, sus opciones, su denuncia a nuestra poquedad que realiza con sus actos. Es que… estamos en deuda con un Concilio que, en su Magisterio nos ha encomendado dialogar con el mundo y llevar una palabra de esperanza. Aún mantenemos una deuda sobre el propósito de los cardenales Lercaro, Himmer y como lo prometieron 40 padres conciliares en el «Pacto de las Catacumbas»: Iglesia Servidora y pobre, como quería y había expresado Juan XXIII. El Magisterio latino-

P. Luis Diehl

PENSAMIENTOS BREVES FRUTOS DEL ESPIRITU X Que el Espíritu Santo adorne con sus frutos el árbol de tu vida; Xpara que tengas un AMOR sin límites; Xpara que te llenes de ALEGRÍA; Xpara que la PAZ anide en tu corazón; Xpara que la COMPRENSIÓN afiance tus apreciaciones sobre los demás; Xpara que la AMABILIDAD guíe tus relaciones con tus hermanos; Xpara que uses la GENEROSIDAD ante quien necesite tu ayuda; Xpara que la LEALTAD sea tu sello fraternal; Xpara que te distingas por tu SENCILLEZ; Xpara que alcanzando el DOMINIO DE SÍ seas verdaderamente libre.

Es una publicación de la diócesis de Santo Domingo en Nueve de Julio

Escribe: Pbro. Germán Loriente

Después de 5O años seguimos asombrándonos de los gestos y las actitudes del papa Francisco, su cercanía, sus opciones, su denuncia a nuestra poquedad que realiza con sus actos. Es que… estamos en deuda con un Concilio que, en su Magisterio nos ha encomendado dialogar con el mundo y llevar una palabra de esperanza. americano en Puebla y Medellín recoge el deseo conciliar. Estamos en deuda: nos llaman la atención gestos y palabras de un Papa que nos recuerda lo que la Iglesia viene diciendo en su magisterio y no vivimos. El 28 de octubre de 2008, el entonces papa Benedicto XVI, en un extenso mensaje a los participantes en el Congreso Internacional «El Vaticano II en el Pontificado de Juan Pablo II», organizado por la Pontificia Facultad Teológica «San Buenaventura» Seraphicum y por el Instituto de Documentación y de Estudio sobre el Pontificado de Juan Pablo II, decía: «Los documentos conciliares no han perdido actualidad con el paso del tiempo«, sino que al contrario «se revelan particularmente pertinentes en relación a las nuevas instancias de la Iglesia y de la presente sociedad globalizada».

Según el Papa, «todos nosotros somos verdaderamente deudores de este extraordinario acontecimiento eclesial», en el que recuerda que tuvo «el honor de participar como experto». El fin principal del Concilio fue, explica, «hacer accesible al hombre de hoy la salvación divina; para el papa Juan fue el motivo fundamental de la convocatoria...». En este sentido, el Papa elogió la figura y obra de Juan Pablo II, «que en aquel Concilio dio una contribución personal significativa como Padre conciliar, del que se convirtió después, por voluntad divina, en ejecutor primario durante los años de su pontificado». Juan Pablo II «acogió prácticamente en todos sus documentos, y aún más en sus decisiones y en su comportamiento como Pontífice, las instancias fundamentales del Concilio Ecuménico Vaticano II, del que se convirtió en intérprete cualificado y testigo coherente», afirma. El Concilio, añade, «brotó del corazón de Juan XXIII, pero es más exacto decir que en último término, como todos los grandes acontecimientos de la historia de la Iglesia, brotó del corazón de Dios, de su voluntad salvífica». «La múltiple heredad doctrinal que encontramos en sus Constituciones dogmáticas, en las Declaraciones y en los Decretos, nos estimula aún ahora a profundizar en la Palabra del Señor para aplicarla al hoy de la Iglesia, teniendo muy presentes las necesidades de los hombres y mujeres del mundo contemporáneo, extremamente necesitado de conocer y experimentar la luz de la esperanza cristiana». El pontífice augura a los congresistas que se acerquen «a los

www.diocesis9dejulio.org Año XIV - N° 137 MAYO de 2013

DIRECTOR Pbro. Germán Loriente germanloriente@gmail.com

documentos conciliares para buscar en ellos respuestas satisfactorias a los muchos interrogantes de nuestro tiempo», a imitación de san Buenaventura, patrón del Seraphicum. «El ansia por la salvación de la humanidad, que animaba a los Padres conciliares orientando su empeño en la búsqueda de soluciones a tantos problemas actuales, no estaba menos viva en el corazón de san Buenaventura frente a las esperanzas y a las angustias de los hombres de su tiempo», añade. «La meta última de todas nuestras actividades debe ser la comunión con el Dios viviente. Así también para los Padres del Concilio Vaticano II, el fin último de todos los elementos de la renovación de la Iglesia fue guiar al Dios vivo revelado en Jesucristo», concluye. Por último, permítanme citar una frase del p. Congar en el libro Por una Iglesia servidora y pobre: «La Iglesia está llamada a encontrar un nuevo estilo de presencia en el mundo, más literalmente conforme al estilo evangélico, donde la Iglesia sea tan solo Iglesia, testigo del Evangelio y del Reino de Dios. Lo que fue aceptado en otro tiempo (en cuanto a títulos, insignias, determinadas formas de vestir, vocabulario abstracto y pomposo...) hoy sería una manera segura de aislarse, un obstáculo para la difusión del Evangelio. Toda la Iglesia ha de pasar de una estructura de casta formada por el clero, donde los fieles son solo sus beneficiarios o clientes, a un único pueblo de Dios, a una Iglesia de iguales, donde los unos están al servicio de los otros». Seguimos en deuda. Volvamos a las fuentes del Concilio Vaticano II.

diocesisdenueve EDICION INTEGRAL Fabricio O’Dwyer fabricio1969@gmail.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.