Asuntos domésticos

Page 1

Christopher Baker ı John Clang ı Yasmine Eid-Sabbagh y Rozenn Quéré ı Andrés Jaque Yeondoo Jung ı Eva & Franco Mattes ı Adrian Paci ı Xavier Ribas ı Shizuka Yokomizo



7

Asuntos domésticos Pedro Vicente

19

Sobre casas, familias y hogares Alexandra Laudo

35

La era de la extimidad: el universo doméstico se sube al escenario Paula Sibilia

49

Individualidad y trastienda en las fotografías personales del siglo XXI Mariona Visa

60

Christopher Baker. Hello World! or: How I Learned to Stop Listening and Love the Noise

70

John Clang. Being Together

86

Yasmine Eid-Sabbagh y Rozenn Quéré. Vidas posibles e imaginarias

102

Andrés Jaque / Office for Political Innovation. IKEA Disobedients

116

Yeondoo Jung. Evergreen Tower

130

Eva & Franco Mattes. The Others

144

Adrian Paci. Back Home

152

Xavier Ribas. Domingos

166

Shizuka Yokomizo. Stranger

177

Biografías

181

Obra en exposición



Pedro Vicente

Pedro Vicente es docente y teórico de la fotografía. Director del máster en Fotografía de ELISAVA (Universidad Pompeu Fabra), es profesor visitante de Teoría de la Fotografía en la University for the Creative Arts, en Reino Unido, y forma parte de la comisión docente del máster de Fotografía de la Universidad Politécnica de Valencia. Realizó la edición del libro Instantáneas de la teoría de la fotografía (2009) y Álbum de familia (2012) y es asimismo editor de la revista Philosophy of Photography. Ha comisariado varias exposiciones y ha dirigido numerosos congresos y seminarios de fotografía. Actualmente es director de ViSiONA, Programa de la Imagen de Huesca.

Asuntos domésticos

La familia es una de las instituciones más antiguas de nuestra sociedad. Seres humanos de todas las eras han nacido, crecido y vivido toda o gran parte de su vida en el seno de una familia; las han creado y las han destruido, las han amado y las han odiado. Nuestra necesidad de vivir en grupos estables en los que se generen alianzas basadas en la cooperación entre individuos con vínculos fraternales que se mantienen unidos para preservar, defender y potenciar sus intereses, sus recursos y su propia continuidad ha hecho de la familia uno de los pilares fundamentales de la evolución del ser humano. Estos grupos familiares han tenido fundamentalmente dos necesidades básicas: por un lado, la de vivir juntos en comunidades en armonía para ayudarse los unos a los otros en tareas primarias como la caza, la recolección de alimentos, la reproducción, la defensa frente a los depredadores, la búsqueda de cobijo, etcétera; por otro, la de buscar amparo frente al dolor y el desconcierto de la vida cotidiana, que se derivan de la vulnerabilidad humana frente a la adversidad, los fracasos profesionales, las tormentosas relaciones sentimentales, la muerte de los seres más queridos o la propia decadencia. La familia tiene esta duplicidad, es material y emocional a la vez, requiere de la esencia física para existir, necesita de lo inmaterial para permanecer. Pero también tiene partes públicas y privadas al mismo tiempo: es el lugar en el que se establecen las relaciones interpersonales más íntimas, y desde ella se genera una construcción social pública sujeta a todo tipo de presiones. Pertenecer a una familia u otra define las bases de nuestra vida social y nuestra educación, supone una etiqueta ideológica, social y económica de por vida, una decisiva y determinante categoría social y antropológica; en definitiva, es un símbolo colectivo que acaba por definir nuestra identidad personal. El álbum familiar tiene un rol crucial en la creación, la subsistencia y la evolución (e incluso en la destrucción) de la familia; es necesario para recordar e imaginar cómo es / era / debería ser la familia. Las memorias que las fotografías familiares encapsulan


se consumen en el presente, pero son creadas para un futuro imaginado; viajan en el tiempo y en la distancia. Y, en realidad, cuanta más distancia y cuanto más tiempo viajan, más significación adquieren y más valiosas son para la familia a la que se refieren. Pero la fotografía de familia no es solo un accesorio de nuestros recuerdos: es también un conjunto de reglas visuales que los modelan y por las que se rige nuestra memoria. Estas imágenes tienen la capacidad de crear, perfilar y poner a prueba nuestras evocaciones individuales y colectivas, dando forma a nuestras memorias y funcionando como tecnologías que producen tanto recuerdos como olvido. La mayoría de estas fotografías tienen funciones esencialmente privadas y acumulan significados a través de su relación con los espacios vividos, los acontecimientos, las experiencias y las historias de las personas, siempre desde lo individual hacia lo colectivo. Así como la producción de las imágenes del álbum familiar ha cambiado debido a la fotografía digital, también lo ha hecho la forma de almacenarlas, consumirlas e incluso compartirlas. Hoy en día el álbum de familia ha dejado de ser ese objeto sagrado que se guarda en el interior de algún cajón de la casa para ser consumido en la seguridad y la privacidad del hogar. Las fotografías de familia ya no se conservan en cajas de zapatos: cada vez es más frecuente intercambiarlas con familiares y amigos a través de Internet o las redes sociales o crear álbumes fotográficos online para compartirlas. Lo objetual del álbum ha mutado a lo táctil de las pantallas en donde se acumulan las fotografías familiares. En la actualidad la producción de imágenes personales ya no tiene tanto el objetivo de atesorar recuerdos como el de compartirlos inmediatamente: las fotografías se hacen y se envían. En realidad, se hacen para ser enviadas. Una vez compartidas rara vez vuelven a ser utilizadas; quedan en el olvido de las memorias de los teléfonos móviles, son efímeras y obsoletas, pertenecen al ámbito de lo virtual y casi ninguna llega a existir como objeto. La fotografía familiar ha sido fundamentalmente objetual en ese sentido, y, paradójicamente, la tecnología digital no solo la ha transformado: la ha intensificado. Lo importante no es la práctica objetual, sino la práctica social de la fotografía familiar, y no cabe duda de que la tecnología digital no ha hecho más que favorecer esa práctica. La fotografía de familia es mucho más que fotografías en un álbum: para entenderla hay que pensar en lo que se hace con las imágenes,

Fotografía de álbum de familia. Colección particular.

8


en cómo, dónde, cuándo, por quién y para qué se hace. Todos estos cambios en la tecnología y sus consecuencias, obviamente, implican una nueva forma de ver las imágenes, de relacionarse con ellas, de producir significados, de entender quiénes somos y a dónde pertenecemos.

Fotografía de álbum de familia. Colección particular.

El álbum de familia encierra una dicotomía cautivadora: por un lado contiene fotografías personales, privadas, únicas, singulares; por otro lado son altamente convencionales, comunes, ordinarias y universales. Esta aparente contradicción hace que todas ellas, cualquiera de ellas, resulten atractivas al espectador, tanto estética como emocionalmente, da igual que seamos usuarios o lectores de estas fotografías. En su ensayo «“Sweet it is to scan…”: personal photographs and popular photography»,1 Patricia Holland distingue dos posturas en la lectura de una fotografía de un álbum familiar: la del usuario y la del lector. Por una parte, ante nuestro propio álbum de familia somos usuarios de esas fotografías. La cantidad de códigos que hay detrás de cada foto y cada historia hace que solo sean usables de manera plena y completa por nosotros, conocedores (y dueños) de sus secretos y de sus claves, ocultos a simple vista para el resto del mundo. Por otra parte, las fotografías del álbum de familia de alguien desconocido son indescifrables, incompresibles: tenemos que limitarnos a imaginar las historias que esconden, siempre desde la comparación con nuestro propio álbum de familia, intentando identificar situaciones y momentos similares a los que aparecen en él para dar sentido a esas fotografías desconocidas.2 La fotografía de familia es un producto que navega entre el contenido y la estética, entre lo concreto y lo ambiguo, entre la intención y la casualidad; es un producto estético, social, cultural y moral en donde la familia es al mismo tiempo consumidora, productora y producto. Esta infinita reiteración, esta tensión entre leer y usar, entre conocer e imaginar es uno de los elementos que generan la fascinación que muchas personas sienten por

9

1. Patricia Holland, «Sweet it is to scan…: personal photographs and popular photography», en Liz Wells (ed.), Photography: A Critical Introduction, Londres / Nueva York, Routledge, 1997, p. 89. 2. Pedro Vicente, «Apuntes a un álbum de familia», en Pedro Vicente (ed.) Álbum de familia, Madrid, Diputación de Huesca / La Oficina de Arte y Ediciones, 2013.


las fotografías de familia. Hasta tal punto existe esa seducción que se podría afirmar que el álbum familiar se ha convertido en un género artístico propio de nuestra época. Por este motivo, durante los tres últimos años ViSiONA ha realizado diferentes actividades en torno al álbum de familia en las que han participado personas con perfiles muy dispares: aficionados, artistas, antropólogos, sociólogos, historiadores, estudiantes, críticos de arte, comisarios, médicos, terapeutas, filósofos, psicólogos y fotógrafos, entre otros. En todas estas actividades se ha mostrado un enorme interés y las propuestas han tenido una gran aceptación, especialmente en relación con las exposiciones programadas con el álbum de familia como eje temático. En 2102 la exposición Narrativas domésticas: más allá del álbum familiar, comisariada por Nuria Enguita, reunió una selección de obras que desbordaban los límites formales y conceptuales del álbum de familia desde un punto de vista crítico y poético, con el fin de subvertir sus narrativas dominantes y ofrecer la posibilidad de otros relatos. Como apuntaba Nuria Enguita en la introducción a la exposición, «a través de la descontextualización, la acumulación, la fragmentación y la yuxtaposición de imágenes y textos de diversa índole la imagen familiar se hace pública, se expone y se transforma mediante técnicas de montaje para ofrecer un conjunto nuevo de significados que ponen en crisis tanto su procedencia como su verdad. Las imágenes familiares se reinterpretan desde su reverso, y es lo que ocultan, lo que no muestran, lo que se pretende hacer visible desmontando las ideologías y los relatos dominantes que han marcado las representaciones de la familia, descifrando así los estereotipos de clase, género, sexualidad o raza que han sido naturalizados en el pasado y que se han mantenido hasta nuestros días».3 Narrativas domésticas: más allá del álbum familiar incluía trabajos de Hans-Peter Feldmann, Gillian Wearing, Santu Mofokeng, Iñaki Bonillas, Sanja Iveković, Inmaculada Salinas y Jo Spence.

Narrativas domésticas: más allá del álbum familiar. Sala de exposiciones de la Diputación de Huesca, 2012.

En la edición de 2013 la exposición Otras narrativas domésticas,4 comisariada por Pedro Vicente con la asistencia de Obarra Nagore, indagaba en la significación social y los usos del álbum de familia como eje estructural de nuestra identidad individual y 3. http://visionahuesca.es/index.php/acciones/exposicion-narrativas-domesticas-mas-alla-del-album-de-familia/ 4. http://visionahuesca.es/index.php/acciones/exposicion-otras-narrativas-domestica/

10


colectiva y como paso de lo privado a lo público desde el siglo XIX hasta la actualidad. La selección de obras incluía algunos fondos locales de carácter histórico, tanto públicos como privados, y otros de artistas contemporáneos de proyección nacional e internacional. Por un lado, la exposición exploraba el álbum de familia como colección y contenedor de las memorias familiares, como archivo doméstico de consumo privado que representa los momentos felices de la historia de cada familia; por otro, incluía una selección de obras en las que el álbum es la materia prima, trabajos artísticos que se consumen de forma pública, en los que se generan otras narrativas diferentes a las más tradicionales y que demuestran que, a veces, nada es lo que parece. Otras narrativas domésticas cuestionaba «las consecuencias de la construcción social de nuestra mirada» y exponía «la manera que tenemos de representarnos en nuestros álbumes de familia, en donde la interpretación y el significado de las fotografías no siempre se corresponden ni con lo que vemos ni con su apariencia, generando nuevos significados plurales, colectivos, abiertos para el espectador».5 Otras narrativas domésticas reunió el trabajo de los artistas Matías Costa, Virginia Espa, Paco Gómez, Ana Casas Broda, Richard Billingham y Trish Morrissey.

Otras narrativas domésticas. Sala de exposiciones de la Diputación de Huesca, 2013.

11

Si en 2012 Narrativas domésticas: más allá del álbum familiar exploraba el álbum de familia en relación con su construcción ideológica y política y con la teatralidad inherente en ese proceso, y en 2013 Otras narrativas domésticas miraba el álbum de familia desde la autobiografía y la creación artística desde el archivo personal, en la exposición de la edición de ViSiONA 2014, titulada Asuntos domésticos y comisariada por Alexandra Laudo y Pedro Vicente, se ha querido seguir explorando el álbum familiar, pero en esta ocasión partiendo de ideas como la casa, el hogar o la domesticidad y el modo en que estos conceptos se convierten en lugares para la (re)construcción de la intimidad y (re)presentación de la fotografía de familia. La casa es el lugar material en el que se recoge y se protege la familia, aquel desde el que se construye la intimidad y lo autobiográfico, un espacio que ha determinado tradicionalmente el límite entre lo público y lo privado, un origen y un principio para la familia. En la 5. Pedro Vicente, texto introductorio del catálogo de la exposición Otras narrativas domésticas, Diputación Provincial Huesca, 2013.


Christopher Baker

Hello World! or: How I Learned to Stop Listening and Love the Noise

Hello World! or: How I Learned to Stop Listening and Love the Noise es una instalación de más de cinco mil videodiarios privados sacados de Internet. Este proyecto reflexiona sobre la particular situación de los medios de comunicación participativos y democráticos, así como sobre el eterno deseo humano de ser escuchado. Por un lado, las nuevas tecnologías de medios como YouTube han permitido la aparición de nuevos comunicadores a un ritmo alarmante. Por otro lado, no existen nuevas tecnologías que nos permitan escuchar a todos estos nuevos altavoces públicos. Cada vídeo de la instalación consiste en un individuo solo que habla con franqueza a una potencialmente masiva audiencia imaginaria desde un espacio privado, íntimo, como una cocina o un dormitorio. La composición de sonido multicanal se desliza entre los individuos y el grupo y permite a los espectadores escucharlos por separado o sumergirse en una cacofonía.

Christopher Baker Hello World! or: How I Learned to Stop Listening and Love the Noise 2008 Videoinstalación, medidas variables Cortesía del artista

60


Foto: Chris Houltberg


Yasmine Eid-Sabbagh y Rozenn Quéré

Vidas posibles e imaginarias

Vidas posibles e imaginarias (Vies possibles et imaginaires) es la historia de cuatro mujeres fuertes y luchadoras exiliadas en diferentes lugares del mundo, cuatro hermanas palestinolibanesas que han viajado a través de la historia del siglo xx. Se trata de una historia a medio camino entre el documental y la ilusión, la biografía y el drama. Basada en fotografías de familia y entrevistas grabadas, es una narración de hechos reales e imaginados.

Yasmine Eid-Sabbagh y Rozenn Quéré Vidas posibles e imaginarias (Vies possibles et imaginaires) 2012 Instalación multimedia, fotografías y audio, medidas variables Cortesía de las artistas

El proyecto explora las distintas formas de archivar, recopilar, guardar, escuchar y hacer que las palabras y las historias emerjan. Es una reflexión sobre cómo recrear estas palabras y estas historias en el presente de la manera más intensa posible combinando las experiencias personales de estas mujeres con las vivencias de sus reuniones. Es una interpretación de la realidad teñida de ternura y humor. Jocelyne, la hermana mayor, vivió en El Cairo. Frieda, la más joven, se exilió en París. Stella se marchó a Nueva York durante la guerra civil, y su gemela, Graziella, fue la única que permaneció en Beirut. Lejos de ser un retrato objetivo o histórico de Graziella y sus hermanas, Vidas posibles e imaginarias es un intento de transmitir las excentricidades y los delirios de estas mujeres y otorgar a su imaginación un estatus similar al de la realidad. Es decir, al combinar viejas fotografías familiares y textos no se pretende contar su historia, sino escribir su mito.

86



88


89


90


91


Shizuka Yokomizo

Stranger

Entre 1998 y 2000 estuve trabajando en algo a lo que entonces llamaba encuentro anónimo. Envié cartas a apartamentos de desconocidos y les pedí permiso para fotografiarlos a través de una ventana de su casa a una hora y en una fecha determinadas. Mi intención era documentar el encuentro de dos completos desconocidos a corta distancia pero manteniendo el sentido de alteridad de uno y otro.

Shizuka Yokomizo Serie Stranger 1998-2000 Fotografías C-Type, 108 x 127 cm Cortesía de la artista

El mundo en el que vivimos es principalmente un mundo íntimo. Consiste en varias relaciones con otras personas. Más allá de esta esfera de intimidad solo veo desconocidos. Ellos forman parte del indiferente paisaje de la vida diaria, lo mismo que yo para ellos.

Stranger No. 6, 1999 Stranger No. 7, 1999 Stranger No. 10, 1999 Stranger No. 12, 1999 Stranger No. 17, 2000 Stranger No. 20, 2000 Stranger No. 21, 2000 Stranger No. 1, 1998

Este trabajo generó una situación para que estas esferas aisladas pudieran comunicarse a través del contacto visual, pero sin intercambiar una sola palabra. La carta estableció el contacto inicial. Como era de esperar, muchos rechazaron la propuesta y no se presentaron. Sus apartamentos estaban a oscuras y sus cortinas cerradas. Cuando aparecía alguien tras la ventana yo percibía una distancia peculiar, una estrecha cercanía y una gran lejanía al mismo tiempo, y experimentaba cierta sensación de vulnerabilidad entre nosotros. El proceso generaba una puesta en escena casi de ficción, o teatral, y parte de la experiencia fue realmente así, aunque el contacto visual fue profundo y real. Continué este trabajo de forma intermitente durante casi tres años, lo que dio como resultado una serie titulada Stranger (‘Desconocido’) compuesta por 24 fotografías.

166


167


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.