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Iluminación segura y efectiva en todo un municipio con el sistema adaptativo y con sensores

Cuando las farolas se hablan y emiten solo la luz necesaria

Benito Urban

BENITO URBAN está instalando todas las nuevas luminarias LED automatizadas en un municipio de la provincia de Barcelona, Olost, en distintas fases. Se trata de un cambio total de la iluminación en el municipio que se compone de dos núcleos poblacionales. La primera transformación se hizo en la zona industrial, donde hay, entre otras, empresas como Casa Tarradellas y Rotor Print. Aplicando el sistema OnField desarrollado por BENITO, se siguió el proyecto por el resto de las calles hasta completarlo y conseguir un cambio significativo en el ahorro energético y económico en la población.

En el cambio no está solo el ahorro económico, sino también el objetivo de reducir el impacto de la luz artificial para mitigar su impacto en el medio ambiente. Esta es una filosofía bien aprendida del consistorio que optó por plantear el proyecto al departamento Light de BENITO.

Durante casi tres años se han sustituido todas las luminarias de vapor de sodio y con potencias de 100 y 150 vatios por tecnología LED con potencias de 30 y 40 vatios. Pero lo más importante es como se ha instalado un sistema adaptativo al movimiento que hay en cada calle. Sin movimiento alguno, la luminaria baja su intensidad de luz, pero en cuánto detecta movimiento, ya sea por el paso de una persona o un vehículo, el sensor lo detecta y se enciende al 100%, con el máximo de su potencia. Al mismo tiempo, el sistema avisa a las siguientes luminarias que se activan. Durante el primer s e m estre del año 2024, todas las luminarias del municipio funcionarán de esta forma, exceptuando las de la plaza, dos calles principales y la carretera que atraviesa el municipio, que se mantienen siempre con el máximo de luz, ya que es donde hay más movimiento y, con sensores, estarían encendiéndose y apagándose continuamente perdiendo la efectividad que se busca.

También se distingue la potencia de la luz en función del área iluminada. Así, en el polígono industrial a partir de un horario no laborable, la iluminación baja hasta solo un 30% de luz, pero si detecta movimiento, sube al 100%. En otras partes, varía el porcentaje. Eso también ayuda, en las calles, a evitar el deslumbramiento y la molestia de la llamada luz «intrusa», la que entra en el interior de las casas y no es apta para conciliar el sueño. Se reduce, por lo tanto, la contaminación lumínica, evitando influir en los ritmos circadianos de las personas.

Como cuenta el responsable técnico del departamento de Light de BENITO, Albert de Ramos, lo que se persigue es dotar de una iluminación que genere sensación de seguridad en la vía pública. Con este sistema está asegurada «y es que cuando se pone la luz que toca cuando toca se genera mejor sensación de seguridad sin necesidad de aumentar los niveles de iluminación».

Una persona transitando por la calle. En el momento que la luminaria la detecta se activa e ilumina más.
Una persona transitando por la calle. En el momento que la luminaria la detecta se activa e ilumina más.

Al mismo tiempo, se intenta que queden uniformes en la calle y evitar así una imagen con sombras. «La luz adaptativa acompaña al ciudadano y le da seguridad», añade. Este sistema de conexión entre farolas —se hablan entre ellas— puede programarse desde una aplicación instalada en el teléfono móvil o el ordenador y puede modificarse cuando haga falta. Al ir programando las modificaciones que van surgiendo para mejorar el re s ultado, se podrán crear en una fase más avanzada un algoritmo para avanzarse a los movimientos. El objetivo es con seguir el máximo de eficiencia.

Con el sistema OnField Urban se puede controlar individual o grupalmente el encendido y apagado del alumbrado, además de poder aplicar distintas curvas de reducción de flujo para el ahorro energético. Todo ello desde una simple aplicación. El sistema cuenta con un reloj astronómico para los distintos escalones de flujo horario gracias a su red geolocalizada.

Para Gil Salvans, alcalde de la población e impulsor del proyecto, en la actual situación de emergencia climática y de costes de la energía, reducir el 80% en consumo es un paso importante y necesario. Aun con margen de ajuste han conseguido ya una importante reducción de consumo con las nuevas luminarias. El ahorro económico no ha podido calcularse con exactitud debido sobre todo a los cambios de precio de la luz entre los años 2022 y 2023. Salvans calcula que el ahorro aproximado será de más de 58.000 KWh de energía que equivaldrían a unas 16 toneladas de CO 2 ahorrado, teniendo en cuenta que el cálculo ha bajado desde el 2019 por la entrada de las renovables.. El proyecto se enmarca en el Plan de Acción de Energía Sostenible del propio ayuntamiento y que tiene como objetivo reducir en un 50% las emisiones de CO 2 en el municipio para el año 2030. Este municipio forma parte de la nueva Asociación de Municipios y Entidades de Energía pública junto con otras 73 poblaciones.

El proyecto en este municipio es un claro ejemplo de la capacidad de pequeños municipios para obtener mejor eficiencia energética en un momento en que es de vital importancia reducir el consumo y mejorar los sistemas de obtención de energía. Es también un ejemplo de la adaptación de BENITO a todo tipo de proyectos para precisamente conseguir aplicar la tecnología a la vida diaria de las personas.

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