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PABLO FIERRO
from DJ Mag ES #116
El titán de la
gran sonrisa
Pablo Fierro
Cuando el año pasado –más o menos para estas fechas– entrevistamos a Pablo Fierro, nos dimos cuenta de que estábamos ante alguien muy
especial.
Autor: EDUARDO P. WAASDORP Y SARA GONZÁLEZ Foto: ANDREA FG / MI LIMA LIMÓN
En ese momento, salía su edit oficial de ‘Baiana’, el temarral original de la agrupación brasileña Barbatuques, y nosotros le trajimos a la revista para conocerle un poco mejor…
Adelantamos el tiempo un año y Pablo sigue afianzando y solidificando su posición de genio en el espectro más profundo y espiritual de la música house. Siendo un trabajador incansable, humilde y un auténtico trotamundos, Pablo Fierro es uno de esos artistas que está tocado por la musa Euterpe y convierte en autentico oro cada tema que produce. Profundidad, calidez, energía, alma, sabor… Son solo algunos de los adjetivos que se nos ocurren al oír cualquiera de sus producciones. No es de extrañar que haya conseguido el apoyo incondicional de algunos de los nombres más importantes de la escena musical, como él mismo nos cuenta…
Este año tan extraño, en este verano tan extraño, hemos decidido traeros a uno de los personajes con más carisma y desparpajo de nuestra escena. Os traemos de nuevo a Pablo Fierro, esta vez a nuestro escaparate principal, para que su música pueda llegar y conmover a todavía más gente. Hablamos con un auténtico melómano, con las ideas muy claras y una filosofía que lo que busca es regar el mundo con buena energía, buenas vibraciones y – sobre todo – buena música. Nos sentamos con el genio canario para hablar de todo, sin pelos en la lengua. Sin duda, una de las charlas más amenas que un servidor ha tenido el placer de conducir en tiempos recientes... ¡Disfrutadla! ¡Música, maestro!
Pablo Fierro
¡Muy buenas, Pablo! Es un verdadero placer tenerte en nuestra portada de este mes. El año pasado ya nos pusimos al día contigo y ahora aterrizas en nuestra portada… Cuéntanos, ¿cómo empezaste el año? ¡Empezó bastante bien y va bastante bien! Adaptándome, como la mayoría de la gente. Empecé en Tulum en enero, hice un tour increíble por Latinoamérica, EEUU y Canadá; después de esto estuve por Jordania y multitud de sitios más, fueron tantos, que ni me acuerdo. El último viaje que hice fue hace unas semanas, a Grecia, para una residencia que he desarrollado en un club de allí. ¡Se han portado increíble conmigo!
Antes del confinamiento, estuve en Uganda. Hubo una fiesta, toqué en la capital y después de esto quise ir a ver los gorilas, adentrarme en la jungla… y justo llegó la cuarentena y nos tuvimos que volver a España. Fue curioso, el tiempo que estuve en Uganda. Estuve con unas tribus, por la zona de Bwindi y conectamos muy bien. De ahí surgió la idea de hacer el primer streaming, para que la gente pudiera hacer donaciones para las tribus, porque están en pobreza extrema. Fue espectacular. En la medida de lo posible siempre intento ayudar y la verdad que fue una experiencia inolvidable y ya tengo ganas de volver.
Vienes de Tenerife, Canarias, un lugar interesante musicalmente hablando, ya que es un auténtico crisol de culturas: América Latina, África y Europa…. ¿Cómo fue crecer musicalmente allí? ¿Cuáles fueron tus primeras experiencias con la música? Mis primeras experiencias vinieron cuando tenía 17 años. En ese momento, me fui a vivir a Nueva York, a casa de mis tíos, y allí, saliendo por la zona de Manhattan, metiéndome en las discotecas, conociendo a los DJs, escuchando música negra – hip-hop, RNB, electrónica, los Masters At Work –… Todo ese rollo se me impregno en mi mente y me dije: “creo que esto es lo que me gustaría hacer”. Pero fue todo muy despacio… Nunca tuve formación musical, siempre ha sido por feeling, por los ritmos… así empezó mi historia. También, mi padre es guitarrista flamenco y por ese lado también vino el amor por la música… mi madre canta genial… todo tuvo que ver.
Pero antes de eso, ¿hubo algo? Más bien después. Yo tenía un grupo, al principio, cuando volví de Nueva York, que se llamaba Infausto. Era un grupo de rap y hacíamos rap en español e inglés. Eran con unos MC brutales de aquí, de Canarias. Teníamos este grupo, pero no solo me limite a hacer hip-hop, si no también boleros, más rock… ¡de todo! Iba regalando CDs – ¡cuando había CDs! – a todos los colegas del barrio…
Fue entonces cuando te llegó lo de la música para televisión, ¿no? ¡Justamente! De repente un día me llamó un productor de aquí, que se llama Eddy Cardellach y me dijo que quería hablar conmigo. Él tiene una productora de cine y de publicidad, y me encargó mi primer trabajo de publicidad. A partir de ahí he hecho más de 47 campañas de publicidad en Canarias, España y Europa. Es un mundo diferente al de DJ y viajar.
¿Pero lo dejaste? Sí, me cansé un poco de tratar de convencer a los clientes de qué canción debían utilizar y ese tipo de cosas. Y también de asentir, cuando no entendía muy bien lo que me estaban diciendo (risas). Cosas como: “Quiero que mezcles esto, con boleros y la canción de Jurassic Park. ¿Eso lo puedes hacer, no?”. No me quedaba otra que decir que sí ¿sabes? Gracias a Dios, con el paso del tiempo, pude enfocarme más en mi estilo. Te digo, es muy bonito pero muy intenso, ya que es un proceso creativo que no solo depende de ti, si no dependes de la marca, del proyecto… A no ser que llegues a un nivel que te digan “¡Hey! ¡Todo lo que diga Pablo, perfecto!”… Pero no fue el caso, (risas).
Vienes de una familia de amantes de la música y tú mismo eres bastante polifacético: compositor, productor, cantante, músico, DJ… ¿Cómo ha sido el desarrollo musical de Pablo Fierro? Yo ni siquiera me considero artista (risas). Soy de la opinión de que es la gente quién pone esa etiqueta y decide. No me considero DJ tampoco… me considero un loco, un melómano, ¡muero por la música! (risas). Me gusta aprender, nutrirme, conocer diferentes géneros… que luego a lo mejor me pueden gustar más o menos. Soy un enfermo de la producción, de la composición… Crear una canción de la nada, bien sea electrónica o acústica. A mí lo que me gusta es crear.
Y, ¿cómo fue tu primera fiesta, profesionalmente hablando? La primera vez me llamaron de Grecia. Era para sustituir a un DJ y yo en esa época producía, y por eso me llamaron, pero yo no sabía tocar, no sabía pinchar… ¡Tuve que llamar a mi hermano! Le dije: “Tío, me han llamado para ir a pinchar… ¡explícame como se hace esto!” (Risas). Mis temas estaban sonando allí y resulta que mi hermano es un DJ increíble, para mí es brutal. Entonces vino y me enseño lo básico en una hora: “aquí metes el disco, así lo mezclas, así ecualizas, etc”. ¡Y esa fue la primera fiesta! Fue en 2011. Me acuerdo que cuando fui, me decía a mi mismo: “No tengo nada que perder. Voy me lo voy a pasar bien, voy a coger el micrófono y voy a cantar pinchando al mismo tiempo si me apetece” (risas). Fue un desahogo total… aún están los videos en YouTube de ese día, fue increíble. Esa fue la primera. A medida que fui lanzando nuevos temas, ya me empezaron a llamar más. Y es un hecho que desde hace 3 años, me empezaron a llegar muchísimas peticiones para actuar fuera de España.
Como decías antes, viviste una temporada en EEUU, entre Nueva York y Nueva Jersey… ¿Cómo te influyó eso en tu carrera? Fue en el año 97. En España ni se escuchaba hip-hop, hasta unos años después. Nueva York a mi me nutrió mucho de música latina. Una cosa que fue especial fue conocer a los músicos de la Fania All Stars. Ese fue un día increíble, nunca lo olvidaré, fue en el Spanish Harlem, me invitó un amigo: “Oye brother, tienes que ir al museo del barrio… yo no voy a ir, pero es el cumpleaños de Larry, que es un amigo, una leyenda, vete para allá, a la última planta”. Fui y cuando estaba subiendo, empiezo a escuchar las congas… ¡y eso fue lo que me atrapó! Pensé: “¡Esto qué es!”. Total, que subo las escaleras y estaban haciendo una ofrenda santera, tocando las congas… Entonces, me agarro la mano un señor y me dijo: “Dame la mano, vamos a celebrar. Bienvenido”. Era Larry Harlow, legendario compositor con Celia Cruz… también estaban Johnny Pacheco, Nicky Marrero… Recuerdo que hacía como 43º, ¡pero yo estaba en el paraíso! ¡Ahí tenía 18 años! También hice amistad con Jerry González, que falleció el año pasado y es para mí inmortal… gente que deja esa huella nunca desaparece. Tuve el placer de conocerlo, al decirle que venía de España, de Canarias se ¡emocionó y todo!
Cambiando de tema, tu sonido actual gira en torno a los ritmos house profundos y étnicos, por generalizar mucho… ¿Cómo has llegado hasta este punto musical de tu carrera? ¿Hubo algún momento de revelación? Sí. Yo, como te digo, al ser un tipo de persona al que le gusta escuchar cualquier tipo de música, al final lo que busco es compartir esa energía. O sea, para mi la música es energía, que yo transmito a la audiencia, a la persona que está escuchando. No me gusta escuchar el top 10 de ninguna web. No me gusta seguir las modas. Yo soy fiel a mis sentimientos, de hacer las cosas con amor, con respeto… porque sé que hay un público que lo aceptará, o tal vez no, pero está puesta mi energía. En cuanto a géneros, tengo una clara tendencia a los ritmos sobre todo de África, de Brasil, de Asia… me gusta mucho el folklore de los diferentes países del mundo. Cuando yo viajo un país, no les digo que me pongan la radio, yo les digo que me pongan el folklore, porque quiero escuchar sus raíces, para entender ¿sabes? Esto es lo que más me inspira. Para mi es lo más real, lo que yo siento que es la música del pueblo.
El año pasado te preguntábamos por una posible burbuja de ese “ethnic house”… a diferencia de otros géneros, como el tech house, ese house étnico del que hablábamos sí que ha seguido evolucionando y sigue muy presente… Ahora mismo la música que yo suelo tocar en mis sets, es la música de mis amigos y mi música… Creo que nos encontramos en el mejor momento. ¿Por qué? Porque estamos mezclando y uniendo géneros diferentes: estamos trayendo música que puede ser de Colombia y mezclándola con la electrónica; música Rusa con música de baile; incluso baladas se están llevando a la electrónica. Para mi uno de los trucos y de las claves en un hit es que tenga una letra triste y un ritmo alegre. Es el combo perfecto…
Después de sacar en etiquetas de la talla de Noir, Innervisions, Defected, Watergate, Moblack o Sony… también tenías tu plataforma, Vida Records, como nos comentabas el año pasado. ¿Cuál es el estado actual del proyecto? Ahora mismo he decido detener el trabajo de Vida Records, por falta de tiempo. Y, sobre todo, porque quiero empezar un proyecto nuevo desde cero. Me gusta cambiar de proyecto cuando ya he cumplido con los objetivos que tenía, me gusta aprender, comenzar etapas nuevas en la vida. Vida Records ya dio lo que tenía que dar y ahora viene un proyecto nuevo, que realmente va a estar enfocado de una manera distinta. Voy a probar a vender por mi cuenta y a editar mi propia música, en mi sello discográfico, creando ese proyecto como fuera un “hijo”. Vida Records fue un trabajo increíble, fue un sello único, de los mejores del afro house… y ahora inicio un nuevo proyecto. Es una plataforma donde solo voy a sacar mi música, también va a haber sorpresas… habrá algún remix, alguna colaboración con artistas, pero va a ser 100% Pablo Fierro, bien sea electrónica o sea lo que sea.
¿Cómo ves la industria discográfica en estos momentos? Especialmente dada la situación actual… No me da miedo la situación actual sinceramente. A nivel creativo es el mejor momento para mi, donde uno demuestra realmente si quiere conseguir algo. Esto se da en los peores momentos, cuando todo esta difícil. También hablo por mí. Lo divertido de esto es que es un reto nuevo y las personas que nos dedicamos al mundo de la música tenemos que encontrar – algunos ya lo encontraron – la manera de seguir adelante ¿cómo? Pues creando caminos nuevos para obtener ingresos, visibilidad, notoriedad y mantener ese estilo de vida. Depende de cada uno, lo que quiera hacer y las cualidades que tenga. Esta claro que vivimos siempre en continuo cambio pero lo que se trata siempre, bajo mi punto de vista, es de no tener miedo y enfrentarlo con positivismo.
Esto me lleva a la inevitable pregunta…. ¿Cómo has vivido la crisis del COVID-19? Al principio fue un parón en seco. Te tengo que decir que este parón, a pesar de las circunstancias, me vino bien. Lo vi como un momento para descansar, para hacer una introspectiva, meditar, calmar un poco las aguas y afrontar esta situación. Lo viví con mi madre, en mi casa, súper bien, tuvimos una convivencia excelente. Es una lastima todas las personas que se han ido y las que siguen afectadas por el virus. Pero sí, cancelé muchos gigs que tenía, hubo promotores que me llamarón para posponerlos… y también hubo otros cuyas
prioridades estaban un poco al revés. No han sabido entender la situación y valoran que lo importante ahora es el dinero y hacer caja. Yo no soy así, yo no trabajo con gente así. A mi no me mueve el dinero y los he rechazado directamente. No me gusta trabajar con este tipo de personas que valoran el dinero antes que darse cuenta de la situación global. Les importa más lo que van a generar en una noche que la seguridad y el respetar las normas…
Cambiando de tema, a cosas más positivas e interesantes… Hay una historia tuya que no pudimos contar el año pasado y que tiene que ver con el festival de cine de Cannes… (Risas) Cierto. El año pasado estuve en Cannes, en el Festival de Cine. Me invitaron al cierre del festival y fue una de las mejores experiencias de mi vida. Yo tenía que abrir la actuación para un artista extranjero, pero no me dijeron quién era. Fue en una mansión increíble. Solo me dijeron: “tienes que abrirle a este artista y cerrar cuando termine su acústico”. Cuando llevaba un rato, me preguntan: “Bueno ¿ya sabes a qué artista te toca abrirle?”. Y yo conteste: “¡Qué va, no tengo ni idea!”. ¿Sabes quién era? STING.
Me llevé a un amigo y le dejé solo, mientras iba al baño un segundo. Entro y me quedé helado: Sting estaba allí, en el baño, calentando la voz. Me aguanté el fan que llevo dentro, no le dije nada, porque no voy de ese palo y entiendo que ese momento es para el artista… ¡Imagínate, después de esto, cuando me preguntan que cuál es mi sueño yo ya no se ni qué decir (risas)! Luego, hablando con los que me contrataron, les pregunté que cómo dieron conmigo y me dijeron: “Nos encanta la música afro, queríamos a Black Coffee o a Pablo Fierro, era simple”.
¿Conoces a Nathi, no? Sí, aunque nunca he hecho un b2b con él. Pero tuve la oportunidad de conocerlo en Tulum, en enero, viendo a Angelo, de The Global Fantasy… yo estaba en un reservado y me tocó por detrás el hombro y me dice “¡Hey bro!” Y era Nathi (Black Coffee). Después de 10 años compartiendo música, por fin nos conocimos en persona. Nos enviamos música desde hace años. Gracias también a artistas como Black Coffee estoy donde estoy, porque él me ha apoyado mucho. Es impresionante como artista y como persona, aún mejor…
En verdad, pocos artistas pueden presumir de tener entre sus amigos a gente como Diplo o Vivie-Ann (Blond:ish)… (Risas) Con Diplo también tengo una relación increíble. Es un productor enorme, humilde y cercano, que lo hace todavía más grande aún. Lo conocí a raíz de una actuación en Tulum este año… ¿Te puedes creer que fue a verme a un club, donde iba a tocar, y yo no estaba allí? (Risas). No pude actuar porque me encontraba mal, él mismo me contactó por Instagram y me dijo que había ido a verme y al ver que no estaba, me escribió… me dijo que tenía que enviarme unos vídeos tocando mi música. A raíz de eso, hablamos todas las semanas. Empezamos a entablar un poco más de relación profesional, él tiene muchas ideas y me las envía, yo también… y así fue como nos conocimos.
A Vivie-Ann la conocí también a través de las redes. Puso algunos tracks míos y así empezó todo. Después llegó su proposición para hacer el programa de Abracadabra. Su equipo es fantástico…
También tienes una gran relación con SAGA y Bedouin. De hecho, a principios de la cuarentena publicabas un remix tuyo de su ‘Whistleman’… ¿cómo han sido tus experiencias en sus fiestas? Con Bedouin también me llevo muy bien. En Tulum estuvimos juntos y ahora en septiembre tocaremos juntos en Londres. Estoy casi todos los días hablando con ellos, me fueron a ver a Grecia donde tuve la residencia en Coyoacan Beach Club en Vari, Atenas. Mi remix de ‘Whistleman’ salió en marzo, creo recordar, y a la gente le ha encantado. Viendo los videos de ellos tocándolo, la reacción… Es verdad que hice 30 versiones del remix y la última que hice, fue en una cabaña en Tulum. Se la envié esa misma tarde a los chicos y la tocaron esa misma noche en SAGA, en Tulum. Yo estaba allí, junto a 5 mil personas… y poder ver su reacción fue increíble. Cuando creas algo y luego ves cómo reacciona la gente… estoy muy agradecido. Ellos son unos músicos brutales, son excelentes personas y tienen un proyecto que es apasionante. Tienen un estilo propio y son muy creativos. A mi la gente creativa me encanta…
También te quería preguntar por eso: por tu residencia en Coyoacan Beach Club en Vari, Atenas… Entiendo que fuiste convocado por los chicos de la promotora Global Fantasy, ¿no? ¡Es mi beach club favorito! Nunca quise ser residente de ningún sitio, hasta que llegué ahí. Solo fue durante un mes, porque después se decreto que ya no se podía bailar por el COVID-19. Pero vamos, me trataron genial, estoy totalmente agradecido a The Global Fantasy, a Gio Faitas, a DJ Angelo y Da Mike, Constantin Nasiri… a todo el personal de Coyoacan. Esta residencia fue en julio, todo el mes, coincidió que era mi cumpleaños, imagínate, fue increíble. Estoy súper agradecido, yo tenía la fiesta de Children Of The Sun, de Global Fantasy todos los miércoles. Fue una fiesta que tuvo muy buena aceptación. También trabajé mucho con Madoras In Tha House, con quienes hicimos una fiesta en Pelion (Grecia), en el Monk Paradise Beach Bar. Fue increíble, en la playa viendo el atardecer… Grecia para mi es un país especial, estoy muy agradecido. Su cultura, su gente, su música… me ha conquistado. Siempre que voy es un placer increíble. ¡No me importaría vivir allí!
¿Crees que los eventos con distanciamiento social tienen algún futuro? Yo creo que lo importante es que se cumplan las normas de seguridad, adaptarnos a esta situación y afrontarlo lo mejor posible. Está claro que los ingresos no van a ser iguales, pero en estos momentos de dificultades es cuando salen ideas nuevas. En el caso del promotor, los buenos empresarios son los que se adaptan en los momentos difíciles. Yo creo que hay que seguir adelante. Si me quejo de como esta la situación, yo creo que es una excusa. Lamentablemente, esta es la realidad y hay que aceptarla. Ahora hay que buscar la mejor manera de hacerlo, sin hacer daño y sin faltar al respeto a nadie, siguiendo unas medidas de seguridad, que son las que impone el gobierno.
Hemos visto que has tomado parte en varios eventos online… ¿Crees que esta herramienta puede evolucionar en el futuro? Los streaming son una herramienta que debía de haber existido desde hace tiempo. Es una herramienta que acerca al oyente, donde el seguidor puede conocer más al arista… Al final los fans quieren conocer a los artistas, en su día a día, no solamente lo que hacemos en torno a la música. Qué otras cosas nos gusta hacer. Creo que los streamings son geniales para la interacción en directo con el público, en el chat… Este tema me encanta y me gustaría hacerlo más a menudo. Es una adición que nos da más visibilidad a través de las redes y otras plataformas.
¿Qué otros proyectos tienes en marcha para este 2020? Ahora mismo estoy en un momento de seguir viajando: Santa Fe, Hong Kong, Martinica… Seguir trabajando y seguir creando buena música. El proyecto de mi nuevo sello discográfico para mi ahora es una parte esencial. Y también quiero crear un nuevo proyecto,
como fiesta o experiencia… Me refiero a crear mi marca de cero, una nueva marca de la que espero poder hacer el primer evento este año, en algunas capitales europeas.
También va a salir un EP nuevo de DJ Angelo, por Connected Records, del que voy a hacer un remix. Es una canción, ‘Remember’, que lleva la voz de Jaidene Veda. Voy a sacar bastantes cosas y voy a regalar muchas otras. Ahora es el momento de dar y apoyar. Hay gente muy talentosa y me gustaría terminar diciéndoles que no paren de crear, que hagan lo que realmente les apetece en la vida, que traten de ser felices, que se vive muchas veces y se muere una vez…
¿El álbum? ¿Para cuando? (Risas) El álbum llegará, no se cuando, pero llegará. Me muevo por el instinto, le hago caso al corazón.
¡Ha sido un verdadero placer, Pablo! ¡Gracias por tu tiempo! ¡El placer ha sido totalmente mío! ¡Un abrazo!