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EL IMPACTO DE ÂME Y ‘REJ’

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Âme

‘Rej’

Sonar Kollektiv/Innervisions

Atravesando prácticamente todos los géneros, DJs y pistas de baile en 2005, ‘Rej’ es un clásico imperecedero. Antes del lanzamiento número 100 de Innervisions, Âme nos explica cómo su canción dejó huella y dio inicio a un cambio radical en el house y el techno.

Autor: Dave Jenkins Traducción: Patricia Pareja Casalí

Pocos tracks capturan lo esencial y el fluir del house y el techno de mediados de la década de 2000 de una manera tan concisa como “Rej”, de Âme. Siendo una luz de esperanza que destacó con fuerza en el océano de minimal techno y electro-house que había en el momento, “Rej” tenía esa extraña esencia que siempre se busca pero pocas veces se encuentra. No había nada parecido sonando en aquel momento, sin embargo, todos y cada uno de los DJs lo ponían.

No importaba a dónde fueras. Durante el invierno de 2005 y todo el 2006, los arpegios teatrales, la dinámica dramática y los cambios de armonía de “Rej” tenían un papel garantizado en la banda sonora de tu noche.

Desde Richie Hawtin hasta Sasha e incluso DJs comerciales como Judge Jules. No había ningún DJ que no tuviera “Rej” en su colección en aquél momento. Desde entonces ha pasado a ser interpretado por bandas de música, tuvo una versión de jazz de Christian Prommer, Jeff Mills todavía lo pincha hasta el día de hoy, y François K incluso planeó hacer una edición de batería y bajo.

“También fue número tres en las principales listas españolas. Uno por encima de Iron Maiden”, sonríe Kristian Beyer, el miembro más alegre del dúo. Con bigote y elegantemente vestido, se inclina hacia la cámara y mueve las cejas mientras él y su hermano (un poco más serio en Âme), Frank Wiedemann, conversan con DJ Mag por Zoom. Ambos están sentados en su estudio, con su equipo de fondo, cambiando preguntas entre ellos de manera muy natural, ayudándose mutuamente a través de otra entrevista. “¡Estamos llenos de energía! ¡Totalmente recargados!”, se ríe Kristian, abriendo los ojos con sarcasmo.

Es septiembre de 2021, exactamente 16 años después del lanzamiento de “Rej”, y todos adoran al dúo. Tienen su primera gran gira post-confinamiento en tan solo unos días, y su sello acaba de lograr un hito que ha atraído a mucha prensa. Hablamos de que Innervisions, el influyente sello que dirigen junto a su compañero Dixon, ha alcanzado su lanzamiento número 100. Para marcar el momento, el sello ha lanzado una nueva dirección artística y estética. Evitar sencillos por álbumes, explorar los NFT y dejar su imagen característica para hacer piezas más conceptuales. No es tanto un capítulo nuevo para la marca de Berlín, sino más bien un libro completamente nuevo.

Frank y Kristian se encargaron del lanzamiento número 100, el EP “The Witness”. Lo primero que sacan desde el álbum “Dream House” de 2018, más enfocado a la escucha, muestra un mood y una energía diferentes a la del dúo, que ahora está en su 18º año lanzando música juntos. El artwork es de color blanco liso, limpiando el lienzo para los próximos 100 lanzamientos de Innervisions, y la música va desde el techno upbeat, hasta el shoegaze lo-fi. Es inconfundiblemente Âme, en el sentido de que no se parece a ningún lanzamiento que hayan hecho antes.

“Cuando nos acercamos al lanzamiento número 100, dijimos que sería bueno cerrar el círculo y que sería un lanzamiento para nosotros mismos”, dice Kristian. “Creo que intentamos hacer un disco que se mantuviera en el tiempo, tal como lo hicimos hace 16 años con ‘Rej’”.

“No queremos repetirnos”, dice Frank. “Siempre buscamos gustar, sorprender o emocionarnos. No creo que tengamos un sonido marcado. Tan pronto como hayamos hecho algo, no lo volveremos a hacer. Nunca hicimos otro ‘Rej’, por ejemplo...”.

No fue necesario. El segundo lanzamiento de los entonces incipientes Innervisions, ‘Rej’ fue el impulsor esencial que le dio a Âme y a la marca de Dixon los fondos para volverse completamente independientes e invertir totalmente en su sonido, desarrollando gradualmente la organización multifacética que ahora da trabajo a 25 personas y abarca su propia agencia de bookings, distribuidora, editorial y oficinas. En ese momento, sin embargo, el sello era una subsidiaria de Sonar Kollektiv, el sello hiper-ecléctico leftfield de Jazzanova, en el que Kristian y Frank habían lanzado sus primeros singles y álbum debut epónimo entre 2003-4.

“Los lanzamientos estaban casi por todas partes”, recuerda Frank. “Una vez fue un disco de hip-hop, luego un disco de jazz, luego un disco de techno. Cualquier cosa. No sabías lo que obtendrías. En ese momento, Stefan [Dixon] dijo que quería comenzar un sello de house, así que nos acercamos a Sonar Kollektiv con la idea de Innervisions”.

El sello se lanzó oficialmente en julio de 2005 con “Psyche Dance” de Tokyo Black Star como primera referencia. “Rej” aterrizó dos meses después. Pero por poco ni siquiera aterriza. “Jazzanova eran buenos amigos nuestros, pero nunca entendieron el disco”, admite Kristian. “Les dimos las cintas maestras y dijeron: ‘No, esto es demasiado minimal, demasiado electrónico’. Ese fue el momento en el que decidimos por nosotros mismos que, en el futuro, haríamos que Innervisions fuera independiente”.

Si bien no sería hasta el lanzamiento 006 cuando Innervisions pudiera convertirse en independiente, la separación amistosa comenzó aquí, y el lanzamiento de ‘Rej’ continuó con el groove de deep house ‘Basic Track’ en la B. Por ambas partes, el amor del dúo por el house estadounidense y el techno de Detroit era muy obvio. La producción estaba lejos de la creación electrónica estándar. A pesar de que la producción con ordenadores se volvió más habitual a mediados de los 2000, Frank y Kristian continuaron usando herramientas más tradicionales. De hecho, su configuración era tan analógica que su mesa de mezclas no tenía memoria y Frank tenía que escribir a mano cuáles eran los parámetros de configuración por si tenía que cambiarlos por los de otro proyecto. Incluso el ingeniero con el que trabajaban era de la vieja escuela. “Creo que hay que destacar la tremenda influencia de Andreas Schorpp”, dice Frank. “Tuvo un gran impacto en eso. Si escuchas las demos antes de que él trabajara en ellas, son muy diferentes. Él fue quien hizo ese track”. Kristian añade: “Venía de un pasado de rock, y esto fue lo primero relacionado con la electrónica con lo que trabajó. Fue una combinación especial de esos dos mundos. Hoy en día, muchos discos suenan así, pero por aquél entonces él fue el primero en poner ese sonido súper amplio y extenso en un disco como este”.

Aquí es donde empezamos a entender por qué ‘Rej’ tuvo la repercusión que tuvo. No solo destacó entre los géneros dominantes que estaban pegando en ese momento, sino que no se parecía a nada que estuviera sonando por aquel

entonces. Tenía una rica calidez analógica, gran amplitud y un sabor que se había ido olvidando a medida que el auge de la producción con ordenadores se había iniciado junto a la revolución digital. De todos modos, “Rej” fue acogido tanto por la escena house, como la de techno en el momento en que salieron las promos.

“Nuestra primera solicitud fue un correo electrónico urgente de François K, que estaba en el Yellow Club en Japón, y dijo que lo necesitaba”, recuerda Kristian. “¡Lo escuchó en Shelter la semana anterior cuando Timmy Regisford lo pinchó tres veces en una noche! No estoy seguro de cómo se lo enviamos… fue durante los primeros días que apareció Internet, pero lo hicimos. Esta fue la primera vez que escuchamos que la gente lo estaba pinchando“.

Antes de que se lanzara “Rej” de manera oficial, ya había despertado el interés de los DJ alrededor del mundo. Para el invierno de 2005, ya era un himno de club, espectacular a nivel universal, apropiado a todos los subgéneros o estilos house/techno del momento. Su naturaleza, fantástica y dramática al mismo tiempo, lo hizo encajar fácilmente en cualquier set de house progresivo, que seguía siendo un gran sonido en los festivales y en Ibiza en aquel momento con los Lawlers, Lopez y Cattaneos del mundo. También fue fácil de mezclar con los sonidos del sello alemán Get Physical, donde artistas como M.A.N.D.Y y Booka Shade estaban lanzando grandes éxitos con motivos musicales similares y matices dramáticos en aquél preciso momento.

Aventurándose más todavía, ‘Rej’ también fue una melodía popular en el Reino Unido entre otros grandes temas de electro house de D Ramirez, y la versión sin ritmo incluso se podía escuchar en sets de ritmos rotos de DJs como Bugz In The Attic o DJs de house más jazzero como Atjazz. Incluso tenía sentido mezclado con el sonido -ligeramente más extraño y con bajos- de los nuevos sellos emergentes como Dirtybird de Claude VonStroke, Front Room de Jesse Rose y Dubsided de Switch. El veredicto fue unánime: “Rej” era una melodía universal poco común. Pero los sets en los que se escuchaba con más frecuencia eran casi siempre minimal, un género que en el que el dúo sintió que habían sido mal clasificados en el momento.

“De todos modos, la etiqueta ‘minimal’ que se le puso a esa música era muy engañoso”, dice Kristian, quien fue bastante sincero hablando de minimal en las entrevistas en aquel momento. “El minimal real para mí es Daniel Bell o Kompakt al principio. La mayoría de las cosas encasilladas bajo la etiqueta ‘minimal’ en aquel momento es lo que la gente llama tech-house ahora. ¿Y eso qué significa?”. Frank recuerda: “La gente esperaba que pincháramos música minimal y hubo muchos momentos incómodos. En un concierto, tras unos 20 minutos, el promotor se acercó y dijo: ‘Hay un DJ inglés que también quiere pinchar, ¿le dejarías pinchar ahora?’”

Aunque esta etiqueta se quedaría con ellos por un tiempo, pasó pronto, muy parecido a lo que sucedió con el boom / moda del minimal en sí. Defected firmando el disco en el Reino Unido ayudó mucho a cambiar la percepción. Aunque no era el monolito musical que es ahora, el sello de Simon Dunmore ya tenía una visión para los hits bastante reconocida, y ‘Rej’ se lanzó en medio de grandes tracks como “Church Lady”, una de las primeras bombas de Dennis Ferrer, y ‘Da Bump’ de Mr.V.

“La mayoría de las cosas encasilladas bajo la etiqueta ‘minimal’ en aquel momento es lo que la gente llama tech-house ahora” - Kristian

Este lanzamiento (y los remixes que Defected encargó, que nunca fueron del agrado de Kristian o Frank) aseguró la ubicuidad de “Rej” durante un año, y por cada momento incómodo en una fiesta minimal, el dúo también se encontró pinchando ante 15.000 personas en Lowlands Festival y en espacios para 10.000 personas en Sónar By Night. “Los shows se hicieron notablemente más grandes en general, muy abrumadores en algunas ocasiones”, recuerda Frank.

Naturalmente, cuando un track explota a este nivel, ocurren cosas inevitables. Primero vinieron las solicitudes de remezclas, ya que los sellos en general querían algo similar a “Rej”. “Trabajamos muy, muy lento en ese momento”, dice Frank. “Cuando trabajas con hardware, y todo pasa por la mesa de mezclas, trabajamos en un track a la vez”.

Kristian continúa explicando cuántos de los sellos no entendieron bien los remixes que Âme les dio a cambio. “Ellos decían, ‘Ah no, esto no nos gusta’. Pero otros DJ empezaron a pincharlos y dijeron: ‘Está bien, ahora lo entendemos’”. Un remix en particular, que el sello apreció de inmediato, fue su remix de “Insomnia”, de Rodamaal, que se convirtió en uno de los próximos tracks de unión entre house y techno en 2006, demostrando que Âme estaba lejos de ser una maravilla de un solo éxito. Pero mientras Frank y Kristian estaban evolucionando del sonido que habían plasmado en ‘Rej’ (puedes escuchar también “Where We At” con Dixon, Henrik Schwarz y Derrick Carter, de ese año, para ver otro ejemplo de su destreza y habilidad con el ritmo), no hubo forma de evitar lo inevitable: las imitaciones, ya que más y más tracks incluían grandes arpegios, espectros sónicos más amplios en la mezcla y ese bajo/kick palpitante que es la columna vertebral de ‘Rej’. A Âme, sin embargo, no le molestó lo más mínimo.

“Hubo muchos, estoy seguro, pero el que siempre recuerdo fue ‘Body Resonance’ de los Pastaboys. Fue una copia flagrante, pero no estaba mal. ¡De hecho lo pinché unas cuantas veces!”, se ríe Kristian, quien admite que no ha pinchado ‘Rej’ en sus DJ sets durante al menos 15 años. “Y de todos modos, ¡nosotros también somos los imitadores! ‘Rej’ es, básicamente, una combinación de ‘Beau Mot Plage’ de Isolée y ‘Dem Young Sconies’, de Moodymann”.

Invito a escuchar ambos tracks y a escuchar ‘Rej’ diseccionado, ante tus propios oídos. Esto nos recuerda que casi todo es un remix, especialmente dentro de una cultura de estudio basada -en gran medida- en el sampleo. “De todos modos, ¿dónde está la línea entre el imitador y la inspiración?” pregunta Frank.

“Algunas son más obvias, otras son menos obvias. Todo es arte, así es como funciona. Y además, ‘Rej’ fue un gran trampolín en nuestras carreras y generó tanto para nosotros que no cuestionamos ninguna de las réplicas. Si estuviéramos durmiendo en habitaciones y no hubiéramos tenido éxito, entonces sí, estaríamos cabreados. Pero en realidad tenemos vidas maravillosas y eso se debe a ‘Rej’ “.

Y aquí es donde llegamos al verdadero legado revolucionario de ‘Rej’. La exageración de un éxito solo puede llegar hasta cierto punto. Las copias que lo imitan duran al menos uno o dos años. Pero así es como Âme y Dixon utilizaron la exposición, la atención y los derechos de autor para llevar a Innervisions a una vida independiente y crear una de las marcas más exitosas, consistentes y dominantes que surgieron en el house y el techno de esa época. Un buque insignia que navega sin prisas lejos de un océano de minimal y electro-house, y es famoso por defender la calidad sobre la cantidad con solo publicar seis lanzamientos al año. Es por eso que el sello, con solo 100 lanzamientos, representa la innovación y la evolución artística. “El impulso es fácil de crear, pero mantenerlo en este nivel y no parar de construir no es fácil”, dice Kristian, dejando de lado su sarcasmo y poniéndose serio por un segundo. “La clave ha sido trabajar siempre con gente de las generaciones más jóvenes, que siguen inspirándonos. Nunca podremos ser los viejos gruñones que quieren traer el pasado de vuelta”.

Capturando lo esencial y el fluir del house y el techno de la década de 2020, Kristian nos despide arqueando una vez más la ceja para la cámara y nos desconectamos. ¡Larga vida a ‘Rej’!

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