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EL COMERCIO lunes 20 de agosto del 2012
ELINFORME Escribe MARCELA MENDOZA RIOFRÍO Infografía ALFREDO OSHIRO
É
rase una vez una empresa pública de telefonía española que, luego de más de 50 años de constituida, decidió ampliar sus dominios al otro lado del océano. Así terminó convertida en una operadora de alcance mundial, con un 85% de inversionistas globales, que enciende tanto afinidades como desavenencias en los mercados donde está presente. Telefónica, una compañía que factura US$83 mil millones anualmente a nivel global, ha cumplido la mayoría de edad en el Perú en medio de un inexplicablemente dilatado proceso de renovación de licencia del servicio móvil, servicio este último que le reporta más de 19 millones de clientes en el país. En la actualidad, la empresa española aguarda las nuevas condiciones que le fijará el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, cuyo titular, Carlos Paredes, ha advertido que, de no aceptarlas, se procederá a convocar una licitación pública para captar otros postores. En ese contexto, se debate una compañía que, con defensores y detractores, ha sido una de las principales inversionistas del país en las últimas décadas.
SEMILLAS Y RAÍCES
Esta historia empezó en 1987, cuando Telefónica decidió cotizar en Wall Street. Casi inmediatamente, recuerda Carlos Huamán Tomecich, presidente de DN Consultores, la compañía se dio cuenta de que la única forma de crecer en este negocio era llevar capital a su mercado natural en el exterior: América Latina. Tras ganar las operaciones en Chile y Argentina al
Tras cumplir la mayoría de edad en el Perú, Telefónica ya no es la misma. Y mientras espera que el Estado le defina las nuevas condiciones, rediseña su negocio y se prepara para una nueva etapa.
Llamada inc iniciarse la década de los 90, el paso siguiente fue anclar en el Perú, un día de agosto de 1993, y luego en Brasil, en 1998. Al año siguiente culminó su proceso de privatización en España, el cual había empezado en 1995. Su poderío en la región se consolidó con la compra de Bellsouth en el 2004. El ingreso de Telefónica al país fue por la puerta grande, no solo porque recibió efusivos aplausos al ofrecer US$2.002 millones (135% más que su competidor más cercano) por la concesión, sino porque esta fue la primera gran privatización que vivió el Perú en la década de los 90, como recuerda José Gallardo, coordinador de la maestría de Economía de la PUCP. Hasta entonces, las grandes empresas estatales de servicios públicos habían estado sumidas en una crisis de descapitalización e ineficiencia que las volvía insostenibles. No había dinero para invertir en reflotarlas (la deuda externa era asfixiante) pero sí existía voluntad para llenarlas, año a año, de más trabajadores públicos. Como es lógico, los servicios eran ineficientes: solo 3 de cada 100 peruanos tenían teléfono y había pagado, cada uno, más de
US$1.000 por un servicio que tomaba meses instalar en los hogares. Liliana Ruiz, presidenta de Alterna Perú, afirma que esa situación no es comparable con el presente, porque no solo se tiene hoy alrededor de 100% de penetración de la telefonía móvil, sino porque el monopolio natural de antaño ha dejado de serlo. Aunque Telefónica goza de más de 60% de participación en todos los mercados en los que compite, y tiene el 94% de los usuarios de telefonía fija local, la evolución de la tecnología y la llegada (por mandato legal a partir de 1998) de nuevos jugadores la obligó a competir. Cuando los españoles recién arribaron, ni se soñaba con las llamadas de video vía Internet; lo que importaba era el servicio público. Prueba de ello es que, en el contrato de concesión, una de las prioridades era optimizar la calidad y las tarifas del servicio público, incluyendo una expansión de la red de teléfonos públicos, porque esta era la forma de llegar a la mayor parte de la población. “La transformación pú-
blico-privada en sí fue exitosa para Telefónica en todo el continente”, advierte José Moquillaza Risco, coordinador del MBA en Centrum Católica, quien asegura que los españoles llegan al Perú como parte de una estrategia regional, y no porque el Perú ofreciera, puntualmente, una gran masa crítica de clientes, como sí la tenían Brasil o México. El negocio en aquel entonces, explica Huamán, era colocar líneas fijas en gran cantidad (dejaban una ganancia de US$20 por equipo en 1995) y completar con la
Telefónica, con sus m aún se debate su pe
Una mirada panorámica
INDICADORES NACIONES DE PENETRACIÓN Y COBERTURA
Ingresos globales por región Europa (6 países)
América Latina (14 países)
EN US$ MILES DE MILLONES
PORCENTAJE DEL TOTAL
76
82
87
100%
100%
100%
31
35
42
41%
43%
48%
45
47
45
59%
57%
52%
2009
2010
2011
2009
2010
2011
Servicio telefónico fijo
Servicio telefónico móvil
Larga distancia
A marzo del 2012
A marzo del 2012
A marzo del 2012
2’566.674
20’326.344
1’700.05 57
INVERSIÓN DE TELEFONICA
$
Inversión extranjera directa (US$ millones) Inversión en infraestructura (US$ millones)
563
450
430
314
207
849 694 250
1994
30 mil
759 mil
13 mil
5,800
móviles
teléfonos fijos
teléfonos públicos
clientes de TV de paga
1995
1996
1997
1998
1999
2001
2000
CRONOLOGÍA
1989 Telefónica opera en España y tiene 12 mlls. de clientes
1994 Llega Telefónica al Perú. Pagó US$2.002 millones.
1995 Se creó Telefónica Multimedia (Cable Mágico deportes, Cable Mágico Cultural).
1998 Se adelantó un año la apertura al mercado de la telefonía fija a nuevos operadores.
2000
2001
2001
2004
Telefónica acumula 20 sanciones ante Opsitel.
Se lanza Speedy, el servicio de Internet de banda ancha.
Se lanza la red privada Movistar (RPM) para telefonía móvil.
Se lanza Movistar Multimedia. Permite descargar contenidos multimedia al móvil.
T Te inn e B