<Ţ Ţ ÂŽ Ţ Ţ Ţ ŢHERALDO DE ARAGĂ&#x201C;N 7 de septiembre de 2014 â&#x2014;?
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Paraje â&#x20AC;&#x2DC;La Sardaâ&#x20AC;&#x2122; donde se realizĂł una jornada tĂŠcnica. AGENCIA ALMOZARA
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os vinos de Campo de Borja tienen pasado, el que se remonta a comienzos del siglo XIII, ligado a los monjes y abades del Monasterio de Veruela, autĂŠnticos garantes del mantenimiento de la tradiciĂłn y el cultivo de la vid en la zona. Los vinos de Campo de Borja tienen presente, el que estĂĄ ligado a este â&#x20AC;&#x2DC;Imperio de la Garnachaâ&#x20AC;&#x2122; en el que se convirtiĂł la D. O. en 2005, que integra casi 7.000 hectĂĄreas repartidas por los 16 municipios que se cobijan a las faldas del Moncayo, con una producciĂłn media de 29 millones de kilos de uva y que comercializa cerca de 20 millones de botellas de unos vinos que se pasean por 49 paĂses de todo el mundo luciendo los mĂĄs prestigiosos premios y reconocimientos. Y tiene futuro, el que se estĂĄ labrando con un ambicioso proyecto de nombre â&#x20AC;&#x2DC;Los terroir de la garnacha de la D. O. Campo de Borjaâ&#x20AC;&#x2122;, con el que ÂŤno se pretende hacer el mejor caldo del mundo, sino lograr unos vinos genuinos, irrepetibles, que incrementen el prestigio comercial de la denominaciĂłn pero tambiĂŠn que garanticen el desarrollo territorial de la zonaÂť. Lo dice el experto vitivinĂcola Miguel Lorente, alma mater de esta iniciativa que en 2012 logrĂł convencer al consejo regulador de la denominaciĂłn aragonesa y atraer la participaciĂłn de la Universidad PolitĂŠcnica de Madrid, la Universidad de Zaragoza y al Gobierno de AragĂłn. ÂŤEl objetivo es conseguir revalorizar el vino para ser capaces de enfrentarnos al futuroÂť, explica Lorente. Es cierto que hay varios caminos para lograr un mayor valor aĂąadido en una producciĂłn.
Vicente GĂłmez (de espalda) explica las caracterĂsticas del suelo en una calicata en â&#x20AC;&#x2DC;La Sardaâ&#x20AC;&#x2122;. AGENCIA ALMOZARA
La DenominaciĂłn de Origen Campo de Borja estĂĄ inmersa en la recta final de un ambicioso proyecto con el que quiere garantizar el futuro de sus vinos, dĂĄndoles el valor aĂąadido, la identidad y la singularidad que aportan a la garnacha sus peculiares suelos, su clima, el manejo de su viticultores y su entorno. En definitiva, sus terroir
Ţ Ţ Ţ Ţ Ţ ÂŤPodrĂamos haber optado por una viticultura intensivistaÂť, detalla el experto, que a renglĂłn seguido asegura que producir mĂĄs puede tener que traducirse en vender mĂĄs barato. ÂŤPodrĂamos habernos decantado por hacer una viticultura varietalÂť, sigue enumerando. Pero a Lorente esta opciĂłn no le parece adecuada, porque la garnacha de Campo de Borja es peculiar no por ser garnacha sino por estar cultivada en Campo de Borja. Desechadas estas alternativas solo quedaba, dice el experto, ÂŤbuscar el vĂnculo del vino con el territorio, crear ese valor aĂąadido con la concepciĂłn geogrĂĄfica del vinoÂť. Han pasado tres aĂąos desde que se dio el pistoletazo de salida a este proyecto, que cuenta con un presupuesto total de 290.000 euros y que estĂĄ previsto que culmine en 2015. Y durante ese tiempo
los suelos a los que se arraiga la garnacha, el clima que riega o hacer pasar sed a los cultivos, la altitud por la que trepan las cepas e incluso el mimo con el que las trabajan sus viticultores han pasado bajo la lupa de los expertos. Aunque el tĂŠrmino terroir (palabra de origen francĂŠs que procede del latĂn terratorium) parece evocar â&#x20AC;&#x2DC;soloâ&#x20AC;&#x2122; al territorio, el concepto (al menos al aplicarse a la viticultura) es mucho mĂĄs amplio.
Es agua y temperatura, es profundidad y alimentaciĂłn nĂtrica del suelo, es la variedad de la uva y su patrĂłn y, especialmente, es la mano del viticultor cuando decide regar o no hacerlo, abonar en mayor o menor cantidad e incluso vendimiar antes o mĂĄs tarde. ÂŤTerroir es un conjunto de factores naturales que confieren al vino una tipicidad original e identificable que el consumidor asocia a una elevada calidad por la que es-
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tĂĄ dispuesto a pagar mĂĄsÂť, detalla Vicente SotĂŠs, catedrĂĄtico de enologĂa de la Universidad PolitĂŠcnica de Madrid. Y pone un ejemplo: hay vino de terroir en la BorgoĂąa francesa, concretamente en RomaneĂŠ Conti, por el que se llega a pagar hasta 7.000 euros por botella. Suelos La propia OrganizaciĂłn Internacional del Vino insiste en que el terroir no es solo suelo. Pero, sin duda, es uno de sus factores determinantes, porque ÂŤlo que hace diferente a los terroir son los suelosÂť, destaca Vicente GĂłmez, profesor de EdafologĂa de la Universidad PolitĂŠcnica de Madrid. Para analizarlos, las retroexcavadoras han entrado en las tierras de Campo de Borja, donde se han realizado 400 calicatas (excavaciones de profundidad media que facilitan el reconocimiento y anĂĄ-